ANDREA MARTÍNEZ CAZARES

31 DE OCTUBRE DE 2017

Arráncame la vida
Ángeles Mastretta

Ángeles Mastretta (1949), es conocida por ser una escritora cuyas obras muestran
personajes femeninos sugerentes, que contrastan con las realidades sociales y
políticas de México.

La obra “Arráncame la vida” es sin duda una de ellas, ya que nos muestra la vida
de Catalina Guzmán, una mujer que relata su transformación y las causas de esta.
La historia se ubica temporalmente en un periodo posrevolucionario, donde la
participación de la mujer no es tomada en cuenta y se ve como una figura
únicamente de compañía, dedicada al trabajo de la casa y a la crianza de sus hijos.

La historia inicia cuando Catalina conoce a Andres, un general

Como se menciona en la obra, Catalina era una mujer carente de opiniones incluso
menciona “Me sentaba a oírlos y a dar opiniones con toda la contundencia que
me facilitaban la cercanía de mi padre y mi absoluta ignorancia.”

Catalina es una mujer lista, una mujer que a pesar de carecer de una educación
formal,
Llegando al punto en que ella conoce cómo responde Andrés

NO ERA COMÚN QUE LAS MUJERES OPINARAN O CUANDO LO HACÍAN SUS

JUICIOS LES PARECÍAN IGNORANTES

*Hablaba conmigo como con las paredes, sin esperar que le contestaran, sin
pedir mi opinión, urgido sólo de audiencia.
 ANDREA MARTÍNEZ CAZARES
31 DE OCTUBRE DE 2017

“Yo al principio no sabía de él, no sabía de nadie. Andrés me tenía guardada como
un juguete con el que platicaba de tonterías, al que se cogía tres veces a la semana
y hacía feliz con rascarle la espalda y llevar al zócalo los domingos.”

“Un día, en Cholula, empezó uno diciendo que varias mujeres se le habían
acercado para preguntarle cuál podía ser su apoyo a la Revolución y que él les
había respondido que ya el general Aguirre con su sabiduría popular había dicho
una vez que las mujeres mexicanas debían unirse para defender los derechos de
las obreras y las campesinas, la igualdad dentro de las relaciones conyugales,
etcétera. De ahí para adelante no le creí un solo discurso.”

“Yo preferí no saber qué hacía Andrés. Era la mamá de sus hijos, la dueña de su
casa, su señora, su criada, su costumbre, su burla. ¿Quién sabe quién era yo?, pero
lo que fuera lo tenía que seguir siendo por más que a veces me quisiera ir a un país
donde él no existiera, donde mi nombre no se pegara al suyo, donde la gente me
odiara o me buscara sin mezclarme con su afecto o su desprecio por él.”

“Con los niños todo era dar y parecer contenta. Los llevaba a la feria, a subir un
cerro o a buscar ajolotes en los charcos cerca de Mayorazgo para quitarme de la
cabeza lo que no fuera un juego o una demanda fácil de resolver.

“Me daba vergüenza estar así por un hombre, ser tan infeliz y volverme dichosa
sin que dependiera para nada de mí”

“Me volví infiel mucho antes de tocar a Carlos Vives. No tenía lugar para nada que
no fuera él. Nunca quise así a Andrés, nunca pasé las horas tratando de recordar
el exacto tamaño de sus manos ni deseando con todo el cuerpo siquiera verlo
aparecer. Me daba vergüenza estar así por un hombre, ser tan infeliz y volverme
dichosa sin que dependiera para nada de mí.”
 ANDREA MARTÍNEZ CAZARES
31 DE OCTUBRE DE 2017

“La viudez es el estado ideal de la mujer. Se pone al difunto en un altar, se honra

su memoria cada vez que sea necesario y se dedica uno a hacer todo lo que no
pudo hacer con él en vida.”

Llega un punto en que Catalina toma la decisión de no apagar su propia

personalidad, empezar a expresar sus ideas, gustos, opiniones, etc. Y es a partir de
esto que se nota en la obra que surge otro personaje, pero aun sigue casada con
Asecencio y no tiene la libertad de hacer lo que quiere.

Con la Muerte de Andres Ascencio, Catalina se siente empatica con el sentimiento

de sus hijos hacia la muerte de su padre, pero es hasta el momento en que recuerda
que con la muerte de Carlos Vives no tuvo la oportunidad de llorar que logra liberar
todos los sentimientos que tenia guardados.

En el momento que muere el general ella lamenta y resiente su partida pero al mismo
tiempo y por primera ve después de muchos años logra sentirse feliz, sentirse libre.