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PROYECTO DE ESTRUCTURAS 2003-2004

ANALISIS ESTRUCTURAL

INTRODUCCION
LECCIONES 1 a 8

INTRODUCCIÓN

BORO BORCHA VILA – PROFESOR TITULAR DAVID GALLARDO LLOPIS – PROFESOR TITULAR
PROYECTO DE ESTRUCTURAS 2003-2004

Es nuestra intención, orientar al alumno, que lo precise, sobre los conceptos


estructurales básicos que debe; recordar, ordenar, o en su caso, estudiar,
para poder acometer con soltura y seguridad el proceso de Análisis y Diseño de
Estructuras.

Para ello presentamos, en forma de lecciones, una serie de conceptos que


consideramos imprescindibles, o más bien básicos, para sedimentar los
conocimientos estudiados en años anteriores y poder abordar el estudio de
cualquier tema no contemplado en los temarios estudiados.

El contenido de estas lecciones, ya ha sido expuesto en cursos anteriores, por lo


que no pretendemos exponer los temas, exhaustiva y repetitivamente, sino con una
visión de recuerdo, síntesis y ordenación de los conocimientos que, por otra parte,
se suponen ya adquiridos, insistiendo, como ya se ha mencionado en los Conceptos
Estructurales Básicos que constituyen el objetivo fundamental que nos ocupa.

Para el mejor seguimiento de las clases teóricas, se presentan guiones, de cada una
de las lecciones, con referencias bibliográficas, de las fuentes a utilizar por el
alumno en el estudio de los temas.

Recomendamos, porque no nos atrevemos a exigir, la lectura y estudio de tres


publicaciones que presentamos:

“RAZÓN Y SER DE LOS TIPOS ESTRUCTURALES”


Eduardo Torroja.
Instituto E. Torroja de la Construcción y el Cemento. Madrid.

“ PLATEAMIENTO GENERAL DE PROBLEMA.


En la literatura técnica de la construcción se encuentran cientos de
obras, de carácter teórico, sobre el cálculo de sus estructuras; muy
pocas sobre las condiciones generales de sus diferentes tipos, sobre las
razones fundamentales que los determinan, sobre las bases que han de
orientar el problema de su elección y las ideas rectoras que guían al
proyectista en su trabajo inicial, siguiendo principios que, poco a poco,
han ido asimilando su mente, pero en los que rara vez se para a
reflexionar. ......

...... Las teorías rara vez dan más que una comprobación de la bondad
o del desacierto de las fórmulas y proporciones que se imaginan para la
obra. Están han de surgir primero de un fondo intuitivo de los
fenómenos, que ha quedado como un poso íntimo de estudios y
experiencias a lo largo de la vida profesional. De esto y sólo de esto se
pretende tratar ahora.

El cálculo no es más que una herramienta para prever si las formas y


dimensiones de una construcción, simplemente imaginada o ya
realizada, son aptas para soportar las cargas a que ha de estar
sometida. No es más que la técnica operatoria que permite el paso de
unas concepciones abstractas de los fenómenos resistentes a los
resultados numéricos y concretos de cada caso o grupo especial de
ellos. El asombroso avance, que en las teorías mecánicas de las
estructuras o elementos sustentantes de las construcciones han
producido los siglos XIX y XX, hace menospreciar excesivamente el
estudio ontológico de la morfología resistente. Todo proyectista que
descuide el conocimiento de sus principios, está expuesto a graves
fracasos; y el caso es que en las escuelas hay tanto que aprender que
rara vez queda tiempo para pensar.

Para acertar en la concepción y traza de las estructuras, y aun de las


construcciones en general, es necesario meditar y conocer bien las

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causas profundas, la razón de ser, de su mayor o menor aptitud


resistente; y se trata de enfocar, ahora, la cuestión, prescindiendo de
todo lo accesorio y, en especial, de todo lo que representa un proceso o
un valor numérico; se trata de considerar el problema desde puntos de
vista más generales y cualitativos. Porque es absurdo descender a la
concreción cuantitativa sin la seguridad de tener encajado el conjunto
en sus acertados dominios. Es un error demasiado corriente empezar a
calcular la viga número 1 sin haber antes meditado si la construcción
debe llevar vigas o no.

El empeño es audaz, porque, como decía Confuncio, tan inútil es


aprender sin meditar, como es peligroso pensar sin antes haber
aprendido de otros......

...... Las obras no se construyen para que resistan. Se construyen para


alguna otra finalidad o función que lleva, como consecuencia esencial, el
que la construcción mantenga su forma y condiciones a lo largo del
tiempo. Su resistencia es una condición fundamental; pero, no es la
finalidad única, ni siquiera la finalidad primaria.

Para lo que aquí interesa, las finalidades funcionales primarias podrían


agruparse en la siguiente forma:
1º. Aislar un determinado volumen del exterior. O sea, defender ese
volumen de los agentes naturales exteriores: viento, lluvia, nieve,
ruidos, temperaturas, vistas de otras personas, etc., Desde el punto de
vista estructural suelen distinguirse, en este grupo, los muros de cierre y
las cubiertas.
2º. Sostener cargas fijas o móviles. Es decir, pontear o establecer una
plataforma que permita el paso de personas, vehículos, etc. Son, de una
parte, los pisos de los edificios, y de otra, los puentes viaductos,
pasarelas, etc.
3º. Contener empujes horizontales o establecer un paramento, que
soporte los empujes de tierras, aguas u otros materiales líquidos, áridos
o materias análogas. Son presas, paredes de depósitos y silos, muros de
contención, diques de abrigo, etc. ......

...... Existen, pues, unas condiciones imprescriptibles, otras puramente


accesorias o de conveniencia, y unas intermedias absolutamente
necesarias cualitativamente, pero que admiten, en lo cuantitativo, un
margen mayor o menor. Por un puente colgante, sin viga de rigidez,
podrá ser posible el paso como en un tobogán, pero, nadie admitiría
esta solución; sin embargo, una pequeña flecha es bien aceptable.
Hasta dónde se acepta la elasticidad del sistema es punto difícil de
concretar y está sujeto a opiniones puramente subjetivas. ......

...... Porque no basta que su resistencia aleje el peligro de rotura. Es


necesario también que la construcción sea estable e inmóvil. Una obra
puede caerse o volcar sin romperse –que se rompa o no al llegar al suelo
es secundario -, puede deslizar sobre el cimiento, o acomodarse al
movimiento de las olas como un barco. Las construcciones que se van a
tratar aquí, no deben admitir semejantes movimientos ni resultar
deformables como un trampolín. Quizá, en lugar de hablar de una
función resistente, sería, pues, mejor hablar, con más generalidad, de
una función estática.
La función estática es siempre esencial; porque si una cosa, para
cumplir su finalidad, no necesita ser resistente y estable, no se la llama
construcción; o no entra en las que aquí interesan. ......

...... Pero, no debe olvidarse que, alrededor del fenómeno de resistencia


tensional interna, se presenten multitud de variantes, cada una de las

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cuales requiere, del material, una propiedad específica diferente. En


unos casos, se requiere resistencia superficial a la abrasión –como en un
piso -, porque ha de estar sometida a un cierto tipo de desgaste; en
otros, se exige una cierto tipo de desgaste; en otros, se exige una cierta
dureza, etc. Pero conviene dejar, para más adelante, la discriminación
del tema, porque es largo y requiere capítulo aparte. ......

..... Conviene, pues, solamente recordar –para no volver sobre ello -.


Que en la economía total de un tipo de construcción o de un elemento,
pueden influir factores tan variados como: el clima, la superficie y
densidad de población nacional, la facilidad de sus transportes, la
industrialización del país, la capacitación del personal obrero, el
volumen de elementos análogos en otras obras simultáneas o que se
han de realizar en un futuro próximo, etc., etc.

Unido o en pugna con la condición económica, se presenta el plazo de


construcción. Toda obra, en una región y una época determinadas, tiene
una marcha de ejecución que es la más económica o de menor costo
directo. Pero, hay que tener en cuenta otras razones que pueden hacer
conveniente alterar esta marcha, incluso por razones económicas,
cuando el problema se enfoca en su conjunto; y, como consecuencia de
ello, puede incluso cambiar el tipo estructural que convenga
elegir. ......

...... En resumen: cada construcción tiene su finalidad y sus


características propias; tiene, en consecuencia, unas condiciones
resistentes que cumplir; tiene unas exigencias económicas y de plazo de
construcción; y, en general, tiene, también, una interpretación estética
más o menos exigente. Para realizar dicha obra se dispone de unos
materiales con características propias y de unas técnicas para
manejarlos y realizar la obra. ......

...... La función resistente o estática es esencial, por cuanto, de no


serlo, la obra sea saldría del tema que aquí se trata; pero, no es nunca la
razón única y primordial de la construcción: Sin embargo, interesa
destacarla, por cuanto es aquella –o lo que ella impone en relación
íntima con las demás condiciones -, el tema que se ha de analizar y que
se podría definirse así: “De cómo elegir el tipo estructural, que adecuado
y económico para construirlo con los materiales y las técnicas de que se
disponen “. Aclarando que, al decir tipo estructural, mantener sus
formas y cualidades a lo largo del tiempo, bajo la acción de las cargas y
agentes exteriores a que ha de estar sometido; es decir, a la parte de la
construcción que garantiza la función estática antes citada y que, a falta
de otra palabra mejor, se llama “estructura”.
Se da, aquí, a esta palabra un sentido más lato del corriente, que la
refiere solamente al conjunto de piezas prismáticas o asimilables a ellas,
al que se aplica normalmente la teoría de la Resistencia de Materiales-
lo que antiguamente se llamaba la palazón -. Aquí se llama, ahora,
estructura, igualmente a eso que a un muro macizo o a una presa de
gravedad; y, para distinguir mejor, podría reservarse el nombre de
“entramado” para el primer grupo de estructuras.
En las construcciones de la antigüedad, no era tan frecuente, el separar
la parte estructura, o sustentante de la construcción, del resto de los
elementos de relleno. Hoy, esta distinción total es corriente; y, por ello,
hay motivo para ocuparse de la estructura en sí y en sus relaciones con
el resto de sus elementos. Cuando todos ellos se funden en uno solo,
como sucede, por ejemplo, en la presa, el problema sigue interesando
igualmente desde estos puntos de vista......”

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Los textos anteriores, han sido transcritos de la 3ª Edición de la Obra al


principio citada, publicada en 1960.

“ESTRUCTURAS PARA ARQUITECTOS”


Mario Salvadori y Robert Heller.
Editorial. CP 76, Buenos aires.

“......Prólogo

En este libro, medianamente escrito, el profesor Salvadori trata de


eliminar una de las más serias diferencias existentes en la teoría y la
práctica en el campo de las estructuras. Su finalidad es tender un
puente entre la intuición más o menos consciente acerca de las
estructuras –intuición común a todos los seres humanos- y el
conocimiento científico acerca de ellas, que brinda una adecuada
representación de la realidad física sobre la base de postulados
matemáticos.

