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17 de Septiembre, 2017.

Modelos de Planificación aplicables a los


deportes de combate

Rodrigo Damián Merlo


Doctor en Educación y Ciencias del Deporte.
Director del Centro de Estudios Superiores de Educación Especializada.

1.1. Preparación física


En el año 1995, Platonov define la preparación física como la aplicación de un conjunto de
ejercicios corporales, dirigidos racionalmente a desarrollar y perfeccionar las cualidades
perceptivo-motrices de la persona para obtener un mayor rendimiento físico.

Partiendo de la definición previa, comprenderemos que para llegar al alto rendimiento


deportivo, debemos planificar, periodizar y programar ejercicios físicos que colaboren
aportando una gran transferencia en cuanto a las ganancias obtenidas en el desempeño de
los movimientos deportivos que se pretenden mejorar.

Por otro lado, no debemos olvidar, que este alto grado de especificidad que pretendemos
emplear en la preparación de los peleadores profesionales, solo puede aplicarse gracias a las
bases físicas previamente desarrolladas en las etapas correspondientes a la iniciación, el
desarrollo y el perfeccionamiento deportivo (Ducoing Cordero; Bahamonde Pérez y
Fernández Vergara, 2013).

Aunque en los deportistas de Elite el entrenamiento físico debe emplearse bajo un alto nivel
de especificidad, esto no quiere decir que quedarán descartadas las cargas de preparación
física general o auxiliar, pero si es importante remarcar que estas ocuparán un menor
porcentaje en la distribución de los trabajos a lo largo de todo el plan. De todas formas, los
programas iniciarán con una etapa de preparación general (que en algunos casos puede no
existir por el breve lapso que en ocasiones se programan los combates), seguidos de una
etapa de preparación específica, predominantemente orientada al desarrollo de las
capacidades técnico, tácticas y estratégicas. Es así que proponemos dividir los planes de
entrenamiento para deportistas de alto rendimiento en dos etapas:

Gráfico 1. Etapas de preparación en los planes de entrenamiento para deportistas de alto


rendimiento.

Gráfico 2. Tendencias de las etapas de preparación a lo largo del plan.

Podemos observar en el gráfico 2 que en la primer etapa de la preparación a la


competencia, tendrá mayor incidencia la preparación física al servicio de la técnica
deportiva específica de cada disciplina, en cambio, en la segunda etapa predominarán los
aspectos técnico, tácticos y estratégicos sirviéndose de los beneficios ofrecidos por el
desarrollo de la preparación físico-técnica anterior.

Es importante comprender la dinámica adecuada que debe seguir el comportamiento de las


cargas generales y específicas a lo largo de la carrera deportiva de los peleadores, es por
ello que en el siguiente gráfico expondremos un diagrama que pretende ilustrar de manera
simple el comportamiento progresivo y regresivo de las preparaciones especiales y
generales respectivamente.

Gráfico 3. Tendencias de las etapas de preparación a lo largo de la carrera deportiva.

El buen manejo de las cargas de entrenamiento nos permitirá ir accediendo a niveles cada
vez mayores de rendimiento deportivo, logrando las adaptaciones específicas que se
requieren para soportar las exigencias competitivas contemporáneas.

1.2. Adaptación
Siendo que los efectos que se procuran lograr con la preparación física de los atletas son
una serie de adaptaciones orgánicas que favorezca el desempeño deportivo durante la
competencia, creemos oportuno mencionar algunos aspectos de la posibilidad adaptativa
del organismo humano a la carga física impuesta.

Para entender la adaptación, debemos ver a esta cualidad como intrínseca a la vida misma,
es así que los biólogos nos ofrecen una clasificación de las características de los seres
vivientes, donde se destaca que todos los seres vivos tienen en mayor o menor grado las
siguientes propiedades:

Gráfico 4. Propiedades de los seres vivos.

En el gráfico 4 se puede observar que una de las propiedades de los seres vivos es la
adaptación. Mediante diversos estudios científicos, sabemos que los seres humanos al igual
que en muchos otros animales pueden adaptarse a una carga de entrenamiento físico.

En la década del 70´el doctor Selye formulaba la teoría del síndrome general de adaptación
sobre la cual se basan algunos principios del entrenamiento deportivo.

El síndrome de adaptación general es una de las teorías más importantes en el campo de las
ciencias del ejercicio físico, puesto que le da lógica y fundamento científico a los trabajos
de acondicionamiento físico que realizamos.

