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Universidad de Concepción.

Pedagogía en Filosofía.
Equívocos: Debate liberalismo - comunitarismo

A continuación, se planteará un resumen de las cuestiones más importantes tratadas


por el filósofo norteamericano Michael Taylor en su texto Argumentos filosóficos,
relacionándolo con algunos conceptos previos vistos en la primera evaluación, para
concluir con una opinión personal acerca del texto.

En la teoría social y en la teoría de la justicia, podemos encontrarnos con una


división entre dos perspectivos sobre el tema: las posturas liberales y las posturas
comunitaristas., sin embargo, para Taylor, el debate está sumergido en equívocos y
confusiones.

La primera confusión que Taylor reconoce es la de considerar como una sola


cuestión algo que, para él, está subdividido en dos cuestiones: las cuestiones ontológicas y
las cuestiones de defensa. Taylor define así las cuestiones ontológicas: “.... tiene que ver
con los términos últimos que se aceptan en el orden de la explicación” (1997, p.239). con
esto, señala que las cuestiones ontológicas están relacionadas con las causas últimas que se
utilizan, pero explicar la realidad social. En las cuestiones ontológicas encontramos dos
ramas que se desprenden de esta cuestión: la visión atomista de la sociedad y la visión
holista de la sociedad. Los primeros consideran que los términos últimos de explicación,
acciones y estructuras sociales son reducibles a las propiedades sobre los individuos, esto
quiere decir que es la individualidad del sujeto lo que determina la explicación última de las
acciones sociales. En tanto la postura holista considera que los términos últimos de la
explicación sobre las acciones y las estructuras sociales sólo son explicables por medio de
la concatenación de los individuos, o sea, que las individualidades no tienen la fuerza
suficiente para explicar de forma última las acciones sociales. En tanto las cuestiones de
defensa, Taylor las define como lo siguiente: “tiene que ver con la postura moral o los
principio que se adoptan” (1997, p.239). Definición clara y sencilla, nada más que acotar.
Aquí la distinción está entre posturas de corte individualista o colectivistas, en donde
establecen la diferencia en el énfasis que se le da a los derechos individuales, por parte del
individualismo, o bien, darle mayor importancia a la vida en comunidad o bienes de la
comunidad, como afirman las posturas colectivistas. Según Taylor, las cuestiones
ontológicas y las cuestiones de defensa no son excluyentes, por lo que se pueden mezclar y
defenderse sin apuro.

Taylor explica que dentro de los conceptos de “liberales” y “comunitaristas” se


desglosa lo que él llamó cuestiones ontológicas y cuestiones de defensa. Para ello, analiza
el texto de Michael Sendel “Liberalismo y los límites de la justicia”, en donde reconoce que
los conceptos que trata Sendel, están basados en lo que llamó cuestiones ontológicas, o sea,
la explicación última de las estructuras sociales, lo cual recibió diversas críticas de una
buena parte de pensadores liberales, arguyendo principalmente a cuestiones de defensa. El
texto que utiliza de ejemplo Taylor, versa en los modelos que existen en la sociedad,
relacionándolo con la comprensión del yo y en identidad, afirmando que la existencia de
yos totalmente desvinculados es un imposibilidad como la existencia de sociedades
totalmente atomistas, sin embargo, la existencia de yos parcialmente vinculados y yos
parcialmente desvinculados sí es plausible, dando paso a sociedades parcialmente atomistas
y parcialmente holistas. Esto resulta ser un aporte para la ontología social, pero no se acerca
a una moral o a principios que haya que adoptar como sociedad. Con esta postura, Taylor
busca mostrar que adoptar una concepción de la estructura social no equivale a adoptar una
postura moral determinada, sin embargo se delimitará el camino se vaya a tomar como
postura moral.