Nadie duda que sea posible salvar esa diferencia ni de que, una vez
logrado, ello resulte sumamente útil.

Para inventar una estructura y darle proporciones exactas, se debe


seguir tanto el camino intuitivo como el matemático.

Las grandes obras del pasado, construidas en una época en que no


existían las teorías científicas, atestiguan la eficacia y poderío de la
intuición.

En nuestra época se desarrollan sin cesar teorías modernas y su


perfeccionamiento queda ejemplificado en la construcción de
estructuras más y más grandes, más y más osadas.

Si la invención estructural ha de permitir la solución eficiente de los


nuevos problemas planteados a diario por el crecimiento de la actividad
en el campo de la construcción, debe llegar a ser una combinación
armónica de nuestra intuición personal con una ciencia estructural
impersonal, objetiva, realista y rigurosa.

En otras palabras, la teoría debe encontrar en la intuición una fuerza


capaz de dar vida a las fórmulas, de tornarlas más humanas y
comprensivas y de aminorar los resultados exactos necesarios para
obtener “lo mas con lo menos”, pues tal es la meta última de todas las
actividades humanas.

Por medio de ejemplos siempre claros y, a veces, sumamente


elementales, el libro del profesor Salvadori tiende a unificar estos dos
puntos de vista (casi iba a decir estas dos mentalidades), que deben
fundirse en una síntesis única si han de dar nacimiento a la unidad
esencial de todas las grandes estructuras.

A los futuros arquitectos les resultará particularmente útil estudiar este


libro a fondo y reflexionar sobre su contenido, pues aun cuando puedan
confiar el cálculo de una estructura a un especialista, primero deben ser
capaces de inventarla y de darle proporciones correctas. Sólo entonces,
habrá nacido una estructura sana, vital y, en lo posible, hermosa.

Creo que debemos sentirnos especialmente agradecidos al profesor


Salvadori por haber emprendido esta tarea nada fácil.
PIER LUIGI NERVI
..... Capítulo quince

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Conclusión.

La intuición es un proceso esencialmente sintético: genera la


comprensión repentina, directa, de ideas analizadas más o menos
conscientemente durante cierto lapso. Resulta un camino satisfactorio
hacia el conocimiento, si reúne dos condiciones: debe basarse en
abundante experiencia previa y es necesario verificarlo con sumo
cuidado.

La práctica puede significar un refinamiento extraordinario de la


intuición. Una de las mejores herramientas para refinar la intuición. Una
de las mejores herramientas para refinar la intuición estructural es un
laboratorio, donde se puedan mostrar las diversas acciones
estructurales consideradas en este libro. Como todas las acciones
estructurales implican movimientos, y los movimientos son el resultado
visual de esas acciones, los modelos constituyen elementos ideales para
la presentación intuitiva de conceptos estructurales.

Por este motivo, en varios lugares hemos invitado al lector a construir


modelos elementales que demuestren, de manera mucho más
convincente que cualquier dibujo, el comportamiento estructural de
elementos simples.

Por otra parte, nunca se insistirá demasiado en que sin experiencia la


intuición resulta herramienta peligrosa, pues es imposible medir sus
sugerencias. En una situación física cualquiera y, sobre todo, en l o que
se refiere al aspecto geométrico de una estructura, el lector debe
cuidarse de la idea según la cual “lo que él parece sentir debe suceder”.
Es difícil creer, en un primer momento, que los lados rectos de una
bóveda cilíndrica se desplazan hacia adentro bajo acción de una carga,
porque la sección curva del cilindro sugiere una acción de arco, y “es
bien sabido” que los arcos presentan empuje hacia fuera.......”

Textos transcriptos de la 3ª edición de la obra mencionada publicada en


Buenos Aires en 1987

“ LA ESTRUCTURA”
H. Werner Rosehthal.
Editorial. BLUME. Barcelona. Madrid.

“.....Prefacio

Este libro intenta señalar las principales leyes que determinan el


comportamiento de las estructuras. Estas leyes pueden reducirse a un
solo concepto: el “equilibrio estático”. Y esto tanto si lo aplicamos a una
distribución espacial como a un solo elemento. Este concepto se aplica a
cualquier material indistintamente; las únicas diferencias son las
debidas a su elasticidad y resistencia.

En consecuencia, se ha suprimido la antigua división entre “estática”


(especialmente “estática gráfica”) y “resistencia de materiales”.

En este libro no se presta interés al aspecto de “calculo”, y si se hace es


para señalar algunos casos interesantes. No se pretende que las
fórmulas sean códigos mágicos que resolverán los exámenes, sino
descripciones abreviadas del comportamiento de las estructuras, y
nunca razonamientos puramente matemáticos. No obstante, para mejor
conocimiento del lector, se incluyen varios apéndices con la resolución
de algunos tipos de problemas. Estos ejemplos se efectúan en unidades

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de algunos tipos de problemas. Estos ejemplos se efectúan en unidades


SI y se acompaña una tabla de conversión.

Resumiendo, sobre el inmenso campo del análisis estructural, este libro


intenta ayudar, tanto al arquitecto como al constructor, a la mejor
comprensión del significado y razón de la forma estructural. El ingeniero
no encontrará aquí ninguna novedad, pero si se interesa por el cálculo
de estructuras puede encontrar interesante este libro en los aspectos
que controlan principalmente el proceso de diseño.

Puede ser una ayuda para el que quiera familiarizarse con las
implicaciones estructurales de los edificios a los largo de los
tiempos.......
H. WERNER ROSENTHAL.”
Introducción.
Por J. E. Gordon.
Profesor de Tecnología de los Materiales
Universidad de Reading.

“.......Hasta ahora existían pocos libros que siguieran esta línea. Este
será particularmente bien recibido. Puede ser útil no tal solo para los
arquitectos sino también para los ingenieros; y puede serlo para mucha
gente, aun para diseñadores de muebles. Todo está relacionado con las
estructuras. ¿O debería estarlo?

Existe una dificultad subjetiva para aprender la naturaleza de las


estructuras. Los animales –pájaros, gatos, monos, etc., _ que
generalmente viven o transitan por las ramas de los árboles, rara vez las
rompen. Parecen tener un tipo de instinto para reconocer la resistencia
de estas estructuras, del que carecen los humanos aun en el caso de
tener que sentarse en una silla. .......
J. E. GORDON”

Quizás esta introducción al libro de Rosenthal alentara al profesor Gordon a publicar


en 1978 su espléndida obra “Estructuras o por quë las cosas no se caen” cuya
lectura tambien recomendamos.

1. ANÁLISIS ESTRUCTURAL.

Lección 1
ELEMENTOS ESTRUCTURALES Y MODELOS FACTIBLES DE CÁLCULO:
(MP, 269)

1.1.1 LOS ELEMENTOS ESTRUCTURALES BÁSICOS.

.......Artículo 18.º Idealización de la estructura.


18.1. Modelos estructurales.

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Para la realización del análisis, se idealizan tanto la geometría de


la estructura como las acciones y las condiciones de apoyo
mediante un modelo matemático adecuado. El modelo elegido
deberá ser capaz siempre de reproducir el comportamiento
estructural dominante.

Para el análisis, los elementos estructurales se clasifican en


unidimensional, cuando una de sus dimensiones es mucho mayor
que las restantes, bidimensionales, cuando una de sus
dimensiones es pequeña comparada con las otras dos, y
tridimensionales cuando ninguna de sus dimensiones resulta
sensiblemente mayor que las otras.......

“EHE Instrucción de hormigón estructural. Ministerio de Fomento.


Pag. 39”

ELEMENTOS LINEALES: El soporte, el dintel, la viga y el arco. (LS, 259,


400)

“ .......El soporte es, en la construcción de todos los tiempos, uno de


los elementos más fundamentales. De entre ellos, el más genuino y
logrado es la columna: ¿ Cuánto ha trabajado y sentido la Humanidad
sobre ella? En sus tallas se siente el paso deleitoso de los mayores
artistas. Si ella no fuera, de por sí, un monumento, la Humanidad
debería habérselo erigido”.......
“RAZÓN Y SER DE LOS TIPOS ESTRUCTURALES. E. TORROJA Pag.
87”

“ ...... El dintel monolítico, sobre dos pilastras o sobre las jambas del
muro ciclópeo, es el primer triunfo del humano constructor para salvar
un vano con caracteres de permanencia en su obra. El no sabía e1que
aquello trabajaba a flexión; no conocía a Galileo , A Euler, a Navier ni s
St. Venant; pero debió aprender pronto que, si el canto era pequeño en
relación con la luz, la piedra se partía por abajo; y si se impedía el
movimiento horizontal, afianzado los extremos del borde inferior contra
los muros, el peligro de rotura era menor; Y que lo mismo sucedía si se
aumentaba el canto hacía en centro, donde los momentos flectores
con máximos. Pronto aprendieron, en fin, los límites ya que se podía
llegar, e incluso establecieron arcos de descarga rudimentarios para
salvar de la rotura el monolito del dintel.....
“RAZÓN Y SER DE LOS TIPOS ESTRUCTURALES. E. TORROJA Pag.
141”

“ .....El arco es el mayor invento tensional del arte clásico. Él sigue


impresionando al vulgo, y la Humanidad ha tardado mucho en
acostumbrarse a su fenómeno resistente: prueba de ello es la
frecuencia con que la leyenda achaca al diablo su construcción.

Si la columna es arquitectura pura es ingeniería; o mejor dicho –para


alejar toda interpretación profesional -, si la columna es arte, el arco es
técnica; sin que esto quiera decir, ni que a la columna le falte técnica,
ni que el arco sea incapaz de vivísima expresión estética......”
“RAZÓN Y SER DE LOS TIPOS ESTRUCTURALES. E. TORROJA Pag.
101”

ELEMENTOS PLANOS: El muro, las losas, los forjados. LS


(173)

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“ ...... El muro no es tampoco un elemento moderno precisamente;


pues hay que pensar que, detenidos frente a la barrera infranqueable
de los bloques ciclópeos de sus murallas, empezaron los pueblos a
hacer la historia sin saberlo; y, más de una vez, utilizaron sus paños
para ensayar sus escrituras y grabar en ellos el pregón más duradero
de sus glorias. De sus tres funciones principales, que son cerrar,
soportar y contener, las tres vienen de la más remota antigüedad.......”
“RAZÓN Y SER DE LOS TIPOS ESTRUCTURALES. E. TORROJA Pag. 95”

“ ......La placa es un elemento en el que lo tensional toma importancia


más fundamental; por lo que, en ello, habrá que extenderse
relativamente más que une otros elementos.

En primer lugar, cuando en la viga de sección rectangular el ancho es


varias veces superior al canto y se hace comparable como la luz, en el
lenguaje técnico no se habla de una viga, sino de una losa. Este
elemento constituye la forma más elemental de cubrir una superficie
entre dos muros o líneas de apoyo paralelos; pero ha tenido poco
desarrollo hasta que el hormigón armado ha permitido construirla
monolíticamente.