En sus estudios, Selye (1979) describe el síndrome de la siguiente forma:


“Frente a la acción de un agente estresante, se altera el equilibrio del organismo (ruptura de la
homeostasis). Si dicho agente actúa de forma continua y reiterada dará origen a adaptaciones orgánicas
para poder soportarlo.”

1.3. Ley de Hans Selye aplicada al entrenamiento físico


“Supuestos básicos de la adaptación: el proceso de adaptación es el marco en el que se han de basar
las decisiones acerca de la metodología y la investigación del rendimiento deportivo” (Zhelyazkov,
2001).

“Tanto los agentes naturales como el entrenamiento actúan como estímulos que provocan un estrés
(desgaste, desequilibrio) en el organismo. El estrés se manifiesta a través de un síndrome que se conoce
como síndrome general de adaptación” (Selye, 1979).

“La reacción a este estrés es general / específica (producida sobre todo el organismo en general) y
específica (producida fundamentalmente sobre algún órgano o sistema concreto). El estrés, como
reacción defensiva y adaptativa, crea una sólida base metodológica para revelar la esencia del
entrenamiento deportivo como complejo proceso de adaptación” (Zhelyazkov, 2001).

“Ante una situación de desequilibrio producida por la acción de un agente externo sobre el organismo
(estrés), éste reacciona mediante una serie de ajustes fisiológicos específicos para cada estímulo o agente
estresante, con lo que el organismo del sujeto que los sufre intenta restablecer el equilibrio en sus
funciones” (Selye, 1979).

Aunque los ajustes son específicos según el agente estresante que actúa, la forma en que
estos se producen son inespecíficos y siguen siempre una misma secuencia,
independientemente del estímulo o agente externo que actúa. Selye llamó a esta secuencia
síndrome general de adaptación (Selye, 1979).

De Vries demostró experimentalmente que aplicando ejercicios físicos intensos se


provoca en principio un estado de shock y que el efecto general de los ejercicios podía
llevar hacia un estado de contra–shock.

Así, aplicar cargas de entrenamiento que estresan al organismo seguidas de ejercicios


que lo descargan, permite lograr el estado de contra–shock, aquello que comúnmente se
denomina “supercompensación”. De esta forma, la adaptación que se produce durante el
proceso de entrenamiento físico es explicada por este proceso biológico denominado
supercompensación.

Gráfico 5. Proceso de supercompensación.

La preparación del deportista se debe enmarcar en una serie de estructuras que le dan un
orden lógico y gradual, posibilitando el desarrollo de la vida deportiva de los atletas a
través de los años. Es por ello que expondremos algunos modelos de planificación que se
pueden utilizar en los deportes de combate, así como su lógica progresiva, partiendo desde
una definición clásica del concepto de planificación hasta llegar a describir los diversos
modelos que proponemos utilizar a lo largo de la vida deportiva de los peleadores,
incluyendo el aporte de un nuevo modelo de planificación que está siendo creado por
nosotros.

1.4. Planificación
Entendemos la planificación como la acción de prepararse con antelación a los hechos que
creemos que ocurrirán, con la intensión de obtener los mejores resultados posibles,
trabajando para atenuar las carencias y enfatizar las virtudes de los sujetos, fundamentando
las decisiones tomadas en los conocimientos previos obtenidos por la práctica y el acceso a
los estudios científicos consultados sobre el tema.
Entonces, en la planificación del entrenamiento deportivo intentaremos desarrollar las
cualidades físicas de una manera ordenada y lógica, procurando inicialmente atenuar las
carencias físico-técnicas que tenga el deportista, para luego, cerca del momento de la
competencia enfocarnos en las virtudes que posea el mismo.

Una de las particularidades de la planificación del entrenamiento deportivo es que en ella se


establecen todas las fases del proceso y se manejan líneas de contenidos generales del
trabajo a realizar. Es así que en una planificación debe haber parámetros que se refieran a lo
que se va a hacer en el futuro, con indicadores de acciones específicas que permitan
comprender la causalidad de los hechos esperados.

Según Seiru-lo (1999), esta propuesta teórica de trabajo que es la planificación, debe estar
construida por una descripción, previsión, organización y diseño de los acontecimientos
que ocurrirán en el entrenamiento durante una determinada fase de la vida del deportista y
debe contar con mecanismos de control que permitan modificar los acontecimientos a fin
de obtener un proceso de entrenamiento ajustado para lograr los resultados deseados en la
competición deportiva.

1.5. Modelos de planificación para los deportes de combate


Existen diversos modelos de planificación, pero no todos pueden utilizarse en los deportes
de combate ni en cualquier etapa deportiva de las personas, es por ello que a continuación
realizaremos las recomendaciones correspondientes para clarificar estos puntos.

