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c) Otras concepciones.
Teoría de la institución
Clasifica a los derechos por su contenido institucional, preponderante en los reales y
menguado en los personales. Para aquellos de-rechos de mayor contenido institucional
debe aplicarse el derecho disciplinario, mientras que para los de menor contenido bastaría
con normas estatutarias. Los derechos reales estarían ubicados en una categoría
intermedia, entre los derechos personalismos y los de familia (máximos exponentes del
mayor contenido institucional). Se trata de la teoría institucionalista, principalmente
sostenida por Hauriou. Esta teoría no es muy dril para definir al derecho real, sólo muestra
una de sus características ya que no desconoce la distinción entre derechos reales y
personales.
Teoría del sujeto pasivo determinado
Con distintos razonamientos y criterios clasifícatenos, Arangio Ruiz y Ginossar advierten en
los derechos reales sobre la cosa ajena, la existencia de un sujeto pasivo determinado, a la
manera de los derechos personales, con lo cual se produce la relativización de los derechos
reales. Este sujeto pasivo no es el sujeto pasivo universal de Planiol y de los sostenedores
de la doctrina unitaria personalista que ya se expuso, sino un sujeto concreto y
determinado, a la manera de los derechos personales. Dicho sujeto es el propietario de la
cosa gravada por el derecho real desmembrado. Incluso en el derecho de dominio puede
haber un sujeto pasivo determinado, que sería el vendedor de la cosa, ya que debe la
garantía de evicción.
Esta teoría es rechazada, ya que la doctrina afirma que no hay obligación que corresponda
a los derechos reales. Se trata en todos los casos de un deber de inercia, de abstención, de
no interferir, mas no de una obligación. Ésa es la situación del titular de una cosa gravada.
Ejercicio más cómodo
Esta teoría postula la diferenciación de los derechos según su ejercicio resulte más o menos
cómodo y su oponibilidad sea más fuerte o más débil, así los derechos reales serían más
cómodos en el ejercicio porque no dependen de la voluntad de otra persona y más fuertes
por resultar oponibles a terceros. Se puede apreciar que esta teoría se apoya en elementos
notoriamente prácticos, sin rigor científico. Además, no siempre es exacta, ya que la
locación es un derecho personal fuerte en su oponibilidad y de ejercicio cómodo.
Doctrina moderna
La teoría clásica, en tanto pone el acento en la relación entre el hombre y la cosa, no puede
ser desatendida* la esencia del derecho real se basa en esa potestad directa. Claro que
éste es el aspecto interno o estático del derecho real, por lo que modernamente se procura
con-templar también el aspecto externo o dinámico, esto es, la relación del titular con el
resto de la sociedad, lo que se visualiza en la oponibilidad erga omnes, y en los derechos
de preferencia y de persecución (Castán, Barassi y otros).
Es muy trascendente la definición de Allende: "Es un derecho ab-soluto, de contenido
patrimonial, cuyas normas sustancialmente de orden público, establecen entre una persona
(sujeto activo) y una cosa (objeto) una relación inmediata, que previa publicidad, obliga a
la sociedad (sujeto pasivo) a abstenerse de realizar cualquier acto contrario al mismo
(obligación negativa), naciendo para el caso de violación una acción real y que otorga a sus
titulares las ventajas inherentes al ius persequendi y al ius preferendí".
La definición presenta la esencia, el contenido, sujeto, objeto y los caracteres
fundamentales del derecho real: a) derecho absoluto: implica su oponibilidad erga omnes;
b) de contenido patrimonial: los derechos reales son susceptibles de valor, por lo que
integran el patrimonio (art. 16); c) naturaleza jurídica de -sus normas: sustancialmente de
orden público, lo que surge de los artículos 1884 y 1887 (numerus clausus), lo que no
quiere decir que todas las normas relativas a los derechos reales sean de orden público; d)
sujeto activo: puede serlo una persona humana o ideal; e) objeto: son las cosas ciertas,
individualmente determinadas, en el comercio y actualmente existentes (excepcionalmente
pueden serlo otros bienes -art. 1883-); f) relación inmediata: su titular, para extraer el
beneficio de la cosa sobre la que recae el derecho, no necesita ningún intermediario.
Inmediatez no significa ‘‘cercanía", sino que el titular obtiene la utilidad sin necesidad de la
actuación de otra persona; g) publicidad: si el derecho real puede oponerse a todos, es
indispensable que ese derecho pueda ser conocido también por todos. Hay dos formas de
cumplimentarlo: la tradición y la inscripción en registros especiales; h) el sujeto pasivo es
toda la sociedad, que está obligada a respetar la acción del titular del derecho sobre su
cosa (“obligación de inercia”); i) acciones reales: protegen a los derechos reales en caso
que se atente contra su existencia, plenitud o libertad; j) ius persequendi y ius preferendí:
perseguir la cosa en manos de cualquiera que la tenga (con las limitaciones de la propia
ley), y obtener ventajas como el privilegio, derecho de exclusión, prevalecer sobre
derechos reales posteriores, etcétera. (Manual de Derechos Reales y Tratado de Derechos
Reales de Claudio Kiper pags. 12,13 y 14 – 20)
La postura del Código de Vélez Sarsfield: la nota al título IV y al
artículo 497
En la nota al Título IV del Libro III, Vélez transcribe la opinión de Demolombe, enrolado
en la postura "clásica" en cuanto a naturaleza del derecho real, quien los define conforme
vimos arriba.
En la nota al art. 497, donde se establece que "a todo derecho personal corresponde una
obligación personal” y que no hay obligación que corresponda a derechos reales", Vélez
Sarsfield trata de demostrar, siguiendo en ello la doctrina que Freitas expone en su
"Consolidación de las leyes civiles" —a quien transcribe en dicha nota, aunque atribuyendo
el párrafo a Marcado—, que la "obligación" de respetar el derecho real que incumbe a todos
los miembros de la sociedad con los cuales su titular está en contacto, no es una obligación
propiamente dicha, sino que es el simple deber de abstención, correlato del carácter de
oponible erga omnes propio de los derechos reales. Y allí mismo consigna la definición de
Ortolán que vimos arriba. (Mariani de Vidal TI pag. 20 y 21)
Objeto
Avanzando en la descripción de los caracteres del derecho real en el art. 1883 Cód. Civ. y
Com. precisa que "El derecho real se ejerce sobre la totalidad o una parte material de la
cosa que constituye su objeto, por el todo o por una parte indivisa". Pero agrega que "el
objeto también puede consistir en un bien taxativamente señalado por la ley".
Esta disposición podemos relacionarla con la diferencia entre derechos reales y derechos
personales o creditorios, que analizaremos a continuación. "El derecho real supone
necesariamente la existencia actual de la cosa a la cual se aplica, pues que la cosa es el
objeto directo e inmediato, y no puede haber un derecho sin objeto; mientras que el
derecho personal, no teniendo en realidad por objeto sino el cumplimiento de un hecho
prometido por la persona obligada, no exige necesariamente la existencia actual de la cosa
a la cual ese hecho debe aplicarse", como dice la nota al Título IV del Libro III del Código
Civil. (Molina Quiroga pag. 18 y 19)
Persecución y preferencia
Desarrollando lo establecido en el concepto de derecho real (art. 1882 Cód. Civ. y Com.), el
art. 1886 Cód. Civ. y Com. aclara que el derecho o facultad de persecución consiste en la
posibilidad de perseguir la cosa en poder de quien se encuentra, y que la facultad de
preferencia permite hacerla valer con respecto a otro derecho real o personal que haya
obtenido oponibilidad posteriormente. (Molina Quiroga pag. 18 y 19)