Está en la página 1de 26

1 RAMAS DEL DERECHO PROCESAL

Derecho procesal se divide en las mismas ramas que regulan el contenido de los procedimientos
de que se trate, es decir, se atiende a la índole del procedimiento y la materia que se regula para
establecer la clasificación; en este sentido tenemos:

A. Derecho procesal civil: ordenamiento jurídico del proceso civil;


B. Derecho procesal penal: ordenamiento jurídico del proceso penal
C. (Aun dentro de esta categoría se tiene el Derecho procesal militar);
D. Derecho procesal administrativo: ordenamiento jurídico del proceso judicial donde
interviene la Administración Pública (dentro del cual puede distinguirse el Derecho
procesal tributario);
E. Derecho procesal internacional: ordenamiento jurídico que regulan los conflictos entre
los particulares y un Estado;
F. Derecho procesal agrario, tránsito, niños y adolescentes;
G. Derecho procesal laboral, entre otros.

A pesar de esta diversidad, y como se analizará más adelante, lo que varía no es el proceso que
sigue siendo único e indivisible sino el procedimiento, pues se trata de reglas particulares en
que, dado lo especial de la materia sobre la cual recaen, se ha optado por regulaciones
diferentes. A nuestra manera de ver, no se trata de "derechos procesales" diferentes; así como
el proceso tiene una unidad fundamental también el Derecho procesal. Como lo dice Devis
Echandía, el Derecho procesal es uno, puesto que regula en general la función jurisdiccional del
Estado y sus principios fundamentales son comunes a todas las ramas. Una clara visualización
de la teoría general del proceso requiere distinguir:

a. Procedimiento civil general, común u ordinario: es el regulado por el CPC que


constituye la norma marco y general aplicable a todos los procedimientos,
siempre y cuando no haya una disposición expresa que regule el supuesto de
hecho de una manera diferente;
b. Procedimientos especiales: es aquel conjunto de reglas específicas para
tramitar determinada materia o conflicto, tales como los procedimientos
previstos en el libro IV del CPC y también los procedimientos laborales, agrarios,
contencioso administrativos, niños y adolescentes, tránsito, penal, comercial y
marítimo, entre otros.

2. 2 Antecedentes Legislativos en Materia


Procesal
En Venezuela no puede decirse que haya existido una "escuela" de Derecho
procesal; de hecho, los estudios en esta ciencia que se hicieron en el siglo XIX
no pasaron de ser "comentarios" exegéticos al Código de Procedimiento Civil. La
recepción de la doctrina alemana e italiana se debe al maestro
Luís Loreto quien, en 1932 funda la Gaceta Jurídica Trimestral en la ciudad de
San Cristóbal. Se destaca de estos primeros trabajos el artículo Contribución
al estudio de la excepción de inadmisibilidad por falta de
cualidad considerado como uno de los mejores trabajos jurídicos escritos
en lengua española.
La aplicación de las Partidas de Alfonso El Sabio y el
Derecho Foral Español
La evolución legislativa también ha sido desigual. Antes de constituirse Venezuela
como República independiente se aplicaban las Partidas de Alfonso X El Sabio que
eran reglas, algunas generales y otras particulares, sobre algunos aspectos del
proceso tanto civil como penal. Cuando se analizan los orígenes de los procedimientos
monitorios, cautelares y las pruebas, se captará inmediatamente la influencia
que tuvo este instrumento español aplicado en las colonias de entonces. Para
reglamentar las situaciones y conflictos jurídicos surgidos durante el período
colonial, se elaboró la famosa Recopilación de las Leyes de Indias, que no fue sino
unintento de sistematización de las cédulas reales, pragmáticas y demás
disposiciones reales en forma casuística, a partir de los Reyes Católicos. La justicia
era impartida por los altos funcionarios de la colonia, como virreyes, capitanes,
gobernadores, intendentes.

La primera instancia era ejercida por los alcaldes que integraban los Cabildos o
Ayuntamientos, junto con los regidores y otros funcionarios, sin distinción de
competencia en lo i vil y penal; como tribunal se segunda instancia en lo civil
y penal, actuaban las Reales Audiencias divididas en varias "salas de justicia"
y conocían de las apelaciones contra las decisiones de los Alcaldes
y Gobernadores. Los asuntos mercantiles se ventilaban ante un
tribunalespecial denominado Real Consulado , además de existir
tribunales eclesiásticos. El Código de Procedimiento Judicial de Aranda de 1836.

El proceso colonial subsiste en Venezuela hasta 1825, cuando el Congreso de la Gran


Colombia promulga la Ley de Trámites Procesales y, en forma indirecta, las
Partidas, la Novísima Recopilación y las Leyes de Indias. Desmembrada la Gran
Colombia y constituida Venezuela corno nación independiente, en 1830, el
Congreso encarga al licenciado FRANCISCO A RANDA la redacción de un Código
de Procedimiento; el trabajo de ARANDA se sustentó, por una parte, en el código
francés de principios de ese mismo siglo XIX y, por otra, en las Partidas de Alfonso
El Sabio; así, entonces, se dictó en 1836 el Código de Procedimiento Judicial. Este
código tuvo varias reformas, siendo las más importantes, las realizadas en los
años 1873, 1897, 1904 y, finalmente, el Código de Procedimiento Civil de 1916 que
estuvo vigente hasta 1986.
En la reforma de 1873 el legislador venezolano se inspiró en los códigos de
procedimiento civil italiano de 1865 y el francés de 1806, se acogieron ciertos
principios tornados de ellos sobre el régimen de costas procesales, de la
conciliación, del desistimiento y convencimiento y otros relativos a las nulidades
procesales, la vía ejecutiva, el retardo perjudicial y los juicios de alimentos, rentas
e invalidación. La reforma de 1897 tuvo inspiración en la. Ley de Enjuiciamiento
Civil de 1881 de España en cuanto a la formulación del principio dispositivo,
la acumulación de autos, las medidas cautelares, el recurso de casación, la
ejecución de la sentencia, el recurso de queja y todo el sistema de los procedimientos
especiales no contenciosos.
La reforma de 1904 fue limitada a la introducción del trámite procesal del divorcio
y, la reforma de 1916 se refirió al sistema de las excepciones, a la tercería, los
interdictos posesorios y a la intervención del Fiscal del Ministerio Público. Por último,
en 1986 cristalizó un trabajo que, por más de diez años, se siguió en Venezuela
para la aprobación de un nuevo texto procesal y en ese año se promulga
efectivamente el CPC vigente y reformado parcialmente en 1987.

La Ley de Secuestro y Arraigo de 1853

Al lado de los textos procesales civiles se encuentran también legislaciones especiales


en algunas materias, dentro de las cuales resalta la Ley de Secuestro y Arraigo
de 1853 que derogó algunas normas del Código de Procedimiento Judicial de Aranda
y consagró reglas especiales con respecto del procedimiento cautelar.

El vigente Código de Procedimiento Civil de 1987

a) Evolución Desde finales de los años 70, se impuso en Venezuela la necesidad de


redactar un nuevo Código de Procedimiento Civil y no sólo una reforma; para ello, el
Congreso encomendó la tarea de redactar el Proyecto a ARÍSTIDES RENGEL
ROMBERG, LEOPOLDO MÁRQIIEZ AÑEZ y JOSÉ ANDRÉS FUENMAYOR; el
nuevo Código fue aprobado en 1986 pero inmediatamente se le hicieron algunas
reformas muy puntuales, dictándose y poniéndose en vigencia efectivamente en
marzo de 1987.
b) Estructura El texto procesal vigente está estructurado sobre cuatro (4)
Libros: Libro Primero: "Disposiciones generales" (Art. 28 al 337); Libro Segundo:
"Del procedimiento ordinario" (Art. 338 a 584); Libro Tercero: "Del procedimiento
camelar y de otras incidencias" (Art. 585 al 607) y Libro Cuarto: "De los
procedimientos especiales" (Art. 608 al 946). El nuevo Código tiene la virtud
de sistematizar el régimen del proceso y las garantías de justicia
consagradas en la Constitución, aun cuando se requiera una reforma para
incorporar concretos mandatos constitucionales sobre la celeridad de los procesos y
la oralidad como principio.
C) La Enseñanza del Derecho Procesal En las universidades venezolanas se ha
preferido el siguiente esquema en los respectivos pensa de estudios: a) Derecho
procesal civil I: "Teoría general del proceso b) Derecho procesal civil II: "El juicio
ordinario; c) Derecho procesal civil III: "Procedimientos especiales y
medidas cautelares", d) Teoría general de la prueba; e) Derecho procesal penal;
f) Derecho procesal administrativo, y más recientemente se ha incorporado en
los pensa de las universidades la cátedra de Derecho procesal
constitucional. Ortiz Ortiz (2004)

3. 3 Fuentes del Dereho Procesal


Por fuente, debe entenderse todo aquello de donde emana o brota un
conocimiento, la razón primitiva de una idea o la causa generadora de un hecho;
por su parte fuente del derecho, es lo que da nacimiento al derecho objetivo, es
decir, a la norma jurídica.

Por fuente de derecho procesal se entiende aquella que origina o produce el


derecho procesal, es de donde brota el derecho procesal.

Conforme a la doctrina patria, la única fuente del derecho procesal es el Estado,


ya que éste es el único que puede crear leyes, las cuales regulan el proceso y que
constituyen la única y verdadera fuente directa del mismo, tal como se verá más
adelante.

