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“Los que se dan cuenta de la importancia de estudiar la

vida de Cristo, quienes buscan desarrollar


un carácter como el suyo, serán asistidos por santos
ángeles, quienes a cada paso los ayudarán
a exaltar al Salvador…”.

“Vivimos en medio de los peligros de los últimos días.


El conflicto que se avecina será el más terrible jamás
visto. Pero aunque se representa a Satanás tan fuerte
como el hombre fuerte armado,
su derrota será c­ ompleta…”.

“Trabaja en armonía con Dios. Atrae incluso


cuerdas con Él. Cooperad con el Salvador;
Él te ayudará a ver todo bajo una luz correcta...”.

“Él recompensará toda obra realizada


por amor a Cristo”. Manuscript Releases 15.
Lt. 24-25, 1900, par 11.

978-958-52330-6-5

9 789585 233065
Abnegación, Entrega
y Mayordomía
Viernes 21 de octubre al
Sábado 29 de octubre de 2022

Sociedad Misionera Internacional


Iglesia Adventista del Séptimo Día,
Movimiento de Reforma
Sociedad Misionera Internacional
Iglesia Adventista del Séptimo Día, Movimiento de Reforma
info@smiunicol.org
Bogotá, D. C., Colombia
Es propiedad intelectual

ISBN: 978-958-52330-6-5

Diseño de carátula:
Nancy Patricia Cortés Cortés

Diseño y diagramación interno:


Nancy Patricia Cortés Cortés

Prohibida la reproducción parcial o total


No autorizada por los Editores

Impreso y encuadernado por:


Tabla de Contenido

Viernes 21 de octubre, 2022


"Mayordomía desde la infancia"............................... 10

Sábado 22 de octubre, 2022


"Mayordomía para Practicar en Familia"................. 17

Domingo 23 de octubre, 2022


"Nada Excusa el Cumplimiento del Deber".............. 26

Miércoles 26 de octubre, 2022


"Abnegación y Sacrificio, la mejor Inversión
en el Banco del Cielo". Parte 1........................................ 31

Viernes 28 de octubre, 2022


"Abnegación y Sacrificio, la mejor Inversión
en el Banco del Cielo". Parte 2........................................ 39

Sábado 29 de octubre, 2022


"Ahora es el Momento de Dedicarlo todo a Dios".. 48
Introducción

Elena G. de White y los inicios de la Obra


de Dios en el siglo XIX

“Sacrificarse por la causa”. “Sabemos mejor cómo comenzó


esta causa. Hemos estudiado, en todos los sentidos, formas
y medios para que podamos tener algo que nos lleve de un
lugar a otro en la causa de la verdad. Para llegar a la primera
conferencia que tuvimos en el estado de Connecticut, mi
esposo trabajó cortando leña a veinticinco centavos (de
dólar) la cuerda. No estaba acostumbrado a trabajar, y el
reumatismo le venía en las muñecas, de modo que noche
tras noche no podía dormir a causa del dolor. Nuestras
oraciones ascendían noche tras noche para que Dios lo
aliviara del dolor... Él decía: “Esposa, debemos asegurarnos
de quedarnos con $5.00, (USD) y si nos faltan los medios,
no usaremos esos cinco dólares”.

“Me he desmayado en el suelo con un niño enfermo en


mis brazos más de dos veces por falta de comida. Luego
vino la palabra: “¿No puede venir y celebrar una reunión
con nosotros en Connecticut?”. Cuando mi esposo llegó a
un acuerdo con su empleador, tenía diez dólares, y con eso

5
Abnegación, Entrega y Mayordomía

nos dirigimos a esa conferencia. Fue allí donde el trabajo


comenzó a diversificarse, y aquí es donde comenzó a hacer
su primera publicación. Era un hombre cojo, causado por
un corte en el hueso del tobillo en su juventud, pero ca-
minó nueve millas (15kms. aprox.) hasta la imprenta para
llevar su periódico. En otro momento tomó su guadaña y
salió al campo a cortar el pasto para conseguir medios para
llevarlo a la conferencia en Nueva York. Y así, la verdad
de Dios comenzó a difundirse en Nueva York, y esta es
una pequeña muestra de la forma en que introdujimos la
verdad por primera vez en diferentes lugares”.

“Durante meses, mi esposo trabajó manipulando piedras


hasta que la piel se le desprendió de los dedos y la sangre
goteaba de las puntas de sus dedos. Esto fue en los mismos
lugares donde había hablado en el escritorio ante miles.
Incluso entonces no obtuvo el dinero por su arduo trabajo.
¿Sabes que el recuerdo de esto es la mejor parte de mi expe-
riencia? Pasó por las calles de Brunswick, Maine, con una
bolsa sobre sus hombros que contenía un poco de arroz,
harina y fríjoles para que no nos muramos de hambre, y
cuando entró a la casa cantando, le dije: “¿Hemos llegado
a esto, esposo?”. ¿El Señor nos ha abandonado a nosotros
y a nuestro trabajo? Levantó la mano y dijo: “Calla, calla,
el Señor no nos ha desamparado...” Así es como comenza-
mos esta obra... Así es como el Señor nos ha enseñado a
confiar en Él. Esta es la forma en que la verdad ha entrado
en muchos lugares. Y durante años trabajamos constan-
temente día y noche para poder llevar adelante esta obra.
Podría estar aquí y relatar casos como los que les he dado
hasta mañana por la mañana, pero presentaré solo estos

6
Introducción

pocos. Quiero decirles ahora que hemos estado trabajando


al máximo de nuestra capacidad para establecer misiones
en diferentes lugares”.

“En el momento en que se inició la misión aquí (Basilea,


Suiza), recibí como regalo un bonito vestido de seda. Cues-
ta cuarenta y cinco dólares. Miré ese vestido y pensé en
nuestros amigos de aquí. El hermano Andrews acababa
de enviar una carta diciendo que había cierto trabajo
que querían hacer pero que no tenían los medios. Ahora,
pensé, estos amigos, por la bondad de sus corazones, me
han hecho este regalo; ahora tengo el privilegio de usar
ese don de tal manera que puedan acumular tesoros en el
cielo. Fui a uno de nuestros comerciantes, un observador
del sábado, y le dije: “Vende ese vestido por todo lo que
puedas obtener por él”. Lo vendió por cincuenta dólares.
Luego envié ese dinero aquí a la misión. El mismo acto de
mi acción trajo en ese mismo momento medios de otras
personas, y el hermano Andrews nos respondió que la
misma suma que quería llegó en ese momento”.

“Estamos estableciendo misiones y construyendo centros


de reuniones en Estados Unidos. He tenido una propiedad
que no pude vender, y como no pude vender, alquilé dinero
y traté de invertirlo donde más se necesitaba para la causa.
Ya hemos colocado treinta mil dólares en la tesorería del
cielo. Nuestro tesoro ahora está, podría decir, casi vacío.
En muchos lugares hemos tenido una presión financiera
muy cercana. Hace una o dos noches soñé que le estaba
rogando a Dios. Me desperté rogándole que enviara me-
dios para hacer avanzar Su propia causa y obra. Propongo,

7
Abnegación, Entrega y Mayordomía

hermanos y hermanas, que presentemos nuestro tesoro


vacío a Dios con fe viva y le pidamos que supla nuestras
necesidades”.

“En California deseábamos tanto construir una casa de


huéspedes para nuestros estudiantes... Todo lo que podíamos
hacer era enviar nuestras fervientes peticiones a Dios por
ese objeto. Con muchas lágrimas lo hicimos. Luego entré en
mi habitación y comencé a escribir. Escuché un golpe en
la puerta y se la abrí a la hermana Scott. Ella dijo: “Tengo
algo de dinero que quiero poner en la causa. ¿Sabe dónde
se necesita más?” “Sí”, dije, “acabamos de suplicarle a Dios
que nos envíe algunos medios”. “Bueno”, dijo ella, “puedo
dejarte $5,000 USD y ayudarte a encontrar más. He sentido
tal carga que siento que es un alivio deshacerme de ella”.
Las lágrimas corrían por su rostro. Estaba agradecida de
poder descargar esta carga. Y así tuvimos dinero para co-
menzar nuestra casa de huéspedes. ¿Por qué no podemos
acercarnos a Dios con estos asuntos? Creo que dependemos
demasiado de los demás. Ahora tengamos una fe viva en
Dios. Me he quedado despierta noche tras noche hasta que
me he quedado casi sin dormir desde que estoy aquí... No
puedo ver otra manera sino que debemos orar. El Señor
tiene oro y plata, y Suyos son los ganados sobre mil colla-
dos. Y mientras confiemos en Él y hagamos lo mejor que
podamos, Él enviará ayuda para hacer avanzar Su causa”.
Manuscript 14, 1885, 1-4. (“Before the European Council,”
September 20, 1885.)

¡Bienvenidos al estudio de estas importantes Conferencias


de Mayordomía Cristiana!

8
Introducción

El santo Sábado 29 de octubre de 2022 se recolectará una


Ofrenda Especial en cada Iglesia, grupo o campo de Co-
lombia con destino al Departamento de Mayordomía de
la Unión Colombiana. Te invitamos a unirte con tu aporte
voluntario para apoyar la Iglesia del Señor en nuestro país.

Departamento de Mayordomía de la Unión Colombiana

9
Lectura 1
Abnegación, Entrega y Mayordomía Viernes 21 de octubre de 2022

“Mayordomía
desde la Infancia”

“E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares


mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te
olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón,
yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida…” 1 Samuel 1:11.

Instrucción y Educación
Aunque los niños y niñas en sus tiernos años no son
muy conscientes de la importancia del dinero, ni de los
­posibles problemas económicos del hogar o del país, es muy
impor­tante que desde pequeños aprendan a administrar
su dinero. Estas habilidades aprendidas en la infancia les
serán de gran utilidad en su vida adulta.

Es fundamental educar a los niños y niñas para que


­comprendan que las cosas tienen un precio y que la ma-
yoría de veces cuesta conseguirlo. Enseñarles el valor del
dinero y de lo que los rodea implica educarles para ser

10
“Mayordomía desde la Infancia”

responsables del uso de los recursos que se nos confían


como dádiva divina.

