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El soporte: es una lámina de papel, tela o material fibroso que debe ser

tan fuerte como para no romperse con facilidad durante el lijado, que
implica el frotamiento de este papel sobre la superficie a pulir. Para
lijar madera se suele utilizar lija con soporte de papel o cartulina,
mientras que para el lijado de metal el soporte es de tela resistente o
fibra. El soporte se fabrica en forma de pliegos o de rectángulos
manuables para pequeños trabajos.

Lija con soporte de tela

La superficie granular: sobre una de las caras de la lámina que sirve


como soporte, se adhiere material granuloso de diferentes tipos, de
acuerdo al tamaño de grano requerido y al tipo de pulido, para lo cual
puede ser necesaria mayor o menor dureza de este material. El
elemento abrasivo granular puede estar compuesto por carburo de
silicio, óxido de aluminio (una de cuyas variedades es el esmeril) o
zirconio.

Superficie de carburo de silicio: este es un grano anguloso, de poca


tenacidad y poca durabilidad. Se emplea principalmente para lijar
materiales sólidos tales como: piedra, mármol, titanio, vidrio, fibra de
vidrio, lacas, cerámica, goma o plásticos.

Lija con superficie de carburo de silicio

Superficie de óxido de aluminio: este es un grano redondo, que cuenta


con tenacidad y es de alta durabilidad. Es el indicado para lijar
materiales tales como el metal y la madera. Así como para lijar paredes
enlucidas.

Lija con superficie de óxido de aluminio

Superficie de corindón de zirconio: este es un grano con gran


uniformidad, gran tenacidad y con una muy alta duración. Es ideal para
lijar aceros inoxidables.

Lija con superficie de corindón de zirconio

Forma de uso de una Lija


El lijado de una superficie se realiza mediante movimientos manuales
longitudinales sobre ella, de tal manera que la parte granulada de la lija
friccione el área a pulir. En el caso del pulido de madera, el movimiento
debe seguir la dirección de la veta. Sobre pequeñas superficies bastará
con presionar la cara lisa de la lija con la mano sobre ellas. Para ejercer
mayor fuerza y de forma más uniforme, se puede emplear una pieza
plana o taco de madera que ayude a realizar la presión necesaria.
Además, existen lijadoras eléctricas, en las cuales la lija está adherida
a un disco que al girar realiza el trabajo sobre el objeto con mayor
eficiencia y velocidad.

Tipos de Lijas

El tamaño del grano de la lija utilizada depende del material a lijar. De


tal forma, existen lijas de grano grueso, intermedio y fino. También, la
elección del granulado de la lija está en función de la calidad de la
terminación requerida. Lijas gruesas darán una terminación rústica,
mientras que lijas finas permitirán obtener un pulido más delicado. Por
otra parte, se puede realizar el lijado en seco o al agua. Ambas
posibilidades tienen ventajas específicas de acuerdo al material a
tratar.

El tamaño del grano de una lija, se denomina o conoce según el número


de grano. Cuanto menor sea el número de grano, mayor es el tamaño
del grano, y por ende, más basto será el lijado. Para un lijado de calidad
se recomienda recurrir a varias lijas, comenzando por la más gruesa y
avanzando hacia la más fina. Tipos de lija según el número de grano:

Lija gruesa: las lijas con granulado grueso se utilizan para iniciar el
trabajo sobre superficies muy rugosas, oxidadas o para eliminar la
pintura adherida, antes del lijado definitivo. Este tipo de lija abarca los
siguientes números: 80, 60, 50, 40, 36, 24, 20, 16, 12.

Lija gruesa

Lija mediana: el grano intermedio de una lija es eficiente para mejorar


el acabado de una superficie que ha sido previamente tratada con lija
gruesa. Una vez que se ha quitado la pintura o el óxido, o cuando las
arrugas se han alisado un poco, la lija de grano mediano suaviza la
pieza a pulir antes de su tratamiento final. Este tipo de lija abarca los
siguientes números: 280, 240, 220, 180, 150, 120, 100.

Lija fina: la lija de grano fino consigue una terminación suave sobre las
superficies. Sin embargo, se requiere la utilización de lijas más gruesas
sobre áreas demasiado rugosas, ya que de realizar el trabajo
directamente con una lija fina, la tarea sería demasiado dura,
demandaría excesivo tiempo y probablemente no daría los resultados
esperados.Este tipo de lija abarca los siguientes números: 600, 500,
400, 360, 320.

Lija fina

Lija extrafina: esta lija se emplea para eliminar las asperezas que
puedan quedar una vez finalizado el trabajo. Este tipo de lija abarca los
siguientes números: 1500, 1200, 1000, 800.

Lija seca: las lijas para pulido en seco son las más comunes y pueden
utilizarse sobre todos los materiales, con diversos resultados. Uno de
sus problemas consiste en la emanación de polvo, por lo cual se
aconseja utilizar lentes de protección y barbijo durante el lijado.

