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TEMÁTICA: ESCUELAS DEL DERECHO CONSTITUCIONAL

I. ESCUELA DEL UNIDIMENSIONALISMO.

El Derecho es una teoría científica en constante perfeccionamiento. En efecto, los


primeros estudiosos estaban dominados por la concepción unidimensional.
Creían que el Derecho debería ocuparse de conocer únicamente las leyes justas.
Más tarde, otros pensadores ampliaron el panorama cognoscitivo de las ciencias
jurídicas, dirigieron su atención al estudio de todas las leyes del ordenamiento
jurídico, incluyendo las injustas. No obstante, este significativo avance, el
Derecho continuó estudiándose unilateralmente. La ley, nada más que la ley.

A lo dicho hay que agregar que este unilateralismo legal, obedecía a un manifiesto
interés de las clases dominantes, mantener inalterable el orden establecido. El
estudioso del Derecho se hallaba constreñido a ocuparse de aprender la ley, de
aplicarla y de exigir el cumplimiento de lo resuelto por el juzgador. Se pregonaba
que la ley era perfecta y, por lo tanto, válida para todo lugar y ocasión. De este
modo resultaba innecesario y, hasta nocivo, promover las reformas de
actualización y perfeccionamiento. Si la ley era perfecta, estaba exenta de
descontextualizaciones temporales y/o espaciales.

Hans Kelsen, destacado filósofo austriaco del siglo XX, en su mundialmente


conocida Teoría Pura del Derecho, sostuvo que el objeto de estudio de las ciencias
jurídicas, es un específico sistema de normas jurídicas, desconectado de todo
elemento extraño que pueda contaminarlo. Kelsen, como se comprende
claramente, se mantuvo incólume en el unilateralismo jurídico. Solo la ley y nada
más que ella.
II. ESCUELA DEL BIDIMENSIONALISMO.

Más tarde otras escuelas sostuvieron que el Derecho debería ir más allá de los
textos legales; y no agotar su atención solamente en el estudio del contenido de
las leyes, ya que estas son simples formulaciones hipotéticas que solo tienen
sentido si están ligadas a la búsqueda de una finalidad axiológica. El estudioso
tenía que hallar la verdadera esencia de la actividad legislativa. Este enfoque
académico hace ingresar al campo del Derecho, temas como la justicia, bien
común, paz social, libertad, igualdad, etc.

Como se podrá apreciar, esta corriente ya cuenta con dos dimensiones claramente
diferenciadas. El Derecho debe estudiar tanto los preceptos legales, como los
valores que éstos persiguen. La filosofía griega y romana, la patrística de la Iglesia
y el iusnaturalismo moderno, fueron los movimientos intelectuales portadores de
esta teoría bidimensional.

A fines del siglo XIX, con la entrada del positivismo en la escena intelectual, el
fenómeno jurídico pasó a ser estudiado desde una perspectiva sociológica,
llegándose a la convicción de que la ley es un hecho cultural, estimulado por las
necesidades vitales del hombre, cuya meta es regular las conductas individuales
y colectivas. Esta nueva concepción, que parece realista por donde se le mire, sin
proponérselo tal vez, siguió siendo unidimensional, ya que solo se concentró en
los hechos sociales, y dejó de lado la norma y la evaluación axiológica.

III. ESCUELA TRIDIMENSIONALISTA.

Werner Goldschmidt en Alemania, Miguel Reale en el Brasil y Germán Bidart


Campos en Argentina, propusieron que el Derecho, en general, y,
particularmente, el Derecho Constitucional, sean estudiados en sus tres
dimensiones: Como norma, como hecho y como valor.
Veamos en detalle cada uno de estos aspectos.
3.1. ORDEN NORMATIVO
Desde el punto de vista normativo, al Derecho Constitucional le interesa
conocer el conjunto de conductas expresamente descritas por las normas
constitucionales, con la finalidad de tipificar los actos y comportamientos
de los gobernantes y gobernados en un Estado concretamente
determinado.
Gracias al orden normativo tenemos las herramientas necesarias para
tipificar de constitucional, inconstitucional, anticonstitucional o extra
constitucional a una ley ordinaria, o reglamentaria, a un acto u omisión de
cualquier ciudadano, así como al acceso, desempeño o transmisión del
poder público, etc., en el contexto del quehacer estatal.

