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INVESTIGACIÓN INTERDISCIPLINARIA
EN EPISTEMOLOGÍA, CIENCIAS Y HUMANIDADES
1
Querido Paco:
trabajo
amistades filosóficas.
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CONGRESO HOMENAJE A FRANCISCO MIRÓ QUESADA CANTUARIAS.
MORAL Y POLITICA
La relación entre la moral y la política tiene una larga historia porque los
que prácticos, para que la acción política aquella que tiene que ver con la toma
relaciones humanas.
de filosofía de la moral, que la teoría política moderna más reciente , que pone
1
El autor es hijo de Francisco Miró Quesada Cantuarias. Es Doctor en Derecho y Ciencia Política, Catedrático
de Ciencia Política en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNMSM, Fundador y actual Director de
la Escuela Profesional de Ciencia Política de dicha Facultad.
4
como conductas democráticas y autoritarias, dominantes, entendido el
la política a partir de los valores. Así Platón nos dice, el fin de la política es
la justicia y agrega, “la única razón moral que justifica que una persona
un acto que se deduce de un principio moral, que para ser políticamente moral
debo sólo servir a los demás porque si hago política fueron de esta
5
religiosas. Ya en la modernidad en donde el conocimiento científico empieza
cosas tienen precio, los hombre no tienen precio porque tienen dignidad” y
estudiar los hechos, tal como son y no como deben ser. Este criterio si es
6
valedero para el estudio de los fenómenos de la naturaleza, pero ¿ lo son para
el estudio de la conducta ?, ¿ los son para el estudio de los hechos que produce
entre los hombres deben ser estudiadas como lo que son, es decir, como
hechos. De esta manera el deber ser desaparece, los valores no son hechos,
de práctica, por otro lado la conducta se rige por los valores que son
conducta en función de estos valores, lo que significa que los valores no son
7
La Ciencia Política moderna de este siglo debe rescatar también el deber ser
distingue lo que es bueno para él y para los demás, con aquello que lo daña
por lo que hizo sino como actuó en relación a los valores que predominan en
una sociedad.
reflexionado sobre el tema. Así nos dice el filósofo argentino Mario Bunge
8
conocimientos científicos acerca del individuo y de la sociedad”.2 En esta
ética, los segundos gobiernan por ambición de poder y sólo por ella, sin
nosotros hacemos una comparación de las tres formas de gobierno que hay en
todos ellos principios morales que son violados por las dictaduras en
2
Bunge Mario. Ética y Ciencia. Ed. Siglo Veinte Buenos Aires 1982. Pág. 13.
3
Estos planteamientos de Francisco Miró Quesada Cantuarias se encuentran en su obra “Reyes Filosóficos y
Reyes Timófilos (Reflexiones sobre la relación entre la política y la ética) Editorial Perla – Perú 1988. Pág
133.
También en Humanismo y Revolución. Obras Esenciales. T.IV. Textos conexos. Ed. Universitaria UPRP. Lima.
Perú 2014.
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cualquier de sus formas porque , unas más que otras, aplastan al individuo, y
tenemos el deber moral de revertir esta situación para que tanto la economía
y el poder estén al servicio del ser humano para alcanzar el bien común, para
que lo es, la perseverancia por los valores democráticos para que los pueblos
pobreza a través de una justa distribución de la renta básica mundial para cada
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Pero hay más porque a pesar de lo que se viene diciendo, también en la
puede ver en los últimos años tanto en Europa como América , Asia y África.
Esta propuesta política es peor, porque nos puede llevar y de hecho nos
tiranía, en otros términos que la medicina es peor que la enfermedad. Por eso a
11
Si también es rico, súmele otro cero y será igual a 100.
Si por sobre todo es además, una bella persona agréguele otro cero y su valor
positivo.
Bibliografía
12
1. Bunge Mario. Ética y Ciencia del Siglo Veinte. Buenos Aires.1982.
Aires, 1969.
13
12. Sabine George. Historia de la Teoría Política. Ed. F.C.E México 1965.
13. Sánchez Garrido. Historia del Análisis Político. Ed. Tecnos. Madrid.
2011.
1970.
México 1993.
14
MIRO QUESADA Y POPPER: DOS HUMANISTAS EN BUSCA DE UN
MUNDO MEJOR
Carlos
Verdugo Serna
Instituto de Filosofía
Facultad de Humanidades
Universidad de Valparaíso
Viña del Mar, 2018
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algunas de las ideas de Popper expuestas en su mayor obra de
filosofía política La sociedad abierta y sus enemigos, (publicada en
inglés en 1945 como The Open Society and Its Enemies).
Antes del ensayo de Miró Quesada de 1992 “La sociedad sin clases
y sus enemigos” que analizaré a continuación, encontramos algunas
alusiones a Popper en Humanismo y Revolución. En esta obra de
1969 al referirse a los intelectuales que han ayudado a través de
sus obras a rechazar la filosofía especulativa empleada para
sostener en el siglo XX ciertas praxis políticas, Miró Quesada
nombra a Manheim, a Shumpeter y a Popper. No deja de ser
curioso que, en la nota al pie de página, cite La Sociedad Abierta y
Sus Enemigos solo como un libro decisivo para el proceso de crítica
de las ideologías especulativas y no lo destaque, como lo hiciera B.
Russell, en términos de una obra de gran importancia que debía ser
leído ampliamente por su crítica maestra de los enemigos de la
democracia antiguos y modernos. (1).
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Antes de destacar las similitudes que se pueden apreciar en las
concepciones políticas y sociales de Miró Quesada y Popper, así
como mostrar en qué sentido ambos pueden considerarse como
grandes defensores de un humanismo al servicio de un mundo
mejor, de una sociedad más justa, igualitaria, abierta y
democrática, estimo necesario exponer y analizar las opiniones que
sobre la filosofía política de Popper se encuentran en el ensayo de
Miró- Quesada antes mencionado.
17
p.161). El filósofo peruano no vacila en reconocer que este proceso
de aumento de la tiranía y de la necesidad de recurrir constante y
sistemáticamente a la mentira, al soborno y al crimen ha sido
descrito y denunciado por Popper “de manera magistral”.
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Para rebatir a Popper, Miró Quesada nos recuerda que nuestra
civilización tendría una enorme deuda de gratitud con quien
fundara la Academia. Según él, a Platón le deberíamos la mejor
crítica histórica de la tiranía, ya que el tirano actúa de manera
irracional, impulsado por sus pasiones, por las ansias de poder, etc.
Entre varias otras observaciones a la interpretación de Popper,
también señala que éste habría olvidado que Platón sería el primer
filósofo de la historia en haber afirmado que la política “debe
basarse sobre fundamentos racionales”. Además, el fundador de la
Academia sería el primer filósofo en haber exigido que las leyes
deban aplicarse a todos los ciudadanos y que los gobernantes
tienen el deber de legislar en beneficio de todos.
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¿Qué se puede decir de este juicio tan demoledor? Por razones de
tiempo y espacio, además también por no ser un especialista en
filosofía griega, ni mucho menos en Platón, solamente quisiera
exponer lo que algunos especialistas de la obra política de Platón
han expresado sobre la interpretación de Popper de la filosofía
política del maestro de Aristóteles. Esto lo hago no para defender
acríticamente a Popper, sino para mostrar algunas consideraciones
que muestran que la interpretación de Popper, no exenta de
errores, como toda interpretación de la obra de un filósofo griego
antiguo, ha sido reconocida como de fundamental importancia para
evaluar la filosofía política de Platón.
20
de la teoría política de Platón…[] Aunque una serie de especialistas
antecedieron a Popper en llamar la atención a los elementos
antidemocráticos y antiliberales de la teoría política de Platón,
Popper hizo esto con un poder emocional e intelectual sin
paralelos. Después de leer la obra, no se puede ver a Platón de
nuevo de la misma forma”. (Klosko 1996, p. 511)
22
libertad, auto-gobierno, todos son condenados como
ilusiones que pueden ser mantenidas solo por idealistas,
cuyas simpatías son más fuertes que su sentido común.
Según la visión de Platón, el verdadero idealista verá a los
hombres como son, observará sus radicales
desigualdades, y le brindará a la mayoría no auto-
gobierno sino seguridad, no libertad sino prosperidad, no
conocimiento sino la “mentira noble”.
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En el apartado denominado “LA META”, Miró-Quesada sostiene
que el ideal de una sociedad sin clases tiene dos potentes
enemigos, siendo el peor “la ideología marxista-leninista, porque
esta ideología proclama que la meta de la historia es la sociedad sin
clases, mas, para alcanzarla, aplica métodos tiránicos e irracionales,
que generan inevitablemente nuevas clases que usufructúan el
poder con avidez y cinismo”. Sin embargo, Miró Quesada acepta
que nadie puede dejar de reconocer, por lo menos, “la nobleza del
ideal”. Vale la pena destacar aquí una actitud semejante cuando
Popper señala en La Sociedad Abierta que “No se puede hacer
justicia a Marx sin reconocer su sinceridad…Marx se sintió movido
por el ardiente deseo de ayudar a los oprimidos”. Este es un
reconocimiento previo a su demoledora crítica al historicismo y
totalitarismo de Marx.
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Considero que no puede ponerse en tela de juicio la
injusticia e inhumanidad del “sistema capitalista” sin
trabas que nos describe Marx…Aun cuando el Estado
proteja a sus ciudadanos de ser atropellados por la
violencia física…puede burlar nuestros fines al no lograr
protegerlos del empleo injusto del poderío económico.
En un Estado tal, los ciudadanos económicamente
fuertes son libres todavía de atropellar a los
económicamente débiles y robarles su libertad…Claro
está que eso significa que el principio de la no
intervención, del sistema económico sin trabas, debe ser
abandonado… Deberemos exigir que la política de la
libertad económica ilimitada sea sustituida por la
intervención económica reguladora del Estado. (Popper
2013, p.333)
26
con la actitud crítica. El punto es que, siempre que
proponemos una solución a un problema, debemos
intentar, tan fuerte como podamos, derribar nuestra
solución en vez de defenderla (Popper 1980, p.16)
27
Es preciso indicar que Popper reconoce que esta forma de
racionalismo cree en la verdad como una idea regulativa y que,
debido a la ausencia de un criterio de verdad, nunca podemos
demostrar que la hemos alcanzado-
28
Como lo ha afirmado David Miller, “La racionalidad, de acuerdo con
el racionalismo crítico es totalmente una cuestión
metodológica…No son nuestras creencias o teorías las que son
racionales, sino la manera como tratamos nuestras creencias y
teorías” (Miller 2006, p.50)
29
y otra cosa muy diferente es fijar una meta de la
historia. Esta meta, si se adopta la actitud racional, no
puede ser otra que forjar una sociedad en la cual se
haya eliminado la arbitrariedad y la prepotencia de unos
grupos humanos sobre otros.
Esta cita muestra con claridad meridiana que para Popper no existe
problema alguno en negar la posibilidad de predecir el curso último
de la historia y, al mismo tiempo, tomar una decisión no científica,
de carácter moral o axiológico y proponer un cierto tipo de
sociedad que responda a ciertos ideales tales como la libertad, la
justicia social, la solidaridad, la igualdad, etc. La única meta que no
propone a nuestros esfuerzos sociales y políticos es establecer la
felicidad humana por medios políticos. La sociedad que debemos
tratar de conseguir y por la cual debemos luchar es por la “sociedad
abierta” que ha sido descrita de las siguientes maneras:
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¿Cuáles son a mi juicio, los rasgos característicos de una
sociedad abierta? Citaré dos. En primer lugar, que el
libre debate y, en especial, el debate acerca de la
cordura o no de las decisiones que toma un gobierno
debe ser posible dentro de una sociedad y debería
ejercer una influencia en la política; y en segundo lugar,
que las instituciones deben existir con el fin de proteger
la libertad y a los pobres y los débiles (Popper 1972,
p.1))
32
Después de haber examinado las opiniones de Miró Quesada sobre
la filosofía política de Popper, quisiera concluir señalando algunas
de las más importantes similitudes entre ambos autores.
33
Por otro lado, en La Sociedad Abierta, al defender igualitarismo
moral, Popper expresa que junto a Kant sostiene “que debe ser el
principio de toda moralidad que ninguna persona debe
considerarse a sí misma como más valiosa que cualquier otra
persona”.
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como meta la felicidad de los ciudadanos, sino más bien el combate
y la disminución de todos aquellos males que hacen miserable la
vida humana. Su compromiso con los seres humanos, su respeto y
dignidad lo conduce a proponer como base de las reformas sociales
y políticas el principio de “minimizar el dolor o el sufrimiento”.
Entre los males que debemos luchar por eliminar Popper ha dado,
como ejemplo, la siguiente lista: La pobreza, el desempleo y formas
similares de inseguridad social, la enfermedad y el dolor, la
crueldad penal, la esclavitud y otras formas de servidumbre, falta
de oportunidades educacionales, discriminaciones raciales y
religiosas, diferencia rígida de clases, la guerra, etc. (Popper 1963,
p. 370)
35
BIBLIOGRAFIA.
Bambrough, R, ( 1967 ). Plato, Popper, and Politics: some contributions to a modern controversy.
Cambridge: Heffer.
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Popper, K. R. (2010). Después de La Sociedad Abierta. Ed. Jeremy Shearmur y Piers Norris:
Barcelona, Paidós.
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LA INFLUENCIA DE EINSTEIN EN LA FILOSOFÍA
CONTEMPORÁNEA
Pablo Quintanilla
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del proyecto científico. En particular, trataré de reflexionar sobre algunas
consecuencias filosóficas del giro científico que implicó la teoría de la relatividad de
Einstein. Creo que puede verse este giro –a la luz de algunos desarrollos filosóficos
recientes– como sugiriendo un cuestionamiento a la posibilidad de entender el
proyecto científico como la elaboración de una concepción absoluta del cosmos
que sea, en principio, independiente de las perspectivas humanas y de los
procesos sociales que las hacen posibles.
Desde comienzos de los años sesenta del siglo pasado, Kuhn (1971) [1962]
cuestionó la idea de que el progreso de la ciencia se mide por su capacidad para
representar de manera neutral la realidad y subrayó la naturaleza social y colectiva
de toda empresa científica. También concibió a las teorías científicas –en una línea
pragmatista– no solo como representaciones de la realidad sino también como
instrumentos que permiten interactuar socialmente con ella. Asimismo, a fines del
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siglo XX, Davidson (2001) sostuvo que toda descripción se realiza desde una
situación comunicativa triangular que involucra por lo menos tres elementos: un
agente, un intérprete y el mundo objetivo que ambos comparten. Sostuvo también
que todo contacto y conocimiento de la realidad implica que esta realidad está ya
interpretada, lo que lo condujo a desmontar lo que él denominó ‘el tercer dogma
del empirismo’, que es precisamente la distinción entre esquema y contenido, es
decir, entre un mundo ontológicamente neutral y las teorías asépticas que
pretenden interpretarlo. McDowell fue más lejos aún y propuso eliminar lo que él
denominó el ‘cuarto dogma del empirismo’, que es la distinción entre hecho y
valor. De esta manera, McDowell proponía que toda descripción de la realidad, lo
que incluye a las teorías científicas, implica una valoración de ella, lo que
naturalmente presupone la existencia de agentes que realizan valoraciones desde
sus contextos y perspectivas sociales. Nada de esto debe conducirnos, sin
embargo, a abandonar una concepción realista de la ciencia y una noción objetiva
de verdad. Por el contrario, nos permite tener una concepción más realista de lo
que puede lograr la actividad científica, así como una noción de verdad menos
pretenciosa y, por lo tanto, más fácil de alcanzar.
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dirección podría ir esta empresa y me concentraré en los aspectos de Einstein que
podrían resultar relevantes para ello.
41
masa mayor ejerce atracción gravitacional en otro, en proporción inversa al
cuadrado de la distancia.4
Antes de Einstein se creía que esta fórmula tenía valor para cualquier objeto
en el cosmos, ya sea si se trata del Sol respecto de la Tierra, la Tierra respecto de
la Luna, o la Luna respecto de una cápsula espacial. Newton pudo predecir la
gravedad y desde ese punto de vista la explicó. Lo que no pudo es entender qué
es la gravedad. Ese problema sólo lo aclararía Einstein al postular la curvatura del
espacio-tiempo y entender la gravedad como la deformación en el espacio-tiempo
que produce la masa de un cuerpo. Sin embargo, Newton mostró que la gravedad
que ejerce la tierra respecto de una pelota de fútbol responde a la misma ley que
gobierna la gravedad entre galaxias, con lo cual acabaría sepultando la distinción
aristotélica entre mundo sublunar y mundo supralunar; distinción que había sido
severamente dañada por el giro copernicano y por Galileo. Aristóteles pensaba que
el mundo sublunar (aquel espacio ocupado por el universo desde el centro de la
Tierra hasta la Luna) es explicable en función a principios diferentes del mundo
supralunar (el espacio que hay entre la Luna y la última de las esferas). Pero
Newton iba mucho más lejos que eso, él pretendía explicar cualquier movimiento,
incluso la refracción de la luz, en términos de mecánica matemática, con lo cual
sus teorías sirvieron de fundamento científico al mecanicismo de la mayor parte de
los filósofos de la modernidad.
4
Esta es la fórmula: G M m / d 2 , donde:
G: constante
d: distancia
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misma manera para todos. Esto se sustenta en la doctrina aristotélica de que es
posible el reposo absoluto. Para Aristóteles el estado normal de un cuerpo es el
reposo, sólo se mueve si es impulsado por una fuerza u otro cuerpo. Para Newton,
por el contrario, el reposo absoluto no existe, esto implicaría que no existe un
espacio absoluto, pero Newton se resistió a extraer esta consecuencia que le
parecía absurda. Newton, además, sostuvo el carácter absoluto del tiempo, esto
es, creía que es posible encontrar el intervalo de tiempo entre dos sucesos sin
ninguna ambigüedad y para todo observador. Esto es precisamente lo que Einstein
negará en la teoría de la relatividad.