Si actúa sobre la losa una carga concentrada o simplemente una carga


desigualmente repartida de una banda más cargada tiene que ir
acompañada, no sólo de flexiones longitudinales decrecientes en las
bandas contiguas, sino que, simultáneamente y por exigencias de la
continuidad geométrica, ha de producirse una flexión transversal. Esta
presenta igual signo que la longitudinal junto a la zona cargada y signo
contrario a los dos lados de ella, para enlazar con la zona no interesada
por el fenómeno de carga local ......”
“RAZÓN Y SER DE LOS TIPOS ESTRUCTURALES. E. TORROJA Pag. 157”

ELEMENTOS DE SUPERFICIE CURVA: El arco y la bóveda. La cúpula y estructuras


laminares.
(LS- 400)

“ ...... La bóveda es uno de los elementos de más historia en la


técnica de la construcción; y entre ellas, es a la bóveda en cañón a
quien corresponde la ricia. Parece ser que los griegos concedían a
Demócrito los honores del invento, pero debía ser sólo patente de
introducción porque los egipcios la utilizaban ya, hace bastante más de
4.000 años.

La bóveda continua, sobre muros corridos, podría considerarse como


una sucesión de arcos independientes colocados una al lado del otro.
Sin embargo, tiene algo que supera este concepto simplista; y ese algo
es continuidad a lo largo de las generatrices, que le permite trabajar
con flexión según esa dirección. Cada arco puede, de esta forma,
ayudarse de los contiguos, repartiendo el exceso de cara que puede
concentrarse sobre él....... ”.
“RAZÓN Y SER DE LOS TIPOS ESTRUCTURALES. E. TORROJA Pag. 117”

“...... Una cúpula si se comporta “adecuadamente” se desarrolla


tensiones de membrana en casi todos sus puntos; se dice entonces
que resiste las cargas por acción de cáscaras. Como se demostró
anteriormente, una cúpula debe satisfacer las tres condiciones
siguientes para desarrollar esa acción de cáscara delgada:

1) La cúpula debe ser delgada; con ello, resultará incapaz


desarrollar flexión en grado sustancial.

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2) Debe tener curvatura adecuada; de esa manera será resistente y


rígida, debido a la resistencia derivada de su forma.
3) Debe tener apoyo adecuado; de esa manera desarrollará una
pequeña flexión en una porción limitada de la cáscara.

Estas tres condiciones son esenciales para la acción de cáscara


delgada, sea cual fuere su forma y las cargas que actúen sobre ella.
Cuando estas condiciones no se reúnen debido a las dificultades de
construcción, consideraciones estéticas o requerimientos
arquitectónicos, la acción de flexión se hace importante y se reduce la
eficiencia estructural de la cáscara.......”
ESTRUCTURAS PARA ARQUITECTOS. MARIO SALVADORI Y ROBERT
HELLER. Pag. 206.

“ ......Así por ejemplo, se habla de la adecuación de la teoría de


membrana para representar los esfuerzos que se producen en
superficies de doble curvatura, bajo la acción de las cargas. Esto dicho
así, de pronto, como se dice en muchos libros, constituye una
afirmación de apariencia arbitraria y dogmática que, por lo visto, hay
que creer como artículo de fe. Si acaso, suele decirse que, puesto que
loe espesores de las láminas son insignificantes, estas no pueden
resistir flexiones y tiene, por tanto, que trabajar por esfuerzos directos.
Este razonamiento es totalmente falso, por que el espesor
mínimo es una consecuencia y no una causa. Por delgada que sea
una lámina tiene una cierta resistencia a la flexión y, de todos modos,
se rompería doblándose y aparecerían deformaciones inadmisibles si,
efectivamente, pudieran existir tales esfuerzos de flexión. La
imposibilidad de que existan tales deformaciones, cuando las láminas
están ejecutadas con los materiales relativamente inextensibles que se
emplean en construcción, es la verdadera justificación de la hipótesis
de membrana ......”
EN DEFENSA DEL FORMALISMO Y OTROS ESCRITOS. FELIX CANDELA.
Pag. 98

LAS UNIONES Y LOS APOYOS:


(MP 408)

1.1.2 LOS SISTEMAS Y SUBSISTEMAS ESTRUCURALES (MP 287, 300,301) (LS,


33,173) (AJ, 48)

“ .....Sección 1: INTRODUCCIÓN.

En capítulos anteriores se sugirió que existe una simplificación


conceptual básica muy ventajosa para el análisis estructural, mediante
la consideración de la forma del edificio como un todo, un sistema
estructural total. Aquí se muestra cómo se puede aplicar este mismo
enfoque al diseño de subsistemas estructurales principales. Esto es
importante porque significa que no se tiene que aprender un conjunto
de conceptos para diseñar un esquema estructural de conjunto y luego
un conjunto diferente para el diseño de sus subsistemas. Por tanto, un
cambio en el nivel de concepción de forma espacial no cambiará la
jerarquía básica de concepción del diseño estructural.

Por ejemplo, generalmente las necesidades funcionales de habitación


requieren que las superficies piso y muro sean relativamente planas.
Para obtener estas superficies, usualmente los edificios se hacen de
subsistemas estructurales horizontales y verticales principales que
también son planos. Los subsistemas horizontales se pueden
visualizar como conjuntos bidimensionales que actúan verticalmente
para soportar las cargas de piso o techo para que no se flexiones, y

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horizontalmente como diafragmas y/o pueden ver como conjuntos que


actúan para recoger las cargas de los sistemas de techos y plafones
pueden ser totalmente planos, como se verá aquí, o bien, curvos, como
se tratará por separado en el capitulo 11.

Las superficies horizontales se pueden diseñare como subsistemas de


losa, vigas, retícula o armadura, y se puede realizar en diversos
materiales. Pero debe señalarse que el diseño y construcción de los
subsistemas horizontales están relacionados con la distribución de los
subsistemas verticales de apoyo, y éstos pueden consistir en una
organización regular de columnas, marcos, muros de apoyo y/o
cañones. Por lo tanto, al hacer el diseño real, ambas tipos de sistemas
se tiene que considerar más o menos simultáneamente. Sin embargo,
por conveniencia y claridad, en este capítulo las condiciones de apoyo,
y en el siguiente capítulo, se verán los subsistemas verticales.

En términos de la estructura sola, en general sería más económico


espaciar los apoyos verticales en vez de acercarlos, por ejemplo, con
una separación de 10 ó 15 pies, para reducir al mínimo el claro del
subsistema horizontal. No obstante, en el contexto más específico de
las necesidades de funcionalidad arquitectónica, se requiere mayores
claros para aumentar la abertura de los espacios cerrados y la
flexibilidad de su uso. En consecuencia, a menudo es conveniente
espaciar los apoyos verticales a mayor distancia.

Es obvio que mientras mayores sean los claros entre apoyos verticales
mayor peralte tendrán los subsistemas horizontales. Por tanto, se
requerirá más material estructural para claros largos que para los
cortos, aunque hay cierto ahorro en el número de apoyos verticales.
Así, un diseñador hábil tratará de obtener el máximo espacio utilizable
con la menor obstrucción, y aún así reducir al mínimo la cantidad extra
de material estructural o de energía de construcción necesaria para
lograr espacio abierto. En otras palabras, tendrá que tratar de
optimizar el diseño de conjunto considerando los objetivos tanto
espaciales como de funcionalidad estructural.

Con este objetivo presente, en las siguientes secciones se estudiarán


los requisitos básicos para el diseño eficiente de diversos tipos de
subsistemas de piso. Los subsistemas de techo plano se pueden tratar
de manera similar, con la única diferencia de que se diseñan
usualmente, para soportar cargas vivas y muertas menores, pero más
cargas ambientales, como las de viento, lluvia y nieve. Además, los
techos deben tener algunas veces claros mucho mayores que los pisos
típicos, ya que a menudo en los edificios de un solo piso se necesitan
grandes áreas abiertas para actividades especiales, o bien, resultan
convenientes en el último piso de los edificios muy altos. Estos
sistemas de techos de claros grandes, junto con los subsistemas
curvos, se tratarán por separado en el capítulo 11.

Recuerde que este capítulo se centra sólo en los aspectos estructurales


básicos del diseño de subsistemas, y que se tiene que considerar otros
requerimientos físicos para completar el diseño de subsistemas
horizontales. Algunos de éstos son los siguientes:

1. Apoyo para componentes no estructurales del edificio, como la


colección y distribución de servicios, equipo mecánico y materiales
de acabados (acabado de piso y plafón), tubería, ductos, alambrado,
iluminación, etc.
2. Resistencia a la vibración, propiedades de transmisión y absorción
acústica.

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3. Protección de o resistencia a los daños causados por el incendio,


exposición al sol, calor, heladas/deshielo, y ambiente químico
agresivo que causa corrosión.
4. Facilidad y accesibilidad para el mantenimiento y reparación......”
CONCEPTOS Y SISTEMAS ESTRUCTURALES PARA ARQUITECTOS E
INGENIEROS. T.Y.LIN-S.D STOTESBURY. Pag. 173-174-175

1.1.3 LOS MODELOS ANALÍTICOS DE LA ESTRUCTURA: (MP


320) (AJ 42)

MODELO GEOMÉTRICO:
La barra: la viga, el arco.
Entramados de barras:
De nudos rígidos: plano, espacial.
De nudos articulados: celosía plana, malla espacial plana, bóveda y
cúpula triangulares.
Superficies:
Planas, sistemas basándose en placas.
De curvatura simple. (Desarrollables)
De doble curvatura. (Sinclásticas y anticlásticas)

MODELO DE LAS CONDICIONES DE CONTINUIDAD: (MP-


327)
El nudo, Las condiciones de apoyo.

MODELO DE COMPORTAMIENTO DE LOS MATERIALES: (MP


256,322)
Relación Acción - Respuesta (solicitación, deformación)

Análisis lineal.
Análisis no lineal.
Análisis lineal con redistribución limitada.
Análisis plástico (MP 334)
(NW 21)

“ ...... Artículo 19º Métodos de cálculo.

19.1. Principios básicos.


Las condiciones que, en principio, debe satisfacer todo análisis
estructural son las de equilibrio y las de compatibilidad teniendo
en cuenta el comportamiento tenso-deformacional de los
materiales.

Generalmente, las condiciones de compatibilidad o las relaciones


tenso-deformacionales de los materiales resultan difíciles de
satisfacer estrictamente, por lo que pueden adoptarse soluciones
en que estas condiciones se cumplan parcialmente, siempre que
sean equilibradas y que se satisfagan a posteriori las condiciones
de ductilidad apropiadas.

19.2 Tipos de análisis.


El análisis global de una estructura puede llevarse a cabo de
acuerdo con las moteodologías siguientes:
- Análisis lineal.
- Análisis no lineal
- Análisis lineal con redistribución limitada.
- Análisis plástico.

19.2.1 Análisis lineal

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Es el que está basado en la hipótesis de comportamiento


elástico-lineal de los materiales constituyentes y en la
consideración del equilibrio en la estructura sin deformar. En este
caso se puede utilizar la sección bruta de hormigón para el
cálculo de las solicitaciones.