En resumen, el orden normativo comprende todas las normas, escritas o


no, que regulan materia constitucional7. Estas aludidas normas son las
siguientes: La Constitución Política, las leyes constitucionales, las leyes
constitucionalizadas, las leyes cualificadas, los tratados internacionales,
las leyes de desarrollo constitucional, las leyes ordinarias y otros
dispositivos de inferior categoría, pero que contribuyen a consolidar la
vida del Estado.

3.2. ORDEN DE LA REALIDAD EXISTENCIAL DE LA NORMA


Este ámbito comprende el estudio de la realidad constitucional. Se ocupa
de la interrelación entre Constitución Política y sociedad nacional.
Responde a las preguntas: ¿Hasta qué punto la norma constitucional
gobierna realmente el comportamiento de la sociedad que, formalmente la
ha adoptado? y ¿Por qué la sociedad nacional que adoptó un texto
constitucional, sigue realizando actos que no están contemplados en él?
Se trata, pues, del estudio de un conjunto de hechos que acontecen en la
sociedad, a modo de conductas modélicas, que se reproducen por
imitación, en el actuar cotidiano de los operadores de la política y el
derecho.
Así, por ejemplo, en los países que eligen al presidente de la república en
el seno del parlamento, son candidatos, para este efecto, los congresistas
que fueron más votados, porque así lo establece la norma constitucional.
Pero siguiendo una sabia costumbre política, se suele designar al
postulante que obtuvo la mayor cantidad de votos en las últimas
elecciones parlamentarias. De esta forma se evitan encendidas campañas
electorales presidencialistas internas, que podrían dañar la unidad del
cuerpo parlamentario, tan necesaria para el subsiguiente trabajo
legislativo.
De otro lado, no todas las constituciones políticas reciben igual trato, por
parte de las sociedades nacionales que formalmente las han adoptado.
Algunas son acatadas plenamente, otras a medias y no faltan aquellas que
se desacatan en su totalidad.

3.3. ORDEN AXIOLÓGICO O DE LOS VALORES


La axiología es la disciplina filosófica que se aboca al estudio de los
valores. Valores son los productos de un quehacer bueno, constructivo,
útil y placentero. El cumplimiento la ley, por ejemplo, es un acto
perteneciente a la esfera axiológica, pues a través de él nos aproximamos
a los predios políticos protegidos por la seguridad jurídica, las libertades
públicas y el bienestar general.
Emplazado en el orden axiológico, el Derecho Constitucional dispensa su
atención al estudio del sistema de fines que persigue el quehacer social del
Estado. Desde esta óptica, valores como la justicia, el bien común, la paz
social, el orden, la autoridad, la libertad, etc., entran a formar parte de
nuestro interés cognoscitivo.
Cada ordenamiento constitucional representa, generalmente, un conjunto
de valores propios de los sectores sociales, que han participado en su
elaboración y puesta en vigencia. El aludido ordenamiento, se constituye
en el modelo ideológico de la sociedad entera. La sociedad nacional hace
suyo el aludido modelo constitucional. En su contenido, la nación
encuentra las convicciones políticas, sociales, económicas, religiosas,
morales, éticas, etc., que justifican su accionar frente a sus propios
miembros que la acatan dentro de su territorio, así como frente a la
comunidad internacional que la observa desde afuera.
El orden axiológico nos ayudará responder a estas interrogantes: ¿Es justo
el orden constitucional que nos regula? ¿Es este orden constitucional, el
que realmente necesitamos para satisfacer nuestras necesidades? Luego
de un concienzudo análisis, podremos contestar afirmativa o
negativamente a estas y a otras interrogantes que se puedan formular.

IV. BIBLIOGRAFÍA.

CORREA NORIEGA Patrocinio L., Derecho Constitucional General.


Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote – Perú, abril de 2016, págs. 484

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