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UNIVERSIDAD NACIONAL DANIEL ALCIDES CARRIÓN

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y CONTABLES


ESCUELA DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE CONTABILIDAD

ASIGNATURA: ADMINISTRACIÓN

DOCENTE: Mg. ROBLES ESTRELLA, Mildred Eileen

TEMA: LA MERITOCRACIA DE TRABAJADORES DEL SECTOR


PÚBLICO DEL ESTADO PERUANO.

INTEGRANTES:
 AYRA MAMANI, Lorena Aracely
 CANCHARI RIVAS, Ghilmar Jhonnathan
 DIEGO ARCE, Ángel Yhomar

SEMESTRE: III – “D”

PASCO – PERÚ

2022
DEDICATORIA

Primero y, antes que nada, dar gracias a

Dios, por estar con nosotros en cada paso

que damos, por fortalecer nuestros corazones

e iluminar nuestra mente y por haber puesto

en nuestro camino a aquellas personas que

han sido nuestro soporte y compañía durante

todo el pedido de estudios que hemos

avanzado.

AGRADECIMIENTO

Agradecer a nuestra maestra la Mg. ROBLES

ESTRELLA Mildred Eileen, por la

colaboración, paciencia, apoyo, sabiduría y

sobre todo por esa gran amistad que nos brinda,

por escucharnos y aconsejarnos siempre.


INDICE

DEDICATORIA...............................................................................................................................

AGRADECIMIENTO......................................................................................................................

INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................

Meritocracia.................................................................................................................................

Ventajas de la meritocracia..........................................................................................................

Objetivo de la meritocracia..........................................................................................................

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS....................................................................................................

Entre la discrecionalidad y la meritocracia: intentos de reforma de los recursos humanos


del estado....................................................................................................................................

Reformas meritocráticas en salud y educación..........................................................................

Meritocracia en el sector público...............................................................................................

La meritocracia prevalecerá en la selección de los nuevos Directivos Públicos, señala


SERVIR.....................................................................................................................................

Sesgos de la meritocracia: el perfil del puesto y la evaluación de su cumplimiento.................

LEY QUE PROMUEVE LA MERITOCRACIA EN EL SECTOR PÚBLICO


IMPULSANDO LA CONTRATACION EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DE
TALENTO HUMANO QUE OCUPE EL PRIMER PUESTO DE SU CARRERA
PROFESIONAL.........................................................................................................................

DISPOCISIONES COMPLEMENTARIAS..............................................................................

NOTA DE PRENSA – IPAE: Una meritocracia real en el sector público es el único camino
para salir de la crisis que el país enfrenta...................................................................................

Conclusión:................................................................................................................................

Bibliografía................................................................................................................................
1

INTRODUCCIÓN

Cuando un nuevo gobierno asume el poder, es habitual que parte importante de los

directivos y quienes ejercen cargos de alta relevancia estratégica en organizaciones públicas

cesan en sus funciones -voluntaria o involuntariamente- y son reemplazados por otros

profesionales nombrados de manera discrecional. Son los también llamados “cargos de

confianza”.

Las designaciones discrecionales no siempre se explican por nepotismo o amiguismo,

sino que se deben a la necesidad del gobernante de contar rápidamente con alguien fiable para

ejercer un rol específico. Sin embargo, la realidad es que el nombramiento directo de

funcionarios trae consigo consecuencias que deben considerarse. ¿Qué nos dice la evidencia

científica al respecto?

La meritocracia hace a los Estados más efectivos. Los países en cuyos servicios civiles

prima la meritocracia tienen un mejor desarrollo económico, reducen la pobreza y la

mortalidad infantil con mayor efectividad, regulan mejor sus mercados y combaten más

eficazmente la corrupción.
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CAPÍTULO I

LA MERITOCRACIA DE TRABAJADORES DEL SECTOR


PÚBLICO DEL ESTADO PERUANO.
1.1 DEFINICICIÓN DE MERITOCRACIA

La meritocracia es un sistema basado en el mérito. Esto es, las posiciones

jerarquizadas son conquistadas con base al merecimiento, en virtud, del talento, educación,

competencia o aptitud específica para un determinado puesto de trabajo.

El término es muy utilizado especialmente en el área de administración,

específicamente en administración pública, e inclusive se originó los concursos públicos, con

el objetivo de combatir la sucesión de cargos y el nepotismo, prevaleciendo las competencias

sin estar relacionadas con los enchufes o favores, relaciones sanguíneas, entre otras causas.

También la meritocracia es utilizada en organizaciones privadas, lo que llevo a las

mismas adoptar criterios de valorización para sus empleados, y así poder desempeñar las

funciones de acuerdo a sus capacidades y habilidades.

La meritocracia permite crear una sociedad justa, ya que todo lo logrado por los

individuos es por sus esfuerzos y méritos a lo largo de su vida, y no por otras causas como su

apellido, riqueza, sexo, religión, política, entre otras.

Existen según el área en que desenvuelve diferentes tipos de meritocracias. Por

ejemplo:

La meritocracia educativa: Es aquella que valora los esfuerzos y la trayectoria de un docente

La meritocracia laboral: Es aquella que valora a los empleados que han conseguido cumplir

constantemente con los objetivos fijados.


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La meritocracia en una empresa: Puede ser considerada laboral, pero privilegia la

trayectoria de un empleado en la posición que ejerce.

A pesar de lo anterior, se puede deducir que la meritocracia no es tal como se presenta.

Por ejemplo, para obtener una matrícula en las mejores universidades de un país, se necesita

mucha capacidad intelectual lo cual el individuo con un gran poder adquisitivo se prepara con

excelentes profesores particulares, que en ocasiones ya posee conocimientos de cómo serán

las evaluaciones, evidenciándose una diferencia con quienes no poseen poder económico para

prepararse de tal manera. Tomando en consideración, a todos aquellos que, sin poder

económico, y por sus propios méritos logran el objetivo.

1.2 LA MERITOCRACIA EN EL PERU

La Ley del Servicio Civil busca sentar las bases para mejorar el desempeño de los

servidores públicos, mediante la meritocracia y con respeto de los derechos laborales, con el

fin que las entidades del Estado alcancen mayores niveles de eficacia y eficiencia, además

presten servicios de calidad.

En el país se promulgó una Ley, la del Servicio Civil, que según el Congreso de la

República que la aprobó, era para lograr eficiencia en el aparato estatal; por dicha ley

primaría la meritocracia o el poder del mérito se tendría en cuenta para los ascensos y

nombramientos a cargos importantes, todo ello consagrado en una Ley el 02 de julio del

presente año, esta Ley fue impulsada por el Presidente de la República y varios ministros de

estado, pero se evidenció la falta de liderazgo de referencia o de ejemplo, cuando el 17 del

mismo mes, en un día que se puso al desnudo la total falta de honestidad, integridad y

vergüenza de la mayor parte de la clase política del Poder Legislativo, apoyados

soterradamente por el Poder Ejecutivo, felizmente existieron excepciones, muchos de ellos

profesionales con sendos grados académicos, quienes conjugaron una componenda llamada
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repartija por la prensa y el pueblo, para designar a seis magistrados del Tribunal

Constitucional, al Defensor del Pueblo y a tres directores del Banco Central de Reserva, sin

tener en cuenta para nada la hace poco tan famosa meritocracia, primando solo sus intereses

partidarios o personales.

Tu hoja de vida no garantizan que tenga cualidades que le haga ser un trabajador o

funcionario eficiente y eficaz pues no prueban que posea las cualidades propias de un

trabajador proactivo, de un líder, es decir que sea: honesto, autocrítico, justo, adaptable al

cambio, íntegro, creativo, entusiasta, ético, comprometido, asertivo, responsable, flexible, el

gobierno y los empleadores soslayan este hecho pretendiendo en que el trabajador posea el

mayor desarrollo académico posible relegando a un segundo plano el desarrollo personal de

las personas, su inteligencia emocional, un adecuado conocimiento de programación

neurolingüística y sobre todo su formación en valores y principios.

La reforma del servicio civil permitirá que el Estado peruano cuente con un segmento

de directivos públicos del más alto nivel profesional y cuya selección se base en concursos

públicos competitivos en el que prevalezcan las competencias profesionales y la meritocracia,

señala el documento “Marco Conceptual del Grupo de Directivos Públicos del Servicio Civil

Peruano” publicado por SERVIR en el marco de la implementación de la reforma del Servicio

Civil.

El Congreso de la República, el Poder Judicial, la Superintendencia de Banca, Seguros

y AFP y el Banco Central de Reserva del Perú deben dar el ejemplo de meritocracia y adoptar

el régimen laboral de la Ley Servir, así lo sostuvo el presidente ejecutivo de la Autoridad

Nacional del Servicio Civil (Servir), Juan Carlos Cortés.

“Son aquellos poderes los que tienen que dar el ejemplo de la meritocracia, de respetar

todo lo que son instrumentos de gestión. Si eso afecta su autonomía, en absoluto. Al igual que
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hay un sistema de presupuesto, al igual que hay un sistema de planificación, también hay un

sistema de recursos humanos. Creemos nosotros que sí sería importante que todas las

entidades estén involucradas en esta circunstancia”, aclaró en TV Noticias 7.3.

