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El Consejo Latinoamericano de Ciencias


Sociales (CLACSO) es una institución internacional
no-gubernamental con status asociativo en la UNESCO,
creada en 1967. Actualmente, reúne 609 centros de in-
duardo Archetti ha sido uno de los antropólogos más
conocidos y apreciados en América Latina. Esta es una
recopilación de su obra. Merecido homenaje de CLACSO, de
La tercera parte se centra en los estudios de la sierra ecuato-
riana y publicamos en versión completa el trabajo sobre “el Cuy”.
Este es quizás uno de los estudios antropológicos de mayor
Eduardo Archetti Eduardo Archetti nació en la provincia de San-
tiago del Estero el 12 de abril de 1943. Se formó en
la Universidad de Buenos Aires, donde tuvo vincu-
lación con intelectuales como Gino Germani, Juan
vestigación y posgrado en el campo de las ciencias sus colegas y amigos a un gran intelectual latinoamericano. calidad que se hayan hecho, no solamente en América Latina, y
sociales y las humanidades en 46 países de América
Latina, Estados Unidos, Canadá, Alemania, España,
Francia y Portugal.
Nacido en Santiago del Estero, Argentina, estudió
antropología en Buenos Aires y luego realizó sus estudios de
un modelo de análisis y metodología crítica. En este notable
trabajo Archetti muestra su potencial como antropólogo, convir-
Antología esencial Carlos Portantiero y Eliseo Verón. Cursó sus estu-
dios de posgrado en Francia, donde se convirtió en
èleve titulaire y candidato a Doctorat de Troisième
doctorado en Francia. Fue profesor de la Universidad de tiendo a este singular estudio en un modelo metodológico. Cycle, en l'Ecole Pratique des Hautes Etudes. Allí
Sus principales objetivos son:
• Promover la investigación social para el combate a la Oslo, FLACSO de Buenos Aires, y dirigió el Postgrado de De- La parte final se refiere a los estudios culturales que el obtuvo su doctorado francés en 1976. Archetti
pobreza y la desigualdad, el fortalecimiento de los sarrollo Rural de CLACSO en Quito, entre muchas otras antropólogo inició en lo que sería el período final de su había ingresado a l'Ecole con la aceptación y super-
derechos humanos y la participación democrática. visión de Alain Touraine. Además de los cursos que
actividades y responsabilidades. trabajo intelectual y su vida. Son estudios sobre los “elemen-
• Contribuir, desde los aportes de la investigación tomó por entonces con Claude Meillassoux, Mauri-
académica y del pensamiento crítico, a promover polí- Su obra es múltiple y la hemos dividido en cuatro tos fundantes” de la cultura argentina. El tango, el fútbol, las
ce Godelier, Leroy Ladurie, Dan Sperber, Georges
ticas de desarrollo sustentables en términos económi- momentos, que muchas veces fueron simultáneos o se actividades ecuestres; en fin: un conjunto de debates sobre la Balandier, y Claude Levi-Strauss, también cursó un

Eduardo Archetti
Antología esencial
cos, sociales y ambientales. trasladaron en el tiempo. masculinidad, el machismo y sus consecuencias, que sin duda seminario con un profesor visitante especialista en
• Tender puentes entre la investigación social y las En una primera parte de este libro consignamos los abren una mirada de gran perspectiva crítica. el Caribe, el norteamericano Sidney Mintz, quien lo
políticas públicas, impulsando acciones innovadoras,
creativas y viables ante los grandes desafíos sociales, estudios rurales y campesinos. Archetti fue un precursor Como toda clasificación, ésta es arbitraria, dejando fuera introdujo a la antropología social.
educativos, culturales y ambientales de América Latina y un referente insoslayable en los estudios agrarios y aspectos probablemente también importantes de su obra. No
y el Caribe.
sobre campesinado en América Latina. tenemos duda que esta recopilación será de gran utilidad para En 1976 fue designado como investigador y docen-
• Apoyar la formación de redes de investigadores/as e te en el Departamento de Antropología de la Uni-
instituciones que actúan en el campo de las ciencias En una segunda parte se publica parte de las investigacio- quienes trabajan en el pensamiento sociocultural, para la
versidad de Oslo. Ya instalado en Europa, comen-
sociales y las humanidades. nes que realizara junto a Kristi Anne Stølen, sobre los produc- antropología crítica, y seguramente será un texto obligado en zó a trabajar, junto a otros antropólogos europeos,
• Fortalecer los procesos de internacionalización aca- tores, muchos de ellos descendientes de colonos del norte de las escuelas de antropología, sociología, agronomía, desarro- en la creación de la Asociación Europea de Antro-
démica en América Latina y el Caribe. Santa Fe, en Argentina; se trata de un complejo y completo llo rural, y desarrollo cultural. pólogos Europeos (EASA), de la cual fue miembro
• Ampliar la cooperación y el diálogo académico fundador, secretario general, y editor de su revista
Sur-Sur y Norte-Sur.
estudio sobre sectores sociales y productivos pocas veces
analizados en nuestros países. JOSÉ BENGOA Social Anthropology / Antropologie Sociale entre
• Estimular el desarrollo y la consolidación de las
1999-2002.
ciencias sociales y del pensamiento crítico en los países
más pobres de América Latina y el Caribe.
• Intervenir en el debate público nacional y regional, Precursor de los estudios agrarios en América
aportando las perspectivas y contribuciones de la Latina y autor de una obra múltiple y profusa,
investigación social basada en resultados. Patrocinado por entre sus principales títulos se encuentran Explo-
• Colaborar con la formación de agentes gubernamen- tación familiar y acumulación de capital en el
tales, activistas sociales y profesionales de la prensa en campo argentino (con Kristi Anne Stølen, 1975);
temas sociales, educativos, culturales y ambientales, El cuy (1992); Hibridación, diversidad y genera-
acercándolos a problemáticas abordadas desde las cien-
Agencia Sueca de Desarrollo Internacional lización en el mundo ideológico del fútbol y el
cias sociales y a las evidencias que la investigación
social aporta. polo (1997); El potrero, la pista y el ring: Las
• Generar condiciones de acceso abierto a la producción patrias del deporte argentino (2001); Masculini-
académica latinoamericana y caribeña, contribuyendo a dades: fútbol, tango y polo en la Argentina.
la democratización del acceso al conocimiento y per-
mitiendo su más activa utilización por parte de los Selección e introducción a cargo de Falleció en Noruega en el año 2005.

JOSÉ BENGOA
gestores de políticas públicas, las organizaciones sociales
y ciudadanas, la prensa y el propio sistema universitario.

ISBN 978-987-722-237-1

COLECCIÓN ANTOLOGÍAS DEL PENSAMIENTO


9 789877 222371 SOCIAL LATINOAMERICANO Y CARIBEÑO
ARCHETTI

Black
Eduardo Archetti
Eduardo Archetti : antología esencial / Eduardo Archetti ... [et al.] ; prólogo
de José Bengoa. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : CLACSO,
2017.
Libro digital, PDF - (Antologías del pensamiento social latinoamericano y
caribeño / Gentili, Pablo)

Archivo Digital: descarga y online


ISBN 978-987-722-237-1

1. Pensamiento Social. 2. Antropología Social. 3. Campesino. I. Archetti,


Eduardo II. Bengoa, José, prolog.
CDD 306.4

Otros descriptores asignados por la Biblioteca virtual de CLACSO:


Antropología / Ciencias Sociales / Pensmaiento Crítico / Estudios Agrarios /
Campesinado / Estudios culturales / Masculinidades / Cultura / Deportes /
Estudios sobre el Gusto
Colección
Antologías del Pensamiento Social
Latinoamericano y Caribeño

Eduardo Archetti
Antología esencial

Selección e introducción a cargo de


José Bengoa
Colección Antologías del Pensamiento Social Latinoamericano y Caribeño
Director de la Colección: Pablo Gentili

CLACSO - Secretaría Ejecutiva


Pablo Gentili - Secretario Ejecutivo
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Primera edición
Eduardo Archetti. Antología esencial (Buenos Aires: CLACSO, marzo de 2017)

ISBN 978-987-722-237-1
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CLACSO
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no necesariamente refleja los puntos de vista de la Secretaría Ejecutiva de CLACSO.
Índice

Prólogo. Archetti........................................................................................................................ 11
José Bengoa
Entrevista a Eduardo Archetti (1995)...................................................................................... 17
Ana Domínguez Mon y Claudia Guebel
Ten years of Social Anthropology / Anthropologie Sociale. Ambiguities and
contradictions (2003)................................................................................................................. 29

PRIMERA PARTE
ESTUDIOS RURALES

1. Campesinos

Presentación a La organización de la unidad económica campesina de


Alexander V. Chayanov (1994).................................................................................................. 47
La comuna campesina en Rusia (1974)................................................................................... 61
Reseña de Las luchas campesinas del siglo XX de Eric R. Wolf (1973)............................ 79
2. Inmigrantes, campesinos y productores

Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones


generales de los colonos del norte de Santa Fe (1974)......................................................... 87
Eduardo P. Archetti y Kristi Anne Stølen
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares:
explotaciones agrícolas y tamberas de Santa Fe (1975)..................................................... 123
La herencia entre los colonos del norte de Santa Fe (1977)............................................... 149
Eduardo P. Archetti y Kristi Anne Stølen
Economía doméstica, estrategias de herencia y acumulación de capital:
la situación de la mujer en el norte de Santa Fé, Argentina (1978)................................... 173
Eduardo P. Archetti y Kristi Anne Stølen
Ideología y organización sindical: las ligas agrarias del norte de Santa Fe (1988).......... 193
Review from Futures lost: nostalgia and identity among italian immigrants
in Argentina from Arnoldd Schneider (2002)...................................................................... 219

3. Campesinos e Indígenas de la Sierra ecuatoriana

Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana (1986)............. 225


Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana (1980)........................................ 259
Eduardo P. Archetti y Kristi Anne Stølen
El mundo social y simbólico del Cuy (1992)......................................................................... 285
Una perspectiva antropológica sobre cambio cultural y desarrollo:
el caso del cuy en la Sierra ecuatoriana (2004).................................................................... 433

SEGUNDA PARTE
ESTUDIOS CULTURALES

1. Masculinidad, identidad y deportes

Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico: la creación del imaginario


del fútbol argentino (1995)...................................................................................................... 461
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico
del fútbol y el polo (1997)........................................................................................................ 499
Masculinidades múltiples: el mundo del tango y del fútbol
en la Argentina (1998).............................................................................................................. 533

2. Identidad , representación y cultura

Literatura popular urbana: el tango argentino (1995).......................................................... 555


Hibridación, pertenencia y localidad en la construcción de una
cocina nacional (1999)............................................................................................................. 589
El potrero, la pista y el ring: las patrias del deporte argentino (2001).............................. 611
El mundial de fútbol de 1978 en Argentina: victoria deportiva
y derrota moral (2004)............................................................................................................. 673
The spectacle of a heroic life. The case of Diego Maradona (2001).................................. 691
Review of Ballet across Borders: Career and Culture in the
World of Dancers (2000).......................................................................................................... 707
Review to Sport, identity and ethnicity (1999).................................................................. 711
Prólogo
ARCHETTI

José Bengoa

P robablemente es uno de los antropólogos


latinoamericanos más conocidos y, sin du-
da, uno de los más queridos. Murió joven y a
revolución, pensábamos, y con el tiempo nos
hemos venido dando cuenta que, efectivamen-
te, fue una revuelta campesina muy profunda.
pesar de ello su obra es enorme. Recibí una En Perú, aún se escuchaba el sonido militar de-
carta escrita pocos días antes de que fallecie- sarrollista de Velasco Alvarado, y en Ecuador
ra, llena de esperanzas e ideas. Vivía con su no eran pocas las voces que demandaban cam-
compañera noruega y sus hijos en Oslo. Allí bios profundos en el tradicional mundo rural,
era profesor. No había perdido el acento arras- sobre todo de la sierra. El curso de Magíster se
trado de sus orígenes de niño en Santiago del realizaba en la Universidad Católica, lo dirigía
Estero, de lo que se reía con cariño y nostal- Eduardo, y el Conejo Velasco, joven intelectual
gia. La vida lo había zarandeado por el mundo de las reformas, quien era nuestro referente y
como a tantos argentinos y latinoamericanos anfitrión. Era mediados de los setentas y los
de nuestra generación. movimientos campesinos seguían dando no-
Muchos autodenominados en esos años ticias. Archetti venía de estudiar junto con su
“agraristas”, o simplemente estudiosos del agro compañera Kristi Anne Stølen, a los colonos ar-
(“agrarios”), coincidimos en Quito para una gentinos de la provincia de Santa Fe, una suer-
Maestría de dos años organizada por CLACSO, te de “farmers” ni campesinos tan pobres, ni
quien hoy día publica sus escritos. Algunos éra- capitalistas tan ricos, y de haber publicado un
mos profesores jóvenes y otros eran alumnos libro en Siglo XXI, editorial de mucho prestigio
viejos. Eran los finales de los tiempos de las re- en ese momento. Archetti había escrito su tesis
formas agrarias. La de Chile, mi país, había con- de doctorado en la Sorbona, en París, acerca
cluido sangrientamente. Había sido casi una de las Ligas Agrarias, el movimiento campesi-
12 Eduardo Archetti - Antología esencial

no que se había formado en el norte argentino eran de Eduardo Archetti. A pesar de los años
y que tuvo mucha importancia en esos años. transcurridos, desde los años veinte del mismo
La Revista Latinoamericana de Estudios Ru- siglo, no se conocía a ese autor en los círculos
rales, publicada con increíble entusiasmo en agraristas latinoamericanos. Recién en 1966
Colombia, daba cuenta y sigue dando, de los Teodoro Shanin había comenzado a hablar en
debates de aquellos años. Desde discusiones inglés de este autor. La lectura de esa obra fue
casi bizantinas acerca de las vías del capitalis- determinante. Formalizaba las intuiciones que
mo latinoamericano, a investigaciones empíri- muchos partidarios del campesinado, o cam-
camente minuciosas, aparecen en esas páginas pesinistas directamente, suponían. La teoría
que afortunadamente quedaron para la historia de las ventajas de la producción campesina
de las ideas en nuestro continente. Muchos de frente a la agricultura capitalista empresarial, a
quienes escribían en esas páginas pasaban por muchos nos condujo a comprender las causas
Quito, donde asistíamos a debates intermina- de las derrotas que habían ocurrido en las re-
bles, en medio de hornados, gapingachos y mu- formas agrarias recientes. Entendimos el anti
chos rones. campesinismo de las corrientes leninistas y so-
Muchos éramos campesinistas y sin saberlo, bre todo stalinistas que dominaban, a veces sin
chayanovistas. Conocíamos los debates rusos saberlo, en la izquierda latinoamericana. Mira-
mejor que los nuestros, pero no sabíamos con- do desde el tiempo presente, quizá nos llegaron
tra quien estaba peleando, teóricamente al me- un poco tarde esas sabias lecturas, pero eso
nos, Vladimir Ilich, bien conocido como Lenin. no es responsabilidad de Archetti, quien por
Archetti tiene el mérito mayor de haber traído el contrario fue el primero que osó romper el
al continente la obra de Chayanov, el fundador monopolio de las Obras Escogidas, cuando no
y padre del campesinismo ruso moderno. La Completas, de la Editorial Progreso de Moscú.
Editorial Nueva Visión publicó el año 1974 la Largos debates se dieron cita entre los agra-
primera versión en español conocida por un rios, si acaso la tendencia a la proletarización
público amplio (Chayanov, Alexander V. 1925: del campesinado profetizada por Lenin era
La organización de la unidad económica irreductible, o la persistencia del campesinado
campesina. Ediciones Nueva Visión, Buenos iba a triunfar, como una forma de resistencia
Aires, 1974). La Introducción y comentarios frente al capitalismo arrasador. David Lehman
Prólogo | José Bengoa 13

de Cambridge, en la revista ya citada, terciaba tales experiencias del Cono Sur, las que en su
“Ni Lenin, ni Chayanov”. Orlando Plaza publicó mayor violencia represiva mirábamos aterrori-
a través de Desco, en Lima una serie de artícu- zados desde las alturas del altiplano andino.
los presididos por los estudios de Archetti, con Archetti tuvo una larga y fecunda etapa
textos de Shanin, Chayanov y campesinistas ruralista o agrarista. Sus estudios de los pro-
latinoamericanos titulado “Economía Campe- ductores agrícolas en Santa Fe, las teorías cha-
sina”, que ha sacado múltiples ediciones y que yanovistas, las investigaciones sobre la vida
aún hace poco ha sido reeditada. Ha sido texto de los campesinos en Ecuador, en particular
obligatorio en las universidades y muchos se- sobre sus comidas y los famosos “cuyes”, creo
guramente creen que Archetti y Chayanov eran que lo llenaron de entusiasmo. Porque la elec-
íntimos amigos, cosa de la que más de algunas ción de esas temáticas implicaba una apuesta
vez ironizamos y nos reímos. por los pobres del campo, para decirlo de un
Chayanov habiendo sido un científico pro- modo directo y sencillo, aunque hoy día sue-
ponía también un modelo social; en el libro ne pretencioso. Archetti provenía de Santiago
Viaje de mi hermano Alexis al país de la uto- del Estero, la provincia o una de las provincias,
pía campesina, aparecía un mundo maravillo- más pobres de la Argentina. Se producía pro-
so que conducía a que quienes nos dedicába- bablemente un enganche misterioso entre los
mos al mundo rural, tuviéramos algo más que orígenes y las preocupaciones intelectuales.
discusiones teóricas. Eran años de izquierdas En buena medida los agraristas de esos años
encontradas, sin duda. La guerra fría se conge- comulgábamos una suerte de sentido de la rei-
laba cada vez más y asistíamos a la sovietiza- vindicación común, una protesta por las con-
ción incluso de la Revolución Cubana con todo diciones que se vivían en el campo latinoame-
su caribeño encanto. La mirada que proponía ricano, una molestia por ello que se volcaba en
Archetti y que lo hacía acercarse al economista la necesidad de comprender lo mejor posible
agrario ruso, desde mi punto de vista, conducía esos procesos. Me atrevería a sugerir además,
a pensar en alternativas populares más liberta- que el pertenecer a esa cohorte de agraristas
rias, menos autoritarias. Estábamos en Quito, tenía algo de camaradería anti oligárquica y un
en el centro del mundo, como irónicamente buen poco de plebeyismo, gustos más univer-
solíamos decir, y veníamos saliendo de las bru- sales, formas más democráticas de relacionar-
14 Eduardo Archetti - Antología esencial

se, cultura latinoamericana horizontal, y algo Mirado con el paso del tiempo fue el último
de desprecio por los ricachos dueños de la tie- campanazo de los movimientos agrarios cam-
rra, por lo general incultos y no pocas veces de pesinos. Terminó en declaraciones, gobiernos
horca y cuchillo. de ex guerrilleros acusados de corrupción, a-
Sin embargo se apresuraba, sin prisa ni pau- lianzas espurias que dejaron por cierto fuera
sa, la década del ochenta, “la década perdida”, a las masas campesinas que habían servido de
como le llamaron muchos. Los procesos cam- carne de cañón.
pesinos que habían sido en muchos casos es- Se fue produciendo un curioso proceso que
peranzadores se fueron agotando o fueron gol- va a tener una importancia increíble a partir
peados y eliminados por la fuerza. Eso ocurrió de la década del noventa del siglo pasado. Los
principalmente en América del Sur: en pocos campesinos, muchas veces derrotados, van a
años no quedaba ni rastro de las esperanzas comenzar un proceso de transformaciones in-
desatadas por las reformas agrarias. Por el ternas. Se transformarán en indígenas, los que
contrario, un reguero de miseria se abalanza- antes se autodenominaban o eran tildados de
ba sobre los campesinos: expulsiones de las campesinos. Desde la revolución boliviana co-
antiguas haciendas, marcha hacia el oriente chabambina, la guatemalteca de Arbenz, la pe-
de masas pauperizadas al golpe del hacha y el ruana de Velasco, los movimientos ecuatoria-
fuego, oleadas de migración a las ciudades, en nos y colombianos, se veían a sí mismos como
fin, prolegómenos de lo que iban a ser los años campesinos y de pronto comienzan a cambiar
de las exportaciones de productos agrícolas, el lenguaje. Dicho de una manera brutal, los
de la empresa sin control, y más aún del auge “agraristas” nos quedamos sin el sujeto en
de la producción campesina de productos li- quien habíamos depositado nuestro romanti-
gados a las drogas, como única alternativa de cismo utopista. Chayanov, que nos había expli-
sobrevivencia. cado el funcionamiento de la familia campesi-
En Centroamérica se habían fundido los na, se quedaba limitado frente a la emergencia
campesinos en un levantamiento complejo, de los indígenas, con ideas o propuestas au-
a veces confuso, y violento. Nicaragua sandi- daces, de cosmovisiones, comunidades supra
nista cantaba que “Cristo había nacido en Pa- familiares, en fin, un lenguaje provocativo. El
lacaguina”, y Guatemala y El Salvador ardían. cambio entre los lenguajes agrarios de los se-
Prólogo | José Bengoa 15

sentas y setentas y los lenguajes “indianistas” la imagen cepaliana del desarrollo. Ahí comien-
de los ochenta va a ser profundo. El tema del za una segunda y fructífera etapa de los traba-
“desarrollo” que dominaba las preocupaciones jos de Archetti. Es una reflexión sobre el sí mis-
sesenteras, se cambió por el “no desarrollo”, mo. Ya no es un sujeto ajeno, el campesinado,
el conservacionismo, la voluntad de persistir con normas, conductas, valores diferentes, que
en sistemas culturales premodernos, la perma- a lo más se unía en el Santiagueño que algu-
nencia de la comunidad indígena, la importan- na vez fue de niño. Es el tema de lo masculino
cia de sus territorios, y finalmente en las as- en la cultura argentina moderna, es el tango,
piraciones de autonomía y no necesariamente el fútbol, las comidas, las culturas en las que
de integración. Archetti vivía inmerso, miradas con la lejanía
Los agraristas tomamos dos caminos, unos mínima de la Universidad de Oslo. Barsky me
seguimos a los campesinos en su transforma- contaba que uno de sus últimos proyectos con-
ción a indígenas y otros, como Archetti, ingre- juntos era una biografía de Maradona. Unía,
saron en las complejidades de las sociedades quizás, el cariño por ese país del que se había
modernas latinoamericanas y, en particular ido y al que volvía de vez en cuando, sin ánimo
en este caso, de Argentina. Nuevos temas se de quedarse, con una cierta sonrisa irónica, de
abalanzaban sobre los intelectuales latinoame- quien sabe que las cosas son confusas. Diego
ricanos y sobre todo quienes estaban lejos de Armando, el héroe del barrio La Boca, reunía
su país como Eduardo. Identidades, naciones, quizá esos elementos contradictorios que le
masculinidades, símbolos, esto es, un conjunto permitían a Archetti jugar con las identidades,
de preguntas acerca de lo que somos. La antro- una nación contradictoria, un macho que de
pología europea y sobre todo norteamericana, vez en vez se cae y pone a llorar delante de las
exploraba cada vez con mayor dedicación, cámaras. Combinación de esperpentos y fanta-
nuevos derroteros. Podríamos decir que no sías, como símbolo de lo que han llegado a ser
solamente el actor campesino desaparecía de nuestros países a fines del siglo veinte.
la mirada antropológica sino que lo que había Y en este terreno Archetti también abrió
sido el objeto/sujeto de estudios etnográficos caminos; la nueva Antropología se iba salien-
mostraba signos de agotamiento. Un viraje im- do del mundo de la ruralidad, de las comuni-
portante ocurría “hacia adentro”, jugando con dades indígenas, de esos espacios, nominados
16 Eduardo Archetti - Antología esencial

como “primitivos”, donde crecieron los Boas, ventes y curiosas que a veces hablan mucho
Malinowskis, Levi Strauss, y tantos otros. Ese más que una encuesta o una enumeración de
mundo en proceso de desaparición iba dando ritos y costumbres.
espacio a otras temáticas, la “antropología de Muchas facetas de la vida y obra de Archet-
los mundos contemporáneos”, se podría de- ti quedan fuera de esta compilación. Hay épo-
cir. Y esa corriente ha sido cada vez más rica y cas que no conocí, como algunos años que via-
productiva. Los métodos y categorías con que jó bastante por África. Probablemente alguien
se analizaba las pequeñas comunidades sobre- rescatará esos trabajos. Lo hemos dividido en
vivientes, las llamadas “sociedades frías” pro- dos partes: los Estudios Rurales y los Estu-
ducían sorprendentes resultados al estudiar las dios Culturales, que no se refieren al concepto
“sociedades calientes”, aquellas en las que el norteamericano posmodernista de “cultural
propio antropólogo vivía y se confundía. Fue studies”, sino simplemente que son investiga-
la apuesta de Archetti, sin duda exitosa, la que ciones y trabajos sobre la cultura argentina en
abrió un camino disciplinario que hoy es fuen- particular.
te de creciente interés. Fue un camino también Debo de agradecer a Pablo Gentili, Secreta-
de incertezas. Porque la antropología que ha- rio Ejecutivo de la Clacso, que me pidió hacer
bía buscado objetividades, fue dominada por esta compilación que me honra; a Kristi Anne
un mundo de lenguajes aproximativos, críticas que me ha apoyado en esta tarea y por cierto a
a la ciencia como externalidad, miradas envol- quienes trabajaron en la edición de este libro.
Entrevista a
Eduardo Archetti*
por Ana Domínguez Mon**
y Claudia Guebel***

E duardo Archetti estudió Sociología en la


UBA entre los años 1962-1967. Estudio An-
tropología en Francia entre los años 1968-1973,
ha sido Secretario General de la Asociación Eu-
ropea de Antropología Social.

en la Ecole de Hautes Etudes, y realizó el traba- Ana Domínguez Mon: Eduardo, nos intere-
jo de campo para la tesis de doctorado con los saba comenzar esta entrevista con un plan-
colonos friulanos del Norte de la Provincia de teo general acerca de la Antropología Social
Santa Fe, defendiendo la tesis doctoral en 1976. en Europa. ¿Cuáles son los temas que en este
A partir de 1975 ha estado asociado a la Uni- momento se manejan? ¿Qué tendencias tiene
versidad de Oslo, Noruega; entró a la misma y cómo se desarrolla la profesión de antropó-
como Fellow (Beca de Iniciación), y a partir de logo en Europa en este momento?
1986 es Profesor. Ha hecho trabajo de campo Eduardo Archetti: Hay muchísimas varia-
en Ecuador, el Norte de Zambia, en el Oeste ciones regionales, y hasta nacionales. Hay un
de Burkina Faso, en los Juegos Olímpicos de polo muy “conservador”, que está representa-
Albertville y Lillehammer, y ahora trabaja en do por las tradiciones “fuertes”, tanto británica
Argentina sobre Mundos Morales Masculinos como francesa y la alemana con la rémora del
(Fútbol, Tango, Polo), y desde 1991 hasta 1994 peso etnológico. En Alemania, prácticamente,
la antropología social moderna, no llega ni a
* Esta entrevista fue publicada en PUBLICAR en An- la mitad de los que la practican en Argentina.
tropología y Ciencias Sociales 1995 Nº5, año 4, agosto. Allí muchas cátedras están dominadas por et-
** Dra. Ana Domínguez Mon. Antropóloga. nólogos tradicionales que hacen un tipo de et-
*** M.A. Claudia Guebel. Miembro de la Comisión Di- nografía muy descriptiva, poco teórica, con un
rectiva del Colegio de Graduados en Antropología. énfasis muy tradicional, debido a la influencia
18 Eduardo Archetti - Antología esencial

historicista que, pese a todo se ha mantenido. enseña metodología y técnica, es algo que uno
El caso alemán es muy interesante, incluso aprende en la relación con el maestro que le
desde la perspectiva de la Asociación Europea transmite esa experiencia y que uno descubre;
de Antropología Social porque allí hemos te- un antropólogo se hace en el trabajo de campo.
nido problemas para tener miembros, compa- La praxis individual más la influencia de estar
rativamente con otros países, y ésto se debe con el maestro lo convierte a uno en antropó-
fundamentalmente a la coexistencia de estas logo. Esta tradición británica-francesa, —con
tradiciones. En los casos francés y británico, sus diferencias— es la más sólida, la más fuer-
hay un enfoque muy tradicional de defensa de te, la de más peso; es la tradición respecto a la
lo que fue la antropología social codificada por cual el resto de los europeos se miden positi-
Durkheim, Mauss y la tradición británica; allí va o negativamente. No hay otra tradición. La
las tradiciones etnográficas de hacer trabajo tradición historicista alemana es la tradición
sobre lo “primitivo” es muy fuerte, y dominan- negativa; es lo que efectivamente no se debería
te como tendencia. Son un polo de gran exce- hacer en la antropología europea. Lo negativo,
lencia académica pero muy tradicional y muy en la tradición británica y francesa es que, al
resistente; por ejemplo, hay cierta suspicacia no haber un énfasis en el trabajo sobre la so-
frente a la influencia del psicoanálisis o de la ciedad moderna y al haber una retracción del
psicología en la disciplina, a diferencia de la dinero para investigar, hay poca salida ocupa-
antropología norteamericana que cuenta con cional para antropólogos jóvenes, por lo tanto
una vieja tradición que comienza antes de Mar- hay dificultades para reclutarlos. De este modo
garet Mead. En Francia e Inglaterra la antropo- se genera un círculo vicioso en el que si no hay
logía es más tradicional incluso en la manera un énfasis en la sociedad moderna, la sociedad
de enseñar, en la manera en la cual se reali- donde los antropólogos viven, hay problemas
za todo el ritual de antropólogo, porque esta para convencer a los consejos de investigacio-
prácticamente fundado sobre la relación discí- nes de que efectivamente esas excentricidades
pulo/maestro. Es decir, excepto en los cursos que uno hace son necesarias. Sobre todo en
para maestrías cortas, —muchas de ellas sin momentos donde incluso nosotros hablamos
tesis— , la formación se hace individualmente. de globalización, donde aparentemente lo pri-
En las universidades inglesas y francesas no se mitivo es cada vez menos primitivo. Frente a
Entrevista a Eduardo Archetti | por Ana Domínguez Mon y Claudia Guebel 19

ese polo tradicional, ha habido cambios. Lo que EA: La tradición dominante —y es una tra-
uno ve tanto en Francia como en Inglaterra, es dición que efectivamente yo de alguna manera
un cambio hacia el estudio de sociedades mo- comparto— es la de esta relación con quien
dernas, incluso de sus propias sociedades. Lo tiene la experiencia de trabajo de campo, y
que ha ayudado a la antropología europea a es una experiencia que se transfiere; es hasta
descentrarse,—a esta antropología de la que psicoanalítico, si ustedes quieren. Es decir, no
he estado hablando, de grandes tradiciones—, hay ninguna otra disciplina en ciencias sociales
es la presencia de inmigrantes en las grandes donde realmente esta relación con el maestro
ciudades inglesas y francesas. Ha habido un sea tan fuerte como en la tradición francesa
avance en esa línea de trabajo, por ejemplo so- y británica. Este tipo de transferencia es su-
bre los hindúes en Londres, sobre el carnaval mamente importante. Hasta hace muy poco,
de los jamaiquinos, etc.; y han habido aportes en muchas de las universidades tradicionales,
sustanciales, en el caso de Althabe, en Fran- sólo había un profesor por departamento, un
cia, el caso de Cohen, en Inglaterra, que ha tra- profesor titular, catedrático, y el resto eran
bajado sobre sociedades modernas, sobre los asociados o asistentes. Por ejemplo, Gluck-
yuppies de la city, etc. Pero, pese a esto, en la mann era el único profesor en Manchester, en
tradición británica-francesa uno no es antro- cambio Leach nunca llegó a ser profesor, llegó
pólogo si no tiene un “baño de primitividad”, a ser reader, porque el profesor era Fortes. En
primitividad en el sentido tradicional, tal como ese sentido aparece la importancia del profe-
ellos lo definen, por la distancia cultural. A ma- sor como catedrático, como maestro, y como
yor distancia con el otro mayor posibilidades maestro de una Escuela. En la tradición fran-
uno tiene de entender al otro, es la distancia lo cesa es similar; pero la diferencia es que en el
que permite entender al otro. lugar donde mejor se enseña, en la Ecole des
Hautes Etudes, hay muchos catedráticos.
ADM: Vos hablaste de la vinculación estrecha
entre maestro y alumno y este “aprender en el ADM: ¿Pero trabajan como equipo?
campo”, y me gustaría saber, qué otras posi- EA: Trabajan como equipo. Hay una tradi-
bilidades hay de aprender que no sean en el ción que viene de la Année Sociologique, desde
campo? Durkheim de trabajar en equipo, que después
20 Eduardo Archetti - Antología esencial

Mauss la continúa. Van Gennep aparece como sidades Inglesas se continúa con esta tradición
el ejemplo negativo, de lo que no hay que hacer de un solo profesor.
en Francia, porque él se aisla totalmente en sus
polémicas con Durkheim, y no crea escuela; Claudia Guebel: ¿Pero mantienen ese tipo de
pero los otros trabajan en equipo. En Francia relación, maestro-discípulo?
hay una larga tradición de trabajar en equipo EA: Absolutamente. Uno se presenta di-
que favorece al fortalecimiento de la relación ciendo “soy el alumno de fulano de tal, estoy
con el maestro; uno entra a trabajar con Gode- haciendo mi tesis con fulano de tal”. Uno dice
lier y trabaja con Godelier y con los alumnos “vengo de Cambridge” pero “estoy hacienda la
de él. Pero si uno trabaja con Godelier no pue- tesis con fulano de tal”.
de trabajar con Meillassoux, es absolutamen-
te impensable. Este sistema favorece ese tipo CG: ¿Cómo es el aprendizaje de la disciplina?
de relación, es un estilo pedagógico que tiene EA: Uno hace un largo aprendizaje. Yo creo
mucha adherencia intelectual, de capacidad de que es un aprendizaje penoso para la sober-
transferencia por parte del maestro y en última bia argentina, pero de la humildad es que uno
instancia, los jóvenes se someten a la tiranía o aprende. Creo que un antropólogo es como un
al genio o combinadas —genio y tiranía— de buen vino: necesita mucho tiempo para madu-
un maestro . Esa tradición es bastante diferen- rar. Es decir, un antropólogo produce sus me-
te de la tradición norteamericana. jores obras a los 50-60 años. Uno puede pro-
Ese es el punto referencial. Hoy en día con ducir una buena monografía antes, o dos mo-
la expansión que ha habido de la antropología nografías, pero las contribuciones teóricas son
en el resto de Europa, ese modelo original ha por lo general en la madurez. Al revés de un
sufrido algunos cambios. Por ejemplo en In- matemático que a los 30 años es un viejo, está
glaterra, ya tienen algunos departamentos con agotado, ha producido lo máximo. La mente de
varios profesores; es el caso de Manchester, un antropólogo necesita ese tipo de aprendi-
que llegó a tener tres profesores, o el de la Lon- zaje, y a la vez, uno aprende con alguien. En
don School donde hay varios, o en la School of este sistema hay cierta humildad, es un sistema
Oriental Africal Studies donde también hay va- artesanal donde uno va pasando de aprendiz a
rios… Sin embargo, en muchas de las Univer- maestro, es un ritual de iniciación en un cono-
Entrevista a Eduardo Archetti | por Ana Domínguez Mon y Claudia Guebel 21

cimiento esotérico donde el trabajo de campo CG: Cuando se va a trabajar, por ejemplo a
es lo esotérico, combinado con la sociedad Oxford con una persona determinada, ¿se va
esotérica que uno va a visitar, que es ajena a a trabajar con los proyectos de este maestro o
la de uno, o sea que ese grado de esoterismo con proyectos propios?
permite este tipo de aprendizaje. Por eso cuan- EA: En Francia la asignación es más bien
do uno sólo hace antropología de su sociedad por afinidad personal o teórica. En cambio en
esto es casi imposible porque todos los alum- Inglaterra es por la dimensión etnográfica. Si
nos en principio son también maestros, porque yo voy a Oxford, y quiero trabajar sobre Amé-
viven en la misma sociedad y tienen derecho a rica Latina, seguramente voy a caer en las ma-
omitir opiniones y tienen un modelo de cómo nos de Peter Riviére, que es el que hace Amé-
esa sociedad funciona. Es decir que uno ten- rica Latina; y en cambio, si quiero trabajar
dría que discutir cuáles son las estrategias para sobre el mediterráneo voy a caer en las manos
la creación de un conocimiento antropológico de John Davis; es decir que la asignación pasa
en el cual efectivamente lo esotérico ha sido por el lado de la etnografía. En Inglaterra, la
lo fundamental, como la práctica en psicoanáli- cuestión etnográfica es el criterio fundamen-
sis. Esto es algo fundamental, y me parece que tal. Esto lo relata muy bien Adam Kuper en
debería conservarse, no digo en la forma tra- un artículo, donde cuenta cómo cayó del lado
dicional británico-francesa, pero creo que ese de Fortes porque iba a trabajar en África, y
modelo de aprendizaje tiene sus virtudes. Aquí Fortes era africanista de Cambridge, pese a
uno entra en la facultad, —calculo que debe ser que a Kuper le hubiera gustado más trabajar
como en mis épocas—, y ya al año se siente con Leach, pero ésto era absolutamente im-
con derecho a enjuiciar, digamos, el tema del pensable porque Leach trabajaba en Asia. En
maestro. Hay el derecho de enjuiciar lo que Francia en cambio, la asignación es por afini-
supuestamente representa la autoridad, que dad teórica. Por ejemplo, si yo tengo mucha
también tiene sus ventajas, sin lugar a dudas. afinidad con Dumont, yo podría trabajar so-
Ahora, también creo que existen muchas almas bre la Argentina con Dumont sin problemas,
cortadas y carreras truncadas por el sistema pese a que él hace etnografía de la India. Hay
autoritario francés o británico. O sea, yo diría muchos dumontianos que no son indólogos.
que hay una cosa y la otra. Por otro lado, la asignación de puestos tanto
22 Eduardo Archetti - Antología esencial

en Francia como en Inglaterra, y también en Francia y en Inglaterra. No como en Estados


Noruega, tiene que ver con la etnografía. En Unidos que hay muchos exámenes.
Noruega, cuando nosotros damos un puesto
a alguien, siempre pensamos si todas las et- CG: Cuando comenzamos la entrevista, co-
nografías están cubiertas, si falta alguien en mentaste que en Europa, en antropología,
la India entonces el próximo puesto libre es había una corriente “conservadora”, con una
para alguien de la India. África, India, Pacífi- etnografía descriptiva sin teoría. Podrías
co, Melanesia, América Latina, Amazonas, An- aclarar un poco más de qué se trata, y cómo
des, se tratan de cubrir todas las etnografías. la distinguen de una buena etnografía?
La construcción del conocimiento antropoló- EA: Nosotros siempre discutimos los crite-
gico es sobre la base de las etnografías, de la rios para distinguir una etnografía buena de
acumulación empírica. No hay ningún Depar- una etnografía mala. Hay muchísima etnogra-
tamento en serio que no esté armado sobre la fía tradicional francesa incluso, que es una
base de etnografías. De allí que la historia de etnografía muy descriptiva, —para no decir
la antropología del primer mundo es diferen- solamente la alemana, lo cual me parecería
te de la historia de la antropología del tercer sumamente injusto—, donde realmente no hay
mundo. Por lo general los antropólogos del ninguna problematización teórica. Se puede
tercer mundo estudian sus propias socieda- describir sistemas de parentesco de una mane-
des; los mejicanos trabajan sobre Méjico, los ra muy precisa, muy compleja sin que se tenga
brasileños sobre Brasil, los argentinos sobre un problema teórico, sin que se tenga algo para
la Argentina. Esto creo que marca una diferen- resolver. Se pueden hacer descripciones muy
cia fundamental, incluso cuando uno va como minuciosas de circuitos de intercambio eco-
estudiante del tercer mundo al primer mundo, nómico, formas de producción, tecnología, sin
se espera que uno haga su trabajo de campo que efectivamente se tenga un problema teóri-
en el país de donde uno viene. Esto también co. Creo que una buena etnografía es una re-
marca una diferencia fundamental en cómo lación balanceada entre una gran masa de ob-
se enseña. Por otro lado, los posgrados están servaciones empíricas, que se transforman en
poco estructurados. Los posgrados, las maes- datos a partir de la lectura teórica. Todo lo que
trías, los doctorados son muy abiertos, en es muy descriptivo puede ser muy útil, pero no
Entrevista a Eduardo Archetti | por Ana Domínguez Mon y Claudia Guebel 23

es la etnografía que yo llamaría moderna, que sin lo otro. De hecho, en la historia de la disci-
permite el avance teórico de la disciplina. plina ha habido préstamos que hemos tomado
de otras disciplinas que han permitido avances.
CG: ¿Cómo sería una etnografía moderna?
EA: Cuando yo hablo de etnografía descrip- ADM: Qué tipo de material empírico constru-
tiva es la que presenta de una manera más o ye el núcleo central, para vos, de nuestra dis-
menos sistemática un conjunto de observacio- ciplina?
nes empíricas sobre la sociedad que uno ha ob- EA: Sobre eso hay bastante discusión, a par-
servado. Supongamos que yo describo de una tir de las críticas de los posmodernistas. Por un
manera muy minuciosa todos los tatuajes y lado está el rechazo de la antropología históri-
decoraciones corporales que yo he observado, ca, en el caso de los británicos, pese al último
sin crear sentido entre eso y la concepción del Evans Pritchard que realmente reivindicó la
cuerpo, reflexiones sobre la persona, la iden- antropología histórica. Ellos trabajaron mucho
tidad…, es decir, como una acumulación de sobre historia oral, pero eso es seguir traba-
datos. Pero, la antropología no puede avanzar jando sobre la disciplina, sobre todo en África
si la masa etnográfica no se acrecienta. Eso es donde realmente se tiene que hacer historia
muy importante. Pero también a la vez, la dis- oral, en gran parte porque no había archivos e
ciplina no puede avanzar si esa masa no permi- iban a reconstruir los reinados del pasado, has-
te elaboraciones teóricas. Un dato para mí es ta la época colonial. Se suponía que no había
una elaboración empírica que se transforma en archivos, pero ahora aparentemente sí los hay
dato sólo a partir de la mirada teórica que, an- a partir del comercio con los árabes. Porque en
tes o después, le da sentido a esa observación. antropología, las fuentes de nuestros datos vie-
Entonces cuando yo digo “la etnografía tradi- nen de lo oral, vienen de la observación visual,
cional”, me estoy refiriendo a la otra. Yo creo vienen de las cosas que nos entran por los oí-
que hay que hacerlas de otra manera. Creo que dos, por el olfato. Muy pocas cosas vienen, teó-
cuanto más observaciones empíricas tenemos, ricamente en la disciplina, de lo escrito. Recién
la disciplina tendrá un mayor grado de riqueza, cuando comenzamos a trabajar con socieda-
de acumulación empírica. Eso no quiere decir des complejas, lo escrito cobra mucha impor-
que no podamos avanzar teóricamente también tancia. En el caso de India se podía realmente
24 Eduardo Archetti - Antología esencial

confrontar, pues uno estaba parado ante una la antropología ocupa un lugar central, por
civilización con una larga tradición, muy pare- toda una serie de razones. Por la presencia del
cida a la tradición nuestra de la producción de “otro”, por los conflictos étnicos y religiosos,
sentido y de la información escrita. A partir de por el hecho de que repentinamente Europa
lo escrito hay un nuevo tipo de reflexión que es un mosaico de sociedades, donde coexisten
creo que es importante hacer en antropología: en un espacio muy reducido, una gran densi-
la relación entre lo escrito y lo oral por un lado, dad sociológica-histórica. Sociedades que han
y la relación entre el presente etnográfico, es conservado no sólo sus idiomas sino todas sus
decir el año que uno está en una sociedad, y formas dialectales; sociedades que han impre-
la perspectiva histórica. Tanto la antropología so su identidad en todo lo que han hecho a lo
británica como la antropología francesa tienen largo del tiempo, desde los quesos hasta la ar-
muchísimas resistencias a lo que uno ahora quitectura. Eso hace que efectivamente la an-
llama antropología histórica. Es decir, trabajar tropología sea una disciplina central y con un
sobre archivos, hacer una lectura de archivos, gran desarrollo en todos los países europeos.
hacer una lectura de datos al estilo antropoló- Pero además hay sorpresas. El desarrollo de la
gico. En Historia, sucedió al revés, la historia antropología en España es fabuloso.
se antropologizó. Si ha ocurrido algo nuevo en
la antropología británica, francesa y europea, ADM: ¿Qué hacen allí los antropólogos?
es el avance actual de la antropología histórica. EA: Los antropólogos están escribiendo la
Es importante recuperar el hacer antropología historia de cada pequeña sociedad española,
histórica en serio. en la actualidad. En muchos casos son histo-
rias de pueblos de las cuales los abuelos de
ADM: ¿Nos podés contar del impacto de la an- los antropólogos venían, lo mismo sucede en
tropología en los historiadores? ¿Cómo se ve Portugal. Mucha de la mejor etnografía actual
este peso en Europa de la antropología en re- —que es muy buena, realmente— portuguesa y
lación a las otras ciencias? española, trata de eso; los abuelos de los antro-
EA: Es curioso, pero por lo que me dicen, pólogos venían de ese pueblo y entonces ellos
habría una cierta marginalidad de la antropo- veraneaban en ese lugar, y tienen todos los con-
logía en la Argentina, en cambio, en Europa, tactos y eso les permite volver a la sociedad y
Entrevista a Eduardo Archetti | por Ana Domínguez Mon y Claudia Guebel 25

hacer ese tipo de etnografías. Hay por un lado, grafía primitiva, en la cual uno hacía largos
un renacimiento de las identidades locales. La trabajos de campo, —con la tradición britá-
presencia en Europa de lo supranacional, por nica un año y medio—, uno volvía, estaba
el Mercado Común y los cambios en el Este, medio año, discutía con su maestro, volvía
ha producido un renacimiento de identidades al campo, etc., etc. Esas condiciones prác-
íntimas, locales, y el renacimiento de formas ticamente ya no existen; eso ha llevado al
rituales que uno imaginaba que iban a quedar achicamiento del trabajo de campo. El achi-
perimidas por la modernización. O sea que, al camiento es posible ahora porque es mucho
mismo tiempo que la sociedad europea se mo- más fácil aprender el idioma antes de irse, la
derniza, paradojalmente en cada pequeño po- etnografía existente es mayor, etc. Esos fon-
blado hay un museo, y hay alguien haciendo la dos no han aumentado a la velocidad que uno
etnografía de la localidad. Hay un renacimiento quisiera. Por otra parte, ha habido un aumen-
de la disciplina, porque la antropología permi- to de la descentralización administrativa bu-
te recoger el pasado y poner el presente como rocrática en el Mercado Común, que ha posi-
contexto mayor, pero dando sentido en térmi- bilitado una transferencia enorme de fondos
nos de continuidad histórica, a la experiencia a lo que se llama las regiones y las provincias,
que ellos han tenido a partir del renacimiento incluso a nivel más local. Todo el sistema im-
de formas rituales, religiosas que se pensaba positivo en Europa hace que uno, -al revés de
que iban a desaparecer. El mantenimiento de lo que ocurre aquí-, paga impuesto a la pro-
la diversidad en condiciones en las cuales po- vincia, fundamentalmente, a la comunidad
líticamente se va a la uniformidad es muy inte- de la que uno vive. Hay muchísimos fondos
resante, y eso ha permitido que la disciplina se de investigación que tienen que ver con eso
fortalezca. y que no pasan por los consejos nacionales
tradicionales de investigación, y son fondos
CG: ¿Cómo es el tema del financiamiento, que se recuperan allí. Son fondos que han
cómo se financian los antropólogos? aumentado para hacer etnografías locales,
EA: Yo diría que hay varios movimientos: —en las sociedades europeas—, vía ayunta-
por un lado está el movimiento tradicional, miento, municipalidades, regiones, vía minis-
los fondos tradicionales para hacer la etno- terio de asuntos sociales, problemas étnicos,
26 Eduardo Archetti - Antología esencial

fondos adicionales que vienen vía el Mercado enfatizando lo exótico para comprender los
Común. Hay otros fondos que en Argentina problemas; habría allí una dinámica que es
no existen, y que tienen que ver con la ayuda importante no perder de vista.
para el desarrollo. Todos los países europeos
dan muchísima ayuda para el desarrollo, al- ADM: Siguiendo con el tema de las financia-
gunos más que otros, y por lo general hay mu- ciones. En el caso concreto de la Universidad,
chísimos fondos de investigación para fuera están por un lado los recursos financieros
de Europa, que viene financiado vía ayuda propios de las universidades, pero además de
al desarrollo. Ha habido un incremento muy esos recursos, ¿existen otros, por ejemplo de
importante de estos fondos de investigación fundaciones, a la manera norteamericana?
de apoyo al desarrollo. Si uno trabaja en un EA: No. Allá la plata fuerte para la Universi-
contexto de cambio social y cultural vincu- dad, tiene que ir a los consejos nacionales de
lado a problemas de desarrollo, para eso ha investigación vía las universidades, o sea que
habido un aumento de fondos, lo cual obliga no hay ninguna posibilidad de escapar de eso.
a la disciplina a descentrarse. Hay un recen- Prácticamente el dinero de las fundaciones es
traje de la disciplina. Una diversificación de marginal.
las tareas, diversificación de los fondos, de
los subsidios, pero, con el mantenimiento CG: Bueno, para terminar la entrevista,
de este núcleo duro de lo esotérico, lo exó- quisiéramos hacerte una última pregunta.
tico, lo primitivo, como lo característico de ¿Cómo son las condiciones de vida de un an-
la disciplina. Con todas estas discusiones de tropólogo en Europa, con lo que se gana a tra-
dónde buscar lo exótico, lo esotérico, ¿cómo vés del consejo de investigación, o lo que te
se hace antropología en la casa?, en última paga la universidad, podés vivir?
instancia, frente a hacer antropología afue- EA: Sí. Se puede vivir dignamente, abso-
ra. Eso permitió hacer reflexiones teóricas lutamente. Lo que yo quiero que quede claro
muy importantes y discusiones a fondo muy es algo con respecto a lo cual los británicos
serias, como ustedes saben, respecto a la tra- han sido más reticentes, y hasta cierto pun-
dición del pasado. Quizás la pregunta subs- to los franceses, pero menos: la disciplina
tancial que debemos hacernos es, si estamos no puede reproducirse sólo sobre la base de
Entrevista a Eduardo Archetti | por Ana Domínguez Mon y Claudia Guebel 27

investigación pura, universitaria, para la que habrá menos puestos de investigación que la
habrá muy pocos puestos. Lo importante es cantidad de alumnos que quieren ingresar.
garantizar la reproducción demográfica de la Por lo tanto, al garantizar una buena educa-
disciplina. Es decir que, si yo recluto una ma- ción, basada sobre la investigación empírica,
yor cantidad de gente en mi disciplina, tengo producimos antropólogos capaces de hacer
mayor cantidad de alumnos, y esto permite bien, muy bien, antropología aplicada. El fu-
incrementar la cantidad de gente que está turo de la disciplina depende del balance en-
haciendo investigación. Pero esta relación tre carrera universitaria tradicional y trabajo
no va a ser proporcionalmente directa en el aplicado. El antropólogo debe ser imprescin-
tiempo, pues llegará un momento en el cual dible en su sociedad.

Buenos Aires, 16 de diciembre de 1993


Ten years of Social Anthropology /
Anthropologie Sociale
Ambiguities and contradictions*

Historical context European association of anthropologists. We


represented ourselves, not universities, depart-
On 14 January 1989, twenty-two anthropolo- ments or professional associations, and we
gists from twelve western European countries were not committed to anything in advance.
assembled in Castelgandolfo, outside Rome.1 The original plan was to have a preliminary
The Wenner-Gren Foundation provided the discussion, exploring possibilities and trying to
necessary funding and Professor Bernardo find a common scholarly ground in a new and
Bernardi from the University of Rome found renovated political climate in Europe. During
the ideal setting: the think-tank of the ENI, the the meeting we realised that the development
Italian state petroleum company. We were sup- of the discipline in countries like Spain, Italy
posed to discuss the possibility of creating an and Portugal, the consolidation in the Scandi-
navian countries, Belgium, the Netherlands,
Austria and Germany, and the vitality of the
old centres, Great Britain and France, consti-
* This paper was published in Social Anthropology
(2003), 11, 1, 103–112. European (UK: Association of So- tuted a base for a closer cooperation in teach-
cial Anthropologists) DOI: 10.1017/S0964028203000077. ing and research. Moreover, the lack of viable
1 This essay was presented in the workshop ‘An- and strong national institutions in many coun-
thropology in print’ organised by Richard Fox at the tries was seen as an incentive for launching
American Anthropological Association meeting held the association. After two days of meeting the
in November 2001 in Washington. For their helpful European Association of Social Anthropolo-
comments and suggestions I thank Richard Fox, Jean-
Claude Galey, Federico Neiburg, Carola Lentz, Joan Be-
gists was established. Adam Kuper was elected
stard and André Gingrich. as the chairperson and Raymond Firth and
30 Eduardo Archetti - Antología esencial

Claude Lévi-Strauss, symbolically representing European university, could become a member,


the two ‘great traditions’, were nominated as while an American or a Brazilian anthropolo-
honorary members. We decided to set up a reg- gist, educated in their respective countries and
ister of anthropologists, publish a newsletter, not working in Europe, could not.
organise postgraduate courses and start the re- Adam Kuper recently commented on the
cruitment of members. EASA constitution:
Regarding membership, the discussions
were frank and aimed to reach a consensus The membership criteria is that you have either
on clear criteria. We decided that membership to have a PhD from a European university or a job
would be open to qualified social anthropolo- in a European university or museum or NGO or
gists, but graduate students could become as- some comparable institution. So it’s not a national
criterion but rather a question of where your inte-
sociate members. The first and long debate
llectual formation is, or where you’re intellectua-
was related to the ‘borders’ of the discipline in
lly active. Some of the American anthropologists
a European context where folklore or/and eth- see it as an anti-American kind of organization. I
nology were important overlapping disciplines, think this is not true, although certainly part of
especially in the socialist and post-socialists what it does is establish a kind of counter-balance
countries. Folklorists and ethnologists were (Gibb and Mills 2001: 215).
eventually excluded. The second long debate
was related to ‘nationality’ and residence. It I can say that the idea of creating a counter-bal-
was decided that neither nationality nor resi- ance was explicitly presented in the meetings.
dence were crucial criteria. The eligibility for Many participants were unhappy with the ‘ex-
ordinary membership should be based on one pansion’ and ‘power’ of American contempo-
of the following criteria: possession of a doctor- rary anthropology and the ‘danger’ represented
al degree (or equivalent) in social anthropology by postmodernism, the attacks on anthropo-
from a European university, or possession of a logical writing, on conventional grand theories
teaching or research post in social anthropol- and on fieldwork. The word ‘resistance’ was
ogy in a European university or institution of used. To ‘resist’ implied the creation of a large
equal standing. Thus, I who was an Argentine- European intellectual space (see Kuper 1989:
educated in Paris and holding a position in a 2). Ideologically charged anthropological dis-
Ten years of Social Anthropology / Anthropologie Sociale31

courses rooted in subjectivism, moral correct- in the summer of 1992. Later an agreement of
ness, and political concerns were perceived as publication was signed with Cambridge Uni-
too strong and unappealing American influenc- versity Press. Social Anthropology/Anthro-
es in the discipline. EASA was then provided pologie Sociale was to be bi-lingual accepting
with a political and intellectual mandate. contributions in either English and French
The first inaugural conference was held in and to appear three times a year: it would also
Coimbra from 30 August to 2 September 1990. feature abstracts in English, French, German
The topics chosen for the four main panels and Spanish. Jean-Claude Galey, a French an-
were a clear demonstration of the determina- thropologist working at the Ecole des Hautes
tion of the association to fight a battle for the- Etudes en Sciences Sociales and a close collab-
ory: ‘Conceptualising societies’, ‘Constructing orator of Louis Dumont, was appointed general
gender’, ‘Making history’ and ‘Understanding editor. The Executive Committee was to serve
rituals’. The panels became the first four titles as editorial board, Andre Gingrich (University
of the EASA’s series published by Routledge (de of Vienna) was put in charge of the book re-
Coppet 1992; Hastrup 1992; Kuper 1992 and del view section and Michael Herzfeld (Harvard
Valle 1993). The series was dedicated to the re- University) made the US correspondent.2
newal of the ‘distinctive European tradition in
social anthropology’. At the time of the confer-
ence in Coimbra EASA had 550 members. The The objectives and philosophy
expansion continued over the years and today of the journal
more than 1,200 anthropologists and graduate
students are members. Jean-Claude Galey was clear in his first state-
The need of a journal was felt in Coimbra. ment on the general orientation of the journal:
The new executive committee, elected during Social Anthropology should represent and in-
the conference, considered whether to launch
a journal. Publishers were interested in the pro-
posal, and the committee decided to go ahead. 2 Galey was editor for the first six years. I replaced
him in 1999. I never produced a ‘vision’ for the jour-
It was concluded that a first number should be
nal, defining my editorship as a mere continuation of
circulated at the next conference in Prague, his work.
32 Eduardo Archetti - Antología esencial

clude the different anthropological traditions on its social and political functions rather than
existing in Europe (Galey 1991:i). However, he its scientific. Second, the ethnology of “culture
did not attempt to define ‘traditions’.3 Coming areas” falling into the ‘misguided paths of false
back to this issue in the Editorial of the first hermeneutic’ vocation’ (Galey 1992:i).
issue of the journal, Galey elaborated on the Galey accepted that the ‘production of an-
fragmentation of the discipline and admitted thropology’ in Europe was unequal and main-
that social anthropology is ‘shot through with tained that this was due to the inertia of his-
contradictions’ (Galey 1992:i). He recognised tory. Trying to integrate diversity in a unified
that it would be extremely difficult to tran- frame of reference he listed the ‘traditions’
scend ‘national contexts’ and ‘traditions’ that and influences guiding his enterprise. In Hol-
were not part of mainstream anthropology. land the school of anthropology devoted to the
What did he refer to? study of general exchange and alliance theory
First, the ‘ethnology of Europe’, what he was closely related to Indonesia, Lévi-Strauss’s
called the ‘Europeanist enterprise’, because it structuralism to the role of mythologies in the
was born of a ‘conjunction between folklore ‘americanist’ tradition and Dumont’s approach-
studies and nationalism, influenced by particu- es to the caste society of India. He added,
lar historical experiences, directed mainly to moreover, that some ‘reified societies’ were the
the study of its country of origin’ (Galey 1992: property of great anthropologists: the Tallensi
i). In this perspective, cultural differences were of Fortes, the Dogon of Griaule, the Nuer of
interpreted in terms of inequalities, ‘and its Evans-Pritchard, and the Tikopia of Firth. The-
evolution has been determined by a reflection ories were also closely associated with names:
Van Gennep with rites of passage, Mauss with
the gift and Nadel with social organisation.
3 To define traditions or schools of thought is, of Finally, places like Oxford, Cambridge, Man-
course, very difficult. Galey used ‘tradition’ as an al- chester, London and Paris were, and still are,
most commonsensical word in which theoretical ‘strong centres’ in the consolidation of anthro-
frameworks, individuals, places and institutions were pology as a discipline.
connected through power mechanisms to universities
Galey, obviously, identified a core of anthro-
and research councils. In this sense traditions are not
necessarily national. pology and placed other intellectual influences
Ten years of Social Anthropology / Anthropologie Sociale33

in a much more general context: the German implied traditions. Different traditions were
school of history and the expansion of Volk- not supposed to disappear.
skunde and Volkswissenschaft, the sociologi- Ernest Gellner delivered the first plenary
cal thinking of Weber and Tönnies, and the role lecture at the conference in Coimbra. His title
of Durkheim in the consolidation of modern so- was ‘Anthropology and Europe’ and the lecture
cial theory and sociology in France. His conclu- was published in the first issue of Social An-
sion was that there are two movements of the thropology. He argued that the anthropological
discipline in Europe: one locally and nation- tradition dominant in Britain was related to an
ally oriented, and the other open to the world. earlier division of Europe: a large empiricist
The creation of the European Association of Britain and a romantic, populist, nationalist
Social Anthropologists and Social Anthropol- Central and Eastern Europe where ethnogra-
ogy was an attempt to recuperate, integrate phy served political, usually nationalist, ends.
and develop these trends. In a personal com- Malinowski combined the two traditions: he
munication, many years later, Galey told me took from the romantic East the sense of the
that his main objective was to recuperate the unity of cultures, and for a change justified it
‘local’ traditions in anthropology and not ‘re- by an empiricist and anti-historical rationale.
integrate’ them in the mainstream British and Since his days, however, Europe had become
French schools. In my own words, he defined divided once again, this time by the Iron Cur-
‘diversity’ and ‘liminality’ as spaces for creativi- tain and ideologies. Gellner wrote:
ty. Intellectual innovation in anthropology was,
in the past, related to interaction with related If I read the situation correctly, East European
disciplines, like history, linguistics or ecology, love of ethnic culture and the desire to record
and save it as an integral whole, blended with
or to important authors, like Foucault, Bakhtin
western European empiricism as a method, and
or Bourdieu, and now some expectations were
with the ideas borrowed from biology, to engen-
put again, ‘on the margins’. Social Anthropol- der, in the first instance, the functionalist school,
ogy was supposed to serve the European intel- and then the whole tradition which followed on
lectual community, but by recognising differ- it. What will be the eastern and western elements
ences and not by imposing a premature iden- this time round, assuming that a fertilisation will
tity. In this sense, ‘change’ or ‘new identities’ indeed occur? (1992: 7).
34 Eduardo Archetti - Antología esencial

In fact, Gellner imagined a confluence, a pro- aims in the editor’s article of the first issue,
cess of hybridisation, a cross-fertilisation, be- adding that:
tween the forgotten and marginal traditions
and the dominant ones. In the same spirit of cross-fertilisation, one sec-
As I have pointed out above, the idea of fer- tion of the Journal will foster discussion of a par-
tilisation was also important in the way Galey ticular notion, concept, author, current, tendency,
perceived the role of the journal. He consid- research centre or teaching department, giving
ered the book review section as an ideal place priority to scientific and comparative information
for ‘cross-fertilisation’. He wrote: … and we aim to become a focus for debate for
the presentation of current projects, and will en-
Cross-fertilisation is our aim, and so, for instan- courage the analysis of material published earlie.
ce, a book published by a Spanish anthropologist (1992: iii).
could be reviewed by a British scholar, or the in-
tellectual analysis of a Dutch school could be un-
He accepted that his programme was perhaps
dertaken by a Greek author, the presentation of a
Norwegian collection by a French scholar, and so over-ambitious, but why not? This should be
on. Perhaps we may demonstrate our capacity to accepted as a challenge for the journal because
act as ethnographers when dealing with oursel- ‘the overriding goal is to realise, in a spirit of re-
ves (1991: 4). newal, the cumulative value of our intellectual
history’ (Galey 1992: iii).
Galey designed an ‘ideal’ Journal with four The first issue of Social Anthropology was
main parts: original research papers, arti- indeed an attempt – an achieved attempt – to
cles or short notices concerning archival realise some of the main goals of Jean-Claude
data, museums and ethnographic collections, Galey. In addition of Gellner’s paper, devoted
along with reports on recent and significant to a chapter in the history of anthropology in
events, a large section of book reviews and Europe, Adam Kuper published with the title
review articles, and a special section de- ‘Post-modernism, Cambridge and the Great
signed to treat a particular school of thought Kalahari debate’ an article ‘defending’ the
or national tradition, or a leading author, or a importance of comparative and cumulative
research centre (1991: 1). He expanded these research in the creation of a public space of
Ten years of Social Anthropology / Anthropologie Sociale35

knowledge usually associated with science. He ten in German was largely presented by an
insisted that anthropology was not a work of Austrian scholar, and books in English were
fiction like post-modernism pretends. The arti- reviewed by German anthropologists.
cle by Jack Goody ‘Culture and its boundaries. As we have seen above, Galey outlined four
A European view’, can be also seen as an at- main parts in the Journal: original research
tack against the Parsonian–American tradition papers, treatment of a particular school of
in the way culture is perceived as a system dis- thought, leading centre or research centre, a
tinct from social and psychological ones. The large section of book reviews, and a special
three papers in English were clearly program- section dealing with archives, museums and
matic: the affirmation and defence of a Europe- ethnographic collections. The first issue was
an complex and multiple tradition of practising the realisation of the first three main goals,
anthropology based on fieldwork, theory and and in this sense, was a paradigmatic model.
comparison. The two papers in French were In the next section of my paper I will make
an illustration of the vitality of this tradition. a general presentation of the ‘results’ of ten
Pierre Lemmonier produced a theoretical el- years of publication giving special attention to
egant piece on ‘the pig as substitute for life in these aims and looking into ambiguities and
New Guinea’ and Alain Testart a short, techni- contradictions.
cal note on kinship.
The book review section was also planned
by Gingrich in relation to the goal of achieving Results of ten years of Social
cross-fertilisation. A book by a Russian scholar Anthropology
was commented by an Austrian anthropologist
working in Alaska, three books on the history What are the achievements of Social Anthro-
of anthropology, one in French, the second in pology? We can say that a balance of articles
Italian and the third in English, were reviewed written by ‘great’ names (Wolf, Goody, Gode-
by a French professor working in England, a lier, de Huesch, Douglas, Barth, Gellner), rep-
French dictionary in anthropology was dis- resentatives of the well-established intermedi-
cussed in English by a Latin American anthro- ate generation (such as, for example Strathern,
pologist based in Norway, a monograph writ- Herzfeld, Bloch, Hann or Hastrup) and young
36 Eduardo Archetti - Antología esencial

scholars, many of them in tenure-track posi- lish in English rather than in French. Among
tions or with post-doctoral fellowships, was the articles in English, as expected, the majori-
indeed accomplished. Galey was a very active ty (53) were written by British anthropologists.
editor, taking initiatives, asking for papers in Scandinavian with eighteen and Dutch with
some cases, and, above all, promoting young seven were the best represented among the
scholars. To increase the ‘visibility’ of doctoral English-writing scholars. German and Austrian
fellows, the Young Scholars’ Forum was or- with four and Spanish with three were clearly
ganised for the first time in the conference of underrepresented. The fact that only five Amer-
Frankfurt in 1998. It resulted in the publication icans, and among them the majority educated
of a dossier, ‘The futures of ethnography. Vi- in Europe, published can be seen as a clear in-
sions from the field’ (Hüwelmeier, Turner and dication that Social Anthropology was defined
Ventura i Oller 2000). This experience was re- across the Atlantic Ocean as a ‘closed’ Euro-
peated in Cracow two years later. pean journal. Regarding bilingualism we can
The EASA executive Committee knew that conclude by pointing out that the proportion of
the consolidation of a bi-lingual journal was articles in French and English was as expected.
not an easy task. Moreover, it was not obvious However, the image of cross-fertilisation in the
that Social Anthropology would attract non- use of either language was not achieved and
French anthropologists making an additional English confirmed its place as the dominant
effort to use French or French scholars us- ‘international’ scientific language among non-
ing English. Lets us look at the figures. Out of British social anthropologists. Portuguese,
the 122 articles published, 91 were in English Italian, Swiss, Polish or Hungarian anthropolo-
and 31 in French.4 Only one non-francophone gists always published in English. French was
scholar published in French. When non-French thus kept as a ‘national’ language, almost as a
anthropologists wrote, English was the chosen French property.
language and even this was the case with some Social Anthropology developed as a general
francophone authors: seven preferred to pub- journal, with articles dealing with ‘normal’ and
‘traditional’ topics of research, some of them
more hot than others: kinship and family; eth-
4 39 per cent (47) of the articles published were writ-
ten by female authors. nicity and nationalism; gift, exchange and pow-
Ten years of Social Anthropology / Anthropologie Sociale37

er; the concept of the person; the meaning of rights and property in persons and published in
time; the sociological and cultural conditions 1996 (Vol. 4:1). It was followed by a debate dur-
of modernity; gender; religion and ritual life; ing the 1996 EASA Conference in Barcelona.
the meaning of bodily performances; reflec- The roundtable in which M. Strathern, Carnei-
tions on questions of method and research ro da Cunha, Descola, Afonso and Harvey took
strategies; and politics and power. The titles part was published in 1998 (Vol. 6:1). M. Strath-
of the papers were straightforward, without ern’s preoccupations and intellectual interests
the post-modernist flavour of some Americans crystallised in a research project called ‘Prop-
journals. The absence of papers dealing with erty, transactions and creations: new economic
conventional economic anthropology or ecol- relations in the Pacific’ and papers emerging
ogy and environmental problems was com- of this have been also published (Leach 2000;
pensated for by a series of articles tackling the Hirsch 2001; and Kirsch 2001). In the forthcom-
dilemmas of the practice of development or re- ing EASA conference in Copenhagen, Strathern
assessing the importance of local knowledge in and Hirsch will organise a workshop taking up
processes of social change and implementation this problematic and extending it beyond the
of programmes of development. An important Pacific (EASA Newsletter 31, 2001: 229).
article on colonial policies in Africa was also The construction of the new Europe in
published (Fry 2000). and from Brussels, and the transformation of
Some important themes of research with socialist societies were also important con-
economic and political implications were pre- cerns. Some results of an ambitious and joint
sented in the journal and gained continuity over research project on European institutions car-
time. One of them was related to the question ried out by English and French anthropolo-
of knowledge and intellectual property. This gists were published (Abélès 1996 and Mc-
relates to the complex nexus between econo- Donald 1996). Abélès discussed the difficult
my and culture and the global importance of emergence and consciousness of a common
the emphasis on exclusive individual property membership or identity without which the
rights in Euro-American societies. The debate European community would be condemned
was initiated with a paper written in 1996 by to remain a purely economic and juridical en-
Strathern on potential property, intellectual tity. McDonald shown that to realise in prac-
38 Eduardo Archetti - Antología esencial

tice ‘unity in diversity’, a dominant value and change, as a central contribution of the French
slogan in the construction of the European tradition in anthropology, needed an special
Community, was very problematic. The com- treatment. Godelier’s long essay (54 pages)
plex effects of transition of socialist societies on the enigmas of The Gift appeared in two
were also examined. Buchowski (1994) dem- issues of 1995 (1 and 2). Godelier explained
onstrated that key features of Polish culture, that Mauss left to others the empirical analysis
remodelled through the years of communist and thus missed two fundamental features: the
rule, have influenced the events after the ‘rev- gift engenders indebtedness and hierarchy the
olution years in 1989’, and how they have fos- counter-gift does not suppress, while the obli-
tered or hindered the projected changes. Hann gation to give back never implies the restitu-
(1996) reminded us not to forget the signifi- tion of a thing identical to that initially given.
cant improvements in living standards to rural A year later Godelier published his important
populations brought by Communist regimes book on the meaning of the gift (1996). The
in most parts of Eastern Europe. Kürti (1999) article by Héran on the influence of Granet’s
advocated for a critical view of the practice analysis of alliance kinship systems in China
of fieldwork during the years of Communist in the development of Lévi-Straussian French
power and for a new departure for studying structural anthropology was even longer: three
East and Central Europe. issues and 116 pages – almost a book (1998).
Galey accepted long, and sometimes very Looking back, Galey’s strategy was original and
long, articles trying to escape from the neces- appropriated. Godelier’s and Héran’s contribu-
sary tyranny and the established rule of not tions are, without any doubt, influential, deal-
accepting papers with more than 7000 words. ing with key themes in the history of anthropo-
He was then obliged to publish them in two or logical theory.5
three issues. It is possible that Galey thought
that ‘theoretical’ developments in anthropolo-
gy needed a new form of expression not reflect- 5 During Galey’s editorship special theme issues were
not published. The idea that Social Anthropology was
ed in the straightjacket imposed by a book of a ‘general journal’ was and is still dominant. The only
300 pages or an extremely short paper. He also exception is the special issue on ‘Religious reflexivity’
believed that the Maussian field of gift and ex- published in 2002 (Vol. 10, part 1).
Ten years of Social Anthropology / Anthropologie Sociale39

If a part of the French theoretical tradition as the exclusive journal of EASA. The pages
was explored and debated with some detail, of the journal were open, in principle, to ‘all’
the same did not happen with other European anthropologists but this was not reflected in
traditions. Galey promised the readers a special the submission and publication of papers. As I
section treating a particular school of thought have shown above, only five American anthro-
or national tradition or even a research centre. pologists saw their articles published. Even
This promise was difficult to realise. An excep- Europeans who were not members of the asso-
tion was the article by Dostal (1994) on German ciation did not send their contributions or hesi-
ethnology during the National Socialist period. tated to do so. Moreover, EASA ‘created’ an in-
The article focused on the social responsibility ternal competition with the publication of the
that German-speaking anthropologists took, series by Routledge. In the same period of time,
adopting the revitalising approach as part of the 24 edited volumes were issued, containing 232
racist ideology of National Socialism. He also articles. It is worth to mention that some of
intended to give some attention to museums them became classic textbooks widely used in
and ethnographic collections in Europe and teaching and research in European universi-
its relation with the rise of the discipline. The ties. Many colleagues adopted the strategy of
results were meagre. A paper by Penny (1998) ‘saving’ the articles presented in the thematic
discussed the rise of an international culture workshops of EASA conferences for the series.
of collecting in which civic self-promotion, In addition, the series became very competi-
prestige and materialist discourses played fun- tive, and very few projects were accepted by
damental roles in the development of German the evaluation system of EASA and Routledge.
ethnographic museum from 1870 to 1914. My impression is that authors with refused ar-
ticles in refused volumes did not send them to
the journal. However, the editors of Social An-
Conclusions. Ambiguities thropology (Galey and myself), without break-
and contradictions ing the rules of external and critical review,
were sometimes obliged to be active and to
From the beginning Social Anthropology was ask for (and in some cases demand) papers. In
perceived by non-European anthropologists spite of this fact, the number of papers of good
40 Eduardo Archetti - Antología esencial

quality coming forward was high and the rate came a channel for young scholars, one of the
of publication varied, according to the year, most important achievements of the journal.
from 20 to 25 per cent.
The ‘transnational’ arena of the journal with
English and French as dominant languages References
reproduced, as an unintended consequence,
diffuse ideas of centres and peripheries in Abélès, M 1996 ‘La Communauté européenne.
academic production. Even more, all German Une perspective anthropologique’ in Social
journals accept articles in English (mostly) and Anthropology 4: 33–46.
French. We must also admit that Social Anthro- Buchowski, M. 1994 ‘From anti-communists to
pology appeared in a epoch of rapid expansion post-communist ethos. The case of Poland’
of journals and, therefore, did not represent the in Social Anthropology 2: 133–48.
first alternative for many scholars. This should De Coppet, D. (ed.) 1992 Understanding
be also said in connection with Great Britain rituals (London: Routledge).
and France. In the case of Spain, leaving aside Del Valle, T. (ed.). 1993. Gendered
the problem of proper control of another lan- anthropology (London: Routledge).
guage, the lack of good national journals has Dostal, W. 1994 ‘Silence in the darkness.
favoured, over time, the publication of books German ethnology during the National
as the most important means for university ad- Socialist period’ in Social Anthropology, 2:
vancement. Consequently, the ‘paper culture’ 251–62.
is not so developed and to publish in interna- Fry, P. 2000 ‘Cultures of difference. The
tional journals is not an important priority. The aftermath of Portuguese and British
idea of cross-fertilisation, proclaimed by Galey colonial policies in southern Africa’ in
and Gellner, did not materialised as expected. Social Anthropology, 8: 117-44.
The ‘old’ ethnological schools of Germany and Galey, J. C. 1991 ‘The EASA Journal – Social
Russia were not present in the expected intel- Anthropology’in EASA Newsletter, 5: 4.
lectual dialogue. During the ten years of exist- –––––––– 1992 ‘Editorial. For a journal of
ence Social Anthropology became, more and social anthropology’, Social Anthropology
more, the journal of an association. It also be- 1: I–iii.
Ten years of Social Anthropology / Anthropologie Sociale41

Gellner, E. 1992 ‘Anthropology and Europe’ in Hirsch, E. 2001 ‘When was modernity in
Social Anthropology 1: 1–8. Melanesdia?’ in Social Anthropology 9:
Gibb, R., and Mills, D. 2001 ‘An interview with 131–46.
Adam Kuper’ in Social Anthropology 9: Hüwelmeier, G. 2000 ‘When people broadcast
207–15. their ethnographies. Text, mass media
Godelier, M. 1995a ‘L’énigme du don. I. Le and voices from the field’ in Social
legs de Mauss’ in Social Anthropology 3: Anthropology 8: 45–50.
15–48. Kirsch, S. 2001 ‘Property effects. Social
Godelier, M. 1995b. ‘L’énigme du don. II. De networks and compensation claims in
l’existence d’objets substituts des hommes Melanesia’ in Social Anthropology 9: 147–64.
et des dieux’, Social Anthropology, 3: Kuper, A. 1989 ‘Starting something’ in EASA
95–114. Newsletter, 1: 1–3.
Godelier, M. 1996 L’enigme du don (Paris: Kuper, A. (ed.) 1992 Conceptualizing society
Fayard). (London: Routledge).
Hann, C. 1994 ‘After communism. Reflections Kürti, L. 1999 ‘Cameras and other gadgets.
on East European anthropology and the Reflections on fieldwork experiences
“transition”’ in Social Anthropology 2: in socialist and postsocialist Hungarian
229–50. communities’ in Social Anthropology 7:
Hastrup, K. (ed.) 1992 Other Histories 169–88.
(London: Routledge). Leach, J. 2000 ‘Situated connections. Rights
Héran, F. 1998a ‘De Granet a Lévi-Strauss. and intellectual resources in Rai Coast
1. L’échange à sens unique’ in Social society’ in Social Anthropology 8: 163–80.
Anthropology 6: 1-60. McDonald M. 1996 ‘Unity in diversities. Some
––––––– 1998b ‘De Granet a Lévi-Strauss. 2. Le tensions in the construction of Europe’ in
doute et le double’ in Social Anthropology Social Anthropology 4: 47–60.
6: 169–202. Penny, G. 1998 ‘Municipal displays. Civic self-
––––––– 1998c ‘De Granet a Lévi-Strauss. 3. promotion and the development of German
La légende du hollandais volé’ in Social ethnographic museums, 1870-1914’ in Social
Anthropology, 6: 309–30. Anthropology 6: 157–68.
42 Eduardo Archetti - Antología esencial

Strathern, M. 1996 ‘Potential property. Strathern, M., and Hirsch, E. 2001 ‘Property,
Intellectual rights and property in persons’ transactions, creations and beyond’ in
in Social Anthropology 4: 17–32. EASA Newsletter, 31:39.
Strathern, M., Carneiro da Cunha, M., Descola, Turner, A. 2000 ‘Embodied ethnography. Doing
Ph., Afonso, C. A. and Harvey, P. 1998 culture’ in Social Anthropology 8: 51–60.
‘Exploitable knowledge belongs to the Ventura i Oller, M. 2000 ‘Several representations,
creators of it. A debate’ in Anthropology 6: internal diversity, one singular people’ in
109–26. Social Anthropology 8: 61–8.
Primera Parte

Estudios rurales
1.
Campesinos
Presentación a La organización
de la unidad económica campesina
de Alexander V. Chayanov*

