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VIDA DEVOCIONAL EN LA TRADICIÓN

WESLEYANA

Steve Harper

***

Traducido al Español
por
Fredi Arreola

Alhambra, California
1991
Para

Frank y Nellie Baker,

quienes me han mostrado un wesleyanismo vivo


CONTENIDO

Introducción 1
I Juan Wesley: Hombre de Devoción 2
(Vistazo)
II Constante Compañía con Cristo 7
(Oración)
III La Palabra Todo-Suficiente 13
(La Escritura)
IV Alimento para el Viaje 18
(La Cena del Señor)
V Hambre de Justicia 25
(Ayuno)
VI Vida en Comunidad 29
(Conferencia Cristiana)
VII Entrando al Mundo 36
(Los Medios Prudenciales de Gracia)
Escrito Final 40
VIDA DEVOCIONAL EN LA TRADICIÓN
WESLEYANA
Steve Harper

Introducción
Dos factores interesantes están convergiendo en este momento en la iglesia.
Primero, hay un renacimiento genuino de los estudios wesleyanos. Material para la
investigación erudita y enriquecimiento laico se añade significativamente a nuestro
conocimiento, y, además, existe una apreciación de Juan Wesley como un teólogo serio y
un modelo relevante para la renovación personal de la iglesia.
Al mismo tiempo, un nuevo énfasis sobre la formación espiritual toma lugar. Es
claro que no podemos ser la iglesia aparte de una práctica profunda y comprehensiva de la
vida devocional. Ninguna cantidad de programación y estructuración puede substituir la
vitalidad espiritual, personal y comunitaria. Los recursos aumentan y son de ayuda a los
individuos y a las iglesias en su crecimiento de esta área esencial.
Este libro, es un intento de contribuir tanto a los estudios wesleyanos como a la
formación espiritual. En él espero mostrar que el corazón de la vida y ministerio de Wesley
eran su dedicación total a la vida devocional. Espero usar sus principios y prácticas como
ejemplos a seguir en el día de hoy por todos nosotros mientras caminamos nuestro camino
hacia adelante en la vida espiritual. A la medida que el libro ayude a crecer en el
conocimiento y gracia de Jesucristo, verdaderamente será vida devocional en la tradición
wesleyana.

-- Dr. Steve Harper

1
CAPITULO 1
JUAN WESLEY: HOMBRE DE DEVOCIÓN
"¡Principia! Fija alguna parte del día para ejercicios privados. . . Te guste o no, lee
y ora diariamente. Es por tu vida; no hay otro camino: de otra manera serás trivial todos
tus días."1
Estas palabras de Juan Wesley, escritas a uno de sus predicadores itinerantes,
muestra la importancia de la vida devocional.
Aun hoy, muchos en la tradición wesleyana están conscientes de su dedicación
perenne a la devoción cristiana. Sabemos de su práctica de levantarse temprano y quizá
varias de las obras devocionales que usaba. Seguido eso es todo nuestro conocimiento.
Como consecuencia, el ejemplo de Wesley es muy poca ayuda concreta para nosotros que
luchamos con nuestra propia formación espiritual.
Esto es desafortunado. La vida devocional de Wesley puede ser una rica fuente de
ayuda e inspiración para nosotros, que buscamos patrones particulares propios de
devoción. Este libro es un intento de sacar a luz algunas facetas de la devoción wesleyana
que aun pudieran servir para enriquecer nuestra relación con Dios. El enfoque particular
del libro es sobre los medios de gracia, que formaron la base de las prácticas devocionales
de Wesley. Sin embargo, al principio, es importante saber por qué estamos viendo a Juan
Wesley como un Guía relevante para nuestra actual peregrinación devocional.
Principiamos a obtener un discernimiento al recordar su verso escritural primario:
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente; este
es el primer y gran mandamiento. Y el segundo es semejante. Amarás a tu prójimo como
a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas" (Mateo 22:37-
40).2
La vida devocional de Wesley era uno de los medios para cumplir esta meta. Llegó
a ser una avenida para el amar más perfectamente a Dios y a otros.
Ciertos elementos claves sobresalen en sus prácticas devocionales, que nos pueden
ayudar si buscamos amar a Dios y a otros de la misma manera. Primero, la vida devocional
de Wesley es realista. Cuando estudiamos su vida devocional sentimos que estamos
siguiendo a un compañero peregrino en la fe. Wesley tuvo sus altas y sus bajas, tal como
nosotros. Su vida devocional no era perfecta, al igual que la nuestra tampoco lo es.
Cometió una cantidad de errores en el caminar.
Uno de los errores más gráficos ocurría alrededor de 1732. Las devociones de Wesley
tomaban un giro hacia la auto-examinación exagerada; se llegó a preocupar con tomar su

1
John Telford, ed., The Letters of the Rev. John Wesley (1931; reimpreso, Londres:
Epworth, 1960) 4:103.
2
Todas las referencias a la Escritura, a menos que se indique de otra manera, son de las
Explanatory Notes Upon the New Testament de Wesley (1954; reimpreso, Naperville, Ill.:
Allenson, 1966).

2
pulso espiritual. En la parte de atrás de su diario personal,3 inventó un sistema con el cual
podía evaluar su progreso o falta de ello. Esto lo hacía medir su vida espiritual con un
grupo de preguntas predeterminadas. En cada ocasión que Wesley fallaba en satisfacer una
pregunta particular ponía un punto en la gráfica. Al final de la semana sumaba los puntos
para cada pregunta con el propósito de ver cuántas veces había fracasado en esa área. Como
se puede ver claramente, su sistema ocasionaba que enfatizara sus fallas. ¡Wesley estaba
practicando un devocionalismo de derrota!
Esto es una advertencia para nosotros, pues es fácil resbalar a un patrón devocional
que enfatice lo negativo. Esto es especialmente el caso si ya tenemos algún problema con
la baja auto estima. Fácilmente practicamos la primera mitad de Santiago 5:16, "Confesaos
vuestras ofensas unos a otros”, pero se nos olvida la última mitad, "y orad unos por otros
para que seáis sanados" (Revisión 60; itálicas añadidas). Como un resultado, nuestra vida
devocional se degenera a una neurosis espiritual.
Ciertamente no deberíamos ignorar las áreas negativas de nuestra vida. Tenemos
que continuar tomando el pecado y las fallas en serio. Pero el ejemplo de Wesley nos
recuerda que se encuentra formación espiritual positiva no al amplificar nuestros
problemas, sino al aplicar la gracia de Dios. Podemos estar agradecidos que Wesley
corrigiese este error y abandonase el mantener "su gráfica de fracaso." Nosotros tenemos
que encontrar un estilo devocional que acentúe la gracia sanadora y restauradora de Dios.
La vida devocional de Wesley es realista. No tenía todo arreglado de antemano para
que su vida devocional caminara por sesenta años como un automóvil que está afinado
siempre. Tuvo que hacer ajustes en el camino. En ocasiones tuvo que abandonar algunas
prácticas. Nos recuerda que tenemos que hacer lo mismo para tener un caminar
significativo con el Señor.
Segundo, la vida devocional de Wesley tiene una disciplina. El hecho de que cometió
algunos errores no le detuvieron para seguir adelante. Sabía que había descubierto el
elemento esencial en la vida cristiana y estaba determinado a verla finalizar. El testimonio
final de Wesley es de admirar. Los escritos diarios en su diario indican que por más de
sesenta años practicó fielmente las disciplinas espirituales. Para no errar, variaba de
formato y de contenido de vez en cuando, pero su intención básica de relacionarse
personalmente con Dios no varió jamás.
De nuevo, es necesario balancear este largo patrón de fidelidad con una nota realista.
Wesley conoció tiempos secos al igual que nosotros. De hecho, tenía un símbolo en su
diario para apuntar el fervor de sus oraciones. En muchas ocasiones muestra que sus
oraciones era "frías" o "indiferentes". Pero seguía adelante sabiendo que de nuevo habría
tiempos de calor y de regocijo.
He escuchado a más de una persona decir, "Bueno, no estoy sacando nada de mis

3
El diario personal de Wesley no debe confundirse con su diario publicado. El diario
público aparece en sus obras standard. El diario personal está por aparecer en su texto
completo. Richard Heitzenrater está actualmente transcribiendo los diarios de Wesley para
publicarlos en la nueva edición de las obras de Wesley (The Works of John Wesley, Nueva
York: Oxford, 1975-) que en la actualidad está pasando bajo la mano editora del Dr. Frank
Baker.

3
devocionales, así que los suspenderé por algún tiempo hasta que el calor regrese". Aunque
ciertamente pudiese simpatizar con esta gente, he aprendido ver que este acercamiento
puede ser devastador espiritualmente. En los tiempos secos es cuando necesitamos
permanecer disciplinados y fieles. De hecho, la verdadera oración nace de un sentido de la
ausencia de Dios y de nuestra necesidad de Dios.4 Si nos damos por vencidos en los tiempos
de sequedad y debilidad perderemos el gozo de encontrar al Dios que viene hasta nosotros
en nuestra necesidad. Y fracasaremos en discernir la causa de la sequedad. Esto causaría
que cometamos los mismos errores una y otra vez.5
Wesley se dirige a este asunto y nos recuerda que no podemos basar nuestra
devoción en nuestras emociones, tenemos que centrarla en nuestra voluntad. Tiene que
fluir de nuestro sentido de necesidad. Sabemos que es lo correcto y lo hacemos. Confiamos
en que Dios suplirá las emociones adecuadas. Aun en la ausencia de las emociones
confiamos en que Dios está trabajando en nuestras vidas. La disciplina llega a ser el método
por el cual nuestra vida devocional sigue adelante a través de cualquier tiempo.
Tercero, la vida devocional de Wesley es amplia. Indudablemente, basó su vida en
las Escrituras. En una ocasión dijo, "mi base es la Biblia. Sí, estoy enamorado de la Biblia.
La sigo en todo, sea grande o pequeño".6 Continuamente se refería a sí mismo como homo
unis libri -- un hombre de un solo libro. Pero estas palabras de Wesley sólo revelan el
fundamento y entandar de su fe. No se limitó a sí mismo a la Biblia. Su fundamento
escritural le dio una base para estar firme en la búsqueda de la vida espiritual, siendo así
libre para investigar cualquier inspiración significativa a través de un amplio margen de
materia devocional. Wesley conocía a los clásicos. Sacó de fuentes anglicanas, puritanas,
moravas y católicas romanas.7 En consecuencia, su vida devocional tenía una profundidad
y variedad que no pudiera habérsele provisto por alguna fuente particular. Usando la Biblia
como su enfoque, Wesley fue capaz de lograr una síntesis útil de contribución espiritual de
estas varias fuentes.
Aquí encontramos otra palabra de importancia para nosotros. Muchos en nuestros
tiempos se han limitado a una perspectiva particular en el contenido devocional, y aun peor
que esto, algunos se han establecido en una vida devocional basada en lo que yo llamo
"espiritualidad popular". Con esto quiero decir que es tendenciosa y se basa en los últimos

4
Theodore W. Jennings, Life as Worship: Prayer and Praise in Jesus' Name (Grand
Rapids: Eerdmans, 1982), pp. 25-30.
5
Un librito de ayuda que trata con el problema de la sequedad espiritual es Spiritual
Dryness de Walter Trobisch (Downers Grove, Ill.: Inter-Varsity, 1970).
6
Nehemiah Curnock, ed., The Journal of the Rev. John Wesley (1909; reimpreso,
Londres: Epworth, 1938), 5:169.
7
Quizá los favoritos mejor conocidos de Wesley son Tomás à Kempis, La Imitación de
Cristo, William Law, A Serious Call to a Devout and Holy Life, y Jeremy Taylor, Holy Living
and Holy Dying. Para una extensa lista de la lectura devocional de Wesley puede consultar
mi disertación doctoral, "The Devotional Life of John Wesley: 1703-38" (Durham, N. C.:
Duke University, 1981).

4
libros de autores populares. Existe una gran necesidad de descubrir la riqueza del material
devocional que está regada a través de los siglos de la historia cristiana.8 Nosotros estamos
sobre los hombros de gigantes espirituales. Wesley nos reta a romper nuestra estrechez
devocional y a escuchar a los santos de todas las épocas, al mismo tiempo que
comprobamos todas las cosas con la Biblia.
Cuarto, la vida devocional de Wesley tiene una naturaleza comunitaria. Nunca
permitió que su vida espiritual se deteriorara a una religión privada. Cada vez que podía,
Wesley compartía sus discernimientos con otros. Su diario está lleno de referencias de
lecturas devocionales a otros y discusiones de sus implicaciones. Las cartas de Wesley son
documentos ilustrativos que demuestran cómo veía el progreso espiritual de otros.9 De esta
manera, no sólo ministraba a las necesidades de otros, sino que también recibía inspiración
de ellos igualmente.
El interés de Wesley de una espiritualidad comunitaria, se ve más claro en su
formación de sociedades en donde la gente podía encontrar el sostén del grupo.10 Estos
grupos llegaron a ser la incubadora para la vida y el crecimiento del Metodismo. El Obispo
Gerald Esley estaba correcto cuando observaba que Wesley reunía a los creyentes a través
de su predicación y los nutría a través de las sociedades.11
Fue a través de las sociedades que Wesley demostró la dimensión social de la
formación espiritual. Era inconcebible para él que la verdadera devoción permaneciera
siempre individualizada o interna. La espiritualidad interna siempre nos empuja a la
comunidad y a la vida de "santidad social". Las oraciones de Wesley constantemente
recuerdan que el mundo era su parroquia. Sus acciones a través de las sociedades eran el
resultado lógico de la devoción genuina y el testimonio a la naturaleza comunitaria de la
vida devocional.
Quinto, la vida devocional de Wesley tiene una dimensión eclesiástica. Es
importante que recordemos que Wesley nunca permitió que su espiritualidad personal o
de las sociedades llegaran a ser iglesias "substitutas". Encontró su lugar en la adoración

8
Varias obras son de ayuda para conocer los clásicos de la devoción. Doubleday ha
publicado tres volúmenes titulados, The Doubleday Devotional Classics (E. Glenn Hinson,
ed., 1978). La Baker Book House ha reimpreso a Thomas Kepler, Anthology of Devotional
Literatura (1977). La Upper Room ha publicado una serie de libritos titulados Living
Selections from the Great Devotionals Classics.
9
Uno de los ejemplos más finos del uso de las cartas por Wesley para guiar el crecimiento
espiritual de otros es el grupo de treinta y siete cartas de correspondencia entre él y "Miss
March". (Telford, Letters 4:100, 109, 157, 180, & 310; y 5:82, 192, & 261-65 son algunas de
las cartas mayores). En una de las cartas (5:193) Wesley declara que él sólo quiere "decir
lo que espero pueda dirigir tus idas en el camino para prevenirte de estar cansada o
desmayar en tu mente."
10
Este tema se desarrolla más en el capítulo 6.
11
Francis Gerald Ensley, John Wesley, Evangelist (Nashville: Methodist Evangelistic
Materials, 1958), p. 47.