Asimismo, remarcó que se necesita una visión de Estado conjunta que implique un uso

de los recursos humanos de Estado orientados a un mejor servicio al ciudadano. “Cuando

abarcamos los temas de recursos humanos de manera profesional con instrumentos técnicos

donde se hagan las cosas bien, donde se esté pensando en servir al ciudadano, las cosas van

marchando de una manera distinta”, agregó Cortés.

Dijo, además, que el régimen laboral de Servir promueve la integridad y ayuda en la

lucha contra la corrupción, ya que realizar concursos en función a perfiles de puestos

garantiza que la designación de un funcionario se dé en base a los requisitos, conocimientos y

competencias que tenga la persona.

En ese sentido, dijo que establecer previamente salarios para determinado cargo va a

impedir que se les pague más a los “amigos”. Del mismo modo, indicó que tener un

dimensionamiento equivale a saber exactamente cuántas personas necesitamos en cada puesto

de trabajo.

1.3 OBJETIVO DE LA MERITOCRACIA

El objetivo de la norma es garantizar la igualdad en el acceso a la función pública para

elevar la calidad de los servicios que el Estado brinda a los ciudadanos, e incentivar el

crecimiento personal y profesional de los trabajadores de la administración pública.

La figura de los servidores de confianza sigue vigente y su selección depende del

cumplimiento del perfil del cargo, pero no requieren aprobar un concurso público de méritos

como sí es necesario en el caso de los profesionales de carrera. De acuerdo con el artículo 77


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de la Ley de Servicio Civil, “el número de servidores de confianza en ningún caso es mayor al

5% del total de puestos previstos por la entidad pública”.

De esta forma, el régimen del servicio civil contempla que el acceso, la permanencia,

la progresión en la carrera y las compensaciones se basen en las aptitudes, actitudes,

desempeño, capacidades y resultados de la evaluación tanto de los postulantes como de

quienes ya ocupan puestos en la administración pública.

Los beneficios de la selección meritocrática son incontables, pero quizá el más

importante de ellos es asegurarles a los ciudadanos que la gestión de los recursos públicos está

en manos de aquellos que realmente lo merecen porque se han preparado para servir.

Actualmente, un posgrado es una herramienta valiosa para ser más competitivo en el

mercado laboral. En nuestra guía “La ruta hacia tu posgrado” descubre qué posgrados son más

conveniente para tu desarrollo profesional, cuáles son los más demandados, cómo financiarlo

y cuáles son las modalidades de estudio del momento.

1.4 MERITOCRACIA Y ÉTICA

Un Estado en el que prime el individualismo, la corrupción, el clientelismo político, la

ambición por el poder y el sufragio no sea a conciencia, difícilmente podrá ser equitativo para
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todos sus ciudadanos. Según diversos autores, el término meritocracia alude a un criterio o

modalidad de gobierno en el que el poder o las jerarquías son conquistadas solo por el mérito

de cada persona. Es decir, quien tenga mayor desempeño o se encuentre mejor calificado para

ejercer un cargo será quien pueda acceder a él, dejando de lado la preferencia por los de mejor

estrato social, mayor solvencia económica y poder político. Partiendo de esto, suele pensarse

que la meritocracia en su aplicación más benévola resulta eficiente, pues maximiza la equidad

y contribuye a que lo público siga siendo público, generando así más justicia social. Sin

embargo, como se expondrá en este ensayo, la meritocracia no es totalmente benévola, pues

en ella se oculta un lado oscuro. Cabe destacar que, si se aplica en conjunto con otros factores,

podría ser un salvamento para la crisis que vive actualmente Colombia.

El término meritocracia, acuñado por el sociólogo británico Michael Young en su

obra The Rise of the Meritocracy, publicada en 1958, suele entenderse como la distribución

de los trabajos, los cargos y por ende las recompensas sociales y económicas de acuerdo con

el desempeño de cada persona, así que son los más capacitados quienes deberían obtener los

cargos y/o puestos de mayor importancia. Partiendo de ello, es posible considerar que: “El

mérito ocupa un lugar indiscutible entre los valores de la sociedad moderna. Habitualmente lo

asociamos a una sociedad más igualitaria y lo consideramos el estandarte de la defensa de la

igualdad de oportunidades” (Puyol, 2006, p. 169). Pues vendría a ser un punto final para

aquellos que han llegado a los más altos cargos sin tener conocimiento alguno sobre las

funciones que van a desempeñar y una luz para quienes sí están capacitados para ejercer dicho

cargo y no lo han obtenido por el privilegio que se les da a otras personas.

Cabe destacar que su implementación dentro de un Estado no solo garantiza que el

acceso al ámbito laboral sea más equitativo para sus ciudadanos, sino que: Entrega los

incentivos que maximizan la creación de riqueza total. Es una forma de maximizar la libertad
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y crea una nueva cultura de lo público, basada en la igualdad y la justicia social. Esto último

sería la plena justificación para aplicarla no nominalmente, sino realmente en nuestro país.

1.5 EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

A) ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La meritocracia, entendiéndose ésta como proceso de asignación de cargos públicos

donde prevalecen los méritos de los candidatos y no factores externos a su currículo, como la

influencia o los contactos; además de barreras restrictivas para recién egresados de centros de

formación superior, como lo es el exigir una experiencia laboral excesiva, ha sido empleado

en los países desarrollados con gran éxito, permitiendo a estos países gozar de las gestiones

públicas más eficientes en el mundo. En el Perú, la meritocracia ha sido históricamente

olvidada, siendo en la última década donde se ha podido apreciar un interés por parte del

Estado peruano en poder implementarla, así tenemos que en el año 2013 se promulgó la Ley

de Servicio Civil, la cual introdujo la meritocracia como método de selección en las entidades

públicas de al menos el 80% de sus directivos, ya que el artículo 64 de esta Ley establece que

solo el 20% de los cargos directivos del sector público pueden ser ocupados por servidores de

confianza. Actualmente esta disposición está vigente en 40 instituciones públicas (incluido 11

ministerios), los cuales han obtenido la resolución de inicio del proceso de implementación

del nuevo régimen del Servicio Civil. Su implementación ha sido progresiva, seleccionando

cada vez más a las personas más aptas para los cargos directivos, sobre la base del mérito, la

competencia y la transparencia; sin embargo, estos avances aún no son suficientes.

B) PROBLEMAS DE COMPETITIVIDAD EN LA GESTIÓN PÚBLICA

En el Perú, existe un problema de brechas de habilidades en el sector público,

entendiéndose ésta como la brecha existente en las habilidades requeridas para el desempeño
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de un puesto y las habilidades que posee la persona que Io desempeña, ya que este problema

en las entidades en el Perú se presenta de forma constante generalizada.

Así mismo, esta brecha de habilidades ha ocasionado que el Perú en el Informe de

Competitividad Global correspondiente al año 2019 y publicado por el Foro Económico

Mundial se ubique en el puesto 65, ubicándose muy por debajo de países de nuestra región

como Chile, México, Colombia, Costa Rica y Uruguay.

Además, en el mismo informe, pero enfocándose más ampliamente y tomando en

cuenta a todos los países del mundo, el Perú ha caído 2 escaños con respecto al ranking

anterior (2018), siendo superado ahora por Croacia, Sudáfrica y Azerbaiyán; y superando

solamente a la India.
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Así mismo el informe señala que esta caída de la competitividad se explica por la poca

calidad institucional y falta de innovación en el país; señalando además que décadas de

crecimiento económico en nuestro país no han ido acompañadas con las políticas necesarias

que permitan que este crecimiento sea inclusivo.

C) DECISIÓN POLÍTICA

La brecha de habilidades en la gestión pública en el país es un problema generalizado

que ha traído como consecuencia que el Perú se ubique en posiciones bajísimas en los

rankings de competitividad, es por ello que es imperativo y necesario implementar una ley

que permita a los profesionales que cuenten con el mejor récord académico el poder acceder

de manera directa e inmediata a la administración pública, ya que esta medida permitirá

reducir la brecha de habilidades imperante en toda la administración pública, permitiendo así

mejorar la competitividad institucional de nuestro país.

Entre la discrecionalidad y la meritocracia: intentos de reforma de los recursos

humanos del estado

A raíz del reciente incremento salarial que beneficia a ministros y otros altos

funcionarios del Estado, las distintas fuerzas políticas han debatido mucho sobre la

pertinencia de esta medida, sin embargo, se han escuchado muy pocos argumentos de ambas

partes. Este aumento salarial es parte de un conjunto de reformas que, aunque desarticuladas,

apuntan a ordenar la gestión de los recursos humanos del Estado y mejorar su eficiencia,

como son, por ejemplo, la Ley del Servicio Civil y las reformas salariales en sectores como

Educación y Salud, entre otras. No obstante, el debate público ha girado principalmente en


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torno a la justicia de aumentar el nivel salarial de los ministros (comparado con los sueldos de

profesores y médicos, por ejemplo) antes que en sus potenciales efectos sobre el

fortalecimiento estatal.

Reformas meritocráticas en salud y educación

Tanto en el sector Educación como en salud se vienen impulsado dos reformas

integrales que apuntan a ampliar y mejorar la calidad de sus servicios, las cuales ya se

encuentran materializadas en leyes o decretos. Ambos procesos están sustentados en una

participación extendida de representantes del Estado, expertos y representantes de la sociedad

civil (articulados a través del Consejo Nacional de Educación y el Consejo Nacional de

Salud), aunque excluyendo a los principales sindicatos de cada sector, el Sindicato Único de

Trabajadores de la Educación del Perú y la Federación Médica del Perú, respectivamente. En

este apartado, de todo el gran paquete de cambios, nos centrarnos en las remuneraciones y la

inserción de criterios meritocráticos en cada sector, tema en el cual los sindicatos han logrado

su participación vía la protesta por ser un tema que los afecta directamente.