1 agrario de la social-democracia rusa de 1907


llamaría el desarrollo “a la americana”, para
La formación de agrónomos y economistas ex- contraponerlo al modelo de desarrollo “a la
pertos en problemas rurales alcanzó en Rusia prusiana” que consistía en la transformación de
nuevos ímpetus a partir de la puesta en mar- los campesinos en simples proletarios rurales.
cha de la reforma agraria de Stolipin. Luego de Generalmente los egresados de las univer-
la insurrección campesina de 1905 el régimen sidades rusas formaban parte de la élite que
zarista lanzó un proyecto ambicioso de moder- administraba los intereses de los grandes pro-
nización de la estructura social agraria y, si en pietarios de tierra. Las graves y continuas crisis
la reforma de 1861 el principal objetivo había de la economía campesina y los proyectos de
sido fortalecer la comuna campesina, de lo que reforma hicieron que un conjunto de egresados
se trataba ahora era de destruirla. El propósi- jóvenes se volcara al estudio de los problemas
to principal de este plan era la creación de una rurales, tomando como punto de partida el de-
suerte de clase media rural, un sólido grupo de sarrollo económico de una sociedad en la que
campesinos propietarios, libres del control que los campesinos constituían la inmensa mayoría
sobre el acceso a la tierra ejercían las comunas. de los productores.
Este modelo era lo que Lenin en el programa Todo el período que va desde 1890 hasta la
revolución y, posteriormente, hasta las medi-
das de colectivización en la década de 1930,
* Este trabajo fue publicado originalmente como
presentación al libro de Alexander Chayanov de 1974 está marcado por la polémica entre populis-
La organización de la unidad económica campesina tas, marxistas y la tendencia de la que Chaya-
(Buenos Aires: Nueva Visión). nov formaba parte, conocida con el nombre
48 Eduardo Archetti - Antología esencial

de “escuela para el análisis de la organiza- manera, el retorno que obtiene un campesino


ción y producción campesinas”. El gran de- luego de finalizado el año económico no pue-
bate sobre la cuestión agraria rusa no sólo se de ser conceptualizado como formando parte
vinculaba con el problema de la tenencia de de algo que los empresarios capitalistas llaman
la tierra y sus formas más adecuadas para el “ganancias”. El campesino, en tanto utiliza la
pasaje hacia el socialismo, sino que incluía fuerza de trabajo de su familia y la de él mismo,
otras dimensiones asociadas a la disponibi- percibe ese “excedente” como una retribución
lidad de recursos económicos y técnicos que a su propio trabajo y no como “ganancia”. Esta
harían viable una transformación radical de retribución aparece corporizada en el consumo
las condiciones de vida campesinas. En este familiar de bienes y servicios.
segundo nivel donde los aportes de la “escue- El problema de la modernización y tecnifi-
la” y de Chayanov son de suma importancia. cación del campo ruso planteaba, por lo tan-
La cuestión de una mejor clasificación y se- to, un conjunto de cuestiones que debían ser
lección de semillas, mecanización, uso de resueltas construyendo una teoría diferente de
fertilizantes, rotación de cultivos y formas la teoría de la empresa capitalista. Es a esta ta-
cooperativas de comercialización aparecen rea que Chayanov, a partir de 1911, va a dedicar
asociadas al modo en que la economía cam- toda su obra.
pesina funcionaba en la práctica. De acuerdo Es importante hacer notar que al organizar-
con este planteo, tal tipo de innovaciones no se los zemstvos después de la reforma, en toda
pueden ser introducidas eficazmente si no se Rusia se recogían sistemáticamente datos so-
toma en cuenta el nivel de racionalidad eco- bre el tamaño de las explotaciones, tipo de cul-
nómica propio de las explotaciones agrarias tivos, tamaño de la familia y su composición por
campesinas. sexo y edad, pautas de consumo, producción
Esta escuela discute, entonces, la necesidad de artesanías, etc., creando, por así decir, las
de construir una teoría que parta del supuesto condiciones “estadísticas” necesarias para una
de que la economía campesina no es típicamen- discusión más detallada del funcionamiento de
te capitalista, en tanto no se pueden determi- la lógica de la economía campesina. La masa de
nar objetivamente los costos de producción información acumulada y, sobre todo, su com-
por ausencia de la categoría “salarios”. De esta plejidad, hicieron necesaria una herramienta
Presentación a La organización de la unidad económica campesina de Alexander V. Chayanov 49

analítica que no fuera una mera derivación de 2


la contabilidad capitalista. Ya en sus primeros
trabajos Chayanov se dedica a demostrar que No es mi intención presentar, de una manera
es imposible evaluar en términos monetarios el más o menos completa, la teoría de Chaya-
valor del trabajo de la familia campesina y que nov. Muchos autores han tratado de oponer,
este tipo de cálculo, que puede ser válido des- de un modo sistemático, a Chayanov y Marx,
de el punto de vista de la economía nacional, dejando en sombra los puntos en común de
carece de sentido desde la perspectiva de los ambos autores. Es mi propósito revisar rápi-
productores. damente algunas de las principales hipótesis
Resumiendo, uno podría decir que el hecho del economista ruso y compararlas con el
de que la Rusia de esa época fuera un país análisis de Marx.
con el 85% de la población en el campo, que el Como he dicho anteriormente, la econo-
modo de producción predominante en las zo- mía campesina es un fenómeno en sí mismo,
nas rurales fuera el campesino mercantil sim- y para ser analizado hace falta un conjunto de
ple, que la economía dependiera de su sector conceptos específicos. Chayanov no es un for-
externo agrícola, que en su seno se desarro- malista, preocupado por encontrar las leyes de
llaran escuelas de pensamiento disímiles pero una ciencia económica general sino, básica-
todas abocadas al problema agrario, y que se mente, un sustantivista: usando el lenguaje de
dispusiera de un vasto material estadístico Althusser, cada modo de producción necesita
eran condiciones más que suficientes para la teorías regionales diferentes.1 En una econo-
producción de conocimiento sustantivo sobre mía capitalista la fuerza de trabajo puede ser
la situación social y económica y sobre el com-
portamiento político del campesinado. Cuan-
do uno vuelve a la polémica entre populistas 1 Para una historia de la polémica entre sustantivis-
y marxistas, o cuando uno lee a Chayanov, tie- tas y formalistas ver Edward Le Clair y Schneider (com-
ne la impresión de que mucha de la literatura pil.), Economic Anthropology in Theory and Analysis,
posterior sobre campesinos, y especialmente Nueva York, 1968. Para una crítica marxista de ambos
enfoques ver Maurice Godelier, “Object et méthode de
la antropológica, es pura repetición de algo di-
l’anthropologie économique”, en Rationalité et irratio-
cho antes con más pasión. nalité en économie, París, 1966.
50 Eduardo Archetti - Antología esencial

definida, objetivamente, bajo la forma del ca- principal de su teoría pasa a ser el balance exis-
pital variable, y sus combinaciones con el ca- tente entre consumo familiar y la explotación
pital constante están determinadas por el logro de la fuerza de trabajo. Es importante, por lo
de la tasa normal de ganancias existente en la tanto, determinar empíricamente el punto en el
sociedad. Chayanov dice que “el trabajo de la que el campesino deja de trabajar, en el que ir
familia es la única categoría de ingreso posible más allá significa un grado de explotación de
para un campesino o un artesano, porque no su fuerza de trabajo que sólo le permite la satis-
existe el fenómeno social de los salarios y, por facción de necesidades que son culturalmente
tal motivo, también está ausente el cálculo ca- definidas como marginales. El principal objeti-
pitalista de ganancias” (Chayanov, 1966: 5). El vo de las operaciones y transacciones econó-
problema es determinar qué mecanismos están micas del campesino es la subsistencia y no la
por detrás del trabajo familiar de una unidad de obtención de una tasa normal de ganancia. Es
producción fundamentalmente doméstica. a partir de este tipo de razonamiento que Cha-
De un lado de la ecuación están el tamaño yanov interpreta teóricamente, por ejemplo,
y la relación existente en el seno de la familia un hallazgo empírico inexplicable en la histo-
entre los que trabajan y los que no trabajan. ria agraria rusa: el hecho de que a cada baja de
La combinación entre estos recursos y los me- precios le seguía un aumento de la producción.
dios de producción, tierra y herramientas de Este tipo de respuesta de los campesinos es
trabajo está mediatizada por una dimensión una respuesta, por así decirlo, típicamente no
“subjetiva”, propia de este tipo de economía: la capitalista. Lo que se supone hace una empresa
intensidad del trabajo o, en otras palabras, el cuando hay una baja de precios es reducir la
grado de autoexplotación de la fuerza de traba- producción. La viabilidad estructural de este
jo de la familia. Para Chayanov el trabajo del comportamiento campesino estaba dada por
campesino persigue como fin la satisfacción las grandes crisis que asolaban periódicamente
de sus necesidades. De este modo la lógica del la economía rusa.
análisis marginalista es inaplicable, ya que para Este tipo de planteo no está muy lejos del
el campesino la noción de utilidad marginal de- análisis que Marx hace del campesinado en El
creciente del trabajo se enfrenta con la noción Capital. Un punto en común es que tanto para
de satisfacción de sus necesidades. El núcleo Chayanov como para Marx es posible hablar
Presentación a La organización de la unidad económica campesina de Alexander V. Chayanov 51

estrictamente de un modo de producción cam- límite absoluto con que tropieza como pequeño
pesino o, mejor, de una economía campesina, capitalista no es sino el salario que se abona a
sólo allí donde el campesinado se apropia ín- sí mismo, después de deducir lo que constituye
tegramente del producto de la tierra que tra- el costo de producción. Mientras el precio del
baja. Un sistema de explotación que incluye producto lo cubra cultivará sus tierras, redu-
campesinos que pagan renta y, por lo tanto, ciendo no pocas veces su salario hasta el límite
terratenientes, es algo que puede ser “feudal” estrictamente físico” (Marx, 1956: 682). La ana-
o “capitalista”, pero no estrictamente campesi- logía de Marx entre salario y fuerza de trabajo
no. Eric Wolf, por ejemplo, en su clásico libro campesina no era del agrado de Chayanov. Sin
sobre campesinos, trata de explicar la ausen- embargo, el principal punto de esta cita se re-
cia de acumulación de capital en la economía laciona con el hecho de que el campesino no
campesina por la existencia de la categoría maximiza ni ganancia ni renta. Otra consecuen-
de renta o, para utilizar sus palabras, “es la cia importante en el análisis de Marx es que la
producción de un fondo de renta lo que críti- ley del valor no se cumple para la producción
camente distingue un campesino de un culti- campesina: las transacciones del pequeño
vador primitivo” (Wolf, 1966: 10). Tanto Marx productor no están guiadas por un precio de
como Chayanov van a explicar el problema de mercado que iguale el valor o por lo menos el
la falta de acumulación de capital a partir de precio producción. De este modo siempre una
mecanismos específicos en el funcionamiento parte del trabajo excedente es cedido gratui-
de la economía campesina. tamente a la sociedad. Para el campesino esto
Ya habíamos visto que para Chayanov el lí- no es importante, no es un obstáculo para se-
mite de la reproducción campesina es la pro- guir produciendo, porque no tiene conciencia
visión de un fondo de subsistencia definido de ello. Su trabajo no aparece como un costo
culturalmente. Marx dirá “el límite de la explo- “objetivo” y mientras obtenga su subsistencia
tación para el campesino parcelario no es, por seguirá al frente de su explotación.
una parte, la ganancia media del capital, cuan- Para Marx la economía campesina, por defi-
do se trata de un pequeño capitalista, ni es tam- nición, es una economía mercantil: el campesi-
poco, por otra parte, la necesidad de una renta, no vende para comprar. La circulación simple
cuando se trata de un propietario de tierra. El de mercancías, o sea M (mercancías)–D (dine-
52 Eduardo Archetti - Antología esencial

ro) – M (mercancías), tiene como fin la satis- bienes en que éste se traduce. Para Marx el
facción de necesidades. Utilizando palabras límite era “salario”, para Chayanov es la su-
del propio Marx “la repetición o renovación perexplotación de su fuerza de trabajo. Marx
del acto de vender para comprar tiene su pauta opera desde el punto de vista del sistema eco-
y su meta, como el propio proceso, en un fin nómico y Chayanov desde una perspectiva mi-
último exterior a él: en el consumo, en la sa- cro. Para Marx lo central son las transacciones
tisfacción de determinadas necesidades… La entre el campesinado como clase y el sistema
circulación simple de mercancías —el proceso económico global; Chayanov, en cambio, esta-
de vender para comprar— sirve de medio para blece un corte entre este nivel y la asignación
la consecución de un fin último situado fuera de recursos dentro de las explotaciones cam-
de la circulación: la asimilación de valores de pesinas. En otras palabras, el principal interés
uso” (Marx, 1956: 124-125). Esta operación es del economista ruso son los mecanismos a par-
posible por el hecho de que el campesino no tir de los cuales un actor dado toma decisiones
aparece en el mercado como poseedor de di- en el sistema de producción, aunque —ya que
nero sino como vendedor de mercancías pro- no es tan obvio en su obra— no tenga plena
ducidas por él mismo. Dicho de otra manera, conciencia de esto.
es un productor que combina los medios de Chayanov es bastante explícito en el reco-
producción con su propio trabajo, o sea que nocimiento de sus deudas para con el pensa-
está en condiciones de controlar las condicio- miento marxista al marcar las similaridades de
nes técnicas de producción. En la circulación ambos enfoques. “Un autor marxista, por ejem-
simple el hecho de que M no sea igual a M es plo”, escribe, “para explicar los rasgos peculia-
algo fortuito, siendo lo fundamental que ambos res de esta forma de explotación, deberá tener
términos sean equivalentes, ya que esta es la en cuenta las peculiaridades que hemos esta-
condición para el desarrollo normal de dicho blecido para la explotación campesina, tanto
proceso de intercambio. más que el mismo Carlos Marx había advertido
El aporte sustancial de Chayanov dentro de ya muchas de nuestras proposiciones al hablar
esta problemática es la idea de que el campe- de la renta en la explotación campesina parce-
sino evalúa subjetivamente el grado de inten- laria” (Chayanov, 1966: 222). En su crítica a Rit-
sidad de su trabajo a partir de la cantidad de ter distingue claramente el sistema productivo
Presentación a La organización de la unidad económica campesina de Alexander V. Chayanov 53

de las esferas de circulación y distribución. Los trabajo excedente a la sociedad, permitían que
campesinos son productores de mercancías el precio comercial regulador sólo en circuns-
pero no por ello son capitalistas. Chayanov tancias excepcionales alcanzara al valor. Cha-
afirma: “consideramos que nuestra explotación yanov por su parte se pregunta si la renta es un
campesina es mercantil y, por lo tanto, que se fenómeno general y responde: “de acuerdo con
inserta en un sistema económico que coexiste la definición académica usual, ‘renta es la parte
con ella, a través del crédito y la circulación de del ingreso que el empresario paga al terrate-
mercancías. Si hemos contrapuesto con par- niente por el uso de la tierra’. En otras pala-
ticular insistencia, y seguimos haciéndolo, la bras, tenemos ante nosotros un fenómeno real,
unidad de explotación familiar a la capitalis- económico y social, que existe en un marco es-
ta, lo hacemos en el nivel de la organización y pecífico de relaciones sociales, que surge sobre
de la producción: la explotación doméstica en la base de la producción agrícola y es controla-
contraste con la explotación basada en el tra- do por esas relaciones” (Marx: 1956: 681). “Las
bajo asalariado. En este sentido, hay dos ma- únicas realidades económicas generales en el
quinarias económicas completamente distintas sistema de explotación familiar son: 1) el ingre-
que reaccionan de modo diferente los mismos so bruto de la explotación, 2) sumas extraídas
factores económicos (Cahayanov, 1966: 225). de este ingreso para invertir en renovación de
Otro punto en común es el problema de la capital, 3) el presupuesto personal de la fami-
formación de renta en el seno de la economía lia, y 4) los ahorros no invertidos en la propia
campesina. Marx plantea que en los sistemas explotación (Marx, 1956: 228).
económicos dominados por pequeños produc- Uno de los puntos polémicos entre el enfo-
tores domésticos “no existe renta absoluta, ra- que desarrollado por Chayanov y la tradición
zón por la cual la tierra peor no arroja renta al- marxista es lo que ha dado en llamarse la teo-
guna, pues la renta absoluta presupone o bien ría de la diferenciación demográfica del cam-
un remanente realizado del valor del producto pesinado versus la teoría de la diferenciación
sobre su precio de producción o bien un precio social. Como es sabido, en su análisis de las
de monopolio que exceda el valor del produc- clases sociales en el campo, Lenin clasifica a
to” (Marx, 1956: 221). Marx partía del supues- los campesinos en ricos, medianos y pobres,
to de que los campesinos, al ceder parte de su utilizando, como primer criterio, la compra o
54 Eduardo Archetti - Antología esencial

venta de fuerza de trabajo. Un campesino rico el campo ruso, pero la tendencia esbozada por
compra fuerza de trabajo adicional; uno media- Lenin tenía mucho más sentido en las áreas
no se basa en la suya y en la de su familia, y uno donde los mecanismos de mercado hacían más
pobre está obligado a vender durante una parte débil e inoperante el control comunal sobre la
del año su fuerza de trabajo para poder subsis- tierra. Mi principal argumento es que una cosa
tir (Lenin, 1960). En el enfoque de Chayanov lo no quita la otra, excepto que debamos admitir
central es el tamaño de la familia. Obviamente, que todas las familias podían combinar exacta-
el tamaño de una familia depende de su ciclo mente fuerza de trabajo con la tierra y tecnolo-
de desarrollo: desde su constitución hasta la gía disponibles. Es posible imaginar que Lenin
muerte del jefe de la familia se atraviesan dife- no hubiera tenido inconveniente en aceptar la
rentes periodos. Su principal argumento es que teoría de la diferenciación demográfica para lo
son las variaciones en la fuerza de trabajo dis- que él llamaba campesinos medianos que, por
ponible en cada grupo doméstico las que deter- otra parte, eran la principal preocupación de
minarán el acceso a la tierra. Por lo tanto, el ci- Chayanov. Sin embargo, al leer cuidadosamen-
clo de diferenciación familiar explica el hecho te el libro de Chayanov resulta más o menos
de que diferentes grupos de campesinos apa- claro que la economía campesina, en tanto eco-
rezcan como poseedores de parcelas de dife- nomía doméstica, debía resolver el problema
rentes tamaños. La correlación entre estas dos de la inelasticidad de la fuerza de trabajo fami-
variables en el texto de Chayanov es bastante liar según variaciones de las diferentes tareas
alta. Sin embargo, falta la correlación entre el culturales de la explotación. Los mecanismos
tamaño de las parcelas y la fuerza de trabajo estudiados por Chayanov son básicamente
extra-familiar. Asimismo, en los diferentes aná- dos: alquilan fuerza de trabajo en épocas en
lisis de Lenin no hay un examen cuidadoso de las que la fuerza de trabajo familiar no es su-
la influencia del tamaño de la familia. ficiente —durante la cosecha, por ejemplo— y
Los que contraponen estas dos teorías —es- venden fuerza de trabajo durante el invierno o
pecialmente Kerblay—, no ven que ambas re- la utilizan en la producción de artesanías. Si a
cortan diferentes aspectos de una realidad muy la inelasticidad le agregamos los mecanismos
compleja (Kerblay, 1971). El mecanismo anun- de mercado, este tipo de análisis se aproxima
ciado por Chayanov era, quizás, dominante en mucho a la principal tesis de Lenin en cuanto a
Presentación a La organización de la unidad económica campesina de Alexander V. Chayanov 55

que la economía campesina como tal es transi- plantearse independientemente del examen
cional, ya que en su seno se esconden campesi- cuidadoso de la fase de expansión, principal
nos ricos y proletarios. foco del análisis del economista ruso. Es allí
La noción de que el desarrollo del ciclo fa- donde se encuentran las dimensiones de tama-
miliar es de fundamental importancia para el ño de la familia y composición por edades y
estudio de pautas de residencia, divorcio, he- sexo asociadas estrechamente con el volumen
rencia y otros aspectos del sistema de paren- de transacciones que se operan entre la familia
tesco, ha sido desarrollada por Fortes y ha y el sistema externo.
influido notablemente sobre una serie de estu- Por otro lado, muchos antropólogos han de-
dios antropológicos (Fortes, 1958: 1-14). “Para sarrollado modelos cognitivos para estudiar la
Fortes la dinámica del cambio en la vida de la conciencia campesina. Banfield habla del fami-
familia afecta el modo en que se distribuyen lismo amoral de los campesinos: las familias
internamente los diferentes tipos de recursos. compiten entre sí y la solidaridad no existe en
El análisis de este proceso es importante para el medio rural —este modelo no está muy lejos
ver la manera en que la sociedad influye sobre de aquel famoso “los campesinos son un mon-
la dinámica interna. Fortes distingue tres eta- tón de papas en una bolsa de papas” (Banfield,
pas: la fase de expansión, que comienza con 1971). Foster, por su lado, desarrolla una teoría
el matrimonio y termina cuando se completa en la que expresa que los campesinos se repre-
el ciclo de procreación; la fase de dispersión sentan el mundo de las cosas como un mundo
o fisión, que comienza cuando se casa el pri- finito, donde la oferta de bienes y servicios es
mer hijo y termina cuando todos han contraído escasa y, donde sobre todo es imposible ver el
matrimonio y, finalmente, la fase de reemplazo, modo de incrementar las “cantidades” disponi-
que termina con la muerte de los padres y el bles (Foster, 1965). Ambos modelos están di-
reemplazo del lugar que éstos ocupaban en la rectamente asociados con la idea de Chayanov
estructura social. El aporte de Chayanov, en acerca de que los campesinos no corren deter-
más de veinte años anterior al de Fortes, es de minados riesgos empresariales porque lo prin-
fundamental importancia en el dominio de la cipal es lograr cierto balance entre un mundo
estructura económica. La idea de la viabilidad de consumo culturalmente definido y un monto
estructural de un grupo doméstico no puede fijo de desgaste de energías. El funcionamiento
56 Eduardo Archetti - Antología esencial

de esta “ley” se pone de manifiesto en los mo- o sea, un remanente del precio de las mercan-
delos desarrollados por Banfield y Foster. cías en las tierras mejores o mejor situadas.
Un aspecto polémico en la obra de Chaya- Esta renta diferencial existe aun cuando dicha
nov es, desde una perspectiva marxista, el efec- forma se presente en situaciones sociales en
to de la renta diferencial como un mecanismo las que no se ha desarrollado aún un precio
de desigualdad social entre los productores general de mercado, en cuyo caso se manifies-
campesinos. Chayanov escribe: “Sin embargo, ta bajo la forma del remanente del producto
los factores usuales como mejores suelos y me- sobrante. La diferencia reside en que en este
jor ubicación respecto de los mercados segu- caso va a parar al bolsillo el campesino, cuyo
ramente existen para unidades de producción trabajo se realiza en condiciones naturales más
mercantiles basadas en la fuerza de trabajo de favorables (Marx, 1956: 81)”. Es en este punto,
la familia. Ellos deben tener el efecto de aumen- quizá, donde las diferencias entre ambas posi-
tar los outputs y el monto de retorno por cada ciones surgen más claramente: para Chayanov
unidad de trabajo”, pero, “el campesino pro- el campesino no tiende a sobrepasar un límite
ductor, al notar el incremento de la productivi- fijado por ciertas necesidades y del cual depen-
dad de su trabajo, introducirá un balance entre de el grado de explotación su fuerza de traba-
los factores económicos internos de su granja jo; si hay un excedente el equilibrio se resta-
con menos autoexplotación de su fuerza de tra- blece mediante una reducción, en el siguiente
bajo. Satisface las demandas de su familia de año económico, del desgaste de energía. Para
manera más completa con menos desgaste de Marx, en tanto el campesino está inmerso en
trabajo, y así decrece la intensidad técnica de relaciones de mercado, nuevas necesidades
su actividad económica como un todo” (Cha- son creadas continuamente y todo excedente
yanov, 1966: 8). Marx, por el contrario, afirma: en forma de dinero puede ser utilizado de va-
“cualquiera que sea el modo como se halle re- rias formas. Para Chayanov el campesino es un
gulado aquí el precio medio del mercado de los “conservador” y para Marx un “jugador oportu-
productos agrícolas, es indudable que en estas nista”. Para Chayanov la economía campesina
condiciones (predominio de pequeños produc- es un modo de producción en el mismo nivel
tores) deberá existir, igual que bajo el régimen que los modos de producción esclavista o ca-
capitalista de producción, la renta diferencial, pitalista; en cambio, para Marx la producción
Presentación a La organización de la unidad económica campesina de Alexander V. Chayanov 57

mercantil simple nunca alcanza a constituirse La partición de una familia al separarse algún
en un modo de producción dominante y como hijo para formar su familia no alteraba todo el
tal puede estar presente y desarrollarse bajo di- ciclo, pues aquél se presentaba ante la comu-
ferentes modos de producción. na y solicitaba su pedazo de tierra. Sobre esto
Sin embargo, es importante hacer la salve- Chayanov escribe: “Podemos pensar que en
dad de que Chayanov no pensaba que su teoría otro régimen agrario menos flexible que el de
fuera universalmente aplicable. El punto prin- la comuna redistributiva, la influencia del fac-
cipal de sus reflexiones recae sobre condicio- tor biológico del desarrollo de la familia sobre
nes que afectan el desarrollo del ciclo familiar la cantidad de tierra disponible no resaltaría
y como tales menciona varias veces en el texto tanto ni sería tan evidente como en nuestro
el sistema de herencia y el tipo de propiedad. material.” (Chayanov, 1966: 68).
En lo que hace a la primera dimensión Cha- Su teoría del balance entre trabajo y consu-
yanov reconoce explícitamente que para que mo depende, además de los aspectos especí-
haya alta asociación entre el tamaño de la fa- ficamente demográficos, de otros numerosos
milia y el tamaño de la explotación, la parcela factores. Especialmente porque el punto de
del padre debe poder ser dividida y heredada partida es el de una economía campesina bá-
por sus hijos, es decir, un sistema patrilineal sicamente mercantil. En la tradición del pen-
pero de padre a hijos. En el caso de que la par- samiento marxista la influencia del sistema
cela no pueda dividirse “la presión del desa- económico global aparece como más relevan-
rrollo biológico de la familia, ciertamente, no te para explicar las fuerzas que se oponen a la
puede influir sobre la cantidad de tierra dispo- reproducción de toda economía mercantil sim-
nible” (Chayanov, 1966: 68). Por otro lado, el ple. La apertura de su modelo a otros factores
régimen de propiedad predominante en Rusia acercaría aún más su análisis al análisis marxis-
para la época en que Chayanov escribe no era ta. Pero Chayanov explícitamente establece un
la propiedad privada. Cada familia campesina, límite a su trabajo cuando dice: “En este traba-
de acuerdo con el tamaño y la relación exis- jo en el que investigamos la organización inter-
tente entre los miembros en condiciones o na de la explotación campesina, no podemos
no de trabajar, recibía de la comuna una de- tratar las condiciones que determinan el nivel
terminada cantidad de hectáreas para su uso. de productividad del trabajo, puesto que no
58 Eduardo Archetti - Antología esencial

dependen tanto de factores propios de la uni- como para poder comprar lo que necesita; por
dad de explotación como de factores económi- otro lado este supuesto está en el modelo de
cos generales que afectan la existencia misma Marx de la circulación simple de mercancías.
de la explotación. La fertilidad del suelo, una Este “descubrimiento” ha sido llamado por
ubicación ventajosa de la explotación en rela- Sahlins “ley de Chayanov” y formulado de la
ción con el mercado, la situación de mercado, siguiente manera: “En la comunidad de grupos
las relaciones sociales de producción locales, de producción domésticos, cuanto mayor sea
formas organizativas del mercado local, y el la capacidad de trabajo de cada grupo menos
carácter de la penetración del capitalismo co- trabajan sus miembros” o, dicho de otra mane-
mercial y financiero: tales son los principales ra, la intensidad del trabajo en un sistema de
factores que determinan la productividad y la producción doméstico varía de manera inversa
remuneración del trabajo campesino. Por su a la capacidad de trabajo relativa de cada uni-
naturaleza todos estos factores permanecen dad de producción (Sahlins, 1972: 89). Los pro-
fuera del alcance de nuestra investigación ac- blemas de baja productividad, subutilización
tual.” (Chayanov, 1966: 73). de factores de producción y crisis periódicas
La teoría de Marx se propone explicar por presentes, de una manera permanente, en el
qué el campesino cede parte de su trabajo ex- seno de las sociedades campesinas, pueden ser
cedente a la sociedad, siendo esta la causa de explicados tomando ambas perspectivas como
que no acumule capital. El campesino transfie- complementarias: desde la de Marx a partir
re su trabajo excedente y, algunas veces, parte de la transferencia de plusvalía y desde la de
del trabajo necesario para su reproducción, Chayanov a partir de la ausencia de estímulos
porque no incluye su trabajo como parte sus- para producir un mayor excedente. Ambos me-
tancial de los costos de producción; de allí que canismos no son, a priori, excluyentes y, por el
donde predomina la pequeña propiedad el pre- contrario, uno puede reforzar al otro.
cio comercial nunca llegue a cubrir el valor de El análisis de Chayanov tiene dos importan-
los productos. Chayanov parte de otro supues- tes consecuencias empíricas. A saber: ¿bajo
to pero llega a la misma conclusión: la falta de qué condiciones la nueva tecnología va a ser
acumulación de capital. Para él el campesino aceptada por los productores campesinos? La
deja de trabajar cuando produce lo suficiente primera hipótesis que se desprende de su teo-
Presentación a La organización de la unidad económica campesina de Alexander V. Chayanov 59

ría es la de que no solamente es válido el argu- abrumadoramente mayoritaria, el capitalismo


mento de que la tecnología es buena en tanto existe pero está pobremente desarrollado y
permite un rápido aumento de la productividad donde existe esta débilmente concentrado, una
del trabajo. En todo caso, el campesino esta- parte predominante del producto debe ser con-
rá orientado hacia dos fines: más ingreso con sumido por los productores, de modo tal que
menos trabajo, pero sólo si logra mantener una el proceso de circulación de mercancías no es
cuota de intensidad de trabajo que le permita muy amplio y existe una escasa división del
utilizar sus recursos de fuerza de trabajo. Como trabajo en el nivel de la sociedad, siendo, por
Chayanov se encargará de demostrar más ade- esta razón, la economía campesina una mezcla
lante, este punto de coincidencia es, a veces, de producción agrícola más artesanal (Marx,
muy difícil de lograr pues, por lo general, toda 1956: 681-687). Es fácil reconocer en este lista-
nueva tecnología está pensada como supletoria do algunas de las principales características de
de la fuerza de trabajo. Por último, y desde el la Rusia de la época de Chayanov.
punto de vista del sistema económico global, la A partir de las ideas de Chayanov y Marx
transferencia de capital del sector agrícola al discutidas someramente en esta Introducción,
industrial sólo será posible si se aumentan los podríamos construir un continuo de actores
precios de los insumos de la economía campe- sociales en la estructura agraria. El modelo es-
sina y se disminuyen los precios de sus produc- taría constituido por la economía campesina tí-
tos. Pero esta política tiene también sus límites pica, en la que por lo menos dos características
en la intensidad de la explotación de la fuerza deben estar presentes: uso de fuerza de trabajo
de trabajo. Este tipo de razonamiento pudo familiar y falta de acumulación de capital. Ac-
encontrarse de manera más o menos constan- tores que a pesar de usar la fuerza de trabajo
te en la mente de los planificadores soviéticos familiar acumulan capital por una mayor pro-
cuando se discutía el problema de la acumula- ductividad de su trabajo estarían en otro punto
ción primitiva capital en un régimen socialista. del desarrollo de un capitalismo agrario. Más
Me gustaría mencionar brevemente las con- avanzados serían los productores que combi-
diciones que Marx pensaba estaban asociadas nan su fuerza de trabajo con fuerza de trabajo
empíricamente con el predominio de la eco- ajena y acumulan capital. Ambos grupos esta-
nomía campesina: la población rural debe ser rían dentro del modelo del farmer norteameri-
60 Eduardo Archetti - Antología esencial

cano. El punto de llegada serían, por lo tanto, Domestic Groups (Cambridge: Cambridge
las explotaciones capitalistas puras en donde Press).
toda la fuerza de trabajo es asalariada, siendo George Foster 1965 “Peasant Society and
el principal objetivo la obtención de la tasa nor- the Image of Limited Good” en American
mal de ganancia existente en la sociedad.2 Anthropologist, vol. 67, Nº 2, abril.
Kerblay, B. 1971 “Chayanov and the Theory of
Peasantry as a Specific Type of Economy”
Bibliografía en Shanin, T. (comp.) Peasants and
Peasant Societies (Londres: s/d)
Banfield, E. 1971 The Moral Backwardness of Lenin 1960 La alianza de la clase obrera y el
Society, (Chicago: Free Press). campesinado (Buenos Aires: Cartago)
Chayanov, Alexander 1966 “On the Theory Marx, Karl 1956 El Capital (Buenos Aires:
of Non-Capitalist Economic Systems” en Cartago).
D. Thorner (comp.) The Theory of Peasant Sahlins, Marshall 1972 Stone Age Economics
Economy (Illinois: Kerblay y Smith). (Chicago. Chicago Press).
Fortes, M. 1958 “Introduction” en J. Goody Wolf, Eric 1966 Peasants (New Jersey
(comp.) The Developmental Cycle in Prentice-Hall).

2 Este modelo sería mucho más complejo que el pre-


sentado por Stavenhagen en Les classes sociales dans
les sociétés agraires, París, 1969, si a este sistema de
clases le sumamos las que se derivan del modo de pro-
ducción feudal.
La comuna campesina en Rusia*

“La expropiación de los cultivadores en tor de Chayanov en el contexto social de esa


Occidente sirvió para transformar la propiedad época. Independientemente del alto grado
privada parcelaria de los trabajadores en de abstracción de alguna de las hipótesis del
propiedad privada y concentrada de los economista ruso, es innegable que su pensa-
capitalistas. ¿Cómo, entonces, ese mismo
miento estuvo influido sustancialmente por la
proceso podría aplicarse al caso de los
estructura agraria predominante en la Rusia
cultivadores rusos donde la propiedad
territorial es todavía ‘comunal’ y nunca ha de su tiempo.
sido ‘privada’? En Rusia, por el contrario, Investigación histórica reciente ha permitido
se trataría de la sustitución de la propiedad comprobar que el fortalecimiento de la comuna
comunal por la propiedad capitalista.” es bastante tardía en la historia rusa. La comu-
na que persiste hasta el siglo XVII se basaba en
C. Marx, borrador de la carta a Vera Zasulich
de 1881, en Sur les sociétés précapitalistes, la propiedad privada de la tierra pero en el uso
(París: Editions Sociales, pp: 331). en común de tierra de pastoreo y bosques. Esta
comuna, que ha sido llamada comuna territo-
rial, tenía como antecedente histórico inmedia-
1 to la comunidad basada en la descendencia de
un antepasado común. El pasaje de una forma
El principal objetivo de este pequeño artícu-
a otra estuvo asociado al cambio de la agricul-
lo sobre el campesinado ruso es ubicar al lec-
tura itinerante por una explotación mucho más
* Introducción a La organización de la unidad eco- intensiva de la tierra. Desde el siglo XIII hasta
nómica campesina Chayanov, A. V. 1974 (Buenos Ai- el siglo XVII se produce la paulatina transfor-
res: Nueva Visión). mación de ese campesinado independiente en
62 Eduardo Archetti - Antología esencial

fuerza de trabajo servil en los dominios de la entre los miembros. La capacidad para pagar
clase noble terrateniente y el Estado. Los cam- impuestos dependía, obviamente, de la cantidad
pesinos quedaban obligados a pagar una renta de tierra disponible. Por lo tanto, la comuna de-
en trabajo en la tierra del señor o en dinero, bía asegurar que todos los miembros en condi-
que podía traducirse en una determinada can- ciones de trabajar tuvieran acceso a una parcela
tidad de productos o en ambas obligaciones a de tierra. Como el número de trabajadores por
la vez (Blum, 1971).1 Antes de la emancipación familia y la tasa de consumo interno cambiaban
en 1861 del sistema de renta en dinero era pre- de acuerdo con el ciclo de desarrollo biológico
dominante en el norte y en el centro de Rusia. de ésta, la redistribución de la tierra dentro de
En el sur, por el contrario, donde predominaba la comuna fue la respuesta más adecuada para
la agricultura extensiva en las tierras del señor, evitar injusticias evidentes y posibilitar el pago
los campesinos siervos estaban obligados a del impuesto (Watters, 1968: 138).2 Al perder los
trabajar una determinada cantidad de días por campesinos la propiedad privada de la parcela
semana en los dominios (Dobb, 1966: 52). que explotaban más estas medidas administrati-
La comuna es el resultado de prácticas favo-
recidas por los terratenientes y el Estado. Ya en
el siglo XVII el “mir” es el principal agente del 2 Rosa Luxemburgo hace el siguiente comentario:
señor, el vehículo para implementar su econo- “El gobierno gravaba a las aldeas según el número de
‘almas’ registradas. La comunidad, por su parte, asigna-
mía y, en término de los campesinos, la unidad ba la suma global de impuestos que recaía sobre ella a
que es colectivamente responsable por el cum- los hogares campesinos según sus respectivas fuerzas
plimiento de las obligaciones de cada miembro. de trabajo, la parcela de tierra de cada hogar se medía
En 1724, el Estado, al introducir el pago de im- por la capacidad contributiva así calculada. Con ello, la
parcela de tierra apareció de antemano, en Rusia, partir
puestos per cápita, pero haciendo responsable
de 1861, no como fundamento de la manutención de los
de esto a la comuna, dio lugar al desarrollo de campesinos sino como fundamento de la tributación;
la política de repartir periódicamente la tierra no era un beneficio al que tuviese derecho cada hogar
campesino sino una obligación que se le imponía a cada
miembro de la comunidad como servicio del Estado.
1 Jerome Blum, Lord and Peasant in Russia, Prince- Por tanto nada más original que una asamblea de aldea
ton, 1971. Véase especialmente los capítulos 2, 6, 12, 13 rusa en la que tenía lugar la división de la tierra” (Intro-
y 14. ducción a la economía política, Córdoba, 1972, p. 155).
La comuna campesina en Rusia 63

vas tomadas desde arriba, se crean las condicio- cosechaba. El éxito del cultivo en cada parcela
nes para la aparición de la propiedad comunal dependía del éxito de la parcela vecina y así su-
de los campesinos una vez liberados del domi- cesivamente. Este sistema de producción ser-
nio de los nobles pero no del Estado zarista. vía para perpetuar el sistema de rotación trienal
Maynard define al mir como un sistema bajo con un año en barbecho, lo que implicaba que
el cual los “derechos sobre la tierra son com- cada año quedaba en descanso la tercera parte
partidos por los miembros: pero la posesión y de las tierras cultivables.
el cultivo se hacen separadamente” (Maynard, La emancipación del campesinado servil en
1946: 41). El campesino era solamente propie- 1861 trajo como consecuencia el fortalecimien-
tario de su casa y del pequeño jardín que la ro- to de la comuna y de sus prácticas. Los campe-
deaba. La tierra para pastoreo era tierra comu- sinos fueron obligados a pagar la tierra que re-
nal, lo mismo que bosques y corrientes de agua. cibían del señor. El Estado adelantó el ochenta
Los campos se dividían en tres: para cultivos de por ciento de la suma total y el resto debía ser
invierno, para cultivos de verano y para barbe- pagado al contado por los productores. Pero
cho. Dentro de cada uno se dividían pequeñas la ley establecía que el Estado actuaría como
lonjas de terreno que eran adjudicadas a cada intermediario financiero sólo si la comuna asu-
familia tratando de mantener una básica igual- mía la responsabilidad de ese pago por cada
dad, no sólo por la cantidad de tierras reparti- uno de sus miembros. Para asegurar la capaci-
das sino también porque se tomaba en cuenta dad de pago del mir se promulgó un conjunto
las condiciones ecológicas del terreno. El he- de disposiciones; éstas eran las más importan-
cho de que cada productor tuviera parcelas dis- tes: los campesinos no podían abandonar el te-
persas dentro de cada campo hacía necesaria la rritorio comunal sin el permiso de la autoridad
coordinación comunal de los trabajos cultura- comunal; para hacerlo se necesitaban los dos
les. La comuna decidía cuándo se araba, cuán- tercios de los votos y, en el mejor de los casos,
do se carpía3, cuándo se sembraba y cuándo se la comuna podía permitir el abandono sólo si se
pagaba toda la deuda o se encontraba a alguien
dispuesto a hacerlo. En ambas situaciones la
3 Nota del Editor: Se refiere al proceso por el cual se
movilidad era prácticamente imposible por el
limpia o escarda la tierra para quitar la hierba inútil o
perjudicial. simple hecho de que las obligaciones de la re-
64 Eduardo Archetti - Antología esencial

dención en dinero excedían con creces el valor en los tres campos, y 2) redistribución perió-
de la tierra y la capacidad que cada familia tenía dica, en la que sólo cambiaba la posesión pero
de producir un excedente que incluyera los gas- permanecía inalterado el tamaño y, por lo tan-
tos en ceremonias, el fondo de reposición, los to, la cantidad de parcelas. Los criterios para
impuestos y los pagos. En tanto la comuna se- esta redistribución eran por lo general tres: 1)
guía siendo responsable del pago de los impues- según las variaciones en el número de miem-
tos y de la implementación de las medidas ad- bros de la familia; 2) según los cambios en la
ministrativas, el principal interés era mantener proporción de miembros en condiciones de
a todos los miembros para no reducir la capa- trabajar respecto de los que no lo estaban, y 3)
cidad de satisfacer las obligaciones contraídas. de común acuerdo. Estos criterios por lo gene-
Robinson, por ejemplo, calcula que el valor ral se complementaban entre sí. La redivisión
de la tierra entregada a los campesinos eman- únicamente se llevaba a cabo en las tierras
cipados excedía en un cuarenta por ciento el que se destinaban a cultivos. La casa, como el
precio de marcado de las mismas(Geroid, 1967: jardín, era propiedad privada y como tal podía
68). Otra consecuencia importante de la eman- ser transferida en herencia a los hijos. La tierra
cipación fue una disminución de la tierra dis- para pastoreo no era subdividida y los bloques
ponible para cada familia y la pérdida de la tie- se redistribuían de acuerdo con la cantidad y
rra para pastoreo y bosques. La reducción del calidad de la madera y las necesidades de cada
hectaraje disponible suponía que cada familia familia (Watters, 1968: 142-146).
para obtener más tierra debía retener a todos La costumbre de repartir periódicamente la
sus miembros. Maynard estima que la reduc- tierra estaba bastante extendida en las zonas
ción fue algo así como un quinto de la tierra de donde la propiedad comunal predominaba. De
que se disponía anteriormente (Maynard, 1942: acuerdo con Robinson esta cifra tiende a crecer
44). Todas estas razones dieron más fuerza a la desde la emancipación hasta fines de siglo; datos
práctica de repartir periódicamente la tierra. para 49 provincias muestran que en 1877 el 74,8%
Había dos sistemas: 1) redistribución radical, de los campesinos la practicaban y en 1905 esta
sistema en el cual la comuna no sólo rotaba la cifra llegaba a 76,7% (Geroid, 1967: 120).
posesión de las parcelas sino que también era Para evitar los efectos de la redistribución
reajustado el tamaño de cada lonja de tierra sobre la productividad agrícola, ya que en mu-
La comuna campesina en Rusia 65

chos casos el lapso que separaba una de otra se vieron obligados a comprar tierra de particu-
era de cuatro o seis años, el Estado aprueba lares, fundamentalmente de la nobleza, creán-
una ley en 1893 por la cual se establece que la dose una clase de propietarios mixtos. Otros
repartición debía hacerse, por lo menos, cada formaron sociedades con tal propósito. Por
doce años. último la comuna comenzó a funcionar como
De acuerdo con Kablukov, después de la una agencia de compra de tierras. En el cuadro
emancipación las comunas campesinas tenían siguiente se pueden ver los datos de la distribu-
el 80% de toda la tierra bajo el control de los ción de tierra por sistema de tenencia en 1905
campesinos y contrataban el 57% de toda la tie- (Ver Cuadro 1 en página siguiente).
rra cultivable (Watters, 1968: 46). La propiedad De la lectura del cuadro se desprende que
comunal era predominante en la Rusia europea, el 80% de las tierras emancipadas estaban bajo
excepto en Ucrania y en las provincias bálticas. la propiedad comunal; dentro de las tierras
En éstas los campesinos habían sido emancipa- arrendadas sólo el 34% y de las compradas el
dos anteriormente pero no se les había entrega- 16%. Si tomamos el porcentaje en relación con
do tierra, motivo por el cual se convirtieron en el total de tierras vemos que un 62,5% eran de
proletarios rurales o, en el mejor de los casos, propiedad del mir. Si vemos los datos por la
en arrendatarios, ya que les estaba prohibido cantidad de explotaciones la diferencia es aún
migrar de la región o ir a las ciudades. Pero aun mayor a favor de las comunas: 471.565 eran de
en las regiones donde los campesinos tenían la propiedad privada, o sea, el 3,9% del total de
propiedad privada de la tierra, especialmente 12.000.000 de explotaciones existentes en toda
en las estepas, en tanto se seguía utilizando Rusia; bajo la forma de asociaciones habían
como método de cultivo la rotación trienal con 1.000.000 de explotaciones, o sea el 8,3 % y el
un año de barbecho la comuna seguía jugando resto, casi 10.500.000, bajo la forma comunal,
un rol fundamental en el proceso de asignación es decir, el 87,8 % del total (Watters, 1968: 149).
de recursos de los campesinos. Si tomamos en cuenta el total de tierras, inclu-
Desde 1860 hasta 1900 la cantidad de tierra yendo las que eran propiedad de la nobleza, del
obtenida mediante la redención no era suficien- Estado y el Zar y de la burguesía de las ciuda-
te para asegurar el normal desarrollo de las acti- des, la tierra bajo propiedad comunal consti-
vidades económicas de los campesinos. Muchos tuía el 43% (Geroid, 1967: 255).
66 Eduardo Archetti - Antología esencial

Cuadro 1. 1905: total de tierras campesinas según origen y sistema de tenencia*


Tipo de propiedad
1) Tierras emancipadas:** 123.183.000 des
Comunal: 98.546.400 des
2) Tierras no emancipadas:***
a) arrendadas 37.000.000 des
Comunal: 12.580.000 des
Privada: 11.840.000
Asoc.: 12.580.000

b) compradas 23.600.000 des Comunal: 3.672.000


Privada: 12.700.000
Asoc.: 7.300.000
Total 183.783.000 des
* Una desiatina es igual a 1,1 hectáreas. El cuadro ha sido construido a partir de datos provistos por Watters y
Robinson.
** Tierras adquiridas cuando la emancipación de 1861.
*** Tierras adquiridas con posterioridad, a partir de 1863.

Hasta ahora hemos visto que las funciones de igualdad económica de sus miembros. La segu-
la comuna eran básicamente las de distribu- ridad depende estrechamente de la propiedad
ción y redistribución de la tierra, las de orga- de la tierra en sociedades agrarias: mientras
nizar el trabajo, controlar la movilidad de sus cada familia podía asegurar el futuro de sus
miembros, incluso tenían la capacidad de otor- hijos hasta el momento en que comenzaban a
gar pasaportes, documentos sin los que era im- constituir nuevos hogares, la comuna se hacía
posible circular en Rusia, encargarse del pago cargo de ellos a partir de ese momento, pues
de los impuestos y arrendar y comprar nueva estaba obligada a entregarles o conseguirles la
tierra. Leroy-Beaulieu ha puntualizado correc- tierra suficiente como para que pudieran man-
tamente que además de estas funciones la co- tenerse y producir el surplus excedente dedi-
muna se proponía garantizar la seguridad y la cado a actividades ceremoniales e impuestos.
La comuna campesina en Rusia 67

Finalmente, a los fines del mantenimiento de de los campesinos en proletarios hubiera re-
la igualdad, la comuna solía entregar más tie- querido un gran esfuerzo de inversión que la
rra a los campesinos más ricos obligándolos de nobleza no estaba en condiciones de realizar,
esa manera a pagar más impuestos —en estos por un lado; por otro, hubiera provocado una
casos, por lo general, no se tomaba en cuenta guerra civil de proporciones inusitadas. Tal
la cantidad de fuerza de trabajo disponible en como lo señala Maynard, la reforma de 1861
cada familia sino el monto de riqueza produci- no creó ni proletarios ni campesinos en con-
da y atesorada en los años anteriores. (Leroy- diciones de acumular capital: tanto el modelo
Beaulieu, 1962: 63). prusiano como el “americano”, la creación de
No es necesario recordar lo obvio, pero es un campesinado en condiciones de acumular
importante tener en cuenta que los objetivos capital, quedaron fuera del alcance del proyec-
de la emancipación de 1861 eran la preserva- to original (Maynard, 1946: 24).
ción del orden y la estabilidad política que se Al entregarse las tierras el tamaño promedio
habían visto amenazados seriamente por una fue reducido en un 20%, tal como lo señalamos
serie de rebeliones campesinas a lo largo del anteriormente. A esto habría que agregar las
siglo XIX.4 Pero el modelo de la reforma no sumas exorbitantes que los campesinos debían
podía ser el “prusiano” porque en Rusia nun- pagar por las tierras, más los intereses que se
ca se desarrolló plenamente una clase de te- acumulaban cada año por el préstamo otorga-
rratenientes con claros intereses comerciales. do por el Estado. El aumento de la demanda de
Además, fuera del sur la tierra bajo el control tierras produjo un aumento desproporcionado
de los propietarios casi no existía, por lo tanto de los arrendamientos y del precio por desiati-
toda la tierra estaba parcelada y entregada a na. Por otro lado, desde fines de la década del
los campesinos que la trabajaban con sus pro- ochenta hasta 1905 se observa una baja perma-
pios animales de tiro y arados. La conversión nente de los precios de los productos agrarios.
Estas causas, más la mala cosecha de 1904-
1905, crearon las condiciones para la intensa
4 Un excelente análisis del proceso de emancipación participación campesina en la revolución de
se puede ver en Terence Emmons, “The Peasant and the
ese año. Una página de la historia del campesi-
Emancipation”, en The Peasant in Nineteenth-Century
Russia, cit. nado ruso quedaba atrás.
68 Eduardo Archetti - Antología esencial

2 donar, de esa manera, su casa en el pueblo.


Para todo esto no era necesaria la autorización
La respuesta a la revolución fue la famosa re- de la comuna: bastaba con presentar la corres-
forma agraria de Stolipin. Maynard caracteriza pondiente solicitud al gobierno. De este modo,
este intento del siguiente modo: “Stolipin no además de crear una sólida clase de propieta-
sólo trató de reprimir severamente los desór- rios, se darían las condiciones para la creación
denes sino que intentó encontrar nuevas bases de un mercado de tierras más o menos dinámi-
para el fortalecimiento de la monarquía me- co que impulsara hasta sus últimas consecuen-
diante la creación de una clase de campesinos cias el proceso de diferenciación social dentro
ricos. A esto se dirigió toda la legislación agra- del campesinado. La guerra contra la comuna
ria” (Maynard, 1946: 84). acababa de comenzar.
Como he explicado anteriormente, las ex- La nueva legislación provocó una mayor
plotaciones en la comuna estaban formadas movilidad en tanto ya no era necesario el pasa-
por pedazos de tierra en los diferentes cam- porte comunal, debilitó la interferencia de las
pos. Generalmente, las parcelas de las que autoridades comunales en la vida de los campe-
cada campesino disponía en cada campo es- sinos y posibilitó una mayor migración a las ciu-
taban separadas una de la otra. Esto se vin- dades. De acuerdo con Robinson los resultados
culaba estrechamente con la existencia de la de la reforma, hasta 1917, fueron la creación de
comuna como un básico mecanismo de igua- 3.700.000 explotaciones privadas que llegaron a
lación de oportunidades de todos sus miem- la primera etapa y sólo 1.200.000 que llegaron a
bros. La reforma de Stolipin estaba planeada la segunda, es decir, a las granjas consolidadas.
para llevarse a cabo en tres etapas. La prime- Aparentemente, a la tercera etapa —el abando-
ra era el otorgamiento del título de propiedad no del pueblo— no llegó prácticamente casi na-
permanente sobre las parcelas esparcidas en die. Bajo el régimen comunal quedaron alrede-
los campos. La segunda era la consolidación dor de 7.000.000 de explotaciones, es decir, casi
de esas parcelas en una sola unidad para una un 60% del total (Geroid, 1967: 226-227).
explotación mucho más racional. En la tercera Los campesinos trataron, en la medida de
y última etapa el campesino debía construir su lo posible, de mantener intactas las comunas
vivienda en la explotación consolidada y aban- y sólo lo consiguieron en las regiones donde
La comuna campesina en Rusia 69

las condiciones para una comercialización más La persistencia de la propiedad comunal no


capitalista no estaban dadas. Por tradición, los supone negar el crecimiento de campesinos ri-
campesinos son pequeños productores dis- cos y proletarios y semiproletarios rurales. Las
puestos a comprar y alquilar tierra como a al- estadísticas para el período considerado mues-
quilar fuerza de trabajo asalariada si se dan las tran un incremento acelerado de la diferencia-
condiciones, pero se resisten a vender su fuerza ción social en el campo ruso. Lo importante es
de trabajo, a perder su “autonomía”, a conver- tener en cuenta que dentro del campesinado la
tirse en proletarios. Este tipo de práctica con- vasta mayoría estaba compuesta por los cam-
solidada por una sólida ideología “campesina” pesinos medianos que maximizaban el uso de
puede explicar las reacciones negativas frente la fuerza de trabajo familiar en las operacio-
al proyecto de Stolipin. Si en 1905 se habían le- nes productivas. Esta maximización sólo era
vantado en contra de los terratenientes pidien- posible si la institución comunal permanecía
do que la tierra fuese nacionalizada y entregada inalterada: la comuna era un obstáculo para la
a los productores, en la revolución de marzo de conversión de la tierra en mercancía. Es esta
1917 también se levantaron contra los que se respuesta, básicamente anticapitalista, lo que
fueron de la comuna. Los campesinos no sólo hace posible la política de alianzas esbozada
se apoderaron de la tierra disponible en poder por Lenin entre el campesinado y el proletaria-
de los nobles y burgueses sino que obligaron a do urbano.
los que habían obtenido en propiedad heredi-
taria sus parcelas a volver al mir. Para decirlo
con palabras de Wolf: “El mir una vez más se 3
había convertido en la organización social y
económica predominante en el campo y como Una de las razones básicas para explicar el
tal permanecería hasta el período de la colecti- bajo nivel de vida durante la etapa considerada
vización forzosa bajo Stalin” (Wolf: 1969: 97).5 es la baja productividad de la agricultura, que
constituía la principal actividad económica de
un 80% de la población. La productividad por
5 Para un análisis de cómo Lenin percibió esta res-
hectárea estaba muy por debajo de la de otros
puesta véase Pierre Sorlin, “Lénine et le probléme pay-
san en 1917”, Annales, vol. 19, nº 2, marzo-abril, 1969. países europeos: sólo el 25% de la productivi-
70 Eduardo Archetti - Antología esencial

dad de Inglaterra, un tercio de la de Alemania deudas por la emancipación consumían gran


y la mitad de la de Francia. Para Dobb la baja parte del excedente producido, lo que hacía
productividad estaba asociada con el pobre imposible una adecuada tasa de inversión tan-
desarrollo tecnológico existente en las áreas to en tierra como en nuevas herramientas de
rurales. El sistema de rotación trienal con un trabajo (Dobb, 1966: 39-456
año en barbecho predominaba en la mayor Además en el período considerado se pro-
parte del país, lo que implicaba que una ter- duce una rápida expansión demográfica. Para
cera parte de la tierra quedaba cada año sin 1900-1914 se calcula que la población rural
cultivar. La práctica de la redistribución impe- solamente creció en un 20% (Nove, 1972: 21).
día la incorporación sistemática de mejoras. En condiciones de relativa escasez de tierras,
Aún en los casos donde los campesinos tenían como consecuencia del rápido aumento de po-
la propiedad privada tanto como en las co- blación y el proceso de concentración, el cam-
munas, la explotación estaba constituida por pesino debía mantener el factor abundante, la
infinidad de parcelas —en algunas regiones fuerza de trabajo familiar, para poder obtener
hasta veinte o treinta era lo común—. Esto el factor escaso, la tierra. En ese proceso es-
suponía un desgaste de energías y tiempo que taban creadas las condiciones para un rápido
conspiraban contra un mejor trabajo de la tie- proceso de diferenciación social interna.
rra. Por otro lado, como consecuencia de la La obra de Chayanov, desde una perspectiva
reforma de 1861, el balance existente entre micro, permite una mejor interpretación, del
tierras de pastoreo y cultivos fue roto, motivo modo en que la economía campesina se com-
por el cual, al escasear los pastos el manteni- porta en la esfera de la producción. De esta
miento de los animales de tiro se hacía poco presentación de las comunas se desprende que
menos que imposible. Esto es bastante claro la mayoría del campesinado había conservado
si se miran las estadísticas del número de ca- la propiedad comunal. Es bajo estas condi-
ballos por explotaciones: el promedio estaba ciones que la teoría del balance entre trabajo
por debajo de uno. De 1870 a 1900 el número
de caballos por explotación decrece signifi-
6 Véase también Alexander Gerschenkron, Economic
cativamente. A todos estos factores hay que
Backwardness in Historical Perspective, Cambridge,
sumarle el hecho de que los impuestos y las 1962, pp. 119-135.
La comuna campesina en Rusia 71

y consumo, medida por el desarrollo del ciclo mía no capitalista encuentra su razón de ser
de desarrollo familiar, adquiere sentido. Es por en el comportamiento político del campesina-
eso que su análisis debe ser enmarcado históri- do como clase. Una prueba irrefutable de que
camente para no correr el riesgo de “universa- bajo ciertas condiciones prácticas en la esfera
lizar” su teoría olvidando los parámetros sobre de la producción suelen transformarse en una
los que fue construida. Baste recordar que el eficiente orientación para la participación en
aporte de Chayanov al estudio de una econo- movimientos sociales.

Glosario
Actividades artesanales y comerciales: Actividad ruso: promysly.
económica, generalmente de tipo extractivo primario, alemán: das Handwerk.
pero que incluye industria doméstica rural y otras formas francés: métiers.
de trabajo no agrícola, a menudo estacional. inglés: crafts and trades.
Artel: En la Rusia prerrevolucionaria, asociación de
personas para realizar trabajo en común. En la Rusia
soviética, organización cooperativa de productores bajo
supervisión estatal.
Balance trabajo-consumo: Cálculo, no necesariamente ruso: trudo-potrebitelskii balans.
explícito o consciente, que establece el equilibrio alemán: die Arbeits-Verbraucher balance.
económico básico entre las fatigas del trabajo y la francés: l’appréciation de la dépense de travail et de la
satisfacción de las necesidades. El principal objetivo satisfaction des besoins.
económico es organizar el trabajo del año para cubrir inglés: labor-consumer balance.
las necesidades de una familia, incluyendo el deseo de
ahorrar o de invertir capital, si fuera posible.
Beneficio: En la unidad de explotación doméstica ruso: vygodnost.
campesina, la evaluación del beneficio comparativo no se alemán: der Vorteil.
basa en el cálculo del ingreso neto, sino que se realiza francés: les avantages.
mediante el balance trabajo-consumo. inglés: advantage.
Desiatina: Unidad rusa de medida de superficie: 1,1
hectáreas.
72 Eduardo Archetti - Antología esencial

Economía nacional: Economía de un estado tomada en ruso: narodnoe jozyaistvo.


su conjunto. En su forma adjetiva, esta expresión a veces alemán: die Wirtschaft.
se opone a economía privada, la unidad microeconómica francés: économie nationale.
individual. inglés: national economy.
Economía privada: Relativa a una unidad económica ruso: chastno-jozyaistvennyi.
dentro de la economía nacional en conjunto; alemán: privatwirtschaftlich.
microeconómico, opuesto a macroeconómico. francés: d’économie privée.
inglés: private economic.
Egresos económicos: Todas las salidas en dinero y ruso: jozyaistvennye rasjody.
en especie, destinadas a la producción, no al consumo, alemán: wirtschaftliche Aufwendungen.
incluidos los gastos de circulación de capital y de francés: les coûts de production.
renovación y formación de capital. inglés: economic expenditures.
Equilibrio económico básico: El resultado del ruso: osnovnoe jozyaistvennoe ravnovesie.
balance trabajo-consumo entre la satisfacción de las alemán: das fundamentale wirtschaftliche Gleichgemicht.
necesidades y las fatigas del trabajo. francés: l’équilibre des dépenses de travail et des
besoins.
inglés: basic economic equilibrium.
Familia obrera (trabajadora): Familia que constituye una ruso: trudovaya semya.
unidad económica y cuenta sólo con su propia fuerza de alemán: die Arbeitsfamilie.
trabajo sin recurrir a fuerza de trabajo asalariada. Puede francés: la famille ouvrière.
dedicarse a la agricultura en una unidad de explotación inglés: labor family.
familiar o a actividades artesanales urbanas.
Fatigas del trabajo: Uno de los elementos en el balance ruso: tyagostnost truda.
trabajo-consumo. alemán: die Arbeitsbeschwerlichkeit.
francés: la fatigue due au travail.
inglés: drudgery of labor.
Guberniya: La principal unidad administrativa del imperio
ruso. La Rusia europea estaba dividida en 49 guberniyas.
Kulak: Expresión rusa (literalmente, “puño”) para
denominar al campesino rico o al comerciante que
pueden emplear fuerza de trabajo ajena.
La comuna campesina en Rusia 73

Libra rusa: Equivalente a 0,4 Kg.


Oblast: Región o provincia.
Okrug: Distrito.
Producto
1) Producto bruto: Ingreso total anual de la familia, tanto ruso: valovaya priozvoditelnost.
de la explotación agraria en general como de actividades alemán: Rohertrag.
artesanales y comerciales. francés: produit brut.
inglés: gross product.
2) Producto neto: El producto bruto, menos los gastos
en la unidad de explotación y todos los gastos de ruso: chistaya proizvoditelnost.
renovación de capital. Véase remuneración del trabajo. alemán: Reinertrag.
francés: produit net.
inglés: net product.
PUD: Medida rusa de peso, equivalente a 16,4 Kg.
Remuneración del trabajo: En la unidad de explotación ruso: oplata truda.
campesina o familiar, el monto total del ingreso anual, alemán: Arbeitsverdienst.
disponible para la familia después de reducir los gastos. francés: remunération du travail.
inglés: labor payment.
Renta económica: Beneficio proveniente de una ruso: renta.
ubicación particular o de la calidad de la tierra. Factores alemán: Rente.
económicos generales, como las fluctuaciones de francés: rente foncière.
precios, mejoras técnicas, y aumento de la fertilidad, inglés: economic rent.
pueden contribuir a generar renta económica.
Renta pagada: Arrendamiento. Cantidad pagada por la ruso: arenda.
tierra arrendada. alemán: Rente.
francés: loyer de la terre.
inglés: rent.
Satisfacción de las necesidades: Uno de los elementos ruso: udovletvorenie potrebnostei.
del balance trabajo-consumo. alemán: die Bedarfsbefriedigung.
francés: la satisfaction des besoins.
inglés: demand satisfaction.
74 Eduardo Archetti - Antología esencial

Sazhen: Medida rusa de longitud, equivalente a 2,1


metros.
Sokha: Herramienta de madera, con dos o más dientes,
básica para la labranza en el agro ruso a comienzos del
siglo XX.
Tasa de fuerza de trabajo: La cantidad de tierra arable que ruso: trudovaya norma.
emplea, con intensidad normal, toda la fuerza de trabajo de alemán: die Arbeitsnorm.
una unidad de explotación doméstica familiar indica la tasa francés: norme de travail en période de pointe.
de fuerza de trabajo. Es compulsiva en los períodos críticos inglés: labor rate.
de la intensidad del trabajo, como en la cosecha.
Tasa del consumidor: La extensión de cultivos con ruso: potrebitelskaya norma.
la cual la familia campesina cubre sus necesidades alemán: die Verbrauchernorm.
mínimas de consumo. francés: norme de consommation.
inglés: consumer rate.
Trabajador: El que trabaja, pero no necesariamente, como ruso: rabotnik.
en terminología soviética usual, el que percibe salario. Incluye alemán: der Arbeiter.
también a los que trabajan en una unidad de explotación francés: ouvrier.
familiar y participan de la remuneración del trabajo. inglés: worker.
UEZD: Unidad administrativa territorial, subdivisión de la
guberniya. Hacia 1900, un UEZD europeo común tenía
una población aproximada de 200.000 habitantes, pero
había grandes variaciones.
Unidad de explotación: Unidad de producción y ruso: jozyaistvo.
consumo que gana su sustento con el trabajo de la tierra, alemán: die bauerliche Wirtschaft.
y a veces lo complementa con trabajos no agrícolas francés: exploitation agricole.
(véase actividades artesanales y comerciales). Una forma inglés: farm.
particular de unidad económica.
Unidad de explotación agrícola semicapitalista: ruso: fermerskoe jozyaistvo.
Unidad de explotación que recurre en parte a su propia alemán: die Farmerwirtschaft.
fuerza de trabajo familiar, pero utiliza también fuerza francés: l’economie fermière.
de trabajo asalariada y se propone obtener ganancias; inglés: farmer unit.
unidad semi-doméstica, semi-capitalista.
La comuna campesina en Rusia 75

Unidad de explotación doméstica: Unidad de ruso: trudovoe jozyaistvo.


explotación que se basa normalmente en su propia alemán: die Arbeitwirtschaft.
fuerza de trabajo, sin la categoría de salarios. Es una francés: exploitation basée sur le travail des membres de
forma de la unidad de explotación familiar. la famille.
inglés: labor farm.
Unidad de explotación familiar: Unidad explotada por ruso: semeinoe jozyaistvo (véase unidad familiar).
una familia sin fuerza de trabajo asalariada, y que a alemán: die Familienwirtschaft.
veces se ocupa de oficios rurales no agrícolas. Como no francés: exploitation agricole. familiale.
existe la categoría de salario, es inaplicable el análisis inglés: family farm.
en función de categorías capitalistas normales. Además
la motivación de este tipo de unidad explotación no es la
ganancia sino el balance trabajo-consumo.
Unidad de trabajo: Unidad económica que opera sin ruso: trudovoe jozyaistvo.
fuerza de trabajo asalariada. Como la unidad familiar, alemán: die Arbeitwirtschaft.
puede existir en agricultura, industria doméstica rural o francés: exploitation basée uniquement sur le travail de
en el sector artesanal urbano. la famille.
inglés: labor unit.
Unidad doméstica de explotación campesina: Unidad ruso: krestyanskoe trudovoe semeinoe jozyaistvo.
económica campesina que no recurre a fuerza de trabajo alemán: die bäuerliche Familienwirtschaft.
asalariada. La familia de este tipo de unidad puede no francés: exploitation paysanne familiale.
coincidir con la familia nuclear, ya que puede incluir hijos, inglés: Peasant family labor farm.
nietos y miembros “adoptados” en la familia (es decir,
trabajadores que pertenecen a otras familias) y puede
excluir miembros propios que trabajan en otra parte.
Como resultado de un año de trabajo la familia recibe un
simple ingreso (véase producto) y pondera sus esfuerzos
contra los resultados materiales obtenidos (véase
balance trabajo-consumo).
Unidad económica: Unidad de producción y consumo, ruso: jozyaistvo.
a menudo una unidad de explotación, pero puede alemán: die Wirtschaft.
dedicarse a la industria doméstica rural o consistir de francés: exploitation.
artesanos urbanos, por ejemplo. inglés: economic unit.
76 Eduardo Archetti - Antología esencial

Unidad económica campesina: Unidad ruso: krestyanskoe jozyaistvo.


económica que gana su sustento con el trabajo alemán: die Bauernwirtschaft.
de la tierra, aunque sus actividades también francés: exploitation paysanne.
pueden desarrollarse en sectores no agrícolas, inglés: peasant farm.
principalmente actividades artesanales y
comerciales. Puede ser de naturaleza capitalista,
o vinculada al mercado y emplear fuerza de
trabajo asalariada, al menos en parte. Pero el uso
más frecuente de esta expresión indica la unidad
doméstica de explotación campesina, en la cual
no existe fuerza de trabajo asalariada y por lo tanto
difiere fundamentalmente de la unidad explotación
capitalista.
Unidad familiar: Unidad económica basada en el ruso: semeinoe jozyaistvo.
trabajo de un grupo familiar, que no necesariamente alemán: die Familienwirtschaft.
debe ser el núcleo familiar. Por lo general, la unidad es francés: l’exploitation familiale.
una unidad de explotación familiar, pero puede dedicarse inglés: family unit.
a industria doméstica rural o consistir de artesanos
urbanos, por ejemplo. En ningún caso existe fuerza de
trabajo asalariada.
Vedro: Medida rusa de capacidad, equivalente a 12,3
litros.
Versta: Unidad rusa de medida de longitud, equivalente
a 1,07 Km.
Volost: Subdivisión administrativa rural de un uezd; la
principal unidad administrativa para los campesinos a
fines del siglo XIX y principios del XX.
Zemstvo: Concejo electivo local rural instituido al nivel de
la guberniya y del uezd después de la liberación de los
siervos en Rusia.
La comuna campesina en Rusia 77

Bibliografía Maynard, John 1942 The Russian Peasant


and Other Studies (Londres: s/d)
Blum, Jerome 1971 Lord and Peasant in Nove, Alec 1972 An Economic History of the
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Geroid , T. Robinson 1967 Rural Russia Under S. Vucinich (comp.) The Peasant in
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Maynard, John 1946 Russia in Flux, Before Century (New York : s/d).
October (Londres: s/d).
Reseña de Las luchas campesinas
del siglo XX de Eric R. Wolf*

E l libro de Wolf ha de convertirse, sin duda


alguna, en un “clásico” de las ciencias so-
ciales. Un “clásico” es una combinación de va-
tanto por la presencia de diversas clases so-
ciales como por la prosecución de fines múl-
tiples. Las revoluciones analizadas no son
rios elementos: un tema de relevancia social y rebeliones campesinas clásicas sino vastos
política, profundidad monográfica, un aprecia- movimientos anticapitalistas, antiimperialis-
ble grado de generalidad teórica, compromiso tas y anticolonialistas en donde los campesi-
y elegancia literaria. Todo esto está reunido en nos luchan, codo a codo, con intelectuales,
Las luchas campesinas del siglo XX. Antes que sectores de la burguesía nacional y obreros
comentar cada una de las rebeliones campesi- urbanos, encuadrados en organizaciones mili-
nas me gustaría restringir estas notas a algunos tares y en partidos políticos militarizados. Por
de los aspectos teóricos del libro, especialmen- lo general, los campesinos se analizan como si
te los que están condensados en el capítulo úl- constituyeran una clase homogénea, poco di-
timo de las conclusiones. ferenciada, con una cultura “folk” estructura-
El principal objetivo de Wolf es encontrar da y cuyas principales características provie-
el tipo de campesinos y las condiciones es- nen del hecho de vivir en el campo, trabajar la
tructurales que posibilitan su participación tierra y mantener con el excedente producido
en movimientos sociales complejos, definidos una clase de terratenientes ociosos. Wolf tiene
razón cuando hace notar que para estudiar la
participación política campesina se hace ne-
* Esta reseña al libro de Eric R. Wolf, Las luchas
campesinas del siglo XX 1972 (México: Siglo XXI Edi-
cesario identificar a los actores tomando en
tores), fue publicada en Revista Desarrollo Económico cuenta variaciones que provienen del sistema
1973 (24). de tenencia de la tierra, de la manera en que
80 Eduardo Archetti - Antología esencial

el trabajo excedente se expresa en la renta lítico campesino es imprescindible encontrar


fundiaria, de las relaciones con el mercado, algunas dimensiones en común.
del grado de solidaridad interna de las comu- Uno de los aspectos más interesantes en el
nidades rurales y de la organización religiosa. análisis de Wolf es el hallazgo de campesinos
Pero también es correcta la observación que que tengan cierto grado de autonomía y que
tanto arrendatarios como propietarios o como hayan llegado a cierta etapa en el proceso de
ocupantes gratuitos, arrendatarios que pagan diferenciación social. En el texto el autor salta
la renta en trabajo o en dinero o en productos, de una a otra dimensión, de la condición de
campesinos que sólo producen una parte de “autónomo” a la condición de “mediano” (des-
sus cosechas para el mercado o que comer- graciadamente el traductor, algunas veces, tra-
cializan todo lo que cultivan, católicos como duce “middle peasantry” como “campesinos
ortodoxos como confucionistas, tienden a de clase media”, traicionando la idea de Wolf).
estar presentes en los movimientos sociales La autonomía mide fundamentalmente las re-
considerados. El campesino de Sierra Maestra laciones entre el productor y el no productor
era ocupante gratuito y producía casi exclu- en la esfera productiva; en ese sentido un cam-
sivamente café; el campesino del centro de pesino autónomo es aquel que todavía está en
Rusia era miembro de una comuna que dis- condiciones de controlar las condiciones téc-
tribuía periódicamente tierra entre sus miem- nicas bajo las que se desarrolla el proceso pro-
bros y combinaba producción de subsistencia ductivo. De este modo no importa demasiado
con producción para el mercado y artesanías; si es o no propietario de la parcela de tierra
el campesino de Morelos producía para su que cultiva. Por el contrario, la diferenciación
consumo y trabajaba como proletario rural entre campesinos pobres, medianos y ricos
parte del año en las plantaciones de caña de se basa fundamentalmente en la relación que
azúcar; el campesino chino pagaba renta en cada grupo establece con el mercado de traba-
productos al terrateniente, pero, pese a ello, jo: los primeros venden su fuerza de trabajo,
se consideraba propietario de la parcela que los segundos sólo utilizan la fuerza de trabajo
trabajaba, y así sucesivamente. Por lo tanto, familiar y los terceros compran fuerza de tra-
frente a la diversidad de relaciones sociales, bajo de otros de manera sistemática. En las
a los fines de explicar el comportamiento po- conclusiones Wolf enfatiza el rol jugado por los
Reseña de Las luchas campesinas del siglo XX de Eric R. Wolf 81

campesinos medianos, pero también resalta el la pérdida de la autonomía. De allí que su parti-
papel de los campesinos pobres autónomos cipación sea efectiva en movimientos sociales
en los procesos revolucionarios analizados, que se dan en un contexto de transformación
fundamentalmente en los casos ruso, chino, capitalista. Tal como lo observara Moore, el
mexicano y cubano –es dable imaginar que los proceso de modernización capitalista comien-
campesinos del café en Cuba trabajaban como za con revoluciones campesinas que fracasan
cosecheros en la época en que se efectuaba la y culmina, en el siglo veinte, con revoluciones
cosecha de la caña de azúcar–. De esta manera que triunfan (Moore, 1968: 453).
los grupos de campesinos movilizables pasan Wolf enfatiza las relaciones que existen en-
a ser: los pobres autónomos y los medianos au- tre el campesinado y procesos de cambio so-
tónomos. Esta característica recuerda los aná- cial globales. Ni el deterioro de la situación
lisis clásicos de Lenin sobre la potencialidad económica, ni el ausentismo de los terratenien-
revolucionaria de los diferentes estratos del tes, ni la amenaza al modo de vida tradicional
campesinado ruso. Como los límites están da- de las comunidades rurales, ni la proletariza-
dos por la proletarización completa y la apro- ción creciente, explican, por sí solas, la parti-
piación de plusvalía, el campesinado se mueve cipación política campesina. La investigación
en el medio, lo central pasa a ser la considera- debe estar focalizada tanto en el campesinado
ción de las condiciones bajo las que es posible como clase como en el estado de la sociedad.
seguir operando como campesino, es decir ni Una aproximación ingenua al problema sería
vender ni comprar fuerza de trabajo. La eco- pensar que toda vez que hay campesinos me-
nomía campesina es, en este sentido, una eco- dianos y pobres autónomos se dan las condi-
nomía básicamente mercantil, aunque la circu- ciones para la transformación revolucionaria
lación de mercancías sea simple, es decir que de la sociedad. Los casos analizados en el libro
se venda para comprar, satisfaciendo, en este demuestran que la modernización económica,
proceso, necesidades definidas culturalmente la transformación de la tierra y el trabajo en
y domésticas. Como tal constituye un modo de mercancías, deben estar en sus etapas iniciales
producción tan específico en su funcionamien- (una excepción sería el caso de Cuba). Ocurren
to como el capitalista. Para el campesinado, en sociedades agrarias y dependientes –un as-
por lo tanto, la “tragedia” es la proletarización, pecto injustamente menospreciado por Wolf en
82 Eduardo Archetti - Antología esencial

el capítulo de las conclusiones–. Los procesos brio existente entre fuerza de trabajo familiar
de industrialización en estas sociedades están y recursos disponibles. La apropiación de tie-
sometidos a las leyes del capitalismo avanzado rra ya no depende de la capacidad de trabajo
y no a una paulatina transformación desde el del grupo doméstico sino de la cantidad de
campo de las relaciones sociales de produc- capital del que se dispone. La crisis de poder
ción. Otra dimensión importante se vincula se refleja en la lucha entre la clase de los te-
a la incapacidad de la clase terrateniente de rratenientes y las nuevas clases generadas
convertirse en burguesía agraria y comercial: por el proceso de industrialización. En este
los agentes de este cambio son, por lo general, punto que Wolf descuida el análisis de la de-
agentes externos. Por lo tanto, otra de las ca- pendencia colonial como una fuente de crisis
racterísticas importantes de las sociedades es política. La crisis del poder colonial es clara
la dominación colonial, por demás significativa para los casos de Argelia, Vietnam y China
en los casos de China, Argelia y Vietnam. Este –quizás sin la invasión japonesa no sea posi-
proceso de modernización coincide, de esta ble entender la movilización campesina bajo
manera, con la aparición de partidos políticos la hegemonía del Partido Comunista Chino–.
revolucionarios antiimperialistas y anticapita- Como muchas veces ha sido puntualizado, el
listas capaces de convertir las rebeliones cam- campesinado en tanto está orientado hacia la
pesinas en verdaderas revoluciones. defensa de su comunidad, de la tierra hereda-
Pero esto permitiría extraer, rápidamente, da de los antepasados, es proclive a las ban-
la siguiente conclusión: allí donde el campe- deras nacionalistas. Por último, el concepto
sinado es mayoritario y se dan los fenómenos de crisis de legitimidad alude al resquebra-
de dominación imperialista y colonial están jamiento de la dominación ideológica de los
dadas las condiciones para la movilización terratenientes y de las clases que controlan el
revolucionaria de aquéllos. Wolf no va tan le- aparato del estado.
jos. En su análisis presenta la idea de que al La lectura del libro de Wolf permite ex-
menos el encadenamiento de tres clases de traer ciertas conclusiones. Allí donde el
crisis es necesario: crisis ecológica más crisis campesinado no constituye la clase princi-
política más crisis de legitimidad. La idea de pal de productores y donde los terratenien-
crisis ecológica expresa la ruptura del equili- tes se han convertido en burguesía agraria y
Reseña de Las luchas campesinas del siglo XX de Eric R. Wolf 83

comercial, las posibilidades de éxito se ven un clan, por lo general, era un terrateniente
restringidas. El trabajo político dentro del (Tse-Tung: 1966).
campesinado en estas sociedades adquiere El último punto de reflexión se vincula a
sentido y es relevante sólo si la crisis de le- la diferencia, desarrollada muchas veces por
gitimidad y política es avanzada. Este parece Wolf en obras anteriores, entre el tipo de rei-
ser el caso cubano. Por otro lado, las revo- vindicaciones de los campesinos y los “far-
luciones modernas tienen plena vigencia en mers” (“farmer” está traducido como “granje-
sociedades penetradas por las relaciones ro”, pero para el lector argentino sería mucho
capitalistas de producción pero donde los más gráfico pensar en “chacarero”). Los cam-
campesinos existen como clase. La ausencia pesinos tienden a plantearse el reordenamien-
de movilizaciones campesinas significati- to de la sociedad en términos utópicos: una
vas en países africanos se explicaría por el sociedad de pequeños productores, iguales
predominio de relaciones tribales o étnicas y autónomos pero que tendrían una libertad
sobre relaciones de clase. Un punto adicio- ilimitada para organizar sus cultivos y sus re-
nal importante, exhaustivamente tratado por laciones con el mercado. Es bien sabido que
Moore y Alavi, es el grado de segmentación la conciliación entre democracia social y prin-
de las sociedades campesinas (Moore, 1968: cipios derivados de la economía capitalista
458-459). La afiliación de clase no debe coin- liberal es imposible. En la economía de los
cidir o superponerse con otro tipo de afilia- “farmers” la combinación entre el factor tierra
ciones como casta o de clanes. La superposi- y los medios de producción depende ya del ca-
ción de casta y clase en India puede explicar pital. La orientación de éstos es, por lo tanto,
el fracaso de los intentos de movilización del diferente: tienden a organizarse en movimien-
vasto campesinado indio. Sobre la influencia tos reivindicativos puramente gremiales, en
de la estructura clánica Mao Tse-Tung había grupos de presión y los más audaces en parti-
observado a los militantes del Partido Comu- dos agraristas de contenido populista (Lipset,
nista que no había que combatir la estructura 1968)1. En estos movimientos el principal obje-
clánica de una comunidad sin que antes el
campesino tome conciencia que el antepasa- 1 Es interesante el artículo de Bennett y Krueger in-
do común era ficticio y que el fundador de cluido en esta edición del libro de Lipset. Ellos discu-
84 Eduardo Archetti - Antología esencial

tivo es crear las condiciones para una acumu- Bibliografía


lación sistemática de capital. Cuando se llega
a este punto la movilización de estos grupos Moore, Barrington 1968 Social Origins of
de productores rurales dentro de un proyecto Dictatorship and Democracy-Lord and
revolucionario es poco menos que imposible. Peasant in the Making of the Modern
World (Boston: Beacon Press).
Tse-Tung, Mao 1966 Selected Works, tomo I
ten la interpretación tradicional de que el movimiento
(Pekín: s/d).
de “farmers” en Saskatchewan era socialista. Ver John
Bennett y Cynthia Krueger, “Agrarian Pragmatism and Lipset, Seymour M. 1968 Agrarian socialism
Radical Politics”, págs. 347/363. (New York: Anchor Books).
2.
Inmigrantes, campesinos
y productores
Tipos de economía, obstáculos
al desarrollo capitalista
y orientaciones generales de los
colonos del norte de Santa Fe*
Eduardo P. Archetti y Kristi Anne Stølen**