Jaime Guasp, considera como fuente del derecho procesal todo aquello de
donde surge un precepto jurídico que puede enmarcarse dentro de esta
disciplina.

División de las Fuentes del Derecho Procesal

Podemos dividir las fuentes del derecho procesal en las llamadas fuentes de
producción, que son aquellas que crean u originan el derecho procesal, consideradas
cómo una rama independiente; y las fuentes de conocimiento, que son aquellas de
donde el funcionario judicial obtiene la información para ejercer su magistratura.

Fuentes de Producción Éstas se dividen en:


Fuentes naturales: Son aquellas que se encuentran en la intrínseca naturaleza
humana, siendo éste el derecho que origina las normas procesales.

Fuentes positivas: Son las que informan el ordenamiento legal. Éstas a su vez,
se dividen en:

Fuentes directas: Son aquellas consideradas como inmediatas, que encierran en


sí mismas las normas jurídicas y están conformadas por la ley en cualquiera de
sus planos de legalidad. En esta modalidad entra también la jurisprudencia que
emana de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de (Justicia, quien al
interpretar el alcance y contenido de las disposiciones constitucionales, crea una
fuente directa y obligatoria o vinculante, tanto para las demás Salas del Tribunal
Supremo, como para los demás tribunales de la República, tal como lo expresa el
artículo 335 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, al señalar
que: Las interpretaciones que establezca la Sala Constitucional sobre el contenido o
alcance de las normas y principios constitucionales son vinculantes para las otras
Salas del Tribunal Supremo de Justicia y demás tribunales de la República.

Fuentes indirectas: Son aquellas consideradas como mediatas, tales como: la


costumbre y la jurisprudencia, complementada con los principios generales del
derecho procesal y la doctrina.

Fuentes Directas

La Ley
Entendida en su más amplia acepción y no sólo la ley propiamente dicha, sino
también los decretos, órdenes, circulares e instructivos, expedidos por
autoridad legítima sea o no el Pode Dentro de estas fuentes directas, encontramos la
Constitución de l a R e p ú b l i c a B o l i v a r i a n a d e V e n e z u e l a , q u i e n c o n f o r m e
a l a P i r á m i d e deKELSEN, se encuentra en el primer plano de legalidad,
conjuntamente con los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos
humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, quienes tienen igualmente
jerarquía constitucional, tal como lo dispone el artículo 23 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
De esta manera, el artículo 7 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela señala que la Constitución es la norma suprema y el fundamento del
ordenamiento jurídico.

Igualmente, se encuentran en el primer plano de legalidad, las leyes especiales,


ordinarias y decretos ejecutivos, así como los tratados suscritos y ratificados
por Venezuela.

En segundo plano de legalidad, encontramos los reglamentos.


En tercer plano, conseguimos las ordenanzas municipales, sentencias judiciales,
resoluciones y actos administrativos.

Fuentes Indirectas

L a C o s t u m b r e Es aquella manifestada por el conjunto de actos libres y


voluntarios, real izados en forma espontánea y repetida, por un
conjunto de individuos o por la comunidad, en un espacio y tiempo
determinado con la creencia de observar una norma de derecho.
Debe acotarse que este concepto se encuentra limitado al campo del
derecho procesal, dado que el único sujeto que puede a plicar
la costumbre como fuente es el juez y no cualquier otro sujeto de la colec-
tividad.
La costumbre judicial, que puede catalogarse como el calificativo adecuado
para designarla cuando constituye fuente del derecho procesal, puede
concebirse como el conjunto de actos o pronunciamientos de
índole jurisdiccional que realiza el juez de manera espontánea en un lugar
y tiempo determinado con la anuencia de las partes, cuando dichos actos o
pronunciamientos no están conformes con la norma.

Modalidades de la Costumbre

Costumbre Securn Legem: Es aquella que se presenta cuando la misma


norma se ha referido a ella, permitiendo su adopción, por lo que en forma
tácita, la costumbre se eleva a la calidad de precepto legal.

También es denominada ad-legem, que es conforme a la ley y completa a la


misma, sirviendo de elemento interpretador de la norma legislativa. Es la única
y verdadera costumbre aplicable en nuestro sistema.

Costumbres Extra Legem: Es aquella que se produce cuando la c o s t u m b r e


s e e m p l e a p a r a s u p l i r a s p e c t o s s e c u n d a r i o s o accesorios, en relación a la
actuación que corresponde imprimirle al proceso, y ante la ausencia de precepto
positivo expreso que lo reglamente. También se denomina praeter legem, que es
utilizada como suplidora del vacío de la ley.

Costumbre Contra Legem: Ocurre cuando la norma es reemplazada en la


práctica por la costumbre.
Costumbre en el Derecho Mercantil: En esta materia, conforme a lo previsto
en el artículo 9 del Código de Comercio, las costumbres mercantiles suplen el silencio
de la ley, cuando los hechos que las constituyen son uniformes, públicos,
generalmente ejecutados en la República o en una determinada localidad y
reiterados por un largo espacio de tiempo que apreciarán prudencialmente los
jueces de comercio.

La Jurisprudencia
En un sentido amplio, el concepto jurisprudencia nos sirve para establecer el
criterio de los tribunales de justicia, en la aplicación práctica del derecho,
pero como fuente del derecho, debe tomarse en sentido restringido, porque
si en verdad la sentencia sólo tiene v a l o r r e s p e c t o d e l c a s o e n d i s c u s i ó n
q u e f u e s o m e t i d o a l conocimiento del órgano jurisdiccional, no deja de
tener relevancia cuando la cuestión ha sido sentenciada en una forma
determinada, constituye un precedente aplicable a situaciones parecidas,
mientras l as ci rcu n stan ci as no deter min en un cambio en la
ori en taci ón jurídica.

Así encontramos, que conforme a lo previsto en el artículo 321 d e l C ó d i g o


d e P r o c e d i m i e n t o C i v i l , l o s j u e c e s d e i n s t a n c i a procurarán acoger
la doctrina de casación establecida en casos a n á l o g o s , p a r a d e f e n d e r l a
i n t e g r i d a d d e l a l e g i s l a c i ó n y l a uniformidad de la jurisprudencia, pero
debe destacarse, que la norma utiliza la palabra "procurarán", la cual
conforme a lo previsto en el artículo 23 ejusdem, dota al juzgador de
instanci a de una facultad o potestad, que en ningún momento lo obliga a
acatar lo decidido por el Tribunal Supremo.

No obstante a lo anterior, y como fuera señalado en este capítulo, con la entrada


en vigencia de la Constitución conforme a lo previsto en el artículo 335, la
doctrina que dicte la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en
cuanto al contenido o alcance de las normas y principios constitucionales, es de
carácter vinculante tanto para las demás Salas del Tribunal Supremo, como
para los demás tribunales de la República.

Modalidades de la Jurisprudencia

Respecto del sentido o criterio que se afirme, pueden ser:

Uniforme: Cuando el sentido de varias sentencias pronunciadas por el


mismo o diferente juez, en distintas oportunidades y sobre un mismo
tópico son idénticas.
Contradictoria: Cuando el sentido de varias sentencias que se
profieren en diversas ocasiones por el mismo o distinto juez, resuelven
de manera diferente un mismo punto.

En cuanto al acatamiento u observancia


Voluntaria: Es aquella en la cual los jueces, incluso el que la produjo,
quedan en libertad de acogerla en casos o situaciones idénticas.
Obligatoria: Que es aquella que se presenta cuando el criterio sen tado
o l a i nterpretaci ón otorgada a la norma en un procedimiento judicial,
no sólo cobija a las partes en relación con las cuales se profirió, sino que
también adquiere un poder coercitivo semejante a la ley, como es el caso
señalado en el artículo 335 constitucional.

En relación al órgano judicial encargado de sentar jurisprudencia


Exclusiva: Es aquella que es otorgada únicamente a un determinado
órgano jurisdiccional, como es el caso de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia antes visto.
Generalizada: Cuando la misma puede ser sentada por cualquier
órgano jurisdiccional.

La DoctrinEs una fuente indirecta o mediata del derecho procesal, que


se encuentra enmarcada y constituida por los estudios y exposiciones de los
estudiosos del derecho procesal, expuesta en libros, artícul os, monografías,
conferencias, entre otros.

Gracias a la doctrina, el derecho procesal se convierte en una rama autónoma


del derecho, dado que su especialidad es estudiada, expuesta y explicada por
los doctrinarios, quienes la apartan de las otras ramas del saber jurídico.

Los Principios Generales del Derecho

Es otra fuente mediata del derecho procesal civil, que encuentra su fundamento
legal en el artículo 4 del Código Civil, conforme al cual, para la solución de
conflictos, de no existir una disposición legal que regule la situación, se
considerarán las disposiciones que regulen casos semejantes o análogos,
y en caso de no exi sti r, se aplicarán los principios generales del derecho.

Los principios generales del derecho, son considerados como verdades


jurídicas universales o. normas sentadas por la razón, inspirada en el sentido de la
equidad. También se consideran como los criterios u orientaciones generales que
inspiran el ordenamiento procesal; son los lineamientos básicos que inspiran el
proceso. Estos principios generales, se encuentran consagrados tanto
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, corno en
los códigos procesales, tales como el Código de Procedimiento Civil y el Código
Orgánico Procesal Penal, los cuales serán estudiados en capítulo aparte y al cual nos
remitimos.

