Ensayo

El tango en las noches bohemias de Medellín durante el siglo XX
Resumen
Medellín escenario y convergencia de distintos contextos, el siglo XX controversial aún

como los actuales días, mostró varias facetas y transformaciones de un país reflejados
en una ciudad. El tango es quizás el mejor exponente de lo anterior, llegó lleno de
fusiones y desarraigos para apropiarse de una ciudad que clamaba esperanza en
medio de conflictos sociales, estatales y guerra. Errantes, propios buscaron alivio y
consuelo en sus letras, en sus bailes y escenas; hoy le comunica sus memorias a los
más jóvenes, recordándoles lo bohemio de aquellos días.
Allí estaba Medellín en las primeras décadas del siglo XX con sus calles
empedradas, pobladas de personas que marcaban sus huellas sobre la superficie
y que, plenamente conscientes sobre su pasado, alzaban la vista hacia un futuro.
Descalzos caminaban los campesinos por estas calles pues no se podían dar el
lujo de un par de zapatos, o bien, sus pies anchos y fuertes no los requerían, se
desplazaban constantemente hacia el centro de la ciudad con sus mercancías y
esperanzas, así fue consolidándose el comercio en esta zona que aprovechaba la
exportación de aquel metal precioso color amarillo, vistoso y atractivo para el
propio habitante y aún más para el extranjero, junto con el metal brillante y
maleable. Pequeños grupos de personas reuniéndose en el centro de la ciudad,
donde planeaban sus actividades financieras, que ya tenían cabida a finales de
siglo XIX, pero que en el siglo XX adoptarían un lugar en la economía mundial.
Durante este tiempo Medellín comienza su proceso de transformación, la vieja villa
El tango en las noches bohemias de Medellín durante el siglo XX (Tango una convergencia entre el campo y
la ciudad) Otálvaro, S., Gómez, N., Palacio, Luis., Jaramillo, Karla. Universidad de Antioquia.
congelada del siglo anterior se convierte en lo que hoy llamaríamos una ciudad
intermedia (Jaramillo, 1989).
Así pues, con la mentalidad despejada, inteligente y ambiciosa de
quienes habitaban Medellín, y la llegada del siglo XX, comienza a establecerse
todo un proceso de industrialización en la capital antioqueña, acompañado por la
exportación y bonanza de recursos incluido el auge cafetero, así como la
planeación de construcciones que empiezan a llenar los espacios verdes, y cuyo
progreso provoca la migración de un gran número de personas que atraviesan el
campo hacia la ciudad en busca de mejores oportunidades. A este proceso
industrial se incorporan servicios públicos como el tranvía, guiado por mulas en
aquel tiempo, todo el comercio mayorista, fábricas de cervezas, cigarrillos y
empresas textiles, junto con los artesanos, fiel motor de desarrollo cultural y
político (Jaramillo, 1989). Los barrios obreros se expanden por todo el centro de la
ciudad, inmigrantes europeos deciden embarcar hacia un nuevo destino
augurando grandes negocios y una vida digna.
Medellín, ciudad envuelta entre los pétalos que danzan con el viento y
montañas que tocan el cielo, se desliza entre ríos y quebradas, y se asienta en el
profundo pasto. Testigo de transformaciones sociales, económicas y políticas, pero
también rebosante de fuertes cambios culturales que llegarían de distintas partes
del mundo. Entre preparaciones y festejos, se embarcaría quizás una de las
grandes influencias que golpearía con gran vehemencia, fuerza y pasión aquellas
calles de una ciudad trabajadora y resiliente, el tango, un género musical que
encuentra sus raíces en el siglo XIX a orillas del Río de la Plata, en Buenos Aires y
Montevideo. Surge con una mezcla de personas, tradiciones musicales y culturas,
cuyos protagonistas son los criollos rioplatenses, indígenas, negros, mulatos e
inmigrantes que se reunían para dar lugar a danzas improvisadas y liberar sus
espíritus oprimidos (Origen y evolución del tango, s.f.)
Con la evolución del tango empiezan a surgir diversos instrumentos,
entre ellos, la guitarra, que acompaña aquellas letras arrabaleras rebosantes de
sentimiento, el apacible sonido de una flauta, el agudo violín, el piano dócil que
conmueve cada célula y posteriormente la llegada de un objeto especial en manos
de marineros desde la lejana Alemania, donde se utilizaba como sustituto del
órgano en las iglesias, pero que ahora se convierte en el instrumento que, sin
innecesarios detalles, le otorga el alma al tango, el bandoneón. Si bien, este
género surge en un contexto social complicado y precario en Buenos Aires,
posteriormente las condiciones humildes y difíciles se verían reflejadas también en
aquellos barrios pobres de Medellín, que encontrarían el refugio en las letras del
tango, llenas de nostalgia, abandono, y de los sentimientos más acallados del