19.2.2 Análisis no lineal.


Es el que tiene en cuenta la no-linealidad mecánica, esto es, el
comportamiento tensodermocional no lineal de los materiales y la
no-linealidad geométrica, es decir, la consideración del equilibrio
de la estructura en su situación deformada.

El comportamiento no lineal hace que la respuesta estructural


dependa de la historia de carga. Por ello, para obtener la carga
última es a menudo preciso proceder de forma incremental,
recorriendo los rangos elásticos, fisurado y previo al agotamiento.

En análisis no lineal requiere, para un nivel determinado de


carga, un proceso iterativo en el que, tras sucesivos análisis
lineales, se converge a una solución que satisface las condiciones
de equilibrio tenso-deformacionales y de compatibilidad. Estas
condiciones se comprueban en un número determinado de
secciones, dependiendo de la discretización, que deberá ser
suficiente para garantizar que se representa adecuadamente la
respuesta estructural. El comportamiento no lineal lleva
intrínseco la invalidez del principio de superposición y, por tanto,
el formato de seguridad del capítulo III no es aplicable
directamente en el análisis no lineal.

19.2.3 Análisis lineal con redistribución limitada.


Es aquel en que los esfuerzos se determinan a partir de los
obtenidos mediante un análisis lineal, como el descrito en 19.2.1
y, posteriormente se efectúen redistribuciones que satisfacen las
condiciones de equilibrio.

En análisis lineal con redistribución limitada exigen unas


condiciones de ductilidad adecuadas que garanticen las
redistribuciones requeridas para las leyes de esfuerzos
adoptadas.

19.2.4 Análisis plástico.


Es aquel que está basado en un comportamiento plástico, elasto-
plástico o rígido-plástico de los materiales y que cumplen al
menos uno de los teoremas básicos de la plasticidad: el límite
inferior, el de limite superior o el de unicidad.

EHE INSTRUCCIÓN DE HORMIGÓN ESTRUCTURAL. Pag. 41-43

MODELO DE LAS ACCIONES CONSIDERADAS:


Cargas puntuales o repartidas. Fijas o móviles.

1.1.4 BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

(AB) Abdilla & Basset. “Modelos estructurales y diseño estructural”


F. Stansfield. “Models”
(MP) R. Meli Piralla. “Diseño estructural”
(AJ) Manuales A.J “Estructura”
(NW) Norris & Wilbur. “ Análisis elemental de estructuras”

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PROYECTO DE ESTRUCTURAS 2003-2004

D. J. Fraser. “Conceptual design and preliminary analysis of


structures”
(LS) Lyn & Stotesbury. “Conceptos y diseños estructurales para arquitectos e
ingenieros”.
(FC) Feliz Candela. “En defensa del Formalismo y otros escritos”.
(EHE) Cmsión. Permanente del hormigón. ”EHE Instrucción de Hormigón
Estructural”.

Lección 2
LA ESTABILIDAD Y LAS FORMAS DE RESISTIR:

1.2.1 CONCEPTOS FUNDAMENTALES. RESPUESTAS DE LA ESTRUCTURA Y


ESTADO LIMITE. (SL, 165) (MP, 52) (EHE,23)

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“ Bajo la acción de las diversas fuerzas y cargas tratadas en las secciones


anteriores, la estructura debe poder responder con un comportamiento propio
y una estabilidad prescrita. Tal vez esto se pueda entender mejor por la
historia del comportamiento bajo carga de una estructura, que se ilustra en la
figura 5.5.

* Se considera solamente carga viva parcial o cero junto con la carga por
viento o terremoto.
Figura 5.5 Historial del comportamiento de una
estructura.

Cuando se aplican diversas cargas a una estructura, ésta se flexiona tanto


vertical como horizontalmente. En la figura 5.5, el eje vertical representa el
aumento de carga durante varias etapas, y el eje horizontal mide la deflexión,
que es una medida de la respuesta de la estructura de la estructura a las
cargas.

Con la aplicación de carga muerta solamente, por lo general la estructura


tiene poca deflexión, si acaso la tiene, en dirección lateral; pero varias partes
de ésta tendrán cierta cantidad de deflexión vertical. Por ejemplo los pisos se
flexionarán y los muros, columnas y cañones se acortarán un poco. En
general, bajo carga muerta, todas las partes de un edificio tendrán sólo una
cantidad de esfuerzo y una deflexión relativamente escasas.

Cuando se agrega carga viva al edificio, localmente se producen más


deflexión y esfuerzos más altos. Aunque usualmente la carga viva es sólo una
fracción de la carga muerta y no debe producir ningún movimiento adicional
severo, puede causar deflexiones y vibraciones indeseables.

En cuanto a la estructura total, el efecto horizontal del viento o de sismo


puede ser muy fuerte en contraste con los de cargas viva y muerta. Cuando
se presenta carga viva o sísmica sobre un edificio, se producirá deflexión
lateral apreciable en la estructura en su conjunto. En consecuencia, en los
diversos componentes de la estructura se producirán fuerzas y esfuerzos
mayores. En estas condiciones, la deflexión y la vibración, así como los
esfuerzos, deben estar dentro de ciertos límites, aunque estos pueden ser
más altos que los que se aplican para la carga por gravedad solamente.
Cuando se consideran las cargas de viento y por sismo en casi todos los

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reglamentos de construcción se especifica que se permite un aumento de un


tercio en los esfuerzos admisibles, ya que dichas cargas se presentan con
poca frecuencia.

No es necesario considerar el caso en que las cargas de viento y las sísmicas


actúan simultáneamente, puesto que la probabilidad de que esto ocurra es
muy baja. No existen antecedentes históricos de que se haya presentado un
viento de velocidad extrema y un terremoto catastrófico al mismo tiempo,
afectando a un edificio. Además, en general no se considera la carga viva
completa cuando actúan las fuerzas de diseño de viento o de terremoto.

Obsérvese también que hay una reserva de capacidad de carga por encima y
más allá de la combinación especificada de carga muerta, carga viva y carga
por viento o sismo. Esta capacidad de carga de reserva es necesaria para
resistir cargas inesperadas de viento fuerte, huracanes o sismos catastróficos.
Esto se puede denominar “margen de seguridad” previsto para los edificios.

La reserva de capacidad de carga no sólo da el margen adicional de seguridad


para absorber fuerzas de catástrofe, sino que también mantiene la conducta
de la estructura dentro de límites tolerables y de movimiento y deformación
bajo las condiciones de viento fuerte o sismo que normalmente se pueden
esperar. Usualmente, estos límites están proscritos por el denominado rango
de comportamiento elástico de un material. Por lo tanto, se espera que bajo la
acción de carga de viento o de un sismo común, en combinación, por
supuesto, con la carga muerta y cierta cantidad de carga viva, la estructura
se comporte aún dentro del límite elástico. Por lo tanto, las deflexiones
verticales y horizontales del edificio no pueden ser excesivas y se pueden
predecir por el comportamiento elástico o lineal usual.

Se da una situación diferente en el caso de la resistencia a un terremoto


catastrófico. Como se explicó, las fuerzas sísmicas especificadas en los
reglamentos representan sólo la acción de un terremoto moderadamente
fuerte, bajo el cual se esperaría que se mantuviera el comportamiento
elástico de la estructura. Pero un sismo muy fuerte puede producir fuerzas o
movimientos en varias ocasiones, por ejemplo, tres o cuatro, de las prescritas
en el reglamento para sismos. Aunque se puede aducir que se debe diseñar
para soportar este sismo catastrófico, con la estructura entera actuando
dentro del límite elástico, se sabe que esto requeriría gastos prohibitivos y un
aumento del costo de la estructura del edificio. La mayoría de las veces el
propietario no estará dispuesto a pagar tan alto precio para asegurar que el
edificio se comporte dentro del límite elástico cuando se presente un sismo
intenso. Por lo tanto, en general se está de acuerdo en que bajo sismos
fuertes, se permite que el edificio vaya más allá del límite plástico y que
ciertas partes del edificio sufran daños menores, siempre que se asegure la
estabilidad de la estructura en su conjunto. Ocasionalmente, debido a esta
práctica el comportamiento de la estructura llega al límite plástico (figura
5.5); pero, afortunadamente, la fuerza máxima producida por un sismo es de
corta duración, y en consecuencia, el momento del edificio puede absorberla
más fácilmente que la carga estática sostenida.

En la figura 5.5 se puede ver que en el diseño de una estructura se deben


considerar las diversas etapas de las condiciones de carga, de tal manera que
en cada etapa sea posible un comportamiento diferente del edificio. Además
de esta historia normal de una estructura, se deben considerar condiciones
especiales. Ciertas partes de un edificio pueden estar sometidas a cargas
repetidas, por ejemplo, a la acción de un camión en movimiento, viento
agitado o vibración sísmica. Estas cargas repetidas pueden producir fallas de
fatiga que no se producen en un solo ciclo de carga. Ciertas partes del edificio
pueden tener cargas sostenidas, como las cargas muertas muy altas u otras
de almacenamiento, que pueden producir deformaciones de deslizamientos

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en algunas partes de la estructura, provocando así movimientos excesivos o


indeseables.

Otro efecto ambiental es el cambio de temperatura, como se mencionó en la


sección 4. Los repetidos cambios de temperatura de gran magnitud pueden
ocasionar fallas de fatiga de ciertas zonas del edificio, y también se deben
considerar.

*Se considera solamente carga viva parcial o cero junto con la carga por
viento o terremoto.

Figura 5.6 La curva de historial de comportamiento se desplaza por el


pretensado para equilibrar la curvatura de deflexión por carga muerta.

Es deseable que la historia de la vida de una estructura de edificio se


aproxime a la de curvatura ilustrada en la figura 5.5. Debe empezar con una
respuesta elástica lineal hasta un punto más allá de las combinaciones de
carga esperadas normalmente. Al mismo tiempo, debe poseer ductilidad
suficiente para absorber energía bajo sismos catastróficos y asegurar aun que
la estructura no se caerá.

En la figura 5.6 se ilustra el efecto de pretensado en la curva de historia


debida de un miembro a flexión. Nótese que hay poca o ninguna deflexión
bajo condiciones de carga muerta. Pero si no hubiera carga muerta, o se
redujera en gran medida, podría haber una combadura indeseable (deflexión
hacia arriba).”
“CONCEPTOS Y SISTEMAS ESTRUCTURALES PARA ARQUITECTOS E
INGENIEROS”. T.Y. LIN & S.D. STOTESBURY ED. LIMUSA. Pag. 165-168

1.2.2. EQUILIBRIO GENERAL Acciones y reacciones. (NW, 6) (SL,


143) (MP 72)

“ Hay una condición y sólo una para la estabilidad de una construcción: el


equilibrio.

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Los edificios y sus componentes están sujetos a diversas fuerzas que tienden
a desbaratar este equilibrio. La estructura ha de ser capaz de soportar estas
perturbaciones.