Fuentes de Conocimiento
Son aquellas que complementan a las fuentes de producción, que adquieren vida o
se materializan en la fuente de conocimiento, las cuales aportan al magistrado
judicial la información necesaria para actuar en el ejercicio de sus funciones.
Enríquez La Roche (2005).
4 Principios Generales del Proceso
Además de los principios constitucionales procesales que deben estar
presentes en todo proceso jurisdiccional, e incluso en procesos administrativos,
existe una gama de principios que también establecen las directrices a seguir
en todo proceso, y al efecto encontramos:

1) Principios del Interés Público del Proceso

2) Principio de carácter obligatorio y exclusivo de la función


jurisdiccional

3) Principio de la cosa juzgada

4) Principio de la doble instancia o doble grado de jurisdicción


5) Principio de la independencia de la autoridad judicial y de la
imparcialidad de los mismos

5 Historia del Derecho Procesal.


El Derecho Procesal Civil Romano.
El pueblo griego no se preocupó por el Derecho y por ninguna de sus ramas; su
preocupación se basó casi exclusivamente en el pensamiento y el filosofar. Los problemas
prácticos de la cotidianidad no eran asunto del Estado sino sólo en cuanto podían remontarse
a las profundas ideas sobre la justicia, el ser y el devenir. Una cosa muy diferente ocurrió
con los romanos. El nacimiento y evolución de la ciencia del Derecho encontró en Roma
una cuna infinita de posibilidades y el real y efectivo nacimiento de la gran mayoría de
nuestras instituciones jurídicas. El proceso civil romano puede ser visualizado desde
diferentes perspectivas pero, en lo que a nosotros respecta, utilizaremos las enseñanzas
deCUENCA:
El sistema de la legis actionis
Este sistema, llamado "de las acciones de la ley", predominó desde tiempos primitivos
hasta la promulgación de la Ley Aebutia, fue el derecho privativo de los quirites y tenía
carácter sacerdotal y solemne. Este procedimiento se divide en dos fases:

In iure, en la cual las partes exponen sus razones ante el magistrado y éste dicta sentencia,
y Apud iudiciurn, cuando las partes eligen un juez particular para que dirima sus conflictos de
intereses.
Dentro de las acciones de ley encontramos: 1) La acti o per sacramentum, suma de dinero que
en calidad de apuesta debía ser entregada por las partes al pontífice, en beneficio del culto
público y que perdía el derrotado en el proceso; 2) Actio per iudicis postulationem, petición de
un árbitro o juez ante el magistrado para decidir una controversia; 3) Actio per
conditionem,destinada exclusivamente a exigir el cumplimiento de obligaciones provenientes
de créditos o devolución de cosas ciertas; 4) Actio per manus iniectionem, que era la
aprehensión corporal de la persona deudora, especie de secuestro personal que daba al
acreedor el derecho de propiedad sobre el deudor, reducido así a la condición de esclavo; y
5) Legis actio per pignorí scapionem, en el cual el litigante triunfador podía apoderarse
privadamente de bienes del deudor para pagarse su acreencia.

Correspondió entonces este sistema al llamado "antiguo proceso romano", en el cual el juez
era un árbitro electo privadamente por las partes quien, a su vez, tenía libertad para apreciar o
valorar las pruebas aportadas por las partes bajo el sistema de la libre convicción. En esta
etapa, el acceso a este incipiente mecanismo de justicia dependía de un catálogo de
previsiones legales denominado actio que no era otra cosa que el catálogo de "derechos" que
podían ser ejercitados en el proceso. De esta manera sólo podía acudir al proceso en ejercicio
de la actiocuando así especialmente la ley lo estableciera de manera expresa; no
tener actio significaba, en definitiva, no tener "derecho". La actio estaba en poder de los
pontífices, por lo cual se llamó "Derecho quiritario". Corno se verá más a d e l a n t e , e l h e c h o
d e q u e l a s p a r t e s " e s c o g i e r a n " a l á r b i t r o (independientemente de que la actio lo daba
la propia ley) y las partesconvenían en los hechos que debían ser debatidos, hizo creer a la
doctrina que la naturaleza jurídica del proceso era la de un contrato.
b. El período per firmulam o formulario
Este sistema prevaleció desde la ley Aebuti a hasta la época del emperador Diocleciano. El
proceso se hace más flexible y menos sacramental; aquí se crea el pretor quien dicta justicia
conforme a un código (album) que morigera la rigidez de la ley de las XII Tablas. El Derecho
quiritario se convierte en derecho pretoriano, pues de acuerdo con este procedimiento las
partes escogen la fórmula que concentra la pretensión del actor y la defensa del
demandado, conforme a los fo' rmularios que el pretor pone a disposición de los litigantes en
sualbum. Por la íntima relación entre la fórmula y la acción procesal debemos dejar para
el capítulo XII un análisis más detallado sobre este aspecto. El sistema formulario fue el
procedimientoclásico por excelencia. La fórmula contenía una síntesis de la
cuestión jurídica planteada y el pretor a un juez remitía a un juez, elegido por las partes, para
que investigase los hechos. Éste tenía poderes discrecionales más amplios que el juez actual,
podía interrogar directamente a las partes y los testigos, examinar documentos, sitios,
monumentos, lápidas, tomar en cuenta el rumor público, pues estaba dotado de libre arbitrio.

El período de la extraordinaria cognitio


Es llamado también sistema extra ordinem y se aplicó en el Bajo Imperio; aquí las funciones
del pretor y del juez se confunden y un solo magistrado resuelve las cuestiones de
derecho y de hecho. Aquí corresponde al Estado el poder de administrar justicia, pero
es una justicia imperial, a menudo influida e intervenida por la voluntad del príncipe. El
procedimiento es escrito y se impone poco después de la desmembración del Imperio en cuatro
grandes prefecturas: Oriente, Iliria, Italia y las Galias. Así entonces puede decirse que el Derecho
aplicado en el Bajo imperio el proceso es una función pública. El juez representa al Estado en la
función de administrar justicia, con lo cual se le dotó al juez de facultades inquisitivas.

El nacimiento de la Escuela Científica Alemana.

No sin razón se ha afirmado que el nacimiento del Derecho procesal como ciencia tuvo lugar
en Alemania, a mitad del siglo XIX, con la polémica sostenida por dos autores BERNARDO
WINDSCHEID y THEODOR MUTHER sobre el significado de la act4o romana en el Derecho
actual. Se conoce comúnmente como la "escuela científica" o "escuela sistemática" alemana y,
si bien se inició con los autores mencionados, forman parte de esta escuela ADO LFO W ACH,
OSCAR VON BÜLLOW , JOSÉ KOIILER y, recientemente, JAMES GOLDSMICHDT, LEO
ROSEMBERG, ADOLF SCHONKE y KISCH, entre otros. BERNARDO WINDSCHEID sostenía
que la actio romana no significa otra cosa que el Derecho mismo, esto es, el mismo derecho
subjetivo pero en su fase activa; por su parte THEonoR MUTHER concibió la acción corno un
derecho frente al Estado en la persona de sus órganos jurisdiccionales; como un derecho a la
fórmula tal como se concebía en la segunda etapa del proceso civil romano y, más
concretamente, como el derecho a la tutela jurídica que, posteriormente,
desarrollaríaADOLFO WACH.

