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«En unas pocas páginas sin tecnicismos inútiles, Chowdhury recoge toda la sabiduría

del management moderno, de una forma que resulta práctica tanto para un director
general como para alguien que trabaje de cara al püblico,»
The Washington Post

EL

UNA HISTORIA SOBRE EL INGREDIENTE


INDISPENSABLE EN LA EMPRESA:
LA CALIDAD

SUBIR CHOWDHURY
Subir Chowdhury

El fabricante
de helados
Una historia sobre el ingrediente
indispensable en la empresa:
LA CALIDAD

EMPRESA ACTIVA
Argentina - Chile - Colombia - España
Estados Unidos - México - Uruguay - Venezuela
Título original: The Ice Cream Maker
Editor original: Currency I Doubleday I A division of Random House, Inc.,
Nueva York
Para todos los hombres y mujeres
Traducción: María Isabel Merino del mundo entero que abrazan
la CALIDAD
Reservados todos los derechos. Queda ri- en todo lo que hacen.
gurosamente prohibida, sin la autoriza-
ción escrita de los titulares del copyright,
bajo las sanciones establecidas en las le-
yes, la reproducción parcial o total de esta
obra por cualquier medio o procedimien-
to, incluidos la reprografía y el tratamien-
to informático, así como la distribución
de ejemplares mediante alquiler o présta-
mo público.

© 2005 by Subir Chowdhury


All Rights Reserved
This translation published by arrangement with The Doubleday
Broadway Publishing Group, a division ofRandom House, Inc.1!!l
© 2006 by Ediciones Urano, S. A.
Aribau, 142, pral. - 08036 Barcelona
www.empresaactiva.com
www.edicionesurano.com

ISBN 10: 84-96627-11-X


ISBN 13: 978-84-96627-11-6
Depósito legal: B - 8.826 - 2008

Fotocomposición: Germán Algarra


Impreso por: Rornanyá-Valls - Verdaguer, 1 - 08786
Capellades (Barcelona)

Impreso en España - Printed in Spain


Índice

lo Un balde de agua helada ................ 9

2. Aprender a escuchar ................... 29

3. El secreto de LEO . . . . . . . . . . . .......... 47

4. No necesitamos un Steve Jobs . .......... 67

5. En busca de la perfección . .............. 85

6. El movimiento se demuestra andando 109

Agradecimientos 123

Sobreclautor 125
1
Un balde de agua helada

Fue un lunes de mayo por la tarde cuando mi vida cam-


bió para siempre.
Estaba trabajando en mi puesto de jefe de planta de
Dairy Crea m, una empresa de helados regional, cuando
Reggie, uno de nuestros vendedores, entró alegremente
por la puerta, una hora antes de lo que yo esperaba.
Había tenido una cita importante con Natural Foods,
la próspera cadena nacional de alimentación que tiene
una sucursal en nuestra ciudad, desde hace unos diez
años. Pensaba que quizá todavía no había ido a verlos,
hasta que, meneando la cabeza y con un indolente en-
cogimiento de hombros, hizo el gesto de «pulgares aba-
jo». Una vez más, no había conseguido vender ni si-
quiera un cuarto de litro a Natural Foods.
-La próxima vez lo conseguiremos, Pete -dijo im-
perturbable, con la fe de un hincha de los Cachorros de
Chicago.

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EL FABRICA TE DE HELADOS Un balde de agua helada

Podía ver que no le preocupaba mucho. Después de Con la expansión urbana extendiéndose más allá de
todo, nadie esperaba de verdad que consiguiera un pedi- la autopista que rodeaba la ciudad, no me cabía ningu-
do. Llevábamos años intentándolo. Esa visita se había na duda de que Malcolm podría sacar más dinero ven-
convertido en una tarea anual que yo le obligaba a realizar diendo el solar a una inmobiliaria que manteniendo la
y él la había llevado a cabo. Una cosa menos que hacer. empresa con los ingresos actuales. De todos modos, tan-
Sólo que este año yo contaba, sinceramente, con to en un caso como en el otro, yo me quedaría sin traba-
que lograríamos la venta. Habíamos sacado tres nue- jo. Con una esposa y dos hijos pequeños, de ocho y seis
vos sabores, usando ingredientes naturales, que pensa- años, la reprimenda de Malcolm me sacó de mi auto-
ba que los dejarían con la boca abierta. Así era como complacencia.
nos habíamos hecho un nombre: con sabores radical- Aunque me había criado en la ciudad, sólo hacía dos
mente nuevos que nos habían proporcionado no sólo años que trabajaba en Dairy Cream, después de haber
publicidad local y un aumento de las ventas, sino la pasado diez años en una empresa de alimentación de
atención nacional. Pero mi estrategia de «nuevos sabo- Denver. Me parecía que nuestra familia sólo acababa de
res» parecía haber fallado con Natural Foods. instalarse. Mi esposa, Jean, había conseguido un traba-
Lo que más me preocupaba era algo que no le podía jo en una sucursal bancaria y nuestro hijo y nuestra hija
contar a Reggie ni a nadie más. Nuestro jefe y funda- tenían cada vez más amigos en el vecindario. Pero era
dor, Malcolm Jones, me había expresado recientemen- del todo imposible que pudiéramos pagar la hipoteca y
te su decepción por la falta de crecimiento de nuestras todos los demás gastos sólo con el salario de Jean. Ade-
ventas. Nuestros márgenes de beneficios se iban redu- más, si fracasaba en Dairy Cream, ¿qué haría? No era
ciendo. Malcolm me había dicho que, si las cosas no necesariamente el tipo más listo de la ciudad, pero me
mejoraban pronto, se vería obligado a hacer algunos dedicaba en cuerpo y alma al trabajo. Había implanta-
cambios importantes. Me dijo que una solución sería do una serie de iniciativas de dirección y programas para
contratar a otro equipo de dirección. También dio a en- subir la moral de los empleados, con el fin de mejorar
tender que quizá se viera obligado a vender la fábrica a los procesos de fabricación y aumentar la producción.
una empresa nacional o borrarla por completo del Pero últimamente, nada parecía dar resultado. Nues-
mapa, vendiendo el solar a un promotor inmobiliario. tros helados no atraían a los compradores de la gama
-No me importa lo que tengas que hacer para dar alta, pero tampoco podían competir con las marcas de
la vuelta a la situación, Pete, pero hazlo. La responsabi- precios bajos. Estábamos atrapados en medio y nos es-
lidad es tuya. trujaban por ambos lados.

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EL FABRICANTE DE HELADOS Un balde de agua helada

Nunca antes había fracasado en mi trabajo, pero es- porcentaje de aditivos en peso y volumen, el índice de
taba empezando a quedarme sin respuestas. Me pre- éxito de nuestros envases ...
guntaba, preocupado, qué podía hacer para cambiar -¿El índice de éxito de nuestros envases?
mi suerte. ¿Qué pasaría con toda la gente a mis órde- -A eso me refiero -dijo Reggie-. Nunca me ha-
nes, si Malcolm vendía la empresa o el solar? bían hecho unas preguntas así.
Aquella mañana, acariciaba la esperanza de que Na- Me quedé atónito. ¿Cómo podía Natural Foods to-
tural Foods fuera nuestra salvadora. Sabía que si podía- mar la decisión de vender o no vender nuestros helados
mos vender nuestra marca aunque sólo fuera a una basándose en unas preguntas tan crípticas?
sucursal de su cadena, nuestra cifra de ventas aumenta- Sin embargo, mi decepción no tardó en convertirse
ría de forma importante. Vendían tanto que nos arras- en determinación. No podía perder esa cuenta. Años
trarían con ellos. Y también, claro, sería una cabeza de atrás, había conocido a uno de los jefazos de la empre-
puente para tratar de conseguir la cuenta de toda la ca- sa. Maldita sea, iría yo mismo a tratar de convencerlos,
dena, lo cual multiplicaría muchas veces nuestros mo- Aunque tenía programada una reunión con nuestro di-
destos beneficios, de la noche a la mañana. Además, rector de calidad, me quité las gafas de protección y la
como Natural Foods tenía fama de ofrecer productos de bata del laboratorio, me puse la chaqueta y cogí las lla-
alta calidad y un servicio al cliente de primera categoría, ves antes incluso de darme cuenta de lo que estaba ha-
el hecho de que nos eligieran sería interpretado por los ciendo. No soy vendedor -no tengo ninguna experien-
otros detallistas como que nos habíamos ganado el sello cia en ventas- pero sabía lo crucial que era esta venta.
de aprobación del juez más severo del sector alimentario Tenía que conseguida. Me metí en el coche -un todo-
yeso nos traería más contratos. terreno que habíamos comprado sólo hacía dos meses
Así que cuando Reggie volvió y me dijo que Natu- para pasear con los chicos, recordé contrito, pensando
ral Foods había vuelto a decimos «ni hablar», después en los plazos- y me fui a Natural Foods.
de una breve conversación de apenas diez minutos con Aunque siempre me había negado a comprar en su
su comprador, mi ánimo cayó por los suelos o más aba- establecimiento -porque ellos nunca habían compra-
jo. Reggie me explicó que apenas había pronunciado do nuestros helados-, no tuve ningún problema para
las primeras palabras cuando el comprador empezó a encontrado; era un enorme edificio situado en un cru-
hacerle preguntas que no supo cómo contestar. ce importante. El establecimiento de lujo no se parece
-¿Como cuáles? en nada al Biggie-Mart que yo frecuento. La fachada la
-Como cuál era la densidad de nuestros helados, el forman unos enormes ventanales enmarcados en ladri-

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EL FABRICANTE DE HELADOS Un balde de agua helada

110, que le dan más aspecto de librería que de tienda de ba, llegaba una música suave y sosegada. Los diez segun-
alimentación. Desde el otro lado del aparcamiento se dos que se tardaba en entrar en Natural Foods eran la
pueden ver las vigas de nueve metros de altura del inte- acogida más cálida que un establecimiento podía darte;
rior -con todo el cielo raso pintado de color beige, no te transportaban a algún lugar atractivo y exótico en
del deprimente negro o escandaloso blanco de la mayo- apenas más de un metro.
ría de tiendas- y las simpáticas banderolas colgadas -¡Hola! ¿Cómo está? -me preguntó una voz
encima de cada caja registradora. Tanto si te gustan sus amistosa, con una sinceridad tan auténtica que supuse
productos como si no, el diseño de la tienda te atraen al que era alguna amiga mía. Sin embargo, no la reconocí
interior. y debí de poner cara de desconcierto-o ¿Puedo ayudar-
Yo quería que el establecimiento no me gustara, le? -añadió.
pero no podía evitar fijarme en hasta qué punto Natu- -No, gracias -respondí.
ral Foods se esforzaba para que sus clientes sintieran Estaba claro que no era una recepcionista oficial,
que eran bienvenidos. Pese a mi boicot, mi esposa com- sino sólo una empleada cordial, que hacía su trabajo,
praba allí y, con frecuencia, se deshacía en elogios, co- ocupándose del arreglo floral, mientras saludaba a to-
mentando que era un sitio estupendo y burlándose ca- dos los clientes que podía. Pronto oí un coro de salu-
riñosamente de mi tozudez por negarme a atravesar sus dos similares por toda la tienda, muchos de los cuales
puertas. Pronto descubrí a qué se refería. se transformaban rápidamente en conversaciones más
Entré por las puertas principales -mi esposa afirma- largas.
ba que, si alguna vez las cerraban, ella nunca lo había Mi primera ojeada me reveló lo limpio y fresco, cá-
visto-; como son tan amplias es prácticamente imposi- lido y acogedor que era todo el establecimiento. No se
ble chocar con otro cliente, por mucha concurrencia que parecía en nada al sitio donde yo compraba ... ni tam-
haya. Una ráfaga de agradable aire fresco me recibió en poco a nuestra fábrica, desde luego. Pero deseché rápi-
aquel día caluroso. Pasé junto a los carros, todos ellos de damente aquella idea. Bien mirado, ellos eran detallis-
un intenso y alegre color verde, colocados ordenada- tas y nosotros vendemos a las tiendas, no a los clientes.
mente en forma de abanico para permitir la máxima fa- Justo después de las flores encontré el «Centro de ayu-
cilidad de acceso y la mínima incomodidad. Noté una da», atendido por dos empleados sonrientes, uno de los
fragancia inconfundible y, al mirar a mi izquierda, vi cuales parecía libre para responder a una pregunta.
una auténtica pared de flores, como una escena de un -Hola, ¿qué tal? -dijo la mujer-o Soy Jenny. ¿En
cuadro impresionista desbordante de color. Desde arri- qué puedo ayudarle?

I'
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EL FABRICANTE DE HELADOS Un balde de agua helada

Estaba seguro de que, al salir del coche, tenía una -¿Su despacho está en la parte de atrás? -pregunté.
cara decididamente malhumorada, pero descubrí que -La oficina de Mike será nuestra última parada. Es
me era imposible mantener esa expresión ante una son- más probable que lo encuentre en el aparcamiento, re-
risa tan cordial. Había salido de la fábrica con tantas cogiendo carros o en la entrada retocando las flores, que
prisas que no recordaba el nombre del comprador con sentado a su mesa. La mayor parte del tiempo, anda
el que Reggie había hablado, pero sí que recordaba que dando vueltas por la tienda, hablando con los clientes y
uno de los vecinos de mis padres había conseguido un con los miembros de nuestro equipo.
puesto directivo en Natural Foods hacía unos años y Recorrimos varios pasillos, que eran incluso más an-
decidí hacer mi primer intento con él. chos de lo que yo había pensado al ver la tienda desde
-¿El señor McMaster aún sigue trabajando aquí? lejos, en mi coche. Estaban inmaculados y organizados
-pregunté. cómodamente. Las estanterías eran de suntuosa madera
-Aaah, sí -respondió ella, sonriendo-o Estoy se- de cerezo y estaban situadas a diferentes alturas para
gura de que anda por aquí. ¿Lo espera? romper las líneas rectas y estériles características de la
-No =-reconocí-c. ¿Es un problema? mayoría de tiendas convencionales. La iluminación tam-
-En absoluto =-dijo->, Habla con muchos clientes bién era más suave que los agresivos fluorescente s que
cada día y dudo que alguno haya concertado una cita. iluminan los establecimientos típicos y había una gran
-Bien, en realidad, no soy un cliente. Era vecino variedad de plantas verdes y exuberantes, todo lo cual
suyo, hace mucho tiempo. Hace, uf, probablemente hacía que ese enorme cajón diera más la impresión de
diez años que no lo veo. ser un bonito café que la gigantesca franquicia de pro-
-¡Guau! -exclamó ella y añadió, bromeando-: ductos alimentarios que en realidad era.
¿Le debe dinero? Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue el
-No -dije, sonriendo a mi vez, incapaz de resistir- número de empleados con quienes nos cruzamos -do-
me a su buen humor-o En realidad, es una visita de ne- cenas, fácilmente- reabasteciendo las estanterías, orga-
gocios. nizando exhibidores imaginativos con otros empleados,
-Si no ha visto a Mike desde hace tiempo, quizá hablando con los clientes ... Estaba claro que, en lugar
será mejor que le acompañe. de pensar que las preguntas de los clientes eran una mo-
Jenny salió de detrás del mostrador, le dijo a su lestia, ésa era la parte de su trabajo que preferían.
compañero que enseguida volvía y me guió a través de Jenny encontró a Mike atendiendo a una clienta en
la tienda. la sección de pasta, hablando con ella de la enorme se-

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EL FABRICANTE DE HELADOS Un balde de agua helada

lección disponible. Era claramente más viejo de lo que Él se echó a reír.


yo recordaba, pero había envejecido bien y todavía era -y yo debía de tener treinta y cinco años, algo de
esbelto y dinámico y conservaba la misma chispa alegre pelo y no necesitaba gafas. -Le dio las gracias a Jenny
en los ojos. Mike le estaba haciendo a la clienta una se- por su ayuda-o Es estupendo verte de nuevo, Peter.
rie de detalladas preguntas, para determinar exacta- ¿Qué tal un café?
mente qué clase de comida pensaba preparar y qué pas- -Estupendo. Gracias. Y llámeme Pete. Creo que la
ta y salsa serían las mejores para sus propósitos. única que sigue llamándome Peter es mi madre.
Con un gesto nos pidió que esperáramos un momen- -y tú puedes llamarme Mike.
to, luego le hizo a la clienta unas cuantas preguntas más -De acuerdo, Mike.
sobre la frecuencia con que visitaba Natural Foods (ella Mike me acompañó al café de la parte delantera de
dijo que cada semana), lo que más le gustaba (la selec- la tienda; un lugar bañado por el sol que entraba a rau-
ción y el servicio) y lo que pensaba que podían mejorar. dales por los ventanales, de cristales ligeramente ahu-
-Pueees ... -respondió la cliente-o Es difícil de mados, y encontró una mesa donde pudiéramos hablar.
decir. Vengo muy a menudo y me encanta. Supongo que Una simpática camarera se acercó para tomar nota
sería útil si tuvieran una especie de tarjeta u hoja de in- de lo que queríamos.
formación de los productos, para que no tuviera que -¿Tienen café latte? -pregunté.
preguntarle a alguien como usted cada vez que tengo -Por supuesto -dijo la camarera-o ¿Y tú, Mike?
una duda. -Que sean dos, Monica. Gracias. -Luego Mike se
-Señora Truax, hablar con nuestros clientes es volvió hacia mí-o Bien, ¿a qué debo el placer de tu vi-
siempre un placer, pero ha tenido una idea estupenda. sita?
Veré qué puedo hacer. -Lo primero de todo, es estupendo volver a verte
-Gracias. Y, por favor, llámeme Samantha. -respondí, sintiéndome un poco avergonzado por no
-De acuerdo, Samantha. Gracias por visitar nues- haber ido a vedo antes. Había olvidado qué vecino tan
tra tienda. -Cuando se volvió hacia nosotros dijo-: cordial era.
Veamos, tú debes de ser Peter, el hijo de Frank Delvec- -Lo mismo digo -respondió-o Pero tengo la im-
chio, ¿verdad? presión de que no has venido hasta aquí sólo para de-
-Sí -respondí, tendiéndole la mano-o Tiene una cirme hola.
memoria asombrosa. La última vez que le vi, acababa de Su comentario me desarmó. Comprendí que debía
volver de la universidad y llevaba el pelo largo y gafas. de estar acostumbrado a los vendedores y sus visitas.

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EL FABRICANTE DE HELADOS Un balde de agua helada

-Tienes razón -dije-o Soy el supervisor de fábri- rnos Dairy Cream. Pero me temo que no consiguió la
ca de Dairy Cream. Llevo allí un par de años y desde venta.
hace mucho tiempo me muero por conseguir que com- -Lo sé -dije-o Por eso decidí venir yo mismo.
préis nuestros helados. Me acordé de que habías ayu- Pero ¿cómo sabes todo eso?
dado al fundador de Natural Foods a poner en marcha -Por casualidad pasaba por la sección de alimen-
la cadena, hace años, antes de volver para instalarte tos congelados cuando ellos estaban hablando -expli-
aquí, en la ciudad. Así que se me ocurrió venir a ver si có-, así que me uní a la conversación.
seguías trabajando en la empresa. -¿ y cómo fue? -pregunté-o Quiero decir, sé que
-Pues ahora ya lo sabes -dijo, abriendo los brazos. Reggie no consiguió el pedido, pero ¿por qué, exacta-
-¿De qué te ocupas ahora? -pregunté. mente, tu comprador decidió que no os interesaban los
-Como estoy en Natural Foods desde el principio, productos de Dairy Cream? Lo único que sé es cómo
elegí bien el momento, ascendí hasta llegar a vicepresi- acabó la cosa.
dente de la empresa. Pero hace diez años decidí que -Bueno, podría darte una serie de razones; que
quería reducir mis horas de trabajo y mis viajes, así que cada semana vienen a vernos una docena de fabricantes
le pedí a Glen Goodwell, nuestro fundador, si podía co- de helados; que sólo tenemos un espacio limitado en los
laborar para poner en marcha una sucursal en mi ciu- congeladores, que la competencia cada vez es mayor y
dad natal. -Miró alrededor-o Y ha ido muy bien. todo eso... pero dudo que te bastaran esas respuestas.
-¿Así que eres el gerente de la sucursal? -No, tienes razón. Es un sector duro, por decido
-Sí, supongo que se podría decir así -dijo-o suavemente. Pero lo mismo pasa con muchos produc-
Aunque muchas de las ideas de gestión y decisiones son tos y muchos sectores. Francamente, todavía no lo en-
de la gente vestida de verde que has visto por toda la tiendo. Creo que tenemos un producto estupendo. Y
tienda. constantemente sacamos nuevos sabores y combina-
-Entonces, ¿tú decides qué productos vendéis? ciones. Hemos tenido un éxito enorme con el copo de
-Bien, mi opinión cuenta mucho, claro, aunque es coco y menta, por ejemplo. No puedo entender que
el jefe de cada sección el que se encarga directamente. compréis otras marcas y no hagáis ningún caso de la
Creo que ya sé adónde quieres llegar, Pete. Tengo que nuestra.
decirte que tu representante, Reggie, ¿verdad?, vino En aquel momento llegó Monica con nuestros cafés
esta mañana y trató de convencer a Ike, nuestro encar- latte. Mike le dio las gracias y tomó un sorbo de su taza
gado de la sección de helados, para que distribuyése- antes de responderme.