Haremos un recorrido histórico muy breve sobre los distintos modelos de planificación que
pueden utilizarse en la preparación del deportista de combate y una diferenciación sobre
cuáles son los más apropiados de acuerdo a la etapa deportiva de los peleadores.

Para comenzar enlistaremos los modelos de planificación del entrenamiento deportivo que
propondremos utilizar en los deportes de combate (existen más) y como cierre
expondremos un nuevo modelo original y propio donde se refleja el estado actual de uno de
los deportes de combate que trabajaremos, como es el caso del boxeo profesional.
Los modelos de planificación que creemos idóneos para utilizar en los deportes de combate
desde la iniciación deportiva hasta el alto rendimiento son los siguientes:

Gráfico 6. Modelos de planificación para deportes de combate.

1.6. Modelo de planificación Clásico


Este modelo de planificación fue el primero en aparecer en el campo de las ciencias del
ejercicio. Fue creado por Lev Pavlovich Matveev en el año 1962 tuvo como objeto ofrecer
una propuesta metodológica que procuraba conseguir la forma deportiva de los atletas en
un momento específico de un ciclo anual. Entendiendo la forma deportiva como el estado
óptimo orgánico a partir del cual se pueden alcanzar los mejores resultados competitivos.

Propone que la forma deportiva se debe ir construyendo a lo largo de la temporada para


luego en el periodo competitivo poder mantener esta forma y competir en las mejores
conciciones. Al finalizar las disputas suguiere que se debe perder esta forma deportiva
puesto que es insostenible desde múltiples puntos de vista.

Se plantean para este modelo tres periodos donde se darán la construcción, el


mantenimiento y la pérdida de la forma deportiva, los cuales son:
Gráfico 7. Periodos de la planificación clásica.

Por otro lado, el periodo de preparaciónes está subdividido en Periodo de Preparación


General y Periodo de Preparación Especial.

Estos periodos se fundamentan en la ley de adaptación y es por ello que solicitan un


tratamiento cíclico.

En la planificación clásica se espera obtener uno o dos picos de rendimiento físico anuales,
basándose principalmente en el desarrollo de las capacidades condicionales, procurando el
desarrollo de múltiples capacidades en simultaneo.

A partir de los estímulos múltiples puede lograrse el desarrollo de una amplia base de la
condición física.

Lo más destacado de este modelo es que inicialmente se centra en el incremento del


volumen de las cargas para luego ocuparse de la intensidad decreciendo el volumen.

Gráfico 8. Modelo de planificación Clásico.

Por estas razones es que este modelo es sugerido para los deportes de combate en la etapa
de iniciación deportiva, puesto que se requiere de tiempo y gran volumen de trabajo para
lograr las condiciones básicas que luego soportarán las inmensas cargas de ejercicios físicos
en el alto rendimeinto deportivo.

Siendo que en las etapas tempranas del entrenamiento deportivo, los sujetos comienzan
aprendiendo la técnica y el deporte en general, el volumen de competencias es muy bajo o
incluso puede llegar a no existir, lo cual favorece la aplicación de un modelo de
entrenamiento que exija todo un ciclo anual para su aplicación.

1.7. Modelo de planificación Multicíclico


Este modelo de planificación está basado en el anterior. Comenzó a utilizarse en 1977 por
Matveev y aunque posee la misma lógica en el comportamiento creciente y decreciente del
volumen y de la intensidad, la dinámica de estos dos parámetros varía significativamente,
puesto que se propone una aplicación acentuada de las cargas de entrenamiento. De esta
forma permite aumentar los picos de desempeño físico anuales, provocando que los
deportistas puedan participar en mayores competiciones a lo largo del año, generando los
famosos ciclos dobles y triples de entrenamiento.

Para poder adquirir la forma deportiva varias veces en el año es recomendable que se halla
comenzado a entrenar con el modelo clásico, buscando un solo pico de rendimiento anual,
luego pasar a dos picos, hasta poder llegar gradualmente a tres. Cada ciclo debe finalizar
con un periodo de transición, aunque puede considerarse que el mesociclo de introducción
siguiente posee características en sus cargas de entrenamiento que podrán oficiar como
periodo transitorio.

Gráfico 9. Modelo de Planificación Multicíclico.


Esta propuesta está constituida por tres fases temporales denominadas:

Gráfico 10. Fases del Modelo de Planificación Multicíclico.

