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Control Del Contaminante Polvo en Minas y Plantas Concentradoras PDF
Control Del Contaminante Polvo en Minas y Plantas Concentradoras PDF
CONCENTRADOR~,S
Por:
fJ
CUADRO DE ORGANIZACION DEL INSTITUTO DE SALUD OCUPACIONAL
MINISTERIO DE SALUD PIJIlUCA
y ASISTENCIA SOCIAL
Dirección General de Sah'd
DIVISION DE • DIVISION DE
SANIDAD AM81ENTAl SALUD PERSONAL
-1 -1
Deparl.menlo de I ~I Deplo. de E,tudios I1
Oepto. de Seguridad Depto. de Estudios Depaltarncnto de Departamento de
Laboratorio Químico Evaluativos 't Control y Riesgos Físicos Evaluativos y Conlro: (om;:>ensac¡ón laboratorio Clínico
!.--_ _. _ - - - - ' 1
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-3
.~
-.:....0111
De otro lado, considerando que en nuestro medio no es fácil
encontrar tratados adecuados en Castellano, creemos haber cu
bierto una necesidad de primer orden.
Este volumen explica claramente en sus nueve capítulos, las
principales características del polvo en minas y plantas concen
tradoras, la potencialidad silicógena de las partículas de polvo,
las fuentes de polvo en minas y plantas concentradoras, y luego
señala para cada una de las variadas operaciones los métodos de
control más convenientes, formulando las recomendaciones nece
sarias para su eficiente aplicación. Finalmente se ocupa de los
respiradores para polvo, poniendo especial énfasis en su selec
ción y mantenimiento adecuados.
Estamos seguros que esta publicación será de gran utilidad
para los Ingenieros de Minas, Seguridad, Higiene Industrial, y
otras personas interesadas en velar por la salud y el bienestar
de los trabajadores.
Dr. Ramón ValIenas
Director del Instituto de Salud
Ocupacional
Lima, Noviembre de 1963.
-4
CONTENIDO
'7
-5
CAPITULO VI FUENTES DE POLVO EN LAS PLANTAS
CONCENTRADORAS ... . ..... 57
Factores que Influyen en la Exposición a
Polvo.
CAPITULO VII CONTROL DE POLVO EN PLANTAS
CONCENTRADORAS ... . ..... 64
Segregación.~~ Encerramiento.· Atomiza
dores de Agua.- Empleo de Atomizadores
en las Operaciones de Quebrantamiento.
Empleo de Atomizadores en Cribas Vibra
doras y Puntos de Transferencia de Mine
ral.- Recomendaciones Generales. Con
sumo de Agua y Riesgo de Sobrehumede
cimiento.
CAPITULO VIII VENTILACION EXHAUSTIVA LOCAL 76
- "Campanas de Succión.- Sistema de Tube
rías.- Colectores de Polvo.- Colectores de
Tela.- Colectores de Tipo Húmedo.- Pér
didas de Presión.- Fuente de Succión.
CAPITULO IX - RESPIRADORES PARA POLVO ... 89
Resistencia a través de Respiradores.- Es
capes.- Válvulas.- Eficiencia del Filtro.-~
Respiradores con Línea de Aire.- Conser
vación de los Respiradores.- Selección de
Respiradores.- Nombres y Direcciones de
las Compañías a las Cuales se ha Concedido
Aprobación.
BIBLIOGRAFIA ... ... ... ... ... ... ... ... .,. ... ... 94
6
CONTROL DEL CONTAMINANTE POLVO EN MINAS Y
PLANTAS CONCENTRADORAS
INTRODUCCION
7
Sj. 20,000.00 en lugar de Sj. 5,000.00 que hasta entonces regia.
Si el salario anual excede de SI. 20,000.00, se puede aplicar el
derecho común, pero pueden los afectados acogerse a la Ley
hasta la referida suma, en cuyo caso hay renuncia implícita para
toda indemnización por daños y perjuicios, conforme a las reglas
del derecho común.
-8
\ Salario de
Silicosos Número dos años Monto Total
Sj. Sj.
-9
l
r primer Capítulo se dedica a las generalidades del polvo en minas
y plantas concentradoras, poniendo especial énfasis sobre la po~
tencialidad silicógena de este contaminante. El segundo Capítulo
r
.. ...
- 10
CAPITULO 1
EL CONTAMINANTE POLVO EN MINAS Y PLANTAS
CONCENTRADORAS
Generalidades
Los polvos que se presentan en las diferentes operaciones
de minado y beneficio de mineraIes, son partículas sólidas, fina
mente divididas, que se generan por acción mecánica en las ope
raciones de perforación, voladura, transporte, molienda, clasifi
cación y otras propias de la industria minera.
.~ Desde épocas muy remotas, el polvo generado en esta indus
tria, ha constituido un serio problema, ya que su inhalación ha
dado lugar a neumoconiosis y otras afecciones de la salud de
los trabajadores.
Desde el punto de vista de Higiene Industrial (1), es decir,
de los efectos que producen sobre la salud del hombre, estos pol
vos se clasifican en los siguientes grupos:
.~
-11
Al primer grupo corresponden principalmente la siderosis,
antracosis, estañosis, baritosis y talcosis, que resultan de la inha
lación de polvos de hierro, carbón, estaño, baritina y talco, res
pectivamente.
En el segundo grupo se consideran la silicosis y la as bestosis,
producidas por la inhalación de polvos que contienen sílice libre
y asbesto, respectivamente.
En el Perú la neumoconiosis más importante, por su alta fre
cuencia y carácter de enfermedad profesional incapacitante, es la
silicosis, razón por la cual, todas las consideraciones sobre polvo
de la industria minera estarán circunscritas al de sílice libre.
Entre las diferentes definiciones de la silicosis, la más com
pleta parece ser la dada por la Asociación Americana de Salud
Pública de Estados Unidos, y es la siguiente: "La Silicosis es una
enfermedad debida a la inhalación de polvo que contiene par
tículas de sílice libre (Si0 2 ), caracterizada anatómicamente por
cambios fibrosos gemeralizados y el desarrollo de nódulos miliares
en ambos pulmones; y clínicamente por disnea, disminución de
la expansión torácica, disminución de la capacidad para el tra
bajo, ausencia de fiebre, susceptibilidad aumentada a la tubercu
losis y por imágenes radiográficas características."
Sílice Libre
La Sílice libre, cuya fórmula es Si0 2 , se presenta en la na
turaleza bajo tres formas: cristalizada, criptocrista.li.na y amorfa.
Entre las variedades cristalizadas tenemos el cuarzo, la tri
dimita y la cristobalita; son variedades criptocristalinas: la cal
cedonia, ágata, jaspe, pedernal, crisoprasa, ónix y chert; y amor
fas: ópalo, hialita, geiserita, trípoli y tierra de diatomeas.
Comúnmente se designa como sílice libre el cuarzo, debido
a que es el mineral más frecuente y acaso el más conocido. Un
estudio general del carácter químico y mineralógico de las rocas
de la corteza terrestre, señala al cuarzo presente en ella en una
proporción aproximada del 12%, lo cual indica que este mineral
es bastante difundido, formando parte esencial en unas rocas, y
como accesorio o secundario en otras; tal es así, que su presencia
en las rocas ígneas sirve de base para su clasificación en: ácidas,
intermedias, básicas y ultrabásicas. Siendo las ácidas las que
contiellen más de 10% de cuarzo, las intermedias menos de 10%
y las básicas y ultrabásicas carecen de este mineral como com
ponente esencial.
El cuarzo tiene un peso específico de 2.66, dureza de 7 en la
escala de Mohs, cristaliza en el sistema Romboédrico y sus índices
-12
de refracción son 1.544 y 1.553. A simple vista puede confundirse
con la cordierita, nefelina, berilo, topacio, pólux y, a veces, con
calcita. Las principales variedades de cuarzo, son: cristal de ro
ca, cuarzo amatista, rosado, azul, citrino, ahumado, lechoso y
ferruginoso.
Potencialidad Silicógena de un Polvo
El grado de peligrosidad de un polvo, referido a su capacidad
de producir silicosis, depende de tres factores importantes, que
son:
a. Concentración en el ambiente;
b. Tamaño de las partículas; y
c. Composición mineralógica.
Concentración en el Ambiente
La concentración de polvo en el amqiente es un factor de
suma importancia y su evaluación es el primer paso a seguir en
el estudio del grado de su peligrosidad. La concentración es la
cantidad de partículas de polvo suspendida en un volumen dado
de aire; usualmente se expresa en números de partículas por pie
cúbico de aire; también puede expresarse en peso por volumen
de aire, tal como miligramos de polvo por metro cúbico de aire.
La determinación de las concentraciones de polvo, requiere
de dos operaciones: el muestreo y la cuenta. El muestreo se
efectúa siguiendo diferentes técnicas basadas en principios físi
cos, siendo los más importantes: filtración, estrellamiento o im
pacto, precipitación electrostática y preci¡>ijación térmica. La
cuenta de partículas se efectúa mediante un microscopio provisto
de un sistema óptico estandarizado y diferentes tipos de celdas,
siendo las más empleadas la celda Dunn, el hemacitómetro y la
celda Hatch.
Tamaño de las Partículas
Considerando que un polvo está constituído por partículas
finamente divididas, con tamaños que fluctúan desde fracciones
de miGra hasta más o menos 150 micras, es fácil imaginar que
no todas pueden ingresar a los pulmones a través del tracto res
piratorio; así, W. Findeisen (2), después de muchas experiencias,
afirma que las partículas menores de 10 micras son retenidas en
el tracto respiratorio superior; las de más o menos cinco micras
son parcialmente atrapadas, llegando una cierta proporción a los
alveolos pulmonares, donde las partículas de una micra son las
que predominan. Tratándose de partículas comprendidas entre
0.1 y 0.3 micra, solamente el 35% de ellas son retenidas en los
-13
•
fl
quedar retenidas. Hay autores que afirman que las partículas
menores de 5 micras, son las que tienen significado higiénico. Por
razones de seguridad, en el presente trabajo se consideran peli
,~
1
grosas todas las menores de 10 micras.l
La medición del tamaño de partículas es el segundo paso él
seguir en la evaluación del grado de peligrosidad de un polvo,
y su importancia ~~ manifiesta por el hecho de indicarnos la pro
1I
porción de partículas menores de 10 micras presentes en el polvo.