Lo primero que se ha implementado en ambos procesos de reforma han sido los

aumentos efectivos y escalonados en los salarios, demanda largamente pospuesta para la

mayoría de profesores, médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud y educación. En

uno y otro caso se ha decretado el aumento salarial progresivo luego de una serie de huelgas y

negociaciones con los sindicatos. Sin embargo, hasta la fecha no han cesado los reclamos por

la desconfianza sobre los cumplimientos de los pagos, nombramientos y de otros

compromisos asumidos, siendo el sector Salud el caso más activo actualmente. Una

particularidad de la Ley de Reforma Magisterial es que, además de mantener la meritocracia

sobre la base de los años de ejercicio, ahora incorpora las evaluaciones como uno de los

factores que permiten dar el salto a otros niveles de remuneración (y prestigio) a modo de

incentivo. En el caso del sector Salud esto aún se encuentra en proceso de reglamentación
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(siguiendo lo planteado en el documento del Consejo Nacional Salud [2013]), aunque están

más concentrados en brindar capacitaciones y bonos de dinero según desempeño, mérito y

riesgo.

El caso del sector Educación ilustra las brechas entre tecnócratas y sindicatos. Bajo

una racionalidad exclusivamente técnica, la LRM hace que los profesores del nivel 1 y 2 (con

la Ley del Profesorado) pasen a conformar el nivel 1 bajo su régimen, y por tanto ambos

ganarían igual. Luego, los que estaban inicialmente en el nivel 3 pasarían al nivel 2 y los de

nivel 4 y 5 conformarían el nivel 3. Si bien bajo este esquema todos aumentan sus ingresos

(cuadro 1), lo que no llega a captar esta medida es que este cambio termina afectando el

estatus de los profesores en tanto la mayoría de ellos baja de nivel. En una profesión como la

de maestro, que ha venido siendo golpeada en su imagen pública (al igual que la del

funcionario público), las demandas por reconocimiento o estatus no deberían desestimarse,

consideración que una racionalidad técnica no llega a apreciar.

Ahora bien, el perfil más tecnocrático de las altas esferas en ambos sectores les ha

permitido tener un diálogo más fluido con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en

tanto han logrado que este les brinde cierta porción del presupuesto público que posibilite

llevar a cabo estas reformas en los siguientes años (por ejemplo, solo para el tema de

remuneraciones, el Minsa ha logrado asegurar 774 millones de soles para el primer año de la

reforma).

Asimismo, si uno revisa las reformas integrales detenidamente, tienen una serie de

componentes importantes para mejorar el sector. Sin embargo, el problema viene por el lado

de los sindicatos de profesores y médicos, quienes mantienen una postura crítica y

desconfiada con sus respectivos ministerios por las demoras en los compromisos logrados con

cada uno de ellos en su momento. Asimismo, se evidencian impasses en la comunicación, en

tanto los profesores y dirigentes sindicales denuncian posibles derroteros en los que la
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estabilidad laboral se vea afectada (acusando el trasfondo neoliberal de la LRM) y los

médicos denuncian que con las asociaciones público-privadas se estaría abriendo camino a la

privatización de la salud. Todos estos temores o disposiciones críticas pueden comprenderse

tanto por la exclusión de los sindicatos en el proceso de formulación de las reformas como por

el propio proceso, a lo largo del que se han desgastado, para que se les escuche acerca de uno

de los temas más visibles y de impacto inmediato de la reforma: el aumento de las

remuneraciones. A esto se añade el malestar generado por el aumento salarial de los ministros

y altos cargos directivos, lo cual refuerza una sensación de trato discriminatorio por parte del

Gobierno hacia los médicos y profesores del sector público.

1.6 MERITOCRACIA EN EL SECTOR PÚBLICO

1.6.1 DOCENTE DE LA ESCUELA DE GESTIÓN PÚBLICA DE LA

UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO.

El respecto a la meritocracia, a los perfiles de puesto, a las competencias específicas y

a la experiencia en la materia en que recae un cargo público, son parte de los retos de Perú en

todos sus niveles de gobierno. Su inobservancia constituye uno de los principales problemas

que afrontan la administración pública y la gestión pública en el país, debilitando la capacidad

para implementar políticas públicas y la prestación de servicios a la población.

Los perfiles son también aplicables a las designaciones de personal de confianza, y

deberían promover la transparencia, idoneidad y la experiencia adecuada para asumir las

funciones propias de cada cargo público. Si bien en muchos casos pueden ser mejorados, lo

cierto es que son de cumplimiento obligatorio.

Tras el cambio de gobierno el 28 de julio último, en un contexto de polarización

política, era previsible que uno de los principales aspectos en que se centraría la atención

pública al inicio de la gestión sería en la conformación de los equipos en el Poder Ejecutivo y

sus entidades adscritas. Sabiendo ello, resulta lamentable que, en distintos casos, no se
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tomaran las previsiones para designar (o anunciar designaciones) de personas que cumplan los

perfiles de puesto, que no presenten incompatibilidades con la función pública, entre otros.

Tal fue el nivel de notoriedad de los casos que la Autoridad Nacional del Servicio Civil

(SERVIR) y la Contraloría General de la República emitieron pronunciamientos públicos

advirtiendo la importancia del respeto a los perfiles de puesto, agregando la Contraloría, el

respecto a los documentos de gestión de las Entidades Públicas y a los lineamientos emitidos

por SERVIR. El Poder Ejecutivo, afortunadamente, pudo retroceder en algunas designaciones

o dejarlas sin efecto.

Un tema de fondo que es importante tener presente, sobre todo en un contexto donde

las urnas han evidenciado un reclamo por mayor efectividad del Estado, es que la gestión

pública, la carrera pública, la experiencia y el conocimiento implementando políticas

públicas, no pueden ser vistos como temas secundarios que puedan dejarse de lado, más aún

en un país donde nuestros principales retos están vinculados a la capacidad de gestión.

Restar valor a la meritocracia, tiene consecuencias prácticas concretas debilitando el

cumplimiento de las funciones y los servicios a cargo del Estado. Ni la afiliación a un partido

político ni la experiencia en la gerencia privada por sí mismas pueden reemplazar el valor que

aporta la especialidad en temas públicos y la carrera pública meritocrática, para asumir

puestos de mando en la Administración Pública. Tampoco será suficiente tener un título

profesional sin contar con experiencia en la materia, de forma proporcional al reto que se va a

asumir. Un país con debilidades de gestión, que afronta una crisis económica y de salud,

necesita más que nunca a sus mejores cuadros en la Administración Pública, esto no se

logrará restando valor a la meritocracia.

Entre los casos recientes que llaman la atención, se encuentra, por ejemplo, el

Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), donde se aprecia con claridad la

importancia de mantener criterios meritocráticos para la designación de funcionarios, por ser


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un actor clave para el desarrollo de infraestructura y conectividad nacional, debiéndosele

dotar del personal técnico y de confianza más idóneo en la materia. El MTC también otorga

títulos habilitantes para operar distintos servicios, como concesiones y autorizaciones en

transportes y en telecomunicaciones. Las principales Unidades Ejecutoras del país se

encuentran adscritas al MTC donde, por ejemplo, un proyecto de infraestructura vial de

alcance nacional, puede tener un impacto en el gasto público y en la productividad, así como

un monto de inversión, muy por encima de los proyectos ejecutados por los Gobiernos

Regionales o las Municipalidades. En infraestructura vial departamental y rural, PROVIAS

DESCENTRALIZADO entidad adscrita al MTC, tiene a su cargo, entre otros, la gestión,

administración, y en algunos casos, la ejecución de los proyectos de infraestructura,

existiendo una gran demanda de necesidades pendientes de atención a lo largo del país. Si

bien se corrigieron algunas designaciones, siempre será recomendable en todos los casos, y

para toda Entidad Pública, tener en cuenta la importancia de la meritocracia.

1.7 LA MERITOCRACIA PREVALECERÁ EN LA SELECCIÓN DE LOS

NUEVOS DIRECTIVOS PÚBLICOS, SEÑALA SERVIR

Se publica documento de trabajo sobre el nuevo modelo de Directivos Públicos en el

marco de la reforma del Servicio Civil

 La selección se basará en las competencias profesionales, a partir de la experiencia

positiva de los Gerentes Públicos.

 Se pasará de un modelo donde ha primado la confianza política a un modelo basado en

concursos públicos competitivos y en la competencia profesional.

La reforma del servicio civil permitirá que el Estado peruano cuente con un

segmento de directivos públicos del más alto nivel profesional y cuya selección se base en

concursos públicos competitivos en el que prevalezcan las competencias profesionales y la


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meritocracia, señala el documento “Marco Conceptual del Grupo de Directivos Públicos del

Servicio Civil Peruano” publicado por SERVIR en el marco de la implementación de la

reforma del Servicio Civil.

Algunos países en Latinoamérica y la gran mayoría de países desarrollados han

migrado a modelos de dirección pública profesional en los cuales los directivos son elegidos

en base a principios de mérito y no sólo por confianza política, puntualiza el documento.