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EL FABRICANTE DE HELADOS Un balde de agua helada

-Me parece que puedo ayudarte -dijo, pensando los helados del mercado. No conseguíamos encontrar
en lo que yo le acababa de preguntar-o Pero, primero, la manera de elaborar un helado de más calidad, sin su-
déjame que te haga unas preguntas. bir los precios hasta un nivel que el mercado no acepta-
-Claro -respondí. Pensaba que conocía nuestro ría. Por el contrario, lo que hacíamos era confiar en
producto a fondo y podía responder a cualquier pre- nuestra capacidad para ofrecer constantemente nuevos
gunta que me lanzara. sabores y unos envases llamativos y en ser los primeros
-Estás convencido de que vuestros helados son de en presentar algunas ofertas. y por lo general, funcio-
muy buena calidad. ¿Es así porque vuestros técnicos naba, por lo menos durante un tiempo.
de calidad los han puesto a prueba, comparándolos con El problema era que todos nuestros competidores
todos los demás? nos vigilaban como halcones. A los pocos meses de
-Exacto. Bueno, con la mayoría -reconocí-o que nosotros lanzáramos nuevos sabores, imitaban
Quizá no seamos los mejores de los mejores, pero nues- los que se vendían mejor y dejaban de lado los helados
tra calidad es mucho más alta que la mayoría de mar- y otros postres que no tenían éxito. Y hacían unos he-
cas. Y en general usamos ingredientes naturales. lados mejores y a un precio inferior. Sólo conseguía-
-Sin embargo, a mí me parece que estás utilizando mos mantener la ventaja un trimestre o dos, antes de
tu propio criterio para juzgar esa calidad. Cuando mi- ver cómo la competencia se hacía con el negocio.
ramos vuestros ingredientes y vemos el porcentaje de Yo sabía todo esto y comprendí que, seguramente,
grasas y de ingredientes naturales en proporción a los Mike también lo sabía. Mi silencio le confirmaba la si-
aditivos y los comparamos con otras marcas, quedáis tuación en la que nos encontrábamos. Así que me ha-
bastante abajo en la lista. Sospecho que usáis ingre- bía hecho pasar de la ofensiva a la defensiva.
dientes naturales cuando es rentable y hacéis concesio- -Tengo que preguntarte algo -continuó Mike-:
nes cuando el coste es demasiado alto. ¿Tengo razón? ¿La calidad es realmente la fuerza impulsora que hay
Mi avergonzado silencio confirmó sus sospechas. detrás de vuestra marca? ¿De verdad determina todo lo
-¿ Preguntáis a los compradores de las tiendas o a que hacéis?
los clientes lo que buscan en un helado? Sólo podía morderme la lengua, avergonzado.
Tampoco tenía una respuesta para aquello. La ver- -Me parece que la razón de que te disguste tanto
dad era que, por lo general, no lo hacíamos. Si me hu- que no compremos vuestros helados -continuó, de
biera presionado, me habría visto obligado a reconocer una forma sorprendentemente directa- no es que pen-
que, en realidad, no tratábamos de hacer el mejor de séis que nuestros clientes se están perdiendo vuestro

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EL FABRICANTE DE HELADOS Un balde de agua helada

maravilloso producto, sino que vosotros os estáis per- cuando se trata de calidad, de los esfuerzos diarios,
diendo las posibles ventas a más clientes. Os sorprende continuos y constantes, para perfeccionar un producto
que no estemos de acuerdo con vuestro criterio ni con o un servicio, para asegurarse de que siempre satisface
vuestros resultados. unos niveles exigentes de verdad y, por ello, forja una
»Si me permites que te lo diga, Pete -dijo, hablan- fidelidad duradera, entonces flaqueamos.
do con voz tranquila-, eres un tipo inteligente y de- »Es como la historia de la tortuga y la liebre; no-
cente, de una buena familia. Estoy seguro de que pasas sotros somos la liebre, en cabeza de la carrera con nues-
mucho tiempo en la fábrica preocupándote de cómo tras innovaciones. Pero al final, la tortuga nos alcanza,
mejorar la calidad de vuestros helados y aumentar la igual que vuestros competidores os atrapan con vues-
productividad para poder reducir costes y ofrecer unos tros nuevos sabores y os adelantan mediante mejoras
precios más competitivos. Está claro que te tomas muy adicionales, constantes, sencillamente porque para ellos
en serio lo que haces. la calidad es prioritaria en todo lo que hacen.
»Pero parece que no sabes cómo empezar a definir
qué es calidad y cómo puedes mejorarla. Te mueres de
ganas de cerrar esta venta. Lo comprendo. Pero tu gen- Sencillamente, la calidad no forma
te nunca nos ha preguntado qué queremos ni qué quie- parte de nuestro ADN.
ren nuestros clientes. No nos habéis preguntado cómo
podéis ayudar a Natural Foods ni a las personas que
nos compran. Estáis concentrados en vender helados y »La realidad es que, como Glen me señaló, la cali-
en poca cosa más. dad sencillamente no forma parte de nuestro ADN. Y sí
»No me sorprende =-añadió-c-, Lo que hacéis en que está en el ADN de las empresas japonesas y, gra-
Dairy Cream se parece a lo que hacen muchas empresas dualmente, se ha convertido también en parte de la es-
de nuestro país. Déjame que te diga algo que Glen Good- tructura de las compañías coreanas. Como resultado,
well me explicó hace años, cuando empezaba a crear no paramos de crear nuevos productos y abrir nuevos
Natural Foods. Cuando se trata de innovar -de sacar mercados, sólo para perderlos a manos de otras com-
nuevos y magníficos productos o tecnologías o ideas- pañías. Las empresas de Estados Unidos están metidas
las compañías de Estados Unidos son las mejores del en una carrera sin fin, obligadas a presentar innovacio-
mundo, de largo. Llevamos la innovación en nuestro nes constantemente para distanciarse de la competen-
ADN. No se puede decir lo mismo de otros países. Pero cia. ¿Sabías que Estados Unidos creó el GPS para el co-

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EL FABRICANTE DE HELADOS Un balde de agua helada

che? Inventamos el transistor, el chip del ordenador, el gestión o vender la compañía. En cualquiera de los dos
avión ... muchas de las cosas que forman parte de nues- casos, me quedaré sin empleo y docenas de nuestros
tra vida. Y sin embargo, perdemos la mayoría de esos empleados perderán su trabajo. Malcolm me ha encar-
mercados tan rápido como los creamos. gado que encuentre soluciones y no sé qué hacer; no sé
»Para volver a lo que hablábamos, vosotros, en cómo darle la vuelta a las cosas en Dairy Cream. Tengo
Dairy Cream, os adelantáis constantemente a la com- esposa y dos hijos. Me resulta violento pedirte esto,
petencia sacando helados con nuevos y llamativos sa- después de tanto tiempo sin vemos, pero necesito tu
bores. Pero como no hacéis el esfuerzo de averiguar lo ayuda. Parece que has encontrado una manera de con-
que nosotros, los clientes, queremos en términos de ca- seguir el éxito. Dime qué puedo hacer para que la cali-
lidad, vuestros competidores acaban comiéndose vues- dad también forme parte de nuestra cultura.
tro almuerzo. Mike me miró pensativo. Luego asintió.
Me sentía humillado. Me daba cuenta de que esta- -Si buscas ayuda para vender tus helados, lo mejor
ba a punto de ponerme a llorar; algo increíble en mí, será que vayas al origen. Natural Foods se basa en la
que soy un tipo bastante estoico. Sólo deseaba que se idea de la excelencia y la excelencia empieza con ayudar
callara. a los demás en todo lo posible, cada día. La excelencia
-Lo siento -añadió-, pero soy mucho más viejo no es una labor o una tarea que se lleva a cabo con el
que tú y espero que un poco más sabio. Ya he cometido fin de vender algo. Es una pasión por ayudar a los de-
los errores que tú estás cometiendo ahora. En Natural más que, al mismo tiempo, nos renueva. Hasta que lo
Foods, todo lo que hacemos gira en torno a la calidad. comprendas así, nunca cambiarás de modo de pensar ni
Somos la excepción en nuestro segmento de mercado aumentarás las ventas. El primer paso, amigo mío, es
-donde todos los demás parecen obsesionados por empezar a hablar y cuidar a las personas que te han cui-
perseguir la última moda- y ésa es la razón de que ha- dado. Déjame que te pregunte algo. Llevas ya un tiem-
yamos tenido un éxito tan extraordinario. po preocupado por cómo van las cosas, ¿verdad?
-Mike --conseguí decir finalmente, con un nudo Asentí, aturdido.
en el estómago que me impulsaba a sincerarme-, nece- -Busquemos por dónde empezar, ¿has hablado de
sito ayuda. La verdad es que estamos en apuros. Si no tus preocupaciones con tu consejero y cliente más im-
consigo encontrar la manera de aumentar las ventas y pOrtante ... tu esposa?
los beneficios, iY pronto!, Malcolm Jones, el propieta- Negué con la cabeza, sintiéndome avergonzado de
rio, ha amenazado con despedir al actual equipo de nuevo.

26 27
--p
EL FABRICANTE DE HELADOS

Miró su reloj.
-Mira, esta tarde tengo que ocuparme de algunas
cosas, pero mañana por la mañana dispongo de algo de
tiempo. ¿Por qué no vienes antes de que abramos, diga- 2
mos a las siete, y te daré algunas ideas sobre cómo em-
pezar? Mejorar la calidad no es algo que suceda de la Aprender a escuchar
noche a la mañana; exigirá esfuerzo. Pero creo que pue-
do ofrecerte algunos consejos para poner las cosas en
marcha y para que el dueño de tu empresa te deje en paz.
Aquel día no vendí ningún helado, pero eso ya no
me parecía tan importante.

Aunque me fui a casa con más preguntas que respues-


tas, por lo menos tenía la sensación de que eran unas
preguntas que me ponían en el buen camino.
Por la noche, después de que Jean y yo acostáramos
a los niños, tuve una larga conversación con ella sobre
lo que estaba pasando en el trabajo. Cuando le hablé
del ultimátum de Malcolm y del hecho de que era res-
ponsabilidad mía cambiar completamente las cosas, se
quedó estupefacta.
-¿Por qué no me habías dicho nada hasta ahora?
-preguntó, claramente dolida.
-No quería preocuparte innecesariamente -reco-
nocí-, pero me equivoqué al guardármelo todo para
mí solo. Lo siento.
Durante la hora siguiente, antes de irnos a la cama,
hablamos de la fábrica y de nuestros temores. Después
de su enfado inicial por todo lo que le había ocultado,

28 29
EL FABRICANTE DE HELADOS Aprender a escuchar

me prestó una ayuda y un respaldo increíbles, ofrecién- -Tienes mejor aspecto, más relajado -dijo con su
dose a cargar con un peso todavía mayor en casa, con estilo típicamente directo.
los niños, mientras yo procuraba encontrar respuestas -Me siento mucho mejor.
en el trabajo. Me sorprendió lo bueno que era simple- -¿Hablaste con tu esposa de tus problemas en la
mente compartir mis miedos y preocupaciones, en lu- fábrica?
gar de escondérselos a aquellos a quienes quería. Des- Me eché a reír.
pués de todo, nos afectaba a los dos por igual. -¿Cómo no iba a hacerlo, después de nuestra con-
A la mañana siguiente, me desperté con muchas ga- versación de ayer?
nas de volver a hablar con Mike. Me puse una camisa -¿Y cómo reaccionó?
limpia y recién planchada, una corbata nueva y los za- -Bueno, se sorprendió de la situación en Dairy
patos recién abrillantados. Por alguna razón, percibía Cream, claro. Pero me dio todo su apoyo, lo cual me
que Mike notaría los detalles y los interpretaría como hizo sentir muy bien.
una señal de respeto, tal como yo quería. -Bien -dijo Mike-. Bien por los dos.
-Ayer, cuando salí de aquí, me sentía avergonzado
-reconocí-o Estaba dispuesto a dedicar medio día a
Fui hasta Natural Foods en coche, con una actitud vender una caja de helados a alguien relativamente des-
mental totalmente diferente de la del día anterior. En conocido, pero no a dedicar media hora a contarle a mi
lugar de un pedido, lo que buscaba era consejo y, con- mujer lo que me preocupaba en el trabajo. Lo que toda-
fiaba, respuestas. vía no comprendo, sin embargo, es qué conexión hay
Encontré a Mike esperándome en la puerta. Al entre hablar con mi esposa y la calidad.
poco, estábamos sentados a la misma mesa que el día Mike se quedó pensando un momento.
anterior. -Piensa en lo que hiciste. Mostraste respeto por la
Una camarera diferente llegó para anotar lo que relación que tú y tu esposa habéis tenido durante estos
queríamos. años. Te tomaste el tiempo de expresarle tus sentimien-
-¿Café latte, Mike? tos, para que ella supiera qué te inquietaba. Le pediste
-Por supuesto, Amy, gracias. Pete, ¿qué quieres to- su opinión, le demostraste que te importaba y que con-
mar? fiabas en ella.
-Lo mismo. -Sí -dije-o Y créeme, me alegro de haberlo he-
Mike parecía sinceramente contento de verme. cho. Pero ¿qué tiene eso que ver con vender helados?

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EL FABRICANTE DE HELADOS Aprender a escuchar

-Todo se reduce a cuidar de aquellos que nos im- Amy volvió con los cafés. Mike hizo una pausa.
portan. Porque el negocio, cualquier negocio, tiene que -Gracias, Amy. Tienen un aspecto estupendo.
ver con las personas, las personas con quienes trabaja- Bebí un sorbo; el café era delicioso, en efecto.
mos y los clientes a quienes vendemos. Déjame expli- -Diversión y dinero -repitió Mike-. ¿Cómo es-
cado de esta manera -dijo Mike-: Por la mañana, tán relacionados? Excelente pregunta. Y nos lleva di-
cuando me despierto, no me digo: «¿Cómo podemos rectamente a los cimientos que tienes que empezar a
hoy alcanzar la cifra de ventas en Natural Foods?» Me construir para que la calidad forme parte de todo lo
pregunto: «¿Qué podemos hacer por las personas que que hagas. -Bebió otro sorbo de café-o Pete, ¿cuál es
han hecho tanto por nosotros?» A veces, cuando las tu afición favorita?
ventas están un poco bajas hacia finales de mes y sien- -El golf -respondí.
to que yo y mis compañeros de equipo empezamos a -¿Con cuánta frecuencia juegas?
preocuparnos, les digo: «No nos preocupemos. Si no -Cada dos sábados, justo lo suficiente para fasti-
vamos a alcanzar el objetivo, lo mejor será que nos di- diarme todo el verano.
virtamos y, al hacerlo, ganemos algunos puntos con -Igual que yo, compañero -dijo, riendo-o ¿Y
nuestros clientes. ¡Vamos a pasado bien!» Y la primera cuándo juegas al golf, piensas en alguna otra cosa?
vez que lo hicimos así, sucedió lo más increíble: fue fa- -No, si puedo evitado.
buloso y las cifras subieron. ¡Superamos los objetivos! -En otras palabras, estás totalmente concentrado
Lo hemos hecho unas cuantas veces desde entonces y en lo que estás haciendo. Bien, déjame que te pregunte
siempre ha funcionado. Lo que quiero decir es que los algo, ¿qué es lo que te gusta del golf?
beneficios son el resultado, la consecuencia de un gran -Una mañana de sábado estupenda, estar con mis
servicio, una gran calidad, un gran trabajo en equipo ... amigos, disfrutar del aire libre, un poco de competencia
no un fin en sí mismos. amistosa. ¿Qué puede no gustarme?
-Pero ¿qué relación tiene todo esto con la calidad? -Está claro que te apasiona -dijo Mike-. Es es-
-pregunté. tupendo. Porque sin pasión, nada es divertido. No im-
porta si lo que te gusta es jugar al golf o coleccionar se-
llos, la jardinería o restaurar coches antiguos. Si no
Los beneficios son el resultado, pones mucho de ti mismo en lo que sea, tampoco saca-
la consecuencia de un gran servicio. rás mucho.
-Amén -dije.

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-Lo que he observado es que, casi siempre, mu- -Bien -le dije a mi recién encontrado mentor-,
chas personas se esfuerzan más en sus aficiones que en así que antes de crear una cultura de calidad en Dairy
su trabajo. Dedican montones de tiempo, esfuerzo y Crea m, es preciso que encuentre la manera de motivar
energía a algo que les cuesta dinero, sólo porque les en- mejor a nuestra fuerza laboral. Pero ¿cómo lo hago?
canta. Es probable que, la mayoría de días, pases unos -El primer paso -siguió Mike- es convertir lo
minutos en el despacho o en el coche pensando en tu que hacéis cada día por necesidad en algo que queréis
último partido o en lo que acabas de aprender o en al- hacer, algo que os encante hacer.
guna nueva técnica sobre la que has leído o en el nue- »Mira, esto es algo que siempre me ha sido muy útil
vo campo donde tienes ganas de jugar durante las va- -añadió, sacando una pequeña tarjeta plastificada de
caciones. la cartera. Contenía unos versos de un poema de Ro-
Me eché a reír. bert Frost llamado Two tramps in mud time, donde
-Culpable de todos los cargos. afirmaba que la meta del narrador en la vida era "unir"
-Déjame que te cuente un secreto: tus empleados su afición y su vocación, igual que sus "dos ojos se
hacen lo mismo. Ponen sus aficiones por delante de su vuelven uno al mirar".
trabajo.
-Bien, pero ¿es eso un problema? -pregunté, de-
fendiendo a la gente que trabajaba a mis órdenes-o Convierte lo que haces cada día por
Quiero decir, mientras no afecte a su trabajo. necesidad en algo que te encante hacer.
-En absoluto -respondió Mike-. Pero lo que
quiero decir es esto: si quieres dar un vuelco a la situa-
ción de tu empresa, es necesario que consigas que tus »Todos hemos conocido personas que realizan unas
empleados se entreguen a su trabajo igual que se entre- tareas al parecer poco agradecidas y que parecen pasár-
gan a sus aficiones. ¿Cómo se hace? Tiene que empezar selo en grande -continuó Mike-. Como el tipo que
arriba del todo, contigo. reparte el correo en nuestro barrio y que siempre pare-
No pude menos de sorprenderme por cómo sonaba ce tener una sonrisa y un saludo cordial. Nuestro viejo
la observación de Mike. Tenía todo el sentido del mun- cartero parecía odiar su trabajo yeso se notaba. El nue-
do. Necesitaba encontrar un medio de hacer que nues- vo es una bendición del cielo. Un día le pregunté cómo
tros empleados se entregaran a su trabajo con tanto en- se las arreglaba para estar siempre tan animado. Me
tusiasmo como a sus aficiones. dijo: "Verá, todos necesitan que les lleven el correo. La