E l objetivo principal de este análisis es abrir


la discusión y el intercambio franco de
ideas sobre el papel de los diferentes grupos de
y el papel de los “colonos” en un posible pro-
ceso de reforma agraria. Por esta razón hemos
tratado, en la medida de lo posible, de evitar
productores rurales de la zona en un proceso las referencias bibliográficas, los términos es-
de cambio del sistema agrario actual. Creemos pecíficamente técnicos, cuadros y estadísticas
que sin una identificación, más o menos preci- que harían del texto algo menos “político”. Es
sa, del tipo de economía predominante y de los lo que en la literatura suele llamarse un traba-
intereses asociados, la elaboración de “políti- jo de antropología aplicada. El estar entre la
cas de movilización” se torna bastante difícil. ciencia y la política suele ser algo saludable y, a
Cuando lo primero no existe, lo segundo suele veces, un signo de madurez, aunque éste no sea
ser un tipo de acción teñida de subjetivismo y el caso. Por lo tanto, este artículo será menos
de falta de adecuación a la realidad. o más científico o político de acuerdo con la
Este artículo tuvo su origen en una discu- condición de científico o de político del lector.
sión que sostuvimos con dirigentes de las Ligas La información ha sido obtenida mediante
Agrarias. La discusión estuvo relacionada con un trabajo de campo que todavía se desarrolla
el problema del capitalismo agrario en la zona en una colonia ubicada a unos 20 kilómetros
de la ciudad de Avellaneda en el departamen-
to Gral. Obligado. Aquí realizamos el estudio
* Este trabajo fue publicado originalmente como una
separata de Desarrollo Económico. Revista de Ciencias de comunidad. Es una colonia típicamente al-
Sociales, Nº 53, vol. 14, abril-junio de 1974, pp. 151-179. godonera, con alrededor de treinta chacras y
** En coautoría con Kristi Anne Stølen, investigadora unas 350 personas que viven permanentemen-
del Instituto de Etnografía de la Universidad de Oslo. te. Los datos adicionales han sido obtenidos en
88 Eduardo Archetti - Antología esencial

un estudio parcial que todavía se realiza en otra En nuestro país esta palabra se mezcla con
colonia distante unos 40 kilómetros que creció otras como “chacarero” o “colono”, que tam-
en el medio de grandes propietarios y hacenda- bién denotan, de una manera vaga, las formas
dos. Los datos secundarios han sido extraídos económicas del campo. Además un “campesi-
de censos y otras fuentes de este tipo; también no” puede ser un productor que tenga la pro-
fueron cedidos gentilmente por el INTA local y piedad de la tierra, venda su fuerza de trabajo
recogidos en Cooperativas y Archivos. una parte del año y, en algunos casos, utilice la
El hecho de que nuestra información an- fuerza de trabajo de peones rurales. Si vende su
tropológica provenga de una colonia algodo- fuerza de trabajo será llamado “pobre”, si sólo
nera hace que nuestro artículo se refiera más utiliza la fuerza de trabajo familiar será “media-
a la zona sur del departamento que a la norte, no”, y si compra fuerza de trabajo de terceros
donde existen explotaciones cañeras. Cuando será “rico”. Por último, este término no denota
generalizamos debe tenerse en cuenta este he- sistemas de tenencia; por lo tanto un “campesi-
cho. Esto sirve para explicar nuestro silencio no” puede ser propietario, mediero o arrenda-
frente al problema cañero que, por su compleji- tario. Un buen punto de partida para nuestro
dad, requiere un estudio en profundidad. análisis será dejar de lado la realidad social del
concepto y pasar a definir, de la manera más
simple posible, qué es lo que entendemos por
I. Tipos de economía “economía campesina”.
Una “economía campesina” es una econo-
La palabra “campesino” es utilizada sin muchas mía en donde el productor trabaja básicamente
consideraciones críticas y, por lo general, está con su familia, vende y compra mercancías re-
referida a productores que viven en el campo, gularmente pero sin alcanzar ningún excedente
son pobres, la tecnología es atrasada, tienen su una vez terminado el ciclo anual. En este tipo
propia cultura y con el excedente que producen de economía el productor se “reproduce” con
mantienen una clase de terratenientes ociosos.1
de la consulta bibliográfica y de artículos anteriores
1 Esta definición, como muchas otras que se utilizarán, escritos por uno de nosotros. La ausencia de citas no
no han sido inventadas por nosotros sino que provienen debe entenderse como un intento de ocultar las fuentes.
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  89

su familia sin que haya un proceso de capitali- precio de mercado existente, incluso tomando
zación que le permita expandir sus actividades, en cuenta variaciones en calidad y costos de
ya sea comprando más tierra o modificando la transporte. Los campesinos de estas regiones
tecnología utilizada. No es que no quiere aho- no piensan en lo que dejan de ganar sino en el
rrar sino que no puede hacerlo. Es una econo- dinero que necesitan para satisfacer sus nece-
mía mercantil que realiza transacciones perma- sidades inmediatas, incluidas las deudas a los
nentes en el mercado, pero el proceso de inter- comerciantes locales. El precio y el regateo,
cambio presenta la siguiente característica: el por lo tanto, se encuentran frente a limitacio-
campesino vende sus productos para comprar nes que provienen del productor y no del mer-
otros productos para su uso, vende mercancías cado, motivo por el cual el precio de mercado
de un tipo para comprar mercancías de otro no influye sobre el precio final sino como algo
tipo con el fin de satisfacer sus necesidades, que nunca se pagará. Para que esta transacción
pero una vez terminado el ciclo no hay nada se lleve a cabo la principal condición es que el
ahorrado. En este tipo de economía el precio pago sea al contado. No es que el campesino
como algo “objetivo” no existe; el precio de formoseño, por ejemplo, sea ignorante y desco-
producción o el precio de mercado se miden, nozca el precio de mercado, sino que este tipo
en gran medida, a partir de las necesidades fa- de intercambio (reciprocidad negativa) es algo
miliares culturalmente definidas que hay que típico en esta clase de economía.
satisfacer. Es por esta razón que, sistemática- En algunos enfoques el criterio principal para
mente, los campesinos ceden una parte de su definir la economía campesina es la utilización
“ganancia” a algún otro sector de la sociedad exclusiva de fuerza de trabajo familiar. Nues-
(comerciantes, transportistas, acopiadores, te- tro punto de partida es, por supuesto, el trabajo
rratenientes o el estado). Un ejemplo de esto familiar, el trabajo directo del productor, pero
bastará. Todo el mundo conoce que las desmo- es posible pensar que la venta de fuerza de tra-
tadoras privadas de la zona tienen su flotilla bajo propia o la compra de ajena pueden ac-
de camioneros que invaden Formosa, Chaco y tuar como complementos necesarios del ciclo
Santiago del Estero en búsqueda de algodón. productivo y pueden deberse a factores como
Para nadie es algo nuevo que los precios que se condiciones ecológicas, formas y tipos de cul-
pagan por tonelada de algodón son inferiores al tivo, y tamaño y composición de la familia. Es
90 Eduardo Archetti - Antología esencial

en este sentido que las dimensiones de “pobre”, “capitalista”. Para muchos el sistema “capita-
“mediano” y “rico”, utilizadas comúnmente en lista” supone, principalmente, la presencia de
la literatura especializada como en los análisis una economía de mercado, de un sistema de
políticos, aluden a procesos que, quizás, no es- intercambio mercantil donde distintos tipos
tén asociados al volumen del excedente del que de productores intercambian entre sí diferen-
se apropian los productores. Detrás de este ra- tes mercancías. Si utilizamos este tipo de en-
zonamiento se supone que la acumulación de foque evidentemente el campesino formoseño
todo excedente depende necesariamente de la sería capitalista, ya que para vivir está obligado
cantidad de fuerza de trabajo asalariada utiliza- a vender su algodón, sus bananas y sus pome-
da en el proceso productivo. Quizás para este los. En nuestro análisis esta clase de economía
tipo de productores habría que invertir el ra- es mercantil pero no es capitalista, es decir, el
zonamiento y pensar que la acumulación será mercado antecede históricamente al capitalis-
mayor, manteniendo constante tamaño de las mo. Si vender y comprar en el mercado no es
parcelas y tecnología, cuanto menos salarios se lo principal en la economía capitalista, ¿qué
paguen –de allí la ventaja relativa de las fami- criterio en cambio deberíamos utilizar? Una
lias con muchos hijos en condiciones de traba- economía “capitalista” se caracteriza por el
jar–. Un campesino que utiliza peones para la hecho de que la fuerza de trabajo es asalaria-
cosecha de algodón porque la fuerza de traba- da, la calificada y la no calificada, y el capita-
jo familiar no le alcanza no puede ser definido lista se reserva para sí las tareas de control de
como rico por ese tipo de transacción. Se hace la combinación de los recursos en el proceso
necesario, en consecuencia, utilizar el criterio productivo. Pensemos en una estancia tipo de
del excedente como el principal y probar empí- la zona –estamos pensando en las más avanza-
ricamente si éste es producido por la apropia- das– y encontraremos que incluso a nivel de
ción de trabajo ajeno o por la autoexplotación ejecución y administración se emplea personal
de la fuerza de trabajo familiar. asalariado como capataces, administradores,
Antes de pasar a discutir el caso de los pro- mayordomos o ingenieros agrónomos. Pero
ductores típicos de la región es necesario acla- esto no es todavía suficiente ya que debemos
rar un equívoco en el que se cae usualmente pensar en otro criterio muy importante: la ob-
cuando se piensa en lo que es una economía tención de la tasa de ganancia existente en la
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  91

sociedad es un objetivo de toda empresa capi- campesino no genera excedente, no puede aho-
talista. Esto significa que en el campo la tasa rrar; los “colonos”, por el contrario, obtienen un
se calcula como una superganancia, luego de excedente que pueden utilizar para ampliar el
obtenida la renta normal de la tierra. Como vi- proceso productivo mediante la incorporación
mos anteriormente, el campesino se contenta- de más tierra y la renovación tecnológica –en
ba con la satisfacción de sus necesidades; en el pasaje del buey al tractor lo primero ha sido
cambio el capitalista necesita que su empresa función de lo segundo–. Los “colonos” no se re-
sea rentable y que por lo menos el excedente producen sino que la inversión productiva les
anual sea igual a la tasa de ganancia –calculada permite aumentar el flujo de transacciones en el
sobre la base de la tasa de interés bancaria pre- mercado. En la economía campesina el control
dominante en cada sociedad. del recurso básico, la tierra, depende, en prime-
Es a partir de estos dos tipos polares de eco- ra instancia, de la capacidad de trabajo del gru-
nomía que debemos repensar el caso de los po doméstico. Entre los “colonos” la familia no
productores agrarios del norte santafecino. Los es una limitación estructural para la expansión
“colonos” se encuentran en una situación inter- de las unidades de producción sino la disponibi-
media que no los hace ser ni campesinos ni capi- lidad de capital. ¿Qué es lo que los diferencia de
talistas. ¿Qué conservan de la economía campe- la economía capitalista? El productor medio de
sina? La utilización de la fuerza de trabajo fami- la zona, no considera que su explotación es poco
liar, el hecho de que el “jefe” de la empresa sigue rentable porque no obtuvo la tasa de ganancia
realizando tareas manuales, aunque calificadas, normal existente en la sociedad. Es necesario
junto con sus hijos en la chacra. ¿Qué es lo que aclarar que el “colono” al calcular el excedente
han obtenido de la economía capitalista? La obtenido no toma en cuenta ni amortizaciones,
utilización de fuerza de trabajo asalariada para intereses y renta, como tampoco considera cos-
la carpida2 y cosecha del algodón y de la caña to objetivo a su trabajo y al de sus hijos. Hay
de azúcar. ¿Qué es lo que los diferencia de la veces que si uno dedujera amortizaciones, inte-
economía campesina? Como habíamos visto, el reses y renta, el excedente obtenido no alcanza
a ser una retribución normal a su trabajo y al de
su familia si se lo contabiliza como trabajo asa-
2 Nota del editor: se refiere al proceso estacionario
de carpir la tierra. lariado. Nuestro principal argumento es que el
92 Eduardo Archetti - Antología esencial

cálculo capitalista no está plenamente desarro- capitalista supone algunas cosas que el pro-
llado en la zona. Creemos, del mismo modo, que ductor medio de la zona no realiza; principal-
analizar el tipo de chacras como si se tratara de mente implica el abandono de la idea de que
empresas capitalistas puede tener sentido desde “se hace lo que se puede controlar personal-
el punto de vista de la sociedad global, pero no mente, con la vista”. Un capitalista en el cam-
tiene sentido como herramienta analítica para el po no planifica sus inversiones en tecnología
estudio de este tipo de economía y sus propias y maquinaria en función de su capacidad de
“leyes”. Con este tipo de razonamiento nos en- “control directo”. Un capitalista no piensa al
contraríamos ante ciertas paradojas muy difíci- entregar la maquinaria en el desgaste sino en
les de explicar: al analizar los libros de contabili- su rentabilidad anual: si hay muchos gastos
dad encontrar pérdida y descapitalización, pero de reposición por desgaste lo que hará será
sin embargo el productor se compra un tractor cambiar de tractorista, trillador, mecánico o
nuevo con algunas herramientas. Análisis de li- administrador. Para un “colono” de la zona la
bros de contabilidad de chacras de la zona, rea- maquinaria todavía vale oro en tanto encierra,
lizada por un equipo de economistas del INTA, condensa, su trabajo y su capacidad de ahorro
demuestran de una manera concluyente que si –el tractor puede valer alrededor del 35 por
uno tomara en cuenta esos aspectos capitalis- ciento del valor de la tierra que se utiliza en
tas, casi la totalidad de las explotaciones estu- agricultura, siempre pensando, por supues-
diadas daban pérdida –este análisis es, de todos to, en los promedios–. Nuestro argumento es
modos, sumamente parcial, ya que los datos se que el tractor vale mucho como para que otra
tomaron desde 1966 a 1969, una época no muy persona lo trabaje –en una chacra promedio
buena para el cultivo del algodón. el precio de un tractor nuevo, pongamos un
Lo expuesto anteriormente no quiere de- JD 2420, es algo así como el 30 por ciento del
cir que el “colono” no tenga una mentalidad producto bruto total.
“mercantil”, que no desee acumular dinero y De lo dicho hasta ahora no debe entenderse
que incluso no sueñe con realizar inversiones que todos los capitalistas, los “colonos” (“far-
especulativas en tierra. Pero no sólo esto es mers” en la terminología inglesa, que es la más
necesario para configurar lo que usualmente apropiada), o los campesinos son iguales en
se llama mentalidad capitalista. La mentalidad términos de cantidad de tierra, recursos tec-
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  93

nológicos e ingresos. Los conceptos de tasa de a “colonos” estamos describiendo un tipo par-
ganancia, excedente y subsistencia marcan los ticular de economía que puede corresponder
límites de las tres grandes clases sociales en el al uso que en otras zonas se da a los términos
campo argentino, a las que nos estamos refi- “chacarero” o “granjero”.
riendo. La división entre “ricos”, “medianos” La categoría intermedia de “colonos” es,
y “pobres” tiene sentido dentro de la clase de por supuesto, en este contexto una forma-
los terratenientes y de los “colonos” y expresa- ción económica específica: es un punto en el
ría, en términos de estratificación social, una proceso de acumulación de capital. Una tarea
diferenciación social medida, básicamente, importante, con consecuencias sobre el plano
por el ingreso. Hasta ahora se acostumbra en teórico y sobre la acción política, es analizar
la literatura especializada dividir los produc- los mecanismos propios, en otras palabras,
tores según la cantidad de hectáreas. Si bien descubrir el nivel de racionalidad económica
esto se hace porque las estadísticas se reco- específico. Un error que se comete a menudo
gen siguiendo este criterio, la imagen que uno es pensar que “todos” estos productores pue-
obtiene del campo argentino es totalmente den convertirse en capitalistas y que es cues-
distorsionada. Pondremos un ejemplo: si pen- tión de tiempo. Se piensa que en la Argentina
samos en un ingreso bruto de m$n. 30.000.000, de hoy la mayoría de estos productores pue-
éste se puede obtener, a precios de junio, con den convertir sus explotaciones en empresas
81 toneladas de algodón o con 300 de girasol. capitalistas. En este enfoque no se toman en
Si tomamos en cuenta la productividad pro- consideración las limitaciones estructurales y
medio existente en la zona: para producir las superestructurales que impiden la “automati-
81 toneladas se necesitan unas 73 hectáreas y cidad” de este proceso. Nosotros partimos de
para las 300 de girasol unas 300 hectáreas. En la hipótesis contraria: suponemos que no to-
la Argentina lo que se produce, cuánto y cómo dos los “colonos” han de convertirse en capi-
es más importante que divisiones artificiales talistas y que sólo una pequeña minoría llegará
a partir de la cantidad de hectáreas de cada al “infierno”. Para sostenerla se hace necesario
productor. Es en este sentido que los campe- detenerse en la consideración de las barreras
sinos, casi por definición serían pobres. Es ne- u obstáculos para el desarrollo del capitalismo
cesario aclarar que aquí cuando nos referimos en el campo. Este análisis nos ha de permitir
94 Eduardo Archetti - Antología esencial

extraer algunas conclusiones importantes de propietarios era muy alto en Obligado: el 95


orden práctico y político. por ciento de los productores. En la entrega de
tierras se partía del supuesto de que la canti-
dad de terreno cultivado dependía de la canti-
II. Obstáculos para el desarrollo dad de brazos disponibles en cada familia. Esta
acelerado del capitalismo ecuación tomada aisladamente es falsa, ya que
en el norte santafecino (cordón se deben considerar factores ecológicos y tec-
agrícola) nológicos que pueden limitar o no esa relación
original. Esta idea fue más bien una suerte de
Los obstáculos son de orden diverso y cubren razonamiento “ideológico”, compartido tanto
dimensiones de tipo estructural, económico, por los que diseñaron la política de tierras pú-
ecológico, tecnológico, social, político y cultu- blicas como por los mismos inmigrantes.
ral (valores generales y religiosos). En la región hay dos cambios que son cen-
trales y que ponen al descubierto la disconti-
1. Tenencia de la tierra nuidad existente entre el tamaño de la familia y
A nadie se le escapa que la tierra está mal dis- recursos en tierra: el pasaje del buey al tractor
tribuida y que esto se acentúa en ciertas regio- y el cambio del maní por el algodón. Lo prime-
nes del país y de la provincia de Santa Fe. El ro no quiere decir que previo a la tractorización
departamento Gral. Obligado no escapa a esta no hubiera un excedente de fuerza de trabajo
norma. La colonización del siglo pasado se hizo familiar, ya que los bueyes obraban como una
sobre la base de la capacidad de trabajo de las suerte de limitación tecnológica que ponía en
familias. La expansión de la frontera hacia el descubierto el excedente. Aquí hay dos aspec-
norte fue tardía y no dio lugar al crecimiento tos un poco independientes: el primero se vin-
de una oligarquía terrateniente local. Los inmi- cula al hecho de que el buey necesita campo
grantes accedieron a la propiedad de la tierra para pastoreo, y el segundo, que no solamente
en el momento en que en el centro y en el sur los hombres trabajaban con ellos sino también
de la provincia la tendencia era la contraria: los las mujeres. Desde un comienzo –ubicaría ese
colonos se convertían en arrendatarios. Esta- proceso a partir de 1910–, se producen las mi-
dísticas de 1905 nos indican que el índice de graciones de las colonias originales hacia otras
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  95

zonas y la aparición de los arrendatarios. Para el problema de la tenencia de la tierra: no todos


todo el norte de la provincia en 1895 había un los miembros de la familia podían trabajar la
33 por ciento de arrendatarios y en 1914 un 58, tierra ni tampoco heredarla parcelada como
con un incremento del 25 por ciento. Previa a para obtener ingresos adecuados, de acuerdo
la llegada del tractor, el pasaje del maní al algo- con las pautas culturales de consumo y acumu-
dón (1936-1940) y su posterior desarrollo estu- lación existentes en la región.
vo asociado a la incorporación sistemática de Otro aspecto vinculado a la tenencia de la
fuerza de trabajo de terceros durante la cose- tierra es la calidad de los suelos. Como es sa-
cha, lo que acentúa el desajuste entre la fuerza bido, las explotaciones agrícolas intensivas se
de trabajo familiar y las exigencias de rentabi- concentran en una franja estrecha de tierra
lidad de la chacra. Por último, si bien el pasaje que, a lo largo de la ruta 11, va desde Floren-
del buey al tractor, que se intensifica a partir cia hasta Santa Fe (domo oriental). Es sobre
de 1954, supuso la incorporación de más tierra esta franja que se llevó a cabo el proceso de
para agricultura al liberarse los campos que se colonización. La expansión económica de la
dedicaban a pastoreo, este cambio aceleró aún zona convirtió rápidamente la tierra en mer-
más el desfasaje existente entre el grupo do- cancía, valorizándola en extremo al aumentar
méstico y la cantidad de tierra disponible. la demanda y al desarrollarse la infraestructura
Lo que queremos señalar es que desde un necesaria (el ferrocarril básicamente). El acce-
comienzo, y no hay que esperar hasta la tracto- so a la propiedad se encuentra en la actualidad
rización o hasta el proceso de industrialización relacionado con la disponibilidad o posibili-
acelerado, el campo aparece como expulsor de dades de acceso al capital y no al control de
fuerza de trabajo, proceso que, sin duda alguna, fuerza de trabajo familiar. El proceso de valori-
se acelerará con los cambios mencionados. Del zación produce, paradojalmente, una suerte de
campo saldrán los comerciantes, los emplea- “congelamiento” en el mercado de tierras, ya
dos de la burocracia provincial y nacional, los que los productores que no pueden trabajar: la
pequeños y medianos industriales y posterior- arriendan o no la trabajan, pero no la venden.
mente los obreros. Por lo tanto, el desarrollo La tierra se convierte en fuente de renta, pasa
tecnológico y la incorporación de cultivos in- a ser el horizonte de actividades especulativas.
tensivos como el algodón ponen al descubierto Este hecho es más notable entre los grandes
96 Eduardo Archetti - Antología esencial

propietarios ganaderos que tienen tierra apta de los grupos mencionados –al margen de las
para agricultura o que tuvieron anteriormente razones de tipo ecológicas o agronómicas que
colonos arrendatarios. Sin embargo, es nece- determinan que no se pueda hacer lino sobre
sario recalcar que incluso entre los mismos lino sin grandes perjuicios–. Las “combinacio-
colonos la inversión en tierras no estuvo deter- nes” fueron pensadas a partir de las necesida-
minada por la capacidad de trabajo inmediata. des de exportación. Incluso este tipo de enfo-
Los hijos de colonos sin tierra se ven obliga- que fue utilizado cuando la campaña nacional
dos en la actualidad a migrar hacia otras zonas de expansión del cultivo de algodón, lanzada
de frontera como, por ejemplo, el oeste de la en 1935. El gobierno no se planteaba las necesi-
provincia o Formosa. Este proceso de “conge- dades de la industria textil nacional al difundir
lamiento” impide, al mismo tiempo, un rápido este cultivo, sino que tomaba en cuenta las po-
proceso de concentración de tierra en manos sibilidades existentes en el mercado mundial.
de los productores con mayor disponibilidad La gran crisis cerealera hizo pensar en otras es-
de capital, maquinaria y más fácil acceso a las trategias de exportación, entre las que aparecía
fuentes de crédito. como prioritario y posible el algodón. Lo que es
importante señalar aquí es que, generalmente,
2. La estrategia de la diversificación las razones económicas entran en contradic-
Desde un comienzo los productores estuvieron ción, a largo plazo, con las razones ecológicas
“orientados” por el gobierno. La elección de –manteniendo constante la distribución de tie-
lino, maíz y maní, y luego del algodón, girasol rras existentes–, lo que supone que una buena
y trigo, es una elección entre compulsiva y vo- rotación de cultivos no es lo más rentable. Por
luntaria. En este proceso, desde luego, es tam- otro lado, no resultaba difícil convencer al pro-
bién de singular importancia el rol jugado por ductor de las bondades de la diversificación.
los vendedores de maquinaria, de insumos, los La experiencia de las grandes crisis y de las
desmotadores y los fabricantes de aceite. Ha- crisis continuas o cíclicas, que incluso son mu-
bría que analizar con mayor profundidad este cho más agudas en las zonas marginales por el
proceso, pero es plausible sostener la hipótesis simple hecho de la productividad diferencial,
de que la estrategia de la diversificación era lo hacen aparecer como mucho más racional y
que más le convenía al país y a los intereses conveniente la estrategia de la diversificación.
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  97

Es posible leer en las memorias de la Coope- en un solo cultivo, lo que significa mejores ta-
rativa Unión Agrícola de Avellaneda, fundada reas culturales y, por lo tanto, mejores rindes.
en 1919, el énfasis puesto, desde muy tempra- Por otro lado, hay que tener en cuenta que pese
no, en esta política: los agricultores llamados a a que el tipo promedio de chacra es la chacra
sobrevivir y mejorar eran los que hacían de la diversificada, la base de la economía de los
diversificación un dogma de producción. productores es el algodón, motivo por el que se
Aquí no nos interesa discutir la relación trabaja mejor éste que los otros cultivos. Hay
ideal existente entre diversificación “racional”, lo que podríamos llamar el “círculo vicioso de
lo que supone un uso racional de los suelos, la diversificación”; un productor que hace poco
y desarrollo económico. Nos interesa primor- algodón se ve obligado a hacer algún cultivo de
dialmente tomar en cuenta la relación que hay invierno o quizás dos para no llegar con déficit
entre diversificación “real” y obstáculos para cuando comienza la cosecha del primero. De
la acumulación de capital. De acuerdo con este modo, al año siguiente, dentro de ciertos
nuestra investigación, los productores que se límites por supuesto, se verá obligado a hacer
especializan en algodón, que solamente hacen lo mismo, a andar corto de tiempo, a trabajar
otros cultivos con fines de subsistencia (maíz con apuro la tierra para poder sembrar un trigo
para mantener un lote de porcinos y aves de corto o un lino.
corral) o para completar un ciclo agrícola - ga- La estrategia de la diversificación aparece en
nadero (un poco de forrajes, por ejemplo), son la cabeza del productor como lo mejor: “si uno
los que están en mejor situación económica – pierde una cosecha está seguro que el año se va
esto no quiere decir que son la mayoría–. Esto a salvar con la otra”. Aparentemente uno corre
se debe a tres razones: el algodón es, de lejos, más riesgos si es que elige sembrar solamente
el cultivo más rentable en explotaciones chicas algodón. La inestabilidad de precios y de mer-
y medianas (aquí pensamos en chacras entre 25 cado ha desarrollado esa cultura del “pánico”
y 50 hectáreas y entre 51 y 100), es el cultivo que existe alrededor del algodón. El pánico que
más seguro, siempre se sabe que se puede co- se produce ante cualquier mal signo en el mer-
sechar, una cosecha de algodón no se pierde cado ha favorecido a los productores especia-
nunca totalmente, y la especialización permite lizados, que por el retiro de la masa de produc-
concentrar toda la tecnología y los esfuerzos tores se ven favorecidos. En el departamento
98 Eduardo Archetti - Antología esencial

Gral. Obligado hay unas 15.000 hectáreas que gen el monocultivo. Experiencias hechas por
podríamos llamar de “fierro”. Los especializa- el INTA muestran que la pérdida de fertilidad
dos pueden verse obligados a reducir la can- alcanza en la zona al 80 por ciento.
tidad de hectáreas pero nunca abandonan el Nuestro argumento debe entenderse bien.
algodón. Los que lo dejan y eligen otros culti- No estamos diciendo que desde el punto de vis-
vos, tarde o temprano han de volver a sembrar ta de la agronomía el monocultivo sea la mejor
algodón. estrategia. Lo que estamos tratando de decir es
Es importante también tener en cuenta lo que las razones agronómicas son, por lo gene-
que podríamos llamar el “círculo vicioso de la ral, incompatibles con las razones económicas
erosión de los suelos”. El lino cansa la tierra, si tomamos en consideración factores como
y los productores utilizan una estrategia que rentabilidad, situación de mercado y política
pasa por hacer en dos años tres cosechas: lino, de inversiones en chacras que no son desme-
maíz y girasol. De una cosecha de lino a la otra didamente grandes sino todo lo contrario. La
hay sólo un año. Con el algodón no tienen con- diversificación –manteniendo constante tierra
templaciones: hacen algodón sobre algodón y utilizada en agricultura– está asociada en la
es posible encontrar suelos que no descansa- región con una menor acumulación de capital,
ron desde 1936. El argumento principal es que salvo en zonas como la de Villa Ocampo, don-
el “algodón no cansa la tierra”, “no es como el de se puede combinar de una manera ideal dos
lino”, “siempre los rindes con el algodón son cultivos intensivos, como lo son el algodón y la
parejos”, “fíjese el rinde del algodón aumentó caña de azúcar.
con los años y eso no ocurrió con los otros Para aclarar nuestras ideas pondremos
cultivos”. El problema con el algodón puede un ejemplo. Supongamos dos chacras con 80
ser resumido de la siguiente manera: cuanto hectáreas de agricultura: una dedica las 80 a
más algodón se hace, más se erosiona la tie- algodón y la otra distribuye 40 para algodón,
rra, cuanto más se erosiona la tierra, el único 20 para girasol y 20 para lino. Si tomamos en
cultivo rentable es el algodón. La gente se re- cuenta la productividad de los últimos años,
siste a ver el problema de la erosión, las conse- que fue de 1.100 kgs./há. para el algodón, 700
cuencias del manejo irracional del suelo. Este kgs./há. para el lino y 770 kgs./há. para el gi-
hecho, paradójicamente, favorece a los que eli- rasol, y si tomamos en cuenta los precios de
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  99

mercado de junio de este año, tendríamos que tes para una expansión continua y sistemática
la chacra especializada tiene un ingreso bruto de la demanda. El agricultor –téngase siempre
de m$n. 31.680.000 y la chacra diversificada de en cuenta que estamos hablando del agricultor
sólo m$n. 20.620.000. La diferencia es tan apre- promedio de la región– no puede planificar sus
ciable que aun suponiendo que la rentabilidad actividades a largo plazo; está obligado a pen-
sea mucho mayor en el lino y en el girasol, si- sar en términos de un año, con las limitaciones
gue siendo mejor negocio sembrar nada más que provienen de los diferentes ciclos produc-
que algodón y a pesar de la ciencia agronómica. tivos de los cultivos. Esta inestabilidad a la que
aludimos también es válida para los otros cul-
3. Situación de mercado tivos. Este proceso repercute en la política de
Obviamente la inestabilidad de la demanda y inversiones y de transformación tecnológica de
de los precios del algodón han servido para in- las explotaciones. La inversión muchas veces
tensificar el proceso de diversificación al que no se calcula a partir de un aumento de la efi-
aludimos anteriormente. En la evolución de cacia tecnológica (curvas de nivel, riego, ferti-
hectáreas sembradas de algodón hay casi una lizantes, mejor sistema de rotación, incluyendo
relación lineal y directa con la evolución de los leguminosas, cortinas de maíz, etcétera), sino
precios. Factores como la crisis del mercado como inversiones “inflacionarias” (ganadería,
mundial, por un aumento de la competencia de sobreequipamiento, tierra que a corto plazo no
los países productores y un incremento del con- se puede utilizar para agricultura por su cali-
sumo de fibras sintéticas, y la crisis de la indus- dad o su ubicación, automóviles, etcétera), fa-
tria textil nacional, han obrado como limitan- vorecidas por las leyes impositivas existentes.

Cuadro 1. Hectáreas sembradas de lino, algodón, girasol y maíz en el departamento Gral. Obligado, 1965-66 / 1972-73
Lino Algodón Girasol Maíz
1965-66 32.000 21.000 40.000 27.000
1966-67 25.000 15.850 40.000 40.000
1967-68 24.000 15.000 38.000 35.000
1968-69 20.000 36.000 18.000 27.000
100 Eduardo Archetti - Antología esencial

Lino Algodón Girasol Maíz


1969-70 18.000 40.000 28.000 25.000
1970-71 29.000 32.000 30.000 29.000
1971-72 25.000 30.000 45.000 29.000
1972-73 22.000 37.000 50.000 33.000
Fuente: Elaborado a partir de información suministrada por la Dirección de Economía y Sociología Rural, Ministerio de
Agricultura de la Nación.

Si partimos del supuesto de que el cultivo más remuneraciones de los trabajadores forestales,
rentable es el algodón y/o la caña de azúcar, etcétera. De este modo la expansión de la can-
rentabilidad que está intrínsecamente aso- tidad de hectáreas sembradas de algodón se
ciada a la cantidad de trabajo incorporada y ve limitada y con ello la expansión económica
que se puede incorporar en el proceso ulterior de los productores de la zona; este argumento
de transformación industrial, y de que ambos no es válido para la caña de azúcar, ya que al
permitirían una más rápida acumulación de efectuarse su cosecha después del algodón y
capital, el mercado de trabajo aparece como ser menor la cantidad de hectáreas sembradas
una traba muy difícil de superar. Hay dos ti- produce el efecto contrario: sobreabundancia
pos de limitaciones en la oferta de fuerza de de trabajadores.
trabajo. Una de tipo estructural está ligada a Esta limitación por el lado de la oferta de
la oferta total de fuerza de trabajo regional: fuerza de trabajo, por lo general, no desfa-
según cálculos efectuados los problemas gra- vorece al productor especializado sino prin-
ves comienzan cuando se superan las 40.000 cipalmente al diversificado. El productor al-
hectáreas sembradas en el departamento, con godonero “grande” por excelencia tiene su
un rinde de más de 1.000 kgs./há. La otra es de fuerza de trabajo más o menos permanente y,
tipo coyuntural y se puede originar por múlti- al mismo tiempo, el volumen de cosecheros
ples factores: éxito o fracaso de las cosechas que emplea le garantiza una red de contactos
de los minifundistas correntinos, valor de los que le permite planificar hasta cierto punto
salarios en la cosecha, modificaciones en las su política de reclutamiento. De acuerdo con
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  101

nuestra experiencia, el productor algodonero Hay otro aspecto vinculado al mercado que
“chico” a veces no aumenta su hectaraje en es de singular importancia y es el que se refie-
algodón porque no se atreve a correr riesgos re a la comercialización. El promedio de los
por el lado de la oferta de peones. Es nece- últimos años revela que en el departamento
sario recalcar que una variación brusca de Gral. Obligado el 57 por ciento del algodón es
hectáreas no es posible por la ausencia de vi- vendido a desmotadoras privadas y sólo el 43
viendas o, incluso, fuerza de trabajo familiar, por ciento es entregado a las cooperativas de
ya que una mayor cantidad de trabajadores la zona. Las razones por las que el productor
supone mayor trabajo familiar en la explota- sigue entregando al acopiador privado son va-
ción (mayores tareas de control, de pesaje, de rias y de orden diferente: el acopiador da crédi-
transporte, de almacenamiento, de provisión to en mercaderías, paga al contado el algodón,
de alimentos y otros servicios). adelanta dinero durante el año, adelanta dinero
Esta barrera se ve favorecida por la ausen- para semilla, carpida y cosecha. Esto no quiere
cia de condiciones ecológicas ideales para la decir que la cooperativa no lo haga, sino que
utilización de cosechadoras mecánicas que, puede ser menos rápido que en la desmotadora
por el tamaño de algunas chacras y la cantidad privada. Una cosa que la cooperativa no hace
de hectáreas dedicadas al algodón, serían alta- es dar crédito en mercadería. El argumento es
mente rentables. Como es sabido, en esta re- que se puede vender barato sólo si se paga al
gión subtropical húmeda sin estación seca las contado. El agricultor prefiere tener la seguri-
lluvias abundan fundamentalmente en otoño, dad de que si las cosas le vienen mal habrá un
cuando la cosecha no ha terminado (meses de lugar donde “caerse muerto” y ese lugar es el
marzo, abril y mayo). El peso de las máquinas almacén de la desmotadora. Los adelantos de-
requiere suelos firmes, motivo por el que aun ben, por lo general, ser pagados en productos.
en el caso de su introducción un productor ne- De más está decir que el crédito en mercade-
cesitaría el complemento de la fuerza de tra- rías supone un recargo en los precios de venta
bajo manual. Si éste fuera el caso, es plausible aunque no se cobre intereses. Otro argumento
imaginar que el cosechero ha de elegir trabajar importante que los productores utilizan muy a
en la chacra donde pueda empezar y terminar menudo es el de que la cooperativa no da di-
la campaña. nero de un día para el otro; en cambio el aco-
102 Eduardo Archetti - Antología esencial

piador sí lo hace. Finalmente, en una economía toneladas de algodón un socio recibió m$n.
inflacionaria como la nuestra hay ciertos pro- 988.553. De este ejemplo se desprende que hay
ductores que calculan sobre la base del crédi- retornos apreciables sólo en el caso del algo-
to permanente en mercadería, que en muchos dón. La comercialización privada funciona ne-
casos llega hasta el millón de pesos viejos sin gativamente, apropiándose de ese excedente
interés. Es muy común que los productores en- que la cooperativa devuelve al productor sólo
treguen parte de su cosecha a las cooperativas en el caso del algodón, ya que para los cultivos
y a los acopiadores privados, como también la diferencia entre los distintos sistemas de co-
que sean socios de dos y hasta de las tres coo- mercialización es pequeña.
perativas que existen en la zona. El agricultor Sin embargo, creemos que también hay ra-
es un gran “jugador” y busca estar en todos los zones extraeconómicas en la mantención del
lugares para sacar provecho, para no perder sistema de comercialización privado. Nadie
ninguna oportunidad. El “oportunismo” en la puede negar que el cooperativismo es viejo
producción lo traslada a la comercialización, en la región –hay antecedentes desde 1905– y
aunque esto no sea lo más racional. que, por lo general, los productores son cons-
Hay otra razón de tipo económica y que ex- cientes de que el retorno cooperativo puede
plicaría quizás el escaso desarrollo de las coo- llegar a ser mayor que las “ganancias” vía
perativas. La cooperativa comercializa el lino, crédito en mercaderías sin interés en época
el trigo y el girasol, por ejemplo, en condicio- inflacionaria. Es necesario tomar en cuenta
nes de mercado idénticas que el acopiador: en también la ausencia de una política de exten-
estos cultivos prácticamente no hay retornos. sión adecuada de las cooperativas. Pese a es-
Pondremos algunos ejemplos. En el último tos dos factores, muchos productores señalan
balance de la Cooperativa Agrícola Industrial que les conviene el acopiador privado porque
“Reconquista” Limitada vemos que un produc- “necesitan favores; aunque las cosas vayan
tor que entregó 31 toneladas de trigo recibió bien, uno no sabe cuándo comienzan las des-
un retorno de m$n. 15.790, otro por 27 tonela- venturas”. El acopiador hace favores, protege,
das de lino m$n. 33.190, otro por 30 toneladas da cierta seguridad en el caso de malas cose-
de maíz m$n. 49.512, otro por 29 toneladas de chas, infortunios familiares o enfermedades.
girasol recibió m$n. 19.634; en cambio por 24 La cooperativa es visualizada como algo total-
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  103

mente despersonalizado; los “favores” de un ahorrando. Para los colonos el control directo
gerente están limitados por un conjunto de del dueño sobre su empresa es una garantía de
reglas que impiden las excepciones. Si el pro- eficiencia –reproduce su situación y su expe-
ductor necesita urgente un adelanto, la coope- riencia en su chacra–. Esto, desde luego, ocurre
rativa puede que se lo otorgue; es sabido, por en las desmotadoras privadas y no en las coope-
el contrario, que contra algodón el acopiador rativas. En éstas todos, incluido el gerente, son
puede darle sin que tenga necesidad de apli- empleados. Esto marcaría los niveles diferentes
car un interés usurario. El acopiador toma de ejecutividad y por lo tanto de confianza.
en cuenta cada caso y es posible tener una En las transacciones entre productor y aco-
relación más directa, hasta más efectiva y en piador lo más importante es que ambos ganan
donde haya cierta reciprocidad –muchos pro- algo; no es una relación de “reciprocidad nega-
ductores expresan que la entrega del algodón tiva“ donde sólo uno gana a costa de la pérdida
es una devolución de favores–. En la coopera- del otro. Al menos esto no se da en la zona y es
tiva el trato es más objetivo, menos afectivo, seguro que se da en otras regiones mucho más
todos son “socios”, todos tienen los mismos pobres. Incluso esos productores más pobres
derechos. La mantención de este síndrome son, por así decirlo, el gran negocio del desmo-
“patrón-cliente” puede explicar dos hechos: la tador local. Por ejemplo, Sartor desmotó esta
dificultad de crecimiento de las cooperativas y campaña 6.315 toneladas de algodón local con-
el escaso interés y participación de los socios tra 11.864 del Chaco, Formosa y el oeste de la
en la vida de las instituciones (la cooperativa provincia. Para Vicentín las cifras fueron 4.882
“no les pertenece, es un conjunto de emplea- toneladas y 8.994 respectivamente. Lo que es
dos más un gerente”. No es difícil, asimismo, obvio es que el productor no mantendría sus
encontrar productores que critican a las coo- vínculos si perdiera todo, ya que el secreto es
perativas porque son mantenidas por ellos. que la relación no aparezca como de explota-
Otra dimensión ideológica importante es el dor a explotado. Este mecanismo perpetúa el
hecho de que los acopiadores y las desmotado- sistema de “favores”: si hay un desbalance a
ras locales son importantes y sus dueños, ade- favor del acopiador, éste en el futuro podrá se-
más de tener una vastísima red de parentesco guir haciendo “favores” y de éste el productor
en el campo, se han hecho trabajando duro y necesitará de más “favores”.
104 Eduardo Archetti - Antología esencial

La mantención del sistema de comerciali- un documento escrito de un grupo del Movi-


zación no cooperativo produce una suerte de miento Rural de una colonia algodonera pu-
transferencia de valor del productor al desmo- dimos leer: “Sobre la herencia se dijo que a
tador bastante apreciable y que se convierte, las mujeres se les da unas monedas o unas
de hecho, en un obstáculo para una acumu- vacas flacas para que se queden en el molde
lación más acelerada de capital. Sin ir más y los hombres se quedan con todo.” El segun-
lejos, el año pasado las cooperativas entre- do implica, muchas veces, “sucesión en vida”
garon a sus socios por cada tonelada de algo- o un arreglo de compra por debajo del valor
dón entre m$n. 50 y 60.000 de retorno por la real de la tierra. Esto último implica recono-
venta de la fibra. La transferencia de ingresos cer el trabajo incorporado a la chacra por el
puede calcularse en aproximadamente m$n. hijo que no migró.
1.029.500.000. Este sistema podría perpetuarse en tanto
se mantuvieran las familias patriarcales, en
4. Sociales donde todo el poder residía en el padre, con
Una rápida transformación del sistema de he- extensión de derechos sobre los hijos y no so-
rencia se está produciendo en la zona. En el bre las hijas. Las hijas al casarse dejan la casa.
pasado predominaban dos mecanismos bási- El número de hijos que quedan en la chacra
cos que servían para mantener las explotacio- depende de la rentabilidad económica de la
nes a un nivel de rentabilidad aceptable: las misma y de la cantidad de trabajo existente.
mujeres recibían al casarse una dote como La modificación en las formas tradicionales
adelanto de la herencia o como herencia; esa de herencia, de padre a hijo, y el pasaje a ex-
dote casi nunca consistía en tierra sino en plotaciones multifamiliares, de padre a dos o
bienes de otro tipo y en dinero. El segundo más hijos, ha sido posible por el desarrollo
era una suerte de acuerdo “tácito” entre los tecnológico y las mejores tareas culturales,
hijos que quedaban trabajando la tierra de sus que permiten que donde antes comía una sola
padres y los que migraban, ya sea a trabajar familia ahora coman dos o más. En este proce-
la chacra en otro lugar o a la ciudad; éstos so la tecnología se verá ayudada en el futuro
perdían sus “derechos” sobre la propiedad por una disminución del tamaño promedio de
de la tierra. Sobre el primer mecanismo, en las familias.
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  105

Una traba para la mantención del sistema manejar un tractor o realizar tareas pesadas.
tradicional proviene también de los cambios Las mujeres, la esposa y las hijas se encargan
que se producen en la estructura de autoridad de la huerta, de los animales y de la quinta.
familiar y una creciente presión de las mujeres El tamaño de la familia en sí es un incenti-
por igualar sus derechos con los hombres. Si vo para la producción: donde hay más bocas
bien esto no va a producir en lo inmediato un para alimentar, por lo general, se trabaja me-
pasaje hacia formas de tenencia minifundistas, jor y más intensivamente. Ninguna explota-
es posible esperar que las transferencias de in- ción de un “solterón” revela un grado acep-
gresos aumenten vía renta o arrendamientos table de organización y explotación. El in-
que se pagan de hermano a hermana. Lo que centivo para la intensificación del trabajo por
ocurre también es que la compra se realice a el lado de la familia se encuentra, al mismo
precio de mercado. Estos factores suponen un tiempo, limitado por la edad y por la compo-
drenaje de dinero, pero también puede funcio- sición por sexo. Por ejemplo, si un productor
nar como un incentivo para la adopción de nue- tiene suficiente capital y tierra como para po-
va tecnología –el uso de fertilizantes es visuali- der comprar un tractor, no lo hace de manera
zado por muchos productores como una salida automática sino que espera tener un hijo con
a corto plazo–. edad suficiente como para poder trabajar la
Habíamos apuntado en el punto I que la tierra –esto no debe entenderse como una ley
economía capitalista por definición permitía en donde inexorablemente se puede leer que
superar las limitaciones de la fuerza de tra- sólo los hijos mayores se quedan y trabajan
bajo familiar en la combinación de recursos la tierra–. Es el desarrollo del ciclo familiar
productivos. En la economía de los “colonos” con casamientos y nacimientos lo que va mar-
esto no se da de la misma manera. Creemos cando este proceso de sustitución. Para la
que todavía tiene importancia el tamaño de expansión de las actividades la composición
la familia y la composición por edad y sexo. por sexo es importante; si un productor tiene
Estos factores están estrechamente relacio- la desgracia de tener sólo hijas, con toda se-
nados al control y uso de maquinaria, a lo que guridad va a llegar un punto en el que se verá
podríamos llamar el trabajo específicamente obligado a dejar la chacra, venderla o arren-
“colono”. Las mujeres y los niños no pueden darla, para migrar a la ciudad. Una estrategia
106 Eduardo Archetti - Antología esencial

que frecuentemente se da, como una excep- “gringos”, descienden de colonos extranjeros,
ción a la ley de residencia normal, es la incor- y todos los asalariados son “criollos”. Los asa-
poración del yerno, y con esto el aumento de lariados “gringos”, empleados bajos y obreros
la cantidad de fuerza de trabajo disponible. industriales, se encuentran en los centros ur-
Ambos casos son posibles de encontrar empí- banos. El aspecto de clase se refuerza por la
ricamente en las colonias. alta congruencia étnica que se encuentra. Los
Este tipo de comportamiento y cálculo es, “criollos” realizan las tareas rurales no califi-
casi por definición, diríamos lo contrario de cadas, no tienen ningún tipo de experiencia ni
lo que haría un capitalista. En las colonias es los conocimientos necesarios como para des-
muy difícil encontrar un tractorista asalaria- empeñar las tareas que usualmente las realizan
do. Todos los tractores son manejados por los jefes de las explotaciones y sus hijos. Es im-
el jefe de familia y sus hijos. Incluso muchas portante hacer notar que este factor funciona
veces el sobreequipamiento de las chacras como una seria limitación para el pasaje de los
multifamiliares está asociado al hecho de asalariados rurales a trabajos más calificados y
que cada familia “debe” trabajar un tractor si la eliminación de la chacra de la fuerza de tra-
es que está en condiciones (habilidad, ganas) bajo familiar.
y si los recursos en tierra lo permiten. Este
sobreequipamiento influye sobre los costos, 5. Políticos
pero esta consideración muchas veces no se Los productores de la región se hallan doble-
realiza –es necesario hacer la salvedad de mente afectados: por ser algodoneros y por
que por las últimas leyes impositivas y la in- serlo en la provincia de Santa Fe. A nivel na-
flación acelerada muchos productores prefie- cional carecen de poder y esto se hace más
ren invertir en maquinaria aunque no puedan agudo a nivel provincial por tratarse de una
usarla plenamente y, por lo tanto, incremen- provincia que, tradicionalmente, se identifica
ten los gastos. con los intereses de la pampa húmeda. El al-
Estos aspectos familísticos se ven refor- godón, como otros cultivos industriales, está
zados por la “cuestión étnica”. El mundo de asociado a los avatares del mercado interno,
los productores se caracteriza por su homo- básicamente a la evolución de la demanda in-
geneidad étnica; todos los agricultores son terna de textiles y en consecuencia de fibra.
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  107

La rigidez en la expansión de la demanda ha lidad capitalista exigió que los productores


producido en los últimos años una permanen- menos aptos desaparecieran del mercado. Si
te fluctuación de la oferta, con el consiguien- bien esta crisis fue menos aguda en Obliga-
te perjuicio de los productores más peque- do que en el Chaco, por el hecho de que los
ños. La inestabilidad afecta principalmente productores tenían en promedio más tierra y
a los productores que tienen menos tierra, y habían alcanzado un grado apreciable de di-
menos capital y que, por lo tanto, no pueden versificación, la carencia de poder de nego-
diversificar y no pueden utilizar sus ahorros ciación fue un obstáculo para la expansión de
en espera de los años “buenos”. La raciona- los cultivos industriales.

Cuadro 2. Cantidad de hectáreas de algodón sembradas en el país, 1962-63 / 1972-73, producción bruta
y de fibra
Superficie cultivada Producción bruta Producción de fibra
(hectáreas) (toneladas) (toneladas)
1962-63 567.600 438.500 133.180
1963-64 585.100 337.200 99.200
1964-65 579.500 457.000 138.000
1965-66 540.000 370.200 115.000
1966-67 360.000 269.800 86.600
1967-68 307.000 230.000 72.200
1968-69 435.700 366.500 112.400
1969-70 463.600 458.200 144.900
1970-71 388.200 285.000 84.100
1971-72 435.400 292.200 87.300
1972-73 (a) 533.500 400.000 125.000

Fuente: Dirección Nacional de Economía y Sociología Rural.


(a) Datos provisionales.
108 Eduardo Archetti - Antología esencial

La comercialización y producción de cereales favorece los cuellos de botella y las contradic-


se rige por otras leyes, ya que son un rubro ciones. Del cuadro reproducido se desprende
central en la política de exportaciones del país. claramente: la enorme variación de la oferta y
En el último período la expansión de la ofer- la demanda. Hay un tope para el consumo in-
ta coincidió con una sensible expansión de la terno que está en las 110.000 toneladas de fibra
demanda mundial. Además a este hecho hay mediana y corta –la fibra larga y extralarga se
que sumar un factor muy importante: el trigo importa del extranjero–. El grado de poder de-
argentino o el maíz son baratos. Todo lo con- pende de la capacidad organizativa e influencia
trario ocurre con el algodón; por ejemplo, este de cada sector. Tradicionalmente los grupos de
año mientras la fibra costaba m$n. 1.200.000 la desmotadores e hilanderos manejaron los hilos
tonelada en el mercado interno, en el mercado de la cuestión: para ellos lo principal es com-
externo la fibra de la misma calidad se podía prar barato y vender caro. De todos modos los
obtener por m$n. 960.000. Esta diferencia, el hilanderos son el grupo central en todo el pro-
hecho de que los productores cerealeros son ceso. Esto se acentúa por el grado diferencial
“centrales” y los algodoneros o azucareros de concentración vertical existente en los pro-
“marginales”, se mide en términos del poder cesos de desmote e hilado: en el desmote las
que tiene cada zona en la fijación de los obje- cooperativas controlan el 25 por ciento, pero
tivos de una política agraria nacional. Pese a ello no ocurre en el proceso de hilado. Sin ir
la diversificación, esta región, por las condi- más lejos este año los hilanderos, que sufrieron
ciones ecológicas predominantes, no puede la merma en sus stocks por la baja producción
convertirse en cerealera. Su destino económi- de las dos campañas anteriores, trataron de im-
co está asociado a los cultivos industriales de portar fibra antes de que la cosecha terminara
mayor rentabilidad económica. por dos razones: para que el excedente sea ma-
El algodón es, por naturaleza, un cultivo yor y porque los precios en el extranjero eran
“conflictivo”, ya que en su proceso de trans- mucho más favorables. Hasta ahora los pro-
formación se enfrentan cuatro grupos sociales ductores no manejan esas dos operaciones de
diferentes con intereses contradictorios: pro- transformación, lo que reduce sensiblemente
ductores, desmotadores, hilanderos e indus- su peso en el mercado y su poder de negocia-
triales textiles. Este sistema de transacciones ción. La única resistencia es, paradójicamente,
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  109

ir en contra de sus intereses: un año sembrar En algunas partes del artículo hemos men-
mucho y el otro poco y así sucesivamente. cionado la valorización extrema del trabajo. En
la mentalidad del productor el “capital” aparece
6. Culturales como el producto de su trabajo. Esto va asocia-
Muchas veces se realizan análisis de la estruc- do al control de las condiciones técnicas bajo
tura agraria de nuestro país presentando como las que se realiza el proceso productivo. El “co-
infalible el pasaje de la forma de explotación lono” toma todas las decisiones importantes:
predominante en la zona hacia estructuras cómo trabajar la tierra, qué sembrar, qué nueva
más capitalistas. En este enfoque se descuidan tecnología se puede aplicar y en qué invertir el
los valores y las actitudes de los productores. excedente. Esto supone un proceso de aprendi-
Nosotros pensamos que en muchas chacras al- zaje de varias generaciones, sólo cortado por la
godoneras están dadas las condiciones “objeti- aparición del tractor. En las colonias es posible
vas” para la transformación en empresas capi- encontrar tres generaciones de productores:
talistas, pero esto no ocurre porque perduran los que trabajaron con bueyes, los que empe-
los valores de la gente, porque, dicho de otra zaron con bueyes y continuaron con el tractor
manera, las condiciones “subjetivas” no han y los que empezaron directamente con el “buey
madurado lo suficiente. Los valores están, por de acero”. Este proceso de aprendizaje y el ex-
supuesto, condicionados por prácticas anterio- clusivismo en el manejo de las máquinas y he-
res, por formas de organizar la producción que rramientas (habíamos visto que en este nivel se
se vinculan a etapas en donde la acumulación daba la exclusión de la fuerza de trabajo asala-
de capital y la producción sistemática de exce- riada) ha generado cierta ideología que puede
dentes era mucho menor. Es ese desajuste en el resumirse de la siguiente manera: el “colono”
tiempo, el hecho de que la “conciencia” de los imagina que es el único que puede trabajar “su
productores no cambie al mismo nivel o ritmo chacra” bien. Los valores de “trabajo”, “control
que sus “condiciones materiales de existencia”, de las condiciones técnicas de producción”,
lo que explica en muchos casos (pensamos en se complementan con el aspecto familístico
los productores más “ricos” y con más hijos mencionado anteriormente: el “colono” no está
educados) el apego a formas de vida que debe- dispuesto a abandonar el proceso productivo a
rían pertenecer ya al pasado. manos de alguien que no haya pasado por ese
110 Eduardo Archetti - Antología esencial

proceso de socialización, a alguien que no co- ductor diversificado a nivel de la comunidad.


nozca los secretos de su chacra. La ausencia de solidaridad y la maximización
El mundo de las colonias es un mundo de de la autonomía inhibe la acción política orga-
propietarios pero, a la vez, es una microso- nizada y la continuidad de las movilizaciones
ciedad donde coexisten con productores que que ocurrieron en el pasado. En las socieda-
no tienen la propiedad de la tierra. Contra lo des industriales avanzadas este tipo de comu-
esperado, los “colonos” no maximizan las re- nidad y este tipo de productores estuvo y está
laciones de dependencia. Si para arriba están asociado a sentimientos anticapitalistas pero
los acopiadores, la conexión se da ya sea por de corte netamente reaccionarios, que pueden
medio de un sistema de “favores”, al que aludi- ser canalizados por movimientos autoritarios
mos antes, o porque los “intereses” se pueden de derecha.
complementar. Hacia abajo los cosecheros y Las formas de control social y regulación de
los peones aparecen como un “mal necesa- la conducta de los miembros de una comuni-
rio”, ya que durante la cosecha y la carpida, dad no se vinculan al mundo de la producción;
por ejemplo, “dependen” de ellos. El ideal no hay énfasis en valores “campesinos” tra-
sería poder bastarse a sí mismos, ser com- dicionales como los de igualdad, solidaridad
pletamente autónomos, no depender ni de la y fraternidad. El control social no regula los
voluntad ni del ritmo de trabajo de terceros. procesos de acumulación y ahorro sino, bási-
El tipo de comunidad predominante se adecua camente, las relaciones entre sexos y entre pa-
a este mundo de valores: son comunidades dres e hijos. La relación con los cosecheros no
“fragmentadas” en donde el grado de coopera- aparece como una relación entre “iguales”; es
ción y asociación es mínimo. La chacra aisla- un contacto entre órdenes culturales diferen-
da hace que su mundo sea un mundo cerrado, tes reforzada por la relación patrón - obrero.
autosuficiente, con un mínimo de relaciones Es en estos niveles o sistemas de relaciones:
cooperativas asociadas al proceso producti- productor - mercado, hombres - mujeres, pa-
vo. El aislamiento se fortalece y se acrecienta dres - hijos y productores - cosecheros que la
a medida que se desarrollan relaciones de tipo Iglesia juega un papel fundamental. Esta difun-
competitivo: el éxito de un productor “espe- de la imagen de un “campesino” sobrio, aho-
cializado” depende de la existencia del pro- rrativo, trabajador y buen cristiano. Al mismo
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  111

tiempo pone especial énfasis en lo que podría- por haber encontrado una familia ejemplar y una
mos llamar “patrón paternalista”, “imagen de acogida cristiana.”
buen cristiano frente a los criollos”, “difusor
del Dogma de Cristo entre los criollos”. Cita- La Iglesia aparece así como la institución que
remos extensamente una carta que un cura no sólo difunde guías morales y valores sino
párroco enviara en febrero de 1970, a los feli- que centraliza la vida institucional y las relacio-
greses agricultores: nes sociales y ceremoniales en la comunidad.
El mundo de fuera de la chacra y de la fami-
“Empezó la cosecha de algodón. Esto significa lia en un mundo signado y condicionado por
mucho trabajo para vosotros, fruto también de la la religión. El control del catolicismo “oficial”
bendición de Dios, que atrae a la parroquia mu- está en manos de los “colonos” y por lo tanto
chos cosecheros. Os pido que ofrezcáis a estas
el poder sobre todas las instituciones parro-
personas un ejemplo de hogar verdaderamente
cristiano, viviendo unidos en el amor. Ofreced
quiales. El mundo “criollo” aparece como un
ejemplo de comprensión y de paciencia cristia- mundo religioso diferente, una suerte de ca-
nas, teniendo en cuenta que se trata de personas tolicismo especial, “popular”, en donde no se
que no tienen cultura ni formación religiosa. A lleva a cabo una vida cristiana ejemplar y en
menudo son familias constituidas ilegítimamen- donde reinan la promiscuidad, las relaciones
te, ni tienen morada fija. Hay que ser prudentes sexuales premaritales, el concubinato, la fami-
pero no desconfiados y menos hostiles. Ellos lia sobre la base del afecto, sus propias festivi-
también sufren muchas injusticias y casi nadie dades y sus propias ceremonias religiosas. El
se interesa para ayudarlos. Pedirán que seáis los catolicismo “tradicional” predominante en las
Padrinos de sus hijos, pero no es posible admi- colonias presenta las siguientes característi-
tirlos en seguida al Bautismo, porque no saben
cas: énfasis en el respeto a la autoridad y a las
lo que piden y el compromiso que contraen con
la Iglesia. Hay que prepararlos mediante algunas
jerarquías (la Iglesia es un mundo jerarquizado
conversaciones. Hay catequistas para eso, pero y disciplinado y esto se transmite a todas las
es obligación de todos, delante de Dios y de la instituciones y a la sociedad), anticomunismo
Iglesia, de instruirlos en la religión cristiana. Con- manifiesto, importancia de la vida pura, del
fío que estas personas volverán otro año, no sólo “pecado” frente al contenido social del Evan-
atraídas por la justa remuneración, sino también gelio y división estricta entre la política y la
112 Eduardo Archetti - Antología esencial

religión. Es importante señalar la adecuación religioso” y no como un “compromiso político”.


existente entre esta superestructura religiosa y Las Ligas Agrarias fueron una prolongación na-
los valores mencionados anteriormente y que tural del Movimiento Rural y como tal aparecía
se desprenden de las prácticas económicas de en la conciencia de muchos productores como
los productores. un movimiento “para - religioso”, pero esto no
Esto no quiere decir que el mundo religioso existe más: “Las Ligas son las Ligas y la religión
“oficial” no presente fracturas y que no se pue- es la religión”, al decir de un sacerdote.
da cambiar. Evidentemente la Iglesia no es una En el proceso de transformación de los va-
institución pareja, homogénea. El Movimiento lores rurales adquiere importancia la relación
Rural ha jugado un rol fundamental en la apa- con el mundo urbano. Como es obvio, la “ur-
rición de lo que podríamos llamar catolicismo banización” de las pautas de conducta de los
“progresista” en el medio rural. Este movimien- productores depende de la proximidad o leja-
to permitió que los agricultores discutieran de nía de los centros urbanos importantes. La “ur-
política, vieran problemas económicos suyos banización” se refleja más directamente en los
y los del país y se privilegiara el mensaje so- cambios de las pautas de consumo que existían
cial de cambio del Evangelio. La aparición de anteriormente. Este cambio, sumado al impac-
las Ligas Agrarias es una consecuencia de esta to de la educación, puede producir cambios
brecha ideológica que fuera abierta con ante- importantes en la mentalidad de “trabajo y
rioridad. Lo que queremos enfatizar en esta ahorro” de los “colonos”. La valorización del
parte de nuestro artículo es que el mundo del mundo urbano y del trabajo intelectual podrían
catolicismo “oficial” o “tradicional” no ha sido abrir puertas en el futuro para la invasión de
destruido y que las fracturas suelen soldarse los puesteros, de los peones estables, de los
más rápido de lo que uno imagina. Uno de los tractoristas a sueldo y de los arrendatarios.
problemas principales es la adecuación del sis- Este cambio, de más está decir, se produjo de
tema de relaciones político - gremiales al sis- una manera más notable en las regiones más
tema de relaciones sociales de tipo religioso desarrolladas de la provincia: los propietarios
existentes en la comunidad. El “compromiso” viven en el pueblo y sus hijos reciben una edu-
es muchas veces entendido como un “compro- cación que les permite una entrada mucho más
miso con el Evangelio”, como un “compromiso favorable al sistema ocupacional urbano.
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  113

Pese a esto es, sin embargo, interesante re- la consecuencia latente puede ser importante
flexionar sobre la aparición de las Escuelas sobre la estructura agraria y sistema de tenen-
de la Familia Agrícola en la región. El menor cia predominantes en la zona. El desarrollo
desarrollo de la urbanización rural creemos ha tecnológico del campo supondrá en el futuro
hecho posible que este sistema se afincara en una expulsión de hijos de productores si no se
muchas colonias y apareciera como la respues- resuelve el sistema de distribución tradicional
ta educacional deseable a los sistemas tradicio- de la propiedad. Más hijos de agricultores con
nales orientados desde la ciudad. Este sistema una mejor educación agrícola supone, a largo
se caracteriza por la valorización de la chacra plazo, superpoblación del campo y agudización
y del trabajo rural y por la incorporación del de la falta de tierra. Para las Escuelas de la Fa-
sistema de la alternancia: el alumno pasa una milia Agrícola no tiene sentido educar agricul-
semana en la escuela, donde aprende, además tores que no podrán heredar su parcela o un
de las materias del secundario convencionales, pedazo de campo lo suficientemente grande
lo necesario como para convertirse en un agri- como para trabajarlo bajo la forma de chacra
cultor “moderno”, y el resto del mes en su casa. multifamiliar. Muchas veces los actores hacen
Lo que debemos preguntarnos es por qué este la historia sin tomar conciencia de ello.
sistema anda bien en la zona y no en el sur de
la provincia. Creemos que el menor desarrollo 7. Algunas conclusiones
capitalista y una suerte de “reacción ruralista” En el punto II, al desarrollar las limitaciones
sumados al énfasis en la familia en la pedago- u obstáculos para un desarrollo acelerado del
gía propuesta pueden explicar este fenómeno capitalismo agrario en el norte santafecino,
–al margen de otra clase de razones, como la hemos tocado muchos aspectos y dimensiones
ausencia de otro tipo de enseñanza secundaria que en la realidad aparecen juntos, mezclados,
cercana, la distancia con el pueblo, el costo de sin que uno pueda separar claramente uno del
un internado o de pensión en el pueblo–. Si el otro. Nuestro supuesto debe quedar bien claro:
objetivo manifiesto de estas escuelas es crear el sistema económico predominante en la zona
una suerte de agricultor sensible a los cambios no es capitalista, lo que no quiere decir que la
sociales y tecnológicos, un productor capaz sociedad que lo rodea no lo sea ni que el pro-
de adecuar su chacra a ellos, pensamos que ceso de diferenciación social y económico no
114 Eduardo Archetti - Antología esencial

haya producido la aparición de explotaciones variables. No todas las chacras están en el mis-
típicamente capitalistas. Lo que queremos en- mo punto de desarrollo y hay algunas mucho
fatizar es que todo proceso es, por lo general, más rentables que otras, como hay productores
desigual y con saltos temporales, y en algunos mucho más “capitalistas” que otros.
casos con bruscos sobresaltos. Pondremos un Pensamos que tanto la economía campesina
ejemplo que, al mismo tiempo, servirá para como la economía de los “colonos” son formas
ilustrar el método de análisis utilizado. El pasa- transicionales y nunca llegan a ser modos de
je de la tracción animal a la mecánica permitió producción dominantes como lo fueron el feu-
una liberación considerable de hectáreas, un dal y lo es el capitalista. Esto explica la ausen-
mejor cultivo y, por lo tanto, mayor producti- cia de una vocación de clase hegemónica por
vidad y mayores ingresos. Un desarrollo tecno- parte de los “colonos”, su profundo apoliticis-
lógico más armónico y completo mediante la mo; el hecho de que no tienen una visión del
incorporación de la canasta tecnológica que el mundo nueva que oponer los hace estar a hor-
INTA ofrece en la actualidad (leguminosas, cor- cajadas de dos mundos, con temores puestos
tinas de maíz, riego, herbicidas, fertilizantes, tanto en el pasado como en el futuro.
invernada de chacra) se enfrenta con proble-
mas de tipo estructural, tenencia de la tierra,
de mercado, inestabilidad algodonera, políti- III. “Intereses” y participación
cos, ausencia de una efectiva planificación del
sector agropecuario nacional y regional, social, Hasta ahora hemos ubicado y caracterizado
tamaño de la familia y composición por edad y la economía de los colonos y hemos enume-
sexo y cultural; se hace lo que se puede hacer rado las limitaciones de distinto tipo para una
y no lo que es mejor y más rentable. La combi- expansión acelerada de las relaciones de pro-
nación de nuestras variables sólo nos dice de ducción capitalistas en el cordón agrícola. La
las dificultades globales, pero no sirve para ca- combinación de los dos análisis nos permitirá
lificar cada explotación, cada productor, como en esta sección discutir los “intereses de clase”
si todos hubieran alcanzado el mismo grado de los “colonos” y sus consecuencias sobre la
de desarrollo y capacidad de respuesta frente participación política en un proceso de cambio
a cambios en algunos de los valores de dichas social agrario.
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  115