5
regular en la Iglesia de Inglaterra, e intentaba que sus seguidores hicieran lo mismo.
Wesley fielmente observaba las oraciones de la tarde y de la mañana. Recibió la Cena del
Señor un promedio de una vez cada cuatro o cinco días, seguido en el altar anglicano.12 Y
guardaba los días de la Iglesia Anglicana.13
Wesley no hacía estas cosas porque creyera que la Iglesia Anglicana era una "iglesia
pura" o que sus principios y prácticas estuviesen más allá de su cuestionamiento. No
permanecía anglicano porque todos creían como él. No, Wesley hacía todo esto por una
razón -- sabía que ser un cristiano es ser miembro funcionante del Cuerpo de Cristo. Nadie
puede ser cristiano aislado. La vida devocional de Wesley nos recuerda que no hay tal cosa
como espiritualidad auténtica aparte de la Iglesia. Dios nos ha llamado para estar en
compañerismo con el pueblo de Dios. Nuestra vida devocional nos debe motivar hacia esta
clase de vida en el Cuerpo, no a apartarnos de ella.
En nuestros días hay un interés renovado en la formación espiritual y la vida
devocional. Cada vez más, vemos que no podemos enfrentar los retos de nuestra época a
menos que seamos fortalecidos por recursos internos. En la iglesia, estamos viendo, cada
vez más, ninguna cantidad de actividad puede substituir una relación personal con Dios a
través de Jesucristo. El ejemplo de Juan Wesley como un hombre de devoción es relevante
para nosotros mientras buscamos discernimientos y motivación en la vida espiritual. Las
necesidades son tan grandes ahora como entonces. ¡Dios está tan cerca ahora como
entonces!
PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN
1. ¿Cuál de las cualidades de la vida devocional de Wesley te habla más ti? ¿Por qué?
2. ¿Qué peligros ves en algunos movimientos contemporáneos de la vida espiritual?
3. ¿Por qué es necesario tener un fundamento escritural en la búsqueda de la verdad? ¿Qué
ejemplo puedes dar en donde una falta de fundamento escritural lleva a problemas?
4. ¿Cómo reaccionas a que Wesley se quedó en la Iglesia Anglicana a pesar de sus
problemas? ¿Qué discernimientos te ofrece la naturaleza del renovamiento genuino?

12
Colin W. Williams, John Wesley's Theology Today (Nashville: Abingdon, 1960), p. 158.
13
John Wesley and the Church of England (Nashville: Abingdon, 1970) de Frank Baker
es uno de los mejores estudios de la relación de Wesley con la Iglesia Anglicana.

6
CAPITULO 2
COMPAÑÍA CONSTANTE CON CRISTO
Damos un paso gigante en la devoción cristiana cuando la vemos como una vida para
vivirse, en lugar de un tiempo que tiene que observarse. En consecuencia, es más apropiado
hablar de una "vida devocional" que de un "tiempo devocional". Cuando estudiamos la
espiritualidad de Wesley escuchamos esto clara y fuertemente. El nunca dividió su vida en
departamentos. Para él la esencia de la vida era espiritual. Toda ella podría propiamente
llamarse devocional.
En nuestro tiempo Henri Nouwen ha expresado la misma idea en estas palabras: "Si
no puedo encontrar a Dios en medio de mi trabajo --en donde mis intereses y apuros,
dolores y gozos están-- no hace sentido tratar de encontrarle en las horas apartadas de la
periferia de mi vida. Si mi vida espiritual no puede crecer y profundizarse en medio de mi
ministerio, ¿cómo crecerá alguna vez en las orillas?"14
Esta es una buena pregunta que todos debemos considerar. Muchos tienen la idea
de que las devociones son los primeros momentos de la mañana y los últimos minutos de
la tarde. Los libretos devocionales en ocasiones nos dice cómo gastar estos minutos cada
día. Ciertamente es apropiado tener un tiempo quieto con Dios al principio y al final del
día, pero no debemos ver este tiempo como igual a la vida devocional o separados del resto
de nuestro día.
Juan Wesley buscaba la manera de expresar su vida devocional a través del día.
Encontró el camino en lo que él llama los "medios de gracia". Estas son disciplinas
espirituales que la gente usa para expresar su fe y recibir la gracia de Dios. Son divididas
en dos categorías: los medios instituidos de gracia, y los medios prudenciales de gracia.15
Los medios instituidos son aquellas disciplinas evidentes en la vida y enseñanza de Jesús.
Los medios prudenciales son aquellos que han sido desarrollados por la Iglesia para dar
más orden y expresión a la vida cristiana. Juntos capacitan a la persona a vivir una vida
devocional. El resto del libro se concentrará en examinar estos medios de gracia.
Para Wesley el principal medio de gracia instituido era la oración. No se exagera si
decimos que vivió para orar y oraba para vivir. Llamaba a la oración "el gran medio de
acercarnos a Dios".16 La oración tenía esta importancia a causa de que Wesley entendía la
fe cristiana como una vida que se vive en relación con Dios a través de Jesucristo. A causa
de que esto era así, la oración era su clave para mantener esa relación. Era el don de Dios
a la humanidad el facilitar y enriquecer esa relación. Además, la ausencia de oración era
vista por Wesley como siendo la causa más común de la sequedad espiritual.17 Nada puede

14
Henri J. M. Nouwen, Creative Ministry. Garden City, N. Y.: Doubleday, 1971, xviii.
15
Thomas Jackson, ed., The Works of John Wesley. Grand Rapids: Baker Book House,
1979, 8:322-24. Al tiempo presente esta edición se considera la edición standard en los
estudios wesleyanos. De aquí en adelante simplemente nos referiremos a ella como Works.
16
Telford, Letters 4:90.
17
Jackson, Works 6:81. Sermón, "The Wilderness State".

7
substituir la oración para mantener la vida espiritual.
En consecuencia, cuando hablamos de la vida devocional, tenemos que principiar
con la oración. Es "la respiración espiritual" que sostiene nuestra vida en Cristo. Es el don
divino de la comunicación y comunión con nuestro Creador. Y cuando nos volvemos a Juan
Wesley, logramos muchos discernimientos que nos ayudan a mejorar nuestro orar.
Sobre todo, Wesley oraba en privado. Él creía que en la oración privada uno espera
en quietud para recibir las bendiciones de Dios.18 De acuerdo a esto, principiaba su día con
oración. Se hace mucho alarde del hábito de Wesley de levantarse temprano, normalmente
a las 4:30 o 5:00 de la mañana. Aunque es verdad, pues hizo esto por más de cincuenta
años, es necesario recordar que normalmente se acostaba no más tarde de las 10:00 p.m.
El principio no está tanto en las horas específicas de levantarse como en el hecho de que
Wesley dirigía sus primeros pensamientos a Dios. Él sabía que al fijar la mente en Dios
temprano crearía una conciencia divina que permanecería con él a través del día.
Es natural el preguntarnos cómo gastaba Wesley su tiempo de oración privada.
Como es de esperarse, era muy metódico como para no ordenar sus oraciones de alguna
manera. Seleccionó la práctica común de tener un patrón semanal, con cada día dedicado
a un tópico particular.19 Las oraciones escritas formaban la base de su oración, pero Wesley
dejaba en estas oraciones lugares para oraciones espontáneas.20 Las oraciones escritas le
proveían un enfoque para su oración, y las oraciones espontáneas le permitían ser creativo
en su oración. De esta manera, Wesley sentía que tenía lo mejor de ambas formas en sus
oraciones.
Esta combinación de oraciones debería de tener apelación a la gente de hoy. Al
aconsejar a otros he encontrado que los pensamientos errantes son un problema casi
universal en la oración. Muchos han dicho algo como esto: "Cuando oro, encuentro que mi
mente se va en todas direcciones. ¿Qué puedo hacer para mantenerla centrada?" Seguido
he sugerido que se use una combinación de oraciones escritas y espontáneas, y que se ore
con un plan y un sentido de orden. Entre más enfoque traemos a la oración menos
problemas tenemos con la mente errante.
En nuestros propios días el Arzobispo Anthony Bloom ha ofrecido buenos consejos
con respecto a las oraciones escritas. Primero, declara su creencia que nadie puede sostener
toda una vida de oración significativa sin usar oraciones escritas. Sin embargo, nos insiste
que nunca leamos una oración escrita. Todo lo contrario, debemos orarla. Esto significa
que en realidad nos metemos en el espíritu de la oración al reflexionar en las palabras de
la oración, absorviéndolas, y luego levantándolas a Dios como la expresión de nuestro

18
Jackson, Works 5:192.
19
Estos temas se ilustran en la primera publicación de Wesley, A Collection of Forms of
Prayer for Every Day in the Week (1733). Domingo: Amor de Dios; Lunes: Amor al
Prójimo; Martes: Humildad; Miércoles: Mortificación; Jueves: Resignación y
Mansedumbre; Viernes: Mortificación; y Sábado: Gratitud. El texto de estas oraciones se
encuentra en Works 11:203-37.
20
Wesley indica lugares para la oración espontánea por el uso de paréntesis dentro de las
oraciones escritas.

8
propio corazón.21 Esto ha cambiado toda mi visión respecto a las oraciones escritas. Ahora
veo que nunca se intentaron para la lectura, sino para ser oradas.
Wesley también creía que al usar oraciones escritas enriquecemos nuestro
entendimiento y expresión de la verdadera oración. Al reflexionar en las oraciones
históricas de la Iglesia, descubrimos el formato y los temas principales de la oración.
Descubrimos áreas en nuestro orar que no han recibido suficiente atención. Se nos ayuda
a orar en un espíritu de comunidad con la Iglesia Universal. Así que, Wesley insistía a los
metodistas primitivos a dejar que las oraciones escritas proveyesen la base para la oración,
junto con las oraciones espontáneas que proveen la libertad para responder a la guianza
especial de Dios de día en día.
Las oraciones matutinas de Wesley nos recuerdan la importancia de principiar el día
correctamente. Norman Vincent Peale ha dicho correctamente que "despertarse
creativamente es un arte importante. Y es un arte que puede ser cultivado".22 Wesley
cultivó el arte al tener la mente de Cristo formada dentro de sí al principiar el día.
Pero no se detuvo allí. Wesley oraba privadamente a través del día. Su diario indica
que entrenó su mente a orar al principio de cada hora. Estas oraciones normalmente eran
breves, oraciones con declaraciones de alabanza. Eran la forma en que Wesley trataba de
traer los eventos del día delante de Dios. Después de esta "oración vocal", normalmente
gastaba los próximos cinco o siete minutos en meditación.
En este punto es fácil tomar la idea de que el ejemplo de Wesley no es realista por
aquellos de nosotros que estamos atrapados en el paso apurado de la vida moderna. Pero
tenemos que recordar que Wesley no era un recluso. No vivía una vida monástica o
apartada. Todo lo contrario, mantenía un horario de trabajo, de escribir, predicar, y viajar,
que es impresionante aun por los modelos modernos. Es obvio que no se apartaba cada
hora para ejercicios devocionales. Al contrario, Wesley cultivó el hábito internamente.
Aprendió a estar plenamente metido en los negocios de la vida y, simultáneamente
envolverse en la oración a Dios. Wesley se había entrenado a sí mismo para volver su "voz
interna" al Creador.
Este es el verdadero significado de la exhortación de Pablo a orar sin cesar. Wesley
le llamaba "la respiración de nuestra vida espiritual" y sugería que una persona no podía
cesar de orar al igual que no podía cesar de respirar.23 Admitimos que esta clase de oración
no viene fácil y sin luchas y fracasos. Pero, aun los escritores modernos como Thomas Kelly
en su Testament of Devotion continúan retándonos a esta dimensión de la vida devocional.
Para algunos la oración sin cesar se desarrolla a través del uso de recordatorios
creativos. Conozco de personas que graban un recordatorio de oración en sus teléfonos.
Cada vez que suena, oran por la persona al otro lado de la línea. Los ejecutivos de negocios
escriben una cita a medio día con Dios y de esta manera traen su fe directamente a su
trabajo. Otros ponen recordatorios de oración por toda la casa. Cuando las miran, oran.

21
Antohony Bloom, Beginning to Pray. New York: Paulist, 1970.
22
Norman Vincent Peale, How to Have a Good Day Every Day. Pawling, N. Y.:
Foundation for Christian Living, 1980, 5.
23
Wesley, Notes Upon the New Testament, 762. 1 Tesalonicenses 5:16-17.

9
Algunas personas preparan sus relojes digitales para que suene cada hora y usan eso como
un llamado a la oración. Cada una de estas personas están ejemplificando el interés de
Wesley de orar a través del día.
Wesley también oraba privadamente al final del día. Esta experiencia le daba el
sentido de cerrar y consagrar su vida espiritual. El enfoque para cada una de sus oraciones
vespertinas, de nuevo, era escrito dando lugar a la espontaneidad. Wesley revisaba el día
y hacía las confesiones necesarias por los pecados cometidos. Hacía resoluciones a través
de las cuales buscaba enmendar su vida. Y se encomendaba al cuidado y protección de Dios
mientras iba a dormir. Wesley declaraba que al hacer esto, fue capaz de dormir en paz casi
todos los días de su vida.
Necesitamos aprender el arte de ir a dormir correctamente. Seguido me encuentro
trabajando hasta el tiempo de irme a la cama. Como consecuencia, cuando voy a la cama,
mi mente es un torbellino. Subconscientemente continúo trabajando en lugar de descansar.
Al siguiente día despierto con un sentido de fatiga en lugar de estar rejuvenecido.
Encuentro que no estoy solo en esto. Wesley nos recuerda que necesitamos un tiempo para
quitarnos la cuerda y dedicar el día y a nosotros mismos a Dios. La oración privada al final
del día es una forma de "desatarnos" para ir a dormir con las cargas del día echas a un lado.
Wesley oraba en privado y al hacerlo, encuadraba su día y hacía cada momento un
"momento-Dios" potencial. Pero no se detuvo con la oración privada. También oraba en
comunidad. Wesley sabía que la oración privada sola no era suficiente para una vida
espiritual saludable; así que, conscientemente buscaba la forma de orar con otros.
La forma más natural para hacerlo era a través del Libro de la Oración Común.
Como fiel anglicano, Wesley se unía diariamente con otros en los servicios de oración de la
mañana y de la tarde. En ocasiones el grupo era de unos cuantos; en otros, estaría en la
parroquia o la catedral. Pero Wesley siempre era consistente en su práctica de oración
comunitaria.
Es desafortunado que las denominaciones en la tradición wesleyana no tengan algo
parecido a la oración matutina y vespertina. Una de las cosas sobresalientes de mi estadía
en la Capilla de Wesley fue el uso de nuestro Oficio Diario. El grupo, generalmente era
pequeño, pero el observar la oración comunitaria nos recordaba de la Iglesia como la
comunidad de fe y oración como el punto focal para la vida. Cuando no tenemos
oportunidades regulares para orar en comunidad, es posible que la vida espiritual llegue a
ser excesivamente privada.
Segmentos crecientes del movimiento carismático y otros grupos envueltos en el
renovamiento de la iglesia están redescubriendo la vitalidad de la oración comunitaria.
Aquí en los Estados Unidos un número de grupos se reúne para orar y celebrar la Cena del
Señor. En Corea, multitudes se reúnen para orar antes de ir al trabajo. El resultado es una
profundización de la koinonía y un derramamiento del poder de Dios. Ejemplos como estos
nos ayudan a confirman la convicción de Wesley de que Dios no hace nada excepto en
respuesta a la oración.
Podemos estar seguros de que Wesley nos animaría a encontrar tiempos para orar
regularmente con otros. Puede ser un grupo de oración continuo o con sólo otro compañero
de oración. Un ministerio de cadenas de oración es otra posibilidad. Pero, sin importar el
formato, una consagración a la oración comunitaria refleja el espíritu wesleyano. Da
testimonio al hecho de que somos miembros del Cuerpo más grande de Cristo.