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EL FABRICANTE DE HELADOS Aprender a escuchar

mayoría de personas, cuando faltan al trabajo, nadie se Aquí se sirve a los clientes internos
entera. Pero si no se entregara el correo un solo día,
todo el mundo se daría cuenta. El hecho es que somos -Justo en estos momentos la moral está bastante baja
importantes. Ayudamos a la gente en su vida de cada en Dairy Cream -reconocí-, casi tan baja como las
día. Y como sé que estoy ayudando a la gente, no pue- ventas del último trimestre. La gente se queja de la
do menos de disfrutar de lo que hago". planta, de los compañeros, de los supervisores, de los
-De acuerdo -admití-, pero la importancia de otros departamentos.
todos los trabajos no es tan evidente. Mike hizo una mueca.
-Hazme caso -insistió Mike-, si tienes un traba- -Son problemas reales, Pete, no voy a mentirte.
jo, te necesitan; de lo contrario tu puesto no existiría. ¿Cuál crees que es la causa, o las causas?
No importa si eres jefe de planta o portero, todos tie- -¿Las causas? -pregunté.
nen que ver lo valioso que es su trabajo para los que los -La gente no le coge manía a su trabajo y a sus
rodean. ¿Crees que Amy creció soñando con servir café compañeros sin ninguna razón. ¿Se quejan de algo es-
en una cafetería? ¿Es que Jenny, la mujer que conociste pecífico?
ayer, puso la mira en trabajar en un mostrador de infor- -De todo y de nada, me parece a mí. Supongo que
mación? No lo sé, pero me parece que no. Pero, por la piensan que no hay nada que puedan hacer para cam-
manera en que se entregan a su trabajo, dirías que sí. Y biar las cosas -reconocí, sorprendido de mi golpe de in-
¿por qué lo hacen? Porque les hacemos ver claramente tuición-. ¿Cómo te aseguras de que tus empleados cui-
lo importantes que son, para nuestros clientes y para den de vuestros clientes? -pregunté.
Natural Foods. Valoramos sus aportaciones y opinio- Mike sonrió, comprensivo.
nes. Las hacemos responsables y las animamos a que -Veamos -dijo--, lección número uno: todas las
aporten algo. Y debido a eso, sus empleos son realmen- empresas tienen dos clases de clientes, los externos y los
te una «diversión». Encontrar maneras de fomentar esa internos. y tus primeros clientes son los internos; tus em-
clase de motivación forma parte de nuestra misión en pleados y tus compañeros. Si no cuidas de tus emplea-
Natural Foods. Sobre el papel, su trabajo no es fasci- dos, no puedes esperar que ellos cuiden de vuestros clien-
nante, pero se puede conseguir que cualquier trabajo tes externos.
sea divertido y gratifican te ... si les muestras a las perso- »Según mi experiencia, cada empresa descubre su
nas que están aportando algo. propia manera de asegurarse de que los empleados cui-
den de los clientes tal como la dirección quiere que lo

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EL FABRICANTE DE HELADOS Aprender a escuchar

hagan. En Natural Foods, hasta un punto sorprenden- Todo el dinero de nuestro equipo, el equipo de cafete-
te -prosiguió Mike-, yo no tengo que preocuparme ría, se reparte a partes iguales entre todos, según las ho-
de eso, lo hacen nuestros empleados. Hay más de dos- ras que trabajamos.
cientos miembros de nuestro equipo sólo en este alma- -Pero ¿y si alguien no cumple con el trabajo encar-
cén. Sencillamente, no hay manera de que yo pudiera gado? ¿Eso no perjudica a todos los demás?
vigilar como un policía a cada uno, si ellos estuvieran -Podría -dijo-, en otra cafetería. Pero aquí es
decididos a minar el negocio. Lo que hacemos es uti- casi imposible. Primero, podemos revisar el trabajo y la
lizar una forma cordial de presión entre compañeros paga de los demás. Y, segundo, elegimos a nuestros
para que todos vayan en la misma dirección. Nuestros compañeros de equipo.
empleados se animan los unos a los otros de una ma- No me lo podía creer.
nera que todos saben que son parte integral del equipo -¿De verdad?
y deben rendirle cuentas. Te lo aseguro, es mucho me- Amy y Mike se echaron a reír a la vez.
jor que todos se alienten mutuamente, en lugar de te- -¿Quieres contestarle tú, Mike?
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ner que ser yo sólo quien se esfuerce por darles ánimos -No, Arny, probablemente será mejor SI VIene
a todos. de ti.
-Bien y ¿cómo lo consigues? -Bien -explicó ella-, en Natural Foods, cuando
-Mira, vamos a hacer una cosa, ¿por qué no se lo tenemos que contratar a alguien, ponemos a trabajar a
preguntamos a ellos? -dijo Mike, volviéndose hacia todo el equipo; en la cafetería tenemos a unos treinta y
Amy-. Amy, ¿podrías dedicamos unos momentos? cinco empleados a jornada completa. Cribamos las so-
-Claro -respondió ella-o Déjame que ate unos licitudes, entrevistamos a los finalistas y luego, por vo-
cuantos cabos sueltos y enseguida vuelvo. tación mayoritaria, seleccionamos a un candidato, para
Al cabo de un minuto Amy estaba de vuelta. que haga una prueba de un mes. Después de ese mes,
-¿No tienes que cobrar a los clientes? -le pregun- votamos otra vez. Así que, aunque es posible que ser el
té, mirando alrededor. primo de otro empleado te ayude a conseguir la entre-
-Mi compañero Jerry ha dicho que lo hará por mí. vista, si no superas la prueba, no lograrás el puesto,
-Pero ¿eso no reduce tus propinas? -insistí, preo- porque nadie quiere en su equipo a alguien que no haga
cupado porque al pasar tiempo hablando con no- su parte y les cueste dinero. Y después de contratado,
sotros, Amy iba a perder dinero. es bastante difícil quejarse de un compañero de equipo
-No tal como nosotros lo hacemos -respondió-o cuando tú has ayudado a seleccionado.

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EL FABRICANTE DE HELADOS Aprender a escuchar

-Así que todos los empleados se sienten de su lu- su dedicación al trabajo y su entrega al negocio serán
gar de trabajo y la gente con la que trabajan son un mayores. Hemos descubierto que cuando instauras el
poco suyos -dije. sistema acertado, los miembros del equipo se exigen
-Exacto -respondió Mike-. Cada equipo, el mutuamente mucho más de lo que tú podrías exigirles.
equipo de productos frescos, el de charcutería, el de y cuanto mejor tratamos a nuestros empleados, mejor
pan, tiene mucho poder para tomar sus propias deci- tratan ellos a nuestros clientes. Nunca sucede lo contra-
siones. rio. Éstos, Pete, son los cimientos de la calidad. Es la
-Déjeme darle un ejemplo -interrumpió Amy-. clase de ambiente en el cual la calidad puede arraigar y
La mayoría de clientes hacen toda la compra y luego florecer. Y la calidad lo es todo.
vienen a tomarse un café o a comer algo. Pero observa-
mos que algunos vuelven a la tienda, compran algunas
cosas más, las pagan y luego regresan a su mesa a co- Cuando mejor tratas a tus empleados,
mer. Entonces a alguien se le ocurrió la idea genial de mejor tratan ellos a tus clientes.
que el personal de la cafetería hiciera de «recadero»
para los clientes. Eso aumentó nuestras ventas en más
de un veinte por ciento, sólo en el primer mes. Resulta Sentía una abrumadora urgencia por volver a mi
que muchos clientes se sentían tentados a comprar más propia fábrica para poner en práctica algunas de las
cosas, pero no les apetecía la idea de levantarse y dejar ideas de Mike. Le di las gracias por su consejo y opinio-
las bolsas. Pero, con nosotros para ayudarles, dijeron nes y a Arny por su tiempo ... y por el café.
«Claro». Y nosotros podemos hacerla más rápido, por- -¿Te importaría que volviera otra vez para que me
que sabemos dónde está cada cosa. hablaras un poco más de cómo se crea una cultura de la
-Cuando cuentas con un equipo y una autonomía calidad?
así -dijo Mike- te entregas a tu trabajo y lo convier- -Será un placer -dijo Mike, riendo-o Llámame
tes en diversión. dentro de unos días. Y dime qué tal va todo -añadió,
»La cuestión es -prosiguió- que si les das respon- mientras yo me marchaba a toda prisa.
sabilidad a los empleados y los tratas como la parte im-
portante de tu negocio que son, responden. Dales las
herramientas y la formación adecuadas, el estímulo y la Volví a la fábrica con más energía y entusiasmo del que
compensación y ofréceles la oportunidad de ser oídos y recordaba haber sentido nunca. Mientras me iba acer-

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EL FABRICANTE DE HELADOS Aprender a escuchar

cando a la planta, unas cuantas cosas me saltaron a los seguro de si decíroslo o no. Pero comprendí que todos
ojos. Observé, como si fuera la primera vez, que no te- estamos metidos en esto. Saldremos a flote o nos hun-
níamos un letrero con el nombre de la compañía. No diremos como un equipo, tanto si nos gusta como si no.
había ninguna indicación, en ningún lugar, ni siquiera Las preguntas empezaron a brotar: ¿Qué cantidad
de lo que fabricábamos. Cuando entré en la planta, un adicional de helados necesitábamos vender? ¿Cuándo
monótono murmullo de mediocridad pareció llenar el se tomaría la decisión? ¿Por qué era culpa de los emplea-
aire. Me golpeó como un olor repugnante después de dos que el helado no se vendiera?
pasar la mañana en Natural Foods. Cuando se agotaron las preguntas, les expliqué que
El segundo turno se estaba preparando para fichar. no estaba seguro de cuánto más teníamos que vender y
Les pedí que se reunieran unos minutos conmigo en el para cuándo. Eso lo decidiría el señor Jones.
comedor, antes de empezar a trabajar. Como les ofrecía -Pero -añadí- ¿por qué dejado en manos de la
tiempo extra, aceptaron rápidamente. Decidí reunirme suerte? Todos tenemos cuentas que pagar y familias que
con el primer turno cuando saliera, quince minutos alimentar. Sí, son nuestros representantes los que tienen
más tarde. Reuní también a todos los empleados de ofi- que vender el producto, pero somos nosotros los que te-
cina que pude, dejando sólo los indispensables para nemos que darles el mejor producto posible para que lo
contestar al teléfono. vendan.
Como sólo disponía de unos minutos, fui derecho al »En estos momentos, quiero averiguar dónde esta-
grano. mos, en vuestra opinión, y qué podemos hacer para que
-He decidido poner las cartas boca arriba -les Dairy Cream sea una compañía mejor. Para empezar,
dije. Eso pareció captar su atención de inmediato-. ¿qué opináis del trabajo que hacemos ahora?
Estamos contra las cuerdas. Me han dicho que si no Se oyeron muchos murmullos. Oí: «Podría ser me-
empezamos a vender más helados, van a vender Dairy jor, supongo», y «La verdad es que no había pensado
Cream. Si eso sucede, quién sabe cuál será nuestro últi- en eso», antes de interrumpir el barullo.
mo día de paga. Yeso me incluye a mí. -¿Cuántos pensáis que tenemos el mejor helado
Mis palabras borraron la expresión despreocupada del mercado?
de sus caras. Varios se inclinaron hacia delante. No se levantó ni una mano.
-¿Cuándo lo has sabido? -preguntó uno de los -¿A cuántos les encanta trabajar aquí?
mezcladores. De nuevo, recorrí la sala con la mirada, pero nadie
-Hace un par de semanas --contesté-o No estaba levantó la mano.

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EL FABRICANTE DE HELADOS Aprender a escuchar

-Está bien -dije. Antes me hubiera puesto furioso y siguieron proponiendo ideas en las que yo nunca
ante su sinceridad, pero recordé algo que Mike me ha- había pensado mucho, desde arreglar el pavimento del
bía dicho: «Cualquier información es buena»-. Hemos aparcamiento, que estaba lleno de agujeros, hasta me-
identificado dos de nuestros mayores problemas: no fa- jorar la calidad de la fruta que añadíamos a nuestros
bricamos los mejores helados y a la gente no le gusta helados especiales.
trabajar aquí. Veamos, ¿cómo podemos arreglado? -Son unas ideas geniales, amigos -dije, mirando
Se produjo un silencio. Nadie se atrevía a hablar. la lista de Julie-. Claro que no podemos ponerlas en
Hice un nuevo intento. práctica todas de golpe ...
-¿Qué podemos hacer para mejorar nuestros pro- -Claro -repitió, sarcástico, Kevin, el cínico de la
ductos? ¿Cómo podemos hacer que éste sea un lugar compañía, despertando unas cuantas risas.
mejor para trabajar? -De nuevo, nadie dijo nada. -Pero voy a ver qué puedo hacer de inmediato.
Metí la mano en el bolsillo, saqué la cartera y anun- -Bien, ¿y quién se lleva los cien dólares? -pregun-
cié-: Cien dólares para quien proponga la mejor idea. tó Kevin. Me había olvidado del dinero.
-Bueno -dijo Julie, una joven seria-, nos iría -Todos. Cogedlos y gastadlos en un buen almuerzo.
bien tener más luz. En algunas partes de la planta, está Kevin cogió el billete nuevo que puse encima de la
demasiado oscuro; no se ve bien lo que estás haciendo mesa.
y no puedes apreciar la textura del helado. -Anda, pues por una vez vamos a comer gratis.
-De acuerdo -dije. El antiguo yo se habría queja-
do del gasto y habría dicho que ya había suficiente luz.
Pero eran ellos los que hacían funcionar las máquinas,
no yo-o Bien. ¿Alguien puede anotar estas ideas?
Julie se ofreció voluntaria.
-Unas batas de trabajo menos holgadas -dijo
otro-o A veces se enganchan en las máquinas.
-Un comedor más agradable, para que no nos im-
porte hacer turnos extra.
-Bien -los animé-o Seguid.

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El secreto de LEO

En los días que siguieron a mi reunión con los emplea-


dos, tuve tiempo para averiguar qué había pasado exac-
tamente para que cambiara mi manera de pensar.
Sin decido, Mike me había desafiado a reconsiderar
cómo dirigía a las personas que tenía a mi mando. Por
mucho que tratara de negado, él tenía razón. Yo tenía
la costumbre de decidir simplemente lo que debían ha-
cer, en lugar de escuchar lo que ellos tenían que decir y
luego satisfacer sus necesidades.
Comprendí que no era algo sin importancia. Era
clave para hacer que la calidad formara parte de la ma-
nera en que trabajábamos. Igual que muchos directi-
vos, según Mike, yo también culpaba a nuestros em-
pleados o a nuestra vieja maquinaria de la falta de
concentración de la empresa en la calidad. Pero com-
prendí que la calidad empieza por un liderazgo fuerte.
Empieza porque yo escuche más atentamente a los tra-

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EL FABRICANTE DE HELADOS El secreto de LEO

bajadores y los clientes. Y reconocí que lo que era ver- chos directivos habrían tenido el valor de dar la pala-
dad en el trabajo, también lo era en casa. Quiero a mi bra así a sus empleados.
esposa y a mis hijos, pero ¿de verdad escuchaba lo que -Bueno, es que las situaciones desesperadas exigen
tenían que decir? ¿Tenía por costumbre preguntar/es medidas desesperadas.
qué era importante para ellos, en lugar de dar por sen- -Quizá. Pero recuerda que lo que hiciste la semana
tado que nuestros puntos de vista eran iguales? En los pasada lo puedes hacer en cualquier momento, deses-
dos últimos días, Jean había observado la diferencia en perado o no -dijo Mike-. De hecho, cuanto más es-
cómo la escuchaba, a ella y a los chicos, durante la cena cuches a tus empleados, menos desesperado estarás. Y
y en la forma en que les ayudaba con los deberes. En lo mismo vale para los clientes.
cuanto a la fábrica, mi nueva actitud ya había empeza- »Al tender la mano a los empleados, has labrado el
do a dar beneficios. campo, preparándolo para recibir las semillas de la ca-
Quería hablar con Mike de cómo había cambiado lidad. Lo siguiente que tienes que hacer como director
mi manera de pensar ... y averiguar qué tenía que hacer -añadió, sonriendo- es centrarte en lo que haces, no
a continuación. Pero con todo lo que había que poner sólo en los resultados.
en marcha como resultado de las ideas que los trabaja- -¿Qué quieres decir?
dores me habían dado, tuve que esperar hasta el lunes -Como te dije cuando hablamos la última vez,
siguiente para volver a vedo. cuando me concentro únicamente en los resultados,
-Bien -dijo Mike, yendo directo al grano, en en los beneficios de la tienda, no nos va tan bien. Pero
cuanto nos sentamos-o ¿Qué hay de nuevo? cuando me concentro en ayudar a la gente, nos supe-
Le conté mi reunión con los empleados de Dairy ramos.
Cream y las ideas que habían aportado para mejorar
los helados y las condiciones de trabajo.
-Al principio, se resistían a sincerarse, pero una Concéntrate en lo que haces, no sólo
vez que empezaron fue como si se hubiera roto una pre- en los resultados.
sa. Y lo mismo pasó con el otro turno. Me ofrecieron
un montón de ideas sobre cosas que podemos hacer
para que las condiciones de la planta sean mejores. »Déjarne que te lo explique en términos del golf. En
Mike sonrió. una ocasión, le preguntaron a Jack Nicklaus, uno de
-Me alegro. Reconócete el mérito, Pete. No rnu- los jugadores de golf más grandes de todos los tiempos,

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EL FABRICANTE DE HELADOS El secreto de LEO

con cuánta frecuencia miraba el tablero para ver su -Pero ¿cómo se crea una cultura de la excelencia?
puntuación y la de sus contrincantes durante un tor- -La calidad es el resultado de la suma del «poder
neo. Respondió que no lo miraba nunca hasta el último de las personas» y lo que los gurus de la calidad llaman
día. ¿Por qué? Porque si piensas en tu puntuación per- «poder del sistema»; en otras palabras, las personas
derás la concentración que necesitas para lograr una que trabajan para ti, así como la manera en que haces
buena puntuación jugando bien. Mientras que si te cen- las cosas al dirigir tu empresa. Los cimientos de la
tras en las cosas que tienes que hacer para lograr una excelencia se ponen creando un equipo motivado. Y,
buena puntuación -golpear bien, prestar atención al como sabes, eso sólo sucede cuando valoras a tu equi-
viento y a la inclinación del green y la situación del po, a todos, desde el director general hasta el jefe de al-
banderín- la puntuación vendrá sola. macén, pasando por el contable y el obrero de la cade-
Mike bebió un poco de café, dejando que captara na de montaje. Una vez que has creado una fuerza
bien el sentido de lo que me decía. laboral entregada y motivada -el poder de las perso-
-Yeso mismo es lo que pienso yo de esta empresa nas- estás listo para concentrarte en el «cómo» haces
=-dijo-c-. Si nos ocupamos de nuestra gente -nuestros las cosas. En Natural Foods utilizamos a LEO para que
clientes internos- y hacemos lo necesario para satisfa- nos ayude.
cer a nuestros clientes externos, desde tener los produc- -¿Leo? -pregunté, confuso-o ¿Quién es Leo?
tos que quieren hasta hacer que su experiencia en nues- Mike se echó a reír.
tras tiendas sea la mejor que podamos ofrecerles, los -LEO no es una persona. Es un acrónimo que ideó
beneficios parecen venir solos. Pero en cuanto empeza- Glen Goodwell. Significa Listen, Enrich y Optimize
mos a centrarnos únicamente en conseguir beneficios, (Escucha, enriquece y optimiza). Se refiere a escuchar a
perdemos de vista las necesidades de nuestros clientes y los clientes, enriquecer los productos o servicios que
los beneficios desaparecen. ofreces y optimizar la experiencia del cliente. Forma
-Bien -asentí-o Supongo que tiene sentido. Ten- parte del lenguaje que usamos todos, desde Glen Good-
go que centrarme en lo que hacemos para conseguir los well hasta Amy, la de la cafetería. Tú ya has aprendido
resultados, no en los propios resultados. Mi entrenador a escuchar a tus clientes internos. Bien, pues ahora tie-
de baloncesto en el instituto nos decía que no nos preo- nes que escuchar a los externos de la misma manera.
cupáramos del marcador, que jugáramos bien y que el -Uf -dije, dubitativo-. Puede que sea un plantea-
marcador llevaría el control de los puntos. miento genial para una empresa minorista o de servi-
-Exacto -respondió Mike. cios, pero nosotros fabricamos helados. Vendemos he-

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EL FABRICANTE DE HELADOS El secreto de LEO

lados a los minoristas. No tenemos clientes en el senti- -En el golf, para golpear bien la pelota, es preciso
do tradicional. concentrarse en el swing. ¿Cuál es el primer paso para
-¡Error! -exclamó Mike-. Ésa es una de las ma- que tu swing no funcione?
yores equivocaciones que puede cometer una empresa: -La postura, el agarre.
pensar que cuidar a los clientes no entra en su terreno. -Exacto. Si no coges bien el palo o si no tienes los
Déjame que te diga algo: si vendes algo, tienes clientes. pies colocados como es debido, no tendrás muchas po-
y si tienes clientes, estás de servicio. Y si piensas seguir sibilidades de golpear bien la pelota. Con LEO, el pri-
en el negocio, tu trabajo más importante es cuidar de mer paso es escuchar. Escuchar a tus clientes, tanto a
esos clientes. Por ejemplo, si Dairy Cream quiere que los internos como a los externos. Averiguar qué necesi-
Natural Foods sea un cliente en el futuro, harías bien tan, qué quieren. En los negocios, si no escuchas bien,
en escuchar atentamente qué queremos. tienes pocas posibilidades de hacer bien cualquier cosa
I
que importe. Todas las empresas dicen que escuchan,
I!I I

pero pocas lo hacen. Con demasiada frecuencia, aca-


Si vendes algo, tienes clientes. ban con el Síndrome del Pincha discos.
Me eché a reír.
-¿El Síndrome del Pinchadiscos? Y ¿eso qué es?
-De acuerdo -dije, reflexionando sobre lo que -yo fui pincha discos en la universidad, lo creas o
Mike acababa de decir-, pero en el éxito de Natural no. Eran los tiempos en que todo estaba en «álbumes».
Foods debe de haber algo más. Ya sabes -añadió, con los ojos chispeantes-, aquellos
-Claro. La verdad es que sólo he empezado a ha- enormes discos negros de vinilo que se tocaban en un
blarte de LEO. Pero en el momento en que me olvide de tocadiscos.
estos primeros principios básicos, ninguna otra cosa
que haga tendrá importancia.
-Bien. A ver si lo he entendido hasta aquí. Prime- Escucha a tus clientes o consumidores.
ro, tengo que motivar a nuestra fuerza laboral, mos-
trándoles lo importantes que son. Segundo, si vende-
mos algo, estamos de servicio. -Oooh, yeah -respondí riendo, siguiéndole la co-
-Exacto -afirmó Mike, satisfecho. rriente.
-Muy bien. Ahora háblame de LEO.