A partir de tales reflexiones, OSCAR VON BÜLLOW se encargó, en su libro de 1968, La teoría de
las excepciones procesales y los presupuestos procesales, de dar una fundamentación dogmática a la
ciencia del proceso civil, fundamentalmente en su concepción del proceso como una relación
que se produce entre el demandante, el demandado y el juez. La nueva escuela científica del
Derecho procesal parte por separar el Derecho procesal (la acción) y el derecho subjetivo
material o sustancial, adquiriendo aquél carácter de autonomía que no tenía en épocas
anteriores; así: Wach concibe la acción como la “pretensión de la tutela jurídica” que no es una
función del derecho subjetivo sino que es un medio para hacer valer el derecho. Se abandona
el concepto civilista o privatista que caracterizaba al proceso como un contrato o cuasicontrato y
se le define como una relación jurídica procesal, pública y autónoma, distinta de la relación
sustancial que se hace valer en el proceso. Para la ciencia del proceso, dice COUTURE, la
disociación del derecho y de la acción es algo semejante a lo que ha representado para la física
la disociación del átomo. Transformada la acción en un derecho autónomo, no sólo se consagra
su separación sino la autonomía de toda esta rama del Derecho, llamada Derecho procesal. Esta
escuela científica o sistemática se extiende con rapidez por Europa, particularmente en Italia, a
través de la obra de GIUSEPPE CHIOVENDA, como lo veremos más adelante.
Escuela sistemática italiana.
A finales del siglo XIX dominaban en Italia el pensamiento y los estudios de LUIGI
MATTIROLO con su Tratado di Diritto Giudiziario Civile, el cual constituía una excelente labor de
exégesis e historificación y formaba parte de lo que se llama la "escuela exegética italiana". Frente
a este pensamiento, la renovación y crítica del sistema imperante fue obra
de ANTONIOCASTELAR y LUDOVICO MORTARA. Sin embargo, la escuela sistemática italiana
se inicia con GIUSEPPE CHIOVENDA con dos trabajos monográficos:
Romanismo y germantismo en el proceso civil, es una historia del proceso civil leída en
conferencia pronunciada en la Universidad de Parma el 5 de diciembre de 1901, y en particular, La
acción en el sistema de los' derechos, leída en la Universidad de Bolonia, el 3 de febrero de 1903.
La obra de CHIOVENDA se perfecciona en sus Principios de Derecho procesal civil (1923) y
luego en sus Instituciones de Derecho procesal civil (1934). Los temas de la autonomía de la acción,
el valor de la cosa juzgada, la naturaleza de la sentencia, la concepción del proceso como una
relación jurídica, el fin público del proceso y de la jurisdicción, son los temas sobre los cuales
discurre la "escuela" fundada por CHIOVENDA. En torno a él, unas veces para desarrollar sus
tesis y otras para fundamentar tesis contrarias, se agruparon los procesalistas italianos de
principios del siglo XX y contribuyeron con la formación y perfeccionamiento de la llamada
Escuela Sistemática. En 1924 CHIOVENDA con dos de sus discípulos, FRANCISCO
CARNELUTTI y PIERO CALAMANDREI funda la famosa Rivista de Diritto Processuale
Civile; precisamente con CARNELUTTI, la Escuela Sistemática alcanza mayores horizontes y
mejores desarrollos fundamentalmente porque pasa de la simple teoría del proceso
de cocimiento hasta llegar a la ejecución utilizando una metodología de observación inmediata
de los fenómenos con abstracción de los conceptos. Sin duda que, si los alemanes iniciaron
científicamente los estudios sobre proceso civil, fueron los italianos quienes mejor profundizaron
y arrollaron los elementos estructurales de esta ciencia. Esta importancia ve especialmente
reflejada a Uruguay, Brasil, Colombia y Venezuela, quizás fruto de la inmigración italiana que
produjo la granguerra de mitad del siglo XX.
La recepción del sistema en España.
Los más remotos antecedentes jurídicos de los primitivos pueblos Españoles —tribus celtas,
íberos y celtíberos— se manifiestan en forma de Costumbres primitivas y, por ello, España no
entra a formar parte de la órbita del Derecho sino después de su conquista por los romanos.
Desde e1 siglo III se produce una romanización de Europa y, consecuentemente, también de la
Península Ibérica. España fue invadida por los bárbaros, pueblos germanos que terminaron con
el imperio romano (siglos V aII). con lo cual se aplicaba, en algunos lugares de las provincias,
el derecho romano, en otros el Derecho germano y se conservan algunos usos y costumbres
particulares.
Posteriormente fue invadida por los árabes (711) por más de 800 años; los reyes se ven
obligados a otorgar privilegios a los municipios debido á la lucha por la reconquista y
para asegurarse, en su lucha contra los árabes, la ayuda de los señores feudales. Tales
"privilegios" constituyeron justicias locales, y se produce una verdadera anarquía jurídica por
toda España, pues la justicia es impartida, Simultáneamente, por los reyes, señores feudales y
sacerdotes. Se crean las llamadas legislaciones forales y se promulgan cientos de ellas como las
de León, Castilla, Aragón y la de Cuenca. La unificación de la legislación comienza con las
recopilaciones, siendo las más célebres las promulgadas por Alfonso X, llamado "El Sabio", en
cuya tercera partida se encuentra el procedimiento judicial aplicable en primera instancia y en
apelación. La doctrina procesalista española se inició sobre la base de las escuelas científica
alemana y sistemática italiana. De hecho, desde el advenimiento de la República hasta la guerra
civil, su trabajo se centró en la traducción y comentarios de las obras fundamentales de
Chovenda, Kisch y Goldsmidt.

Tal vez se ha juzgado con ligera severidad a la doctrina española incluso para negar que no hay
una "escuela de derecho procesal". Sin embargo cuando se observa el avance que ha tenido la
Ley de Enjuiciamiento Civil (1881 y 2000), las enseñanzas en materia de medidas
cautelares, el desarrollo de los procesos monitorios y la estatura intelectual mundial de la cual
gozan NICETO ALCALÁ-ZAMORA, LEONARDO PRIETO CASTRO, VÍCTOR FIAREN
GUILLÉN y, más recientemente, MANUEL SERRA DOMÍNGUEZ, FRANCISCO RAMOS
MÉNDEZ yMANUEL ORTELLS RAMOS, se aprecia que todos estos autores han conformado
una verdadera "escuela" de Derecho procesal en el sentido de las respuestas y soluciones
novedosas, científicas y profundas en diversos aspectos del proceso.

6 La Ley Procesal
LA LEY PROCESAL

Hasta ahora hemos visto lo que es el Derecho procesal, sus fuentes y su evolución
histórica. Dentro de las fuentes, como se recordará, se estableció que la primera
fuente formal , di recta, obligatoria o vinculante es precisamente la
Constitución y la ley procesal. Nos corresponde en este tema desarrollar lo que
debe entenderse por ley procesal y los problemas relativos a su vigencia.

1. DEFINICIÓN
Para DEVIS ECHANDÍA la ley procesal puede definirse como aquella que se
ocupa en regular el proceso y las relaciones que de él nacen y se deducen (sea civil,
penal, contencioso-administrativo, del trabajo o simplemente administrativo,
como los procedimientos para marcas u patentes o concesiones de aguas) le
Esto nos lleva a una ardua problemática común para el Derecho administrativo
y el Derecho procesal: si l as normas relativas al procedimiento administrativo
constituyen parte del Derecho procesal o si, por el contrario, la noción de proceso
debe restringirse al proceso judicial.
A nuestro modo de ver, al aludir al Derecho procesal se piensa en el proceso
judicial, es decir, donde se desarrolla la jurisdicción del Estado frente al derecho
de accionar de los particulares. Esto implica que la noción de ley procesal debe
pasar por hurgar la noción de "ley" aplicada ese "proceso judicial". Se entiende
por ley, en términos constitucionales, a todo acto emanado de la Asamblea
Nacional actuando como cuerpo legislador, lo cual es el sentido de ley formal; pero
se sabe que la ley también tiene un sentido material para referirlo a cualquier
norma de conducta de c a rá ct e r i mpe r ati v o - at ri bu ti v o qu e e man e d e l as
au t ori da d, competentes (leyes nacionales, estadales o municipales). Sin
embargo, nuestro país, el proceso judicial sólo puede ser regulado por ley de
carácter,nacional, es decir, dictada por el Poder Nacional, por haberlo reservado el
artículo 156.32 de la Constitución. Así entonces:

Se entiende por ley procesal toda norma jurídica con forma de ley, dictada
por la Asamblea Nacional actuando como cuerpo legislador (art. 202
constitucional) que tienen por objeto la regulación cualquier aspecto de los
procedimientos judiciales que recaen sobre aquellas materias previstas en el
Texto Constitucional.

Desde luego que al referirnos a ley procesal no sólo recae la noción


sobre el Código sino cualquier otro instrumento que disponga de
alguna manera regulaciones específicas sobre el desenvolvimiento
del proceso. La norma procesal contiene tres elementos que la
caracterizan: a) establecimiento de una regla para la actuación del juez, las partes
y aun los terceros, en un proceso; b) establecimiento de un orden por
cuanto quienes intervienen en el proceso sólo pueden apartarse de la regla
en medida en que ella misma lo permita; y c) establecimiento de cargas, derechos,
deberes u obligaciones que apunten a su eficacia.
Como dice CUENCA, toda norma comporta un poder obligante en beneficio de
la colectividad y se compone de un supuesto de hecho y una determinada
consecuencia; en el caso de la ley procesal se caracteriza porque regula la
actividad jurisdiccional y el funcionamiento del proceso. Fija las formas de los
actos, reglamenta la conducta que deben observar las partes y la actividad del juez.
Por otro lado, CHIOVENDA afirma que la ley procesal regula "los modos y condiciones
de la actuación de la ley en proceso", a lo cual CUENCA agrega que se trata del
instrumento que tiene a su disposición el derecho procesal para la realización del
derecho material o sustancial.
2. CARACTERES DE LAS LEYES PROCESALES
Siguiendo al mismo autor, HUMBERTO CUENCA, las leyes
procesales tienen como características:

1) Carácter público (en tanto que el Derecho procesal es una rama del derecho
público y esto es así porque sus normas, en general, son órdenes del Estado en
beneficio de la colectividad para mantener la seguridad jurídica y la paz pública;
este mismo carácter explica la indisponibilidad por los ciudadanos;

2) Carácter autónomo, lo que quiere decir que tiene una función pública
no compartida por ninguna rama del Derecho, cual es la de dirimir los conflictos
y conocer de la tutela judicial de los derechos e intereses de los ciudadanos;

3) Carácter coactivo, porque tienden a la realización práctica del Derecho material


y para su aplicación, el juez tiene a su disposición toda la fuerza del poder
ejecutivo o la fuerza pública;

4) Aplicación inmediata, ya que, corno lo veremos más adelante, las


leyes procesales regulan los procesos en el instante en que son promulgadas y
por ello su aplicación no puede ser diferida ni postergada.

