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Alumnos

Jhon Muñoz

Ana Hoyos

Isauc Romero

María Salguedo

Asignatura

Desarrollo humano procesos

Tema

El adolescente y los grupos deseables, no deseables, tribus urbanas

Docente

Delcy Fontalvo

2019/05/24

Barranquilla, atlántico, Colombia


Objetivo general

Conocer a profundidad los grupos sociales que se dan en la adolescencia.

Objetivos especifico

Identificar los distintos grupos sociales que se dan en la adolescencia.

Conocer las características de estos grupos.

Tener la capacidad de reconocer los distintos grupos en la cotidianidad

Conocer los peligros que implica pertenecer a una pandilla.

Conocer la importancia de la función de los grupos.


Introducción

El desarrollo social en esta etapa de la vida ya se empieza a tomar más en cuenta ya que se

observa que los adolescentes comienzan a asociarse, a inscribirse a equipos, clubes. Si el

adolescente tiene problemas para integrarse en grupos esto lo puede conducir al aislamiento o

la inclusión en grupos menos deseables como lo son las pandillas, las sectas entre otros. El

hecho de sentirse mayor, ser aceptado por un determinado grupo, el deseo de querer

experimentar nuevas cosas de adultos muchas veces conduce al joven al consumo de bebidas

alcohólicas. En estos momentos los padres tienen gran responsabilidad ya que el deber de

estos es el de la prevención ya que esto puede llevar al consumo de drogas tales como

marihuana, cocaína, éxtasis, Popper, etc. Los grupos adolescentes constantemente están

incentivados a la cultura del consumo y del riesgo por medio de los anuncios publicitarios en

la televisión, el cine, en la internet, revistas, periódicos, aunque esta población muchas veces

carece de poder adquisitivo para comprar estos productos. Se espera que el adolescente realice

una elección adecuada, aunque carece de experiencia en la compra de algunos productos.

Los grupos adolescentes tienen una función importante en los cambios que se presentan en

esta etapa de la vida del ser humano, pero estos tienen antecesores naturales y son los grupos

de la niñez y la pubertad. El niño crece en 2 formas de grupos los que vienen determinados

por los padres como lo son por ejemplo los amigos de escuela, los grupos recreativos y

educativos entre otros y el segundo es un grupo que el escoge de forma espontánea como lo

son los amigos del barrio, de su pueblo, del lugar donde fue a vacacionar etc. Las cosas
cambian en la adolescencia las posibilidades de integrarse en grupos y también las funciones

del grupo se amplían muchísimo.

Los grupos de adolescentes

En esta etapa los jóvenes tienden a reunirse por razones de sus intereses y sus objetivos sin

embargo es en esta donde el joven elige un grupo en el cual pasa a ser su nueva familia. es de

suma importancia que ellos puedan escoger libremente su grupo y los padres no interfieran en

su elaboración y su trayectoria hacia la autonomía. Como sabemos, hay padres que rechazan

cualquier tipo de grupo formado fuera del entorno inmediato de la familia y utilizan la

dependencia emocional y económica del hijo para limitarlo represivamente. Si la presión

familiar coincide con tendencias adhesivas del hijo, es probable que los padres tengan éxito y

éste permanezca ligado al entorno familiar sin cuestionarse nada, como forma de seguir

«habitando» la familia, adoptando el pensamiento de sus padres, como expresión de una

adolescencia ausente. (Torras,2002)

Grupos deseables: son los que se dan en condiciones normales se caracteriza por tener la

aprobación de la familia. Lo integran jóvenes de su entorno social este grupo ayuda a

evolucionar favorablemente hacia la construcción de una identidad propia y hacia un grado

válido de diferenciación como individuo. Estos grupos los integran adolescentes más maduros

que han desarrollado relaciones interpersonales más maduras, tienden a ser constructivos y

elaborativos.

Los grupos no deseables el adolescente busca un grupo que contraste con su

familia, como una experiencia más allá de su entorno inmediato e incluso, en su búsqueda de

identidad, como ensayo de su natural necesidad de romper convenciones y


escandalizar. Así, busca provocar reacciones en su familia, comprobar hasta qué punto sus

padres son permisivos, descuidados, contenedores o represivos, de intentar, como necesidad

defensiva, que sean ellos los que tengan miedo y no él., en situaciones de conflictivo familiar

más extrema la integración en un grupo opuesto a la familia puede presentarse como un

desafío, un rechazo violento llevado hasta la ruptura. Suele tratarse de un adolescente

excesivamente atrapado en el universo familiar por el control y la imposición, a menudo

facilitados hasta ahora por el propio apego regresivo del hijo. Entonces, cuando trata de

modificar esta situación, luchando como puede por salir de los vínculos regresivos, se aferra a

un grupo de pertenencia completamente opuesto. (Torras,2002)

Por otro lado, hay que tener en cuenta lo siguiente en los grupos. Cuanto más abiertos son

los acuerdos, más permisivo es el grupo y más respeta las opciones individuales, más positivo

es para la maduración del joven. En cambio, cuanto más rígido, más se impone, más

represivo, más negativo es para esta evolución.