A estas alturas de la evolución del rendimiento del deportista, es importante remarcar que
estas dinámicas de distribución de las cargas propias de este modelo no deben ser utilizadas
en niños que se encuentran en la etapa de iniciación deportiva, puesto que aun no poseen
las bases morfofuncionales como para poder soportar las cargas concentradas propuestas en
esta estructura.

Habiendo destacado algunos puntos fundamentales de este tipo de planificación podemos


comprender que este modelo de planificación es aconsejable luego de utilizar el Clásico
durante la época de especialización deportiva.

1.8. Modelo de planificación Pendular


En el año 1971 Arosiev y Kalinin proponen un modelo de planificación que tiene como
intensión resolver la problemática de aquellos deportistas que debían entrar varias veces por
año en su forma deportiva. Para ello desarrollaron el modelo Pendular que propone aplicar
cargas específicas y generales de forma alternada, siendo las primeras elevadas en cada
cíclo de competencias y las segundas deprimidas en simultaneo.

Según Forteza de la Rosa (1999), la alternancia entre las cargas generales y especiales es un
aspecto fundamental en la estructuración del entrenamiento, no pudiendo existir una
preponderancia de las cargas generales sobre las especiales. Las cargas especiales crecen
constantemente a medida que avanza la macroestructura, a diferencia de las cargas
generales que disminuyen en la misma medida, pudiendo llegar estas últimas a desaparecer
en los ciclos más acusados de competición.

Con esta propuesta se logró solucionar de manera parcial la necesidad de conseguir la


forma deportiva múltiple cantidad de veces al año.

Gráfico 11. Péndulo de Arosiev y Kalinin.

Fuente: Arosiev y Kalinin (1971).

Es importante remarcar que a medida que la amplitud del péndulo sea menor, mayor será la
cantidad de veces que el deportista pueda competir con eficacia, aunque, a medida que la
amplitud del péndulo sea mayor más durará la forma deportiva lograda.

1.9. Modelo de planificación De Campanas


Esta estructura se basa en la anterior y es ofertada como una alternativa similar pero
mejorada, debido a que desrigidiza la estructura péndular de Arosiev y Kalinin (1971),
permitiendo realizar ajustes en la diferenciación progresiva de la preparación general y
especial.

Según su autor, las campanas estructurales siguen el mismo principio de la diferenciación


entre las cargas generales y especiales del modelo pendular, aunque en este caso, siempre y
en todo momento de la macroestructura las cargas de preparación especial estarán por
encima de las cargas generales sobre la especial (Forteza de la Rosa, 1999).
Gráfico 12. Macrociclo anual con doble estructura de campana.

Fuente: Forteza de la Rosa (1999).

En el gráfico 12 Forteza de la Rosa (1999) nos muestra como es la dinámica de una doble
campana anual, donde el deportista al finalizar una temporada competitiva, debe iniciar otra
temporada inmediatamente.

El aporte crucial que este modelo le hace al Pendular es que aún uniendo las dos campanas,
el péndulo no cruza la frontera de diferenciación, es decir, la preparación general no
sobrepasa la preparación especial en relación con la carga porcentual. Después de haber
terminado un macrociclo, en este caso el primero de tres mesociclos, con una relación de 10
a 90 %, general y especial respectivamente, se inicia una nueva campana estructural con
una relación de 45 a 55 % (Forteza de la Rosa, 1999).

1.10. Modelo de planificación En Bloques


Este modelo surge en 1980 propuesto por Yuri Verhoshansky, es un modelo de
planificación cuya propuesta principal estuvo enfocada a los deportes de fuerza y potencia.
También es conocido como “Estructuración de sucesiones interconexas”.

El concepto se basa en la administración de cargas concentradas y selectivas en las cuales,


se mantiene un objetivo unilateral de entrenamiento, priorizando entonces, una sola
dirección funcional para el diseño del plan de trabajo; un bloque debe durar entre cuatro y
ocho semanas, con un objetivo determinado (Ortiz Cárdenas, 2016).
Este modelo propone que el trabajo de fuerza debe encontrarse de manera concentrada en
un bloque de entrenamiento aislado, generando con ello, mejores condiciones para los
trabajos siguientes que se enfocarán en el desarrollo de la velocidad, le técnica, etcétera.

Después de un cúmulo de trabajo donde se alcanza a tocar levemente la disminución de la


capacidad objetivo del bloque, se espera lograr el efecto de acumulación retardada del
entrenamiento. Éste último criterio será entonces, la base primordial del sistema de
entrenamiento por bloques (Ortiz Cárdenas, 2016).