El documento destaca la importancia de que en aplicación de la Ley del Servicio Civil

el 80% de los puestos directivos del Estado serán ocupados por profesionales seleccionados

en concursos públicos competitivos, dejándose un 20% para cargos de confianza (pero que

deben cumplir con el perfil del puesto).

Agrega que es un objetivo fundamental de la reforma que el grupo de Directivos

Públicos sea seleccionado, desarrollado y evaluado en base a criterios meritocráticos. “Los

directivos gerencian las entidades con el objetivo de generar resultados concretos para la

población, de allí la importancia que el nuevo modelo se base en la meritocracia”, señala.

Agrega que priorizar la meritocracia y las competencias profesionales está en concordancia

con las tendencias internacionales sobre Dirección Pública Profesional de los países más

desarrollados. “El nuevo modelo está al nivel de los directivos públicos del Reino Unido,

Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá y en la región Chile”, puntualiza el

documento.

1.7.1 ¿QUIÉNES SON DIRECTIVOS PÚBLICOS?

En el marco de la reforma del servicio civil, el Directivo Público es un profesional

cuya labor se desarrolla en la franja intermedia entre los altos funcionarios públicos y los

servidores de carrera; son una suerte de bisagra entre ambos. “Su función implica una visión
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integral de la gestión directiva, la creación de valor público, una gestión que conjugue la

gestión estratégica, política y operativa para la consecución de resultados”, señala.

Sus funciones implican la organización, dirección o toma de decisiones sobre los

recursos a su cargo, velan por el logro de los objetivos asignados, supervisan el logro de las

metas y gestionan el desarrollo de los servidores civiles bajo su responsabilidad. “Se

encuentran ubicados hasta el tercer nivel organizacional de las entidades públicas, están a

cargo de órganos o unidades orgánicas y cuentan con personal a su cargo”, apunta.

Se calcula que la composición del grupo de Directivos Públicos en el Estado

ascendería a un número aproximado de 3,603 puestos (de los 6,039 puestos jefaturales

identificados).

1.7.2 COMPETENCIAS NECESARIAS

Andrés Corrales, Gerente de Desarrollo de la Gerencia Pública de SERVIR, sostiene

que el problema central del actual segmento directivo es la falta de las competencias

necesarias para gerenciar las entidades públicas. Por ello, señala que la Ley del Servicio Civil

brinda una extraordinaria oportunidad de instaurar Gerencia Pública en todo el Estado, a partir

de la experiencia positiva de los Gerentes Públicos.

“Tenemos la oportunidad de contar de manera generalizada con directivos públicos

calificados que respondan a un perfil técnicamente definido, que tengan competencias

directivas, que accedan a sus puestos por concursos meritocráticos y sean evaluados para

definir su permanencia en base a sus resultados”, puntualizó.

Corrales indicó que el documento publicado por SERVIR busca suscitar reflexiones y

debates con el fin de fortalecer la reforma del Servicio Civil en el segmento directivo público,

el cual tiene un importante impacto en la gestión de toda la Administración Pública de los tres

niveles de gobierno y en los ciudadanos.


18

1.8 SESGOS DE LA MERITOCRACIA: EL PERFIL DEL PUESTO Y LA

EVALUACIÓN DE SU CUMPLIMIENTO

Por Gustavo Richarte, abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú

(PUCP), máster en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid e investigador del

Centro de Estudios en Modernización del Servicio Civil (CEMSCI), adscrito a la Facultad de

Derecho de la PUCP.

Cuando Michael Young escribió en 1958 “The rise of Meritocracy”, introduciendo el

término “meritocracia”, no lo hizo en términos positivos. Por el contrario, Young describía el

sistema meritocrático como uno elitista y sombrío.

A pesar de ello, diversos países, el Perú incluido, han ido implantando el referido

sistema, entre otros momentos, para el acceso al servicio público. Así, el mérito se ha

establecido como uno de los principios de la Ley N° 30057, Ley del Servicio Civil; e incluso,

la Presidencia del Consejo de Ministros ha sostenido que la meritocracia garantiza el principio

de acceso a la función pública en condiciones de igualdad.[1]

Ahora bien, parte del elitismo burócrata de este sistema, se puede apreciar en la

elaboración de los perfiles de puestos, el cual se constituye en uno de los mecanismos

destinados a asegurar que el Estado cuente con los mejores profesionales, con aquellos que

merezcan esos puestos públicos.

Tal es así que el Plan Nacional de Modernización de la Gestión Pública al 2021, tiene

al servicio civil meritocrático como el cuarto pilar central de los lineamientos para la

modernización de la gestión pública, estando dentro de ellos el contar con perfiles de puesto

tipo y un clasificador de puestos a nivel de la administración pública.[2]

La manera en que las entidades públicas evalúan el cumplimiento de los requisitos

exigidos para postular a un cargo público, es a través de los “documentos sustentatorios”; es


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decir, títulos, diplomas, certificados, y cualquier otro documento que acredite que el

postulante conoce el tema exigido.

El método anterior, si bien no es tan evidente como el utilizado en la India previa al

1922, en que las evaluaciones se realizaban a través de la Comisión Británica de Servicio

Civil, y sólo aceptaban postulantes de Oxford y Cambridge;[3] termina siendo igualmente

elitista. Nos explicamos.

La evaluación de los perfiles en los concursos públicos se realiza de modo tal que

quienes cumplan lo exigido, serán acreedores al puntaje mínimo; y quienes superen el mínimo

exigido, obtendrán un puntaje mayor.

Así, si el requisito es ser titulado en administración, y se le otorga un puntaje “X”;

quien además ostente el grado de magister, obtendrá un puntaje equivalente a “X+Y”.

Ahora bien, más allá de los sesgos por universidades, basados en los diferentes

rankings que acreditan que la universidad “A” es mejor que la “B”, estando usualmente en el

top 5 universidades privadas; queremos centrarnos en las oportunidades reales que han tenido

los ciudadanos de alcanzar los requisitos exigidos.

Es ese sentido, para aquellas personas que nacieron en un hogar pobre, cuyas

necesidades básicas no han podido ser cubiertas por ellos mismos y tampoco por el Estado,

resultará mucho más difícil llegar a alcanzar los “documentos sustentatorios” mínimos para

postular al concurso. Aún peor, se verán desplazados por quienes superen esos requisitos

mínimos, continuando con el favorecimiento a la élite burocrática, de la que hablaba Young.

Entonces, ¿quién tendrá más mérito, el que tuvo sus necesidades básicas cubiertas y

pudo estudiar sin problemas, pudiendo acceder a cursos de posgrado, o quien tuvo que

estudiar en un colegio público que le obligó a aprender una lengua ajena a su comunidad, que

tuvo que trabajar y estudiar a la vez, y que de esa manera terminó sus estudios en una
20

universidad pública? En nuestra opinión, será más meritorio que el segundo llegue a obtener

el requisito mínimo exigido en el concurso.

Otro de los sesgos que se dan debido a la evaluación documental, es que aquellas personas

que cuenten con los conocimientos, pero no puedan acreditarlo, también se verán desplazadas

por quienes puedan presentar algún certificado. Esto originará que talentos valiosos no sean

tomados en cuenta.

Imaginemos, por ejemplo, que para el puesto de jefe de la Oficina de Tecnologías de la

Información se presentan dos ingenieros de software de universidades privadas, dos

ingenieros de informática de universidades públicas, y un tal Bill Gates treintañero. El señor

Gates quedará descalificado en la etapa de evaluación curricular, por no poder acreditar que es

titulado en una carrera afín a las Tecnologías de la Información; poco importa qué tanto pueda

dominar la informática.

En ese sentido, implementar un sistema meritocrático sin tener en consideración la

realidad del país, así como los sesgos que este trae consigo; resulta irresponsable.

Para combatir lo primero, el Estado se debe preocupar por intentar que todas las personas

tengan iguales oportunidades de desarrollo y no tener que verse perjudicados por una cuestión

caprichosa como las condiciones del hogar en que se nace (algunos incluso nacen fuera de un

hogar), la cual depende totalmente del azar.

Esto se logrará a través de la implementación de políticas públicas que aseguren, por lo

menos, salud y educación.

En cuanto a lo segundo, se debe tener en consideración que la mera tenencia de un

documento que acredite que se estudió algo, no asegura el conocimiento del tema, y menos

que el desarrollo laboral sobre ello sea óptimo.

Por ello, más que una evaluación documental del currículo, se debe asegurar que el

postulante conozca los temas referidos a las funciones que va a desempeñar en el cargo. Así,
21

actualmente las Oficinas de Recursos Humanos vienen implementando cada vez más

evaluaciones de tipo assessment center.

Las evaluaciones tipo assessment center pasan de evaluar documentos o de realizar

preguntas conceptuales objetivas, a realizar una evaluación situacional en la que al postulante

se le propone una situación crítica típica del cargo al que postula, y se evalúa la solución que

propone, la cual demostrará de mejor manera su manejo del tema, así como su creatividad y

búsqueda de soluciones a situaciones complicadas.

Así pues, se debe repensar la implementación de un sistema meritocrático en el acceso

al servicio público, pues si bien el discurso darwinista de la contratación del más apto parece

interesante; la realidad demuestra la injusticia y los gajes que dicho sistema trae consigo al no

tener en consideración factores como la desigualdad de un país como el Perú, y la pérdida de

talentos al seguir aplicando sistemas de evaluación que permiten la permanencia de una élite

burocrática.
22

CAPÍTULO II

LEY QUE PROMUEVE LA MERITOCRACIA EN EL SECTOR

PÚBLICO

2.1 LEY QUE PROMUEVE LA MERITOCRACIA EN EL SECTOR PÚBLICO

IMPULSANDO LA CONTRATACION EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DE

TALENTO HUMANO QUE OCUPE EL PRIMER PUESTO DE SU CARRERA

PROFESIONAL.