hombre (Nieto, 2017).
Así como en la literatura exquisita se exponen temas trascendentales,
más allá de la imaginación humana, de igual forma se conectan estos temas con
situaciones de gran cotidianeidad en las letras del tango. Medellín se adaptaba a
un modo de vida industrial, la construcción de proyectos como el Ferrocarril de
Antioquia demandaba una gran fuerza de trabajo que fue brindada por obreros de
aquel tiempo, que trabajaban durante el día y en la noche descansaban al son de
unos buenos tangos en el centro de la ciudad (González, 2015). Sentimientos
como el amor, el desarraigo, el abandono y la esperanza fueron adoptados por
aquellos obreros que tomaron como propio un género musical que se difundió por
todo el mundo. Estos obreros y campesinos agobiados también por los conflictos
políticos y sociales nunca más volvieron a sus terruños, en vez de eso, buscaron
un futuro en la ciudad del progreso que les brindaba la esperanza de un empleo
para su estabilidad familiar (González, 2015). El tango nace en lo profundo del ser,
cuando los músicos ambulantes llevaban las noticias de pueblo en pueblo al son
de una canción (Puerta, 2018).
Medellín, con sus calles empedradas, sus pobladores afanados y
descalzos, trabajadores y orgullosos, sus grandes paisajes que se descubren
entre el profundo verde y el azulejo esperanzador, presenció la llegada de un
proceso industrial para el que quizás no estaba del todo preparado, pero se
adaptó de la mejor manera, dejó sus raíces en las antiguas villas y fincas, para dar
lugar a las construcciones y el progresivo comercio que auguraba un futuro
próspero. Ciudad de transformaciones sociales, económicas y políticas, pero
también culturales que recibió influencias de muchas partes del mundo, unas más
fuertes que otras, como lo sería el tango desde su llegada al barrio Guayaquil Arias,
A. E. (2014). , cuyo ritmo y letra quedó arraigada en cada habitante de la ciudad,
donde una fuerte convergencia de pensamientos cuyo origen reside en la
multiculturalidad, derivó influencias visibles en la cotidianeidad actual, por ejemplo,
el uso del lunfardo al igual que el parlache, dos construcciones lingüísticas que se
arraigaron en diferentes zonas de Argentina y de Colombia, respectivamente, y
que continúan arraigadas a la cultura en Medellín Naranjo, L. S. (2017).
Es así como el tango ingresa a la capital de la montaña, rebosante de
múltiples expresiones culturales, con un recorrido histórico ya establecido a partir
de la conexión entre varios grupos de distintas descendencias, que convergen y
se deslizan entre pasionales letras, raíces y danzas, que incluyen también a sus
intérpretes, aclamados en el centro de la ciudad y en lo más recóndito de ella.
Hombres que tenían dos caminos, convertirse en hombres de letras, o hacer letras
para los hombres, y que, como Homero Manzi en su momento, optaron por el
segundo (Baldrich, 2016).
Bibliografía.
Arias, A. E. (2014). La temprana presencia del género Tango en
Colombia:1908-1935. Medellín de Aburrá: Cantarrana Editores.
Baldrich (1 de noviembre de 2016). Homero Manzi: Letras para el Pueblo. La
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Recuperado de
https://revistas.unal.edu.co/index.php/revistaun/article/viewFile/12006/12622
Molina, A. (2018). Medellín la ciudad de la eterna primavera. Medellín: Voy de
viaje. Tomado de http://www.voydeviaje.com.ar/mundo/medellin-la-ciudad-de-la-
eterna-primavera-0
Naranjo, L. S. (2017). El lunfardo y el parlache 2 argots unidos por el tango.
Signo y seña, 44-61.
Nieto, I. (18 de junio de 2017). Reflexiones sobre el tango en Colombia. El
Mundo. Recuperado de https://www.elmundo.com/noticia/Reflexiones-sobre-el-
tango-en-Colombia/354198
Puerta, A. (29 de noviembre de 2018). En el centro se resguarda la memoria del
tango. Centrópolis. Recuperado de https://www.centropolismedellin.com/el-tango-
en-medellin/
Puerta, A. (10 de septiembre de 2016). El Homero Manzi: templo del tango en
Medellín. Centrópolis. Recuperado de https://www.centropolismedellin.com/el-
homero-manzi-templo-del-tango-en-medellin/?
fbclid=IwAR38K9vEOZD_1LKs1QQA0AqIPFijlN3FNeT1nICrpDs8dw4Ibo9mh6lorf
w
Ramírez Patiño, S. (2011). Cuando Antioquia se volvió Medellín, 1905-1950. Los
perfiles de la inmigración pueblerina hacia Medellín. Anuario Colombiano de Historia
Social y de la Cultura, 38(2),217-
253.Recuperadohttps://revistas.unal.edu.co/index.php/achsc/article/view/28089/359
87
Tango. (s.f). En Wikipedia. Recuperado el 22 de abril de 2019 de
https://es.wikipedia.org/wiki/Tango
Zambrano, D. (8 de marzo de 2018). La mutación del barrio Guayaquil. El
Colombiano. Recuperado de https://www.elcolombiano.com/antioquia/historia-del-
barrio-guayaquil-de-medellin-CF8326545