Los mesociclos considerados por Verhoshansky para la planificación en Bloques son:

Este modelo logra innovar al considerar las interconexiones positivas que deben darse entre
mesociclos de entrenamiento, siendo una de las primeras estructuras que incorpora los
aspectos de adaptación biológica a las planificaciones del entrenamiento deportivo.

Es así que en los contenidos de los bloques, se utilizan cargas concentradas que deben
solaparse la una con la siguiente y tener esta primera, contenidos que puedan enlazarse con
la subsiguiente (Ortiz Cárdenas, 2016).

Gráfico 13. Dinámica de relación entre diferentes bloques de trabajo.

Fuente: Campos y Ramos (2003).

En el gráfico 13 se puede percibir que un aspecto sumamente importante en este modelo es


la interconexción positiva de las cargas que se potencian de mesociclo a mesociclo.
Por otro lado es crucial remarcar que en este modelo existen diversos componentes
fundamentales para su funcionamiento, los cuales son:

La dinámica del comportamiento de estos componentes puede verse en el gráfico que se


muestra a continuación.

Gráfico 14. Macrociclo de Bloques.

Fuente: Adaptado de Verhoshansky (1996).

La etapa “A” es la base del entrenamiento, aquí se pretende incrementar el potencial motor
mediante la activación de los mecanismos de adaptación neuromotriz específica.
La etapa “B” es el periodo especial donde se comienza a utilizar el potencial obtenido en el
mesociclo anterior, pero en condiciones de intensidades cada vez mayores con ejercicios
altamente específicos al deporte.

Y por último en la etapa “C”, se refiere al periodo competitivo, donde se utilizan con la
máxima eficacia el potencial motor logrado bajo movimientos competitivos de alta
intensidad.

1.11. Modelo de planificación ATR


Este modelo fue propuesto por Issurin Y Kaverin (1985), a nuestro entender es uno de los
que mejor se ajusta a los deportes de combate de alto rendimiento, puesto que los
peleadores deben enfrentarse a un calendario de competencias con un grado enorme de
incertidumbre y este modelo permite ajustar la planificación a las fechas cambiantes (como
es el caso del boxeo profesional en la primer etapa de esta carrera).

El modelo lleva el nombre de ATR por las siglas de sus mesociclos (Acumulación,
Transformación y Realización), ofreciendo en cada momento la posibilidad de trabajar
capacidades que colaborarán en el siguiente mesociclo para obtener una mayor
performance (de la misma manera que propone Verhoshansky, 1996).

Esta estructura de planificación se concentra en el efecto residual del entrenamiento y su


orientación está dirigida a un menor número bajo de capacidades a desarrollar.

Los mesociclos tienen una duración suficiente como para alcanzar cambios morfológicos,
energéticos y coordinativos significativos, que se dan entre los 14 a 28 días.

El modelo que se propone, donde existe una lógica sumatoria de las ganancia físicas
logradas en los mesocilos anteriores es la mejor forma para obtener una concentración más
elevada de cargas de entrenamiento.

Según Navarro Valdivieso (2015), en este modelo se alternan con más frecuencia la
orientación del entrenamiento y sus contenidos, lo que hace que la preparación llegue a ser
de mayor interés, más motivante y atractiva para los deportistas. Al mismo tiempo que se
aumenta la eficacia en el control del entrenamiento, puesto que el objetivo sobre el que
actúa el entrenamiento se restringe en cada mesociclo, registrando los cambios justamente
en las capacidades sobre las cuales se actúa preferentemente.

El modelo está dividido en tres mesociclos y es atravezado por 3 columnas de desarrollo.

Los mesociclos como ya dijimos son de Acumulación, Transformación y Realización, pero


a su vez están conformados por tres columnas de trabajo que pretenden desarrollas aspectos
morfológicos, energéticos y coordinativos.

Gráfico 15. Planificación ATR con sus mesocíclos y sus lineas de desarrollo.

1.11.1 Mesocíclo de Acumulación


En este periodo, los ejercicios de fuerza máxima, son la base del mesociclo posterior,
aportando las adaptaciones morfofuncionales necesarias para el entrenamiento
especializado subsiguiente, que pretende mejorar de la fuerza explosiva y la resistencia a la
misma. Es por ello que el programa de fuerza debe ser acompañado por estímulos de
resistencia, debido a que el entrenamiento acumulativo procura mejorar los potenciales
oxidativos y contráctiles de los músculos. Así, estas cargas en simultáneo son compatibles
con los períodos de perfeccionamiento técnico que procuran la eliminación de los errores
motrices.