“Los hijos de Dios deben ser educados para ver que Dios
tiene derechos sobre ellos. Todos nuestros suministros
provienen de Él. Tan regularmente como pasan las esta-
ciones, Él nos da la cosecha de la tierra. Su liberalidad es
constante y sistemática; y nuestros retornos a Él deben
hacerse de acuerdo con los dones que día tras día Él nos
otorga. El flujo constante e inagotable de la bondad de
Jehová testifica de Su amor y benevolencia. Entonces, con
corazones llenos de gratitud por todas Sus bendiciones, ¿no
responderemos dándole lo que Él reclama en diezmos y
ofrendas?” RH February 18, 1902, paragraph 15.

Instruirlos en la mayordomía cristiana implica educarles


para que crezcan con principios y aprendan a valorar lo
que es importante, más allá de lo material.

Gratitud una experiencia de Alabanza


y Adoración
Gratitud, del hebreo Todah: Alabanza, gracias, una exten-
sión de la mano, confesión, adoración, un coro de fieles.

La gratitud es una conducta natural en los primeros años


de la vida del niño y a medida que él crece los adultos
debemos seguir fomentando este espíritu de gratitud y
asimismo de generosidad. La práctica fiel y sistemática
de la mayordomía cristiana es una gran ayuda que Dios
nos ha dado a conocer para promover y desarrollar esta
valiosas cualidades innatas en los niños.

11
Abnegación, Entrega y Mayordomía

“Venid, hijos, oídme; El temor de Jehová os enseñaré.”.


Salmo 34:11.

El Antídoto Más Eficaz contra el egoísmo


Al pensar en antídotos contra el egoísmo debemos pensar
en los métodos de Dios para contrarrestarlo, como por
ejemplo la gratitud, el contentamiento, la generosidad,
el dominio propio, la abnegación, la bondad entre otros.

Estas cualidades no se desarrollan “por casualidad”, por el


contrario, se necesitan padres con una fuerte relación con
Jesús el Dador de todos las bendiciones, comprometidos
con el Evangelio de Salvación y que tengan muy claro la
importancia de enseñar por precepto y ejemplo las virtu-
des cristianas.

“La benevolencia abnegada y constante es el remedio de


Dios para los pecados roedores del egoísmo y de la codi-
cia. Dios ordenó la benevolencia sistemática para soste-
ner su causa y aliviar las necesidades de los dolientes y
menesterosos. Mandó que se adquiera el hábito de dar,
a fin de contrarrestar el peligroso y engañoso pecado de
la codicia. El dar de continuo ahoga la codicia. La bene-
volencia sistemática está destinada por Dios a arrebatar
los tesoros de los codiciosos a medida que los adquieren,
para consagrarlos al Señor, a quien pertenecen”. HC 335.

Siguiendo El Plan de Dios


“Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su
nombre”. Salmo 34:3

12
“Mayordomía desde la Infancia”

La muerte de Jesús nos da la certeza de la salvación y ese


es el mayor regalo que Dios pone a nuestra disposición.
Y además de esto también coloca en nuestras manos
muchas de sus generosas dádivas convirtiéndonos así en
mayordomos para cuidar y administrar de la forma más
conveniente esas dádivas.

“Cuando los niños son aún muy tiernos, se les debe ense-
ñar a leer, a escribir, a comprender los números, y a llevar
sus propias cuentas. Pueden avanzar paso a paso en este
conocimiento. Pero ante todo, debe enseñárseles que el
temor de Jehová es el principio de la sabiduría”. HC 351.

“Hay muchas maneras por las cuales los niños pueden ganar
dinero y desempeñar su parte en cuanto a llevar ofrendas a
Jesús, quien dio su vida por ellos.... Debe enseñárseles que
el dinero que ganan no les pertenece para gastarlo según su
criterio inexperto, sino que han de usarlo juiciosamente y
dar con fines misioneros. No han de contentarse con recibir
dinero de su padre o de su madre y ponerlo en la tesorería
como ofrenda, cuando no es suyo. Deben preguntarse:
“¿Daré lo que nada me cuesta?”. HC 352.

Aliénteseles a ganar dinero

“Más de un niño que vive fuera de la ciudad puede dis-


poner de un terrenito que le permita aprender a cultivar
una huerta. Se le puede enseñar a hacerlo para conseguir
dinero que dar a la causa de Dios. Tanto las niñas como los
niños pueden participar en este trabajo, el cual les ense­
ñará el valor del dinero y a economizarlo, con tal que se

13
Abnegación, Entrega y Mayordomía

los instruya correctamente. Además de obtener dinero con


fines misioneros, los niños pueden ayudar a comprar la
ropa que necesitan, y se les debe alentar a que lo hagan”.
HC 352-353.

Experiencia Personal de la Hermana Elena


de White en la niñez
“Cuando tenía sólo doce años, ya sabía lo que era econo-
mizar. Con mi hermana, aprendí un oficio, y aunque sólo
ganábamos veinticinco centavos por día, ahorrábamos
un poco de esta suma para darlo a las misiones. Econo-
mizamos poco a poco hasta tener treinta dólares. Luego,
cuando oímos el mensaje de la pronta venida del Señor,
y un pedido de recursos, así como de hombres, fue para
mí un privilegio entregar los treinta dólares a mi padre y
pedirle que los invirtiera en folletos y otros impresos para
comunicar el mensaje a los que estaban en tinieblas”...

“Con el dinero ganado en nuestro oficio, mi hermana y


yo nos vestíamos. Entregábamos nuestro dinero a mamá,
­diciéndole: “Haz la compra de manera que, después de pagar
por nuestra ropa, quede algo para la obra misionera.” Y así
lo hacía ella, con lo que estimulaba en nosotras el espíritu
misionero”. HC 349.

“Si todos los niñitos presentasen sus ofrendas al Señor, sus


donativos serían como los arroyuelos que, al fluir unidos,
forman un río”. HC 353

“El mejor legado que los padres pueden dejar a sus hijos es
un conocimiento del trabajo útil y el ejemplo de una vida

14
“Mayordomía desde la Infancia”

caracterizada por la benevolencia desinteresada. Por una


vida tal demuestran el verdadero valor del dinero, que
debe ser apreciado únicamente por el bien que realizará
al aliviar las necesidades propias y ajenas y al adelantar
la causa de Dios”. HC 353.

Aprendiendo la mayordomía a través


de Actividades Sencillas

✓ Padres tomen unos minutos para jugar con sus hijos y


utilice monedas u otros elementos. De cada 10 separe
una, y diga que esa le pertenece a Dios. Las otras 9
deben ser cuidadosamente administradas. De esas
9 separe para la ofrenda.
✓ Escoja los billetes y monedas en mejor estado para ser
entregados al Señor.
✓ Elija un día de la semana para organizar lo que le per-
tenece al Señor. Tanto el diezmo como las ofrendas no
deben ser separadas minutos antes de que los diáconos
las recolecten en la casa de culto.
✓ Separe un tiempo especial en el cual reflexione con sus
hijos en la Palabra expresada por Dios: “Dios ama al
dador alegre” y en los diferentes consejos del Espíritu
de profecía. Pida que lo expliquen con sus palabras,
haga un dibujo o realice una manualidad sobre el tema.
✓ Cuente a sus hijos historias de su experiencia como
fiel mayordomo de Dios y de la experiencia de otros
en donde se observe el cumplimiento de la promesa
de Dios a los fieles.
✓ Elija historias que reflejen cómo personas fueron fieles
a Dios y fueron recompensados por su generosidad.

15
Abnegación, Entrega y Mayordomía

Recordemos que el diezmo y las ofrendas son una manifes-


tación sistemática de fe y amor. Inculquemos en nuestros
hijos que lo importante no es cuánto tenemos, sino como
administramos lo que Dios nos presta.

Dios conceda su Espíritu Santo y de sabiduría a todos los


padres que desean educar a sus hijos para sean mayordo-
mos fieles en la viña del Señor. Amén.

16
Lectura 2
“Mayordomía para Practicar
Sábado en Familia”
22 de octubre de 2022

“Mayordomía
para Practicar
en Familia”
“Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque
no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada.
Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de
plata. Y edificó allí David un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos
y ofrendas de paz; y Jehová oyó las súplicas de la tierra, y cesó
la plaga en Israel”. 2 Samuel 24:24-25.

Leamos con la hermana Elena G. de White una carta que


ella envía a su querida hermana y amiga Wessels, escrita
en febrero del año 1900:

Lt 24-25, 1900
Hermana Wessels,

“Sunnyside”, Cooranbong, Nueva Gales del Sur, Australia

15 de febrero de 1900

“Querida hermana Wessels:

“Esta mañana estoy muy agradecida con nuestro Padre


celestial por su gran bondad, amor y poder restaurador.

17
Abnegación, Entrega y Mayordomía

Me he estado acercando a Dios por fe, y pidiéndole en el


nombre de Jesús en quien todo prevalece, fuerza y la salud
y la gracia, para ser usados ​​para la gloria de Su nombre”.

“Engrandezco al Señor esta mañana porque ha escuchado


mis oraciones. Estoy haciendo mucho trabajo escribiendo
y hablando a la gente. Estoy agradecida de poder hacer
esto a mi edad. Tengo setenta y dos años. Pero mi salud
es buena. Disfruto de mi comida sencilla. No anhelo lujos.
La fruta y el pan son mi dieta”.

“El Señor es muy misericordioso conmigo, y estoy muy


contenta de poder dar un testimonio decidido de la verdad
presente, el mensaje del tercer ángel. Este es el mensaje
que debemos dar a la gente. Debemos estar “aguardando la
esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa del
gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo, que se entregó a
sí mismo por mí para redimirnos de toda iniquidad y pu-
rificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.”
(Tito 2:13, 14). He tenido una fuerza especial para llevar
el mensaje que Dios me ha dado para preparar un pueblo
para estar de pie en el día del Señor”.