Definiremos algunos de estos grupos no deseables

Pandillerismo.

La pandilla es un grupo de personas que sienten una relación cercana, o íntima e intensa entre

ellos, por lo cual suelen tener una amistad o interacción cercana con ideales o filosofía común

entre los miembros.


Este hecho los lleva a realizar actividades en grupo, que puede ir desde salir de fiesta en grupo

hasta cometer actos violentos o delictivos. No necesariamente siempre son un grupo delictivo,

pero en este tema hablaremos de los Grupos que se dedican a Crear Caos, llamado pandillerismo.

Muchos tipos de pandillas poseen la estructura general de un grupo organizado. Hay pandillas

callejeras, formadas por personas con antecedentes y motivaciones similares. El término

"pandilla callejera" se juntan en calles y comúnmente se intercambia con el de "pandillas

juveniles", en referencia a grupos de jóvenes de barrio o de la calle que cumplen con los criterios

de "pandilla". Miller define una pandilla callejera como "una asociación autoformada de pares,

unidos por intereses comunes, con liderazgo identificable y organización interna, que actúan

colectiva o individualmente para lograr efectos específicos, incluyendo el desarrollo de una

actividad ilegal y el control de un territorio, instalación o empresa en particular. Esto usualmente

incluye la actividad delictiva.

Principales causas.

La desintegración familiar y el abandono moral

Es la principal causa para que los niños, adolescentes y jóvenes se incorporen a pandillas.

La familia como integración básica de la sociedad está en crisis; hay un alto porcentaje de

separaciones y abandono familiar. Empero, la ausencia de los padres, por la situación

económica dedican más tiempo a la obtención del ingreso familiar, generando un vacío que la

sustitución de la crianza de los hijos por otros familiares empleados o conocidos no puede

llenar, porque no guardan el mismo interés por su educación comunitaria.

Desocupación y el desempleo.
Es para el común de los jóvenes difícil conseguir un empleo, debido a su menor nivel

educativo y limitadas capacidades y habilidades, así como por los prejuicios y desconfianza

que generan en sus potenciales empleadores, debido a su vestimenta y adornos físicos, como

son tatuajes, aros, cortes, etc.

Necesidad de pertenencia.

Uno de los elementos de las Pandillas es este sentido de pertenencia, que se desarrolla en

su interior, esto cubre una necesidad importante en el adolescente, porque como hemos visto

provienen básicamente de familias donde por la desintegración son excluidos de este espacio.

En definitiva, necesitan mucho más que otros adolescentes, sentirse apoyados. Este ámbito lo

encuentran en la pandilla, con gentes organizadas, líderes; secuaces, que al igual que ellos son

desertores escolares y prófugos de hogares.

Consecuencias.

Las consecuencias en la sociedad que el pandillaje ha provocado han dado lugar a dos

efectos, que son las más resaltantes: violencia pandillera e inseguridad social. En primer

lugar, el cultivar el machismo, el no poder expresar los sentimientos libremente, la

implantación de sentimientos de lealtad y solidaridad , el probarse mediante “guerras” si están

aptos o no para pertenecer a una pandilla: todo esto da paso a la violencia pandillera para

buscar una supremacía que en la mayoría de casos ha traído consigo muertos con armas

blancas En segundo lugar, el sin número de guerras y muertes ha sembrado pánico entre los

ciudadanos de zonas aledañas, lo cual ha puesto en manifiesto la inseguridad social que

existe; muchos ciudadanos han recurrido a las autoridades.


Prevención.

La Principales maneras de Prevenir que las personas opten por ser pandilleros, empiezan

en los hogares, con la familia, un poco de afecto hacia los hijos, cenar juntos, dialogar y tratar

de entender a los jóvenes en parte esencial para su buen desarrollo emocional, Además es

importante evitar la violencia en casa, es importante concientizar sobre estos problemas y

ayudar a solucionarlos.

Practicar Un deporte, Estudiar, Trabajar, Actividades Productivas son la respuesta a los

males que aquejan a la sociedad, hay que hacer saber a los jóvenes que ese no es el camino

correcto, que hay muchas más cosas, que les pueden beneficiar, y hacerlos mejor persona.