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EL FABRICANTE DE HELADOS El secreto de LEO

-A lo que íbamos -continuó Mike-, cuando era ra y de cerdo, por no hablar de la cerveza. ¿Eso no hace
pinchadiscos, ponía todas las canciones que me gusta- que el mensaje resulte confuso?
ban a mí, dando por sentado que a los demás también -Es cierto que nos centramos en alimentos sanos y
les gustaban, si es que tenían buen gusto. Mi jefe, que naturales. Y que nuestro nivel de calidad es innegocia-
había trabajado en una importante emisora de radio de ble. Yeso es exactamente lo que nos hace diferentes de
la ciudad, me dijo que aquél era el error más común en- la mayoría de tiendas, que venden de todo. Cuando en-
tre los pinchadiscos y también lo que destruía los índi- tras en un establecimiento normal, si buscas productos
ces de audiencia. Me dijo que mi trabajo no era hacer naturales, tienes que mirar muy bien las etiquetas. Cuan-
que a los oyentes les gustara mi música, sino poner la do entras en nuestra tienda, puedes coger lo que quieras
música que les gustaba a ellos. Yeso sólo se averiguaba de las estanterías. Porque sólo vendemos cosas natura-
preguntándoselo. Así es como inventamos los progra- les. Compensa ser conocido por algo y mantenerse fiel a
mas donde los oyentes llaman por teléfono para pedir ese algo.
la música que quieren. Dinos qué quieres y nosotros lo »Pero eso no significa que nuestros clientes tengan
ponemos. que apuntarse a todo lo que nuestros gerentes o nuestro
»En el caso de Natural Foods -añadió- no sólo director general creen que es sano. De lo que pueden es-
tratamos de averiguar qué quieren nuestros clientes en tar seguros es de que todos nuestros productos son de
términos de variedad y marcas; tratamos de darles casi alta calidad, frescos y hechos con alimentos naturales,
cualquier cosa que pidan. Es tan raro que un cliente tanto si están preparados en nuestras propias cocinas,
pida algo que, cuando lo hacen, nos desvivimos por sa- hornos y plantas de elaboración, como en las instala-
tisfacer su petición. Yeso tendría que valer para todas ciones de las compañías con las que tratamos.
las compañías, tanto si venden a otras empresas como »Nuestro director general y fundador, Glen Good-
si fabrican ropa deportiva para los aventureros de fin well, es vegetariano. Pero sabía que si sólo vendía los
de semana. productos que él quería comer, muy pronto se quedaría
-Pero ¿ese esfuerzo para dar a los clientes lo que sin negocio. Lo que hizo fue preguntar a sus clientes, en
quieren no hace que vuestro mensaje resulte confuso? la primera cooperativa que abrió, hace decenas de años,
Natural Foods es conocida por vender comida sana y qué era lo que ellos querían. Observó qué tipo de pro-
saludable, sin conservantes ni aditivos, ¿no es así? Te- ductos se vendía más rápidamente y proporcionó más
néis unos productos y alimentos preparados fantásticos de la misma clase. Muchos de nosotros no comemos la
-dije-o Sin embargo, también vendéis carne de terne- mitad de las cosas que ofrecemos. A mí, por ejemplo,

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EL FABRICANTE DE HELADOS El secreto de LEO

no me gusta el trigo bulgur. Pero no es tarea nuestra -¡Exacto! Cuando empezamos, nunca imagina-
aseguramos de que todo el mundo coma lo que noso- mos que tendríamos éxito entre la gente que compra
tros comemos, igual que no es tarea de un empleado de comida preparada para comer mientras ve el fútbol.
una tienda de música imponer sólo la música que él es- Pero resulta que les encanta la comida fresca y delicio-
cucha. En lo que estamos de acuerdo es en una valora- sa y nosotros hacemos todo lo que podemos para que
ción común de los alimentos más sanos disponibles. vuelvan una y otra vez. En pocas palabras: la calidad
Dentro de ese ámbito, nuestra misión es dar a nuestros la define el cliente. Y sólo sabrás cuál es su definición
clientes lo que quieren. ¿Sabes quién es nuestro cliente escuchándolo.
ideal? -preguntó. -Así pues, el punto número uno es escuchar lo que
-Me parece que no. tus clientes quieren, en lugar de darles lo que tú crees
Mike sonrió y dijo: que quieren.
-Cualquiera que quiera comprar nuestros produc- -Bingo -dijo Mike, sonriendo-o Pero para satis-
tos. [Cualquiera! Cuando se fundó FedEx, el director facer a los clientes es preciso algo más. ¿Sabes?, la ma-
general de la compañía la llamó así porque dio por sen- yoría de clientes tienen diversas necesidades diferentes.
tado que los únicos que necesitarían sus servicios serían »La primera es la más básica; para satisfacerla sólo es
los de la Reserva Federal. No se le ocurrió que los preciso proporcionar justo lo mínimo que el cliente espe-
alumnos de último curso del instituto los usarían para ra para que se vaya sin quejarse. Son cosas tan funda-
enviar sus solicitudes de ingreso en la universidad justo mentales que los clientes ni siquiera las piden; sencilla-
el día antes de que se cerrara el plazo, ni los abogados mente las dan por sentado. En los coches, esperamos que
para enviar contratos urgentes ni las madres para man- arranquen siempre a la primera y que no nos dejen col-
dar paquetes a sus hijos en el extranjero. Pero no com- gados. En los hoteles, esperamos una habitación segura,
petía a FedEx decidir quién iba a ser su cliente, sino limpia y cómoda, como nos prometieron cuando hici-
sólo determinar qué servicio ofrecía la compañía. mos la reserva. En nuestro caso, se da por sentado que la
-¿Eso explica los letreros que veo anunciando tienda estará bien abastecida con los alimentos que nues-
unas bandejas de picnic especiales? -pregunté. tros clientes esperan encontrar aquí; tiene que estar lim-
pia y bien organizada y contar con unos empleados ser-
viciales. En Dairy Crea m, vuestros helados tienen que ser
La calidad la define el diente. de un cierto número de sabores, tener una cierta consis-
tencia y calidad y venir en un buen envase.

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EL FABRICANTE DE HELADOS El secreto de LEO

»La segunda necesidad tiene que ver con los resulta- y hacerlo con exactitud y entusiasmo. Buscamos me-
dos. Cuando un cliente pide un cierto producto o servi- dios para lograr que cada aspecto de la visita de un
cio, ese artículo debe hacer lo que se espera que haga. cliente sea positivo, desde el instante en que cruza la
Debe dar el resultado prometido. Si un comprador de puerta hasta después de pasar por caja. Suena sencillo,
coche le pide al concesionario que instale un sistema pero te sorprendería saber qué número tan pequeño de
GPS o un aparato de DVD, el sistema o el aparato no empresas se esfuerzan por ofrecerle esta atención al
sólo debe funcionar, sino proporcionar mapas de orien- cliente. Para un fabricante de coches, despertar esa ilu-
tación útiles o un sonido de primera clase. Un coche sión puede significar crear un modelo híbrido de todo-
que ofrece resultados de alto nivel se caracteriza por terreno que consuma menos gasolina o un nuevo mo-
una conducción cómoda o una aceleración superior, no delo con mucho estilo que atraiga a los usuarios más
es ruidoso o tiene un equipamiento de lujo. Una tienda jóvenes. En Dairy Cream, quizás introduciríais un nue-
como la nuestra proporciona la variedad adecuada de vo helado dietético para los hijos de la generación del
selección, comodidad y servicio. Si no es así, los clien- baby boom o un nuevo postre helado para añadir a la
tes se sentirán decepcionados y, finalmente, los perdere- línea de productos. Sin estas innovaciones, es posible
mos. Si les prometemos una gran variedad de alimentos que el cliente no se queje ni se sienta necesariamente
naturales de alta calidad y nuestra selección es sólo de desilusionado, pero con ellas, desde el café gratis en
nivel medio o si un cliente descubre que lo que ha com- una tienda tipo VIP o los auriculares que te ofrecen en
prado está lleno de aromatizantes y edulcorante s artifi- un vuelo, desde la asombrosa capacidad de un nuevo
ciales, se sentirá decepcionado y se marchará. Y quizá producto como el iPod hasta la creación del sistema de
no vuelva. comunicaciones OnStar, ideado por GM, para prestar
»La tercera necesidad del cliente es lo que definimos ayuda a los automovilistas que la necesitan, se puede
como ilusión; dar a los clientes ese algo extra que les poner a disposición del cliente algo que aumente de for-
llama la atención, que les encanta, y que hace que tu ma espectacular su satisfacción ... y su lealtad.
producto o servicio se destaque de los demás. Para no- »Clen Goodwell descubrió que la mayoría de em-
sotros, como detallistas, eso significa asegurarnos de presas de Estados Unidos son mejores ofreciendo "ilu-
que el servicio que nuestro personal proporciona sea sión" --ese fogonazo, esa chispa-, que satisfaciendo
tan excepcional como los alimentos que ofrecemos. Te- las necesidades "básicas" del consumidor -dijo Mike.
nemos muchos empleados para atender a los clientes y
darles explicaciones sobre todo lo que hay en la tienda

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EL FABRICANTE DE HELADOS El secreto de LEO

-No puedo creérmelo -protesté-o ¿Se negó a


La mayoría de empresas de Estados dade un vaso de agua?
Unidos son mejores ofreciendo -Sí -dijo Mike-. Al oído, un hombre más joven,
«ilusión» que satisfaciendo que estaba sentado al otro lado del pasillo, le preguntó
las necesidades «básicas» a la azafata: «¿Quiere decir que no le puede traer un
del consumidor. vaso de agua a este señor?» «No, señor -respondió la
azafata, manteniéndose en sus trece-o Es un servicio
restringido a los pasajeros de primera clase.» No podía
-¿Cómo es eso? o no quería tomar decisiones por sí misma; lo único
-Bueno, no son sólo los clientes los que se entu- que sabía hacer era repetir como un loro las normas de
siasman por un nuevo atractivo extra. Los empleados y la compañía aérea. Bueno, pues el joven se levantó, fue
las empresas también se ilusionan con su oferta. Es di- hasta la zona donde se guardan las bebidas, cogió una
vertido deslumbrar. A todo el mundo le gusta encestar botella de agua, un vaso de plástico, en el que metió
un triple; no es tan apasionante interceptar a otro juga- unos cubitos de hielo, y una servilleta y se dirigió al
dor. Sin embargo, si no puedes hacer las jugadas nor- asiento del anciano. «Aquí tiene, señor. Espero haber
males, ese enceste triple no te va a servir de mucho. satisfecho sus deseos.» Para entonces todos estaban
-Tienes razón -reconocí, tomando otro sorbo de pendientes de lo que pasaba. Cuando el joven le sirvió
café. el agua al anciano, la clase turista rompió en aplausos.
-Deja que te cuente algo que me pasó el mes pasa- -Bien por el chico -dije, sorprendido de lo mucho
do. Volaba de vuelta a casa, después de una reunión de que me había disgustado el relato de ese incidente-o
negocios en la sede central. Viajaba en clase turista, ¿Y qué hizo la azafata?
sólo un par de filas detrás de la primera clase. Un hom- -No volvió a aparecer hasta que despegamos. En-
bre anciano, de unos setenta y cinco años, estaba senta- tonces salió, como si no hubiera pasado nada. Pero la
do en el asiento de pasillo de la primera fila. Acababan crispación de su cara traicionaba sus sentimientos; en su
de subir a bordo los últimos pasajeros, cuando este ca- interior estaba furiosa. Todos teníamos muy claro que
ballero le pidió un vaso de agua a la azafata. Y ella le no lamentaba lo más mínimo su negativa a ayudar al
dijo: «Lo siento, señor, pero no está usted en primera anciano. El mensaje que transmitía era que ni él ni nin-
clase. Sólo servimos bebidas antes de despegar a los pa- guno de nosotros le importaba lo más mínimo. Sólo le
sajeros de primera clase». irritaba haber quedado en evidencia delante de los pasa-

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EL FABRICANTE DE HELADOS El secreto de LEO

jeros. No tenía ni idea de la primera norma de la empre- »Me asombra el número de compañías que econo-
sa, la que dice que lo primero y más importante es el mizan en nimiedades y luego despilfarran el dinero a
cliente. Es probable que nunca la tenga. Es un ejemplo manos llenas =-continuó-c-. En Natural Foods, nuestra
perfecto de alguien sordo a los clientes. Yeso es cierto norma más importante es ayudar a la gente. Ayudar a
de muchas empresas; no escuchan a sus clientes. los clientes. Tanto da si fabricas coches o vendes comes-
-Vaya historia -dije-o Pero la verdad es que tibles, si tu cliente es otra empresa o un consumidor.
plantea un problema. ¿Y si todos los pasajeros se po- No puedes perder un cliente por negarte a hacer algo
nen a pedir agua? que te pide, en especial algo tan sencillo y barato como
-Buena pregunta -dijo Mike-. En Natural Foods darle un"vaso de agua.
les decimos a los empleados que manejen las «excep- Pensé en el discurso de ventas que le había soltado a
ciones» de esta manera: primero, si pueden, tienen que Mike la semana anterior y empecé a ver por qué había
ayudar al cliente, pero, al hacerla, deben informarle de fracasado tan rotundamente. Como Mike me había se-
que están haciendo algo especial; pueden decirle: «Nor- ñalado, no estaba pensando en lo que Natural Foods
malmente, sólo servimos bebidas a los clientes de pri- necesitaba. Y, sin ninguna duda, no pensaba en lo que
mera clase antes de despegar, pero en su caso, haré una sus clientes necesitaban. Pensaba en lo que nosotros ne-
excepción». Esto le hace saber al cliente que está reci- cesitábamos. Sí, pensaba que teníamos un producto com-
biendo un trato especial y también informa a los demás petitivo y de buena calidad. Pero, como Mike me dejó
de que no todos pueden pedir agua. En aquel vuelo, a muy claro, la calidad la define el cliente; en este caso
ninguno nos hubiera importado que no nos dieran un Natural Foods o, más importante todavía, el usuario fi-
vaso de agua antes de despegar. Nos habría encantado nal, las personas que compraban y consumían nuestros
ver que la azafata ayudaba al anciano. helados. Y raras veces nuestra empresa se había preo-
»Piensa en lo que ese vaso de agua le cuesta a la cupado de preguntarles siquiera qué querían. No escu-
compañía aérea -añadió Mike-. ¿Cinco centavos? chábamos.
¿Diez? ¿Y cuánto le costó no dárselo? ¿Cuántos pasaje- -¿Sabes? -dije-, pensando en todo esto, no pue-
ros de aquel vuelo habrán contado la historia a otros? do menos de sentirme abochornado por la manera en
Mira, yo mismo llevo un mes contándosela a todo el que te abordé.
personal. ¿Cuántas personas harán lo imposible por no -Pete, me abordaste de la misma manera que me
viajar con esa línea, simplemente porque le negaron un aborda el noventa por ciento de las empresas de cual-
vaso de agua a un pasajero? quier sector; como vendedor. Y tengo que reconocerte

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EL FABRICA TE DE HELADOS
El secreto de LEO

algo; te mostraste más apasionado que la mayoría. Es- discurso motivacional que sabía que esperaban- les
taba claro que creías en tu producto y en tu gente yeso pedí que hablaran con sus clientes; que averiguaran qué
es un buen comienzo. Pero estabas centrado totalmen- pensaban que hacíamos bien y qué hacíamos mal, dón-
te en vosotros -en por qué yo tenía que compraras de estábamos en comparación con otros fabricantes de
vuestros helados- en lugar de preguntarme qué que- helados en cuanto a calidad, precio o promociones y re-
ría, qué creía que querían nuestros clientes y cómo po- galos; que les preguntaran qué podíamos hacer, en su
díais ayudamos a proporcionárselo. Parece un cambio opinión, para ayudarlas a vender más nuestra marca.
sin importancia, pero hay una enorme diferencia. Dedicamos más de una hora a revisar una lista que yo
» Es preciso que, por un momento, dejes de lado tus
había preparado con el tipo de preguntas que debían
preocupaciones sobre cómo alcanzar la cuota de ventas hacer. Además, les animé a no quedarse sólo en eso,
o aumentar los beneficios y pienses en cuidar de las per- sino a iniciar un diálogo sincero y continuado con los
sonas que son tus clientes. Las compañías que actúan clientes, pidiéndoles su opinión y sus consejos sobre
así, ganarán un dinero más que suficiente y se sentirán cómo podíamos ayudarlas.
bien. A continuación, con el consentimiento, poco entu-
siasta, del propietario, Malcolm Jones, contraté a una
empresa de marketing para que organizara varios gru-
Salí de mi reunión con Mike con mucho en que pensar. pos de análisis con clientes normales, para averiguar
Al repasar lo que Mike me había dicho sobre escuchar qué pensaban de nuestros helados y qué era lo que les
al cliente, comprendí que eso era lo que teníamos que gustaba más.
hacer en Dairy Cream. Teníamos que saber más sobre Pero lo más inteligente que hice fue acudir a los em-
lo que pensaban nuestros clientes de nuestros helados y pleados y pedirles que hablaran con sus amigos, veci-
de nuestros envases, de nuestros precios y campañas de nos y parientes para descubrir qué esperaban y desea-
promoción. Tanto los restaurantes, las tiendas de 24 ban las personas con quienes estaban en contacto. Y
horas, las cadenas de alimentación y los concesionarios una de las ideas -franquiciar tiendas de helados pro-
que trabajaban nuestra marca, como los consumidores pias, especializadas en la gama alta, al estilo de Ben &
finales, las personas que consumían nuestros helados. Jerry, para grabar mejor nuestro nombre de marca y
Lo primero que hice en los días siguientes fue con- nuestros helados en los consumidores- me entusiasmó
vocar una reunión de todos los vendedores. Sin embar- de verdad.
go, en lugar de pedirles que vendieran más -la clase de

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4
No necesitamos un Steve Jobs

Cuando volví a ver a Mike una tarde, varias semanas


después, le hablé de los progresos que habíamos hecho
poniendo en práctica la primera parte de LEO. Se ale-
gró muchísimo.
-Enhorabuena -dijo sonriendo-o Parece que es-
tás haciendo lo acertado. En Natural Foods he averi-
guado que cuando escuchamos a los clientes como de-
beríamos, nos ayudan a orientarnos para satisfacer sus
necesidades y deseos en cada momento. Bien mirado,
ninguna empresa puede seguir haciendo lo mismo que
hacía seis años atrás ... ni siquiera seis meses atrás.
Pero no había que echar las campanas al vuelo; era
preciso volver a la dura realidad. La verdad era que
sólo estaba dando los primeros pasos de un largo cami-
no hacia la calidad en Dairy Cream y sabía que se me
estaba acabando el tiempo.
-Bien, y ¿ahora qué? -pregunté, temiendo la res-
puesta.