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El tango en las noches bohemias de Medellín durante el siglo XX

Medellín escenario y convergencia de distintos contextos, el siglo XX controversial aún

empedradas, pobladas de personas que marcaban sus huellas sobre la superficie

y que, plenamente conscientes sobre su pasado, alzaban la vista hacia un futuro.

desplazaban constantemente hacia el centro de la ciudad con sus mercancías y

esperanzas, así fue consolidándose el comercio en esta zona que aprovechaba la

exportación de aquel metal precioso color amarillo, vistoso y atractivo para el

maleable. Pequeños grupos de personas reuniéndose en el centro de la ciudad,

donde planeaban sus actividades financieras, que ya tenían cabida a finales de

siglo XIX, pero que en el siglo XX adoptarían un lugar en la economía mundial.

Durante este tiempo Medellín comienza su proceso de transformación, la vieja villa

intermedia (Jaramillo, 1989).

Así pues, con la mentalidad despejada, inteligente y ambiciosa de

quienes habitaban Medellín, y la llegada del siglo XX, comienza a establecerse

todo un proceso de industrialización en la capital antioqueña, acompañado por la

exportación y bonanza de recursos incluido el auge cafetero, así como la

planeación de construcciones que empiezan a llenar los espacios verdes, y cuyo

progreso provoca la migración de un gran número de personas que atraviesan el

campo hacia la ciudad en busca de mejores oportunidades. A este proceso

industrial se incorporan servicios públicos como el tranvía, guiado por mulas en

aquel tiempo, todo el comercio mayorista, fábricas de cervezas, cigarrillos y

ciudad, inmigrantes europeos deciden embarcar hacia un nuevo destino

augurando grandes negocios y una vida digna.

montañas que tocan el cielo, se desliza entre ríos y quebradas, y se asienta en el

profundo pasto. Testigo de transformaciones sociales, económicas y políticas, pero

también rebosante de fuertes cambios culturales que llegarían de distintas partes

del mundo. Entre preparaciones y festejos, se embarcaría quizás una de las

calles de una ciudad trabajadora y resiliente, el tango, un género musical que

Montevideo. Surge con una mezcla de personas, tradiciones musicales y culturas,

cuyos protagonistas son los criollos rioplatenses, indígenas, negros, mulatos e

espíritus oprimidos (Origen y evolución del tango, s.f.)

Con la evolución del tango empiezan a surgir diversos instrumentos,

entre ellos, la guitarra, que acompaña aquellas letras arrabaleras rebosantes de

conmueve cada célula y posteriormente la llegada de un objeto especial en manos

de marineros desde la lejana Alemania, donde se utilizaba como sustituto del

innecesarios detalles, le otorga el alma al tango, el bandoneón. Si bien, este

género surge en un contexto social complicado y precario en Buenos Aires,

posteriormente las condiciones humildes y difíciles se verían reflejadas también en

tango, llenas de nostalgia, abandono, y de los sentimientos más acallados del

hombre (Nieto, 2017).

situaciones de gran cotidianeidad en las letras del tango. Medellín se adaptaba a

un modo de vida industrial, la construcción de proyectos como el Ferrocarril de

aquel tiempo, que trabajaban durante el día y en la noche descansaban al son de

unos buenos tangos en el centro de la ciudad (González, 2015). Sentimientos

como el amor, el desarraigo, el abandono y la esperanza fueron adoptados por

un futuro en la ciudad del progreso que les brindaba la esperanza de un empleo

de una canción (Puerta, 2018).

Medellín, con sus calles empedradas, sus pobladores afanados y

descalzos, trabajadores y orgullosos, sus grandes paisajes que se descubren

entre el profundo verde y el azulejo esperanzador, presenció la llegada de un

lugar a las construcciones y el progresivo comercio que auguraba un futuro

A. E. (2014). , cuyo ritmo y letra quedó arraigada en cada habitante de la ciudad,

donde una fuerte convergencia de pensamientos cuyo origen reside en la

multiculturalidad, derivó influencias visibles en la cotidianeidad actual, por ejemplo,

arraigaron en diferentes zonas de Argentina y de Colombia, respectivamente, y

que continúan arraigadas a la cultura en Medellín Naranjo, L. S. (2017).

Es así como el tango ingresa a la capital de la montaña, rebosante de

múltiples expresiones culturales, con un recorrido histórico ya establecido a partir

de la conexión entre varios grupos de distintas descendencias, que convergen y

intérpretes, aclamados en el centro de la ciudad y en lo más recóndito de ella.

segundo (Baldrich, 2016).

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