3. NATURALEZA PROCESAL DE LA LEY Y NATURALEZA DE LA LEY PROCESAL,


a. Naturaleza "procesal" de la ley
Indagar sobre la naturaleza procesal de la ley supone responder a
la pregunta de cuándo una ley debe ser considerada como "procesal". :
COUTURE, en este sentido, afirma que la naturaleza procesal de una ley no depende
del cuerpo de disposiciones en que se halle inserta, sino de su contenido propio. Este
contenido propio de la ley procesal es la regulación de fenómenos estrictamente
procesales, vale decir, la programación del debate judicial referido a su fin, que
es la decisión de un conflicto de intereses. Independientemente del título o cuerpo
de una ley donde esté inserta, lo indispensable está en que regule de alguna manera
el fenómeno procesal; es posible, en este sentido encontrar leyes procesales en el
Código Civil o en el Código de Comercio. RENGEL ROMBERG afirma que una ley o
norma es de naturaleza procesal cuando regula la relación procesal, y que son de
este carácter todas las normas que regulan la función jurisdiccional.

b. Naturaleza de la ley procesal


Ahora bien, un asunto diferente es analizar la "naturaleza de la ley procesal"
con lo cual lo que se intenta aclarar es si las normas son de Derecho público o de
Derecho privado. El asunto es harto complejo porque en el proceso judicial convergen
dos perspectivas: el interés del Estado en el mantenimiento de la paz social utilizando
para ello las reglas del proceso judicial y, por otro lado, el interés de los particulares
en la solución concreta a sus conflictos, derechos e intereses. Por esto se pueden
diferenciar tres tesis fundamentales: la visión iusprivatística, las
tesis iuspublicísticas y la tesis del orden público relativo.

1) Tesis iusprivatística de las leyes procesales


Quienes consideran que el Derecho procesal y, más propiamente, la jurisdicción
tiene como única finalidad la salvaguarda de los derechos subjetivos de los
particulares, tienen que aceptar que las normas sobre el proceso forman parte de
un mismo y solo derecho: el derecho sustantivo. La acción, en este sentido, no
sería más que el mismo derecho subjetivo pejo en "pie de guerra", con "casco
y escudo de lucha" (tal como lo entendían SAVIGNY, GLASSÓN Y TISSIER, entre
otros). Así, la jurisdicción es un mecanismo que tiene el Estado para hacer que
los derechos subjetivos de los particulares se cumplan y se ejerciten
eficazmente (CARNELUTTI). El proceso, desde este punto de vista, está al servicio
de la lucha entre partes como una prolongación del derecho privado de éstos.
2) Tesis iuspublicísticas
RENGEL ROMBERG afirma que la ley procesal es de Derecho público porque
regula una actividad de naturaleza pública: la función jurisdiccional asumida por el
Estado. Para sustentar esta afirmación explica:

Siendo la jurisdicción una de las funciones esenciales del Estado, parecería lógico
pensar que las normas que regulan esta actividad son siempre normas de orden
público, absolutas o imperativas. Sin embargo no es así, porque en el proceso
civil, no sólo existe el interés público del Estado en la solución de las
controversias y en el mantenimiento de la paz entre los ciudadanos, sino también
el interés privado de los particulares en la satisfacción de las pretensiones quehacen
valer en el proceso. Por ello, en innumerables casos, las normas procesales toman
en cuenta la voluntad de las Sin embargo, la tesis iuspublicística no ha sido
capaz por sí sola de explicar la naturaleza de la ley procesal debido a que es
absolutamente evidente que en el proceso se debaten, en la mayoría de los casos,
derechos y relaciones privadas; lo que explica la naturaleza de la ley procesal no
es sólo la actividad del juez porque también en él, se producen las actividades de
las partes que se encuentran en posición de tutela de sus intereses privados.
Precisamente, este defecto de la tesis iuspublicística, es el punto central de la tesis
del orden público relativo.

3) Tesis del orden público relativo


Estimamos que ha sido el maestro HUMBERTO CU ENCA quien ha atinado
en hacer la diferenciación entre interés público y orden público. En efecto, el autor
parte de la afirmación de que las leyes procesales son de derecho público pero no
todas son de orden público. No hay normas procesales, dice el autor, dederechos
privados pero, indudablemente, hay normas de interés público y normas de interés
privado. En principio todas las normas procesales pertenecen al Derecho público
porque son aplicadas por un órgano del Estado y sólo el Estado puede aplicarlas,
pero como en el proceso existen intereses de la colectividad (representada por el
Estado) mientras que otras normas sólo están referidas al interés de las
partes. Tradicionalmente se afirma que las normas que fijan los
poderes, organización, estructura y funcionamiento de los órganos
jurisdiccionales son de interés público mientras que son de orden privado las que
regulan la actividad de las partes en el proceso, sin embargo hoy se incluyen
dentro de las normas de orden público la actividad de las partes en cuanto a
su capacidad procesal, legitimación y su participación en las formas y
actos esenciales del proceso.
No existe una regla general sobre la cual sustentar la diferencia entre las normas de
interés público y las normas de interés privado porque ello será casuístico
dependiendo del contenido de la norma; así por ejemplo, son de carácter
privado la forma que escojan las partes para probar sus convenciones (con
las limitaciones del testimonio y los contratos con valor superior a dos mil
bolívares). Para solventar las dificultades se puede establecer que,
efectivamente, la naturaleza de la ley procesal es de orden público pero no de
carácter absoluto sino relativo, en el sentido de que el primero es irrelajable e
indisponible por las partes; en cambio, en el orden público relativo se deja una
esfera de disponibilidad de las partes para la actuación o realización de determinados
actos, así por ejemplo:

EFECTOS FRENTE A LOS PROCESOS PENDIENTES

Donde se presenta mayor dificultad es en los procesos en curso


o pendientes, es decir, aquellos procesos que durante su tramitación
se cambia la ley procesal o se modifica la ley sustancial. Para dilucidar
el problema debemos tener claro el principio general: la ley procesal
se aplica desde el momento mismo de su entrada en vigencia, es decir,
tiene aplicación inmediata. Sin embargo, esta aplicación inmediata tiene
que respetar los actos y hechos ya cumplidos bajo la vigencia de la ley anterior y,
además, los efectos de tales actos que se proyectan en el tiempo y se prolongan
también bajo el imperio de la nueva ley.
a. Modificación o eliminación de la relación material o sustantiva
Si iniciado el proceso para la tutela de una determinada
relación sustancial y una nueva ley material elimina tal derecho, entonces
el proceso debe terminar por cuanto carecería de posibilidad jurídica la tutela
judicial que se invoca; más claro, si se establece que el librador puede intentar
una pretensión contra el avalista de una letra de cambio y una nueva ley mercantil
elimina esa posibilidad, el juicio que se hubiera intentado contra los avalistas deja
de tener sentido, por lo cual el proceso debe terminar.
b. Modificación o eliminación de la competencia
La regla general está en que la jurisdicción y la competencia
se determinan conforme a la situación de hecho existente para el momento de
la presentación de la demanda, y no tienen efecto respecto de ellas los cambios
posteriores de dicha situación, salvo que la ley disponga otra cosa (art. 3° del CPC);
pero, si una ley procesal cambia o extingue la competencia del tribunal que conoce
de un proceso en curso, el proceso no se extingue ni se declara la nulidad de los
actos (como tal vez ocurría en el CPC de 1916 7), sino que los autos deben pasar
el nuevo juez que sea competente donde se continuará la causa en el mismo
estado en que se encontraba para el momento del cambio, en este caso es bueno
recordar que los actos procesales son válidos y deben ser asumidos como tales por
el nuevo juez que la ley declare competente.
7 Es de advertir que, para CUENCA, cuando la nueva ley cambia la competencia
del tribunal sobre un proceso en curso, debe declararse la nulidad de todo lo
actuado si la competencia recae sobre la materia o sobre la cuantía, por ser
éstas de orden público; pero si la competencia ha variado solamente por
razón del territorio, el juicio debe pasarse al tribunal
Modificación en materia de pruebas
En este aspecto es necesario distinguir: a) la admisibilidad siempre habrá de
regirse por la nueva ley, aun cuando RENGEL sostiene que esto es aplicable cuando
se trata de una norma probatoria general y no cuando se trata de medios
especfflcos, pues en este caso debería seguir rigiéndose por la ley anterior. Este
criterio, sin embargo, es minoritario pues la doctrina es conteste en considerar
que sea cual sea la modificación sobre la admisibilidad habrá que atenerse
a la nueva ley (sea que se suprima un medio de prueba o se agreguen nuevos
medios o se modifiquen medios de prueba existente). Ahora, en cuanto a la forma
de promoción y evacuación existe acuerdo en admitir que se rige en absoluto por la
nueva ley que la establezca, salvo expresa disposición de la ley.

Efectos sobre los recursos


Los medios de impugnación, como dice CUENCA, como el recurso de apelación,
el recurso se recl amo, el recurso de hecho y el recurso extraordinario de
casación, se rigen por la ley bajo cuyo imperio se dictó la decisión objeto de
impugnación. Normalmente, cuando se dicta una ley que tiende a modificar una
instrumento legal procesal, se establece un régimen transitorio donde estos
aspectos son cubiertos; así ocurrió recientemente con la Ley
OrgánicaProcesal del Trabajo y la Ley del Estatuto de la Función Pública.

Efectos sobre los lapsos procesales


En materia de lapsos procesales se rigen por la ley según la
cual comenzaron a computarse; sin embargo, habrá que distinguir cuando
la nueva leyreduce o amplía los lapsos. Según CUENCA, la ampliación del lapso
favorece a las partes de manera que éstas pueden hacer uso del nuevo lapso en
virtud de la aplicación inmediata de la ley; si la nueva ley reduce los lapsos,
entonces no puede afectarse el derecho de las partes pues sería una aplicación
retroactiva de la ley. Por último, si el lapso se ha consumado totalmente bajo el
imperio de la vieja ley y la nueva lo modifica, en nada se afecta sin que sea
posible extender o reabrir el lapso l(). Recordemos que la materia de lapsos
procesales es sensible en el entendido que constituye un aspecto del derecho a la
defensa o el tiempo oportuno para preparar la defensa, tal como lo postula el artículo
49 constitucional.
art. 940 del CPC.