A iniciativa del congresista LUIS ALBERTO VALDEZ FARÍAS, del GRUPO

PARLAMENTARIO ALIANZA PARA EL PROGRESO, en virtud de las facultades

previstas en el artículo 1070 de la Constitución Política del Estado en concordancia con los

artículos 740 y 750 del Reglamento del Congreso de la República, presenta el siguiente

Proyecto de ley:

2.1.1 FÓRMULA LEGAL

LEY QUE PROMUEVE LA MERITOCRACIA EN EL SECTOR PÚBLICO

IMPULSANDO LA CONTRATACION EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DE

TALENTO HUMANO QUE OCUPE EL PRIMER PUESTO DE SU CARRERA

PROFESIONAL.

2.1.2 ARTÍCULO 1.- OBJETO DE LA LEY


23

La presente Ley busca promover la meritocracia en el sector público, para Io cual

impulsará la contratación en la administración pública de aquellos profesionales que hayan

ocupado el primer puesto en su carrera profesional, para lo cual incorporará un tercer párrafo

al artículo 8 de la Ley NO 30057, Ley del Servicio Civil.

2.1.3 ARTÍCULO 2.- MODIFICATORIA

Incorpórese un tercer párrafo al artículo 8 de la Ley NO 30057, en los términos

siguientes:

"Artículo 8. Proceso de selección

El proceso de selección es el mecanismo de incorporación al grupo de directivos

públicos, servidores civiles de carrera y servidores de actividades complementarias.

Tiene por finalidad seleccionar a las personas más idóneas para el puesto sobre la base del

mérito, competencia y transparencia, garantizando la igualdad en el acceso a la función

pública.

En el caso de los servidores de confianza, el proceso de selección se limita al cumplimiento

del perfil establecido para el puesto y no requieren aprobar un concurso público de méritos.

Por otro lado, los profesionales que hayan ocupado el primer puesto en su carrera

profesional, durante el desarrollo de su carrera de pregrado y que además hayan culminado su

carrera profesional en los años establecidos por la duración académica de la misma, sin

presentar atrasos durante ese periodo, obtendrán un puesto laboral en las entidades públicas

bajo el régimen del Servicio Civil, conforme a lo establecido en el artículo 1 de la Ley NO

30057, Ley del Servicio Civil.

2.1.4 DISPOCISIONES COMPLEMENTARIAS


24

2.1.4.1 PRIMERA. - APLICACIÓN

La presente ley será aplicable en las convocatorias de concursos públicos de plazas

vacantes y presupuestadas de las entidades públicas bajo el régimen del Servicio Civil, para

aquellos profesionales, que en un plazo no mayor a seis (06) meses de haber obtenido su título

profesional, acrediten haber ocupado el primer puesto en su carrera profesional;

permitiéndoseles a estos el poder acceder de manera directa e inmediata al sector público, a

las plazas vacantes de acuerdo al Cuadro de Asignación de Personal (CAP) y especialidad;

para cuyos efectos las entidades públicas cada seis (06) meses enviarán a las universidades las

ofertas de plazas laborables de acuerdo a los

perfiles solicitados.

Lo dispuesto en la norma no será vinculante para el proceso de selección de los

servidores de confianza.

2.1.4.2 SEGUNDA. - SUPERVISIÓN

El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo supervisa el cumplimiento de la

presente Ley, para tal efecto, las entidades públicas bajo el régimen del Servicio Civil,

informan anualmente en el mes de enero de cada año al citado ministerio de aquellos

servidores civiles que ingresaron en el marco de la presente ley.

2.1.4.3 TERCERA. - RESPONSABILIDAD

Se generará responsabilidad en el titular de la entidad si en cualquiera de los

regímenes laborales se contratase u nombrase personal, prescindiendo de los sujetos de

regulación de la presente norma.

2.1.4.4 CUARTA. - DEROGATORIA

Deróguese todas las normas que se opongan a la presente Ley.

2.1.5 FINALIDAD DE LA LEY


25

La presente Ley tiene como finalidad que los profesionales de universidades públicas

y privadas, que ocupen el primer puesto de su promoción, vean en el sector público una

alternativa laboral y de desarrollo profesional, para lo que se plantea otorgar el acceso directo

e inmediato de estos profesionales al sector público.

2.1.6 IMPACTO DE LA NORMA EN LA LEGISLACIÓN NACIONAL

La presente norma plantea otorgar a los profesionales que hayan ocupado el primer

lugar en el ranking académico de sus universidades, el acceso directo e inmediato la

administración pública, motivo por el cual la presente norma impactará directamente en el

artículo 8 de la Ley NO 30057, Ley del Servicio Civil.

2.1.7 ANÁLISIS COSTO BENEFICIO

La presente norma no implica un gasto adicional para el Estado, ya que no genera un

aumento de la planilla estatal, sin embargo, desde el punto de vista del capital humano y la

productividad en la administración pública, será una medida altamente beneficiosa ya que

permitirá contar con personal altamente competitivo, al cual se le brindará la posibilidad de

poder acceder de manera directa a la administración pública, incentivando de esta manera su

crecimiento profesional dentro del sector público y evitando una fuga de talentos hacia el

sector privado.

2.1.8 RELACIÓN CON LAS POLÍTICAS DE ESTADO EXPRESADO EN EL

ACUERDO NACIONAL

Este Proyecto de Ley se enmarca en la misma dirección que las políticas del Acuerdo

Nacional, específicamente en la Política NO II de "Promoción de igualdad de oportunidades

sin discriminación", ya que ésta menciona que el Estado combatirá toda forma de

discriminación, promoviendo la igualdad de oportunidades; y con la Política NO 17 de

"Afirmación de una economía social de mercado" la cual menciona que el Estado garantizará
26

la estabilidad de las instituciones y promoverá la competitividad del país mediante el fomento

de la igualdad de oportunidades. Así mismo, la presente ley busca crear mejores condiciones

para aquellos egresados que ocupen el primer puesto de sus universidades, permitiéndoles

acceder a una plaza en la administración pública de manera directa, lo cual a su vez

beneficiará al sector estatal, ya que le permitirá contar con personal competitivo,

repotenciando así a las entidades estatales y por consiguiente, optimizando su desempeño.

2.1.9 NOTA DE PRENSA – IPAE: UNA MERITOCRACIA REAL EN EL

SECTOR PÚBLICO ES EL ÚNICO CAMINO PARA SALIR DE LA CRISIS QUE EL

PAÍS ENFRENTA.

La crisis producida en PetroPerú, que incluso ha perjudicado el riesgo crediticio de la

empresa estatal y, al mismo tiempo, a todos los peruanos, es una nueva muestra de la falta de

liderazgo y capacidad del gobierno para nombrar cuadros adecuados en puestos clave para el

desarrollo del país.

A esto se suma la decisión de la Calificadora Standard & Poor’s, que redujo la

calificación soberana del Perú debido a la constante inestabilidad política. Este es un duro

golpe para la economía de la nación y para la del ciudadano de a pie, ya que la calificación de

cinco bancos peruanos y dos entidades estatales, COFIDE y Mi Vivienda, también se ha

reducido. Esto, lamentablemente, se reflejará en tasas de interés más altas y menor acceso al

crédito para los peruanos.

El país enfrenta una crisis. Superarla requiere de funcionarios públicos capaces y

éticos, que trabajen por el bien de la nación y no por intereses particulares. Sin una

meritocracia real, será imposible que el Perú logre brindar servicios públicos de calidad, cree

igualdad de oportunidades para todos o se encamine hacia la senda del desarrollo.

Lamentablemente, el actual gobierno continúa designando funcionarios poco idóneos, sin


27

capacidades técnicas, experiencia laboral ni la integridad ética necesaria en todo servidor

público.

En este contexto, IPAE Asociación Empresarial expresa su preocupación por la falta

de funcionarios idóneos y las decisiones que pueden afectar aún más la meritocracia en el

sector público, como la adscripción de la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir) al

Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE).

“La Constitución reconoce derechos a ser garantizados por el Estado. Para impulsar

una administración pública eficiente que promueva y cautele dichos derechos, se debe

seleccionar funcionarios idóneos, con amplia experiencia profesional y sólidos principios

morales y democráticos. Para ello, el Estado cuenta con la Autoridad Nacional del Servicio

Civil (SERVIR), que debe anteponer los intereses ciudadanos a los de los funcionarios, y por

ello su ubicación como entidad adscrita a la Presidencia del Consejo de Ministros”, expresó

Elena Conterno, Presidenta de IPAE Asociación Empresarial.

Al respecto, la organización ha elaborado la Ruta Perú “Eficiencia en el sector

público: recursos humanos para servicios públicos de calidad”. Este documento tiene como

objetivo mejorar el nivel de los profesionales en el sector público, pues son los responsables

del diseño e implementación de políticas y proyectos, así como de brindar servicios de calidad

para el ciudadano. La Ruta indica que un servicio civil profesionalizado conlleva a: (i) un

mayor ingreso per cápita; (ii) una mejora en la provisión de servicios; y (iii) una mejora en la

confianza en el Gobierno; todo lo cual se traduce en mayor bienestar para la ciudadanía.