Así pues, la unificación que Newton realiza del universo no es total: para él,
tiempo y espacio son independientes y absolutos, es decir, Newton no llega a
unificar el espacio y el tiempo. El tiempo absoluto, a diferencia del tiempo interno,
fluye de manera constante independientemente de los objetos sensibles, y es
denominado por Newton ‘duración’. Eso significa que habría duración aún si no
hubiera objetos físicos. Por otra parte, para él el espacio absoluto "es siempre
igual e inamovible". (Principios matemáticos, 1987, I). Aunque para Newton
espacio y tiempo son presupuestos necesarios para la observación experimental
del movimiento y no objetos físicos observables, siguen siendo conceptos
absolutos. Así, el movimiento también es considerado absoluto y se produce
cuando un móvil se desplaza de un punto absoluto del universo a otro. La idea de
un punto absoluto en el espacio es un residuo de la tesis geocentrista aristotélica
que postulaba que el centro de la tierra es el centro absoluto del universo. Esta
visión fue desmontada por Galileo para quien, como hemos visto, existe un centro
absoluto (el centro del Sol) y un centro relativo (el centro de la Tierra). Con
Newton se mantiene la idea de un centro absoluto, pero ya resulta claramente
inconsistente, porque para Newton el universo es infinito y al ser infinito no puede
tener centro, y menos aún puede haber puntos absolutos en él. Pero esta obvia
consecuencia no sería extraía a plenitud sino mucho tiempo después por Einstein.
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Otra de las grandes revoluciones de Newton es el concepto de masa. Este
autor define los cuerpos ya no sólo en términos de medidas geométricas sino
también según lo que llamó su vis inertiae (fuerza de inercia), que se mide según
la aceleración entre peso y volumen. Así, la visión mecanicista newtoniana del
universo termina por imponerse en la modernidad desplazando a la visión
esencialista de Aristóteles: Newton ya no explica el universo en términos de
esencias, como Aristóteles, sino como masas en movimiento en un espacio y un
tiempo absolutos, creado por un Dios eterno que fijó de manera inmutable las
leyes de la naturaleza. Para este autor el concepto de masa es invariable, es decir,
la masa de un objeto es constante independientemente de su velocidad. Para
Einstein, por el contrario, la masa de un objeto aumenta en la medida en que
aumente su velocidad. Por eso la masa para Einstein es una variable y no hay
nada constante en el universo excepto la velocidad de luz, que siempre se
mantiene estable, independientemente de la velocidad de la fuente de energía de
la que provenga.
En 1905 Einstein negó que el espacio fuese absoluto. Más adelante propuso
la fórmula de la relatividad que lo haría célebre, E mc 2 : la energía es igual a la
masa de un objeto por la velocidad de la luz (que es una constante) al cuadrado.
Lo que Einstein estaba sugiriendo es que la materia y la energía son
intercambiables: la energía es materia enrarecida y la materia es energía
condensada. Así, si un objeto está en reposo o a una mínima velocidad relativa, su
masa será igual para Einstein como para Newton. Sin embargo, ya que para
Einstein la masa es variable mientras que para Newton es una constante, si el
objeto acelera y viaja a velocidad cercana a la luz (299,792 km/segundo) para
Einstein su masa aumentaría notablemente.
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en órbita alrededor de la tierra a gran velocidad, cuando el gemelo astronauta
regresara, se daría cuenta que ha pasado más tiempo para el gemelo que está en
la tierra que para él mismo.
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manera muy diferente: el espacio-tiempo es una sola realidad y no es diferente de
los objetos en movimiento. Así, cuando un cuerpo se mueve (que es siempre),
dependiendo de su velocidad y su masa, este cuerpo altera la curvatura del
espacio-tiempo; de igual manera, la curvatura espacio-temporal altera la masa y el
movimiento de los objetos. Einstein nos mostró que no debemos ver el espacio-
tiempo como independiente de los objetos del Universo, como si éste pudiera
existir aún si no hubiesen objetos, sino como constituido por ellos. Así pues, todos
estos conceptos son relativos unos respecto de otros –esa es la tesis central de la
teoría de la relatividad– donde lo único que se mantiene constante, hasta donde
sabemos, es la velocidad de la luz.
Einstein mostró que todos los conceptos físicos (masa, velocidad, espacio-
tiempo, movimiento, etc.), no se fijan de manera absoluta sino en relación a un
punto de referencia y, sobre todo, a un observador. De esta manera Einstein
radicalizó el proceso de relativización de los conceptos físicos iniciado por Galileo.
De un lado, Galileo comenzó señalando que hay un concepto de centro que es
relativo a un observador y Einstein expandió esa idea mostrando que todos los
conceptos físicos son relativos a un observador. De otro lado, Einstein avanzó en el
proyecto de unificar el Universo según un solo principio explicativo. Para Platón, la
realidad se compone de dos ámbitos, el mundo sensible y el mundo inteligible, el
primero es físico y el segundo no, y cada uno de ellos debe ser explicado de
maneras diferentes. Aristóteles abandonó esa distinción, pero distinguió entre el
mundo sublunar y el mundo supralunar; ambos son físicos, pero cada uno de ellos
se explica de una manera diferente. Galileo abandonó la distinción entre mundo
sublunar y supralunar, y Newton posteriormente pretendió haber encontrado la
fórmula que podía explicar el movimiento de cualquier objeto en el cosmos. Ese
proceso de unificación del cosmos es radicalizado por Einstein mediante la teoría
de la relatividad.
Pero hay, como se sabe, un paso más que dar, aunque todavía no sabemos
en qué dirección habría que darlo: las dos teorías físicas actualmente más
46
importantes, la teoría de la relatividad y la teoría cuántica, son cada una de ellas
instrumentos muy potentes para explicar el cosmos, pero no son compatibles entre
sí. El verdadero momento de la unificación explicativa del Universo se dará cuando
podamos integrar y hacer compatibles estas dos teorías. Algunos físicos creen que
eso podría ocurrir mediante la teoría de las supercuerdas, pero eso es algo que
todavía hay que mostrar, porque aún no se ha hecho. A esto es a lo que me
refiero cuando digo que Einstein permitió relativizar los conceptos científicos a un
observador y avanzó, aunque no concluyo, el proyecto de la unificación explicativa
del cosmos. Pero incluso si llegáramos a integrar la teoría de la relatividad y la
teoría cuántica, ya sea mediante una sola teoría o un solo principio explicativo, el
proyecto de una descripción absoluta del Universo queda seriamente mellado y la
perspectiva del observador, que es fundamental tanto en la física relativista como
en la física cuántica, se hace imprescindible.
47
precisamente eso, sino sostienen, presuponen o aplican tesis acerca de la
naturaleza del conocimiento, acerca del hombre, acerca de la historia y su
necesidad, etc. En sentido estricto, estas reflexiones estarían también vedadas
según Comte. Esta aparente o real paradoja –el que Comte termine desarrollando
posiciones metafísicas para negar la metafísica– fue precisamente lo que los
vitalistas señalaron en su reacción al positivismo, lo que se pudo comprobar tanto
en la discusión sobre este tema que se realizó en Europa como en la recepción que
de él hubo en Latinoamérica y específicamente en el Perú.
48
proporcionar. Estas dos ideas son desmontadas a mediados del siglo XX y Einstein
tuvo un importante papel en ello. Ya vimos lo que él propone en el caso del
espacio y el tiempo, superando a Newton, ahora vamos a hablar de la manera
como en la filosofía de la ciencia, y en gran medida gracias a Einstein, se revisa la
noción de progreso como la descripción cada vez más exacta de la realidad.
Los escritos de Kuhn también han ocupado un lugar central en este proceso.
El programa central de Kuhn es mostrar que la observación y la selección de datos
fácticos dependen de un paradigma y es imposible fuera de él, con lo cual toda
observación está siempre cargada de presupuestos teóricos compartidos por una
comunidad epistémica. Esta tesis es sumamente importante, porque cuestiona la
creencia positivista y empirista de que la observación es el terreno neutro y estable
que permite la elección objetiva entre teorías.
49
En el desplazamiento desde la filosofía de la ciencia tradicional marcada por
el positivismo hacia la nueva filosofía de la ciencia post-kuhniana, el papel de
Einstein ha sido central. Él nos ha mostrado cómo nuestras hipótesis y teorías
deben siempre ser vistas en relación a un contexto mayor. Podría pensarse, sin
embargo, que esto conduce a alguna forma de relativismo epistemológico. Para
concluir, voy a intentar mostrar que no es así.
50
de materia producto de la densidad por el volumen. Para Einstein, por el contrario,
la masa es una variable que está en relación con la velocidad, siendo su mínimo
valor el mismo de la masa newtoniana y aumentando su valor mientras el móvil se
acerque a la velocidad de la luz. Entonces, la oración “la masa es invariable” tiene
significados distintos si se la interpreta en un contexto newtoniano o einsteniano.
Como el valor de verdad de una proposición depende de su significado y de la
manera como es el mundo, entonces sólo se puede asignar un valor de verdad a la
proposición “la masa es invariable” en relación a una teoría. Sin embargo, cada
una de estas teorías, la de Newton y la de Einstein, tiene criterios objetivos para
determinar el valor de verdad de una oración que tenga significado en esa teoría.
Así, es objetivamente verdadero que la masa es invariable en relación a la
mecánica de Newton, y es objetivamente falso que la masa sea invariable en
relación a la teoría de la relatividad de Einstein. Quedará claro, naturalmente, que
la proposición “la masa es invariable” tiene significados diferentes en la mecánica
de Newton y en la teoría de la relatividad de Einstein.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
51
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University Press.
McDowell, John (1994). Mind and World. Cambridge Mass. Harvard University
Press.
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University Press.
Rorty, Richard (1991). Objectivity, Relativism and Truth. Philosophical Papers Vol.
1. Cambridge: Cambridge University Press.
53
La importancia de un periodismo filosófico: a propósito de Francisco Miro Quesada
christofercito@yahoo.es
Resumen
Abstract
Let’s begin with something elemental, we don’t study or are philosophers, we just do
philosophy. The philosopher must register what’s hidden and what’s obvious. However,
western philosophical culture states that studying and re-reading the classics is the only
way to do philosophy. Regarding a balance between philosophy and journalism is enough
to say that the problems concerns, at least in our country, in giving the chance to journalists
that have nothing to do with philosophy and that only read newspapers. Doing philosophy
is an exercise of observation and reflection and not just about reason, aspects absent from
the journalism system. The truth philosophical labour is not in reading the greeks, nor in
working from a desk, but in matching a practical and effective labour with a philosophical
spirit that contains the desire of being surprised with everything around.
54
Las definiciones clásicas
En el imaginario academicista se encuentra instalado el credo que a la letra reza: para hacer
filosofía es necesario leer a los clásicos, lo que equivale a decir que sin haberlos leído es imposible
dedicarse a la filosofía (Deleuze 1997: 17). Nada más falso por cierto según nos lo recuerda
Deleuze, incluso completamente anti-filosófico, si tomamos en cuenta que la filosofía se funda en
servir de estímulo para la búsqueda de conocimiento, de propiciarlo, y no de ponerle barreras. Sin
embargo, vemos cómo el ejercicio filosófico esgrimido por autores, lectores y pensadores
tradicionalistas, va en desmedro de un libre pensamiento cuyos oleajes lo conduzcan a lo más
disperso posible, al crisol de posibilidades, a la variedad y no a la monotonía o al terreno seguro.
En efecto, creemos que el rechazo hacia una mirada ecléctica se funda en el temor a buscar
nuevas posibilidades fundadas en un espíritu libre, en lo subversivo que resulta un pensamiento
diferente, transversal. A su vez, subyace a los críticos un temor a lo desconocido, un no querer
adentrarse en arenas cenagosas, pues le temen a los claro oscuros y creen que eso los puede
conducir a la inseguridad, al cuestionamiento de sus falsos ideales filosóficos.
Entonces no les queda nada más que desdeñar otros caminos para expresar lo filosófico que
no sea exclusivamente la cultura griega, así como todo aquello que pueda filosofar desde otras
arenas distintas a las del texto clásico de filosofía. Es innegable que hay filosofía en diversos textos
y que el rótulo de filosófico no vuelve inmediatamente y necesariamente un texto como tal. Hay
,desde luego, filosofía en textos tan dispares como libros de arte, cine, literatura, poesía,
antropología, sociología y psicología e historia.
No olvidemos que otro factor a tomar en cuenta es el tiempo, es decir, la importancia que en
el decurso de los años puede despertar una obra luego de su publicación, merced a la vitalidad y
vigencia que emana, dado que no estamos frente a algo mecánico. Así, planteamientos que creíamos
infértiles a primera vista, resultan de una potencia profética. Y eso a propósito de una conversación
entre Borges y Sábato, donde el primero le dice al otro, que es en vano leer una recatafila de hechos
en los diarios, pues por un lado, todos los días no suceden eventos dignos de ser llamados
55
importantes y, segundo, solo podremos calificar un evento como importante luego del paso de los
años y no de manera inmediata (Barone 1996: 16).
El año pasado, por ejemplo, el rector de la Universidad de Lima, quien a su vez es magister
y doctor en Filosofía por la Universidad Mayor de San Marcos, Oscar Quezada, publicó: Mundo
Mezquino. Arte semiótico filosófico, intentando así cubrir la supuesta brecha existente entre la
filosofía y la caricatura, entre la filosofía y la semiótica y entre la caricatura y el arte.
Desmitificando de esa manera las ideas concernientes a un supuesto divorcio irreconciliable entre
las áreas de pensamiento antes mencionadas, revalorando así diversas áreas de pensamiento afines
desde su origen, pero tal vez bifurcadas por el investigador, en aras precisamente de buscar una
especialización del conocimiento. Cabe resaltar que el autor es Licenciado en Comunicaciones,
entonces podemos sugerir que esa mirada divergente, transdisciplinar e interdisciplinar es heredera
de sus primeros años de formación. Con este ejemplo simplemente tratamos de hacer notar lo
arbitrario que resulta seguir pensando desde los mismos autores clásicamente clasificados y
calificados como filosóficos, en vez de explorar e indagar en otras áreas del pensamiento,
enriqueciendo así nuestra perspectiva y nuestros planteamientos.
56
tara, provocando su escape, es típico de pensadores de viejo cuño, propios de la época antigua,
medieval y moderna.
Esa tautología del pensamiento responde a indagar por las mismas respuestas anquilosadas,
vetustas y apolilladas, piénsese por ejemplo en una sustentación de tesis, el jurado dictaminador
debe cumplir la función de poner en aprietos al tesista, el propósito de aquel es demostrar cuánto
saben, no en vano es jurado, en desmedro de éste. La sabiduría del jurado se funda en la ignorancia
de aquel que aspira a obtener el grado. Lo cierto es que con frecuencia el jurado no esta a la altura
ni del tema ni del tesista, pero termina examinando la introducción, las conclusiones y la
bibliografía, y en base a eso emitiendo juicios demoledores o, en su variante clásica, pasa por agua
tibia a aquel. Recordemos que el jurado como tal, debe necesariamente manifestarse, sea con
comentarios positivos sea con comentarios negativos, pero lo que no puede hacer es no decir nada.
57
mundo y anhela relacionarlo todo y hacerlo pasar como algo completamente genuino y natural. Lo
cierto es que el hombre al crear un lenguaje para expresarse ya esta definiendo con ello lo artificial,
la réplica, la copia, lo pirata, lo trucho, lo falso, el distanciamiento entre lo fidedigno y la prótesis, la
juntura y unión de elementos diametralmente y aparentemente opuestos.
La formación
Creo que es vano buscar o indagar por el preciso momento en que alguien se interesa por la
filosofía. Es más preciso y relevante, en cambio, ubicar el momento en el cual el filosofar empezó a
despertarse en nosotros. Así, llegamos al quehacer filosófico por azar, nunca de manera consciente,
nos involucramos con él sin pensarlo y sin quererlo, tal vez producto de lecturas intensas y extensas,
luego de arduas discusiones y páginas escritas. No esperemos entonces legitimar una voz que no
poseemos a través de citas enciclopédicas o haciendo referencia a otros autores, llegado un
momento, sentiremos que todo lo aprehendido, escrito y discutido se empoza y finalmente emerge
algo que podríamos llamar auténtico.
Desde un punto de visto ortodoxo, sin embargo, podemos decir que la formación tiene su
origen desde antes de llegar a este mundo, cubriendo así las experiencias de los demás, lo percibido
en el vientre materno y nuestro periplo en la tierra iniciado en los albores de nuestra existencia.
Experiencia que se prolongará hasta culminar el último día de nuestras vidas.
Es por eso que intentar ser filósofo o estudiar filosofía es lo más ajeno al quehacer
propiamente filosófico, de igual modo que uno no estudia literatura para ser escritor y tampoco
58
pintura para ser artista. Para hacer filosofía no necesitamos ser filósofos y tampoco pasar por el
tedio de leer a los clásicos. La labor verdaderamente filosófica tiene que ver con el marasmo y la
sorpresa que procura ver el mundo con ojos de contemplación. Adentrarnos luego entre los
intersticios del mundo que bulle a cada paso, (de)construir la realidad circundante y (re)armarla
sobre la marcha, ensayar explicar las interrogantes que penden como estalactitas cada día son, entre
otras cosas, las labores que le conciernen al que aspira y pretende hacer filosofía.