EFICACIA DE LA LEY PROCESAL EN EL ESPACIO


Cada país es titular de la soberanía por la cual puede darse no sólo su
propio régimen de gobierno sino también su propia legislación en
consecuencia y, en principio, la legislación de un país no tiene porqué
a rectas el orden interno de otro país por el elemental principio de
auto determinación y no intervención de un país en los asuntos internos de
ro. Así entonces, los problemas de la ley procesal tienen que ver con estos
principios y debe resolverse cuál, entre dos o más leyes coexistentes en
diversos territorios, es aplicable a un proceso pendiente en uno de ellos.
El principio de la territorialidad de las leyes implica que la norma sólo obliga en el
territorio del país cuyo Estado la promulga. Sin embargo, según nos comentaRENGEL
ROMBERG: "si bien cada Estado soberano ha asumido como propia la función
jurisdiccional y dicta en consecuencia las normas de procedimiento para la
realización del derecho en su territorio, puede ocurrir, y ocurre frecuentemente,
que la relación procesal pendiente en un Estado tenga elementos de conexión con el
ordenamiento jurídico de otro estado soberano, bien porque en ella intervengan
sujetos nacionales de ese Estado, o domiciliados en él, o bien porque los bienes
que son objeto de la controversia están situados en el Exterior" Desde el 6 de
agosto de 1998 rige en Venezuela la Ley de Derecho Internacional
Privado 12 cuyo objeto es regular las normas aplicables a los supuestos de hecho
relacionados con los ordenamientos jurídicos extranjeros y, a cuyo tenor, se
establece unajerarquización; es decir, a los supuestos de hecho relacionados con
los ordenamientos jurídicos extranjeros, se „regulará en el siguiente orden:

1. Por las normas de Derecho internacional público sobre la materia,


en particular, las establecidas en los tratados internacionales vigentes en
Venezuela; en su defecto,
2. Se aplicarán las normas de Derecho internacional privado venezolano; a
falta de ellas,
3. Se aplicará la analogía y, finalmente,
4. Por los principios de Derecho internacional privado generalmente aceptados.
Cuando resulte pertinente, el Derecho extranjero deberá aplicarse "de acuerdo
con los principios que rijan en el país extranjero respectivo, y de manera que se
realicen los objetivos perseguidos por las normas venezolanas del conflicto” (Artículo
2)

EL PRINCIPIO DEL DOMICILIO Y EL REGIT ACTUM

La nueva legislación de Derecho internacional privado consagra que el domicilio


de una persona física "se encuentra en el territorio del Estado donde tiene su
residencia habitual, incluyendo el domicilio de los menores e incapaces sujetos a
patria potestad, a tutela o a curatela, salvo que tal domicilio sea resultado
exclusivo de funciones conferidas por un organismo público, nacional, extranjero
o internacional. El domicilio entonces sc convierte en el principio rector para la
aplicación del Derecho extranjero pues, conforme a él, se determinan los
aspectos que estudiaremos a continuación con sus respectivas características.
a. El estado y capacidad de las personas
La existencia, estado y capacidad de las personas se rige por el derecho dé su
domicilio sin que resulten aplicables las limitaciones a la capacidad establecidas en
el Derecho del domicilio que tengan como sustento las condiciones de diferencias
de raza, nacionalidad, religión o rango. Esta regla general presenta las siguientes
peculiaridades:
1) El cambio de domicilio no restringe la capacidad adquirida;
2) La persona que es incapaz de acuerdo con el principio general,
actúa válidamente si la considera capaz el Derecho que rija el contenido del
acto (ley a favor del negocio);
3) La existencia, la capacidad, el funcionamiento y la disolución de las personas
jurídicas de carácter privado se rigen por el lugar de su constitución.
b. Régimen de los bienes
La constitución, el contenido y la extensión de los derechos reales sobre los bienes
se rigen por el Derecho del lugar de la situación (locus regit actum) (art. 27
LDIP), con la particularidad de que el desplazamiento de los bienes muebles no
influye sobre los derechos que hubieren sido válidamente constituidos bajo
el imperio del Derecho anterior, aun cuando no producen efecto frente a
terceros sino una vez que se cumplan los requisitos que establezca el Derecho de la
nueva situación.
c. De la forma y prueba de los actos
Los actos jurídicos son válidos, en cuanto a la forma, si cumplen los requisitos
exigidos en cualquiera de los siguientes ordenamientos

d) El del domi ci l i o de su otorgante o del domicilio comú n


de sus otorgantes. Estableciendo, la ley, además:

Artículo 38 LDIP. Los medios de prueba, su eficacia y la determinación de la


carga de la prueba se rigen por el Derecho que regula la relación jurídica
correspondiente, sin perjuicio de que su substanciación procesal se ajuste aJ
derecho del Tribunal o funcionario ante el cual se efectúa.

2. DE LA JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

En principio, la ley venezolana resulta aplicable no sólo a los bienes inmuebles


situados en ella, sino también a todas las personas que tengan su "domicilio"
en el territorio de la República; con respecto de los extranjeros deberá
atenderse a la regla general según la cual el Derecho aplicable será el
correspondiente a su domicilio. Sin embargo, los tribunales de la República tienen
jurisdicción "en juicios intentados contra personas domiciliadas en el exterior en los
casos contemplados en los artículos 40,
41 y 42 de esta ley" (art. 39 LDIP). En los siguientes casos los tribunales venezolanos
tienen jurisdicción:

a. Pretensiones de contenido patrimonial (art. 40)


1. Cuando se ventilen pretensiones relativas a la disposición o tenencia de
bienes muebles o inmuebles situados en el territorio de la República;
2. Cuando se ventilen pretensiones relativas a obligaciones que
deban ejecutarse en el territorio de la República o que se deriven de
contratos celebrados o de hechos verificados en el mencionado territorio;
3. El demandado haya sido citado personalmente en el territorio de la República;
4. Las partes se sometan expresa o tácitamente a su jurisdicción;
b. Pretensiones relativas a universalidad de bienes (art. 41)
1. Cuando el Derecho venezolano sea competente de acuerdo con
las disposiciones de esta ley, para regir el fondo del litigio;
2. Cuando se encuentren situados en el territorio de la República bienes que
formen parte integrante de la universalidad.

c. Pretensiones sobre el estado de las personas o las relaciones familiares


1. Cuando el Derecho venezolano sea competente de acuerdo con
las disposiciones de esta ley, para regir el fondo del litigio;
Cuando las partes se sometan expresa o tácitamente a su jurisdicción, siempre que
la causa tenga vinculación efectiva con el territorio de la

3. EFICACIA DE LAS SENTENCIAS EXTRANJERAS


Las sentencias dictadas por otro país tendrán efecto en
Venezuela, siempre que se cumplan los siguientes requisitos:

1) Que hayan sido dictadas en materia civil o mercantil o, en general, materia


de relaciones jurídicas privadas;

2) Que tengan fuerza de cosa juzgada, de acuerdo con la ley del Estado en el
cual han sido pronunciadas;

3) Que no versen sobre derechos reales respecto de


bienes inmueble, situados en la República o que no se haya arrebatado a
Venezuela, jurisdicción exclusiva que le correspondiere para conocer del
negocio;

4) Que los tribunales del Estado sentenciador tengan jurisdicción


para, conocer de la causa de acuerdo con los principios generales establecidos;

5) Que el demandado haya sido citado debidamente, con tiempo suficiente, para
comparecer, y que se le hayan otorgado en general, las garantías procesales
que aseguren una razonable posibilidad de defensa.

4. INTERPRETACIÓN DE LA LEY PROCESAL

1. INTERPRETACIÓN DE LA LEY EN GENERAL Y DE LA LEY


PROCESAL PARTICULAR
En primer lugar, la interpretación de cualquier norma jurídica supone, como
señala CUENCA, desentrañar o reconstruir el pensamiento (II legislador,
procurando llenar sus lagunas; en la ciencia procesal, la tarea (I, interpretación va
acompañada con la influencia que tienen los factores sociales, económicos,
morales, políticos, culturales, etc., que rodean la norma. En este sentido el autor
nos comenta:

Si la ley es una manifestación de la voluntad del Estado, se entiende que


interpretarla consiste en desentrañar el sentido de la voluntad estatal
en el momento de la aplicación de la ley y no en el de 'su promulgación.
Pero el intérprete no debe limitarse a extraer una seca y autoritaria
voluntad estatal sino un contenido de acuerdo con las necesidades de la
vida que fluctúan según las diversas circunstancias históricas.
En este mismo sentido se pronuncia COUTURE, quien afirma (pie intérprete
es un intermediario entre el texto y la realidad y, por ello, la interpretación consiste
en extraer el sentido desentrañar el contenido que el texto tiene con relación a la
realidad. Por su parte, RENGEL afirma que la interpretación de la ley adquiere
toda su importancia cuando se trata (le la aplicación de la misma a un supuesto
concreto y, en este sentido, la interpretación es un momento esencial de la
aplicación de la ley. Esto es, como la norma jurídica regula en forma muy general
y abstracta una serie (le hipótesis que el legislador ha reducido aun esquema formal
en la norma, es necesario que el intérprete desentrañe su sentido, para descender
por vía de deducción lógica a la aplicación del principio al caso concreto.