“Doy gracias al Señor porque es mi privilegio y el de us-


tedes como elegidos por Dios para tomar parte en unión
con Jesucristo en la gran obra de nuestro tiempo. Le doy
gracias porque podemos hacer el bien comunicándonos
con Su causa y dedicando nuestros talentos a la gloria de
Su nombre”.

“El Señor quiere que Su iglesia sea purificada de toda


­contienda y lucha. Cada fase del carácter debe estar en

18
“Mayordomía para Practicar en Familia”

armonía con el carácter de Jesucristo. La unidad se verá


entonces como el resultado seguro. Las divisiones son el
fruto de la obra de Satanás. Los que aman a Dios y guardan
sus mandamientos, siempre revelarán la mansedumbre
y la humildad de Cristo, porque han aprendido en la es-
cuela del gran Maestro. Necesitamos ser transformados
por el Espíritu Santo. Diariamente siento la necesidad de
aumentar la fe y aumentar el poder de la fe para repre-
sentar el carácter de Cristo en nuestro mundo. Vemos una
gran obra por hacer. Estamos haciendo todo lo posible en
Maitland para salvar almas. Pronto tendremos que hacer
planes con referencia a la construcción de una iglesia en
ese lugar. Cristo nos dice a cada uno de nosotros: Ocúpense
hasta que yo venga (Lucas 19:13), es decir, hagan todo lo
que esté a su alcance y mucho que parezca estar fuera de
su alcance para salvar las almas que perecen. No hay mu-
chos que puedan dar grandes ofrendas de dinero, porque
no tienen dinero para dar. Pero negándose a sí mismos,
atándose a sus propias inclinaciones, pueden ahorrar algo
para el Maestro; y esta disciplina les será de gran provecho.
Pueden pensar que su regalo es demasiado pequeño para
valer algo. Pero cuando sea puesto sobre el altar, Dios lo
bendecirá, y los resultados que verá serán sorprendentes.
Practicar la abnegación y el sacrificio propio es una disci-
plina necesaria para los discípulos de Cristo Jesús”.

“Cuando veo el gran deseo que muestran los hombres y


las mujeres de oír la verdad, anhelo fervientemente los
­medios para abrir la obra donde nunca se ha oído el mensaje
del tercer ángel. Hemos tenido algunas experiencias muy
­interesantes en Maitland. Nuestras obreras, al dar lecturas

19
Abnegación, Entrega y Mayordomía

bíblicas, encuentran familias, no siempre pobres, que no


saben leer. Han enseñado a leer a varias personas. Por la
bendición de Dios, estos ahora pueden leer la Palabra de
Dios por sí mismos”.

“Toda alma es preciosa a los ojos de Dios, y me pregunto qué


se puede hacer por los campos desolados donde el rebaño
de Dios no tiene pastor. He pensado que si cada familia
adventista del séptimo día, durante el año 1900, eliminara
toda indulgencia innecesaria y colocara el dinero así aho-
rrado en la tesorería del Señor, habría alimento en Su casa.
Una rica bendición recaería sobre los que practicaran así la
abnegación. El Señor les daría más para dar. Necesitamos
tanto ahora estos frutos de la abnegación, para apoyar a
las mujeres misioneras en el campo”.

“¡Oh, cómo mi alma ha tenido sed de los centavos, los


chelines y las libras que se han deslizado entre los dedos
de aquellos que no se dan cuenta de cuánto han gastado
por sí mismos y por orgullo! Cristo tiene hambre y sed del
dinero que los hombres, las mujeres y los niños gastan
irreflexivamente para su propia gratificación. Si negaran
sus inclinaciones, este dinero podría usarse para hacer una
obra preciosa para Cristo. Él les dice a todos, viejos y jóve-
nes: “Somos colaboradores de Dios; vosotros sois labranza
de Dios, vosotros sois edificio de Dios.” (1 Corintios 3:9).

“Ha de hacerse una obra para el pueblo de Dios, a fin de


que pueda emplear correctamente sus facultades. Dios
desea que todos participen en el ahorro de dinero para las
muchas llamadas que llegan pidiendo ayuda para llevar

20
“Mayordomía para Practicar en Familia”

adelante la obra de Dios. Este trabajo nunca debe cesar. Es


hacer provisión para educar, educar en el conocimiento de
la Palabra de Dios. Es abrir las Escrituras a aquellos que
están en tinieblas”.

“Cuántos que tienen acceso al dinero lo derrochan en com-


placencia egoísta, lo que socava la salud que Dios hubiera
preservado sagradamente. El Señor desea que cada talento
que ha dado a jóvenes y mayores sea mejorado y aumen-
tado. Cada verdadero miembro de la familia de creyentes
puede convertirse en parte del templo de Dios. “Vosotros
sois edificio de Dios.” (Verso 9). Cada uno, vivificado por el
Espíritu Santo, puede ser una piedra en el edificio”.

“Tienes un trabajo que hacer, mi querida hermana, en


tratar de dar un tono diferente a la enseñanza que das a
tus hijos. La autoindulgencia casi ha arruinado el carácter
que Andrew debería haber tenido. Dios te hará responsable
a menos que ahora veas tu error y contrarrestes con toda
tu influencia lo que ha permitido que Andrew se vuelva
egoísta. Se le ha dado su propio camino, y esto ha separado
su alma de Dios. Él es responsable ante Dios, y usted es
responsable ante Dios”.

“Mi querida hermana Wessels: Cristo declaró: “El que quiere


venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y
sígame” (Marcos 8:34). Que aquellos padres y madres que
aman a Dios y guardan sus mandamientos hagan todo lo
que esté a su alcance para educar correctamente a sus hi-
jos. Que los miembros mayores de la familia se esfuercen
fervientemente para ayudar a los miembros más jóvenes a

21
Abnegación, Entrega y Mayordomía

caminar en el camino que Cristo siguió. Hacer una práctica


de complacer los caprichos y deseos de los niños conduce
a la existencia de muchos más caprichos y deseos. Así,
las vidas que deberían ser entrenadas para practicar la
abnegación y el sacrificio propio, para ayudar y bendecir
a otros, son entrenadas para vivir para el placer egoísta.
Son incapaces para el servicio de Dios”.

“Con una instrucción tan deficiente, tan contraria a la


Palabra de Dios, ¿cómo pueden los niños aprender las
lecciones que deben aprender para que se les confíen las
riquezas eternas?”.

“Los que se dan cuenta de la importancia de estudiar la vida


de Cristo, quienes buscan desarrollar un carácter como el
suyo, serán asistidos por santos ángeles, quienes a cada
paso los ayudarán a exaltar al Salvador”.

“Te pido, mi querida hermana, que veas el sentido de lo que


escribo. El dinero nunca debe considerarse de tal valor que
nos lleve a medir nuestra estimación de las personas por el
dinero que poseen. Es el carácter que Dios mira. “Muchos
serán purificados, y emblanquecidos, y purificados; mas
los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos
entenderá.” (Daniel 12:10). Necesitamos recordar que se
debe resistir a Satanás de todas las formas posibles. No
renunciará voluntariamente a su dominio sobre ninguna
alma. Si los padres no se guardan de él, tomará a sus hijos
bajo su control. Es tan cierto ahora como lo fue cuando
Cristo estuvo en esta tierra que toda incursión hecha por
el evangelio en los dominios del enemigo se encuentra con
la feroz oposición de sus vastos ejércitos”.

22
“Mayordomía para Practicar en Familia”

“Vivimos en medio de los peligros de los últimos días. El


conflicto que se avecina será el más terrible jamás visto.
Pero aunque se representa a Satanás tan fuerte como el
hombre fuerte armado, su derrota será completa, y todos
los que se unan a él para elegir la apostasía en lugar de la
lealtad, perecerán con él”.

“No hay obra en nuestro mundo tan grande y gloriosa,


ninguna obra que Dios honre tanto como la obra del
evangelio. El mensaje presentado es el último mensaje de
misericordia para un mundo caído. Aquellos que tienen
el privilegio de escuchar este mensaje y, sin embargo, se
niegan a ser iluminados, desperdician su última opor­
tunidad. Todos serán examinados y probados, según la
luz que hayan tenido”.

“Los que se apartan de la verdad a las fábulas no pueden


esperar una segunda prueba. No habrá milenio temporal.
Si, después de que el Espíritu Santo ha traído convicción
a sus corazones, resisten la verdad y usan su influencia
para bloquear el camino para que otros no la reciban,
nunca serán convencidos. No buscaron la transformación
del carácter en la prueba que se les dio, y Cristo no les
dará la oportunidad de pasar por el suelo otra vez. La de-
cisión es definitiva. Por eso estoy tan ansiosa de que cada
miembro de la familia Wessels busque al Señor mientras
pueda ser encontrado y lo invoque mientras esté cerca.
Él dice: “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus
pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él
misericordia, y al Dios nuestro; porque él será amplio en
perdonar.” (Isaías 55:7).

23
Abnegación, Entrega y Mayordomía

“Hermana mía, no te interpongas en el camino del Señor.


Trabaja en armonía con Dios. Atrae incluso cuerdas con
Él. Cooperad con el Salvador; Él te ayudará a ver todo bajo
una luz correcta. Será contigo como ha sido muchas veces
conmigo: harás favores personales y, sin embargo, no ten-
drás ánimos para pensar que estos favores son apreciados.
Recuerda que el Señor ve cada acción y pesa cada motivo.
Él recompensará toda obra realizada por amor a Cristo. Y
hay quienes aquí en esta tierra aprecian lo que haces para
ayudar a los demás”.

“La experiencia de Job puede ser tu experiencia. Él dice:


“Cuando el oído me oyó, entonces me bendijo; y cuando
el ojo me vio, dio testimonio de mí. ... La bendición del que
estaba a punto de perecer vino sobre mí; e hice cantar de
alegría el corazón de la viuda. ... Fui ojos para los ciegos, y
pies para los cojos.” (Job 29:11, 13, 15). En el día del juicio,
se reconocerá el bien que hemos hecho a la humanidad,
no solo espiritualmente, sino temporalmente. Se expresará
gratitud por lo que hombres, mujeres y niños han hecho
con acciones desinteresadas para la salvación de las almas”.