Podemos decir que, en efecto, el quehacer filosófico subyace históricamente a todas las
disciplinas que vinieron luego de ella. Históricamente entonces todo texto, toda creación, estaría, en
mayor o menor medida, influenciada por la reflexión filosófica. Y si es cierto como decía Michel
Foucault en Nietzsche La filosofía y la Historia que debemos buscar lo genealógico en vez de lo
teleológico, ergo todas las pequeñas historias, las batallas ignoradas, las diégesis excepcionales, las
diéresis históricas, vale decir, el anecdotario de la historia oficial, se encontrarían imbricadas en la
labor ya no de la filosofía, sino del pensamiento y en ese sentido, de lo filosófico.
La información
Al igual que en el caso de la formación, mientras más dispersa tanto mejor. No hay nada
más limitante que ser un especialista y condenarse de esa manera a vivir en un nicho del
conocimiento, al margen de lo que ocurre en el mundo. Es evidente que se trata de tener intereses,
de temas guías, tendencias, pero no de pasar décadas estudiando solo un tema un particular,
limitándose así a poseer una visión por demás recortada de la realidad, una metafísica del
conocimiento que en realidad no aspira a él, sino que se aleja y aloja en un espacio recortado e
inalcanzable, deviniendo así prácticamente inatacable.
59
Por eso, a pesar de los inclinaciones, es deber del que hace filosofa ocuparse de temas
dispares y dispersos o, por lo menos, donde se encuentra sumergida la civilización actual. Son
inconcebibles, en ese sentido, reflexiones filosóficas que no tomen en cuenta el impacto de los
medios de comunicación, el apogeo de las nuevas herramientas tecnológicas, el deterioro del sujeto,
el mundo y el lenguaje, reflexiones sobre el cine y la literaturas, así como sobre el arte y la estética.
Precisamente porque gran parte del conocimiento occidental y griego ha caducado, el sujeto, la
realidad, lo real, la verdad, el tiempo, el conocimiento y Dios, son temáticas desgastadas. Tal cual
sugiere Jean Françoise Lyotard en La Condición Posmoderna, los grandes relatos se han
desmoronado (Lyotard 1994: 9).
Desde luego que hay temas que aún están vigentes, pero nos referimos a la manera de
afrontarlos y abordarlos. Nadie puede negar, por ejemplo, la vigencia de un Nietzsche o de un
Simmel en la actualidad, precisamente porque se adelantaron a su tiempo, fueron visionarios de lo
que podía pasar a partir de lo circundante del momento, pero aquellos que estuvieron limitados por
un pathos y ethos de la inmediatez, maniataron sus planteamientos, vivieron encarcelados en los
límites de su logo.
Ahora bien, el principal problema al que se enfrenta aquel que hace filosofía al escribir en
medios es el siguiente: los periodistas son jornaleros de lo cotidiano, tal cual nos lo recuerda Pierre
Bourdieu (Bourdieu 1997: 26). La nota periodística es hacer notar lo que no se nota, por extensión
lo intrascendente, lo irrelevante, lo anodino, en ese sentido, ella misma se erige como el aparato
legitimador de la razón de ser del periodismo, a saber, todos los días ocurre algo que valga la pena
mencionar. El mismo Borges decía que el diario es lo más reciente y lo más antiguo al día siguiente.
Entonces surge la pregunta evidente ¿Cómo hacer para escribir más allá de las obviedades en las
que suele caer el periodismo? O en todo caso ¿Acaso es posible volver relevante lo superfluo? Por
lo pronto dejemos en claro dos cuestiones, primero, lo obvio por lo general se obvia, y en ese
sentido merece especial mención y segundo, es posible hacer filosofía de lo cotidiano,
contrariamente a lo que creen los filósofos de acero inoxidable.
La redacción
Otro aspecto saltante es el que concierne a la redacción misma de las ideas filosóficas.
Naturalmente hay que ser conscientes de las propias limitaciones del formato periodístico, así como
de las pocas licencias que el medio suele conferir al que reflexiona concienzudamente, de lo
contrario uno está condenado al autoexilio, pero tampoco se trata de escribir lo más simple posible,
en aras de garantizar cierto nivel de lectoría. Lo cierto es que el periodismo poca trinchera deja para
60
la abstracción, la inmediatez condena a algunos y le da una segunda oportunidad al que se adapta
mejor al medio, es decir, a aquel que aprende a dosificar su lenguaje, que sabe mesurarlo de algún
modo, sin contaminarse del todo, pero que aprende a negociar, a hacer pausas, a darle respiros al
lector.
Pero no debe dejarse de lado el espíritu transgresor empozado por naturaleza en el que
filosofa. Entonces si uno escribe no debe pensar en los lectores, tampoco en uno mismo, sino en
expresar las ideas a cabalidad, con cierta hondura y espesor en cada palabra usada, alejándose de las
tendencias y modas de turno y apostando por originalidad y versatilidad. Un estilo profundamente
periodístico es artero y mortal, superficial y chabacano, buscando lo llamativo, lo fosforescente,
relamiéndose en el fango de lo banal. Recortando la memoria y la reflexividad de las personas,
aniquilando el salto de la palabra al concepto y el retorno de éste a aquella, llenando y plagando las
oraciones y las columnas de liviandad, tapando todo resquicio que catapulte y obligue al lector a un
pleno ejercicio de reflexión. Los intersticios de las palabras no deben ser llenados nunca para el
lector, sino ideados por él, fabulados por su participación activa dentro de un texto vivaz y
subversivo.
El lenguaje
El ideal del que escribe filosofía debe ser la creación de un lenguaje nuevo que reemplace al
anterior, que exprese a cabalidad la propuesta, que no sea una mera continuación de saberes previos,
fosilizados, anquilosados en el idioma del sabio. No se trata de crear una metalingüística del
de las constancias, las excepciones, optar por lo fijo, descartar lo oscilante. En la película The
Hours, uno de los protagonistas, un reciente galardonado poeta con el máximo premio y portador
del VIH, le confiesa a su amiga su deseo de ser un escritor, de escribir sobre todo, de reflejar todo lo
que ocurre en un momento, en un instante, el modo como llevas las flores en los brazos, el olor de
los lugares, cómo se siente estar enredado con todo eso, todos nuestros sentimientos, los de ella y
61
los suyos, la historia de ellos, quiénes fueron alguna vez, todo lo que está mezclado, como todo lo
un estímulo determinado tiene lugar, ellas aparecerían inmediatamente, como un virus que habita
nuestro cuerpo. Algunos médicos han deslizado la posibilidad de que ya llegaríamos deprimidos al
Benveniste nos hable de semiosis a nivel genético, es decir, cómo a nivel celular nuestras células se
comunicación, más no de lenguaje, pues todo lenguaje supone la posibilidad de crear nuevos
mensajes y lo que ellas hacen es repetir la misma información que las abejas transmiten desde que
el mundo es mundo, en vez de crear nuevos mensajes, nueva información que codificar.
Lo cierto es que el lenguaje es una prisión desde la cual definimos el mundo, no podemos
no estar en el lenguaje o para decirlo con Nietzsche más allá del lenguaje o más acá. Pero sí
podemos negarnos a sucumbir al recurso más fácil, esto es, pensar el mundo desde el mismo
lenguaje de los demás. Es sumamente difícil ser original, pero hay que dar la batalla, no se trata de
estilo, retórica, poesía o de crear oraciones intrincadas y vocabulario rebuscado, sino de idear
nuevas formas de expresión que precisamente rompan la monotonía de lo fijo. Habría que
Wittgenstein nos habla de los juegos del lenguaje, se refiere a los usos, a la puesta en práctica de las
reglas, desmitificando así la idea sacrosanta de un lenguaje único e inmarcesible y los límites
62
Bibliografía
BARONE, Orlando
BOURDIEU, Pierre.
Editores.
BOURDIEU, Pierre.
DELEUZE, Gilles
DELEUZE, Gilles
HEVIA, Julio
Lima: Aguilar.
Ediciones Cátedra.
POPPER, Karl
63
1994 Conjeturas y refutaciones. Barcelona: Paidós.
SHOTTER, John
ZAMBRANO, María
64
FRANCISCO MIRÓ QUESADA Y LA LÓGICA EN EL PERÚ
rafael.f.mora@hotmail.com
Resumen
65
1. Introducción
66
[…] Para lograr conocimiento sobre las cosas que lo rodeaban y sobre sí
mismo, lo primero que se le ocurrió es que el conocimiento dependía de
ciertos seres privilegiados, que tenían el dominio sobre todos los secretos, y
que sólo ellos podían transmitir la verdad a los demás […] (1969, pp. 23-
24).
Pues bien, de acuerdo a esto, en la época antigua existían algunas personas que
se consideraban privilegiadas por ser un tipo especial de verdad tan solo accesible
a ellas: los chamanes, los brujos, los sacerdotes, los oráculos, los magos, etc.
Estos aprovechaban las contingencias sociales para someter a los desprevenidos
haciéndoles creer que ellos podían comunicarse con las deidades o los espíritus
para ayudarlos a cambio de protegerlos de por vida a ellos y a toda la familia del
embaucador próximo jefe de la tribu o rey.
[…] Pero llegó un día en que se dio cuenta de algo que revolucionó toda su
manera de ver el mundo: que ciertos tipos de conocimiento no dependían
de nadie ni de nada, sino que podía encontrar su verdad en ellos mismos.
Se dio cuenta de que, para demostrar su verdad, no tenía necesidad de
recurrir al mago o al oráculo y que, incluso aunque estos hombres
pretendiesen lo contrario, esos conocimientos permanecían en su
inconmovible verdad. (p. 24)
Tomando en cuenta esto, se puede inferir que algunos proclamarán hacer caso a
la voz de la razón que se expresa en las verdades racionales en las que se recurre
al puro pensar. Por ejemplo, si decimos que los padres son mayores que sus hijos
comprendemos que esto no pudo haber sido de otra forma. Es imposible imaginar
que un hijo sea mayor que su padre (biológico se entiende). Considerando lo
anterior, nos percatamos que existen ciertas verdades que no nos hacen depender
de ningún personaje con supuestos poderes sobrenaturales. Podemos nosotros
mismos buscar la verdad usando los 3 principios lógicos conocidos, a saber:
67
-Identidad: Todo coincide consigo mismo
Vemos así que la lógica tiene un componente social que buscamos rescatar en
este trabajo usando como pretexto la exposición de la ideas de FMQ.
68
2. Concepción de la Lógica
Sin embargo, en el siglo XX, Shannon utiliza la lógica para aplicarla a temas de
computación, electrónica e informática mostrando el aspecto científico de la
misma. Esta aplicación dará como resultado la idea de circuitos lógicos que tanta
importancia tiene hoy en día en el funcionamiento de los programas de las
computadoras dentro de la ingeniería de sistemas. Se nota entonces que la lógica
tiene una naturaleza o modo de proceder emparentado con la matemática. Es así
que cuando la lógica trasciende el campo de los problemas filosóficos se vuelve
científica y se entendería, al igual que las matemáticas, como una ciencia formal.
69
Otro asunto que no hay que dejar de lado es la comprensión de la lógica informal.
Este tipo de lógica se desarrolla para analizar los discursos en lenguaje coloquial o
natural cuyas estructuras pueden estar bien o mal elaboradas al pretender
conectar premisas con conclusiones. En este campo se tiene el famoso tema de
las falacias no formales como: el argumento a la autoridad, a la piedad, a la
amenaza, etc. Se relaciona más que todo con la retórica, la oratoria, la comedia, la
erística entre otras artes que como es sabido fueron ampliamente difundidos por
los sofistas en su tiempo. Siendo así, esta lógica no formal tendría más interés
para el filósofo que para el lógico puro que recurre a una lógica simbólica más afín
a su tipo de trabajo.
70
razonar bien y a construir buenas inferencias. Esta definición más conveniente
para nosotros muestra la amplitud de la lógica que no solo se reduce a asuntos
teóricos o puramente abstractos. Además, en cierta forma la lógica se ve envuelta
en temas de la verdad y como ella es una rama de la filosofía, no podemos olvidar
cuando Augusto Salazar Bondy (1967), al hablar sobre la actitud ante la verdad,
nos dice que enseñar filosofía es comprometerse con la verdad. Y precisamente la
lógica no escapa de ese compromiso hacia la verdad. En consecuencia,
presentaremos a la lógica como una disciplina filosófica con rasgos prácticos
eminentes.
3. La Lógica en el Perú
-Isidoro de Celis (editor de Elementa Philosophiae que incluye la lógica como uno
de sus tópicos),
71
Se desconoce la importancia que tuvo la lógica en nuestro país desde tiempos tan
lejanos como el Virreinato. Es así que, interesándose por este estudio de la lógica
en nuestro país desde aquella época, Walter Redmond (1998) menciona que
“Juan de Espinoza Medrano escribió su lógica como libro de texto para
estudiantes” (p.49). Asimismo, Isidoro de Celis publica en Madrid en 1787 un
curso Elementa Philosophiae que contiene una sección sobre lógica para facilitar
su enseñanza en el Convento de Lima que es donde practicaba la docencia
(Rivara de Tuesta, 2000, p. 483) No cabe duda de que Francisco Miró Quesada
también tuvo esa intención cuando se planteó la meta de que los estudiantes
conocieran más sobre la lógica aunque sea modo aproximado.
Para que tengamos una idea de la poca valoración que se le ha dado al estudio de
la lógica, más aún desde tiempos del Virreinato hasta la actualidad, veamos qué
es lo que nos dice Walter Redmond acerca del Lunarejo (1998):
72
4. La Filosofía de FMQ
73
recibe los diversos calificativos como: situacional, integral, liberal, y kantiano. Este
humanismo se basa en el principio de la autotelia, que vendría a ser el imperativo
categórico kantiano de la dignidad y que exige respeto a la vida humana. De ahí,
que rechace los métodos del marxismo que no dudan en arriesgar la vida de
millones de personas con tal de lograr la liberación final del comunismo. Su
autotelia permite derivar otras ideas también humanistas como el antiimperialismo,
el antirracismo y la solidaridad humanas.
5. La Lógica de FMQ
74
Hay que recordar, sin embargo, que FMQ, al ser abogado, realizó investigaciones
especializadas en la lógica jurídica. Así, según Sobrevilla (1996, pp. 223-224) la
lógica miroquesadina es un cuerpo de doctrina que versa sobre las conexiones
deductivas que pueden establecerse entre las proposiciones. Además, la lógica
puede ser pura o aplicada. La primera se refiere a tipos generales de conexiones
lógicas. La segunda versa, en cambio, sobre tipos especiales de conexiones
deductivas propias de determinadas proposiciones con cierto orden entre sus
elementos. Es en este segundo tipo donde se habla de lógica jurídica que debe
determinar cuáles son las estructuras deductivas aplicables al campo de los
conocimientos jurídicos. FMQ tiene múltiples trabajos sobre esta lógica aplicada.
Además, según la revista “Solar” (2005), otro gran logro de nuestro pensador,
involucrado siempre con los temas formales, es el de haberle sugerido al lógico
brasilero Newton Da Costa llamar a su trabajo innovador “Lógica Paraconsistente”,
lo cual indica que aunque no fue creador directo de esta nueva lógica pudo
conocerla de tal manera que lograra especificar su contenido bautizándolo con un
nombre particular que cuente con la venia del mismo autor mencionado (p. 128).
Incluso, Newton Da Costa (1993, pp. 11-13) le permitió escribir el prólogo a una de
sus obras revelando así no solo su entrañable amistad sino su reconocimiento por
ser uno de aquellos que comprenden sus trabajos especializados en lógica. Todo
esto muestra el mencionado interés especial que tiene FMQ en la lógica.
Entonces, se comprende que su labor como profesor de lógica parte del
conocimiento que logró al revisar problemas especiales de la lógica referidos a su
profesión y a otros campos. Por ende, la fascinación que produjo en este peruano
ilustre los temas formales, fue motivo para decidirse a difundir esta ciencia con el
fin de que todos compartieran su preocupación por tan novedosa herramienta que,
a pesar de ser muy abstracta, servía para pensar ciertos temas de peculiar forma.
Por ello, afirmará Cuellar (2006) que “en su obra de difusión de la lógica simbólica,
en la enseñanza de la filosofía de las matemáticas, la lógica jurídica, y sobre todo,
es en su libro: LÓGICA (1961), en donde nuestro autor alcanza su más alto merito
intelectual y pedagógico”. (p. 186)
75
La lógica suele ser estudiada desde la educación secundaria – actualmente, la
mayoría de colegios del Perú suelen obviar el curso de lógica–, pero se restringe
la enseñanza de tan valioso curso y muchas veces puede terminar unido con el
curso de Filosofía en donde más se termina estudiando la historia de la filosofía.
De esta manera, viendo nuestra realidad –en el sector educación– nos damos
cuenta de que siempre ha hecho falta hacer reflexionar a los estudiantes e
introducirlos al mundo de la filosofía, y más aún si nos referimos a la lógica. Sin
duda, éste ha sido un complejo problema, hasta ahora, pues la enseñanza de
dicho curso en la educación secundaria suele ser pasiva y solo cabría estudiar la
lógica recién a partir del nivel superior. No obstante, FMQ, muy preocupado por
esta realidad adversa ante la lógica, decide publicar el libro Lógica como un
manual para alumnos de quinto año de secundaria. Señala FMQ (1968) en su
prólogo que la finalidad de ese libro ha sido el de contribuir y aportar, a que los
jóvenes de hoy y los hombres de mañana comprendan que el pensamiento
racional y toda cultura y actividad humana sólo alcanzan su verdadero valor y
fundamento cuando se comprometen en la lucha por la liberación y la dignidad del
hombre. Es más, para lograr que los escolares entiendan una primera
aproximación de la lógica, FMQ (1968) plantea una definición menos engorrosa y
más comprensible para muchachos de últimos años de secundaria en
comparación con la mencionada anteriormente. En ese contexto, la lógica es la
disciplina que estudia la inferencia o deducción. Notamos, así, la pretensión
miroquesadina de acercar la lógica a la juventud de su tiempo. Entonces el
problema principal de la obra lógica de FMQ será elaborar una didáctica adecuada
para motivar a los estudiantes para aprender la lógica.