Las “fuerzas”, como tales, son intangibles. Sólo pueden percibirse por sus
efectos. Por ejemplo, la gravedad (que es la más importante) provoca un
movimiento que nosotros percibimos como el peso. En estado de equilibrio,
un objeto permanece “estático”, esto es, el movimiento creado por la
gravedad está contrarrestado. Este concepto de fuerza como movimiento o
cambio de estado es reconocido en el sistema SI (Sistema Internacional) (ver
apéndice 1), donde las fuerzas se miden en “newtons” de acuerdo con la
segunda ley de Newton sobre el movimiento. Este define una fuerza como la
“aceleración de una masa”. Así como el peso es un concepto concretamente
localizado, existente en un campo gravitatorio, la masa es una designación
objetiva, válida tanto en el espacio como en nuestro planeta. No obstante,
mientras las condiciones terrestres en cuanto a campos gravitatorios varíen
solamente en pequeños valores, no tenemos por qué preocuparnos
demasiado por ello.

Las unidades son fácilmente transformables. Por ejemplo, una fuerza de 1 lb


es equivalente a 4.44822 N y también a 450 gramos. Un N es
aproximadamente 100 g (ver apéndice 1). Así como las fuerzas provocan
movimientos que nosotros tratamos de contrarrestar, la mayoría de los
comportamientos estructurales pueden deducirse observando o visualizando
el movimiento que se produciría al faltar algún elemento que contribuye al
equilibrio general.

En la figura 4, por ejemplo, la barra seccionada actuaría trabajando a tracción.


En la figura 5, la barra trabajaría a compresión. De una manera parecida, el
pedazo de madera de la figura 6 trabajaría a compresión y el de la figura 7 a
tracción.

En la viga en celosía de la figura 8 de la barra en diagonal que falta trabajaría


a tracción, actuando en este punto junto con el esfuerzo cortante (véase pág.
73)

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La figura 9 nos muestra los esfuerzos que provocan un par de vigas que se
equilibran por la fuerza T (un tirante), o por un par de contrafuertes para
resistir el efecto de vuelco (fig. 10). La mayoría de comportamientos
estructurales, aunque no todos, pueden apreciarse cualitativamente (sin
evaluar el esfuerzo). Los demás casos podemos solucionarlos con la
geometría de acción de fuerzas que también nos permite hallar soluciones
cuantitativas que ayudarán a dimensionar los elementos para que soporten
los efectos de los esfuerzos de la mejor manera posible.

Puede darse el caso de que este tipo de valoraciones de esfuerzos nos hagan
ver que los elementos de la estructura no pueden usarse perfectamente en
toda su capacidad y deben someterse a otro tipo de solicitaciones. Hay un
único estado de equilibrio: la acción de una fuerza en una dirección que se
equilibra con una igual y opuesta en la misma línea de acción (fig. 11). Todo
sistema de fuerzas de una estructura se reduce a este estado básico de
equilibrio.

Hay que usar el sistema más directo para llegar a este estado citado, así
llegaremos a la solución más simple y económica. Esta transmisión “directa”
de esfuerzos ocurre solamente en dos casos: el cable de la figura 12
trabajando a tracción, y la columna de la figura 13 trabajando a compresión.
Cualquier estructura que haga el máximo uso de este principio será
económica en uso de materiales, especialmente si la mayoría de sus
elementos trabajan directamente a tracción o compresión.

En cuanto a los elementos trabajando directamente a compresión tenemos


que citar la posibilidad del pandeo (pag.81). La figura 14 muestra un puente
colgante en el que la acción de grandes cargas se soporta y equilibra
mediante delgados cables que trabajan a tracción. El arco del puente de la
figura 15 es pura compresión. Son dos estructuras complementarias.

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El arco es un método antiguo para salvar un espacio, mientras que el trabajo


de los cables a tracción es de uso mucho más reciente debido a la gran
capacidad de trabajo de estos materiales. Estudiaremos detalladamente estos
conceptos posteriormente.

Desgraciadamente, en nuestros esfuerzos


para salvar o cubrir un espacio, las fuerzas
raramente se equilibra directamente.
Recorren caminos más largos hasta llegar al
suelo como vemos en la figura 16. La línea
de puntos señala el camino más corto, pero
así perderíamos parte del espacio cubierto.
Si la fuerza W se divide en dos iguales.

Aplicadas como indica la figura 17, los


caminos recorridos según las líneas de
puntos serían más cortos, la estructura
resultante más ligera y el espacio perdido
menor. En otras palabras, el tipo de carga
mejor tolerada es la repartida. Las cargas
puntuales deberían evitarse, y la peor de
todas es la aplicada a un voladizo (fig. 18)”

“ LA ESTRUCTURA” H. WERNER ROSENTHAL.


ED. Blume Pag. 21-26

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EQUILIBRIO ESTÁTICO Y EQUILIBRIO DINÁMICO (NW,


558)

El termino “esfuerzo dinámico” se aplica a un esfuerzo que varía en función


del tiempo. Así, si se quiere analizar las tensiones y la deformación de una
viga apoyada sobre dos apoyos simples solicitada en su punto medio por una
carga puntual P estática, es suficiente con recurrir a la resistencia de
materiales para obtener los resultados deseados; por contra, si P es un
esfuerzo dinámico, variables con el tiempo t, P(t), la deformación varía en
función de t y produce aceleraciones, que generan fuerzas de inercia

opuestas a P(t).

La importancia de estas fuerzas de inercia depende de la velocidad de la


carga, de la rigidez de la viga y de su masa propia. Si el proceso de carga de
la viga es muy lento, podrá asimilarse a una carga estática, pero si este
proceso de carga tiene lugar rápidamente, las fuerzas de inercia no pueden
despreciarse en el cálculo de las tensiones. Es preciso entonces determinar la
respuesta de la viga a la excitación P(t). La dificultad de este problema radica
en el hecho de que las deformaciones que llevan a la creación de las fuerzas
de inercia son a su vez función de las fuerzas de inercia.

Grados de libertad de una estructura.

Las fuerzas de inercia que intervienen en una estructura pueden deteminarse


evaluando los desplazamientos ( y como consecuencia las aceleraciones) de
todas las masas elementales de la estructura. El problema se simplifica si la
estructura puede descomponerse en un cierto número de masas
convenientemente elegidas; en el caso de la viga isostática sometida al
esfuerzo dinámico P(t), una descompresión de la masa en tres masas
elementales corresponde a un sistema de 3 grados de libertad. En efecto, el
desplazamiento de las tres masas viene dado por las coordenadas V a, Vb, Vc,
siendo suficiente en este caso determinar las aceleraciones en estas tres
masas.

La solución del problema puede obtenerse utilizando un desarrollo en serie de


Fourier:

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nx
Vx   Yn sen
n 1 L
Considerando los tres primeros términos de la serie, se tendrá en el caso del
ejemplo elegido:

x 2 3x
V ( x)  Y 1 sen  Y 2 sen  Y 3 sen
L L L

Los tres coeficientes Y1,Y2,Y3, definen completamente la deformación de la


viga para este sistema de 3 grados de libertad.

A partir de una solicitación inicial, la respuesta dinámica de una estructura


viene definida por la variación, a lo largo del tiempo, de estas deformaciones.

Las ecuaciones que permiten


determinar estos
desplazamientos se obtienen
expresando el equilibrio de
todas las fuerzas que solicitan la
estructura; se tendrá una
ecuación para cada grado de
libertad y generalmente podrá
expresarse la ecuación de
equilibrio a partir de una única
coordenada que define la
deformación de la estructura
(por ejemplo, la flecha máxima).

“CÁLCULO PRÁCTICO DE ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS EN HORMIGÓN


ARMADO. TORSIÓN, PANDEO, OSCILACIONES Y DEFORMACIONES PLÁSTICAS”.
ALVERT FUENTES ED. Técnicos Asociados S. A. Pag. 159-161

1.2.2 EQUILIBRIO DE LOS DISTINTOS ELEMENTOS ESTRUCTURALES.


Solicitaciones y corrimientos.

SÓLIDO RÍGIDO, SÓLIDO ELÁSTICO Y PRISMA MECÁNICO.


EL TORSOR DE SOLICITACIONES.
ANÁLISIS DE SECCIONES EN RÉGIMEN ELÁSTICO Y PLÁSTICO.

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TORSOR DE DISTRIBUCIÓN DE TENSIONES


SOLICITACIONES MODELO ELÁSTICO MODELO PLÁSTICO

Nx AXIL  x 
Nx

 x 
Nx

Qy CORTANTE  xy 
ByQyy
IyBy
 xy 
Qy

Q2 CORTANTE  x2 
BzQzz
I 2b 2

Mx TORSIÓN  M x*

Ip

My FLEXIÓN  
My
y
My
 x 
4 My
y
My
 bh 
x 2
Iy Wy Wy *

M2 FLEXIÓN  
Mz
z
Mz  x 
4Mz

Mz
 bh 
x 2
Iz Wz Wz *

1.2.4 EQUILIBRIO INTERNO. Tensiones y deformaciones.

.......El imaginar la estructura deformándose, bajo la acción de las cargas a


que se la somete, es indudablemente la mejor ayuda que se puede tener al
tratar de imaginar, no sólo el estado de tensión del sólido, sino también el
lugar y la forma en que el material puede fallar. Del mismo modo que la
experiencia diaria habitúa a ver las mal llamadas piezas prismáticas
deformarse y romperse pr tracción o flexión, se puede alcanzar ese mismo
hábito y esa intuición en otros casos más complejos; e incluso, comprender
mejor cómo trabaja y cómo falla el material en aquellos casos sencillos. Para
ello, conviene siempre analizar la figura deformada y estudiar las líneas de
deslizamiento a 45º con aquellas isostáticas y, en definitiva, los plexos

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deformatorio y tensional. Todo el tiempo que se dedica a discurrir sobre ellos


es siempre una fuente fecundada de inagotables enseñanzas.

Un buen maestro recomendaba a sus discípulos, cuando empezaban a


estudiar estas cuestiones tensionales, que llevasen siempre en el bolsillo una
goma de borrar, con una retícula y unas circunferencias trazadas en sus
caras, para observar sus deformaciones. Así se ve cómo las circunferencias se
convierten en elipses (fig. II. 4ª)y cómo las direcciones incialmente
perpendiculares, varían de ángulo entre sí, excepto cuando las direcciones de
la retícula coinciden con las tensiones principales.

La experiencia se aclara todavía más cuando se complementa con la


observación de otra barra análoga del material plástico, como la cera o la
arcilla de alfarero. En ésta se ve bien claramente que el material puede
romper por separación perpendicularmente a la dirección de la máxima
tracción (fig. II. 4b), o fallar por deslizamientos sucesivos (b´) según planos a
45º con ella, en los que la proyección del esfuerzo da lugar a una tensión
tangencial máxima, provocadora del deslizamiento. Parecidos deslizamientos
se observan al someter la probeta a compresión; si bien entonces la
inclinación de los planos de deslizamiento y rotura puede variar por efecto del
rozamiento interno; y aun en ciertos materiales puede aparecer la rotura,
según planos paralelos a la compresión (c´), por la dilatación correspondiente
al efecto Poisson.