1.11.2. Mesocíclo de Transformación


En este periodo dentro de la columna energética, se orquestan entrenamientos de gran
demanda física, proponiendo trabajos intensos que afecten la estabilidad orgánica en su
máxima expresión, esperando generar la mayor fatiga soportable que, a su vez, estorbará la
ejecución técnica, por lo cual es recomendable evitar trabajos de presición para prevenir
lesiones en las articulaciones.

En lo que refiere a la columna morfológica los trabajos estarán orientados a estimular la


fuerza explosiva, procurando el incremento de la tasa del desarrollo de la fuerza bajo gestos
específicos.

1.11.3. Mesocíclo de Transformación


Por último, en el mesociclo de transformación se procura obtener una condición física
integra, con trabajos de velocidad, ejecutados con técnicas específicas enmarcados en la
táctica competitiva.

Este momento de la preparación está constituido por entrenamientos enfocados a la


modelación de la actividad competitiva utilizando para ello gestos técnicos bajo la lógica
táctica y estratégica plateada para el combate.

En lo que refiere a la columna energética, el mayor énfasis está dado en la vía fosfagénica,
esperando con ello mejorar la velocidad de ejecución de los gestos específicos, para lo cuál
es de suma importancia que los trabajos de velocidad se den con pausas completas y activas
entre series.

Los mesociclos deben ordenarse de forma consecuente y gracias a su sumatoria se formará


el macrociclo que siempre responde a los tres mesociclos básicos. Al final de cada
mesociclo de realización, el deportista se encuentra en condiciones de alcanzar elevados
registros, por lo que en ese momento se deben introducir competiciones (Avalos Aguilar,
2015).

Tabla 1. Macrociclo ATR.

A esta propuesta de planificación elaborada por Issurin Y Kaverin en el año 1985, le hemos
realizado algunos ajustes para poder enmarcarla en los deportes de combate y con ello
hemos podido elaborar el siguiente cuadro.

Tabla 2. Mesociclo ATR ajustado a deportes de combate.

1.12. Modelo de planificación Bifásico


Según Gómez Castañeda (2005), el modelo bifásico de planificación del entrenamiento
deportivo se caracteriza por estar conformado por dos fases, las cuales son: la cuantitativa y
la cualitativa, estas serán las que marcarán las orientaciones metodológicas. A través de la
utilización de estas fases, el autor pretende disminuir el tiempo de preparación del
deportista para optimizar las cargas de entrenamiento en función del aspecto competitivo,
reduciendo notablemente el tiempo y la preparación deportiva.
1.12.1 . Carácter cuantitativo de las orientaciones

Como bien lo describe Castañeda (2005), las orientaciones del entrenamiento marcan el
camino que se debe recorrer para lograr una meta. Dicho autor prosigue, explicando que en
la preparación de los deportistas existen orientaciones perfectamente definidas, que
establecen la base para alcanzar el incremento de los logros deportivos. Estas orientaciones
se desprenden del sistema de preparación cuyos componentes son:

Este carácter cuantitativo de las orientaciones define la primera fase del modelo bifásico de
planificación, donde las orientaciones a trabajar van a condicionar el nivel de preparación
del deportista, es decir, sirven de base sustentable para la construcción posterior de las
orientaciones que determinan el resultado deportivo.

1.12.2 Carácter cualitativo de las orientaciones

En este apartado, Gómez Castañeda (2005), describe que el carácter cualitativo de las
orientaciones y explica lo siguiente:

“El carácter cualitativo de las orientaciones se manifiesta perfectamente en la fase del modelo de
planificación subsecuente a la fase cuantitativa, cumpliendo el principio de la transformación de cantidad
en calidad específica competitiva y por tanto los contenidos en esta fase serán realizados recreando
situaciones reales de competencia, para potencializar la base que se ha construido en la fase anterior y
desarrollar un nivel de predisposición óptima física, psicológica, técnica y tácticamente, cada disciplina
deportiva debe realizar una caracterización de las orientaciones determinantes del resultado deportivo,
donde se establezca perfectamente cuales son las que influyen directamente en el éxito de la competencia
y que garanticen el cumplimiento de los resultados, en el caso de la mayoría de los deportes de combate
las orientaciones indicadas en esta fase la planificación se describe como sigue” (Gómez Castañeda,
2005):

Preparación Física

a. Resistencia a la fuerza explosiva


b. Resistencia láctica
c. Rapidez de movimientos aislados

Preparación Técnico - Táctica

d. Sistemas Ofensivos
e. Sistemas Mixtos
f. Sistemas Defensivos

Preparación psicológica

Manejo de las habilidades de auto conversación, imaginación mental, regulación de la


atención y establecimiento de objetivos, estas habilidades cognitivas se entrenan todo el
tiempo durante las sesiones de entrenamiento.