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EL FABRICANTE DE HELADOS No necesitamos un Steve Jobs

Mike sonrió de nuevo. Pensando en lo raro que era conseguir el apoyo de


-¿Listo para la siguiente lección? una cajera para atender el puesto de información, le
-Por supuesto. pregunté:
-De acuerdo. Mira, cuanto más específicos descu- -¿Esto sucede con frecuencia?
brimos que son los deseos de nuestros clientes, más ma- -Buena pregunta -dijo Mike-. ¿Jenny?
tizadas deben ser nuestras soluciones. -Bueno, en una de las reuniones del personal--ex-
-Soy de la misma opinión -dije. plicó-, hace ya tiempo, decidimos que todos teníamos
-Eso nos lleva a la segunda parte de LEO; enrique- que aprender a desempeñar una segunda tarea en la
cer. No es suficiente escuchar a nuestros clientes. Debe- tienda, para que nos resultara más fácil sustituir a un
mos responder enriqueciendo su experiencia y su percep- compañero durante unos minutos o, incluso, un par de
ción de nuestro establecimiento y de nuestros productos días, si alguien tenía que ausentarse inesperadamente.
y servicios. Y para hacerlo, necesitamos nuevas ideas y De esa manera, todo sigue funcionando sin problemas,
necesitamos innovadores. sin importar quién esté aquí. Y como resultado, hemos
-¿Cuántos innovadores se puede permitir una em- acabado confiando un poco más los unos en los otros,
presa? -pregunté-o Los Steve Jobs no son baratos. lo cual nos une más como equipo.
-Estoy seguro de que no. Pero nosotros vendemos -Una gran idea -reconocí.
productos alimentarios -respondió Mike-. No nece- -De hecho, fue una idea de Jenny -dijo Mike-.
sitamos a un Steve Jobs. ecesitamos empleados y chi- atural Foods se levanta sobre mil grandes ideas. Y yo
cos de almacén y jefes de sección con los ojos bien sólo soy responsable de una docena, como máximo.
abiertos y una cabeza que funcione. Y de eso va el pri- Como ya has descubierto, si quieres conseguir las mejo-
mer paso de enriquecer; comprender que esa actividad res ideas, tienes que preguntar a tu gente. Saben más
afecta a todo el mundo. Acompáñame un momento, que nadie sobre lo que hacen cada día.
por favor -dijo, poniéndose en pie. -Oye, Mike, déjame que llame a Margot -dijo
Fuimos al mostrador de información, donde encon- Jenny-, para que pueda hablarle a Pete de las colas en
tramos a Jenny, la misma que me había ayudado a en- las cajas.
contrar a Mike en mi primera visita, charlando con un Unos momentos después, vino Margot para hablar
cliente. Cuando quedó libre, Mike le preguntó si po- con nosotros.
díamos hablar con ella. Jenny pidió a una de las cajeras +-Por nuestras reuniones semanales de análisis de
que cubriera su puesto antes de unirse a nosotros. los grupos de los clientes --explicó Mike-, averigua-

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EL FABRICA TE DE HELADOS No necesitamos un Steve [obs

mos que una de las cosas más importantes para los fes de sala, y éste me dijo: «¿Por qué tendríamos que
clientes era la comodidad. Les importa tanto como la hacerla esperar para apostar su dinero?» Tenía sentido.
selección, el servicio y el precio, o puede que más. Así Tanto si adoras Las Vegas, como si la odias, no se pue-
que decidimos servirles mejor reduciendo el tiempo ne- de negar que son los reyes en el servicio al cliente.
cesario para pagar en las cajas. -¡Imagínate cómo sería Las Vegas si la dirigiera el
Departamento de Vehículos a Motor! -dijo Mike-.
No volverías una segunda vez, jamás.
Las grandes empresas se levantan =-Triste, pero cierto -dijo Margot-. Como decía,
sobre mil grandes ideas. Para conseguir en una de las reuniones, una semana después de volver
las mejores ideas, hay que preguntar de Las Vegas, pensé: ¿Por qué tenemos que hacer espe-
a los empleados. rar a los clientes que han comprado nuestros productos
para damos su dinero? Me parece que deberíamos te-
ner muchas ganas de permitir que nos pagaran, no de
-¡Qué gran idea! =-exclamé-c. No hay nada que hacerlos esperar. No sólo es un motivo de irritación
odie más que hacer cola. para ellos, sino que es una estupidez por nuestra parte.
-La idea fue de Margot -dijo, presentándome- Nos esforzamos mucho para que vengan a nuestra tien-
la-o Veía ese problema cada día, en su caja. da y para ofrecerles los artículos que quieren. ¿Por qué
Aceptando la invitación de Mike, Margot explicó tenemos que estropearlo todo en el momento de pagar?
cómo había iniciado la estrategia de la tienda para re- »Cornprendí que, al igual que en los casinos, siem-
ducir las colas en las cajas. pre debía haber cajas disponibles. Los clientes nunca
-El año pasado fui a Las Vegas por primera vez en debían verse obligados a esperar para damos su dinero.
mi vida -dijo-o Lo pasé de fábula y gané unos cuan- En nuestro equipo todos estuvimos de acuerdo. Así que
tos dólares. Pero lo más importante fue que aprendí doblamos el número de cajas, primero hasta diez y lue-
mucho del negocio. Cuando estás en Las Vegas, nunca, go hasta veinte. Y alguien propuso que las colocáramos
jamás, tienes que esperar a que quede libre una máqui- en ángulo para que parecieran menos apabullantes y
na tragaperras o una mesa de blackjack. Siempre hay ocuparan menos espacio. Y gracias a otra propuesta de
una abierta, esperándote. Si en un determinado mo- uno de los miembros del equipo, colocamos las cajas en
mento se necesitan diez mesas, siempre parece haber el extremo más alejado de los ventanales, para que no
doce disponibles. Así que se lo pregunté a uno de los je- se vieran al entrar. Así que ahora los clientes entran y se

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EL FABRICA TE DE HELADOS No necesitamos un Steve [obs

encuentran, en lugar de las cajas, con un deslumbrante cuenta de que se necesita que haya otra caja abierta
despliegue de nuestros productos. Por añadidura, pa- -explicó Margot- sencillamente enciende la luz verde
san junto a más productos para llegar a las cajas. Los de tu puesto. Tú miras, ves la luz y sabes que tienes que
artículos extra que cogen de camino compensan con atender la caja. Esto nos mantiene flexibles, hace que
creces los cambios que hicimos. nuestros pasillos tengan un aspecto de primera, que las
» y finalmente, asignamos un empleado a cada una cajas funcionen a toda velocidad y que los clientes pasen
de las cajas, para que los clientes no tuvieran que es- lo más rápidamente posible.
perar. -Además, crea un mayor sentido de la responsabi-
-Pero, con el nuevo sistema, ¿no tienen muchos lidad entre todos los miembros del equipo -añadió
empleados esperando, sin hacer nada, buena parte del Mike-. Todos están pendientes de todos, como suce-
tiempo? de en cualquier buen equipo. Mientras estás en una
-Véalo usted mismo -dijo, volviéndose hacia las caja, tienes que prestar atención a la afluencia de clien-
cajas-o Tenemos ocho cajeros en su puesto. Son las tes y abrir y cerrar cajas según vayan las cosas. Y cuan-
dos de la tarde, un momento en que no hay mucha gen- do no estás en las cajas, aportas tu ayuda de otra ma-
te, y seis de los ocho tienen clientes. Decidimos tener nera. Si eres el encargado del pasillo doce, el de la
siempre abiertas dos cajas más de las que necesitamos ... pasta, te aseguras de que tenga buen aspecto. o quie-
como en las mesas de blackjack de Las Vegas. res que tu zona tenga un aspecto descuidado cuando
-Pero ¿tienen veinte cajeros de servicio? ¿Dónde estás de servicio.
están los demás? »Lo fundamental -concluyó Mike- es que, a di-
Mike y Margot sonrieron al mismo tiempo. ferencia de la mayoría de tiendas de alimentación, aquí
-Acompáñenos -dijo Margot, y nos alejamos de la experiencia del cliente no es la de tener que hacer
las cajas. cola para pagar, sino sólo la de comprar. Cuanto me-
En cada uno de los pasillos que llevaban a las cajas, nos tiempo pase esperando para pagar, más tiempo
había una persona con un uniforme verde oscuro repo- tendrá para comprar nuestros productos. Y antes desea-
niendo productos en las estanterías, ordenando los ex- rá volver.
hibidores, hablando con los clientes ... pero, siempre, -¡Guau! -exclamé-o Ahora entiendo por qué a
con un ojo en su caja y en la luz verde que hay encima mi esposa le encanta venir aquí, incluso durante las ho-
y que indica que es necesario que acudan a su puesto. ras en que hay más gente.
-Cuando uno de tus compañeros en las cajas se da -Me alegra mucho saberlo. ¡Ése es nuestro objeti-

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EL FABRICANTE DE HELADOS No necesitamos un Steve Jobs

va! -dijo Mike-. Pero Margot y sus amigos dieron Un perfeccionamiento continuo
todavía un paso más. A alguien del equipo de cajeros se
le ocurrió la idea de organizar las colas al «estilo de los »Mira -continuó Mike, mientras volvíamos a la cafe-
bancos», con una única hilera de clientes, que iban a tería-, pensar de forma innovadora nos ayuda a hacer
cualquier caja que estuviera abierta, así no tenían la mejor las cosas. Piensa en todas la «reglas» que rom-
preocupación de equivocarse al elegir la cola. Además, pieron las personas que se negaron a aceptar que «así
es más eficaz, dado que en cada caja sólo suele haber son las cosas», para que ahora aceptemos como nor-
un cliente a la vez. males la fuerza de la gravedad, la democracia, los avio-
-Muy práctico -dije. nes, la radio y la televisión.
-Eh, que fueron los bancos quienes lo inventaron, -Los viajes espaciales -aporté, a modo de ejem-
no nosotros -apostilló Margot-. Nosotros sólo fui- plo.
mos lo bastante listos como para aplicado a las tiendas -¡Exacto! -dijo Mike-. La lista es larga. Pero
de alimentación. La verdad es que nos ayudó a atraer a cada una de las personas que aportaron esas ideas per-
los clientes que compran al salir del trabajo y que siem- tenecía a una pequeña minoría. Por eso recordamos sus
pre tienen mucha prisa por llegar a casa. En especial, nombres y no los de los miles que decían que no se po-
nos ayudó a hacer que entraran los hombres. día hacer, sencillamente porque nunca se había hecho
-y lo que me encanta de todo esto -añadió antes. Sus nombres se han perdido y quizás es justo que
Mike- es que tomamos prestadas las mejores ideas de así sea.
muchos sitios diferentes. Constantemente, buscamos »Si quieres permanecer en cabeza de tu sector, y no
maneras de mejorar lo que hacemos, de servir mejor a importa cuál sea, es preciso que vuelvas a inventar la
nuestros clientes y hacer que su experiencia de compra rueda una y otra vez. Si estás en el sector del automó-
1
sea buena. De forma continua, ideamos maneras de ha- vil, tienes que crear coches que consuman menos, que
1
cer las cosas más rápidamente, mejor y con una mayor estén dotados de más medidas de seguridad, de siste-
eficacia y, al final, eso tiene como resultado más clien- mas de navegación y de mantenimiento más sofistica-
tes, clientes más satisfechos y mayores beneficios. dos, que cuenten con una tercera línea de asientos
abatibles y más soportes para poner vasos. Para man-
tenerte por delante de la competencia, es preciso que,
cada día, pienses en cómo mejorar el producto y el ser-
vicio que ofreces.

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EL FABRICANTE DE HELADOS No necesitamos un Steve [obs

dos y ellos también preguntan a los clientes. Tenemos


Es preciso que, cada día, pienses reuniones donde lanzamos todo tipo de ideas. Ésa es la
en cómo mejorar el producto o parte divertida. Si quieres que se te ocurran ideas crea-
servicio que ofreces. tivas para satisfacer al cliente, tienes que pensar de for-
ma creativa y trabajar de forma creativa. No tiene que
avergonzarte tomar prestadas ideas de otras empresas y
-Esto también se aplica en nuestro caso -conti- culturas. Lo que nosotros hacemos es reunir a unas
nuó Mike-. ¿Quién, en su sano juicio, contrataría a cuantas- personas alrededor de una mesa, elegir algo
veinte empleados para atender diez cajas con el fin de que nos preocupe y generar el máximo de ideas posible
que ocho clientes paguen a las dos de la tarde? Pues, para solucionado. Si quieres que las ideas no dejen de
mira, si lo organizas bien, funciona. Y ¿qué nos cuesta brotar, no puedes criticar a nadie por proponer algo
en realidad un empleado, si cada uno nos aporta aun- que no funcionará.
que sólo sea un uno por ciento más de ganancias? No -Pero ¿y si, de verdad, son ideas tontas? -pre-
conseguimos crear todo esto -dijo, señalando con un gunté.
amplio gesto circular toda la tienda- haciendo que -Si quieres que todos aporten algo, no hay ningu-
nuestros clientes tuvieran que esperar de diez a quince na idea tonta -exclamó Mike-. Déjalas volar. Lo que
minutos para damos su dinero. buscas son las ideas que arraigan. La clave para encon-
» uestro éxito, en esencia, se resume en tres factores: tradas es crear el tipo de ambiente que no penaliza la
»Primero: un fuerte deseo de cambiar nuestra ma- creatividad, sino que la recompensa.
nera de hacer las cosas siempre que vemos algo que cree- »Lo más importante de todo es que tienes que pen-
mos que podemos hacer mejor. sar yendo más allá del statu qua -prosiguió Mike-.
»Segundo: la disposición para salimos de los cami- Sólo porque siempre hayamos hecho algo de una deter-
nos trillados a fin de dar con la mejor solución posible. minada manera, eso no significa que tengamos que se-
»Y tercero: las ganas de mejorar todo lo que hace- guir haciéndolo igual. Hace décadas, Robert F. Ken-
mos. Eso significa prestar atención a todos y cada uno nedy solía decir que mientras muchos miran cómo son
de los detalles, por nimios que sean. las cosas y dicen: «¿Por qué?», él miraba lo que podía
-Pero ¿cómo se te ocurren todas esas ideas? ser y decía: «¿Por qué no?» Ésa es la actitud que yo tra-
-¡No soy tan listo como parezco! -dijo Mike, to de alimentar. Quiero que todos nuestros empleados
riendo-. Pregunto a los clientes. Pregunto a los emplea- piensen así.

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EL FABRICANTE DE HELADOS No necesitamos un Steve Jobs

Pero aplicamos los mismos principios; el deseo de cam-


Crea un ambiente que recompense biar, la disposición para pensar fuera de lo trillado, el
la creatividad. impulso constante de mejorar para hacer que nuestro
pan o nuestra bollería sean los mejores, más nutritivos,
frescos y de más alta calidad. Los miembros del equipo
que trabajan en la panadería tienen autoridad para de-
Toda la carne en el asador tener la producción en cualquier momento, si ven que
algo no ya bien o creen que la masa carece de la textura
-Pero el tiempo también es dinero -dije-o Con todas o consistencia apropiadas. Buscamos, constantemente,
esas reuniones, ¿no corréis el peligro de dedicaros a cons- maneras de mejorar la calidad de los ingredientes, la
truir castillos en el aire, y perder de vista lo importante? limpieza de las operaciones y la eficacia en la manera de
-Podría ser -reconoció Mike-, si no nos centrá- elaborar la masa y cocer el pan. Comprobamos, cons-
ramos en idear proyectos específicos y bien definidos tantemente, que la temperatura de los hornos sea la pre-
que sabemos que podemos completar. cisa. Si cualquier parte de la línea de producción no fun-
»Decidimos qué ideas queremos llevar a la práctica, ciona bien o corre el peligro de averiarse, la arreglamos
las reducimos al mínimo de pasos posible y luego em- antes de que se estropee. Todo lo que hacemos cuando
pezamos a concretar quién va a hacer qué y cuándo. Sin preparamos los alimentos gira en torno a mantener una
metas ni plazos ni liderazgo no hay claridad de enfoque calidad alta y constante. Igual que aquí, en la tienda,
ni urgencia ni responsabilidad. Mientras que tal como constantemente buscamos nuevas ideas para mejorar
lo hacemos nosotros las cosas se hacen, créeme. todo lo que hacemos.
-Pero sois un establecimiento minorista, no una fá-
brica -observé-o Mejorar los procesos de fabricación
no es tan sencillo. Después de mi reunión con Mike, llegué, también esta
-Pete, estos principios tienen la misma validez en vez, a la fábrica de Dairy Cream desbordando energía.
todos los casos. Como sabes, nosotros también somos Mike había concluido nuestra conversación con unas
fabricantes. Horneamos nuestros propios productos y palabras que no podía olvidar:
cocinamos la mayoría de las comidas preparadas aquí «Hacer que la calidad sea parte integrante de todo
mismo. No sólo los vendemos. Y si la calidad de nues- lo que haces no es algo que surja como resultado de
tros panes y bollería no está a la altura, nos enteramos. unas buenas intenciones y de un eslogan hábil. La cali-

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I EL FABRICA TE DE HELADOS No necesitamos un Steve Jobs

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dad no es un valor vago que se consiga sencillamente -¡Y ahora quiero ver resultados o de lo contrario ... !
levantando el ánimo de los trabajadores. Primero tie- Pero cuando colgué, comprendí que ésta era sólo la
1
,: nes que preguntades qué funciona y qué no funciona,
algo que ya estás haciendo. Y luego tienes que darles la
primera de las dos «ventas» que tenía que hacer. Y la se-
gunda seguramente iba a ser mucho más difícil. Pedir
clase de herramientas e incentivos que les permitan po- dinero para remozar la fábrica era una cosa; pedirles a
ner en práctica lo que funciona.» los obreros unas cuantas horas gratis de su tiempo era
I
Sentado en mi despacho, primero llamé a Malcolm harina de otro costal.
I . ~ jones, el propietario, para pedirle los recursos necesa- Convoqué dos reuniones consecutivas más con los
i

1"
rios para poner en práctica algunas de las ideas que dos turnos. Julie trajo la lista de ideas que los obreros
nuestros empleados habían presentado en la reunión de ha bían propuesto la semana anterior y las leyó en voz
la semana anterior. Por supuesto, era lo último que alta. Cuando acabó, Kevin, el bufón titular, añadió
1111 quería oír. Pero le expliqué que necesitaba el dinero unas cuantas más: «Instalar una piscina y un gimnasio»
para tratar de hacer lo que él había pedido; aumentar y «construir un campo de golf de nueve hoyos», que
las ventas y los beneficios. provocaron algunas risas. Los trabajadores también su-
-Delvecchio, conseguirás ponerme furioso. ¿Acaso brayaron lo escépticos que eran sobre que saliera algo
te crees que se trata de una broma? Espero ver resulta- de nuestras reuniones.
dos y verlos ya, si es que quieres conservar tu puesto. Me lancé de cabeza.
Al pensar en mis hijos y en la hipoteca se me hizo un -Esta lista vuestra -volver a pintar la fábrica, me-
nudo en el estómago. Pero sabía que estaba haciendo lo jorar la iluminación, instalar más equipamiento de se-
acertado. Le dije que lo único que quería era algo de di- guridad y una mezcladora mejor, renovar el comedor-
nero para comprar pintura, bombillas, equipa miento es buena.
de seguridad y unas cuantas pizzas para cualquiera que -¿Pero ... ? -dijo Kevin, despertando unas cuantas
quisiera venir a echar una mano. No conseguí conven- risitas más.
cedo hasta que le prometí que si me daba lo que nece- -Pero nada. Hagámoslo. El señor Jones acaba de
sitaba, yo le daría un par de docenas de horas de traba- aprobar las mejoras.
jo sin cobrar. Al final, aceptó aportar unos pocos miles Este comentario captó la atención de la audiencia.
de dólares; calderilla para una empresa de nuestro ta- -Sin embargo, hay una pega.
maño, pero una inversión que era casi un récord para -¿Que nos lo descuenta de la paga? -dijo Kevin,
un propietario famoso por su tacañería. provocando más risas.