Recuperado de http://miguel0218.blogspot.es/1460256425/pandillerismo-y-sus-causas-y-

efectos/
Tabla tomada del articulo los factores asociados a las pandillas juveniles en Centroamérica de

(cruz,2005)
Tribus urbanas

son expresión de la realidad juvenil que han acompañado estas últimas décadas

que son, a la vez, de desarrollo y, homogeneización y anonimato. En el fondo, lo que

se intentaba destruir acaba reconstruyéndose o recreándose en nuevas formas de

culturas urbanas, en algunos casos contestatarias y resistentes a la cultura

dominante. Surge entonces, en palabras de Michel Maffesoli, una nueva

tendencia, un nuevo tipo de agrupamiento, ése que el autor ha denominado tribus y

que tan rápidamente han cubierto el mapa humano de las grandes urbes y, por

supuesto, el de los medios de comunicación, esos escudriñadores y amplificadores

de este nuevo fenómeno, y que también son su principal sostén. La metáfora de la

tribu en sí misma permite dar cuenta del proceso de des individualización, de la

saturación de la función que le es inherente, y de la acentuación del papel que cada

persona está llamada a jugar en su seno.(silva,2002)

Identidad

Con frecuencia el adulto censura y descalifica a los más jóvenes en términos de

“inmadurez o falta de personalidad” porque actúan magnetizados por su grupo, sin

comprender los esfuerzos que el adolescente realiza para pertenecer al mismo y poder así
diferenciarse de lo que hasta ahora ha venido siendo. Recuperado de

https://www.cinteco.com/el-adolescente-y-su-grupo/

La identidad del grupo tiene a menudo sus signos externos, sus indicativos por los que se

reconocen y se les reconoce: formas de vestir, detalles de la indumentaria o del peinado,

formas de hablar, locales que frecuenta. A menudo, los indicativos muy marcados, estridentes

y muy en contraste con lo socialmente usual, nos evocan una identidad de algún modo anti-

social o una posición ideológica fanática, destructiva y nos despiertan aprensión porque

confundimos el grupo marginal con el anti-social. Pero una cosa son los grupos antisociales y

otra los grupos marginales que pueden ser grupos separados pero pacíficos. (Torras,2002)

Los diferentes grupos de jóvenes suelen atacarse entre ellos y utilizar sobrenombres para

rechazarse e insultarse tales como: “pijos”, “kumbas”, “hippies”, “okupas”, “rastas”,

“skinheads”, “skaters”, para nombrar solamente algunos. Cuando se trata de grupos más

definidos y cerrados, lo que se ha llamado tribus urbanas, los enfrentamientos pueden ser

mucho más serios. Ha habido países y épocas en los que sus luchas han constituido una

verdadera guerra social. (Torras,2002)

violencia de grupo

En ese grupo de amigos de pandillas, lamentablemente, en ocasiones se produce la

violencia o la exclusión hacia alguno de ellos, generalmente hacia el más moderado, tímido,

débil o que tiene alguna particularidad física, al que se aparta del circulo habitual, e incluso se

le extorsiona practicando acoso (bullying). A la hora de encontrar un motivo que justificara la


razón de una mayor o menor agresividad, recordemos que, en un estudio hecho en Montreal

en mil jóvenes de bajo estrato social, se halló como factor más frecuente en los agresores el

tener una madre adolescente y sin estudios. Otros trabajos relacionan la violencia con

desestructuración familiar y/o bajos ingresos económicos. Dans Olweus prueba en Suecia y

Noruega que un 60% de adultos convictos por algún crimen habían pertenecido a esas

pandillas, habían sido “bullies”, frente a un 23% de los encarcelados por la misma razón y que

no habían tenido relación con esos grupos. (Castellanos,2013)

Trastornos disociales

Los trastornos disociales se caracterizan por una forma persistente y reiterada de

comportamiento agresivo, perturbador y antisocial. Se trata de algo más que de las travesuras

o rebeldía del adolescente o del joven, es una forma de “maldad “que puede llegar a la

delincuencia. En la mayor parte de las ocasiones, la integración en pandillas problemáticas

contribuye a aumentar el problema.

Indicadores de posible delincuencia:

• No estudia ni trabaja.

• No va a la escuela.

• Es cruel y no le importa hacer daño físico.

• Es frío en la relación familiar.

• Hace pequeños robos de objetos de casa.

• Es egoísta.
• Tiene pocos amigos.

• Poco respetuoso.