Esta medición se efectúa microscópicamente dispersando la mues
tra sobre una lámina de vidrio en un medio adecuado, midién
I! dose, ya sea por comparación con una escala insertada en el ocu
lar, por proyección directa del campo microscópico o por micro
fotografía.
Composición Mineralógica
Los polvos que se presentan en la industria minera son ge
neralmente una mezcla de varios minerales, y la cantidad de
sílice libre que contengan, es naturalmente el factor importante
que determina su grado de peligrosidad. La composición mine
ralógica de un polvo varía con respecto a la roca o material que
lo genera.
-- 14
determinada por diferencia. Los métodos físicos comprenden
principalmente el petrográfico, difracción de rayos X y el de
fusión.
Concentraciones Máximas Permisibles
El Comité encargado de las concentraciones máximas permi
sibles de la Conferencia Americana de Higienistas Industriales
(EE.UU.), realizada en 1961, considerando las experiencias efec
tuadas y combinando los datos encontrados en Africa del Sur,
Australia, Inglaterra, EE.UU. y otros países, señala los siguien
tes valores como concentraciones máximas permisibles a las que
un trabajador, normalmente sano, puede estar expuesto durante
ocho horas diarias sin sufrir daño alguno en su salud:
Polvos que contienen más de 50% de sílice libre: 5 mpppca(*)
Polvos que contienen de 5 a 50% de sílice libre: 20
Polvos que contienen menos de 5% de sílice libre: 50
Como se puede observar, el tamaño de las partículas, no fi
gura en los datos indicados por el citado Comité, debido a que
se refiere a partículas de polvo de tamaño respirable, es decir,
todas ellas menores de 10 micras.
Este mismo Comité en su reunión anual N9 24 correspon
diente al año 1962, ha adoptado la siguiente ecuación para deter
minar la Concentración Máxima Permisible de polvos que con
tienen sílice libre cristalizada:
250
CMP
5 lO"
15
Vale decir, que la condición es permisible. Para otro polvo,
cuya concentración es de 50 mpppca y su contenido de sílice libre
de 30%, el resultado será:
50 x 0.3 15 millones.
Que corresponde a una condición peligrosa. El patrón de
comparación de los 5 millones, sólo se aplica a polvos con un con
tenido de sílice libre mayor que 5%.
El Estado de Nueva York de los EE.UU., en su Código Indus
trial N9 33, clasifica todas las formaciones rocosas en dos grupos,
de acuerdo a su contenido de sílice libre:
I - Formaciones rocosas con un contenido de sílice libre
menor que 10% en peso; y
II Formaciones rocosas que contienen 10% o más de sí
lice libre, y las que presenten proporciones variables
e imprell'it;ibles de sílice libre.
Para estos dos grupos, se asigna las siguientes concentracio
nes máximas permisibles: 100 mpppca para el primero y 10
mpppca para el segundo. Es de advertir que estos dos valores
han sido establecidos para las operaciones de perforación neu
mática.
16
CAPITULO II
FUENTES DE POLVO EN LAS LABORES SUBTERRANEAS
Las principales fuentes de polvo en las labores subterráneas,
en orden de importancia, son:
- 17
reducido a partículas menores de 10 micras; lo cual quiere decir
que por cada pie perforado se genera aproximadamente 50 gra
mos de polvo de tamaño respirable. Se ha encontrado que esta
máquina produce más o menos mil millones de estas partículas
por minuto de operación.
Usualmente se cree que las voladuras producen la mayor
cantidad de polvo; esto puede no ser cierto en todos los casos,
puesto que la explosión dispersa una gran cantidad de polvo
depositado en la superficie de las rocas, y que fue originado por
operaciones anteriores.
La cantidad de polvo generado por la limpieza del material
removido y por otras operaciones, varía grandemente con la natu
raleza del trabajo. En cielo abierto es probablemente de poca
importancia, pero en espacios confinados, como en las labores
subterráneas, la concentración de polvo puede alcanzar niveles
peligrosos.
Un examen de"las fuentes de polvo en las labores de sub
suelo, indica de Ínmediato que los métodos de control se circuns
criben al humedecimiento del mineral o de la roca derribada y
a una adecuada ventilación; esto es, a la aplicación de métodos
húmedos de supresión de polvo o al control del mismo mediante
la ventilación natural o mecánica. La experiencia ha demostrado
que la acción combinada de los dos métodos, brinda los resulta
dos más satisfactorios.
Para ilustrar lo expuesto anteriormente, se señala a conti
nuación algunas de las conclusiones formuladas al respecto por
la Escuela de Minas del Estado de Colorado, EE.UU. (3).
a) Es posible controlar el polvo generado en las diferentes
operaciones de minado, mediante la ventilación, siempre
que se proporcione el aire necesario a los lugares de trabajo;
ésto implica ventilación mecánica para cada operación.
b) La aplicación de la ventilación exhaustiva local en la per
foración neumática en seco, reduce las concentraciones de
polvo hasta niveles por debajo de las consideradas higiéni
camente permisibles, siempre que el contenido de sílice
libre del material, sea bajo o medio. Cuando el contenido
de sílice libre es alto, o sea por encima de 50%. la ventila
ción por sí sola no es suficiente para reducir las concentra
ciones de polvo a un nivel seguro.
c) La perforación en húmedo sin una adecuada ventilación, es
un método de control efectivo sólo cuando el contenido de
sílice libre del material es bajo (menor de 5%).
- 18
d) La perforación en húmedo suplementada por una buena
ventilación, ya sea natural o mecánica, ofrece los mejores
resultados en el control de polvo, incluso para materiales
con alto contenido de sílice libre.
e) Los chisguetes de agua a presión (atomizadores o pulveri
zadores), correctamente empleados, pueden eliminar hasta
más del 99% del polvo generado por los disparos, dentro de
10 a 15 minutos de producidos éstos. El tiempo requerido
para la supresión del polvo es siempre menor cuando se
emplean estos dispositivos. que cuando se utiliza sólo
ventilación.
.."
-19 ~
CAPITULO III
Método Húmedo
20
De lo expuesto se puede afirmar que el volumen y presión
del agua a emplearse en la perforación, sólo puede conseguirse
a través de un sistema de tuberías que alcance a todos los lugares
de trabajo.
En cuanto a los métodos de trabajo, la educación de los tra
bajadores sobre la importancia de los métodos de control de
polvo, es de vital importancia; sin la colaboración de ellos es
muy difícil llevar adelante un programa efectivo de control de
polvo. La labor de supervisión de los capataces, caporales, jefes
de cuadrilla, capitanes de mina y personal profesional, juega un
rol importante en la adopción de los adecuados métodos de
trabajo; partiendo por el principio de que una buena supervisión
no sólo supone una mayor producción, sino que la protección de
la salud e integridad de los trabajadores incide directamente en
los costos de explotación.
Aparte de los factores mencionados, también deben consi
derarse los siguientes: a) tipo de máquina perforadora, b) dure
za del material, c) tiempo efectivo de perforación, d) inclinación
del barreno y e) grado de control requerido.
El tipo de máquina perforadora es un factor de importancia
y de acuerdo a este criterio se tiene, en términos generales, dos
tipos de máquinas, las manuales como "jackhammer" y las mon
tadas como "Leyner" y "jackleg". Las manuales siempre son de
poca potencia debido a su bajo requerimiento de aire comprimi
do y, por lo tanto, baja velocidad de perforación que se traduce
en una menor producción de polvo; las del tipo montado son má
quinas de gran potencia con requerimientos de mayor volumen
de aire comprimido, dando lugar a una ma:i,o.r velocidad de per
foración y por tanto mayor generación de polvo. Por estas razo
nes el control de polvo en la perforación con máquinas monta
das, requiere una mayor atención.
La velocidad de perforación, si bien es diferente para cada
tipo de máquina, también depende de la dureza o resistencia a
la perforación del material, por lo tanto, los materiales duros ge
neran durante esta operación, bajas concentraciones de polvo
pero con una mayor proporción de partículas de tamaño respira
ble; esto muchas veces conduce a la equivocada apreciación de
que estos materiales son menos peligrosos debido a que la pré
sencia de polvo en el lugar de trabajo es muy notoria; en cambio
los materiales blandos o friables, por la facilidad que ofrecen a
la perforación, generan mayores concentraciones .de polvo pero
con una proporción menor de partículas de tamaño respirable.
Como se mencionó anteriormente, la perforación neumáti
ca en seco es la primera fuente de polvo en las operaciones de
- 21 ".
(ÓCj0029
/MIIIS"'" DE ~Il" - ell_ J
_._.._--
~nado,
,
y de aquí se puede decir que la exposición del trabaja
dar depende del tipo de labor (frente, chimenea o tajea), así
como del método de explotación empleado y de la dureza del
material. De ello se puede concluir que el grado de control de
polvo depende también del tiempo efectivo de perforación.
El efecto de la inclinación del barreno, en la generación de
polvo durante la perforación, ya fue señalado en el acápite corres
pondiente a fuentes de polvo.
En cuanto al grado de contról requerido, éste es función del
contenido de sílice libre del material, es decir, del agente etio
lógico de la silicosis; un material con alto contenido de sílice li
bre (por encima de 50%) lógicamente requiere un control más
estricto que uno de bajo contenido de sílice libre (menos de 5%).