Lija al agua: las lijas al agua pueden utilizarse de igual manera que las
lijas secas, o sumergirse en agua para su uso. Son más eficientes para
la eliminación de los residuos y para dar una mejor terminación sobre
determinados materiales.

Lija al agua

Por otro lado, también se pueden clasificar las lijas en lijas con grano
abierto y con grano cerrado. Las lijas con grano abierto, cuentan con
menos granos por unidad de superficie. Lo contrario ocurre con las lijas
de grano cerrado. Las de grano abierto son ideales para pinturas,
masillas, maderas blandas y resinosas, emplastes, yesos húmedos o
muertos, entre otros.

Lija de grano abierto

También podemos encontrar las lijas con recubrimiento similar a una


cera, lo que permite evacuar el polvo del lijado de una forma mucho
mejor, evitando que la lija se obstruya. Este recubrimiento lo poseen
las lijas especiales para lacas o pinturas.

Selección del tipo de lija

Teniendo en cuenta la gran variedad de tipos de lija que existen, es


muy importante que se seleccione la más adecuada para el trabajo a
realizar, y además se consideren las distintas fases o etapas del
trabajo, en caso de que aplique.

Indicaremos algunos ejemplos de aplicaciones de la lija:

Para la eliminación inicial de pintura excedente y residuos granulosos


en madera o yeso, debe utilizarse una lija seca de grano grueso. Una
vez emparejada la superficie, se continúa con una lija mediana y se
realiza la terminación con lija seca muy fina.

Para lijado de metales, se usa la lija de tela esmeril y se sigue una


secuencia similar. Esmeril grueso para remoción de óxido y rebarbas,
luego esmeril mediano y fino.

La lija al agua, en sus tres grados de granulado, es muy buena para el


alisado de superficies rellenas con masilla o para mejorar la
terminación de la pintura.

Esta útil y eficiente herramienta es un gran aliado para obtener trabajos


con acabados perfectos. Basta con elegir la lija adecuada y aplicarla
de forma correcta.

Con la aplicación de la tecnología se han desarrollado herramientas


conocidas como lijadoras, las cuales facilitan el trabajo tradicional de
lijado y se presentan en diferentes modelos como las Lijadoras
orbitales y las Lijadoras de banda, entre las que puedes escoger
dependiendo de la tarea a ejecutar. El soporte: es una lámina de papel,
tela o material fibroso que debe ser tan fuerte como para no romperse
con facilidad durante el lijado, que implica el frotamiento de este papel
sobre la superficie a pulir. Para lijar madera se suele utilizar lija con
soporte de papel o cartulina, mientras que para el lijado de metal el
soporte es de tela resistente o fibra. El soporte se fabrica en forma de
pliegos o de rectángulos manuables para pequeños trabajos.
Lija con soporte de tela

La superficie granular: sobre una de las caras de la lámina que sirve


como soporte, se adhiere material granuloso de diferentes tipos, de
acuerdo al tamaño de grano requerido y al tipo de pulido, para lo cual
puede ser necesaria mayor o menor dureza de este material. El
elemento abrasivo granular puede estar compuesto por carburo de
silicio, óxido de aluminio (una de cuyas variedades es el esmeril) o
zirconio.

 Superficie de carburo de silicio: este es un grano anguloso, de


poca tenacidad y poca durabilidad. Se emplea principalmente
para lijar materiales sólidos tales como: piedra, mármol, titanio,
vidrio, fibra de vidrio, lacas, cerámica, goma o plásticos.
Lija con superficie de carburo de silicio

 Superficie de óxido de aluminio: este es un grano redondo, que


cuenta con tenacidad y es de alta durabilidad. Es el indicado para
lijar materiales tales como el metal y la madera. Así como para
lijar paredes enlucidas.
Lija con superficie de óxido de aluminio

 Superficie de corindón de zirconio: este es un grano con gran


uniformidad, gran tenacidad y con una muy alta duración. Es ideal
para lijar aceros inoxidables.
Lija con superficie de corindón de zirconio

Forma de uso de una Lija

El lijado de una superficie se realiza mediante movimientos manuales


longitudinales sobre ella, de tal manera que la parte granulada de la lija
friccione el área a pulir. En el caso del pulido de madera, el movimiento
debe seguir la dirección de la veta. Sobre pequeñas superficies bastará
con presionar la cara lisa de la lija con la mano sobre ellas. Para ejercer
mayor fuerza y de forma más uniforme, se puede emplear una pieza
plana o taco de madera que ayude a realizar la presión necesaria.
Además, existen lijadoras eléctricas, en las cuales la lija está adherida
a un disco que al girar realiza el trabajo sobre el objeto con mayor
eficiencia y velocidad.

