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Lecturas Modulo 3 PDF
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El presupuesto “consiste en el proceso de planificación de todos los flujos financieros que va a requerir la
empresa durante un determinado período de tiempo”.
Uno de los errores más comunes es no elaborar presupuestos. La razón está en el desconocimiento, la falta
de atención o la sencilla creencia de que será suficiente con “vender mucho”. Pero lo cierto es que
los pronósticos financieros son una herramienta clave para una administración sana y sostenible. Un
presupuesto obliga a elaborar un panorama de la empresa en los próximos meses, a entender mejor qué
resultados está dando y a tomar las mejores decisiones. Y la habilidad de establecer metas de ingresos,
costos y ganancias es una de las principales virtudes de un emprendedor exitoso.
Un presupuesto bien hecho mide la capacidad de crecimiento de la empresa,
te dice cómo asignar los recursos y te ayuda a saber si el capital con el que
cuentas o el que estás levantando será suficiente.
La ventaja de un presupuesto es que puede ser tan sencillo o complejo
como tú lo decidas, de acuerdo a la etapa de desarrollo del negocio. Ya sea
que lo elabores en una hoja de papel o emplees algún formato como Excel,
lo importante es que incluya:
Vamos a tomar como ejemplo un presupuesto mensual. La primera cifra que debes calcular son las ventas
estimadas; para determinar este número, se recomienda hacer una investigación y así obtener datos
como:
El siguiente paso en un presupuesto mensual es determinar la ganancia o pérdida. Sin importar el giro o el
tiempo que tenga operando, un negocio siempre presentará épocas de bonanza y de pérdidas. Y en el
caso de un emprendimiento que recién inicia, generalmente los primeros meses hay pérdidas. Por eso, es
tan importante contar con un presupuesto, pues así estarás listo para enfrentar cualquier escenario.
Resulta vital calcular cuánta liquidez es capaz de generar tu negocio, es decir, cuánto cobrarás
efectivamente del total de ventas para cubrir sin problemas los gastos y pasivos en el corto, mediano y
largo plazo.
Una vez concluidas las tres proyecciones, obtendrás un panorama general de cómo se podría comportar tu
negocio en un periodo determinado de tiempo. Por ejemplo, podrás determinar cuándo se podría alcanzar
el punto de equilibrio y cuándo se empezarían a generar ganancias. Esto te permitirá ajustar tus estimados
de ingresos o costos en caso de ser necesario, o determinar si hará falta hacer una nueva inversión.
Consejo: Elabora un presupuesto de gastos mensuales y apégate disciplinadamente a él pues ésta será
tu guía para una inversión inteligente.
③ “Evalúa tus recursos”
Seguramente tienes más de lo que crees.
Bill Gates inició su empresa (Microsoft) cuando era un alumno, que por cierto, se dio de
baja para trabajar en su sistema operativo. Los fundadores de Hewlett Packard iniciaron
sus operaciones desde el garaje de su casa. Jeff Bezos, fundador de Amazon, inició la
empresa con tan solo US$10,000.
Según un estudio publicado (Origen y Evolución de Nuevas Empresas, Ed. Oxford), más
del 70% de las nuevas empresas exitosas en Estados Unidos inician operaciones con
financiamiento propio, siendo este muy bajo. Los recursos que son altos son aquellos
relacionados no al dinero, sino a los contactos y el conocimiento.
Otra estadística en ese mismo libro señala que el 50% de los emprendedores en Estados
Unidos inician su empresa en menos de dos meses desde el día que se les ocurrió su idea.
Al iniciar una empresa, no necesariamente se inicia con la idea original. Por ejemplo, si tu
idea es convertirte en un productor y distribuidor de películas, probablemente no puedas
iniciar siendo eso, pero quizá empieces siendo un distribuidor de películas en una región
poco competida, para en un año ser distribuidor en una zona más amplia, en dos años
iniciar esfuerzos de producción, en tres años tener la empresa que te imaginaste desde el
principio. Iniciar un negocio requiere activos iniciales, pero no son tan caros o tan
inaccesibles como se cree. A continuación, una lista parcial que te puede ayudar a evaluar
tus recursos:
Transformando la idea en un negocio:
¿Ya tienes un estudio de mercado? En Internet hay muchas herramientas que te
ayudarán a concretarlo.
¿Ya tienes un prototipo de tu producto o servicio? Si no, eso es lo primero. Debes
de trabajar todos los días en obtenerlo. Por ejemplo, si quieres producir un sistema
de lentes para sol que incluye un radio con MP3, difícilmente tendrás un prototipo
atractivo, pero por lo menos puedes combinar tu dispositivo de MP3 con tus lentes
actuales, mediante cables y audífonos y tendrás un prototipo inicial, no tan atractivo,
pero por lo menos podrás encontrar un mercado alternativo que lo quiera adquirir.
Otro ejemplo, si quieres ofrecer un servicio de consultoría en logística, desarrolla tu modelo
en documentos que puedas imprimir como un folleto en una papelería. Prueba tus servicios
en una empresa pequeña a quien no le cobres para ver si da resultados.
Ya tienes un prototipo, pero ¿Ya tienes modelo de negocios? Esto es clave. El
producto o servicio prototipo no te sirve de nada si no puedes demostrar que tienes
la capacidad de ganar dinero con él. ¿Ya sabes quién puede manufacturar tu
producto en forma masiva? ¿Ya sabes quién lo puede distribuir? ¿Ya sabes quién
lo puede vender? ¿Por qué no inicias vendiéndolo a unos cuantos, durante unos
meses, para ver cómo responde la gente?
Activos tangibles:
¿Tienes ahorros? Úsalos.
¿Tienes coche? Ya no, desde ahora se llama Equipo de Transporte y Distribución.
¿Tienes casa? Ya no, ahora se llama Corporativo.
¿Tienes amigos que le quieren entrar a tu negocio? Ya no, ahora se llaman socios.
¿Tienes tarjeta de crédito? Úsala, pero con cuidado, es muy cara.
¿Tienes trabajo actual? Podrías seguir trabajando mientras que le dedicas tiempo
completo a tu empresa nueva. Ten cuidado de quedar mal en ambos lados.
¿Vives con tus padres? Aprovecha, porque eso significa que no te tienes que
preocupar por mantener los gastos de una casa.
Activos intangibles:
¿Tienes profesores que te pueden ayudar? Ya no, ahora se llaman asesores
profesionales.
¿Tienes hermanos, familiares o amigos especialistas en contabilidad, leyes,
industria? Ya no, ahora son proveedores de servicios (outsourcing).
¿Conoces a los proveedores? Pídeles que te dejen pagarles en 60 o 90 días. Eso
es financiamiento.
¿Conoces a los distribuidores de tu producto o servicio? Haz una alianza estratégica
con ellos, de manera que se conviertan en socios de tu empresa y no te cobren al
inicio.
¿Conoces clientes potenciales importantes? Pídeles una entrevista y consigue
cartas de intención de compra. Eso vale mucho.
¿Eres alumno de una universidad con incubadora? Acude con ellos, que te pueden
aportar recursos importantes.
Esta lista no es exhaustiva, pero puede ayudarte a identificar algunas de las
acciones que puedes tomar para iniciar tu empresa.