Ventilación
La ventilación se define como el suministro de aire, por me
dios naturales o me~ánicos, ajo de un espacio dado. El objeto
principal de la ventilación minera es la distribución racional de
las corrientes de aire puro, sea aprovechando de su movimiento
natural o de medios mecánicos, a fin de: 1) suministrar a los
trabajadores aire limpio y fresco en cantidad suficiente para su
respiración normal, 2) reducir por dilución las concentraciones
de los contaminantes del ambiente, a niveles tolerables, y 3) re
gular las condiciones termo-ambientales manteniéndolas en un
grado confortable. \
Los Reglamentos del Código de Minería señalan que se debe
suministrar 106 pies;{jmin.jpersona (3mts. 3 jmin.) en las labores
de subsuelo cuando éstas se encuentran próximas al nivel del
mar. Para alturas mayores este flujo es aumentado en la si
guiente escala:
- 22
piratoria, que en promedio es de 10 pies::jmin.jpersona, consi
derándose el excedente como un margen de seguridad para diluir
los gases productos de la respiración de hombres y animales, de
los liberados por el yacimiento en sí, por el agua subterránea y
por los gases y polvos resultantes de las operaciones mineras.
De acuerdo con la literatura especializada y con los Regla
mentos del Código de Minería, los 106 pies3 jmin.jpersona son su
ficiente para minas subterráneas que comprenden largos inter
valos entre los turnos de trabajo, donde las voladuras se efectúan
sólo al final de cada turno, y se aplican los métodos húmedos de
control de polvo en todas las operaciones. Cuando los minas son
"gaseosas" o cuando, por razones del método de explotación, se
tenga que efectuar voladuras en forma interminente y cuando
los intervalos entre los turnos sean cortos, el volumen de aire
requerido deberá oscilar entre 200 y 300 pies 3 jmin.jpersona;
pudiendo llegar hasta 500 pies:!/min.jpersona de acuerdo con las
características propias de la mina y de los métodos de trabajo
seguidos.
El volumen de aire necesario para un lugar de trabajo puede
calcularse teniendo en cuenta los requerimientos por persona y
la altura sobre el nivel del mar; así p.e., para ventilar un frente
de 6' x 7' donde normalmente trabajan 6 personas, estando la
mina situada a más de 4000 mts. s.n.m .. se necesitará:
Q = nq(1 + <;h); en la que:
Q volumen de aire requerido, en piesiljminuto,
n número de personas en el lugar,
q cantidad de aire necesaria para una persona que tra
baja en una mina situada cercaJll nivel del mar, en
pies 3 jmin.; y
% tanto por ciento que debe aumentarse para corregir
por altura.
Reemplazando valores tenemos:
V
reemplazando valores:
A
23
1270
V= 30 pies/minuto
42
~ 24
del cuerpo aumenta; cuando la humedad relativa disminuye y
el aire se pone en movimiento, comienza la evaporación y se
evita que la temperatura del cuerpo exceda sensiblemente de lo
normal. Con temperaturas altas, aire seco y corrientes de gran
velocidad, la evaporación se hace tan rápida que el viento pro
duce sensación y efectos de quemadura. El aire, aún por enci
ma de la temperatura normal del cuerpo humano de 37?C, si no
está saturado, puede. absorber humedad y ejercer acción refres
cante sobre el cuerpo.
Se ha comprobado que la temperatura efectiva óptima varía
con las estaciones del año y que es más baja en Invierno que en
Verano; la zona de "confort" para cada una de estas estaciones,
indica las condiciones bajo las cuales el 50% o más, de la gente,
se siente cómoda. Así, la zona de "confort" para el Verano se
encuentra entre 19 y 249C de temperatura efectiva, registrán
dose un máximo de 98% de personas expuestas, cómodas a una
temperatura efectiva de 22 9C. La zona de "confort" para el In
vierno queda comprendida entre 17 y 22 9C con el 97% de per
sonas expuestas que se sienten cómodas a una temperatura
efectiva de 19<?C.
Tratándose de minas calurosas, que son las que nos intere
san, podríamos considerar como zona de "confort" la compren
dida entre 18 y 24?C de temperatura efectiva. Teniendo en cuen
ta el límite inferior, en la Tabla N9 1 se muestran las velocidades
del aire requeridas para obtener una temperatura efectiva de
18'?C, en función de la temperatura y humedad relativa del aire.
TABLA NQ 1
VELOCIDAD DEL AIRE (en pies lineales por minuto) NECE
.
SARIA PARA OBTENER UNA TEMPERATURA EFECTIVA
DE 189C
Humedad Relativa
_ del_aire
t'i
... _.-_ .... ~--~~._ ... _ - - - - _ .......
(%)
9C
50 55 60 65 70 75 80 85 90
.~ ..... _
20
20 20 20 20 25 30 35 40 45
21
20 20 25 30 38 46 54 62 70
22
35 42 50 60 70 80 90 100 110
23
60 70 85 100 115 130 145 160 180
24
100 120 140 160 180 200 220 240 260
25
180 200 225 250 275 305 335 365 395
26
280 310 340 370 400 430 460 490 525
27
405 440 475 510 545 580 615 650 685
28
580 610 640 670 700 735 770 805 840
29
800 830 860 895 930 965 1000 1035 1070.
i
- 25
Como puede observarse en la Tabla N\) 1, es necesario aumen
tar la velocidad del aire cuando aumenta su temperatura para
una humedad establecida; así, para una temperatura del aire de
20 9C y 50% de humedad relativa, es necesario un movimiento de
aire menor que 20 pies lineales por minuto para obtener una
temperatura efectiva de 189C; cuando la temperatura del aire es
de 299 C, con la misma humedad relativa de 50%, la velocidad
del aire deberá ser de 800 pies lineales por minuto, para ofrecer
una temperatura efectiva de 189C. Del mismo modo se puede
observar que la velocidad del aire aumenta con el incremento
de la humedad relativa, así p.e., para un ambiente con 20 9C de
temperatura del aire y humedad relativa de 50%, la velocidad
del aire debe ser menor que 20 pies lineales por minuto; cuando
la humedad relativa aumenta a 90%, manteniéndose la misma
temperatura del aire, será necesario 45 pies lineales por minuto
para obtener una temperatura efectiva de 189C. En esta forma
se demuestra la interrelación entre los tres factores que deter··
- .
minan las condiciones termo-ambientales de trabajo en subsuelo.
TABLA N9 2
DE 24 9C
2G -
Principios Generales de la Ventilación de Minas.
La circulación del aire en las minas, tiene su origen en las
diferencias de presión que pueden ser producidas por fuerzas
naturales, por fuerzas mecánicas o por ambas. La mayoría de
las minas del Perú, dependen para su abastecimiento principal
de aire, de la ventilación natural, a menudo completada con in
yecciones de aire comprimido, o algunas veces, con corrientes de
aire producidas por pequeños ventiladores auxiliares. La can
tidad de aire suministrada por la ventilación natural puede re
sultar adecuada para abastecer de aire puro a los mineros y para
diluir gases y polvos, pero si ocurre un incendio en la mina, los
trabajadores y los hombres de las cuadrillas de salvamento es
tarán en peligro por los cambios de dirección y la falta de control
de la corriente de aire.
La circulación de aire por ventilación natural se debe prin
cipalmente a la diferencia de peso entre el aire que entra y el
aire que sale de la mina; esta diferencia de peso se debe, a su
vez, en gran parte, a las diferencias de temperatura; es decir, en
donde la temperatura sea menor, el peso del aire será mayor y
viceversa.
En minas poco profundas (que alcanzan una profundidad
menor de 300 a 600 mts.), la ventilación natural puede ser se
riamente afectada por los vientos reinantes en el exterior o por
el desplazamiento de jaulas, carros o locomotoras, o por acción
del agua que gotea en los pasajes del aire; también influyen la
temperatur11 del aire exterior y la del aire interior.
En minas profundas (más de 300 a 600 mts. de profundidad
vertical), la dirección de la corriente de aire principal permane
ce relativamente constante sin que le afecte la temperatura del
exterior, aunque ésta sí puede afectar la cantidad de aire en
circulación. Cuando la temperatura del exterior es material
mente más elevada que la de la roca, el aire de la mina tiende
a circular en una dirección; en caso contrario, esa dirección se
invierte. Cuando la temperatura de la roca es aproximadamente
la misma que la del aire exterior, 10 más probable es que haya
muy poca o ninguna corriente de aire.
La ventilación natural de las minas, está sujeta a considera
bles regulaciones por medio de cambios en las aberturas, labores
de ventilación y abriendo o cerrando comunicaciones del inte
rior. A veces se acepta una ventpación deficiente como si se tra
tara de algo muy natural, cuando con unos pocos cambios muy
sencillos en las condiciones de las labores de ventilación o en el
agrupamiento de las mismas, podría lograrse una gran mejora.
Sin embargo. la ventilación natural es generalmente variable,
:ti
siendo frecuente el caso en que la circulacion del aire en las la
bores principales (galerías, socavones y piques) es buena, pero
no así en los lugares de trabajo, precisamente donde más se le
necesita; es decir, algunos lugares reciben una cantidad de aire
mayor que la necesaria, y en otros lugares, sucede 10 contrario.
Para que la distribución del aire sea efectiva, debe controlarse
el flujo y la dirección de la corriente. La dirección del flujo,
puede determinarse por los puntos del sistema en donde se ge
neran las presiones; y la cantidad de aire, por las intensidades
de dichas presiones. '
La dirección y el flujo, pueden controlarse no sólo regulando
la posición e intensidad de las presiones generadas, sino también
modificando las resistencias naturales de la mina o, si es necesa
rio, construyendo conductos para el aire de ventilación. La re
sistencia al paso del aire en una labor de ventilación, se incre
menta por labores estrechas que algunas veces pueden llegar a
detener el flujo, se incrementa también con labores "holgádas".