“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe


que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo
de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta
entonces; y en aquel tiempo tu pueblo será libertado; to-
dos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los
que duermen en el polvo de la tierra serán despertados,
unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confu-
sión eterna. Mas los entendidos resplandecerán como el
resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia

24
“Mayordomía para Practicar en Familia”

a la multitud, como las estrellas por los siglos de los siglos.


(Daniel 12:1-3).

“Potentes poderes invisibles están desempeñando su parte


en los asuntos de los hombres en el último gran conflicto.
La guerra será conducida de tal manera que el poder, que
se ha exaltado a sí mismo por encima de Dios y ha alistado
almas en rebelión contra Dios, desarrollará plenamente
los principios de la desobediencia. Toda boca confesará la
gloria de Dios. Se verá claramente que los principios de
justicia y obediencia a la ley de Dios están por encima de
todos los poderes, y que la retribución que cae sobre los
transgresores es justa. Los mundos no caídos y el universo
celestial verán el resultado de la apostasía de Satanás y
reconocerán a Dios como el único Dios vivo y verdadero.
Las fuerzas de la rebelión confesarán la justicia de Dios,
pero este reconocimiento no les dará otra prueba. Sus casos
están resueltos para siempre. Después de la segunda resu-
rrección, Satanás, la raíz, y sus hijos, las ramas, perecerán
juntos”. Manuscript Releases 15. Lt. 24-25, 1900, par 11.

¡Oh, que Dios nos conceda su Espíritu Santo y derrame


sobre nosotros su gracia divina y como familias de la iglesia
del Señor y miembros de su pueblo, cada uno coloquemos
nuestras vidas en sus brazos amantes para ser guardados
para el día de su manifestación gloriosa!

Hoy Dios nos invita a desarrollar una mayordomía cris-


tiana más excelente para gloria de su nombre y en favor
de todos aquellos que necesitan conocer la verdad de la
Palabra de Señor. Dios nos conceda su bendición. Amén.

25
Lectura 3
Abnegación, Entrega y Mayordomía Domingo 23 de octubre de 2022

“Nada Excusa
el Cumplimiento
del Deber”
“Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en
él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando:
vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las
ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los
votos que hubiereis prometido a Jehová”. Deuter. 12:11.

Estudio basado en Génesis 22:1-18.

“Abraham era anciano cuando recibió de Dios la sorpren-


dente orden de ofrecer a su hijo Isaac en holocausto. A
Abraham se lo consideraba anciano aun en su generación.
El ardor de su juventud se había desvanecido. Ya no era
fácil para él soportar penurias y afrontar peligros. En el
vigor de la juventud, el hombre puede hacer frente a la
tormenta con orgullosa conciencia de su fuerza, y elevarse
por encima de los desalientos que harían desfallecer su
corazón más tarde en la vida cuando sus pasos se dirigen
vacilantes hacia la tumba”.

26
“Nada Excusa el Cumplimiento del Deber”

“Pero en su providencia, Dios reservó su última y más


­penosa prueba para Abraham cuando la carga de los años
le oprimía y anhelaba descansar de la ansiedad y los afa-
nes. El Señor le habló diciendo: “Toma ahora tu hijo, tu
único, Isaac, a quien amas [...] y ofrécelo [...] en holocausto”.
­Génesis 22:2. El corazón del anciano se paralizó de horror.
La pérdida de ese hijo por alguna enfermedad habría partido
el corazón del amante padre y el pesar habría doblegado
su encanecida cabeza; pero ahora se le ordenaba que de-
rramase con su propia mano la sangre preciosa de aquel
hijo. Eso le parecía una terrible i­ mposibilidad”.

“Sin embargo, Dios había hablado, y él debía obedecer a


su palabra. Abraham estaba cargado de años, pero esto
no lo dispensaba del cumplimiento del deber. Empuñó el
bordón de la fe, y con muda agonía tomó de la mano a su
hijo, hermoso y sonrosado, lleno de salud y juventud, y
salió para obedecer a la palabra de Dios. El anciano y gran
patriarca era humano; sus pasiones y afectos eran como
los nuestros y amaba a su hijo, solaz de su vejez, a quien
había sido dada la promesa del Señor”.

“Pero Abraham no se detuvo a preguntar cómo se cumpli-


rían las promesas de Dios si se daba muerte a Isaac. No se
detuvo a razonar con su corazón dolorido, sino que ejecutó
la orden divina al pie de la letra, hasta que, precisamente
cuando estaba por hundir su cuchillo en las palpitantes
carnes del joven, recibió la orden: “No extiendas tu mano
sobre el muchacho, que ya conozco que temes a Dios, pues
que no me rehusaste tu hijo, tu único”. Génesis 22:12.

27
Abnegación, Entrega y Mayordomía

“Este gran acto de fe está registrado en las páginas de la


historia sagrada para que resplandezca sobre el mundo
como ilustre ejemplo hasta el fin del tiempo. Abraham no
alegó que su vejez le dispensaba de obedecer a Dios. No
dijo: “Mi cabello ha encanecido, ha desaparecido el vigor
de mi virilidad; ¿quién consolará mi desfalleciente vida
cuando Isaac no exista más? ¿Cómo puede un anciano
padre derramar la sangre de su hijo unigénito?” No, Dios
había hablado, y el hombre debía obedecer sin preguntas,
murmuraciones ni desmayos en el camino”.

“Necesitamos hoy la fe de Abraham en nuestras iglesias,


para iluminar las tinieblas que se acumulan en derredor
de ellas, oscureciendo la suave luz del amor de Dios y atro-
fiando el sentimiento espiritual. La edad no nos excusará
nunca de obedecer a Dios. Nuestra fe debe ser prolífica
en buenas obras, porque la fe sin obras es muerta. Cada
deber cumplido, cada sacrificio hecho en el nombre de
Jesús, produce una excelsa recompensa. En el mismo acto
del deber, Dios habla y da su bendición. Pero requiere de
nosotros que le entreguemos completamente nuestras
facultades. La mente y el corazón, el ser entero, deben
serle dados, o no llegaremos a ser verdaderos cristianos”.

“Dios no ha privado al hombre de nada que pueda asegurarle


riquezas eternas. Ha revestido la tierra de belleza y la ha
ordenado para su uso y comodidad durante su vida tempo-
ral. Dio a su Hijo para que muriese por la redención de un
mundo que había caído por el pecado y la insensatez. Un
amor tan incomparable y un sacrificio tan infinito exigen
nuestra obediencia más estricta, nuestro amor más santo,

28
“Nada Excusa el Cumplimiento del Deber”

nuestra fe ilimitada. Sin embargo, todas estas virtudes, aun


ejercidas en su mayor extensión, no pueden compararse
con el gran sacrificio que fue ofrecido por nosotros”.

“Dios requiere pronta e implícita obediencia a su ley; pero


los hombres están dormidos o paralizados por los engaños
de Satanás, quien les sugiere excusas y subterfugios, y vence
sus escrúpulos diciendo, como dijo a Eva en el huerto: “No
moriréis”. Génesis 3:4. La desobediencia no sólo endurece
el corazón y la conciencia del culpable, sino que tiende a
corromper la fe de los demás. Lo que les parecía muy malo
al principio, pierde gradualmente esta apariencia al estar
constantemente delante de sus ojos, hasta que finalmente
dudan de que sea realmente un pecado, e inconsciente-
mente caen en el mismo error….”.

“No basta mirar de frente al deber si demoramos el cum-


plimiento de sus demandas. Una demora tal da tiempo a
la duda; la incredulidad se desliza en el corazón, el juicio
se pervierte y se oscurece el entendimiento. Al fin, las
reprensiones del Espíritu de Dios no llegan al corazón
de la persona seducida, la cual se ha enceguecido tanto
que considera imposible que dichas reprensiones le sean
destinadas o que se apliquen a su caso”.

“El precioso tiempo de gracia está pasando y pocos se dan


cuenta de que les es concedido con el propósito de que se
preparen para la eternidad. Malgastan las áureas horas
en búsquedas mundanales, en los placeres, dedicándose
plenamente al pecado. Desprecian y olvidan la ley de Dios;
sin embargo, cada estatuto de la misma no deja por ello
de estar en vigor. Cada transgresión recibirá su castigo…”

29
Abnegación, Entrega y Mayordomía

“Muchos son los obstáculos que hay en la senda de los que


quieren obedecer a los mandamientos de Dios. Hay fuertes
y sutiles influencias que los vinculan con los caminos del
mundo. Pero el poder del Señor puede romper esas cade-
nas. El suprimirá todo obstáculo delante de los pies de sus
fieles, o les dará fuerza y valor para vencer toda dificultad
si buscan fervientemente su ayuda. Todos los obstáculos
se desvanecerán ante un ferviente deseo de hacer la vo-
luntad de Dios y un esfuerzo persistente por cumplirla a
cualquier costo, aun cuando se hubiere de sacrificar la vida
misma. La luz del Cielo iluminará las tinieblas de aquellos
que, en las pruebas y perplejidades, avancen mirando a
Jesús como el autor y consumador de su fe”.

“En los tiempos antiguos, Dios habló a los hombres por


boca de los profetas y los apóstoles. En estos días les
habla por los testimonios de su Espíritu. Nunca hubo
un tiempo en el que Dios instruyera a los suyos con más
fervor que ahora en lo que respecta a su voluntad y la
conducta que quiere verles seguir. Pero, ¿aprovecharán
sus enseñanzas? ¿Recibirán sus reprensiones y oirán sus
amonestaciones? Dios no aceptará ninguna obediencia
parcial; no sancionará ninguna transigencia con el yo”.
TI tomo 4 pág. 145-148.

Hermano y amigo, ahora es el tiempo de obedecer volun-


tariamente al Señor, ahora es el momento de entregar
nuestros dones y talentos para el servicio del Señor, ahora
es el día oportuno para hacer una entrega sin reservas a
nuestro Señor. Dios nos conceda su gracia divina para ser
hallados fieles en nuestra mayordomía. Amén.