Si bien la propiedad privada aparece como antiguas). Ambos procesos, mejoramiento eco-
una limitación para el acceso a la tenencia de nómico relativo de los productores y absorción
la tierra por parte de todos los hijos de un “co- ocupacional, permitieron que el problema de la
lono”, esta limitación si bien es “consciente” no tierra quedara oculto.
ha generado un “campesinado” sin propiedad A esto uno debe sumarle el problema deri-
suficiente hambriento de tierra. Los mecanis- vado de la conversión de la tierra en “mercan-
mos que amortiguaron las crisis para la gene- cía”. Desde temprano en esta región la tierra
ración nacida entre 1920-1930 son: aumento estuvo sujeta a operaciones de compra y venta;
del hectareaje por el desplazamiento de los la tierra tenía un “valor” que no era generado
bueyes, mejores variedades de semilla de algo- por el trabajo. Este punto es importante para
dón, lo que produjo un aumento considerable entender entre una comunidad campesina clá-
en los rindes; este proceso fue acompañado sica y la comunidad de los “colonos”. En la eco-
por la incorporación de técnicas nuevas de cul- nomía campesina, tradicionalmente, la tierra y
tivo que afianzaron definitivamente los prime- su posesión no están asociadas al control de
ros cambios –en este nivel el tractor permite cierto capital, sino que dependen del tamaño
que se utilicen herramientas más pesadas que de la familia y otro tipo de relaciones sociales.
trabajan la tierra a mayor profundidad, de 10 En la economía de los “colonos” el acceso a la
a 20-25 centímetros. La producción de un ex- tierra depende de la disponibilidad de capital
cedente de manera sistemática fue utilizada de para adquirirla y luego dotarla de la maquina-
dos maneras: compra de más tierra e inversión ria y herramientas necesarias. Los “colonos”
en educación, aunque lo segundo sea más tar- están inmersos en un sistema de circulación
dío. Pero estos tipos de inversiones no asegu- de mercancías y reproducción que no permi-
raron el porvenir para todos los hijos de esa te que se vuelva al punto de partida sino que
generación. La migración rural-urbana se vio crece a lo largo del tiempo, aunque no crezca
favorecida por el proceso de industrialización, a la velocidad y en la forma deseadas. En ese
que se acelera a partir de la segunda mitad de mundo el acceso a la tierra y la expansión de
la década del treinta. La historia demográfica las propiedades aparecen como un premio al
de las colonias revela un “vaciamiento” apre- mejor productor, al que mejor trabaja y lo hace
ciable (siempre pensando en las colonias más duramente y al que sabe planificar su economía
116 Eduardo Archetti - Antología esencial

familiar eliminando lo superfluo. Un “colono” pagado ya varias veces el valor de la tierra que
no va a enjuiciar a un gran propietario que llegó trabajan. La presencia de estos tres factores
a esa clase de explotación trabajando y com- puede amenguar el efecto de los dos primeros.
prando de a poco. La crítica se ejerce siempre De todos modos, que quede bien claro, si hay
contra los productores que no trabajan la tierra “hambre de tierra”, la manera de conseguirla
y que la usan para obtener un fondo de renta. es la tradicional: parcelas aisladas en propie-
Hay aquí un aspecto adicional muy importante. dad privada.
Históricamente la colonización se hizo en una Todo esto no quiere decir que los “colonos”
zona sin terratenientes y, por lo tanto, la tierra no sean capaces de visualizar otros enemigos
directamente no se la visualiza como un mo- que la “oligarquía terrateniente”. Los enemigos
nopolio, ya que en el horizonte de las colonias aparecen en la esfera de la circulación y comer-
los grandes terratenientes no aparecen (esto cialización y no en la esfera de la producción.
debe entenderse como algo muy general y que Las trabas inmediatas provienen de la estruc-
no se aplica a la realidad de muchas colonias, tura monopólica y del juego de los intereses
sobre todo las que fueron colonizadas después privados en el desmote y posterior transforma-
de 1915). Por otro lado hay una suerte de “corte ción de la fibra. Los “colonos” por definición no
ecológico”: la parte del domo oriental o “cor- son anticapitalistas por su apego a la tierra y a
dón agrícola” es la zona de la colonización, y la propiedad privada, lo que no quiere decir que
las grandes estancias y propiedades usualmen- necesariamente deban ser pro oligárquicos. La
te están presentes en las otras áreas ecológicas conversión de los “colonos” en un grupo que
en las que se divide el norte de la provincia. apoye a los terratenientes y grandes propieta-
Estos dos procesos, absorción del exce- rios dependerá de dos fenómenos: de la pre-
dente de fuerza de trabajo y conversión de sión de los minifundistas y proletarios rurales
la tierra en mercancía, son relevantes en el sin tierra y del grado de hegemonía ideológi-
“congelamiento” de la conciencia de los “colo- ca que sobre ellos ejerzan las Ligas Agrarias.
nos” mientras no se encuentren presentes los También debe quedar claro que los “colonos”
siguientes factores: excesiva diferenciación son antisocialistas, si esto se entiende como
social en la comunidad, presencia de terrate- una transformación radical del sistema de te-
nientes y de arrendatarios que con la renta han nencia predominante en la zona. Los límites
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  117

de la conciencia política están determinados combinaciones adecuadas a las realidades zo-


por la presencia de dos clases con posibilida- nales, es decir que una reforma democrática
des de estructurar un proyecto consciente y en una zona no excluye una reforma socialista
articulado de estructura agraria: los grandes en otra. Tradicional e históricamente estos dos
propietarios capitalistas y los campesinos con tipos de reforma se plantean para dos tipos de
los proletarios rurales. El apoyo a uno u otro estructura agraria diferente: la democrática se
proyecto dependerá del grado de amenaza que piensa para la situación en donde predomina
ambos puedan ejercer sobre su economía. El la relación entre terratenientes y campesinos
área de reivindicaciones inmediatas y moviliza- que pagan renta (los primeros no explotan
ción está asociada a las formas actuales de co- directamente la tierra y son los segundos los
mercialización; por ello son antimonopólicos. que controlan las herramientas de trabajo),
Para tener una visión más definida de lo que y la socialista se piensa para situaciones en
decimos se hace imprescindible caracterizar donde predominan las relaciones entre terra-
dos tipos de reforma agraria. Una que llama- tenientes-capitalistas y proletarios rurales. Si
remos democrática, que se caracteriza por pensamos en dos reformas agrarias actuales
destruir la influencia monopólica de la comer- en América Latina tendremos una idea más
cialización y posibilita el acceso a la tierra de clara. En Cuba, por ejemplo, en la zona cañera,
los colonos más necesitados y de sus hijos y por el predominio de relaciones capitalistas de
de otros grupos sociales sin tierra suficiente producción, las grandes propiedades son ad-
como para desarrollar explotaciones familia- ministradas por el estado y entre los campesi-
res rentables. Este proyecto no cuestiona la nos del café y el tabaco la propiedad privada
propiedad privada y la distribución de tierras persiste, aunque se encuentren encuadrados
predominante en las áreas colonizadas. La por los planes de producción nacionales. El
otra la llamaremos socialista, y se caracteri- mismo planteo se hizo en el Perú: en la zona
za por la nacionalización de la tierra que pasa de la costa, donde predominan las grandes
al control del estado, que puede explotarlas empresas capitalistas en la caña de azúcar y el
de dos maneras: como empresas estatales o algodón, hay empresas estatales, mientras que
como cooperativas de trabajo. Aquí se trata en la sierra, donde predominaban las relacio-
de modelos ideales, pues es posible pensar en nes entre terratenientes y campesinos comu-
118 Eduardo Archetti - Antología esencial

neros que pagaban renta en sus más variadas más adelantadas que las organizaciones de los
formas, la forma elegida ha sido la mantención proletarios rurales. Incluso en lugares donde
de la propiedad comunitaria. éstos están concentrados, como sería el caso
La estructura agraria argentina actual es de Tucumán, el rol más combativo ha sido ju-
bastante compleja, ya que no estamos ni en un gado por los obreros de los ingenios y no por
caso ni en el otro. El panorama se complica los obreros del surco. Organizaciones al estilo
por la presencia de una clase media rural, del de las Ligas Agrarias, si bien plantean el acceso
tipo de nuestros “colonos”, bastante numerosa a la tierra de los productores más necesitados, el
y que produce un alto porcentaje de los pro- corazón de las demandas y movilizaciones se
ductos agrícolas tradicionales de exportación refiere a aspectos crediticios, de comercializa-
y consumo interno. Sin hacer un análisis deta- ción y de industrialización que obstaculizan
llado del problema, pensamos que los dos ti- una acumulación sistemática y autosostenida
pos de reforma, la democrática y la socialista, de capital. Las luchas agrarias han estado orien-
no son incompatibles y que, incluso, pueden tadas hacia la eliminación de las crisis cíclicas
complementarse como en los casos mencio- en el campo más que a la eliminación de la oli-
nados de Cuba y del Perú. Nuestra opinión es garquía terrateniente argentina. Esto no quiere
que no es necesario al plantearse el socialismo decir que las luchas de los obreros rurales no
en el campo imaginar que es imprescindible y puedan desarrollarse e incrementarse en el futu-
prioritario expropiar explotaciones agrícolas ro; es una afirmación que se refiere al presente,
de 100 hectáreas, como tampoco es correcto a los desniveles existentes en la actualidad.
plantearse una reforma que permita la expan- En el trabajo político con los “colonos” debe
sión de este tipo de explotaciones de una ma- partirse del supuesto de que por la naturaleza
nera ilimitada. de sus intereses una tendencia natural es pa-
Otro aspecto vinculado a la participación sar de la etapa de movilización a la etapa de
política en un proceso de reforma agraria es integración. En la primera etapa las acciones
el grado de organización y movilización de las eran definidas como “ilegales” y no había cana-
diferentes clases sociales en el campo. En la les institucionales para presentar los pedidos
Argentina actual las organizaciones de los cam- y las reivindicaciones. Los cambios políticos
pesinos y de los “colonos” se encuentran mucho últimos y la normalización institucional crean
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  119

expectativas en los productores de una mayor elaboración de un programa de transformación


incorporación e integración de los reclamos. agraria mucho más detallado.
Es posible sostener la hipótesis de que cuando Habíamos visto los diferentes mecanismos
los productores llegan a un cierto grado de acu- que posibilitaron que muchos productores no
mulación de capital las organizaciones corpo- tomaran conciencia de que existiera el proble-
rativas tienden a convertirse en meros grupos ma de la tenencia de la tierra. Las estadísticas
de presión. Pensar en el papel “reformista” de para Obligado y para cada comuna del cordón
las ligas regionales significa no sólo tomar en agrícola son concluyentes. Sabemos que estos
cuenta las aspiraciones de los “colonos” sino datos deben ser reinterpretados en función de
las relaciones con las otras clases sociales en las realidades ecológicas pero, sin embargo, es
el campo. Es sobre este esquema, oligarquía te- posible demostrar la ausencia de una reparti-
rrateniente y empresas capitalistas-“colonos” ción democrática. A este nivel es fundamental
campesinos y proletarios rurales, y sobre los trabajar con la juventud agraria y con los pro-
dos procesos de reforma, que debe pensarse pietarios que se encuentran en peor situación
en la participación política de los productores económica. Es imprescindible que cada colo-
de esta reglón. Una tarea eficaz de concientiza- nia denuncie los campos que no son trabajados
ción produciría dos efectos: participación acti- o si los que lo están tienen tierra apta para agri-
va en el proceso democrático y neutralización cultura que no se ocupa. Si bien no predominan
en el pasaje al socialismo. Esto evitaría que los los arrendatarios, salvo en algunas colonias im-
“colonos” jugaran un rol reaccionario, para el plantadas dentro de latifundios, en los últimos
que se encuentran dadas un conjunto de condi- tiempos se desarrollaron lo que llamaríamos
ciones estructurales e ideológicas. “arrendamientos parciales” a propietarios –la
tractorización es un aliciente–. Hay muchos
“colonos” propietarios que no tienen la tierra
IV. Algunos objetivos para la suficiente para trabajar y que se ven obligados
acción política a alquilar parcelas en sus propias colonias o en
las vecinas. Los arrendamientos que se pagan
Discutiremos en este punto algunas de las rei- en la zona son usualmente de un 22 por ciento
vindicaciones sobre las que pueden girar la para maíz, girasol y lino y de un 18-16 por cien-
120 Eduardo Archetti - Antología esencial

to para el algodón. Un punto importante sería cesario que el estado imponga controles mucho
plantear la congelación de los arrendamientos más estrictos y que con una política crediticia
y que se entreguen en venta los campos traba- adecuada fortalezca fas instituciones coopera-
jados por los arrendatarios –la suspensión de tivas. Es sabido que en una economía de mer-
los desalojos rurales ha sido ya aprobada por cado las cooperativas se mueven dentro de los
el gobierno. márgenes que dictan las tasas de rentabilidad
La inestabilidad de precios de los productos empresaria. Esto se agudiza por la competen-
agrícolas se debe fundamentalmente a la au- cia entre estas y los acopiadores del sector pri-
sencia de una planificación de la producción a vado, lo que muchas veces desnaturaliza al mo-
nivel nacional y a las distorsiones que sufre el vimiento cooperativo. Para poner un ejemplo
mercado por la política de los grandes intere- de esto, Sancor ha sido denunciada reciente-
ses privados vinculados a la comercialización y mente por los mismos agricultores y tamberos
transformación de cultivos industriales. Como de realizar prácticas monopólicas. En el caso
es bien sabido, esta inestabilidad repercute so- del algodón es importante que la comercializa-
bre las decisiones que el agricultor debe tomar ción cooperativa se efectúe en beneficio de to-
cada año. La fijación de precios mínimos, soste- dos los productores y no de los más pudientes.
nes y móviles antes de cada campaña permitiría En la zona se practican dos sistemas de comer-
que el productor supiera a qué atenerse y que cialización diferentes: por el primero, se acepta
los cambios bruscos en los precios de los insu- la fibra, pero la cooperativa no vende hasta que
mos no afecten sensiblemente los retornos. Es el socio no lo decida, y por el segundo, es la
importante pensar en las formas en que debe- cooperativa la que comercializa cuando lo con-
ría darse una planificación nacional y el papel sidera oportuno según la situación de mercado
de las regiones. Se nos ocurre que las cuotas existente. En el primer sistema se favorecen
regionales son posibles de aplicar mediante la los productores más grandes, que pueden es-
participación de organismos gubernamentales, perar aumentos del precio de la fibra y que no
cooperativas e instituciones representativas de tienen apuro por vender una vez entregada la
los productores. cosecha, como es el caso de los productores
Para evitar los efectos distorsionantes y es- medianos y pequeños. En el segundo, al distri-
peculativos en la comercialización se hace ne- buirse el retorno no por la fecha de venta sino
Tipos de economía, obstáculos al desarrollo capitalista y orientaciones generales...  121

por el monto, ya que es la cooperativa la que El movimiento cooperativo cumplió funcio-


decide cuándo vender, se favorecen por igual nes cruciales para el mejoramiento relativo de
todos los productores. La desventaja de esto muchos productores. El control vertical de la
suelen ser los bajones de precio que pueden producción, compra, transformación industrial
afectar la estructura financiera de la coopera- a través de desmotadoras y molinos y poste-
tiva; por el primer sistema los mayores riesgos rior venta de la fibra a hilanderos y la semilla
los corre el socio, pues la cooperativa trabaja a las fábricas de aceite no alcanzó a comple-
sobre seguro. De todos modos, y tomando en tarse totalmente. En este proceso los produc-
cuenta ventajas y desventajas de ambos tipos tores crearon un capital social considerable
de comercialización, el segundo es mucho más que permitió el afianzamiento del movimiento
cooperativo, ya que beneficia al chico y “perju- cooperativo. Para esto fue necesaria la relativa
dica” al grande. debilidad del capital privado local y regional.
Es importante la participación de las or- Es importante enfatizar la “relativa debilidad”,
ganizaciones de productores en la fijación y pues ésta depende no tanto de la absoluta debi-
puesta en marcha de la política crediticia. La lidad de los capitalistas locales como el grado
ampliación de la línea de créditos existente en de riqueza, capacidad de producir un exceden-
la actualidad debe partir de las necesidades de te, de los productores agrícolas y de la política
los productores y no de definiciones abstractas general del estado apoyando o no la creación y
de desarrollo tecnológico. El crédito orienta- fortalecimiento de las cooperativas. Existe un
do como un vehículo de modernización es una ejemplo para aclarar esta idea: la situación eco-
herramienta acertada sólo si se parte de nece- nómica de los productores algodoneros santa-
sidades tecnológicas “promedios” y de la rea- fecinos es mucho más holgada que la de los
lidad socioeconómica de las chacras. La falta chaqueños y formoseños, y esto se traduce en
de orientación en la política crediticia favore- los porcentajes comercializados en cooperati-
ce, en muchos casos, el estancamiento de las vas el año pasado: en Gral. Obligado el 40 por
explotaciones. Es necesario que los créditos ciento del total y en el Chaco solamente el 26.
vinculados a innovaciones reduzcan la tasa de Para, este año se estima que los porcentajes se-
interés con el fin de motivar al mayor número rán respectivamente el 50 y el 32 por ciento. A
de agricultores. los fines de la articulación de una política eco-
122 Eduardo Archetti - Antología esencial

nómica es necesario insistir sobre la necesidad permanentes es la única manera de romper esa
de cooperativizar totalmente el proceso de dependencia que, en la inmensa mayoría de los
transformación del producto mediante la crea- casos, por el estado sanitario global del país,
ción de hilanderías y fábricas de aceite regiona- sólo sirve a intereses particulares. La electri-
les –obviamente este proceso no es simple y no ficación rural y los caminos deben plantearse
sólo depende de la voluntad de los productores como un servicio a la comunidad y no como un
sino de una política de planeamiento del estado medio para transferir ingresos del campo a los
que contemple esta posibilidad. presupuestos provinciales o nacionales.
La dimensión servicios ha estado descuida- Los productores rurales viven aislados en
da en el campo argentino y de un modo espe- comunidades “fragmentadas” que dificultan
cial en esta región. El sistema educacional vi- todo proceso de asociación, cooperación y
gente en el país ha sido pensado en función de participación política y gremial. Quien conoce
necesidades educacionales fijadas en abstracto la zona sabe que en las “colonias” no hay cau-
y que, en la mayoría de los casos, se adecuó a dillos políticos ni vida de comité; el trabajo, la
las necesidades del sistema industrial y urba- chacra parecieran ser las únicas preocupacio-
no. La educación que se imparte, como quizás nes. A esta baja participación local se suma el
toda la educación primaria y secundaria, no tie- marginamiento en el sistema de decisiones en
ne ninguna relación con las realidades socioe- los niveles más elevados. Política de precios,
conómicas de la zona. Debe ser un objetivo co- comercialización y desarrollo tecnológico sólo
mún que el sistema educacional se transforme podrán llevarse a cabo si se articula una pre-
de acuerdo con las necesidades económicas, sencia más activa de los productores en los
tecnológicas y sociales de la región. procesos de toma de decisiones. La democrati-
En lo referente a salud se da una excesiva zación del país pasa, ineludiblemente, por una
concentración en los centros urbanos. La insta- efectiva participación popular, de la que no
lación de centros de salud rurales con médicos pueden ser ajenos los “colonos”.
Viabilidad estructural
y participación gremial
en explotaciones familiares
explotaciones agrícolas y tamberas de Santa Fe* **

E s nuestro principal objetivo discutir la via-


bilidad estructural de diferentes tipos de
explotaciones familiares, muy comunes en el
dobesa). El concepto de viabilidad estructural
alude al tipo de relación que debe existir entre
tierra y capital para que la fuerza de trabajo uti-
centro y nordeste de la provincia de Santa Fe (y lizada en el proceso productivo provenga exclu-
suponemos que lo son también en la zona algo- sivamente de la familia o grupo doméstico1.
donera del Chaco y en la cuenca tambera cor- El tipo de explotación familiar del que par-
tiremos ha sido provisto por el estudio de las

* Este trabajo fue publicado originalmente en Revis-


ta Desarrollo Económico. Revista de Ciencias Socia- 1 En otro trabajo distinguimos entre “familia” y
les, vol. 15, Nº 59, octubre-diciembre, 1975, pp. 399-419. “grupo doméstico”. Esta distinción estaba basada en
** La comparación entre Santa Cecilia y Buenaventu- lo siguiente: en el primer caso lo fundamental son las
ranza no hubiera sido hecha sin la colaboración de Car- relaciones de parentesco, mientras que en el segundo
los Beltrán, de la Facultad de Ciencias de la Administra- lo central es comer de la misma mesa y participar en co-
ción, Universidad Nacional del Litoral, en la obtención mún en las tareas productivas (Archetti y Stølen, 1974
y procesamiento de los datos de Buenaventuranza. Fue d). Una explotación “familiar” de este modo pasa a ser
importante también su aporte en la discusión de mu- una explotación “doméstica” aun en: el caso de que sus
chas de las ideas presentadas en este artículo. Agradez- miembros estén unidos por relaciones de parentesco.
co también la colaboración de Hugo Ambrosi, director Pero lo contrario no es cierto, ya que una explotación
de la Dirección de Estadística y Censos de la provincia “doméstica” no necesariamente tiene que ser, al mismo
de Santa Fe, por haber tenido la gentileza de ceder los tiempo, “familiar”. Como admitimos la posibilidad de
datos de Buenaventuranza. Este artículo ha sido posi- que ambos casos se den empíricamente, y de hecho
ble por el apoyo recibido de la secretaría de Ciencia y esto ocurre en un solo caso de Santa Cecilia, los térmi-
Técnica a través del Proyecto 20 de investigaciones de nos se usarán indistintamente, aunque esto no sea del
la Universidad Nacional del Litoral. todo correcto.
124 Eduardo Archetti - Antología esencial

sociedades campesinas. Para decirlo con pa- la viabilidad estructural de las explotaciones
labras de Meillasoux: “El parentesco es usual- santafecinas. Es impensable este proceso sin
mente considerado como la base de la organi- que ocurra un cambio tecnológico que permi-
zación social en las así llamadas ‘sociedades ta un aumento considerable de la productivi-
tradicionales’ o ‘primitivas’. Frecuentemente dad social del trabajo. Sin embargo, la acumu-
esto se entiende como una expresión de rela- lación de capital y la renovación tecnológica
ciones genéticas. Es, sin embargo, antes que no tienen un efecto lineal sobre la utilización
nada la expresión de las relaciones de produc- y maximización de la fuerza de trabajo fami-
ción y de reproducción de la comunidad cam- liar, ya que la relación causal aparece media-
pesina… Muchas de las relaciones construidas tizada por el tipo de producción. Veremos que
sobre la base de los requerimientos funciona- en el caso de las explotaciones agrícolas con-
les del grupo pueden ajustarse a la descripción sideradas la renovación tecnológica podría
del parentesco” (1973, pág. 85). reforzar las explotaciones familiares, mien-
El modelo de la explotación familiar cam- tras que en el caso del tambo la situación es
pesina nos será muy útil por dos razones: en más compleja.
primer lugar, porque constituye la presencia Nuestro interés, por lo tanto, será estable-
pura de una economía familiar inserta en rela- cer algunas condiciones para la viabilidad
ciones de intercambio y de mercado, y en se- de las explotaciones familiares. Inmerso
gundo lugar, porque solamente a partir de éste en relaciones de intercambio y de mercado
aparecerán con mayor nitidez las diferencias y generalizadas y en un sistema nacional de
discontinuidades entre los tipos de explotacio- precios, el productor directo argentino se
nes familiares. De acuerdo con nuestra aproxi- enfrenta con diferentes alternativas cuando
mación al problema, la ruptura del modelo es- el nivel de acumulación de capital le permite
trictamente campesino se produce no sólo por o no disminuir el grado de explotación de su
el retiro del productor directo y su familia del fuerza de trabajo y la de su familia. Espera-
proceso productivo sino por un proceso siste- mos reflejar esta problemática a lo largo del
mático de acumulación de capital. artículo. Al mismo tiempo, los casos discu-
La problemática de la acumulación de capi- tidos nos permitirán, a modo de conclusión,
tal nos introducirá de lleno en la temática de entender el comportamiento y participación
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares  125

gremial de los productores “familiares”. Pen- principalmente, algunas de las ideas de Cha-
samos que fenómenos recientes como las Li- yanov (1966)2.
gas Agrarias santafecinas y la Federación de Para Chayanov, en una economía de tipo ca-
Centros Tamberos del centro de la provincia pitalista la fuerza de trabajo puede ser definida
pueden ser reconsiderados a partir de este objetivamente bajo la forma de capital varia-
esquema de análisis. ble, y su combinación con el capital constante
estará determinada por el logro de la tasa nor-
mal de ganancia existente en ese momento en
1. La explotación familiar la sociedad. Pero la economía campesina no
campesina puede ser tratada con la lógica de la economía
capitalista ya que “el trabajo de la familia es
Hay bastante acuerdo entre los antropólo- la única categoría posible de ingreso para un
gos y científicos sociales dedicados al estu- campesino o un artesano, porque no existe el
dio del campesinado en definirlo a partir de fenómeno social de los salarios, estando, por
las siguientes características: la familia es a este motivo, también ausente el cálculo capi-
la vez unidad de producción y de consumo, talista de ganancia” (1966, pág. 5).
los medios de subsistencia se obtienen de Si imaginamos la economía capitalista en el
la agricultura y del cuidado de los animales, campo, para un productor determinado la tie-
hay una cultura tradicional asociada al modo rra y el trabajo son factores variables que trata
de vida existente en comunidades rurales de combinar con un monto fijo de capital. Su
pequeñas y hay sujeción a centros de poder principal objetivo será obtener la mayor re-
ubicados en el sistema regional y nacional muneración posible de su capital. En el caso
(Kroeber, 1948; Wolf, 1966; Shanin, 1973). de la economía campesina la fuerza de trabajo
Aunque una explotación familiar campesina familiar es el factor estable. De acuerdo con
“derive” su existencia no solamente del me- la hipótesis de Chayanov, las variaciones en
dio económico sino también del orden cul- la fuerza de trabajo familiar explican los cam-
tural y del sistema político, a nosotros nos
interesará aislar la economía de las otras 2 Este tema fue tratado con mayor amplitud en otra
dimensiones. En este sentido seguiremos, parte (Archetti, 1974 a, y Archetti y Stølen, 1974 d).
126 Eduardo Archetti - Antología esencial

bios en capital y en tierra. Pero la relación rrera que proviene del hecho de que la fuerza
ideal entre fuerza de trabajo, tierra y medios de trabajo es “barata” (por no decir “gratis”
de producción depende de las necesidades desde el punto de vista monetario) y que el
de consumo familiar y productivo definidas crédito es “caro” y además difícil de obtener.
culturalmente. El núcleo central de su teoría En ese sentido la estrategia consciente es-
pasa a estar constituido por el balance que perada será la de evitar el ahorro de fuerza
debe existir entre consumo y explotación de de trabajo por tecnología mientras ésta sea
la fuerza de trabajo. provista por el ciclo familiar y, condición im-
De este razonamiento se desprenden varias portante, mientras no existan oportunidades
consecuencias importantes. En primer lugar, para un mejor empleo y retribución fuera de
que el componente tecnológico del proceso la explotación.
productivo depende, en mayor medida, de la En ese sentido la viabilidad de la explota-
fuerza de trabajo disponible y del balance que ción campesina depende, entre otras, de las
debe existir entre producción y consumo, que siguientes condiciones: la población rural debe
del monto de capital. En segundo lugar, que ser mayoritaria, el desarrollo capitalista es dé-
las transacciones y operaciones en el merca- bil y, por lo tanto, el sector industrial no está
do están guiadas por la maximización de las concentrado, una parte importante del trabajo
necesidades y no por la obtención de la tasa productivo rural se dedica al ciclo de subsis-
de ganancia. Finalmente, que un conjunto de tencia, una gran proporción de los insumos
decisiones dependen del ciclo de desarrollo productivos del campo se producen artesanal-
familiar en tanto a mayor cantidad de miem- mente, el desarrollo de los mercados locales y
bros en condiciones de trabajar menor será regionales presenta características de disper-
el desgaste de energía por trabajador (supo- sión de la oferta y de la demanda, y el crédi-
niendo que variaciones significativas en in- to, como vimos, es caro y escaso (Marx, 1956;
tensidad no satisfagan necesidades definidas Mintz, 1959; Belshaw, 1965; Thorner, 1962). La
como marginales). máquina de producción campesina aparece de
Desde nuestra perspectiva, lo que importa esta manera asociada al estado general de la
recalcar es que el cambio y la renovación tec- economía nacional y encuentra su correlato
nológica se encuentran con una suerte de ba- con formas específicas de intercambio y dis-
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares  127

tribución de las mercancías. De esta manera, todas maneras, proviene de la relación con
cuando se produzcan cambios en alguna de las la economía global: si un aumento de las re-
variables mencionadas las posibilidades de es- laciones de intercambio está asociado a un
tabilidad de esta economía se hacen cada vez aumento del ingreso neto y si éste puede ser
más difíciles3. utilizado para incorporar tecnología “barata”,
Ahora bien, para el funcionamiento eco- la reproducción de la empresa depende me-
nómico de este tipo peculiar de empresa no nos de la “reproducción” humana que de la
sólo las características de la fuerza de traba- reproducción del capital. Llega un momento
jo constituyen algo específico sino que pasa en que se puede “ahorrar” fuerza de trabajo
a ser central la ausencia de un proceso auto- familiar y el excedente generado encuentra
sostenido de acumulación de capital. La eco- situaciones ocupacionales favorables fuera
nomía campesina es una economía familiar de los límites estrechos de la empresa fami-
que no acumula capital. Para Chayanov la liar. Lo que importa retener hasta aquí es que
explicación de este hecho proviene de la mi- admitimos como posible la combinación de
nimización de la autoexplotación de la fuerza explotación familiar y acumulación de ca-
de trabajo una vez que se satisfacen las nece- pital. Al mismo tiempo suponemos que en esa
sidades culturales de consumo. Para Marx el situación el factor fuerza de trabajo pierde su
campesino cede parte de su trabajo exceden- rigidez “campesina”. Este esquema será muy
te y, algunas veces, hasta parte de su traba- útil cuando discutamos la viabilidad de las ex-
jo necesario porque no incluye su trabajo y plotaciones familiares santafecinas.
el de su familia como formando parte de los Antes de pasar a presentar nuestro material
costos de producción (1956, pág. 682). Para empírico resumiremos brevemente algunas de
Wolf la ausencia de acumulación proviene de las características de la organización y división
la existencia de un fondo de renta (1966). El social del trabajo en empresas que dependen
dilema básico de la economía campesina, de del esfuerzo familiar. En primer lugar, la em-
presa se organiza de acuerdo con divisiones
más o menos rígidas en relación a la edad y
3 Creemos que es importante imaginarse la economía
sexo de sus miembros. Estas características
campesina como un fenómeno histórico, aunque esto
no impide que se elabore analíticamente el concepto. determinan el acceso a determinadas tareas y
128 Eduardo Archetti - Antología esencial

genera chances diferenciales de socialización 2. Las explotaciones familiares


en el ciclo de actividades productivas. En se- santafecinas
gundo lugar, la familia trata de autoabaste-
cerse de servicios y especialidades que son Hemos elegido dos colonias rurales, una ubi-
imprescindibles para asegurar la continuidad cada en el departamento General Obligado y
del proceso productivo. En esa dirección un la otra en el departamento Las Colonias4. El
productor campesino no es solamente un agri- acceso a la tierra estuvo vinculado al proceso
cultor sino que, en mayor o menor medida, será de colonización del siglo pasado, aunque en un
un carpintero, un herrero, un pintor, etcétera caso se trate de colonos del norte de Italia y en
(Galeski, 1971). Por último, que por tratarse de el otro de suizo-alemanes, y no a la conversión
empresas que reúnen a padres e hijos, el princi- de arrendatarios en propietarios como en el sur
pio de cooperación exige que la tierra y los ins- de la provincia. El mantenimiento y expansión
trumentos de trabajo se obtengan a través de de los niveles productivos y de productividad
mecanismos extraeconómicos en buena parte. estuvo y está asociado a la posibilidad de con-
De este modo, la herencia aparece como un vertir los excedentes monetarios obtenidos en
mecanismo típico que asegura la continuidad mejoras y más instrumentos de trabajo y en
productiva y, a la vez, la persistencia del linaje una mayor cantidad de tierra. Nos concentra-
(Archetti y Stølen, 1974 c). remos en el problema de la viabilidad de las
Estos rasgos de la organización social de la explotaciones que maximizan el uso de fuer-
producción campesina creemos que son com- za de trabajo familiar y por ello dejaremos de
partidos por las explotaciones de agricultores
y tamberos santafecinos que analizaremos. De 4 Los datos de Santa Cecilia fueron obtenidos en un
este modo, a un nivel de generalidad dado por trabajo de campo prolongado; en cambio los de Buena-
la utilización de un factor de producción que venturanza provienen de información de la Dirección
no tiene “valor” (fuerza de trabajo familiar), las de Estadística y Censos de la provincia de Santa Fe y de
empresas organizadas bajo este principio, acu- informantes claves. En Santa Fe los productores agro-
pecuarios confeccionan dos veces al año planillas con
mulen o no capital, tienen muchos aspectos en datos exhaustivos sobre producción, productividad,
común. Nos importará hacer resaltar no sólo fuerza de trabajo familiar, fuerza de trabajo asalariada,
las diferencias sino también las semejanzas. residencia y tractorización.
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares  129

lado otros aspectos no menos interesantes de 2.1. Las explotaciones agrícolas de


la realidad socioeconómica de las colonias. En Santa Cecilia
adelante llamaremos Santa Cecilia a la colonia En Santa Cecilia existen 29 explotaciones de
del norte y Buenaventuranza a la del centro. las que derivan su subsistencia 49 familias.
Esto supone que hay un conjunto significativo
de explotaciones que son trabajadas por más
de una familia. En todos esos casos se trata de
familias de hermanos. Los colonos tienen tierra
de distinta aptitud agrícola. La transferencia de
cierta habilidad y capacidad técnica asegura
que cuando se transfiera la tierra y el control
de la producción el hijo se desempeñará efi-
cazmente. Este desempeño, al mismo tiempo,
no sólo asegura el porvenir de su familia sino
también una vejez tranquila para sus padres (el
hijo que se queda con la explotación se encar-
ga, por lo general, de la mantención de los pa-
dres y de los hermanos solteros).
Pero si estamos discutiendo la viabilidad
estructural de las explotaciones familiares es
necesario ver qué ocurre con los hijos varones
de los colonos: ¿todos o algunos se quedan a
trabajar con el padre? Si tomamos los datos del
total de hijos varones, para los grupos familia-
res que se encuentran en la fase de fisión y de
reemplazo, vemos que de 42 hijos sólo se que-
daron en el campo 15, o sea que migraron 27.
Los migrantes representan el 64,2% del total de
hijos. Es probable imaginar que el porcentaje
130 Eduardo Archetti - Antología esencial

de migrados se acentuó a medida que ocurrie- hallazgos mencionados. En primer lugar, que el
ron dos fenómenos: la tierra se convirtió en un trabajo en ciertas esferas es fundamentalmente
bien escaso y se produjo la paulatina tractoriza- doméstico y que, en consecuencia, el tipo y sis-
ción de las chacras. De estas cifras se despren- tema de actividades está estrechamente vincu-
de una consecuencia importante: las condicio- lado a las características del grupo doméstico
nes de reproducción de las bases materiales (tamaño, composición por edad y sexo). Este
de las explotaciones familiares pasa, por la se encuentra relativizado por dos factores: ta-
exclusión de algunos de sus miembros del tra- maño de la propiedad y tecnología utilizada. En
bajo productivo (si aceptamos como válida la segundo lugar, para realizar su vocación el co-
hipótesis de que el trabajo productivo prolon- lono necesita de la posesión de medios de pro-
gado en la chacra al lado del padre no sólo so- ducción. De esta manera, como lo hace notar
cializa sino que permite que uno se constituya Galeski (1971), la categoría vocacional depen-
en “heredero”). Esto a la vez es posible por el de de la posición de clase. Un colono no es un
desarrollo tecnológico alcanzado. Los colonos tractorista a secas porque a la vez es el propie-
han entrado a una etapa en la que no sólo se tario de la tierra y de los instrumentos de traba-
trata de maximizar a la familia como una “coo- jo. El rol del colono como propietario y como
perativa de trabajo” sino que es importante el productor son inseparables. En tercer lugar, el
monto de capital disponible. A cierto nivel, por colono con su trabajo cubre una gran variedad
lo tanto, el factor tamaño de la familia pierde de ocupaciones. El colono en Santa Cecilia es
importancia, como lo era para las unidades tractorista, albañil, herrero, mecánico, carpin-
de producción campesinas, y se convierte en tero, administrador, capataz, peón de estancia,
crucial el factor tecnológico. Al independizarse “técnico” agrónomo. El colono puede no tener
la variable capital del factor trabajo familiar, la preparación suficiente como para desem-
la dinámica de este tipo, de explotaciones fa- peñar con propiedad todos esos roles, pero lo
miliares se aleja del tipo polar campesino que fundamental, como lo hicimos notar, es que
analizamos anteriormente. dentro del esquema productivo típico el grupo
Antes de discutir el problema de la viabilidad doméstico necesita “prestarse” todos esos ser-
en relación a la utilización de fuerza de trabajo vicios. La combinación de esta infinidad de ac-
asalariada quisiéramos resumir algunos de los tividades, que en un sistema de división social
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares  131

del trabajo complejo serían realizadas por di- man en cuenta todos esos factores para decidir
ferentes personas, en el seno del mismo grupo qué cultivo hacer y en qué cantidades. De este
doméstico es uno de los rasgos fundamentales modo, si un colono tiene mucha tierra preferirá
de lo que podríamos llamar la organización del hacer girasol y ocurre todo lo contrario cuando
trabajo en explotaciones familiares. se tiene poca tierra; en estos casos la norma es
Habíamos visto que la viabilidad desde el hacer nada más que algodón. Uno de los fines
punto de vista de la familia como un todo no asociados a rentabilidad es, sin lugar a dudas,
existía, ya que en el proceso de desarrollo de el auto abastecimiento de recursos producti-
las actividades económicas de las explotacio- vos, la autonomía de la explotación respecto
nes algunos de los hijos tienen que migrar para del mercado de trabajo asalariado. Este tipo de
no poner en peligro la estabilidad de la empre- ideología refleja, de alguna manera, el funcio-
sa. Por otro lado, debemos recordar que el tra- namiento económico “ideal” de las explotacio-
bajo familiar necesita de fuertes contingentes nes familiares.
de trabajadores a destajo para las tareas de En Santa Cecilia no existe, por lo tanto, una
cosecha del algodón. Antes que nada debemos total autonomía de las explotaciones familia-
aclarar que la elección del algodón depende res, ya que para el algodón se requiere el con-
de dos factores asociados: el tamaño de las curso de fuerza de trabajo de peones rurales
explotaciones y la rentabilidad de los cultivos. (y lo mismo ocurriría para la cosecha de los
El algodón, en la cosecha 1973, tenía un retor- otros cultivos, en los que se utilizan los servi-
no por hectárea de m$n. 204.445 contra m$n cios de un maquinista y su máquina de corte y
41.600 del girasol (el segundo cultivo en im- trilla). La viabilidad depende de barreras tec-
portancia en Santa Cecilia). Esto significa que nológicas. Las cosechadoras de algodón dispo-
para obtener la rentabilidad de una hectárea nibles tienen una serie de desventajas, ya que
de algodón el productor debe sembrar 4,9 de no sólo son muy caras sino que son pesadas.
girasol. Pero el algodón supone más “dolores En la zona, como en una gran parte de la zona
de cabeza”, ya que requiere mayor trabajo, son algodonera, la época de cosecha coincide con
más importantes las tareas de control, implica las lluvias otoñales que, algunos años, suelen
la organización social del trabajo de cosecha y ser muy abundantes. Como se trata de una má-
su ciclo total dura casi un año. Los colonos to- quina que necesita de un buen piso para traba-
132 Eduardo Archetti - Antología esencial

jar, resulta mucho más viable el trabajo manual manera combina el factor tierra con la mayor
para levantar la cosecha. Incluso si un produc- cantidad posible de capital. En esta combina-
tor se decidiera a comprarse una cosechadora, ción lo que se trata de maximizar es el valor
es de suponer que aún necesitaría del concurso autonomía. Como la tierra está distribuida des-
de algunos cosecheros. En este caso los colo- igualmente, el problema es si todas las explota-
nos razonan del siguiente modo: “Si los cose- ciones están en condiciones de obtener un in-
cheros saben que tengo una cosechadora van a greso neto que les permita acceder a la tecno-
elegir la chacra del vecino, porque lo que quie- logía adecuada y, al mismo tiempo, mantener
ren es trabajar siempre y no unos pocos días”. un aceptable ritmo de acumulación como para
El desarrollo de una cosechadora liviana y más no “desactualizarse” tecnológicamente. Esto
barata permitiría resolver este dilema, ya que nos introduce en el problema de las relaciones
ésta sería accesible a cada una de las explota- entre el sector agropecuario y el industrial y
ciones5. Si éste fuera el caso, la viabilidad es- en la dinámica de las orientaciones gremiales
tructural de las explotaciones familiares esta- y políticas de los colonos. Como este tema lo
ría garantizada. El colono no dependería de la discutiremos al final, diremos brevemente que
fuerza de trabajo de terceros sino de la propia, el precio del algodón en 1973 fue altamen-
su maquinaria y de las condiciones climáticas. te rentable, como lo fue también este año, y
La introducción de la cosechadora mecánica que una chacra con 32 hectáreas podía tener
reforzaría, por así decirlo, las explotaciones fa- un ingreso monetario neto de m$n 6.000.000
miliares de la zona al desaparecer las barreras (si contabilizáramos el ingreso no monetario
tecnológicas apuntadas. como tal el ingreso real aumentaría sensible-
Si el tamaño de la fuerza de trabajo no es mente). Ese ingreso podía aumentar en un 7%
un obstáculo como tampoco lo sería el factor si el productor entregaba a la cooperativa su
tecnológico, el dilema para el colono es de qué producción. El límite de la viabilidad de una
chacra algodonera, manteniendo una tasa más
o menos razonable de renovación tecnológica,
5 El INTA de Reconquista tiene lista una cosechadora
tan eficaz como las existentes en el mercado extranjero
tiene que estar entre las 30 y las 50 hectáreas,
pero con una gran ventaja: el peso se ha reducido con- tamaño en el que no se consideraron los pro-
siderablemente. blemas ecológicos, por supuesto, ya que en
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares  133

esa superficie es prácticamente imposible rea- Sobre este proceso escribe Hotschewer:
lizar un manejo racional del suelo. Si introdu- “Como evolución importante de la agricultura
cimos esta variable, la viabilidad dependería que se operó en el territorio de la provincia du-
de unas 80 hectáreas aproximadamente. Con rante ese período ha de destacarse el destino
este tamaño es posible diseñar un sistema de de los campos situados en los departamentos
rotación sobre la base de 35 ó 40 hectáreas de Las Colonias y Castellanos a la industria tam-
algodón que no provoque desequilibrios eco- bera. Estas tierras colonizadas en la segunda
lógicos. Por lo tanto, si una familia accede a mitad del siglo pasado fueron intensamente
ambos tamaños, conservando o no el suelo, subdivididas y habían sido cultivadas con gra-
es probable, manteniendo constantes factores nos desde hace varias décadas. Durante los
económicos, que en un caso se reproduzca y últimos años se hizo sentir una sensible dismi-
reproduzca las relaciones de trabajo, y en el nución de los rendimientos: las bajas cotizacio-
otro no solamente esto les sea permitido sino nes de los granos no permitieron una mayor
también convertirse en “conservadores” de su intensificación de los cultivos, de modo que se
pedazo de naturaleza. planteó a los productores de aquellos departa-
mentos una situación crítica… Entonces los
2.2. Las explotaciones tamberas de productores encararon las transformaciones
Buenaventuranza de sus chacras en tambo, una forma intensiva
En la colonia Buenaventuranza existen 97 ex- de la explotación ganadera que pronto sustitu-
plotaciones. La tierra está distribuida en una yó a la agricultura” (1953, págs. 211-212)6.
zona ecológicamente homogénea, que permite
su aprovechamiento agrícola. Los rindes de ce-
6 De acuerdo con los datos de Cervera, ésta ha sido la
reales son, sin embargo, más bajos que los rin- evolución de la producción de leche en la provincia de San-
des existentes en el sur de la provincia. El pasa- ta Fe: en 1937, 439.562.200 litros; en 1947, 1.001.474.138 li-
je masivo de la actividad cerealera a la tambera tros, y en 1966, 1.247.664.000 litros (1970, pág. 81). En 1961
se dio a partir de la crisis de 1930, que como es el 23,3% de las explotaciones tamberas de toda la provincia
estaban en el departamento Las Colonias y producían el
sabido, afectó en mayor medida las zonas mar-
20% de la producción total de leche (Dirección de Estadís-
ginales de la pampa húmeda, donde los rindes tica, 1963, pág. 31). En la actualidad el 63% de las explota-
eran menores. ciones agropecuarias del departamento se dedica al tambo.
134 Eduardo Archetti - Antología esencial

Cuadro 1. Tamaño de las explotaciones según superficie total por estrato y cantidad de productores
Hectáreas Superficie (en hectáreas) Productores
Total Por ciento Número Por ciento
1-50 1.026 12,3 34 35
50,1-100 2.634 31,5 37 38,1
100,1-200 2.667 31,9 19 19,6
200,1 y más 2.032 24,3 7 7,3
Totales 8.359 100,0 97 100,0

Cuadro 2. Explotaciones tamberas según tamaño (En por cientos)


Explotaciones Tamaño de las explotaciones (hectáreas)
1-50 50,1-100 100,1-200 200,1 y más
No tamberas 32,4 16,3 10,5 0
Tamberas 67,6 83,7 89,5 100
100,0 100,0 100,0 100,0
(34) (37) (19) (7)

Cuadro 3. Promedio de vacas en ordeñe según tamaño de las explotaciones


Hectáreas Promedio de vacas en ordeñe
1-50 19,6
50,1-100 35,5
100,1-200 49,2
200,1 y más 112,5
Total 40,7
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares  135

La explotación más pequeña tiene 6 hectáreas de la cantidad de tierra, resulta obvio que a
y la más grande 441. Del cuadro que incluimos medida que aumente el tamaño de las explo-
a continuación se desprende que el 72 % de los taciones aumentará el tamaño del tambo. Po-
productores tienen explotaciones de hasta 100 demos calcular el ingreso neto de una explota-
hectáreas y sólo controlan el 43,8 % de la super- ción tomando como punto de referencia lo que
ficie total de tierra. (Cuadro 1.) una vaca produce al año, no sólo en litros de
La mayoría de los productores son propie- leche sino en kilogramos de carne, ya que los
tarios y sólo existen nueve arrendatarios. Sin terneros y las vaquillonas se venden. De acuer-
embargo, es bastante común que los propieta- do con nuestras estimaciones, a septiembre de
rios arrienden superficies adicionales. Del to- 1974 una vaca produce m$n. 350.000 anuales,
tal de hectáreas existentes en la colonia, 6.370 lo que significa para un tambo de veinte vacas
se encuentran en propiedad, o sea el 76,2%, y un ingreso neto de m$n. 7.000.0007.
el resto, 1.989 hectáreas, en arrendamiento. A La explotación tambera es una explotación
los efectos de distinguir las explotaciones tam- agrícola ganadera, ya que la producción de
beras hemos utilizado dos criterios: que como leche depende, parafraseando a McKeenan
promedio existan seis vacas en ordeñe y que (1970), de la calidad del pasto. La eficiencia de-
el destino de la producción sea la venta y no pende de la cantidad y la distribución estacio-
el consumo interno en la explotación. De las nal del forraje producido, como también de la
97 explotaciones existentes en la colonia sólo cantidad de ese alimento que es consumida por
78 son tamberas, o sea el 80,4%. Si cruzamos el animal (McKeenan, 1970, pág. 80).
el tamaño de las explotaciones con el destino
productivo vemos que a medida que aumenta el 7 No estimamos la incidencia que tiene en el costo las
tamaño crece la proporción de explotaciones amortizaciones. Aunque el productor familiar muchas
tamberas. (Cuadro 2.) veces no tome en cuenta este hecho, cuando el gestor
Del cuadro 3 se desprende que la explota- le confecciona réditos incluye este rubro. Las amorti-
ción tambera mínima está vinculada a apro- zaciones, de esta manera, se convierten en “dinero”, ya
que si éste no fuera el caso eventualmente hubiera sido
ximadamente unas veinte vacas en ordeñe de retenido por Impositiva. Para calcular el precio obteni-
promedio. Como en las explotaciones tambe- do por los litros de leche hemos utilizado como coefi-
ras argentinas la cantidad de vacas depende ciente de conversión en grasa butirosa el 30%.
136 Eduardo Archetti - Antología esencial

En el cuadro 4 vemos los diferentes cultivos verano predominan claramente los sorgos. El
que se hacen en Buenaventuranza. La alimen- sorgo granífero se utiliza no sólo para pastoreo
tación del ganado no sólo proviene de la pro- sino para la confección del silaje. Dentro de los
ducción de pasto dentro de la explotación, aun- cultivos de otoño/invierno predominan el trigo
que constituya una gran proporción, sino que y el centeno como verdeos. El lino, un cultivo
el productor puede comprar fardos de moha o típico de cosecha, es totalmente insignificante.
de alfalfa y alimentos balanceados para com- Es interesante retener la poca importancia de
plementar la alimentación de su ganado. En la los campos naturales para pastoreo.
colonia, dentro de los cultivos de primavera/

Cuadro 4. Hectáreas de diferentes cultivos y campos naturales de pastoreo


Cultivos de primavera-verano Hectáreas Por ciento
Maíz 163 4,7
Moha 395 11,5
Mijo 54 1,7
Sorgo granifero 987 28,8
Sudan grass 1491 43,4
Sorgo azucarado 340 9,9
Subtotal 3430 100
Cultivos de otoño-invierno Hectáreas Por ciento
Trigo 1284 42,6
Lino 21 0,9
Avena 281 9,3
Cebada 204 6,7
Centeno 761 25,2
Pasto romano 462 15,3
Subtotal 3013 100,0
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares  137

Anuales Hectáreas Por ciento


Forrajeras permanentes (alfalfa) 983 80,3
Forrajeras anuales (trébol blanco, raigrass) 181 14,8
Campos naturales para pastoreo 79 4,9
Subtotal 1223 100,0
Total 7666

La explotación tambera, desde el punto de vista independiza de la actividad de la familia del


de la división social del trabajo, se puede dis- propietario. Comenzaremos nuestra discusión
criminar en tres grandes ciclos: el ciclo gana- a partir de la residencia. Como el tambo requie-
dero, básicamente manejo y sanidad del rodeo, re el trabajo cotidiano, supondremos que los
el ciclo tambero, las tareas de ordeñe, y el ciclo propietarios que no residen en la explotación
agrícola, la preparación y la siembra de los di- lo hacen trabajar por “tamberos medieros”. Un
ferentes cultivos. Si tratamos con una explota- tambero mediero es una persona que trabaja
ción familiar típica a estos ciclos de actividades con su familia por un porcentaje que oscila en
habrá que agregar el ciclo de subsistencia. El la zona entre un 40 y un 45% del total de grasa
trabajo del tambo es considerado muy rudo de- butirosa producida. En muchos casos el me-
bido a su continuidad, ya que las vacas se orde- diero es el dueño de la ordeñadora mecánica y
ñan todos los días del año, una vez a la madru- en otros tiene peones. En la región el régimen
gada y otra en la tarde. El lapso que media entre del mediero se prefiere al del asalariado, por-
ordeñe y ordeñe es de unas doce horas, y los que se sostiene que una persona a destajo pone
tamberos de la zona eligen hacerlo a las cuatro mucho más interés en la tarea que una perso-
de la mañana y a las cuatro de la tarde. El orde- na a sueldo. La productividad del tambo está
ñe no reconoce feriados ni vacaciones anuales. en relación directa al manejo, alimentación y
Un productor tambero con su familia es un es- cuidado del ganado y por eso se trata de com-
clavo del ritmo y continuidad de este trabajo. patibilizar los intereses del propietario con los
A nosotros nos importará discutir bajo qué de la persona que ordeña. Es obvio que en este
condiciones el ciclo de actividad del tambo se sistema una disminución en el rinde promedio
138 Eduardo Archetti - Antología esencial

por vaca en ordeñe no sólo perjudica al due- la explotación sino que sigue trabajando y se
ño sino también al mediero. El mediero está hace cargo, generalmente, del ciclo agrícola y
pagando el alquiler de las vacas y se percibe participa activamente en el manejo del rodeo y
a sí mismo como un “arrendatario” antes que en las tareas de sanidad. Por lo tanto, cuando
como un “peón”. Esta percepción se refuerza cambia su residencia rural por la urbana trata
si además es propietario de la ordeñadora me- de que sea en un pueblo que permita los viajes
cánica. Pero el dueño no abandona totalmente cotidianos a la explotación.

Cuadro 5. Residencia de los propietarios según tamaño de las explotaciones (En por cientos)
Tamaño de las explotaciones (hectáreas)
1-50 50,1-100 100,1-200 200,1 y más
Explotación 70,6 37,8 42,1 28,5
Pueblos 29,4 59,4 57,9 57,1
Otros — 2,8 — 14,4
100,0 100,0 100,0 100,0
(34) (37) (19) (7)

Cuadro 6. Residencia de los propietarios según tamaño del rodeo (En por cientos)
Tamaño del rodeo
6-20 21-40 41-80 81 y más
Explotación 71,4 53,6 33,3 20
Pueblos 28,6 46,4 62,5 60
Otros 4,2 20
100,0 100,0 100,0 100,0
(21) (28) (24) (5)
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares  139

Cuadro 7. Personas que ordeñan en los principales departamentos productores de leche de la Provincia
de Santa Fe, 1961 (a) (En por cientos)
San Martín Las Colonias Castellanos San Cristóbal
Propietario 50,6 55 46,2 46,9
Medieros y tanteros 47,6 44,2 54,9 51,9
Peones 1,1 0,6 0,7 1
Sin determinar 0,7 0,2 0,2 0,2
100,0 100,0 100,0 100,0
(1096) (3242) (2643) (1788)
(a) Elaborado a partir de información de la Dirección de Estadística y Censos de la provincia de Santa Fe.

Para el análisis de la residencia hemos distin- importante considerar el tamaño del rodeo. Del
guido los propietarios que viven en los cinco cuadro 6 se desprende que a medida que aumenta
pueblos cercanos a la colonia y que se encuen- el tamaño del rodeo en ordeñe aumenta la propor-
tran conectados por rutas pavimentadas, de los ción de propietarios que viven en pueblos y que,
que viven en ciudades ubicadas a más de 50 ki- en consecuencia, utilizan los medieros para la ex-
lómetros. Del cuadro 5 se puede concluir que plotación del tambo. De todos modos, el porcen-
a medida que aumenta el tamaño de la explo- taje de propietarios que viven fuera de la región es
tación disminuye la proporción de propietarios muy pequeño. En la gran mayoría de los casos los
que viven en la explotación. Dentro de los que propietarios que no residen en la explotación se
viven alejados de sus chacras esto es más evi- hacen cargo sólo del trabajo agrícola.
dente para el estrato más grande. Sin embargo, El porcentaje de medieros estaría en Buena-
surge con bastante nitidez que el porcentaje de venturanza en alrededor del 50% si aceptamos
propietarios que no reside y no vive en los pue- como válida la hipótesis que todos los producto-
blos cercanos es muy pequeño. res que viven en la explotación se hacen cargo
Como nos concentraremos en las explotacio- del ordeñe. Veamos los datos sobre mediería del
nes tamberas a los efectos de discutir la viabilidad año 1961 para todo el departamento. En el cua-
de las explotaciones familiares, es mucho más dro 7, tomando los datos para los principales de-
140 Eduardo Archetti - Antología esencial

partamentos productores de leche, vemos que productor que trabaja en el tambo se enfren-
el 55% de los productores propietarios se en- ta a la siguiente alternativa: la maximización
cargaba del ordeñe. El porcentaje de medieros de ingresos supone un mayor grado de explo-
de Las Colonias era el más bajo de los departa- tación de la fuerza de trabajo familiar; por lo
mentos. Si aceptamos que en esta última década tanto, para mantener un nivel dado de ingreso
hubo cambios en el sentido de un aumento de alejándose del tambo tendrá que aumentar el
la mediería, la colonia elegida sería representa- tamaño de su rodeo. Si eligiera la minimización
tiva de todo el departamento. Al mismo tiempo, del ingreso, la alternativa del aumento del nú-
nuestras conclusiones podrían generalizarse mero de vacas en ordeñe no entraría dentro de
para todos los casos de explotaciones tamberas su horizonte de expectativas. Este parece ser el
explotadas por medieros. Notemos, finalmente, caso de muchos propietarios de rodeos peque-
la insignificancia del trabajo asalariado en las ños que abandonan la explotación. A este nivel
tareas de ordeñe en las explotaciones tamberas lo que se maximiza es “ocio” y no ingresos.
de los cuatro departamentos. En la explotación de Buenaventuranza, que
Aparentemente el límite de la permanencia tomamos como tipo, el propietario trabaja con
del propietario en el tambo está alrededor de su mujer y con un hijo de 17 años. La estrategia
las treinta vacas en ordeñe. La viabilidad es- de producción pasa por la siembra de 18 hec-
tructural de las explotaciones estrictamente fa- táreas de avena, 20 con raigrass, 9 con sorgo
miliares estaría, por lo tanto, determinada por azucarado, 5 con sorgo granífero y 14 con maíz.
ese tamaño del rodeo, lo que correspondería Parte del sorgo y del maíz es utilizado para el
a unas 70 u 80 hectáreas de tierra aproxima- silaje. Además compra fardos de moha y, en pe-
damente. Nosotros discutiremos una chacra queña proporción, alimentos balanceados que
tipo de 70 hectáreas y 37 vacas, lo que signi- se utilizan para reforzar el silaje. El rodeo está
fica unas 25 vacas en ordeñe de promedio. El compuesto de 37 vacas para ordeñe, de las cua-
ingreso que se obtiene de la venta de leche y les 12 son vacas secas, con un porcentaje de
ganado será para nosotros una suerte de pará- parición de casi el 100%. Para servir las vacas
metro: por encima de ese ingreso el mediero le es necesario un solo toro. La estrategia de
aparece como más “rentable”, y lo contrario si producción de carne pasa por vender la mayo-
el ingreso está por debajo. Suponemos que el ría de los terneros al año y lo mismo con las
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares  141

vaquillonas. Deja solamente unas tres o cuatro gresos se hubieran reducido en m$n. 4.000.000,
vaquillonas para asegurar la reposición de las cifra que hubiera sido la parte correspondiente
vacas de descarte (los cálculos son hechos a al trabajo del tambero mediero y su familia8.
partir de las vacas en ordeñe de promedio y se Si la tendencia general es abandonar el tam-
calcula una tasa de reposición del 15% anual). bo porque se lo considera demasiado trabajo y
Asimismo, prefiere quedarse con cuatro o cin- una carga demasiado pesada para la familia, el
co novillos para engordar (esta cantidad puede productor que consideramos debe elegir entre
aumentar o disminuir de acuerdo con las deu- dos alternativas: o abandona sin más la explo-
das o con la disponibilidad de pastos). tación y “sacrifica” los m$n. 4.000.000 o trata de
Para calcular los ingresos de esa explotación aumentar el tamaño del rodeo, de tal modo que
hemos considerado las ventas de 13 temeros, aun pagando mediería obtenga el mismo ingreso
15 vaquillonas, 4 novillos y 3 vacas de descar- que obtenía cuando trabajaba directamente. La
te. Las ventas se realizan en las ferias locales segunda alternativa supone, al mismo tiempo, la
o a un estanciero que hace recría en la zona. búsqueda de más tierra, porque necesitaría au-
El monto total de las ventas de ganado fue de mentar su stock de 37 alrededor de 50 vacas y
m$n. 5.420.000. La producción total de leche para ello necesitaría unas 20 hectáreas adicio-
fue de 93.000 litros, con un rendimiento de gra- nales. Aparentemente lo que el productor trata
sa de 3,3%. Esto significó 3.120 kilogramos de de hacer es alquilar tierra y poner en ella más
grasa butirométrica, con una bonificación del vacas. Esta estrategia explica el hecho de que
10%. Calculado a precios actuales el ingreso 34 productores, o sea el 35% del total, tengan tie-
bruto por el tambo fue de m$n. 9.790.000. Por rra en arrendamiento además de la parcela de
el lado de los gastos en semilla, aceite, gas- la que son propietarios. Si esta estrategia no es
oil, sanidad animal, veterinario, reparaciones, viable, y suponemos que en la mayoría de los ca-
cuotas de crédito, fardos de moha, alimentos sos de cambio de residencia en los últimos años
balanceados, patentes e impuestos, el total fue esto ha sido más corriente, el productor para
de m$n. 1.670.300. Deduciendo las gastos de obtener “ocio” debe sacrificar una parte de sus
los ingresos brutos esa explotación tuvo un in-
greso neto monetario de m$n. 13.549.700. Si se
8 Tampoco calculamos la incidencia de las amortiza-
hubiera utilizado el sistema de mediería los in- ciones.
142 Eduardo Archetti - Antología esencial

ingresos. Este factor creemos que es importante no es suficiente y, por lo tanto, se ve obligado a
en la determinación de una serie de comporta- contratar a peones. De este modo, diferencian-
mientos gremiales de los productores tamberos do los medieros, el tipo más cercano al trabajo
que trataremos de ver más adelante. asalariado a destajo no puede confundirse con
La mediería aparece y se desarrolla en toda el propietario de una ordeñadora y que contra-
la cuenca tambera santafecina y también en la ta fuerza de trabajo de terceros.
cordobesa, pero no por ello el propietario se
desvincula totalmente de la actividad produc-
tiva. Como vimos, sigue trabajando la chacra 3. Viabilidad estructural
y participa activamente en el manejo y control y participación gremial
sanitario del ganado. Pero su explotación deja
de ser “familiar” en el sentido estricto del térmi- Durante mucho tiempo los productores del nor-
no, porque su “familia”, como fuente principal te santafecino como los tamberos no tuvieron
de recursos en trabajo, es suplantada por otra ningún tipo de participación gremial. Había una
“familia”, la del mediero. La mediería como tra- suerte de representación “delegada” o “asumi-
bajo familiar a destajo que requiere cierto tipo da”, como se prefiera, en la Federación Agraria,
de inversión no puede compararse al trabajo pero sin ningún tipo de participación o identifi-
asalariado puro, aunque aparentemente sea cación profunda. No es nuestro objetivo hacer
una forma disfrazada de éste. Un mediero no una historia de la aparición de las Ligas Agrarias
es un asalariado típico porque lo que se retri- en el norte y de los Centros Tamberos en el cen-
buye es el trabajo familiar en primer lugar, y tro de la provincia9. Haremos notar solamente
en segundo lugar porque en muchos casos una que tanto en un caso como en el otro la organiza-
inversión de más de m$n. 1.000.000 en una or- ción se estructura a partir de la colonia. Es a este
deñadora es necesaria (esto, evidentemente, se nivel que los productores participan, se afilian
relaciona con el tamaño del rodeo en ordeñe: y nombran delegados. Este tipo de articulación
cuanto más vacas es más rentable una orde- garantiza, seguramente, una mayor democracia
ñadora mecánica). En muchos casos, como
dijimos con anterioridad, cuando el mediero
9 Para la historia de las Ligas Agrarias santafecinas se
controla una gran cantidad de vacas, su familia puede ver Ferrara (1973).
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares  143

y, a la vez, una mayor participación. Los produc- Nosotros trataremos de reflexionar sobre la
tores delegan pero a partir de la discusión en la relación eventual entre la viabilidad estructural
colonia y por intermedio de sus representantes. de las explotaciones familiares y la participa-
En la Federación Agraria las unidades organiza- ción gremial. Anteriormente hemos hecho no-
tivas no son colonias sino que son individuos. Al tar que cuando se está en presencia de produc-
tomar la colonia como marco de referencia es tores que no sólo utilizan la fuerza de trabajo
posible un mayor control comunitario y una ma- familiar sino que también acumulan capital,
yor uniformidad, tanto social como económica, las reivindicaciones tienden a localizarse en la
en los planteos. Las ventajas de un sistema orga- esfera de distribución e intercambio (Archetti
nizativo sobre el otro surgen con toda claridad y Stølen, 1974 b). En esos casos el corazón de
cuando se ve el problema de la identificación: la las demandas se refiere a aspectos crediticios,
Liga o el Centro Tambero es algo concreto, inme- de comercialización y de industrialización que
diato, sobre el cual pueden ejercerse presiones obstaculizan una acumulación sistemática y
y sugerir, es algo de todos los días; en cambio la autosostenida de capital. Este hecho distingui-
seccional de la Federación está en el pueblo, con ría a los movimientos sociales de los colonos
permanentes a sueldo, y el flujo de información de los movimientos y rebeliones campesinas
es escaso motivo por el cual las decisiones que en donde, además de la cuestión económica, el
se toman se sienten como algo que no les perte- problema de la tierra aparece como prioritario.
nece porque no ha sido discutido ni elaborado La situación de los productores del norte
conjuntamente. Esto, independientemente de santafecino es un poco diferente de la de los
los aspectos de línea de acción gremial o políti- tamberos, ya que en todos los casos se trata de
ca, ha permitido una rápida difusión de las Ligas trabajadores de Buenaventuranza, al utilizar
y de los Centros y el desplazamiento casi total de medieros y mudarse a los pueblos cercanos,
la Federación Agraria en esas colonias y en las se encuentran en otra posición. Los colonos
regiones algodonera y tambera10. de Santa Cecilia participaron masivamente del
paro agrario decretado por las Ligas Agrarias
10 Aunque el propietario tambero resida en el pueblo,
los días 25 y 26 de marzo de 1974. El paro con-
siempre va a la colonia, o sea que la interacción perma- sistía en no trabajar en la chacra, no concurrir a
nente queda garantizada. los pueblos, no comercializar ningún producto
144 Eduardo Archetti - Antología esencial

agropecuario y no comprar mercadería en los la incertidumbre de los productores (la incer-


comercios. Los objetivos del paro eran: un rea- tidumbre, es menester aclararlo, algunas veces
juste del precio mínimo para el algodón basado favorece al productor como cuando el precio
en los costos de producción, precio mínimo y de 1974 superó el precio indicativo dado por
sostén para la fibra de algodón, que no se au- el Ministerio de Economía nacional). Sobre
mente el monto del aporte al Fondo Algodone- esta cuestión en el periódico de las Ligas lee-
ro y que los requisitos que la Junta Nacional de mos lo siguiente: “Pero una cosa es el precio de
Granos exige a las cooperativas para la liquida- producción y otra cosa distinta es el precio de
ción del girasol sean simplificados (Cultivan- mercado. El precio de mercado se determina
do, 1974). Antes del lanzamiento del paro las Li- por la oferta y la demanda, por la cantidad de
gas santafecinas juntamente con las chaqueñas algodón que se produce y por las necesidades
y las formoseñas habían realizado gestiones de fibra de los industriales. Si un año la fibra es-
ante el Ministerio de Economía nacional para casea el precio de mercado estará por encima
conseguir un aumento del precio de la tonela- del precio de producción, si otro año la fibra
da de algodón de m$n. 474.000 a 515.000. Estas sobra el precio del mercado estará por deba-
gestiones se hicieron antes de que el mercado jo del precio de producción. Esto significa que
abriera, es decir antes de que las desmotadoras habrá algunos años que el productor se verá
comenzaran a comprar. Cuando el mercado se beneficiado, como ocurre actualmente, y habrá
abrió, justo después del paro, el precio que se otros años que pasaremos las de Caín, como en
ofreció superó los m$n. 600.000 por tonelada. el año 1970. Una política algodonera racional
El algodón es un cultivo que ha sufrido va- y planificada debe basarse en la igualación del
riaciones bruscas en el nivel de precios en la precio de producción y del precio de mercado.
última década. Las Ligas tratan de evitar que Esto es lo que nos cansamos de solicitar al go-
esto se traduzca en una descapitalización y cri- bierno” (Cultivando, 1974, pág. 7).
sis económica de las chacras algodoneras. Si el Es evidente que las Ligas Agrarias desde su
precio se estableciera y el estado comprara la fundación han tratado de proteger los ingresos
producción, como lo hace con el maíz y el tri- de los productores a los efectos de posibilitar
go por ejemplo, estas variaciones del mercado no solamente un mejor nivel de vida sino una
quedarían anuladas y con ellas desaparecería adecuada tasa de reinversión tecnológica. Es
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares  145

sabido que el productor que consigue capitali- de Santa Cecilia con 32 hectáreas hasta el de
zarse puede seguir “en carrera”, mientras que 1.419, pasando por el de 300, aunque los pro-
el otro enfrentará crecientes dificultades, ma- blemas de capitalización en un caso como en
yores deudas y, finalmente, terminará vendien- los otros sean diferentes.
do o arrendando. Por otro lado, el pasaje de la Durante todo este año [1974] los Centros
cosecha manual a la mecánica no es imaginable Tamberos, a través de la Federación, han veni-
sin una inversión considerable en la cosecha- do reclamando toda una serie de medidas que
dora. Además las chacras en Santa Cecilia y en el gobierno nacional debe tomar para resolver
toda la región no han agotado las posibilidades la situación del productor lechero. Entre los
de inversión, ya que es factible introducir riego puntos solicitados han sido más o menos per-
artificial, comprarse una secadora de algodón o manentes los siguientes: que se eleve el precio
incluso una máquina de corte y trilla. Para que básico y mínimo de la leche, que éste se esta-
todo esto sea posible es necesario asegurarse blezca luego de una discusión sobre los costos
un buen precio, que los diferentes cultivos y de producción más una ganancia razonable,
especialmente el algodón tengan un precio mí- que los precios sean reajustables en el caso de
nimo, sostén y móvil garantizado por el estado. que hubiera variaciones significativas en los
En esa dirección las Ligas Agrarias solicitan la costos, que se fijen con antelación suficiente
intervención del estado a través de un “ente al- a cada período estacional del año teniendo en
godonero nacional” que garantice los precios, cuenta los mayores costos de producción y la
fije los cupos de materia prima para los indus- disminución de ésta en el período invernal, que
triales, se encargue de manera exclusiva de el estado se encargue de vigilar y hacer cum-
la comercialización de la fibra en el mercado plir los precios, que se amplíe el monto de cré-
externo, que tenga atribuciones para afectar ditos para el sector tambero y se den créditos
las instalaciones del comercio particular al al- preferenciales y que se posibilite la instalación
macenamiento y que se encargue de regular la de enfriadoras a nivel de Centros Tamberos a
producción por medio de un sistema de cupos los efectos de elevar la calidad del producto.
a establecerse en cada zona (Ligas Agrarias, Como, además, el tambo no es solamente una
1974). Resulta poco menos que obvio que en “fábrica” de leche sino de carne, las quejas se
esta política tienen cabida desde el productor han orientado también hacia el precio del kilo-
146 Eduardo Archetti - Antología esencial

gramo de carne. Estos tipos de demandas son subsistencia. La defensa de los precios no sólo
similares a los de las Ligas Agrarias Tamberas significa mantener el “ocio” de los que abando-
de Córdoba y a las del sector tambero de las naron las tareas de ordeñe sino que permitiría
Ligas Agrarias Entrerrianas. Incluso la Federa- la expansión de la mediería. Si con los precios
ción de Centros Tamberos junto con estas or- actuales se considera “rentable” un tambo con
ganizaciones realizaron un acto en el mes de mediero a partir de las 40 ó 45 vacas en ordeñe,
marzo de 1974 en San Jerónimo Norte, provin- es posible imaginar que para muchos tamberos
cia de Santa Fe, con la participación de más de propietarios y trabajadores directos al mismo
cinco mil productores. tiempo que tienen rodeos menores la perspec-
Es interesante reflexionar no sólo sobre tiva de abandonar el trabajo por el “ocio” sin
el contenido de las demandas de los Centros deteriorar el nivel de vida depende del nivel de
Tamberos sino sobre el hecho de que estamos precios. A precios más altos el límite descen-
frente a una organización de los propietarios dería y más tamberos estarían en condiciones
de tambo y que los medieros no participan en objetivas de abandonar sus explotaciones y la
ella. Pese a ello, sin embargo, un aumento de rudeza del ordeñe.
precios en la leche no solamente favorece al La participación gremial en el sector tambe-
propietario sino también al mediero (aunque al ro, de esta manera, estaría orientada no sólo a
primero en mayor proporción porque recibe el defender la viabilidad estructural de la explota-
60% de todo aumento). Pero este aumento ten- ción familiar tambera sino a producir su cam-
dría otra consecuencia: el fortalecimiento del bio por el sistema de mediería. Los productores
sistema de mediería. Si, como vimos, el produc- tamberos aparecerían como maximizadores de
tor se retira del tambo y no aumenta su rodeo “ocio” y de ingresos y pasarían a comportarse,
es menester que defienda su ingreso luchando de algún modo, más como rentistas que como
por mejores precios a los efectos de mantener productores directos, aunque sigan trabajando
su nivel de consumo. Por otro lado, hay que en la chacra. Por el contrario, en el norte santa-
tener en consideración que los gastos moneta- fecino todo parece indicar que la tendencia es
rios aumentan en el pueblo o ciudad porque al a reforzar la explotación familiar a través de la
irse el productor del campo desaparecen los in- defensa de los precios, del mejoramiento cre-
gresos no monetarios provistos por el ciclo de diticio y del ajuste del sistema de comercializa-
Viabilidad estructural y participación gremial en explotaciones familiares  147

ción e industrialización a los intereses básicos el mismo año con el título: Ni campesinos
de los productores. La viabilidad estructural, ni capitalistas: los colonos del norte de
finalmente, sería más real si una tasa de capi- Santa Fe).
talización aceptable posibilitara que la mayoría Belshaw, C. S. 1965 Traditional Exchange
de los productores algodoneros incorpore en and Modern Markets (Englewood Cliffs:
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La herencia entre los colonos
del norte de Santa Fe*
Eduardo P. Archetti y Kristi Anne Stølen

Introducción aceptar como hipótesis de trabajo el problema


de la relación entre el orden normativo jurídi-
En toda sociedad que produce bienes que per- co, la ideología de los actores y las decisiones
miten cierta acumulación de capital y que, por que se toman en cada familia. En un enfoque
ende, tiende a reproducirse en una escala más estructuralista ortodoxo se partiría del supues-
amplia, la trasmisión de la propiedad de la tie- to de la concordancia entre estos niveles: una
rra puede o no convertirse en un obstáculo. De vez conocido el sistema de reglas que regulan
acuerdo con el planteo que desarrollaremos en la conducta (el orden normativo jurídico), la
este artículo, la herencia no puede ser estudia- conducta es una mera réplica de aquellas.1 Fir-
da como un sistema, es decir, como un conjun-
to de regularidades, independientemente de la 1 Fortes ha tratado de sistematizar las relaciones que
organización económica. A este nivel podemos existen entre el dominio familiar interno y las dimen-
siones externas. El problema central, si se pueden re-
sumir sus ideas en pocas palabras, es la relación entre
* Este trabajo es en principio una prolongación de las invariancias del parentesco y el dominio político-
trabajos anteriores, pero no por ello algo definitivo. jurídico. Las invariancias como el casamiento entre pri-
La versión original fue modificada dos veces hasta mos cruzados o la herencia pueden ser determinadas
alcanzar esta versión final. Durante la presentación y por sanciones que emanan del orden político-jurídico
posterior discusión en el Seminario sobre Procesos de externo. Nuestro problema no es discutir si existen o
Articulación Social muchas ideas nuevas nos fueron no sanciones y de hecho, en Santa Cecilia, las pautas de
aportadas por los participantes. conducta se encuentran regidas por el sistema norma-
Este trabajo fue publicado en Greenfield, S.M., Hermit- tivo y político, sino precisamente concentrarnos en las
te, E. y Bartolomé, L. (eds.) 1977 Procesos de articula- variaciones. Suponer una correlación lineal estricta en-
ción social (Buenos Aires: Amorrortu). tre diferentes dominios o sistemas es reducir el campo
150 Eduardo Archetti - Antología esencial

th, a partir de su estudio de la plasticidad adap- sario distinguir dos niveles de análisis: el de la
tativa del sistema de parentesco en Polinesia, estructura social y el de la organización social.
ha discutido la pertinencia de este modelo de En el primer nivel se examina la forma, mien-
análisis para captar las “variaciones” de las re- tras que en el segundo se analizan los procesos.
laciones sociales.2 De acuerdo con él, es nece- Firth escribe:

Organización social implica algún grado de uni-


de análisis del antropólogo social. Si bien rechazamos ficación, el acto de poner juntos diversos ele-
algunas de las implicaciones del enfoque de Fortes,
mentos en una relación común. Para hacer esto,
no por eso dejamos de reconocer la importancia de la
“moralidad” del parentesco. Considerar este aspecto pueden conseguirse algunas ventajas de los prin-
hubiera significado para nosotros volver a elaborar el cipios estructurales existentes, o pueden adop-
material empírico sobre otras premisas. Lo que nos pa- tarse distintos procedimientos. Esto involucra
rece promisorio como tarea para el futuro es combinar el ejercicio de la elección, la toma de decisiones
nuestro análisis de las variaciones, de las estrategias de (Firth, 1970: 36).
los actores que toman en cuenta restricciones econó-
micas y ecológicas, con el problema de la moralidad del De esta manera, ciertos mecanismos estruc-
parentesco. Como bien dijera Fortes discutiendo con
Worsley y Leach, lo que se presenta como problemático turales —en nuestro caso el orden normativo
en ciertas sociedades es precisamente el hecho de que legal representado por el sistema de reglas que
las relaciones de parentesco o matrimonio aparecen regulan la herencia en el Código Civil— apa-
como condición necesaria para las relaciones económi- recen como una “forma” que limita las elec-
cas y para la trasferencia de la propiedad [Fortes, 1970:
ciones. Los mecanismos de herencia en Santa
222-23]. Creemos que al no tomar en cuenta las implica-
ciones de la moralidad del parentesco algunos aspectos Cecilia aparecerán como variaciones, producto
de nuestro análisis resultan discutibles. de una serie de decisiones que se toman sin se-
2 Firth muestra cómo en Polinesia la pertenencia a guir al pie de la letra las normas. Este artículo
un grupo de parentesco no aparece siempre asociada puede ser visto como un ejercicio de las for-
a la consanguineidad unilateral, sino que varía cuando mulaciones de Firth, como una contribución a
se toman en consideración condiciones de residencia la problemática de la organización social y de
y pautas económicas [Firth, 1961, págs. 596-98]. Las
propuestas teóricas de Firth han alcanzado una mayor
la praxis de los actores. Esta perspectiva no
sofisticación en los análisis de redes y en los modelos implica negar la existencia de regularidades a
de Barth. nivel del comportamiento; pero lo que cuenta
La herencia entre los colonos del norte de Santa Fe 151

aquí es el grado de eficacia, cierto tipo de racio- testimonian claramente; tanto la herencia de
nalidad intencional que podemos describir con las hijas cuando no existen hijos como la incor-
nuestro material empírico, y no el acatamiento poración de la “allegada” y de su esposo cuan-
ciego a un orden normativo externo. Nuestro do no hay hijos. Estas estrategias, funcionales
principal interés será, por lo tanto, analizar las desde el punto de vista económico, se trasla-
contradicciones entre el orden legal, la ideolo- dan a las pautas de casamiento y de herencia,
gía de los colonos santafesinos y las pautas de con la consiguiente repercusión sobre ellas.
trasmisión de la propiedad que encontramos Nuestro intento será demostrar qua aunque
en la colonia. el individuo se encuentre sometido a la coac-
Esto nos obliga, desde un comienzo, a re- ción jurídica, es capaz de pergeñar estrategias
plantearnos el problema de la herencia como compensatorias cuando debe decidir en el uni-
una estrategia y no como el mantenimiento de verso de su grupo doméstico. Esto coincide
un sistema de reglas inmutables. con ciertas regularidades que deben observar-
Bourdieu, lanzando un ataque frontal a la se en el seno de las comunidades. Para decirlo
concepción jurídica en la antropología social, con las palabras de Leach:
escribe:
Si nosotros repudiamos el énfasis en reglas mora-
Hay que tomar seriamente las prácticas que tes- les y en obligaciones que provienen de la costum-
timonian que todos los medios son buenos para bre, entonces el problema deviene más simple.
proteger la integridad del patrimonio y para eli- La coacción impuesta al individuo es meramente
minar los efectos de la división de la propiedad y limitativa: el individuo puede hacer lo que él quie-
de la familia consideradas como un conjunto de re mientras permanece en el grupo. El grupo en
relaciones concurrentes de apropiación del patri- sí mismo no necesita tener reglas: puede ser sólo
monio […] (Bourdieu, 1972: 1114). una colección de individuos que derivan su sub-
sistencia de un pedazo de territorio arreglado de
De este modo, ni el patrimonio ni la herencia una manera particular (Leach, 1961: 300).
son el producto de la obediencia a cierta regla
sino el resultado de una estrategia elaborada Las palabras de Leach describen a la perfección
por el actor a partir de la cantidad de recursos el ambiente encontrado en Santa Cecilia. Los
que controla. Muchos casos de Santa Cecilia lo colonos distribuyen su propiedad de acuerdo
152 Eduardo Archetti - Antología esencial

con arreglos específicos, según la consideración acumulación de capital que existen en el siste-
de una serie determinada de variables que per- ma económico nacional y regional. Wolf plantea
miten resolver cada caso como si fuera único. que el antropólogo debe estudiar las estructuras
Nadie ejerce presión moral sobre los otros, na- intersticiales, suplementarias y paralelas de las
die se enfurece porque el vecino haya decidido sociedades complejas, y exponer su relación
repartir la tierra en partes iguales, nadie protes- con las instituciones y estructuras centrales,
ta porque las ventas de padre a hijo hayan deja- analizando expresamente el papel cumplido por
do de ser ficticias o porque se cobre el precio de el parentesco, la amistad y las relaciones de pa-
mercado de la tierra y no el precio fiscal. Están tronazgo [1968]. En nuestro trabajo la herencia
en Santa Cecilia, son de Santa Cecilia porque puede ser vista como un proceso de articulación
comparten un territorio y porque se unen en social si distinguimos este concepto de los con-
ciertas prácticas, y no por una suerte de presión ceptos de integración o asimilación [Bartolomé,
moral intensa. La distribución de la tierra per- 1974]. ¿En qué sentido la herencia, cumpliría
mite que cada grupo doméstico se plantee la he- este rol? Dentro del sistema familiar hay un con-
rencia como una estrategia, que haya gran varie- junto de transacciones entre padres e hijos que
dad de comportamientos, que la sociedad no sea permiten que los segundos pasen a controlar
un sistema de reglas fijas sino la manera como bienes y recursos productivos de los primeros.
se combinan las limitaciones estructurales con Las transacciones ocurren sistemáticamente y
los deseos y aspiraciones de los individuos. están sujetas a reglas que provienen del orden
Esta corta introducción sobre las disconti- normativo de la sociedad global. Los colonos
nuidades entre comportamiento, norma e ideo- santafesinos existen en una sociedad, que regla-
logía nos permitirá replantearnos la cuestión menta la herencia expresamente: todos los des-
de la herencia en función de la problemática cendientes directos reconocidos tienen derecho
de la articulación social. La herencia involucra a una parte proporcional igual de la herencia
un sistema de transacciones entre padres e hi- del progenitor. Nosotros veremos que los colo-
jos y regula, por lo tanto, relaciones familiares. nos de Santa Cecilia no siguen esta regla, y que
Las formas de herencia tienen, al mismo tiem- existen mecanismos y formas de trasferencia
po, consecuencias económicas y no pueden ser que marcan diferencias expresas entre el grupo
tratadas como algo separado de las formas de doméstico, la comunidad y la sociedad global.
La herencia entre los colonos del norte de Santa Fe 153

Antes de pasar a discutir los modos de tras- unas 221. Hay una clara división entre los co-
misión de la propiedad, daremos una imagen lonos, propietarios de las chacras que se en-
de la organización económica de Santa Cecilia cuentran en Santa Cecilia, y los “criollos” que
tal como nosotros la encontramos y tal como no poseen la propiedad de la tierra y que se
nos contaron que fue en el pasado. ven obligados a trabajar por un salario en las
diferentes actividades económicas de la colo-
La economía en Santa Cecilia nia. Hay solamente 57 “criollos”. La cantidad
de propietarios rurales aumenta sensiblemente
Nuestro trabajo de campo fue realizado en la para los meses de cosecha de algodón, llegan-
colonia Santa Cecilia,3 ubicada en la comuna de do a 450 aproximadamente.
Avellaneda del departamento General Obligado, La mayor parte de las chacras se encuentran
provincia de Santa Fe. Una colonia es una uni- concentradas en una región o ecosistema que
dad de residencia y se define de acuerdo con la se llama Dorsal Agrícola Oriental, aunque tam-
participación en el sistema de relaciones socia- bién poseen tierras en el Ambiente de Islas del
les dominante. El sistema de relaciones sociales Paraná y la Cuña Boscosa. Estos tres tipos de
incluye: las actividades ceremoniales (concu- ecosistemas pueden complementarse entre sí
rrencia a la capilla y contribución a su manteni- por las posibilidades productivas que ofrecen.
miento), educacionales (los hijos van a la misma En el Dorsal Agrícola los suelos predominan-
escuela) y recreativas (apoyo y participación en tes son los brunizénicos de muy buena aptitud
el club de fútbol). En este artículo los colonos agrícola. La producción agrícola se encuentra
serán visualizados fundamentalmente desde el localizada en esta zona, con buenos rendimien-
punto de vista económico y, por lo tanto, privile- tos por hectárea. Pero en el Dorsal existe una
giaremos la pertenencia territorial. zona de transición cuyos suelos, aunque de
La población total de la colonia es de 271 buena calidad, son inundables, y, por lo tanto,
personas, de las que habitualmente residen suelen ser utilizados para pastoreo. El Ambien-
te de Islas es una faja costera de ancho variable
3 Los procesos y formas económicas fueron desarro-
que comprende el actual Río Paraná con sus ria-
llados con mayor profundidad en otros trabajos [Ar- chos e islas, con albardones y lagunas internas.
chetti y Stølen, 1975]. Este plano de inundación se encuentra bajo las
154 Eduardo Archetti - Antología esencial

aguas durante varios meses del año en virtud dentro de ellas, solo un 32,2 % se utiliza con fines
de las crecientes estivales del río. Predominan ganaderos. El resto, ubicado en los otros ecosis-
los suelos azonales4 de destino casi exclusiva- temas, se utiliza para la cría de ganado.
mente ganadero sobre pasturas naturales. Es- El tamaño de las explotaciones varía de 36 a
tos campos no son considerados buenos para la 1.319 hectáreas. Encontramos diez explotacio-
cría del ganado, ya que sus suelos son pobres en nes de hasta 72 hectáreas, ocho de 72 a 144 y
calcio y fósforo. De este modo, son utilizados once de más de 144. Sin embargo, esta desigual-
estacionalmente por los colonos, ya sea para dad esconde la apropiación de tierra dentro
terminar novillos o para mantenerlos cuando se de los diferentes nichos. Las propiedades más
produce la crisis del pastoreo natural en invier- grandes tienen un gran porcentaje de tierra en
no. La Cuña Boscosa se caracteriza por tener la Cuña Boscosa y en la zona transicional entre
suelos afectados por procesos de salinización el Dorsal y este ecosistema. Dentro del nicho
en extensas superficies. El drenaje de los mis- constituido por la tierra agrícola la propiedad
mos es deficiente, siendo por lo tanto aptos so- más grande es de 330 hectáreas. La colonia
lamente para el pastoreo extensivo del ganado. como tal existe en el Dorsal Agrícola pues es allí
El productor puede combinar, pues, estos dis- donde viven los propietarios. Los campos más
tintos nichos ecológicos de acuerdo con la po- alejados son atendidos temporariamente (viajes
tencialidad productiva de los mismos. Es común cada dos semanas), ya que el trabajo agrícola es
en Santa Cecilia que un colono que tenga tierra mucho más intensivo que el manejo del ganado.
en el Dorsal haga agricultura y algo de ganade- Existen dos mercados de tierra netamen-
ría, aprovechando al máximo los rastrojos de los te diferenciados: la tierra para agricultura y la
cultivos, y ganadería en los otros nichos. Del to- tierra para ganadería. El primer tipo de mer-
tal de tierras, un 54 % se encuentra en el Dorsal y, cado se encuentra sumamente limitado por la
herencia, siendo, de esta manera, la rotación y
circulación de tierras bastante menor que en el
4 Nota del editor: Los suelos azonales refieren a terre- mercado de tierras ganaderas. La herencia, al
nos inmaduros, poco aptos para las actividades agríco-
las, que se ubican en las primeras etapas de desarrollo
mismo tiempo, predomina como mecanismo de
ya que carecen de límites bien marcados y no tienen acceso en las pequeñas y medianas propiedades
grandes influencias climáticas. que son las chacras agrícolas por excelencia. El
La herencia entre los colonos del norte de Santa Fe 155

69,6 % de la tierra para agricultura fue obtenida siembra y carpida mecánica de los diferentes
a través de la herencia, contra el 41,5 % de la cultivos. En el trabajo con el tractor no hay un
tierra para ganadería. Esto refleja la presión que mercado de trabajo constituido por tractoris-
hubo sobre los diferentes nichos en el pasado tas asalariados, ya que este tipo de tarea es ase-
y el movimiento de expansión de la economía gurada por el núcleo doméstico. El ciclo gana-
de los colonos: de la agricultura a la ganadería. dero: es también una actividad eminentemente
Dentro de la esfera de producción podemos doméstica. El manejo y control del ganado esté
distinguir tres grandes ciclos de actividades a cargo de los miembros del grupo doméstico.
económicas. El ciclo de subsistencias: con- Solo en muy pocos casos el dueño es ayudado
siste en la producción de bienes de consumo por algún peón permanente, y esto se debe a
que no están sujetos a intercambio, es decir, que el stock ganadero así lo exige.
que raramente se convierten en mercancías. En el cuadro 1 vemos el tipo de cultivo y la
Aquí el colono trabaja con su grupo doméstico cantidad de hectáreas sembradas en Santa Ceci-
en la huerta y en la chacrita, la producción de lia. La colonia es típicamente algodonera, pese
carne porcina y blanca y el mantenimiento de a la importancia del girasol. La cantidad de hec-
los frutales. Por lo general se siembran algunas táreas sembradas con girasol depende, en gran
hectáreas de maíz para el consumo doméstico medida, de la existencia de dos extensas chacras
y la alimentación de porcinos y aves. El ciclo girasoleras que en conjunto siembran más de la
agrícola: constituye la producción de cereales mitad de este cultivo: 480 hectáreas. El algodón
y oleaginosas para la venta. El algodón es el se siembra en el 84 % de las chacras; el girasol, en
único cultivo que requiere la contratación de cambio, sólo en un 60%. El trigo, el meliloto y el
fuerza de trabajo asalariada para la carpida y la sorgo se siembran como forrajes. El lino ocupó
cosecha. En los cultivos del girasol, lino, trigo anteriormente un lugar importante dentro de la
y maíz estas operaciones se realizan con má- economía de los productores y en la actualidad
quinas de corte y trilla de terceros, que el colo- se siembra sólo en el 20 % de las explotaciones.
no contrata. Todas las chacras están altamente Con respecto al maíz, predomina el sembrado en
mecanizadas, y el colono y los miembros del el invierno, maíz de primera, y el poco maíz de
grupo doméstico (los varones exclusivamen- segunda aparece como un cultivo de rotación en
te) realizan todas las tareas de preparación, las explotaciones donde se siembra lino.
156 Eduardo Archetti - Antología esencial

Cuadro 1. Tipo de cultivos y hectáreas sembradas en Santa Cecilia


Cultivo Hectáreas Porcentajes
Algodón 924 39,7
Girasol 905 38,9
Maíz 191 8,3
Lino 139 6,0
Sorgo 87 3,7
Meliloto 40 1,7
Trigo 39 1,7
Total 2.325 100,0

Si calculamos el ingreso bruto de la colonia no debe hacer una inversión para alojarlos y
vemos que el algodón contribuyó con el 70 %. dedicar una parte de su tiempo al control del
Esto se debe a los buenos rendimientos y al trabajo, el pesaje y trasporte cotidiano del al-
buen precio de esta campaña contra los bajos godón recolectado del campo al galpón, a la
rendimientos del girasol. Si ahora tomamos en compra y venta de las mercaderías solicitadas
cuenta la cantidad de horas trabajadas por los por los cosecheros, al trasporte de estos a la
colonos en los diferentes cultivos, vemos que ciudad, al secado del algodón húmedo, al tras-
el 55,6 % del tiempo fue destinado al algodón. porte de la cosecha a las desmotadoras y a los
Para los colonos de Santa Cecilia el algodón cálculos de los salarios a pagar una vez que se
es el cultivo que más trabajo da, no solo por descuentan los adelantos en mercaderías. Es-
la cantidad de horas de trabajo por hectárea tas diferentes tareas implican una división del
con el tractor, sino porque es el único en el trabajo dentro de los grupos domésticos, y las
que no existe cosecha mecánica. La cosecha mujeres se encargan solamente de la venta de
del algodón es manual y requiere la contrata- mercaderías y de las libretas de los cosecheros
ción de numerosos braceros (durante nuestra donde se consignan estas entregas. Las tareas
estadía, la proporción fue de una persona cada de control, pesaje, trasporte y compras están a
dos hectáreas, aproximadamente). El colo- cargo del colono.
La herencia entre los colonos del norte de Santa Fe 157

La elección del algodón es función de la en el pasado por las crisis cíclicas de precios.
cantidad de tierra con aptitud agrícola de que Una consideración exhaustiva de estas dimen-
dispone el colono. Por consiguiente, los agri- siones nos alejaría de nuestro objetivo.
cultores que eligen el girasol lo hacen porque Si tomamos en consideración el desempeño
tienen mucho campo o porque complementan económico de las explotaciones de Santa Ceci-
sus ingresos con la venta de ganado. Esto se lia tenemos el siguiente panorama: el 17 % tuvo
explica por la retribución que se obtiene por un ingreso bruto de hasta 2.500.000 pesos, el
hectárea sembrada de algodón, girasol o lino. 13% de hasta 5.000.000 de pesos, el 30,4 % de
De acuerdo con los cálculos que realizamos, la hasta 10.000.000 de pesos y el 39,1 % de más de
retribución por hectárea fue de 204.445 pesos5 10.000.000 de pesos. En términos de ingreso
para el algodón, 41.600 pesos para el girasol neto monetario para el grupo familiar, esto su-
y de 11.025 pesos para el lino. Esto significa puso un promedio mensual para el grupo de me-
que para igualar los ingresos derivados de una nor ingreso bruto de 100.000 pesos y para el de
hectárea de algodón se necesita sembrar 4,9 mayor ingreso de 527.500 pesos. El ingreso neto
hectáreas de girasol y 18,5 hectáreas de lino. real de los colonos, sin embargo, está constitui-
Podemos concluir, por lo tanto, que el algodón, do además por los ingresos no monetarios, es
con toda claridad, es el cultivo más rentable decir, por la producción de valores de uso. Este
económicamente. Es a partir de estos cálculos, ingreso fue muy difícil de calcular, pero estima-
manteniendo constante el tamaño de las cha- mos que cumple un papel muy importante en la
cras, que el colono planifica las hectáreas sem- economía de las familias. Uno de los principios
bradas con cada cultivo. Si no siembra más al- a los que se ajustan los colonos es no comprar
godón esto puede deberse a factores como: ta- frutas, verduras, leche, carne, pollos, huevos y
maño de la familia, inversiones en alojamiento embutidos que puedan ser producidos interna-
para los cosecheros, evaluación subjetiva del mente. Si alguna de las verduras falta, porque el
esfuerzo que supone el algodón y experiencia ciclo se terminó, no se la compra en el merca-
do, y así con todos los bienes que se producen
5 Todas las cifras están expresadas en pesos moneda
en el ciclo de subsistencia.
nacional (pesos viejos, anteriores a la ley 18.188). [N. De esta somera descripción del proceso
del E.] productivo en Santa Cecilia surge con claridad
158 Eduardo Archetti - Antología esencial

un tipo de economía que puede ser compara- al final del ciclo productivo con un excedente
da con la economía campesina y la capitalista. anual que no es consumido y puede utilizarse
De los campesinos, los colonos conservan el para ampliar el proceso productivo, destinar-
trabajo doméstico como elemento sustancial se a un incremento de las fuerzas productivas.
en el proceso productivo; de los capitalistas, Ahora bien, si el colono acumula capital y tam-
el uso de la fuerza de trabajo asalariada en los bién utiliza fuerza de trabajo asalariada, ¿por
trabajos de carpida y cosecha. La compra de qué no es capitalista? Nosotros pensamos que
fuerza de trabajo de terceros, sin embargo, es la economía capitalista se caracteriza por la
una suerte de accidente histórico o, dicho de ausencia de trabajo doméstico en el proceso
otra manera, refleja cierto retraso tecnológi- productivo. En las explotaciones capitalistas
co, ya que no existe en el mercado una cose- de la región el desarrollo del ciclo productivo
chadora de algodón liviana que se adapte a las depende exclusivamente de la fuerza de traba-
condiciones climáticas y suelos del norte de jo asalariada, y los propietarios realizan solo
Santa Fe. De todos modos, queremos enfatizar tareas de control y gestiones financieras y de
que el proceso global de trabajo no depende comercialización.
del desarrollo doméstico sino solo una parte La economía de los colonos se encuentra ín-
de él, la que se relaciona con el trabajo con el timamente relacionada con las fuentes de cré-
tractor. Es en este nivel que se manifiesta la ri- dito existentes en la región (bancos, cooperati-
gidez de todo modo de producción doméstico. vas y acopiadores privados). Solo una parte del
Un conjunto de decisiones, desde la combina- excedente se utiliza como fondo de reposición,
ción de recursos hasta la política de inversio- ya que otra gran parte de este proviene de cré-
nes, están estrechamente ligadas a este factor. ditos a corto plazo que se consiguen con suma
Peso a ello, creemos que las diferencias con facilidad. El crédito en medios de subsistencia
los campesinos son muy grandes como para es también corriente en la región y en Santa Ce-
pensar que es una economía doméstica al es- cilia. Es común obtenerlo en los almacenes de
tilo de los agricultores de Chiapas o del Alti- las desmotadoras privadas, pues allí no cobran
plano boliviano. La diferencia fundamental ra- intereses si se pagan las deudas en algodón o
dica en la acumulación de capital. Un campe- algún otro tipo de cosecha.
sino no acumula; el colono, en cambio, queda
La herencia entre los colonos del norte de Santa Fe 159

Cuadro 2. Comercialización de la cosecha de Santa Cecilia en cooperativas y en acopiadores privados


(porcentajes)
Algodón Lino Girasol Maíz
Cooperativas 66,4 50,6 24,6 13,5
Acopiadores 33,6 49,4 75,4 86,5
Total 100,00 100,00 100,00 100,00
(1.065 ton.) (88 ton.) (400 ton.) (96 ton.)

