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Importancia de La Tributacion en La Economia Del Pai1
Importancia de La Tributacion en La Economia Del Pai1
En el inicio del curso, comprendimos con un simple ejemplo en pizarrón como por
un largo tiempo las personas tuvieron que organizarse en comunidades para
poder sobrevivir, enfrentar peligros conjuntamente y así poder tener una mejor
calidad de vida. Y así es como surge el estado, encargado de organizar a la
comunidad y de realizar tareas que no podía realizarse por nadie más que un ente
superior para lograr la realización del bienestar general.
Para poder lograr este bienestar general, el grupo encargado de los asuntos
comunes contaba con el aporte en trabajo, alimentos, etc. A este aporte se conoce
desde sus inicios como tributo.
Ahora bien entendemos que no podemos hablar de tributo sin un estado, existe un
principio anglosajón que ha sobrevivido y de aquí veremos la importancia de la
tributación, dicho principio es “no taxation without representation”. Siendo los
legisladores los únicos autorizados a crear, modificar o suprimir tributos. Puesto
que la ley procede del congreso entendamos que no existe obligación de tributar si
no existiese el derecho a elegir a nuestros 130 representantes de nuestro estado
peruano.
Es muy cierto que a nadie le gusta pagar impuestos. Hay quienes creen que es un
acto desagradable desprenderse de parte del ingreso y de la propiedad para
cumplir con una obligación tributaria.
Entonces ¿por qué tributamos?
Poco tiempo atrás seguro que respondería que tributamos porque es parte de
nuestro día a día y lo hacemos porque considero que es una obligación como
ciudadano que realizamos de manera indirectamente sin darnos cuenta y que no
tenía ninguna importancia si lo hacíamos o no, es mas en muchas oportunidades
pensaba que comprar productos del contrabando era mucho mejor. Pero ya que
se me fue abriendo un poco el entendimiento más amplio de lo que es la
tributación, de lo importante y necesario que es para el desarrollo de un país y de
un pueblo.
La respuesta correcta para mi seria que tributamos para que el Estado pueda
cumplir con los derechos de todos sus ciudadanos y todas las demás funciones,
entender que el Estado necesita de esos aportes de su ciudadanía a través del
tributo. Toda la gama de tributos que el Estado peruano percibe es para cumplir
las tareas que realiza detalladamente en su presupuesto nacional, presupuesto
nacional que es transmitida por nuestro máxima autoridad en el mensaje de la
nación en cada fiestas patrias que nada o casi nada nos importa escuchar o
informarnos; pero ese es otro tema materia de otro ensayo. Dicho presupuesto es
aprobado anualmente por todos los peruanos mediante sus representantes en el
congreso, de aquí la necesidad de la representación para la creación de tributos.
En ese sentido es claro que tenemos que tener definida claramente la importancia
del tributo y en base de que principios
Se escucha con frecuencia que a nadie le gusta pagar impuestos. Hay quienes
creen que es un acto desagradable desprenderse de parte del ingreso y de la
propiedad para cumplir con una obligación tributaria, pero la tributación -insisto- es
fundamental e indispensable para sostener en el tiempo a una sociedad que
reclama la protección del Estado en los cuatro derechos fundamentales de un Ser
humano: libertad, vida, propiedad y seguridad.
Por eso, como ocurre con el sistema penal "nullum crimen sine lege" (no hay pena
sin ley), también podemos decir "nullum tributum sine lege" (no hay tributo sin ley),
viejo principio del derecho romano.
Queda claro, entonces, tributar no es un acto facultativo sino una acción forzosa
para lo cual el Estado hace sentir toda su fuerza (ius imperium).
Por supuesto, hay una diversidad de impuestos -al consumo, al valor agregado, al
patrimonio, directos, indirectos, monofásicos, plurifásicos, territoriales, cedulares,
proporcionales, ciegos, progresivos, regresivos etc.- cada cual con sus
características propias y en diferentes categoría. Unos afectando directamente a la
persona. Otros gravando la renta y el patrimonio o algunas o todas las etapas del
proceso económico.
Del mismo modo, el principio de la certeza, esto es, la ley tributaria debe ser
inequivoca, inconfudible.
Junto con ellos están el principio de uniformidad y no admitir distingos entre las
personas. El de no confiscatoriedad, los tributos no deben ni pueden ser leoninos,
y el principio de justicia, por lo dicho antes, no hay impuesto confiscatorio ni
privilegio personal. Y, no menos importante, el principio de legalidad, la facultad
exclusiva del Congreso de dictar leyes. La ley procede del Congreso.
Por supuesto, esta la economía en la recaudación, el tributo será
contraproducente si genera más gastos que el producto recaudado.
Sin embargo, para nadie es un secreto que genera malestar social cuando se
percibe que algunos grupos no pagan lo que exactamente deben, o uno que otro
restaurante no acepta tarjetas de crédito para evadir el control o premios o
incentivos tributarios fuera de época.
Del mismo modo que inquietan las prácticas cada vez mas sofisticadas de ciertos
grupos para pagar menos impuestos, muchos también critican aquello que resulta
desproporcionado crear impuestos ciegos para gravar actividades económicas en
auge hasta hacerlas colapsar, pagar mas impuestos de lo que se produce o no
poder por razones de plazo recuperar el crédito fiscal que muchas veces es la
salvación de una persona natural o jurídica en tiempo sobrevivencia.
Por todas estas consideraciones es importante ver el poder de tributar que tiene el
ciudadano porque con esa su cuota se hace posible la estructuración de un
presupuesto publico financiado y equilibrado.
Si esto fuera así, los recursos de ese presupuesto -preñado de sudor y sacrificio
de cada contribuyente- serán repartidos en las obras de bienestar que requiere el
país.
Una mejor distribución de la riqueza empieza por una justa y equitativa tributación.
Pero ¿qué puede pasar cuando se producen destapes de corrupción -el pillaje
publico sustrayendo esos recursos- o cuando algún régimen irresponsable arma la
pachanga ofreciendo aumentos sin fundamento tecnico o cuando la autoridad local
o regional levanta un monumento al sombrero?
Esta realidad puede se parte del sentido común de muchos ciudadanos, pero
también generar obligación en los gobernantes de rendir cuentas.
Para que el Estado pueda cumplir con su obligación constitucional de velar por el
bien común y proporcionar a la población los servicios básicos que ésta requiere,
necesita de recursos que provienen principalmente de los tributos pagados por los
contribuyentes.
“Para que el Estado pueda cumplir con sus obligaciones, yo ciudadano, debo
asumir mi responsabilidad de pagar impuestos porque, al hacerlo, cumplo el
País”.