Las resistencias al ,paso del aire, pueden disminuirse por todos
los distintos métoaos que cambien las condiciones físicas particu
lares de cada labor de ventilación; por otro lado, también puede
obtenerse un resultado equivalente, empleando ventiladores se
cundarios.
Donde no haya, a la vez, labores de admisión y de retorno
del aire, como en las labores de desarrollo, la simple galería de
ventilación, puede dividirse en dos conductos empleando una
pared; también puede adaptarse una ventilación auxiliar, es de
cir, empleando ventiladores con duetos metálicos o de lona de
longitud variable.
Donde las labores de ventilación no están perfectamente con
troladas o herméticamente cerradas, los escapes no sólo incre
mentan la potencia requerida para producir la circulación del
aire, sino que incrementa también el peligro en los incendios,
debido a la falta de control. Si una parte del aire contaminado
no llega a superficie, sino que vuelve a circular, el peligro de
incendios y la pérdida de potencia se incrementan grandemente.
En la mayoría de las minas grandes y profundas, la venti
lación mecánica se convierte en necesidad para mantener un
ritmo eficiente de operaciones, y en casi toda labor del interior
hay que utilizar ventiladores o cualquier otro dispositivo para
arrastrar los polvos, gases y vapores; para evitar demoras en la
acción de la ventilación natural existente. Los principales tipos
de ventiladores son los centrífugos y los axiales.
Los ventiladores, de acuerdo a su empleo (9) pueden divi
dirse en:
- 28 -
a) Principales, para el serViCIO general de una mina o de la
mayor parte de ella;
b) Secundarias (booster), para aumentar el volumen de aire
circulante en una zona determinada; y
c) Auxiliares, para ventilar frontones, piques, chimeneas u otros
espacios confinados; generalmente operan provistos de due
tos construidos de diferentes materiales y de dimensiones
variables; pudiendo trabajar por aspiración, inyección o en
forma combinada.
La utilización de inyectores de aire comprimido u otros apa
ratos similares para producir flujos de aire, tienen cierta aplica
ción en la ventilación auxiliar de minas metálicas. Su instala~
ción es sencilla y su construcción barata; pero, debido al alto cos
to de la energía neumática, comparado con el de la energía eléc
trica, su uso resulta antieconómico (lO). Estos inyectores pue
den ser de formas muy variadas, desde toberas diseñadas para
enroscarlas a una tubería o manguera de aire comprimido, hasta
los tipos venturi. En general, la eficiencia de los inyectores de
aire comprimido es baja y su costo de operación elevado.
SeLección de VentUadores.
Para seleccionar el ventilador necesario, ya sea principal o
secundario, hay que calcular la caída total de presión, originada
tanto por la fricción como por los choques debidos a curvatura::;,
cambios de sección, obstrucciones, etc. Esto quiere decir que
cada mina es un problema distinto y la solución depende de las
características del terreno, forma y dimensiones de las labores,
y de la cantidad de aire que se desee suministrar. A partir de la
caída total de presión y de la cantidad de ajr.e necesaria, puede
calcularse la potencia requerida para vencer la resistencia de la
mina o de la zona a ventilar. Las fórmulas necesarias para los
cálculos, son las siguientes:
13.3 k O L w Q~ En la que:
pf AS
29
Q : cantidad de aire requerida, pies cúbicos/min.; y
A : sección de la labor, pies cuadrados.
Caída de Presión por Choque:
43,210 w X Q:!
p En la que:
HP
33,000 Eff.
En la que p es la caída total de presión, es decir la suma de
todas las caídas t de presión por fricción y por choque. Esta p
puede calcularse por las fórmulas: t
P
t f Pf+ f p
-. 30
sión debe calcularse para el paso del aire a través de dicho dueto.
En casos como éste generalmente se prescinde del cálculo de la
caída de presión por choque, ya que siempr'? se toma un margen
de seguridad para compensar ésa y otras pérdidas de presión.
13.3 k O L W Q2
La fórmula general p -~~~---~-~-------, para el
f A"
caso de tuberías metálicas, se reduce a;
:31 -~
Bajo las condiciones dadas, el peso específico del aire es
0.0505 lbs./pie;{; entonces el flujo a condiciones comunes será:
- 32
polvo es capturado apenas sale del taladro y es conducido hacia
el separador. Para que la captura sea efectiva, la velocidad de
entrada debe ser suficiente para controlar todas las partículas;
por otro lado, la velocidad de transporte dentro del sistema debe
ser tal que evite el asentamiento que pudiera ocasionar
obstrucciones.
.
continuo del polvo al colector (se recomienda de 3000 a 4000
pies/min.).
-33
Limitaciones en el Empleo de la Ventilación Exhaustiva Local
El Bureau de Minas de EE.UU. aprueba periódicamente una
serie de sistemas de Ventilación Exhaustiva Local para las ope
raciones de perforación, considerando como una unidad a la
máquina perforadora y al sistema de ventilación. El requisito
importante para la aprobación consiste en que las concentracio
nes de polvo al nivel de respiración del perforista y en la
descarga del aire a través del colector de polvo, presentan valores
por debajo de 10 mpppca. Esta norma tal vez considere mate
riales con contenidos de sílice libre comprendidos entre cero y
50%, es decir, bajo y medio, puesto que la concentración máxima
permisible para materiales con alto contenido de sílice libre
(mayor que 50%) es de 5 mpppca, exactamente la mitad de la
concentración tomada como base para su aprobación.
Teniendo en cuenta estas consideraciones se puede decir
que los sistemas de ventilación exhaustiva deben ser aplicados
cuando se opere en materiales cuyos contenidos de sílice fluc
túen entre cero y~5t%; la aplicación de este sistema de control
cuando el contenido de sílice libre es alto, no reduciría la expo
sición al polvo a niveles seguros, quedando por lo tanto el riesgo
de contraer Silicosis.
Por otra parte, la educación del trabajador, el mantenimien
to y conservación del sistema, la disposición del material
colectado, el volumen de los colectores y el tipo de fuente de
succión, constituyen verdaderos problemas de cuya solución
depende la eficiencia de estos sistemas.
Como se señaló anteriormente, en todo programa de control
de polvo, la educación del trabajador es un factor muy impor
tante puesto que en última instancia, depende de su colaboración
el éxito en la supresión de polvo; teniendo en cuenta las carac
terísticas sociales e intelectuales de nuestro trabajador minero,
es tal vez uno de los problemas más difíciles de resolver ya que
para su solución se requiere de una supervisión estricta y con
tinua de cada operario, dando como resultado un alto costo de
supervisión.
El mantenimiento y conservación del sistema de control
debe ser minucioso; cualquier falla en alguna de las partes del
sistema, incide directamente en la eficiencia del control.
La disposición del material colectado debe efectuarse en su
perficie fuera de la mina o en un lugar expresamente destinado
para este fin, cuyo movimiento de aire sea independiente de los
que se emplea para la ventilación de la mina; si se omite este
punto y se procede a la disposición del material colectado en las
- 34
VENTILACION EXHAUSTIVA LOCAL APLICADA
A LA PERFORACION
- 35
inmediaciones del lugar de trabajo, se estaría contaminando el
aire a respirar por los mismos operarios, por los de las labores
vecinas o por los que se encuentran en los cursos de las corrien
tes de aire, ya que, durante la disposición, la dispersión del
polvo contamina el ambiente y se mantiene en suspensión por
tiempos considerables de acuerdo al tamaño de las partículas;
así por ejemplo, las partículas de dos micras tienen una velocidad
de asentamiento de 29 pulgadas/hora, las de una micra 7 pul
gadas/hora, las de 0.5 micras 1.8 pulgadas/hora; y las que son
menores de 0.1 micras, se comportan como gases; ésto muestra
que la disposición del polvo colectado es una labor delicada que
demanda mano de obra y supervisión también continua.
El volumen de los colectores debe estar de acuerdo con la
cantidad de polvo producido, la cual, como sabemos depende del
diámetro, longitud y número de taladros por tarea. Siendo con
siderable la cantidad de polvo producido, se hace necesaria la
presencia de colectores de repuesto, los que debido a su gran
volumen ocasionan apiñamientos en los lugares de trabajo.
--
En cuanto a la fuente de succión, la mayoría de estos sis
temas funcionan accionados por motores eléctricos, que, como es
fácil comprender, requieren de conexiones eléctricas en todos
los lugares de trabajo, elevando con ellos el costo de control de
polvo.
Todas estas razones han hecho que el control de polvo en
la perforación, mediante la Ventilación Exhaustiva Local, no
haya tenido la aceptación que tiene la perforación en húmedo
suplementada por ventilación. De allí que su uso sea recomen
dable solamente en el caso en que la escasez de agua imposibilite
la aplicación de los métodos humedos de perforación, o en casos
especiales como en la perforación de chimeneas.
36
CAPITULO IV
CONTROL DE POLVO EN LAS OPERACIONES DE
PERFORACION
Perforación en Frentes.-- En este caso, aparte del método
húmedo de control, la ventilación puede ser natural siempre que
el frente no se encuentre a más de cinco mts. de la chimenea de
ventilación; cuando la distancia es mayor, debe emplearse ven
tilación mecánica auxiliar. ya sea por inyección, por aspiración
o por los dos métodos combinados. Tratándose de minas de car
bón o de minas metálicas con vetas "manteadas" puede utilizar
se también el método de la Labor Paralela (lO).
La ventilación auxiliar por inyección consiste en summlS
trar aire fresco a través de un ducto a la zona próxima al frente;
saliendo el aire contaminado por la misma galería. El ventilador
se instala en una labor donde exista corriente directa de aire y
que no esté afectada por el aire contaminado procedente del
frontón, para evitar la recirculación. El movimie'1to del aire en
el espacio comprendido entre la descarga del ducto y el frente,
corresponde al de la descarga libre de fluídoo;" la zona de acción
del chorrro de aire depende de una serie de factores tales como
la presión total del ventilador, el volumen de aire, la velocidad
de descarga y la sección del frente; en general la literatura se
ñala que la distancia efectiva fluctúa entre 12 y 15 mts. (lO).