Otro filósofo peruano muy popular es ASB (1967) quien, al ser un especialista en
educación, también tenía esta preocupación en relación a la didáctica de la lógica.
En su obra sobre pedagogía señala que el fin principal de la lógica es la toma de
conciencia de las estructuras formales que constituyen la articulación de las
significaciones del lenguaje en su nivel científico y en su nivel ordinario. Sin querer
desmedrar al maestro, diremos que en su consideración sobre la finalidad de la
lógica falta el componente humanista que FMQ asociaba a este aprendizaje para
76
lograr en los estudiantes el compromiso por la consecución de la liberación y la
dignidad humanas. Ante esto nos preguntamos, ¿por qué la lógica no puede ser
ese eje racional con visión social en nuestro país? Pareciera ser que el problema
se encuentra en que la lógica es la más técnica de todas las disciplinas filosóficas
y para FMQ (1968) esta indiferencia se da, incluso, en el público culto. Hemos de
inferir nuevamente que este asunto se presenta problemáticamente porque, como
hemos visto, el problema recaería sobre la función que cumple la lógica. Estos
cuestionamientos, en contra de la lógica, fundamentalmente son sobre las
relaciones entre teoría y praxis. Sin embargo, al parecer, el fundamento principal
de los críticos –que no suelen reconocer– es el que no se llega a comprender el
lenguaje empleado en la lógica, pues éste no es como en el que usamos en el
habla cotidiana, sino uno más complicado y que requiere de entrenamiento
intelectual. Caemos así en el error de desprestigiar y desanimar a los potenciales
interesados en lógica mediante falacias ad hominem antes de conocer las obras
del autor así como su pensamiento.
real, para la vida cotidiana del hombre de hoy, porque esta vida está
decir, las máquinas que hacen posible transformar nuestra vida. La vida
eléctrica, que nos parece ahora tan simple, hasta la milagrosa televisión,
77
desde los pequeños juguetes que manipulan los niños pequeños hasta los
(pp. 26,27)
78
decir que esa predicción es una trivialidad sería una pretensión apresurada y
descabellada que sólo muestra una incapacidad de comprender la estructura del
pensamiento propio de los pueblos amazónicos desde la perspectiva
occidentalista tan característica de los costeños más acostumbrados a la
complicada tecnología de focos con luces coloridas y brillantes que se encuentran
en las discotecas.
que éste sólo puede alcanzar objetividad usando y respetando las leyes
79
7. El problema de la enseñanza de la lógica
80
Asimismo, en la actualidad, este curso de lógica si bien ya no tiene lugar en ciertos
colegios se enseña de forma continua en algunos centros pre-universitarios y ello
se refleja en dos textos que hemos ubicado:
Como es sabido, existe cierta reticencia hacia la lógica por su formalidad que
contiene mucha abstracción y que el mismo FMQ lo planteaba como aquello que
origina este rechazo por no poder entender dicho lenguaje que maneja la lógica
por parte de los estudiantes. Vemos, pues, la importancia dada al tema del
lenguaje vinculado con el pensamiento. El lenguaje, dice FMQ (1968), es como el
soporte del pensamiento, ya que sin él el pensar no podría alcanzar permanencia
y objetividad. Y continúa: “estudiando el lenguaje se ve claramente la necesidad
que tenemos de respetar las leyes lógicas y además de atender a la situación
concreta en que las palabras son empleadas” (Miró Quesada, 1968, p. 218).
En sintonía con lo anterior, ASB (1967) nos da los recursos y medios didácticos
para que el curso de lógica sea entendido desde la misma secundaria:
81
Un recurso general muy provechoso y recomendable en la enseñanza de la
Con esta recomendación dada por ASB, se trata de no ahuyentar a los alumnos
de la lógica, pues por ese motivo está dando algunas pautas a seguir en una clase
de lógica con estudiantes de secundaria. Pongamos un ejemplo. A veces los
alumnos no suelen entender de buenas a primeras el uso del operador lógico de la
negación. Ocurre en algunos casos que confunden la negación de toda una
fórmula con la negación de una de sus componentes. ¿Cómo hacemos para
aclararles esta confusión? Sencillo. Enseñemos progresivamente el uso de la
negación desde lo simple hasta lo complejo de esta manera. Primero pidámosles
que simbolicen esta expresión:
Luego, apliquemos otra negación pero con mayor alcance sobre la fórmula 1) y
pidamos que simbolicen de nuevo.
82
8. Conclusiones
83
g. Se comprende que la labor docente como profesor de lógica de FMQ parte
del conocimiento que logró al revisar problemas especiales de la lógica
referidos a su profesión y a otros campos. Es decir, la fascinación que
produjo en este peruano ilustre los temas formales, fue motivo para decidirse
a difundir esta ciencia con el fin de que todos compartieran su preocupación
por tan novedosa herramienta que, a pesar de ser muy abstracta, servía para
pensar ciertos temas de peculiar forma.
j. Los pueblos amazónicos son capaces de razonar con lógica sin haberla
aprendido como se hace en la costa. Ello no es una trivialidad y pensar así
revela una cierta postura sesgada que considera que la lógica solo tiene una
forma de verse y que esta forma es ajena e inaccesible a los pueblos que
conservan aun sus estructuras tradicionales milenarias autóctonas
intangibles.
84
k. FMQ logró publicar un libro introductorio intitulado “Lógica” en 1946. Hasta
antes de esta publicación, no existía en América latina algún libro
introductorio de lógica. Este hecho tendrá como resultado la inclusión del
curso de lógica junto al de filosofía en los planes y programas curriculares de
estudio para los alumnos del quinto año de secundaria desde 1962.
85
REFERENCIAS
Asociación Educativa Trilce. (2005) Lógica / Psicología. Tomo VII, Lima, (s.e.)
86
Dussel, E. (1994). Historia de la Filosofía Latinoamericana de la Liberación.
Bogotá, Editorial Nueva América.
Miró Quesada, F. (1963) Apuntes para una teoría de la razón. Lima, UNMSM.
Rivara de Tuesta, M (2000). Filosofía e Historia de las ideas en el Perú. Lima, FCE
88
Salazar, A. & Miró Quesada, F. (1978) Introducción a la Filosofía y Lógica. Lima,
Editorial Universo S. A.
89
FILOSOFÍA Y PENSAMIENTO POLÍTICO PARA LA FORMACIÓN DE UNA
IDENTIDAD NACIONAL DESDE LA PERSPECTIVA DE FRANCISCO MIRO
QUESADA CANTUARIAS
josecalcinf@unife.pe
Contenido: Nuestra sociedad desde el inicio del proceso de conquista española se enfrenta
a una realidad que marcará su destino histórico que es la presencia de dos grupos humanos
distintos –uno venido de España y el otro que es el indio americano-, que se encontrarán
juntos pero distanciados por los roles que desempeñan dentro del entramado político,
económico y social. Los españoles movidos por sus intereses materialistas irán socavando
las bases de una sociedad que ellos mismos dirigirán; y que posteriormente se volverá
contra ellos arrojándolos a sus puntos de origen como una forma de los dominados de
retomar aquello que por muchos años les ha sido usurpado. De aquí que, nuestro país se
encuentra fragmentado desde sus inicios. Y el resentimiento y deseo de alcanzar su
reconocimiento por parte de nuestros indios los animará a empoderarse dentro de una
sociedad donde por muchos años se les ha marginado. En todo caso, alcanzar el utópico
ideal de una sociedad sin clases donde no existan marginados es lo que nos irá proyectando
el pensamiento humanista de nuestro filósofo.
En esta presentación abordaremos brevemente el proceso histórico en la configuración de
nuestra sociedad y cómo se han elaborado pensamientos e ideologías en su análisis en el
90
transcurrir de la historia, para finalmente desarrollar el proyecto del filosofar
latinoamericano de Francisco Miro Quesada y su proyecto ideológico para la configuración
de una auténtica identidad nacional.
BIBLIOGRAFIA
1. Huxley, Julian. El humanismo y el futuro del hombre. Buenos Aires, ed. Horm,
1969.
1. Miró Quesada, Francisco. Las estructuras sociales. Casa de la cultura del Perú.
Lima, 1961.
2. Miró Quesada, Francisco. El Perú como doctrina. Casa de la cultura del Perú,
Lima, 1963.
4. Miró Quesada, Francisco. Manual Ideológico I (de Acción Popular). Lima, Acción
Popular, 1967.
91
FILOSOFÍA Y PENSAMIENTO POLÍTICO PARA LA FORMACIÓN DE UNA
IDENTIDAD NACIONAL DESDE LA PERSPECTIVA DE FRANCISCO MIRO
QUESADA CANTUARIAS
Por ello, Francisco Miro Quesada declarará: Ya desde su iniciación los peruanos quedan
divididos en conquistadores y conquistados, en superiores e inferiores, en aquellos que
tienen todos los privilegios y aquellos que han sido desterrados de su propio suelo (Miro
Quesada, F. 1992, p. 11).
los diversos grupos que se han desarrollado dentro de un solo espacio humano
culturalmente relacionado, matizado por sistemas y organizaciones de dominación,
por diálogos de creación, por miseria e imposición han sufrido en el proceso de
integración y de interrelaciones, como de autonomía y dominación (Matos, J. –
Salazar. A. 1969, Perú, problema, p. 11).
92
La falta de una identidad propia en la configuración de la sociedad y su concepción de
nación, debido a su incipiente nacimiento se manifestará en todos los ámbitos de su
quehacer: ideológico, político, social y cultural. De esta manera, las diversas corrientes
ideológicas en el país surgen en nuestro panorama político vienen importadas y se
establecen sin conexión alguna con nuestra realidad.
La doctrina que plasma Víctor Raúl Haya de la Torre a su partido A.P.R.A. (Alianza
Popular Revolucionaria Americana) fundada en 1924, viene a constituirse en una nueva y
metódica dialéctica del marxismo adoptado como una fórmula desde el espacio-tiempo
histórico de Indoamérica. Es la confrontación de la realidad indoamericana con las tesis que
Marx postulara para Europa. Esta nueva ideología partidaria inspirada en la dialéctica
marxista consta de cinco puntos básicos de acción práctica:
93
4. Por la internalización del Canal de Panamá.
5. Por la solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidas del
Mundo (Haya de la Torre, 1985, p. 2).
En la actualidad el Partido Aprista Peruano (PAP) ha perdido terreno político –su fortaleza
electoral que era Trujillo ya no considera al APRA como el partido que encauce sus
aspiraciones políticas y sociales-, y sus representantes más conspicuos han perdido
credibilidad por sus nexos con partidos opuestos a la ideología partidaria como sus nexos
con personas y grupos de dudosa credibilidad moral. Por otro lado, la visión separatista de
la sociedad enfrentada entre ricos y pobres, burgueses y trabajadores, capitalistas o
antimperialistas contra los países en vías de desarrollo, no ayudan a cohesionar la sociedad
en la conformación de una misma identidad que es base para el surgimiento de cualquier
nación. Además, que en un mundo globalizado donde las economías ya no son totalmente
regionales, sino que se abren a conformar tratados o convenios para la comercialización
(Tratados de Libre Comercio – TLC) chocan con esa visión de enfrentamiento con la
economía norteamericana llamada: imperialismo yanqui.
Por otro lado, el socialismo científico5, promovido por Karl Marx (1818-1883) y Friedrich
Engels (1820-1895), quienes propusieron la revolución y lucha de clases para conseguir la
sociedad igualitaria y la abolición de la propiedad privada tuvo una gran acogida en algunos
países y sectores de Latinoamérica porque propugnaban por el establecimiento de una
sociedad más igualitaria; en un contexto donde la clase dominante venía aprovechando de
su posición de poder.
Para Marx el socialismo como ideología o sistema económico no era algo nacido sólo del
campo de la razón, sino un producto necesario de la lucha entre las clases formadas
históricamente en el modo de la producción capitalista. Por tanto, el socialismo solamente
puede ser planteada y construida por la clase dominada, que no es otra que el proletariado o
clase trabajadora.
El socialismo como opuesta al sistema capitalista tuvo una fuerte repercusión en América
latina dado que aquí se daban las condiciones sociales y económicas para una lectura del
5
Friedrich Engels denominó al socialismo marxista como socialismo científico para diferenciarlo de las
demás formas de socialismo que no se basaban en el materialismo histórico.
94
marxismo a partir de la realidad de muchos países latinoamericanos. Este análisis se situaba
en el ámbito político y económico.
De esta manera, el pensamiento socialista desde su ala más radical estuvo representada en
nuestro país –el Perú-, por dos eminentes pensadores y activista políticos: José Carlos
Mariátegui (1894- 1930) y Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979) quienes marcarán el
inicio de la izquierda en el Perú.
José Carlos Mariátegui (1894-1930) escritor, periodista y pensador político marxista fue un
ideólogo de gran influencia en el país. En 1922 funda la primera célula comunista peruana,
junto con César Falcón, Carlos Roe y Palmiro Machiavello. En la revista “Amauta” publica
sus 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana (Lima: Amauta, 1928), por
capítulos. Seguirán la Defensa del marxismo (escritos entre 1928 y 1929 y publicados en
1934 por primera vez, y después en: Lima, Amauta, 1959) y los de Ideología y Política
(escritos entre 1923 y 1929 y reunidos en un tomo sólo en 1969, Lima: Amauta). En estos
diversos escritos Mariátegui bajo las categorías del pensamiento socialista analiza la
evolución económica del país, el problema del indio y la tierra, el factor religioso,
regionalismo y centralismo y el proceso de la literatura peruana6. Pero, no sólo analizó el
problema del país, sino que lo relacionó con los problemas del continente americano y del
continente europeo. Así, considera que la contribución de Marx consistió en crear un
método de interpretación histórica de la sociedad actual. Lo propio del materialismo
histórico es el metodológico; es decir, un camino intelectual para aproximarse a una
realidad (Gustavo G. p.44). Por ello, Mariátegui partiendo de este método de carácter
inductivo analizará los problemas de nuestra realidad nacional como de su entorno
internacional.
Según Mariátegui, partiendo de una visión histórica afirma que los Incas habrían
desarrollado un sistema de producción colectivista, que se orientaba espontáneamente hacia
el comunismo. Al comunismo inkaiko –que no puede ser negado ni disminuido por haberse
desenvuelto bajo el régimen autocrático de los Inkas-, se le designa por esto como
comunismo agrario (Mariátegui J. C. 13ed, 1968, p. 32).
Este desarrollo habría sido interrumpido violentamente por la llegada de los españoles,
quienes llegaron a establecer una economía de carácter feudal. Los indios continuaron a
merced de una feudalidad despiadada que destruyó la sociedad y la economía inkaikas, sin
sustituirlas por un orden capaz de organizar progresivamente la producción (Mariátegui, J.
C., 13ed., 1968, p. 38). Por otra parte, la llegada de la Independencia no habría significado
6
Considera que la contribución de Marx consistió en crear un método de interpretación histórica de la
sociedad actual. Lo propio del materialismo histórico es lo metodológico; es decir un camino intelectual para
aproximarse a una realidad. (Gutierrez, G. 1955, p. 44)
95
un cambio en la dinámica del proceso económico; sino una institucionalización del propio
sistema. Así, nos dirá Mariátegui, J. C. 13 ed, 1968, p. 39:
96
realidad7. En esta segunda etapa hay un progreso respecto a la anterior porque plantea el
problema de la necesidad de reconocimiento del indio o indígena como valor autóctono y
debe alcanzar mejores condiciones de vida dentro de la sociedad de la cual es parte
constitutiva. Esto vendría a ser lo auténticamente humano: Reconocer lo valioso en el
indígena, lo positivo, y tratar de desarrollarlo hacia sus mejores posibilidades (Miro
Quesada, F., 1992, p. 16). Por otra parte, en este reconocimiento no se trata de
desnaturalizar al indio de manera alienante, llevándole a asumir una cultura que no le
pertenece desligándolo de su historia y tradición de sus pueblos; sino de desarrollar sus
capacidades e integrarlo para que contribuyan a la vida general del país (Miro Quesada, F.,
1992, p. 16).
7
Hegel interpreta la realidad histórica a partir de un movimiento dialéctico que F. Miro Quesada no
comparte (cfr. Miro Quesada, F, 1992, p. 14)
8
Aunque debemos reconocer que es imposible cambiar la semántica dado que esta se apoya en la historia y
la forma de designar a los habitantes de la América descubierta por Colón. en el s. XV.
97
divididos en conquistadores y conquistados, en superiores e inferiores, en aquellos que
tienen los privilegios y aquellos que han sido desterrados en su propio suelo9.
De aquí que, surge la necesidad de encontrar ejes fundamentales sobre los cuales pueda
gravitarse la integración de la sociedad peruana y latinoamericana. Según F. Miro Quesada
C. estos ejes fundamentales o dimensiones serán: la búsqueda del “ser latinoamericano” y
“búsqueda del ser nacional”. Es decir, la necesidad de establecer un humanismo con
características propias a nuestra realidad, una identidad nacional que sobrepase los
divisionismos ancestrales y se opere desde la realidad histórica del presente que resulta
evidente: La sociedad peruana está configurada por orígenes diversos de su población y
clases sociales que en sus relaciones hacen que el Perú sea lo que es. Así, la necesidad una
identidad nacional como lo propone Francisco Miró Quesada C. que es condición necesaria
para que nuestra energía colectiva adquiera sus más altas expresiones10 .