“Lamentablemente, desde el inicio de este gobierno todos los peruanos hemos podido

observar una serie de malas designaciones que ya se ven reflejadas en serios indicios de

corrupción, como en PetroPerú y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones; la caída del

nivel del servicio (basta ver la demora en la entrega de brevetes y pasaportes); la


28

desaceleración de vacunación e inversión pública; y la desidia del gobierno en temas clave,

como el reinicio de clases presenciales en universidades”, lamentó Conterno.

Dentro de este preocupante panorama, una medida positiva es la aprobación, por parte

del Congreso, de la Ley 31419, que establece requisitos para viceministros, secretarios

generales y otros cargos de la administración pública. Es necesario que se aprueben requisitos

similares para los ministros, para lo cual existe un proyecto de ley en el Congreso que

esperamos pronto se apruebe vía insistencia.

Las principales medidas propuestas por IPAE Asociación Empresarial para

implementar la meritocracia en el gobierno -que han sido puestas a disposición de las

autoridades correspondientes – incluyen impedir nombramientos y ascensos automáticos;

mejorar las políticas de contratación en el Estado; garantizar los ingresos por concursos

públicos transparentes y regular la negociación colectiva en el sector público.

2.1.10 ACERCA DE IPAE ASOCIACIÓN EMPRESARIAL

IPAE es una asociación privada, independiente, sin fines de lucro, que convoca,

reflexiona, propone y ejecuta iniciativas para el desarrollo de la institucionalidad, la economía

de mercado, la empresa y la educación para hacer del Perú un país desarrollado. Desde hace

62 años, contribuye a la formación de instituciones e iniciativas como ESAN, SENATI, IPAE

Escuela de Empresarios, CONFIEP, Identicole y Ponte en Carrera, entre muchas más. A lo

largo de su vida institucional, IPAE ha consolidado los CADEs como los foros más

reconocidos del país gracias a su continuidad y participación activa de los líderes del sector

privado, público y la academia.

2.1.11 MERITOCRACIA EN EL SECTOR PÚBLICO

Karla Gaviño: “Un país con debilidades de gestión, que afronta una crisis económica y

de salud, necesita más que nunca a sus mejores cuadros en la Administración Pública, esto no

se logrará restando valor a la meritocracia”.


29

2.1.11.1 MERITOCRACIA, PERFILES DE PUESTO Y COMPETENCIAS

El respeto a la meritocracia, a los perfiles de puesto, a las competencias específicas y a

la experiencia en la materia en que recae un cargo público es parte de los retos del Perú en

todos sus niveles de gobierno. Su inobservancia constituye uno de los principales problemas

que afrontan la administración pública y la gestión pública en el país, debilitando la capacidad

para implementar políticas públicas y la prestación de servicios a la población.

Los perfiles son también aplicables a las designaciones de personal de confianza, y deberían

promover la transparencia, idoneidad y la experiencia adecuada para asumir las funciones

propias de cada cargo público. Si bien en muchos casos pueden ser mejorados, lo cierto es que

son de cumplimiento obligatorio.

2.1.11.2 DESIGNACIONES EN EL ÚLTIMO CAMBIO DE GOBIERNO

Tras el cambio de gobierno el 28 de julio último, en un contexto de polarización

política, era previsible que, uno de los principales aspectos en que se centraría la atención

pública al inicio de la gestión, fuera la conformación de los equipos en el Poder Ejecutivo y

sus entidades adscritas. Sabiendo ello, resulta lamentable que en distintos casos no se tomaran

las previsiones para designar (o anunciar designaciones) de personas que cumplan los perfiles

de puesto, que no presenten incompatibilidades con la función pública, entre otros. Tal fue el

nivel de notoriedad de los casos, que la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir) y la

Contraloría General de la República (CGR), emitieron pronunciamientos públicos advirtiendo

la importancia del respeto a los perfiles de puesto, agregando, la CGR, el respecto a los

documentos de gestión de las entidades públicas y a los lineamientos emitidos por Servir. El

Poder Ejecutivo, afortunadamente, pudo retroceder en algunas designaciones o dejarlas sin

efecto.

Un tema de fondo que es importante tener presente, sobre todo en un contexto donde

las urnas han evidenciado un reclamo por mayor efectividad del Estado, es que la gestión
30

pública, la carrera pública, la experiencia y el conocimiento implementando políticas

públicas, no pueden ser vistos como temas secundarios que puedan dejarse de lado, más aún

en un país donde nuestros principales retos están vinculados a la capacidad de gestión.

Restar valor a la meritocracia tiene consecuencias prácticas concretas debilitando el

cumplimiento de las funciones y los servicios a cargo del Estado. Ni la afiliación a un partido

político ni la experiencia en la gerencia privada por sí mismas, pueden reemplazar el valor

que aporta la especialidad en temas públicos y la carrera pública meritocrática, para asumir

puestos de mando en la Administración Pública. Tampoco será suficiente tener un título

profesional sin contar con experiencia en la materia, de forma proporcional al reto que se va a

asumir.

2.1.11.3 EL CASO DEL MINISTERIO DE TRANSPORTES Y

COMUNICACIONES

Entre los casos recientes que llaman la atención, se encuentra, por ejemplo, el

Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), donde se aprecia con claridad la

importancia de mantener criterios meritocráticos para la designación de funcionarios, por ser

un actor clave para el desarrollo de infraestructura y conectividad nacional, debiéndosele

dotar del personal técnico y de confianza más idóneo en la materia. El MTC también otorga

títulos habilitantes para operar distintos servicios, como concesiones y autorizaciones en

transportes y en telecomunicaciones.

Las principales Unidades Ejecutoras del país se encuentran adscritas al MTC, donde,

por ejemplo, un proyecto de infraestructura vial de alcance nacional, puede tener un impacto

en el gasto público y en la productividad, así como un monto de inversión, muy por encima de

los proyectos ejecutados por los Gobiernos Regionales o las Municipalidades. En

infraestructura vial departamental y rural, Provías Descentralizado, entidad adscrita al MTC,


31

tiene a su cargo, entre otros, la gestión, administración y, en algunos casos, la ejecución de los

proyectos de infraestructura, existiendo una gran demanda de necesidades pendientes de

atención a lo largo del país.

Si bien se corrigieron algunas designaciones, siempre será recomendable en todos los

casos, y para toda Entidad Pública, tener en cuenta la importancia de la meritocracia.

2.1.14 LA LEY N°31039 QUE APRUEBA EL ASCENSO AUTOMÁTICO

EXCLUYENDO LA MERITOCRACIA Y EL CONCURSO PÚBLICO: CRÓNICA DE

UNA INCONSTITUCIONALIDAD ANUNCIADA.

El autor aborda algunas inconsistencias de la Ley N°31039, Ley que regula el ascenso

automático de personal de salud, no solo desde el marco jurídico -constitucional y legal- del

régimen laboral público sino también desde los criterios jurisprudenciales establecidos por el

Tribunal Constitucional.

2.1.14.1 LA RAUDA Y ACCIDENTAL PROMULGACIÓN DE LA LEY

N°31039

A lo largo de estos últimos años y, en sobremanera, en este estado de emergencia

sanitaria nacional y aislamiento social obligatoria (cuarentena) -generada por la pandemia del

COVID-19-, la producción de las leyes por parte del Congreso solo ha denotado “populismo”

e “improvisación” en materia de regulación del servicio civil (antes denominado, empleo

público), como es el caso de la Ley N°31039, publicada en el diario oficial El Peruano el 26

de agosto de 2020. A través de dicha norma se pretende regularizar los procesos de ascenso

automático en el escalafón, el cambio de grupo ocupacional, cambio de línea de carrera, el


32

nombramiento y cambio a plazo indeterminado de los profesionales, técnicos, y auxiliares

asistenciales y personal administrativo de la salud para brindarle, aparentemente, a los

trabajadores mejores condiciones laborales.

Entre otros aspectos que regula la Ley N°31039, lo que ha llamado más la atención es el

establecimiento de la promoción (ascenso y cambio de grupo ocupacional) automática para

los trabajadores públicos antes mencionados y que laboran en el Ministerio de Salud, sus

organismos públicos, gobiernos regionales y EsSalud. Así, en las siguientes líneas se abordará

algunas inconsistencias de la referida ley, no solo del marco jurídico -constitucional y legal-

del régimen laboral público sino también de los criterios jurisprudenciales establecidos por el

Tribunal Constitucional.

2.1.14.2 LOS TÉCNICOS Y AUXILIARES ASISTENCIALES -Y EL

PERSONAL ADMINISTRATIVO- NO PERTENECEN A LA CARRERA ESPECIAL

DE LOS PROFESIONALES DE SALUD

No todo el personal que labora en el Sector Salud pertenece a la carrera especial de

salud, regulado por la Ley N°23536 y su Reglamento, aprobado mediante el Decreto Supremo

N° 019-83-PCM. En este régimen solo están comprendidos los profesionales de la salud

(Médico Cirujano; Químico Farmacéutico; Obstetriz; Enfermero; Médico Veterinario que

labore en el campo asistencial de la Salud Pública; Biólogo; Sicólogo; Nutricionista;

Ingeniero Sanitario; y, Asistenta Social) que prestan servicios asistenciales en el Sector Salud,

considerándose como trabajo asistencial a las actividades finales, intermedias y de apoyo que

realizan los profesionales de la salud en los establecimientos de salud del Sector Público.