Bajo un esfuerzo cortante puro, el material, según sus características


intrínsecas, romperá por deslizamiento según estas orientaciones de la
tensión cortante (d´), o por separación a 45º con ellas (d); porque este tipo de
esfuerzo – como es sabido – no es otra cosa que el efecto de dos tensiones
principales iguales y de opuesto signo (tracción una y compresión la otra),
que dan lugar a una tensión cortante de igual valor según los planos
bisectores de aquellas. Interesa también, en relación con la resistencia, llevar
al ánimo del proyectista – y en particular al ocuparse de los detalles de una
estructura, tipos de enlaces, etc. -, que la rotura no depende sólo de la mayor
tensión principal a que se somete, sino también de las otras dos, normales a
ella, y que no siempre son despreciables.

En efecto: las diferentes curvas de resistencia intrínseca de los diversos


materiales de construcción demuestran la importancia, en la resistencia y en
el tipo de rotura, tanto del valor y del signo de la tensión principal máxima
como de la diferencia entre la máxima y la mínima. Si es cierto que unos
materiales son frágiles y otros dúctiles, no lo es menos que la mayoría de
éstos, si no todos, acaban por romper frágil y bruscamente si se les somete a
una equitracción en todas direcciones; y, por el contrario, se ductilizan y
acaban por aceptar deslizamientos importantes, sin romperse, bajo
elevadísimas compresiones triples.
RAZÓN Y SER DE LOS TPOS ESTRUCTURALES. Eduardo Torroja. Pag. 20-21

1.2.5 BIBLIOGRAFÍA BÁSICA.

(CW) Croll & Walker “Elementos de estabilidad estructural”.


(FC) C. Fernandez Casado. “Resistencia”.
(S) R. Saliger. “Estática Aplicada”.
(NW) Norris & Wilbur. “Analisis elemental de estructuras”.
(TY) Timoshenko & Young. “Teoría de las estructuras”.
(LS) T.Y. Lin & S.D. Stotesbury “Conceptos y Sistemas Estruct. para Arquitectos
e Ingenieros”.
(AF) Alvert Fuentes “Cálculo de Estructuras de Edificios en
Hormigón Armado. Torsión, Pandeo, Oscilaciones y Deformaciones
plásticas.”

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Lección 3
EQUILIBRIO GENERAL: ACCIONES Y REACCIONES Y SUS EFECTOS EN LAS
ESTRUCTURAS:

1.3.1 ACCIONES: (MP, 121) (SH, 18-31) (LS, 149,153,159)


(EHE 37)
CONCEPTO DE ACCIÓN: VALOR REAL, VALOR CARACTERÍSTICO Y VALOR
LEGAL.
CLASIFICACIÓN DE ACCIONES:
ACCIONES VARIABLES
CARGAS VIVAS.
EFECTOS DE LA TEMPERATURA.
EFECTOS DE CAMBIOS VOLUMÉTRICOS.
ACCIONES PERMANENTES.
CARGAS MUERTAS.
CON CARGAS.
EMPUJES DE TIERRAS Y LÍQUIDOS.
ASIENTOS DIFERENCIALES.
ACCIONES ACCIDENTALES.
CARGAS DE NIEVE, LLUVIA, GRANIZO Y HIELO.
EMPUJES DEL VIENTO.
SISMO.
DE IMPACTO.
INCENDIO.
EXPLOSIONES.
ACCIONES DEL PROCESO CONSTRUCTIVO.

.......Artículo 9.º Clasificación de las acciones.


Las acciones a considerar en el proyecto de una estructura o elemento
estrucutral se pueden clasificar según los criterios siguientes:
- Clasificación por su naturaleza.
- Clasificación por su variación en el tiempo.
- Clasificación por su variación en el espacio.
9.1. Clasificación de las acciones por su naturaleza.
Las acciones se pueden clasificar según su naturaleza en los
siguientes grupos
:
- Acciones directas: Son aquellas que se aplican directamente sobre
la estructura. En este grupo se incluyen el peso propio de la estructura,
las restantes cargas permanentes, las sobrecargas de uso, etc.
- Acciones indirectas. Son aquellas deformaciones o aceleraciones
impuestas capaces de dar lugar, de un modo indirecto, a fuerzas. En
este grupo se incluyen los efectos debidos a la temperatura, asientos de
la cimentación, acciones reológicas, acciones sísmicas, etc.
9.2. Clasificación de las acciones por su variación en el tiempo.
Las acciones se pueden clasificar por su variación en el tiempo en los
siguientes grupos:

Acciones permanentes (G). Son aquellas que actúan en todo momento y


son constantes en magnitud y posición. Dentro de este grupo se
engloban el peso propio de la estructura, de los elementos embebidos,
accesorios y del equipamiento fijo.
- Acciones Permanentes de Valor no Constante (G*). Son aquellas
que actúan en todo momento pero cuya magnitud no es constante.
Dentro de este grupo se incluyen aquellas acciones cuya variación es
función del tiempo transcurrido y se producen en un único sentido
tendiendo a un valor límite, tales como las acciones reológicas, etc. El
pretensado (P) puede considerarse de este tipo.

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- Acciones Variables (Q). Son aquellas que pueden actuar o no


sobre la estructura. Dentro de este grupo se incluyen sobrecargas de
uso, acciones climáticas, acciones debidas al proceso constructivo, etc.
- Acciones accidentales (A). Son aquellas cuya posibilidad de
actuación es pequeña pero de gran importancia. En este grupo se
incluyen las acciones debidas a impactos, explosiones, etc. Los efectos
sísmicos pueden considerarse de este tipo.
9.3 Clasificación de las acciones por su variación en el espacio.
Las acciones se pueden clasificar según su variación en el espacio en los
siguientes grupos:

- Acciones fijas. Son aquellas que se aplican siempre en la misma


posición. Dentro de este grupo se incluyen básicamente las acciones
debidas al peso propio de los elementos estructurales y funcionales.
- Acciones libres. Son aquellas cuya posición puede ser variable en
la estructura. Dentro de este grupo se incluyen fundamentalmente las
sobrecargas de uso.
Artículo 10.º Valores característicos de las acciones.
10.1 Generalidades.
El valor característico de una acción es su principal valor representativo.
Puede venir determinado por un valor medio, un valor nominal o, en los
casos en que se fije mediante criterios estadísticos, por un valor
correspondiente a una determinada probabilidad de no ser superpuesto
durante un periodo de referencia, que tiene en cuanta la vida útil de la
estructura y la duración de la acción.
10.2 Valores característicos de las acciones permanentes.
Para las acciones permanentes en las cuales se prevean dispersiones
importantes, o en aquellas que puedan tener una cierta variación
durante el periodo de servicio de la estructura, se tomarán los valores
característicos superior e inferior. En caso contrario es suficiente adoptar
un único valor.

En general, para el peso propio de la estructura se adoptará como


acción característica un único valor deducido de las dimensiones
nominales y de los pesos específicos medios. Para los elementos de
hormigón se tomarán las siguientes densidades:
Hormigón en masa: 2.300 Kg/m3
Hormigón armado y pretensado: 2.500 Kg/m3
“INSTRUCCIÓN DE HORMIGÓN ESTRUCTURAL.” Ministerio de Fomento

1.3.2 REACCIONES:
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS. (MP,
173-179)
REACCIONES DEL TERRENO (FM, 77-
127)
1.3.3 BIBLIOGRAFÍA BÁSICA.
(RS) R. Saliger. “Estática aplicada”.
(MP) R. Meli Piralla. “Diseño estructural”.
(NW) Norris & Wilbu. “Analisis elemental de estructuras”.
Shreyer. “Estática de las estructuras”.
K. Terzaghi. “Mecánica de suelos en la ingeniería práctica”.
(FM) F. Mañá. “Cimentaciones superficiales”.

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Lección 4
EQUILIBRIO DE LOS DISTINTOS ELEMENTOS ESTRUCTURALES:

1.4.1 APLICACIÓN DE LOS CONCEPTOS BÁSICOS (AF1, 98-159)

CALCULO DE GIROS Y DESPLAZAMIENTOS.


Teoremas de Mohr.
Aplicación a vigas continuas.
Deformaciones en los pórticos.
VIGAS DE INERCIA VARIABLE.
TORSIÓN.
Tensiones originadas por los momentos torsores.
Formula general. Formulación para las secciones simples más
usuales. Centro de torsión.
Elementos solicitados a torsión.
Viga de inercia constante empotrada en sus extremos.
Mensulas perpendiculares.
Pórtico de borde con brochales ortogonales.
Torsión y alabeo.

1.4.2 BIBLIOGRAFÍA BÁSICA.

(AF1) A. Fuentes. “Calculo practico de estructuras en edificios de hormigón


armado. Edificios corrientes y de gran altura”.
(AF2) A. Fuentes. “Calculo practico de estructuras en edificios de hormigón
armado. Torsión, pandeo, oscilaciones y deformaciones plásticas”.
(AF3) A. Fuentes. “Nuevas bases de cálculo de hormigón armado”.
(NW) Norris & Wilbur. “Análisis elemental de estructuras”.
(TY) Timoshenko & Young “Teoría de estructuras”.
(MP) R. Meli Piralla. “Diseño estructural”.

Lección 5
EQUILIBRIO INTERNO

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CONCEPTO DE TENSIÓN EN UN PUNTO.


RESIST. DE MATERIALES Y TEORÍA DE ELASTICIDAD. (AJ, 32)
(WR, 67)

TEORÍA DE LA PLASTICIDAD. ENERGÍA DE DEFORMACIÓN . (WR,


133)
LAS FORMAS DE RESISTIR. CRITERIOS PARA ESTABLECER LA ROTURA.
(MP, 84)

“Teoría de la rotura.
Hemos visto en los diferentes ensayos que al aumentar gradualmente
las fuerzas que solicitan a la probeta las deformaciones de ésta
aumentan, y llega un momento en que se desintegra en partes.

Lo mismo ocurre con las estructuras de fábrica (incluyendo en éstas el


hormigón armado); si las fuerzas que actúan crecen continuamente se
llega a una situación en que la estructura se divide en partes, las cuales,
en ciertos casos, pueden seguir en equilibrio, resistiendo los esfuerzos,
pero si el aumento de éstos persiste, la estructura acaba por arruinarse.
En las estructuras metálicas la mayoría de las veces el proceso
destructivo es distinto; la estructura no se subdivide, pero cambia de
forma, pudiendo llegar a resultar impropia para la función que tiene que
desempeñar, aunque siga soportando las fuerzas exteriores.
Continuando el incremento de éstas podemos llegar al derrumbamiento
sin desintegración de la estructura.