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EL FABRICANTE DE HELADOS No necesitamos un Steve Jobs

-No -les aseguré-o Incluso está dispuesto a de- oportunidad. Bien -dije, mirándolos-, ¿quién está
sembolsar un poco de dinero extra para pintura y un conmigo?
equipamiento de primera. Pero no está dispuesto a pa- La mitad de las manos se levantaron de inmediato y
gar la mano de obra. Así que, si estáis dispuestos a ve- la otra mitad lo hizo al cabo de unos segundos ... inclu-
nir este sábado, de nueve a tres, para mejorar vuestro yendo la de Kevin. Sonreí, aliviado.
lugar de trabajo, podemos hacerlo. Y el señor Jones pa- -De acuerdo -dije-o Concretemos. ¿Quién quie-
gará un almuerzo comprado en Natural Foods. re estar en el equipo de pintura?
Oí a unos cuantos mascullar «De acuerdo», mien- Repasamos cada tarea, asignando personal a cada
tras que otros se limitaban a gruñir, hasta que inte- una, desde comprar las luces y el equipa miento a pre-
rrumpí el barullo. parar las zonas que íbamos a mejorar.
-Chicos, nos pasamos aquí ocho horas cada día, Casi al final de nuestra primera reunión de media
como mínimo. Y a ninguno de nosotros le gusta el as- hora, oí la voz de alguien sorprendente, la tímida Sheila.
pecto de la fábrica por fuera ni la sensación que produ- -Si mejoramos este sitio lo suficiente -dijo-,
ce por dentro. A cambio de unas cuantas horas, pode- quizá podríamos invitar a los clientes y las escuelas a
mos hacer que las dos mil horas que pasamos aquí cada visitamos. Dejarles que vieran cómo hacemos los hela-
año sean mucho más seguras, más eficaces y más agra- dos y que luego los probaran.
dables. -Es una manera inteligente de promocionar la em-
Hubo algunas reacciones positivas a esto, pero ne- presa y generar un poco de buena voluntad en la comu-
cesitaba el apoyo de todos. nidad -reconoció Kevin.
-¿Cuándo fue la última vez que el señor Jones Mike tenía razón. A veces, las grandes ideas nacen
puso dinero aquí? -pregunté. Era la clase de comenta- de otras ideas, grandes o pequeñas.
rio que me podía ganar el despido, pero ya corría ese -Muy bien -dije-o Es un gran primer paso.
peligro, de todos modos-o Pues bien, nos ha dado el Quiero trabajar con vosotros y con nuestros clientes
dinero para poner en práctica las sugerencias que hicis- para conseguir que nuestros helados sean los mejores.
teis. Os ha escuchado. Y yo os escucho. Si no seguimos Ya había decidido crear grupos de análisis para de-
adelante, ¿qué dice eso de nosotros? Que somos noso- terminar exactamente qué les gusta y qué no les gusta a
tros los que no tenemos ningún interés. Pero si logra- nuestros clientes -y a los consumidores en general-
mos hacer esto, quizá su actitud cambie, igual que la de nuestros helados y encontrar medios para mejorar
nuestra. No podemos permitimos dejar pasar esta nuestros productos. Pero decidí reservarme esta parte

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.•
EL FABRICANTE DE HELADOS

para más adelante. Por el momento, era suficiente que


los clientes internos se embarcaran conmigo.
Acabamos la reunión con el ánimo alto ... algo que
no hubiera pensado nunca que estuviera a nuestro al- 5
cance.
En busca de la perfección

Una par de semanas más tarde, me encontré conducien-


do hacia Natural Foods, sin haber concertado una cita,
confiando en que Mike podría dedicarme un poco de
tiempo. No cabía en mí de alegría por las buenas noti-
cias que quería darle. Todavía desbordaba entusiasmo
desde el gran acontecimiento del sábado, cuando nues-
tros empleados remozaron nuestro espacio de trabajo,
lo que Sheila llamó dar el «Primer paso». Hice que es-
tamparan camisetas para todos con ese lema en el pe-
cho e hice que las repartieran el sábado por la mañana
para que pudiéramos trabajar con ellas puestas y tener
más aspecto de equipo. Había radios sonando a todo
trapo, críos corriendo arriba y abajo ayudando como
locos y un millón de voltios de energía positiva dirigi-
dos hacia nuestro trabajo y hacia los demás.
Un equipo lavó la parte exterior del edificio y la
pintó de un blanco luminoso. Uno de los empleados

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EL FABRICANTE DE HELADOS En busca de la perfección

con dotes artísticas pintó un mural con un arcoiris que mos un equipo de verdad, en lugar de empleados de
iba desde unas nubes algodonosas a un enorme envase una empresa que lo único que teníamos en común era
de helado. Me sorprendió ver la cantidad de talento es- el hecho de que todos trabajábamos para Dairy Cream.
condido que había entre el personal. Otro equipo fregó Por vez primera en lo que recordaba, noté que, al fi-
a fondo el interior de la fábrica y lo pintó de un atrac- nal del día, los hombres y mujeres que me rodeaban se
tivo color hueso, lo cual hizo que la luminosidad del in- iban de la fábrica Dairy Cream casi a regañadientes. y
terior aumentara de inmediato. El efecto se vio multi- volvieron el lunes con el ánimo por las nubes. El nivel
plicado por diez cuando instalamos luces más potentes de energía era tan alto que todos parecían poseídos por
encima de cada línea de producción. una oleada de entusiasmo. Observé que la productivi-
Desembalamos algún equipamiento de seguridad dad se había disparado. Pero sobre todo, las actitudes
nuevo y sustituimos varias de las máquinas más viejas. y el ambiente en la planta y en las oficinas eran los más
Pero el plato fuerte fue la cafetería. Sólo limpiar las su- optimistas que nunca había visto. Según se acercaban
cias ventanas que daban al aparcamiento ya representó las dos de la tarde, vi como el segundo turno se iba reu-
una enorme diferencia. El equipo del comedor pintó las niendo en el comedor, así que fui y convoqué una reu-
paredes de un elegante beis, colgó cuadros e imágenes nión improvisada para hablar de más mejoras. Esta vez
de escenas de la naturaleza y enmoquetó la sala de me concentré en aspectos de la producción y en la re-
quince por veinte con una moqueta de color marrón gularidad de nuestros productos, la calidad de los in-
acogedor. Kevin, el cínico de la compañía, había traba- gredientes que comprábamos y en los medios para me-
jado para un instalador de moqueta s en una etapa an- jorar la textura y sabor de los helados. Planeaba tener
terior de su vida y le encantó exhibir su habilidad. Ha- una conversación similar con la gente de los departa-
bíamos comprado mesas y sillas bonitas y baratas en mentos de marketing y envase y embalaje. Uno de los
Ikea para completar la transformación. empleados más antiguos, John c., propuso que cons-
Con tanta gente y todos trabajando con tanto entu- truyéramos un nuevo letrero y lo colocáramos en la fa-
siasmo, acabamos la mayoría de las tareas que nos ha- chada de la fábrica, para mostrar orgullosamente nues-
bíamos fijado a primera hora de la tarde y entonces nos tro nombre -y nuestro producto- ante el mundo.
sentamos para tomar la comida preparada regalo de Parecía una bonita exhibición de nuestro orgullo reco-
Natural Foods y luego jugamos al Frisbee y al fútbol en brado y una bonita guinda para rematar un postre de
el campo de atrás. No recordaba la última vez que ha- nuevas iniciativas. Mientras nos levantábamos para
bía visto disfrutar tanto a nuestros empleados. Parecía- marchamos, les dije que traería al señor Jones para que

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EL FABRICANTE DE HELADOS En busca de la perfección

viera lo que habíamos hecho con su dinero ... y para Podía haber repetido los clichés habituales -seguir
trabajado un poco a fin de que nos diera más. trabajando duro, no apartar los ojos del premio y todo
-Tened fe, compañeros -dije. eso- pero sospechaba que Mike tenía algo más especí-
Esta vez no hubo risotadas. fico en mente. Y la verdad es que no sabía qué era. Pen-
sé en la letra O, buscando una pista, pero no se me ocu-
rrió nada.
La enfermedad americana -Mike, no tengo ni idea; me rindo -dije.
Él me miró con una sonrisa irónica.
Cuando llegué a Natural Foods, Mike supo, nada -El último paso quizá sea el más importante de to-
más verme la cara, que las cosas iban mejorando en dos y, probablemente, es el más difícil.
Dairy Cream. Cuando le conté lo que habíamos he- Durante los últimos meses había hablado mucho con
cho, sonrió. Mike y nunca le había oído adoptar un tono tan serio.
-Bien hecho -dijo-o Muy bien hecho. - Vinien- Cualquier cosa que fuera a decirme, supe que creía en
do de él, esas pocas palabras de elogio significaban ella fervientemente.
mucho para mí-o Has aprendido mucho y has mejo- -El siguiente paso es optimizar lo que estás hacien-
rado las cosas casi de inmediato. Eso demuestra lo de- do -dijo-o No sólo mejorado, sino optimizarlo.
cididos a cambiar las cosas que estáis tú y tus emplea- ¿Cómo se hace eso? Esforzándose por alcanzar la per-
dos. Creo que estás listo para el siguiente paso, el más fección.
importante. -¿Esforzándose por alcanzar la perfección?
Era lo que yo esperaba oír. -Sí. No es suficiente con hacerlo sólo «lo mejor
-Estupendo -dije-o Sé que la L en LEO significa posible». En Natural Foods, la perfección es una meta
Listen (escuchar) tanto a nuestros clientes internos como reaL y tangible, algo que desglosamos y tratamos de al-
externos. Y la E es «enriquecer» la organización de arri- canzar pieza por pieza. Para alcanzar la perfección, es
ba abajo. ¿Me puedes explicar qué significa la O? He ol- preciso hacer varias cosas:
vidado el principio que representa. »Primero, es preciso admitir el precio del fracaso. Si
-A lo mejor lo puedes adivinar -dijo Mike-. Si fracasas, tu empresa o tu división pueden tambalearse.
escuchas lo que quieren los clientes y encuentras mane- No es una tarea para los pusilánimes.
ras innovadoras de enriquecer el negocio, ¿qué viene a »Segundo, es preciso hacerlo bien la primera vez.
continuación? Eso significa pLanificar para alcanzar la perfección desde

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EL FABRICANTE DE HELADOS En busca de la perfección

el mismo principio, en lugar de buscar algo que esté su- das lo que te dije el primer día que viniste a verme? Aque-
ficientemente bien y arreglar las cosas después. En otras llo de que las empresas de Estados Unidos padecen una
palabras, prevenir los incendios, no luchar contra ellos. enfermedad nacional. Con frecuencia, alcanzamos la ex-
»Tercero, es preciso emperrarse absolutamente en celencia, pero no parecemos ser capaces de mantenerla.
los detalles. »Creo que hemos mejorado en cuanto a escuchar a
»Cuarto, es preciso desarrollar el sentido de lo que nuestros clientes, tanto internos como externos. Pero la
yo llamo "paranoia productiva". He tomado prestada excelencia, en términos de enriquecer y mejorar nues-
la expresión de una de mis frases favoritas del legenda- tros productos y servicios constantemente y, lo más im-
rio presidente de Intel, Andy Grove: "Sólo los paranoi- portante, optimizar lo que hacemos, nunca ha sido una
cos sobreviven". Significa preocuparse constantemente prioridad y mucho menos una misión. Como he dicho
por ver qué más puedes hacer, respecto a la competen- antes, Estados Unidos siempre ha sido grande en inno-
cia, las oportunidades que quizá te estés perdiendo, la vación, desde la desmotadora de algodón hasta el iPod.
siguiente novedad. Las personas y las empresas que se Pero sufrimos una ceguera nacional que nos impide ver
duermen en los laureles acaban fracasando. lo que es necesario para mantener la máquina corpora-
»Quinto, es preciso imbuir a todos los miembros tiva funcionando a los niveles más altos y asumir el
del equipo de la pasión por la perfección, cada minu- compromiso de lograr que eso suceda, un día tras otro.
to del día. Es necesario transformada de tarea en mi- -¿Y no es eso propio de la naturaleza humana?
sión y ser muy sincero sobre cómo van las cosas y qué -pregunté-o Me refiero a que siempre es más apasio-
hay que hacer para ser los mejores. nante atacar el castillo que conservado y defenderlo. Es
-Pero ¿cómo pongo en práctica estos pasos? más divertido llegar a la cima que trabajar en esas me-
joras yesos ajustes interminables necesarios para per-
manecer allí.
No es suficiente contentarse con -Claro que sí -asintió Mike-. Pero también es
«hacerlo lo mejor posible». Es preciso propio de la naturaleza humana querer dormir un poco
esforzarse por alcanzar la perfección. más, hablar siempre que tenemos ganas, sin importar
quién esté hablando e impacientarnos cuando espera-
mos a que el semáforo se ponga verde. Pero para crear
1\ -Si vas a tomarte la etapa de la optimización en se- una sociedad productiva, tenemos que aprender a adap-
rio, tienes que ver la situación tal como es. Pete, ¿recuer- tar la naturaleza humana. Lo mismo puede decirse de

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..•
EL FABRICANTE DE HELADOS En busca de la perfección

las empresas. Aunque es apasionante construir algo manos un transbordador espacial, las cosas pequeñas
nuevo, no podremos mantener la excelencia a menos son lo importante.
que encontremos la energía, la habilidad y la motiva- »Lo mismo se puede decir de una empresa. Es posi-
ción para sostener esa excelencia --calidad- en todo lo ble que prestar atención a esas cosas no sea una cues-
que hacemos. tión de vida o muerte para nosotros, pero puede signi-
-Bien, entonces, ¿cómo optimizo lo que hacemos ficar, y con frecuencia así es, la diferencia entre vender
en Dairy Cream? nuestros propios aparatos de vídeo o dejar que lo ha-
-Una vez más, el primer paso es admitir el precio gan los japoneses.
del fracaso. Cuando comprendemos lo doloroso y cos- Lo que Mike decía tenía sentido. Recordé el relato
toso que es no alcanzar la perfección, aumenta la pa- de Rudy Giuliani sobre su ofensiva contra la criminali-
sión que necesitamos para impedir el fracaso. dad de Nueva York a principios de la década de 1990.
»Mira el caso del Challenger, el transbordador es- Empezó arrestando a los limpiaparabrisas, esos tipos
pacial --continuó-o Dedicamos dos mil millones de que se te echan encima del coche para «Iimpiarte» el
dólares e incontables horas de trabajo de nuestros me- parabrisas, cuando te detienes en un semáforo, con la
jores y más brillantes expertos a construir el transbor- esperanza de conseguir una «propina». Giuliani y el co-
dador. Pero lo perdimos todo, incluidas las vidas de misario de policía pensaban que dejar pasar una intimi-
siete de nuestros astronautas, debido a una pequeña dación tan descarada era enviar un mensaje desastroso
junta defectuosa que cuesta novecientos dólares. Cuan- por toda la ciudad, un mensaje que no sólo indicaba
do los ingenieros advirtieron que había defectos en el que la ciudad toleraba los pequeños delitos, sino que,
transbordador, no se les hizo ningún caso y sus inquie- en definitiva, animaba a que aumentaran los delitos de
tudes se desecharon debido a cuestiones de coste. Sin todo tipo. Cuando la ciudad y la policía empezaron a
embargo, sólo la investigación y las operaciones de dejar que «las cosas pequeñas les quitaran el sueño», la
limpieza después de la tragedia nos costaron quinien- ofensiva empezó a reducir la criminalidad en general,
tos millones de dólares, suficientes para comprar me- desde el tráfico de drogas a los homicidios.
dio millón de juntas. Suele decirse, "no dejes que las Luego recordé otro ejemplo más cercano.
cosas pequeñas te quiten el sueño". Puede que eso sea -¿Te acuerdas de cuando Coca-Cola gastó millo-
un buen consejo para quitar importancia a las peque- nes en publicidad para introducir Dasani, su nueva
ñas molestias y tensiones de la vida, pero es un consejo agua embotellada, en el mercado europeo? La campaña
atroz para llevar una empresa. Cuando tienes entre fracasó cuando los científicos europeos descubrieron

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EL FABRICANTE DE HELADOS En busca de la perfección

que el agua tenía una impureza fácilmente detectable y raro Todo lo que les preguntó pasó la prueba con éxito.
eliminable. Eso sí, la etiqueta era de lo más llamativo. Estaba desconcertado. Así que, finalmente, les pregun-
Los dos nos echamos a reír. tó: «Entonces, ¿cuál es el problerna?»
-Pete, has dado en el clavo. Un ejemplo estupendo. »Una señora de mediana edad, que se había mostra-
Acertaron con la parte llamativa, pero no comprendie- do comedida y cortés durante toda la entrevista, levan-
ron lo más importante de su producto: agua limpia, sa- ta la mano y dijo: "Señor Brown, sus instalaciones es-
ludable y pura. Ésa era la razón de que la gente estuvie- tán muy limpias y todos ustedes son muy amables. Y
ra dispuesta a pagar un par de euros por algo que me encanta que me recojan y me acompañen y que nos
podían conseguir gratis del grifo. El precio del fracaso, ofrezcan café y bollos en la sala de espera. Pero mire,
amigo mío, incluso un pequeño y sencillo error, puede señor Brown, ¡lo que yo necesito es que me arregle el
ser realmente muy costoso. maldito coche! Lo he traído tres veces para que elimi-
nen el traqueteo del motor y sigue igual. Lo único que
he conseguido es una factura de cuatrocientos cincuen-
Hazlo bien a la primera ta dólares".
Mike y yo soltamos la carcajada.
»Estas ideas sirven en todos los casos -continuó -Bueno, ¿y qué hizo? -pregunté, cuando dejé de
Mike-. Un amigo mío, Larry, tiene un taller de coches, reír.
aquí en la ciudad', y me contó todas las cosas especiales -Hizo que sus operarios se esforzaran más por
que hacían para deslumbrar a sus clientes: recoger el arreglar los coches a la primera. Más formación, mejo-
coche en su casa, acompañados donde quisieran, remo- res métodos, mejores prácticas de contratación y exi-
delar la zona de espera, todas, como dijo, enormes me- girles más responsabilidad a sus empleados. Instauró
joras que hacían crecer el negocio. Pero su empresa de un sistema de recompensas y sanciones por el trabajo.
servicios fue empeorando con el paso de los meses. Pronto descubrió que la causa principal del trabajo de-
Larry no conseguía saber por qué. Así que reunió a diez fectuoso era la acumulación de clientes a primeras ho-
clientes que habían dejado de seda para que participa- ras de la mañana, cuando había quince o veinte coches
ran en un grupo de análisis. Les preguntó cuál había esperando, con frecuencia sin tener hora. Aprendieron
sido su experiencia del taller: desde la iluminación al a espaciar las reparaciones a lo largo del día, asignando
ambiente, pasando por el uniforme de los empleados y una hora para que cada cliente dejara el coche y acorn-
todo lo demás que tanto se habían esforzado por mejo- pañándolo luego a su casa o a su oficina. Eso daba a los

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EL FABRICANTE DE HELADOS En busca de la perfección

asesores el tiempo que necesitaban para hacer las pre-


guntas necesarias y trabajar a un ritmo menos acelera- El precio de la mala calidad es
do. Y aprendieron a repetirle al cliente todo lo que éste tangible; te costará dinero y clientes y,
decía para asegurarse de no pasar nada por alto. Des- finalmente, afectará al éxito
cubrieron que dedicar cinco minutos más en el mostra- de tu negocio.
dor, a hablar con el cliente, les ahorraba las horas que
gastaban al tener que volver a hacer el trabajo.
»Lo importante es que los bollos eran un plus, pero -Puedes. empezar dando menos importancia a los
no un sustituto de que arreglaran el coche como es de- apagafuegos de la compañía, esa gente que soluciona
bido a la primera. Porque eso afecta a la necesidad más los problemas o incendios que se producen en todas las
básica del cliente: la de que les reparen el coche. empresas cada día, y más a la brigada de prevención, es
-Ya entiendo a lo que te refieres. Todos los peren- decir, la gente que se ocupa de que no ocurran.
dengues que ofrecemos en Dairy Cream son importan- »En Natural Foods, es miembro de la brigada cual-
tes, pero no a expensas de la calidad de nuestros hela- quiera que detecte un posible problema y lo evite.
dos o del servicio a los clientes. -En otras palabras -dije-, ¿todo el mundo?
-¡Bingo! -exclamó Mike-. La única solución es -¡Exactamente! -respondió Mike-. ¡Todo el
hacer que la perfección forme parte de la misión de tu mundo, claro! Cualquier edificio que espera a que un
empresa. Gastar tiempo y dinero en retirar género y bombero de verdad detecte el humo y las llamas se ex-
reembolsar los helados y los envases defectuosos es un pone a quedar reducido a cenizas. Lo mismo pasa con
esfuerzo que no lleva a nada. Tus clientes no seguirán las empresas. Cuando cualquiera, en cualquier departa-
contigo. Si desde el principio dedicas más tiempo y di- mento, tiene una idea o ve algo que puede mejorar la
nero a conseguir un helado perfecto, te ahorrarás una manera en que hacemos las cosas, se le anima, se le exi-
tonelada de tiempo y recogerás muchos beneficios a ge, que lo diga. Y se le recompensa por ello, en lugar de
largo plazo. A veces, la auténtica calidad es invisible. Si sancionarle, tanto si su propuesta guarda relación con
tus productos y servicio son impecables, apenas se ha- su propio departamento o equipo como si no es así. Si
bla de ellos. Pero el precio de la mala calidad es tangi- quieres crear una empresa a prueba de incendios, tienes
ble y su efecto te costará dinero, clientes y, finalmente, que dejar de lado las cuestiones territoriales. El hecho
el éxito de tu negocio. es que si quieres librarte de los grandes problemas, pri-
-Bien, ¿cómo lo hago? mero tienes que eliminar los pequeños.