• Tiene brotes de ira.

• Antecedentes de peleas y riñas.

• Fugas del hogar.

Existe un porcentaje notable de padres que enseñan a los hijos a comprar, pero no les

enseñan normas, cuando es evidente que la falta de implicación y autoridad de los padres

puede crear un delincuente. Hay que reseñar que las transgresiones de las normas, actos

delictivos o vandálicos, se producen entre 16-17 años, pero, al llegar a los 30 años, el 95% de

los jóvenes que presentaban esa conducta la abandonan, como afirma Cristina Rechea,

psicóloga y experta en criminología. (Castellanos,2013)

Por otra parte, va ganando adeptos la teoría según la cual el adolescente que comete faltas

repetidas debe “pagar por ellas”, lo cual no tiene como objeto el castigo sino el efecto

educativo, disuasorio, la erradicación del” todo vale” y la creación en lo posible de una

conciencia recta.

LA FUNCIÓN DEL GRUPO DE ADOLESCENTES

El grupo de adolescentes tiene función de puente, de trayecto, de objeto transicional

–en el sentido de Winnicott– entre la infancia y la autonomía, entre la dependencia


infantil y la dependencia adulta y entre la identidad de la familia y la propia identidad.

(Torras,2002)

El grupo constructivo facilita esta trayectoria, ofreciendo de momento un refugio en el que

el adolescente se cobija, y un apoyo para conseguir progresivamente su diferenciación como

individuo autónomo capaz de determinar sus elecciones como adulto. Pero ¿cómo realiza el

grupo esta función evolutiva? El adolescente llega al grupo con las experiencias de su infancia

y pubertad, su modelo de relaciones familiares, su proceso de cambio adolescente, sus

relaciones internas de objeto, sus ansiedades y defensas. Allí se encuentra con sus pares que

atraviesan una etapa vital similar, ansiedades y dudas parecidas, temores, defensas a veces

extremas, otras veces abiertamente tambaleante. Ya no es un niño, pero tampoco es un adulto,

su identidad está en un momento de cambios rápidos y debido a eso, frágil. Sus ansiedades,

sus dudas sobre sus propias capacidades y al mismo tiempo su necesidad defensiva de creerse

y aparecer hiperseguro, sus variaciones de humor, sus momentos regresivos, a menudo chocan

con su entorno. (Torras,2002)

Los grupos terapéuticos adolescentes

Los participantes generalmente no se conocen antes del inicio del grupo y al

terminar la tarea lo habitual es que éste se disuelva. En el grupo creamos las

condiciones necesarias –setting, formación del terapeuta, técnica– para ofrecer un

espacio de interacciones, expresión personal, asociaciones de

ideas, observación, escucha, posibilidad de empatía, interpretaciones, compartido

por todos los miembros, en el que el terapeuta tiene el rol diferenciado de


coordinador - conductor. El intercambio fomenta la capacidad de observar, los

cuestionamientos, los procesos de elaboración, en definitiva, las funciones que

ayudan a madurar y a desarrollar «experiencia». Las asociaciones de ideas

compartidas y grupales, la forma como se van relacionando los datos, ayuda a llegar

a nuevas síntesis y a desarrollar comprensión de las dinámicas grupales e

individuales. (Torras,2002)
Conclusión

Podríamos concluir, en definitiva, que la organización grupal a estas edades, respondiendo al

más puro instinto mediocre, se traduce en el diseño de un espacio de aprendizaje imprescindible

para el completo y adecuado desarrollo del individuo que tendrá la oportunidad de prepararse y

capacitarse para recorrer su futuro inmediato como joven adulto. Será entonces cuando, con un

cierto grado de independencia, decidirá por si mismo, menos influenciable por criterios externos

y preparando para convivir en sociedad.

Por otro lado debemos tener en cuenta interfieran mucho en la vida social de los adolescentes

ya que estos tiende a revelarse en contra de sus progenitores lo ideal aquí es que estos orienten a

sus hijos pero por ninguna circunstancia le imponga algo o los obliguen a hacer algo que pueda

conllevar a una ruptura.


Bibliografía

Castellano, G (2013) El adolescente y su entorno. Torrelavega-Cantabria. Pediatría integral.

https://www.pediatriaintegral.es/numeros-anteriores/publicacion-2013-03/el-adolescente-y-su-

entorno/

Torra, E (2002) Grupos de adolescentes. Tarragona España. Psiquiatra psicoanalista

Silva, C (2002) Juventud y Tribus Urbanas: En Busca de la Identidad. ) en Orientación

Educacional; CIDPA Viña del Mar.

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