10
Saber que Wesley oraba en privado y en comunidad no acaba con la riqueza de su
vida de oración. Así que, unos comentarios secundarios están en orden. A lo menos
queremos saber cómo oraba Wesley. Varios factores arrojan luz sobre este asunto.
Primero, variaba la forma de sus oraciones. Habiendo demostrado que las oraciones
escritas estaban en el corazón de su orar, es importante ahora notar que Wesley usaba
oraciones de una variedad de fuentes: El Libro de la Oración Común, su propio manual de
oración,24 otros libros de oración de su tiempo, y oraciones de la iglesia primitiva. A éstas,
Wesley añadía sus propias oraciones espontáneas. Su interés principal era comunicarse
significativamente con Dios. Variaba sus oraciones para evitar caer en una rutina.
Segundo, Wesley oraba audible y meditativamente. Oraba en voz alta solo y en
grupos. Su diario demuestra que seguido gozaba combinar la oración verbal con el cantar
himnos. Pero Wesley también conocía el valor del silencio. De nuevo, su diario revela que
mucho de sus oraciones eran hechas a través de la voz interna. La oración mental le
permitía la libertad de orar todo el tiempo y en una variedad de circunstancias. Este era el
secreto de las devociones de Wesley de cada hora, y es un recordatorio para nosotros de que
necesitamos un lugar santísimo interior para nuestro peregrinaje espiritual.
Tercero, Wesley expresaba el espectro completo de la oración. Alababa, confesaba,
daba gracias, intercedía por otros, y hacía conocer sus propias peticiones a Dios. A través
de tales oraciones Wesley expresaba el espectro completo de las emociones: gozo, tristeza,
compasión, interés, confianza. Uno de los aspectos más sorprendentes de su oración era
su honestidad. Seguido Wesley desnudaba su alma delante de Dios con sus dudas,
preguntas, y aun con gritos de angustia. Cuando estaba bajo juicio en la corte de Georgia,
especialmente en su relación con Sophi Hopkey, Wesley recordaba que trataba de orar pero
no podía. En ese momento Dios le parecía más allá de su alcance, y no trataba de cubrir sus
sentimientos con palabras piadosas y artificiales. En consecuencia, las oraciones de Wesley
suenan reales. Cuando oraba con calor y afecto sabemos que era genuino. Cuando escribe
que sus oraciones eran frías o indiferentes podemos identificarnos con él. En ambas
dimensiones tenemos un guía realista.
Cuarto, Wesley leía, estudiaba, y usaba oraciones de otros. Hacía una práctica de
colectar oraciones de otros. Con esto queremos decir que las copiaba por completo o
abreviaba las oraciones de otros cristianos. Algunos de los otros eran personas bien
conocidas como Jeremy Taylor o William Law. Otros eran colegas menos conocidos. Pero,
sin importar la fuente, Wesley usaba los discernimientos de las oraciones de otros para
avanzar su propia vida espiritual. Cuando la gente le buscaba para pedir ayuda en su vida
de oración, Wesley seguido compartía oraciones con ellos. Este hecho explica en gran
manera por qué la primera publicación de Wesley fue Una Colección de Formas de Oración
para Cada Día de la Semana (1733). Estas oraciones que también reflejan el patrón semanal
de Wesley, ayudaron a guiar a otros en sus oraciones.

24
Antes de que Wesley publicara A Collection of Forms of Prayer for Every Day en the
Week en 1733, usaba un cuaderno de notas manuscritas para colectar las oraciones de otros
y usarlas como ayudas a sus propias oraciones. He transcrito este manual de oración de la
taquigrafía abreviada de Wesley y lo he incluído en mi disertación doctoral, "The Devotional
Life of John Wesley: 1703-38".

11
Aquí encontramos otro principio importante para nosotros hoy. Nosotros
necesitamos ponernos en contacto con los clásicos devocionales. Cuando lo hacemos
encontramos que no estamos solos en nuestro peregrinaje espiritual. Otros han compartido
victorias y derrotas similares. Ellos han hecho nuestras preguntas, sentido nuestros
dolores, y experimentado nuestras bendiciones. Ellos son luces para nuestro sendero,
ayuda para nuestra peregrinación.
No es fácil terminar este capítulo. Examinar la vida de oración de Wesley genera
mucho momentum. Y aun este pequeño estudio apenas toca la superficie. Quizá lo que
Wesley quisiera más de nuestro estudio sería que saliésemos con la convicción de que Dios
puede ser conocido. En las palabras del himnólogo, realmente podemos "caminar con Él
y hablar con Él". Wesley no quisiera que examinásemos su vida de oración como un fin en
sí mismo. Nunca puso su espiritualidad como algo para observar. De hecho, Wesley
desarrolló un código para que el observador casual no fuese capaz de penetrar en la
experiencia. La única razón para mirar el ejemplo de oración de Wesley es que nosotros
"vayamos y hagamos lo mismo".

PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN


1. ¿Dirías que tu vida devocional está en las orillas de tu vida o en el centro de ella? ¿Por
qué?
2. Comparte las formas en que has descubierto el dirigir tus primeros pensamientos del día
a Dios.
3. ¿Cómo respondes a la idea de un ciclo semanal de oraciones? ¿Cómo te ayudaría esto a
poder manejar mejor tu lista de oración?
4. ¿Usas algún recordatorio de oración que te ayude a entregar más de tu día a Dios?
5. ¿Cómo terminas el día devocionalmente?

12
CAPITULO 3
LA PALABRA TODO-SUFICIENTE
La vida espiritual tiene que tener una base objetiva. Las revelaciones privadas tienen
que revisarse por una norma reconocida y establecida. Poniéndolo en el lenguaje bíblico,
tenemos que "probar los espíritus si son de Dios" (1 Juan 4:1, Revisión 60). Fallar en hacer
esto ocasionalmente resulta en historias trágicas y hechos bizarros. Nuestra generación
recordará por mucho tiempo el evento de Jonestown como un ejemplo clásico de un mal
guiado y hasta maniático espiritualismo.
Juan Wesley sabía que era necesario un standard objetivo para una espiritualidad
genuina. Para él, ese standard era la Biblia. Estaba dedicado a la centralidad y autoridad
de la Escritura. Aunque Wesley leyó cientos de libros sobre una variedad de asuntos,
continuamente se refería a sí mismo como homo unis libri -- un hombre de un solo libro.
Aun cuando publicara aproximadamente como seiscientas obras sobre varios temas,
resueltamente sostenía que no permitía otra regla, sea de fe o de práctica, otra que la
Escritura.25 En el prefacio de sus Sermones Standard, Wesley exclama, "¡Dádme ese libro!
Al cualquier precio, ¡dádme el libro de Dios! . . . Aquí hay conocimiento suficiente para
mí."26
Wesley confirma esta exclamación con un sorprendente ejemplo de fidelidad al
estudio de la Biblia. Por sesenta y cinco años la Biblia fue su compañera diaria en la vida
de fe. Fue su guía primaria para vivir la vida santa. Como herederos de Wesley,
necesitamos hacer una afirmación clara de la autoridad de la Escritura. No como una
fuente entre varias, sino como la norma para el pensamiento y conducta cristiana.
Necesitamos declarar que la Biblia es el standard por el cual los resultados de la tradición,
razón, y experiencia se revisan.27
Al mismo tiempo, es importante recordar que, para Wesley, el valor primario de la
Escritura no era servir como una clase de standard objetivo y frío. Todo lo contrario, veía
el valor primario de la Biblia en su habilidad singular de traer a los hombres y mujeres al
encuentro del Todopoderoso Dios. Así pues, podemos decir que el valor primario de la
Escritura (correctamente entendida) es devocional.
Siendo este el caso, tenemos que preguntarnos, "¿Cómo usaba Wesley la Biblia para
cultivar la vida devocional?", y también, "¿Cómo podemos usar su ejemplo como un guía
actual en el uso devocional de la Escritura?" En respuesta a estas preguntas un número de
contestaciones sobresale.
Primero, Wesley leía la Biblia en adoración. Con esto queremos decir que leía la

25
John Wesley, Standard Sermons, Consisting of Forty-Four Discourses published in four
volumes. . . Londres: Epworth, 1967, vi.
26
Wesley, Standard Sermons, vi.
27
Para una lectura mayor respecto al lugar y significancia de la Biblia en la tradición
wesleyana, vea Mack B. Stroke, The Bible in the Wesleyan Heritage. Nashville: Abingdon,
1979.

13
Biblia de una forma reverente y sin apuros. Escribía sobre esto y decía, "Heme aquí, pues,
lejos de la bulla del mundo; solo, solo con Dios, en cuya presencia abro y leo este libro, con
un fin; el de hallar el camino del cielo."28
Para asegurarse que en su tiempo de estudio bíblico no tuviese apuros, Wesley
escogía las horas tempranas de la mañana y las horas quietas de la tarde. Este tiempo le
permitía meditar lo que leía. Su meta principal era calidad, y no-cantidad. Es verdad que
Wesley normalmente leía un capítulo cada vez, pero en ocasiones leía sólo unos cuantos
versos. Su deseo era encontrar a Dios, y cuando lograba esto, la cantidad que leía no era el
asunto más importante. En este respecto Wesley nos recuerda que no podemos leer la
Biblia significativamente a la carrera. Para estar solos con Dios y la Palabra de Dios se
requiere un tiempo en sí mismo y una actitud correspondiente de reverencia y atención.
Segundo, Wesley leía la Biblia sistemáticamente. Su práctica normal era seguir la
tabla de lecturas diarias en el Libro de Oración Común. Al usar estas, era capaz de leer el
Antiguo Testamento una vez por año, y el Nuevo Testamento varias veces. Este
acercamiento también permitía a Wesley leer contextualmente, en lugar que a la ventura.
Wesley creía que los cristianos deben conocer "todo el consejo de Dios". Él ejemplifica esto
al leer el Antiguo y Nuevo Testamento, al igual que la Apócrifa.
Sería equivocado, sin embargo, suponer que Wesley buscaba experiencias cuando
leía la Biblia devocionalmente. También quería conocer la Palabra de Dios. No veía una
dicotomía entre el estudio científico de la Biblia y la lectura para el enriquecimiento
espiritual. Cualquier información o discernimiento nuevo era considerado, además, una
inspiración de Dios y los recibía de esa manera. Wesley trajo a la lectura de la Escritura un
conocimiento de los lenguajes originales, y las mejores ayudas de su día para el estudio.
Wesley demostró su interés por el conocimiento bíblico al preparar las Notas
Explicatorias del Antiguo y Nuevo Testamentos.29 Estas notas, en su mayoría fueron
sacadas de los escritos de otros, pero representan el punto de vista de Wesley sobre los
textos seleccionados. Dijo que preparó las notas para "hombres llanos y sin letras. . .
quienes. . . reverencian y aman la Palabra de Dios, y tienen un deseo de salvar sus almas".30
En consecuencia, los comentarios están vacíos de terminología técnica y erudita, pero, aun
una lectura casual de aquellos, demuestran ser sustanciosos y benéficos.
Wesley nos reta sobre el asunto de la lectura sistemática. Surgen preguntas
importantes: "¿Estoy leyendo la Biblia de una forma que me ponga en contacto con el total
de ella?" "¿Leo la Escritura en porciones suficientemente grandes para ver pasajes aislados
en su contexto más grande?" "¿Uso ayudas responsables para añadir los discernimientos
de otros, para mi propio estudio de la Palabra de Dios?" "¿Tengo algún medio de marcar,
anotar, y archivar mis descubrimientos?" En todas estas formas estamos siendo verdaderas

28
Wesley, Standard Sermons, vi.
29
Explanatory Notes Upon the New Testament fue publicado primero en 1755.
Explanatory Notes Upon the Old Testament apareció en 1765. Las notas del Nuevo
Testamento vinieron quedando, junto con Standard Sermons y Articles of Religion como
la medida doctrinal del Metodismo Británico y Americano.
30
Wesley, Notes Upon the New Testament, 6.

14
al ejemplo de Wesley de que un conocimiento profundo de la Escritura requiere un
acercamiento sistemático.
Tercero, Wesley leyó la Biblia comprehensivamente. Sabía que tenía toda la vida
para leer la Biblia, así que no tenía por qué apresurarse. Ni tenía que contentarse con una
lectura superficial o poco profunda. Al estilo Wesley típico, desarrolla un método que le
proveía una experiencia comprehensiva. Los principales elementos del método son como
siguen:
1. Diario - en la mañana y la tarde;
2. Singularidad de propósito - conocer la voluntad de Dios;
3. Correlación - para comparar Escritura con Escritura;
4. En Oración - para recibir la instrucción del Espíritu
Santo;
5. Resolución - poner en práctica lo que aprendía.31
Este último punto nos lleva a otro principio importante en el uso devocional de la
Biblia por Wesley: la leía con propósito. Escribió, "cualquier luz que recibes debes usarla
a lo máximo, y eso, de inmediato".32 Para Wesley, esto significa a lo menos dos cosas.
Primero, la aplicación personal de la Palabra de Dios a nuestras vidas. Segundo, significa
que buscamos enseñar a otros lo que hemos aprendido.
Relacionado a la aplicación personal, Wesley animaba a la gente a detenerse con
frecuencia y examinarse a sí mismos a la luz de lo que estaban leyendo. Llamamos a esto
lectura reflexiva. Él decía que al hacer esto, encontramos que la Biblia "en realidad es el
poder de Dios para la salvación presente y eterna".33 Estos descubrimientos nos llevarán
a formar resoluciones apropiadas respecto a la manera de vivir cotidianamente.
En nuestros días Paul Little ha capturado esta misma dedicación a la aplicación a
través de una serie de preguntas:
1. ¿Hay algún ejemplo que debo seguir?
2. ¿Hay algún pecado que debo evitar?
3. ¿Hay algún mandamiento que debo obedecer?
4. ¿Hay alguna promesa que debo reclamar?
5. ¿Que me enseña este pasaje de Dios o de Jesucristo?
6. ¿Existe alguna dificultad que debo explorar?
7. ¿Hay algo en este pasaje por lo cual debo orar hoy?34
Wesley endosaría esta clase de preguntas para todos nosotros mientras estudiamos
la Biblia. Él quisiera saber que nuestro tiempo con la Palabra de Dios nos está cambiando
y trayendo nuestras vidas a una más grande conformidad de la imagen de Cristo. Haría eco
de las palabras del salmista, "Me apresuré y no me retardé en guardar tus mandamientos"

31
John Wesley, Explanatory Notes Upon the Old Testament. Bristol: William Pine, 1765;
Salen, Ohio: Schmul, 1975, 1:viii.
32
Wesley, Notes Upon the Old Testament, viii.
33
Wesley, Notes Upon the Old Testament, viii.
34
Paul Little, How to Give Away Your Faith. Chicago: InterVarsity, 1966, 126-127.