, ZONA DE MEZCLA
ALCANCE DE
CORRIENTE LIBRE
=1
--:"ZONA INMOVIL
¡ :
:-,
.. ) )
:
/;/.
II lONA DE REPUL-J
SION DE POLVO . I
lONA DE REPULSION
DE POLVO 1I
FIG.I-A FIG I·e
- 37
En la figura l-A se muestra la zona efectiva del chorro de
aire; yen la l-B, la zona inmóvil, que debe evitarse aumentando
la longitud del dueto o variando algunos de los factores enun
ciados.
La ventilación auxiliar por aspiración consiste en un dueto
metálico por el que se aspira el aire contaminado del frontón.
La zona de acción del sistema se circunscribe al orificio aspiran
te del dueto, y su eficiencia depende del volumen de aire aspi
rado por unidad de tiempo, requiriendo en muchos casos de ven
tiladores de gran caudal; así también influye considerablemente
la distancia entre el orificio y el frente. Los Reglamentos de
Seguridad prohiben la ventilación por aspiración en las minas
"gaseosas" de carbón.
V.400 PS/IoIIH.
VEIITILAOOII
t-----_-----------.. . --30~~--.~~~-_---~~.~-~~~----~------~-ojJ
L.----,-.L..l-----¡ T -
POR INYECCION
POR ASPIRACION
38
~
ZONA DE MEZCLA~
1.- ZONA DE....J ~ ZONA
"y-..:-.y~~",~~').I.\");,,\\IIIIt\ ....+... ", I MEZCLA ___ . ¡ I'NNOV'L
..::;) ::. ~.
fIG.2,-A FIG.2,-8
))
--~
( Al ~ ~ (B)
0CJ0023
- 39 -11_ml. M SALID elNIOC J"
único inconveniente que el aire contaminado se mueve por la
labor.
, \ ",,'
-------==:J
t
..
FIG.5
- 40
1. -Comprobar que el suministro de agua tenga la presión y vo
lumen adecuados, cuidando que el sistema se encuentre en
buenas condiciones de funcionamiento.
2.-Humedecer con una manguera toda la superficie del frente,
así como el techo y costados de la labor en una distancia de
por lo menos ocho mts., y mantenerlos húmedos durante to
do el período de perforación.
3.-Iniciar l a perforación abriendo la llave de agua ("empata
do" húmedo).
4 . ~En caso de ser necesario el empleo de ventilación mecánica
auxiliar (cuando el frente se encuentra a más de cinco mts.
de la chimenea de ventilación), comprobar su correcto fun
cionamiento antes de iniciar todo trabajo.
41
po
-~ 42
CAPITULO V
CONTROL DE POLVO EN OTRAS OPERACIONES
En Voladuras.
- 43
vés de un pequeño orificio (p1ain atomizer); y el de Turbulencia
swirl atomizer) en el cual se produce una turbulencia debido a
que el agua es forzada, a través de una ranura o un canal he
licoidal hacia una pequeña cámara "vortex" (dispositivo que
tiene por objeto provocar un movimiento circular de alta tur
bulencia), antes de descargarse en la atmósfera. La efectividad
de los atomizadores Hidráulicos depende de: a) la presión apli
cada y b) el diámetro del atomizador.
Estudios efectuados en atomizadores de turbulencia por di
ferentes autores (16), demuestran que el tamaño de las gotillas
guarda una relación inversa con la presión aplicada; encontrán
dose, al incrementar la presión desde 30 lbs/pulg~ hasta 80 lbs/
pulg2 , una marcada reducción en el tamaño de las gotillas.
Esta reducción es considerable hasta una presión de 80 lbs/
pulg2, y luego ya es menor y casi sin importancia. De ello se
deduce que las altas presiones originan gotillas más pequeñas,
pero que existe un límite por encima del cual no se justifica un
aumento de presi~ como puede observarse en el Gráfico Nq 1,
derivado de la Tabla que aparece en el trabajo de W. Gibb et
al. (16).
La presión aplicada también afecta en forma directa el gasto
de agua, de acuerdo con la fórmula dada por estos autores.
q = 0.15 (100 d)2 c (P)1/:! ; en la que:
-- 44
EFECTO DE lA PRESION SOBRE El TAMAÑO DE GOTlllA;;,
(PARA UN ORIFICIO DE 0.0134 PULGADAS DE DIAMETRO l
80
...
!!'
70
::l
Q.
:; 60
.1:1
Z 50
o
¡¡;
UJ
re 40
o. I
~
GRAFICO N~ I
30
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N.
O'
:; 50
Q.
":!!!. 50
o
¡¡; 40
w
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Q.
30
20
GASTO (ce/min.)
, __o 45 -.
---
30
~ 25
oc
!2
:lE 20
O
IZ
<t
:lE 15
'"
t
GRAFICO N? 3
10
.
,100 200 300 400 500 600 700 800 900
( AGUA: AIRE) X 10 6
25
If)
<t
CURVA (1), AIRE: AGUA = 6550
..J
..J
CURVA (2},AIRE :AGUA = 3160
¡:: 20
O
<.!)
..,
I.LI 15
<:[
t- 2
Z
UJ
(.)
10
GRAFICO N? 4
~
oc
O
a.
5
I 1 I I I
10 20 30 40 50 60
46
atomización; asi a una preSlOn de 62 lbs!pulg~, empleando un
agente humectante, se reduce el tamaño promedio de las goti~
Has desde 44.4 micras hasta 38.0 micras, en un orificio de 0.0142
pulgs. (16); lo cual nos indica que una reducción en la tensión
superficial del agua, favorece la atomización. Esto aparte de la
polaridad de estas sustancias, que hace que se dispersen sobre
superficies secas, asegura un buen humedecimiento sin mucho
gasto de agua.
- 47
si-
de i: x t profundidad
e
e
'"
I~ 12 He
------------------ 6~ ----------------1
f------ s1
CORTE A-t
-- 48
l
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-1..
'Ji.
FA R~1 ..
1 2
TOSERA
CAMISETA
EMPAOtlETAOURA
ACERO FUNDIDO
ACERO FUNDIDO
FISRA
4 EMPAQUETADURA I ! I FIBRA
"P";¡"~"Ac1I-N-O-"-B-R~E·DE LA PIEZA
!-! CANTIDAD I MATERIAL I08SER'<IlCIO"ES
¡flciO t O • re profundidad
ATOMIZADOR NEUMATICO
DE AGUA
Plano: 320 -01
·ONTARIO I\4INING ASOCIATION"
\
TUBERIA DE AGUA DE ~ O
_ VALVULA DE AlflE DE I
TUBERIA DE AIRE DE I D
i
o
-¡
~~~~~~qltHffi~~--T- I ~~
ROSCA CONICA p,
TUBO OE I -
CONICIDAD -k
o
~C~~fI~~~~~~~~~IHI
_L
ROSCA corUCA PARA
TUBO DE I
11
-'
/ CONICIDAD
TUllO DE I O
.,
I ,.
o-j! I
N I
I
i
I
-lí R
""
®
MATERIAL; ACERO FUNDIDO,
52 ~
Tratándose del atomizador Neumático de la Braden Copper
Ca., que aparece en el plano N9 321-01, los cálculos pueden reali
zarse de la misma manera, con la única excepción de que el agua
no descarga directamente al ambiente sino que lo hace dentro
del dispositivo del atomizador donde la presión reinante es me
nor que la del ambiente debido al vacío creado por la corriente
de aire comprimido.
Uno de los problemas más frecuentes en el empleo de ato
mizadores, ya sean Hidráulicos o Neumáticos, es la obstrucción
dél orificio de agua; de allí que sea condición imprescindible,
para el buen funcionamiento de estos dispositivos, que el agua
se filtre previamente. Las obstrucciones afectan considerable
mente la eficiencia de los atomizadores, pudiendo, en ciertos ca
sos, hasta anularlos completamente. El medio filtrante más ade
cuado es la malla de alambre, la misma que debe seleccionarse
teniendo en cuenta el diámetro del orificio de descarga; así p.e.,
en el caso del atomizador mostrado en el plano Ng 2, donde los
orificios de agua tienen un mm. de diámetro, debe emplearse
una malla de alambre de 100 hilos/pulgada (malla N'? 100 de la
serie Tyler) que proporciona aberturas de 0.147 mm.; también
puede emplearse mallas de 65 y 48 hilos/pulgada, que correspon
den a aberturas de 0.208 mm. y 0.295 mm. respectivamente. Estas
aberturas son considerablemente menores que el diámetro del
orificio; con lo cual, se libra de obstrucciones por amplio margen.
5~
-
-.. 54 -
ciertos gases, como los óxidos de Nitrógeno (gases producto de los
disparos, tóxicos e irritantes del tracto respiratorio) ocluídos en
el material y que son solubles en agua.
Durante la remOClOn, ya sea manual o mecamca, se debe
mantener el material húmedo; y en el caso de que la ventilación
sea deficiente, suministrar ventilación mecánica auxiliar ya sea
por inyección. aspiración o en forma combinada.
- 55
_,___....__4;"""
En el Enmaderado
El problema más serio se presenta durante el empatillad'J
para la instalación de puntales o el encribado de los piques y
chimeneas. En todos los casos se debe humedecer la superficie
del lugar de trabajo. Cuando el empatillado se efectúa en piques
y chimeneas, aparte del humedecimiento, debe considerarse la
Ventilación Mecánica Auxiliar si es que la ventilación del lugar
es deficiente.