Quisiéramos, finalmente, destacar algunos as- hay una alta correlación entre los porcentajes
pectos de la comercialización de los productos de retorno y la cantidad de producción entrega-
agropecuarios. Los colonos venden sus produc- da a cooperativas y al sector privado: a mayor
tos a las cooperativas (hay tres en la región) retorno, mayor es el porcentaje de cosecha que
o a los acopiadores privados. Del cuadro 2 se se entrega en las cooperativas.
desprende que en Santa Cecilia se comerciali- Esta descripción se ajusta al estado actual
za en las cooperativas un mayor porcentaje de de la economía de los colonos de Santa Cecilia.
algodón que de los otros cultivos. Esto se debe Señalemos brevemente algunos de los cambios
a la retribución que ofrecen las cooperativas ocurridos a partir de dos variables: la tecnología
por cada uno de estos cultivos. La cooperativa utilizada y los tipos de cultivos. Una primera eta-
paga el precio de mercado y además, a fin de pa, que va desde la fundación de las colonias en
año, entrega un retorno de acuerdo con los re- el norte de Santa Fe, en los comienzos de la dé-
sultados obtenidos en la comercialización. Du- cada de 1880, hasta 1936-37, se caracteriza por el
rante el año de nuestro trabajo de campo los uso de tracción animal en el trabajo de la chacra,
retornos fueron, respectivamente: 6,8 % para el bueyes fundamentalmente, y por el cultivo de
algodón, 1,8 % para el lino, 0,67 % para el girasol maíz, lino y maní; una segunda etapa comienza
y ningún retorno para el maíz, con un agravan- con la primera cosecha de algodón en 1936-37
te en este caso, ya que el precio pagado fue me- y termina con la introducción del tractor en la
nor que el precio que ofrecían los acopiadores década de 1950: el algodón desplaza paulatina-
privados. En el cuadro 2 vemos claramente que mente al maní y al lino; y hay una última etapa
160 Eduardo Archetti - Antología esencial

signada por la tractorización y modernización, de la familia, y si se hace partición por donación en


la introducción del girasol y el desarrollo de la vida la idea general es que los bienes se repartan
ganadería. Desde el punto de vista de la acumu- entre los descendientes de la misma manera y en
lación de capital es importante retener el papel las mismas proporciones que corresponderían en
crucial que desempeñó el algodón, de lejos el cul- el caso de que se hiciera juicio sucesorio. La parti-
tivo más rentable, y la posterior incorporación ción debe comprender siempre a todos los herede-
del tractor. Esto último incrementó el número de ros forzosos que existen en ese momento. La omi-
hectáreas cultivadas, ya que al ser desplazados sión de cualquiera de ellos anula la partición, pero
los bueyes la tierra para pastoreo se incorporó solo después de la muerte del causante. En vida,
al ciclo agrícola y permitió no solo el aumento por consiguiente, el dueño del patrimonio puede
de la productividad del trabajo, medida en horas, disponer de sus bienes como le plazca, haciendo
sino una mejor labranza, ya que se podía arar a donaciones a algunos de sus herederos y omitien-
mayor profundidad, factor importante en suelos do a otros. Recién a su muerte se abre la posibili-
cansados como los del norte de Santa Fe. dad de que los omitidos recurran a la justicia.
El propietario de Santa Cecilia tiene dos alter-
nativas para trasmitir la propiedad: esperar que
Modos de trasmisión de la a su muerte los hijos reciban lo que les corres-
propiedad en Santa Cecilia ponda, luego del juicio sucesorio, o anticiparse y
realizar la herencia en vida.
Santa Cecilia es una sociedad cognática6 y, por lo Del cuadro 3 se desprende que en Santa Ceci-
tanto, los derechos de propiedad aparecen como lia la propiedad se trasfiere en vida. En cinco de
atributos de todos los descendientes, sin que im- los seis casos de juicio sucesorio, este se hizo a
porte el sexo. Nuestro Código Civil garantiza los causa de la muerte prematura del dueño o de su
derechos de todos los descendientes cuando esta- mujer. En el sexto caso había, según el actual pro-
blece claramente que todos tienen derechos a pro- pietario, problemas de autoritarismo: a pesar de
porciones iguales de los bienes a repartir. Por lo no haber trabajado nunca en agricultura, se de-
general, la sucesión se realiza a la muerte del jefe dicaba a fletear madera y no quizo desprenderse
del control sobre la tierra que, desde un comien-
6 Nota del editor: Refiere a las relaciones de parentesco. zo, fue trabajada por su hijo.
La herencia entre los colonos del norte de Santa Fe 161

Cuadro 3. Formas de trasferencia de la tierra heredada por los actuales propietarios en Santa Cecilia
Número Porcentajes
Venta 16 73
Sucesión 6 27
Total 22 100

Cuadro 4. Formas de trasferencia de la tierra de padres a hijos desde 1910 hasta la actualidad
Número Porcentajes
Transferencia en vida (venta, donación) 38 76
Juicio sucesorio 12 24
Total 50 100

Si examinamos históricamente las trasmisiones sorio fue causado por la muerte inesperada de
de tierra desde la llegada a Santa Cecilia de los uno de los esposos. De todos modos, podemos
antepasados de los actuales propietarios hasta afirmar, sin temor a equivocarnos, que en Santa
hoy, hallamos la misma tendencia (Cuadro 4). Cecilia la propiedad se trasmite en vida y que
Estudiando las escrituras que se encuentran cuando hay juicio sucesorio esto se debe al fe-
en el Registro de Propiedad de la provincia de nómeno que comentamos. Ahora bien, ¿cuáles
Santa Fe, observamos lo siguiente: de los doce son las ventajas y las desventajas de las estra-
juicios sucesorios que encontramos, casi todos tegias de trasferencia mencionadas?
se hicieron a la muerte del dueño o su mujer. Como habíamos visto, las explotaciones
Si los hijos son mayores de edad, la mitad de la domésticas se organizan a partir de la cola-
propiedad va a ellos, la otra mitad al sobrevi- boración y cooperación de dos generaciones:
viente de la sociedad conyugal. Es interesante padres e hijos. El propietario aparece no solo
observar que no suele pasar mucho tiempo des- como agricultor, como el poseedor de un título
de la sucesión hasta que el padre o la madre so- de propiedad, sino como el organizador del gru-
brevivientes hacen algún tipo de trasmisión en po doméstico. Los hijos trabajan con su padre,
vida. Eso nos permite pensar que el juicio suce- lo que posibilita que el grupo doméstico consti-
162 Eduardo Archetti - Antología esencial

tuya una “cooperativa de trabajo”. Este sistema hijos, básicamente saber que trabajan en algo
funciona mientras se garantizan ciertas normas que les pertenecerá. Al mismo tiempo, los pa-
que regulan la continuidad y simetría de las re- dres resuelven el problema del mantenimiento
laciones. Los hijos trabajan con sus padres con una vez que se retiran del proceso productivo.
la esperanza de que serán los herederos, y los Si la trasmisión se hace en vida puede efec-
padres trasmiten la propiedad con la expecta- tuarse por donación, como vimos anteriormen-
tiva de que tendrán una vejez sin sobresaltos. te, o por venta. En el primer caso se llama tras-
Pero este proceso no puede prolongarse hasta misión gratuita de bienes porque no hay de por
la muerte del padre, porque los hijos constitu- medio ningún pago. En Santa Cecilia encontra-
yen familias antes de que esta sobrevenga. El mos que predomina abrumadoramente la venta
remplazo efectivo está asociado a la trasmisión de la propiedad de padre a hijos, ya que regis-
de la propiedad y ocurre, aproximadamente, tramos solo dos casos de donación, uno en 1908
después de los cincuenta años del propieta- y el otro en 1909. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cuáles
rio. Si esto no sucede, se plantean una serie de son las ventajas de la venta sobre la trasmisión
problemas de autoridad y aparecen tensiones gratuita de bienes? Los hijos, después de haber
en el seno del grupo doméstico. Diríamos que cooperado en aumentar el patrimonio del grupo
cada grupo doméstico debe resolver el tiempo doméstico, ¿aceptan gustosos esta venta? ¿Es
de espera de los hijos. Si esto ocurriera con la importante para el padre recibir dinero?
muerte del propietario, se iría a juicio y cabe Los escribanos locales y sus clientes, los
predecir que se producirían problemas, ya que colonos, hacen hincapié en dos ventajas de la
muchos de los derechos de los que quedaron venta sobre la trasmisión gratuita. La primera
trabajando en la chacra correrían el peligro de es que si el heredero está casado, como de he-
no ser reconocidos. A la muerte del jefe de la cho ocurre en la inmensa mayoría de los casos,
familia y jefe del grupo doméstico se perdería se pagan menos impuestos. Si hay trasmisión
el poder de su influencia y el peso de su auto- gratuita, el bien pasa a ser el bien del heredero,
ridad. Resumiendo: en Santa Cecilia la trasmi- o sea que no entra en la sociedad conyugal, y se
sión de la propiedad hecha en vida asegura un cobra impuesto sobre el valor total del mismo.
tránsito menos conflictivo que el juicio suceso- En el caso de venta el bien sí entra en la socie-
rio, pues son satisfechas las expectativas de los dad conyugal, y sobre la parte que corresponde
La herencia entre los colonos del norte de Santa Fe 163

al yerno o a la nuera que no son herederos legí- titucionalizada entre los colonos que, aunque
timos no se cobra impuesto. se conocen muchos casos de disconformidad,
Esta interpretación de la ley es falsa. Toda esta no se manifiesta en acciones judiciales.
venta que se hace de padres a hijos se consi- Vemos en el cuadro 5 que solo el 31 % de las
dera jurídicamente como trasmisión gratuita ventas de padres a hijos se ha hecho por terce-
de bienes y en consecuencia se paga la misma ros. De estas, casi todas se realizaron durante la
cantidad de dinero en impuestos. Por ahora década del treinta. Generalmente el colono ven-
bastará destacar que los colonos están conven- día la tierra a un vecino, que la volvía a vender a
cidos de que con este tipo de trasferencia se los hijos de aquel. Como las ventas se hacían en
ahorran una buena suma de dinero. La expli- menos de un año y, en varios casos, en menos
cación de esta creencia se verá más adelante. de un mes, no tenían validez jurídica en el caso
En cuanto a la segunda ventaja, se enfatiza de que alguno de los herederos omitidos inicia-
su carácter definitivo. Piensan que si el padre ra acción judicial. Según algunos informantes
vende la tierra a los hijos por un precio “razo- era una maniobra de los escribanos para poder
nable” y tienen constancia de esta operación hacer dos escrituras. Como todo el conocimien-
ante el Banco de la Nación o el Banco de la to relacionado a trasferencias de tierra estaba
Provincia de Santa Fe, no hay derecho al re- en manos de los abogados y escribanos, el colo-
clamo por parte de los herederos potenciales no no sabía que la venta por terceros que hacía
que no fueron beneficiados. Aquí también hay no tenía ningún valor. El colono estaba conven-
una equivocación, ya que si no hay un expreso cido de que esa era la mejor manera de hacer la
consentimiento de todos los herederos legí- trasmisión de los bienes en vida. Se cuenta que
timos, el derecho al reclamo es el mismo que las ventas por terceros se dejaron de hacer des-
en el caso de trasmisión gratuita de bienes. En pués de que un colono perdió su tierra haciendo
las escrituras que consultamos ese tipo de con- ese trámite: había vendido su tierra a un vecino,
sentimiento no se encuentra. A pesar de esta casi inmediatamente murió él y enseguida el
“legitimidad” no se conocen casos de reclamos comprador. Los herederos del vecino, a pesar
o juicios vinculados a las ventas de padres a de conocer el pacto de honor contraído por su
hijos. Pensamos que esto se debe a que la idea padre, no lo reconocieron y se quedaron con la
del carácter definitivo de la venta está tan ins- parcela de tierra.
164 Eduardo Archetti - Antología esencial

Cuadro 5. Formas de trasmisión de la tierra de padres a hijos desde 1910 hasta la actualidad
Número Porcentajes
Venta
a. Directa 25 69
b. Por terceros 11 31
Subtotal 36 100 72
Otras formas de trasmisión
a. Trasmisión gratuita 2 14
b. Juicio sucesorio 12 86
Subtotal 14 100 28
Total 50 100

Hasta ahora vimos los modos en que se tras- forzada por las pautas de residencia normales,
mite la propiedad. Creemos que no se alcan- ya que predomina claramente la virilocalidad.
za a comprender plenamente las “ventajas” o Todos los casos de uxorilocalidad que registra-
“desventajas” de un sistema sobre otro si no se mos se debieron a la ausencia de hijos varones.
discute quiénes reciben la propiedad. El orden Este es el primer orden de contradicciones que
normativo, a través del Código Civil, es bas- mencionamos en la introducción: el sistema
tante explícito: todos los hijos tienen derecho normativo y jurídico enfatiza el bilateralismo,
a porciones iguales de los bienes que se tras- y los actores, la patrilinealidad.
miten. Esto, como ya dijimos, se correspon- Este tipo de orientación ideológica de los
de, por lo tanto, con mecanismos válidos para productores explicaría, en primera instancia,
toda sociedad cognática. Sin embargo, en San- el predominio de la herencia hecha en vida.
ta Cecilia encontramos entre los productores El juicio sucesorio aparece como una clara
una fuerte ideología patrilineal: ellos sugieren amenaza a este principio, ya que no es posible
enfáticamente que la tierra debe pasar de los predecir el comportamiento de las hijas y de
padres a los hijos varones y que las hijas deben los yernos. Los colonos creían, en el pasado,
ser excluidas. Esta ideología patrilineal está re- que haciendo la venta directa o a través de ter-
La herencia entre los colonos del norte de Santa Fe 165

ceros eliminaban los problemas que podrían vo es cosa de los hombres. Este exclusivismo
surgir en el seno de la familia por la ambición se vio reforzado por la aparición del tractor.
“desmedida” de los que no recibían la propie- Todo esto se refleja en las pautas de residen-
dad. Como vimos antes, se piensa que la venta cia: las hijas mujeres dejan la chacra y los
directa es un acto legítimo y que los herederos hijos incorporan a sus mujeres como rempla-
potenciales no beneficiados pierden los dere- zantes. Dejar la explotación significa, de al-
chos a iniciar una acción legal. De acuerdo con guna manera, la pérdida de los derechos de
nuestro material empírico, al no prestar la con- herencia, por lo menos de la herencia de la
formidad en el acto de venta todos los herede- tierra y la maquinaria.
ros potenciales, ninguna de las trasferencias Un segundo aspecto se vincula a la manten-
de tierra por venta en Santa Cecilia tiene vali- ción de los padres una vez que dejan el trabajo
dez. Lo que debemos explicar a continuación productivo. Se considera que esta es una obli-
es por qué existe esta pauta de trasmisión, por gación de los hijos, que son, al mismo tiempo,
qué las hijas y parte de los hijos aceptan esto los que con la propiedad de la tierra aseguran
como normal. la continuidad del apellido. De acuerdo con
Este tipo de ideología patrilineal es en San- los colonos, sus yernos tienen la obligación
ta Cecilia, hasta cierto punto, un producto de moral de mantener a sus respectivos padres
la realidad económica de las explotaciones. y no a ellos.
Como habíamos visto, el trabajo en la chacra Esta primera contradicción nos permite
depende, en todo lo comerciable, del aporte delimitar los marcos dentro de los cuales se
masculino; el trabajo femenino es, por exce- ejercita la elección del heredero: los hijos re-
lencia, trabajo en actividades de subsisten- ciben la propiedad de la tierra y no las hijas.
cia, en el mantenimiento del hogar. Si bien la ¿Significa ello que las hijas no reciben nada?
mujer participó en las tareas de cultivo con ¿Esta situación es aceptada por ellas como
los bueyes, nuestra impresión es que siempre algo natural? ¿Qué ocurre con las hijas que no
su rol se definió como transitorio, ya que, a se casan, o sea, que no abandonan la chacra?
medida que los hijos se iban incorporando, De acuerdo con nuestro trabajo de campo, en
aquellas dejaban la chacra y se concentraban el pasado, aproximadamente hasta la década
en las tareas domésticas. El trabajo producti- del veinte a las mujeres se les entregaba una
166 Eduardo Archetti - Antología esencial

dote para el casamiento, aunque esto, aparen- acceso a la propiedad, puesto que es el esposo
temente, no estaba muy generalizado. Encon- el que les garantiza el futuro económico. Aun-
tramos, sin embargo, algunos documentos que que hay algunos signos de cambio en esto, en
atestiguan su existencia pero que no nos per- la conciencia de los actores aparece asociado
miten decir nada sobre su amplitud. En uno de al proceso de capitalización de las explotacio-
ellos, que data de 1908 o 1910, se entregó en nes. Para la generación nacida a principios
concepto de dote, una cómoda, un colchón, de siglo todo reclamo de indemnización o de
una frazada, un cubrecama, un espejo, un baúl, dote hubiera significado poner el patrimonio
doce sábanas, un mantel de mesa, seis servi- familiar en peligro. En la actualidad, a las mu-
lletas, siete toallas, tres fundas, seis corpiños, jeres les parece bien que exista algún tipo de
veintiséis camisas, veinte pañuelos, ocho ena- indemnización cuando renuncian al derecho
guas, veintiocho vestidos, un saco, tres delan- sobre la tierra.
teras de cama, botines y zapatos, dos pares Veamos un caso de trasmisión gratuita en fa-
de medias, un par de tijeras, tres carreteles vor de las hijas. Juan B. y su esposa tienen 144
de hilo, un cubrecama de percal, cinco batas, hectáreas y deciden repartirlas entre sus hijos,
dos almohadones de pluma, once delantales, cinco varones y una mujer, y un nieto, hijo de
seis metros de tela, un echarpe y un prende- una hija que se murió. Antonio recibe 36 hectá-
dor. Al final del documento se lee lo siguiente: reas cuyo valor estimado es de 1.500 pesos. De
“Recibí todo cuanto se detalla en la presente ese dinero tiene que pagar 500 a Juan (el nie-
lista como dote con motivo de mi casamiento to), ya que a él le corresponde un 50% del valor
y para constancia lo firmo conjuntamente con de la parte de los herederos directos. Nicolás,
mi esposa y dos testigos”. El que firmaba era Raimondo y Elisa reciben 36 hectáreas, siendo
el yerno, quien, de esta manera, era eliminado el valor de esa concesión de 3.000 pesos, equi-
“moralmente” como un factor de discordia, ya valentes, por lo tanto, a 1.000 pesos para cada
que no podía obligar a su mujer a exigir tierra uno. Otras 36 hectáreas, por un valor de 2.000
o maquinaria en el momento en que se hiciera pesos, van para Juan y Emilio. Las restantes
la trasmisión de la chacra. 36 hectáreas no entran en la partición. El do-
De acuerdo con nuestras entrevistas, a las cumento dice textualmente: “Esa fracción va a
mujeres les parece normal ser excluidas del Juan y Emilio por haber cuidado a los padres y
La herencia entre los colonos del norte de Santa Fe 167

por comprometerse a proveer a los padres en hijas, ¿implica este principio que el propie-
el futuro de todo lo que necesiten para pasar tario no trasmite la herencia sino que vende
una vida tranquila y desahogada, así como al la chacra a un tercero? Si las hijas reciben la
cuidado y provisión de medicamentos en sus propiedad, ¿en qué condiciones empíricas se
enfermedades, quedando libres de todo com- da esto? Del análisis estadístico de los casos
promiso y gasto por cualquier concepto los de- de herencia para los actuales propietarios se
más hermanos”. desprende que en un 85 % la tierra fue recibi-
Las hijas que no se casan se “heredan” con da por los hijos, solo el 5 % por hijos e hijas
la propiedad, o sea que los hijos o el hijo que y el 10 % por las hijas. Dentro de los hijos en-
reciben la chacra paterna quedan con la res- contramos que el 64,7 % está constituido por
ponsabilidad de mantenerlas y alimentarlas casos de herencia unipersonal y el resto por
hasta su muerte o su posterior casamiento. En dos o más hijos. Dentro del 64,7 % no encon-
el caso de la sucesión de Humberto C. tenemos tramos ninguna regla fija, ya que en un 27,8
que toda la propiedad pasó a su hijo. Está ex- % es el mayor el que la recibe, en un 45,4 %,
plícito en la escritura que Ida C. de D., una de el menor, y en el resto otros hijos, sea cual-
las hijas casada con un agricultor, renuncia a quiera su orden de nacimiento. Este tipo de
la parte que le corresponde en favor de su her- distribución de los casos es lo que nos per-
mano. En cambio la escritura nada dice de la mite decir que hay un neto predominio de los
otra hermana. Esta era soltera por esa época y hijos sobre las hijas y que dentro de aquellos
lo es en la actualidad. Vive con su hermano, es no hay ninguna regularidad.
alimentada, vestida y recibe algún dinero para Es interesante comentar los casos de las
sus gastos. De esto podemos extraer otra con- mujeres que recibieron en herencia la chacra
clusión: el “enemigo” es el yerno; la renuncia de sus padres. En los dos casos que encon-
explícita de la hermana casada se explica por tramos, el 10 % que acabamos de mencionar,
este hecho. se produjo la ruptura de la pauta de residen-
Si solo los hijos reciben la tierra, ¿supone cia normal, o sea que el esposo fue a vivir a la
esto la existencia de ciertas reglas fijas, como, casa de los padres de su mujer. La uxoriloca-
por ejemplo, que es el mayor el que recibe la lidad remplaza a la virilocalidad solo cuando
propiedad, o el menor? Si no hay hijos, solo el trabajo del yerno garantiza la continuidad
168 Eduardo Archetti - Antología esencial

del proceso productivo. En un caso se trataba En ese proceso, por lo tanto, solo algunos de
de una hija única y en el otro los hijos habían los hijos van a quedarse en la tierra paterna.
emigrado a la ciudad porque el padre les había Como vimos, no existen pautas uniformes,
ayudado a construir una desmotadora y allí se pero podemos aventurar una hipótesis: los hi-
hacía necesario el trabajo de todos ellos (la jos que se quedan son aquellos que mantienen
desmotadora, suponemos, parecía más renta- las relaciones menos tensas con los padres.
ble que la chacra). Es decir que si existe conflicto no se plantea
Aunque el porcentaje sea ínfimo, porque en ningún problema en la eliminación. Los pro-
la realidad siempre hay hijos dispuestos a que- blemas aparecen cuando nos encontramos
darse en la chacra paterna, vemos que Santa con familias armónicas. Allí el jefe de fami-
Cecilia no es una sociedad rígida aunque exista lia sigue dos estrategias: trata de dotar con
una fuerte ideología patrilineal. Por encima de cierto capital al hijo al que dejará la chacra,
esto prima cierto realismo, cierta flexibilidad o de emplearlo luego de darle cierta educa-
para adaptar normas e ideas a la realidad con- ción. El capital que se adelanta aparece como
creta. Esta contradicción entre ideología y rea- una suerte de herencia anticipada y consiste
lidad es el segundo tipo de contradicción que en dinero para instalarse en el pueblo con un
quisiéramos recalcar. negocio o en una inversión que él sigue admi-
Pero, como vimos, la ruptura de la ideolo- nistrando, como es el caso —bastante común,
gía, patrilineal se puede observar también en por otra parte— de los colonos que compran
el hecho de que no todos los hijos reciben la un camión y lo hacen trabajar por alguno de
tierra sino solo una parte de ellos. Esta eli- sus hijos (este, sin lugar a dudas, heredará
minación obedece a ciertos mecanismos que el camión cuando se realice la trasmisión de
nos gustaría comentar. Lo fundamental, el bienes). La educación que obtienen los hijos
principal objetivo del colono, es mantener el que dejan la chacra aparece como un resulta-
nivel de vida y no interrumpir el proceso de do del trabajo de los hermanos que se queda-
acumulación de capital, ya que si esto ocu- ron en el campo. Sobre esto no encontramos
rriera su vejez tranquila se vería amenazada. ninguna discrepancia: todos los hijos de los
Esto supone, en gran medida, seguir la es- colonos que recibieron educación secundaria
trategia de mantener intacta la explotación. o universitaria, tres hasta ahora, están pro-
La herencia entre los colonos del norte de Santa Fe 169

fundamente agradecidos a los hermanos que es la valoración del trabajo de los que se que-
se sacrificaron por ellos. daron en la chacra. Casi todos los miembros
En algunos casos, los que dejan la chacra de Santa Cecilia comparten la ideología de que
son los menores que permanecen solteros. no deben repartirse las cosas en partes iguales
Cuando los hijos que trabajan a la par del pa- porque ello es injusto. Este es uno de los prin-
dre se casan, por lo general esto origina un cipios fundamentales que regula la trasmisión
nuevo grupo doméstico en la explotación, y es de la propiedad y asegura la estabilidad de esta
interpretado como “plantar bandera” sobre la suerte de proceso “discriminatorio”. Los que
chacra. Muchos de los hijos de los colonos que se favorecen con este sistema consideran que
actualmente trabajan en la ciudad nos plan- hay que darle algo a los otros, pero siempre
tearon que hubieran preferido quedarse. Sin que hayan trabajado en la chacra. La indemni-
embargo, encontramos mayor disconformidad zación depende de la cantidad de dinero invo-
entre los que no consiguieron un trabajo “de lucrado en la trasferencia, ya que es este el que
oficina”. Los que se emplearon como obreros se reparte. Esta suma, sin embargo, no puede
industriales o como dependientes de comer- ser muy alta, dado que el precio de venta es el
cio nos manifestaron que les hubiera gustado precio fiscal, que es, en todos los casos, bas-
permanecer en la explotación porque es prefe- tante bajo. Cuando así ocurre, el padre usará
rible ser “patrón chico y no peón de grande”. el ganado o algún terreno en la ciudad, y de
La autonomía es uno de los valores que se ad- su venta o cesión obtendrá los medios para la
quieren siendo propietario y trabajando en el compensación. Pero esto también depende de
campo, donde la rigidez de los horarios es mu- otro principio de justicia caro a los habitantes
cho menor. Los hijos de colonos tienen cierta de Santa Cecilia: si el hermano que está en la
preferencia por trabajos que suponen una ma- ciudad o que dejó la chacra se encuentra en
yor autonomía, como camionero, viajante de una buena posición económica, se considera
comercio o artesano. que no debe recibir nada. Lo que se pone siem-
Que solo algunos se queden con la explota- pre en juego en la negociación es la “indemni-
ción no significa que los otros no reciben nada zación” y no la parcela. Es a este nivel que la
en concepto de herencia. Hay, sin embargo, sociedad pone sobre la mesa conceptos como
una suerte de regla general que no se discute y “justo” e “injusto”.
170 Eduardo Archetti - Antología esencial

En los últimos años, que han sido buenos por qué, para hacer el razonamiento inverso,
para el campo, se ha replanteado, sin em- no permitirían que sus mujeres reivindicaran
bargo, el problema de la herencia y princi- derechos sobre la herencia?
palmente la participación de las mujeres. Se Hasta ahora Santa Cecilia, y todo el Dorsal
suele escuchar que antes las mujeres se con- Agrícola con colonos descendientes de los
formaban con una vaquita servida flaca y que primeros italianos que vinieron del Friuli, se
ahora quizás esto comience a cambiar; que ha manejado en términos morales, aunque
el problema de la tierra no se discutía por- esto se tradujera en actos de consecuencias
que las mujeres se casaban con agricultores. económicas. Incluso la venta aparece como
En una sociedad típicamente agraria existía, un instrumento jurídico que evita los conflic-
en consecuencia, cierta reciprocidad que no tos que potencialmente originaría un juicio su-
ponía en peligro algunas reglas de juego. Por cesorio. Existe cierto convencimiento en los
ejemplo, de la generación de Santa Cecilia actores, pero de acuerdo con nuestra opinión,
nacida entre 1890 y 1920, o sea la de los pa- los colonos y sus hijos no están muy seguros
dres de los colonos actuales, 104 trabajaron de que lo que hicieron y hacen en materia de
como agricultores y solo 6 dejaron el campo herencia ha dejado satisfechos a todos. Existe
por otras ocupaciones. Si vemos las pautas virtualmente una alianza de hecho entre los
de casamiento para las mujeres nacidas en el padres y los hijos que van a recibir la tierra,
mismo período, encontramos que el 64 % se una coalición que reconoce una identidad
casaron con agricultores. Para la generación de intereses: tierra por cuidado, capital por
nacida entre 1920 y 1940 tenemos que solo 65 vejez sin angustias. En ese proceso, el otro
hijos de colonos nos quedan como agriculto- “bando” está constituido por los hijos e hijas
res y el resto, 34, dejan el campo. En la actua- que quedan fuera del proceso de circulación
lidad, por lo tanto, la situación ha cambiado, de bienes. Para mantener la familia integrada
y si aceptamos que un colono puede vivir el primer grupo elabora ciertas estrategias
(en caso de que los precios se mantengan) de indemnización, ciertas compensaciones
mucho mejor que un empleado o un obrero por derechos perdidos. Estamos firmemente
industrial, ¿por qué aceptarían estos sin pro- convencidos de que el desarrollo económico
testar que todo quede para sus hermanos, o puede producir ciertas fracturas en todo este
La herencia entre los colonos del norte de Santa Fe 171

proceso, pero, hasta ahora, Santa Cecilia pa- reciben la tierra. Este proceso no está exento
rece haber resuelto sin grandes conmociones de problemas, desajustes y tensiones emocio-
dicho “conflicto de intereses”. nales. Para el padre es muy difícil aceptar que,
Esta afirmación aparece claramente en el de un día para el otro, todas las decisiones pa-
efecto que tiene sobre la herencia el tamaño de sen a manos de los hijos. El padre, por lo ge-
las explotaciones. Ya dijimos que tanto el padre neral, conserva algo a su cargo y algún capital
come el hijo que recibe la herencia están inte- que puede administrar con cierta autonomía.
resados en mantener cierto nivel de vida. En Su responsabilidad puede ser encargarse del
el cuadro 6 vemos que, en Santa Cecilia, cuan- cuidado del ganado, trabajar en la chacrita,
to mayor es la cantidad de tierra que se tiene, en la huerta o en la quinta. La trasmisión de
mayor es la proporción de divisiones. Nuestra la propiedad y del control técnico no es un
predicción, en consecuencia, se encuentra de proceso armónico, que ocurra sin contradic-
algún modo como tendencia en el pasado y ciones, como tampoco lo es la relación entre
puede constituir una nueva pauta en el futuro. padres e hijos cuando tienen que compartir el
Hasta ahora hemos visto el proceso a par- mismo techo. Por lo tanto, la tendencia en San-
tir de las relaciones generales entre padres e ta Cecilia es construir al padre una casa en el
hijos. Hay otra dimensión que es importante pueblo o en la chacra, en el caso de que no lo
considerar: la relación entre padres e hijos que hubiera hecho.

Cuadro 6. División de la tierra par herencia según el tamaño de las explotaciones (porcentajes)
Hasta 72 hectáreas Más de 72 y hasta Más de 144 Total
144 hectáreas hectáreas
División de la 12,5 22,2 66,7 25,0
propiedad
No hay división de 87,5 77,8 33,3 75,0
la propiedad
Total 100,0 100,0 100,0 100,0
(8) (9) (3) (20)
172 Eduardo Archetti - Antología esencial

La herencia, en toda sociedad agraria, consti- capital en el campo argentino (Buenos


tuye uno de los mecanismos que aseguran la cul- Aires: Siglo XXI).
minación del ciclo de desarrollo doméstico me- Bartolomé, Leopoldo J. 1974 Sistemas de
diante el remplazo de los padres por los hijos al actividad y estrategias adaptativas en
frente del proceso productivo. Nuestro objetivo la articulación regional y nacional de
en este artículo ha sido demostrar de qué manera colonias agrícolas étnicas: el caso de
se elaboran ciertas estrategias y se regulan las re- Apóstoles (Misiones) (Posadas, Argentina:
laciones entre padres e hijos. Al mismo tiempo, la Facultad de Ciencias Sociales)
herencia aparece como una suerte de proceso pa- Bourdieu, Pierre 1972. “Les stratégies
ralelo e intersticial dentro de la sociedad global, matrimoniales dans le système de
y, así, puede ser visualizado como un mecanismo reproduction” en Annales, año 27, N° 415.
de articulación social. Nuestro análisis no debe Firth, Raymond 1961 We, the Tikopia. A
ser entendido como una suerte de postulado que sociological study of kinship in primitive
permite extraer conclusiones del tipo de: “Toda Polynesia (Londres: George Allen and Unwin).
vez que haya que resolver problemas de acumu- –––––––––––– 1970 Elements of social
lación de capital, la herencia aparecerá como un organization (Boston: Mass Beacon Press).
proceso que genera ciertos privilegios dentro del Fortes, Meyer 1970 Kinship and the social
grupo de descendientes”. Nuestro objetivo final order. The legacy of Lewis Henry Morgan
ha sido demostrar que se mantienen ciertas fron- (Londres: Routledge/Kegan Paul).
teras y existen ciertas discontinuidades institu- Leach, E. R. 1945 “Jinghpaw kinship
cionales, y que, por lo tanto, no hay una suerte de terminology” en Journal of the Royal
asimilación necesaria de los santacecilienses al Anthropological Institute, vol. 75.
orden normativo de la sociedad global. –––––––––– 1961 Pul Eliya. A village in Ceylon
(Londres: Cambridge University Press).
Wolf, Eric 1968 “Kinship, friendship, and
Bibliografía patron-client relations in complex
societies” en Michael Banton, ed. The
Archetti, Eduardo y Stølen, Kristi Anne 1975 social anthropology of complex societies
Explotación familiar y acumulación de (Londres: Tavistock Publications).
Economía doméstica,
estrategias de herencia
y acumulación de capital
La situación de la mujer en el norte
de Santa Fé, Argentina*

Eduardo P. Archetti y Kristi Anne Stølen

“Hasta ahora las mujeres sólo recibimos en una economía basada durante un largo periodo
herencia, algunas veces, una vaca flaca que ni de tiempo en el trabajo exclusivo de la familia
siquiera estaba preñada”. y del grupo doméstico. En segundo lugar, la he-
Declaración de una mujer en 1973. rencia aparecerá como un mecanismo de trans-
ferencia o “devolución” de bienes y derechos
en el que todo un conjunto de normas determi-

E l problema central en el artículo será el es- nan la situación de la mujer. En relación a esto
tudio de la situación de la mujer en el seno analizaremos la discontinuidad existente entre
de la economía rural y doméstica en el norte de un sistema normativo y una terminología bila-
la provincia de Santa Fe, Argentina. Luego de teral y la fuerte inflexión “patrilineal”, tratando
una breve presentación de algunas de las con- de demostrar por qué se crearon situaciones
ceptualizaciones recientes sobre la situación que no favorecieron a la mujer. Luego veremos
de la mujer en la esfera doméstica, trataremos cómo, a lo largo del tiempo, se generan un con-
de describir un proceso de cambio en el lapso junto de incongruencias mediante el abandono
de tres generaciones en relación a tres aspec- de la dote y el cambio en el sistema de alian-
tos: en primer lugar, el rol de la mujer en la dis- zas. En tercer lugar, discutiremos cómo estos
tribución y ejecución de tareas internas y res- dos aspectos aparecen vinculados al problema
ponsabilidades externas de representación en de la acumulación de capital en esa economía
doméstica y al proceso de reemplazo de fuer-
* Este trabajo fue publicado originalmente en Amé- za de trabajo por capital y fuerza de trabajo de
rica Indígena, Nº 2 Vol. XXXVIII, Nº 2, (México) abril- terceros. En esta situación la disfuncionalidad
junio, 1978. del trabajo femenino para la reproducción eco-
174 Eduardo Archetti - Antología esencial

nómica se hará más patente: si antes era impor- mayor valor y autoridad (1974:19). Esto condi-
tante retener fuerza de trabajo generada inter- ciona una básica asimetría entre hombre y mu-
namente ahora aparecerá como más relevante jer en relación a la producción, la autoridad y
su expulsión. En esa dirección, con el triunfo el poder, el acceso al control simbólico, la posi-
de la “modernidad”, ser “desheredada” ya no bilidad de pasar de status adscriptivos a status
es algo peculiar a la mujer que marca su incor- adquiridos, con consecuencias directas sobre
poración a una sociedad en condiciones de de- la personalidad y la concepción ideológica de
pendencia y discriminación, sino que será un la mujer como una anomalía. Rosaldo, obvia-
status compartido con la mayoría de sus her- mente, parte de la observación empírica de la
manos. La migración y el cambio de residencia situación del hombre y de la mujer en relación
dejarán de ser algo específico asociado con la a las dimensiones mencionadas para encontrar
diferenciación entre sexos para convertirse en que esto se expresa, quizás mejor se “cristaliza”,
un rasgo que explica la forma en que esa eco- en términos de una distinción tajante entre las
nomía y esa sociedad deben reproducirse en un esferas domésticas y públicas. Escribe:
contexto cada vez más capitalista.
[…] it will be seen that an opposition between
“domestic” and “public” provides the basis of a
Esfera doméstica versus structural framework necessary to idetify and
esfera pública explore the place of male and female in psyco-
logical, cultural, social, and economic aspects of
human life. “Domestic”, as used here, refers to
El modelo de explicación de Rosaldo sobre la
those minimal institutions and modes of activ-
situación de la mujer parte del reconocimiento ity that are organized immediately around one
de una suerte de rasgo “universal”: no sólo exis- or more mothers and their children; “public” re-
te en toda sociedad diferencias entre sexos sino fers to activities, institutions, and forms of as-
que las actividades del hombre, opuestas a las sociation that link, rank, organize, or subsume
de la mujer, se reconocen siempre como más particular motherchild groups (1974: 23).
importantes, y, por lo tanto, a través de formas
ideológicas y sistemas culturales los roles y las Una vez establecida esta distinción Rosaldo
actividades del hombre aparecen dotados de vuelve a su material empírico original para de-
Economía doméstica, estrategias de herencia y acumulación de capital 175

mostrar cómo en cada una de las dimensiones importante para su sobrevivencia en socieda-
se encuentra esa básica diferenciación. Una des pre-industriales, deja de ser una condición
conceptualización empírica no puede conver- importante cuando aparece el control artificial
tirse en teoría y mucho más si el razonamien- de la natalidad, los nacimientos espaciados, la
to es tautológico: existen diferencias porque familia nuclear pequeña, la alimentación indus-
hay esferas asignadas como compartimentos trial estandarizada y los jardines infantiles, lo
estancos y, al mismo tiempo, esas diferencias que permite que el hombre participe de esas ac-
te producen porque, precisamente, existen tividades (Gough, 1975). Esta conclusión está
las dos esferas. Rosaldo no explica cómo esas ya encerrada en el razonamiento de Rosaldo ya
diferencias fueron generadas históricamente que como un corolario lógico se puede pensar
aunque sostiene que la relación entre lo domés- que toda vez que disminuya la rigidez entre las
tico y lo público y sus variaciones empíricas esferas y la distribución fija de tareas, a lo largo
permitirá dar cuenta de situaciones diferen- de la línea divisoria de sexos, se crea una situa-
tes: cuando mayor la diferencia, cuando más ción más “igualitaria”. Sin una inversión com-
aisladas se encuentren las mujeres entre sí y pleta de roles, ese ambiente más “igualitario”
sometidas a la autoridad de un hombre en la se crea a partir del momento en que el hombre
casa será mayor su discriminación y más bajo participa en las actividades domésticas y la mu-
su status (1974: 36). Por otro lado, olvidando jer en la esfera pública.
cualquier otro tipo de consideración, puede ha- El problema con el modelo propuesto por
blarse de un “universal doméstico” definido de Rosaldo deriva mucho menos de su poder des-
la manera en que lo hace sólo si este se subor- criptivo que de la fuerza explicativa que su au-
dina al hecho biológico de que son las madres tora le atribuye. De lo expuesto anteriormente
las que dan a luz y alimentan a sus hijos y cui- se puede concluir que aceptadas, heurística-
dan de ellos hasta cierta edad. Como se lleva a mente, las diferencias entre las esferas el pro-
cabo esto es, sin lugar a dudas, un hecho social, ceso de investigación comienza allí, con ese
históricamente determinado, que tiene que ver problema, en el que tendremos que dar cuenta
con el modo como una sociedad resuelve ese de dos fenómenos al mismo tiempo: la gene-
problema. Se podría argumentar aquí que el ración histórica de esas esferas, es decir sus
cuidado prolongado de los niños, condición condiciones de producción, y sus posibilida-
176 Eduardo Archetti - Antología esencial

des de reproducción, es decir las posibilidades las esferas doméstica y pública adquieren su
de cambio o no. Razonar de otra manera sería cristalización y aparecen asociadas al énfa-
convertir una hipótesis de trabajo en algo que sis puesto en el matrimonio, la filiación, los
no es una teoría y que aparece como puramen- cultos a la fecundidad, las representaciones
te “formal” cuando, en la práctica, es generada vinculadas con la maternidad, los sobresaltos
por la pura observación empírica. Por lo tanto, que produce el adulterio, las prohibiciones
nosotros, podremos pensar en el norte de San- sexuales, el robo de mujeres, y el monopolio
ta Fe y en la situación de la mujer no en térmi- absoluto del hombre sobre el mundo externo
nos de la comprobación de una “teoría general” del poder, la autoridad y el intercambio de
de la distinción entre lo doméstico y lo público, mujeres y de bienes. Este tipo de análisis nos
sino partiendo de esa generalización empírica, permite manejarnos con este problema como
tal como se dan históricamente lo doméstico y algo históricamente condicionado: desde un
lo público y cómo dentro de ese contexto la re- momento en el que las esferas están débilmen-
lación entre sexos está sometida, a la vez, a la te cristalizadas, como es el caso de las socie-
constricción de lo universal y de lo particular. dades de recolectores y cazadores organiza-
En esta dirección, sin entrar en mayores das en bandas, hasta un momento de máxima
detalles, el intento de Meillassoux nos pare- cristalización, la aparición de sociedades de
ce más interesante y mucho más promisorio, agricultores organizadas a partir de linajes pa-
a pesar de los riesgos de convertir en un “tipo trilineales. Una vez que se llega a este nivel y
ideal” un determinado modo de producción con el cambio del contexto de reproducción
(1973). Este demuestra que los males comien- económica de ese modo de producción se en-
zan cuando se pasa a la protoagricultura y de tra en una situación en la que la cristalización
allí a la agricultura, es decir cuando las rela- entre las esferas tiende a disminuir relativa-
ciones de reproducción pasan a ser dominan- mente. En este artículo, por lo tanto, partire-
tes y es necesario disociarlas de las relaciones mos de la diferencia entre las esferas tratando
de producción.1 Es en ese momento en que
colectores y cazadores otros investigadores caracteri-
1 Paralelamente al desarrollo hecho por Meillassoux zaban de la misma manera esa situación (Draper, 1975;
sobre la situación de la mujer en las sociedades de re- Rohrlich-Leavitt, Sykes & Weatherford, 1975).
Economía doméstica, estrategias de herencia y acumulación de capital 177

de demostrar qué es lo que ocurre en el lapso por la unidad de explotación doméstica: auto-
de solo tres generaciones. suficiencia de tierra, medios de producción y
fuerza de trabajo. El acceso al crédito estará
determinado por los canales de comercializa-
Economía doméstica, ción predominantes: el acopiador privado es
estrategias de herencia y el principal comprador de los productos (tri-
acumulación de capital go, maíz, lino y maní) y, al mismo tiempo, el
proveedor del crédito. Los intentos de formar
La expansión de la frontera agrícola en la Ar- cooperativas de comercialización en la zona no
gentina, a partir de la segunda mitad del siglo tendrán éxito hasta el boom del algodón en la
pasado, pasa, fundamentalmente, por el acele- década del cuarenta.
rado proceso de colonización. El norte de San- A los efectos de describir la organización
ta Fe no escapa a ese proceso. Los colonos y del proceso productivo es necesario estable-
sus familias comienzan a asentarse a partir de cer una distinción entre esfera doméstica y
1872. La mayoría de ellos venían de la región economía doméstica. Por esfera doméstica, a
del Friuli, norte de Italia, incorporada en esa la manera de Rosaldo, entendemos el conjun-
época al imperio austro-húngaro. El acceso a to de actividades que transcurren en la unidad
la propiedad de la tierra se dio tempranamen- de residencia y que, por lo tanto, no tienen un
te, en condiciones de precios favorables, de tal impacto directo sobre el proceso productivo.
modo que el impacto de la renta como canon Obviamente, esta esfera cumple funciones
de arrendamiento, fenómeno que va a condi- esenciales de reproducción y mantenimiento
cionar el desarrollo y el sistema de relaciones de la continuidad del proceso productivo en
sociales de producción de la pampa húmeda, tanto permite la reposición de energía y la ex-
fue inexistente. A partir de esta situación cada pansión de la unidad de producción (desarrollo
familia pudo acceder a una parcela cuyo tama- del ciclo doméstico). Por economía doméstica
ño podía ser de 36 o 72 has. Las chacras de 144 entendemos el conjunto de actividades produc-
has., un lote, fueron escasas. Todo el periodo tivas aseguradas por un grupo de productores
que va desde la implantación hasta la incorpo- organizados alrededor del parentesco (familia)
ración del algodón en 1936 va a estar signado o alrededor de la coresidencia (grupo domés-
178 Eduardo Archetti - Antología esencial

tico propiamente dicho) en donde el acceso a les de producción no estarán determinadas por
los recursos y la utilización de los mismos está las relaciones de reproducción.
definido por la posición en esos sistemas de Esta distinción no está presente en la con-
relaciones. Por lo tanto la economía domésti- ceptualización de Rosaldo y, en consecuencia,
ca encapsula la esfera doméstica cuando es la el concepto de esfera doméstica se convierte
forma de producción predominante, o la esfe- en una suerte de “operador universal”. Nadie
ra doméstica aparecerá totalmente divorciada, puede negar que en cualquier tipo de sociedad,
en el tiempo y en el espacio, de las actividades con o sin predominio de la economía domésti-
productivas cuando el acceso y la utilización ca, hay una distinción entre la esfera interna y
de los recursos no está vinculada ni al paren- la esfera externa en donde transcurren no solo
tesco ni a la coresidencia. En la primera situa- los procesos económicos sino también los pro-
ción, por lo tanto, las relaciones de reproduc- cesos y mecanismos básicos de asignación de
ción juegan un rol central en el desarrollo de poder y autoridad. Reducido el rol de la mujer
las relaciones sociales de producción. Para que al espacio doméstico se podrá hablar de una si-
exista un alto grado de isomorfía, las variacio- tuación de dominación “eterna”. Por el contra-
nes en la reproducción, fundamentalmente ex- rio, una clara distinción entre esfera doméstica
presadas en el tamaño y en la composición por y economía doméstica nos permitirá observar
sexo y edad de los grupos, deben condicionar los cambios que se producen y los efectos de
el acceso a los recursos productivos, en otras “sobredeterminación” sobre cada una de ellas.
palabras, cada modificación en esta dimensión En esta primera etapa el rol de la mujer no
debe estar acompañada por modificaciones en estaba reducido a la esfera doméstica. Por el
la cantidad de tierra y de medios de producción contrario, todo un conjunto de actividades pro-
(sin entrar en el problema de la intensidad de ductivas, desde el trabajo con los bueyes, aran-
trabajo, aspecto crucial en la teoría de Chaya- do o cultivando, hasta la cosecha, requerían
nov). Una vez que estas relaciones se rompen, del trabajo de la esposa y de sus hijas mayores.
es decir cuando la tierra y los medios de pro- Esta participación, sin embargo, era definida
ducción adquieren las características de una como algo “transicional”: a medida que el desa-
mercería, la viabilidad y la isomorfía de las dos rrollo del ciclo doméstico permitía la entrada
dimensiones desaparece: las relaciones socia- de los hijos varones al proceso productivo el
Economía doméstica, estrategias de herencia y acumulación de capital 179

rol de la esposa y de las mujeres quedaba re- […] in every sparsely populated regions where
ducido a la esfera doméstica. Aquí es necesa- shifting cultivation is used, men do litle farm
rio establecer una distinción entre dos esferas work, the women doing most. In somewhat more
productivas que van a cruzar las otras áreas densely populated regions where the agricultur-
al system is that of extensive plough cultivation,
presentadas anteriormente: la esfera de pro-
women do little farm work and men do much
ducción de valores de cambio. La producción
more. Finally, in the regions of intensive culti-
de valores de uso, legumbres en la chacrita, vation or irrigated land, both men and women
frutas en el huerto, carne de ave en el galline- must put hard work into agriculture in order
ro y carne de cerdo en el chiquero, es trabajo to earn enough to support a family on a small
exclusivo de las mujeres y, eventualmente, de piece of land (1970: 35).
los hijos menores. La participación de la mujer
en la producción de valores de cambio, los pro- En relación a la división sexual del trabajo la
ductos que se comercializan, es transitoria ya posición de la mujer en las diferentes socieda-
que es el dominio de los hombres. des agrarias puede caracterizarse a partir del
Boserup, antes que Meillassoux, sugirió que tipo de agricultura: en las regiones donde pre-
el trabajo femenino y masculino en diferentes domina la agricultura itinerante la mayor parte
sistemas agrícolas está relacionado a densidad del trabajo agrícola es hecho por la mujer, por
de la población, tecnología y tipo de cultivo lo tanto, ésta solo tiene un limitado derecho a
(1970).2 Su tesis es la siguiente: ser mantenida por el esposo, tienen mayor li-
bertad de movimiento, mayor independencia
económica, y es posible esperar, en términos
2 Es necesario recalcar que los puntos de partida de de parentesco y pautas matrimoniales, una ma-
Boserup y Meilllassoux son diferentes porque los pro-
blemas son diferentes: en un caso lo central es la situa-
ción de la mujer en el proceso productivo, en el otro
la situación de la mujer aparece englobada en la discu- relaciones en las que esos factores son centrales. Esto
sión y análisis de un modo de producción específico. último aparecerá como evidente cuando se piensa en la
En esa dirección el concepto de modo de producción hipótesis de ambos: un determinado tipo de agricultura
va más allá que las determinaciones que provienen de produce cambio en la situación de la mujer. Curiosa-
la densidad de la población, de la tecnología y del tipo mente, Meillassoux no cita en el texto ni comenta al
de cultivo, aunque, obviamente, existen un conjunto de final el libro de Boserup.
180 Eduardo Archetti - Antología esencial

yor incidencia de la poligamia y del pago del sociedad basada en la tecnología del arado,
futuro esposo a su familia por su novia y futura en el cultivo de cereales y otros cultivos, en
esposa. Por el contrario, en las sociedades don- un uso extensivo del suelo por la escasa den-
de la agricultura está basada en el arado y en el sidad de población, en donde la mujer realiza,
cultivo fijo de una parcela las mujeres realizan esencialmente, tareas en la esfera doméstica
menos actividades agrícolas que los hombres, y en el ciclo de producción de valores de uso,
siendo su posición económica dependiente de la monogamia, la endogamia y la prohibición
los ingresos de su esposo, definiéndose, norma- de las relaciones sexuales premaritales apare-
tivamente o legalmente, la obligación de éste cen como los aspectos centrales de la relación
de mantener su esposa y sus hijos mientras el entre sexos. Es en este contexto, por lo tanto,
vínculo matrimonial se mantenga, siendo, en que tenemos que plantearnos el problema de la
consecuencia, posible encontrar sólo una esca- herencia y de la dote. En esta dirección, Goody,
sa incidencia de matrimonios polígamos y, al en un conjunto de artículos, plantea la necesi-
revés que en el caso anterior, es la novia que a dad de relacionar aspectos del parentesco y del
través de la dote realiza una importante contri- matrimonio a diversas formas de producción,
bución en el momento del casamiento (1970). el predominio de la azada versus el predominio
Al mismo tiempo, Boserup, señala que esta del arado. Su modelo de investigación y de po-
básica diferenciación se expresa, claramente, sibles nexos causales es el siguiente: forma de
a nivel de la organización social de la produc- producción y pautas de transmisión de la pro-
ción y el acceso al control y uso de la tierra: la piedad, como variables más independientes, y
agricultura itinerante aparecerá asociada a las formas de matrimonio y de parentesco como
organizaciones tribales o de linajes, y la agri- las variables más dependientes (1969, 1970,
cultura de arado a la propiedad privada de la 1971, 1973, 1976). Habiendo descrito, sumaria-
tierra (1970: 27).3 mente, el proceso productivo entre los colonos
Volviendo a nuestro caso del norte de Santa santafesinos, a continuación, discutiremos las
Fe, la descripción de Boserup se ajusta a una pautas de herencia.
El sistema de producción basado en la ex-
plotación familiar privada, es decir no sola-
3 Este conjunto de relaciones han sido comprobadas
estadísticamente por Goody (1976). mente se tiene derecho a usar un pedazo del
Economía doméstica, estrategias de herencia y acumulación de capital 181

suelo sino a gozarlo plenamente, venderlo, el momento del casamiento, y la cantidad, par-
fraccionario, etc., podemos oponer el modelo tes iguales o no, varían sensiblemente y dan
de la explotación familiar comunal, en donde cuenta de las posibles estrategias abiertas a
el uso no implica el goce absoluto y, en con- los actores sociales. Una vez que pasamos del
secuencia, es posible esperar la aparición de sistema de normas a las estrategias entramos
mecanismos específicos de control y redistri- en un terreno fructífero de análisis, a saber, la
bución que son, esencialmente, supra-familia- incidencia de las estrategias sobre el proble-
res y supra-domésticos. El sistema predomi- ma de la reproducción de las unidades econó-
nante en el norte de Santa Fe, por lo tanto, no micas en consideración. Nuestro análisis se-
permite la aparición de formas de propiedad guirá esas dos vertientes, tomando como una
y residenciales que incluye un compuesto de variable dependiente importante el proceso
familias con algún nexo de parentesco, hu- de acumulación de capital que se desarrolla
manos, yerno-cuñado o primos, o el manteni- a partir del boom algodonero de la década del
miento de formas de descendencia unilatera- treinta. Obviamente el sistema de herencia no
les en donde la propiedad es transmitida en- explicará toda la variación del fenómeno pero
tre miembros del mismo sexo.4 Esta forma de sí podremos demostrar que sin éste el efecto
producción aparece asociada estrechamente en espiral del resto de los factores no hubiera
a sistemas de parentesco “bilaterales” en don- sido posible.5
de la propiedad del suelo y los bienes se distri- El artículo 3565 del Código Civil argentino
buyen tanto a hombres como a mujeres. Una establece claramente que los hijos legítimos
mujer, en consecuencia, puede recibir una del propietario, sean de uno o de varios ma-
herencia de su padre como de su madre y lo trimonios, lo heredan por derecho propio y
mismo ocurrirá con el hombre. La forma, en
vida o la muerte, el tipo, dinero o tierra, por
ejemplo, la circunstancia, antes, después o en 5 Nuestro análisis del sistema de herencia ha sido ins-
pirado por los trabajos pioneros de Barnes (1957), Cray
(1964), Arensberg & Kimball (1961), Bourdieu (1972),
4 En nuestro trabajo de campo en Santa Cecilia sólo Cole & Wolf (1974), Nakane (1967), Homans (1960) y Le
el 12.9% compuestas. Las familias elementales predomi- Roi Ladurie (1972). Libros recientes con aportes impor-
naban: 51.7% (Archetti & Stølen, 1975: 54). tantes son los de Goody et al. (1976) y Peristiany (1976).
182 Eduardo Archetti - Antología esencial

en partes iguales. En el caso que no hubiera obtención de algún tipo de consenso prelimi-
descendientes los ascendientes pueden here- nar. La ausencia de participación en el acto
dar y en el caso que estos hubieran fallecido, de donación se refuerza a través del artículo
la ley autoriza a buscar herederos colateral- 3 345 que establece que las herencia futuras
mente. El sistema de herencia argentino es, no pueden aceptarse ni repudiarse; la acepta-
por lo tanto, vertical (lateral por exclusión), ción o la renuncia sólo pueden hacerse des-
generalizado, en el sentido que todos los he- pués de la apertura del juicio sucesorio o de
rederos potenciales tienen derecho a una la lectura del testamento. Esto, obviamente,
parte proporcional e igual sobre los bienes, implica que desde el punto de vista del “he-
y sistemático. El sistema normativo aparece redero desheredado” por la donación en vida
como el ideal del colono, lo que debe hacer- solo se convierte en “heredero” y en “herede-
se si se puede. A este nivel no existe ningún ro desheredado” a la muerte de su padre o de
tipo de discontinuidad normativa. Pero “una su madre o de ambos. Durante todo ese tiem-
vez hecha la ley hecha la trampa”. El Código po no tiene derecho a iniciar ninguna acción
admite diferentes formas de transmisión de judicial, cualquiera que sea, o a reclamar por
los bienes, en vida o a la muerte del posee- sus derechos legítimos ya que, por definición,
dor (juicio sucesorio normal o testamento). sólo existen en estado “potencial”.
Cuando se hace en vida la transacción se La donación, sin embargo, no va a aparecer
conoce con el nombre de “partición por do- como la forma generalizada de transmisión.
nación”. Si a través de ésta quedan excluidos El método de herencia más utilizado va a ser
algunos de los herederos sólo pueden protes- el acto de compra y venta: el padre vende la
tar cuando se produce la muerte del donante. propiedad y algunos de sus hijos o uno solo la
Esto significa en la práctica que si el colono compran. Hay una creencia generalizada en el
decide transmitir sus bienes en vida puede norte de Santa Fe que asocia la compra y ven-
hacerlo poco menos que a voluntad ya que ta a un acto de cesión definitivo. Los colonos
los que fueron “desheredados” sólo pueden creen que, de esa manera, se elimina el dere-
iniciar acción judicial a su muerte. Es decir cho a la futura acción judicial por parte de los
que para esta transacción no es importante ni que no fueron incluidos en la transferencia. El
la participación de todos los herederos ni la Código Civil, sin embargo, clasifica este acto
Economía doméstica, estrategias de herencia y acumulación de capital 183

como un adelanto de la herencia siendo, por lo Cuadro 1. Formas de transmisión de la tierra de


tanto, legítimo que a la muerte del donante los padres a hijos desde 1910 hasta 1973
que fueron excluidos de esa operación pueden
Venta
solicitar la parte que les corresponde. Esta ac- a) Directa 50
ción judicial tiene validez jurídica solo si en la b) Por terceros 22
transferencia de la propiedad consta que todos
los herederos potenciales prestan su confor- Transmisión gratuita
c) Donación 4
midad y firman conjuntamente en el boleto de d) Juicio sucesorio 24
compra y venta. 100 (50)
Veamos nuestros hallazgos empíricos: el 73%
de las transmisiones de la propiedad se hicie-
ron en vida del padre y solo el 27% a su muerte. Unas pocas palabras para la venta a través de
La explicación para el 80% de estos últimos ca- terceros. Esta práctica aparece como predomi-
sos reside en la muerte prematura del padre o nante hasta 1935 y está asociada, otra vez, a una
de la madre. El 20% restante puede explicarse creencia. Los colonos piensan que vendiendo
por la estrategia elegida por el propietario, en a un tercero, un buen amigo por lo general, y
todos los casos asociada a un “exceso de auto- éste a su vez vendiendo a sus hijos el acto de
ritarismo”. A los efectos de tener una visión his- cesión de bienes se legitimiza totalmente. Es-
tórica más completa del modo de transferencia tamos frente a una suerte de “epidemia”, una
confrontamos la información recibida con las cierta “fiebre” por utilizar este método de trans-
escrituras que se encuentran depositadas en el ferencia. ¿Cómo explicarlo? Nosotros estamos
Registro de Propiedad de la Provincia de Santa firmemente convencidos que la moda fue im-
Fe, de tal modo que los “errores” fueron total- puesta por algunos escribanos locales que, de
mente minimizados. Si pasamos ahora a las for- esta manera, podían hacer dos escrituras y
mas de transmisión vemos que la estrategia de cobrar dos veces honorarios. ¿Por qué? Como
compra y venta es claramente predominante, las ventas se hacían en menos de un año de in-
siendo la donación en vida una transacción que tervalo (dos años como máximo) y, en varios
casi no se utiliza. casos, en menos de un mes, desde el punto de
vista del Código Civil carecían de validez en lo
184 Eduardo Archetti - Antología esencial

que respecta a la extinción de los derechos de Veamos más de cerca el problema principal
los potenciales heredados no beneficiados por de este artículo: qué ocurre con las mujeres. Al
esta operación. Por lo tanto, el objetivo “cons- comienzo hablamos de inflexión patrilineal en
ciente” de los colonos no podía instrumentarse este sistema, término sugerido por Leach que
plenamente a través de esta acción. no expresa la existencia de patrilinealidad en
Pero, ahora bien, ¿por qué esa “fiebre” ter- un sentido técnico y preciso del término (1974).
mina? Es interesante relatar el “trágico” fin de Como suele ocurrir muy a menudo el “ideal” es
esta costumbre en la década del treinta. Varios solamente eso, es decir aparece enfrentado a
informantes coinciden en afirmar que este tipo la realidad de una práctica, es la exclusión de
de transacción dejó de hacerse en la colonia las mujeres de la propiedad de la tierra. En tér-
estudiada, y seguramente en la zona, cuando minos ideológicos incluso la propiedad actual
un productor perdió su tierra y con ello sus hi- no se define como “la propiedad de la sociedad
jos quedaron totalmente desposeídos. La his- conyugal”, de acuerdo con la definición estricta
toria es la siguiente: el padre vendió la tierra del Código, sino como propiedad del “jefe de
a un buen vecino e íntimo amigo (“excelente familia”. Esta ideología, obviamente, aparece
compadre”) quién se comprometió a volver a reforzada en el tiempo por la forma de orga-
venderla a los hijos de aquél en un plazo de nizar la producción y por el control exclusivo
seis meses. En ese ínterin tanto el padre como del hombre sobre la esfera de producción de
el amigo murieron. Los hijos del vecino y com- valores de cambio. Esto, sin embargo, es ab-
padre tenían pleno conocimiento del compro- solutamente congruente con nuestro punto
miso profundo contraído por el padre pero no de partida: en este tipo de sociedad agraria la
lo reconocieron y se quedaron con el pedazo herencia de las mujeres aparecerá cristalizada
de tierra alegando que fue comprada “solo” en la dote. Por lo tanto en este punto es impor-
para agrandar la propiedad. Los “riesgos” na- tante preguntarse qué ocurrió con este meca-
turales y sociales que involucraba la venta a nismo de “devolución”, pero antes es necesario
través de terceros quedaron al descubierto y preguntarse por el significado ideológico de la
desde ese momento los colonos abandonaron práctica de la herencia hecha en vida.
esa práctica con la misma facilidad con la que Para los colonos, para los hombres, juicio
la adoptaron. sucesorio aparece claramente como una ame-
Economía doméstica, estrategias de herencia y acumulación de capital 185

naza al principio que la tierra debe circular les, botines, zapatos, medias, tijeras, hilo de
entre ellos ya que no es posible predecir de coser y de bordar, cubrecamas, frazadas, al-
antemano el comportamiento de las hijas y de mohadones de pluma, telas, pullovers, echar-
los yernos. Los colonos piensan, por lo tanto, pes, distintos tipos de telas ropa de niños y
que haciendo la venta directa o a través de joyas (información resumida del análisis de
terceros en el pasado eliminaban los proble- documentos de dote). Cada uno de esos ítems
mas futuros que podrían surgir en el seno de adquirían un valor monetario y el total era, al
la familia por la ambición “desmedida” de los mismo tiempo, la dote y la herencia. Al final
que no reciben la propiedad. Si hemos demos- de los documentos se escribía: “recibí cuanto
trado en párrafos anteriores que esa práctica se detalla en la presente lista como dote con
carece de toda validez jurídica cómo es posi- motivo de mi casamiento y para constancia lo
ble explicar que en casi un siglo esa sociedad firmo conjuntamente con mi esposa y dos tes-
no haya producido ambiciones “desmedidas”, tigos”. Obviamente, el que firmaba y daba su
no haya estado bajo la amenaza de las “pasio- conformidad era el esposo de la hija, quién,
nes materiales”, no haya sucumbido bajo la de esa manera, dejaba expresa constancia del
presión del “interés” de los “extraños” que se ingreso de la “herencia” de la mujer en la so-
llevan las hijas? ciedad conyugal. De algún modo la dote fun-
Una primera explicación radica en la exis- cionaba para eliminar “moralmente” a yerno
tencia de la dote. La dote, “dotar a las hijas en tanto “enemigo potencial” del “linaje”. A
al casarse”, es una práctica común en todo el través de la dote lo que se conseguía era eli-
norte de Santa Fe (aquí común no debe enten- minar una persona de la asignación principal
derse por algo “generalizado” ya que, desgra- de recursos en esa economía: la tierra y la ma-
ciadamente, no pudimos someter la informa- quinaria. La dote, sin embargo, significa algo
ción obtenida a chequeos sistemáticos sino diferente en diversas sociedades campesinas:
solo en los casos que los documentos de dote en algunas es realmente una “devolución”, es
se guardaron). Una dote significaba: una cómo- decir traducida la cantidad de bienes a valores
da, un baúl, doce sábanas, manteles de mesa, monetarios significa una parte alícuota de la
servilletas, toallas, fundas, corpiños, camisas, herencia total, e implica un largo proceso de
pañuelos, enaguas, vestidos, sacos, delanta- ahorro y, en muchas circunstancias, produce
186 Eduardo Archetti - Antología esencial

futuros endeudamientos. En el norte de Santa Cuadro 2. Tipos de casamiento para mujeres