15
(119:60, Revisión 60).
Pero el propósito nunca se hace en privado. Plena aplicación significa que buscamos
enseñar a otros lo que hemos aprendido. Wesley lo puso claro, "Lo que así aprendo, eso
enseño".35 Este principio se nos confirma muchas veces en su diario, en donde vemos a
Wesley compartiendo sus discernimientos con otros mientras les visita. En ocasiones esto
toma la forma de lecturas muy formales de la Escritura y de otros materiales devocionales.
En otras ocasiones Wesley pasa sus discernimientos en conversaciones casuales. Pero
siempre está abierto a maneras y formas de ayudar a crecer a otros en la fe.
Una palabra de precaución está en su lugar en este punto. En ninguna parte Wesley
aparece como empujando o siendo dogmático en su compartir con otros. No trataba de
hacer universal su experiencia y forzarla en otros. Al contrario, su acercamiento se muestra
más sensible. Parece que permitía que la experiencia del otro fuera como una puerta a
través de la cual podía compartir lo que Dios le había enseñado a él en alguna experiencia
similar. Este acercamiento está en contraste con la de algunos hoy que tienen alguna
palabra del Señor para nosotros, la cual tiene que ser obedecida de una forma particular,
o cuestionan nuestra espiritualidad. Wesley nunca opera de esta manera. Todo lo
contrario, comparte los discernimientos que había obtenido humildemente, sabiendo que
si en verdad es una palabra del Señor para esa persona, el Espíritu Santo hará la aplicación
a esa persona.
Es importante ver que el deseo de enseñar a otros de Wesley lo aprendido de la
Escritura está basado en su creencia en la utilidad multifacética de la Biblia. La nota
explicadora a Segunda de Timoteo 3:16 dice que la Escritura es "útil para doctrina, para
instrucción del ignorante, para la reprobación o convicción de aquellos que están en error
o pecado, para la corrección o enmendación para cualquier que ande extraviado, y para
instruir o entrenar a los hijos de Dios en toda justicia".36 Con tan amplia relevancia no es
sorprendente que Wesley encuentre muchas oportunidades para compartir sus
discernimientos a otros. Y aun hoy, nuestra fe toma una nueva dimensión cuando podemos
relacionar los eventos de nuestra vida a las enseñanzas de las Escrituras.
Lo que hemos dicho hasta ahora trata primariamente con el uso de la Escritura por
Wesley como individuo. Existe un punto final que complementa el cuadro. Wesley leía y
usaba la Biblia comunitariamente. Sabía que hay valor para la comunidad en sentarse bajo
la Palabra de Dios. Así que, en Las Reglas Generales, Wesley requiere a los metodistas
primitivos que sean fieles en asistir a los servicios en donde la Palabra de Dios se predica
y enseña. Esto significaba los servicios anglicanos en las iglesias parroquiales y las varias
reuniones conectadas con el movimiento metodista primitivo: bandas, clases, sociedades
y servicios de predicación. También quería decir fidelidad en la Escritura y explicación de
la Escritura en las devociones familiares.37
Al crecer el movimiento metodista, Wesley reunía a sus predicadores en conferencias
anuales. En estas reuniones buscaban soluciones a problemas que se enfrentaban. Sus

35
Wesley, Standard Sermons, vi.
36
Wesley, Notes Upon the New Testament, 794.
37
Jackson, Works 8:269-71.

16
respuestas, que eran anotadas en Las Minutas de la Conferencia, están saturadas de
referencias a las Escrituras.38 Es claro que en asuntos de administración de la iglesia,
Wesley buscaba la guianza de la Biblia.
En la dimensión comunitaria quizá no hay lugar en donde la influencia de la
Escritura brille más que en la himnodia wesleyana. Es verdad que los metodistas primitivos
cantaban su fe. Es verdad también que casi cada línea de los himnos tenían una base
escritural.39 Algunas de las alusiones son inconfundibles; otras son más sutiles, revelando
el conocimiento minucioso y completo de las Escrituras que los Wesley tenían. Todos los
himnos ayudan a confirmar el hecho de que el Metodismo primitivo buscaba en toda forma
posible digerir internamente el mensaje bíblico. Podemos asegurar que Wesley animaría
el uso de la biblia en formas comunitarias. Se deleitaría al ver a pequeños grupos que se
reúnen semanalmente para estudiar la Biblia. Urgiría a la iglesia en general a conducir sus
negocios con esta pregunta como estrella directriz: "¿Qué dicen las Escrituras?" Y me
atrevo a creer que esta clase de atención a la Biblia lograría, para nosotros, como para los
Wesley y el Metodismo primitivo, un fundamento y una luz guiadera para la espiritualidad
y el ministerio en el mundo.
El uso devocional de la Escritura reconoce y afirma la plenitud de la Biblia. No hay
área en donde el mensaje de la Escritura no sea relevante. Pero sólo puede hacer su trabajo
en aquellos que la conocen y que vienen a ella en adoración, sistemática, comprehensiva,
con propósito y comunitariamente. En el corazón de ello, cuando leemos la Biblia
realmente, hacemos dos preguntas: "¿Espero encontrar a Dios?" y, "¿Estoy dispuesto a
obedecer a Dios?"40 Juan Wesley quisiera saber cómo sus hijos espirituales responden a
ambas preguntas.

PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN


1. ¿Por qué es importante tener una base objetiva para la fe? ¿Qué peligros ha observado
cuando tal base está ausente?
2. Comparta métodos o materiales que usa en la lectura de la Biblia. ¿Qué clase de
acercamientos le ministran más en el uso de la Escritura?
3. ¿Qué necesidades siente ahora en el área del estudio de la Biblia? Quizá alguien en el
grupo tenga alguna sugerencia que le ayude a satisfacer esa necesidad.
4. Discuta las maneras en que buscará aplicar lo que aprende de su lectura de la Biblia.
¿Cómo cobra vida la Escritura en su diario vivir?

38
Jackson, Works 8:275-338. Vea además un artículo por George Turner, "John Wesley
as an Interpreter of Scripture" en Inspiration and Interpretation, editado por John F.
Walvoord, Grand Rapids: Eerdmans, 1957, 174.
39
La nueva edición de las obras de Wesley por Frank Baker contendrá un volumen de
himnodia wesleyana representativa. Numerosas referencias a la Escritura se suplen para
ayudar al lector a ver la deuda de Wesley a la Biblia en sus himnos.
40
William Vermillion, "The Devotional Use of Scripture in the Wesleyan Movement",
Wesleyan Theological Journal, 16, no. 1 (1981): 59.

17
CAPITULO 4
ALIMENTO PARA EL VIAJE
La verdadera espiritualidad siempre existe con relación a la iglesia. Como hemos
visto, aun la oración y el estudio de la Biblia tienen sus expresiones comunitarias en la vida
devocional wesleyana. Esta verdad continúa y se enfatiza en el tercer medio de gracia, la
Cena del Señor. Albert Outler comenta correctamente que Wesley creía que la Cena del
Señor "era literalmente indispensable para la vida cristiana".41 El diario de Wesley
demuestra que sostuvo esta convicción al comulgar un promedio de una vez cada cuatro o
cinco días. En nuestro examen de la devoción wesleyana, no debemos fallar en entender
la significancia de esta dimensión de la espiritualidad.
Durante los últimos quince años de mi ministerio mi experiencia demuestra que,
muchos en la tradición wesleyana son básicamente ignorantes de la naturaleza e
importancia de la Cena del Señor para la vida cristiana. Un avivamiento de la conciencia
y teología sacramental ocurre en la iglesia moderna. Pero grandes números aun no han sido
tocados por esta ola de renovamiento. Como consecuencia, mucha gente se ausenta con
demasiada frecuencia de la Mesa del Señor, y hacen esto con muy vagas nociones de por
qué.
A causa de los intereses de este estudio no es demasiado elemental preguntar "¿qué
es el sacramento de la Cena del Señor?" "¿En qué participamos cuando nos arrodillamos
a recibir el vino y el pan?" Cuando se confronta con esta pregunta en su tiempo, Wesley
provee una triple respuesta.42 Primero, dice que la comunión es una comida memorial.
Cuando comemos el pan y tomamos de la copa, nuestras mentes se dirigen al acto de una-
vez-por-todas de la redención, hecho a nuestro favor por Cristo mismo. Como muchos
otros cristianos, antes y después de él, Wesley entendía el vino y el pan como símbolos del
Nuevo Pacto, y como recordatorio de que este Pacto está aun en vigencia.
Pero (y esto es muy importante) su entendimiento de memorial, no acaba con ello.
Viendo las propias palabras de Jesús "haced esto en memoria de mí" (Lucas 22:19, Revisión
60, itálicas añadidas), enfatiza el entendimiento hebraico de recordar. Recordar algo o
alguien, significa más que recolección. Significa traer de nuevo un evento de tal manera que
el evento vuelva a vivir en el presente, nuevo y fresco. Para Wesley este es el sentido de
recordar que debe caracterizar nuestra recepción de la Cena del Señor. ¡Debemos recordar
a Cristo, y nuestra experiencia en Él, de tal manera que cuando salgamos de la Mesa del
Señor sirvamos al Señor resucitado!
Siendo este el caso, Wesley puede hablar de una segunda dimensión de la Cena del
Señor, la presencia real de Cristo. En este punto muchos entran a una nueva fase de
comprensión de la teología sacramental de Wesley. La mayoría de los miembros de la
iglesia tiene una conciencia memorial, pero la conciencia real es otro asunto. Por lo cual,
es importante para nosotros saber qué quería decir Wesley. Recibimos ayuda al saber dos

41
Albert C. Outler, ed., John Wesley. Nueva York: Oxford University Press, 1964, 333.
42
George Osborn, comp., The Political Works of John and Charles Wesley. Londres:
Wesleyan-Methodist Conference Office, 1869, 3:186.

18
cosas que quería significar: Primero, no quiere decir transubstanciación. No cree que hay
un cambio material en los elementos mismos a través del cual llegan a ser la sangre y el
cuerpo de Cristo. Segundo, Wesley no quiere decir consubstanciación. Este punto de vista
sostiene que aunque el pan y el vino no cambian en su composición, sin embargo, Cristo
está presente en los elementos que se reciben. Esta posición es sostenida por aquellos que
no pueden subscribirse a la transubstanciación, pero quieren todavía mantener la presencia
de Cristo localizada en los elementos mismos.
Wesley prefiere la posición del anglicanismo de sus días, esto es, presencial real.
Esto simplemente significa que, por su propio escogimiento, el Cristo resucitado está
presente en verdad en dondequiera que se observa la Cena del Señor. Cristo no viene a
través del pan y de la copa; viene a través del Espíritu. Pero Cristo está realmente allí.
Siendo esto así, es fácil ver por qué Wesley ve la Cena del Señor como un medio de
gracia poderoso. Y a causa de que Wesley nunca limita la actividad de la gracia, ve la Cena
del Señor como comunicando gracia previniente, justificante, o santificante.43 Entiende que
el lugar primario de la Comunión es para aquellos que ya son cristianos, pero la experiencia
le enseña que algunos habían llegado a ser cristianos mediante la participación del
sacramento. Escribe, "vosotros sois testigos. Porque muchos ahora presentes saben que
el principio de vuestra conversión a Dios. . . vino por la Cena del Señor".44
Esto explica por qué los metodistas han practicado siempre la Comunión abierta.
La invitación de participar en el sacramento se hace a cualquiera que verdaderamente y con
diligencia se arrepiente del pecado,45 no para aquellos que son miembros de aquella o esta
iglesia particular. Albert Outler está en lo correcto cuando describe el punto de vista de
Wesley con estas palabras: "siempre es la gracia de Dios, la cual nunca está a la disposición
del hombre. Así que, no puede ser secuestrada por ninguna autoridad sacerdotal".46
Para que la actitud de Wesley sobre este punto no se confunda con indiferencia, debe
recordarse que pone mucho énfasis en la preparación para recibir la Cena del Señor. Esto
será discutido más tarde en el capítulo, pero es importante mencionarlo aquí. La actitud
de Wesley se basa en un entendimiento de lo abarcador de la gracia de Dios. La gracia se
ofrece en el sacramento y puede lograr cualquier cosa para el que la recibe.
La tercera dimensión de la Cena del Señor para Wesley es que sirve como una
promesa. Por promesa Wesley quiere decir una anticipación de la gloria futura de Dios que
espera a Cristo en el cielo. La presencia del sacramento en la iglesia es ahora una seguridad
para los cristianos de que el banquete celestial les espera después de la muerte. Con
respecto a esto mismo, Wesley ve nuestra recepción de los elementos como un contacto
tangible con la gran nube de testigos de los que nos han precedido. En pocas palabras, esta
dimensión de la comunión la hace una comida de celebración, al alabar a Dios por la
realidad de la vida eterna y la anticipación de nuestra entrada al cielo.

43
Jackson, Works 1:280.
44
Jackson, Works 1:279.
45
The Methodist Hymnal. Nashville: Methodist Publishing House, 1964, #830.
46
Outler, John Wesley, 33.