Calidad del Aire de Ventilación para Labores Subterráneas
El aire puro que ingresa a una mina sufre una contaminación
por la presencia o generación de ciertos gases y polvos, debido
al desarrollo normal del trabajo o como resultado de la respira
ción de los hombres y animales, así como por las emanaciones
propias del yacimiento. La contaminación por polvo depende
directamente de los métodos de control empleados; sin embargo,
por más eficientes que sean los métodos, siempre existirá conta
minación, en tal forma que el aire, a medida que avanza su curso,
presentará mayoreSl concentraciones de partículas de polvo sus
pendidas en su seno, sobre todo de aquellas partículas pequeñas
de significado higiénico que, por su baja velocidad de sedimen
tación, se mantienen suspendidas por tiempos considerables.
Como regla general, el aire "puro" presenta una concentración
de polvo comprendida entre uno y dos m.p.p,p.c.a., lo cual es con
siderado como "normal"; a medida que este aire circula, por los
diferentes lugares de trabajo y tránsito, incrementa su contenido
de polvo, pudiendo llegar hasta tres a cuatro m.p.p.p.c.a" y pre
sentar un máximo de 10 a 20 m.p.p,p.c.a. en lOS puntos de descar
ga; todo esto tratándose de la marcha normal de la mina, sin
tomar en cuenta el momento de los disparos donde estas concen
traciones pueden alcanzar cifras bastante altas. Indudablemente
que las concentracoines promedios que hemos indicado, también
pueden incremEntarse considerablemente cuando no se emplean
los métodos de control de polvo.
Por todas estas razones, es necesario proceder a la limpieza
del aire en diferentes lugares del circuito de ventilación, conve
nientemenet seleccionados de acuerdo a las condiciones propias
de la mina y siempre a criterio del Ingeniero de Seguridad o de
las personas encargadas de este problema. El procdimiento más
empleado con este objeto es el de las cortinas de agua, que con
siste en una serie de atomizadores hidráulicos que se instalan
en las galerías u otras labores de ventilación. También se emplea
simples duchas, lluvias o chorros de agua aunque con una efi
ciencia considerablemente menor con respecto a los atomizadores.
La supresión de las partículas de polvo se produce por el
impacto de las gotillas de agua o por el barrido que puede pro
ducir la lluvia, según se trate de atomizadores o duchas.
56
CAPITULO VI
FUENTES DE POLVO EN LAS PLANTAS
CONCENTRADORAS
- 57
Una vez molido y clasificado el material hasta los límites
predeterminados, es sometido a las operaciones de concentración
propiamente dichas, para lo cual se aprovecha las diferencias
que existen entre las propiedades físicas y físico-químicas de los
minerales y las gangas, derivándose por tanto, de éstas, el mé
todo de concentración más conveniente. Los principales méto
dos de concentración, en nuestro medio son: Flotación, Gravi
métrico, Inmersión en medios densificados y Magnético; sin con
siderar el escogido manual de gran arraigo en nuestro medio.
En líneas generales, las operaciones de concentración no son
polvorientas por efectuarse la mayoría de ellas en húmedo; aun
que, durante el ensacado y despacho de los concentrados, puede
haber generación de polvo.
De lo expuesto, las operaciones de Molienda y Clasificación
en seco son las que generan polvo en una Planta Concentradora;
sin embargo es necesario reconocer que existen otras operacio
nes auxiliares, tales como el transporte de mineral, almacena
miento en tolvas y sistemas de alimentación, que también son
fuentes de polvo. ",PIara una revisión más racional de estas fuen
tes, se presenta en hoja aparte un diagrama de flujo de la sec
ción Molienda de una planta concentradora, que, en mayor o
menor grado, representa una planta típica de nuestro medio y
que por tanto sirve a nuestro propósito. En este diagrama de
flujo, la recepción del mineral proveniente de la mina, se reali
za en la tolva de gruesos. En este punto, los trabajadores ex
puestos a polvos son aquellos encargados de romper los trozos
de mineral que, por sus grandes dimensiones, no pueden pasar
a través de la parrilla (cuya luz entre barras está de acuerdo con
la máxima abertura de alimentación de la quebrantadora), las
concentraciones de polvo generadas en esta operación, de acuer
do con la experiencia del Instituto de Salud Ocupacional, no
son tan peligrosas; en cambio cuando uno de estos operarios
ingresa a la tolva, con el fin de hacer correr el mineral o a re
mediar cualquier atoro, la exposición es considerable debido a
que la tolva es un espacio confinado, carente de todo movimien
to de aire, que hace que el polvo generado por cualquier activi
dad se mantenga en suspensión por tiempos considerables, sobre
todo aquellas partículas finas, como se ha visto en capítulos pre
cedentes. Las tolvas están provistas de una abertura de descar
ga regulable para evitar la excesiva afluencia de mineral a la
quebrantadora o como en el caso del diagrama, disponen de un
alimentador mecánico.
El mineral alimentado, antes de ingresar a la quebrantadora,
pasa or un sistema de Clasificación de tamaños, constituí do ge
nera te por una parrilla, con el fin de separar todos aquellos
trozos que tengan un tamaño igualo menor al producto que se
va a obtener en la quebrantadora. El cambio de nivel en el flujo
- 58
~
;¡
:;1")
-i DIAGRAMA DE FLUJO
:'lI
"" SECCION MOLIENDA DE MINERALES
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o
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o
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'-'-c1:---= r--;-l
U
01
ce
1, PARRILLA
@
2, TOLVA DE GRUESOS
3, ALIMENTADOR
"
4. PARRILLA
5. QUEBRANTADORA PRIMARIA
6. ELEC~ROMAGNETO
7. QUEBRANTADORA SECUNDARIA
8. FAJA TRANSPORTADORA
9. CRIBA VIBRATORIA
10. TOLVA DE FINOS
II • ALIMENTADOR
12. MOLINO DE BOLAS
13. CLASIFICADOR
de material, entre la abertura de descarga de la tolva y la parri
lla o entre la descarga del alimentador y la parrilla, ocasiona,
cuando el material es seco, concentraciones de polvo que pueden
afectar al obrero encargado del control de ]a abertura o del ali
mentador, así como al de la chancadora.
De la parrilla de clasificación, el mineral pasa directamente
a la quebrantadora primaria para su trituración; ésta es una de
las operaciones que genera altas concentraciones de polvo, no
influyendo mayormente que el material esté húmedo, ya que
durante el quebrantamiento se manifiestan continuas superficies
nuevas, no afectadas por la humedad, que liberan partículas de
una diversidad de tamaños, muchas de ellas de significado higié
nico. Aparte de este polvo generado por el quebrantamiento en
sí, debemos añadir el que se genera a raíz de la descarga del ma
terial triturado, es decir, el ocasionado por la caída del material
sobre la faja transportadora; lógicamente, en este punto, la
generación de polvo será mayor si el material es seco; esto se
puede hacer extensivo al material que pasa la parrilla que an
tecede a la quebr<fntadora, y que cae directamente a la faja
transportadora.
Siguiendo la secuencia del diagrama de flujo, el mineral es
conducido por la faja transportadora y descargado en una criba
vibradora cuya malla deja pélsar el mineral, que ha alcanzado el
tamaño necesario para ingresar al molino de bolas. depositándose
en la tolva de finos. Los trozos mayores descargan a otra faja
que los transporta a la quebrantadora secundaria. Las fuentes
de polvo en esta etapa corresponden a la descarga de la faja a
la criba (caída del mineral), al tamizado y a la descarga >de la
criba a la segunda faja. Las concentraciones de polvo dependen
de la sequedad del mineral.
El mineral transportado por la segunda faja alimenta la
quebrantadora secundaria, donde se efectúa la trituración corres
pondiente; los productos descargan en la primera faja, es decir,
en circuito cerrado, siendo la criba vibradora la que cierra el
circuito. En este caso la generación de polvo se debe a la des
carga de la segunda faja, a la trituración propiamente dicha y
a la caída de los productos, de la trituración, a la primera faja.
El material depositado en la tolva finos, pasa al molino
de bolas para su molienda fina o pulverización. Por efectuarse
esta tercera etapa de reducción de tamaños, por lo general, en
húmedo, no constituye una fuente de polvo, salvo cuando se
efectúen trabajos dentro de la tolva de finos.
Por más variado que sea el diagrama de flujo de la sección
molienda de una planta concentradora, a consecuencia de la to
60
61
- 62
trol más minucioso que cuando se trata de aquellos que pre
sentan contenidos medios o bajos, y en consecuencia, es un fac
tor de mucha importancia en la exposición de los trabajadores.
El orden, limpieza y mantenimiento de las plantas concen
tradoras, inciden directamente en la exposición a polvo. El es
tablecimiento de un buen programa de limpieza de aquellos
lugares afectados por el polvo es importante, no sólo por la pé
sima impresión que causa el polvo asentado en los pisos, vigas,
cornizas, escaleras, etc., sino porque pueden en cualquier mo
mento dispersarse en el ambiente por las vibraciones de la
maquinaria o por el tránsito de personal o vehículos, dando lu
gar a exposiciones peligrosas. El desorden en la planta, aparte
de constituir un riesgo de accidentes, contribuye a la exposición
a polvo, desde que la limpieza y el orden tienen que marchar
paralelamente o mejor dicho son ínter-dependientes. Por últi
mo, la buena conservación y mantenimiento de la planta, ma
quinaria y equipo, son parte esencial de un programa de
supresión de polvo; estando comprendidos en este acápite el
mantenimiento de las guardas o protecciones y los sisteMas de
control de polvo.
.. .'
- 6:3
CAPITULO VII
Segregación
-64
señalados; no obstante, es de gran importancia y facilita la apli
cación de los otros métodos, aparte de que, al instalarse las
máquinas quebrantadoras en locales independientes, no se afee··
ta a todos los trabajadores sino solamente al encargado de su
operación o control, a quien, en última instancia, se le puede
dotar de implementos de protección personal.