9
No debe interpretarse estas palabras como una visión puramente negativa de la Conquista ni como un
desconocimiento del aporte positivo de España. No se trata de mostrar que España fue un pueblo
imperialista que vino a América a esclavizar a los indios. El fenómeno de la Conquista no fue típicamente
español, sino típicamente occidental. En la Edad Moderna Europa, que proclama cristiana, se lanza a la
conquista del mundo. Fundando sus pretensiones de dominación mundial en un cristianismo absurdamente
interpretado, considera que es perfectamente lícito someter por la fuerza a otros pueblos y aprovechar su
trabajo para aumentar su propio bienestar. Cómo y po qué la cristiana Europa llegó a esta posición en un
tema apasionante cuyo estudio nos revela asombrosas perspectivas y permite explicar el actual drama del
mundo. Pero todo esto trasciende la intención de las presentes líneas. Lo que nos interesa puntualizar es
que la conquista española fue un aspecto de este movimiento general de occidente hacia la expansión.
(Miro Quesada, F. 1992, p.18).
10
Miro Quesada C., F. ¿Existe identidad nacional? Ponencia presentada al coloquio El Perú en sus provincias:
la identidad nacional. Lima, PUCP, Instituto Riva Agüero, 1977, p. 1
98
viene por si solo de manera incontenible. El proceso mediante el cual se cambian las
vigencias varía de acuerdo con las circunstancias históricas. Generalmente se va gestando a
través de un largo proceso de maduración cultural y de transformaciones sociales y
económicas.
De esta manera, la ideología del partido Aprista peruano no vendría ser como una receta
europea a ser aplicada a nuestra realidad dándole un alcance continental.
99
Los principios de autotelia y de no arbitrariedad en el planteamiento
ideológico de Francisco Miró Quesada Cantuarias
Javier Aldama Pinedo
UNMSM
jaldamap@unmsm.edu.pe
Resumen
Abstract
100
Introducción
El tema ideológico es un asunto del que se ocupó Francisco Miró Quesada Cantuarias
(FMQC) en diferentes ensayos. Para los dos principios que abordaremos son de
especial importancia: La ideología humanista (1965) y El intelectual, el Occidente y
la política (1965), ambos ensayos publicados respectivamente como los capítulos III
y IV del libro Humanismo y revolución (1969). En la segunda parte de una obra
anterior: Manual Ideológico-Primer tomo (1967) ya se había desarrollado lo que sería
luego La ideología humanista y en la tercera parte se presenta El concepto de
ideología, escrito entre 1965 y 1966 (que aparece como el capítulo I de Humanismo y
Revolución y que tomaremos para nuestras citas), texto importante para esclarecer lo
qué es ideología para FMQC y como clasifica a la misma.
Otros trabajos que tenemos en cuenta son Filosofía, ideología y revolución (1990) y
Los nuevos valores de la cultura contemporánea y su proyección en el futuro de la
humanidad (1980), estos dos ensayos fueron publicados en Hombre, sociedad y
política (1992). Igualmente consideramos de libro Ser humano, naturaleza, historia
(2003a) el ensayo homónimo: Ser humano, naturaleza e historia (1987) y Ensayo de
una fundamentación racional de la ética (2003), este trabajo lo estima FMQC, según
la anotación que hace D. Sobrevilla en el prólogo del libro, como «la culminación de
toda su trayectoria filosófica» (Miró Quesada, 2003a, p. 10). Finalmente, también
hemos considerado el capítulo III de la primera parte de El hombre, el mundo, el
destino. Introducción no convencional a la filosofía (2003b).
Cuando se aborda el tema ideológico, dado los diferentes usos que se hace de la
palabra ‘ideología’, es necesario indicar cuál es el sentido en el que se está empleando
el término, Miró Quesada (1969) al respecto es preciso: la ideología es «la
fundamentación racional de la praxis política». (p.20), esto no significa que solo la
filosofía pueda fundamentar la praxis política, pues también pueden cumplir con este
papel «la ciencia, la religión, el mito, etc.» (p.26).
Es evidente, además, que hay diferentes ideologías, Miró Quesada (1969) propone
al respecto la siguiente clasificación: 1) las ideologías epistémicas o teóricas «que
basan la aceptación de sus principios en la pretensión de que son verdades filosóficas
o científicas» (p.28) y 2) las ideologías estimativas o timéticas que «fundan la
pretensión de realización de sus principios en estimaciones de valor, en creencias, en
dogmas religiosos, o simplemente en la voluntad colectiva…» (pp. 28-29).
La mayoría de las grandes ideologías occidentales son del primer tipo, por ejemplo,
la ideología enciclopedista, la burguesa-liberal, el marxismo, etc.; del segundo tipo
son las ideologías social-cristianas y la mayor parte de las ideologías humanistas. En
este último tipo de ideología no se usa de proposiciones que pretenden describir
101
hechos ‒como en las ideologías epistémicas‒ y que luego de someterse a verificación
pueden ser verdaderas o falsas, sino se proclaman normas, «actos de voluntad que
indican cómo deben comportarse los hombres» (p.31).
FMQC optará por asumir una ideología estimativa, aunque pueda parecer paradójico
que un pensador racionalista y con una sólida formación científica como él adopte
esta posición, aparte de la amplia explicación que brinda y que veremos de manera
resumida luego, consideramos que lo que le lleva a esta posición es una especie de
aplicación del criterio de falsación de Popper (1980), pero usado en el ámbito
ideológico.
Debemos advertir también en este ítem que la fermentación del planteamiento
ideológico lo ve Miró Quesada (2003a) en el Renacimiento y hace especial hincapié
en F. Bacon (p.16), como el primer cuestionador de la inautenticidad de las clases
dominantes y quien a su vez postula una nueva sociedad, sin embargo, considera que
« su pensamiento no es aun suficientemente sistemático» (Miró Quesada, 1969, p.49);
lo ubica así junto a Hobbes en una etapa pre-ideológica. En cambio, Locke, Hume y
los principios del racionalismo y el empirismo de los siglos XVII y XVIII hacen
posible que con los ilustrados surja «la primera ideología de la historia» (Miró
Quesada, 1969, p.50).
La ideología enciclopedista y sus planteamientos son algo con lo que ‒en general‒
la propuesta de Miró Quesada (1969) se identifica. A las ideologías de los siglos
XVIII y XIX las califica como ideologías especulativas, porque considera que
carecen de rigor y que buscan resultados amplios. Estas ideologías ‒aunque no han
desaparecido‒ han sido superadas‒desde su punto de vista‒ por las ideologías
axiomáticas del siglo XX, estas «muestran que toda fundamentación de la praxis para
ser rigurosa, debe partir de axiomas o postulados bien definidos» (p.57).
102
Asumir el humanismo, advierte Miró Quesada (1992), lleva hacia un determinado
tipo de sociedad:
En la sociedad racional o humanista, cada ser humano puede vivir libremente y vivir
libremente es asumir los valores que más significación tengan para nuestra vida. En una
sociedad semejante, no hay tablas fijas de valores, no hay modelos de conducta que se
deban seguir obligatoriamente so pena de sufrir graves sanciones (p.210).
El principio de autotelia
Es un principio que como señala FMCQ se remonta a una de las fórmulas planteadas
por Kant del imperativo categórico: «Obra de tal modo que uses la humanidad,
tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin
al mismo tiempo y nunca solamente como un medio» (Kant, 1980, pp.44-45). El
principio de autotelia lo presenta Miró Quesada (1969) como un principio de
acción que asume el hombre y cuyo fin es el mismo hombre, se trata también de
una actitud humanista. Pero además considera que «es suficiente para que el
humanismo quede constituido. Todos los demás principios se pueden deducir de
él por medio de la lógica y del análisis semánticos» (p. 102). Así son deducibles
el principio de solidaridad y el antiimperialismo; con respecto a la solidaridad
nos muestra que el individuo no es un ente solitario, sino que es alguien en
relación de interdependencia y realización con los otros, pero aun en esta
relación tiene prelatura el individuo y esto a fin de que no sea subordinado por
el colectivo. Hacia donde se dirige la acción generada por el principio de
autotelia es hacia la sociedad justa o sociedad sin clases que es básicamente un
ideal y el único medio para llegar a esta sociedad es la democracia:
…una sociedad justa debe ser también libre. En efecto si se parte del principio
fundamental del humanismo, es decir del principio autotélico, se tiene que llegar
necesariamente a la conclusión de que la sociedad debe organizarse
democráticamente. Si se acepta la dictadura se acepta la violencia y si se acepta la
violencia se reduce a los que no ejercen el poder a la condición de medios o
instrumentos (p. 116).
103
Importante es notar que Miró Quesada (1969) señala la forma de identificar al
hombre como fin en la acción de la siguiente manera: «lo único que permite saber
cuándo un hombre es un fin en sí es su capacidad de decisión» (p.119), es decir, que
el hombre es libre en cuanto dispone de autonomía para decidir y actuar. Otra forma
en la que manifiesta esta idea es
Los principios ideológicos del humanismo como el principio autotélico…, no se funda en
teorías de ninguna clase, sino en una expresión de la voluntad de los oprimidos de
afirmarse frente a sus opresores como hombres libres y dueños de sus destinos (p. 29).
Advirtamos que para Miró Quesada (1969) este principio y sus consecuencias
pueden prescindir de las «tesis filosóficas de carácter teórico» y que no necesitan ser
probadas, pues son prescripciones y como tales «se aceptan o rechazan mediante
actos de voluntad» (p.108). «La proclamación de la dignidad de todos los
hombres no es una teoría ni filosófica, ni científica, y no es posible tampoco
probar que sea verdadera o falsa» (p.30).
En lo esencial, sin duda, la primera propuesta en el campo de la práctica de
FMQC coincide con lo que plantea Kant; sin embargo, nos interesa además
precisar tres diferencias entre los planteamientos y un punto más de
coincidencia general, aunque la explicación difiera en su mayor parte.
Primero, cuando Kant (1980) se refiere a un fin no se refiere a un telos por
realizar, sino, más bien, a un «principio que es la condición suprema limitativa
de la libertad de las acciones de todo hombre» (p.46). Al respecto Wood (1998)
indica que hay que distinguir el concepto de un fin existente del concepto de fin
como algo por realizar (p. 168). Además, este principio al que califica Kant de
«principio objetivo» para diferenciarlo de cualquier principio proveniente de la
experiencia (principio subjetivo), se origina en la razón pura.
En segundo lugar, Kant (1980) presenta en el capítulo segundo de la
Fundamentación al principio como un postulado: «Ahora yo digo, el hombre, y
en general todo ser racional, existe como fin en sí mismo (…)», pero en el
capítulo tercero presenta la fundamentación del mismo, que se basa en la
separación entre mundo inteligible y mundo sensible: «El ser racional se
considera, como inteligencia perteneciente al mundo inteligible, y si llama
voluntad su causalidad es porque la considera sólo como una causa eficiente que
pertenece a ese mundo inteligible» ( p. 60). El hombre como ser racional
pertenece al mundo inteligible y como ente sensible al mundo fenoménico, el
fenómeno está sometido a ciertas leyes, pero el ser racional en sí mismo está
sometido a otras leyes. De aquí que cuando se juzga las acciones se puedan
establecer cómo debieron ocurrir, aunque esto no haya ocurrido.
En tercer lugar, la propuesta de Kant sí es una teoría filosófica y pretende en la
medida que fundamenta su postulado probar que es verdadera.
El punto extra de coincidencia general, pero que difiere en parte de su
explicación, es que de los fines que son los seres racionales se sigue «la idea de la
voluntad de todo ser racional como una voluntad universalmente legisladora»
104
(p.46) y este no es otro que el principio de la autonomía de la voluntad. El
concepto del ser racional como legislador universal, a su vez, lleva al concepto de
un reino de los fines: «el enlace sistemático de distintos seres racionales por leyes
comunes» (p. 48), en este «todo tiene o un precio o una dignidad» (p.48); la
dignidad se entiende a diferencia del precio, que admite el cambio o la
sustitución, como algo con valor interno. La autonomía se presenta de este modo
como el fundamento de la dignidad humana.
Volvamos al último punto que habíamos tocado antes de hablar de las
diferencias con Kant y que responde a la pregunta: ¿en qué se fundamenta el
principio autélico?, ya que se trata de un principio de una ideología estimativa se
basa en un acto de fe: “sus principios [los de la ideología estimativa] se aceptan o
no se aceptan porque se cree o no se cree en ellos” (Miró Quesada, 1969, pp.30-
31).
Pero, hay otra pregunta que cualquier estudioso de filosofía se haría: ¿FMQC
desconocía la propia explicación kantiana del ser racional como fin? ¡Por
supuesto que no! Lo que posiblemente ocurrió es que en esta primera moción,
como se puede notar en nuestra Introducción es de los años sesenta del siglo XX
y tiene como principal preocupación establecer una alternativa efectiva de
cambio (que FMQC creía encontrar en Acción Popular) frente a las propuestas
del aprismo y el comunismo, en esa situación el esclarecimiento teórico detallado
pasa a un segundo plano y se hace la referencia a la propuesta kantiana sin
entrar en disquisiciones. Casi cuatro décadas después Miró Quesada (2003a) sí
hace puntuales deslindes con la propuesta kantiana:
… Kant no logro superar el problema [enunciar un principio ético formal] porque la
afirmación de que el hombre existe como un fin en sí es arbitraria. No hay ninguna
razón que demuestre que el hombre es un fin en sí. (p. 205)
Podría pensarse que en este caso Miró Quesada se está refiriendo a la ética y no
a la ideología (que se mueve tal como lo ha señalado en el campo de la política),
pero él mismo indica que «la fundamentación racional de la ética constituye,
asimismo, una fundamentación racional del derecho y la política» (p.243).
Pero, volvamos a la crítica detallada contra Kant:
… el intento kantiano de fundamentar racionalmente la ética no puede tener éxito
por dos razones: 1) no logra establecer con claridad el concepto de forma de la ley
moral, en tanto ella es el fundamento de todo comportamiento ético; 2) para superar
el determinismo total de las leyes de la naturaleza, Kant llega al absurdo de suponer
que la libertad solo puede ser de carácter noumenal… (p. 245).
Para terminar con esta sección diremos que el principio autotélico se amplia y se
convierte en Hombre, naturaleza, historia (1987) en proyecto autotélico (Miró
Quesada, 2003a, p.24). Con respecto a este trabajo, al cual juzga Sobrevilla
(1989) como «uno de los mejores ensayos filosóficos que se han escrito en el
Perú» (p. 786) tomamos del mismo Sobrevilla la siguiente observación:
105
a) En Miró Quesada el proyecto autotélico desemboca en un antropologismo que
hace del hombre el centro del universo, en un antropocentrismo, posición que
puede conducir a la pérdida del equilibrio entre el hombre y la naturaleza…
(pp.786-787).
106
práctico, lo que destaca FMQC es el papel cumplido por el análisis crítico
racional que ha debilitado y cuestiona las vigencias que han sostenido a los
regímenes de los grupos dominantes. La filosofía (racionalista) no ha podido
establecer, sin embargo, «un sistema de principios evidentes para fundamentar
la praxis política» (p. 163) y la experiencia histórica revela la escasa
probabilidad que este sistema logre encontrarse, pero esto no implica que no se
pueda encontrar un cierto criterio de racionalidad. Es a partir de este
señalamiento que Miró Quesada (1969) plantea el principio de no arbitrariedad:
«…toda actividad racional presenta un aspecto negativo: la no arbitrariedad»
(p. 163). Antes de volver sobre el principio citado es pertinente leer una de las
críticas de Sobrevilla (1989) sobre cómo concibe la racionalidad FMQC:
b) Para el filósofo peruano la racionalidad occidental es la racionalidad por
excelencia: no repara en que otras culturas también han tenido otras formas de
racionalidad… En realidad Miró Quesada tampoco distingue entre distintas formas
de racionalidad en Occidente. La racionalidad del racionalismo moderno es para él
la racionalidad a secas. (p. 787)
En cuanto al principio de no arbitrariedad (1969), se presenta en el
conocimiento racional o proceso puramente racional (racionalidad), cuyo poder
radica en su capacidad de convencimiento que deja sin efecto cualquier
pretensión proveniente de una voluntad individual o grupal que se base en la
ignorancia, el error, la apetencia, el interés o el capricho. «Por eso todo principio
racional tiene siempre un aspecto negativo: es no arbitrario. La no arbitrariedad
es el principio más general posible de la racionalidad» (p.164). El concepto
opuesto al de no arbitrariedad es el concepto de imposición, este se refiere a que
una voluntad individual o grupal impone un curso de acción a una o más
personas contra la voluntad de estas. De este segundo principio se derivan una
serie de consecuencias: la renuncia al uso de la violencia en los procesos de
cambio social, el rechazo a toda forma de totalitarismo o dictadura, el afirmar
como ideal la sociedad sin clases y la defensa de la democracia occidental.