19
Con este triple punto de vista de la Cena del Señor frente a nosotros, difícilmente nos
sorprende que Wesley la haga una parte vital de su vida devocional. La verdadera
espiritualidad incluye elementos de contemplación, experiencia y esperanza. Cada una de
estas se logra a través de Cristo para nosotros y nuestra devoción a Él. Como un medio de
gracia, experimentamos la experiencia de Cristo, pidiéndole que nos encuentre en el área
de nuestras necesidades con su perdón, sanidad, poder, etcétera, y finalmente, como una
promesa, participamos como hijos de la promesa y la esperanza. Agarramos con nuestras
manos e introducimos en nuestros cuerpos la dimensión física de la promesa de Dios de
recibirnos.
La significación de todo en la espiritualidad wesleyana puede describirse al usar las
propias palabras de Wesley: "Por tanto, cualquiera que tiene algún deseo de agradar a Dios,
o algún amor por su propia alma, obedezca a Dios, y consulte el bien de su propia alma al
comulgar cada vez que puede".47 El movimiento metodista primitivo llega a ser un
testimonio vivo del interés de Wesley. Estaba prohibido que los servicios de predicación
metodista estuviesen en conflicto con los servicios sacramentales de la iglesia anglicana.
En muchas ocasiones Wesley mismo dirige a los metodistas al templo para recibir la Cena
del Señor. A la medida que los sacerdotes anglicanos principian a negar el sacramento a los
metodistas, Wesley usa sus propias prerrogativas como uno del clero anglicano para
inventar formas en que sus seguidores tuviesen el sacramento. Como último recurso,
inclusive permite que la Comunión se sirviese en las reuniones metodistas. En la
peregrinación cristiana no quería que a su gente le faltara alimento para el camino.
Mientras pensamos del lugar de la Cena del Señor en nuestra formación espiritual,
fácilmente somos movidos a la rededicación de participar en este acto central de adoración.
Wesley se regocijaría de esto y nos animaría a todos nosotros a una nueva apreciación del
sacramento. Al mismo tiempo, sabe que cualquier atención a la Comunión trae consigo
ciertas preguntas e intereses prácticos. Así fue en su día, y así es hoy. En la sección final
de este capítulo quiero hablar sobre un número de esos intereses. El no hacerlo nos robaría
de una medida plena de devoción a este aspecto de la vida espiritual.
En el tiempo de Wesley, y también en gran parte en el nuestro, ningún problema
perplejo más a la gente que "comer y beber de una manera indigna". El mal entendimiento
de esta frase ha causado que la gente se abstenga de recibir la Cena del Señor, no sea que
coman y beban condenación para sí mismos. Como consecuencia, la Cena del Señor no es
una parte íntegra de su formación espiritual. Es irónico, pero Wesley mismo trata
extensamente este asunto más que cualquier otro que examinaremos. Sus discernimientos
siguen siendo instructivos en gran parte.
Básicamente Wesley siente que reina la confusión a causa de una mala lectura de la
declaración de Pablo en 1 Corintios 11:27-29. En su tiempo, como ahora, la gente tendía a
leer el verso y asumir equivocadamente "no debo comer porque pudiera ser que soy
indigno". En otras palabras, ellos ponen el problema en su persona y carácter. Wesley
responde:
Aquí no encontramos ninguna palabra sobre ser indignos para
comer y para beber. De hecho, habla de comer y beber

47
Jackson, Works 7:148.

20
indignamente; pero esto es un asunto completamente
diferente; así nos ha dicho él mismo. En este mismo capítulo
se nos dice qué quiere decir comer y beber indignamente,
tomando el santo Sacramento en una forma ruda y
desordenada, pues uno tenía "hambre, y otro estaba tomado".
Pero ¿qué tiene que ver esto contigo? ¿Hay algún peligro en
que tú hagas esto - de comer y beber así de indignamente?48

Esto cambia radicalmente el significado del problema, pues lo coloca en la manera


de comulgar y no en el carácter del comulgante. Wesley señala que si nosotros nos
abstenemos de la Comunión a causa de un sentido de indignidad por a nuestra
pecaminosidad, entonces ¡todos deberían de abstenerse! Todos nosotros somos pecadores
salvados por gracia, y en realidad la Cena del Señor (como un medio de gracia) ¡está
diseñada para pecadores! No es una oferta para aquellos que piensan de sí mismos como
que estando sin pecado. Para Wesley el único problema al acercarse a la Mesa del Señor es
un corazón no arrepentido.49 La única persona que podría estar delante de Dios siempre
de una forma digna es nuestro Señor Jesucristo. Todos, antes y desde entonces, han sido
"indignos". Pero para estos es precisamente la invitación con el propósito de ¡qué la gracia
de Dios abunde!
Como si esto no fuera suficiente para persuadir a los que dudan, Wesley añade otra
dimensión. Recuerda a sus seguidores que la invitación a la Comunión está en la forma de
mandamiento: "haced esto en memoria de mí" (itálicas añadidas). Señala que cualquier
cristiano desea obedecer los mandamientos de Dios.50 A los ojos de Wesley, nosotros
estamos más cerca de contaminarnos al desobedecer voluntariamente un mandamiento de
Cristo que al correr el riesgo de tener un carácter indigno. El llamado a la Comunión es un
llamado a la obediencia, no un llamado a la perfección moral.
Una palabra personal en este punto está en su lugar. En mi ministerio he
descubierto que estos dos puntos de Wesley, seguido son suficientes para traer de nuevo a
las personas ausentes a la Cena del Señor. Necesitamos compartir estas ideas con aquellos
que pudieran haberse excluido equivocadamente de este medio de gracia importante. Si
como lector tú estas entre aquellos que hacen esto, te amonesto a que reflexiones sobre lo
que Wesley dice y te encuentres en la Mesa de la Comunión en la próxima oportunidad.
El segundo problema respecto a la Comunión está relacionado al primero. Es el
problema de la preparación. Si nosotros no tenemos que tener algún estado de justicia
particular, entonces, ¿qué tenemos que hacer? Wesley da una respuesta que es de gracia
y reto al mismo tiempo. El reto, como hemos visto, es venir a la Comunión con un corazón
arrepentido. Esto elimina cualquier idea de que Wesley aconsejaría un ritual que
sencillamente trae a la gente al altar sin ningún examen crítico. Deja abierta la posibilidad
de que no vayamos a la Comunión en ciertas ocasiones. Estas ocasiones no serían a causa

48
Jackson, Works 7:152.
49
Jackson, Works 7:154.
50
Jackson, Works 7:150.

21
de que nos sentimos pecaminosos, sino, al contrario, a causa de que no queremos
arrepentirnos de nuestro pecado. Si rehusamos responder a la gracia convincente de Dios
y escogemos continuar en un pecado conocido, entonces hacemos bien en abstenernos.
Pero, entonces, esas ocasiones (si somos cristianos) deben ser extremadamente raras.
Hablando prácticamente, esta preparación debe incluir auto-examinación y oración
y (cuando sea posible) un día o dos antes de la Comunión. Wesley seguido usaba sus
devociones vespertinas del Jueves para marcar el principio de su preparación para la
Comunión del Domingo. Pero Wesley sabe que esta clase de preparación no es siempre
posible; así que, escribe que esto no era "absolutamente necesario".51 En otro lugar muestra
"que no se requiere ser perfecto al tiempo de comulgar, sino tener un sentido de nuestro
estado, de nuestra pecaminosidad e impotencia absoluta".52 Como consecuencia,
encontramos que los servicios de Comunión de las tradiciones anglicanas y metodistas
permiten un tiempo en el Servicio para que los comulgantes cultiven esta clase de actitud.
En nuestros días, debemos encontrar maneras para preparar nuestros corazones para poder
venir a Dios abiertos y con humildad. Venir de esta forma asegura que recibiremos los
beneficios de la gracia de Dios.
El tercer problema práctico tiene que ver con la frecuencia de ofrecer y recibir el
Sacramento. La rúbrica para la Orden de Comunión en el Libro de Oración Común (1662)
declara que "en la catedral, en las iglesias de colegios, y el colegio donde hay muchos
sacerdotes y diáconos, todos deben recibir la Comunión con el sacerdote cada Domingo, a
lo menos".53 Como algunas de nuestras reglas hoy, esta regla en particular, fue muy
ignorada. El resultado fue que muchos sólo recibieron la Comunión dos veces al año,
algunos por trimestre y otros quizá una vez al mes.
Wesley es claro en su posición al escribir que "ningún hombre puede pretender
piedad cristiana si no la recibe (no una vez al mes sino) sino tantas veces como pueda".54
En un sermón que predica en 1778 y que reflexiona sobre los 50 años anteriores del
Metodismo, Wesley muestra que la Comunión era una parte establecida del servicio
dominical.55 Y llevándola un poco más adelante, es importante notar las instrucciones de
Wesley a la Iglesia Americana naciente; aconseja a los ancianos a "administrar la Cena del
Señor cada Día del Señor".56
De nuevo, aquí muchos de nosotros nos encontraremos reflexionando sobre las
palabras de Wesley. Aunque es cierto que no debemos (y no debiéramos) seguir
legalistamente cada detalle de los escritos de Wesley, tampoco debemos estar casualmente

51
Jackson, Works 7:149.
52
Jackson, Works 1:280.
53
Citado en Outler, John Wesley, 415.
54
Jackson, Works 7:156.
55
Jackson, Works 7:209.
56
Telford, Letters 7:239.

22
desinteresados cuando no le seguimos. Nuestras prácticas deben reflejar cuando menos el
espíritu de Wesley. Y tenemos que admitir que el fracaso de muchas iglesias de tener la
Comunión con frecuencia se basa sobre otros motivos que aquellos que aprobaría Wesley.
Debemos agradecer que los recursos contemporáneos, tales como Word and Table de Hoyt
Hickman, nos recuerden de la importancia del sacramento de la Cena del Señor. Y sin
importar la práctica específica, debemos esforzarnos en reflejar la significancia que la
Comunión tiene en nuestra tradición.
En algunos casos esto significaría una educación intencionada de la congregación,
sacando de las ideas que han sido compartidas en este capítulo. En otros casos pudiera
significar ponernos en contra de las opiniones prevalentes de tener la Comunión tan raro
como sea posible. Pudiera ser que las iglesias encuentren formas de ofrecer la Comunión
semanalmente a su gente, así reviviendo la oferta frecuente de este medio de gracia a
aquellos que la desean.
Es en esto, el contexto de un Sacramento ofrecido, que podemos levantar el problema
práctico final, esto es, ¿quién debe recibirlo? Por lo que ya se ha dicho, la pregunta se
responde en términos de algún supuesto requisito de obtenimiento espiritual. Sobre este
punto, escribo con el propósito de tratar con el asunto de la participación de los niños en
el Sacramento. Esta es una cuestión práctica que los padres tienen que enfrentar.
Para Wesley, el prerrequisito indispensable para recibir la Comunión es el Bautismo.
Como sacerdote anglicano, sostiene el requisito de la iglesia, que uno debe recibir la
comunión sólo después de la confirmación, normalmente entre las edades de 14 y 16 años.
Sin embargo, a causa de que Wesley tiene sus dudas personales sobre el valor de la
Confirmación, estuvo dispuesto a permitir algunas excepciones si los niños dan evidencia
de una madurez espiritual y desean el Sacramento. Su propio ejemplo es un caso. Su padre,
Samuel, sentía que Juan era especialmente sensitivo a lo espiritual a la edad de 9, y le
permite ser confirmado y recibir la Comunión a esa edad. Como consecuencia, hace la
sensitividad espiritual privada, y no la imposición de las manos de un obispo en la
Confirmación, la línea final para venir a la Mesa del Señor. Esto, sin embargo, no debe
oscurecer el hecho de que en la práctica Wesley sigue a la Iglesia en administrar la Cena del
Señor a aquellos que habían sido confirmados.57
Admitimos, esto nos deja con una opinión. Como padres podemos seguir a la iglesia
y posponer la primera Comunión de nuestros hijos hasta después de la Confirmación. Pero
si nuestros niños han sido bautizados, podemos seguir el camino menos viajado de la
sensitividad espiritual y permitirles recibir el Sacramento algo temprano. Si escogemos
permitir a nuestros hijos tomarla antes de la Confirmación, entonces, a lo menos debemos
instruírles sobre la significancia de lo que están haciendo y sentir si ellos tienen una
apreciación apropiada y reverencia por el evento.
Espero que este capítulo haya iluminado, habiendo considerado la importancia de
la Cena del Señor en la vida devocional. Como cristianos profesantes podemos acercarnos

57
Frank Baker, John Wesley and the Church of England. Nashville: Abingdon, 1970, 157.
El asunto de a quien permitir en la Cena del Señor es complicado por los puntos de vista de
Wesley respecto al valor dudoso de la Confirmación. Un mejor entendimiento sobre este
asunto particular es posible cuando se lee el trabajo de Baker, 236, 244, y 331.

23
con confianza al Sacramento, sabiendo que Cristo mismo mediará su gracia con relación a
nuestras necesidades y, sabiendo esto, pudiera ser que en realidad nos encontremos
grandemente bendecidos al recibir el Pan y el Vino en nosotros mismos.

PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN


1. ¿Qué aspecto de la naturaleza de la Cena del Señor es más significativo para ti?
2. ¿Has luchado alguna vez con el asunto de la indignidad de recibir la Comunión?
¿Conoces a alguien que ha luchado? ¿En qué manera son útiles los comentarios de Wesley?
3. Discuta el lugar y la significación de la Comunión en su vida en el pasado. ¿Qué nuevos
discernimientos o motivaciones te ha provisto este capítulo para hacerla más significativa
en el futuro?

24
CAPITULO 5
HAMBRE DE JUSTICIA
En la historia de la espiritualidad cristiana, el tema de la auto-negación es de mayor
importancia. Los santos de todas las épocas han reconocido que la vida espiritual no sólo
está interesada con lo que recibimos, sino, además, con lo que abandonamos. Es este ritmo
de dar y recibir que trae el balance a nuestra fe.
En la tradición wesleyana, particularmente en términos de los medios de gracia, el
elemento de la auto-negación es más visible en la disciplina del ayuno. Es significante que
Wesley lo incluye entre los cinco medios de gracia instituídos. Estaba persuadido de que
el ayuno está "plenamente establecido en la Iglesia de Dios" y fue practicado por Cristo
mismo (Mt. 6:16).58 Esto es suficiente para garantizar su uso presente.
El que Wesley aboga por el ayuno no es sin el conocimiento de que había sido
abusado a través de los siglos, expresándose seguido en prácticas bizarras. Escribe, "de
todos los medios de gracia apenas hay algún otro que los hombres ha ido a más grandes
extremos, que aquel del. . . ayuno religioso".59 Su propia vida, en particular durante los
períodos del Club Santo y de Georgia, presenta un caso. Pero aun con los extremos, Wesley
cree que la práctica del ayuno es una ayuda definitiva en el crecimiento espiritual.
Al acercarnos al asunto, sería de mucha ayuda si examinamos algunos aspectos
principales de la Teología Wesleyana del ayuno. De allí podemos movernos a examinar las
prácticas de Wesley y aquellas del Metodismo primitivo. Basados en esto, estaremos en
posición de formular nuestro uso de la disciplina para la formación espiritual.
El tratamiento más sistemático de Wesley sobre el ayuno está en su séptimo discurso
sobre el Sermón de la Montaña. Este sermón se incluye en los Sermones Standard, lo que
da mayor significancia doctrinal a lo que se dice allí. Estamos en terreno seguro si
simplemente intentamos entender las ideas que Wesley presenta en este mensaje.
Reconoce la definición fundamental para el ayuno en la Biblia: abstenerse de
alimento. Conoce, además, que la Biblia contiene ejemplos de prácticas adicionales que
acompañan al ayuno, pero no tienen conexión necesaria con él. A estos Wesley llama
"circunstancias indiferentes".60 Su interés principal es abogar por el ayuno como una
disciplina que está sola y sin trampas adicionales.
Wesley está consciente que los tiempos para ayunar varían ampliamente en la
Escritura, yendo hasta 40 días y 40 noches. Pero cree que la práctica más común es de un
día, de la mañana hasta la tarde. No sólo encuentra pruebas escriturales para esto, sino
que, además, encuentra evidencia de que esta es la forma común de la iglesia primitiva.
Wesley sabe ampliamente que el miércoles y el viernes fueron reservados para el ayuno por