Fe la dote aparece cumpliendo funciones sim- nacidas antes de 1920 y entre 1920-1940.
Por ciento
bólicas, nos atreveríamos a decir como una
mezcla de “moralidad”, cierta obligación del Antes de 1920 Entre 1920-1940
padre para con todos los hijos, e ideología, ya Casadas con 70 49
agricultores
que al traducir los bienes entregados a valo-
Casadas con 23 40
res monetarios la cifra que se obtiene es tan
no agricultores
ridícula como el listado mismo. Dotar no era
Solteras 7 11
ningún esfuerzo ni implicaba, por supuesto,
100 100
ningún, proceso de endeudamiento. (134) (102)
En la actualidad, sin embargo, la dote ha
desaparecido y su importancia a partir de la
década del veinte ha sido decreciente. Pero Toda una serie de cambios van a ocurrir en esa
a la dote nada lo reemplaza. Lo que existe es sociedad a partir del boom algodonero que co-
algo vago que se conceptualiza como “ayu- mienza en 1936. El algodón se va a convertir
da” cuando las hijas se casan y se van al pue- en el principal producto y su precio desde 1938
blo, pero no cuando las hijas se casan con un hasta 1963 es sumamente favorable. Esta ex-
agricultor y se quedan en el campo. Esto nos pansión es un producto del crecimiento indus-
permite inferir que a lo largo del tiempo el trial textil, de un aumento de la demanda del
tipo de casamiento ha jugado un rol central: algodón, de un aumento del consumo de ropa
en el pasado predominaron los casamientos per cápita y de la política proteccionista del go-
con agricultores que traían tierra a la “socie- bierno peronista. La introducción del algodón
dad conyugal”, en la actualidad predominan significa dos procesos concomitantes: la incor-
los casamientos con no agricultores que sólo poración de fuerza de trabajo asalariada para la
traen una “ocupación” y ciertas perspectivas cosecha y la paulatina capitalización. La capita-
de vida. La “ayuda” aunque escasa reempla- lización se expresa en un considerable aumen-
za a la dote. Los datos que incluimos en el to del capital constante en las explotaciones
cuadro siguiente muestran claramente esta marcado por la tractorización y mecanización
tendencia. de las tareas. Los bueyes desaparecen en la dé-
Economía doméstica, estrategias de herencia y acumulación de capital 187

cada del cincuenta y con ellos la necesidad de quedara entre los hombres (padres, hijos y es-
mayor fuerza de trabajo. Si antes era importan- posos). Es importante indicar que este proceso
te producir y retener la fuerza de trabajo fa- genera un conjunto de valores que se cristali-
miliar ahora es crucial expulsarla, y no sólo se zan en una “ética de la herencia”. Las mujeres
expulsa a las mujeres a través del casamiento aceptan esto como normal ya que es el esposo
sino también se expulsa a los hijos sobrantes. el que les garantizará el futuro económico. La
Este proceso aparece claramente en el cuadro división entre esfera doméstica y economía
que incluimos a continuación en donde se ve doméstica, entre esfera de producción de va-
cómo crece en el tiempo la cantidad de hom- lores de uso y esfera de producción de valores
bres no agricultores que se ven obligados a mi- de cambio, tiende a reproducir esos mecanis-
grar. Este cambio estará acompañado por una mos ideológicos. En ese sistema es importante
brusca reducción del tamaño de las familias: el detenernos en la situación de las hijas que no
tamaño promedio de las familias hasta 1920 era se casan y que, en consecuencia, no pueden
de 8,5 mientras que el tamaño promedio de las abandonar la explotación. Las hijas solteras se
familias para los padres nacidos entre 1920 y “heredan” con la propiedad, es decir que los hi-
1940 es de 5. jos o el hijo que reciben la tierra quedan con la
responsabilidad de mantenerlas y alimentarlas
Cuadro 3. Tipo de ocupación de los hombres hasta su muerte o hasta un casamiento poste-
nacidos antes de 1920 y entre 1920-1940. rior. Resumiendo: dotes escasas, hijas solteras
Por ciento
que se “heredan”, tierra para los hombres, ven-
Antes de 1920 Entre 1920-1940
tas ficticias sin ningún valor monetario, fueron
Agricultor 89 64
mecanismos que permitieron que la propiedad
No agricultor 11 36 no se pulverizara y que, por lo tanto, a cada
100 100 traspaso generacional no solamente se mantu-
(116) (89)
viera una unidad económicamente viable sino
que también los excedentes monetarios a obte-
En una sociedad en la que la principal ocupa- ner no se destinaran a comprar la tierra (pagán-
ción era la de agricultor, la dote, en tanto me- dole al padre o indemnizando a los hermanos).
canismo de devolución, permitía que la tierra El proceso rápido de capitalización, a partir de
188 Eduardo Archetti - Antología esencial

la década del cuarenta, es posible por estas re- doméstico que se hará cargo de ella pasa por
laciones pero al mismo tiempo, abrirá algunas una migración creciente del excedente pobla-
brechas en el sistema. cional sólo compensado en parte por la reduc-
El peso de la capitalización descansó en la ción del tamaño de la familia. En ese contexto
eliminación de las mujeres de la propiedad de lo que era peculiar a una época, solo las hijas
la tierra. Los datos que incluimos en el cuadro eran desposeídas de la tierra, desaparece en la
4 nos indican claramente esa tendencia: solo actualidad. La situación de las mujeres se asi-
en dos casos, el 10%, la tierra fue para las hijas. mila y se parece a la situación de los hijos que
En un caso se trataba de una hija única y en el van a las ciudades. Veamos cuáles serán las
otro los hijos habían migrado a la ciudad por- consecuencias de este proceso.
que el padre había comenzado a invertir los ex-
cedentes monetarios en una desmontadora de Cuadro 4. Cantidad de tierra recibida por hijos
algodón. La desmontadora podía absorber el e hijas, por ciento
trabajo de todos pero no la chacra. La ideolo- Hijos 85
gía y la praxis “patrilineal” necesita que el co- Hijos/hijas 5
lono tenga hijos e hijas: cuando solamente hay Hijas 10 (100)
hijas no hay, aparentemente, ningún problema
en “traicionarla”. La herencia aparecerá, por
lo tanto, sometida a un conjunto de presiones Un hecho peculiar en el norte de Santa Fe, algo
que provienen del desarrollo del ciclo domés- que todavía no se discute es la “valorización”
tico y del modo de producción en general. Las del trabajo de los hombres. En ese sentido ad-
garantías que provenían del hecho que todo quiere relevancia lo que habíamos presentado
hombre podía recibir tierra han desapareci- anteriormente como la “ética de la herencia”:
do en la actualidad por el simple hecho que es injusto repartir todo en partes iguales. Esta
la tierra es un factor de producción limitado y ideología funciona cuando esa sociedad puede
no reproducible. El norte de Santa Fe no sólo efectivamente absorber el trabajo de los hom-
“expulsa” a las hijas sino que necesita expul- bres, una vez que esto no es posible algunos
sar a los hombres que sobran: la reproducción hijos aparecerán sacrificándose. Hay un dicho
de la explotación y de la viabilidad del grupo que resume esta situación: “es preferible ser
Economía doméstica, estrategias de herencia y acumulación de capital 189

patrón chico que peón de grande”. Las reglas cierta identidad de intereses: tierra por cuida-
de “reciprocidad” existente comienzan a rom- do durante la vejez, por un lado, e inversión
perse y con ello aparecen las indemnizaciones en trabajo que se retribuye en determinado
a los hijos que se van. Las indemnizaciones, momento, por el otro. En este proceso el otro
es necesario señalarlo, no expresan siempre “bando” ha sufrido sensibles modificaciones
partes alícuotas pero suelen ser considerables ya que no está solamente constituido por mu-
en algunos casos y muy cercanas al ideal de la jeres sino por las hijas e hijos que no recibirán
herencia bilateral. La presión de los hijos está la tierra, sus mejoras, el capital en maquina-
acompañada, en la actualidad, por una mayor ría e instalaciones y un futuro mejor que el de
presión de las hijas. Es común escuchar ahora un empleado u obrero urbano. Para mantener
que antes las mujeres se conformaban con una la familia integrada, evitando juicios y la des-
vaquilla pero que ahora no es así. En la actua- trucción de la propiedad, el primer grupo no
lidad, por lo tanto, la situación ha cambiado y sólo ha obtenido consenso a través del respe-
si aceptamos que un colono puede vivir mucho to y aceptación de ciertos principios morales
mejor que un empleado o un obrero industrial, sino que, cuando esto es posible, ha seguido
por qué estos aceptarían sin protestar dejar estrategias diferentes, básicamente la com-
todo para sus hermanos, o por qué, para exten- pensación simbólica antes y menos simbólica
der el mismo razonamiento, no permitirían que en la actualidad por los derechos perdidos. Si
sus mujeres reivindicaran derechos sobre la en todo este proceso la situación de la mujer
herencia de sus padres? era la más difícil, la menos privilegiada, ahora
Obviamente, hasta ahora, en la región esta no es más así y sus quejas y reclamos son los
situación no ha producido grandes conflictos de sus hermanos desposeídos.6
dentro de la “moralidad” de la explotación fa-
miliar. La venta, incluso, aparece como una
herramienta a nivel ideológico que evita po- 6 El caso del norte de Santa Fe es importante para
tenciales conflictos anticipándose al juicio indicar un aspecto metodológico que nos parece cen-
tral en toda investigación sobre la situación de la mu-
sucesorio. Existe virtualmente una alianza de jer. Si se parte siempre de una suerte de presupuesto
hecho entre los padres y los hijos que van a re- ideológico, al estilo Rosaldo, la situación de domina-
cibir la tierra, es una “coalición” que reconoce ción de la mujer, se puede perder de vista el problema
190 Eduardo Archetti - Antología esencial

Si ahora volveremos a nuestro punto de jer no participa más de la esfera de valores de


partida, la distinción entre esfera doméstica cambio, el tractor y la mecanización han pro-
y economía doméstica, es imprescindible se- ducido su paulatino y total alejamiento, pero
ñalar algunos cambios importantes. Nuestra sigue a cargo de la esfera de valores de uso y
descripción inicial enfatizaba la participación de la esfera de valores de cambio, el tractor y
transicional de la mujer como productora de la mecanización han producido su paulatino y
valores de cambio y su dominio exclusivo: la total alejamiento, pero sigue a cargo de la esfe-
producción de valores de uso. Al mismo tiem- ra de valores de uso y de la esfera propiamente
po señalamos que la esfera doméstica jugaba doméstica. Su situación en términos de trabajo
un papel central en la reproducción de la fuerza físico ha mejorado sensiblemente, así como su
de trabajo. Los cambios son evidentes: la mu- definición de “reproductora permanente” de
la fuerza de trabajo del grupo doméstico. Una
mujer en el norte de Santa Fe no está conde-
de la dominación en sí y de las complejas relaciones
que, en el seno de un grupo doméstico, se establecen
nada a tener de siete a doce hijos y esto, sin
entre padres e hijos, esposo y esposa, hermanos y her- lugar a dudas, es también una situación más
manas. La asignación de autoridad y de recursos es un favorable para el uso de su tiempo y de su cuer-
proceso sometido a varios dilemas que provienen no po. Paralelamente ya no está “condenada” a ser
solo del grupo sino de las formas en las que se repro- la mujer de un agricultor, puede migrar a las
duce al hacerlo reproduce las condiciones externas
e internas. El problema de la dominación trasciende, ciudades, educarse y trabajar (darles una edu-
obviamente, separaciones artificiales entre esfera do- cación a las hijas es un nuevo valor en el norte
méstica/esfera pública y debe vérselo en relación a de Santa Fe). La desaparición de la dote marca,
sistemas de estratificación social que cruzan esa esfe- por lo tanto, su ingreso a un nuevo sistema de
ra. Más adelante veremos que la situación de ser mujer
relaciones, así como la desposesión de la pro-
tiene que calificarse no solamente por el tipo de explo-
tación sino por el rol dentro de la familia y dentro de piedad ya no es algo definitivamente asociado
la sociedad global ya que no se es mujer a secas, sino al hecho de ser mujer.
“mujer campesina”, “mujer colona” o “mujer intelec- Nosotros no pretendemos negar la existen-
tual urbana”, por ejemplo, o “mujer de clase obrera”, cia de la esfera doméstica como algo, todavía,
“mujer de clase media” o “mujer de clase alta”. Lo que
definido como “femenino”. Lo que es impor-
se aprende en un curso introductorio de sociología
suele, luego, olvidarse muy fácilmente. tante señalar nuevamente son los cambios
Economía doméstica, estrategias de herencia y acumulación de capital 191

en el modo de articulación, en el encapsula- Bibliografía


miento, con la economía doméstica. Si, an- Archetti, Eduardo p. y Kristi Anne Stølen 1975
tes del periodo de la capitalización y cambio Explotación familiar y acumulación de
tecnológico, la esfera doméstica determinaba capital en el campo argentino (Buenos
un conjunto de procesos de asignación de re- Aires: Siglo XXI).
cursos en el seno de la economía doméstica, Arensberg, Conrad & Solon T. Kimball 1961
en la actualidad el trabajo muerto tiende a su- Family and Community in Ireland, Peter
plantar gran parte del trabajo vivo y con ello Smith: Glucester, Mass.
aparecen ciertas disfuncionalidades entre los Barnes, J. A. 1957 “Land Rights and Kinship in
dos dominios. El problema de la reproducción Two Bremmes Hamlets”, The Journal of the
de esa economía no pasa, necesariamente, por Royal Anthropological Institute, vol. 87,
la reproducción del grupo doméstico sino por part I: 31-56.
la reproducción ampliada de capital. El rol de Bourdieau, Pierre 1972 Esquisse d’une théorie
la mujer en la esfera doméstica no es el rol de la pratique, Librairie Droz: Ginebra.
tradicional de la mujer campesina, sometida a Boserup, Ester 1970 Woman’s Role in
todas las presiones y depositaria de una gran Economic Development, Compton:
mayoría de las cargas y responsabilidades. La Londres.
mujer del colono actual tiende a parecerse a Cole, John & Eric Wolf 1974 The Hidden
cualquier otra mujer, tiende a “urbanizarse”, Frontier, Academic Press: N. York.
sin que por eso desaparezcan las diferencias Draper, Patricia 1975 “Kung Women: Contrasts
entre los sexos. Resumiendo: ser “deshere- in Sexual Egalitarianism in Foraging and
dada” a partir de la dote ha dado lugar a una Sedentary Contexts” en Rayna R. Reiter
situación compartida con muchos de sus her- (eds.), Toward an Anthropology of Women,
manos, en ese frente ya no se encuentra sola, Monthly Review Press: N. York.
y ser “mujer campesina” ya no es algo pecu- Goody, Jack 1969 “Inheritance, Property and
liar (incluso la producción de valores de uso Marriage in Africa and Eurasia”, Sociology,
puede pensarse como algo transicional en la 3: 55-76.
actualidad) y sus problemas actuales son los –––––––––– 1970 “Sideways or Downwards?”,
de ser, simplemente, mujer. Man, 5: 627-38.
192 Eduardo Archetti - Antología esencial

–––––––––– 1971 “Class and Marriage in The Character of Kinship (Cambridge


Africa and Eurasia”, American Journal of University Press: Cambridge).
Sociology, 76: 585-603. Le Roi Ladurie, E. 1972 “Système de la
–––––––––– 1973 “Bridewealth and Dowry coutume. Structures familiales et coutume
in Africa and Eurasia” en Jack Goody & d’héritage en France au XVI siècle”,
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Cambridge University Press: Cambridge. Meillasoux, Claude 1975 Femmes, graniers et
–––––––––– 1976 Production and capitaux (Paris: Maspero).
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Goody, Jack et al. (eds.) 1976 Family and The Athlone Press).
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Gough, Kathleen 1975 “The Origin of the University Press.
Family” en Rayna R. Reiter (ed.), Toward Rohrlich-Leavitt, Ruby, Barbara Sykes y
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Londres. Rosaldo, Michelle Zimbolist 1974 “Woman,
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Thirteenth Century, Harvard University Overview” en Michelle Zimbalist Rosaldo
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Leach, E. R. 1974 “Complementary Filiation Culture & Society (Stanford: Stanford
and Bilateral Kinship”, en Jack Goody (ed.), University Press).
Ideología y organización sindical
Las ligas agrarias del norte de Santa Fe*

A partir de 1970 el movimiento de las Li-


gas Agrarias en el nordeste argentino se
consolida teniendo como punto de partida las
bilitó un alto grado de concertación en el tipo
de demandas vinculadas a precios, crédito y
comercialización. Asimismo, estos produc-
Ligas Agrarias de la provincia del Chaco. Las tores pertenecían culturalmente a un área de
Ligas Agrarias en Formosa, Corrientes, el norte gran influencia del Movimiento Rural de la Ac-
de Santa Fe y el Movimiento Agrario de Misio- ción Católica. Mi trabajo se concentrará en el
nes son una prolongación de esta experiencia análisis de la organización social de las Ligas
en un espacio social y económico muy variado. Agrarias del norte de Santa Fe y, de un modo
Las variaciones socioeconómicas en términos más específico, de la colonia Santa Cecilia, en
del tamaño de las explotaciones, tipo de te- donde realicé un trabajo de campo prolongado
nencia y grados de cooperativización determi- durante los años 1973 y 1974.
naron, en cada caso, demandas específicas en En la primera parte de este artículo presen-
relación a la distribución de la tierra. Sin em- taré el contexto socioeconómico de la región
bargo, el hecho de tratarse de productores de a los efectos de sistematizar el tipo de deman-
cultivos industriales (algodón, yerba mate, té, das y, en consecuencia, permitir una mejor
tabaco y tung) para el mercado interno posi- comprensión de la movilización sindical. En
la segunda parte describiré el mundo moral e
* Este trabajo fue presentado originalmente en el ideológico de los colonos, lo que, espero, posi-
simposio “Resistencia y rebelión campesina: nuevos en- bilitará una imagen más clara de la originalidad
foques”. Congreso Internacional de Americanistas, Am-
sterdam 1988. La versión aquí presentada fue publicada
de este movimiento rural en una etapa peculiar
en la Desarrollo Económico, vol. 28, Nº 111 (octubre- de la vida política del país. No intentaré cara-
diciembre) 1988. turarlo pese a que las tentaciones analógicas
194 Eduardo Archetti - Antología esencial

existen, debido a sus características, las que Los colonos estaban en tierras menos férti-
permitirían con toda facilidad asociarlo a dife- les que las de la pampa húmeda y, por lo tan-
rentes formas de populismo agrario tanto eu- to, con rendimientos unitarios menores en los
ropeo como americano. Esta tentación es aún cultivos de exportación tradicionales, como lo
mayor pues, en este caso, se trata de produc- eran el maíz y el lino. El norte de Santa Fe ja-
tores familiares de tipo “farmer”. Este ejerci- más fue una zona triguera. El lino se mantuvo
cio de clasificación o de comparación quedará como cultivo, incluso en la actualidad, no sólo
para otra oportunidad. porque los precios eran relativamente buenos,
aún con rendimientos menores, sino que era
funcional tanto por el manejo de suelos como
El contexto socioeconómico por el hecho de permitir ingresos antes de las
cosechas de maíz y maní. El cultivo más ren-
El norte de Santa Fe colonizado, a partir de table durante esta etapa fue el maní, que se
1878, casi exclusivamente por campesinos comercializaba íntegramente en el mercado
provenientes del Friuli, una región del norte de interno. Los colonos santafesinos llegaron a la
Italia, a la sazón parte del Imperio Austro-Hún- crisis de 1930 sin muchos sobresaltos, tratando
garo. Al revés de lo que ocurriría en el sur de la de consolidar sus cooperativas de comerciali-
provincia, en el norte los colonos accedieron zación, creadas tempranamente a mediados de
tempranamente a la propiedad de sus parce- la década de 1910, pero sin acumular capital1.
las (Gallo, 1970, p. 69). La inmensa mayoría de
los recién llegados, casi en un 90%, recibieron
1 Es interesante observar que el movimiento coope-
lotes entre 36 y 72 hectáreas. El esquema pro- rativista en el norte de Santa Fe se presentó, desde un
ductivo hasta 1930 estará compuesto por la comienzo, como un movimiento eminentemente católi-
rotación de maíz, lino y maní. La fuerza de tra- co impulsado por los sacerdotes furlanos de la zona. “El
bajo en este período fue, fundamentalmente, mensaje cooperativo” aparece como un “mensaje pro-
familiar y la tracción, animal. Esto significaba fundamente cristiano”; ser cooperativista era demos-
trar que se era buen cristiano y que se aceptaba el prin-
que un tercio de las chacras quedaba sin culti- cipio de la Unión Agrícola de Avellaneda: “Donde hay
var, dedicándosela al pastoreo y reproducción paz y amor hay prosperidad” (Memorias, 1928: 1). En
del plantel de bueyes. 1930, en la primera página de la Memoria de ese año,
Ideología y organización sindical 195

La colonización de la vecina provincia del Los colonos del norte de Santa Fe salieron mal-
Chaco se acelera a partir de 1915, lo que va a parados de la crisis y, por primera vez en 1931 y
permitir una rápida expansión de las hectáreas luego en 1932, los miembros de la cooperativa
sembradas: 34.690 en 1920, que son ya 466.078 Unión Agrícola de Avellaneda se ven obligados
en 1937 (Slutzky, 1974, p. 36). El cultivo del al- a extraer sus ahorros de la sección de Ahorro
godón jugará un rol central en esta expansión. y Crédito de su cooperativa. En 1932 esta coo-
Casi desde el comienzo de la colonización, por perativa debe solicitar un préstamo al Banco
ser el Chaco una zona subtropical, como, por Nación para no cerrar sus puertas (Memoria,
otro lado, el norte de Santa Fe, no apta para los 1932, p. 3). Este sombrío panorama económico
cultivos pampeanos, desde el gobierno nacio- se complica en 1934 por las cuantiosas pérdi-
nal se impulsa la producción del algodón. Esta das en las cosechas de lino y maíz. Para que la
política se intensificará a partir de la crisis eco- cooperativa pueda renovar sus créditos banca-
nómica de 1930, que provoca una caída brutal rios un gran número de socios deben hipotecar
de las exportaciones cerealeras tradicionales sus tierras, ya que ésta es la única manera de
de la Argentina. De 37.260 hectáreas promedio evitar la quiebra. En la Memoria de ese año se
sembradas con algodón en el quinquenio 1921- denuncia el complot urdido por los intereses
25 se pasa a 295.000 en el quinquenio 1936-40 privados: “Si el bolichero, el cerealista, el tri-
(Slutzky, 1974, p. 36). El algodón chaqueño se llador le hablan continuamente mal de la coo-
convierte en el motor de la expansión de la in- perativa y le hacen tragar gato por liebre, si la
dustria textil nacional en ese período de susti- cooperativa es mala, ¿para qué vociferar contra
tución rápida de importaciones. ella?; si es mala y se ha de morir, ¿por qué ocu-
Como es obvio suponer, la crisis de 1930 parse de ella? Es que la cooperativa es buena,
afecta de un modo más intenso a los produc- es la salvadora de los intereses del agricultor;
tores cerealeros marginales con rendimientos esto lo saben el bolichero, el cerealista y el tri-
bajos y con un menor grado de capitalización. llador mejor que el socio; es por esto que dicen
que es mala, que engaña, que roba, que estafa,
podemos leer: “La cooperación es la vía para practicar
que traiciona” (Memoria, 1934, p. 7).
este mandamiento de Dios ‘Ama a tu prójimo como a ti Inmersos, desde el comienzo, en relaciones
mismo’” (Memoria, 1930: 1). de mercado, sometidos a bruscas variaciones
196 Eduardo Archetti - Antología esencial

de precios, a la ausencia de crédito oficial, a El algodón se introduce en el norte de Santa


la voracidad de los comerciantes y de los aco- Fe en el momento en que se produce el boom
piadores privados, los colonos trabajan, hacen algodonero en todo el país, ya que se pasa de
inversiones en nuevos arados y rastras, pero 138.000 hectáreas sembradas en 1932/33 a
sin la seguridad económica necesaria. La in- 368.000 en 1935/36. Según los colonos de San-
tegración estrecha de la Argentina al mercado ta Cecilia, desde la primera cosecha con algo-
mundial implica que los vaivenes de precios dón, en 1936, hasta 1940 el algodón reemplaza
se hacen sentir más intensamente en las zonas al maní y no se convierte en el cultivo prin-
ecológicas marginales que no se benefician de cipal hasta 1943. La mayoría de los colonos
la renta diferencial. Las respuestas a la crisis comenzaron a sembrar entre 5 y 10 hectáreas
fueron típicamente “campesinas” ya que en ese con algodón y siguieron cosechando maíz y
período a cada crisis de precios se reacciona lino y pasaron a incorporar, en menor medida
aumentando la producción. Los años de cose- en esa época, el girasol. Es importante señalar
cha récord para el maíz, el trigo y el lino fueron, que recién en la cosecha 1948/49 el algodón
precisamente, 1931 y 1932. Luego de estas res- pasa a ser el cultivo principal del departamen-
puestas chayanovistas la salida será la recon- to General Obligado. Una vez que éste se da, el
versión productiva en muchas áreas del país. lino decrece sustancialmente. Esta tendencia
En el norte de Santa Fe la reconversión pa- se consolida y para 1954/55 el algodón repre-
sará por la introducción del cultivo del algodón senta casi el 60% del total de hectáreas sem-
a partir de 1936. Desde un punto de vista eco- bradas en el norte de Santa Fe (departamento
lógico, el norte de Santa Fe era aún mejor que General Obligado).
el Chaco y, en consecuencia, las condiciones Sin lugar a dudas, el apogeo y la expansión
estaban dadas para una rápida introducción de del algodón estuvieron estrechamente asocia-
ese cultivo. Por otro lado, en el país la industria dos a la rentabilidad y a las garantías “ecoló-
textil no deja de crecer. Las hilanderías son 18 gicas” que ofrecía su cosecha. El algodón es
en 1936, 32 en 1945 y 70 en 1955. El consumo de un cultivo resistente y menos dependiente de
fibra de algodón pasa de 0,45 kg por habitante las variaciones climáticas regionales que afec-
en 1930 a 2,76 en 1940 y 5,62 en 1955 (Ministe- tan al girasol o al maní. Ya para 1942 la Unión
rio de Agricultura y Ganadería, 1970, p. 6). Agrícola de Avellaneda incentiva el cultivo del
Ideología y organización sindical 197

algodón y no se cansará de repetir en sus me- mentan un proceso continuo de acumulación


morias que, de todos, es el cultivo más renta- de capital. A estos dos factores hay que sumarle
ble. En 1948 podemos leer: “Reiteramos que el impacto de una renta diferencial favorable,
el resultado bueno debemos atribuirlo casi ya que la productividad promedio siempre fue
exclusivamente al algodón, que con su rinde más alta en el departamento General Obligado
y sus precios remuneradores han salvado la que en la provincia del Chaco. Ahora bien, la
economía de nuestra zona… Es este cultivo el expansión algodonera se hizo sobre la base de
que merece un capítulo especial, ya que sigue una modificación de la utilización de la fuer-
siendo el que defiende la economía de la zona za de trabajo familiar. El algodón, en tanto se
dado que, como se ha dicho, loa demás cultivos cosecha manualmente, necesita de una mano
no cubren el costo de producción” (Memoria, de obra abundante. En los primeros años la ti-
1948, p. 8). Esta apreciación de la cooperativa midez en la cantidad de hectáreas sembradas
coincide con los análisis de precios más técni- se debía al hecho de que los colonos utilizaban
cos (Bordarampé, 1948). Bordarampé demues- la fuerza de trabajo de sus familias. En la zona
tra que desde 1938 hasta 1947 los precios del no había un proletariado rural disponible. La
algodón aumentan casi tres veces, entre una y crisis forestal y de la industria del tanino en el
dos veces más que el trigo y el maíz. Esta es- Chaco santafesino, que se agudiza a partir de
tabilidad de los precios favorables se explica 1948, va a crear un proletariado rural disponi-
por la política de sostén de precios de la Junta ble en la región. La fuerza de trabajo forestal
Nacional del Algodón y por el crecimiento sos- encontrará en la cosecha del algodón un em-
tenido de la demanda de fibra debido al auge pleo estacional que detiene su migración urba-
de la industria textil argentina. Es necesario re- na. Es notable ver cómo las hectáreas sembra-
cordar que desde 1944 la Junta tiene una polí- das en General Obligado crecen rápidamente
tica activa, impidiendo que stocks acumulados de 14.000 en 1948 a casi 40.000 a mediados de
de años anteriores sean lanzados al mercado. la década de los sesenta2.
La Junta compra los excedentes y, de esa ma-
nera, evita las oscilaciones bruscas. 2 El “boom” algodonero es también el “boom” de le
Con un precio estable acompañado por el Unión Agrícola de Avellaneda. La cantidad de algodón
boom textil, los colonos santafesinos experi- entregado pasa de 87.975 kg en 1937 a más de 4 millo-
198 Eduardo Archetti - Antología esencial

Las condiciones económicas favorables per- industria textil. Otro cambio importante se pro-
mitirán un cambio tecnológico rápido, marca- duce a nivel de la transformación industrial del
do, fundamentalmente, por la tractorización. algodón: las tejedurías e hilanderías medianas
En Santa Cecilia, para 1955 el 70% de los colo- desaparecen y favorecidas por el proceso de
nos había reemplazado los bueyes por los trac- concentración industrial las empresas grandes
tores. Este proceso se completa para fines de comienzan a imponer condiciones de precios
esa década. La liberación paulatina de las tie- desfavorables para los productores algodone-
rras de pastoreo posibilitará, en esa época, un ros. Las consecuencias de estas transforma-
aumento considerable del área sembrada. Este ciones se dejan ver claramente en la oscilación
cambio fue posible, también, por una política de precios y en la producción constante de ex-
favorable de crédito a la renovación tecnológi- cedentes algodoneros a partir del quinquenio
ca impulsada por el Banco de la Nación. 1956-603. Es importante agregar que durante
Sin embargo, las condiciones favorables este período los salarios de los cosecheros se
para el algodón van a comenzar a cambiar a mantuvieron más o menos constantes, de tal
partir de 1955. La caída del gobierno peronista modo que la rentabilidad del algodón disminu-
conlleva la desaparición de la Junta Nacional yó claramente.
del Algodón y con ello la política proteccionis- A nivel nacional estos cambios se hacen evi-
ta de precios. Paralelamente, la fibra sintética dentes. El área sembrada con algodón pasa de
comienza a desplazar a la fibra de algodón en la 695.000 hectáreas en 1959 a 606.700 en 1962.
La caída se acelera a partir de 1966 y en 1967
hay sólo 360.000 hectáreas con algodón. El
nes en 1949, llegando en 1957 a casi 10 millones de kg. efecto de la crisis se hará sentir, especialmen-
El algodón permite que se consolide la desmotadora y
te, en la provincia del Chaco: entre 1960 y 1965
las ganancias hacen que la cooperativa expanda consi-
derablemente el sector de servicios a los socios. De la 4.488 explotaciones algodoneras desaparecen
pobreza de los años ’30 surge una empresa pujante y
consolidada veinte años después. La cooperativa reco-
noce que la renta diferencial, un sobreprecio más o me- 3 Los precios reales del algodón fluctúan, pasando de
nos permanente del 25% respecto del precio promedio 12.000 pesos m/n por tonelada en 1960 a 6.400 en 1966.
nacional, es un factor fundamental en su consolidación Hay un aumento en 1968 pero en 1970 se produce, otra
económica y financiera (Memoria, 1949: 6). vez, una caída muy brusca.
Ideología y organización sindical 199

(D’Alessio, 1969:399). Las explotaciones me- portante. El ganado pasa a ser un componente
nos rentables, por su tamaño y por su escaso de “ahorro” significativo que permite, al mismo
grado de tecnificación, dejan de tener las con- tiempo, diversificar los riesgos.
diciones económicas de reproducción que ha- De todos modos, los años de prosperidad
bían predominado en décadas anteriores (Stag- económica y de crecimiento sostenido y lineal
no y Steele, 1968: 11). había sido reemplazado por un período lleno
Los productores del norte de Santa Fe y de de incertidumbres y de bruscas oscilaciones
Santa Cecilia pudieron resistir mejor la crisis en la rentabilidad de las explotaciones. El
debido al tamaño de sus chacras, a la tecnifi- efecto más notable fue la formación de las li-
cación lograda y al hecho que seguían produ- gas agrarias en las provincias algodoneras del
ciendo algodón de buena calidad. El período Chaco, Formosa y el norte de Santa Fe4. El
anterior de expansión permitió a los colonos proceso de organización de las ligas agrarias
de Santa Cecilia el aumento de sus propiedades santafesinas fue peculiar y de ello nos ocupa-
mediante la compra de tierras: 1.218 hectáreas remos a continuación.
entre 1956 y 1965 y 1.867 entre 1966 y 1973 (Ar-
chetti y Stølen, 1976: 100). Para 1974 sólo el
34,4% de las explotaciones tenían entre 36 y 72 Las Ligas Agrarias: mundo
hectáreas, el resto habían conseguido duplicar ideológico y organización sindical
los “dos lotes” originales de 72 hectáreas. En
este proceso no sólo la compra de tierras fue un Los colonos y la Iglesia Católica
factor importante sino también se evitó por me-
canismos de herencia, primero eliminando a las Sin lugar a dudas la crisis y los procesos eco-
mujeres y luego dando educación a sus hijos, la nómicos son el telón de fondo de la aparición y
parcelación de las explotaciones. La expansión, crecimiento de las Ligas Agrarias en el norte de
sin embargo, se hizo sobre tierras no aptas para
la agricultura en su totalidad. De allí que cuan-
4 Sobre las Ligas Agrarias en general se puede con-
do la crisis se agudiza, los colonos tienen ya una sultar el libro de Ferrara (1973). Sobre el Movimiento
estructura de producción diversificada, en don- Agrario de Misiones el trabajo de Bartolomé es excelen-
de la ganadería pasa a ser, en muchos casos, im- te (1982).
200 Eduardo Archetti - Antología esencial

Santa Fe. La descripción sería parcial si no to- el catecismo, el Comité de Jóvenes que tiene
máramos en cuenta el mundo ideológico de los a su cargo las actividades sociales de los jóve-
colonos. Toda respuesta social a acontecimien- nes y niños de la colonia y el Comité de Padres
tos externos que son difíciles de controlar está cuya función principal es participar al lado de
mediatizada por proyectos. Los proyectos son, los jóvenes tratando de resolver los eventuales
por lo general, una mezcla de valores sociales problemas generacionales. El mundo exterior
en movimiento en donde la instrumentalidad de la chacra está, aunque no totalmente, mar-
de la acción aparece embebida por construc- cado por las actividades parroquiales y por las
ciones ideológicas y morales. Entre las cau- ceremonias religiosas5.
sas más evidentes, inestabilidad e inseguridad El catolicismo de los colonos es el catolicis-
económica, y los resultados, la organización mo oficial organizado y pautado a través de las
sindical, las demandas y los modos de acción, instituciones religiosas. Los sacerdotes, pocos
existen diseños y, por lo tanto, interpretacio- en la zona, concurren y animan los diferentes
nes de la realidad social y económica. Trataré comités y son, en consecuencia, los guías es-
de demostrar que los diseños de los colonos pirituales de la comunidad. En Santa Cecilia el
no pueden divorciarse del análisis del mundo mundo de los santos ha sido reemplazado por
ideológico y moral a través del cual los actores el mundo “oficial” de los sacerdotes. La rela-
piensan y construyen la realidad. ción con Dios y con las autoridades eclesiás-
En Santa Cecilia, como en el resto del norte ticas se hace a través de los sacerdotes. Los
de Santa Fe colono, el mundo ceremonial está
íntimamente asociado a las actividades institu-
5 Diría, sin temor a equivocarme, que el mundo de
cionalizadas por la Iglesia Católica. Alrededor participación de las mujeres se reduce a esos ámbitos
de la capilla existe un Comité Parroquial que mientras que el de los hombres es más extenso. Los
se encarga de su mantenimiento y de la orga- hombres tienen dos arenas públicas casi exclusivas: el
nización de las fiestas patronales, la Comisión club de fútbol y, sobre todo, el boliche de donde las mu-
Pastoral que se encarga de la celebración de la jeres están excluidas. El boliche está asociado al juego
de cartas, billar y, por encima de todo, a las charlas in-
palabra, una suerte de “misa” o reflexión moral formales que se acompañan con tragos. Las Ligas tra-
que los laicos celebran sin el sacerdote dos ve- tarán de crear un espacio compartido de participación.
ces al mes, el Comité de Catequesis que enseña Esto lo veremos más adelante.
Ideología y organización sindical 201

sacerdotes no sólo tienen una relación indivi- trastes se obtienen a partir de la realidad de los
dual con los creyentes, fortalecida por la con- cosecheros, los “criollos”, y de sus condiciones
fesión, sino que son, asimismo, intermediarios morales. En febrero de 1970, los fieles de Santa
eficaces tanto a nivel simbólico como a nivel Cecilia recibieron una circular del sacerdote de
institucional. Esta “secularización” implica que la parroquia de Avellaneda que decía:
el mundo de las promesas a los santos es muy
tenue y tiene poco peso ritual en la vida de los “Empezó la cosecha de algodón. Esto significa
colonos. La ayuda ante problemas sociales y mucho trabajo para vosotros, fruto también de
psicológicos descansa, en primer lugar, en la la bendición de Dios, que atrae a la parroquia a
autoridad moral e instrumental de los sacerdo- muchos cosecheros. Os pido que ofrezcáis a es-
tas personas un ejemplo de hogar verdaderamen-
tes, en un contexto en el que su poder se afirma
te cristiano, viviendo unidos en el amor. Ofreced
si la mediación se hace con ellos y no a través
ejemplo de comprensión y de paciencia cristia-
de los santos. Lo que uno podría llamar, al es- nas, teniendo en cuenta que se trata de personas
tilo weberiano, teodicea del sufrimiento no que no tienen cultura ni formación religiosa. A
está presente en el mundo moral de los colo- menudo son familias constituidas ilegítimamen-
nos. Los colonos se consideran “afortunados”, te, ni tienen morada fija. Hay que ser prudentes
buenos cristianos que tienen una vida frugal, pero no desconfiados y menos hostiles. Ellos
que tienen una familia unida en el trabajo, que también sufren muchas injusticias y casi nadie
ahorran casi de manera calvinista para dar una se interesa por ayudarlos. Pedirán que seáis los
mejor educación a sus hijos y que, finalmente, Padrinos de sus hijos, pero no es posible admi-
evitan caer en los pecados y tentaciones del tirlos enseguida al Bautismo, porque no saben
lo que piden y el compromiso que contraen con
mundo urbano. Ser “afortunado” no es confiar
la Iglesia. Hay que prepararlos mediante algunas
en la suerte, en el destino, y requiere, por lo
conversaciones. Hay catequistas para eso, pero
tanto, una fortaleza moral cristiana. El discur- es obligación de todos, delante de Dios y de la
so de los sacerdotes se adecua a esta definición Iglesia, de instruirlos en la religión cristiana. Con-
en los sermones dominicales al acentuarse la fío que astas personas volverán otro año, no sólo
imagen “ideal” de un colono sobrio, austero, atraídas por la justa remuneración sino también
ahorrador, trabajador sin descanso, buen cris- por haber encontrado una familia ejemplar y una
tiano y buen padre o madre de familia. Los con- acogida cristiana”.
202 Eduardo Archetti - Antología esencial

La oposición entre el catolicismo de los colo- la Acción Católica. El Movimiento Rural co-
nos y el de los criollos, podría decir entre el menzó su trabajo en la zona en 1958. Al margen
mundo oficial de los sacerdotes y el mundo de de los aspectos evangelizadores, uno de los ob-
los santos, no deja lugar a dudas: el verdadero jetivos principales de este movimiento fue el de
cristiano es el colono. En una reunión del Mo- asumir los intereses de los colonos y del mun-
vimiento Rural, sobre el que volveré más ade- do rural en general frente a las instituciones re-
lante, un colono preguntó al sacerdote sobre el gionales y nacionales. El Movimiento trata de
porqué los criollos eran tan diferentes en sus agrupar a los laicos que viven en el mundo ru-
costumbres y en sus prácticas religiosas. La ral: pequeños y medianos propietarios, arren-
respuesta fue, casi textual, la siguiente: “Hay datarios, trabajadores y obreros rurales. Esta
que ayudarlos a descubrir su situación, respon- “confusión” social será percibida desde 1960 y,
sabilizarlos y el único modo es que tengan algo por lo tanto, no se intentará la integración de
propio, para que así se ocupen y se esfuercen las distintas clases sociales en una misma re-
por anhelar algo más. Es la única manera en gión. En consecuencia, desde ese año en el nor-
que pueden cambiar. Les voy a dar un ejemplo te de Santa Fe la prioridad será el trabajo entre
concreto: había un criollo tomador cuya mu- los propietarios rurales pequeños y medianos.
jer gringa iba ahorrando lo poco que le sacaba El Movimiento Rural intenta definir la rela-
cuando llegaba con unos pesos. Gracias a estos ción que debe existir entre la fe y la moralidad
pequeños ahorros lograron comprar un terreno cristiana, por un lado, y la “acción en el mundo”
y levantar una casita. Enseguida después de te- para cambiar la realidad. En un documento de
ner algo propio hubo un cambio total de dicho una reunión en Santa Cecilia en el año 1970 po-
hombre y se convirtió en una persona seria y demos leer: “Nuestra mirada iluminada por la
responsable de sus bienes”. La moraleja de esta Fe tratará de interpretar las vibraciones: ¿qué
historia va de suyo así como la imposibilidad nos dice Dios?, ¿qué quiere de nosotros? 1. La
de producir ese cambio, ya que las mujeres aspiración del hombre a superarse, a pasar de
gringas, hijas de colonos, no suelan casarse situaciones menos humanas a situaciones más
con cosecheros criollos. humanas, a ser más. Trabado, condicionado
Una de las vertientes en la formación de las por situaciones o estructuras contrarias, no
ligas agrarias surgirá del Movimiento Rural de deja de ser artífice responsable de su destino.
Ideología y organización sindical 203

2. En Cristo, el Hombre Nuevo, se esclarece mujeres, de Santa Cecilia participaron de un


el misterio del hombre; herido por el pecado, curso y muchos lo hicieron dos o tres veces.
pero rescatado por Jesús, el hombre aspira a Los cursos combinaban evangelización, rea-
su plena realización que trasciende el tiempo: firmación de valores religiosos tradicionales
el encuentro definitivo con Dios. 3. El mensa- y la discusión más general sobre la situación
je de Cristo nos hace ver más claramente los económica de los productores agropecuarios
valores que debemos insertar en la búsqueda de la zona. El Movimiento intenta ir definien-
de una sociedad nueva para un hombre nuevo”. do un proyecto de nueva sociedad a partir de
De esta interpretación teológica novedosa, en cambios en lo que consideran las estructuras
tanto lo espiritual aparece vinculado al contex- fundamentales de la sociedad: familia, propie-
to material inmediato de los fieles, se despren- dad y estructura social. La idea central en lo
de un conjunto de acciones: “1. Acciones con- que respecta a la familia es que es la verdade-
cretas para solucionar problemas de nuestras ra “comunidad” producto del amor, el respeto
colonias que estén a nuestro alcance. 2. Denun- a los otros y la solidaridad. Este ideal es aún
cias de las situaciones y estructuras que im- más fuerte entre los colonos, argumentan, ya
piden el desarrollo integral del hombre y bús- que allí se da la conjunción entre “comunidad
queda de una sociedad nueva. 3. Conversión de amor” y “comunidad de trabajo”. Una idea
personal a los valores evangélicos y expresión difusa, pero hasta cierto punto presente, se
de la Fe y de nuestro compromiso”. La acción relaciona a la definición de una suerte de “so-
en el mundo aparece como ilegítima, como un cialismo cristiano” basado en el amor y la soli-
medio para la plena realización personal como daridad. Obviamente, si familia y unidad eco-
cristianos. Este llamado a la “militancia” mun- nómica coinciden, este ideal puede realizarse
dana y secular es, sin lugar a dudas, uno de los sin tantos conflictos sociales. Sin embargo, el
elementos de compromiso moral más fuertes Movimiento no sólo trata de definir el contex-
del Movimiento Rural. to del colono únicamente por su pertenencia
No debemos, sin embargo, olvidar que el familiar. Enfáticamente se dirá que el colono
Movimiento Rural fue un movimiento de la tiene una profesión, la de agricultor, que es
juventud agraria. Prácticamente todos los jó- necesario desarrollar. El colono, se dice, no
venes entre 20 y 30 años, tanto hombres como debe quedar al margen, aislado, de los cam-
204 Eduardo Archetti - Antología esencial

bios tecnológicos y, por lo tanto, uno de los más concentrada y esto explica por qué en los
objetivos en el mundo social es convertir la últimos años ellos se ponen de acuerdo para
chacra familiar en una empresa rentable, efi- imponer precios de mercado “injustos”. Para
ciente y racional. Esto sólo será posible si el combatirlos, se insiste, es necesario organi-
colono se educa y se convierte en un verdade- zarse, desarrollar organizaciones sindicales
ro agricultor, en una suerte de “profesional” representativas y no sólo un viejo sello como
reflexivo y enterado de los cambios moder- la Federación Agraria Argentina, surgida de
nos. Esto, sin embargo, no podrá lograrse a las luchas sociales de los arrendatarios de la
plenitud sin un cambio real de la estructura pampa húmeda en la década de 1910. En ese
social y económica. El énfasis estará puesto contexto, se sostiene, las armas legales de la
en el fortalecimiento del cooperativismo y en huelga y las manifestaciones deberán desarro-
la lucha contra el “capitalismo salvaje” que llarse a los efectos de hacer sentir la voz y los
impera en la Argentina, en donde los monopo- reclamos del mundo rural postergado. Es im-
lios imponen la ley del más fuerte. La imagen portante recalcar que el Movimiento crece y se
de sociedad que se ofrece rechaza lo que lla- fortalece justo en el momento en que la peor
man el “comunismo centralizado deshumani- crisis de precios, la de 1970, afecta por igual a
zado”, en donde no hay espacios de libertad todos los productores algodoneros del nordes-
individual y en donde las pequeñas empresas te argentino.
no pueden existir frente a un Estado omnipre- Este Movimiento católico confluye con otra
sente y voraz. vertiente más secular: la Juventud Cooperati-
La lucha contra los monopolios y las empre- vista organizada a través de la Unión Agríco-
sas multinacionales en el agro, particularmente la de Avellaneda. El énfasis en la cooperación
en el algodón, será el caballito de batalla de la como una solución parcial será fácilmente
concientización política del Movimiento Rural. comprendida por los militantes, ya que la coo-
Los militantes insistirán permanentemente: no- peración sin un movimiento sindical fuerte
sotros, los productores, somos muchos, somos queda condenada a un mero movimiento eco-
numerosos, las grandes empresas que transfor- nómico defensivo. De estas dos organizaciones
man la fibra son pocas, nuestra oferta aparece saldrán, sin excepciones, todos los líderes de
dispersa, la demanda se encuentra cada vez las Ligas del norte de Santa Fe.
Ideología y organización sindical 205

Durante nuestro trabajo de campo en 1973 a mediados de 1972, ya con todas las Ligas for-
y 1974 nos hemos cansado de escuchar a los madas en todas las provincias, la asamblea de
jóvenes que venían de los diferentes cursos del obispos decide retirar al Movimiento Rural del
Movimiento Rural discutir abiertamente estos seno de la Acción Católica.
problemas, utilizando como medio privilegiado
las celebraciones de la palabra organizadas por
el grupo de la Pastoral de la colonia. El énfasis Objetivos y acción de las Ligas
estaba puesto en el compromiso moral de los
cristianos en la lucha contra las injusticias y Volvamos al norte de Santa Fe. En los primeros
en el necesario compromiso individual y fami- días de abril de 1971 un grupo de productores
liar para la construcción de una sociedad más de diferentes colonias próximas a la ciudad de
justa. El catolicismo no sólo era una suerte Avellaneda deciden boicotear la Fiesta Pro-
de ideología totalizante sino que, además, ha- vincial del Algodón. En un comunicado públi-
bía que revitalizarlo. El mundo valorativo de co hacen notar la paradoja de organizar una
los colonos, cristalizado en la chacra familiar fiesta de esa envergadura cuando ese cultivo y
como un colectivo solidario, aparecía como un toda la zona atraviesa por una de las crisis más
modelo social perfeccionable y deseable. agudas de su historia. Este proceso agitativo
Es importante señalar que a partir de 1970 culmina el 13 de agosto del mismo año con la
esta radicalización del Movimiento Rural y, so- creación de la primera Liga Agraria del norte
bre todo, después de la creación de las Ligas de Santa Fe en la colonia El Carmen, cerca de
Agrarias en el Chaco a fines de ese año, co- Avellaneda. A continuación se crea la segunda
mienza a preocupar a los obispos argentinos, Liga en la colonia Santa Cecilia. El 31 de agos-
tradicionalmente los más conservadores de to se hace la primera reunión zonal, en donde
América Latina. Los obispos del nordeste, con además de los delegados de las colonias men-
la excepción del de Chaco, rechazan la crea- cionadas participan miembros de la Juventud
ción de las Ligas por tratarse de una organiza- Agraria Cooperativista y, detalle sugestivo, los
ción “secular” y “profana”, que con sus activi- representantes jóvenes que se sientan en el di-
dades políticas podía desvirtuar los auténticos rectorio de la poderosa Unión Agrícola de Ave-
valores cristianos. Los conflictos se suceden y llaneda. En esta reunión se decide formar una
206 Eduardo Archetti - Antología esencial

comisión provisoria, que tendrá como objeti- sinos, los invitamos a unirse a este movimien-
vo principal impulsar la creación de Ligas en to gremial para hacer frente a problemas que
otras colonias. En el documento podía leerse: nos afectan gravemente, como ser: impuestos
“La solución a los problemas de producción, excesivos, aumento del costo de vida, descapi-
comercialización y economía vendrán luego talización, incertidumbre en los precios de las
de la necesaria unificación de los productores cosechas y leyes sociales inadaptadas. Campe-
a través de un movimiento gremial que sea del sinos, unámonos, reflexionemos y actuemos”.
productor, por el productor y para el produc- Las Ligas no tardan en multiplicarse. Las
tor a los afectos de contrarrestar la presión que dos originales de agosto son ya once para
existe sobre ellos por parte de los monopolios noviembre de 1971. La primera gran acción
y el gobierno”. pública a nivel regional va a ser el boicot del
La primera acción decidida por los colonos pago del asfalto de la ruta provincial N° 11. A
de El Carmen y Santa Cecilia fue de no llenar mediados de ese año la intervención militar
las planillas del censo de productores agrope- de la provincia había decidido un impuesto
cuarios de la provincia de Santa Fe6. Ellos con- de 1.000 pesos m/n por hectárea a pagar por
sideraban que esa acción era una respuesta los propietarios de campos colindantes con la
justa a la política agrícola del gobierno militar ruta. Los colonos protestan contra la fijación
de turno, que no tiene en cuenta los intereses arbitraria de un precio “ficticio” y llaman a la
y necesidades de los productores algodone- primera manifestación pública para el 7 de
ros. Los colonos de Santa Cecilia se reúnen en diciembre de ese año en la ciudad de Avella-
asamblea y deciden publicar un manifiesto que neda. Alrededor de 4.000 personas participan
será difundido en todas las colonias vecinas. de esa primera demostración de fuerza. Allí
En ese documento “liminar” decían: “Campe- no se protesta sólo por el injusto impuesto
sino que, también, se levantan los problemas
más generales que afectan a los algodoneros
6 Según una ley provincial vigente después de 1958 de la zona. Después de esa reunión el inter-
todos los productores agropecuarios de la provincia de- ventor provincial decide rebajar el impuesto
ben registrarse como tales cada año y declarar la canti-
en un 60%. Irónicamente, casi dos años des-
dad de hectáreas sembradas y el número de cabezas de
ganado. pués, en el primer número del periódico de
Ideología y organización sindical 207

las Ligas se escribirá: “Luego de la multitudi- 4. Lograr el desarrollo integral, la formación, la


naria demostración el interventor provincial participación activa, con absoluta libertad de de-
de turno decidió rebajar la imposición en un cisión del campesinado.
60% aduciendo que se había calculado mal 5. Difundir los principios del cooperativismo,
como así también la asociación de sus miembros
por un error de las computadoras. Quedaba
a las cooperativas existentes y la creación de coo-
demostrado que los campesinos sabían calcu-
perativas de producción y de trabajo.
lar mejor que las computadoras provinciales 6. Constituir con todos los sectores de la produc-
(Cultivando, agosto de 1973, p. 1). La prime- ción un frente amplio en defensa de las manio-
ra gran acción había dejado el sabor dulce de bras de los monopolios”.
la victoria y la certidumbre de que todo era
posible. Este éxito fue un gran estímulo para De estos objetivos se desprende cierta ambi-
los dirigentes de las Ligas y para los colonos güedad y ambivalencia que es necesario pun-
en general. A mediados de 1972 existían en tualizar. La base social de apoyo de las Ligas
todo el departamento General Obligado unas eran los colonos, los “gringos”, los inmigrantes
veinte Ligas. furlanos que colonizaron el norte de Santa Fe.
A fines de 1971 las Ligas se proveen del pri- No se trataba de un grupo de campesinos tra-
mer estatuto, en donde con toda claridad se es- dicionales sino, sustancialmente, de empresas
tablecen sus objetivos: familiares que emplean fuerza de trabajo ajena
para la cosecha y que, históricamente, estaban
“1. Asegurar los derechos y beneficios de los agri- en un proceso de acumulación de capital. Sus
cultores actuando como instrumentos de control problemas económicos no eran los de un cam-
y defensa de sus intereses económicos y sociales, pesinado que lucha por la subsistencia o que
principalmente de los sectores más necesitados.
tiene hambre de tierra. De allí que la catego-
2. Fomentar la agremiación de todos los agricul-
tores.
ría “campesino” que se utiliza aparezca como
3. Asegurar una toma de conciencia permanente fuera de lugar, como una categoría más apro-
en todos los afiliados sobre los distintos proble- piada a la caracterización de una buena parte
mas que afectan el desarrollo integral de la fami- de los algodoneros chaqueños y formoseños.
lia campesina en lo económico, social, educativo, La defensa del cooperativismo era importan-
denunciando las injusticias que se cometen. te, ya que las Ligas tenían el apoyo, como ha
208 Eduardo Archetti - Antología esencial

sido mencionado anteriormente, de la Unión acompañaban sin que hubiera desentonos ex-
Agrícola y sus miembros eran devotos coo- plícitos hasta ese momento. La lucha de sus hi-
perativistas. No hay que olvidar, también, que jos e hijas era bien vista por los padres, ya que
algunos dirigentes venían de las filas de la Ju- toda mejora económica era, automáticamente,
ventud Cooperativista. Sin embargo, la alusión una mejora de la economía familiar. De esto se
a la creación de cooperativas de producción y desprende que las Ligas, con buen criterio, in-
de trabajo sonaba más a “doctrina social de la sistieran en el hecho de que la afiliación debía
Iglesia” que a la realidad existente en la zona, de ser familiar y no individual. Esto permitía,
en donde los arrendatarios o un proletariado asimismo, incorporar a las mujeres, evitando
rural en lucha por la propiedad de la tierra no no sólo exclusiones de género sino, también,
existían. El “radicalismo” de las Ligas Agrarias eventuales conflictos generacionales. A nivel
no impidió, en esta etapa, un aumento sustan- local era posible encontrar como delegados a
tivo de la participación de cientos de familias mujeres solteras. Las Ligas en 1973 abrieron un
de colonos. frente de trabajo político con las mujeres para
¿Quiénes participaban? ¿Quiénes eran sus impulsar su participación y evitar que de las fa-
dirigentes? El trabajo de organización requería milias miembros sólo participaran los hombres.
una gran dedicación y un esfuerzo que podría La afiliación familiar y, por lo tanto, el com-
ir en desmedro de la atención de la chacra. No promiso de todo el “colectivo de trabajo” tenía
es casual, entonces, que los dirigentes, en su sus consecuencias prácticas positivas. El joven
inmensa mayoría y con contadas excepciones delegado local o miembro de la dirigencia re-
a nivel local, fueran jóvenes solteros o recién gional podía quitar horas de trabajo a la chacra
casados. Metafóricamente estos jóvenes son sabiendo que su padre o un hermano lo reem-
llamados, todavía, en el mundo colono “los plazaría en los momentos en que su trabajo
tractoristas de sus padres”. Sólo en un caso, y fuera requerido con mayor intensidad. Esta
uno de los más notables por su afán y devoción, relación funcional con el desarrollo del ciclo
se trataba de un productor soltero que maneja- doméstico creo que es importante cuando se
ba con total independencia su explotación. Las trata de describir el modelo organizativo que
Ligas eran, sin lugar a dudas, un movimiento implementaron las Ligas Agrarias del norte de
de juventud en donde los adultos, los padres, Santa Fe.
Ideología y organización sindical 209

No hay que olvidar, asimismo, que los jóve- zona, desde Bunge y Born con su desmotadora
nes que hacían sus armas sindicales en las Li- hasta la fábrica de aceites Vicentín.
gas tenían mejor educación que sus padres y, Evidentemente los colonos, por primera vez
además, habían participado de los diferentes en su tranquila y provinciana vida rural, pasa-
cursos y seminarios organizados tanto por el ban por un período de creación y renovación
Movimiento Rural como por la Juventud Coo- descubriendo las ventajas de establecer rela-
perativista. Ningún dirigente regional tenía ciones más estrechas, de frecuentar asambleas
educación universitaria, aunque esta posibili- y reuniones, de fortalecer relaciones de vecin-
dad existía ya en el mundo colono. Muchos de dad y de intercambiar ideas y opiniones sobre
los hermanos o hermanas de los dirigentes de sus propias condiciones de reproducción como
las Ligas estaban o habían estado en la univer- agricultores y ciudadanos. Durkheim pensaba
sidad. Esta radicalización de la juventud agra- que sólo en momentos de efervescencia social
ria se da, no hay que olvidar, en un contexto se eliminan los egoísmos, los lugares comunes
de radicalización juvenil más amplio y en un y la tiranía de lo rutinario, posibilitando que
contexto en el que la lucha contra la dictadura los actores sociales que participan perciban y
militar aparece como legítima a vastos secto- sientan que están cerca de realizar sus ideales.
res de la sociedad argentina. La crisis política Eso ocurría en Santa Cecilia y en el resto de las
del proyecto original de Onganía y del golpe de colonias del departamento General Obligado.
1966 había perdido actualidad y validez. Los
militares estaban, para esa época, organizando
su retirada y la entrega del gobierno a los parti- Las movilizaciones en el norte
dos políticos tradicionales. El nuevo ambiente de Santa Fe
político creado explica el apoyo que las Ligas
van a recibir de la poderosa y tradicional Unión Volvamos ahora a nuestra historia lineal de
Agrícola de Avellaneda. Para muchos dirigen- los acontecimientos. Los colonos santafesinos
tes cooperativistas tradicionales el fortaleci- participan el 31 de enero de 1972 de una gran
miento de las Ligas era visto como un aporte manifestación organizada por las Ligas Agra-
para su consolidación institucional frente a la rias del Chaco en Resistencia, capital de esa
competencia de los intereses privados en la provincia. En esa marcha 2.000 santafesinos
210 Eduardo Archetti - Antología esencial

se unirán a casi 8.000 chaqueños en lo que fue y deciden, ante el silencio del gobierno, la or-
la más grande movilización rural del nordeste ganización de una huelga y una marcha sobre
argentino. La repetición no se hizo esperar. El la ciudad de Villa Ocampo para el 8 de setiem-
7 de julio del mismo año las ligas santafecinas bre del mismo año. La policía provincial envía
organizan otra gran manifestación en Avella- refuerzos a esta ciudad y se hace presente una
neda. La respuesta fue, realmente, masiva con compañía de la Guardia Rural conocida por su
la participación de más de 4.000 personas. Du- extrema brutalidad. Los colonos son atacados
rante el acto diferentes delegados de colonias en el momento en que se reunían frente al In-
y miembros de la Comisión Central insisten so- genio Arno y muchos de ellos resultan heridos.
bre la necesidad de rebajar los altos intereses Aparentemente las marchas triunfales y pacífi-
de los créditos bancarios, sobre la urgencia de cas habían llegado a su fin. A partir de ese in-
controlar la importación de fibra y sobre la im- cidente se desata en todo el norte de Santa Fe
portancia de que se fijen “precios justos” para una campaña de represión tendiente a impedir
el algodón, el lino y el girasol a los afectos de toda reunión de las Ligas y, especialmente, a
impedir la descapitalización de los productores nivel de las colonias. El gobierno provincial
agropecuarios. Por primera vez las Ligas recla- temía la expansión de las Ligas por toda la
man del gobierno militar el levantamiento del provincia y estaba dispuesto a no permitirlo.
estado de sitio vigente y el respeto a los dere- Como ejemplo puedo relatar un incidente a
chos de reunión. Asimismo manifiestan su so- comienzos de octubre en la colonia de Santa
lidaridad con los productores azucareros de la Cecilia que, según mi información, se repitió
zona de Villa Ocampo en el norte de Santa Fe. regularmente en otras colonias. La Liga de
Estos productores, también de origen furlano Santa Cecilia llamó a una reunión en donde
en su mayoría, tenían una deuda impaga de la participaría el hijo de un colono, estudiante
cosecha de azúcar de 1968 con el gobierno pro- de abogacía, que informaría sobre la situación
vincial, propietario del Ingenio Arno. Las ligas política del país. La policía llega, suspende la
exigen el pago inmediato y la fijación de un pre- reunión e interroga a todos los participantes.
cio más alto para la próxima zafra. Al día siguiente estos últimos deben concurrir
Los algodoneros se movilizan, posterior- a Avellaneda a los efectos de ampliar las decla-
mente, en apoyo a los productores azucareros raciones de la víspera. El estudiante consiguió
Ideología y organización sindical 211

huir aprovechando la oscuridad y la confusión. y que en todo momento nos manifestaron estar
Los colonos, valga la pena recordar, habían de acuerdo con nosotros, nos referimos a mu-
acordado con anterioridad que todos negarían chos policías de las colonias, nos hayan ataca-
su presencia y así lo hicieron. do y hayan procedido como lo hicieron, de una
En respuesta a esta represión y para reafir- manera tan cobarde. Los que iniciaron el des-
mar sus demandas, las Ligas deciden organizar orden fue la policía con los palos y los gases, la
una nueva manifestación para el 19 de octubre que responde a un gobierno que defiende más a
en la ciudad de Avellaneda, convertida para esa los monopolios que al pueblo trabajador”.
época en la arena política privilegiada. Veamos Este incidente fue el punto culminante de
la descripción de lo sucedido en el comunicado la escalada entre las Ligas y el gobierno pro-
de las Ligas del mismo día: “En el día de la fe- vincial. A partir de noviembre se abre un pe-
cha hemos realizado la anunciada Asamblea de ríodo de calma relativa, ya que las elecciones
productores para tratar los problemas que nos presidenciales convocadas para marzo de 1973
afectan. Desgraciadamente parece que para al- pasan a ocupar la escena política regional. Las
gunos esto es un delito, porque inmediatamen- Ligas, aunque no de una manera clara y explí-
te después de comenzado el acto con el Himno cita, recomiendan el voto al Frente Justicia-
Nacional la policía local ayudada por la Guar- lista de Liberación Nacional dominado por el
dia Rural ‘Los Pumas’ intentó disolver la Asam- Partido Justicialista. Esta “recomendación” no
blea empleando bombas de gases y garrotes en deja de crear ciertos problemas a nivel local, ya
forma salvaje y brutal. El resultado de esta ac- que muchos colonos tradicionalmente votaban
ción represiva es de varios agricultores heridos por la Unión Cívica Radical. Muchos colonos
y otros detenidos encontrándose, entre ellos, en Santa Cecilia rechazaron el voto al Frente
un sacerdote. ¿Acaso reclamar precios justos por “razones religiosas” ya que, argumentaban,
para nuestros productos, solución definitiva durante la última presidencia de Perón se llega-
para nuestros problemas, es un delito? Parece ron a quemar Iglesias, o por “razones económi-
que para el gobierno sí porque a través de la po- cas”, porque el peronismo nunca se ocupó de
licía nos ha tratado peor que a delincuentes. Y los reclamos de los agricultores. Esto se refle-
lo que más nos duele es que aquellos que siem- jó claramente en las mesas en que votaron los
pre han vivido del impuesto que paga el pueblo colonos de Santa Cecilia, en donde el Frente
212 Eduardo Archetti - Antología esencial

solo ganó por veinte votos. En la comuna de cooperativa entre productores”; un cambio de
Avellaneda, sin embargo, el Frente ganó llevan- la política fiscal que estimule la producción me-
do como uno de los candidatos principales al diante la aplicación del impuesto sobre la renta
gerente de la Unión Agrícola. potencial que permitirá transferir “la presión
La cosecha de 1973 fue excelente y con impositiva actual sobre los productos al capital
precios muy buenos. Esta nueva situación tierra en función de la capacidad potencial de
económica y el interregno político creado por producción”; las tasas de interés de los crédi-
el triunfo del Frente a nivel nacional trajo la tos al sector agropecuario serán equivalentes
calma al norte de Santa Fe. El nuevo gobier- a los más bajos del sistema bancario y, final-
no nacional asumió el 25 de mayo y a partir de mente, se afirmaba que “se prestará la mayor
agosto, mediante la Secretaría de Agricultura atención al desarrollo de una política destina-
y Ganadería de la Nación, se trata de imple- da a liberar al productor agropecuario de la
mentar un pacto social con los productores estructura minifundiaria, posibilitando que el
agropecuarios, conocido como “el acta de trabajo productivo genere ingresos suficientes
compromiso del Estado y los productores para para una vida digna, mediante un programa de
una política concertada de expansión agrope- colonización, incorporación y distribución de
cuaria y forestal”. Las medidas sugeridas en el tierras, la creación y mantenimiento de unida-
acta fueron muchas y de lo más variadas, pero des de carácter familiar y el desplazamiento de
las que llamaron la atención a las Ligas fueron, la frontera agropecuaria” (Acta de Compromi-
especialmente, las siguientes: la redistribución so, Anteproyecto, 1973).
de los “latifundios” improductivos, privados o Este programe recogía, sin lugar a dudas,
públicos, a los “hombres de la zona”; una polí- algunos de los reclamos de las Ligas Agrarias
tica de precios relativos que permita una ade- en su conjunto. Desde fines de agosto y hasta
cuada planificación de la producción y que se fines de octubre se decide que cada colonia
establecerá sobre “bases justas y mediante el discuta el Anteproyecto. La respuesta en San-
criterio de costo más utilidad razonable y serán ta Cecilia fue positiva como en la inmensa ma-
anunciados al iniciarse los trabajos de la cam- yoría de las colonias. El 27 de octubre la Co-
paña anual”; una corrección de la comerciali- misión Central envía al gobierno un telegrama
zación que tienda a fortificar “la organización en donde se anuncia la respuesta positiva. A
Ideología y organización sindical 213

los efectos de no confundir aceptación con Las ligas expresan su desacuerdo y organizan
pasividad, las Ligas santafesinas organizan una huelga de entrega de algodón nacional
una manifestación para el 31 de octubre con para los días 25 y 26 de enero de 1974. El go-
el propósito de presentar sus demandas al go- bierno, con el propósito de impedir la huelga,
bernador de la provincia surgido del Frente. decide el día 24 dar otro aumento del 10%.
El gobernador asiste a esa reunión. En esta Los Ligas, sin embargo, mantienen el paro,
ocasión, a las demandas tradicionales sobre que se caracterizó por su unanimidad en to-
precios, créditos e impuestos se suma el de das las provincias algodoneras del nordeste.
la tierra. Por primera vez, los colonos del de- En el número del periódico de las Ligas pu-
partamento 9 de Julio asisten a la reunión y blicado después de la huelga se puede leer:
presentan una lista de campos subexplotados “Pero compañeros, ¿por qué este paro? Desde
que podían expropiarse. Es necesario recal- octubre del año pasado venimos insistiendo
car que todos estos campos estaban fuera del en la necesidad de una política de precios ra-
Dorsal Agrícola y que, en consecuencia, la ex- cional que contemple los intereses de todos
propiación en sí no era una demanda de las los sectores, especialmente de los pequeños
Ligas originales. Esta presión sobre la tierra, y medianos productores que han sido los más
sin embargo, no deja de pasar inadvertida. golpeados los últimos años. Ante el resultado
Pese a la respuesta positiva, las escaramu- negativo decidimos parar. Este paro no signi-
zas con el nuevo gobierno democrático conti- fica que renunciamos a seguir colaborando,
núan. El gobierno había creado una Comisión a seguir integrando toda comisión que haya
del Algodón con representantes de todos los que integrar o a seguir golpeando todas las
grupos del sector algodonero, incluidas las puertas que haya que golpear. Creemos que
Ligas Agrarias. Las Ligas insisten en la ne- el agricultor dispone de diversos mecanismos
cesidad de tener un precio indicativo para de defensa y que debe hacer escuchar su voz
antes de que comience la campaña de 1974. utilizando todos los medios legales y en toda
El gobierno decide dar un aumento del 10%, democracia un paro es una medida legítima
argumentando que el nivel de precios era ya y aceptada… Defender los intereses de los
alto en la campaña precedente, en la que se pequeños y medianos productores, exigir un
había alcanzado un récord de precio relativo. precio justo que permita la modernización y
214 Eduardo Archetti - Antología esencial

tecnificación del campo y reclamar una políti- Las líneas de clivaje


ca nacional planificada es estar en el camino
de la reconstrucción y de la liberación” (Cul- Esta presentación cubre la historia política de
tivando, 1974, 4: 3). las Ligas Agrarias del norte de Santa Fe. Desde
Las luchas de 1974 y 1975 tendrán el mismo su fundación y hasta mediados de 1974, trein-
tono. Sin embargo, el contento político cam- ta y cinco Ligas fueron formadas y en su mo-
bia radicalmente luego de la muerte del pre- mento de auge tuvieron 1.200 familias afiliadas.
sidente Perón en julio de 1974. Los conflictos Los cálculos que los dirigentes tenían de su
políticos y armados se aceleran y con ellos la representatividad, entre un 30 y un 40% de las
represión gubernamental. Las Ligas Agrarias familias de agricultores del norte de Santa Fe,
santafecinas no saldrán indemnes de este específicamente en el departamento General
proceso. En noviembre de 1975 algunos de Obligado, fue correcto ya que en el censo de
sus dirigentes son puestos a disposición del 1960 en dicho departamento había 2.200 explo-
Poder Ejecutivo y luego del golpe de Estado taciones entre 25 y 100 hectáreas. La crisis de
de 1976 dos de sus dirigentes engrosarán la 1975 no sólo se debe explicar por el aumento
larga lista de desaparecidos. La desarticula- de la represión sino, también, por ciertas carac-
ción del movimiento es total para mediados terísticas sociales de los colonos. Veamos esto
de 1976. El refugio de muchos de los dirigen- más de cerca.
tes locales será el movimiento cooperativo, Durante nuestro trabajo de campo en San-
en otras palabras, la vuelta a los cauces “nor- ta Cecilia, desde comienzo de 1973 hasta me-
males” de participación7. diados de 1974, el entusiasmo inicial en Santa
Cecilia había decaído sensiblemente. Una de
las líneas de clivaje pasó por la dimensión reli-
7 Es importante recalcar que la comisión actual de giosa. Muchas familias dejaron de participar en
la Unión Agrícola de Avellaneda tiene en su seno a enero de 1973 por lo que consideraban como
muchos colonos que fueron socializados en el traba- una excesiva politización de la Comisión Cen-
jo gremial en las Ligas Agrarias. Su presidente es un
tral de las Ligas y, por lo tanto, por el alejamien-
caso claro: dirigente activo de las Ligas encontró en la
cooperativa un “refugio” para su compromiso social y to de los propósitos iniciales del Movimiento
económico. Rural. Este conflicto no fue abierto y no hubo,
Ideología y organización sindical 215

por lo tanto, una oposición a las Ligas8. El peso ción de los colonos. Como es obvio, no todos
de los sacerdotes tradicionales y sobre todo del los colonos entregan toda su producción a las
obispo de Reconquista que nunca dio su apoyo cooperativas. Los acopiadores y las desmota-
a las Ligas sirvió para neutralizar al grupo de doras privadas no han desaparecido de la zona
familias más próximo a la Iglesia oficial. La dis- y muchos productores tienen con ellos una lar-
cusión, además, se trasladaba a un plano más ga relación de clientela. Creo que no cometería
teológico: si el discurso del catolicismo es el una injusticia si dijera que los colonos que se
del amor y de la solidaridad, ¿cómo es posible fueron separando o que nunca pertenecieron a
que los dirigentes de las Ligas hubieran traído las Ligas eran los más cercanos a la Iglesia ofi-
la violencia a un espacio de paz y orden? Aun- cial que rechazó a las Ligas, los que votaban a
que se reconociera la cuota de violencia de la la Unión Cívica Radical y los que mantenían un
policía y de la dictadura militar, se pensaba que vínculo más estrecho con el sector capitalista
la respuesta no podía ser más violencia y con privado de comercialización. Las Ligas fueron,
actos públicos que podían ser vistos como una en gran medida, un movimiento de la juventud
provocación por parte de los colonos. Otro cli- agraria en un contexto de radicalización y alta
vaje fue específicamente político, como ya ha participación política de la juventud argenti-
sido mencionado anteriormente. Aunque las na urbana. El Movimiento Rural de la Acción
Ligas nunca fueron parte del Frente Justicia- Católica jugó en este proceso un rol articula-
lista, muchos colonos veían con escepticismo dor clave. El clivaje generacional se acentuó
el apoyo indirecto al nuevo gobierno y, sobre cuando la represión se hizo más intensa. Desde
todo, cierta colaboración con las tendencias de comienzos de 1975, los padres de los colonos
izquierda del Partido Justicialista. jóvenes fueron cada vez más reticentes en su
Otro de los clivajes estaba mucho más cerca apoyo y solidaridad. El aislamiento de la Co-
de las estrategias económicas de comercializa- misión Central de las Ligas quedó en eviden-
cia en el momento en que sus dirigentes más
representativos fueron detenidos, ya que no
8 Bartolomé analiza en profundidad las distintas di- hubo ningún movimiento masivo de protesta.
visiones que sufrió el Movimiento Agrario de Misiones.
Para muchos colonos la represión fue perci-
Las causas fueron, fundamentalmente, por discrepan-
cias políticas con la conducción radicalizada (1982: 42). bida como una respuesta a la radicalización
216 Eduardo Archetti - Antología esencial

política individual. Esto explica, en gran parte, y con asambleas permanentes de delegados.
no sólo la derrota y desaparición de las Ligas Este modelo de organización social creó con-
sino la imposibilidad de que en la actualidad diciones de participación femenina muy impor-
puedan ser reorganizadas. Sus dirigentes me- tantes. En esos largos y difíciles años las Ligas
nos radicales encontraron en la participación se convirtieron en un fenómeno nacional y, en
cooperativista una suerte de refugio tempora- consecuencia, los colonos pasaron a discutir
rio que, con el correr de los años, se hizo per- no sólo sus problemas vecinales de caminos o
manente. La vuelta de la democracia en 1983 de la fiesta patronal o del club de fútbol sino,
permitió que algunos de sus afiliados volvieran también, aspectos centrales de la política agra-
a la militancia política y lo hicieran a través del ria nacional que condicionaban su presente y
Partido Justicialista. En las elecciones de 1986 su futuro en tanto productores agropecuarios.
la comuna de Lanteri fue ganada por este par- Las Ligas permitieron esa toma de conciencia
tido, llevando en su lista a viejos militantes de creando un nuevo código para interpretar su
las Ligas Agrarias. situación social y económica y permitiendo,
Sin embargo, en todo este proceso muchos aunque más no sea temporariamente, su incor-
colonos, y no sólo los jóvenes más comprome- poración activa en la vida política nacional sin
tidos, se sintieron, por primera vez, “partícipes la intermediación burocrática de las organiza-
de su propio destino”. Crear una nueva organi- ciones tradicionales agraristas. Volver a la zona
zación desde la nada, desplazar a la vieja Fede- catorce años después y encontrar a muchos de
ración Agraria de todo el norte de Santa Fe y los jóvenes al frente de las chacras de sus pa-
discutir de igual a igual con dirigentes políticos dres, casados, establecidos y con hijos permite
provinciales y nacionales fueron logros nada tener una perspectiva histórica diferente. No se
despreciables. Todo esto parecía una ilusión trata de colonos que sólo hablan de sus tracto-
a comienzos de 1970. El tipo de organización, res, de los nuevos arados o de la próxima cose-
descentralizada y democrática, creó a nivel de chadora mecánica de algodón que esperan con
cada colonia y a nivel comunal condiciones ansiedad. Su participación política anterior les
políticas inéditas en la zona. Las decisiones ha dejado el gusto de hablar de política nacio-
de las Ligas eran tomadas democráticamente nal, de precios, créditos y comercialización, y
en un largo proceso de discusiones en la base el sentimiento profundo de que la democracia
Ideología y organización sindical 217

genera condiciones sociales de discusión que D’Alessio, Néstor 1969 “Chaco: un caso de
hay que defender. Muchos emigraron a las ciu- pequeña producción campesina en crisis”,
dades y no volverán al campo. Muchos experi- Revista Latinoamericana de Sociologia,
mentaron la crisis de la época de los créditos N° 2, pp. 384-409.
indexados y tuvieron que dejar las chacras. Ferrara, Francisco 1973 Qué son las Ligas
Hay el convencimiento de que todo hubiera Agrarias (Buenos Aires: Sigo XXI).
sido diferente si en aquellos años la organiza- Gallo, Ezequiel 1970 AgriculturaI
ción de las Ligas hubiera ayudado a consolidar Colonization and Society in Argentina.
esa democracia tan efímera. Creo que no todo The Province of Santa Fe: 1870-1895,
fue en vano. University of Oxford, Ph. D. thesis.
Memorias, años diversos, (Santa Fe: Unión
Agrícola de Avellaneda, Avellaneda).
Bibliografía Ministerio de Agricultura y Ganadería
1970 La industrialización de fibra de
Archetti, Eduardo P., STØLEN , Kristi Anne algodón en la República Argentina
1976 Explotación familiar y acumulación (Buenos Aires: Ministerio de Agricultura
de capital en el campo argentino (Buenos y Ganadería).
Aires: Sigo XXI). Slutzky, Daniel 1974 Diagnóstico de la
Bartolomé, Leopoldo 1982 “Base social e estructura social de la región NEA:
ideología en las movilizaciones agraristas Tenencia y distribución de la tierra en la
en Misiones entre 1971 y 1975. Emergencia reglón NEA (Buenos Aires: Consejo Federal
de un populismo agrario” en Desarrollo de Inversiones).
Económico, vol. 22, N° 85, pp. 25-56. Stagno, Horacio y Steele, John 1968
Bordarampe, A. 1948 “Análisis estadístico “Estimaciones de costos y retornos para la
de los precios de la fibra de algodón producción de algodón con tracción animal
argentino”, IV Congreso Algodonero y mecánica”, INTA Sáenz Peña, Chaco
Argentino, Buenos Aires (mimeografiado). (mimeografiado).
Review from Futures lost:
nostalgia and identity among italian
immigrants in Argentina from Arnoldd
Schneider*

S chneider’s book is a contribution both to a


growing literature on post-migration eth-
nicity and to a better understanding of the fate
der’s main assumption is that ethnic solidari-
ties are neither natural nor historically stable.
Let me explore this with reference to the most
of Italian immigrants in Argentina, a country important findings of the book.
that during the last two centuries received more In chapter three the life histories of three
immigrants relative to the native population Italian men who came to Buenos Aires in 1906,
than the USA or Australia. The study is based 1912 and 1927 are presented. The men’s nar-
on anthropological fieldwork and interviews of ratives are very rich and show the ups and
106 well-off individuals in Buenos Aires in 1988 downs of their lives and of Argentina. The ur-
and 1989. During this period Schneider also at- ban cosmopolitan Buenos Aires opened up for
tended numerous meetings, assemblies and so- ‘options’ or ‘strategies’ in relation to ethnicity
cial activities of several Italian institutions. In and ethnic relations. The boundaries for iden-
1993 he carried out archival work. The first two tity were permeable. In some cases identity
chapters give an important summary of history, was shaped by activity and practice related to
politics and ideological models for understand- the Italian associations than exclusively by de-
ing immigration and national identity. Schnei- scent or even language. Schneider shows that
Italian associations allowed their active mem-
bers to be Argentine in outside contexts. Thus,
* This review of Futures Lost: Nostalgia and Iden-
being part of an ethnic association during long
tity among Italian Immigrants in Argentina from
Arnold Schneider 2000 (Oxford: Peter Lang) was pub- periods in the twentieth century was compat-
lished in Journal of Latina American Studios 2002, ible with being Argentine. However, failure to
vol. 34, pp. 742-744. participate in ethnic associations did not cause
220 Eduardo Archetti - Antología esencial

a person to be perceived as non-Italian or even gentine national identity. They made references
‘less’ Italian. Schneider shows that for this gen- to different traditions in their life histories and
eration of immigrants the social, economic and did not wish to be confined to a single ‘national
cultural life in a modern three million metropo- identity’.
lis shaped their identities as porteños (inhabit- Chapter five is a very interesting one. Here
ants of Buenos Aires). Schneider presents at length a discussion be-
In chapter four we move from individual ex- tween a first-generation immigrant, Giovanni
perience into the life of well-off or elite families Petrarca, who arrived in the 1940s, and Juana
that did not share the difficulties of hundreds Asti, a descendant of immigrants, concerning
of thousands of poor Italian immigrants. They changing gender roles and European influenc-
arrived with important financial and educa- es in Argentina. Petrarca defined strict border-
tional assets. The oldest families founded im- lines between what he defined as ‘European’
portant economic enterprises and became suc- (or modern) and ‘Argentine’ (or traditional).
cessful landowners. The youngest immigrants Argentine problems were defined in relation to
were highly qualified technicians recruited by the role played by caudillos and machos in poli-
Italian companies after World War II. Schneider tics and family life. Juana Asti no did not ac-
compares different generations and, of course, cept this stereotypical presentation of gender
finds out divergences in terms of identity con- roles in public and private arenas. She empha-
struction. As expected, he demonstrates that in sized, on the contrary, the importance of her
the second and third generation political and family and other immigrants in bringing pro-
national allegiances become more fluid. Even gress modernisation to Argentina, even in rela-
for the recent first generation immigrants the tion to gender roles. For Petrarca the modern
volatility was high and they were dependent on Italy, his country of today, represented moder-
close relationships with powerful families of nity and progress, while Asti made reference to
older immigrations, including the native elite. her upper-class European origin only as a past
Their children were marked by the hardship tradition of progress.
that accompanied the military dictatorship of In the following chapter Schneider shows
1976-83. They kept their Italian passports and that among young Italo-Argentines, between
they did not believe in the existence of an Ar- twenty and forty years old, the discourse
Review from Futures lost: nostalgia and identity among italian immigrants in Argentina221

about the modern and economically success- I began by stating that Schneider’s book is an
ful Italy strongly presented by Petrarca is only example of post-migration ethnic studies in the
partially relevant. In Buenos Aires, being of sense that with the help of very selective em-
Italian descent has no special significance on pirical findings he is able to demonstrate that
its own. Being Italian appears in combinations to be Italian or Argentine is extremely complex
with other markers of distinction in which the and plural. It is in this context that is not easy
display of style, decorum and taste is very im- fully to accept his idea of nostalgia, of an essen-
portant. In many of the cases presented Italian- tial home or country or a longing for something
ness is largely confined to the private sphere of far way and idealised as a general emotional
the home. state among his informants.