De todas maneras se presenta frente a este principio una paradoja, pues este
segundo principio no acepta y, más bien, cuestiona las ideologías especulativas
que consideran la necesidad inevitable del uso de la violencia para la
transformación de la sociedad. El punto es que el uso de la violencia es por sí
una actitud arbitraria. Entonces, «para luchar contra la arbitrariedad, hay que
emplear la arbitrariedad. O, lo que es lo mismo, para realizar la sociedad justa,
hay que valerse de la injusticia» (p.186). Pero, el problema es de orden práctico
y lo que ocurre es que no en toda situación revolucionaria se va a requerir usar
de la violencia, FMQC acepta que hay situaciones en el que nivel de resistencia
de los grupos dominantes hace inevitable el uso de la violencia, pero en estas el
uso de la misma debe ser temporal y vista como una desviación del principio,
que debe rectificarse en cuanto sea posible.
Con respecto a la democracia moderna juzga que precisamente ha surgido con
la intención de eliminar mediante el control de poder las arbitrariedades y de
forjar una sociedad justa, aunque también señala que este intento de alcanzar el
107
ideal aún se encuentra en su infancia. De todas maneras, la democracia moderna
se presenta como la única alternativa viable que lleve a la humanidad hacia la
sociedad justa.
A diferencia del principio autotélico, sobre el cual no vuelve FMQC, sobre el
principio de no arbitrariedad sí retorna y establece modificaciones:
En el nivel teórico, la razón procede por principios, pero en el nivel práctico solo hay
un principio sin ningún contenido (…): el principio de la no arbitrariedad, es decir el
principio del consenso. A través del consenso universal, las normas éticas y jurídicas
adquieren la universalidad y la necesidad que las hace racionales. La no
arbitrariedad, el consenso de las voluntades, es condición necesaria y suficiente de la
racionalidad de la praxis. (Miró Quesada, 1992, p.230).
Esta cita corresponde al ensayo citado de 1987, nótese que ahora se ofrece una
interpretación de la no arbitrariedad como consenso, Garzón (1992) piensa este
consenso ‒al que califica de fáctico‒ como un requisito que superaría el mero
acto de fe propio de las ideologías estimativas, pero sí tomamos al pie de la letra
lo que escribe FMQC sobre la no arbitrariedad como condición necesaria y
suficiente en el ámbito práctico, simplemente estaría dejando de lado la asunción
de la ideología estimativa, o sea el principio autotélico que se asumía como un
acto de fe y se estaría orientando hacia una propuesta de ideología
racionalmente fundamentada, de aquí que ya no se vuelve a mencionar este
principio y, más bien, se plantea como un proyecto a seguir.
En Ensayo de una fundamentación racional de la ética se vuelve sobre el
principio de no arbitrariedad, pero esta vez complementado por el principio de
simetría, principio tomado de las ciencias físicas, ahora este principio es
presentado como condición suficiente y el principio de no arbitrariedad como
condición necesaria, aunque los casos que presenta solo se remiten al campo de
la moralidad. Podría pensarse que tomar un principio que surge de teorías
físicas es una extrapolación forzada, pero desde nuestro punto de vista es, más
bien, la propuesta más audaz de Miró Quesada (2003a), pues al fin logra un
principio formal que funciona tanto en el orden natural como en el campo de la
práctica, así: «la simetría y la no arbitrariedad constituyen las condiciones de
validez tanto del conocimiento científico como del comportamiento ético»
(p.253).
La simetría también es un fenómeno que brota en Occidente con la primera
constitución de Atenas y que va afirmándose y ampliándose al pasar por Roma,
la Edad Media, el capitalismo, la estación final es la sociedad sin clases con «la
igualdad total, esto es, la simetría de todas las relaciones colectivas y en especial
las del poder» (p. 259). FMQC es un progresista, pero a diferencia de un
progresismo como el marxista (Marx y Engels, 1980, p.55), que considera que el
motor de la historia es la lucha de clases, Miró Quesada ve el progreso en una
creciente simetría en las relaciones entre los hombres y en un mayor uso de su
racionalidad, y la organización que mejor encarna este principio es la
democracia moderna: «Desde el punto de vista político, la democracia es la
108
expresión directa de la racionalidad, porque la esencia de la democracia
consiste, precisamente, en la simetría del poder» (Miró Quesada, 2003a, p. 242).
Consideración final
La propuesta ideológica de FMQC proviene de los años sesenta del siglo XX. De
manera general en su primera moción se complementan el principio autotélico
como principio positivo de acción y por el cual clasifica a su ideología como
estimativa: respetar a los otros y hacer posible que se realicen como humanos y
el principio de no arbitrariedad como principio negativo y de racionalidad: no
aceptar la imposición, lo que va contra la voluntad y la libertad de los demás.
Pero cambia a partir del momento (1987) en que considera al principio de no
arbitrariedad como condición necesaria y suficiente para lo que compete al
ámbito práctico. Esto también se modifica (2003a) cuando se introduce el
principio de simetría, que a semejanza del principio de no arbitrariedad no se
limita al campo práctico, y al cual presenta FMQC como complemento del
principio de no arbitrariedad, ya no se refiere al principio de autotelia (que se
plantea ahora como proyecto), lo cual implica que deja de lado el aspecto
estimativo de su propuesta ideológica y, más bien, considera que ha logrado
establecer la fundamentación formal que Kant no pudo lograr para el ámbito
práctico.
Referencias bibliográficas
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Quesada. En Lógica, razón y humanismo. La obra filosófica de Francisco Miró
Quesada C.; Universidad de Lima.
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convencional a la filosofía; Universidad de Lima.
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Wood, A. (1998). Humanity As End in Itself. In Kant´s Groundwork of the
Metaphysics of Morals : Critical Essays pp. 165-188 ; Lanham: Rowman &
Littlefield Publishers, Inc.
110
Francisco Miró Quesada y el problema de la relación entre ciencia e
ideología. ¿Una tensión insalvable?
Introducción:
11 En adelante FMQC.
12 Enfatizamos en lo de “trataremos” porque hasta donde llega nuestra información, no hemos
encontrado un texto específico donde FMQC desarrolle de manera sistemática dichos términos.
Aquellos trabajos en los que se basa nuestra indagación, son recopilaciones de ensayos y artículos
publicados como textos.
13 MIRÓ QUESADA, F. (1969): Humanismo y revolución, Lima, Casa de la cultura del Perú.
14 MIRÓ QUESADA, F. (1992): Hombre, sociedad y política, Lima, Ariel. Comunicaciones para la
cultura.
15 KUHN, T. (1982): La tensión esencial. Estudios selectos sobre la tradición y el cambio en el
111
En el año 1963, FMQC dio a conocer un artículo titulado “Ideología y teoría”17.
Entre otros puntos, en ella sostenía la idea de que el problema de la ideología
podría ser confrontado asumiendo una “actitud teórica”. Tal actitud nos dice:
Lo expresado por FMQC, nos hace pensar en una paulatina ideologización de las
ciencias, sobre todo las ciencias sociales, durante las décadas de conmoción
política causada entre otros, por el marxismo. La preocupación por establecer los
límites del saber científico respecto de los discursos ideológicos con pretensiones
de cientificidad conducen a FMQC a sostener que:
112
aspecto de la realidad, es decir que pretende ser verdadero
porque solo si es verdadero puede permitirnos el conocimiento de
algo”20
Del mismo modo nos dice que “una teoría, ya sea científico natural o científico
social es un conjunto de tesis que pretenden describir, explicar y predecir hechos
pertenecientes a alguna región de la realidad” (1992, pág. 7). Ahora bien, las
teorías científicas así entendidas, se caracterizan porque sus conocimientos son
objetivos y ello quiere decir que dichos conocimientos:
Así mismo, FMQC sostiene que una teoría científica posee ciertas “propiedades
intrínsecas y extrínsecas” que la distinguen de otras teorías no científicas, a saber,
la coherencia en el primer caso, y la aplicabilidad y verificabilidad en el segundo.
Con ello, la teoría científica garantiza su objetividad dejando de lado todo tipo de
expresiones extrateóricas tales como las “afirmaciones de valor o de fe” que
serían propios de la subjetividad del científico. Una vez asumido tales nociones,
FMQC no profundiza más sobre la objetividad del conocimiento científico sino que
por el contrario centra su atención en lo que denomina las “deformaciones
subjetivas” que impiden alcanzar un conocimiento objetivo. Es por esta razón que
podemos manifestar que en sentido general, FMQC opone la objetividad del saber
científico a lo subjetivo/ideológico.
20 MIRÓ QUESADA, F. (1978): “Historia y teoría en la obra de Jorge Basadre”, pág. 193. En:
Historia, problema y promesa, Lima, PUCP Fondo editorial (varios autores).
21 En el presente trabajo, no es necesario ahondar en este punto, para nuestros objetivos solo
113
“La ideología es la justificación de la acción política y la acción
política consiste siempre en un determinado tipo de relación
humana” (1969, pág. 33)
En ello radica la tarea del filósofo según FMQC, en analizar tales principios y
fundamentos, explicitar dichos supuestos para mostrar si tal o cual ideología
permiten mejorar las condiciones de la existencia humana o si por el contrario, son
usadas para justificar toda clase de injusticias sociales. Dicha tarea, nos advierte
FMQC, debe asumirse con todas las precauciones posibles para no caer en los
sesgos propios de quien asume una ideología consciente o inconscientemente, es
decir, que denuncia la ideología del otro pero no cuestiona la suya. Para evitar
estos círculos viciosos, FMQC nos habla de ciertas estrategias, tales como “evitar
usar los mismos conceptos que se usan en la teoría analizada así como el de usar
procedimientos simples y evidentes” (1969, pág. 219-220). En otras palabras,
debe realizarse un análisis formal de la ideología. De esta manera se evitaría los
diversos tipos de ambigüedad en las que normalmente incurren las teorías que
pretenden estudiar el problema de las ideologías. Al respecto FMQC nos dice:
22 Una pretensión similar es la que lleva a cabo Luis Villoro al distinguir entre el sentido
gnoseológico y sociológico de la ideología en su artículo titulado “Del concepto de ideología” pp.
15-37 incluido en El concepto de ideología (2007).
114
“El rigor analítico es la única posibilidad de no dejarse convencer
por concepciones llenas de falacias y errores. Y es también la
única posibilidad de poder elaborar una ideología que evite la
equivocidad y la inconsistencia” (1969, pág. 229)
De este modo el camino queda libre para que se puedan establecer las clases de
ideologías que hay y los tipos de principios que ellas asumen. Al respecto
corresponde su ya conocida clasificación de las ideologías en epistémicas y
estimativas y todo su posterior estudio que habrá de desembocar en su ideología
humanista. Tal es pues la teoría ideológica que pretende desarrollar FMQC.
Frente a tal situación, Kuhn hace la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las
características de una buena teoría? Para dar respuesta a dicha interrogante,
hace falta contar con una lista de “criterios” que nos permitan caracterizar a una
teoría científica de buena o no. ¿Pero quién es capaz de plantear tales criterios?
Kuhn a diferencia de sus críticos, se arriesga a sostener que para diferenciar una
buena teoría de aquella que no lo es, se deben tomar en cuenta los siguientes
“criterios”: precisión, coherencia, amplitud, simplicidad y fecundidad.24 Es decir,
son criterios estándar que se necesitan para evaluar la suficiencia de una teoría en
condiciones ideales. Kuhn no es dogmático al respecto, por el contrario nos indica
que “los criterios antes mencionados, individualmente son imprecisos y aplicados
en conjunto pueden entrar en discrepancia uno con otro” (1982, pág. 346-348).
23 En la jerga positivista ello se conoce como el “contexto de descubrimiento”, es decir, todos los
aspectos externos al científico que podrían influir en su investigación.
24 Nótese que FMQC solo coincide con Kuhn en su lista de “criterios “con el de la coherencia
115
Ahora bien, si se asume la validez de los criterios enumerados ¿Por qué sin
embargo, la historia de la ciencia nos muestra que los mismos criterios no fueron
tomados en cuenta del mismo modo por dos teorías científicas que trabajan en el
mismo campo? ¿Por qué un criterio tiene más peso en una teoría y no en el otro?
Resumiendo, Kuhn nos indica que “ningún conjunto de criterios es completamente
útil al momento de elegir una teoría” El problema de la no suficiencia de los
criterios al momento de comparar una elección entre teorías, nos obliga según
Kuhn, a trascender dichos criterios y tomar en cuenta lo que FMQC llamaría los
“aspectos subjetivos” de los científicos que toman las decisiones. Kuhn no duda en
sostener que “existen factores extrateóricos que inciden en la elección de una
teoría” Al respecto nos dice:
Al respecto, la pregunta que cae por su propio peso es ¿Por qué los
epistemólogos han descuidado durante tanto tiempo los elementos subjetivos que
intervienen en las elecciones reales de las teorías? La respuesta casi común
compartida por los detractores de dicha tesis es sostener que esos “elementos
subjetivos” pertenecen al ámbito ideológico de los científicos, que son defectos de
la debilidad humana y no de la naturaleza del conocimiento científico. Lejos de
sostener esa afirmación, Kuhn nos indica que esos “aspectos subjetivos” juegan
un papel importante cuando los científicos han agotado los criterios para decidir
entre una u otra teoría:
Es decir, todos los aspectos extrateóricos vendrían a ser lo que FMQC denomina
el “ámbito ideológico”, precisamente aquello que guía y orienta la praxis política y
social de los individuos. Ese mundo de nuestras motivaciones personales y
colectivas. El mundo donde adquieren sentido tanto nuestras máximas morales
como nuestros diversos valores. Mientras que para FMQC éste ámbito ideológico
es ajeno a la propia dinámica interna de la ciencia objetiva y coherente, para Kuhn
es lo más inmediato que nos permitiría comprender los problemas producidos
cuando los “criterios de elección” no son suficientes para explicar el por qué se
25
Ello no supone desconocer el otro aspecto, el aspecto objetivo o intracientífico. Kuhn enfatiza los aspectos
extrateóricos porque durante mucho tiempo han sido minimizados por la crítica epistemológica.
116
elige una teoría y no otra. Cuando la precisión y la coherencia o la fecundidad y la
simplicidad no son suficientes para decidir si una teoría es una buena teoría
científica, se hace necesario apelar a las motivaciones morales del científico, a sus
valoraciones personales que influyeron en su elección. Cuando se presenta una
situación conflictiva en el nivel interno de la ciencia los científicos en la práctica
apelan a sus normas y valores para tomar una decisión.
Por otro lado, Kuhn nos dice que los “criterios” antes mencionados, no deben ser
tomados como reglas o máximas obligatorias que determinen las decisiones que
los científicos toman, sino que por el contrario, deben ser asumidos como “valores”
que influyen en las decisiones. Cuando una regla genera conflictos o se la cambia
o se la ignora, pero cuando dos valores entran en conflicto, por ejemplo la libertad
de palabra con el derecho a la privacidad, no se pide que se cambie o se ignore
dichos valores, sino que por el contrario, se busca la mejor manera de que ambos
armonicen y convivan. En tal sentido, los criterios propuestos por Kuhn, deben ser
asumidos como valores, “valores epistémicos” que por más que entren en conflicto
constantemente influyen en las decisiones de los científicos.
En este punto, podemos plantear las siguientes interrogantes ¿Qué son entonces
la coherencia, la aplicabilidad y la verificabilidad planteados por FMQC?
¿Propiedades de una teoría o valores epistémicos según como lo sugiere Kuhn?
Si la objetividad es un rasgo importante de una teoría científica según FMQC
¿Qué sucede cuando los partidarios de teorías diferentes intentan comunicarse?
¿Hay imparcialidad en su comunicación? ¿No hay sesgos? Por último, si la ciencia
trata sobre hechos objetivos ¿Hasta qué punto la comprensión que se tiene de
esos hechos depende de la teoría que se asuma? ¿Puede el científico sustraerse
a su condición ideológica y no apelar a ella en sus investigaciones? Trataremos de
aclarar estos puntos en la siguiente parte.
117
Tal advertencia aristotélica, sostiene Ricoeur va a permitir cuidarnos de las
“trampas” en las cuales podríamos vernos envueltos al abordar el tema de la
ideología. Estas “trampas” se presentan bajo la forma de tres problemas que
resumiremos de la siguiente manera:
Ricoeur nos dice que según el sentido en que se tome la palabra ciencia, pueden
distinguirse dos etapas: la ciencia entendida en sentido positivista y no positivista.
Tratar de enmendar estos vacíos, ha conducido según Ricoeur a que los teóricos
de las ideologías busquen un reforzamiento “del aparato formal de análisis de las
ideologías como compensación a la falta de verificaciones empíricas” Esto agrava
el problema pues lo que se consigue es una teoría carente de contenido dado su
excesivo formalismo, formalismo aceptable solo en la lógica o las matemáticas, no
en la crítica de las ideologías.
Esto último trae consigo las siguientes interrogantes: La teoría social o crítica
ideológica, concebida como “ciencias críticas” ¿puede llegar a un estatuto
totalmente no ideológico, según los criterios que ella posee de la ideología? al dar
a la critica el estatuto de una ciencia combativa, ¿cómo evitar que caiga en los
fenómenos cuasipatológicos denunciados al adversario?
26
Ricoeur en este punto, cuestiona las pretensiones de cientificidad que Althusser había atribuido a la
“crítica ideológica”. Este cuestionamiento puede también extenderse a las llamadas “ciencias críticas”
propuesta por la escuela de Frankfurt.
119
Por la brevedad que exige el presente trabajo, no abordaremos las diversas
salidas que Ricoeur plantea sobre las interrogantes antes mencionadas, sin
embargo, mostraremos brevemente cómo FMQC sortea estas dificultades
respecto de sus posiciones sobre la tensión entre ciencia e ideología así como su
propuesta de realizar una crítica ideológica con pretensiones de cientificidad.
120
Entonces, ¿qué podemos hacer con la oposición entre la ciencia y la ideología?