Encerramiento
El encerramiento de ciertas operaciones polvorientas es un
método bastante efectivo, pero, al igual que el anterior, no es
un método eficiente por sí solo, sino que requiere de otros, como
el de los atomizadores de agua o de la ventilación exhaustiva
local, para obtener los mejores resultados. Las operaciones de
quebrantamiento, clasificación, transporte y cambios de nivel en
el flujo de los materiales, pueden ser encerradas, impidiendo en
esta forma el escape de las partículas de polvo.
El encerramiento o confinación de una operación polvorien
ta, no puede efectuarse completamente en las plantas concen
tradoras, debido a que el flujo de los materiales lo impiden; así
por ejemplo, se efectúa el encerramiento de una criba vibratoria
dejando siempre abierto el espacio imprescindible para el ingre
so del material a clasificarse, así como también el que corres
ponde a la descarga o descargas; caso análogo ocurre con las
máquinas trituradoras y en las fajas transportadoras, sobre todo
en las zonas de cambio de nivelo de dirección. Por este motivo,
este relativo encerramiento requiere de otro método, tal como
el de los atomizadores de agua o de la ventilación exhaustiva
local, para controlar el polvo dentro del encerramiento y en los
espacios abiertos de carga o descarga. El. encerramiento, tal
como se ha descrito, es pues de mucha importancia y utilidad
y constituye un requisito indispensable para la aplicación de
otros métodos.
Los materiales empleados para los encerramientos pueden
ser de diferentes clases, así se utilizan: madera, planchas de ca
lamina, eternit, lona, lona impermeabilizada, etc. El encerra
miento en sí, depende de las características de la operación, así
como de la maquinaria y equipo; tratando, en todo momento, de
no interferir la marcha de la operación y, al mismo tiempo, pro
curando controlar al máximo el escape del contaminante.
Atomizadores de Agua
El uso de atomizadores de agua, para la supresión de polvo
en las plantas concentradoras, se inició alrededor de 1945 (18).
Antes de esta fecha y con este fin se utilizaban los métodos hú
medos y el de la ventilación exhaustiva local. Los métodos
-- 65 -
húmedos, o sea el humedecimiento de los materiales en las
quebrantadoras primaria y secundaria, no dieron resultados sa
tisfactorios, debido a que era necesario grandes volúmenes de
agua para humedecer en forma instantánea cada superficie de
roca recientemente fracturada. lo cual conducía invariablemente
a un sobrehumedecimiento del material, el que ocasionaba ato
ros en las cribas vibratorias, parrillas buzones de alimentación;
aparte de que reducía la eficiencia las trituradoras tal como
lo especifica Pring (19); por este motivo, el único método seguro
de control de polvo era el de la ventilación exhaustiva locaL
Sin Con %
Fuentes de Contaminación Atomizadures AtomizaJores Reducción
------,,-
66
CONCENTRACIONES DE POLVO EN mpppca
.... _--
Sin Con %
Fuentes de Contaminación Material Atomizadores Aromizadores Reducción
67 ~
~_.
68 ~-
La presión del agua, el diámetro de la boquilla del atomi
zador y la adición de sustancias de superficie activa, marcan la
efectividad de estos atomizadores, como se especificó en el Ca
pítulo V. Por otra parte, el ángulo del cono de descarga del ato
mizador es el responsable de la forma que asume la neblina; án
gulos de 90 9 , como se muestra en los planos 322-01 y 323-01,
proporcionan una dispersión bastante aceptable, pudiendo éstas
variar desde 15~ hasta 1309 (21), de acuerdo con la forma que
más convenga a un fin determinado.
Empleo de Atomizadores en las Operaciones de Quebrantamiénto
Como se vio anteriormente, una de las condiciones funda
mentales para la aplicación de atomizadores, es el referente al
encerramiento de las operaciones polvorientas, no solamente con
el fin de propiciar el contacto íntimo entre las gotillas de agua
y las partículas de polvo, sino también de prevenir la acción de
las corrientes súbitas de aire que podrían dispersar el conta
minante.
Tratándose de las quebrantadoras, sobre todo de las prima
rias, ya sean del tipo Blake o giratoria, es un tanto difícil el
encerramiento, debido a que el material alimentado requiere la
atención permanente de un operario para prevenir atoros o la
excesiva afluencia de mineral; por esta razón el encerramiento,
sobre todo de la zona de alimentación de estas máquinas, es
siempre parcial, tomando la forma de un canal de suficiente
altura con una abertura en su parte superiGr próxima a la que
brantadora para el control de la alimentación mediante "espe
tones" (varillas metálicas); el resto del canal, o caja, debe tener
tapas movibles en su parte superior que p~rmite el control del
flujo del mineraL El canal, que puede ser de madera o planchas
de metal, deberá cubrir la distancia comprendida entre el chute
de la tolva de gruesos (o la descarga del alimentador) y la aber
tura de alimentación de la máquina, pasando por la zona de la
parrilla de clasificación que antecede a la quebrantadora. El
atomizador debe instalarse a la altura de la abertura de control
de alimentación, sin interferir con la labor de los espetones y
dirigiendo la corriente hacia la máquina.
El encerramiento de la zona, que corresponde a la descarga
del material quebrantado y al de la descarga de finos de la parri
lla de clasificación, no presenta dificultades, ya que ambas lo
hacen sobre una misma faja; en este caso el encerramiento es
bastante efectivo, quedando únicamente dos aberturas, que co
rresponden al paso de la faja, que se podrían designar como de
ingreso y salida. El de ingreso debe tener una luz que sola
mente permita el paso de la faja o, en su defecto, se puede co
locar franjas de jebe, o de cuero, a manera de cortina oscilante
--- 69 -
r
CD I.ID
8
1 - - - - - I ~ O ---o
4
I~ O ( 2 HUECOS)
CORTE A-A CORTE e-e
MATERIAL: BRONCE
!OSCA CONICA PARA
TUBO DE I
NURA~ ANCHO
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2
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ORIFICIO DE
A !.?¡\!I D~ ~'45°
o
ROSCA CONICA
PARA TUBO DE
-J
C;;)
MATERIAL: BRONCE
C()AT~ A-A
problema diferente y el éxito del control de polvo con estos
dispositivos depende en gran parte de la habilidad y experiencia
de la persona responsable, para efectuar los encerramientos más
conveniente. A continuación se presenta algunas recomendacio
nes que no son otra cosa que un resumen de lo que se ha tratado
de explicar sobre este tema.
Recomendaciones Generales
Para lograr un trabajo eficiente de los atomizadores en plan
tas concentradoras se recomienda lo siguiente:
Seleccionar atomizadores hidráulicos, y dentro de éstos los
origen.
pida su dispersión.
-74
de alimentación, etc., así como reducir la eficiencia de las que
pulgadas.
Reemplazando valores:
q = 5/3 (0.0295)2 (50)1/:!
q 0.010 pies3/min.
- 75
CAPITULO VIII
Campanas de Succión
- 76
V =:
Q ..
10 X2 + A
-77
relación es igual o menor que 0.1, la campana asume la forma
de una rendija o "slot", en este caso la velocidad de captura
se calcula con la ecuación de Silverman (24):
Q
v
3.7 x L
Q
V -
2.8 x L
78
situación y el flujo de aire a pasar por la campana, son factores
importantes en el diseño.
El cálculo del flujo de aire, en el caso de los encerramientos
se efectúa teniendo en cuenta las dimensiones de la abertura o
aberturas y la velocidad establecida para éstas, de acuerdo con
la fórmula Q = A V; en la que Q es el flujo de aire en pies
cúbicos por minuto, A el área de la abertura en pies cuadrados
y V la velocidad del aire en pies lineales por minuto.
Se puede generalizar que en las plantas concentradoras, son
los encerramientos los que más se usan, así se tiene encerra
mientos para las quebrantadoras, elevadores, transferencias de
fajas transportadoras, cribas, vibradoras, etc., a los que directa
mente se conectan las tuberías de succión. Las precauciones a
tomar en su diseño se circunscriben a establecer las velocidades
mínimas de aire en las aberturas del encerramiento para con
trolar los escapes o fugas de polvo, y a mantener una velocidad
mínima de aire dentro del encerramiento para prevenir pérdidas
de material por succión.
Sistema de Tuberías
El objeto de las tuberías de un sistema de ventilación exhaus
tiva local, es comunicar las diferentes campanas de succión o
encerramientos, a un elemento colector de polvo para luego
pasar al ventilador y, por último, descargar el aire fuera del
ambiente de la planta.
Las dimensiones de lu tubería, así como la velocidad de
transporte en cada ramal, son los que aseguran el correcto flujo
de aire en cada campana o encerramiento. Una velocidad de
transporte apropiada en cada dueto, transpo1'tá neumáticamente
el polvo capturado por la barrera aerodinámica de la campana
hasta el colector central.
El área transversal de las tuberías en cualquier punto del
sistema obedece a la siguiente ecuación general:
Q
A
Vt
- 79
acuerdo a sus requerimientos mínimos, y brindar en esta forma
un sistema balanceado.
La velocidad de transporte apropiada, depende del tamaño
y peso especifico del material. Muchos autores (23) han deter
minado las velocidades mínimas de transporte para diferentes
materiales de acuerdo al tamaño de las partículas, habiendo in
clusive propuesto ecuaciones empíricas. Tratándose de polvos
minerales y metálicos, Drinker y Hatch (25) recomiendan 4,000
pies lineales por minuto para las tuberías ramales y 3,000 pies
lineales por minuto para la tubería central. Tablas completas
para diferentes materiales, operaciones y procesos industriales
se tiene en el Manual de Ventilación de la American Conference
of Governmental Industrial Hygienists (26).