Tipos de Lijas

El tamaño del grano de la lija utilizada depende del material a lijar. De


tal forma, existen lijas de grano grueso, intermedio y fino. También, la
elección del granulado de la lija está en función de la calidad de la
terminación requerida. Lijas gruesas darán una terminación rústica,
mientras que lijas finas permitirán obtener un pulido más delicado. Por
otra parte, se puede realizar el lijado en seco o al agua. Ambas
posibilidades tienen ventajas específicas de acuerdo al material a
tratar.
El tamaño del grano de una lija, se denomina o conoce según el número
de grano. Cuanto menor sea el número de grano, mayor es el tamaño
del grano, y por ende, más basto será el lijado. Para un lijado de calidad
se recomienda recurrir a varias lijas, comenzando por la más gruesa y
avanzando hacia la más fina. Tipos de lija según el número de grano:

 Lija gruesa: las lijas con granulado grueso se utilizan para iniciar
el trabajo sobre superficies muy rugosas, oxidadas o para
eliminar la pintura adherida, antes del lijado definitivo. Este tipo
de lija abarca los siguientes números: 80, 60, 50, 40, 36, 24, 20,
16, 12.
Lija gruesa

 Lija mediana: el grano intermedio de una lija es eficiente para


mejorar el acabado de una superficie que ha sido previamente
tratada con lija gruesa. Una vez que se ha quitado la pintura o el
óxido, o cuando las arrugas se han alisado un poco, la lija de
grano mediano suaviza la pieza a pulir antes de su tratamiento
final. Este tipo de lija abarca los siguientes números: 280, 240,
220, 180, 150, 120, 100.

 Lija fina: la lija de grano fino consigue una terminación suave


sobre las superficies. Sin embargo, se requiere la utilización de
lijas más gruesas sobre áreas demasiado rugosas, ya que de
realizar el trabajo directamente con una lija fina, la tarea sería
demasiado dura, demandaría excesivo tiempo y probablemente
no daría los resultados esperados.Este tipo de lija abarca los
siguientes números: 600, 500, 400, 360, 320.
Lija fina

 Lija extrafina: esta lija se emplea para eliminar las asperezas que
puedan quedar una vez finalizado el trabajo. Este tipo de lija
abarca los siguientes números: 1500, 1200, 1000, 800.

 Lija seca: las lijas para pulido en seco son las más comunes y
pueden utilizarse sobre todos los materiales, con diversos
resultados. Uno de sus problemas consiste en la emanación de
polvo, por lo cual se aconseja utilizar lentes de protección y
barbijo durante el lijado.

 Lija al agua: las lijas al agua pueden utilizarse de igual manera


que las lijas secas, o sumergirse en agua para su uso. Son más
eficientes para la eliminación de los residuos y para dar una
mejor terminación sobre determinados materiales.
Lija al agua

Por otro lado, también se pueden clasificar las lijas en lijas con grano
abierto y con grano cerrado. Las lijas con grano abierto, cuentan con
menos granos por unidad de superficie. Lo contrario ocurre con las lijas
de grano cerrado. Las de grano abierto son ideales para pinturas,
masillas, maderas blandas y resinosas, emplastes, yesos húmedos o
muertos, entre otros.
Lija de grano abierto

También podemos encontrar las lijas con recubrimiento similar a una


cera, lo que permite evacuar el polvo del lijado de una forma mucho
mejor, evitando que la lija se obstruya. Este recubrimiento lo poseen
las lijas especiales para lacas o pinturas.

Selección del tipo de lija

Teniendo en cuenta la gran variedad de tipos de lija que existen, es


muy importante que se seleccione la más adecuada para el trabajo a
realizar, y además se consideren las distintas fases o etapas del
trabajo, en caso de que aplique.

Indicaremos algunos ejemplos de aplicaciones de la lija:

Para la eliminación inicial de pintura excedente y residuos granulosos


en madera o yeso, debe utilizarse una lija seca de grano grueso. Una
vez emparejada la superficie, se continúa con una lija mediana y se
realiza la terminación con lija seca muy fina.

Para lijado de metales, se usa la lija de tela esmeril y se sigue una


secuencia similar. Esmeril grueso para remoción de óxido y rebarbas,
luego esmeril mediano y fino.
La lija al agua, en sus tres grados de granulado, es muy buena para el
alisado de superficies rellenas con masilla o para mejorar la
terminación de la pintura.

Esta útil y eficiente herramienta es un gran aliado para obtener trabajos


con acabados perfectos. Basta con elegir la lija adecuada y aplicarla
de forma correcta.

Con la aplicación de la tecnología se han desarrollado herramientas


conocidas como lijadoras, las cuales facilitan el trabajo tradicional de
lijado y se presentan en diferentes modelos como las Lijadoras
orbitales y las Lijadoras de banda, entre las que puedes escoger
dependiendo de la tarea a ejecutar.

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