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ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DE CHIMBORAZO

FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS


ESCUELA DE INGENIERÍA DE EMPRESAS

MATERIA:
DESARROLLO SOSTENIBLE

TÍTULO:
RESUMEN – AGENDA 2030

NOMBRE:
GUSQUI LESNY

DOCENTE:
ARQ. CESAR GARCÍA

SEMESTRE:
OCTAVO “3”

FECHA:
8 DE MAYO DEL 2019

RIOBAMBA – ECUADOR
1. INTRODUCCIÓN: LA DESCONEXIÓN ENTRE LA AGENDA
INTERNACIONAL Y EL DEBATE SOBRE EL DESARROLLO

El inicio del debate acerca del desarrollo se realizó en la mitad del siglo XX convirtiéndose
en un espacio de disputa teórica de diferentes teorías construidas desde cada vez más
disciplinas han ido conformando y ampliando el debate permitiendo extender la denominada
doctrina sobre desarrollo. Los ODS representan un camino hacia el desarrollo sostenible en
el que la acción común y la innovación son clave, no solo entre Estados -como había sucedido
con agendas internacionales de desarrollo anteriores- sino también con la participación de
nuevos actores del desarrollo, como el sector privado, la juventud, la sociedad civil y la
academia, entre otros.

La implementación total de la Agenda 2030 será liderada por los Estados Miembros, pero
representa una situación de “ganancia-ganancia” para todos los actores involucrados, para
las generaciones de hoy y las que vendrán mañana.

Dentro de las enormes variedades de maneras de entender y teorizar sobre el desarrollo


parece claro que ha habido un desplazamiento del núcleo del debate que ha permitido
evolucionar desde miradas unidimensionales que asimilaban la idea de desarrollo con la
existencia de bienestar material y de capacidad productiva, considerando que la parte más
declarativa de la declaración del Milenio es determinado como un adecuado diagnóstico,
enfocados a los objetivos , las metas y las indicadores han sido factores no claves lo cual no
estuvieron acorde al debate sobre el desarrollo que ayude a su desenvolvimiento.

La agenda internacional de desarrollo no constituye el único marco de referencia, ni siquiera


el más relevante, en el que se toman las principales decisiones que afectan a los problemas
centrales del desarrollo como la desigualdad, el cambio climático, la seguridad humana o los
derechos humanos.

2. ANÁLISIS CRÍTICO DE LA AGENDA 2030

La Agenda 2030 va más allá que su antecesor, los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Para
valorarla e interpretarla es necesario entender el proceso a través del que fue construida. Los
medios para implementarla son el resultado de las asimetrías de poder de los intervinientes.
Y no es una agenda acabada, sino un proceso que se completará mediante su reinterpretación
y apropiación por distintos actores.

Es cierto que en la elaboración de la Agenda 2030 han participado muchos actores. Pero, más
que un consenso, se trata de un agregado de cuestiones, visiones y propuestas en una
declaración más descriptiva de los desafíos que prescriptiva de las soluciones: los acuerdos
no son vinculantes. La Agenda 2030 para el desarrollo sostenible coloca en su centro a las
personas y el planeta y proporciona a la comunidad internacional el ímpetu que necesita para
trabajar unida a fin de abordar los enormes desafíos que enfrenta la humanidad, incluyendo
los relacionados con el mundo del trabajo.

Es importante conocer que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es, desde el 2016,
el marco para las iniciativas nacionales e internacionales en el campo del desarrollo
sostenible y de la lucha contra la pobreza. Los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible de
la Agenda 2030 reemplazan a los Objetivos de Desarrollo del Milenio y contiene 17
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 subobjetivos sobre temas tales como
erradicación de la pobreza extrema y del hambre, educación, salud, igualdad de género, agua,
energía, economía y empleo, biodiversidad y ecosistemas, así como sociedades pacíficas e
inclusivas.

La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible amplía objetivos, avanza hacia una lógica universal
y multidimensional del desarrollo, además de incorporar elementos relevantes para su
gobierno. El resultado último dependerá de cómo se desarrollen los 17 objetivos finales, que
tienen inconsistencias, contradicciones y omisiones que son producto de la suma de intereses
en juego. Tampoco se debe ignorar que los medios de implementación propuestos para el
cumplimiento de la Agenda son el resultado de las actuales asimetrías de poder de los
diferentes partícipes en su elaboración.