Taylor observa que las cuestiones ontológicas tienen un impacto en la configuración


de la defensa en donde esta es dirigida por la forma que en que se concibe la estructura
social. Esta lo observa en las críticas que Sendel le lanza en contra de Rawls, puesto que
este sostiene el principio de diferencia igualitario, el cual afirma lo siguiente: “tratar la
dotación de cada uno como parte de los recursos materiales conjuntamente para beneficio
de la sociedad como en todo”(Taylor, 1997, p.243) Con esta Rawls está afirmando una
cuestión ontológica, la cual necesita de un elemento que está de fondo implícito: Altos
niveles de solidaridad entre los integrantes de la sociedad. Esto sirve para ilustra el punto
que Taylor señala anteriormente, que el impacto ontológico define las opciones que hay que
defender, en este caso, la de Rawls, sería un modelo holista de la estructura de la realidad,
que se relaciona con los distintos tipos de identidad: entre yos vinculados, un modelo
holista de sociedad en donde se repartan las dotaciones individuales.

A raíz de esto, Taylor apunta a que los términos “liberales” y “comunitarista” son
híbridos y lo que está detrás de ellos se basan en el análisis ulterior sobre los términos de
cuestiones de defensa y ontológicos, ya que es en este análisis es donde se puede
determinar posturas como individualista atomista o colectivistas holista o individualistas
holistas o colectivistas atomistas, sin embargo el filósofo estadounidense le quita mérito a
esta última tesis, la tesis colectivista atomista. Taylor afirma que la postura con la que él se
identifica es la individualista holista y considera que desde la aparición del texto de Sendel,
mencionado anteriormente, se han puesto en el debate liberal las cuestiones ontológicas, ya
que este debate se encuentra plagado de prejuicios atomista que a los ojos de Taylor son
incorrectas.
El filósofo americano señala que hay un tipo de liberalismo que se ha vuelto
popular, al cual llamó “liberalismo procedimental”. El liberalismo procedimental se
caracteriza por tener una concepción ontológica holista de la estructura social en donde la
sociedad es comprendida como una asociación de individuos. Está, la sociedad, cumple la
función de facilitar -en medida de lo posible- los planes de buena vida de cada individuo.
Estos planes de la buena vida que cada individuo tiene son aceptados dentro de la sociedad,
puesto que el liberalismo procedimental no obliga a que se adapte una concepción de la
buena vida, debido al principio de igualdad que se encuentra de base en las sociedades
procedimentales. Esto significa que en tanto a cuestiones de defensa, el liberalismo
procedimental se adscribiría a una visión individualista. Sin embargo se reconoce que esta
teoría tiende a caer en el etnocentrismo, puesto que solo ha sido viable en donde el
liberalismo se ha desarrollado con más fuerza.

La crítica sobre la viabilidad del procedimentalismo viene desde la tradición cívica-


humanista. Taylor ahonda en esta segunda tradición, arguyendo que uno de los temas
centrales es la libertad como antónimo de despótico. Aquí ‘despótico’ quiere decir que es
un régimen en donde el poder de la ley es controlada por un único señor o de una camarilla
y que la gente está sujeta al régimen por la coacción. Sin embargo, para Taylor, una
sociedad libre, debería optar por un sentimiento de identificación voluntaria con la
sociedad en la que se vive. Este sentimiento de identificación voluntaria con la sociedad es
denominada como “patriotismo”. En esta tradición, las cuestiones de defensa son
colectivas; existe un bien común en la sociedad que hace que los ciudadanos se interesen
por voluntad propia la dignidad ciudadana. El patriotismo se da en el interés voluntario por
las instituciones, debido al sentimiento de solidaridad con aquellos que forman parte del
bien común. Esta forma de gobierno se acerca al régimen de la república. La concepción
ontológica que descansa en la tradición cívica-humanista es holista, puesto que considera a
la sociedad como un conjunto de individuos que se juntan para obtener beneficios que de
forma individual no hubieran logrado. Lo anteriormente nombrado sobre juntarse para
obtener beneficios que individualmente no se lograrían, también es aplicado al campo de
los bienes, en el sentido de algunos de que algunas cosas tienen valor de forma individual y
otros de manera colectiva, a esto se le suma el hecho de que hay valores que se disfrutan y
se alcanzan con la ayuda de los demás, de nosotros. Taylor distingue entre bienes
‘mediatamente’ comunes y las ‘inmediatamente’ comunes, los primeros son los bienes que
se disfrutan en compañía y los segundos aquellos que se disfrutan solos. Además de estos,
se muestran los bienes ‘convergentes’ que son aquellos bienes que no se podrían conseguir
solos y se administran colectivamente.