30
Lectura 4
“Abnegación y Sacrificio, la mejor Inversión en el Banco
Miércoles 26 dedeloctubre
Cielo” Parte
de1 2022

A
“ bnegación y Sacrificio,
la mejor Inversión
en el Banco del Cielo” Parte 1
“Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias
de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia,
y tus lagares rebosarán de mosto”. Prover. 3: 9-10.

En Tierra Santa encontramos dos mares bien conocidos.


Ambos alimentados por el mismo río Jordán, sin embargo,
uno es totalmente distinto del otro.

El mar de Galilea, llamado también mar o lago de Tiberíades


o lago de Genesaret, es de agua dulce y contiene muchos
peces. Su litoral está salpicado por ciudades y bellas aldeas.
Las colinas que rodean a este mar son verdes y fértiles.

El otro mar es el Mar Muerto. Es célebre por la concentra-


ción de sales minerales en él que le dan una gran densidad
a sus aguas. No tiene peces. La vegetación no tiene condi-
ciones que le permitan vivir y crecer. Sus alrededores están

31
Abnegación, Entrega y Mayordomía

­ esiertos. No existen en sus alrededores áreas verdes. El


d
Mar Muerto presenta un aspecto desolador. ¿De dónde
viene esta diferencia? La explicación es simple y simbólica.
El mar de Galilea recibe por el norte las aguas del río Jordán
con toda su carga de vida y fertilidad. Pero no guarda para
sí esta fertilidad. Las aguas siguen su curso hacia el sur.

Es un mar que recibe las aguas del Monte Hermón y de las


colinas del Golán. Mar riquísimo en aguas y en vegetación,
el mar de Galilea no vive para sí, reparte todo aquello que
recibe de las cimas de los montes y colinas de lo alto. El
Mar Muerto es totalmente diferente. Recibe igualmente
el agua del río Jordán, pero retiene esta agua para sí. No
tiene salida. En cuanto las aguas se evaporan todas las sales
minerales se acumulan en el enorme recipiente cerrado.
La excesiva evaporación y por ende la concentración de
sales en él, lo hace estéril, no permite vegetación alguna…
no tiene vida. Es un mar que mata. Es el Mar Muerto.

“La misión de la iglesia de Cristo consiste en salvar a los


pecadores que perecen. Consiste en darles a conocer el
amor de Dios hacia los hombres y ganarlos para Cristo
por la eficacia de ese amor. La verdad para este tiempo
debe ser proclamada hasta en los rincones oscuros de la
Tierra, y esta obra puede empezar en nuestro propio país.
Los que siguen a Cristo no deben vivir egoístamente; sino
que, compenetrados del Espíritu de Cristo, deben obrar en
armonía con él…”.

“Los ángeles están siempre empeñados en trabajar para


la felicidad de otros. Ése es su gozo. Lo que los corazones

32
“Abnegación y Sacrificio, la mejor Inversión en el Banco del Cielo” Parte 1

egoístas considerarían como un servicio humillante, o sea,


el servir a los miserables y a las personas de carácter y po-
sición en todo sentido inferiores, es la obra de los ángeles
puros y sin pecado de los atrios reales del cielo. El espíritu
abnegado del amor de Cristo es el espíritu que predomina
en lo alto, y es la misma esencia de su felicidad”.

“Los que no sienten placer especial en tratar de beneficiar


a los demás, en trabajar, aun con sacrificio, para hacerles
bien, no pueden tener el espíritu de Cristo o del cielo, porque
no están unidos a la obra de los ángeles celestiales, y no
pueden participar en la felicidad que les imparte un gozo
excelso. Cristo ha dicho: “Habrá más gozo en el cielo por
un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve
justos que no necesitan de arrepentimiento”. Lucas 15:7.
Si el gozo de los ángeles consiste en ver arrepentirse a los
pecadores, ¿no consistirá el gozo de los pecadores salva-
dos por la sangre de Cristo en ver a otros arrepentirse y
volverse a Cristo por su intermedio? Al obrar en armonía
con Cristo y los santos ángeles, experimentaremos un gozo
que no puede sentirse fuera de esta obra”.

“El principio de la cruz de Cristo impone a todos los que


creen, la pesada obligación de negarse ellos mismos, de im-
partir la luz a otros y de dar de sus recursos para extender
la luz. Si están en relación con el cielo, se dedicarán a la
obra en armonía con los ángeles...”.

“La sabiduría divina ha recalcado, en el plan de salvación, la


ley de la acción y la reacción, la cual hace doblemente ben-
dita la obra de beneficencia en todas sus m ­ anifestaciones.

33
Abnegación, Entrega y Mayordomía

El que da a los menesterosos beneficia a los demás, y se


beneficia a sí mismo en un grado aún mayor. Dios podría
haber alcanzado su objeto en la salvación de los pecadores
sin la ayuda del hombre, pero él sabía que éste no podría
ser feliz sin desempeñar en la gran obra una parte en la
cual cultivara la abnegación y la benevolencia”.

“Para que el hombre no perdiera los bienaventurados resul-


tados de la benevolencia, nuestro Redentor ideó el plan de
alistarlo como colaborador suyo. Por un encadenamiento
de circunstancias que exige manifestaciones de caridad,
concede al hombre el mejor medio de cultivar la benevo-
lencia, y lo mantiene dando habitualmente para ayudar
a los pobres y fomentar el adelanto de su causa. Envía a
sus pobres como representantes suyos. Por las necesidades
de estos últimos, un mundo arruinado está obteniendo
de nosotros talentos, recursos e influencia, destinados a
presentar a los hombres la verdad por cuya falta perecen.
En la medida en que atendemos estos pedidos mediante
nuestro trabajo y generosidad, nos vamos asemejando a
Aquel que por nosotros se hizo pobre. Al impartir, bene-
ficiamos a otros y así acumulamos verdaderas riquezas…”.

“El fundamento del plan de salvación fue puesto con sa-


crificio. Jesús abandonó las cortes reales y se hizo pobre
para que por su pobreza nosotros fuésemos enriquecidos.
Todos los que participan de esta salvación, comprada para
ellos a tan infinito precio por el Hijo de Dios, seguirán el
ejemplo del verdadero Modelo. Cristo fue la principal piedra
del ángulo y debemos edificar sobre este cimiento. Cada
uno debe tener un espíritu de abnegación y sacrificio. La

34
“Abnegación y Sacrificio, la mejor Inversión en el Banco del Cielo” Parte 1

vida de Cristo en la tierra fue una vida de desinterés: se


distinguió por la humillación y el sacrificio. ¿Y podrán los
hombres, participantes de la gran salvación que Cristo
vino a traerles del cielo, negarse a seguir a su Señor y
compartir su abnegación y sacrificio? Dice Cristo: “Yo soy
la vid, vosotros los pámpanos”. “Todo pámpano que en mí
no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más fruto”. Juan 15:5, 2. El mismo
principio vital, la savia que fluye a través de la vid, nutre los
pámpanos para que florezcan y lleven fruto. ¿Es el siervo
mayor que su señor? ¿Practicará el Redentor del mundo la
abnegación y el sacrificio por nosotros, y los miembros del
cuerpo de Cristo se entregarán a la complacencia propia?
La abnegación es una condición esencial del discipulado…”.

“La gran obra que Jesús anunció que había venido a hacer
fue confiada a los que le siguen en la tierra. Cristo, como
nuestra cabeza, nos guía en la gran obra de salvación, y
nos invita a seguir su ejemplo. Nos ha dado un mensaje
mundial. Esta verdad debe extenderse a todas las naciones,
lenguas y pueblos. El poder de Satanás debe ser desafia-
do, y ser vencido por Cristo y también por sus discípulos.
Una gran guerra debe reñirse contra las potestades de
las tinieblas. Y a fin de que esta obra se lleve a cabo con
éxito, se requieren recursos. Dios no se propone enviarnos
recursos directamente del cielo, sino que confía talentos
y recursos a las manos de sus seguidores, para que los usen
con el fin de sostener esta guerra”.

“Él ha dado a su pueblo un plan para obtener sumas su-


ficientes con qué financiar sus empresas. El plan de Dios

35
Abnegación, Entrega y Mayordomía

en el sistema del diezmo es hermoso por su sencillez e


igualdad. Todos pueden practicarlo con fe y valor porque
es de origen divino. En él se combinan la sencillez y la
utilidad, y no requiere profundidad de conocimiento para
comprenderlo y ejecutarlo. Todos pueden sentir que son
capaces de hacer una parte para llevar a cabo la preciosa
obra de salvación. Cada hombre, mujer y joven puede llegar
a ser un tesorero del Señor, un agente para satisfacer las
demandas de la tesorería. Dice el apóstol: “Cada uno de
vosotros aparte algo según haya prosperado, y guárdelo”.
1 Corintios 16:2 (NRV).

“Por este sistema se alcanzan grandes objetivos. Si todos lo


aceptaran, cada uno sería un tesorero de Dios vigilante y
fiel, y no faltarían recursos para llevar a cabo la gran obra
de proclamar el último mensaje de amonestación al mundo.
La tesorería estará llena si todos adoptan este sistema, y
los contribuyentes no serán más pobres por ello. Mediante
cada inversión hecha, llegarán a estar más vinculados a la
causa de la verdad presente. Estarán “atesorando para sí
buen fundamento para lo por venir” a fin de “que echen
mano de la vida eterna”. 1 Timoteo 6:19…”.