Los avances en el desarrollo a menudo se han medido en términos de ingresos medios


mejorados, disminución de la mortalidad infantil promedio y tasas de pobreza más bajas. Si
bien esos son avances importantes, la Agenda 2030 es clara: tenemos que hacer más. Los
promedios pueden ocultar que millones de personas permanecen en la pobreza, o que vuelven
a caer en ella, así como la discriminación estructural que excluye a las personas del progreso
del desarrollo.
La Agenda 2030 contiene notables contradicciones y presenta incoherencias serias en
relación al modelo de desarrollo que promueve en su conjunto. Destacan sobremanera el peso
específico que se le otorga al crecimiento económico como motor principal del desarrollo,
obviando o contradiciendo el arraigo social, ecológico y político de la economía; la
imposibilidad de incorporar medidas legalmente vinculantes y un sistema de sanciones a los
incumplidores; o que todos los denominados asuntos sistémicos, como la regulación de
mercados financieros, los mecanismos fiscales internacionales, la reorientación de los
mecanismos de negociación y desregulación comercial o la evaluación y gestión multilateral
de la problemática derivada de la deuda externa no hayan logrado concretar ninguna medida
específica entre los nuevos objetivos de desarrollo.

3. LA AGENDA COMO UN PROCESO INACABADO

En este factor nos permite evidenciar los procesos de su construcción se observan


contradicciones, límites y dilemas que la Agenda 2030 no podrá eludir. En un contexto global
de cambios en la distribución del poder internacional se sugiere considerar la Agenda 2030
como un proceso inacabado, como un espacio en disputa, pendiente de interpretaciones
políticas desde diferentes actores. Construir la narrativa sobre desarrollo humano desde una
perspectiva integral, universal y democrática exigirá considerar la nueva Agenda como un
proceso abierto y dinámico, como una agenda de agregados más que como un consenso
cerrado y suficiente, solo pendiente de implementación. El espacio político de la sociedad
civil global es precisamente contribuir a una narrativa sobre la Agenda 2030 compatible con
los derechos humanos y con el abordaje de cuestiones sistémicas nucleares para las
transformaciones pretendidas.

Aprendimos algunas lecciones de los primeros tres años de implementación de la Agenda


2030. Primero, que el reto de abordar transformaciones estructurales de la economía, la
sociedad y el medio ambiente compite con las agendas coyunturales del día a día. Esto no
significa que no se puedan dar respuestas simultaneas a problemas cortos y largos.

Tras casi tres años de la aprobación de la Agenda 2030, hay motivos para construir una
narrativa nueva sobre el desarrollo en la región basada en los esfuerzos de proteger logros
sociales y construir economías ecológicamente sostenibles, pero, sobre todo, definida por un
continente en perpetuo movimiento.
La Agenda 2030 necesita las mentes brillantes y la implacable dedicación de toda la sociedad:
los gobiernos y las Naciones Unidas no pueden hacerlo solos. Es necesario aprovechar los
conocimientos técnicos, la experiencia, la tecnología y los recursos financieros de las
empresas, el mundo académico, la sociedad civil y las personas para alcanzar los ambiciosos
objetivos en distintos contextos.

4. REFLEXIONES FINALES

En el 2015, varios Estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030 para
el Desarrollo Sostenible como hoja de ruta hacia un nuevo paradigma de desarrollo en el que
las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas toman un rol central. La Agenda
2030 cuenta con distintos objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que reemplazan los
Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y guiarán el trabajo de las Naciones Unidas hasta
el año 2030.

La Agenda 2030 es civilizatoria porque pone a las personas en el centro, tiene un enfoque de
derechos y busca un desarrollo sostenible global dentro de los limites planetarios. Es
universal ya que busca una alianza renovada donde todos los países participan por igual. Es
indivisible ya que integra los tres pilares del desarrollo sostenible, económico, social y
medioambiental, presentando así una visión holística del desarrollo.

Determinando que su enfoque principal se basa en el papel de la sociedad global y su


capacidad para ser parte activa en la transformación del poder estructural será un elemento
crucial para el futuro de la agenda. En concreto, será fundamental la capacidad e influencia
que esta tenga en la construcción de un marco de interpretación y una narrativa capaces de
ampliar los límites de la agenda y de hacerla interactuar con aquellas otras esferas del poder
estructural en las que se definen las cuestiones más determinantes para la configuración del
desarrollo.
COMENTARIO:

Es un tema muy importante porque hemos evidenciado anteriormente los planes de desarrollo
se han centrado principalmente en el progreso de los países en desarrollo, pero la realidad de
hoy es diferente. La mayoría de los pobres del mundo vive en países de ingresos medios, las
desigualdades dentro de los países están aumentando y las personas y comunidades de todo el
mundo sienten los efectos del cambio climático y la degradación del medio ambiente. Por eso,
la Agenda 2030 es universal y se aplica a todos los países y actores.

Se requiere que todas las naciones tomen acción climática, reduzcan el desempleo, fortalezcan
la igualdad de género y promuevan sociedades pacíficas, por nombrar algunas, si el mundo
quiere erradicar la pobreza y pasar a un desarrollo más sostenible. Los ODS reconocen que el
desarrollo debe equilibrar la sostenibilidad económica, social y ambiental, y que las
intervenciones en un área afectarán los resultados en otras de igual manera la naturaleza
indivisible de los ODS significa que no podemos elegir un tema en específico, sino que
debemos considerar la Agenda como un conjunto integrado.

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