Las orientaciones del entrenamiento y el aprovechamiento de sus efectos se estructuran en


una organización de la carga con las orientaciones determinantes del resultado deportivo
descriptas por el autor en la siguiente gráfica (Gómez Castañeda, 2005).

Gráfico 16. Orientaciones del entrenamiento deportivo en el modelo bifásico.

Fuente: Adaptado de Gómez Castañeda, 2005.


Este modelo, resalta la importancia de establecer los indicadores de medición de cada
orientación del rendimiento, para poder tener el control preciso del proceso de
entrenamiento. Es por ello que su autor describe los indicadores de medición de las
orientaciones de la fase cuantitativa en los siguientes cuadros de análisis.

Tabla 3. Indicadores de las orientaciones del rendimiento en la fase cuantitativa.

Fuente: Adaptado de Gómez Castañeda, 2005.

Tabla 4. Indicadores de las orientaciones del rendimiento en la fase cualitativa.

Fuente: Adaptado de Gómez Castañeda, 2005.

Para finalizar, y como estrategia clarificadora, Gómez Castañeda (2005) nos muestra una
estructura gráfica del modelo bifásico de planificación.
Gráfico 17. Estructura gráfica del modelo bifásico de planificación.

Fuente: Gómez Castañeda, 2005.


1.13. Modelo de planificación Dinámico
Al recorrer los diferentes modelos de planificación que se expusieron, nos hemos dado
cuenta de que la evolución de los mismos se fue dando en la medida que las exigencias de
los calendarios deportivos generaban la necesidad de efectuar cambios. Es así que al
percatarnos de ello, nos surgió la curiosidad de indagar sobre la temporalidad con que se
dan los combates en los deportes que entrenamos. Iniciamos la revisión con el boxeo
profesional varonil y nos dimos cuenta que en los peleadores profesionales exitosos la
tendencia es al reves que en otros deportes. Puesto que a medida que los peleadores
acumulan mayor cantidad de combates exitosos, sus competencias son cada vez más
lejanas. Inician compitiendo entre cuatro y nueve veces anuales, en peleas pactadas de 4 a 6
rounds y culminan su carrera profesional peleando dos o tres veces en el año, en eventos a
12 rounds, defendiendo sus títulos mundiales. Estas conclusiones fueron obtenidas a partir
de realizar un análisis del historial de competencias de los la mayoría de los actuales
campeones del mundo de boxeo varonil.

Tabla 5. Competencias anuales de los actuales campeones del mundo de boxeo profesional
varonil (2017).

Observación: A la columna año, debe sumársele dos mil para reflejar el año en que comenzaron a pelear
profesionalmente. Los espacios en negro significan que aun no comenzaban a combatir en el campo rentado.
En la tabla 5 se pueden observar la tendencia de los encuentros deportivos realizados por
año en cada campeón del mundo varonil actual de todas las categorías de boxeo. Al graficar
estos números en áreas podemos observar claramente la disposición decreciente con
respecto a los combates por año.

Gráfico 18. Tendencia decreciente de los combates pactados por año en los campeones del
mundo de boxeo profesional.

Interpretando el gráfico anterior nos damos cuenta de que a medida que el peleador tiene
más éxito, el tiempo para entrenar se extiende al igual que la cantidad de episodios a los
que deben combatir, iniciando por 4 rounds, seguidos de 6, luego 8, llegando a 10 cuando
se combaten algunos títulos nacionales o intercontinentales, hasta los 12 rounds cuando son
campeonatos del mundo (en hombres).

Así, para poder ajustar la planificación a los periodos de preparación y competencias,


debemos observar la dinámica del comportamiento de estas etapas y las modificaciones en
los volúmenes de rounds a los que se va a pelear. De esta forma, podremos prepararnos
para las competencias ajustando el modelo a la realidad y no a la inversa. Es por este
motivo que hemos denominado a este modelo “Dinámico”, puesto que bajo esta lógica es
capáz de ajustarse a cualquier realidad dinámica de los calendarios deportivos de cualquier
deporte.
Gráfico 19. Rango de combates por año durante las etapas inicial, intermedia y avanzada
en las 17 categorías de boxeo profesional varonil.