“Tendremos una deuda que saldar con el Maestro antes


de mucho cuando él diga: “Da cuenta de tu mayordomía”.
Lucas 16:2. Si los hombres prefieren poner a un lado los
derechos de Dios y retener egoístamente todo lo que él
les da, él callará por el momento y continuará probándolos
con frecuencia aumentando sus bendiciones, dejando que
éstas continúen fluyendo; y aquellos hombres seguirán
tal vez recibiendo honores de sus semejantes, sin que la

36
“Abnegación y Sacrificio, la mejor Inversión en el Banco del Cielo” Parte 1

iglesia los censure; pero antes de mucho Dios les dirá:


“Da cuenta de tu mayordomía”. Dice Cristo: “En cuanto
no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí
lo hicisteis”. Mateo 25:45. “No sois vuestros. Porque habéis
sido comprados por precio”, y estáis bajo la obligación de
glorificar a Dios con vuestros recursos, así como en vuestro
cuerpo y en vuestro espíritu, que son suyos. “Comprados
sois por precio”, “no con cosas corruptibles, como oro o
plata, sino con la sangre preciosa de Cristo” 1 Corintios
6:19, 20; 1 Pedro 1:18, 19. Él pide, en compensación de los
dones que nos ha confiado, que ayudemos en la obra de
salvar almas. Él dio su sangre y nos pide nuestro dinero.
Mediante su pobreza somos hechos ricos, y ¿nos negare-
mos a devolverle sus propios dones?”.

“Dios no depende del hombre para sostener su causa. Podría


haber enviado medios directamente del cielo para suplir
su tesorería, si en su providencia lo hubiera considerado
mejor para el hombre. Podría haber formulado planes
para que los ángeles hubiesen sido enviados a publicar
la verdad al mundo sin intervención de los hombres. Po-
dría haber escrito las verdades en el firmamento y haber
dejado que éste declarara al mundo sus requerimientos
en caracteres vivos. Dios no depende del oro o la plata
de hombre alguno. Dice: “Porque mía es toda bestia del
bosque, y los millares de animales en los collados”. “Si yo
tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo
y su plenitud”. Salmos 50:10, 12. Cualquier necesidad de que
intervengamos en el adelantamiento de la causa de Dios,
ha sido ordenada a propósito para nuestro bien. Él nos ha
honrado haciéndonos colaboradores suyos. Ordenó que

37
Abnegación, Entrega y Mayordomía

fuera necesaria la cooperación de los hombres a fin de


que pudieran practicar la generosidad...”.

“Las tinieblas morales de un mundo arruinado suplican


a cada cristiano que realice un esfuerzo, que dé de sus
recursos y preste su influencia para asemejarse a Aquel
que aunque poseía riquezas infinitas se hizo pobre por
causa nuestra...”.

“El Señor quiso poner al hombre en estrecha relación con-


sigo, e infundirle compasión y amor por sus semejantes,
imponiéndole la responsabilidad de realizar acciones que
contrarrestaran el egoísmo y fortaleciesen su amor por
Dios y el hombre. El plan de una liberalidad sistemática
fue ideado por Dios para beneficio del hombre, quien se
inclina a ser egoísta y a cerrar su corazón a las acciones
generosas. El Señor requiere que se hagan donativos en
tiempos determinados, para establecer el hábito de dar y
para que la benevolencia se considere como un deber cris-
tiano. El corazón, abierto por un donativo, no debe tener
tiempo de enfriarse egoístamente y cerrarse antes que se
otorgue el próximo. La corriente ha de fluir continuamente,
manteniéndose abierto el conducto por medio de actos de
generosidad”. TI tomo 3 pág. 420-433.

¿Quieres invertir en el banco del cielo todos tus recursos y


talentos? ¿Deseas con abnegación y sacrificio desarrollar
tu mayordomía? ¿Deseas recibir las bendiciones de Dios
para impartirlas a otros?

¡Dios nos llene su Espíritu Santo para que seamos la


­extensión de sus brazos en la tierra! Amén.

38
Lectura 5
“Abnegación y Sacrificio, la mejor Inversión en el Banco
Viernes 28 dedeloctubre
Cielo” Partede
2 2022

A
“ bnegación y Sacrificio,
la mejor Inversión
en el Banco del Cielo” Parte 2
“Dios exigía que su antiguo pueblo asistiera a tres asambleas anualmente.
“Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios
en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura,
y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos.
Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno
con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios le
hubiere dado”. Deuteronomio 16:16, 17. Nada menos que una tercera parte de sus
entradas se consagraba a fines sagrados y religiosos”.

“Cuandoquiera que los hijos de Dios, en cualquier época


de la historia del mundo, ejecutaron alegre y voluntaria-
mente el plan de la benevolencia sistemática y de los dones
y ofrendas, han visto cumplirse la permanente promesa
de que la prosperidad acompañaría todas sus labores en
la misma proporción en que le obedecieran. Siempre que
reconocieron los derechos de Dios y cumplieron con sus
requerimientos, honrándole con su sustancia, sus alfolíes
rebosaron; pero cuando robaron a Dios en los diezmos y
las ofrendas, tuvieron que darse cuenta de que no sólo le
estaban robando a él, sino que se defraudaban ellos mis-
mos; porque él limitaba las bendiciones que les concedía
en la proporción en que ellos limitaban las ofrendas que

39
Abnegación, Entrega y Mayordomía

le llevaban”. “Traed todos los diezmos al alfolí y haya ali-


mento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová
de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos,
y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobrea-
bunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y
no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el
campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las
naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra
deseable, dice Jehová de los ejércitos”. Malaq. 3:10-12.

“Algunos dirán que ésta es una de las leyes rigurosas que


pesaban sobre los hebreos. Pero ésta no era una carga
para el corazón voluntario que manifestaba amor a Dios.
Únicamente cuando la naturaleza egoísta se fortalecía
por la retención de aquellos recursos, el hombre perdía
de vista lo eterno y estimaba los tesoros terrenales más
que las almas. El Israel de Dios de estos últimos tiempos
tiene necesidades aún más urgentes que el de antaño.
Debe realizarse una obra grande e importante en breve
tiempo. Nunca fue el propósito de Dios que la ley del sis-
tema del diezmo no rigiera entre su pueblo; sino que, al
contrario, quiso que el espíritu de sacrificio se ampliara
y se profundizara para la obra final…”.

“Jesús nos compró a un precio infinito. Toda nuestra


capacidad y nuestra influencia pertenecen en verdad a
nuestro Salvador y deben ser dedicadas a su servicio. Con-
sagrándoselas, manifestamos nuestra gratitud por haber
sido redimidos de la esclavitud del pecado por la preciosa
sangre de Cristo. Nuestro Salvador está siempre obrando
por nosotros. Ascendió al cielo e intercede a favor de los

40
“Abnegación y Sacrificio, la mejor Inversión en el Banco del Cielo” Parte 2

rescatados por su sangre. Intercede delante de su Padre


y presenta las agonías de la crucifixión. Alza sus manos
heridas e intercede por su iglesia para que sea guardada
de caer en la tentación”.

“Si nuestra percepción fuera avivada hasta poder compren-


der esta maravillosa obra del Salvador en pro de nuestra
salvación, ardería en todo corazón un amor profundo
y ardiente. Entonces nuestra apatía y fría indiferencia
nos alarmarían. Una devoción y generosidad absolutas,
impulsadas por un amor agradecido, impartirán a la más
pequeña ofrenda, al sacrificio voluntario, una fragancia
divina que hará inestimable el don. Pero después de haber
entregado voluntariamente a nuestro Redentor todo lo
que podemos darle, por valioso que sea para nosotros, si
consideramos nuestra deuda de gratitud a Dios tal cual es
en realidad, todo lo que podamos haber ofrecido nos pare-
cerá muy insignificante y pobre. Pero los ángeles toman
estas ofrendas que a nosotros nos parecen deficientes,
y las presentan como una fragante oblación delante del
trono, y son aceptadas”.

“Como discípulos de Cristo, no nos damos cuenta de nues-


tra verdadera situación. No tenemos opiniones acertadas
respecto de nuestra responsabilidad como siervos de Cristo.
Él nos ha adelantado el salario en su vida de sufrimiento y
en su sangre derramada, para ligarnos así en servidumbre
voluntaria. Todas las cosas buenas que tenemos son un
préstamo de nuestro Salvador. Nos ha hecho mayordomos.
Nuestras ofrendas más ínfimas, nuestros servicios más
humildes, presentados con fe y amor, pueden ser dones

41
Abnegación, Entrega y Mayordomía

consagrados para salvar almas en el servicio del Maestro


y para promover su gloria. El interés y la prosperidad del
reino de Cristo deben superar toda otra consideración. Los
que hacen de sus placeres e intereses egoístas los objetos
principales de su vida, no son mayordomos fieles...”.

“Cuando consideramos el sacrificio hecho para la salva-


ción de los hombres, nos embarga el asombro. Cuando el
egoísmo clama por la victoria en el corazón de los hombres,
y ellos se sienten tentados a retener la proporción que
deben dedicar a cualquier buena obra, deben fortalecer
sus principios de lo recto por el pensamiento de que el que
era rico en el tesoro inestimable del cielo, se apartó de todo
ello y se hizo pobre. No tuvo dónde reclinar su cabeza. Y
todo este sacrificio fue hecho en nuestro favor, para que
obtuviéramos las riquezas eternas”.

“Cristo asentó los pies en la senda de la abnegación y el


sacrificio, que todos sus discípulos deben recorrer si quie-
ren ser finalmente exaltados con él. Acogió en su propio
corazón las tristezas que el hombre debe sufrir…”.

“El que regala a los hombres riquezas infinitas y una vida


eterna de bienaventuranzas en su reino como recompen-
sa de la obediencia fiel, no aceptará un corazón dividido.
Estamos viviendo en medio de los peligros de los últimos
días, cuando se manifiesta todo lo que puede apartar de
Dios la mente y los afectos. Podremos discernir y apreciar
nuestro deber únicamente cuando lo consideremos a la luz
que irradia de la vida de Cristo. Así como el Sol sale por
el oriente y baja por el occidente, llenando el mundo de

42
“Abnegación y Sacrificio, la mejor Inversión en el Banco del Cielo” Parte 2

luz, así el que sigue verdaderamente a Cristo será una luz


para el mundo. Saldrá al mundo como una luz brillante y
resplandeciente, para que aquellos que están en tinieblas
sean iluminados y calentados por los rayos que despida.
Cristo dice de los que le siguen: “Vosotros sois la luz del
mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede
esconder”. Mateo 5:14.