58
Wesley, Notes Upon the New Testament, 39.
59
Jackson, Works 5:345.
60
Jackson, Works 5:346.

25
los cristianos primitivos, a los cuales añaden otros días de ayuno a través del año.61
Bíblicamente Wesley reconoce varios tipos de ayuno. El más común es no comer
ningún alimento durante el ayuno prescrito. Es importante notar que Wesley permite el
uso de algún líquido durante el período, aunque sabe que habrá tiempos cuando una
persona no come ni bebe nada. El segundo tipo es abstinencia, que siente puede usarse
cuando uno no puede ayunar por completo. Una persona enferma puede escoger esta
forma. Es interesante que Wesley no pudo encontrar un ejemplo de esta clase de ayuno en
la Biblia, pero escribe, "ni puedo condenarlo, porque la Escritura no lo hace. Puede tener
un uso y recibir una bendición de Dios".62 El tercer tipo es abstinencia de alimentos
agradables. Esta clase de ayuno se usa en las Escrituras por aquellos que no quieren
contaminarse con cosas lujosas.
Un principio importante surge en este punto. Wesley quiebra conscientemente con
una parte de la tradición cristiana que enfatiza el lado de la mortificación corporal en el
ayuno. Resueltamente está en contra de cualquier uso del ayuno que busca probar la
espiritualidad a través de los extremos del ascetismo físico. Escribe, "sí, el cuerpo en
ocasiones puede afligirse demasiado, de tal manera que no sirva para las horas de nuestro
llamamiento. También debemos protegernos diligentemente en contra de esto, porque
debemos preservar nuestra salud como un buen don de Dios".63
En resumen de todo esto, cuando nos acercamos al ayuno sanamente y con la
perspectiva bíblica, puede ser una disciplina benéfica. Puede usarse por aquellos que están
bajo convicción, por aquellos que están conscientes de intemperancia en el alimento y la
tomada, y por aquellos que quieren encontrar tiempos adicionales y especiales para la
oración.64 En realidad, es la conexión entre la oración y el ayuno la que Wesley quiere
enfatizar más en la vida devocional. Esto es así porque los creyentes pueden dedicarse a
días regulares de ayuno y no esperar que una crisis espiritual les lleve al ayuno.
En la práctica de cualquier disciplina espiritual recibimos ayuda del ejemplo de otros,
aunque no tenemos por qué sentirnos obligados a seguirles en cada detalle. En la práctica
del ayuno, el ejemplo de Wesley es de ayuda al proveer un acercamiento balanceado. En
la mayor parte sigue la costumbre de la Iglesia Anglicana que anima a ayunar en viernes,
durante los 40 días de la Cuaresma, los 4 días de Ceniza, y los 3 días de Ruego.65 Entre 1725
y 1738, cuando Wesley estaba conscientemente fijando sus prácticas a la luz de la Iglesia
primitiva, observaba el miércoles y el viernes como días de ayuno. Después de 1738, sin
embargo, parece haber regresado a la observación semanal del viernes. En pocas palabras,
Wesley es un buen clérigo y exhorta a los metodistas primitivos a hacer lo mismo.

61
Jackson, Works 5:346-47.
62
Jackson, Works 5:346.
63
Jackson, Works 5:359.
64
Jackson, Works 5:348-51.
65
Frank Baker, ed., The Works of John Wesley. Nueva York: Oxford University Press,
1975, 11:79. El editor de la unidad del volumen 11 es Gerald R. Cragg.

26
Usando el viernes como un ejemplo, podemos reconstruir los aspectos principales
del período de ayuno de Wesley. Principiaba su ayuno después de la comida de la tarde el
jueves. Normalmente no comía sino hasta el viernes en la tarde, cuando quebraba su ayuno
con un té. Pero, como hemos visto, Wesley podía tomar algunos líquidos durante el ayuno
(agua, té, o consomé) si sentía que era necesario para su salud. El asunto principal era que
el tiempo se dedicara especialmente a la oración. El propósito total era que:

Sea hecho para el Señor con un ojo sencillo fijado en Él. Que
nuestra intención sea esta, y esta sola, glorificar a nuestro
Padre que está en el cielo; expresar nuestra tristeza y vergüenza
por nuestras muchas transgresiones de su ley santa; para
esperar por un aumento de gracia purificadora, trayendo
nuestros afectos a las cosas de arriba; para añadir seriedad e
intensidad a nuestras oraciones; para evitar la ira de Dios y
obtener todas las grandes y preciosas promesas que Él nos ha
hecho, Jesucristo.66

Usando el principio de que, lo que aprendía enseñaba, Wesley anima a los metodistas
primitivos a incluir el ayuno en su formación espiritual. En las Reglas Generales de 1743,
Wesley anima a las Sociedades Unidas a practicar el ayuno como un ejemplo de "obedecer
todas las ordenanzas de Dios".67 En las Reglas Generales Wesley no pone exhortaciones
específicas respecto al tiempo, frecuencia o duración del ayuno. Pero muy temprano en el
movimiento, el viernes llega a ser el día del ayuno metodista.
En 1744, cuando Wesley tiene la Primera Conferencia Anual, se dirige al tema del
ayuno. Escribe, "[Dios] les dirigió a esto, cuando principiaron. ¿Qué tan seguido ayunáis
ahora? ¿Cada viernes? ¿En que grado? Me propongo comer sólo vegetales el viernes, y
comer sólo pan tostado y agua en las mañanas".68 En este tiempo de su vida podemos ver
que Wesley está practicando más la abstinencia que el ayuno total y recomendando lo
mismo a sus predicadores en la Conferencia. El evitar el ascetismo riguroso, y la primacía
de la oración y devoción, continúan caracterizando el espíritu del ayuno metodista.
En 1768, Wesley envía una directiva a las Sociedades fijando días de ayuno
trimestrales en Septiembre, Enero, Abril y Julio. Además, la Conferencia Anual revisa más
sobre la práctica del ayuno del viernes. Es interesante que el asunto del ayuno lleva a una
discusión de la perfección cristiana, mostrando que en la búsqueda de la santidad, el asunto

66
Jackson, Works 5:357-58.
67
John Wesley, The Nature, Design, and General Rules of the United Societies in London,
Bristol, Kingswood and Newcastle upon Tyne, & c. Newcastle-Upon-Tyne: Impreso por
John Gooding, sobre el Lado, 1743, 8. Véase Jackson, Works 8:271.
68
"Conference Minutes of 1744", Publications of the Wesley Historical Society, No. 1.
Londres: C. H. Kelly, 1896, 17.

27
de la auto-negación es significativo.69 Wesley también continúa viendo el ayuno como un
acto al cual Dios escoge seguido bendecir con avivamiento entre la gente.70
Cuando investigamos los sentimientos de los metodistas primitivos respecto al
ayuno, la actitud de Hanna Ball es típica. Escribe que el día de ayuno semanal es "un día
de ayuno para mi cuerpo, pero un día de fiesta para mi alma". En el mismo record sigue
hablando de esto como un tiempo de "libertad del espíritu y comunión extraordinaria con
Dios".71
Al cerrar nuestro examen del ayuno metodista primitivo, será de ayuda resumir los
elementos claves que lo hacen significante. Primero, y sobre todo, es un acto que glorifica
a Dios al proveer tiempo adicional para la oración. En la vida espiritual, es un acto tangible
que verifica la verdad de la prioridad del espíritu sobre la carne. En este sentido, Wesley
no se opone al ayuno como una protesta a las prácticas auto-indulgentes de otros en la
sociedad, pero nunca como una actitud de yo-soy-más-santo-que-tú. El ayuno es para que
todos lo vean como un acto de reverencia a Dios y prueba que la vida puede vivirse en
temperancia, manteniendo las dimensiones espirituales y materiales en balance.
Bien pudiera preguntarse en nuestros días si los mismos asuntos no garantizan la
práctica continua del ayuno. Debemos ver algún acto de adoración que lleve a una más
grande glorificación de Dios. En una sociedad que seguido señala valor en términos de
consumo, el ejemplo de la auto-negación es digno de notar. El ayuno es un medio legítimo
de demostrar lo superior de los intereses espirituales. Para la iglesia, pudiera ser ahora,
como entonces, que Dios bendijera el ayuno comunitario con avivamiento y renovamiento.
La tradición wesleyana nos sirve bien en restaurar el ayuno a un lugar de
significación en la vida espiritual, al mismo tiempo que evitamos prácticas innecesarias y
excesivas. Una espiritualidad madura hace bien en buscar aquellas ocasiones cuando
hacemos a un lado la atención del cuerpo para poner más atención a Dios.

PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN


1. ¿Qué nuevos discernimientos obtuvo de este capítulo? ¿Cómo planea implementarlos en
su continua formación espiritual?
2. Compare sus propios motivos para ayunar con aquellos de Wesley en su propósito
declarado. ¿Qué enmiendas necesitan hacerse? ¿Por qué? ¿Qué razones has escuchado que
otros dan para ayunar que necesitan cambiarse a la luz de este capítulo?
3. ¿Qué ideas tiene para restaurar el ayuno en toda la iglesia? ¿Tiene algún lugar el ayuno
comunitario en el Cuerpo de Cristo en la actualidad?

69
Leslie Frederic Church, More About the Early Methodist People. Londres: Epworth,
1949, 278.
70
Telford, Letters 5:112.
71
John Parker, ed., Memoirs of Miss Hanna Ball of High Wycombe. Londres: Mason,
1839, 39-40.

28
CAPITULO 6
VIDA EN COMUNIDAD
Nadie puede desarrollar una espiritualidad madura solo. Ser un cristiano es ser
llamado a la comunidad. Es llegar a ser una parte funcional del cuerpo de Cristo. Este
hecho ya ha sido visto en los capítulos anteriores siendo que cada uno de los medios de
gracia ha tenido expresiones comunitarias. Pero para Wesley, le era importante hacer la
dimensión comunitaria de la vida espiritual tangible para los metodistas primitivos. Él usa
los medios de la conferencia cristiana para lograrlo.
El término no es ya familiar, pero Wesley lo usa para describir todas las experiencias
de grupo que son provistas a través de las Sociedades Unidas. Nuestro más cercano
paralelo actualmente sería las varias formas de ministerios de pequeños grupos que existen
dentro y fuera de la iglesia institucional. Wesley fue capaz de ver esta dimensión como un
medio de gracia a causa de que veía el principio ejemplificado en el llamamiento a estar
juntos de los discípulos por Jesús y el énfasis sobre la asamblea en el Nuevo Testamento,
la koinonía, etc.
A través de la variedad de ministerios grupales ofrecidos por las Sociedades Unidas,
Wesley ve ciertos elementos claves mediados: nutrimiento, estudio, ánimo, mayordomía,
testimonio, y servicio. Todos éstos necesitan estar presentes en la vida de cualquier
creyente, y son mejor mediados a través de la experiencia de grupo. En este capítulo
queremos examinar las varias expresiones de la conferencia cristiana, usándolas como base
para la implementación de estos medios en la formación espiritual actual.
La unidad más grande de compañerismo era la sociedad. En lugares como Bristol
y Londres, la membresía corría en los cienes. Pero en muchos lugares sólo numeraban
menos que cien. Entre 1739 y 1743 estas sociedades operan más o menos
independientemente, aunque la supervisión personal de Wesley asegura la consistencia en
los varios grupos. Para 1743 es obvio que algún sistema se necesita para coordinar las
actividades de las sociedades. Así que Wesley escribe el documento conocido como Las
Reglas Generales de las Sociedades Unidas.
La membresía se abre para cualquier persona que quiera huir de la ira venidera. La
sociedad se reúne semanalmente siendo los principales componentes de la vida comunitaria
la oración, la exhortación, y el cuidado mutuo. La meta final es ayudarse unos a otros para
obrar su propia salvación.72 Pero es importante ver que esta espiritualidad no es aislada,
porque junto con ello hay una dedicación a la mayordomía y el ministerio, también
claramente deletreadas en las Reglas Generales.73
Los motivos de Wesley para establecer la estructura de la sociedad han sido
interpretados de forma variada. La dominante parece ser la conciencia de que el
nutrimiento inmediato es necesario para aquellos que han sido ganados por la predicación.
Yendo más lejos, Wesley también hace claro que la predicación sola no puede producir la

72
Wesley, General Rules, 1. Vea Jackson, Works 8:267.
73
Wesley, General Rules, 5-8, y Jackson, Works 8:270-71. Estos elementos de misión y
ministerio serán discutidos en el próximo capítulo.

29
madurez espiritual. En el primer año de las Sociedades Unidas (1743) escribe, "Me
determino, por la gracia de Dios, a no tirar un golpe en aquel lugar en donde no puedo
seguir el golpe".74 Veinte años después visita un área en donde las reuniones de la sociedad
están en declive y escribe después,
Estaba más convencido que nunca, que la predicación como un
apóstol, sin reunir a aquellos que han sido despertados, y
entrenarlos en los caminos de Dios, es sólo engendrar hijos
para el asesino. ¡Cuánta predicación ha habido en estos veinte
años en todo Pembrokeshire! Pero no hay sociedades
regulares, no hay disciplina, no hay orden o conexión; y la
consecuencia es, que nueve de diez de aquellos que una vez
fueron despertados ahora duermen más pronto que nunca.75

Relacionado al nutrimiento está el motivo de renovamiento. Wesley fue influenciado


en Oxford en los 1730 por una obra que primero fue publicada en 1680, The Country
Parson's Advice to His Parishioners (El Consejo de un Pastor Aldeano a sus Feligreses). En
él el autor declara,

Si los buenos hombres de la Iglesia se unirán en las varias


partes del reino, disponiéndose a sí mismos en sociedades
amistosas, y uniéndose a cada uno. . . en todos los caminos
cristianos buenos, sería el medio más efectivo para restaurar
nuestro cristianismo decadente a su vida y vigor primitivo.76

Para 1743, un número de estas sociedades religiosas había sido formado.77 El uso de esta
forma de experiencia de grupo por Wesley muestra una similitud de espíritu con aquellos
anteriores a él por la renovación de la iglesia.
Dios confirma el escogimiento de Wesley de la estructura de la sociedad como la base
para el movimiento metodista primitivo. Para 1768, el Metodismo tiene 40 circuitos y
27,341 miembros. Diez años después había crecido a 60 circuitos y 40,089 miembros. Otra
década después tiene 99 circuitos y 66,375 miembros. Para 1798, el Metodismo tiene 149
circuitos con 101,712 miembros.78
Wesley sería el primero en admitir que la efectividad de las Sociedades Unidas

74
Jackson, Works 1:416.
75
Jackson, Works 3:144.
76
Samuel Emerick, ed., Spiritual Renewal for Methodism. Nashville: Methodist
Evangelistic Materials, 1958, 12.
77
Uno de los mejores recursos para estudiar este desarrollo es John S. Simon, John
Wesley and the Religious Societies. Londres: Epworth, 1921.
78
Howard Snyder, The Radical Wesley. Downers Grove, Ill.: InterVarsity, 1980, 54.