El legislador y el intérprete, dice ROTONDI, recorren el mismo camino, pero en


un sentido inverso: mientras el legislador se eleva, por vía de inducción,de
los hechos concretos al principio general que plasma en la norma, el intérprete
desciende, por vía de deducción, del principio general al caso concreto. A
nuestra manera de ver, esta afirmación debe ser completada en el sentido de
que, para el intérprete, la formación de conceptos bien puede realizarse por
vía de inducción o deducción, dependiendo del tema en concreto que sea objeto
del análisis o la síntesis interpretativa. Por otro lado, la tarea de interpretación no
siempre es la misma ni se realiza de la misma manera; el mismo SCIALOJA ha
señalado que la interpretación de las leyes es relativa, variable en el tiempo y en
el espacio, de acuerdo con las distintas concepciones políticas del
Estado", a lo que CUENCA comenta que ciertamente toda interpretación es
relativa, condicionada al momento histórico, realista y vital de su aplicación.
Sin embargo, e ste ti po de i n terpretaci ón , qu e bien pu di era
ll amarse "progresiva", tiene limitaciones en el campo procesal porque el
intérprete no puede "cambiar" o "adaptar" las formas procesales, p.ej., o las
causalespara admitir un recurso o las condiciones de capacidad o
legitimación procesal; la superación de las deficiencias de las leyes procesales
no se puedensuplir por interpretación sino por un cambio legislativo. La
tarea interpretativa constituye la médula central de la tarea del operador jurídico y,
en particular, del juez, ésta debe ser congruente con el
programa constitucional y consiste en adaptar tal programa al caso concreto. En
este sentido se ha pronunciado la Sala Constitucional:
Tribunal Supremo de Justicia. Sala Constitucional. Sentencia N° 1309, de fecha
19 de julio de 2001 (Hermann Escarrá en recurso de interpretación) Ponencia
del Magistrado José Delgado Ocando: La labor creadora del juez, muestra que el
problema interpretativo no parte de normas identificadas y disponibles para la
decisión, sino más bien, al revés, parte o caso planteado y este induce el
funcionamiento del aparato normativo para encontrar la decisión razonable. Como se
verá luego, la interpretación de las reglas supone la interpretación del problema
o caso planteado, y es el problema el que determina su propio tratamiento
hermenéutico, limitando, así, la aplicabilidad de los criterios normativos en el
trámite de la decisión judicial.
En otra sentencia la misma Sala señaló:

Con ello la Sala hace hincapié en que la interpretación no parte de las normas sino
que se identifica el caso concreto para luego, en una tarea de técnica y de arte del
Derecho, se ubica la norma pertinente. En otra sentencia la misma Sala señaló:

TRIBUNAL. SUPREMO DE JUSTICIA. SALA CONSTITUCIONAL: Sentencia N° 1971


de 16 de octubre de 2001, actualmente la jurisprudencia y ponencia del
Magistrado ANTONIO GARCÍA GARCÍA: El método exegético fue durante
mucho tiempo el método por excelencia de la interpretación de las leyes; dicho
método basaba en la interpretación literal, el apego al significado de las
palabras que conforman una disposición y de la conexión de ellas entre sí,
(Artículo 4 del Código Civil de Venezuela) Pero actualmente la jurisprudencia
y la doctrina apuntan hacia una flexibilización de la interpretación
otorgándole una gran importancia a la adecuación de la norma a los valores
y principios plasmados por el pueblo soberano en la Ley en de las
Fundamental , incluyendo su preámbul o qu e con forman un a preámbulo
y su exposi ci ón de disposición y de la conexión de motivos.
2. Clasificación de los modos de interpretar la ley.

a. En cuanto a las fuentes


1) Interpretación legislativa
La interpretación legislativa está contenida en las propias normas que dicta el
legislador, esto es, algunas veces es el propio legislador que se encarga de
interpretar sus disposiciones y ocurre cuando una norma no tiene
como finalidad establecer modos de conducta o comportamiento sino que su
única finalidad es establecer o definir lo que debe entender si por alguna institución
o algún concepto que se utilice. Normalmente a es I, tipo de interpretación se le
denomina "contextual" porque la interpreta y el ente interpretado se encuentran
en el mismo texto. Si la norma Interpretar se encuentra en otro instrumento legal,
entonces la interpretación se llama “extra contextual”.

Segú n com en ta CUENCA, esta i n terpretaci ón en t ra en


vi gen ci a inmediatamente, no sólo para las cuestiones del futuro sino para las
que interiormentese hayan podido suscitar, pues esta ley tiene
efectos retroactivos. Se critica a este modo de interpretación por cuanto,
según a finilla la doctrina, no es tarea del legislador la labor de interpretación;
sin embargo, la utilidad de este modo de legislar se ha puesto de manifiesto más de
una ocasión pues con ello se evitan discusiones doctrinarias, a veces estériles.
Algunos ejemplos de este modo de legislar:

a) Decreto con fuerza de ley: Ley de aviación civil de 2001.


ARTÍCULO 51. La conservación, administración y aprovechamiento de los
aeropuertos de uso comercial corresponde a los Estados y se hará de
conformidad con lo establecido en este Decreto-Ley, sus reglamentos y en los
convenios de coordinación que a tal efecto se suscriban entre los Estados por
órgano del Gobernador y el Ejecutivo Nacional por órgano del Ministerio de
Infraestructura de el instituto Nacional de Aviación Civil. Se entiende por
aeropuerto de uso comercial, todos los aeropuertos públicos, de uso público, de
función comercial e interés general.

ARTÍCULO 96 eiusdem: Por la periodicidad de sus operaciones, el servicio público


de transporte aéreo se clasifica en regular y no regular. Se entiende por servicio
de transporte aéreo regular el que siendo de permanente accesibilidad, y que
presta un servicio público, se realiza entre dos o más puntos en una misma ruta
y con sujeción a itinerarios, frecuencias de vuelo, horarios, precios o tarifas
publicadas según el caso; o el que se efectúa en forma tal que pueda
reconocerse fácilmente como periódico. (...)

b) Ley de cajas de ahorro y fondos de ahorro.


Concepto de caja de ahorro y fondo de ahorro
ARTÍCULO 3. A los efectos de este Decreto-Ley, se entiende por cajas de ahorro
las asociaciones civiles sin fines de lucro, creadas y dirigidas por sus asociados,
destinadas a fomentar el ahorro, recibiendo, administrando e invirtiendo, los
aportes acordados. Así mismo, se entiende por fondos de ahorro a los efectos de
este Decreto Ley, las asociaciones civiles sinfines de lucro, creadas por las
empresas conjuntamente con los trabajadores, en beneficio exclusivo de éstos,
recibiendo, administrando e invirtiendo los aportes acordados.

Interpretación doctrinal
La interpretación doctrinal es aquella que realiza la comunidad científica sobre temas
generales del Derecho, y no persigue ningún fin en específico que no sea la
colaboración en el cabal entendimiento de los conceptos e instituciones jurídicas. La
interpretación doctrinaria puede ser exegética y sistemática; la exposición
exegética consiste en desentrañar el significado de la ley mediante
procedimientos gramaticales y lógicos, artículo por artículo, en forma de
comentarios, apostillas, apuntaciones, en torno a cada norma, aisladamente. Es tina
interpretación que se caracteriza por el culto al texto de la ley y a su razón
histórica. Por otra parte, la investigación sistemática ofrece una visión integral
yno fragmentada del proceso; señala definiciones, establece teorías, principios,
conceptos, terminología, técnica y crea la arquitectura del Derecho procesal como
un verdadero sistema.

3) Interpretación judicial
La interpretación judicial es realizada por el juez cuando las
partes pl antean cual qui er asunto de su competencia y, al contrario de
l ainterpretación doctrinal, la del juez tiene que ser realizada frente a un
caso concreto, esto es, frente a los intereses encontrados de las partes y con vista a
un a real i dad soci al . La interpretación judi cial se llama
también jurisprudencia.
4. En cuanto al análisis de los textos legales
Interpretación de los textos legales, como antes se señaló, puede realizarse
exegéticamente, pero la clasificación que ahora nos interesa es la llamada:
a) Interpretación gramatical; y b) interpretación lógica.

1) Interpretación gramatical
La interpretación gramatical es la señalada en el artículo 4° del Código Civil y
de hecho es la única norma que establece cómo debe interpretarse la ley con
respecto de los casos concretos: "A la ley debe atribuírsele el sentid que aparece
evidente del significado propio de las palabras, según su conexión de ellas entre
sí y la intención del legislador"; así entonces, la interpretación gramatical se
estructura sobre dos elementos:
a) El significado propio de las palabras, el cual no se obtiene sino con u n
c o n o c i m i e n t o e x a c t o d e l i d i o m a c a s t e l l a n o y , a d e m á s , e l conocimiento
que a las palabras puede darle la ciencia ? jurídica en particular; y
b) La conexión de las palabras entre sí, relación que no se puede obtener con una
aplicación precisa de las reglas de la sintaxis sino mediante la comprensión de la
totalidad.