A medida que el análisis de las competencias nos indica que contamos con más tiempo para
entrenar, se podrán seleccionar aquellas valencias físicas que requieran mayor tiempo para
reflejar el efecto retardado o residual de las cargas.

Comprendiendo cuanto es el tiempo estimado con que contamos para realizar la


preparación del deportista, podremos seleccionar las cualidades físicas a desarrollar según
su posibilidad de adaptación en el tiempo de trabajo destinado.

De todas las variables físicas a desarrolar, existirán algunas que pueden adaptarse en el
tiempo de entrenamiento con el que contamos (según la etapa de la vida deportiva boxística
en la que nos encontremos), siendo así, como entrenadores debemos centrarnos en las que
aporten al rendimiento deportivo, según las características específicas de la disciplina y el
estilo de combate del peleador.

1.14. Progresión lógica


Todos estos modelos pueden utilizarse en las diferentes etapas deportivas, nosotros
sugerimos que la progresión se realice de la siguiente manera:
Gráfico 20. Progresión en la utilización de los modelos de planificación a utilizar en las
diferentes etapas deportivas.

Es importante remarcar que para implementar estos modelos de planificación se requiere


que las cargas de entrenamientos lleven una periodización lógica. Por tal motivo dejaremos
por el momento los modelos de planificación y pasaremos a describir la periodización de
las cargas.

1.15. Periodización
Para elaborar un plan de entrenamiento físico dirigido a la mejora de la performance de un
peleador y obtener los mejores resultados en sus combates, es necesario conocer el tiempo
que tendremos para entrenar, ósea la fecha del combate, para así poder calcular la cantidad
de días con los que contamos para prepararlo.

Es desde la elaboración en la periodización del plan de entrenamiento que podremos inferir


que capacidades físicas se alcanzarán a desarrollar correctamente en los deportistas, para
poder ser utilizadas en su mejor expresión el día de la pelea. Por tal motivo es que creemos
importante exponer brevemente los tiempos mínimos que se requieren entrenar las
capacidades físicas (fuerza y resistencia) esperando lograr adaptaciones significativas que
puedan ofrecernos una ventaja en el combate.

1.16. Tiempos de adaptación al estrés


Con respecto a las ganancias en la fuerza muscular y al aporte de los factores que colaboran
en su desarrollo, podemos observar que en las primeras semanas de entrenamiento de la
fuerza, la mayor contribución la realizan las adaptaciones neuronales, y no es sino, hasta la
tercer a quinta semanas de trabajo cuando comienza a ser significativa la aportación de la
hipertrofia muscular en el desarrollo de esta capacidad (Moritani y de Vries, 1979).

Gráfico 21. Adaptaciones neuronales y musculares al entrenamiento de fuerza a través del


tiempo.

Fuente: Moritani y de Vries (1979).

Por otro lado, las ganancias significativas en la capacidad oxidativa pueden verse a partir de
la semana tres a cinco, aunque hay que tener cuidado, puesto que el 50% de estos logros se
pierde tan solo con una semana de desentrenamiento (Booth, 1977).
Gráfico 22. Ganancias y pérdidas de la capacidad oxidativa.

Fuente: Booth (1977)

Es por estos motivos que las posibilidades en la adaptación al entrenamiento físico, pueden
verse limitadas o favorecidas según la cantidad de días que hallan hasta el la pelea para la
que entrenemos.

En todos los casos, tengamos tres semanas para entrenar o tres meses, van a haber
circunstancias que debemos respetar. Una de ellas es que la semana previa al combate el
deportista debe realizar sesiones de entrenamiento suave, que le permitan recuperarse y
generar una supercompensación para que el día de la pelea este en su mejor condición
física.

1.17. Programación
La programación de las cargas de entrenamiento, se refiere a las acciones motrices que
planificamos realizar en las sesiones. Así, programar, será ordenar los contenidos del
entrenamiento a través de un plan estratégico que permita llevar al deportista a conseguir
los objetivos propuestos, siguiendo la lógica dictada por la planificación a través de los días
marcados por la periodización de las cargas.

Podemos ver que es fundamental tener en cuenta lo que refiere el profesor Gómez
Castañeda en el 2011:
“La programación debe incluir todos los contenidos de trabajo secuenciados en el tiempo y eso se
consigue mediante la periodización del entrenamiento”.

Entendiendo así que no se pueden disociar la planificación de la periodización y la


programación, puesto que poseen una lógica interna y que a medida que nos adentramos a
las sesiones de entrenamiento, estas responden a las tendencias marcadas por los
Microciclos, y Mesociclos ordenados por la planificación del Macrociclo.
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