Se comprende inmediatamente que el problema de la rotura ha de


abordarse por vía experimental (como acabamos de ver), ya que se
refiere a un fenómeno cuya realidad no puede ser más brutal. Pero es
preciso tener presente que la experiencia no es puramente observación
de hechos, sino comprobación de hipótesis previamente elaboradas.
Entre ellas seleccionamos cuatro grupos, que sitúan el momento de la
rotura en las condiciones siguientes:

Máxima tensión principal (LAMË, RANKINE), cuando una de las


tensiones principales de compresión o tracción iguala a la tensión de
rotura en compresión o tracción pura, respectivamente.
Máxima dilatación principal (SAINT VENANT), cuando la dilatación o
contracción en dirección de una tensión principal llega a alcanzar el
mismo valor que en rotura por tracción o compresión pura.
Máxima tensión tangencial (COULOMB, GUEST), cuando la
componente tangencial máxima alcanza el valor correspondiente a
rotura por cortadura pura. COULOMB hace intervenir en algunos casos la
componente normal a través del rozamiento interno.
Máximo trabajo de deformación, en BELTRAMI, HAIGH, cuando se
emplea en deformar la unidad de volumen del cuerpo, el trabajo
correspondiente a rotura por tracción simple. Según VON MISES,
HENCKY, cuando la energía potencial acumulada en el material, debida
a la deformación tangencial exclusivamente, iguala a la que se emplea
para romper el material en cortadura pura.

La primera hipótesis queda invalidada al considerar la solicitación del


cuerpo que corresponde a tensiones principales de tracción y
compresión iguales, pues el máximo valor de la componente tangencial
también iguala a los anteriores y, por consiguiente, la tensión de rotura
por cortadura debería ser, por lo menos, igual a la de tracción, lo cual es
falso para casi todos los metales.
La segunda también se invalida al comparara la solicitación de tracción
sencilla con la de tracción triple. Es evidente que las condiciones se
empeoran en el segundo caso, mientras que la hipótesis indica todo lo

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contrario; pues al reducir por efecto POISSON las deformaciones, en


cualquiera de los sentidos, puede aumentar la tensión para estar a la
misma distancia de la rotura que en el primer caso.

La tercera hipótesis aplicada a la solicitación de tracción simple exigiría que la


tensión de rotura por cortadura fuese inferior a la mitad de la correspondiente
a tracción sencilla, lo cual sólo se verifica en los materiales dúctiles.

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La cuarta hipótesis parece muy adecuada en el caso de materiales metálicos


sometidos a solicitaciones compuestas.

Cada una de estas hipótesis proporciona un criterio distinto de rotura,


pudiendo conducir a resultados muy divergentes. Por ejemplo, aplicadas a la
solicitación por cortadura pura, las condiciones que imponen a las tensiones
máximas son las reunidas en el cuadro, que particularizadas para un módulo
de POISSON igual a 0,3 (caso típico del acero), proporcionan los valores
numéricos indicados, en los que vemos existen divergencias del orden del 50
por 100.

En realidad, es arbitrario querer aplicar criterio único a todos los materiales y


modos de solicitación, pues el fenómeno de la rotura hemos visto ya que varía
con estas dos circunstancias, y, además, con el tipo de estructura, modo de
aplicación de los esfuerzos, velocidad de crecimiento de éstos, historia
anterior, temperatura, etc. Como dice ROSS: una teoría de rotura que no hace
concesiones a la textura del material no es posible, debido al hecho de que es
muy diferente el comportamiento de materiales de distinta estructura interna.
Cada material requier3 su propia teoría de rotura, consecuencia de esta
estructura interna y del comportamiento al deformarse.

De este mismo autor tomamos la clasificación de los tipos de rotura,


distinguiendo: rotura por estallido, por deslizamiento, intermedia, por fluencia
y por fatiga. En todos casos se tiene separación de moléculas; la compresión
hidrostática no conduce a la rotura.

El modo más lógico de abordar el problema es determinar, mediante


experimentación directa, las condiciones de rotura para unos cuantos modos
de solicitación y llevarlos a curvas que definan las correspondientes a todos
los casos posibles. Así se obtienen las llamadas curvas de resistencia
intrínseca, tomando a partir de un origen los vectores que representan las
tensiones de rotura con el mismo convenio que el trazado del círculo de
MöHR, es decir, en dos ejes de coordenados,  y . Esta curva divide la
superficie del plano en dos regiones, de las cales sólo tienen realidad física los
puntos en el interior de la curva. Como por otro lado ya hemos visto que el
círculo de MöHR define con respecto al mismo origen la región teórica de
puntos representativos de una solicitación determinada, deducimos que para
que ésta sea además posible en el material de que se trata, el círculo ha de
quedar dentro de la curva, y en el caso límite, es decir, para las condiciones
de rotura en ese tipo de solicitación, ambas curvas han de ser tangentes.

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La noción formal de la curva de resistencia intrínseca se apoya en la hipótesis


de isotropía del material, y en la de rotura según secciones planas, y su
realización es posible porque se miden valores de las tensiones de rotura. Las
experiencias básicas para esta determinación son los ensayos para
solicitaciones simples que hemos estudiado y, además, un cierto número de

solicitaciones compuestas de fácil ejecución e interpretación. Vamos a pasar


revista a todas ellas, estudiando su significación en la citada curva según los
materiales.

Rotura por compresión o tracción simple.- El círculo de MöHR pasa por el


origen, quedando a la derecha del eje vertical, en compresión, y a la
izquierda, en tracción. Existe una diferencia muy marcada entre las
condiciones correspondientes a los materiales dúctiles (tipo acero) y los
frágiles (tipo hormigón), pues en los primeros las tensiones de rotura son
aproximadamente iguales en ambos modos de solicitación, mientras que en
los segundos es mucho menor la de tracción (alrededor de la décima parte en
hormigones).
Rotura por cortadura pura.- El círculo de MöHR tiene su centro en el
origen. Aunque este modo de solicitación no corresponde realmente a casos
prácticos, define la resistencia al deslizamiento interno y caracteriza la curva
de resistencia intrínseca al dar la separación de sus ramas en el eje vertical.
Rotura por compresión triple.- Esta solicitación se define por tres
tensiones principales de compresión, y se realiza sometiendo probetas
prismáticas del material a compresiones en sus caras opuestas, bien
mediante presión de platillos o por presión hidráulica combinada, o bien en

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hormigones mediante zunchado de probeta cilíndrica que se somete a


compresión simple. El círculo de MöHR se parta del origen, y en el caso de
que las tres tensiones principales sean iguales, se reduce a un punto. Esto
significa que el material no se rompería nunca bajo este modo de solicitación
(compresión hidrostática), pues el círculo de MöHR no puede dilatarse hasta
llegar a la curva de resistencia intrínseca. Al aumentar los esfuerzos, el punto
representativo se desliza por el eje en la zona abierta de la curva. También
vemos que las condiciones de trabajo del material mejoran notablemente al
pasar de la solicitación simple a la triple, ya que, al separarse del origen el
punto de tangencia, define una tensión de rotura mucho más importante. Esto
se ha comprobado en las experiencias de KARMAN y BOKER, con cilindros de
mármol y arenisca, de RICHAR y BRANDTZAEG sobre cilindros de hormigón y
hormigón armado, CAQUOT, etc.
Rotura por tracción triple.- Como en el caso anterior, pero con tensiones
principales de tracción. El círculo se desplaza hacia la izquierda y vemos que
sus condiciones de trabajo se empeoran, especialmente en materiales
frágiles, pues los círculos tangentes a la curva tienen cada vez menor radio.
Es mucho más difícil de realizar que la compresión triple y tienen menos
importancia práctica. Si se igualan los valores de las tres tensiones
principales, el círculo de MöHR se reduce a un punto, que al aumentar los
esfuerzos se desplaza en el eje hacia el vértice de la curva, punto límite que
representa por consiguiente el valor de la cohesión, pues corresponde a
rotura por estallido, sin deslizamiento interno.
Rotura por compresión y tracción combinada.- Nos representan puntos
diversos en la curva, y los círculos de MöHR cortan al eje vertical. El modo
más sencillo de obtener las condiciones de solicitación correspondientes en
materiales metálicos es someter tubos delgados a efectos combinados de
torsión, tracción o compresión y presión hidráulica interna o externa. Es
preciso tomar precauciones para que no se produzcan fenómenos de pandeo.
Son clásicas las experiencias de GUEST (1900).
Resumiendo los resultados anteriores con respecto a la forma de las curvas
de resistencia intrínseca, vemos que en todos los materiales se obtienen
curvas simétricas respecto al eje horizontal (en realidad, se trata de
superficies de revolución que pueden definirse por la curva generatriz) con un
vértice a la izquierda del origen, cuya abscisa define el valor de la cohesión,
del mismo modo que la ordenada en el origen define la resistencia al
deslizamiento plástico.

En los materiales pétreos, la gran diferencia entre las tensiones de rotura


por tracción y compresión da a la curva una forma de ramas muy abiertas,
que van a cerrase muy cerca del origen. La resistencia al deslizamiento
plástico es superior a la cohesión.
En los materiales metálicos dúctiles, por el contrario, las resistencias a la
tracción y a la compresión simple son sensiblemente iguales y, por lo tanto,
las dos ramas son casi paralelas al cortar al eje vertical, teniendo el vértice
bastante alejado de este eje. La cohesión es mucho mayor que la resistencia
al deslizamiento plástico y ésta es aproximadamente la mitad de la
resistencia a tracción o compresión sencilla.

Pueden obtenerse también curvas de resistencia intrínseca en muestras de


terrenos con cohesiones. Suelen ser, aproximadamente, rectas, que en arena
pasan aproximadamente por el origen, y en arcilla para ensayo rápido son
paralelas al eje horizontal en la zona de compresiones. El paralelismo de las
ramas caracterizan las condiciones de plasticidad pura, y como incluso en los
materiales frágiles, a medida que nos alejamos del origen, la inclinación de
éstas tiende a la horizontal, quiere decir que para solicitaciones de
compresión triple muy elevadas todos los materiales se transforman en
plásticos, lo que se comprueba en las experiencias

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En la curva de resistencia intrínseca se tienen elementos para definir, de un


modo adecuado, las propiedades de los cuerpos que tiene relación con el

fenómeno de resistencia, como son: fragilidad, ductilidad, resiliencia

El coeficiente de fragilidad puede definirse por la relación entre las


tensiones de rotura por tracción hidrostática y por cortadura pura, es decir,
por la que corresponde a los dos segmentos que intercepta la curva en ambos
ejes. Esta propiedad no varía en sentido inverso de la resistencia, como
parece a primera vista. Así, por ejemplo, los hormigones de cemento fundido
son más frágiles que los de Portland, y si aumentamos la compacidad de un
hormigón, aunque se incrementan las resistencias a compresión y a tracción,
como la primera crece más deprisa que la segunda, la fragilidad también
aumenta.