Eduardo Archetti
University of Oslo
3.
Campesinos e Indígenas
de la Sierra ecuatoriana
Estructura agraria
y diferenciación campesina
en la Sierra ecuatoriana*

L os análisis tradicionales de la estructura


agraria latinoamericana pusieron el énfasis
en la polarización latifundio-minifundio. Los la-
fuerza de trabajo, tanto local como regional, y
además en sus pequeñas parcelas produce sufi-
cientes valores de uso abaratando los costos de
tifundistas, los grandes propietarios de las ha- reproducción. El capitalismo rural, encuentra,
ciendas, aparecen en dichos análisis como un por lo tanto, en el campesinado su complemen-
obstáculo doble: impiden la penetración de las to simbiótico. La simbiosis latifundio-minifun-
relaciones capitalistas de producción y se con- dio se redefine en el nuevo contexto pero sigue
vierten en una barrera para la expansión del siendo el eje central del razonamiento y la ex-
campesinado. A partir de la década del setenta plicación de los cambios agrarios más recien-
y como consecuencia de los cambios ocurridos tes. Esto trae como consecuencia una crecien-
en un conjunto de países, se reconoce cierto te proletarización rural y la marginalización de
grado de dinamismo por parte de los grandes los productores campesinos.
propietarios que se capitalizan, expanden la El caso ecuatoriano presentado en este artí-
producción y redefinen sus relaciones con culo ayuda a reflexionar sobre la complejidad
el campesinado. El campesinado sigue sien- social que todo proceso de expansión capita-
do funcional pues constituye una reserva de lista encierra y del que la estructura agraria
tradicional no queda al margen. La hipótesis
* Este trabajo fue presentado originalmente en el central es la siguiente: el desarrollo capitalista
seminario “Capitalist Agriculture in Latin America”, agrario supone una gran movilidad de los fac-
Churchill College, Cambridge, 18-22 de septiembre de
1984. La versión aquí reproducida pertenece a la revis-
tores de producción (tierra, capital y trabajo)
ta Estudios Rurales Latinoamericanos, Vol. 9, Nº 1, y, en consecuencia, genera condiciones de di-
enero-abril, 1986, pp. 17-42. ferenciación económica y social dentro de la
226 Eduardo Archetti - Antología esencial

clase terrateniente tradicional como dentro del Uno de los problemas centrales es encontrar
campesinado. Es posible esperar, por lo tanto, los criterios que permitan caracterizar este tipo
que no solamente la vieja clase de terratenien- de productores agrarios. Si se parte de la idea
tes se transforme sino que, paulatinamente, se de que la economía campesina se caracteriza
abran brechas para la aparición de una nueva por el uso de fuerza de trabajo familiar y por
clase de terratenientes con trayectorias diver- formas de reproducción independientes de la
sas. Al mismo tiempo es altamente viable su- lógica del capital, los procesos de diferencia-
poner que las relaciones tradicionales entre ción suponen cambios en estas dos variables.
gran propiedad y minifundio se vean afectadas Los campesinos ricos, en consecuencia, com-
y, por lo tanto, los procesos de diferenciación binan fuerza de trabajo familiar y fuerza de tra-
dentro del campesinado no sólo impliquen una bajo ajena y, paralelamente, ocurre un proceso
mayor proletarización sino también expansión, de capitalización mediante la ampliación de los
acumulación y cristalización de grupos de ciclos de reproducción. Esa ampliación puede
campesinos ricos. En este artículo se tratará de o no cristalizar en una rápida modificación tec-
caracterizar a esos nuevos actores — burgue- nológica y el reemplazo de la fuerza de trabajo
sía rural y campesinos ricos— a partir de un por máquinas. Para muchos casos en América
trabajo de campo realizado en la provincia de Latina es posible pensar que uno de los cortes
Pichincha durante los años 1976 y 1977 y una centrales ocurre cuando la lógica de produc-
nueva encuesta a los productores familiares ción pasa a depender de inversiones perma-
realizada en 19831. nentes en capital fijo. Una mayor inversión y
reemplazo del trabajo vivo de los productores
hasta su desaparición indicará los límites supe-
1 El trabajo de investigación en 1976 y 1977 fue
riores del campesinado. De un burgués rural no
realizado con Kristi Anne Stølen. De este trabajo
publicamos conjuntamente un artículo que, de alguna se espera una participación activa en el proce-
manera, presenta la problemática a desarrollar en so de trabajo aunque sí un control directo de la
este artículo (1980). Sin embargo, hay modificaciones
sustanciales y esto no hubiera sido posible sin una
encuesta que Kristi Anne Stølen aplicó en 1983 campesina. Agradezco su generosidad al permitirme
durante su segunda estadía en El Chaupi. Esta es la utilizar material inédito así como sus críticas y
fuente principal de este análisis de la diferenciación comentarios a esta versión.
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 227

gestión y manejo administrativo de su unidad ahorrado o a través de políticas estatales— fa-


productiva. De un campesino rico se puede to- vorecen a grupos de campesinos con parcelas
davía esperar que su trabajo y el de su familia que por su tamaño permiten una redefinición
sigan siendo relevantes así como su participa- de las estrategias productivas. Dentro de este
ción directa y continua en la gestión y adminis- contexto, obviamente, los precios y la expan-
tración. El modelo del farmer norteamericano sión del mercado jugarán un papel dinamiza-
o del campesino capitalizado europeo o del dor de primera importancia. No puede haber
colono argentino dependerá de condiciones una consolidación tanto del grupo de burgue-
especiales que, en el caso del Ecuador, no es- ses agrarios como de los campesinos más aco-
tán presentes. En efecto, la agricultura familiar modados sin que los precios sean favorables
capitalista en la Sierra ecuatoriana depende, durante un cierto período de tiempo.
en mayor grado que en los casos mencionados, En la primera parte del artículo, de manera
del proceso de capitalización local y regional muy breve se resumirán algunos de los cambios
en el que la burguesía agraria juega un rol ca- más notables de la economía ecuatoriana. En
pital. Los nichos abiertos por este último gru- la segunda parte se presentarán los aspectos
po, especialmente mediante la introducción de más importantes de la estructura agraria de El
capital y la renovación tecnológica, permiten Chaupi tratando de caracterizar a los diferen-
una transferencia de recursos productivos (es- tes actores sociales, su origen, sus estrategias
pecialmente el alquiler de máquinas) del que productivas y sus modos de inserción en los di-
puede beneficiarse el sector más empresarial ferentes mercados. En la tercera parte a partir
dentro del campesinado. Esta es la segunda hi- del estudio detallado de algunos casos, se tra-
pótesis que subraya la importancia de no sepa- tará de precisar las características de actores
rar en el análisis un grupo del otro. La crisis del tipo. Finalmente, en la última parte se tratará
sistema de hacienda tradicional y su transfor- de extraer algunas conclusiones más generales
mación permiten, en primera instancia, la apa- que no sólo ilustren lo ocurrido en el Ecuador
rición, expansión y consolidación de un sector sino que ayuden a pensar el caso presentado en
con características burguesas. Un aumento de relación a la problemática más general de las
las transacciones en tierra, el desarrollo de las condiciones de capitalización y diferenciación
fuerzas productivas y la inyección de capital — de los productores agrarios en América Latina.
228 Eduardo Archetti - Antología esencial

Cuadro Nº 1. Ecuador: cantidad y superficie de las explotaciones de la Sierra, 1954-1974


Tamaño Número Área en hectáreas
(Ha.) 1954 1974 1954 1974
Total % Total % Total % Total %
0-10 234.596 90.37 280.974 37.10 496.400 16.43 560.800 18.24
10,1-50 18.292 7.04 32.064 9.93 362.200 11.99 663.092 21.56
50,1-100 3.594 1.38 6.014 1.86 218.700 7.24 368.043 11.97
100,1-500 2.368 0.91 2.935 0.90 471.100 15.59 504.702 16.41
+ 500 720 0.30 599 0.21 1.472.200 48.75 977.637 31.82
Total 259.579 100 322.586 100 3.020.400 100 3.074.274 100
Fuentes: Censos agropecuarios de 1954 y 1974.

1. Cambios agrarios y desarrollo Reforma Agraria a partir de 1964 es grande y,


económico como era de esperar, afectó a las explotaciones
más grandes. El salto cualitativo se registra,
Del Cuadro Nº 1 se desprenden con cierta cla- sin embargo, dentro de las explotaciones que
ridad un conjunto de cambios ocurridos en la tienen entre 10 y 50 ha ya que la cantidad de
estructura de tenencia de la tierra desde 1954 hectáreas casi se duplica, pasando de 362.200
hasta 1974. El área total no ha registrado un a 663.092. Lo mismo ocurre a nivel del número
cambio apreciable; sin embargo, el total de de explotaciones en donde se da un incremen-
explotaciones pasa de 259.569 a 322.586 ha. to de 18.192 a 32.064.
Esto significa una relocación interna de gran Si a las hectáreas perdidas por las grandes
importancia. Si se toman las explotaciones por unidades se agrega la cantidad de hectáreas de
tamaño, las únicas que pierden tierra son las incremento del área total, o sea 53.874, se tie-
de más de 500 ha que en ese período pasan de ne una reasignación de 548.437 ha. De éstas, el
1.472.200 ha a 977.637. Los cambios más impor- 11.7% pasó bajo el control de las unidades con
tantes se registran dentro de las unidades de menos de 10 ha, contra el 54.8% para las que
entre 10 y 100 ha. Obviamente el impacto de la tienen entre 10,1-50 ha y el 33.5% para las que
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 229

tienen entre 50,1 y 500 ha. Esto permite con- y por el tipo de tecnología y estrategia pro-
cluir sin ningún problema que la movilidad del ductiva (como se verá en la presentación de
factor tierra durante estos veinte años ha sido algunos de los casos estudiados), no pueden
muy grande. bastarse con la fuerza de trabajo familiar,
Una evaluación precisa del impacto de la iii. El crecimiento de explotaciones medianas
Reforma Agraria en la redistribución de tierras —de entre 50 y 100 ha—, es altamente sig-
durante este período es necesaria. De acuerdo nificativo e indica la consolidación de un
con los datos de Cosse, entre 1964 y 1975 en la nuevo tipo de productores que es necesario
Sierra un total de 182.542 ha fueron distribui- caracterizar pero que, de todas maneras,
das por el IERAC (Instituto Ecuatoriano para tiene un componente de fuerza de trabajo
la Reforma Agraria y Colonización) como par- familiar sin importancia.
te de la implementación de la ley de Reforma
iv. Finalmente, el proceso de esos veinte años
Agraria. Esta cifra representa un 33% del total
que se acentúa posteriormente, marca la
de la tierra redistribuida en esos años. Obvia-
crisis y el profundo cambio de las explota-
mente, las compras y las particiones por he-
ciones tradicionales grandes.
rencia son mucho más significativas y explican
los cambios de tenencia y tamaño que ocurren El presente estudio de caso fue realizado en la
para esa época. La redistribución por Reforma provincia de Pichincha, cuyo eje de articulación
Agraria sólo se acelerará a partir de 1976-77 económica depende de la ciudad de Quito. Es
(Cosse, 1980). necesario tener presente que las condiciones
Del análisis de los datos censales se pueden ecológicas y la proximidad espacial al impor-
extraer las siguientes conclusiones: tante mercado urbano de Quito generan con-
diciones favorables que no están presentes en
i. La mayoría de las explotaciones serranas otras zonas de la Sierra. Del Cuadro Nº 2, por
son típicamente “campesinas” y en condicio- ejemplo, se desprende claramente que en la
nes de reproducción sumamente difíciles, provincia de Pichincha el porcentaje de las ex-
ii. Se registra la consolidación y crecimiento plotaciones entre 50 y 500 ha, tanto en el censo
de explotaciones de más de 10 ha y de me- de 1954 como en la muestra de 1968, es conside-
nos de 50 las que, en condiciones normales rablemente más importante que en el resto de
230 Eduardo Archetti - Antología esencial

las provincias serranas. Los datos adicionales portante índice del impacto de la producción
del Cuadro Nº 3 muestran la importancia eco- lechera es el aumento de las plantas industriales
nómica de las explotaciones de Pichincha en que pasan de 15 en 1968 a 65 en 19782.
términos del valor de la producción agrícola. Pi-
chincha, para cada uno de los grupos y en todos Cuadro Nº 2. Ecuador: explotaciones entre
50,1-500 ha: porcentaje del total de la superficie
los casos sin excepción, contribuye con casi la censado por provincias de la Sierra, 1954-1968
mitad del total producido por cada grupo.
Provincias Explotaciones Superficie
¿Qué es lo que ha estado ocurriendo en Pi-
1954 1968 1954 1968
chincha en términos de estrategias productivas
Azuay 0.9 1.4 28.8 49.3
y asignación de recursos durante esta época? El
Bolívar 2.9 1.0 23.4 21.4
cambio más significativo es el paso de las acti-
vidades agrícolas y ganaderas tradicionales a Canar 1.1 1.4 26.8 23.9
la producción de leche. La superficie dedicada Carchi 5.1 4.1 34.0 44.3
al ganado pasa de 207.100 ha en 1954 a 338.309 Cotopaxi 1.8 1.7 19.9 31.0
en 1974. Esto representa nada menos que el Chimborazo 1.4 0.7 28.5 21.0
62.8% de la superficie total de la provincia. Las Imbabura 2.7 1.0 36.5 30.4
praderas artificiales pasan de 41.200 ha en 1954 Loja 1.8 1.0 23.8 17.5
a 183.381 ha en 1974. Esto implica que en 1974 Pichincha 8.3 13.5 44.6 48.5
más de la mitad de la tierra dedicada a ganade- Tungurahua 0.9 0.9 29.7 45.3
ría tenía praderas sembradas (Barsky & Cosse,
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Arias,
1981: 45). Cambios importantes se registran a 1972. Los datos de 1968 se obtuvieron a partir de una
nivel de la introducción de ganado de raza, me- muestra censal.
joramiento de las instalaciones y compra de ma-
quinaria agrícola. El Cuadro Nº 4 indica con toda
nitidez que los cambios entre 1954 y 1974 no son 2 Estos cambios se registran adecuadamente en las
sino una aceleración de lo que estaba ocurrien- estadísticas de la producción nacional de leche. En 1954
se producían 258.624.000 litros de leche, en 1968 se pasa a
do con anterioridad pues en 1954 casi un cuarto, 647.396.000 litros, en 1976 a 784.859.000 litros para llegar
el 23% exactamente, de la producción nacional en 1978 a 871.146.000 litros (los datos fueron cedidos
de leche estaba localizada en Pichincha. Un im- gentilmente por el proyecto PROTAAL-FLACSO, Quito).
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 231

Cuadro Nº 3. Ecuador: contribución porcentual de cada categoría de tamaño al valor de la producción


agrícola, por provincias (miles de sucres de 1955)
Provincias 50-99.9 ha. 100-199.9 ha. 200-499.9 ha.
Sucres % Sucres % Sucres %
Total país 409.799.5 100.0 282.395.7 100.0 297.235.7 100.0
Total Sierra 111.204.3 27.1 67.067.4 23.7 75.906.7 25.5
Azuay 2.104.1 0.5 2.340.9 0.8 1.618.5 0.5
Bolívar 12.841.7 3.1 6.098.7 2.2 2.987.2 1.0
Canar 1.587.3 0.4 1.443.0 0.5 2.659.5 0.9
Carchi 11.013.0 2.7 3.761.6 1.3 8.036.1 2.7
Cotopaxi 9.003.8 2.2 6.733.9 2.4 6.598.6 2.2
Chimborazo 5.682.0 1.4 5.858.5 2.1 8.878.3 3.0
Imbabura 4.659.7 1.1 3.072.2 1.1 5.320.4 1.8
Loja 5.273.0 1.3 3.751.3 1.3 5.249.8 1.8
Pichincha 56.931.3 13.9 31.135.5 11.0 31.149.4 10.5
Tungurahua 2.108.4 0.5 2.871.8 1.0 3.408.9 1.1
Fuente: Arias, 1962, pp. 87-88. Sólo once productos agrícolas.

Cuadro Nº 4. Ecuador: contribución provincial al valor total de leche: 1954 (en miles de sucres de 1955)
Provincias Sucres % Provincias Sucres %
Azuay 39.148.5 9.1 Pichincha 98.829.7 23.0
Bolívar 17.718.6 4.1 Tungurahua 20.652.5 4.8
Canar 10.176.2 2.4 El Oro 5.507.1 1.3
Carchi 20.531.2 4.8 Esmeraldas 5.925.3 1.4
Cotopaxi 36.634.3 6.5 Guayas 49.803.5 11.6
Chimborazo 25.080.5 5.8 Los Ríos 13.229.9 3.1
Imbabura 18.915.8 4.4 Manabí 49.564.1 11.5
Loja 18.317.2 4.2 Total Nacional 430.034.4 100.0
Fuente: Arias, 1962, pp. 155-156.
232 Eduardo Archetti - Antología esencial

Este proceso de transformación está vincu- precio final ha estado subsidiado en determi-
lado a la expansión del mercado urbano de nadas coyunturas, especialmente después de
consumo de leche y productos derivados. 1979 y hasta 1981. Dentro de ese conjunto de
Es importante señalar que en este proceso medidas la liberación de impuestos para los
no hay inversión directa de capital extran- insumos agropecuarios importados ha jugado
jero ni en tierra ni en plantas procesadoras. un rol determinante en el proceso de trans-
Los productores grandes y medianos no sólo formación tecnológica. Finalmente, es nece-
son capaces de “modernizarse”, importar in- sario mencionar el rol de la agencia estatal
sumos y nuevos paquetes tecnológicos sino de investigaciones agropecuarias (INIAP)
que parte del capital acumulado se invierte que ha utilizado gran parte de sus recursos,
en la expansión industrial. Este proceso se permanentemente incrementados a partir de
ve favorecido por una generosa política esta- 1975, para el desarrollo de nuevas pasturas
tal de apoyo crediticio a estos productores y adaptadas a las condiciones ecológicas y pro-
al agro en general. A partir de 1964 y hasta ductivas de las cuencas lecheras de la sierra
1970 el monto crediticio se triplica. A partir ecuatoriana. Esto permite concluir que para
de 1973 y hasta 1981 el crecimiento se acele- el caso ecuatoriano el “espíritu protestante
ra y el crédito agropecuario pasa de un 10% empresarial” de los grandes y medianos pro-
del total otorgado a actividades productivas ductores de leche se vio acompañado por po-
en 1964 a un promedio de casi el 20%. Esto, líticas estatales favorables que posibilitaron
obviamente, no puede explicarse sino por el no sólo la modernización sino un continuo
impacto del boom petrolero en la economía proceso de acumulación de capital.
nacional y por el rol prioritario del sector Es importante mencionar que todo este
agropecuario, sus actores sociales y sus in- proceso se ve acompañado por un intenso
tereses económicos y políticos en la escena proceso de urbanización y por el crecimiento
nacional. Paralelamente al crédito, la política de un mercado de consumo urbano diferen-
de precios ha sido favorable a los producto- ciado dispuesto no sólo a consumir leche y
res y los incrementos han sido continuos des- carne sino a pagar precios altos. Este fenóme-
de 1966. Muchos de los aumentos no han sido no es también una consecuencia del auge y la
trasladados a los consumidores, o sea que el bonanza petrolera de la década del setenta.
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 233

2. Estructura agraria tensiva y con grandes limitaciones para el desa-


en El Chaupi rrollo de una agricultura intensiva.
No se entrará en mayores detalles en lo que
El trabajo de campo fue realizado en el sur de hace a la historia local y regional pero algunos
la provincia de Pichincha, en la parroquia el elementos son necesarios para ubicar un con-
Chaupi que forma parte del cantón Mejía. La junto de problemas relativos al cambio agrario
zona elegida se encuentra a 8 km de la ciudad registrado en la zona. Esa área era parte de una
de Machachi y a 41 de Quito y es, por lo tanto, gran hacienda que se consolida a comienzos
el extremo del valle de Machachi, una de las dos del siglo XIX y que perteneció a la Marquesa
cuencas lecheras más importantes del Ecuador. de Solanda, esposa del Mariscal Sucre. La par-
La altitud varía desde los 3.150 hasta los 5.200 tición comienza en la década del veinte, ya en
m sobre el nivel del mar. El límite aprovechable este siglo. La nueva hacienda que se formó ocu-
con pasturas naturales puede situarse en los paba los tres pisos ecológicos mencionados y,
4.200 m. Toda la zona se encuentra comprendi- en consecuencia, el centro de su actividad eco-
da por lo que se llama piso intermedio, entre la nómica estaba localizado en las tierras bajas y
parte baja de los valles y el páramo. El clima planas que son una parte del valle de Machachi.
se caracteriza por la baja temperatura prome- Como resultado de esta utilización de recursos,
dio anual, de 10 a 12 grados hasta los 3.600 m y la zona de estudio escogida se dedicaba al pas-
de 3 a 6 grados en el piso superior. Las lluvias toreo extensivo de animales, especialmente ga-
son abundantes y varían entre 1.000 y 2.000 mm nado bovino y ovino. En la década del treinta
anuales. Si se ve esta zona como una unidad de esta hacienda tenía más de setenta “huasipun-
análisis equivalente a un ecosistema sus carac- gueros” y un número grande de “arrimados”.
terísticas principales son las siguientes: escasas Una parcelación por herencia ocurre a fines de
posibilidades de un desarrollo satisfactorio de esa década y la parte alta le es otorgada a uno
los cultivos; en consecuencia, producción de de los hijos del dueño. Este área, como era de
flujos moderados de energía y equilibrio ener- esperar, estaba casi totalmente despoblada y
gético relativamente inestable y frágil. Por lo una de las estrategias que el nuevo propietario
tanto, este área fue tradicionalmente descrita va a utilizar para poblarla es ofrecer tierra en
como especialmente apta para la ganadería ex- propiedad privada como pago por trabajo. Los
234 Eduardo Archetti - Antología esencial

períodos para saldar la deuda variaron entre rá a la producción de piretro para exportación.
los ocho y los doce años. Esto indica varias co- Para 1964 de lo que fue una gran hacienda sólo
sas: en primer lugar, las dificultades existentes quedaba, como testimonio histórico, un hermo-
para conseguir asalariados y, aparentemente, so casco colonial casi totalmente derruido.
huasipungueros que no tenían acceso a tierra En el proceso de parcelación el impacto
agrícola apta y, en segundo lugar, la ruptura del de la Reforma Agraria hasta 1978 fue míni-
ciclo reproductivo que se basaba en la utiliza- mo. En 1970 se distribuyeron solamente unas
ción plena de los diferentes nichos ecológicos. 80 ha. Si se mira la estructura agraria en 1977
En efecto, la existencia de huasipungos en las se verá que hay setenta explotaciones con
partes bajas significaba que la fuerza de trabajo menos de 10 ha pero como producto de una
podía utilizarse en todos los niveles. Esta po- parcelación de tierra afectada por la Refor-
sibilidad se rompe como consecuencia de la ma Agraria, unas 460 ha, la cantidad de pro-
partición por herencia pues aquellos quedan en ductores en este grupo pasa a los 82 en 1978.
la zona baja. Esto significó un cambio en la cantidad de
El poblamiento del área comienza y se acen- ha que controlan con un incremento de casi
túa a partir de 1940. Durante esta época la 200 ha en 1977 a 657 ha en la actualidad. Esto
hacienda se dedica íntegramente a la cría ex- permitió que el tamaño por unidad aumen-
tensiva de ganado, fundamentalmente ganado tara y que, paralelamente, las parcelaciones
ovino, representando lo que podría llamarse la por herencia que ocurrieron no pulverizaran
hacienda tradicional tipo por el uso extensivo las unidades más pequeñas. Si se toma en
de factores de producción. Sin embargo, es cuenta el modo de acceso a la propiedad se
original en cuanto a la forma de asentar pobla- tiene que menos del 10% del total de la tierra
ción: la obtención de fuerza de trabajo se basa ha sido transferida a partir de mecanismos
en la entrega de tierra por trabajo. A partir de de herencia, siendo el resto el resultado de
1947 la hacienda comienza a parcelarse pero compras directas o a partir de la afectación.
no en pequeñas parcelas que permitan la repro- Casi el 80% de la tierra se compró entre 1966
ducción local de la fuerza de trabajo necesaria. y 1978. En este proceso, sin lugar a dudas, la
Durante una década gran parte de la tierra va a ley de Reforma Agraria ha jugado el rol más
ser arrendada a un grupo danés que se dedica- importante. Más de la mitad de los pequeños
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 235

productores han conseguido su tierra o par- eran asalariados, lo que indica que para esta
te de ella, a través del organismo ejecutor de generación las dificultades para obtener tierra
la reforma (IERAC). Cuando había tierras en fueron mayores.
venta grupos de pequeños productores o asa- En cuanto al tipo de inserción de este gru-
lariados rurales formaron precooperativas po en el mercado de trabajo, se tiene que del
para, de ese modo, conseguir el apoyo del total que era asalariado, un 72% lo era con
IERAC. Esto funcionó eficazmente durante carácter permanente. Este alto porcentaje
estos años como un medio de presión sobre indica un tipo de secuencia en el proceso de
las grandes unidades. Las precooperativas reestructuración: primero, proletarizaron y
fueron un instrumento jurídico para iniciar luego “campesinización” Pero esta campesi-
los trámites correspondientes, conseguir la nización no es ni total ni definitiva; o sea, que
afectación, comprar y luego dividirse en pe- no se está en presencia de un campesinado
queños lotes de propiedad individual. Esta clásico capaz de constituir unidades de pro-
presión sobre la tierra se refleja con toda niti- ducción y consumo autónomas del mercado
dez en la evolución del precio de la hectárea capitalista de trabajo. Los datos muestran que
pagada: el promedio de la década 1935-45 es la reproducción depende de la explotación de
de 810 sucres; para 1956-60 está ya en 3.151 la parcela y de la venta de fuerza de trabajo.
sucres y luego vienen los aumentos bruscos: La venta de fuerza de trabajo entre los jefes
6.084 sucres para 1966-70 y 9.672 sucres para de familia es de casi el 60% y está altamente
el período comprendido entre 1971 y 1978. correlacionada con la edad y la fase de expan-
Casi toda la tierra transferida se encuentra sión del ciclo doméstico. Paralelamente, para
entre los 3.300 y 3.600 metros de altitud. conseguir los cientos de sucres extras que se
Si se observa el origen social de los peque- necesitan mensualmente se encuentran espo-
ños propietarios se encuentra un resultado sas o hijas que trabajan a destajo como orde-
interesante: casi el 78% tuvieron como última ñadoras e hijos que trabajan como proletarios
ocupación la de asalariados rurales fijos o tran- rurales permanentes o transitorios. Por con-
sitorios antes de devenir propietarios. Para la siguiente, la estrategia de reproducción com-
generación de sus padres, tomando como dato bina la producción de la pequeña parcela y el
la última ocupación que tuvieron, casi un 60% continuo contacto con el mercado capitalista
236 Eduardo Archetti - Antología esencial

de trabajo en la localidad. Esta dinámica no tes se venden sistemáticamente en la feria de


hubiera sido posible si no hubiera habido un Machachi. Cuando se pasa de 5 ha aparecen
rápido desarrollo de las oportunidades de tra- las vacas y, en algunos casos, la leche se uti-
bajo en las haciendas lecheras de El Chaupi. liza para la producción de queso fresco que
Sobre este aspecto que determina, entre otras se comercializa localmente o en Machachi.
cosas, una jerarquizaron del mercado de tra- Esta estrategia, concomitantemente, permite
bajo y una relativa diferenciación se volverá una mejor utilización de la fuerza de trabajo
más adelante. familiar. Para los productores que tienen más
Sin embargo, pese a la generalidad de este de 10 ha que, en la actualidad son once, esta
proceso de proletarización-campesinización- estrategia se acentúa. Por lo tanto, la dife-
proletarización hay variaciones que son sig- renciación y las condiciones mejores para la
nificativas y que pueden ayudar a una mejor capitalización se deben discutir en relación a
caracterización de la diferenciación campe- los siguientes criterios: tamaño de la parce-
sina. El porcentaje de jefes de familia que se la, estrategias productivas, tecnología y tipos
proletarizan entre los que tienen más de 6 ha de utilización de la fuerza de trabajo familiar.
se reduce a un 20%. Por el contrario, para los Aparentemente el tamaño es la constricción
que tienen menos de 6 ha este porcentaje es de más relevante pues condiciona las posibilida-
casi un 54%. Este corte puede indicar la pre- des de combinar agricultura y ganadería, por
sencia de “campesinos ricos” que convendrá un lado, y por el otro, las condiciones de ven-
analizar cuidadosamente. En la próxima sec- ta de fuerza de trabajo. Sobre este aspecto se
ción se analizarán estos casos. Sin embargo, volverá más adelante.
hay otro criterio que aparece asociado al tama- Brevemente se mencionan los aspectos
ño de las parcelas y es la aparición al lado de tecnológicos. Dada la escasez de tierra los
las estrategias productivas tradicionales, la de pequeños productores no pueden mantener
la producción de leche. animales de tiro y a ello se debe la expan-
La estrategia típica productiva del cam- sión del uso del tractor para arar y cultivar.
pesinado serrano ecuatoriano de esta zona Anteriormente se utilizaban los servicios de
combina habas, papas y algunas legumbres un tractor del Ministerio de Agricultura pero
(especialmente cebolla). Sólo los exceden- en la actualidad se utilizan los tractores de
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 237

las haciendas o de los tractoristas “empre- lucra transacciones mercantiles ya que to-
sarios”. El resto de la tecnología (semillas, dos esos insumos se compran localmente o
fertilizantes, insecticidas y pesticidas) invo- en Machachi.

Gráfico Nº 1. Esquema de reproducción de los pequeños productores


238 Eduardo Archetti - Antología esencial

Si se considera un momento el proceso pro- las unidades que para sobrevivir deben vender
letarización-campesinización-proletarización, fuerza de trabajo de sus miembros tienen que
el resultado sincrónico —semi-campesinos o acudir a conseguirla, al mismo tiempo, como
semi-proletarios— es lo menos interesante. si fueran unidades capitalistas en momentos
Este proceso que acompaña la diferenciación en que la competencia por fuerza de trabajo se
social y económica, es un producto del mismo revela en toda su intensidad. Este tipo de uni-
desarrollo capitalista del agro. Este impacto no dades de producción no sólo están integradas a
sólo es externo a las unidades de producción través del intercambio mercantil y el mercado
familiares sino que repercute sobre ellas en los de trabajo sino que, incluso, las relaciones de
momentos más agudos del proceso de trabajo, parentesco, de vecindad o amistad aparecen
o sea durante la cosecha o la carpida. El 25% de desprovistas de su contenido anterior, apare-
las explotaciones con menos de 5 ha usan siste- cen ahora mediatizadas por los procesos de
máticamente el trabajo de otros y éste se paga constitución de mercados de trabajo con neto
en dinero. El intercambio de trabajo, “prestar- contenido capitalista. En el gráfico adjunto se
se mano” o “mingas”, sigue siendo importante presenta el esquema de reproducción de estos
pero tiende a disminuir. Paradojalmente o no, productores (ver Gráfico Nº1).

Cuadro Nº 5. Unidades de producción de más de 50 ha según tamaño y estrategia productiva de la zona


de estudio
Agricultura Has destinadas Ganadería Total
lechería
1. 20 40 60
2. 6 57 63
3. 40 30 70
4. 20 60 80
5. 24 60 84
6. 90 90
7. 30 70 100
8. 30 90 120
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 239

Agricultura Has destinadas Ganadería Total


lechería
9. 140 140
10. 40 105 145
11. 50 100 150
12. 300 200 500
13. 42 458 500
14. 55 568 623
15. 618 962 1.580

En El Chaupi hay quince unidades de produc- con la introducción de ganado lechero de raza,
ción que tienen más de 50 ha. Del Cuadro Nº como el Pardo Suizo que se adapta a la altura.
5 se desprende que hay siete que tienen entre Es posible, por lo tanto, disponer de potreros
50 y 100 ha, cuatro tienen más de 100 y menos adecuados hasta los 3.500 m de altura lo que en
de 200, y las cuatro restantes tienen entre 500 condiciones naturales hubiera sido imposible.
y 1.580 ha. Del conjunto de actividades produc- Sin embargo, los pisos ecológicos siguen siendo
tivas se desprende que sólo hay una hacienda una constricción en El Chaupi. Hasta los 3.500
que se dedica exclusivamente a la producción m se encuentra la combinación de lechería y
de leche. Las ocho restantes que se dedican a la agricultura (papa, habas y en unos pocos casos,
lechería combinan esta actividad con la produc- cebada). En todos los casos la producción de
ción agrícola (producción de papas y de habas). leche es lo determinante y hay una tendencia
De las que combinan agricultura y ganadería ex- a reemplazar los cultivos anuales con praderas
tensiva de carne, hay cinco unidades, dos entre artificiales. La lechería es la estrategia más ren-
50 y 100 ha y las tres restantes con 500 o más ha. table no sólo en términos de precios sino porque
La expansión de la lechería en la zona ha estado está menos sujeta a las variaciones climáticas
íntimamente relacionada con la implantación de (las heladas son un factor de incertidumbre muy
praderas artificiales con pastos de altura de alta grande en la región). Entre los productores que
productividad y valor nutritivo, como también conservan la producción mixta, la agricultura
240 Eduardo Archetti - Antología esencial

aparece como una estrategia racional que impi- convierte en zona productora de leche al mismo
de que por un prolongado pastoreo se produzca tiempo que los rendimientos agrícolas aumen-
una compactación excesiva de los suelos. “Aflo- tan y la ganadería tiende a ser cada vez menos
jar los suelos para que respiren” se consigue con extensiva. Sin embargo, pese a esta tendencia
cultivos como la papa y las habas. Por sobre los general hay todavía considerables diferencias
3.500 m la lechería desaparece como una alter- entre las distintas haciendas y aún entre las le-
nativa viable. Hasta los 3.700 m es posible culti- cheras. El manejo de pasturas, la mejora en las
var tanto papa como cebada pero por encima la instalaciones, la completa tractorización, la me-
única estrategia rentable es la ganadería exten- jora genética, la crianza artificial de terneros, la
siva. Lo importante es que aun en estos casos se introducción del ordeño mecánico y el control
encuentran praderas artificiales hasta los 3.800 reproductivo explican esos cambios. Las dife-
m y por encima el pastoreo se hace exclusiva- rencias en la incorporación de tecnología se ex-
mente en praderas naturales. Las tres haciendas presan en diferentes niveles de productividad;
ganaderas grandes utilizan esta estrategia para por ejemplo, la carga ganadera por ha varía des-
la cría de ganado ovino. Aun en estos casos ha de 0.7 a 3.1; las vacas de ordeño por hectárea
habido un cambio tecnológico apreciable, espe- varían desde 0.2 a 1.4 y la producción de leche
cialmente mediante la introducción de ganado por vaca de ordeño, de 5 a 10.6 litros diarios.
mestizo, semiestabulación y la introducción de La incorporación de capital ha producido un
pasturas naturales mejoradas. cambio radical en la utilización de fuerza de tra-
De este breve análisis de las estrategias pro- bajo. El mercado indiferenciado de trabajadores
ductivas se desprende que debido a los deter- agrícolas ha sufrido una sustancial transforma-
minantes ecológicos, hasta 3.500 m se da una ción con la aparición de personal calificado, es-
combinación de cultivos anuales con la lechería pecialmente capataces, tractoristas y personal
y, por encima, predomina la ganadería. Ahora de ordeño (fundamentalmente mujeres). En El
bien, los cambios notables en El Chaupi no hu- Chaupi hay en la actualidad alrededor de seten-
bieran sido posibles sin la adopción de innova- ta asalariados mensualizados, especialmente en
ciones tecnológicas. Una zona relativamente la actividad ganadera. La producción agrícola
marginal, especialmente si se toma como pun- utiliza fuerza de trabajo estacional no calificada
to de referencia el fértil valle de Machachi, se para carpir y cosechar. Durante el año 1977-78,
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 241

207 asalariados fueron utilizados en diferentes queños. Esto tanto en términos de tecnología
períodos por las haciendas. De éstos una buena mecánica como también en términos de tecno-
parte no proviene de El Chaupi sino de las co- logía biológica y química por el simple hecho
munidades indígenas cercanas, especialmente de que la producción agrícola coincide en to-
de Pastocalle. Una de las tendencias recientes das las explotaciones, independientemente de
es que el cultivo de papas se venda en semente- su tamaño. Este caso de expansión capitalista
ra a un contratista que se encarga de cosecharlo genera un proceso de acumulación de capital
y, por lo tanto, de contratar la fuerza de traba- que se traduce en la diferenciación de la estruc-
jo necesaria para ello. Cuando esto ocurre los tura agraria tradicional en dos sentidos: por un
asalariados provienen de zonas cercanas pero lado, la diversificación de productores grandes
no de la parroquia. Asimismo, los cambios en y, por otro, la diferenciación campesina. Se
la tenencia de la tierra ocurridos implican que verá ahora, en pocas palabras, cuál es el origen
pese al crecimiento demográfico registrado, en de los productores que tienen más de 50 ha.
los momentos picos la fuerza de trabajo dispo- Si se comienza el análisis con las transaccio-
nible en El Chaupi no es suficiente. nes de tierra se verá que el mercado de tierras
Sin lugar a dudas, los cambios en las ha- ha existido desde la década del treinta pero esta
ciendas han permitido una mayor flexibilidad tendencia se acelera a partir de 1956. Entre este
y una expansión del mercado de trabajo para año y 1977 se realizaron trece de las dieciséis
los pequeños productores de El Chaupi. La po- compras, en las que estuvieron involucrados los
sibilidad de combinar trabajo en la parcela y actuales propietarios. Del total de 5.015 ha ven-
salario no sólo ha sido “funcional” a las gran- didas, 29.35 fueron compradas por los que ahora
des unidades sino que ha permitido generar están a cargo de las explotaciones. El resto, 2.080
ciertos excedentes monetarios que pudieron ha, fueron compradas por sus padres. Es necesa-
invertirse en la compra de tierra (en muchos rio observar que para este último grupo la ma-
casos con precios favorables como en el caso yoría de las tierras, el 75% para ser más exactos,
de las afectaciones por la implementación de la fueron cedidas en herencia en las explotaciones
ley de Reforma Agraria). Al mismo tiempo, los que tienen 500 ha y más. Este hecho, más la par-
avances tecnológicos han favorecido la trans- ticular evidencia que la familia Bruzzone (los que
ferencia tecnológica de los grandes a los pe- compraron de los descendientes de la marquesa
242 Eduardo Archetti - Antología esencial

de Solanda) ya había vendido a otros comprado- segunda estrategia implica movilidad geográ-
res y no directamente a los actuales dueños, se- fica: venta de una explotación en otra zona y
ñalan la gran movilidad no sólo del factor tierra posterior traslado a El Chaupi. En todas estas
sino del grupo de compradores entre 50 y 500 ha. situaciones el simple hecho que se tuviera tierra
¿Cuál es su origen social? ¿De dónde proviene el en propiedad privada permitió el logro de cré-
capital para la compra de tierras? ditos hipotecarios, generosos después del boom
Al comienzo de este artículo se ha hablado petrolero, que posibilitó la expansión fundiaria.
de “burguesía rural”. Este término alude a un Para todos los casos estudiados, hijos de
origen estrictamente agrario y, por oposición, campesinos ricos, la posibilidad de educarse, de
no industrial del capital inicial. De los trece pro- terminar la escuela secundaria, les fue posible.
pietarios sólo seis tienen un origen claramente Quizás este hecho les permitió enfrentar el boom
agrario. Esto significa que no sólo ellos sino que lechero con otra mentalidad que la de sus padres.
sus padres fueron productores agropecuarios en Operar con el sistema crediticio, recibir de buen
la zona o en otras áreas vecinas, especialmen- grado a los extensionistas y a los vendedores de
te en la provincia de Cotopaxi. Las estrategias insumos, no preocuparse por las deudas sino fun-
seguidas han sido de dos tipos, pero en todos damentalmente por la inversión y la expansión
los casos comenzaron con unidades que tenían de la producción, llevar libros de contabilidad,
entre 20 y 50 ha. La primera estrategia es menos parecen como algo normal cuando recapitulan
móvil: instalados en la zona, aprovechando los los últimos quince años de vida. Sin embargo, en
ciclos altamente favorables de determinados algunos casos la adopción de la estrategia leche-
cultivos, especialmente la papa (aparentemen- ra se realiza en el momento oportuno, es decir,
te el destino de gran parte de los “campesinos cuando el desarrollo de las técnicas de pastura
ricos” está íntimamente ligado a este cultivo), y el proceso adaptativo del ganado fino lechero
van comprando hectárea tras hectárea hasta están bastante avanzados no sólo en la zona sino
que aparece la oportunidad de adquirir una sola en el Ecuador y, en consecuencia, los riesgos de
unidad. Esto les permite vender las parcelas y las “innovaciones” son algo menores.
consolidar una unidad de producción mucho Obviamente se trata de productores que han
más viable y en donde es posible centralizar el crecido en un tipo de explotación eminentemen-
proceso productivo y el control del mismo. La te comercial y orientada exclusivamente al mer-
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 243

cado. Para algunos es el punto de partida y para tal comercial permite y posibilita la circulación
otros el punto de llegada de un proceso de acu- de mercancías y articula las relaciones entre
mulación de capital previo. Adquirir más tierra e productores y consumidores, entre producto-
incorporar nueva tecnología en este contexto en- res y sector industrial. Para poner un ejemplo
cierra cierta continuidad con las prácticas fami- que ilustra claramente esta afirmación, se verá
liares e individuales anteriores. En todos los ca- qué ocurre en la actualidad con la leche. Exis-
sos el “espíritu empresarial” debe verse no como ten las plantas transformadoras modernas pero
una ruptura sino como un proceso en el que las éstas no recogen sino sólo una parte ínfima de
nuevas reglas de combinación de factores apare- la leche: el proceso de recolección está bajo el
cen generadas exteriormente por los hacenda- control de un sinnúmero de comerciantes-ca-
dos más modernos, el Estado y sus agencias de mioneros que, con uno o dos camiones, garan-
extensión y por los empresarios que importan y tizan que cada día del año la producción llegue
venden nuevos insumos y paquetes tecnológicos. a las plantas. Por cada litro de leche recogido
Hay en El Chaupi otro grupo de productores este comerciante gana entre 1.20 y 1.60 sucres.
con un origen social diferente. Ya no se trata Por lo tanto, este sistema de transacciones y
de productores agrarios sino de comerciantes cadenas permite que aparezcan comerciantes
que invierten en tierra. Esto es válido para seis que ocupan diferentes nichos con niveles de
de los casos estudiados. La agricultura serrana rentabilidad diferentes. En ninguno de los ca-
ecuatoriana funciona y se reproduce a partir de sos estudiados se trata de comerciantes mino-
un sistema complejo de transacciones mercan- ristas que venden directamente en ferias y mer-
tiles. Como es normal, las transacciones son cados. Tres casos son comerciantes mayoristas
más complejas cuando menos integrado está el de papas y habas que operan u operaban en
sector agrario al sector industrial. Esto signifi- Quito y/o Ambato, cuyo mercado es uno de los
ca, en otras palabras, que el capital industrial li- más importantes de la Sierra ecuatoriana. Hay
gado al agro no se desdobla necesariamente en dos casos de comerciantes minoristas pero con
capital comercial, o sea que el nexo entre éste puestos fijos diarios y una venta sumamente di-
y los productores se realiza a través de agentes versificada (uno en Quito y otro en Machachi).
concretos y especializados en un sistema jerár- El caso restante es el personaje social típico de
quico y articulado de ferias y mercados. El capi- la zona: el camionero-comerciante. Dueño de
244 Eduardo Archetti - Antología esencial

dos camiones, su vida transcurre entre feria y aristocráticos ecuatorianos. Al mismo tiempo
feria, entre mercado y mercado. son productores capitalistas modernizantes y
Si se observan las estrategias y las historias de modernistas que organizan sus explotaciones
vida es posible concluir que la acumulación de con criterios de ganancia y rentabilidad sin pre-
dinero en la actividad comercial se invierte en la ocuparse por el mantenimiento del prestigio
compra de tierras. Cuando la explotación agraria del “linaje”. El término burguesía agraria alu-
comienza a marchar y a dar excedentes la ten- de a este grupo con un origen social “mixto” y
dencia es a abandonar la actividad comercial. La delimita tanto sus fronteras hacia arriba como
actividad comercial es percibida como “riesgo- hacia abajo, respecto a los productores de tipo
sa”, “permanente”, “carga social” (una gran parte campesino que se han descrito anteriormente.
del capital circulante se inmoviliza permanente- No se trata de “productores familiares” que tra-
mente en crédito a los pequeños comerciantes y bajan con su familia y que maximizan la combi-
pequeños productores) y “nómada”. Frente a esto nación de factores a partir de la utilización de la
la actividad agrícola encierra lo opuesto, “menos fuerza de trabajo que generan en los ciclos de
riesgosa”, “discontinua”, “sin cargas sociales” y desarrollo doméstico. Sus hijos e hijas no tra-
“sedentaria”. Lo interesante del caso ecuatoriano bajan ni trabajarán la tierra. Los que trabajaron
es que estas historias de vida ilustran la flexibili- al lado de sus padres ya no lo hacen más y la
dad del mercado, del comercio, y las entradas y mayoría no viven permanentemente en sus ex-
salidas de una actividad a otra. Esto implica que plotaciones. Sus viviendas habituales están en
exista en la actualidad una gran presión sobre el Machachi o en Quito y viajan diariamente a sus
mercado de tierras y sobre el precio de las mis- explotaciones o pasan la semana allí, de lunes a
mas. Esto proviene, en gran parte, de la presencia viernes. Al no ser hacendados tradicionales sus
de este grupo activo de comerciantes que aspi- aspiraciones históricas tienen poco que ver con
ran a invertir en tierra y a abandonar el comercio la historia de la clase terrateniente tradicional
como la actividad económica principal. ecuatoriana, a saber: tierra y dinero que se trans-
En ninguno de estos casos se puede hablar forman en poder político regional y nacional.
de una diferenciación económica como resulta- Sus trayectorias son trayectorias de clase media
do de cambios internos de la clase terrateniente en el sentido que sus decisiones y actividades en
tradicional. Son nuevos productores con un ori- el pasado y en el presente tienen todavía el olor
gen social que para nada los liga a los “linajes” al trabajo, el gusto al ahorro y la satisfacción de
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 245

poder dar a sus hijos una mejor educación y un ha. En el Cuadro Nº 6 (ver cuadro en página
destino más urbano y acomodado. siguiente) se puede observar la estrategia de
La estructura agraria de El Chaupi muestra un producción seguida por cada uno de los casos
nuevo contexto social y económico a partir de las estudiados.
transformaciones de la estructura agraria tradi- En todos los casos, excepto en uno (caso 5)
cional. Los dos nuevos actores sociales —la bur- —el productor 6 tiene algo de ganado y su ac-
guesía agraria y los campesinos ricos— ocupan tividad principal es la de transportista, dueño
nichos diferentes en lo que hace a estrategias pro- de una camioneta que transporta mercaderías,
ductivas, tamaño de las explotaciones, organiza- gente y leche a y desde los principales centros
ción de la producción y peso del trabajo familiar de comercialización y venta—, se trata de pro-
en relación al trabajo asalariado. Los campesinos ductores que combinan la producción de papa y
ricos, los que tienen entre 10 y 50 ha, están al mar- habas con la de leche. El excedente de papa y ha-
gen del capital agro-alimenticio pero el hecho de bas se comercializa regularmente en la feria de
combinar producción agrícola y ganado les per-
Machichi. La papa y las habas entran en un sis-
mite ocupar un nicho ventajoso: la producción de
tema de rotación con las praderas artificiales. El
queso fresco que circula a nivel local y regional.
ciclo es el siguiente: dos cosechas de papa, una
Estos productores todavía conservan los rasgos
de habas y tres a cuatro años con ray-grass y
propios de los productores familiares y conviene
trébol. Todos los productores usan fertilizantes,
detenerse un momento y hacer un análisis más
minucioso de sus estrategias de producción, de semillas mejoradas, insecticidas y pesticidas. La
sus trayectorias y de sus posibilidades en el futu- producción de leche es el rubro central para la
ro, lo que se verá en la sección siguiente. mayoría de las unidades. El ganado es mejorado
mediante cruce con Holstein. En la actualidad
la mayoría de las unidades disponen de un toro
3. Diferenciación campesina reproductor pero en el pasado era común con-
en El Chaupi seguir prestado uno de calidad en las haciendas
vecinas. Esto, sin lugar a dudas, es el origen del
Como se dijo anteriormente, en El Chaupi incremento en la calidad del ganado que se ob-
hay once productores que tienen más de 10 serva en la actualidad.
246 Eduardo Archetti - Antología esencial

Cuadro Nº 6. Unidades de producción de más de 10 ha según tamaño y estrategia productiva


en El Chaupi
Número ha Agricultura Ganadería Total ganado Vacas de ordeño
1. 33 2 31 64 20
2. 25 2 23 25 12
3. 19 4 15 17 6
4. 18 5 13 28 10
5. 16 7 9 4
6. 13 Tierras en el páramo no aptas
7. 14 4 10 21 10
8. 13 4 9 19 5
9. 13 4 9 15 4
10. 12 2 10 12 2
11. 12 2 10 23 8

La productividad promedio de leche por vaca la producción de quesos. La mujer debe, por lo
de ordeño está cercana a los cinco litros dia- tanto, combinar varias tareas y, obviamente, el
rios (a modo de comparación, el promedio esfuerzo en la producción diaria de quesos es
en las nueve haciendas lecheras era de ocho grande si se pasa de cierta cantidad. Es el caso
litros por vaca). Anteriormente, se había ob- del productor 1: su producción diaria es de 80
servado que la división venta de leche fresca/ litros, esto implica que se pueden hacer entre
producción casera de quesos permitía diferen- 20 y 25 quesos diarios (se calcula que cada que-
ciar estas unidades de las más grandes. Esto es so se puede hacer con 3,5 a 4 litros de leche).
cierto para todos los casos excepto para tres Esto sería posible si además del trabajo de la
de ellos: productores 1, 2 y 3. La producción mujer se pudiera disponer del trabajo de los
de quesos se inserta dentro de la división se- hijos. Este no es el caso ya que de los dos hi-
xual del trabajo: el hombre cuida del ganado y jos, uno vive en Quito en donde trabaja como
ordeña, y su mujer ordeña y hace quesos. Por empleado público y el otro, de catorce años, va
lo tanto, el trabajo de la mujer es central para al colegio secundario en Machachi. La produc-
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 247

ción de quesos es más rentable que la venta de de 69 sucres diarios por persona. Esta cifra es
leche fresca si no se toma en cuenta la fuerza menor que el salario a destajo que se paga en
de trabajo. De acuerdo con algunos cálculos se la actualidad en El Chaupi que es, aproximada-
tendría lo siguiente: cada queso lleva 4 litros a mente, de 100 sucres. Ahora bien, esta lógica
11 sucres el litro, más 3 sucres en cuajo, o sea no es la de los productores ya que lo que cuenta
un total de 47 sucres. El queso se puede vender es el esfuerzo y la disponibilidad de fuerza de
entre 55 y 60 sucres, o sea que la ganancia va- trabajo. En los casos de los productores 2 y 3,
ría entre 8 y 13 sucres por queso. La capacidad que también venden la leche esto es claro: el
de producción manual de quesos es de aproxi- productor 2 tiene casi 90 años y su mujer 78 y
madamente cinco/seis por persona3. O sea que no pueden trabajar como quisieran. De los 12
los 6 quesos dejarían un excedente monetario hijos que tuvieron, sólo una hija ha quedado en
la explotación que para el conjunto de tareas
diarias es ayudada por una “criadita”. El caso 3
3 El cálculo de cinco/seis quesos por persona ha
sido hecho a partir de la productividad per cápita
es parecido pues el ciclo expansivo ha termina-
existente en la actualidad. Esto no significa que una do, los dos tienen casi sesenta años, y sus hijos
persona no pueda producir más quesos. La produc- han emigrado o estudian en Machachi.
ción de quesos depende de un conjunto de factores Los productores que destinan la leche a la
tecnológicos al margen del tiempo de trabajo. Entre producción de quesos tienen una estructu-
estos factores, los que limitan la expansión se relacio-
nan con la disponibilidad diaria de leña para hervir la ra familiar “adecuada” o sea que sus mujeres
leche y la capacidad de conservar una gran cantidad tienen menos de 45 años y disponen en todos
de quesos. En la actualidad expandir la producción los casos, excepto uno, de la ayuda de hijas
implica, en la mayoría de los casos, nuevas instalacio- menores de quince años que han terminado la
nes y la construcción de una habitación especial. Al
escuela primaria, no continúan los estudios de
lado de esto es necesario recordar que los quesos no
se venden diariamente sino una vez a la semana, por lo la secundaria en Machachi y están en El Chau-
general. Esto permite imaginar el tipo de instalaciones pi para casarse. Un caso excepcional es el de
que se necesitarían cuando se comienzan a producir la mujer del productor 4 que alcanza a produ-
unos treinta o cuarenta quesos diarios y los cambios cir alrededor de diez quesos diarios ya que las
en las estrategias de comercialización (si se mantiene
vacas de ordeño producen un poco más de 50
constante el factor mercado y se supone hay una de-
manda ilimitada a nivel regional). litros diarios y se utilizan ocho para consumo
248 Eduardo Archetti - Antología esencial

y alimentación de los terneros. En los otros ca- y de acuerdo con los cálculos realizados, cada
sos, la producción de quesos varía de 3 a 7. Una hectárea de papa requirió 73 jornales/hombre a
vez que los quesos se producen, la mejor estra- 100 sucres, o sea un total de 7.300 sucres (las
tegia de venta es la de ubicarlos directamente jornadas se distribuyeron por tarea de la mane-
en Machachi pero esto no suele ser posible en ra siguiente: 4 para siembra, 1 para fumigar, 12
todos los casos y mucho menos diariamente. para deshierbas, 1 para reabonar, 15 para apor-
Por lo tanto, una parte de los quesos se ven- ques y 40 para cosechar). Tomando en cuenta
de en la localidad a los campesinos sin vacas el precio de la papa y el precio de los insumos,
suficientes o sin tierra (la combinación habas su ganancia por hectárea fue de alrededor de
calientes y queso fresco es comida diaria en la 40.000 sucres4. Al mismo tiempo su produc-
zona como en gran parte de la Sierra ecuatoria- ción de leche ascendió a 100 litros diarios, de
na con producción lechera) o a uno de los pro- los que vendió 80 a la planta. Esto significó un
ductores, el 7 del Cuadro 6, que es un experto ingreso bruto de 321.000 sucres y una ganan-
negociante de quesos. En la actualidad tiene 80 cia estimada en alrededor de 290.000 sucres
años, es muy activo y ha comprado y vendido (se calcula que los gastos no exceden el 10%
quesos durante más de treinta años tanto en la
localidad como en las ferias cercanas.
4 Para los precios de la papa se han estimado pro-
La combinación agricultura/ganadería/pro- medios del año 1983. Calcular de esta manera tiene sus
ducción de leche no sólo depende del ciclo de dificultades por las grandes variaciones del precio de la
desarrollo doméstico como se acaba de men- papa durante los últimos años en el Ecuador. Ha habido
cionar. Esta estrategia mixta de producción momentos en que una buena cosecha podría dejar unos
200.000 sucres de ganancia. Muchas “fortunas” rurales
no sería posible sin la utilización de fuerza de se originan en esos cambios bruscos de los precios. Las
trabajo de terceros, especialmente en la agri- coyunturas favorables de precios explican en muchas
cultura. En todos los casos estudiados para las zonas y en muchos casos excedentes monetarios que
distintas tareas agrícolas (siembra, fumigadas, se utilizaron para la compra de más tierras. Esto, a su
deshierbas, reabonos, aporques y cosecha) se vez, explica las pingües ganancias de los “paperos” (co-
merciantes de papa) y su transformación en exitosos
utilizan asalariados, fundamentalmente los productores rurales, posteriormente. Al lado del “oro
campesinos menos ricos y sus hijos. Si se toma negro”, el “oro de la papa” ha sido y es un fenómeno de
como ejemplo el productor 1 del Cuadro Nº 6, movilidad social en el campo ecuatoriano.
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 249

de los ingresos brutos monetarios). El trabajo se compró a plazos un tractor usado y desde
en ganadería y en la producción de leche fue esa época trabaja como tractorista un prome-
realizado por él mismo y su mujer, o sea que la dio de 10 días al mes. Durante el año pasado
retribución fue de 145.000 sucres por hombre estimaba un ingreso mensual como tractorista
al año lo que da un salario mensual de 12.000 de alrededor de 20.000 sucres; ingreso consi-
sucres aproximadamente. Este salario es cua- derablemente más alto que el ingreso mensual
tro veces el salario de un asalariado a destajo que se calculó para el caso del productor 1. En
en la zona. Obviamente en el caso de la mujer la actualidad tiene 10 vacas de ordeño y utiliza
hubiera resultado imposible combinar eficaz- 42 litros diarios para la producción de 10 que-
mente el trabajo de ordeño con la producción sos. En este rubro trabajan su mujer y una de
de quesos. sus hijas de 15 años. Para la producción de 2
El paquete tecnológico moderno incorpora- ha de habas y 2,5 de papa utiliza jornaleros. Su
do depende de la tracción mecánica disponible producción agraria está enteramente financia-
en la localidad. Sólo uno de los productores — da por el Banco de Fomento (esto, por otro
el 4 del Cuadro Nº 6, con 18 ha— tiene tractor; lado, es también válido para el 80% de los casos
el resto lo alquilan en las haciendas. Todo el estudiados, o sea que son muy pocos los que
trabajo cultural antes de la siembra es mecáni- no utilizan los créditos de siembra y cosecha
co (en muy pocos casos algunas tareas se ha- de dicho banco).
cen con bueyes que, por otro lado, también se El tipo de explotación de un campesino rico
alquilan). El caso del tractorista es interesante en El Chaupi combina, en consecuencia, fuerza
y vale la pena presentarlo brevemente. Desde de trabajo familiar y fuerza de trabajo asalaria-
que tenía 15 años hasta los 25 trabajó como da. El componente último es decisivo para ha-
peón en una hacienda de la zona. Con el dinero cer viable la estrategia mixta productiva. Esto
ahorrado compró 5 ha en 1970. Pagó 56.000 su- implica que hay cierta independencia entre el
cres en tres años. Su estrategia productiva ba- desarrollo demográfico de los grupos domésti-
sada en la producción de papa le fue muy bien cos y las estrategias productivas. Esto, dicho
y en 1975 compró otras 13 ha por las que pagó en otras palabras, significa que sin el mercado
150.000 sucres. Sin embargo, siguió trabajando capitalista de trabajo no puede hablarse de una
como jornalero a destajo hasta 1975. Para 1980 efectiva viabilidad económica de estas unida-
250 Eduardo Archetti - Antología esencial

des de producción. El destino de los hijos de- za cuando tienen quince años y sus ingresos
pende de la capacidad que tienen sus padres monetarios no son necesarios en sus familias,
para darles una educación adecuada que les y por lo tanto pueden ahorrarlo hasta que se
permita acceder a puestos en la burocracia casan; una vez que hacen esto y por la apertura
quiteña o a la universidad. Todos ellos, sin del mercado de tierras pueden comprar y dar
embargo, no partirán a las ciudades y algunos el salto a propietarios. A partir de entonces, de
heredarán las propiedades. Muchas de las hijas lo que se trata es de seguir a saltos los cambios
volverán luego de terminar la escuela secunda- tecnológicos que ocurren en la zona tomando
ria y algunas ni siquiera dejarán El Chaupi una “gratis” los resultados de aquellos: tecnología
vez finalizado el ciclo primario. mecánica, mejoras genéticas, nichos en el mer-
El componente campesino está presente cado y estrategias múltiples ya que en algunos
cuando se analizan sus historias de vida. Por casos combinan sus actividades como agricul-
ejemplo, para el caso del productor 1 con más tores con las de tractoristas, comerciantes de
tierra, su padre fue durante toda su vida ma- quesos o transportistas (cuatro tienen camio-
yordomo de una hacienda y jamás tuvo tierra. netas y dos tienen camiones).
Luego de terminar la escuela primaria y de tra- Es necesario para completar este panora-
bajar algunos años como peón se trasladó a la ma no olvidar el rol de la Reforma Agraria. La
ciudad de Quito en donde trabajó como des- apertura del mercado de tierras en la zona y en
postador de ganado. Su historia es de trabajo, toda la Sierra dependió de la política de afec-
ahorro y buenas inversiones en tierra. En 1968 taciones del IERAC. Esto tuvo consecuencias
consiguió un lote de 25 ha que pudo pagar en evidentes sobre la posibilidad de canalizar los
tres años. Posteriormente, realizó la compra ahorros monetarios en compras con precios
de otras 9 ha. Su mujer es hija de un agricultor favorables y créditos a mediano plazo. Al mis-
con 13 ha y criada para ser una buena compa- mo tiempo, la readecuación del tamaño de las
ñera que trabaja duro, da hijos, no protesta y haciendas provocó la liberación y disponibili-
aguanta la vida rural. Sus historias son simila- dad de tierras que, en un momento posterior,
res a otras que se podrían contar con mayor permitió que los productores que mejor habían
detalle: poco o casi nada de tierra en herencia; utilizado sus recursos pudieran canalizar sus
un tiempo largo como asalariados que comien- excedentes monetarios en otras compras. El
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 251

espíritu empresarial para realizarse necesita grupos domésticos en El Chaupi, o sea casi
de contextos favorables y esto fue creado por un 10% del total). Los burgueses, excepto en
el Estado ecuatoriano en un proceso que co- un par de casos, viven una vida urbana a ple-
mienza a fines de 1970. Un mercado de tierras nitud. Obviamente, en todo esto es importan-
especulativo hubiera, sin lugar a dudas, expul- te la escala de las actividades productivas. El
sado o impedido el acceso a buena parte de mayor productor de leche, entre los de menos
nuestros actores. de 50 ha, tiene en la actualidad 20 vacas de or-
Las historias de vida de estos kulaks se deño y un total de 64 cabezas de ganado. Esto
parecen a las historias de vida de los bur- lo acerca a los menores de los burgueses, los
gueses rurales retratados con brocha gorda productores 7 y 8 del Cuadro Nº 5, que sólo
en la sección anterior del presente artículo. tienen, respectivamente, 25 vacas de ordeño
Sin embargo, las diferencias son importan- y 69 y 85 cabezas de ganado. Pero, al mismo
tes como para pensar que no se está ante un tiempo, está muy lejos de los otros que tienen
proceso lineal: de campesinos sin tierra o con desde 112 cabezas de ganado (el productor 3
poca tierra a kulaks, y de kulaks a burgueses del Cuadro Nº 5) hasta 475 (el productor 15).
agrarios. Los burgueses tenían otros nichos, Pero no sólo la escala es una limitación para
especialmente tierras o actividades comercia- sus capacidades de acumulación sino que el
les lucrativas, o sea que no eran productores mercado de tierras es cada vez más difícil
agrarios tradicionales. Por lo tanto, el compo- en la zona y la Reforma Agraria ha dejado de
nente de fuerza de trabajo propia y de parte actuar para todos ellos. En El Chaupi la tie-
de su familia no era decisivo como en el caso rra mejor y más apta para la producción de
de los campesinos ricos estudiados. Estos si- leche está ocupada y el precio por hectárea
guen trabajando, aunque diversifiquen sus ac- está por las nubes. Estas trayectorias indivi-
tividades y pasen a ser productores rurales y duales ilustran, por lo tanto, no sólo voluntad,
transportistas a la vez. Los campesinos ricos dinamismo, previsión, capacidad de trabajo y
son parte de la vida social y cultural diaria de ahorro sino también la importancia de “acci-
El Chaupi, tienen hermanos con menos tierras dentes históricos”, como los de la Reforma
y hermanas casadas con campesinos pobres e Agraria y del proceso de cambio tecnológico
incluso con campesinos sin tierra (unos once y modernización de las haciendas serranas.
252 Eduardo Archetti - Antología esencial

A fin de ilustrar la problemática de la dife- sino para un caso, ya que los cuatro restantes
renciación campesina, se verá qué ocurre con tienen entre 51 y 69 años de edad. La edad de
los cinco productores de El Chaupi que tienen los productores es un factor que también se ha
10 ha. Estos también combinan agricultura y tenido en cuenta al separarlos del resto ya que
producción de leche, tienen el mismo pasado es difícil esperar que tardíamente se produzcan
marcado por el trabajo asalariado y el origen cambios en sus estrategias productivas y de in-
campesino de sus padres, fueron beneficiarios versión por el peso del hábito y de sus horizon-
de la Reforma Agraria, producen habas y papa tes de expectativas.
con el trabajo de terceros y tienen entre 2 y 6 Para, finalmente, tener una imagen completa
vacas de ordeño. Todos ellos producen quesos de la diferenciación campesina cabe comentar
que venden localmente o en Machachi. Ningu- las estrategias productivas de los 30 producto-
no tiene camionetas o camiones. Esto los dis- res que tienen entre 5 y 9 ha (todos ellos be-
tingue de los productores 9, 10 y 11 del Cuadro neficiarios de la Reforma Agraria). Si se toma
Nº 6: los dos primeros tienen una camioneta, y como promedio entre 3 y 5 ha utilizadas en
el último un camión. Este criterio pareció im- agricultura, es de esperar que el componente
portante como para dejar aparte este grupo ya ganadero sea poco importante. Esta variable es
que, obviamente, los ingresos como transpor- central y permite encontrar lo que se llamaría
tistas son altos y marcan con claridad ciertos la diferencia de las diferencias. Para ilustrar
límites de disponibilidad de excedentes mo- lo anterior se tomará el caso de un productor
netarios. Esto no quiere decir que los límites con 9 ha. Tiene 3 ha sembradas con papa y ha-
entre estos cinco y los once sean tan claros y bas con un ingreso monetario de casi 100.000
precisos como para tener frente a los ricos otro sucres (como es de esperar, para un conjunto
grupo compuesto por campesinos medios. Es- de tareas culturales utiliza fuerza de trabajo de
tos criterios no son rígidos y la mayoría de las terceros, un total de 206 jornales). Produce,
veces esconden procesos que pueden o no re- paralelamente, un total de 3 quesos diarios lo
petirse. En esa dirección es probable que algu- que le da un total de 64.800 sucres de ingresos
no de ellos pueda dar el paso y convertirse en netos. La inflexión hacia un ingreso monetario
propietario de un camión o una camioneta. Sin mayor que proviene de la agricultura parece
embargo, esto probablemente no será posible evidente. Pero esto lógicamente se acentúa
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 253

cuando se reduce el tamaño, hasta acercarse y determina las condiciones de acumulación y


a las 5 ha. Es el caso de un productor con 6 ha. de reproducción; a menor tamaño, no sólo se
Este tiene sólo 1,5 ha en agricultura: 1 con papa maximiza la utilización de la fuerza de trabajo
y 0,5 con habas. No utiliza fuerza de trabajo de familiar sino que también se depende del mer-
terceros y lo ayudan su mujer y cinco de sus cado capitalista de trabajo en tanto se lo en-
siete hijos. Su ingreso monetario agrícola se frenta no sólo como poseedor de tierras sino
aproxima a los 40.000 sucres y su ingreso por también como poseedor de fuerza de trabajo.
venta de quesos no pasa de los 15.000 sucres
anuales. La reducción del tamaño no sólo im-
plica, en consecuencia, que la importancia de la 4. A modo de conclusión: viabilidad
agricultura es mayor sino también que se está de campesinos ricos en un contexto
frente a un productor más campesino, es decir, capitalista y subdesarrollado
que no utiliza la fuerza de trabajo de terceros.
Es importante añadir que también en muchos El punto de partida de este artículo estuvo
casos —especialmente para los productores condicionado por la siguiente problemática
por debajo de los 40 años— se presenta el caso general: evaluar el peso social y económico
de venta de fuerza de trabajo, es decir que los de los campesinos que combinan la utilización
ingresos monetarios se complementan con sa- al máximo de la fuerza de trabajo familiar y la
larios a destajo. Esto se acentúa cuando se baja acumulación de excedentes monetarios que les
de las 5 ha. permiten escapar del destino de la mayoría de
Para resumir lo expuesto hasta ahora, antes los campesinos pobres de América Latina. Este
de entrar en la parte final de las conclusiones, estudio de caso demuestra la existencia de
se puede afirmar lo siguiente: el tamaño con- un proceso de crecimiento capitalista y, con-
diciona las estrategias productivas; a mayor juntamente, la aparición de un campesinado
tamaño, predominio de la ganadería y de la diferenciado social y económicamente. Esto
producción de leche, lo que marca la utiliza- permite reevaluar las hipótesis que enfatizan
ción de la fuerza de trabajo familiar, pues ésta la polarización de clases y la desaparición de
se destina a la ganadería y se depende de los todo tipo de campesinado. La historia —y no
jornaleros a destajo para las labores agrícolas, sólo la historia contada con cierto detalle en
254 Eduardo Archetti - Antología esencial

estas páginas— siempre encierra sorpresas al ni modernización, ni campesinos acomodados


modo de una caja china. Sin esto, obviamente, y ricos sin ellos. Esto no hay que olvidarlo en
no habría lugar para los investigadores de las el momento de hacer el balance de la historia
ciencias sociales, pues sería mejor quedarse en local y de los efectos de la Reforma Agraria en
casa y esperar la “modernidad” y su victoria, el Ecuador.
y tampoco para los mismos actores y sus his- A partir de las 5 ha es como si se pasara
torias, pues sus destinos estarían ya escritos. a otro paisaje, a un terreno menos trágico y
Sin embargo, toda exageración encierra algo penoso. Los casos estudiados, pese a todo,
de verdad y el caso ecuatoriano ilustra las difi- ilustran las posibilidades creadas para la di-
cultades en el proceso de consolidación de un ferenciación y la capacidad de respuesta de
grupo de campesinos viables frente a las gran- determinados actores. Los campesinos no
des haciendas. Sin lugar a dudas, la mayoría de son una masa indiferenciada en ningún lugar
los productores de El Chaupi son campesinos y mucho menos en el Ecuador y, por lo tanto,
pobres que dependen para su reproducción de lo central es poder analizar sus estrategias de
la venta de fuerza de trabajo: hay 25 grupos supervivencia y acumulación para discutir la
domésticos sin tierra o con tan poca —menos viabilidad de este tipo de productores frente
de 1 ha— que su destino y su cotidianeidad es- a las haciendas que se modernizan y convier-
tán relacionados con el mercado capitalista de ten una zona árida y marginal en parte activa
trabajo en la zona, la región o en los centros del desarrollo capitalista ecuatoriano. De este
urbanos y, al lado de éstos, hay otros 27 que estudio de casos surge claramente el efecto
tienen entre 1 y 4 ha que combinan como pue- “civilizador y modernizante” del capitalismo
den el trabajo en las miniparcelas con la venta privado y de Estado: las estrategias producti-
de fuerza de trabajo. Por qué quedaron fuera vas de las haciendas permiten la aparición de
de la Reforma Agraria y por qué quizás nunca las unidades campesinas viables. Este cam-
recibirán más tierra es una historia que valdrá bio no se hubiera producido sin los incenti-
la pena contar pero que, sin embargo, suena a vos necesarios del Estado ecuatoriano. Pero
historia conocida en donde se mezclan privi- en este proceso de mímesis aparece un factor
legios, oportunismo, pasividad y arbitrariedad que es relevante y que merece ser subraya-
en grados diferentes. No habría capitalismo, do: la asignación de factores productivos va
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 255

a depender cada vez menos de la expansión tipo. De allí que la metáfora del kulak sea la
del ciclo de desarrollo doméstico. No se está más adecuada. Esto, asimismo, no implica
en presencia de campesinos que expanden el que se deje el trabajo productivo como se
tamaño de tierra para maximizar el uso de la ha mencionado anteriormente. Sin embargo,
fuerza de trabajo generada internamente. Ni las estrategias de acumulación pasan por la
tampoco se está, y es necesario recordarlo, ocupación de diferentes nichos y uno de los
en el otro extremo, con campesinos pobres más importantes es el de transportista. Por lo
que adoptan estrategias productivas que per- tanto, al lado del tamaño la multiplicación de
miten una mayor utilización de la fuerza de actividades económicas es una estrategia de
trabajo (por ejemplo, de producción de papa diferenciación económica. Esto, en la actua-
y habas a hortalizas y legumbres). La condi- lidad, se relaciona con la edad y es lo que, de
ción para la diferenciación pasa a depender alguna manera, permite diferenciar los once
de la utilización de fuerza de trabajo de ter- casos de los otros cinco con 10 ha. La edad
ceros. Los once casos de kulaks ilustran esta en sí no indica capacidad de correr riesgos,
tendencia con una gran claridad. Lo mismo sino solamente es un factor condicionante en
puede decirse de los otros casos con 10 ha la multiplicación de esfuerzos y desgaste de
o menos. El tamaño es un factor importante fuerza de trabajo. Un tractorista con su pro-
en una zona en donde hay una uniformidad pio tractor o un transportista con su camione-
de estrategias productivas. Las variaciones ta trabaja el doble o el triple y esto vale para
van a depender del grado de predominio de El Chaupi y sus kulaks jóvenes.
la ganadería respecto de la agricultura. Cuan- Si se busca el tipo ideal de campesino rico
do la ganadería tiende a desaparecer se está en el Ecuador —campesino porque todavía
ante un campesino que se proletariza. En El trabaja en su tierra junto a su mujer y porque
Chaupi, como quizás en otras áreas de dife- vive la vida cultural de una pequeña localidad
renciación campesina en el Ecuador, no exis- serrana encerrada en su ciclo de ceremonias,
te el farmer o el colono que trabaja nada más peregrinajes religiosos, comidas tradiciona-
que con su familia y depende del trabajo vivo les, fiestas y compadrazgo— se podría tener
interno como del trabajo muerto que incorpo- la siguiente imagen: la acumulación de capital
ra a través de la compra de insumos de todo depende de la existencia de un mercado capi-
256 Eduardo Archetti - Antología esencial

talista de tecnología que se transfiere a costos El desarrollo capitalista de la agricultura en


muy bajos (esto implica que sus inversiones el Ecuador se da dentro del contexto “desarti-
en capital fijo son muy bajas, bajas tanto si culado” de una economía subdesarrollada. De
se toma en cuenta la cantidad de tierra como Janvry & Garramón sostienen que la presencia
de trabajo) y de la fuerza de trabajo barata de de campesinos pobres y proletarios rurales es
campesinos pobres o sin tierras. Los casos es- funcional para el desarrollo capitalista en tanto
tudiados ilustran las dificultades de concebir siempre habrá una abundante y barata fuerza
un campesino familiar ecuatoriano provisto de de trabajo disponible (1977). De allí, sostienen,
un parque de maquinaria moderno, de instala- la coexistencia local y regional de unidades
ciones razonablemente transformadas y que grandes, capitalistas y minifundios. El presen-
está en condiciones de experimentar nuevas te estudio de casos demuestra que la existen-
técnicas y tecnologías. Sin embargo, este gru- cia de un mercado de trabajo en El Chaupi no
po ha crecido considerablemente y se ha for- sólo favorece a las unidades más grandes sino
talecido especialmente en las mejores áreas también a las menores de los campesinos aco-
para la producción de leche y papa5. modados. Sin lugar a dudas, la replicación de
la estrategia de las haciendas modernizadas en
escalas más pequeñas depende de la presencia
5 El trabajo de Barsky & Llovet sobre los produc- de esa fuerza de trabajo compuesta por la ma-
tores de papa de El Carchi demuestra claramente
que las condiciones de acumulación y diferenciación yoría de las familias de la localidad. Al mismo
campesina existen en áreas no lecheras. Este proceso tiempo, el actual análisis muestra las particula-
aparece vinculado a la capacidad de estos producto- ridades de la agricultura capitalista ecuatoria-
res de apropiarse de tecnología moderna en condicio- na mediatizada por la Reforma Agraria y la po-
nes favorables de precios durante un período relativa-
litica generosa del Estado a partir del boom pe-
mente largo. Este proceso, como en el presente caso,
se ha visto acompañado por la disminución del peso trolero. Para terminar, unas pocas palabras que
del trabajo familiar en el caso de las unidades que se resumen el sentido del artículo. La tesis que
capitalizan (1983). Sería necesario para reforzar esta relaciona capitalismo y polarización —como
hipótesis elegir otras zonas del Ecuador y ver si siem- en el caso de De Janvry & Garramón— es par-
pre la diferenciación de las unidades familiares está
cialmente correcta y, en consecuencia, escon-
asociada con la utilización creciente de fuerza de tra-
bajo de terceros. de parte de la realidad. El desarrollo capitalista
Estructura agraria y diferenciación campesina en la Sierra ecuatoriana 257

de la agricultura produce polarización pero, al campesina en Ecuador”, trabajo


mismo tiempo, diferenciación y la aparición mimeografiado presentado en el “Seminario
de grupos de campesinos acomodados que po- latinoamericano sobre campesinado y
drán pensar futuros diferentes para sus hijos. tecnología campesina”, GIA-Academia de
humanismo cristiano-CLACSO, Punta de
Bibliografía Tralca, Chile.
Archetti, Eduardo P. & Kristi Anne Stølen 1980 Ministerio de Agricultura Censos
“Burguesía rural y campesinado en la Sierra agropecuarios del Ecuador 1954 y 1974,
ecuatoriana” en Caravelle-Cahiers du monde Quito.
hispanique et luso-brésilien, 34, pp. 57-82. Cosse, Gustavo 1980 “Reflexiones acerca del
Arias, Manuel 1972 Estructura agraria del Estado, el proceso político y la política
Ecuador: estadística comparada de la agraria en el caso ecuatoriano, 1964-1977”,
situación en 1954 y 1968 (Quito: JANAPLA). en Estudios rurales latinoamericanos, Vol.
Barsky, Osvaldo & Gustavo Cosse 1981 3, 1, pp. 51-83.
Tecnología y cambio social. Las haciendas De Janvry, Alain & Carlos Garramón 1977
lecheras del Ecuador (Quito: FLACSO). “The Dynamics of Rural Poverty in Latin
Barsky, Osvaldo & Ignacio Llovet 1983 America”, en The Journal of Peasant-
“Cambio técnico y acumulación Studies, Vol. 4, 3, pp. 206-216.
Burguesía rural y campesinado
en la sierra ecuatoriana*
Eduardo P. Archetti y Kristi Anne Stølen