Interpretación lógica

Como señala CUENCA, la interpretación lógica tiende a penetrar en


el pensamiento del legislador, a desentrañar su intención. La ley —señala
el autor— es la obra consciente y reflexiva del legislador, es la expresión no sólo
de un solo hombre, sino de grupos y hasta de generaciones, desde Roma a
nuestros días, por un proceso de lenta sedimentación, en unos casos, y
decantación, en otras. El legislador crea para el porvenir y debe prever las
circunstancias y modalidades inherentes al progreso de los
pueblos14 . Se dice que la interpretación lógica puede discurrir por
dos sentidos: en primer lugar, aquella que le rinde culto al legislador o a
la exacta "intención" del legislador (tradicionalista) y, en segundo
lugar, aquella que es capaz de "adaptar" esa intención a los momentos
presentes sobre la base de que, una vez dictada la norma, ésta adquiere un
significado independiente, adaptándose a las necesidades del medio
ambiente y desprendida de la voluntad inicial que le dio origen.
5. Integración de las normas de derecho procesal.
En general, las leyes se dictan para cubrir todos los supuestos de hecho posibles
en el marco de una sociedad; sin embargo, ocurre con frecuencia que las
leyes no dispongan todo y existan situaciones jurídicas no reguladas de modo
expreso. Cuando esto ocurre, estamos en presencia de las lagunas
jurídicas que no son más que las omisiones que pueden existir para la
solución de los casos concretos. Estas "lagunas" son espacios abiertos que
debe llenar la doctrina científica (interpretación doctrinal y judicial) y pueden
ser de dos tipos: a) Las lagunas de la ley, y b) Las lagunas del Derecho.
Así, las lagunas de la ley ocurren porque el legislador no pudo establecer en el
texto de la ley todos los supuestos de hecho o los detalles y pormenoresaplicables;
en cambio, las lagunas del Derecho se refieren a cualquier situación no
regulada de modo expreso en términos generales, por lo cual la doctrina indica
que tales lagunas, de existir, deben ser cubiertas por los principios generales del
Derecho. Según ZITELMAN no existen vacíos del Derecho porque lo que no está
previsto está permitido. Pues bien, la manera mediante la cual se "cubren" o
se "llenan" esas lagunas legales se denomina "integración" de la ley, lo cual se
realiza mediante la "analogía de la ley" y la "analogía del Derecho", según se
refieran a una o a otra.

Analogía de la ley procesal

La analogía es una tarea de "relación", es decir, de vincular una norma que


regula un determinado supuesto de hecho que, por su semejanza con otro,puede
ser extendida para ser aplicada al supuesto no regulado de manera expresa,
de tal modo que la analogía puede proceder de dos maneras: a) Cuando se
trata de casos semejantes; y b) Cuando se trata de materias análogas.
1) Casos semejantes
El principio se dice que el principio de igualdad jurídica supone que casos
semejantes deben ser disciplinados por normas semejantes; los casos semejantes
pueden presentar las siguientes modalidades:
a) Que un caso sea exactamente igual a otro, en cuyo caso se aplica la norma expresa
reguladora del supuesto;
b) Que el caso resuelto presente algunos elementos de identidad, pero
otros diferentes, en cuyo momento debe evaluarse en cuántos elementos existe la
identidad para aplicarle la norma que regula de manera expresa el supuesto de
hecho; y,
c) Que el caso resuelto sea completamente diferente, en cuyo caso no habrá laguna
legal sino laguna del Derecho y, en consecuencia, deben aplicarse los principios
generales del Derecho. Este principio se denomina en algunas ciencias particulares
(p. ej. en Derecho administrativo) como el principio de paralelismo de las
formas, que consiste en que de la misma forma que se realiza un acto, éste puede
ser extinguido.
2) Materias análogas
Cuando no exista ninguna norma que regule un caso semejante, es decir, no
es posible hacer una "analogía de la ley", se debe aplicar la ((analogía por la
materia", es decir, se trata de ubicar el caso concreto en una categoría jurídica para
aplicarle los principios generales; así, por ejemplo, el hecho x" es un comercio"
realizado en alta mar con objetos de mar, y no existe ninguna norma que regule
tal supuesto, pues bien, se buscará el "conjunto" de normas que regulan la "materia"
de "comercio marítimo". Trasladando el ejemplo al campo procesal, diremos que
en la analogía por la materia, se aplica a la situación no prevista el principio
jurídico fundamental que regula una misma institución procesal; lo que se
aplica por analogía es un conjunto decorno los principios que regulan la
demanda, la contestación, las pruebas, los recursos, etc. En la aplicación de la ley
a casos semejantes se va de lo particular a lo particular, mientras que la analogía
por materias se va de lo particular a lo general.

b. La analogía del Derecho


Cuando no es posible la aplicación de la analogía (en sus dos
vertientes) se acude a los principios generales del Derecho, fundamentalmente
porque el juez no puede absolver la instancia, es decir, el juez no puede dejar
de decidir un caso so pretexto de ambigüedad u oscuridad de la ley; si
ello llegara a ocurrir, el juez, incurriría en un delito, de conformidad con
el artículo 19 del texto procesal. Esta consagración delictual se sustenta en el
conocimiento de la ley que constituye una presunción en cabeza de toda persona y,
en segundo lugar, en la plenitud hermética del Derecho según el cual no hay
ningún "caso" o "supuesto" de hecho que no pueda ser subsumible en el
Derecho vigente. Para resolver un caso, donde no es posible la aplicación de
la analogía legal ni la analogía por la materia, entonces se acude a los
"principios generales del Derecho".
c. La integración supletoria
Otra manera de concretar el principio de la integración del Derecho es con
la interpretación supletoria, la cual se utiliza para fijar el orden de aplicación de
diferentes leyes procesales igualmente vigentes. La regla general de este
principio es que, en la solución del caso concreto, el juez debe aplicar preferentemente
las disposiciones especiales en lo que constituya la especialidad y, luego, las
disposiciones generales cuya misión será suplir los vacíos o silencios de la ley en
el caso concreto.
A los efectos de un cabal explicación de este aspecto es necesario señalar que, en
teoría general del proceso, las "reglas generales" o normas generales de
procedimiento, son aquellas contenidas en el Código de Procedimiento Civil. No es
por casualidad que el "procedimiento civil ordinario" sea llamado
"procedimiento común" o "general". Ahora bien, el legislador puede "preferir"
que determinada materia o asunto tenga unas reglas de procedimiento especiales
en atención a una política legislativa; surge con ello, los "procedimientos
especiales" que se sustraen de la aplicación del procedimiento general u ordinario,
pero, como el legislador puede dejar lagunas, vacíos o no regula de manera concreta
un determinado aspecto, entonces se acude a las normas generales, en este caso,
al procedimiento ordinario para "llenar" ese "interpretación" o "aplicación
supletoria" de la ley general, regla ésta contenida tanto en el artículo 22 del
Código de Procedimiento Civil como el artículo 14 del Código Civil:
Se entiende por integración supletoria a la técnica de interpretación por el cual las
disposiciones del Código de Procedimiento Civil se con stituyen en normas
general es apl i cabl es a cualquier procedimiento especial cuando de tales
normas especiales se advierta un silencio o un vacío legal.

Tal integración es aplicable haya o no remisión expresa de las normas del


procedimiento especial a las normas del texto procesal civil. Podemos enunciar que
la interpretación supletoria se compone:
1. Técnica de aplicación preferente de las disposiciones especiales (prelación de
las leyes especiales sobre las leyes generales: P.ej. la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario tiene normas procesales que se aplican con preferencia a las normas del
CPC);

2. Técnica de aplicación supletoria de las disposiciones generales por aplicación


del art. 22 CPC;

3. Aplicación supletoria por remisión expresa de las normas especiales a las normas
generales;
4. Técnica de aplicación supletoria por remisión expresa de las normas especiales
a otras normas especiales;

5. Técnica de aplicación supletoria de segundo grado: La remisión supletoria


puede ser de primer grado (cuando la ley "A" remite a la aplicación de la ley
"B"), de segundo grado (cuando la ley "A" remite a la aplicación de la ley "B" y
ésta, a su vez, remite a la ley "C", con lo cual la ley "C" se aplicaría a la ley "A")
(P. ej. no hay remisión supletoria de la Ley Orgánica del Sufragio y
Participación Política (LOSPP) a las normas generales del CPC pero sí a las
normas de la derogada Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia que, a su
vez, remitía al Código de Procedimiento Civil en el artículo 88, lo cual implicaba
que el texto procesal civil se aplicaba a los procedimientos de la Ley Orgánica del
Sufragio /por remisión supletoria de segundo grado). En la actualidad esta
técnica ,ha ido desapareciendo en la medida en que casi todos los
procedimientos especiales remiten "directamente" al texto procesal civil;
De esto se desprende que, como regla general en la teoría general del proceso, el
artículo 22 del CPC permite llenar los vacíos y silencios de las leyes procesales
especiales con las normas generales que el texto procesal c o n s a g r a . T a m b i é n e s
posi ble que, l as normas reguladoras de procedi mi entos especi al es
" r e m i t a n " s u p l e t o r i a m e n t e a o t r o s procedimientos especiales, esta técnica es
perfectamente admisible. Esto ocurría, corno se explicósupra, con la Ley
Orgánica del Sufragio y Participación Política que remitía supletoriamente a la
derogada Ley Orgáni ca de l a Corte Su prema d e Ju sti ci a para al gun os
trámi tes procedimentales antes de su derogatoria por la nueva Ley Orgánica
del Tribunal Supremo de Justicia.

También podría gustarte