Una salida fácil para el filósofo sería renunciar a ella, al respecto, Ricoeur nos
advierte que dar por sentado:
Sin embargo esa no es la mejor salida. La tensión entre ciencia e ideología deja
un reto casi imposible al crítico de las ideologías, a saber:
Tal es el precio que hay que pagar según Ricoeur para que el investigador pueda
escapar al escepticismo y así contribuir a evaluar el presente al punto de
atreverse a decirnos qué ideas son válidas y cuáles son un obstáculo para el
cambio y la lucidez. FMQC no está lejos de este punto pues si se piensa el cambio
y la lucidez como posibilidades que permitan mejorar la condición humana pues
hay que entregarse a realizar la tarea encomendada tal y como él lo hizo en sus
obras. Tal es pues la exigencia de la ideología humanista resumido
magistralmente en el “principio de la autotelia”.
Bibliografía:
121
La taxonomía de las generaciones de Francisco Miró Quesada para alcanzar la filosofía auténtica
davidpizarro@correo.ugr.es
Resumen:
Entre otros grandes aportes, Francisco Miró Quesada ha contribuido a la reflexión sobre la
filosofía latinoamericana de manera activa al colaborar con otros filósofos latinoamericanos
y sistematizar sus reflexiones, por ello Miró Quesada nos entrega una clasificación original
y auténtica de la filosofía latinoamericana en función del compromiso con el proyecto de
filosofía latinoamericano. Su clasificación en generaciones de Fundadores, forjadores y
generación técnica no solo cumple un papel epistemológico sino también honra a los
filósofos que muchas veces sacrificaron sus investigaciones para generar el espacio
filosófico que ahora todos disfrutamos. Y no solo eso, esta clasificación de Miró Quesada
nos permite entender y evaluar nuestro rumbo y práctica.
Abstract:
Among other great contributions, Francisco Miró Quesada has contributed to the reflection on
Latin American philosophy in an active way by collaborating with other Latin American
philosophers and systematizing his reflections, that is why Miró Quesada gives us an original and
authentic classification of Latin American philosophy based on commitment with the project of
122
Latin American philosophy. Its classification into generations of founders, forgers and technical
generation not only plays a cognitive role but also honors the philosophers who often sacrificed
their research to generate the philosophical space that we all now enjoy. And not only that, this
classification by Miró Quesada allows us to understand and evaluate our course and practice.
La taxonomía de las generaciones de Francisco Miró Quesada para alcanzar la filosofía auténtica
“A pesar de todas las divergencias había un fondo de unidad tan esencial, que
reducía las discrepancias a meras cuestiones de detalles. Porque a pesar de todas
las divergencias había algo que nos interesaba apasionadamente a ambos y que
colocábamos en el centro de nuestros afanes: la autenticidad filosófica. Tanto Zea
123
como yo queríamos hacer filosofía auténtica. La manera de hacerla era, para cada
uno de nosotros, diferente. Pero la meta era la misma: hacer filosofía auténtica, es
decir, hacer una filosofía que no fuera una copia mal repetida de filosofía
importadas , sino que fuera expresión de un pensamiento filosóficamente vivo, que
emergiera desde nuestra propia circunstancia latinoamericana utilizando todos los
medios intelectuales disponibles” (Miró Quesada, 1974, p. 10).
Para el filósofo peruano Augusto Salazar Bondy no existe en Latinoamérica una filosofía
auténtica, al contrario existe una filosofía copiada de Europa; por ello la denomina
inauténtica, además esta filosofía es asumida sin ser cuestionada lo que produce una falsa
concepción del mundo, en la cual se asume como paradigma una concepción ajena a la
realidad material y espiritual de nuestro continente. Y esto es así porque la filosofía “fue
importada por los españoles durante la conquista como un arma de dominación, de ahí que
la historia de la filosofía en Latinoamérica no pueda haber sido sino la narración de la
filosofía europea en América hispano india” (Salazar Bondy, 1968, p.38) sin embargo, esto
no quiere decir que la filosofía latinoamericana pueda alguna vez desligarse de occidente,
pues nos une “lazos de consanguinidad” (Salazar Bondy, 1968, p.67). Por otro lado,
debemos reconocer también que el comienzo de la filosofía latinoamericana es abrupto y no
apoyado en alguna tradición cultural nativa (Miró Quesada, 1974, p. 30).
Hasta aquí la clasificación de Augusto Salazar Bondy que en vida pudo realizar, acerca de
nuestra tradición filosófica; a partir de este punto nos guiaremos por la clasificación de
Francisco Miró Quesada quien en Despertar y proyecto del filosofar latinoamericano hace
un recuento del desarrollo y toma de conciencia de los filósofos sobre su actividad,
clasificándolos en generaciones en función de su compromiso con el proyecto de la
filosofía latinoamericana luego de la “Normalización de la filosofía28”, así tenemos: los
27
Ciertamente no puede considerarse a Mariátegui un filósofo en sentido estricto. No hizo de la temática
filosófica asunto central de su reflexión y ninguna de sus obras, que son todas recopilaciones de ensayos y
artículos, tiene un carácter orgánicamente filosófico. Pero en Mariátegui, como en González Prada, hay
incontestablemente un pensamiento filosófico, una filosofía como preocupación por los grandes problemas
del mundo y de la vida y como interés por la fundamentación especulativa de la praxis social. Es, por lo
demás, un pensamiento nutrido en lecturas asiduas de los clásicos marxistas y de algunos de los más
conspicuos representantes de la filosofía europea de su tiempo. (Salazar Bondy, 1965, p. 312)
28
Uno de los abanderados de la empresa de normalización orteguiana en América Latina fue Francisco
Romero, desde Argentina. Fundador de la editorial Losada y profesor universitario, hizo más énfasis en los
aspectos institucional y cultural de la “normalidad filosófica”. Esta, según el maestro argentino, constituía
125
Fundadores o también llamados Patriarcas, los Forjadores o Segunda Generación, la
Tercera Generación o Generación Técnica.
Representantes: Alejandro Korn (Argentina), Carlos Vaz Ferreira (Uruguay), Enrique Molina (Chile),
Alejandro Deústua (Perú), José Vasconcelos (México).
Son discípulos de los fundadores, por lo tanto continúan con el proyecto de normalización de la
filosofía. Son filósofos que no conciben la filosofía europea como perfecta sino como un proceso.
Algunos representantes son: Francisco Romero (Argentina), Samuel Ramos (México), Emilio Uribe
(Uruguay). En el Perú: V.A. Belaúnde. F. García Calderón, Oscar Miró Quesada, etc. Con esta
generación la filosofía latinoamericana despierta con una pregunta sencilla: ¿existe la posibilidad
de una filosofía latinoamericana? o específicamente, ¿existe la posibilidad de una filosofía
auténtica? Con trabajo coordinado logran el proyecto de filosofía autentica, sin embargo hay
matices dentro de esta generación, así a diferencia de Argentina y México, en el Perú el estrato
que une a los forjadores con la tercera generación es tarea de dos diferentes sub generaciones:
polígrafos y estructuradores. Los primeros no son especialistas y son menos originales; los
siguientes constituyen un movimiento organizado, de ahí su nombre estructuradores y son más
especializados.
una nueva etapa de la filosofía en Iberoamérica, consistente en el ejercicio de la filosofía como función
ordinaria de la cultura, es decir, como expresión de madurez cultural y como actividad regular, habitual y
común, ya no ejercida por personajes aislados a la vida normal de la cultura. La función cultural implicaba,
pues, no solo una formación y vocación filosóficas, sino también contar con los medios institucionales
necesarios a una comunidad de oficio (Fornet, 2000, pp. 120-121).
126
1. Polígrafos: Francisco García Calderón (1883-1953), Víctor Andrés Belaunde (1883-1967)
Agnóstico en su juventud, Belaunde ha regresado a la fe asumiendo una actitud no solo de fiel
practicante sino de ardoroso apologista del cristianismo (Salazar Bondy, 1965, p. 202). Fue él quien
reacción a los 7 ensayos sobre la interpretación de la realidad peruana; en su libro la Realidad
nacional. Oscar Miró Quesada (1884-1981) se inclinó por la epistemología, la Física y las
matemáticas convirtiéndose en un divulgador de la filosofía y la ciencia en diarios y revistas.
Llamada también la generación técnica. Dominan lenguas muertas (griegas, latina) y las ciencias
positivas. Esta especialización se orienta a lograr una mayor compresión de la filosofía, iniciándose
la discusión sobre la filosofía autentica. Con Augusto Salazar Bondy (1925-1974)
127
Afirmativa: Grupo polémico, que se piensa al nivel del occidental pero al tener diferentes
condiciones, busca filosofar de otra manera. Señalando que los que investigan los grandes
problemas de la filosofía occidental, mantienen una actitud colonial. Pues asumen que la
verdad está en Europa y debemos copiar el modelo de filosofías alejadas de nuestra
realidad.
Asuntiva: grupo numeroso que asumen la filosofía europea y buscan la originalidad en los
problemas de esa filosofía. Para ellos no tenemos filosofía auténtica todavía, por lo que es
necesario seguir investigando. Se extrañan que los afirmativos no se dediquen a los temas
clásicos, sino a realidades históricas. Lo asuntivos entienden eso como carencia de talento.
Toda filosofía esta insertada en una circunstancia historia, y sin referirla a esa circunstancia no se
puede comprender en su totalidad la obra (Miró Quesada, 1974 p. 208). Por ello, conocer la
tercera generación y su clasificación en el grupo regionalista y en universalista y su formación
académica, política y socioeconómica ayudaran a comprender el “fenómeno filosófico
latinoamericano” (Miró Quesada, 1974, p.18)
Los universalistas
Asumen los valores de la filosofía griega, pero sostiene que la autenticidad aes hacer filosofía al
estilo europeo, centrado en problemas universales y trascendentes y no con problemas históricos
o sociológica por ello su objetivo es hacer filosofía universal.
Los regionalistas
Para ellos la filosofía autentica no es repetirá la filosofía europea, por ello se abocan a estudiar
realidades históricas amparados en las ideas de Ortega y Gasset, y de Sartre. Por ello asumen que
no existe una filosofía superior a otra sino solo circunstancias particulares.
Las clasificaciones tradicionales de la filosofía basadas en la llamada filosofía universal que divide
la filosofía en etapas como filosofía antigua, medieval, moderna y contemporánea o clasificaciones
128
en base a las corrientes, escuelas o temática no son totalmente adecuadas para entender el
proceso de la filosofía latinoamericana, y por extensión de sus países. En ese sentido Francisco
Miró Quesada nos da una clasificación original que permite empezar a entender el proceso de
materialización de la filosofía latinoamericana. Pensamos que en temática de filosofía
latinoamericana este es el más grande aporte de Miró Quesada que honra el trabajo
desinteresado de muchos filósofos y que permite a los siguientes amantes de la sabiduría recorrer
un camino incierto, duro y esquivo pero que gracias a Francisco Miró Quesada sabemos que
vamos en la dirección correcta.
129
Bibliografía
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Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2004
130
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veintiuno editores, 1968.
ZEA, Leopoldo. La filosofía americana como filosofía sin más .México, Siglo veintiuno
editores, 1989.
131
FRANCISCO MIRÓ QUESADA ¿FILÓSOFO REACCIONARIO?
UNMSM/PUCP
Enero, 2017
filounmsm@hotmail.com
Abstract:
The present work aims at honoring the one hundred years of birth of one the most prolific
philosophers of the University of San Marcos of the seventies of the last century, Francisco
Miró Quesada Cantuarias. We will limit our research to the concept of political violence in
his Humanismo y Revolución (1969), at the same time we will trace this concept in the
classics of Marxism, and then contextualize and articulate a dialogue between those who
chose this way, either explicitly or implicitly: F. Fanón, A. Salazar and F. Miró Quesada
himself.
Resumen:
El presente trabajo tiene por objetivo honrar los cien años de natalicio de uno de los
filósofos sanmarquinos más prolíficos de los sesenta de la centuria pasada, Francisco Miró
Quesada Cantuarias. Para ello, limitaremos nuestra investigación al concepto de violencia
política en su Humanismo y Revolución (1969), al mismo tiempo rastrearemos este
concepto en los clásicos del marxismo para, luego contextualizar y articular un diálogo
entre los que optaron por esta vía ya sea explícita o implícitamente: F. Fanón, A. Salazar y
el mismo F. Miró Quesada.
132
0.Introducción
“Mientras alguien padezca, la rosa no podrá ser bella…” (p.89) afirma Francisco Miró
Quesada C. apelando a Manuel Scorza. ¿Será cierto que lo sublime no será tal en tanto haya
dominación e injusticia? Tal vez, pero de algo estamos seguros: Las reflexiones críticas no
cesarán mientras perduren los problemas sociales, ni se apagarán las luces de las
posibilidades que hasta ahora han ensayado nuestros filósofos que no solo han entendido,
sino también han sentido la cruz de la dominación.
Sin embargo, antes de iniciar, no está demás dejar en claro (dada la susceptibilidad
de nuestro país por algunas experiencias vividas) que no pretendemos hacer ninguna
apología ni nada parecido. Nuestro único fin como obreros de la reflexión es comprender
este fenómeno que tanto ha golpeado a nuestra sociedad. Tal vez así, en un futuro próximo
brindar alguna salida a nuestros problemas como país.
29
Según Hannah Arendt, en la medida en que la política es esencialmente dialógica y la violencia muda, no
sería muy exacto hablar de la violencia política; pero solo por una cuestión expositiva optaremos por asumir
en este trabajo la violencia en la política como equivalente a la violencia política.
133
1. Karl Marx: La violencia como partera de la historia
La propuesta de Marx y Engels (en adelante marxistas), de forma sintética, se remonta a las
propuestas del desenvolvimiento dialéctico de Hegel, pero tomando como punto de partida
ontológico la materia en constante evolución dialéctica debido a las contradicciones
internas. Es en ese sentido que estos marxistas admiten que la humanidad es producto de la
evolución natural, determinado, principalmente, por el factor trabajo. Vale decir, que para
esta propuesta el trabajo permitió la humanización del hombre; sin embargo, en sociedades
como el capitalismo el trabajo devino en su antítesis, entonces, en vez de humanizar al
hombre lo enajena, reduciéndolo a estado de cosa. Por ello, el marxismo encuentra en la
clase trabajadora al sujeto de la historia, pues es esta clase quien con su trabajo genera la
riqueza que le es arrebatada en forma de plusvalía por la gran burguesía. Pero cómo acabar
con este estado de cosas. Nuestros autores no dudan en proponer la violencia política como
solución a los problemas sociales. Y cómo llegan a semejante propuesta, veamos.
Como es sabido, Marx tenía como proyecto elaborar una gran obra sobre economía:
contribución a la crítica de la economía política, pero sólo logró publicar el primer
fascículo de la obra en junio de 1859; ya que modificó su plan inicial, y en lugar de
publicar el segundo fascículo y los sucesivos decidió elaborar El capital.
134
Ahora todo esto (estructura económica y superestructura) constituye el modo de
producción, que durante la “prehistoria” son los siguientes: asiático, antiguo, feudal y
moderno burgués.
Claro está que son muchos los que asumieron y desarrollaron la línea marxista, en sus
distintas variedades (Lenin, Mao, Gramsci, Mariátegui, etc.); pero nos interesa, por los
objetivos que seguimos en el presente trabajo, los aportes de F. Fanon. Este pensador
francés, de ascendencia africana, en su texto titulado Los condenados de la tierra
(publicado por primera vez en 1961) nos presenta una clara exigencia de reconocimiento
mediante la apelación a la violencia política. El mismo Taylor así lo admite:
Uno de los autores más importantes en esta transición fue sin duda el hoy difunto Frantz Fanon,
cuyo influyente libro Les Damnés de la Terre sostiene que la principal arma de los colonizadores
es la imposición de su imagen de los colonizados sobre el pueblo subyugado. Este último, para
liberarse, ha de purgarse ante todo de esta autoimagen despectiva. Fanón recomendaba la
violencia como el camino a seguir hacia esta liberación, violencia paralela a la original de la
imposición extranjera. No todos los que se basan en Fanón lo han seguido en esto, pero el
concepto de que hay una lucha por modificar la autoimagen —que ocurre a la vez dentro del
grupo de los subyugados y contra los dominadores— ha encontrado muy vasta aplicación. La
idea se ha vuelto crucial para ciertas corrientes del feminismo, y también es un elemento muy
importante del actual debate en torno al multiculturalismo. (2009, pp.105-106).
135
Efectivamente, del pasaje anterior se puede inferir lo siguiente:
Primero, Fanón sostiene que los colonos han impuesto sobre los colonizados una
autoimagen de desprecio.
Cuarto, la idea de Fanón tuvo su impacto en el debate actual a través del feminismo y
multiculturalismo.
¿Qué es pues, en realidad, esa violencia? Ya lo hemos visto: es la intuición que tienen las masas
colonizadas de que su liberación debe hacerse, y no puede hacerse más que por la fuerza. ¿Por
qué aberración del espíritu esos hombres sin técnica, hambrientos y debilitados, no conocedores
de los métodos de organización llegan a convencerse, frente al poderío económico y militar del
ocupante, de que sólo la violencia podrá liberarlos? ¿Cómo pueden esperar el triunfo?
Porque la violencia, y ahí está el escándalo, puede constituir, como método, la consigna de un
partido político. Los cuadros pueden llamar al pueblo a la lucha armada (2011, p. 13).