Es así que, los técnicos y auxiliares asistenciales de salud -ni mucho menos el personal

administrativo- no se encuentran comprendidos bajo los alcances de la Ley N°23536 y si bien

cuentan con un marco normativo propio (Ley N°28561 y su Reglamento, aprobado por el
33

Decreto Supremo N°004-2012-SA), ello no implica que sean una carrera o régimen especial

como la regulada en la Ley N°23536 para los profesionales de la salud.

Esta no inclusión de los técnicos y auxiliares asistenciales de salud se debe a que éstos

participan en el equipo multidisciplinario de salud, cumpliendo determinadas actividades y

tareas que les son asignadas por el profesional de la salud, de acuerdo a sus competencias,

durante el proceso de atención de las personas en los establecimientos de salud y servicios

médicos de apoyo. Asimismo, participan en la atención de los servicios de salud

conjuntamente con los profesionales de la salud; y, según sus funciones, participan en los

servicios de salud, dentro del equipo de salud, en los procesos de promoción, prevención,

recuperación y rehabilitación de la salud, mediante el cuidado de la persona.

De este modo, existe una imprecisión flagrante en el objeto de la ley en cuestión

(artículo 1), al no delimitar claramente qué personal tiene o no la condición de profesionales

de la salud; aunque al regular el ascenso automático pretende establecer dicha diferenciación

con la mención de “profesionales de la salud no médicos”, sin siquiera hacer mención a la Ley

N°28561 y su Reglamento.

2.1.14.3 LA ARREMETIDA DE LA LEY N°31039 PARA ESTABLECER EL

ASCENSO AUTOMÁTICO EXCLUYENDO LA MERITOCRACIA Y EL

CONCURSO PÚBLICO

El ingreso a los regímenes laborales especiales del empleo público (sector salud,

educación, servicio diplomático y penitenciario), se rigen por sus propias normas, por lo que

sus disposiciones asignan diferentes requisitos para el ingreso del personal, los

procedimientos de selección, entre otros criterios.

No obstante, el ingreso a dicho régimen se logra obligatoriamente mediante concurso

público de méritos en un régimen de igualdad de oportunidades, con transparencia, conforme


34

lo prevé la Ley N°28175, Ley Marco del Empleo Público, el Decreto Legislativo N°1023 y

demás normas al respecto, las mismas que son de aplicación transversal a todos los regímenes

laborales (generales y especiales) del empleo público.

La promoción o ascenso, denominado por algunos “progresión”, además de contar con

una regulación en los tratados internacionales de derechos humanos -los incisos c) de los

artículos 7 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y del

Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de

Derechos Económicos, Sociales y Culturales-, está reconocida en Constitución de 1993 como

un derecho, tal como lo ha reconocido el Tribunal Constitucional en su STC 04331-2008-

PA/TC:

“El derecho a la promoción en el empleo en igualdad de condiciones tiene su

fundamento constitucional en el derecho al trabajo, entendido como un medio de realización

de la persona (artículo 22) y en el principio-derecho de igualdad de trato y de oportunidades

en la relación laboral (artículo 26). Mediante este derecho se trata de dar opción, sin

preferencias ni discriminaciones, a los trabajadores que se encuentran en una misma situación

para que puedan acceder en igualdad de condiciones a la promoción profesional,

contribuyéndose de este modo a la realización y el desarrollo del trabajador, y a la

configuración del trabajo decente.”.

Como se puede apreciar, los procesos de progresión en la carrera son mecanismos de

vital importancia, debido a que –de acuerdo a los puntos 37 y 39 de la Carta Iberoamericana

de la Función Pública– favorecen y estimulan el crecimiento de las competencias de los

empleados públicos, satisfaciendo en lo posible las expectativas de progreso profesional, en

armonización con las necesidades de las entidades públicas.


35

En el marco de lo establecido por la Constitución de 1993 y el Sistema Universal de

Protección de los Derechos Humanos, debe entenderse que, tanto en los regímenes del empleo

público como en el nuevo régimen del servicio civil, se reconoce el derecho a la promoción o

ascenso, el mismos que se vincula con la capacitación profesional, y la garantía de igualdad y

de no discriminación.

Por otra parte, se debe tener en consideración que el ascenso forma parte del contenido

del derecho de acceder a la función pública en condiciones de igualdad, tal como lo se ha

establecido en la STC 0025-2005-PI/TC. Y, en razón a esta jurisprudencial, en la STC 00029-

2018-PI/TC, se ha precisado lo siguiente:

“Por lo tanto, dada la relevancia de la regulación de las condiciones de ascenso en una

carrera administrativa, desde la perspectiva de la progresión, según lo interpretado por este

Tribunal como uno de los alcances de este bien constitucional, así como desde el derecho

fundamental de acceso a la función pública en condiciones de igualdad, se concluye

válidamente que lo establecido en la ley impugnada [Ley N° 30745, Ley de la Carrera del

Trabajo Judicial, similar a la Ley N° 28561, Ley que regula el trabajo de los técnicos y

auxiliares asistenciales de salud] no constituye una carrera administrativa, de acuerdo con las

exigencias de la Constitución y con la interpretación vinculante de este Colegiado”.

Ahora bien, con la Ley 31039, bajo la justificación de que se requiere contar con más

profesionales, técnicos y auxiliares asistenciales de salud, además de personal administrativo,

en el Sector Salud, solo está transgrediendo la garantía del acceso a la función pública, así

como lo que implica su progresión en la carrera (puesto que la estructura y niveles de sus

actividades se encuentra regulada por el Decreto Legislativo 276); al prescindir de un

concurso público de méritos, la acreditación del cumplimiento de las condiciones y requisitos


36

exigidos para el puesto, la existencia de la plaza debidamente presupuestada, entre otros

aspectos.

2.1.14.4 LA ANUNCIADA INCONSTITUCIONALIDAD, E ILEGALIDAD, DE

LA LEY 31039

No existe un acceso directo al empleo público ni ascenso automático en la carrera

(general o especial) en el Sector Público, puesto que ellos se realizan con observancia estricta

de un concurso público de méritos, en igualdad de condiciones, sin preferencias ni

discriminaciones. Solo basta recordar que el Tribunal Constitucional en la sentencia antes

mencionada señaló que, mediante el derecho de la progresión o ascenso, “se trata de dar

opción, sin preferencias ni discriminaciones, a los trabajadores que se encuentran en una

misma situación para que puedan acceder en igualdad de condiciones a la promoción

profesional, contribuyéndose de este modo a la realización y el desarrollo del trabajador, y a

la configuración del trabajo decente”.

Con todo ello, la Ley N°31039 estaría transgrediendo abiertamente aspectos esenciales

establecidos por normas que son de aplicación transversal a todos los regímenes laborales

generales y especiales del Sector Público, como son, entre otras, la propia Constitución (art.

22, 26 y 40), la Ley 28175, Ley Marco del Empleo Público (art. 5 al 9), el Decreto Legislativo

N°1023 (Art. IV de su título preliminar), la Ley N°28411, Ley General del Sistema Nacional

de Presupuesto (Tercera disposición complementaria transitoria), el Decreto de Urgencia

N°016-2020 (art. 2, 4 y 9) , así como los criterios jurisprudenciales fijados por el Tribunal

Constitucional (STC 0008-2005-PI/TC, f. 8; STC 0025-2005-PI/TC.

Seguramente, esta inconstitucionalidad anunciada será resuelta en los próximos meses

por nuestro máxime interprete de la Carta Maga, puesto que el Poder Ejecutivo con fecha 31

de agosto de 2020 ha presentado la demanda de inconstitucionalidad (contenida en 23 folios)


37

contra la Ley N°31039 por contravenir los artículos 2 -inciso2-, 7, 9, 10, 11, 12, 40, 43, 103 y

118 -incisos 3 y 17-, 78, 79 de la Constitución de 1993; aunque no haya hecho mención a la

demás normativa y jurisprudencia antes mencionada, pero que el Tribunal Constitucional

deberá analizarlo, así como las diversas opiniones emitida sobre la materia por parte del ente

rector de Sistema Administrativo de Gestión de Recursos Humanos del Sector Público.

Esta libre discrecionalidad del Legislativo, en el que reina el populismo, y que ha

quedado evidenciada con la promulgación de la Ley N°31039, no hace más que desnaturalizar

y restar valor a la función pública, a través de la cual se busca profesionalizar el empleo

público otorgando equitativamente mejores y mayores condiciones a los trabajadores, sobre la

base de la meritocracia. Y, con ello, brindar servicios más eficientes y de mejor calidad por

parte de la administración pública, a favor de la toda la ciudadanía, en sobremanera en estos

tiempos de pandemia.

2.1.14.5 EL MOMENTO PARA PROSEGUIR CON LA VERDADERA

REFORMA DEL SERVICIO CIVIL MEDIANTE LA LEY N°30057

De conformidad con el artículo 1 del Decreto Supremo N°012-2011-SA, se precisa

que dentro de los alcances de la Ley N°28561 están comprendidos:

i) Los técnicos y auxiliares asistenciales de salud que desarrollan funciones en los

servicios de Enfermería, Obstetricia, Laboratorio, Farmacia, Rayos X, Medicina

Física y Rehabilitación, Nutrición y Odontología;

ii) Los técnicos y auxiliares asistenciales de salud que laboraban bajo el régimen del

Decreto Legislativo N°276 a la fecha de entrada en vigencia de la Ley N°28561; y,

iii) Los servidores administrativos que realizan trabajo asistencial, señalados en el

anexo referido en el artículo 2 del Decreto de Urgencia N°046-2002.