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EL FABRICANTE DE HELADOS En busca de la perfección

-¿Cómo? de la liga, el que tenía los valores más altos, tanto den-
-Cuando se trata de algo tan grande como una or- tro como fuera del campo, era una actitud que les con-
ganización o una comunidad, si primero eliminas los pe- vencía de que eran diferentes, que eran especiales. Y sa-
queños problemas, los grandes no tienen ninguna posi- caban esa actitud al campo cada domingo.
bilidad de arraigar. Mira a tu alrededor -añadió Mike, Pensé en los cambios que habíamos hecho en Dairy
señalando los rutilantes pasillos de Natural Foods-, Crea m y lo bien que nos hicieron sentir a todos. Mike
¿qué ves en el suelo? ¡Nada, nunca! Siempre que se cae prosiguió:
algo, lo recogemos o lo limpiamos. Unos suelos que no -En resumen, ahora prestamos atención a los deta-
están impecables son señal de un lugar desaseado. Y lles porque nuestros clientes lo hacen. Se dan cuenta en-
esa clase de desidia se extiende rápidamente. Todos los seguida si alguien tiene un aspecto desaliñado o si hay
delantales están igualmente limpios. Se lavan después una bolsa de patatas rota en el suelo o una luz que par-
de cada turno y se cambian siempre que es necesario. Se padea en el techo. Todas esas cosas dicen que no nos
atan siempre detrás, en la cintura. Los extremos del importa. Que nadie presta atención. Yeso provoca una
lazo nunca cuelgan ni están anudados de cualquier ma- reacción, tanto si saben expresada como si no, entre
nera. La tarjeta con el nombre del empleado va en la nuestros clientes.
parte superior derecha del delantal, para que el cliente »Lo contrario también es verdad -añadió-o Estoy
la pueda leer cuando le estrechas la mano. Pueden pa- seguro de que has visto a docenas de empleados lim-
recer cosas pequeñas, pero esta atención a los detalles piando esto o arreglando aquello, cada vez que has ve-
se va sumando, en cualquier empresa que estés. Esta- nido. Cuando nuestros clientes los ven limpiando las
mos convencidos de que incluso afecta a la opinión que cosas por toda la tienda, es mucho menos probable que
los empleados tienen de sí mismos. aumenten nuestro trabajo tirando cosas al suelo o no
»Recuerdo que una vez leí algo sobre el Green Bay recogiendo lo que se les cae. Es propio de la naturaleza
Packers, el equipo de Vince Lombardi, campeón de la humana; todos queremos que una tienda bien cuidada
Super Bowl --continuó Mike-. Cuando viajaban, siga teniendo buen aspecto.
siempre eran el equipo mejor vestido de la liga. Traje y
corbata. Bueno, no puedes afirmar que llevar corbata
en el avión, un sábado, te garantiza que ganarás el par- Presta atención a los detalles; tus
tido el domingo, pero Lombardi estaba convencido de clientes lo hacen.
que vestir y comportarse como el equipo de más clase

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EL FABRICANTE DE HELADOS En busca de la perfección

»Nuestros precios son un poco más altos que los de Tienes que ser absolutamente honrado y reconocer có-
la mayoría, pero cuando entras, sabes que has entrado mo van las cosas. Es fácil convencer te de que todo va
en una clase de tienda diferente, un lugar especial don- bien y no querer enterarte de las malas noticias o seña-
de la calidad, a todos los niveles, está a la orden del día. les de alarma que te ayudarían cuando empiezas a ir
Creo que nuestros clientes dan por sentado que paga- por el camino equivocado. Pero engañarte es como en-
rán un poco más. terrar la cabeza en la arena. No ayuda a solucionar los
»Tenernos un estilo Natural Foods de hacer las co- problemas. Y seguro que no engaña a tus competidores
sas y el denominador común es la calidad. Nuestros ni, lo que es incluso más importante, a tus clientes.
clientes lo reconocen; nuestros empleados se enorgulle- »Pete, la primera vez que viniste a verme, estabas
cen de ello y nuestros competidores lo envidian. Una convencido de que teníais un producto estupendo y es-
vez que has forjado esa clase de identidad, mostrándo- tabais haciendo un gran trabajo. Cuando te pregunté
te intransigente con los detalles, te esfuerzas al máximo qué lugar ocupabais respecto a la competencia en una
por rnantenerla. serie de características, no lo sabías. En lugar de cali-
brar qué tallo hacíais, te limitaste a afirmado con gran
rotundidad. No eras lo bastante paranoico sobre vues-
Paranoia productiva tra actuación ni tampoco sobre la de la competencia.
-Tienes razón -admití-o Y si no podemos cali-
-¿ Me puedes explicar qué significa el siguiente paso, brar lo que estamos haciendo, no podemos mejorado.
el de la paranoia productiva? -Justo.
-Bien, creemos que es útil mirar constantemente -Tiene sentido. Paranoia productiva, ¿eh? Supon-
por encima del hombro, ser conscientes de lo que hace go que nos sería útil tener un poco más.
la competencia y otras empresas y pensar qué más po-
demos hacer por nuestros clientes. Una pizca de para-
noia puede proporcionar una motivación tremenda. Lo Pasión por la perfección
peor que puedes hacer es dormirte en los laureles. Si
das por sentado que eres el mejor del sector y, como re- Mike sonrió.
sultado, dejas de preocuparte de tus competidores y -¿Necesitas ayuda con la pasión por la perfección?
empiezas a ir cuesta abajo cuando se trata de innovar y -preguntó-o Como has visto, es lo que mueve a Na-
mejorar, inevitablemente acaban dándote una paliza. tural Foods.

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EL FABRICANTE DE HELADOS En busca de la perfección

-Puedo ver la fuerza que tiene esa pasión por la ma- lisis, pero, como había señalado Mike, la calidad es cosa
nera en que, aquí, todo el mundo se esfuerza por alcan- de todos. Decidí que si los propios empleados oían los
zar la perfección. En estos momentos, en Dairy Cream pros y los contras de nuestros productos de boca de
estamos muy lejos de esta situación. Pero comprendo los consumidores, sus opiniones tendrían mucha más
que es absolutamente vital. Y me parece que tengo unas fuerza que si me las oían a mí, de segunda mano.
cuantas ideas para empezar a convertida también en Habíamos instalado una cámara y un monitor de ví-
parte de nuestra misión. deo detrás de una ventana-espejo en un almacén anexo,
y allí esperaban los trabajadores, nerviosos, para oír
cómo los clientes valoraban nuestros helados. Como no
El estado de la nación cabía más que media docena de personas en la estancia,
lo echaron a suertes para ver quién estaba allí, junto
Cuando llegué a Dairy Cream era casi la hora de la pri- con los jefes de línea y de cada departamento. Los em-
mera reunión de análisis que habíamos programado pleados del segundo turno se ofrecieron a sustituir a los
con grupos de clientes corrientes. El grupo de marke- que dejaran la línea de producción. Cuando le hice a la
ting que habíamos contratado había organizado tres coordinadora del grupo de análisis la señal de empezar,
reuniones de grupo a lo largo de varias semanas. hizo entrar en la sala de conferencias a quince consumi-
Algunos de los empleados opinaban que todavía no dores seleccionados previamente. En mitad de la mesa
estábamos listos para dar ese paso, porque sólo había- había una selección de cajas de helado de una docena de
mos empezado a poner en práctica los cambios en el sabores. La mujer los invitó a probar los que les apete-
proceso de fabricación. cieran.
-Quizá lo estemos y quizá no -les dije-, pero Mientras probaban los diferentes helados oí varios
podemos pasarnos semanas, incluso meses, tratando de «humm» y «aaah». No pasó mucho tiempo antes de
adivinar qué quieren nuestros clientes que les ofrezca- que estuvieran dispuestos a hablar.
mos. ¿Por qué no reunirnos con ellos y preguntárselo -Es mejor de lo que recordaba -le dijo a la coor-
ahora? -Recordé algo que Mike me había dicho-: dinadora una mujer que ya había probado nuestros he-
«Recuerda, es el cliente quien define la calidad, no no- lados antes.
sotros». Era una buena señal, dado que todavía no había-
Al principio, me sentí tentado a no invitar más que a mos aplicado muchos cambios en la elaboración.
los jefes de sección para que observaran al grupo de aná- -No sabía que Dairy Cream tuviera tantos sabores

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EL FABRICANTE DE HELADOS En busca de la perfección

-dijo otra-o Sabía que otras empresas hacían tarta de decemos su cooperación y su franqueza. ¿Hay algo más
fresas, pero no que Dairy Cream también la hiciera. que quieran añadir antes de terminar?
Me estremecí al oída; era un sabor que habíamos -Tienen un buen producto, pero no siempre es
inventado nosotros. igual de bueno. Si compro la caja equivocada, sufriré
-¿Algo más? -preguntó la coordinadora-o Nos una decepción.
encantaría saber qué les gusta y qué no les gusta. Eso dolió, porque hería en lo más vivo.
Pareció que eso fuera el empujón que todos espera- -Gracias -dijo la coordinadora-o Es exactamen-
ban. te la clase de información que buscamos. Les agradece-
-Bueno -empezó un hombre robusto, de más mos el tiempo que nos han dedicado.
edad-o Me encanta su selección; aquí hay muchos sa-
bores diferentes. Pero me encontré una caja de pastel de
queso con arándanos llena de arándanos mientras que Un estilo «Dairy Cream» de hacer las cosas
en la segunda que compré casi no había ninguno.
-Sí -dijo otro-, lo mismo me pasó a mí con el Varios de nosotros nos reunimos enseguida con el gru-
helado con galletas; una caja estaba llena a tope y en po de marketing que habíamos contratado, alrededor
otra no había ni una. de las cajas vacías que habían quedado en medio de la
-El chocolate era suave como la seda, pero la vai- mesa.
nilla -se quejó alguien más- tenía una textura muy -j Vaya! -dijo Bob, nuestro ingeniero de cali-
áspera. dad-o Ha sido duro oír todo eso.
-¿Y qué me dicen de los envases? Éste tiene la mi- -Sí -asentí-, pero ¿era mentira en algún senti-
tad de la tapa, por fuera, llena de helado. do? Después de todo, son nuestros consumidores fina-
Miré a nuestro ingeniero de calidad, tratando de les. No tenían ninguna razón para mentir.
ocultar mi preocupación, pero los dos sabíamos que te- -Por eso escuece más -respondió.
níamos problemas. -Exacto. Bien -proseguí-, hemos oído lo que te-
Se plantearon varias quejas más, al igual que mu- nían que decir. ¿Qué vamos a hacer al respecto?
chos elogios. Por lo menos no todo eran malas noticias. -Tenemos que controlar mejor el contenido de aire
De hecho, en general, les gustaban mucho nuestros he- -dijo un técnico-o Si un lote es espeso y el otro espu-
lados. moso, es porque entran burbujas de aire en el proceso
-De acuerdo -dijo la coordinadora-o Les agra- de mezcla.

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EL FABRICANTE DE HELADOS En busca de la perfección

-De acuerdo =-respondí-c. Encontremos un me- queremos conseguir que los consumidores acaben com-
dio para medir lo que está bien y controlarlo y monito- prando nuestros helados, en lugar de los de la compe-
rizarlo. Tenemos que hacer que sea algo constante. tencia, tenemos que hacerla mejor en todos los sentidos.
-y hay que resolver de inmediato el problema de
los envases -dijo uno de los comerciales-o Sabemos
que tenemos problemas de calidad, pero nunca hemos Todos somos responsables
tomado ninguna medida seria al respecto. de la calidad.
-¿Puedes formar un equipo para que lo solucione
de una vez por todas? Si la parte exterior de la caja está
sucia, los clientes ya ni siquiera la cogerán. Todos asintieron enérgicamente. Estaba claro que
Uno de los obreros de la línea de producción dijo todos íbamos en el mismo barco.
algo que me dejó atónito:
-De la manera que lo hacemos, lo que añadimos
cae de cualquier manera en el tanque. No hay manera
de aseguramos de una mezcla siempre igual cuando
vertemos el helado en la tarrina. Por eso en algunas hay
mucha fruta o muchos trozos de galleta y en otras no.
»Si hubiéramos sabido que eso era un problema, lo
habríamos solucionado hace ya mucho tiempo.
-Siempre que alguien, cualquiera, vea un proble-
ma, decídmelo o decídselo a vuestro supervisor inme-
diato. Todos somos responsables de la calidad de lo que
hacemos. Sam, pon un equipo a trabajar en eso de in-
mediato.
»Los comentarios que estamos oyendo y los que va-
mos a oír en las próximas semanas, pueden ser difíciles
de aceptar. Y no vaya engañaras, no será fácil cambiar
las cosas. Pero ahora, por lo menos, estamos empezan-
do a descubrir qué tenemos que hacer para competir. Si

106 107
6
El movimiento se
demuestra andando

Sabiendo lo que teníamos que hacer y comprendiendo


que nuestra situación era desesperada, durante los tres
meses siguientes abordamos muchos de los problemas
que los grupos de análisis y nuestros empleados habían
identificado.
Sustituimos varios elementos clave de la maquina-
ria, después de hacer que nuestros ingenieros fueran a
estudiar las instalaciones fabriles y las prácticas ópti-
mas de otras empresas. Pedimos a los obreros de las lí-
neas de producción que nos dieran más información
sobre formas de aumentar la producción y mejorar la
calidad. Empezamos a medir y mejorar cada paso del
proceso de producción, buscando siempre reducir los
defectos -o «variables» como las llaman los expertos
en calidad- y poner el listón más alto. Pedimos a nues-
tros técnicos que produjeran envases más sólidos, sin
tener que recurrir a tipos de cartón más caros. Toma-

109
EL FABRICANTE DE HELADOS El movimiento se demuestra andando

mos medidas para asegurarnos de que ni una gota de La calidad es constancia


helado manchara el envase una vez sellado. Cambia-
mos el sistema de mezcla, instalando un nuevo equipo Nos encontramos un lunes, también en Natural Foods.
sofisticado para medir con precisión los ingredientes Al saludarnos, Mike me preguntó:
adicionados en cada envase. Y empezamos a monitori- -¿Cómo está la familia?
zarlo todo, desde el porcentaje de aire en el helado has- Se lo dije. Pese a las muchas horas que trabajaba
ta la temperatura a la que almacenábamos las cajas va- para dar un vuelco a Dairy Crea m, en casa las cosas
cías. nunca habían ido mejor. Averigüé que los mismos prin-
Redujimos la tolerancia de variables en los ingre- cipios de calidad tenían tanto sentido en casa como en
dientes añadidos a 0,1 gramos y en el llenado de cada Dairy Cream. Escuchar a mi esposa y mis hijos, esfor-
tarrina a dos milímetros. Siempre que descubríamos un zarme por mejorar el tiempo que pasábamos juntos,
problema, desde un envase roto hasta una mezcla inco- prestar atención a las cosas pequeñas, como la historia
rrecta, encargábamos a un equipo que hiciera un diag- que más les gustaba a mis hijos o recordar el nombre de
nóstico y lo arreglara. su peluche favorito, representaban una diferencia tan
Lo curioso fue que la mayoría de mejoras no costa- grande como las cosas más importantes; es decir, que
ron mucho dinero. Las que tuvieron un mayor efecto hicieran los deberes y comieran una buena cena. Creo
las consiguieron los empleados fijándose en cómo ha- que esa actitud demostraba que me importaban, de una
cíamos las cosas y encontrando soluciones ingeniosas manera que iba más allá de las palabras.
para mejorarlas. Esa parte de la ecuación que era el po- -Me alegro mucho --contestó Mike, sonriendo.
der de la gente fue fundamental para perfeccionar nues- Entonces le hablé de los espectaculares cambios ha-
tros métodos. No teníamos los recursos necesarios para bidos en Dairy Cream en los últimos tres meses. Aun-
dedicar dinero a un problema. Usábamos la cabeza, en que, al principio, le había ido informando de lo que es-
lugar de la cartera, para hacer mejoras. tábamos haciendo, me di cuenta de que ahora hacía un
Al final de este periodo de actividad desbordante, tiempo que no hablábamos.
descubrimos que teníamos un producto mucho mejor. -Pete -dijo Mike cuando acabé-, he hablado
Estábamos ansiosos por ponerlo delante de otro grupo con mucha gente a lo largo de los años, pero tengo que
de análisis, para probarlo con los consumidores. No decir que nadie me había escuchado con más atención
obstante, antes de la reunión, quería volver a ver a ni puesto en práctica mis consejos con tanta decisión y
Mike. energía como tú y tu equipo. Estoy impresionado.