“Nuestro gran Ejemplo era abnegado, y ¿debe la conducta


de los que profesan seguirle ser tan contraria a la suya? El
Salvador lo dio todo por el mundo que perecía, sin retenerse
a sí mismo siquiera...”.

“Son muchos los que han considerado a la nación judía como


un pueblo digno de lástima, porque se le hacía contribuir
constantemente al sostén de su religión. Pero Dios, quien
creó al hombre y le proveyó todas las bendiciones de que
goza, sabía lo que era mejor para él. Y por su bendición
hacía que las nueve décimas fueran para los judíos de más
valor que la cantidad entera sin su bendición. Si algunos,
por egoísmo, robaban a Dios o le traían una ofrenda que no
fuera perfecta, lo seguro era que seguía a ello el desastre
y la pérdida. Dios lee los motivos del corazón. Conoce los
propósitos de los hombres, y los recompensará a su debido
tiempo según lo hayan merecido”.

“El sistema especial del diezmo se fundaba en un prin-


cipio que es tan duradero como la ley de Dios. Este sis-
tema del diezmo era una bendición para los judíos; de lo
contrario, Dios no se lo hubiera dado. Así también será
una bendición para los que lo practiquen hasta el fin

43
Abnegación, Entrega y Mayordomía

del tiempo. Nuestro Padre celestial no creó el plan de la


benevolencia sistemática para enriquecerse, sino para
que fuese una gran bendición para el hombre. Vio que
este sistema de beneficencia era precisamente lo que el
hombre necesitaba”.

“Aquellas iglesias que son más sistemáticas y generosas en


sostener la causa de Dios, son las más prósperas espiritual-
mente. La verdadera generosidad del que sigue a Cristo
identifica su interés con el Maestro. En el trato de Dios con
los judíos y con su pueblo hasta el fin del tiempo, él requiere
una benevolencia sistemática en proporción a las entradas.
El plan de salvación fue basado en el infinito sacrificio del
Hijo de Dios. La luz del Evangelio, que irradia de la cruz
de Cristo, reprende el egoísmo y estimula la generosidad.
No es de lamentar que aumenten los pedidos de recursos.
En su providencia, Dios invita a su pueblo a que salga de
su limitada esfera de acción para emprender mayores
cosas. En este tiempo, en que las tinieblas morales están
cubriendo el mundo, se necesitan esfuerzos ilimitados. La
mundanalidad y la avaricia están royendo las vísceras de
los hijos de Dios. Deben comprender que su misericordia
es la que multiplica las demandas de recursos. El ángel de
Dios coloca los actos generosos al lado de la oración. Le
dijo a Cornelio: “Tus oraciones y tus limosnas han subido
para memoria delante de Dios”. Hechos 10:4.

“En sus enseñanzas, Cristo dijo: “Pues si en las riquezas


injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdade-
ro?” Lucas 16:11. La salud y la prosperidad espiritual de
la iglesia dependen en extenso grado de su benevolencia

44
“Abnegación y Sacrificio, la mejor Inversión en el Banco del Cielo” Parte 2

sistemática. Es como la corriente sanguínea que debe fluir


por todo el ser, vivificando todo miembro del cuerpo.
Aumenta el amor por las almas de nuestros semejantes,
porque por la abnegación y el sacrificio propio somos
puestos en más estrecha relación con Cristo, quien por
nosotros se hizo pobre. Cuanto más invirtamos en la
causa de Dios para ayudar en la salvación de las almas,
tanto más se les acercará nuestro corazón. Si nuestro
número fuera reducido a la mitad de lo que es, pero todos
trabajaran con devoción, tendríamos un poder que haría
temblar al mundo. A los que trabajan activamente, Cristo
ha dirigido estas palabras: “He aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo”. Mateo 28:20…”.

“Los apóstoles no contaban su vida por preciosa y se re-


gocijaban de ser tenidos por dignos de sufrir oprobio por
el nombre de Cristo. Pablo y Silas sufrieron la pérdida de
todo. Fueron azotados y arrojados brutalmente al piso frío
de una mazmorra, en una posición muy dolorosa, con los
pies elevados y sujetos en el cepo. ¿Llegaron protestas y
quejas a los oídos del carcelero? ¡Oh, no! Desde el interior
de la cárcel, se elevaron voces que rompían el silencio de la
noche con cantos de gozo y alabanza a Dios. Animaban a
estos discípulos un profundo y ferviente amor por la causa
de su Redentor, a favor de la cual sufrían”.

“En la medida en que la verdad de Dios llene nuestro


corazón, absorba nuestros afectos y rija nuestra vida,
tendremos por gozo el sufrir por la verdad. Ni las paredes
de la cárcel, ni la hoguera del martirio, podrán entonces
dominarnos ni poner obstáculo a la gran obra”.

45
Abnegación, Entrega y Mayordomía

“Ven, oh alma mía, al Calvario”.

“Observa la humilde vida del Hijo de Dios. Él fue “varón


de dolores, experimentado en quebranto”. Isaías 53:3. Con-
templa su ignominia, su agonía en el Getsemaní, y aprende
lo que es abnegación. ¿Estamos padeciendo necesidad?
También la padeció Cristo, la Majestad del cielo. Pero su
pobreza era por causa nuestra. ¿Nos contamos entre los
ricos? Así se contaba él también. Pero consintió por causa
nuestra en hacerse pobre, para que por su pobreza pudié-
semos ser hechos ricos. En Cristo tenemos la abnegación
ejemplificada. Su sacrificio consistió no meramente en
abandonar los atrios reales del cielo, en ser juzgado por los
hombres perversos como un criminal y declarado culpable,
en ser entregado a la muerte como malhechor, sino en
llevar el peso de los pecados del mundo. La vida de Cristo
reprende nuestra indiferencia y frialdad. Estamos cerca
del tiempo del fin, cuando Satanás ha bajado con grande
ira, sabiendo que le queda poco tiempo. Está trabajando
con todo engaño de injusticia en aquellos que perecen.
Nuestro gran Jefe ha dejado la guerra en nuestras manos
para que la prosigamos con vigor…”.

“Sentimos angustia de espíritu porque hemos perdido algu-


nos de los dones que podríamos tener ahora si hubiéramos
estado despiertos. Se ha impedido a los obreros que pene-
traran en la mies ya blanca. Incumbe a los hijos de Dios
humillar su corazón delante de él, y en la más profunda
humillación rogar al Señor que perdone nuestra apatía y
complacencia egoísta y borre el vergonzoso registro de
los deberes descuidados y privilegios no aprovechados.

46
“Abnegación y Sacrificio, la mejor Inversión en el Banco del Cielo” Parte 2

En la contemplación de la cruz del Calvario, el verdadero


cristiano abandonará la idea de restringir sus ofrendas a lo
que no le cuesta nada y oirá en sonidos como de trompeta:
“Ve, trabaja en mi viña; pronto podrás descansar”.

“Cuando Jesús estaba por ascender al cielo, señaló los


campos de la mies y dijo a sus seguidores: “Id por todo el
mundo y predicad el evangelio”. Marcos 16:15. “De gracia
recibisteis, dad de gracia”. Mateo 10:8. ¿Nos negaremos a
nosotros mismos para que se pueda recoger la mies que
se pierde?”.

“Dios pide talentos de influencia y recursos. ¿Nos nega-


remos a obedecer? Nuestro Padre celestial concede dones
y solicita que le sea devuelta una porción para probarnos
si somos dignos de recibir el don de la vida eterna”. T.I.
tomo 3 pág. 434-448.

¡Dios nos guíe con gozo y alegría en nuestra fiel mayor-


domía para gloria de su Nombre! Amén.

47
Lectura 6
Abnegación, Entrega y Mayordomía Sábado 29 de octubre de 2022

A
“ hora es el
Momento de
Dedicarlo
todo a Dios”

The Review and Herald,


19 de septiembre de 1893
“Nuestro tiempo y nuestros talentos pertenecen al Señor.
“No fuisteis redimidos con cosas corruptibles, como la
plata y el oro, de vuestra vana conducta recibida por
la tradición de vuestros padres, sino con la sangre pre-
ciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin
contaminación.” Entonces, ¿cómo puede alguien sentir
que puede ser independiente de Dios y no estar sujeto
al Espíritu de Dios? Aquellos que imaginan que son
independientes de las providencias y planes de Dios,
están en su supuesta independencia, en la más absoluta
esclavitud a un poder que está en rebelión contra Dios”.

“Asociaos, oh pueblos, y seréis quebrantados; y escu-


chad, todos los que sois de países lejanos: ceñíos, y seréis

48
“Ahora es el Momento de Dedicarlo todo a Dios”

­ uebrantados; ceñíos, y seréis quebrantados. Tomad consejo


q
juntos, y quedará en nada; habla la palabra, y no será firme,
porque Dios está con nosotros. Porque el Señor me habló
así con mano fuerte, y me enseñó que no anduviera en el
camino de este pueblo, diciendo: No digáis confederación
a todos aquellos a quienes este pueblo dirá: Confederación;
ni temáis el miedo de vosotros, ni tengáis miedo. Santifica
al mismo Señor de los ejércitos; y sea él vuestro temor, y
sea él vuestro pavor. Y él será por santuario.” Isaías 8:9-14.

“¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, que obe-


dece la voz de su siervo, que anda en tinieblas y no tiene
luz? Que confíe en el nombre del Señor, y permanezca
en su Dios. He aquí, todos los que encendéis fuego, que
os rodeáis de centellas: andad a la luz de vuestro fuego, y
en las centellas que habéis encendido. Esto tendréis de mi
mano; yaceréis en el dolor.” Isaías 50:10-11.

“No estamos seguros al seguir la imaginación de nuestros


propios corazones. No podemos ser independientes de
Dios. Estaremos a salvo solo cuando nos demos cuenta
de nuestra total dependencia de él como nuestro Creador
y Redentor”.