30
consiste en más que la reunión en masa semanalmente de la sociedad. Él sabe por precepto
y ejemplo que la formación espiritual requiere compañerismo en pequeño y más íntimo que
aquel. Así que, el segundo nivel de la vida de grupo se expresa en las reuniones de clases.
En la realidad, el concepto de reuniones de clases se desarrolla más lentamente. De
1739 a 1742, el movimiento que surge del Metodismo se expresa primero a través de la
sociedad y la banda (que se discutirá más adelante). En 1742 Wesley ve la necesidad de una
estructura intermedia. Esta es necesaria para proveer la continua nutrición personal,
mientras que crecen en tamaño las sociedades. Esto es especialmente importante para
aquellos que están en búsqueda en la sociedad, pero que no eran elegibles para la
membresía en las bandas. También es necesario para proveer accesibilidad geográfica al
compañerismo. Para 1746, esta dimensión de la vida de grupo ha llegado a ser una parte
establecida del sistema metodista.79
La reunión de clase se acerca mucho como un paralelo al movimiento
contemporáneo de pequeños grupos, como un aspecto de la conferencia cristiana. Cada
grupo numeraba aproximadamente una docena, que se reunían en una casa. Los líderes,
generalmente, eran laicos, pero también se sabe que algunas mujeres laicas están
encargadas de grupos. Los líderes de las clases en realidad eran sub-pastores en el sistema
metodista, y algunos de los líderes más prominentes viajan en el área, teniendo contacto
con todas las clases.
Al inicio del movimiento de las clases, las reuniones tendían a ser más formales en
naturaleza, con el líder estando enfrente del grupo, y haciendo preguntas de la condición
espiritual de cada miembro. Sin embargo, el estilo se relaja más y más hasta que prevalece
una atmósfera familiar. Leslie Church describe una reunión típica con estas palabras:
Los problemas son sometidos y luego resueltos, las
experiencias espirituales se comparten, y los miembros se
regocijan con la seguridad consciente de la presencia de Dios.
Las reuniones principian y terminan con un himno y una
oración, y hay sencillez e intimidad respecto al acto de
adoración que cualquier formalidad hubiera destruido.80

Además del compañerismo, las reuniones de las clases también proveen la base para
la mayordomía y misión metodista primitiva. "Un penique a la semana y un chelín al
trimestre" llega a ser la regla.81 A través de las Sociedades Unidas, esto se suma a una
cantidad considerable, y los dineros se usan primariamente para ayudar a los pobres y
también para sostener a los predicadores metodistas ambulantes.82 Es también probable

79
Emerick, Spiritual Renewal, 17-18.
80
Church, Early Methodist People, 236.
81
Snyder, Radical Wesley, 55.
82
Abel Stevens, The History of the Religious Movement of the Eighteenth Century, Called
Methodism, Considered in its Different Denominational Forms, and its Relations to British
and American Protestantism. Nueva York: Carlton and Porter, 1858-1861, 2:454.

31
que esta dimensión misionera ayude a que las clases no fuesen sociedades introversas en
admiración espiritual de sí mismas. Su vida continua es una expresión de las palabras de
Jesús, "a quien mucho es dado, mucho es requerido".
El elemento de disciplina es otro aspecto digno de notar en las reuniones de las
clases. A cada miembro se le entrega un boleto de clase que lleva el nombre de la persona,
la fecha, y la firma de Wesley o de alguno de sus predicadores. El boleto es bueno para un
trimestre, y a los miembros infieles no se les renueva sus boletos para el próximo trimestre.
Más allá de los boletos, Wesley ejercita disciplina a través de visitas periódicas. En éstas
examina, regula, y aun purga a las clases.83
A la luz de las medidas actuales estas prácticas parecen duras, pero sería un error leer
en ello algún espíritu de desamor o legalismo en las prácticas de Wesley. Era amado por
su gente demasiado para eso, y ellos parece que entienden bien lo que está haciendo. Está
convencido que no puede haber madurez espiritual sin disciplina. Y, además, las clases son
asociaciones voluntarias. A nadie se le hace asistir. Wesley espera que los miembros
obedezcan las reglas, no porque son forzados a ello, sino porque ellos escogen hacerlo. Esto
explica por qué Wesley puede purgar las clases si es necesario. Nunca expulsó a nadie. Los
miembros se ponían afuera si fallaban en observar las medidas que ellos habían aceptado
previamente. Y siempre debemos recordar que se admitía de nuevo a cualquiera que estaba
dispuesto a volver a asumir las reglas del grupo.
El resultado de todo esto es que las reuniones de las clases llegan a ser el corazón del
movimiento metodista. Durante los siglos dieciocho y diecinueve fue el principal medio de
compañerismo en el Metodismo británico.84 Y es interesante, pero parece ser que fue en las
clases en donde un número más grande de conversiones sucedió.85
Aunque la estructura de más tiempo del Metodismo se encuentra en la sociedad y las
reuniones de las clases, es importante mencionar las bandas. Wesley presta la idea de los
moravos, aunque puede trazarse a un tiempo mucho más temprano que aquellos.86 Wesley
utiliza la estructura de la banda en las primeras sociedades, pero para el tiempo de su
muerte en 1792, muchas bandas ya no funcionan y las reuniones de las clases dominan.
Debe darse atención a las bandas a causa del principio que subyace y lo origina. Este
es que la madurez espiritual se alimenta cuando personas del mismo sexo se reúnen en un
grupo más pequeño y confidencial. Así las bandas se organizan para hombres y otras para
mujeres. El tamaño promedio es entre cinco y ocho, y nunca más grande que diez.
Las reglas para las bandas se hacen por Wesley en 1738, cinco años antes de que las
Reglas Generales de las Sociedades Unidas se hicieran. Un examen de estas reglas indica
que el propósito de las reuniones semanales de las bandas es el testimonio y la examinación
mutua. Después de una oración y un himno, una persona principia el proceso de expresar

83
Snyder, Radical Wesley, 57.
84
Emerick, Spiritual Renewal, 18.
85
Emerick, Spiritual Renewal, 25.
86
Martin Schmidt, John Wesley: A Theological Biography. Nashville: Abingdon, 1963,
1:267.

32
el estado de su propia alma. Entonces el resto, por orden, de igual manera habla
concerniente a su estado. Se da atención particular a vencer las fallas personales y alcanzar
un sentido de perdón y paz con Dios.87 Es un grupo de sostén en el mejor sentido de la
palabra. Se invita a la vulnerabilidad personal en casos específicos. Pero el riesgo que se
toma trae una ola de ánimo, consejo, y oración mutua.
A causa de la naturaleza intensa de la experiencia de la banda, este es el único nivel
de la vida del grupo metodista en donde los miembros tienen que ser cristianos profesantes.
No es difícil entender sicológica y teológicamente. Wesley sabe que el compartir íntimo y
riesgoso se puede hacer sólo cuando uno ha establecido el asunto fundamental de ser
aceptados por Dios. Para uno que está fuera del campamento, o relacionado marginalmente
al movimiento, la experiencia puede ser demasiada amenaza. Además, las reuniones de las
bandas son también voluntarias, y las estadísticas indican que sólo un veinte por ciento de
los metodistas tomaron ventaja de esta manera de formación espiritual.88
Las sociedades, clases y bandas forman las expresiones mayores de la vida del grupo
metodista y sirven como un mayor medio de gracia en cultivar la madurez espiritual. Pero
esto no acaba con el sistema. Sociedades selectas (en ocasiones llamadas bandas selectas)
existieron para aquellos que parecen hacer un progreso especial en la santidad interna y
externa. Existían grupos de penitentes para aquellos que habían retrocedido, pero que
ahora estaban listos para renovar su consagración. Y más allá de estas reuniones regulares,
las fiestas de amor, las veladas, y los servicios de pacto, les proveía oportunidades menos
frecuentes para la vida y el crecimiento comunitario.
Antes de concluir, debemos recordar que todo lo que ha sido descrito es en adición
a los servicios regulares de la iglesia. El metodismo primitivo era, a través de la vida de
Wesley, un movimiento de renovación dentro de la Iglesia de Inglaterra. Para no fallar,
muchos líderes anglicanos nunca respaldaron a los metodistas. Y el tema de la propia
relación de Wesley a la iglesia establecida es un asunto complejo y más allá de nuestra
habilidad en tratarla aquí. Pero tiene que establecerse el punto de que el metodismo
primitivo no era una iglesia sustituta para gente descontenta. Para ser más precisos, fue
una iglesia dentro de la iglesia, que ofrece niveles de espiritualidad que no se ven duplicados
en la denominación. Y además del envolvimiento en el movimiento metodista, Wesley
esperaba plenamente que sus seguidores fuesen miembros fieles en sus iglesias particulares.
En nuestro tiempo existe una necesidad de recobrar la experiencia de la conferencia
cristiana dentro de la iglesia. Estoy de acuerdo con aquellos que creen que el Metodismo
perdió su corazón cuando estas dimensiones fueron abandonadas. Además, creo que
veríamos un resurgimiento de vitalidad si pudiéramos recobrar la dinámica de los
ministerios relacionales. La gente tiene hambre, ahora como entonces, de oportunidades
para personalizar su experiencia cristiana.
Esto no significa que tenemos que regresar a los modelos del siglo dieciocho, pero
sí significa una recuperación de los principios que dieron origen a las expresiones

87
Jackson, Works 8:272-73.
88
"Note by Mr. George Stampe," Proceedings of the Wesleyan Historical Society, V. No.
2 (1905), 33-44.

33
específicas de la conferencia cristiana. Entre ellos, el principio de la asociación voluntaria
siempre tiene mantenerse en mente. A causa de que estamos estableciendo una iglesia, y
no un movimiento, tenemos que respetar el derecho de las personas que no acepten estas
oportunidades especiales para la interacción en grupo. El hecho de que Wesley hace esto
con respecto a las bandas, es un ejemplo histórico sabio que no debemos ignorar. Sin
embargo, podemos confiar que suficientes personas estarías interesados en tener
ministerios de grupo, que serían vitales a nuestras iglesias.
Relacionado con esto, está el principio de la variedad. El tamaño del grupo, quiénes
lo constituyen, y el propósito puede ser diferente. Quizás pudiéramos admitir a personas
que buscan, tal y como Wesley lo hizo, dentro de la estructura del grupo. E inclusive, aun
cuando hay similitud de formato (v. gr., grupos de compartir en un hogar), podemos
permitir una variedad en las reuniones de un lugar a otro.
Un tercer principio ilumina la unión de la dinámica de grupo con los intereses de
ministerio. Al tiempo que se forman los grupos dentro de la iglesia, deben retarse a ver más
allá de sí mismos con proyectos de servicio. Este puede ser algún interés local o una visión
mundial, pero es un elemento de ministerio en los grupos que previene el elitismo y un
espíritu introvertido.
Cuarto, necesitamos recuperar el potencial del ministerio laico. En cada
congregación existen aquellos hombres y mujeres maduros y deseosos que pueden
establecer ministerios de grupo, vitales a la congregación. Pero como Wesley, no debemos
abandonarlos. El entrenar y vigilar continuamente al grupo líder, es una responsabilidad
y privilegio pastoral. Y, al final de cuentas, significa una extensión de ministerio (más allá
del clero ordenado), como resultara para Wesley.
Si escogemos esta clase de estructura de la vida del Cuerpo en la iglesia, tenemos que
insistir en la disciplina. Si la presuposición de los ministerios de grupo contemporáneos es
voluntarismo, entonces, aquellos que deseen tal compañerismo tienen que estar dispuestos
a consagrarse a aquellas disciplinas que darán la madurez cristiana. A lo menos significa
una atención a las disciplinas clásicas probadas por el tiempo en la iglesia.89 También puede
significar la implementación de las disciplinas legítimas que cada iglesia puede adoptar.
Pero sin importar la forma que tome, tenemos que regresar a la convicción que sin
disciplina la iglesia no podrá jamás alcanzar la madurez y el poder que Dios intenta que
tengamos.
Finalmente, estructuremos los ministerios de grupos teniendo en mente la fidelidad
a la iglesia más grande. Podemos regocijarnos cuando nuestra gente encuentre experiencias
más allá de las expresiones institucionales tradicionales de la adoración comunitaria, la
Escuela Dominical, ministerios de relaciones, etc. Pero tenemos que rehusar el permitir a
los miembros que sustituyan el grupo pequeño por el Cuerpo de Cristo más grande. Todo
lo contrario, tenemos que traer la vitalidad del grupo a la corriente de la vida institucional.
De esta forma, la energía del grupo puede encontrar expresiones más grandes en la iglesia,
y la iglesia más grande será enriquecida y renovada por la vida espiritual que viene a ella del

89
Richard J. Foster, Celebration of Discipline. Nueva York: Harper and Row, 1978,
contiene una de las mejores y más ampliamente leídas discusiones de las disciplinas
espirituales que cualquier otra obra contemporánea.

34
grupo. Si somos verdaderamente wesleyanos, la cooperación -- no la competencia --
caracterizará la relación entre la iglesia y los grupos dentro de ella. Y cuando esto se
entiende y se practica, la conferencia cristiana de nuevo puede ser descubierta como un
medio de gracia indispensable.

PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN


1. ¿Cuál de las formas de la conferencia cristiana de Wesley apela más a tu vida? ¿Por qué?
2. ¿Qué formas de vida de grupo existen en tu iglesia? ¿Encuentras algún principio
wesleyano que lo justifique? ¿Sientes que hay áreas en donde existe una necesidad para
tales principios?
3. Si tu iglesia no tiene un ministerio de grupos, discuta cómo pudiera principiarse uno.
Desarrolle una estrategia que usted pueda compartir con su pastor o cuerpo administrativo.

35
CAPITULO 7
HACIA EL MUNDO
Aunque los medios de gracia instituídos se consideran importantes y esenciales por
Wesley y los metodistas primitivos, es posible que no hubiese habido un movimiento
mundial con el uso de esos medios únicamente. Es cierto, se ha demostrado que cada uno
de los medios particulares de gracia tiene una dimensión comunitaria. Eso es bueno. Pero
no es suficiente para explicar el impacto del metodismo primitivo sobre la sociedad inglesa.
Y, aun más, no fue suficiente para convertirles en una fuerza espiritual que no fue retenida
por las costas de Inglaterra. Se necesitaba algo más para que tal cosa sucediera. Y en la
espiritualidad wesleyana, ese algo es su interés en los medios prudenciales de gracia.
Este término al principio no parecerá familiar como el término medios instituídos
de gracia lo fue en los capítulos anteriores. Básicamente, Wesley quiere decir que Dios
había dado medios adicionales de gracia a la iglesia, a través de los cuales se cumplen las
dimensiones sociales y relacionales del evangelio. Los cristianos prudentes pondrán
atención a éstos al igual que a los medios instituídos. Wesley escribe,

Generalmente se supone que los medios de gracia y las


ordenanzas de Dios son términos equivalentes. Seguido
queremos decir con esa expresión aquellos que generalmente
se llaman obras de piedad; esto es, escuchar y leer las
Escrituras, recibir la Cena del Señor, la oración pública y
privada, y el ayuno. Y es cierto que estos son los canales
ordinarios que traen la gracia de Dios a las almas de los
hombres. Pero, ¿son los únicos medios de gracia? ¿No existen
otros medios que estos, en donde Dios se agrada, con
frecuencia, sí, de ordinario, dar su gracia a aquellos ya sea por
amor o por temor a Él? Claro que son obras de misericordia y
al mismo tiempo son obras de piedad, pero en realidad son
medios de gracia.90

Es esta unión de piedad con la misericordia que le da a la espiritualidad wesleyana


su vida y ministerio. Salva a las Sociedades Unidas de llegar a ser introversas y
autosuficientes. Wesley hace al mundo su parroquia y quiere que sus seguidores hagan lo
mismo. Como consecuencia, los intérpretes de Wesley, cerca de dos siglos después, han
visto su ética social como una extensión de su ética individual.91 O, poniéndolo de otra
forma, aquí vemos la síntesis wesleyana --su habilidad de tomar dos ideas que parecen
opuestas en la superficie, y las pone juntas para formar una unidad más grande que la que
existía cuando se mantenían separadas.