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EL FABRICANTE DE HELADOS El movimiento se demuestra andando

-Gracias -respondí, sonriéndole agradecido-o ses a los zoquetes como yo. El otro día me hablaba de la
Haces que me sienta bien. Pero todavía queda mucho gente que ve cada semana, tipos que acuden a él y le di-
camino por recorrer. Nuestros puestos de trabajo aún cen: "Soy un golfista bastante bueno, pero no lo soy de
no están a salvo. Se avecina una prueba, una reunión de una manera constante". Y Donnie les contesta: "Enton-
seguimiento con el grupo de análisis para ver qué pien- ces no es usted un jugador bastante bueno". Cualquie-
san los consumidores de lo que hemos estado haciendo. ra puede acertar unos cuantos golpes buenos. La cues-
-¿Cuándo será? tión, la única cuestión, es si puede hacerlo durante toda
-Este sábado -contesté-o La gente de marketing una ronda. ¿Y al día siguiente? Todos tenemos altiba-
opina que podemos conseguir una muestra más repre- jos, hasta Tiger Woods, pero los peores días de los gran-
sentativa de consumidores durante el fin de semana; des son mejores que el mejor día de un jugador medio,
hombres, mujeres y niños. yeso es lo que los hace grandes. Ésa es la clase de men-
-Bien -dijo Mike-. Déjame que te dé un conse- talidad que yo quiero ver, cada día, en Natural Foods.
jo. No elijáis vosotros los helados. Dejad que los esco-
jan ellos, al azar, y ofrecedles una selección amplia.
-¿Por qué? La auténtica medida de los
-Recuerdo lo que mi entrenador de hockey me de- resultados no es cómo lo haces
cía -respondió Mike-: «No juzgues a un portero por en tu mejor momento, sino cómo
su mejor día, porque casi cualquiera puede ser un as du- lo haces en el peor.
rante un rato; júzgalo por el peor. Cuando no esté fino,
¿te hará perder el partido o todavía jugará lo bastante
bien como para que ganes?» Yo juzgo a las empresas de »Tus empleados han dedicado mucho tiempo y han
la misma manera; la verdadera medida no es cómo fun- hecho una inversión personal importante para mejorar
cionan en su mejor momento, basándonos en un único la fábrica. ¿Crees que seguirán esforzándose igual para
producto o en un servicio especialmente bueno, en un mantener las mejoras?
día dado, sino como lo hacen en su peor momento. Me tomé unos momentos para pensar y mi respues-
»Tu objetivo es imbuir en todos las virtudes de una ta me sorprendió.
excelencia sostenida. Déjame que te dé otro ejemplo; un -Sí. Después de todo, fueron ellos quienes toma-
amigo mío, Donnie, es jugador profesional de golf. Tie- ron las decisiones, ellos quienes hicieron el trabajo.
ne un hándicap cero, es bueno donde los haya, y da cla- Nuestras mejoras son el resultado de esas decisiones y

112 113
iII

EL FABRICA TE DE HELADOS El movimiento se demuestra andando

ese trabajo. Creo que odiarían ver que las cosas vuelven lo mismo que ellos, sólo que mejor, es interminable. y lo
a ser como antes. contrario es igualmente cierto. ¿Recuerdas cuando los
-Es un enorme paso adelante -dijo Mike-. coreanos introdujeron sus coches en Estados Unidos, a
Cuando eso se cumple, la gente ya no se presenta sólo finales de la década de 1980? Eran un chiste. La gente
para cobrar el sueldo. Son parte de un equipo que se es- los despreciaba por su mala calidad y se burlaba de
fuerza por alcanzar la excelencia. El siguiente reto es cualquiera que se comprara uno. Eso duró una década.
inculcarles a ellos e introducir en todos tus sistemas los Luego los coreanos se pusieron serios con la calidad y
medios necesarios para mantener lo que habéis hecho y dieron un vuelco a las cosas. Si tienes éxito en Dairy
ampliarlo. Y, como ya sabes, la manera de asegurarte Cream, sé que tú también darás un vuelco a las cosas.
de que eso suceda es asignar gente para realizar las di- La cuestión es que cuando haces las cosas bien desde el
ferentes tareas, establecer plazos, cumplirlos y trabajar, primer momento, nunca tienes que volverlas a hacer.
sin cesar ni un momento, para elevar el listón. En Na- Tus beneficios sobre la inversión se disparan.
tural Foods, nuestros empleados sienten pasión por el
mantenimiento de la tienda. Bien mirado, es algo que
ellos han ayudado a crear. De hecho, lo llamamos, «re- A la larga, la calidad es más barata
construir», en lugar de «mantener», porque cada día que lo «bastante bueno».
tenemos que luchar contra las fuerzas que podrían so-
cavar lo que hemos conseguido y nos devolverían a la
mediocridad. Si no te esfuerzas cada día y continúas »La otra cosa que hace que las empresas posterguen
construyendo, se instala la entropía. Así que luchamos la búsqueda de la excelencia es, por supuesto, que con-
contra ella. Pero la clave no está tanto en arreglar las vertir la calidad en parte de tu misión es un duro traba-
cosas como en diseñarlas bien desde el primer momen- jo. No tiene la chispa ni la excitación que produce lan-
to, para que no haya problemas. zar un nuevo producto o servicio. Exige un esfuerzo y
»Muchas empresas piensan que la calidad cuesta di- una vigilancia constantes, por parte de todos, todo el
nero; es una de las excusas que dan para no abrazar la tiempo, en lugar de hacer una jugada deslumbradora,
exigencia de calidad en todo lo que hacen. Pero como de vez en cuando. -Apasionado por los deportes,
los dos hemos visto, la realidad es que a la larga, la cali- Mike me contó la historia de Fielding H.Yost, el hom-
dad es más barata que lo "bastante bueno". La lista de bre que entrenó al equipo de fútbol de la Universidad
compañías que se hunden cada año porque alguien hace de Michigan desde 1901 hasta 1927-. Durante su pri-

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EL FABRICANTE DE HELADOS El movimiento se demuestra andando

mer año en Michigan, le dijo a la prensa que su equipo Jugar para quedarse el trofeo en propiedad
no perdería ni un partido. Y no lo hicieron; ganaron el
primer campeonato de la Rase Bowl, sin encajar ni una El nuevo grupo de consumidores se reunió a la una del
derrota. Michigan marcó quinientos cincuenta puntos mediodía del sábado siguiente. Esta vez, la empresa de
aquella temporada, un promedio de cincuenta por par- marketing había traído a quince personas: cinco hom-
tido. Pero lo más impresionante fue que la defensa no bres, cinco mujeres y cinco niños. Pero antes de que
cedió ni un solo punto. empezáramos, se nos coló un decimosexto «participan-
»Si hablas con antiguos entrenadores del diferencial te»: el propio Mike McMaster, con una sonrisa digna
del Michigan en 1901, quinientos cincuenta puntos a del gato de Cheshire. Como si fuera lo más natural del
cero, estarán mucho más impresionados por el cero que mundo, hice que se incorporara al grupo, sintiéndome
por el quinientos cincuenta. Puedes conseguir quinien- excitado y preocupado, al mismo tiempo, por su reac-
tos cincuenta puntos con buenos partidos metidos en- ción ante lo que iba a ver y experimentar.
tre un montón de partidos mediocres. Pero evitar que el En esta ocasión, primero acompañamos al grupo a
equipo contrario marque exige una defensa perfecta visitar la fábrica renovada, luciendo el nuevo equipa-
por parte de todos los jugadores que haya en el campo, miento. Después, les dejamos que examinaran las «cu-
en cada jugada del partido y en todos los partidos. Un betas finales» para elegir los sabores que quisieran. Ob-
único error de un único jugador y la racha se hubiera servé que Mike dedicaba más tiempo que la mayoría a
acabado. Michigan no estableció su récord abordando escudriñar las cajas, sin duda tratando de encontrar el
el juego con un planteamiento perdedor. peor envase que pudiera. Me alegró ver que le costó
»Por desgracia, en nuestra cultura, los defensores mucho encontrar uno con un ligero defecto: una peque-
siguen siendo héroes olvidados. Nos gusta la ofensiva. ña mella a un lado de la tapa. Pero también me demos-
Celebramos a los que consiguen un home run, no a los tró que aún quedaban cosas por mejorar.
jardineros; a los lanzadores no a los que acuden al re- Recordé la reciente máxima de Mike: «Sólo eres
bote, a los quarterbacks no a los cornerbacks. Pero los igual de bueno que tu peor muestra». Como no selec-
mejores equipos tienen grandes defensas: los Detroit cionábamos nosotros las cajas, estábamos a merced de
Pistons, los DalIas Cowboys y los «Steel Curtain» de la elección de los consumidores y de la calidad de nues-
Pittsburgh. La defensa es lo que gana los campeonatos. tro producto.
y en los negocios, la calidad es la defensa más fuerte Escoltamos al grupo de vuelta a la sala de conferen-
que hay. cias, les ofrecimos cucharones, cuencas y cucharas y los

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••
EL FABRICA TE DE HELADOS El movimiento se demuestra andando

invitamos a servirse mientras las cámaras rodaban la El ingeniero de calidad entró en la sala para llevar-
escena desde detrás de la ventana-espejo. se la tapa.
Sin ninguna duda, yo veía demasiadas cosas en las -¿Alguien más? -pregunté.
más mínimas reacciones de todo el mundo y lo mismo Silencio. Y más silencio. Luego, una de las partici-
les pasaba a mis compañeros. Pero las conversaciones pantes, una mujer de mediana edad, preguntó:
que oía me daban ánimos. Parecía que les gustaba lo que -¿Podemos comprar los helados aquí, para llevár-
veían y probaban. Según comían, hablaban libremente, nos los a casa?
brindando muchos elogios. Otra dijo.
-¡El Rocky Road es fabuloso! - Sí, yo también querría.
-Me encanta el Peanut Brittle. Otra de las participantes soltó una risita y varios se
Alguien exclamó. pusieron a aplaudir. Sentí que mi ansiedad daba paso a
-¡Eh, probad éste! un silencioso júbilo.
-¿Cuánto tiempo hace que existe Dairy Cream? -Gracias -dije, con más gratitud de lo que ellos
-preguntó un hombre-o Nunca había probado sus podían imaginar-o Gracias por venir. Por favor, al sa-
helados. Me gustan. lir cojan unas cuantas cajas de sus sabores favoritos.
Aunque las alabanzas continuaron envolviéndonos, Según salían, cada uno cogió una o dos cajas para
a mí cada elogio sólo me parecía una crítica aplazada. su familia. Mike fue el último en abandonar la sala de
¿De verdad les gustaba? Después de una docena de res- conferencias.
puestas positivas, comprendí que si quería opiniones -¿ Y? -le pregunté, con un nudo en la garganta.
negativas, tendría que provocadas. -Querría tres cajas -dijo.
-¿Hay algo que no le haya gustado en el helado, en -¿Tres cajas? -repetí, tartamudeando-o ¿Estás
la selección o en el envase? seguro de que puedes comer tanto?
Hubo una pausa sorprendente. Finalmente, Mike se -No es para mí. Es para Natural Foods. Quiero
puso en pie. probados en la tienda.
-La caja de Double Chocolate Fudge tiene una me- Miré a Mike, luego miré a mis compañeros, que
lla en un lado de la tapa. iban entrando en la sala de conferencias.
-Lo siento -dije-o Por favor, déjala a un lado y -Son las palabras más agradables que he oído en
averiguaremos cuál es el problema para aseguramos de mi vida -le dije, reconocido-o Os enviaremos varias
que no vuelva a suceder. cajas. Cortesía de la casa.

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EL FABRICA TE DE HELADOS El movimiento se demuestra andando

Me volví hacia el equipo de Dairy Cream. tuvo en la cuerda floja. Malcolm se quejaba sin cesar
-Amigos, me gustaría presentaras a Mike McMas- del dinero que tenía que desembolsar, aunque creo que,
ter, director de Natural Foods. incluso él, estaba satisfecho, a regañadientes, de lo mu-
En aquel momento, todos comprendieron lo que cho que había cambiado la fábrica. Y hasta reconocía
significaba el comentario de Mike sobre llevarse varias que nuestros helados sabían mucho mejor. Pero la prue-
cajas. Fue como si acabáramos de enteramos de que ba de fuego sería ver cómo nos percibían los consumi-
habíamos aprobado los exámenes de final de carrera. dores. El negocio empezó a repuntar gradualmente y
Una euforia vertiginosa inundó la sala. luego más rápidamente. Natural Foods no sólo vendió
Cuando Mike se marchó, los empleados de Dairy su pedido inicial de nuestros helados, sino que, en los
Cream se reunieron en la cafetería, dando vítores, aplau- seis meses siguientes, multiplicó por cuatro el número
diendo, riendo y abrazándose. Todavía quedaba mucho de cajas que nos encargaba cada semana. Los gruñidos
por hacer; sólo estábamos al principio de nuestro viaje al y amenazas de Malcolm fueron desvaneciéndose a la
país de la calidad. Pero estaba claro que habíamos em- par que subían las ventas.
pezado a repuntar y que, al entregamos en cuerpo y De hecho, un día me sorprendió presentándose en
alma a crear una cultura de calidad en todo lo que ha- mi despacho sin anunciarse para informarme de que le
cíamos, habíamos salvado nuestros puestos de trabajo y había impresionado tanto mi manera de liderar la cam-
nuestra fábrica. Y no lo habíamos logrado haciendo paña para salvar la empresa que había decidido norn-
economías o lanzando campañas de marketing a bombo brarme presidente de la compañía. Él ya no tomaría
y platillo ni despidiendo a nadie, sino inculcando en to- parte activa en la dirección, sino que confiaría en mi
dos un sencillo compromiso con la calidad. experiencia y capacidad de liderazgo. Fue un giro ines-
Llamé a Jean a casa para cornunicarle las nuevas perado y extraordinario. Pero, como dijo el propio
noticias. Cuando le conté la reacción de Mike y su de- Malcolm, él nunca habría conseguido transformar la
cisión de probar los helados de Dairy Cream en Natu- empresa de aquella manera y mi promoción era simple-
ral Foods, exclamó: mente un reconocimiento de ese hecho.
-¡Bravo! ¡Bien hecho, Pete! ¡Lo has conseguido! Pero yo sabía, claro, que mis esfuerzos sólo eran
Todos habéis trabajado mucho para logrado. Esto hay responsables de una pequeña parte del cambio de rum-
que celebrado. Salgamos a cenar fuera esta noche, toda bo de Dairy Cream. El auténtico trabajo y la mayoría
la familia. de ideas procedían de los empleados. Y era necesario
Durante los siguientes meses, la empresa todavía es- recompensar también sus esfuerzos. Así que, en aquel

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EL FABRICANTE DE HELADOS

mismo momento, me arriesgué a desatar la ira de Mal-


colm tomando mi primera decisión como presidente:
crear un sistema de primas para los empleados, basado AGRADECIMIENTOS
en los resultados, para recompensar a las muchas per-
sonas que habían contribuido a nuestro éxito. En algún
momento, Mike me había dicho que las cosas que se Por la preparación y producción de este libro, siento
hacen son las que se recompensan. Y yo sabía que nada una profunda gratitud hacia:
motivaría más a los empleados que un poco de dinero Mi editor de Doubleday Random House, Roger
extra y el reconocimiento de un trabajo bien hecho. Scholl, por su competencia profesional y su dirección
Empecé a observar que cada vez eran más las perso- del proyecto y por su continuada inspiración. Robert es
nas que no sólo compraban nuestros helados en las el mejor editor con quien he trabajado nunca.
tiendas abiertas las 24 horas y las cadenas de alimenta- Michael Palgon, director adjunto de Doubleday
ción, sino que hablaban de Dairy Cream a sus amigos y Broadway, que ha prestado todo su apoyo al libro, des-
familiares, como si fuera uno de los secretos por descu- de nuestras primeras conversaciones.
brir de la zona. Pero Dairy Cream no estuvo «sin des- Mi amigo John Bacon por su enorme respaldo y tra-
cubrir» mucho tiempo. Varios concesionarios de esta- bajo desde el primer día, por pulir el manuscrito con in-
dios y campos de deporte de escuelas secundarias y tegridad y calidad y por su continua ayuda y fe en mi
universidades vinieron a vemos, para preguntar si po- trabajo.
dían vender nuestra marca. Y el punto culminante fue Todo el mundo en Random House por su dedica-
cuando abrimos nuestra primera tienda Dairy Cream, ción y trabajo: David Drake, director de publicidad de
en régimen de franquicia, que fue un éxito inmediato. Broadway y Currency; Meredith McGinnis, directora
Todavía quedaba un largo trecho por recorrer, pero adjunta de marketing, punta de lanza de la campaña de
gracias a Mike y a todo el trabajo que todo el personal marketing en Currency; Janelle Moburg, vicepresiden-
de Dairy Cream había hecho, pensábamos que íbamos ta y enlace con ventas; Kim Cacho y su maravilloso
por buen camino. personal de producción: Luisa Francavilla; Michael
Collica, que diseñó el interior del libro; Jean Traina,
que diseñó las cubiertas; Sheila Klee, encargada de pro-
ducción; Rebecca Carter, directora de derechos en el
extranjero y Louise Quayle, directora de derechos en

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EL FABRICANTE DE HELADOS

Estados Unidos; Jean McCall, Arny Zenn y Jessica Fink


de ventas especiales y todas las personas increíblemen-
te dinámicas y estimulantes de la organización de ven- SOBRE EL AUTOR
tas de Random House.
Todos mis amigos y compañeros del mundo de los
negocios, especialmente los de mi empresa, ASI Con- Subir Chowdhury, respetado estratega, experto en cali-
sulting Group, LLC (www.asiausa.com) por su cons- dad, es presidente y director general de ASI Consulting
tante apoyo. Group, LLC, Iíder mundial en formación, consultoría y
Todos mis clientes, que han ido ampliando mis co- puesta en práctica de Seis Sigma y de liderazgo de cali-
nocimientos cada día desde que empecé mi carrera pro- dad. Entre sus clientes se cuentan empresas de la lista
fesional. Fortune 100 así como pequeñas organizaciones tanto
Todos mis lectores, de todo el mundo, que han sido en el sector público como en el privado. Aclamado por
quienes mejor han apoyado mis libros. el New York Times como «primer experto en calidad»,
Siento un profundo reconocimiento hacia mis pa- Chowdhury es autor de doce libros, incluyendo el éxi-
dres, hermanas y familia política por su constante de- to de ventas internacional El poder de Seis Sigma, tra-
mostración de cariño y su continuo respaldo. ducido a más de veinte idiomas y con unas ventas que
Este libro nunca habría llegado a ser realidad sin el superan el millón de ejemplares en todo el mundo. De-
apoyo de mi alentadora esposa, Malini, y de mi hija sign for Six Sigma (DFSS), de Chowdhury, es el primer
Anandi. libro sobre el tema y se le atribuye la popularización de
la filosofía DFSS en todo el mundo. Su Management
21 C fue seleccionado como Mejor Libro de Negocios
del año 1999, por Amazon.com en el Reino Unido y
está traducido a más de diez idiomas.
Chowdhury ha recibido numerosos premios interna-
cionales por su liderazgo en gestión de calidad y sus im-
portantes aportaciones a diversos sectores de todo el
mundo. Además de ser homenajeado por el Automotive
Hall of Fame, ha recibido el prestigioso premio Henry
Ford II, a la excelencia en la ingeniería de automoción, de

124 125
I

EL FABRICANTE DE HELADOS

la Society of Automotive Engineering. También ha recibi-


do el reconocimiento del Congreso de Estados Unidos,
así como la medalla de oro de la Society of Manufactu-
ring Engineers. La American Society for Quality le ha
concedido la primera medalla Philip Crosby, como autor
del libro de negocios más influyente sobre Seis Sigma.
Asimismo, es miembro honorario de la World Innova-
tion Foundation y del International Technology Institute
(ITI). En 2004, Chowdhury fue admitido en la Galería de
Personajes Famosos en Ingeniería, Ciencia y Tecnología
(Nivel mundial) y el ITI le galardonó con su prestigiosa
medalla Rockwell a la Excelencia en Tecnología.
Chowdhury tiene un diploma en Ingeniería Aeroes-
pacial por el Indian Institute of Technology (IIT), de
Kharagpur, India, un título en Gestión Industrial, de la
Central Michigan University (CMU) y un doctorado
honorario en ingeniería, de la Michigan Technological
University (MTU). En 2003, en su quincuagésimo ani-
versario, el IIT le destacó como uno de sus quince anti-
guos alumnos más eminentes y la CMU le galardonó
con su premio a los antiguos alumnos distinguidos (que
sólo ha sido concedido a veintidós ex alumnos durante
más de cien años de historia). La mayoría de escuelas
de ingeniería y de negocios en todo el mundo incluyen
sus libros de ingeniería y gestión en sus programas. Es
citado frecuentemente en los medios nacionales e inter-
nacionales.
Chowdhury vive con su esposa, Malini, y su hija,
Anandi, en Michigan.

126
«No encuentres la falta, encuentra el remedio»
Ilenry Ford

«La misión de Subir Chowdhury es hacer de la calidad una parte del


AD de las empresas. El fabricante de helados supone un paso de
gigante en esta direccién,»
Ken Blanchard,
autor de El ejecutivo al minuto y El consejo del jardinero

-Illn gran libro! El fabricante de helados debería convertirse en


lectura obligatoria para cualquiera que esté empezando su carrera
profesional.»
Steue Walukas,
Vicepresidente de Calidad Corporativa, DaimlerChrysler Corporation

«iMagnífico! El fabricante de helados ofrece un ejemplo de los


increíbles resultados que puede alcanzar involucrando a toda su
plantilla en el objetivo de mejorar la ealidad,»
Lee A. Mundy,
Director Ejecutivo de Calidad Estratégica, General Motors
Corporation

ISBN: 978-84-96627-11-6 (¡)

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