La república está motivada por la idea de bien común inmediatamente compartido,


lo que incentiva al patriotismo. El sentido de libertad del que se apropia la tradición cívica-
humanista, sería, en términos de Berlín, una libertad positiva, la cual se refuerza en la idea
de patriotismo y en la participación ciudadana con la república, que los ciudadanos tienen
poder de injerencia, o sea “son sus propios amos”. En esto radica la importancia de la tesis
republicana, entender la libertad en términos de participación.

Sin embargo, esta tradición no está libre de contrapuntos, por ejemplo, para que el
régimen sea libre, los ciudadanos deben participar en las instancias que demanda la
dignidad de la sociedad, así, en época de guerra, son los mismo ciudadanos de la república
quienes deben ir a protegerla y defenderla, en cambio, un régimen despótico, podría reunir
dinero y contratar mercenarios que se encarguen de la defensa del régimen.

A lo anterior, Taylor le llamó “tesis republicano” que en resumen es el sentido de


patriotismo en conjunto con la libertad entendida como participación, la cual sirve para
poder criticar la tesis procedimentalista, argumentando que en sus formas de gobiernos
procedimentales no se permite establecer un régimen libre.

Aunque hay defensas con las que un procedimentalista puede argumentar en contra
de esta crítica, la cual sería que se malinterpreta el concepto de bien al no fijarse en las dos
dimensiones que engloba este concepto: bien en sentido amplio y estrecho, en el sentido
estrecho, el liberalismo procedimental no cuenta con un bien sobre la buena vida a lo que
deben aspirar como sociedad, pero si cuenta con un bien en sentido amplio, en donde se
comparte un bien que se considera importante para la sociedad.

En tanto, la tesis republicana se le criticó que está basada en los antiguas forma de
gobierno, y que en la modernidad el individualismo ha ganado terreno amplio, por lo que
añorar una república, es quedarse en el pasado, vivir en la nostalgia. No obstante la
respuesta que esta postura da para zafarse resulta bastante legítima: la indignación que
producen abusos de poder de parte de los líderes de las sociedades modernas. Esta apunta a
la colectividad de las masas para forma un sentimiento de identificación voluntaria y
revelarse contra las violaciones normativas que puede ejercer un estado. Y esto no está
reconocido por el atomismo que asume que la sociedad está constituida por el
individualismo, si se entendiera la sociedad de manera instrumental, no se preocuparon de
acciones de este tipo. Por lo tanto, el patriotismo, que es pieza clave de la tesis republicana,
aún tiene vigencia en las sociedades modernas. No obstante, el patriotismo es causante de
una gran cantidad de hechos atroces en la historia, un claro ejemplo es el régimen nazi, en
donde, ensalzando el valor de la identificación voluntaria con el estado o la patria, en este
caso, fueron comandados hacia los peores genocidios de la historia.

El punto que quiere ilustrar Taylor es que la tesis procedimentalista no excluye la


tesis republicana, específicamente, el patriotismo, la cual está en el fondo de las sociedades
liberales.

En conclusión, Taylor intentó iluminar el camino dentro de la discusión del


liberalismo, profundizando en ideas como el bien común, sociedades holistas, patriotismo,
entre otros conceptos fundamentales para el debate, sin embargo, dentro del contexto
cotidiano, se puede observar que las cuestiones ontológicas están plagadas de lo que él
llamó prejuicios atomista, y que las concepciones de buena vida cambia entre persona, no
existe una unión o algo que identifiquen a las comunidades de la sociedad, lo cual, desde mi
punto de vista, permite que se dé una multiculturalidad con gran impacto, la cual no ha sido
posible unificar más allá de pequeños comunidades, las cuales optan cada una por su
sistema de valores y su visión de la buena vida.

Javier Abrigo Parra.

Referencias

 Taylor, C., (1997), Argumentos Filosóficos. España, Barcelona: Editorial Paidós, SAICF.
 Berlin, I., (2005), sobre la libertad., dos conceptos de libertad. España, Madrid: Alianza
Editorial.

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