“Satanás tiene muchas artimañas mediante las cuales


nos impide rendir una obediencia pronta e incondicional
a Dios. A menudo hemos tenido fuertes impresiones y
convicción del deber, pero nos hemos retraído de cum-
plirlas. Sin embargo, Jesús dice: “Si alguno quiere venir
en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y

49
Abnegación, Entrega y Mayordomía

todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará”.


Cuántos a veces se han conmovido profundamente y,
sin embargo, debido a que el deber exigía un sacrificio,
han manipulado su conciencia, se han sentado en la
silla de debate del enemigo y no han tomado la decisión
que Dios quería que tomaran. No se han desprendido
de los asociados cuya influencia seductora para el mal,
los llevó a seguir sus propios razonamientos carnales,
y por no haber evidencia de ningún peligro inmediato,
se han reposado en su falsa seguridad. Han debatido en
sus mentes, diciendo: ¿Obedeceré la voz de Dios que me
ordena sacudirme del letargo del mundo y escapar del
mundo como lo hizo Lot de Sodoma, o debo escuchar la
voz del mundo que clama: Paz y seguridad a mi alma?
¿Debo esperar a una temporada más conveniente? Todo
el sofisma de Satanás está ligado a esa sola palabra, “es-
pera”. ¡Oh, que aquellos que ahora son movidos por el
Espíritu de Dios, tomen una posición decidida por Dios
y por la verdad!”.

“Nunca podremos discernir las cosas espirituales y celes-


tiales mientras permanezcamos indiferentes a la palabra
de Dios. La voz de Jesús está llamando: “Venid a mí todos
los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré des-
cansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de
mí; porque soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y
mi carga ligera”. Los que se mantienen alejados de Jesús
han puesto su cuello bajo un yugo que no es fácil. Han
juntado sus brazos sobre cargas que no son ligeras. Oh,
¿por qué no cambias el pesado yugo que ahora llevas por

50
“Ahora es el Momento de Dedicarlo todo a Dios”

el yugo de Cristo? La voz de la misericordia está sonando


ahora en advertencias y súplicas, pero esa voz no siempre
será escuchada, si continúas resistiendo, y todavía eliges
tu propio camino”.

“Hay un verdadero trabajo misionero por hacer para


aquellos que se mueven en círculos superiores, y los se-
guidores de Cristo han de ser verdaderos representantes
de Cristo, quien siendo rico, por amor a nosotros se hizo
pobre, para que nosotros mediante su pobreza fuésemos
enriquecidos. El rico debe consagrar todo a Dios, y el que
es santificado por la verdad en cuerpo, alma y espíritu,
también dedicará su propiedad a Dios, y se convertirá en
un agente por medio del cual se alcanzarán otras almas.
En su experiencia y ejemplo se pondrá de manifiesto que
la gracia de Cristo tiene poder para vencer la codicia y la
avaricia, y el hombre rico que da a Dios los bienes que
le ha confiado, será considerado un mayordomo fiel, y
puede presentar a otros el hecho de que cada dólar de
su propiedad acumulada está sellado con la imagen y la
inscripción de Dios. Puede presentar a los que son ricos
la verdad tal como es en Jesús, mostrando que fue Dios
quien le confió la capacidad de obtener riquezas, y prosperó
sus empresas con su bendición para que pudiera adquirir
riquezas, y reconociendo con alegría el hecho de que sus
talentos no son suyos, sino de Dios que los dio. El hombre
rico que está verdaderamente convertido, puede aplicar
a sus hermanos ricos las lecciones de Cristo, y mostrar-
les que su riqueza sólo está segura si está guardada en el
banco del cielo”.

51
Abnegación, Entrega y Mayordomía

“Existe un gran peligro de que las riquezas de los ricos re-


sulten no ser una bendición, sino una maldición para ellos.
Los ricos corren el peligro de confiar en sus riquezas, de
colocar el tesoro confiado por Dios donde Cristo debe estar
en el corazón, e interponer su riqueza entre el alma y Dios.
La riqueza se convierte así en un ídolo y separa el afecto
de su Dador. Pero que aquellos que están capacitados para
trabajar por los ricos y por los que están en una posición
alta, conságrense del todo a Dios, y en el nombre de Jesús
salgan a hacer este trabajo. Pablo tenía conversos incluso
en la casa de César. La verdad tendrá sus adeptos incluso en
las cortes de los reyes. Pablo escribió: “Todos los santos os
saludan, principalmente los de la casa de César”. El trono
de los césares fue ocupado entonces por ese monstruo de
crueldad, Nerón. Si alguna vez hubo una atmósfera cargada
con la influencia malárica de Satanás, se encontraba en su
casa. Los poderes de abajo despertaron la hostilidad más
feroz y resuelta contra los cristianos en ese lugar, y Pablo
mismo sufrió la muerte por orden del emperador. En una
casa como esta, parecía imposible que la verdad encontra-
ra favor, y sin embargo, en este lugar había quienes eran
dignos de ser llamados santos, y que enviaban saludos a
los santos de otras ciudades. Nada es imposible para Dios”.

“Necesitamos más fe para trabajar por aquellos que son


ricos y están en una posición alta. Porque aunque Cristo
dijo: “¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los
que tienen riquezas!”, todo hombre rico que se entregue
al poder convertidor de Dios, y sea un vencedor, encon-
trará abundante entrada en el reino de Dios. . Los ricos
­verdaderamente convertidos a Dios, comprenderán que

52
“Ahora es el Momento de Dedicarlo todo a Dios”

son mayordomos de los bienes del Señor; y por la gracia


que se les ha dado, discernirán que se les ha confiado
­propiedad, sólo para que la puedan usar para hacer avan-
zar la causa y el reino de Cristo en el mundo. Hay muchos
entre los ricos que, si se les presentara la verdad tal como
es en Jesús, quedarían encantados con la gracia de Cristo y
serían transformados por ella, y verían que el dinero tiene
valor solo si se dedica a hacer cosas buenas en el nombre
y Espíritu de Jesús. El hombre o mujer rico convertido a
Dios, comenzará a comprender qué bien se puede hacer
con su capital confiado. Ellos se encargarán de que se es-
tablezcan instituciones para la educación de la juventud,
y que se las sostenga con dones y ofrendas. Sabrán que
muchos jóvenes deben ser preparados para el campo mi-
sional, y los ricos se convertirán en agentes en las manos
de Dios para poner en funcionamiento los instrumentos
por los cuales los hombres y las mujeres puedan llegar a
ser iluminados y convertidos de la degradación y el error
al Dios viviente”.

“Por la gracia de Cristo, los que tienen riquezas y están


relacionados con él, sembrarán abundantemente, bus-
cando a los jóvenes y corriendo el riesgo de educarlos,
esperando que dediquen su vida a la obra misionera.
Dios ha confiado a los ricos dones que, si se usan sabia-
mente, producirán el ciento por uno en este mundo, y en
el venidero vida eterna. Tener el conocimiento de que
nuestros talentos están siendo empleados para el bien
de los demás, brinda satisfacción en esta vida que trae
una gran recompensa. Sabemos que si el capital confiado
por el Señor se gasta o atesora de manera egoísta, Dios

53
Abnegación, Entrega y Mayordomía

nos pedirá cuentas. ­Debido a que los ricos están sujetos


al juicio, debemos realizar esfuerzos más decididos para
ganarlos al servicio de Aquel que les ha confiado grandes
talentos. Dios diseñó que a través de estos mismos agen-
tes, muchas almas se convirtieran y se enviaran en una
misión de bendición para el mundo. Su causa avanzaría
mucho si aquellos a quienes les ha dado talentos o me-
dios, dedicaran su riqueza a la edificación de su reino”.

“Dad al Señor la Gloria debida a su Nombre”

The Review and Herald, 12 de septiembre de 1899

“Dios ha dado talentos a cada hombre para que Su nom-


bre sea exaltado, no para que el hombre sea alabado y
elogiado, honrado y glorificado, mientras que el Dador es
olvidado. A todos se les han confiado los dones de Dios,
desde los más humildes y pobres hasta los más altos y
ricos, que andan en soberbia. A cada hombre se le han
dado poderes físicos, mentales y morales. Que nadie pierda
el tiempo que Dios le ha dado lamentándose de tener un
solo talento. Dedica cada momento a usar los talentos que
tienes. Son del Señor, para ser devueltos a él. No es vuestra
propiedad la que estáis manejando, sino la del Señor. Un
día vendrá a recibir lo suyo con usura. Cumple fielmente
tu mayordomía asignada, para que puedas encontrarte
con él en paz”.

“¿Hemos consagrado todos nuestros talentos a Dios? No


podemos ser excusados ​​en retener uno de él. La razón es
un regalo precioso. No abuses de él; porque Dios puede

54
“Ahora es el Momento de Dedicarlo todo a Dios”

quitarlo. El don del habla es un talento valioso. Nunca


desprecies ni subestimes este regalo. Gracias a Dios por
encomendártelo. Es un don precioso que debe ser santifi-
cado, elevado y ennoblecido”…

… ¿Todos los miembros de la iglesia se dan cuenta de que


todo lo que tienen les ha sido dado para que lo usen y lo
mejoren para la gloria de Dios? Dios lleva una cuenta fiel
con cada ser humano en nuestro mundo. Y cuando llegue
el día del juicio final, el mayordomo fiel no se atribuye
ningún mérito. Él no dice: “Mi mina”; pero, “Tu mina ha
ganado” otras minas. Sabe que sin la dádiva encomendada
no se podría haber hecho ningún aumento. Siente que al
desempeñar fielmente su mayordomía no ha hecho más
que cumplir con su deber. El capital era del Señor, y por
su poder se le permitió comerciar con él con éxito. Sólo su
nombre debe ser glorificado. Sin el capital confiado, sabe
que habría estado en bancarrota por toda la eternidad. La
aprobación del Señor se recibe casi con sorpresa, es tan
inesperado. Pero Cristo le dice: “Bien, buen siervo y fiel;
sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en
el gozo de tu señor”. Amén.

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