Ahora bien, para que sea posible esta descolonización violenta, según Fanon, es
imprescindible que los actores (en este caso el campesinado como motor de la
transformación) de este proceso de lucha estén convencidos de que el único camino de la
liberación es la violencia (o la fuerza). Es solo a través de este camino que podrá
conquistarse el valor más esencial y concreto: la tierra que garantiza el pan y la dignidad de
los desposeídos, en quienes, cada vez más, se acumulan la rabia y el resentimiento frente a
136
los colonos. Es precisamente en este momento de la máxima violencia en potencia que
surge el discurso de la no violencia de parte de la burguesía colonialista que pretende
retener el avance inevitable de la liberación.
La violencia eleva al pueblo a la altura del dirigente. De ahí esa especie de reticencia agresiva
hacia la maquinaria protocolar que los jóvenes gobiernos se apresuran a instalar. Cuando han
participado, mediante la violencia, en la liberación nacional, las masas no permiten a nadie posar
como «liberador». Se muestran celosas del resultado de su acción y se cuidan de no entregar a un
dios vivo su futuro, su destino, la suerte de la patria (2011, p.21).
Finalmente, Fanon, a pesar de sus reparos con el marxismo (con respecto a los países del
tercer mundo) no oculta su inclinación por la creación de un socialismo con matiz propio,
pues el capitalismo es óbice del proyecto nacionalista y universal.
30
La reflexión política salazariana se halla desarrollada en nuestro trabajo El salazarianismo y sus demonios
(2017). Aquí presentamos solo un extracto para articular el hilo conductor del presente trabajo.
137
democrática: el progresismo) sigue el juego democrático de las elecciones, sin éxito, a
través del Movimiento Social Progresista (1956-1962). Posteriormente, en una segunda
etapa (vía golpista: el militarismo), es invitado a participar en el proyecto del Gobierno
Revolucionario de la Fuerza Armada de Juan Velasco Alvarado (1968-1975); no obstante,
las reformas aplicadas durante este gobierno le resultaron, al parecer, insuficientes. Por ello,
en un tercer momento (vía violenta: la revolución permanente) propuso la necesidad de una
auténtica violencia revolucionaria de carácter permanente hasta cancelar toda forma de
dominación.
Primera, según Helen Ørvig, viuda de Salazar, éste se adelantó didácticamente con su
Bartolomé o de la dominación a lo que se proponía desarrollar rigurosamente en su
Antropología de la dominación: Explicitar las causas reales de la dominación para proponer
su filosofía de la guerra (o filosofía de la liberación).
Cuarta, el título expresa el tema central del diálogo salazariano, ello no significa que
Bartolomé encarne los ideales de Salazar. Antes bien, Salazar quiere dar cuenta sobre las
causas concretas de la dominación y como consecuencia de esta situación sentar las bases
de la liberación.
138
Quinta, el carruaje del diálogo es conducido por el alter ego múltiple salazariano (Hatuey,
Micaela y Frans), es decir, son estos personajes los que vencen en la discusión al desbaratar
los argumentos y argucias de los que justifican la dominación.
Ahora bien, para proponer su humanismo situacional parte por delimitar dos tipos
de ideologías: teóricas (o epistémicas) y estimativas (o timéticas). Las primeras son
aquellas ideologías que consideran que sus principios son verdades racionales (verdades
filosóficas o verdades científicas). La mayoría de las grandes ideologías occidentales son
epistémicas, por ejemplo el marxismo. En cambio, las segundas refieren a aquellas
ideologías cuyos principios se basan en criterios extrateóricos (valoración, creencias,
dogmas, voluntad colectiva). La mayor parte de ideologías humanistas suelen ser
estimativas, por ejemplo el humanismo situacional de nuestro autor.
Entonces, según Miró Quesada su propuesta refiere a “[…] una sociedad que no
existe ni ha existido nunca en la historia” (p.101): el humanismo (situacional), cuyo
principio fundamental, que se remonta a Kant, es el de la autotelia (el hombre debe ser
tratado como un fin en sí mismo y no como un medio). De este principio, nuestro autor,
deriva lógicamente los otros principios morales que hacen posible a una sociedad justa
(humanista situacional), a saber: la solidaridad, anti-rracismo, anti-imperialismo, anti-
clasismo.
Este nuevo orden social que nos propone, Miró Quesada, supone el reconocimiento
de la dignidad y libertad de cada hombre, pues
139
En un sentido, humanismo significa el estudio de las grandes creaciones y acciones del hombre
en tanto revelan la nobleza de la condición humana encarnada en sus personalidades ejemplares.
En otro sentido significa el reconocimiento del valor de la condición humana y la decisión de
realizarse (1969, p.91).
Y es radical, en la medida en que el humanista lucha hasta las últimas consecuencias por
realizar sus ideales. Leamos lo que nos dice Miró Quesada:
Un radical es un hombre capaz de llegar a las últimas consecuencias de los principios que
predica. Y es evidente que el verdadero humanista es siempre un radical, porque el humanismo
es una doctrina clara, cuyas consecuencias, como hemos visto, se deducen con extraordinaria
facilidad y nitidez de su único principio: todo hombre es un fin y no un medio (1969, p.134).
Prosigue Miró Quesada, afirmando que es posible la realización de este nuevo orden
social dentro del sistema democrático, sin la necesidad de apelar a la violencia, salvo como
último recurso. Leamos lo que afirma.
En general, es posible poner en marcha un proceso rápido y profundo de transformación sin que
sea necesario romper la estructura democrática. Pero si las circunstancias hacen inevitable el
empleo de la violencia, hay que recurrir a ella con la clara conciencia de que se está ante un
impase que no puede resolverse dentro del sistema humanista. Se ejerce así la violencia, no
140
como parte del sistema, sino como último recurso. Su empleo significa que la realidad ha
rebasado el esquema conceptual del humanismo (1969, p.123).
En suma, Nuestro autor admite la violencia política como último recurso solo si las
condiciones concretas lo ameritan por ejemplo “Si el esfuerzo contrarrevolucionario está
respaldado por fuerzas aún poderosas, entonces habrá que hacerle frente por medio de la
violencia” (Miro Quesada, 1969, p.133), pero una vez logrado el propósito se debe volver
inmediatamente a la normalidad democrática. Resalta que “Es importante tener clara
conciencia de que las concesiones que hace el humanismo a la violencia son puramente
prácticas. Teóricamente, el humanismo es incompatible con la violencia” (Miro
Quesada, 1969, p.133).
5. Conclusiones provisorias
Cuarto, nuestros filósofos no fueron indiferentes a este tema espinoso. Antes bien,
reflexionaron sobre sus posibilidades y sus límites, en ocasiones la asumieron sutilmente o
como último recurso. Entonces, con más razón urge reflexionar sobre este tema que aún nos
acecha.
141
Bibliografía
142
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Miro Quesada, F. (1969). Humanismo y revolución. Lima: Casa de la Cultura del Perú.
143
LAS CRÍTICAS DE MIRÓ QUESADA A LA ÉTICA DE KANT
admirador de Kant. Esta admiración, sin embargo, no es ilimitada. En efecto, si uno revisa
sus trabajos sobre filosofía práctica y, en especial, aquellos en los que se ocupa
expresamente de la del filósofo de Königsberg, notará que sus críticas son intensas y
variadas.
Dados a depurar, de entre sus obras más importantes, aquellas en las que Miró
Quesada lidia con la ética Kantiana, nos quedamos con las siguientes: “Sobre el Derecho
fundadas? El objetivo de este trabajo es responder estas preguntas. Mal haría uno, sin
embargo, al hablar de la posición de Miró Quesada respecto a la ética de Kant, en pasar por
alto aquello que Miró Quesada no solo reconoce como positivo, sino que mantiene para su
propio proyecto filosófico. El objetivo, entonces, es más amplio que lo que el título
promete y busca ordenar y analizar la posición general del peruano sobre la deontología del
prusiano.
144
Empecemos por las fortalezas, pasemos luego a las supuestas debilidades y
Lo que Miró Quesada admira de la ética de Kant son tres cosas que podemos llamar
En el “Ensayo”, por su parte, Miró Quesada resalta que, tal como propone Kant,
necesaria para resolver problemas morales”, y que “si un principio, ya sea cognoscitivo, ya
que el principio supremo de la ética, para ser objetivo, debe ser universal y necesario. De
hecho, no solo con respecto a la ética: cualquier principio que pretenda ser objetivo debe
cumplir con dichas condiciones. Como dice Kant en los Prolegómenos a toda Metafísica
Futura, “la validez objetiva y la validez general necesaria (para todo el mundo), son
145
Pero, ¿puede una ética material, como las que prevalecían hasta que Kant escribió la
Fundamentación para una Metafísica de las Costumbres y sus otras obras morales, lograr
dicha objetividad? Según Miró Quesada, Kant habría demostrado que no, proponiendo en
argumentos [de Kant] en contra de una ética basada en principios prácticos materiales en
los que incluye los sentimientos (en lenguaje moderno esto significa la exclusión de una
contenido sólo queda un componente: la forma. Por eso Kant sostiene que la
voluntad libre sólo puede ser determinada por la forma de una legislación universal.
(pp. 202-203)
No resulta sorprendente que, si echamos una mirada retrospectiva hacia todos los
146
veamos por qué todos ellos han fracasado en su conjunto. Se veía al hombre
hallaba sometido solo a su propia y sin embargo universal legislación. (4: 432)
Kant señala el rumbo en ambas direcciones. Para cumplir su misión, el filósofo tiene
naturaleza. Y [con ello] debe ser capaz de encontrar un criterio racional que permita
Crítica de la razón práctica sostiene (…) que la razón práctica tiene preeminencia
sobre la razón teórica. Y nos dice que el uso de la razón especulativa sólo puede ser
utiliza la razón para fundamentar la ética, hay que partir del conocimiento científico.
(p. 205)
encontrar el principio que gobierna tanto la razón teórica como la práctica (meta que, según
propia confesión, no habría alcanzado). Como Kant dice en la Crítica de la Razón Práctica:
147
Tales comparaciones harán las delicias de quienes hayan podido quedar
convencidos por las proposiciones que figuran en la Analítica, pues dan pie para
esperar que algún día quizá quepa comprender la unidad global de la capacidad
racional pura (tanto teórica como práctica) y pueda derivarse todo de un principio.
(5:90-1).
¿Por qué partir del conocimiento científico? Simple: porque es más seguro.
Las objeciones de Miró Quesada a Kant son al menos tres, que podemos llamar
[Kant] Ve con toda claridad que la exigencia de una ética racional invalida toda
acuerdo universal de las voluntades. Pero una vez llegado a la cumbre, no desciende
hacia el nuevo y grandioso panorama que se desplegaba ante su vista. Tal vez
mundo ético, una sociedad justa, en lo que todos los hombres sean fines y no
148
orden de la propiedad hasta el orden del gobierno. De allí a la sociedad sin clases de
Marx no hay más que un trecho. Pero Kant no da el paso. (p. 84).
Que Kant hubiera apoyado a Marx es bastante audaz. Sin embargo, así no lo haya
hecho, no deja de ser válido preguntarse si Kant pudo haber arriesgado un poco más al
desarrollar lo que la ética fundada en una ley moral formal implica en concreto. Más sobre
esto adelante.
“Ser Humano”:
afirmación de que el hombre existe como un fin en sí [que tiene valor absoluto] es
arbitraria. No hay ninguna razón que demuestre que el hombre es un fin en sí” (p. 205).
Recordemos, por si es necesario, que Kant en efecto defiende que el ser humano es
un fin en sí. En la Fundamentación, por ejemplo, nos dice: “Yo sostengo lo siguiente: el
hombre y en general todo ser racional existe como un fin en sí mismo, no simplemente
como un medio para ser utilizado discrecionalmente por esta o aquella voluntad” (4: 428).
La pregunta es si esta tesis es, en efecto, arbitraria, algo que también evaluaremos luego.
149
Finalmente, la recaída sentimentalista se desarrolla en el mismo “Ensayo”. Con esto
sentimiento del respeto por la ley moral para probar la posibilidad de la libertad en un
mundo determinista (5:73), lo que para Miró Quesada es problemático pues “todo
empírico y probar que existen principios éticos racionales puros, Kant recurre al nivel
Porque ¿qué es, en rigor, esta forma? Si se trata de principios éticos, se entiende que
prescripciones deben tener contenido, y si tienen contenido, éste tiene que ser, de
acuerdo con los propios argumentos de Kant, una materia determinada. La forma de
estas prescripciones viene a ser, entonces, algo así como “todo S debe hacer P” (…)
Pero una expresión como “todo S debe hacer P” no nos dice absolutamente nada. Si
esta forma es la que debe determinar la voluntad libre de los sujetos morales,
entonces un sujeto moral no sabría nunca de qué manera debería comportarse. (p.
204).
150
newtoniana, Kant intenta hacer una fundamentación de la ética sin partir de la
trascendental. Esta creencia, que lo angustia, se debe a que tiene que trasladar el
fundamento de la vida ética al mundo noumenal y que, por eso, llega a la conclusión
absurda de que todos los actos de la persona están por necesidad condicionados en
Esbocemos una respuesta a estas preguntas. Digo esbocemos, pues cada una de ellas
Pienso que su originalidad no importa tanto, por dos razones. En primer lugar,
porque Miró Quesada nunca afirma (al menos expresamente) que se trate de objeciones
originales. El formalismo vacío, después de todo, es tan antiguo como Hegel, aunque quizá
la forma en que Miró Quesada lo plantea es original. Otras objeciones son de hecho más
todo caso, lo que importa es la cuestión de fondo: saber si se trata de críticas fundadas.
de razón. Si uno revisa la ética concreta que Kant defiende en la Metafísica de las
Costumbres, notará que esta coincide en gran medida con la moral tradicional. Kant, sin
151
favor de la dignidad (y, consecuentemente, los derechos humanos, que fluyen de aquella).
arbitraria, pienso que Miró Quesada se equivoca. Lo hace pues, como acabamos de
señalar, el argumento de Kant por la condición de todo ser humano como fin en sí es sólido.
En breve, Kant dice que el ser humano tiene dignidad y no precio por su capacidad moral
(capacidad con la que Miró Quesada coincide). En otras palabras, somos especiales por
nuestra capacidad de distinguir lo correcto de lo incorrecto gracias a una ley moral cuya
fuente es nuestra propia razón (Fundamentación 4: 435). Esto, pienso, está lejos de ser
arbitrario.
puede que Miró Quesada haya dado en el blanco. Kant dice que el sentimiento de respeto
hacia la ley moral tiene un origen puro, pero es un sentimiento al fin de cuentas, lo cual
minaría, de cierta forma, su esfuerzo por elaborar una ética completamente formal. Ahora
bien, la crítica se sostiene si se admite que la ética kantiana es intolerante a todo elemento
inmaterial, pero ¿es este el caso? De serlo, quizá Kant tendría que haber renunciado a
dirigirse, en sus escritos, a los seres humanos. O hubiera tenido que renunciar a buscar la
armonía final entre la ley moral y la felicidad, como lo hace con el sumo bien.
¿Qué podemos decir sobre la segunda gran crítica, el formalismo vacío? ¿Fracasa
Kant en su intento por establecer lo que significa un principio moral formal? Para esto,
preguntarnos si, en contra de lo que Kant piensa, no sirve para identificar máximas
152
inmorales y derivar deberes morales concretos. Esto es lo que ordena, según uno de los
por tu voluntad en una ley universal de la naturaleza” (4: 421). Se trata de un test moral de
tres pasos. Paso 1: identificar la máxima en juego. Paso 2: frasear la máxima como ley
máxima universalizada. De esta forma, Kant demuestra que suicidarse, hacer promesas
falsas, abandonarse a una vida fácil y desinteresarse por la suerte de los demás es inmoral.
En el segundo caso, por ejemplo, el estafador jamás apoyaría que todos estafen en caso de
necesidad. El estafador, más bien, espera que todos digan la verdad, solo que hace una
de la humanidad y la del reino de los fines—son bastante instructivas. Claro, Miró Quesada
piensa que se basan en una idea arbitraria, a saber, la del ser humano como fin en sí, pero
opinión común es que sí lo es, y no es para sorprenderse cuando uno piensa, por ejemplo,
en su distinción entre mundo fenoménico y mundo noumenal. En la Crítica del Juicio, sin
153
contenido en el concepto de una causalidad mediante libertad, cuyo efecto (…) debe
hace posible el tránsito de la razón pura teórica a la razón pura práctica (…) en el
teoría moral (que excede el propósito de este texto), es que el mundo no es más
esto cierto, el puente que Kant trata de construir en la tercera Crítica sería innecesario, lo
Conclusión
El presente estudio ha buscado aclarar aquello que Miró Quesada admira y critica de
encubierto (en sus tres manifestaciones), formalismo vacío y dualismo absurdo por el otro.
Las críticas de Miró Quesada a la ética de Kant son controversiales, pero tienen la
fuerza para hacer dudar hasta el más entusiasta de sus defensores. Se trata de objeciones
que merecen consideración y debate cuidadosos, pero que, incluso en caso de ser
infundadas, han cumplido un rol a todas luces positivo: no solo hacernos reflexionar sobre
la solidez de la ética kantiana, sino motivar al propio Miró Quesada a buscar nuevas
154
respuestas—una fundamentación racional de la ética que sea menos vulnerable a las
mismas.
la ética, uno que debe ser objetivo, formal y que promete ser descubierto primero en las
ciencias exactas.
Por décadas (en “El Intelectual”, “Sobre el Derecho” y “Ser Humano”), Miro
Quesada defendió que ese principio era el principio de no-arbitrariedad, al que llama la
condición suficiente. Sus estudios de la historia de las ciencias exactas, como las
forma (en “Objetivismo”, “Derecho Justo” y el “Ensayo”), Miró Quesada pasó a defender,
como lo hace hasta hoy, que la ética (y el derecho y la política por extensión) se rige por un
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