Es por tal razón que, el trabajo de los técnicos y auxiliares asistenciales de salud se rige por:
38

i) Ley N°26842, Ley General de Salud;

ii) Decreto Legislativo N°276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de

Remuneraciones del Sector Público;

iii) Ley N°28175, Ley Marco del Empleo Público;

iv) Ley N°30057, Ley del Servicio Civil y sus Reglamentos correspondientes; y,

v) Sector Privado (Decreto Legislativo N°728), las normas que le fueren aplicables.

En la Administración Pública tenemos diversos regímenes laborales generales, como

el Decreto Legislativo N|276, el Decreto Legislativo N°728 y el Decreto Legislativo N°1057,

que coexisten con los regímenes de carreras especiales: profesorado y magisterio, de los

docentes universitarios, de los profesionales de la salud, de los magistrados, de los fiscales, de

los diplomáticos, de los servidores penitenciarios, de los militares y policías, y de los

trabajadores judiciales. A ello, hay que agregar las otras modalidades de contratación, como

son:

(i) el régimen de los Gerentes Públicos, creado por el Decreto Legislativo N°1024;

(ii) el régimen del Fondo de Apoyo Gerencial al Sector Público (FAG), creado por el

Decreto Ley 25650 y habilitado por la Ley N°29806;

(iii) el régimen del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); y,

(iv) el régimen de la contratación de Personal Altamente Calificado en el Sector

Público (PAC), regulado por la Ley 29806 y su reglamento, Decreto Supremo

N°016-2012-EF.

Producto de la coexistencia de estos regímenes, los trabajadores cumplen reglas

diferentes, tienen condiciones diferentes –“en cuanto al ingreso al servicio, estabilidad en el

empleo, despido y disciplina” –, perciben beneficios desiguales y poseen distintas

obligaciones que, en la práctica, originan inequidades para los trabajadores del Estado,
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generando así un desvalor en el ejercicio de la función pública. Para un grupo de trabajadores

existe una “excesiva rigidez” y para otros una “mayor flexibilidad”. “Así, tenemos que el

actual sistema dificulta e impide prescindir de personal evidentemente ineficiente o inmoral y,

simultáneamente, facilita el abuso, dada la discrecionalidad que puede existir en las

designaciones, nombramientos y contrataciones.

Es por ello que, urge continuar con la reforma del empleo público implementada con

la Ley del Servicio Civil, puesto que con dicha norma -perfectible por supuesto- se tiene

como objetivo cumplir con ordenar la planilla pública, mejorar la calidad del servicio y

revalorar la función pública, a través de profesionalizar el empleo público (con la existencia

de una verdadera carrera administrativa y con progresión en la misma) otorgando

equitativamente mejores y mayores condiciones a los trabajadores, sobre la base de la

meritocracia. Y, con ello, brindar servicios más eficientes y de mejor calidad por parte de la

administración pública, a favor de la toda la ciudadanía.

Ese es el objetivo central (y el norte) de esta reforma regulada por la Ley del Servicio

Civil -y no de la confusa y accidental Ley N°31039-, que por la falta de voluntad política y de

decisión de los dirigen los poderes del Estado -así como de rechazo de los propios

trabajadores públicos, por la desinformación que se les brinda- está paralizada.

Para tal efecto, frente a la demanda de inconstitucionalidad planteada por el

Ejecutivo, se genera una oportunidad para que el Tribunal Constitucional pueda emitir una

sentencia estructural para tutelar el derecho de acceso a la función pública, en el marco de la

Ley del Servicio Civil, esto es “construir un derrotero donde todas las entidades estatales

dialoguen y colaboren por la vigencia efectiva (…)” de dicho derecho fundamental;

exhortando que la implementación del nuevo régimen del servicio civil se efectué a través de

una política pública de Estado.


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CONCLUSIÓN

De lo descrito anteriormente podemos deducir que el Gobierno ha apostado por

algunas reformas en la gestión de los recursos humanos del Estado, entre las cuales podemos

distinguir dos tipos: por un lado, aquellas reformas que buscan introducir una lógica

meritocrática para la mayor parte de los servidores públicos (Ley del Servicio Civil, Minsa y

Minedu) y, por el otro, una reforma que busca subir las escalas salariales a partir del aumento

de los salarios de los más altos cargos públicos y políticos, pero sin ningún componente

meritocrático capaz de prevenir la discrecionalidad en el reclutamiento de estos cargos

directivos.

Respecto de las reformas meritocráticas que involucran a la mayoría de trabajadores

estatales, estamos frente a un intento inédito en el país por enfrentar uno de los problemas

fundamentales del fortalecimiento institucional público, así como por mejorar la propia

imagen desgastada del funcionario público. Sin embargo, siendo una política que depende de

la participación activa de los propios funcionarios, llama la atención la manera como esta se

ha descuidado en la formulación y diseño de estas reformas, privilegiando una visión


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tecnocrática del tipo arriba hacia abajo. Como producto de este enfoque, se refuerzan los

evidentes desencuentros entre los discursos tecnocráticos y sindicales, que a menudo recurren

a lugares comunes y forman dinámicas polarizadoras. Esto limita las posibilidades de éxito de

estas reformas, en la medida que no cuentan con un soporte necesario de las organizaciones

que representan, en buena parte, a los trabajadores a quienes están dirigidas.

Girando la vista a la reforma salarial de los ministros y cargos de libre designación y

remoción, encontramos que continúa predominado la alta discrecionalidad en el reclutamiento

de estos funcionarios por encima de criterios meritocráticos: ya sea mediante el arbitrario

aumento o disminución de sus salarios, así como a través de la utilización de mecanismos

alternos para garantizar ingresos complementarios. Abordando la discusión desde un punto de

vista de los potenciales efectos de esta reforma, queda manifiesta la necesidad de contar con

funcionarios con las mayores credenciales para negociar con los sectores privados. Sin

embargo, debe llamarse la atención sobre los peligros que esto representa para el orden

democrático, tal como ha señalado Durand (2006) en repetidas ocasiones. Esto es, que, desde

la década de 1990, los intereses empresariales han logrado consolidarse en el interior del

Estado utilizando discursos blindados con la aparente neutralidad de lo técnico. Precisamente,

los tecnócratas que circulan indistintamente entre el sector privado y estatal, especialmente a

través del MEF, funcionarían como operadores que logran consolidar la agenda empresarial

dentro del Estado.

Siguiendo estas consideraciones, resulta necesario preguntarse: ¿qué claroscuros hay

en relación con la entrada de extrabajadores de empresas privadas en el Estado y los

conflictos de intereses que pueden existir? ¿Qué diferencias hay entre manejar un ministerio y

ser gerente de una alta empresa privada? ¿Cuáles son los giros de posicionamiento que debe

asumir este alto funcionario? Probablemente, la discusión centrada en más o menos salarios

nos desvían de una tendencia vital para discutir cómo debe dirigirse el Estado: cómo evitar y
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denunciar los conflictos de intereses de quienes entran a estas altas esferas y qué

posicionamiento y habilidades particulares implica dirigir un ministerio más allá de tener un

conocimiento técnico del sector. Aquí es donde una lectura desde el poder (los intereses y

fuerzas de ciertos sectores sociales y económicos que presionan sobre la colocación u

orientación de los ministros y altos cargos), así como de la ética y función pública, parece

callarse o quedar desplazada por una visión que impone, antes que otra cosa, la técnica para el

fortalecimiento del Estado.

Ante estos hechos, es inevitable traer a discusión el reciente debate entre Vergara y Ghezzi y

Gallardo. 11 ¿Llegarán a tener éxito las políticas públicas en las que se han privilegiado

enfoques blindados en una aparente tecnicidad de la reforma por sobre la participación de los

propios servidores públicos? Por lo antes expuesto, nos inclinamos más hacia la posición de

Vergara, quien más bien cuestiona las posibilidades de éxito y sostenibilidad de reformas

diseñadas tecnocráticamente, pero sin la capacidad de generar coaliciones exitosas que

respalden y sostengan estas reformas. Como señalan Scartascini y otros (2011: 2), el potencial

de las reformas para lograr resultados positivos “depende, en gran medida, de la calidad del

proceso de formulación de políticas a través del cual se debaten, se aprueban y se

implementan”.

Efectivamente, por más que la construcción de espacios de diálogo con los sindicatos

aparezca como una estrategia de más largo aliento, utilizar estrategias que permitan templar

las posturas defensivas de los sindicatos al tiempo que se avanza en ciertos compromisos

inmediatos para ganar credibilidad y legitimidad podría favorecer la implementación

sostenible de las reformas. En una situación de alta fragmentación política y sin partidos

sólidos que respalden estas reformas meritocráticas e integrales, sus promotores estarán

exigidos de mostrar su capacidad para maniobrar políticamente y convencer a los sectores de


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trabajadores del beneficio privado y público de estos emprendimientos inéditos y ciertamente

necesarios.
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BIBLIOGRAFÍA

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es-el-unico-camino-para-salir-de-la-crisis-que-el-pais-enfrenta/

https://blogs.iadb.org/administracion-publica/es/merito-en-el-estado/

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