- 80
ma por unidad de volumen de aire, así como de las característi
cas del polvo y la eficiencia deseada. La cantidad de polvo a
colectar es muy variable, y generalmente se mide, en nuestro
medio, en miligramos por pie cúbico de aire; así por ejemplo,
la cantidad de polvo en un sistema de ventilación exhaustiva
local de una planta de quebrantamiento de minerales, puede al
canzar hasta 3200 miligramos/pie cúbico de aire, según Drinker
y Hatch. En cuanto a las características del polvo, los tamaños
varían desde partículas submicroscópicas hasta algunos milíme
tros; el porcentaje de partículas menores de 10 micras es el im
portante por su significado higiénico. La eficiencia de colección
requerida depende de la naturaleza del polvo, es decir de la
composición química y el tamaño de las partículas.
La condición esencial de todo colector de polvo, es que la
concentración de polvo en el aire que sale del colector se en
cuentre por debajo de la concentración máxima permisible o
por debajo del límite predeterminado en su diseño; y que su
eficiencia sea independiente de las fluctuaciones del flujo de
aire, así como de las concentraciones de polvo.
De acuerdo con Drinker y Hatch (25) y el Manual de Ven
tilación del A.C.G.LH. (26), los colectores de polvo más emplea
dos, teniendo en cuenta el tamaño de las partículas de polvo y
su eficiencia, son los siguientes:
81
cas, no tienen un empleo generalizado en las plantas concentra
doras, debido exclusivamente a su alto costo inicial. Los ciclones
de alta eficiencia, como puede observarse, son para partículas ma
yores de 10 micras, es decir para aquellas que no tienen signi
ficado higiénico; razón por la cual en ciertos casos se les utiliza
como pre-colectores para aliviar el trabajo de los otros colectores,
entre estos precolectores se pueden mencionar los siguientes:
cámaras de sedimentación. trampas de inercia (inertial trap) y
los ciclones normales.
Colectores de Tela
- 82
La resistencia de un filtro, para una velocidad de filtración
determinada, varía directamente con la carga de polvo que va
a originar la capa, la misma que a su vez depende de las carac
terísticas del polvo; así, para el granito y el feldespato, los coefi
cientes de resistencia son de 19.8 y 27.3, respectivamente, para
tamaños menores de 20 micras (25). Cuando la formación de la
capa de polvo es progresiva. se tiene la siguiente relación:
h = h .. - h, = r v w
Donde: h Resistencia del filtro en pulgadas de agua.
h~ Resistencia máxima permitida en pulgadas de
agua.
h1 Resistencia del filtro después de la limpieza,
en pulgadas de agua.
r Coeficiente de resistencia del polvo en pul
gadas de agua por libra de polvo por pie
cuadrado de filtro y por velocidad de filtrado.
v Velocidad de filtrado (Q/A) en pies por
minuto.
w Peso de polvo depositado por pie cuadrado
de filtro.
El tiempo de operación entre dos sacudimientos, está dado
por la siguiente relación:
h~ -- h¡
t
r g v
Donde: t Tiempo de operación en minutos entre dos sa
cudimientos. ti
- 83
.......
84
M J\ . /Snl " A 11 I L?I O· 0
i.d~®
l. Aire contaminado
2. Anillo con rendl ja de
inyección de aire
3. Depósito de pOlvo
4. TrClnsportador de tornillo
5.Compresor
S.Aire limpio al eltheustor
- 85
colector, desde 74 hasta 99.6%; igualmente las pérdidas de pre·
sión que ocasionan al sistema, fluctúan entre 1.5 y 6 pulgadas
de agua, según el diseño.
Dentro de este tipo de colectores se ha mencionado las torres
de lavado, los centrífugos, los dinámicos y el de orificio, como
los más importantes.
Las torres de lavado (Packed Towers), consisten en capas
de material filtrante de diversa naturaleza, desde material cerá·
mico triturado hasta plásticos. El aire contaminado pasa a tra·
vés de este medio filtrante, generalmente en contracorriente con
el agua de lavado que ingresa en forma de lluvia por la parte
superior de la torre y descarga por la parte inferior arrastrando
el polvo colectado. La caída de presión está en razón directa
con el espesor del medio filtrante; así, para cuatro pies de ma
terial cerámico triturado o de coque, varía entre 1.5 y 3.5 pul.
gadas de agua.
Los colectores ~entrífugos en húmedo, combinan el efecto
de la fuerza centrífuga y el contacto con el agua, para la colec
ción de las partículas de polvo; en lineas generales, estos co·
lectores son análogos a los ciclones, diferenciándose únicamente
en las placas de contacto que forman dos o tres grupos en la
parte cilíndrica del ciclón y en el separador, yue viene a ser
otro grupo de placas pero situada en la parte superior, encima
del chisguete de agua a presión que mantiene las placas de con
tacto húmedas, e inyecta agua en contracorriente con el flujo
de aire. El agua de lavado descarga por el vértice del ciclón.
La entrada del aire contaminado y la salida del aire limpio es
similar al de los ciclones en seco. La eficiencia es bastante va
riable y depende de su diseño; para partículas de uno a cinco
micras de tamaño promedio, fluctúa entre 74 y 99.6% en peso,
ocasionando caídas de presión comprendidas entre 2.5 y seis
pulgadas de agua.
Los colectores dinámicos en húmedo (Wet Dynamic Preci
pitator) consiste en un ventilador o exhaustor de hojas de di·
seño especial, que se mantienen húmedas por medio de un ato·
mizador de agua que se encuentra dentro de la misma caseta.
El polvo precipita en las hojas húmedas del ventilador y son
descargadas por la parte inferior conjuntamente con el agua del
atomizador. Su ventaja radica en que se combina en una sola
unidad el extractor de aire y colector de polvo.
En cuanto a los colectores del tipo orificio, el aire a limpiar
se pone en contacto con una lámina de agua en un orificio res
tringido, con lo que se asegura un contacto íntimo entre el agua
y el aire; en ciertos casos es frecuente añadir al agua ciertos
- 86 .~.
agentes humectantes, o de superficie activa, para conseguir me
jores resultados.
Pérdidas de Presión
miento.
el exhaustor.
Cap).
Donde h
e
.
Pérdida de entrada en la campana en pulga
e das de agua.
C Coeficiente de entrada o coeficiente de res
e tricción de la campana.
VP "Velocity Head" en el ramal que conecta la
campana con el dueto principal, en pulga
das de agua.
- 87
.---011IIII
Las pérdidas de presión ocasionadas por los diferentes co
lectores, son suministradas por el fabricante o calculadas te
niendo en cuenta su principio de operación, la carga de polvo
y la eficiencia de colección establecida.
Fuente de Succión
--- 88
CAPITULO IX
RESPIRADORES PARA POLVO
No obstante la aplicación de los métodos de control de pol
vo, señalados en los capítulos precedentes, pueden surgir ciertas
situaciones en las cuales los trabajadores estén expuestos a con
centraciones peligrosas de polvo, requiriendo entonces, de dispo
sitivos personales para su protección. Los respiradores, son
equipos muy necesarios para ser usados como protección com
plementaria en lugares donde exista un riesgo no controlado de
contaminación de aire, en casos de emergencia, cuando fallan
las medidas de control general o cuando los métodos generales
no son suficientes para controlar completamente la contamina
ción. Es bueno puntualizar que los respiradores deben usarse
únicamente cuando la aplicación de todos los otros medios de
control de polvo no sean prácticos, tratándose de operaciones
intermitentes.
Los respiradores son aparatos filtrantes que sirven para re
mover las partículas de polvo del aire aspirado. Generalmente
protegen la boca y nariz, aunque puede adaptársele anteojos
para proteger también la vista. El material usado en su fabri
cación es caucho, aluminio o plástico, cubriendo su perímetro
con material gomoso o esponjoso, forrado en ciertos casos con
paño. El fil tro puede ser de papel, lana, algodón o cualquier
otro medio filtrante y puede ser renovable o permanente. Pro
porcionan protección respiratoria contra polvos, humos metáli
cos (fumes), neblinas y humos, pero no contra gases, vapores o
deficiencia de oxígeno. Deben ser usados en ambientes con su
ficiente oxígeno para la respiración normal.
Resistencia a través de respiradores
Es práctica establecida calcular la eficiencia filtrante de los
respiradores a un flujo de 32 lts.jmin.; aunque la resistencia,
antes y después de la exposición al polvo, se mida a 85 ltsjmin.
El Bureau de Minas de los EE.UU. demanda que los respi
radores después de una exposición a polvo de 40-60 mgjm 3 , a
-- 89
-"'II1II
un flujo de 32 lts/min.. no tengan una resistencia superior a
50 mm. de agua en la inhalación, ni superior a 25 mm. en la
exhalación; ambas medidas a 85 lts/min.
Se ha comprobado que la resistencia en la expiraclOn es la
mitad de la existente en la inspiración, concepto que se aplica
a todos los tipos de equipo de protección respiratoria.
Escapes
Válvulas
90
Respiradores con línea de aire
- 91
..........
"
Selección de Respiradores
Es necesario establecer que no existe un respirador univer
sal,es decir, que sirva de protección contra todo tipo de conta
minantes sólidos, algunos son diseñados para polvos minerales,
otros para humos metálicos y otros para polvos tóxicos; en tal
forma que un respirador para polvo mineral no servirá para la
protección contra humos metálicos y uno de este último tipo no
presta protección contra los polvos tóxicos. Por esta razón, es
importante el empleo del respirador adecuado y desde el punto
de vista de la naturaleza del contaminante contra el cual se
usa, éstos pueden clasificarse en diferentes tipos, tales como:
respiradores contra polvos que producen Neumoconiosis y pol
vos adventicios, contra polvos tóxicos, humos y contra neblinas.
Illinois.
Newark 4, N.Y.
Hygeia Filtering Corp. 129 East 8th. Street, New York 3, N.Y.
California.
17, N.Y.
10, Illinois.
- 93
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