Para la ductilidad es fundamental el valor de la tensión de rotura por


cortadura, es decir, por deslizamiento plástico, mientras que para la resiliencia
lo es el de la tensión de rotura por tracción hidrostática (el cuadrado de esta
tensión se denomina resiliencia verdadera), y como estas dos propiedades
entran en juego, según el modo de aplicación de las cargas, estático o por el
choque, respectivamente, vemos que en los metales pueden producirse dos
tipos de rotura: o por deslizamiento plástico con desplazamientos importantes
y tensiones moderadas, o bien por estallido con pequeños desplazamientos y
grandes tensiones. En este segundo caso se vence directamente la cohesión
de la materia; en otro, se destruye la estabilidad de la estructura interna por
ataque de flanco. Son, por consiguiente, dos modos de resistir que
caracterizan a un metal y que en cierto modo son independientes, y desde
luego no varían en el mismo sentido. Por ejemplo, en los aceros especiales al
níquel, al cromo, etc., se obtiene una mejora en la resistencia al

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deslizamiento, pues los cuerpos añadidos dan lugar a interposiciones en la


estructura interna, que hacen el oficio de llaves que coartan el deslizamiento,
pero que al mismo tiempo disminuyen la cohesión. Para una misma familia de
aceros la resistencia a tracción y la resiliencia varían en sentido contrario.

Mediante las curvas de resistencia intrínseca se aclaran las formas de rotura


de las probetas correspondientes a materiales frágiles y tenaces. En los
primeros ocurre siempre que el plano de rotura es paralelo a la tensión
principal de menor valor algebraico, es decir, perpendicular a la dirección del
esfuerzo en tracción, y paralela al mismo en compresión sencilla. Este último
es difícil de concebir, pero se comprende fácilmente, dada la forma de la
curva, pues el punto de tangencia del círculo de MöHR está muy próximo al
eje de ordenadas, la tensión de rotura está casi en esta dirección y
corresponde, por lo tanto, a secciones casi paralelas a la dirección del
esfuerzo. También vemos en la curva que el punto de tangencia, lo mismo
para tracción simple que para cortadura pura, está muy próximo al vértice y
corresponde a planos perpendiculares a la tensión principal de tracción.

En las probetas a tracción de materiales tenaces hemos visto que la rotura


comenzaba en el centro, por estallido, y después se formaban dos superficies
inclinadas denotando rotura por deslizamiento. La explicación más
satisfactoria es la siguiente: a consecuencia de las diferentes condiciones en
que se encuentran las fibras interiores y las exteriores, en la transformación
metalográfica que supone el estirado, se hacen desiguales los coeficientes de
elasticidad, deformándose de un modo diferente, lo cual da lugar a la
aparición de extricciones. Al localizarse éstas en una zona reducida, la
distribución de isostáticas se altera profundamente, sufriendo una doble
incurvación las longitudinales, lo que da lugar, como ya sabemos, a la
aparición de tensiones de tracción transversales, aumentando desde el
contorno hacia el centro y desde la sección normal a la de máxima extricción.
Por consiguiente, mientras que los puntos del contorno siguen sometidos a
tracción sencilla los del interior lo están a tracción simple, llegando a
alcanzarse el punto de tracción isostática (vértice de la curva), en cuyo caso
saltan las fibras interiores, rompiéndose después las externas, con la
inclinación de deslizamiento correspondiente a tracción sencilla.

Explicación análoga puede darse en la rotura por esfuerzos alternados, pues


toda desigualdad interna da lugar a una alteración en la distribución de
isostáticas, es decir, a una doble incurvación, lo que significa empeoramiento
de las condiciones de resistencia por aparición de tracciones transversales, y
aun que el círculo de MöHR, que define las condiciones medias, queda dentro
de la curva intrínseca, alguno local puede rebasarlo lo que dará lugar a
deformaciones permanentes que, acumulándose en ciclos sucesivos, llevan a
la rotura.

Del estudio de las curvas de resistencia intrínseca se deducen otras


consecuencias muy interesantes. Por ejemplo, con relación al zunchado; en
los materiales metálicos, al introducir en la solicitación de compresión sencilla
una compresión lateral, ON1, la tensión longitudinal de rotura se incrementa
únicamente en esta cantidad, pues el círculo apenas cambia de radio,
mientras que en los pétreos este aumento puede llegar hasta cuatro veces la
compresión lateral introducida, pues el círculo de MöHR aumenta mucho de
radio, debido a la divergencia de las dos ramas de la curva.

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Otra explicación interesante es la disminución de fragilidad que se obtiene en


el hormigón cuando se introducen fibras de amianto. Mientras que la tensión
de compresión no cambia, aumenta mucho la tensión de tracción, y el vértice
de la curva avanza hacia la izquierda.

Vemos, por lo tanto, que es inadmisible el método de comprobación de la


resistencia de una estructura por comparación de las tensiones principales,
aisladamente con las que corresponde a rotura por tracción o compresión
sencilla. Este procedimiento supone ya un avancen relación al de comparar

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las componentes normal y tangencial aisladamente, pero ha quedado


demostrado que son las dos tensiones principales extremas las que definen
simultáneamente las condiciones de trabajo del material.

El considerar únicamente las dos tensiones principales extremas es, en


realidad, una hipótesis, que algunas experiencias han demostrado como
ligeramente inadecuada (Böquer, Richart, Brandizaeg, Lodé, etc.). Esto
significa que no existe una sola curva de resistencia intrínseca para cada
cuerpo, sino mas bien un haz. Este es uno de los defectos de la interpretación
de la rotura mediante estas curvas. Otros importantes son que la rotura no se
localiza en un punto, sino que abarca una cierta zona y por consiguiente
depende de la distribución de tensiones en dicha zona; además va precedida

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de importantes de importantes deformaciones permanentes que implican


perdida de isotropia del material y, por consiguiente, alteración de los círculos
representativos.

Estos dos hechos invalidan las dos hipótesis de rotura según planos e
isotropia alrededor de un punto, que eran fundamentales par la interpretación
de la curva de resistencia intrínseca. Además esta curva no tiene en cuenta
las condiciones de rotura por esfuerzos alternativos, ni las de pandeo,
importantes ambas en las estructuras metálicas. Se amolda mucho mejor a
las condiciones de los materiales pétreos, especialmente el hormigón, que es
donde sus resultados son mucho más interesantes. En la figura damos la
curva obtenida por la Comisión del Reglamento para construcciones de
hormigón armado de la Cámara Sindical de constructores franceses.

En realidad las condiciones de rotura son muy complicadas y, en general, el


fenómeno correspondiente queda definido de un modo impreciso; además, en
ciertos materiales no es el que debe regular el aprovechamiento del material,
pues particularmente, en los metales, existen fases de comportamiento que
no se deben rebasar, por ejemplo, el paso a la zona francamente plástica.
También encontraremos dificultades para definir experimentalmente esta
fase, pues la condición de proporcionalidad o elasticidad perfecta ya dijimos
que representa conceptos limites cuya aplicación depende de la exactitud
con que se realiza la medición de las deformaciones. En cambio, un punto
claramente definido en las experiencias es el limite de fluencia en los
materiales en que se presenta dicho fenomeno. Podemos entonces obtener
curvas anaslogas a las de resistencia intrínseca, para las tensiones principales
en que tiene lugar dicho fenómeno y queque nos pueden servir para definir
una curva homotetica con la reducción correspondiente al coeficiente de
seguridad, dentro de la cual es preciso permanecer en la practica.

En los terrenos tampoco es la rotura el fenómeno que manda en la fijación de


las condiciones de utilización, sino el paso a la zona de comportamiento
plástico. Así la condición fundamental es la que se denomina condición de
plasticidad, que puede exprsarse analíticamente aplicando los criterios
expuestos al principio de este capitulo, siendo valido el de MISES, que
conduce a la ecuación 78, y con menos aproximación, el de MÖHR (79).

“RESISTENCIA” Carlos Fernández Casado. Madrid 1941

Lección 6
LA FILOSOFÍA DEL MÉTODO DE CROSS.

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1.6.1 CONCEPTOS BÁSICOS:


Criterios de signos. Acciones de barra sobre nudo y viceversa.
Conceptos de rigidez, coeficientes de transmisión: barras rectas, curvas, de
inercia constante.
Equilibrio de nudo. Coeficientes de reparto.
Distribución de momentos flectores y esfuerzos cortantes en función de los
momentos transmitido por los nudos a la barra.

1.6.2 VIGAS CONTINUAS.

1.6.3 PÓRTICOS PLANOS INDESPLAZABLES.

1.6.4 PÓRTICOS PLANOS DESPLAZABLES.

1.6.5 PÓRTICOS ESPACIALES.

1.6.6 APLICACIÓN AL PROYECTO DE LA ESTRUCTURA.

1.6.7 BIBLIOGRAFÍA BÁSICA.

P. Charon. “Metodo de Cross y el calculo práctico de las construcciones”.


S. Zaytzeff. “Calculo de las construcciones hiperestáticas”.

Lección 7
MÉTODOS DEDUCTIVOS PARA ANALIZAR LA RESPUESTA DE LAS
ESTRUCTURAS HIPERESTÁTICAS

1.7.1 BASES FUNDAMENTALES.

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Relaciones Momento flector - Deformada.


Relaciones Cargas - Esfuerzos Cortantes.
Relaciones Momentos - Esfuerzos Cortantes.
Equilibrio de nudos.

1.7.2 DEDUCCIONES A PARTIR DE LA DEFORMADA.

1.7.3 DEDUCCIONES A PARTIR DE LA FILOSOFÍA DEL METODO DE CROSS.

1.7.4 EJEMPLOS.

1.7.5 BIBLIOGRAFÍA BÁSICA.

P. Charon. “Método de Cross y el calculo práctico de las construcciones”.


Norris & Wilbur. “Análisis elemental de estructuras”.
R. Meli Piralla. “Diseño estructural”.

Lección 8
ANÁLISIS SIMPLIFICADOS DE ESTRUCTURAS ESTÁTICAMENTE
INDETERMINADAS.

1.8.1 INTRODUCCIÓN GENERAL.

1.8.2 MÉTODOS BASADOS EN EL TRAZADO APROXIMADO DE LA ELÁSTICA:

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Vigas continuas, pórticos simples, pórticos planos sometidos a cargas


verticales, pórticos planos sometidos a cargas verticales.

1.8.3 MÉTODOS BASADOS EN EL TEOREMA DEL LÍMITE EXTERIOR.

1.8.4 ANÁLISIS APROXIMADO DE CELOSÍAS Y PÓRTICOS INDUSTRIALES.

1.8.5 MÉTODOS RECOGIDOS EN LAS NORMATIVAS.

1.8.6 OTROS MÉTODOS.

1.8.7 BIBLIOGRAFÍA BASICA.

Norris & Wilbur. “Análisis elemental de estructuras”.


Mañac, A. “La Estructura”.
H. Werner Rosenthal. “La Estructura”.
H. Parker. “Calculo simplificado de estructuras de acero”.
R. Meli Piralla. “Diseño estructural”.
J. Ambrose & D. Vergun. “Diseño simplificado de edificios para cargas de viento y
sismo”.

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