90
Jackson, Works 7:117.
91
Robert W. Burtner & Robert E. Chiles, John Wesley's Theology: A Collection from his
Works. Nashville: Abingdon, 1982, 223.

36
Esto es lo que pasa exactamente en la espiritualidad metodista primitiva. Su
matrimonio de la piedad y la misericordia forja un instrumento más efectivo en la mano de
Dios que lo que pudiera ser alguna vez si se optara formar una espiritualidad a la exclusión
de la otra. La misma cosa es cierta para nuestros tiempos. La santidad del corazón y la vida
permanecen las cimas de la espiritualidad vital. Así que es importante que reconozcamos
los medios prudenciales de gracia.
Wesley los expone en tres principios básicos: no hacer daño, hacer el bien, y asistir
a todas las ordenanzas de Dios.92 Pero es sabio lo suficiente como para saber que los
principios generales solos no se siguen como para definir o motivar la ética. Así que Wesley
va más allá en las Reglas Generales y hace listas de ejemplos bajo cada categoría. Algunos
asuntos en sus listas están cultural e históricamente condicionadas como es de esperarse.
Si estuviese haciendo una lista similar hoy, sin dudas que cambiaría.
Pero olvidar los principios básicos sólo porque las listas nos parecen fuera de moda,
es perder por completo el punto de Wesley. Lo que él está tratando de demostrar es que la
santidad social (tal como la ética comunitaria y los actos de misericordia) tiene que y puede
expresarse en formas específicas. Para nuestros propósitos esto significa que la verdadera
espiritualidad nunca se espiritualiza. Al contrario, se expresa en actos concretos en la vida
cotidiana.
Es interesante, pero la dimensión social de la espiritualidad se puede expresar
negativa y positivamente. Incluye lo que no hacemos, y también lo que hacemos. "No hacer
daño" trae el elemento de evitar al cuadro de referencia del cristianismo. Nuestro problema
actual es que esto nos parece legalismo. Leer a Wesley de esta manera, pues, nuevamente,
es errar al blanco. Las prohibiciones de Wesley no son ataduras, sino fronteras. Él sabe que
el antinominianismo93 resulta en inercia espiritual y caos moral. Ve el uso de la ley como
necesaria para guiar al creyente en el camino de la justicia.94
Las décadas de los sesentas y setentas han dado un golpe fuerte a esta dimensión de
la vida social y espiritual. La relatividad de la moral y el énfasis en los derechos y privilegios
individuales han minado seriamente nuestra creencia en las medidas de conducta universal.
Nuestra herencia wesleyana, sin embargo, nos recuerda que tales medidas existen. Una
espiritualidad vital pregunta, "¿Qué necesito evitar en mi caminar hacia la madurez en
Cristo?" Tal pregunta no se levanta de algún dualismo,95 ni se hará con el propósito de

92
Wesley, General Rules, 5-9.
93
El antinomianismo es la creencia que una persona o grupo no está obligado a guardar
la ley. En el tiempo de Wesley ciertos grupos creían eso, pero pensaban estar bajo la gracia,
siendo libres de las obras de la ley. Wesley ve esta creencia como peligrosa, creando en el
mejor de los casos una amoralidad, pero seguido una actual inmoralidad.
94
Jackson, Works 5:433-46.
95
El dualismo se usa aquí para referirse a una creencia que ve la dimensión material de
la vida como mala y la dimensión espiritual como buena. Wesley conocía que este
acercamiento a la espiritualidad seguido resulta en ascetismo no natural. Por tanto, pone
la ética negativa de no hacer daño sobre esta base.

37
limitar nuestra vida. Al contrario, se hace como un medio para encontrar la vida.
La dimensión social viene precisamente en el punto que Wesley sabe que no existe
tal cosa como acciones individuales. Todas las cosas que decimos y hacemos traen
consecuencias directa o indirectamente sobre otros. El escogimiento personal de evitar
algunas cosas en la vida previene a otros de llegar a ser lastimados innecesariamente e
influenciados en alguna forma negativa. El resultado es un efecto positivo sobre la sociedad
y un levantamiento general de la calidad de vida.
El impacto real de la espiritualidad social de Wesley, sin embargo, es su expresión
positiva: "Hacer el bien". Aquí también Wesley hace una lista de expresiones específicas,
pero las hace bajo tres sub categorías. Primero, espera que los metodistas hagan el bien a
los cuerpos de otros. Aquí se incluye el área del alimento, vestido, techo, visitación a los
enfermos y los prisioneros. En este punto podemos ver la afinidad de Wesley con los
modernos ministerios de ayuda social.
Segundo, Wesley quiere que ellos hagan el bien a las almas de otros. Bajo esta
categoría podemos trazar la motivación wesleyana para el evangelismo y el discipulado.
También está presente la exhortación a la enseñanza sólida, con el propósito de refutar las
doctrinas erróneas. Para los propósitos de este libro es importante trazar este eslabón
directo entre la espiritualidad social y los intereses por la redención y nutrimiento entre
aquellos con quienes nos relacionamos. Cualquier espiritualidad que ignora el destino
eterno de otros es extraña al espíritu wesleyano. Además, cualquier espiritualidad que no
busca reformar la teología errónea, de igual manera es extraña al espíritu wesleyano. Aquí
encontramos otro ejemplo de la síntesis de Wesley del conocimiento y la piedad vital.
Tercero, Wesley quiere que esta ética positiva sea conocida "especialmente por
aquellos de la familia de la fe, o que desean serlo".96 En la superficie esto puede parecer un
prejuicio hacia el trato preferente, pero la intención de Wesley es diferente. En una
sociedad general, que Wesley hubiera caracterizado como secular, es su convicción que los
cristianos deben unirse. En otras palabras, si la espiritualidad social nos llama a evitar el
mal y hacer el bien a toda la gente, con cuánto más cuidado deberíamos ser cuidadosos en
aplicar este espíritu a los compañeros cristianos. Wesley lo pone de esta manera: "El
mundo amará a los suyos, y sólo a ellos".97 Los cristianos tienen que demostrar cuidado
particular unos por otros.
El tercer principio básico de la espiritualidad social de Wesley es la participación de
todas las ordenanzas de Dios. Es interesante que Wesley incluye esta lista, que en su mayor
parte es una repetición de los medios instituídos de gracia. Tal parece que Wesley está
haciendo dos cosas a la misma vez en este punto. Primero, está fundamentando su ética
social en aquellos elementos que no están sujetos al ajuste cultural o histórico. Los
ejemplos específicos de evitar el mal y hacer el bien pueden cambiar de generación en
generación, pero los medios instituídos son transculturales y transhistóricos. Son estos los
que dan a la dimensión social del evangelio sus raíces.
Segundo, Wesley está efectivamente eliminando la capacidad de querer poner las

96
Wesley, General Rules, 7.
97
Wesley, General Rules, 7.

38
cosas en categorías claras pero desconectadas. Al incluir una repetición de los medios
instituídos dentro de la discusión de los medios prudenciales, está demostrando cómo la
espiritualidad personal, comunitaria y social se entrelazan y se influencian una a la otra.
El resultado es una unión de factores que resulta en una totalidad más fuerte que cualquier
elemento por sí mismo lograría. Y al hacerlo, Wesley no nos deja descansar hasta que todos
estos aspectos se reflejen en nuestra formación espiritual.
Este libreto principió con una cita directa de Wesley. Parece propio terminarlo con
otra. Mientras pensamos respecto del punto de vista abarcador de la vida espiritual que
Wesley tiene, y en particular (en este capítulo) en su expresión, estas palabras en particular
parecen apropiadas,

Es imposible para cualquiera que tiene, esconder la religión de


Jesucristo. Esto, nuestro Señor hace claro, más allá de
cualquier contradicción, con una doble comparación: "Vosotros
sois la luz del mundo; una ciudad asentada en un monte no se
puede esconder". Vosotros cristianos sois "la luz del mundo",
con respecto a vuestro temperamento y acciones. Vuestra
santidad os hace tan conspicuos como el sol en medio del cielo.
Como no podéis salir del mundo, de igual manera no podéis
estar en él sin mostrarte a toda la humanidad. . . Tan imposible
como es, guardar nuestra religión de ser vista, a menos que la
despreciéis. . . Es seguro que una religión secreta que nadie
observa, no puede ser la religión de Jesucristo. Cualquier
religión que se esconda, no es el cristianismo.98

PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN


1. Tomando los dos principios de "no hagas daño" y "haz el bien", construya listas cortas y
descriptivas de cómo estos principios pueden verse cuando se expresan en nuestras vidas.
2. Si existe desacuerdo respecto a lo que debe y no debe estar en las listas, ¿qué recurso
existe para el Cuerpo? ¿Qué luz arroja esto en el uso que Wesley hace de los medios
instituídos de gracia como un "enraizamiento" para la espiritualidad social?
3. Principiando con los de su familia en la fe, discuta las formas en que puede expresar la
santidad de vida (espiritualidad social, actos de misericordia, etc.) hacia otros.
4. Reflexione más sobre el uso de Wesley de los medios de gracia instituídos como el
fundamento para "no hacer daño" y "hacer el bien". ¿Qué implica esto respecto a los
intereses sociales en la actualidad?

98
Jackson, Works 5:301-2.

39
ESCRITO FINAL
Los capítulos anteriores en su mayor parte han sido una presentación de los
principios y prácticas de Wesley en la vida espiritual. Con intensión he evitado dar
demasiada información personal, escogiendo más bien ilustrar las principales ideas con el
material de Wesley mismo y los metodistas primitivos que le siguieron. He adoptado este
método porque creo que el conocimiento de una tradición tiene que preceder a la
interpretación de ella.
Desgraciadamente, este acercamiento no siempre ha sido tomado en los estudios
wesleyanos, y el resultado ha sido que en ocasiones lo que pasa bajo el nombre Metodista
tiene muy poco parecido a la tradición. Es claro que nos debemos a nosotros mismos el
conocer lo que Wesley dijo e hizo en su tiempo antes de que se principie a proyecta lo que
diría y haría si estuviera vivo hoy.
En este respecto, confío en ti como lector que podrás hacer las conexiones entre
Wesley y tu propio tiempo. Tratar de hacer demasiadas de estas conexiones en lugar tuyo,
te robaría el gozo de descubrirlas por ti mismo. Creo que la reflexión sobre las expresiones
primitivas de nuestra tradición nos puede dirigir a formar expresiones contemporáneas
para nuestras vidas y la vida más grande de la iglesia.
Pero habiendo dicho esto, quiero hacer claro que el recobrar la vida devocional en
la tradición wesleyana no debe y no puede significar un regreso o la simple repetición del
siglo dieciocho. Existen algunos casos en donde recobrar prácticas específicas es posible,
y aun deseable. Pero en otros, recobrar el espíritu wesleyano (como Albert Outler le llama)
es la ruta más preferible. Pero de nuevo, tal recobrar (en práctica o espíritu) no puede
hacerse aparte de un conocimiento del original.
Te animo a usar esta exposición de la tradición wesleyana como una motivación para
escarbar más profundamente tu conocimiento de las palabras y acciones de Wesley. Es
triste, pero la edición de las obras de Wesley por Jackson no está en imprenta al tiempo que
hago este escrito (Enero 1983), pero algunas porciones de las obras de Wesley sí están.99
Sería esta clase de lectura que te capacitaría a pensar por ti mismo y sacar tus propias
conclusiones respecto a la forma deseada de wesleyanismo en el futuro. También te puedo
decir que tal lectura sería una experiencia ampliamente fructífera y ciertamente sería una
expresión de tu dedicación a la formación espiritual en el espíritu wesleyano.
Cuando hayas completado esta examinación, muévete a obras secundarias de

99
Entre las fuentes mejores y más accesibles están la obra por Burtner y Chiles
(previamente citada), el estudio de Albert Outler llamada John Wesley (previamente
citada), y The Heart of Wesley's Journal. Keats Publishing Co., 1979. Wesley's Fifty-Two
Standard Sermons se consigue de Schmul Publishing Co. Su Explanatory Notes Upon the
New Testament ha sido recientemente reimpreso por Baker Book House. Discipleship
Resources también ha publicado dos grupos de hojas tituladas Saddlebags of Sermons and
Other Works by John Wesley que contienen pedazos de algunos de los sermones mayores
de Wesley.

40
reputación.100 Estas te ayudarán a poner carne al resultado de tu exponerte a Wesley al
proveer interpretación de ayuda y por edificar conexiones edificantes entre facetas de su
vida y de su pensamiento. Un paso final en este proceso puede ocurrir cuando principies
a leer las obras que Wesley mismo leyó.101 Esto ayudaría a poner a Wesley (y a ti mismo)
en la corriente más grande del pensamiento cristiano.
Una examinación de la espiritualidad wesleyana es fructífera y posible para nosotros
hoy por la misma razón que fue para Wesley mismo. Estamos en un peregrinaje común de
renovar el cristianismo escritural. Permitiendo a Wesley que hable de nuevo, logramos
vistas de lo que esto significa para la espiritualidad:

Es muy verdad, que la raíz de la religión está en el corazón, en


el alma más interna; que está en la unión del alma con Dios, la
vida de Dios en el alma del hombre. Pero si esta raíz estará
realmente en el corazón, no puede sino dar ramas [a través de]
insinuaciones hacia la obediencia.102

Podemos estar seguros que a la medida en que estos aspectos caractericen nuestra
formación espiritual, estaremos practicando la vida devocional en la tradición wesleyana.

100
Revise las notas al pie de cada capítulo. Encontrará un buen número de buenos
materiales secundarios. Añadido a éstos, quizá quieras tener mi libro, John Wesley's
Message for Today, publicado por Zondervan. Te dará una introducción a la teología de
Wesley al examinar su "orden de salvación". Bibliografías de ayuda se pueden encontrar
en John Wesley de Outler y John Wesley's Theology Today de Williams.
101
Al tiempo presente, una buena lista de lo que Wesley leyó se encuentra en la obra fuera
de imprenta de V. H. H. Green, The Young Mr. Wesley, 1961, publicada por vacias casas de
publicaciones. Documenta su lectura hasta 1734. La disertación de Richard Heitzenrater,
"John Wesley and the Oxford Methodists", Duke University, 1972, tiene una mejor y más
acertada lista que va hasta 1735. Mi disertación, "The Devotional Life of John Wesley"
extiende la lista hasta 1738. De estas listas serás capaz de encontrar literalmente cientos
de obras devocionales, muchas de las cuales aun se encuentran en la actualidad. Además,
refiérase a la nota de pie #8 del capítulo 1 para una lista de varios clásicos devocionales.
Finalmente, quizás quieras seguir la serie, Classics of Western Spirituality. Paulist Press.
Existe un buen volumen dedicado a la espiritualidad de Juan y Carlos Wesley, al igual que
un número de otros a quienes Wesley leyó.
102
Jackson, Works 5:303-4.

41

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