E n este artículo trataremos de reflexionar


sobre la caracterización de la burguesía
rural y el campesinado de la Sierra ecuatoria-
nente de lo general a lo particular a los efectos
de impedir la reificación de lo real a partir del
predominio de una perspectiva sobre la otra2.
na a partir de un estudio de caso realizado en Esto es aun más urgente cuando los procesos
la provincia de Pichincha, en el cantón Mejia1. de cambio social general adquieren dinámicas
Por lo general, el tipo de trabajo antropológico y contenidos específicos a nivel regional y lo-
impide una generalización adecuada y, vicever- cal. En esa dirección hay una multiplicación de
sa, la visión sociológica inhibe las descripcio- tiempos y espacios que hacen posible analizar
nes pormenorizadas y, por lo tanto, la captura la continuidad y discontinuidad de relaciones
de procesos específicos y la complejidad de sociales no como procesos mutuamente exclu-
situaciones sociales y culturales. El estudio de yentes. Veremos cómo el crecimiento capitalis-
una sociedad como la ecuatoriana con sus cli- ta del agro ecuatoriano se consolida y, en con-
vajes de clase, étnicos y territoriales tan marca-
dos y tan cambiantes requiere el pasaje perma-
2 El Ecuador, como tantos otros países latinoame-
ricanos, reúne los tres tipos de clivajes y demandas
asociadas: clase/igualdad, etnicidad/pluralismo y terri-
*Este trabajo fue publicado originalmente en la revista
torio/autonomía. Al mismo tiempo, como producto de
Caravelle Nº 3, 1980, pp. 57-82
historias diferentes y paralelas, las combinaciones y el
1 El trabajo de campo, realizado entre mayo 1976 y predominio de uno sobre el otro tienden a localizarse
junio 1977, fue posible gracias al apoyo brindado por en tiempos-espacios diferentes. Por ello en nuestro artí-
la Universidad de Oslo, el Consejo de Investigaciones culo el problema étnico o territorial no estará presente
de Noruega (NAVF) y el Consejo Latinoamericano de como lo hubiera sido de haber localizado nuestro estu-
Ciencias Sociales (CLACSO). dio en otras áreas.
260 Eduardo Archetti - Antología esencial

secuencia, hay continuidad y progresión desde ya para 1954 el porcentaje de huasipungos, es


hace más de treinta años, pero que, al mismo decir parcelas que los campesinos obtienen
tiempo, esto no implica la presencia de pautas mediante el pago de una renta en trabajo, es su-
lineares sino que los caminos seguidos son in- mamente bajo: solo el 7,6% del total de las ex-
trincados y discontinuos. Esto nos obligará a plotaciones serranas (Censo Agropecuario de
dedicar, en la primera parte de nuestro trabajo, 1954). Es posible suponer que para esa época,
cierto espacio a la discusión sobre el carácter y especialmente por el carácter extensivo y cí-
del capitalismo agrario en la sierra ecuatoria- clico del proceso productivo, existían diversas
na. A continuación definiremos un conjunto de formas de utilización de la fuerza de trabajo,
problemas referidos a la caracterización de cla- desde el huasipungo hasta las formas salariales
ses y actores sociales, y, con la ayuda de mate- propiamente dichas, y que esto variaba de zona
rial estadístico, veremos los cambios significa- en zona y, seguramente, de hacienda en hacien-
tivos ocurridos en término de la estructura de da. Por lo tanto para nadie debía constituir una
tenencia de la tierra. Esto nos permitirá definir sorpresa los hallazgos de Baraona en el primer
una problemática relevante y, en la tercera par- estudio sociológico de la sierra ecuatoriana
te, al presentar nuestros hallazgos empíricos, realizado en 1963.
atacarla de una manera antropológica. Baraona, combinando dos variables, tipo de
manejo empresarial y relaciones sociales de
producción, encuentra distintos tipos de ha-
1. El capitalismo agrario en la ciendas: las modernas, con un control empresa-
sierra ecuatoriana rial centralizado y el uso exclusivo de fuerza de
trabajo asalariada, las tradicionales corrientes,
Una parte del debate sobre el capitalismo agra- en donde el manejo empresarial es indiferente y
rio serrano ha estado referido al problema se usa fuerza de trabajo asalariada y huasipun-
clásico del feudalismo/capitalismo y a la pro- gueros, las tradicionales en desintegración, en
blemática más general de articulación de mo- las que el control empresarial es ineficaz debido
dos de producción y formas de reproducción a la presión interna de los huasipungueros, y las
referidas al nivel más concreto de los sistemas tradicionales infra, en las que de hecho los tra-
económico-sociales. Lo que parece claro es que bajadores controlan la marcha de las unidades
Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana 261

de producción. A partir de esta tipología Gue- una tasa mucho menor de incorporación de
rrero señala que después de las transformacio- tecnología moderna.
nes ocurridas en la década del sesenta los dos Es importante señalar que tanto Guerrero
últimos tipos de hacienda desaparecen y los como Barsky no ponen en discusión el avance
dos primeros se transforman. Las modernas se de las relaciones capitalistas de producción, el
transforman en haciendas capitalistas con un abandono de las formas no capitalistas de utili-
alto desarrollo de las fuerzas productivas, una zación de la fuerza de trabajo. Por eso mismo el
producción altamente especializada, y, en el eje de la discusión se desplaza hacia el nivel de
caso de algunas, con el control del proceso de desarrollo de las fuerzas productivas. Ambos
industrialización (producción de leche, quesos, asumen que hay dos tipos de racionalidades: en
yoghurt). Las tradicionales corrientes abando- un caso productores que maximizan ganancia,
nan el sistema de relaciones de producción ba- y en el otro, al lado de la ganancia típicamente
sado en el huasipungo pero no se especializan capitalista se maximiza también renta. El pro-
y hay un nivel bajo de desarrollo de las fuerzas blema es explicar por qué esta diferenciación
productivas (1977). es posible. Se trata de la pura racionalidad in-
Barsky también toma como punto de par- dividual, o hay una racionalidad de clase en
tida la tipología de Baraona pero introduce un contexto definido por una serie objetiva de
una modificación en el caso de las modernas constricciones?
(1978). Para este hay dos tipos de haciendas Como vemos la discusión de la transforma-
modernas en esa época: las intensivas y las ción capitalista está focalizada alrededor de lo
extensivas. Por lo tanto no son dos tipos las que ocurre dentro de la clase terrateniente tra-
que se transforman sino de hecho tres: las dicional, de lo que podríamos llamar “hacenda-
nombradas anteriormente más las tradicio- dos aristocráticos”. Los planteos de Guerrero
nales corrientes. De estas tres surgen al fi- y Barsky no trascienden estos límites. Para el
nal del proceso de modernización dos tipos: primero ocurre un proceso de diferenciación
la moderna intensiva con un alto grado de interna dentro de esta clase debido, fundamen-
acumulación de capital y de inversión, y la talmente, al control de calidades diferentes de
moderna extensiva con un bajo nivel de acu- tierra. El hacendado moderno comienza a in-
mulación de capital y, en consecuencia, con vertir y a acumular excedentes porque controla
262 Eduardo Archetti - Antología esencial

las mejores tierras. Por lo tanto una vez inicia- de control del medio ambiente que hicieron
do este proceso los hacendados que controlan posible la incorporación de ganado de raza. El
tierras marginales no pueden seguir la misma argumento de Guerrero quizás cubra el inicio
pauta. Para Barsky la diferenciación esta ínti- del proceso, y el argumento de Barsky está re-
mamente relacionada con el tipo de produc- ferido a la aceleración y ampliación posterior
ción, con el abandono de estrategias polivan- del proceso. De todos modos la discusión está
tes y el pasaje a la producción especializada centrada en el rol de los hacendados tradicio-
de leche. Esto, obviamente, supone cercanía nales que se “aburguesan” y modernizan, y, en
a mercados urbanos, existencia de medios de ningún caso, aparece explícitamente como
transporte e industrias de transformación. Sim- problema el del surgimiento de una nueva cla-
plificando los términos del debate podríamos se de “burgueses rurales”. La modernización,
decir que el capitalismo, en un caso, penetra a la transformación tecnológica, la historia del
través de la calidad de las tierras, y, en el otro, capitalismo agrario serrano está vinculada a
a través de la leche. la capacidad de maniobra política que secto-
En la actualidad, las cuencas lecheras por res de la clase terrateniente van a tener en di-
excelencia están por debajo de los 3500 m en ferentes momentos para imponer su proyecto
la provincia de Pichincha, en los valles de Ca- y otorgar sentido y contenido a los procesos
yambe y Machachi. Sin lugar a dudas, a partir de cambio social.
de la introducción de nuevas pasturas y for- En un artículo de Murmis aparece explícita-
mas modernas de manejo, el techo ecológico, mente el problema de las relaciones entre esta
en los últimos años, ha pasado de los 2800- fracción terrateniente y lo que llama “burgue-
3000 m a los 3500 m. En este tipo de polémica, sía media”. Murmis dice que los terratenientes
como en tantas otras, el problema es especifi- inician la transformación que arrastra a una
car claramente tiempos y espacios concretos. “burguesía media” capaz de reorganizar una
Es altamente probable, como sostiene Guerre- unidad de producción que puede ir desde los
ro, que tempranamente el proceso de moder- 100 hasta las 600 has (1978). En su enfoque hay
nización haya sido posible en los nichos por una confluencia de los intereses de esta clase
debajo de los 3000 m pero esto no es así cuan- terrateniente y el control del Estado, a partir
do posteriormente se desarrollaron técnicas de 1964, por parte de los militares y una nueva
Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana 263

tecnoburocracia. Esto hace posible la reforma por el surgimiento y/o fortalecimiento de esta
agraria, o sea la eliminación del huasipungo, “burguesía media” de la que habla Murmis?
y la modernización, con especial énfasis en la Si la respuesta es positiva, es imprescindible
producción para el mercado interno y la sus- recomponer el rompecabezas preguntándose:
titución de bienes-salario. En esa dirección el Quiénes son? Qué hicieron antes del boom
proceso capitalista en la Sierra ecuatoriana es petrolero y lechero? Qué hacen después? En
“original” en tanto no hay una directa inver- otras palabras, cómo es posible que respondan
sión de las empresas multinacionales, ni en tan rápidamente y de manera tan “moderna” a
la producción de insumos para la agricultura estos incentivos? Cuál es la relación entre el
ni en la transformación industrial de los pro- comercio, la intermediación y esta clase de
ductos. Por lo tanto hay un espacio económi- “productores modernos”? A nuestro parecer
co y político para el rol de vanguardia de los este es uno de los enigmas principales en el
hacendados y la conversión de parte de ellos proceso de desarrollo capitalista del agro se-
en hacendados industrializantes, casi al estilo rrano ecuatoriano y, en la medida de nuestras
junker. Dentro de este contexto es necesario posibilidades, trataremos de presentar algunas
mencionar la importancia del boom petrolero pistas que nos permitan ir más allá de las intui-
y la disponibilidad de una enorme masa mo- ciones correctas de Murmis.
netaria que puede ser utilizada generosamente Al mismo tiempo debemos preguntarnos
en los siguientes rubros: créditos para moder- qué es lo que ocurre con el campesinado.
nización (los créditos al sector agropecuario Si el capitalismo crece esto implica proleta-
pasan de 4000 millones de sucres en 1962 a rización total, sumisión real al capital, y, en
11300 en 1971), créditos para la compra de tie- consecuencia, cristalización de una verdade-
rras, subsidios para la leche (un 20% del precio ra clase de proletarios rurales desprovistos
final pagado por el consumidor), importación de todo control sobre los medios de produc-
de insumos (ganado fino, semillas, fertilizan- ción? Si a la vez que crece el capitalismo cre-
tes, maquinaria) que pasan de 50 millones de cen los campesinos esto nos está indicando
dólares en 1965 a 72 en 1970, y la creación una mera sumisión formal en donde coexis-
de agencias especializadas de investigación ten distintos mercados de trabajo y distintas
y extensión. Este proceso está acompañado formas de utilización de la fuerza de trabajo?
264 Eduardo Archetti - Antología esencial

Cuál es la relación entre estos dos movimien- la estructura de tenencia de la tierra en los
tos paralelos y convergentes, cómo coexisten veinte años que van desde 1954 hasta 1974.
capitalismo y campesinado, sumisión real y El área total ha permanecido casi inalterada
sumisión formal? Esta es la otra punta de ya que solo ha habido un aumento de 53.874
nuestra madeja y antes de desenrollarla vere- has. Sin embargo, se registra una verdadera
mos algunos datos estadísticos globales que explosión del número de explotaciones que
nos ayudarán a precisar nuestros problemas pasa de 259.569 a 322.586, o sea un aumento
y nuestras preguntas3. de 3.017. Obviamente si el agro serrano no
expande sus fronteras externas debe de ha-
ber ocurrido un movimiento profundo de sus
2. Estructura de tenencia de la fronteras internas. Esto, sin lugar a dudas, se
tierra en la sierra ecuatoriana ha hecho a costa de las explotaciones mayo-
res de 500 has. En estas dos décadas estas
Del Cuadro 1 se desprenden con toda cla- explotaciones perdieron 494.563 has, lo que
ridad un conjunto de cambios ocurridos en significa casi el 17% del total de tierras de
1954. Obviamente el impacto de la Reforma
Agraria a partir de 1964 es grande y, funda-
3 La diferencia entre sumisión formal y real del traba-
jo aparece en Marx claramente (1971). En la sumisión mentalmente, afectó este tipo de explotacio-
formal del trabajo al capital todavía el modo de pro- nes favoreciendo la formación de unidades
ducción capitalista no está plenamente desarrollado y, de menos de 50 has. Las explotaciones de
por lo tanto, un modo de trabajo anterior al capitalis- menos de 10 has crecen en número, 46.378,
mo se subordina a este. Los cambios ocurren a nivel de
escala y no contienen una modificación sustancial de
pero, comparativamente, el crecimiento en
los procesos de trabajo. Esto ocurre en la zona con la la cantidad de has es poco significativo: solo
ganadería extensiva o con la agricultura tradicional. La 64.400 has. El salto cualitativo se registra en
sumisión real ocurre cuando junto con el desarrollo de el tramo 10,1-50 has ya que la cantidad de
las relaciones asalariadas todo el proceso técnico de has casi se duplica: de 362.200 a 663.092, o
producción es alterado y el trabajo muerto se impone
sobre el trabajo vivo, el producto sobre el productor.
sea un crecimiento neto de 300.892 has. Lo
Esto va a ser posible mediante la transformación técni- mismo va a ocurrir a nivel del número de ex-
ca y el desarrollo de la producción lechera. plotaciones: de 18.292 a 32.064.
Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana 265

Cuadro 1. Cantidad y superficie de las explotaciones de la sierra, 1954-1974


Tamaño Número Área (has)
(has) 1954 1974 1954 1974
Total % Total % Total % Total %
0-10 234 596 90,37 280 974 87,10 496 400 16,43 560 800 18,24
10,1-50 18 292 7,04 32 064 9,93 362 200 11,99 663 092 21,56
50,1-100 3 594 1,38 6 014 1,86 218 700 7,24 368 043 11,97
100,1-500 2 368 0,91 2 935 0,90 471 100 15,59 504 702 16,41
+ 500 720 0,30 599 0,21 1 472 200 48,75 977 637 31,82
Total 259 579 100 322 586 100 3 020 400 100 3 074 274 100
Fuentes: Censos agropecuarios de 1954 y 1974.

Son, también, muy importantes los cambios que i. la mayoría de las explotaciones son típica-
se registran en el tramo 50,1-100 has que casi du- mente “campesinas” y en condiciones de re-
plican su número, y la superficie total aumenta en producción sumamente difíciles,
149,343 has. Sin embargo los cambios que ocurren ii. se registra la consolidación y crecimiento de
dentro del grupo de explotaciones entre 100,1- explotaciones de más de 10 has y menos de 50
500 has no son muy grandes. Esto nos permite las que, en condiciones normales y por el tipo
concluir, aceptando la hipótesis del impacto de de tecnología y estrategia productiva, no pue-
la Reforma Agraria para los dos primeros grupos, den bastarse con la fuerza de trabajo familiar,
que la movilidad del factor tierra en estos últimos iii. vemos, asimismo, la consolidación y creci-
años ha sido muy alta especialmente dentro de las miento del grupo de “burguesía media” que
explotaciones del grupo 50,1-100 has. Evaluar seguramente no tenían en 1954 y mucho
con precisión el peso de la Reforma Agraria y el menos ahora un componente importante de
peso del mercado de tierras es una tarea importan- fuerza de trabajo familiar,
te que debe ser emprendida en el futuro. iv. y, finalmente, crisis y redimensionamiento
Del análisis de los censos de 1954 y 1974 po- de las explotaciones grandes tradicional-
demos concluir provisoriamente lo siguiente: mente clasificadas como “haciendas”.
266 Eduardo Archetti - Antología esencial

Sin embargo, es necesario recalcar que esta y la proximidad espacial al mercado urbano de
“reestructuración” es posible verla a partir de Quito generan condiciones favorables que no
la hipótesis de la continuidad. Como no tene- estarán presentes en otras zonas de la Sierra y,
mos datos confiables para antes de 1954 no po- especialmente, por tratarse de un producto pe-
demos seguir la evolución de las explotaciones recedero como la leche. Si lo que nos preocupa,
medianas pero, con toda seguridad, estas eran dentro de este panorama, es la aparición y for-
ya importantes. Esto nos permitiría relativizar talecimiento de la “burguesía media” es impor-
la hipótesis del complejo latifundio-minifundio tante saber qué ocurría en Pichincha en 1954.
como algo que atraviesa la historia agraria se-
rrana hasta la intervención del Estado a través Cuadro 2. Explotaciones entre 50,1-500 has:
de la reforma agraria. El Estado ecuatoriano porcentaje del total de explotaciones y del total
crea, sin lugar a dudas, nuevas condiciones de la superficie censado por provincias de la
Sierra 1954-1968*
pero sobre un proceso de desarrollo capitalis-
Provincias Explotaciones Superficie
ta y, por lo tanto, con los fenómenos consocia-
dos de urbanización, industrialización y migra- 1954 1968 1954 1968
ción, que ya habían comenzado mucho antes. Azuay 0,9 1,4 28,8 49,3
Si, al mismo tiempo, aceptamos la hipótesis Bolivar 2,9 1,0 23,4 21,4
del desarrollo desigual esto implica que estos Cañar 1,1 1,4 26,8 23,9
procesos se manifestaran diferentemente en Carchi 5,1 4,1 34,0 44,3
tiempos y espacios diferentes. Al contextua- Cotopaxi 1,8 1,7 19,9 31,0
lizar las hipótesis de Guerrero y Barsky esto Chimborazo 1,4 0,7 28,5 21,0
aparecía claramente: la diferenciación en tér- Imbabura 2,7 1,0 36,5 30,4
minos de desarrollo capitalista y estructura de Loja 1,8 1,0 23,8 17,5
clases se regionalizaba. Pichincha 8,3 13,5 44,6 48,5
En el caso concreto de la Sierra veíamos Tungurahua 0,9 0,9 29,7 45,3
que había una superposición entre las mejo-
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Arias:
res tierras, ubicadas en los valles de Cayambe 1972.
y Machachi, y la cuenca lechera. Es necesario * Los datos de 1968 se obtuvieron a partir de una
tener presente que las condiciones ecológicas muestra censal.
Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana 267

Cuadro 3. Contribución porcentual de cada categoría de tamaño al valor de la producción agrícola,


por provincias (miles de sucres de 1955)
50-99.9 100-199.9 200-499.9
Sucres % Sucres % Sucres %
Total país 409 799,5 100,0 282 395,7 100,0 297 235,7 100,0
Total sierra 111 204,3 27,1 67 067,4 23,7 75 906,7 25,5
Azuay 2 104,1 0,5 2 340,9 0,8 1 618,5 0,5
Bolivar 12 841,7 3,1 6 098,7 2,2 2 987,2 1,0
Canar 1 587,3 0,4 1 443,0 0,5 2 659,5 0,9
Carchi 11 013,0 2,7 3 761,6 1,3 8 036,1 2,7
Cotopaxi 9 003,8 2,2 6733,9 2,4 6 598,6 2,2
Chimborazo 5 682,0 1,4 5 858,5 2,1 8 878,3 3,0
Imbabura 4 659,7 1,1 3 072,2 1,1 5 320,4 1,8
Loja 5 273,0 1,3 3 751,3 1,3 5 249,8 1,8
Pichincha 56 931,3 13,9 31 135,5 11,0 31 149,4 10,5
Tungurahua 2 108,4 0,5 2 871,8 1,0 3 408,9 1,1
Fuente: Arias, 1962: 87/88. Solo once productos agrícolas.

Del Cuadro 2 se desprende claramente que en del cuadro 3 nos muestran, otra vez, con toda
la provincia de Pichincha el porcentaje de las nitidez, la importancia económica de las explo-
explotaciones entre 50 y 500, tanto en el censo taciones de Pichincha en términos del valor de
de 1954 como en la muestra posterior de 1968, la producción agrícola. Pichincha, para cada
es considerablemente más importante que en
el resto de las provincias serranas4. Los datos
términos de volumen de producción y diversificación
de la estructura agraria es la más feudal. Una vez más la
4 Al mismo tiempo y quizás no al azar el porcentaje de paradoja latinoamericana que ha permitido polémicas
huasipungueros en Pichincha es de 23.4% o sea el más agrias, debates teológicos y querellas políticas (Arias,
alto de la Sierra. De hecho la zona más capitalista en Cuadro C, 1972).
268 Eduardo Archetti - Antología esencial

uno de los grupos y en todos los casos sin ex- Provincias Sucres %
cepción, contribuye con casi la mitad del total Cotopaxi 36 634,3 6,5
producido por cada grupo. El cuadro 4 confir- Chimborazo 25 080,5 5,8
ma nuevamente esta tendencia y de manera Imbabura 18 915,8 4,4
muy significativa: más de la mitad del valor de
Loja 18 317,2 4,2
la producción dentro del grupo 50-499.9 has se
Pichincha 98 829,7 23,0
encuentra en Pichincha.
Tungurahua 20 652,5 4,8
Cuadro 4. Contribución porcentual por categoría El Oro 5 507,1 1,3
de tamaño en la provincia de Pichincha y respecto Esmeraldas 5 925,3 1,4
del total Sierra (%) Guayas 49 803,5 11,6
0-4.9 5-9.9 10-49.9 50-499.9 + 500 Los Ríos 13 229,9 3,1
Sierra 28,9 11,4 22,0 25,1 12,6 Manabí 49 564,1 11,5
Pichincha 12,2 4,6 12,2 51,7 19,3 Total nacional 430 034,4 100,0
Fuente: Elaboración a partir de Arias, 1962: 84/85. Solo Fuente: Arias, 1962: 155/56.
once productos agrícolas.
Hasta ahora hemos ido acotando nuestra pro-
El cuadro 5 nos muestra nítidamente que para blemática cambiando de escala, desde una ma-
1954 casi un cuarto, el 23% exactamente, de la cro-región, la Sierra ecuatoriana, hasta una mi-
producción nacional de leche estaba localizada cro-región, la provincia de Pichincha. Esto nos
en Pichincha. ha permitido precisar la importancia social y
económica de las explotaciones entre 50-499.9
Cuadro 5. Contribución provincial al valor total de
leche: 1954 (en miles de sucres de 1955)
has y el peso de la producción lechera. Si ahora
pasamos a un nivel de análisis mucho más pre-
Provincias Sucres %
ciso, el de una localidad, es posible encontrar
Azuay 39 148,5 9,1
un conjunto de respuestas a nuestras pregun-
Bolivar 17 718,6 4,1
tas originales. Solo en esta escala podremos
Cañar 10 176,2 2,4 ver cómo el tipo de hacienda existente antes
Carchi 20 531,2 4,8 de 1954 condiciona los procesos de cambio que
Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana 269

van a ocurrir posteriormente. Al mismo tiempo especialmente apta para la ganadería extensiva
nos será posible seguir de cerca la formación y, en consecuencia, con grandes limitaciones
de la estructura social actual y determinar el para el desarrollo de una agricultura intensiva.
rol de los distintos grupos sociales. La varia- Por la limitación de espacio no podremos
ción en tiempos y espacios no solo nos va a extendernos demasiado en la descripción de
servir para ilustrar tendencias y proceso sino, la historia local y solo nos contentaremos con
y de manera especial, nos ayudará a generar un dar algunas pistas. Esa zona era parte de una
conjunto de hipótesis sobre la formación de la gran hacienda que se consolida a comienzos
burguesía rural serrana y el tipo especial de ar- del siglo XIX y que perteneció a la Marquesa
ticulación que existe entre el campesinado y el de Solanda, esposa del Mariscal Sucre. La par-
desarrollo capitalista. tición comienza en la década del veinte, ya en
este siglo. La nueva hacienda que se forma ocu-
paba los tres pisos ecológicos mencionados y,
3. estudio de caso: el cantón mejía por lo tanto, el centro de la actividad económi-
ca va a estar localizado en las tierras bajas y
El trabajo de campo lo realizamos en el sur de planas que son una parte del fructífero valle de
la Provincia de Pichincha, dentro del cantón Machachi. Como resultado de esta estrategia
Mejía. La zona elegida se encuentra a 8 km de nuestra zona de estudio se dedicará a pastoreo
la ciudad de Machachi, y la altitud varía desde extensivo de animales, especialmente ganado
los 3150 m sobre el nivel del mar hasta los 5200 bovino y ovino. En la década del treinta esa
m. El limite aprovechable con pasturas natura- gran hacienda tenía más de setenta huasipun-
les lo podemos encontrar a los 4200 m. Toda gueros y un número grande de arrimados. Una
la zona, por lo tanto, se encuentra comprendi- parcelación por herencia ocurre a fines de esa
da en lo que se llama piso intermedio, entre la década y la parte alta le fue otorgada a uno de
parte baja de los valles y el páramo. El clima se los hijos del dueño. Esta área estaba totalmen-
caracteriza por la baja temperatura promedio te despoblada y una de las estrategias que va a
anual, de 10 a 12° hasta los 3600 m y de 3 a 6 en utilizar para poblarla es ofrecer tierra en pro-
el piso superior, y por las abundantes lluvias. piedad privada con pago en trabajo, en un pe-
Esta área tradicionalmente fue descripta como ríodo que podía variar entre ocho y doce años.
270 Eduardo Archetti - Antología esencial

Esto nos indica varias cosas, en primer lugar, lectura se desprenden algunas diferencias im-
dificultades para conseguir trabajo asalariado portantes respecto de la estructura agraria
en forma permanente y, obviamente, huasi- serrana. Las propiedades de menos de 10 has
pungueros, y, en segundo lugar, como conse- son la inmensa mayoría pero solo controlan
cuencia de lo primero más la falta de capital, el 3,7% del área contra 18,2% en toda la Sierra
el abandono de la estrategia huasipungo para para 1974. La misma tendencia se refleja en el
atraer gente a una zona inhóspita, marginal y grupo 10,1-50 has. Otra vez las diferencias sig-
sin buenas comunicaciones. nificativas parecen para la categoría 50,1-500
El poblamiento del área comienza y se acen- has, no solo el porcentaje de explotaciones es
túa entre 1940 y 1945. Durante este lapso esta mayor sino que controlan el 45,9% de la super-
nueva hacienda se dedica íntegramente a la ficie contra un 28,3% en la Sierra. En principio
cría extensiva de ganado, fundamentalmente esto nos está indicando un mayor grado de “mi-
ganado ovino. Por la escasez de capital es una nifundización” y de proletarización y un mayor
hacienda típica serrana, pero, es necesario re- grado de “aburguesamiento” de la estructura
calcar, la organización del trabajo es original agraria. Veamos esto más de cerca.
en tanto se elimina la forma huasipungo que
incluía no solamente pago en recursos, tierra, Cuadro 6. Cantidad de explotaciones y superficie
por categoría de tamaño 1977
sino también pago en dinero. Coetáneamen-
te con la finalización del primer poblamiento, Cantidad Superficie (has)
unas quince familias, va a comenzar la parce- Total % Total %
lación por venta y no ya esta vez en pequeñas 0-10 70 77 197,5 3,7
parcelas. A partir de 1947 la hacienda comienza 10,1- 50 5 5,5 81,8 1,5
a dividirse e incluso una gran parte de ella va 50,1-100 6 6,6 452 8,5
a ser arrendada para la producción de piretro. 100,1-500 8 8,8 1982 37,4
Para la época de la Reforma Agraria de lo que + de 500 2 2,1 2581 48,9
fue una gran hacienda solo quedaba un casco Total 91 100,0 5943,3 100,0
en casi total abandono.
La estructura de tenencia de la tierra de la Si comenzamos con las transacciones de tierra
localidad puede verse en el cuadro 6. De su para las unidades por encima de 50 has vemos
Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana 271

que el mercado de tierras ha existido desde la pueden ser clasificados como pertenecientes a
década del treinta pero esta tendencia se ace- “linajes” aristocráticos, y en uno de los casos
lera a partir de 1956: entre este año y 1977 se se trata de un “linaje” tradicional de provincia,
realizaron trece de las dieciséis compras en las no quiteño. El origen del capital inicial en am-
que estuvieron involucrados los actuales due- bos casos fue la venta de propiedades recibi-
ños. Sin embargo, si tomamos el total de has das en herencia en otras áreas y la posterior
que pasan por el mercado, de las 5015, 2935 compra de tierra en la localidad. Los dos tienen
fueron compradas y 2080 llegaron a través de educación universitaria, uno en agronomía en
particiones por herencia. En este último caso, los Estados Unidos, y una actitud empresarial
la mayoría de las tierras, el 75%, en las explota- moderna. Estos productores representan una
ciones de más de 500 has. Esto, más el hecho nueva “camada” de la clase terrateniente tradi-
que la mayoría de los compradores no com- cional con educación técnica y con una actitud
praron del hacendado sino de vendedores que “burguesa”: la tierra no es fuente de prestigio,
habían comprado de él anteriormente nos in- no es utilizada para mantener el prestigio del
dica la gran movilidad de los productores que “linaje”, no se convierte en fuente de poder
tienen entre 50,1 y 500 has. Cuál es el origen político local o regional. Lo importante en sus
social? De dónde proviene el capital para la horizontes de expectativas es invertir, moder-
compra de tierras? nizar, y, de esa manera, obtener el retorno más
Siendo imposible un análisis minucioso de alto posible5.
cada unidad y de cada familia nos contentare-
mos con presentar alguna información general.
5 La definición del rol de los empresarios depende
Si lo que buscamos es caracterizar esta nueva del tipo de énfasis dado a los aspectos más formales
burguesía rural el origen del capital inicial lo de ganancia, innovación y riesgos, como en Barth, o
debemos buscar dentro del sector agrario o a formas más concretas, referidas a la capacidad de
fuera de él. En primer lugar, debemos desechar someter el proceso de producción a nuevas reglas
el origen industrial del capital inicial. En todos dando origen a una nueva combinación de factores,
como en Schumpeter (Barth, 1967; Schumpeter, 1934).
los casos las actividades previas de los actua- En este contexto, obviamente, aludimos especialmente
les dueños y las de sus padres estuvieron lo- a esta segunda cualidad que, por otro lado, no es ajena
calizadas en el sector agrario. De los 14 solo 2 al tipo de análisis hecho por Marx en relación a la
272 Eduardo Archetti - Antología esencial

Del resto, el 50% o sea seis productores, tie- uno o dos o tres camiones garantizan que cada
nen un origen comercial. Es imposible exten- día del año la producción llegue a las plantas.
dernos sobre la importancia del capital comer- Por lo tanto, el litro de leche que se vende al
cial solo nos bastará observar que la agricul- comerciante por 3,60-4 sucres el industrial lo
tura serrana funciona y se reproduce a partir paga 5,20.
de un sistema complejo de transacciones mer- Siendo la rotación del capital sumamen-
cantiles. Como es normal las transacciones son te alta, y esto es válido para casi todos los
más complejas cuando menos integrado está el productos, y las cadenas de transacciones
sector agrario al sector industrial. Esto signifi- diferentes hay distintos nichos que los comer-
ca, en otras palabras, que el capital industrial ciantes pueden ocupar y que garantizan, en un
ligado al agro no se desdobla en capital comer- caso o en el otro, una mayor rentabilidad. En
cial, o sea que el nexo entre éste y los produc- ninguno de nuestros casos se trata de comer-
tores se realiza a través de agentes concretos y ciantes pequeños que venden directamente a
especializados en un sistema jerárquico y arti- consumidores en mercados y ferias locales
culado de ferias y mercados. El capital comer- poco importantes. En más de la mitad de los
cial permite, en consecuencia, la circulación casos se trata de comerciantes mayoristas
de mercancías y articula las relaciones entre de productos agrícolas, papas y habas espe-
productores y consumidores, entre producto- cialmente, que operan u operaban en Quito o
res y sector industrial agrario. Para poner un Ambato, cuyo mercado regional es uno de los
ejemplo que sintetiza esto veamos qué ocurre más importantes de la Sierra ecuatoriana. Hay
con la leche. Existe la planta transformadora dos casos de comerciantes minoristas, uno en
moderna pero esta no recoge la leche: el proce- Quito y otro en Machachi, pero con puestos fi-
so de recolección está bajo el control de un sin- jos diarios y una venta sumamente diversifica-
número de comerciantes-camioneros que con da. En uno de los casos encontramos un per-
sonaje social típico de la zona: el camionero
que a ratos es camionero y a ratos, o al mismo
sumisión real como la verdaderamente capitalista y
en donde esa nueva combinación de factores está en
tiempo, comerciante. Dueño de dos camiones,
el origen de los cambios más profundos a nivel de las compra y vende pasando de una feria a la otra
relaciones sociales (1971). o a los mercados urbanos, o, simplemente,
Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana 273

transporta mercancías a cuenta de otros de la El resto de los productores, otros seis, como
Sierra a la Costa. para complejizar aún más el origen y formación
Para la mayoría la estrategia preferida es la de esta clase social, viene de la actividad agrí-
siguiente: actividad comercial durante algu- cola misma. Tanto en caso de los dueños actua-
nos años y compra de tierras posteriormente. les como en el de sus padres se trata de pro-
Cuando la explotación agraria comienza a mar- ductores que comienzan con menos de 50 has,
char y los ingresos se estabilizan se tiende a en la zona o en otras áreas vecinas, especial-
abandonar la actividad comercial. Como es fá- mente en la provincia de Cotopaxi con la que
cil suponer la actividad comercial requiere una hace frontera el cantón Mejía. Las estrategias
gran continuidad, es riesgosa, una gran parte seguidas son de dos tipos. La primera es me-
del capital circulante se inmoviliza en crédito nos móvil: instalados en la zona, aprovechando
a los pequeños comerciantes y a los pequeños los ciclos altamente favorables de determina-
productores, y prefigura una vida poco seden- dos cultivos, especialmente la papa y algunas
taria, aún para los casos de los comerciantes hortalizas, van comprando de a poco hasta que
mayoristas de las grandes ciudades. Frente aparece la oportunidad de adquirir una sola
a esto la actividad agrícola aparece como lo unidad. Esto les permite vender las parcelas y
opuesto. La entrada y salida frecuente –pen- consolidar una unidad de producción mucho
sábamos escribir permanente pero quizás no más viable y en donde es posible centralizar el
sea lo correcto hasta tener otros estudios de proceso productivo y el control del mismo. La
caso y mejores historias de vida– del mercado, segunda implica movilidad geográfica: venta
del comercio, a la actividad agro-ganadera per- de una unidad en otra región y traslado a esta
mite cierta flexibilidad al sistema comercial y, nueva localidad. En todas las situaciones men-
quizás, evite la consolidación del proceso de cionadas la propiedad previa permitió el logro
concentración que puede observarse como ten- de créditos hipotecarios, generosos después de
dencia en los últimos años. Hay, por lo tanto, 1966, que posibilitó la ampliación de las unida-
una gran presión sobre el mercado de tierras y des de producción bajo control. Es importante
sobre el precio de las mismas y esto proviene, señalar que hijos de propietarios medianos, por
en gran medida, de la conversión de esta bur- no decir de la burguesía media que ya aparece
guesía comercial en burguesía rural. delineada claramente en el censo de 1954, les
274 Eduardo Archetti - Antología esencial

fue posible educarse, por lo menos terminar, o e incorporar nueva tecnología en este contexto
casi, la escuela secundaria, y enfrentar el boom encierra cierta continuidad con las prácticas
ganadero lechero con otra mentalidad que la familiares e individuales anteriores. Sin em-
de sus padres. Esto les permitió operar con el bargo, el pasaje de la agricultura o la ganadería
sistema crediticio, recibir de buen grado los extensiva a la producción de leche tiene algo
extensionistas, no preocuparse por las deudas de irreversible, es como un camino nuevo del
si de lo que se trata es invertir y modernizar, que es difícil regresar. Esto requiere un plus
llevar libros de contabilidad, etc. A los efectos empresarial que solo algunos consiguen poner
de ver el impacto diferencial del tipo de tierra en práctica.
que tenían antes de comprar en esta zona, es Por lo tanto, el contexto institucional que
necesario recalcar que si se tenían 15 o 20 has se crea en el Ecuador a partir de la década
en el valle de Machachi esto podía convertir- del sesenta con la ampliación del sector esta-
se en 60-80 has en el piso intermedio. Algunos tal y la aparición de nuevas políticas agrarias,
productores realizan esta transacción en el mo- encuentra un grupo social en condiciones de
mento oportuno, es decir cuando el desarrollo aprovechar del mismo. El contexto económico
de técnicas de pasturas y el proceso adaptativo es también altamente favorable, fundamental-
del ganado fino lechero está bastante avanza- mente por la ampliación del mercado urbano
do y, en consecuencia, los riesgos son mucho y por la importancia creciente que adquieren
menores. Basta recordar que para los produc- determinados productos de “lujo” para la cla-
tores que vienen de otras áreas la conversión se media de las ciudades. Pero estos contextos
que se realiza es menos favorable en términos no hubieran operado como “detonadores” si no
de cantidad de has intercambiadas en una zona se hubiera gestado, lentamente, por décadas,
por la otra. Obviamente se trata de productores dentro del sector agrario serrano esta diferen-
que vienen de un tipo de explotación eminen- ciación social y la aparición de una nueva clase
temente comercial y orientada exclusivamente social que no tiene reparos en ocupar el vacío
al mercado. dejado por los hacendados tradicionales.
Para algunos es el punto de partida y para Nuestra historia parece muy simple: una
otros el punto de llegada de un proceso de acu- hacienda tradicional en desintegración, como
mulación de capital previo. Adquirir más tierra tantas otras en la Sierra, que genera una gran
Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana 275

movilidad fundiaria en una coyuntura en que de pasturas, y por la otra, ganadera, pero es
es posible invertir, modernizar y obtener ga- el ciclo ganadero el que determina al primero
nancias importantes. Sin lugar a dudas el ca- y no viceversa. Siendo esto así la producción
pitalismo crece lentamente y son sus saltos los de leche implica una mayor continuidad entre
que empalidecen esa larga duración. Nuestro proceso de trabajo y resultados que en la ac-
estudio de caso muestra, a la vez, ese carácter tividad agrícola pura. En consecuencia, y esto
transicional y su aceleración a partir de 1966. sin lugar a dudas constituye un salto en el tipo
Por ello las variaciones en espacio y tiempo de sumisión de la fuerza de trabajo, la leche ge-
nos permiten capturar esas fluctuaciones y las nera un mercado permanente, cuasi industrial,
especificidades locales y regionales. Es factible de fuerza de trabajo asalariada. Este mercado
que otro sea el proceso en zonas en donde pre- se divide en dos: el ordeñe y la reproducción
dominan las haciendas modernas e incluso las (manejo, pasturas, rotación, apotreramientos).
haciendas menos intensivas que ya para la dé- Esto va a coincidir en la zona y en toda la Sierra
cada del cuarenta comienzan a utilizar fuerza con una especialización por sexos: el ordeñe es
de trabajo asalariada. tarea eminentemente femenina y la reproduc-
El pasaje a la leche es la tendencia general ción eminentemente masculina. Las mujeres
pero aún en nuestra localidad en este grupo ordeñadoras solo trabajan cuatro horas al día,
hay tres que son eminentemente ganaderas y para los dos ordeñes, y los hombres, no califi-
una estaba en proceso de transformación du- cados o tractoristas, jornada completa. Todos
rante nuestra estadía. Por lo tanto solo en diez están mensualizados. Esta división de tareas
de las catorce lo central es la producción de permite, por lo tanto, que para los matrimonios
leche. Pero aunque la leche ocupe el ochenta o que viven dentro de las explotaciones el doble
el ochenta y cinco por ciento de la superficie, empleo esté garantizado: el hombre es peón
la actividad agrícola no ha sido abandonada. La mensualizado y su mujer es ordeñadora men-
coexistencia de leche y agricultura es impor- sualizada. Esto, indudablemente, es un privile-
tante para el análisis de los mercados de traba- gio en la situación de desempleo crónico del
jo y la articulación del campesinado. Sin lugar agro ecuatoriano. En la localidad hay treinta
a dudas la producción lechera es por excelen- familias que pueden tener este tipo de vincula-
cia mixta, por una parte agrícola, producción ción con el mercado de trabajo. Entre 15 y 20
276 Eduardo Archetti - Antología esencial

ordeñadoras vienen de otras familias no resi- El grado de modernización y tecnificación


dentes en las explotaciones. de las explotaciones varía pero, en general, po-
Como dijimos la agricultura se mantiene, y demos decir que la inversión de capital en los
casi exclusivamente, la producción de papas últimos años ha sido muy grande. Los cambios
y habas. Este tipo de producción determina ocurridos a nivel del manejo e introducción
el otro mercado de trabajo y esto con carac- de nuevas pasturas permite la reproducción
terísticas diferentes del de la leche. El trabajo del ganado Holstein totalmente adaptado a las
cultural está garantizado por los peones per- condiciones inhóspitas de la zona. La “revolu-
manentes y tractoristas y solo para la cosecha ción” en término de pastos, insecticidas, fertili-
y otras tareas, como la carpida de las papas, se zantes, ha permitido, por lo tanto, la profunda
contrata fuerza de trabajo adicional. En estas transformación de esta zona marginal y el logro
temporadas hay trabajo para alrededor de 150 de un nivel de productividad y de rentabilidad
asalariados rurales que son o jornaleros diarios que, seguramente, no está por debajo del pro-
o bien pagados a destajo. Esto, obviamente, ge- medio regional o nacional. La incorporación
nera un mercado de trabajo transitorio y some- de capital no solo ha sido posible por una alta
tido a otras reglas. La coexistencia de esos dos tasa de ahorro sino especialmente por la polí-
mercados de trabajo es central para entender tica crediticia favorable del Banco de Fomento
el tipo de relaciones que se establecen entre Agrícola. Para algunas de estas explotaciones
estas explotaciones y las setenta pequeñas uni- la relación entre capital fijo y precio de la tie-
dades de producción6. rra es muy alta. Este proceso nos indica clara-
mente la presencia de productores dinámicos
que no están interesados en la maximización
6 Una forma de recolección de la papa en la localidad
de renta. Un hecho notable es el escaso peso
está directamente vinculada al rol múltiple que juega
el capital comercial. Algunos de nuestros productores de la ideología “ausentista” de la clase alta
deciden, a los efectos de no distraer esfuerzos y tradicional, incluso entre aquellos que provie-
control organizativo, vender la cosecha a determinados nen de ese ambiente social y cultural. Pese a
comerciantes paperos. Estos se encargan, al mismo la presencia de capataces y, en pocos casos de
tiempo, de recogerla y para ello deben contratar por su
mayordomos, se advierte la tendencia de los
cuenta asalariados rurales. Esta, sin embargo, no es la
forma de cosechar predominante en la localidad. productores en convertirse en controladores
Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana 277

directos del proceso de producción y de traba- sinos sino como proletarios rurales. Para los
jo. Algunos pasan a instalarse definitivamente actuales propietarios, el 75.7% fueron asalaria-
en la zona, e, incluso, en la misma localidad. dos antes de comprar la parcela. Esto se expli-
ca por la alta movilidad del factor tierra, como
Cuadro 7. Última ocupación del padre y del dueño dijimos anteriormente, movimiento que se ace-
actual de la explotación (%)* lera a partir de la década del sesenta.
Padre Dueño Si vemos ahora el modo de acceso a la pro-
actual
piedad tenemos solo un 5% del total de la tierra
Pequeño propietario 16,1 4,3
que ha pasado a través de mecanismos de he-
Asalariado rural 59,6 75,7 rencia, y el resto, un 95%, por medio de com-
Huasipunguero 14,6 5,7 pras y pago en dinero. Si tomamos en conside-
Servicios 4,8 7,2 ración el periodo la tendencia es clara: casi el
Obrero de la construcción 4,9 5,7 70% de la tierra se compró entre 1966 y 1976 y,
Sin trabajo § 1,4 especialmente, a partir de 1970. En ese proceso
100,0 100,0 la ley de Reforma Agraria ha jugado un papel
(62) (70) importante. Casi la mitad de los pequeños pro-
* Los totales difieren porque en ocho casos consideramos ductores han conseguido su tierra o parte de
la información obtenida poco confiable. ella, directa o indirectamente, a través del or-
§ Es un caso: luego del servicio militar, con ayuda ganismo ejecutor de la reforma (IERAC). Cuan-
familiar, pudo comprar una pequeña parcela. do había tierras en venta grupos de pequeños
productores o asalariados rurales de la zona
Veamos lo que ocurre con el campesinado. Los formaron precooperativas para, de esa mane-
datos del cuadro 7 muestran la presencia aun ra, conseguir el apoyo del IERAC. Esto funcio-
para la generación anterior de un número im- nó eficazmente durante esos años como medio
portante de asalariados rurales. Esta tendencia de presión a los vendedores. La formación de
se acentúa para la generación actual. El cam- precooperativas fue un medio para llegar a la
bio profundo se registra a nivel del acceso a la propiedad privada individual. Nunca funciona-
propiedad de las parcelas: para la generación ron en la práctica como empresas colectivas y
anterior, el 59.6% no terminaron como campe- solo figuraron como tales en los documentos
278 Eduardo Archetti - Antología esencial

originales de propiedad. Después de un par de Exploremos ahora el tipo de inserción de


años de negociaciones con el IERAC se consi- este grupo en el mercado de trabajo. Del total
guió una nueva partición y, esta vez, cada socio que eran asalariados antes de devenir propieta-
pudo tener el título de propiedad de su peque- rios, un 72% lo era en carácter permanente. Este
ño lote. Todos estos movimientos los vemos porcentaje nos indica un tipo de secuencia en
reflejados en el precio de la tierra pagado: el el proceso de reestructuración: primero, prole-
promedio de la década 1935-45 es 810 sucres tarización y luego “campesinización”. Pero esta
la ha, para 1956-60 estamos en 3151 sucres, y “campesinización” no es total y definitiva, o sea
luego los saltos, a 6084 para 1966-70 y a 9672 que no se genera un grupo “campesino clásico”
para 1971-76. Casi toda la tierra está ubicada capaz de constituir unidades de producción y
entre los 3300 y 3600 m y la mayoría tiene me- consumo autónomas del mercado capitalista
nos de 2 has. de trabajo. Tener menos de 2 has prefigura una
La estrategia productiva es típica del cam- vida penosa en lucha continua por la sobrevi-
pesinado serrano: habas, papas y algunas vencia. Nuestros datos muestran que de los 70
legumbres (especialmente cebolla). Solo los jefes de familia y propietarios hay 42 que traba-
excedentes se venden en la feria de Macha- jan como jornaleros diarios o a destajo, espe-
chi. Ese dinero sirve, entre otras cosas, para cialmente para la carpida y la cosecha de papas
poder pagar los fertilizantes y el uso del trac- y habas. Asimismo en la multiplicación de es-
tor del Ministerio de Agricultura estacionado trategias para conseguir los cientos de sucres
en la localidad. Dada la escasez de tierra los extras que se necesitan anualmente encontra-
productores no pueden mantener animales mos esposas o hijas que son ordeñadoras e hi-
de tiro y por ello la necesidad de usar el trac- jos que trabajan como proletarios rurales per-
tor para arar y cultivar. Los cuyes y algunos manentes o transitorios. La estrategia de repro-
cerdos y gallinas contribuyen a diversificar la ducción combina la producción de la pequeña
dieta alimenticia. Solo cuando se pasa de las parcela y el continuo contacto con el mercado
5 has aparecen las vacas y, en algunos casos, de trabajo capitalista. Como es de esperar este
la leche se utiliza para la producción de queso proceso de proletarización-campesinización-
fresco que se comercializa en la localidad o proletarización está altamente correlacionado
en Machachi. con el tamaño de las parcelas. Dentro de las ex-
Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana 279

plotaciones con menos de 2 has (31 sobre 70) el mercado de trabajo sino que, incluso, las re-
el 57,6% de los miembros adultos, mayores de laciones de parentesco y de vecindad aparecen
16 años, se proletarizan. Este porcentaje baja a desprovistas de su contenido anterior, apare-
44.5% para la categoría de tamaño 2,1-5.9 has, y cen mediatizadas por estos procesos.
a 21.2% para 6-10 has. A los efectos de tener una imagen más com-
Este fenómeno pensamos que no es original pleta del proceso de diferenciación social en la
ni de nuestra localidad ni de Pichincha ni del localidad veamos qué ocurre con los produc-
Ecuador. Lo que sí pensamos que es original es tores que tienen entre 10,1 y 50 has. Aunque
la secuencia, proletarización-campesinización- solo sea con cinco casos podemos encontrar-
proletarización, y no el resultado, semi-campe- nos con historias de vida menos penosas y con
sinos o semi-proletarios. Esto, y es necesario personajes más afortunados. En primer lugar
señalarlo, es un producto del mismo desarrollo es necesario decir que todos ellos vienen de fa-
capitalista en el agro. Este impacto no solo es milias de viejos pobladores y sus padres o eran
externo a las unidades de producción familia- mayordomos (cuatro casos) o en un caso un
res o cuasi-familiares sino que repercute sobre agricultor con más de 10 has. El rol del mayor-
ellas en los momentos más agudos del proceso domo es importante en el sistema jerárquico
de trabajo, cosecha o carpida. El 23% de las pe- de la hacienda ya que se trata del hombre de
queñas explotaciones usan sistemáticamente confianza del patrón y, en consecuencia, pue-
el trabajo de otros y este se paga en dinero. El de obtener favores que otros no conseguirían.
intercambio de trabajo, “prestarse mano”, si- La intervención directa de ellos en la venta de
gue siendo importante pero tiende a disminuir. parcelas mayores, entre 6 y 10 has, para sus hi-
Paradojalmente o no, las unidades que para so- jos parece definitiva. Esto ha ido acompañado
brevivir deben vender fuerza de trabajo de sus con un proceso paralelo de proletarización de
miembros tienen que concurrir, al mismo tiem- los actuales dueños y, por lo tanto, con el aho-
po, como si fueran unidades capitalistas en rro de cierto dinero inicial. Cuando el mercado
momentos en que la competencia por fuerza de de tierras se flexibiliza estos productores tie-
trabajo se revela con toda su intensidad. Este nen ya una parcela que les permite acumular
tipo de unidades de producción no solo están ciertos excedentes y de esa manera, competir
integradas a través del intercambio mercantil y exitosamente por la compra de nuevas tierras.
280 Eduardo Archetti - Antología esencial

La estrategia polivalente de producción de ses sociales de nuestra localidad en el proceso


los más pequeños la volvemos a encontrar capitalista de la Sierra ecuatoriana.
entre estos productores, es decir habas, pa- El desarrollo de la producción lechera está
pas y hortalizas. Pero se registra un cambio basado en dos pilares: por un lado, el capitalis-
sumamente importante que ya se perfilaba en- mo agro-alimenticio localizado en la industria
tre los que tenían entre 6 y 10 has, a saber: la de transformación, y, por el otro, el capitalismo
producción lechera. El tamaño de las parcelas agrario, los productores de leche especializa-
les permite tener hatos con cinco o diez vacas dos o en vías de especialización que utilizan
en producción. La estrategia elegida es con- fuerza de trabajo asalariada. Sin embargo, y
vertir esa leche en queso fresco y no venderla esta es una característica importante, la di-
a la planta industrial. Esto, sin lugar a dudas, visión no es neta ya que el capitalismo agro-
les posibilita una mayor rentabilidad al mismo alimenticio funciona, al mismo tiempo, como
tiempo que mantienen un tipo de producción capitalismo agrario, en otras palabras, los due-
artesanal familiar que les permite maximizar el ños de las plantas son dueños de haciendas
uso de la fuerza de trabajo doméstica. Como un lecheras importantes. Otro rasgo original es la
resultado de esto, dentro de este grupo, solo el presencia del capital comercial como un sec-
11% de los adultos se proletarizan y, coetánea- tor independiente y fuera del control del capi-
mente, todas las explotaciones utilizan trabajo tal agro-alimenticio. El capital comercial y los
asalariado para las épocas de pico. distintos tipos de comerciantes como agentes
concretos del intercambio siguen jugando un
rol central en tanto las relaciones de intercam-
4. A modo de conclusión bio entre los primeros dos sectores se ejercen
a través de medios de transporte y recolección
Obviamente los distintos tipos de relaciones que este controla efectivamente. A la vez, este
sociales que hemos presentado nos señalan un capital comercial garantiza la venta de terneros
grado de complejidad que no podemos resolver y ganado de descarte de los capitalistas agra-
en dos páginas de conclusiones. Nos limitare- rios en las ferias y mercados tradicionales de
mos a indicar algunas pautas que nos revelan la sierra. Estas tres clases, burguesía terrate-
los distintos niveles de integración de las cla- niente-industrial, burguesía agraria y burguesía
Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana 281

comercial, aparecen “articuladas” y, al mismo del capital agro-alimenticio ocupando un nicho


tiempo, enfrentadas. Las contradicciones no que este todavía no ha ocupado plenamente: la
podemos elaborarlas aquí pero para el caso producción de queso fresco que circula a nivel
que nos preocupa, la burguesía rural, son im- local y regional. La leche producida por este
portantes y limitan su capacidad de maniobra. sector aparece como un producto terminado
Veamos esto en unas pocas palabras. y esto es posible por el tamaño de las unida-
Si pensamos en un sistema de relaciones de des de producción. La especialización, es decir
dependencia, esta burguesía rural en el proceso el abandono de la agricultura, significaría un
mismo de integración ha perdido su autonomía, aumento en la producción de un producto no
aunque su constitución y fortalecimiento nos se- conservable. Eso, sin lugar a dudas, obligaría
ñale lo contrario. Naturalmente en una situación a muchos de estos productores o a aumentar
de crisis de las haciendas tradicionales y por las la producción de quesos o a entregarla a las
características de la estructura social de Pichin- plantas. La primera estrategia nos parece poco
cha y de nuestra localidad, la entrada del capital viable en tanto el capital agro-alimenticio tien-
y de nuevos actores sociales con distinto origen de a ocupar este nicho, por lo tanto la segunda
ha sido posible. La capacidad empresarial, en salida aparece como más realista.
esta coyuntura particular, solo podía realizarse Por debajo de este grupo privilegiado de
a través de la especialización lechera y, por lo campesinos encontramos la mayoría de pro-
tanto, el paulatino abandono de una estrategia ductores campesinos y asalariados rurales.
de producción polivalente. En este proceso la Propietarios de pequeñas parcelas, sin ganado
inversión masiva de capital aparece como irre- suficiente, sin animales de tiro, sometidos a
versible y esto condiciona la reproducción de las leyes y transformaciones capitalistas en la
las relaciones de dependencia frente al capital agricultura, la sobrevivencia pasa por la multi-
agro-alimenticio y al capital comercial. Si, como plicación de estrategias. Pero estas estrategias
ha ocurrido hasta ahora, las relaciones de de- dependen de las constricciones del mercado de
pendencia se acompañan con tasas de ganancia trabajo local y regional y de la movilidad del
altas todo transcurre en el mejor de los mundos. factor tierra. La expansión de la frontera inter-
En este contexto, los campesinos ricos, los na, o sea el acceso a la pequeña propiedad, es-
que tienen entre 10,1 y 50 has, están al margen tuvo condicionada por la crisis de la hacienda
282 Eduardo Archetti - Antología esencial

y por la Reforma Agraria. Pero esto vale para bulencias generadas por el capital. Por lo tanto
ellos y para los capitalistas agrarios. Por lo tan- los campesinos concurren entre sí por la venta
to, la expansión de unos se hace a costa de los de sus productos, la compra de tierra, la venta
otros, y es a este nivel que aparece con toda su de fuerza de trabajo y, paradojalmente como
brutalidad esta estructura social. La proletari- dijimos anteriormente, por la compra de fuer-
zación es necesaria tanto antes como después za de trabajo. Las relaciones sociales, étnicas,
de devenir pequeños propietarios. A la vez pro- de parentesco, de vecindad aparecen mediati-
letarios con tierra y campesinos sin tierra sufi- zadas por el rigor del mercado capitalista, por
ciente, la sumisión al capital agrario es real y la inestabilidad ligada a la modernización y a
formal y transcurre en diferentes periodos de la especialización y por la voracidad de los co-
sus vidas y de las vidas de sus familias. En el merciantes.
Ecuador actual los cambios que ocurren en las
áreas más capitalistas afectan no solo el modo
de vida y de consumo, sino el proceso técnico Bibliografía
de producción, ya que la mayoría de los medios
de producción (tracción, semillas, fertilizantes, Arias, Manuel 1962 Análisis de la estructura
insecticidas, pesticidas) deben ser comprados agraria del Ecuador, Quito.
en el mercado y, de esa manera, se reduce con- Arias, Manuel 1972 Estructura agraria del
siderablemente la cantidad de medios autopro- Ecuador: Estadística comparativa de la
ducidos internamente. Aunque el objetivo sea situación en 1954 y 1968, Quito.
la mera subsistencia esto pasa por una cre- Barth, Frederik 1967 “Introduction” en F.
ciente comercialización de los intercambios. Barth (ed.) The Role of the Entrepreneur in
Si lo central es obtener un ingreso monetario, Social Change in Northern Norway, Oslo.
ese ingreso neto del que hablaba Chayanov, la Barsky, Osvaldo 1978 “Iniciativa terrateniente
producción ya de alguna manera ha perdido su en la reestructuración de las relaciones
finalidad original y está sujeta a todo tipo de sociales en la Sierra ecuatoriana: 1959-1964”
turbulencias. El destino de la producción no en Revista Ciencias Sociales, volumen II, 5.
depende de las turbulencias del ciclo domes- Guerrero, Andrés 1977 “Renta diferencial
tico sino que cada vez más depende de las tur- y vías de disolución de la hacienda
Burguesía rural y campesinado en la sierra ecuatoriana 283

precapitalista en el Ecuador” en Sierra ecuatoriana como condicionamiento


Caravelle, 28. de la acción estatal” en Revista Ciencias
Marx, Karl 1971 Un chapitre inédit du Sociales, volumen II, 5.
Capital, Paris. Schumpeter, J. A. 1934 The Theory of
Murmis, Miguel 1978 “Sobre la emergencia de Economic Development (Cambridge:
una burguesía terrateniente capitalista en la Mass.)
El mundo social
y simbólico del Cuy*

de alguna manera, explica este largo proceso


Para Kristoffer y Alexandra, de maduración, desde el trabajo de campo en
con la esperanza que algún día 1983, mi segunda visita en 1986, pasando por
puedan comer cuy. un informe preliminar, una publicación “ofi-
cial” del Instituto Nacional de Capacitación
Campesina del Ministerio de Agricultura y Ga-
nadería del Ecuador y esta versión actual en
Agradecimientos forma de libro pequeño que trata de sintetizar
una información mucho más rica. En esa medi-
Este libro ha tardado más de lo normal en ser da, éste es un libro heterodoxo. Por otro lado,
escrito. Una de las razones tiene que ver con los temas aquí presentados fueron discutidos,
su carácter colectivo en la etapa de recolección en mis actividades docentes en la Universidad
de datos. Sin la ayuda, la devoción y la inteli- de Oslo, en múltiples ocasiones y siempre tuve
gencia de Martha Freire, Gerardo Fuentealba y la sensación que mis argumentos no eran del
Ramiro Moncayo, no solo no podríamos haber todo consistentes. Por todo ello, dejé pasar el
comenzado el proceso de investigación, sino agua bajo el puente con la espera que el tiem-
que tampoco este proyecto individual hubiera po ayudara a mejorar y afinar mis ideas. Puede
llegado a buen puerto. En el primer capítulo es- ser que esto ni siquiera ahora esté logrado. Los
tas viscisitudes están mejor explicadas. Esto, libros no pueden ser como los mejores vinos.
No me hubiera sido posible terminar esta
* Este libro fue publicado en 1992 en la ciudad de empresa sin la generosidad del Departamento
Quito por CEPLAES Ediciones. de Antropología Social de la Universidad de
286 Eduardo Archetti - Antología esencial

Oslo, mi lugar de trabajo de tantos años, que reconocí mis limitaciones. Definitivamente,
me permitió ganar un pequeño sabático y uti- no podría haber terminado este esfuerzo sin la
lizarlo en el semestre de otoño de este año. ayuda inestimable de Audun Wik, un maestro
Esto me posibilitó volver a un texto preliminar en los secretos electrónicos.
y trabajarlo más hasta dejarlo en un “tamaño” Finalmente, debo agradecer a la compañera
normal. Siempre he pensado que el tema de los de tantos años, Kristi Anne Stølen, por haber
cuyes no puede interesar a tanta gente y que, tenido la paciencia necesaria cuando mi pési-
en consecuencia, bien valía la pena acortar el mo humor indicaba que las cosas no salían ese
texto original por la mitad. Mucha etnografía día o esas semanas y por haberme sostenido en
ha quedado en el camino, pero no me arrepien- todo momento. Sigo pensando que no hacer de
to pues no creo que más detalles hubieran ayu- la vida solo trabajo es su gran enseñanza. Creo,
dado a entender mejor, no solo la problemática sin embargo, no haber sido un buen alumno.
que presento, sino también alguna de las discu- No pierdo las esperanzas de mejorar.
siones teóricas.
Desde 1976 me he sentido muy cercano al Oslo, un día de agosto de 1991.
ambiente intelectual ecuatoriano y desde 1978
he estado en vinculación estrecha con el Cen-
tro de Planificación y Estudios Sociales que Capítulo i
con toda gentileza publicara un libro mío en Historia de un proyecto
el pasado. Esta renovación de confianza es,
realmente, inusual. Debo agradecer, especial- Este libro es el resultado de un trabajo de in-
mente, a María Cuvi, Lucía Salamea y a Rafael vestigación y evaluación que fuera realizado en
Urriola, su actual director, por haberme creído. 1983 a pedido del Ministerio de Agricultura y
El libro del que tanto hablé, finalmente, está Ganadería del Ecuador. En los programas de
aquí con todos sus defectos y virtudes. modernización agraria impulsados por los dife-
En estos tiempos en que sin la computadora rentes programas de Desarrollo Rural Integral
personal no solo debemos considerarnos per- (DRI) en la Sierra había un componente desti-
didos sino que corremos el riesgo de ser defi- nado a la transformación de la producción tra-
nidos como incorregiblemente tradicionales dicional de cuyes. Los cuyes tenían que salir de
El mundo social y simbólico del Cuy 287

las casas y cocinas de los campesinos, tenían fuertes, robustos y que provengan de camadas
que abandonar su habitat reproductivo ances- numerosas. El octavo es un buen manejo de las
tral, lejos de sus dueños y del calor del hogar, crías o lactantes separándolas de sus madres a
y pasar a habitar las nuevas construcciones los veinte días de edad. Y, por último, sin que
(cuyeras). Esta lógica preveía que no puede in- esto agote el eventual paquete de medidas, co-
crementarse la producción de cuyes sin que el mercializar “racionalmente” de tal manera que
productor obtenga el máximo de visibilidad y se eliminen, sistemáticamente, las hembras
control sobre el comportamiento de los anima- con muchos partos, los reproductores viejos,
les. La cocina, el habitat “natural” de los cuyes, las hembras con baja fecundidad, y, finalmente,
es oscura y se supone que los animales viven los machos estériles o con bajo peso.
en una suerte de caos reproductivo en donde Todo esquema moderno de reproducción
las edades y los relaciones genéticas se mez- no puede pensarse sin que la alimentación sea
clan al “azar”. En este modelo de producción también una variable importante. Dar una ali-
moderno el manejo genético y de reproducción mentación adecuada, según tamaño, sexo, y
ocupa un rol central. Una vez fuera de las casas estado general de los cuyes, garantiza, en prin-
el primer paso en la modernización es la obten- cipio, una mejor conversión alimenticia. La
ción de reproductores mejorantes. El segundo dieta debe basarse, fundamentalmente, en la
es evitar la degeneración genética con un ma- utilización de forrajes frescos. El modelo ideal
nejo de cruza preciso. El tercero es poner en de alimentación incluye una combinación de
cada habitáculo un macho por diez hembras. forrajes concentrados.
El cuarto es no emparejar hembras muy jóve- Un cuy fuerte y gordo necesita estar sano.
nes y que tengan ciertas características que no Por lo tanto, el manejo sanitario debe cambiar-
garanticen una mejora genética a largo plazo. se con el objetivo de encontrar, con la mayor
El quinto es formar lotes homogéneos por edad precisión y prontitud posible, el tipo de enfer-
y sexo. El sexto es controlar la reproducción medad que los aqueja. Esto implica una política
de tal manera que se eliminen las hembras que preventiva que incluye el control de la tempera-
no sean lo suficientemente fértiles. El séptimo tura de las cuyeras, la eliminación de la hume-
es tener un control poblacional del tal modo dad en los cubículos y la desinfección periódi-
que haya un bajo porcentaje de reproductores, ca de las mismas. Una vez detectado un animal
288 Eduardo Archetti - Antología esencial

enfermo hay que tratarlo con la mayor celeri- no enteramente probado y, además, elabora-
dad a los efectos de impedir la diseminación de do por otros. De esta manera el productor es
la enfermedad. Como los cuyes son animales puesto en una situación casi experimental de
supuestamente delicados, atacados, continua- cambio social y cultural ya que, siempre, un
mente, por distintos tipos de parásitos, hay que cambio de “códigos” implica la alteración de
desinfectarlos con cierta regularidad. reglas, conocimiento y estrategias que tradi-
Es fácil ver que el manejo moderno supone cionalmente regulan las prácticas productivas
el control de muchas variables al mismo tiem- culturalmente aceptadas.
po. La eficacia genética depende de la alimen- El objetivo manifiesto del programa era con-
tación y la sanidad, y ésta última, en parte, de seguir un aumento de la producción y la pro-
una dieta adecuada. Un cuy con un buen habitat ductividad que posibilitara a las familias cam-
y una buena dieta es, en principio, un cuy sano pesinas no solo comer más cuyes sino también
que no trae problemas y solo da satisfacciones vender una mayor cantidad. En este proceso, el
pues engorda rápidamente y se reproduce me- cuy debería transformarse de valor de uso en
jor. El modelo moderno implica, en otras pala- valor de cambio. Asimismo, pensaron los técni-
bras, planificación y necesita de un “productor cos, su implementación permitiría la incorpo-
que aprende a maximizar resultados y que, por ración activa de las mujeres en el proceso de
lo tanto, se comporte racionalmente”. El pro- transformación rural integral. La idea era que
ductor debe controlar el contexto y las fases el pasaje de la crianza tradicional a la crianza
de la producción, debe identificar las distintas moderna implicaría, paralelamente, la mejor
variables y entender sus relaciones y debe es- utilización de la fuerza de trabajo femenina y
tar atento a cualquier modificación como para doméstica en general. Los programas de de-
poner en marcha los mecanismos correctivos sarrollo de esa época suponían la creación de
necesarios. En otras palabras el productor (la más trabajo, más ingresos y una alimentación
productora ya que el cuy, como veremos más más adecuada. En ese contexto de moderniza-
adelante, es casi exclusivamente una activi- ción, el componente cuyes era un eje importan-
dad femenina) debe reemplazar su “código” de te de intervención de extensionistas y técnicos
producción anterior probado por la práctica, del Ministerio de Agricultura y Ganadería. En
convertido en hábito, por un nuevo “código” este caso, además, se trataba de un animal co-
El mundo social y simbólico del Cuy 289

nocido, aceptado y apreciado por los campesi- Finalmente, una explicación de las resisten-
nos ecuatorianos indígenas y no indígenas. cias hubiera involucrado el estudio de las re-
Sin embargo, el programa de moderniza- laciones existentes entre los programas de mo-
ción no avanzó con la velocidad prevista por dernización, la implementación por parte del
sus ejecutores. Cuando esto suele ocurrir es aparato de extensión y los sujetos a cambiar.
muy común que la explicación esté asociada Esto no estaba dentro de los términos de refe-
a la existencia de “cuellos de botella” de tipo rencia del estudio. Curiosamente, el problema
tecnológico o socio-económicos, o con condi- no residía en el modelo tecnológico propuesto
cionantes de tipo cultural. Los determinantes ni en sus ejecutores, sino en el rechazo con-
o condicionantes culturales se suelen asociar creto de las mujeres a las nuevas opciones de
al peso de la “tradición”, de las “creencias” o crianza que les eran presentadas.
de las “inercias” individuales, y, por lo general, Ecuador es una sociedad compleja y no es
son el campo de análisis de las ciencias socia- necesario argumentar en extenso. Aquí solo
les menos cuantitativas, en este caso la antro- bastará mencionar la existencia de distintos
pología social. El Ministerio de Agricultura y tipos de campesinos y campesinas y sus dife-
Ganadería, por lo tanto, requirió del trabajo renciaciones regionales, étnicas y religiosas. Al
de los antropólogos sociales con el objetivo de mismo tiempo, Como producto de la industria-
descubrir la “lógica cultural” que mantenía la lización reciente y la urbanización acelerada a
vigencia del modelo “tradicional” de crianza. partir de la década del 60, los campesinos repro-
El trabajo de campo, en consecuencia, fue di- ducen sus prácticas productivas y culturales en
señado casi como un trabajo etnográfico con- un contexto de mayor complejidad en donde la
vencional sin la menor intención de probar tradición oral coexiste con la tradición escrita,
modelos y teorías que permitieran una ade- la medicina tradicional con la moderna y la tec-
cuada explicación de la resistencia al nuevo nología tradicional con el mundo de los tracto-
paquete tecnológico ofrecido. Esta perspec- res y los insumos modernos. El contacto entre
tiva era, además, necesaria por la ausencia lógicas, “códigos culturales”, diferentes es per-
en el Ecuador de trabajos anteriores sobre la manente y cotidiano. Un ejemplo claro de este
relación entre cultura campesina y el mundo contacto es la intervención activa del Estado
de los animales, y especialmente los cuyes. a través de este programa de modernización y
290 Eduardo Archetti - Antología esencial

de muchos otros sobre una población que, por gicas y, paralelamente, elegir comunidades di-
siglos, ha mantenido a sus cuyes dentro de sus ferentes con ciertos criterios “objetivos” que,
casas y, en donde, la práctica productiva es, al en principio, nos permitieran capturar posibles
mismo tiempo, un modo de definir la utilización variaciones. El primer aspecto va a ser tratado
del espacio doméstico. Una casa campesina sin con profundidad en el próximo capítulo. El se-
cuyes no es, obviamente, una casa completa. gundo aspecto merece unos cuantos párrafos.
La antropología social aspira a describir y El trabajo de campo se llevó a cabo en ocho
a explicar comportamientos y lógicas cultu- comunidades. En la zona de Salcedo, las ele-
rales a partir del estudio de comunidades con gidas fueron Llactahurco, Chirinche y Tigualó;
pocos actores y en donde, por la proximidad en Guamote, Chismaute y Palmira Dávalos; en
y la permanencia larga, es posible observar to- Gualaceo, Sharván; y, finalmente, en Quimiag-
dos los aspectos de la vida social y el mundo Penipe, Ayanquil y Guzo. Estas fueron elegidas
simbólico y ritual. Al revés, los sociólogos, por de acuerdo con los siguientes criterios: tipo de
lo general, estudian, muchos actores y pocas control y calidad de recursos productivos, et-
variables. La ausencia de “representatividad” nicidad, afiliación religiosa y presencia o no de
en los estudios antropológicos suele ser la crí- los programas de modernización de la crianza
tica más frecuente. En nuestro caso, además, de cuyes. Porqué estos criterios y no otros ?
no podíamos llevar a cabo un trabajo de cam- Nos pareció central que la implementación de
po tradicional que, por ejemplo, relacionara al todo proyecto que implique un aumento de la
cuy con el sistema de clasificación más amplio, producción y la productividad debería tomar
tanto del mundo animal como del vegetal. Por en cuenta los factores que condicionan la posi-
lo tanto, en nuestro estudio nos concentramos, bilidad de apropiarse de más y mejores pastos
especialmente, en el mundo social y simbólico y hierbas y, al mismo tiempo, aumentar la in-
del cuy. Para minimizar las desventajas de este tensidad del trabajo de algunos de los miem-
enfoque nuestra estrategia fue doble: comple- bros del grupo doméstico. En consecuencia,
jizar al máximo el estudio del cuy tratando de nos pareció importante determinar la ubica-
definir mundos productivos y simbólicos que ción de las comunidades en diferentes nichos
encerraran, en la medida de lo posible, desde ecológicos, en tanto esto condiciona la calidad
procesos económicos hasta concepciones má- de las tierras y la posibilidad de incrementar
El mundo social y simbólico del Cuy 291

la producción de alimentos para los cuyes. Al vos valores tendrían un impacto claro sobre la
mismo tiempo nos preguntamos por la canti- apertura y la receptividad a las innovaciones
dad de tierra disponible, las estrategias produc- propuestas. Paralelamente, la conversión al
tivas, la disponibilidad de pastos y hierbas en protestantismo, entre otras cosas, supone una
los montes y páramos y la existencia de riego, alteración significativa del calendario religio-
factor más que decisivo para la producción de so y ceremonial de las comunidades. Esto po-
alfalfa. Esto explica la importancia del primer dría implicar que el cuy circulase de un modo
criterio. A continuación veamos los otros tres. más restringido y que, por lo tanto, articulase
Sin lugar a dudas, en el mundo de los pro- espacios y mundos sociales domésticos me-
ductores campesinos ecuatorianos, el com- nos públicos.
ponente étnico es un importante criterio para Por último, nos pareció pertinente conside-
determinar sistemas y lógicas socio-culturales rar el impacto de los proyectos. El grado de
diferentes. Por lo general, la importancia de las contacto con los extensionistas varía de co-
relaciones comunitarias y el mantenimiento munidad en comunidad, incluso dentro de las
de un ciclo religioso y festivo recargado está áreas de los programa de Desarrollo Rural In-
intimamente relacionado al predominio del tegral. Nosotros imaginamos que, en principio,
campesinado indígena tanto a nivel local como las influencias del modelo moderno de crianza
a nivel regional. La presentación de nuestros serían mas intensas en las comunidades, no
resultados tratará de hacer visible, cuando sea solo más mestizas, sino sometidas a continuas
necesario, la pertinencia de la identidad étni- visitas de los ejecutores de los programas. A
ca en el análisis de las variaciones tanto de las los efectos de tener grupos de control introdu-
prácticas como de las creencias. jimos los casos de Guamote y Gualaceo en don-
En los últimos años y, especialmente en al- de, en el momento de nuestro estudio, no exis-
gunas regiones, se ha producido en el seno del tían proyectos con el componente de los cuyes.
campesinado indígena la división entre cató- La utilización de los múltiples criterios de
licos y protestantes. Pensamos que si el dis- selección que hemos mencionado se basó en
curso ideológico protestante enfatiza ciertos una idea muy simple, ya que pensamos que
aspectos como sobriedad, decencia, limpieza situaciones ecológicas, tipo de control de re-
y ahorro, era posible imaginar que estos nue- cursos productivos y mundos culturales y sim-
292 Eduardo Archetti - Antología esencial

bólicos asociados a la religión y a la etnicidad pología social clásica ha sido la descripción


condicionan el conjunto de conocimientos, de sistemas culturales integrados, homogé-
creencias y prácticas de los actores sociales. neos y, sobre todo, estables. Esta aproxima-
Nuestro objetivo fue tratar de entender códi- ción no se debe solamente a una cierta econo-
gos diferentes, variaciones de una misma sin- mía expositiva sino que encierra un conjunto
fonía, a partir de ciertas constricciones que, de supuestos acerca del funcionamiento de
en principio, estarían asociadas a los factores la sociedad y la cultura basados, fundamen-
de selección que acabamos de discutir. Obvia- talmente, en la conexión entre reproducción
mente, de esta manera la representatividad de social y orden. Nosotros vamos a describir,
nuestro estudio es mayor y nuestras conclusio- en primer lugar, lo que podríamos llamar el
nes cubren un ámbito social y cultural mayor. “lenguaje cultural común del cuy”, el mundo
El problema principal, a este nivel, es el de la del cuy como valor de uso y no como valor
comparación y, al mismo tiempo, la inclusión de cambio (la cultura de la modernización).
de las variaciones posibles. Al lado de la cultu- En esa dirección vamos a presentar los ele-
ra del cuy, representada por los expertos a tra- mentos comunes que encontramos en cada
vés de los programas de modernización, tene- comunidad, una suerte de gramática elemen-
mos un conjunto de “subculturas” del cuy. Esto tal: la descripción de prácticas, creencias y
nos plantea, en consecuencia, un problema adi- conceptos comunes que constituyen lo que,
cional: cómo presentar nuestros resultados de metafóricamente, podemos llamar “la cultura
tal manera que, manteniendo las variaciones, campesina del cuy”. A partir de esta estructu-
el lector nos pueda seguir sin perderse en un ra simple vamos a tratar, posteriormente, de
mundo de detalles. presentar las variaciones. Si recordamos la
Una alternativa obvia es la de presentar distinción que hicimos en páginas anteriores
nuestros hallazgos empíricos comunidad por entre código restringido y ampliado podemos
comunidad. Este método implica, de un modo decir que en la presentación de los resultados
muy claro, repeticiones innecesarias ya que iremos de lo restringido, común, “universal”,
un mismo tipo de prácticas y creencias es po- a lo ampliado, individual y “concreto”. A este
sible encontrar en muchas comunidades a la nivel la variable étnica, mucho más que la re-
vez. La tendencia predominante en la antro- ligiosa o quizás que la presencia de contextos
El mundo social y simbólico del Cuy 293

ecológicos o económicos diferentes, es mu- nes cotidianas, podemos seguir hablando sin
cho más relevante. Por lo tanto, las variacio- que necesariamente nos tengamos que poner
nes estarán relacionadas a la “cultura mesti- de acuerdo sobre cada tópico de discusión.
za” y a la “cultura indígena”. Esta presenta- Este mundo abierto del diálogo solo se in-
ción, obviamente, sigue siendo problemática terrumpe cuando aparece el poder y solo se
pues da la idea de que es posible identificar acepta una única versión. En nuestro caso
fronteras culturales precisas y homogéneas. concreto la solución obvia a la existencia
En la realidad, por suerte, no suele ser así de diferencias culturales es la implantación
ya que siempre los actores sociales operan y difusión de la cultura de los expertos. Pa-
dentro de los márgenes de las fronteras con radógicamente, el modelo de modernización
la posibilidad de traspasarlas. Sin esta posi- aparece codificado como una sola alternati-
bilidad sería impensable el cambio social y va, como un sistema cerrado. Sin embargo,
cultural. La existencia de esas fronteras, en la sociedad es un espacio social y simbólico
nuestro caso las “culturas del cuy”, permite abierto y, por lo tanto, la historia del cuy con-
observar diferencias y, paralelamente, plan- tinua sin que sepamos cuál será el fin.
tearse las transformaciones como una posibi- Es imprescindible mencionar que de las co-
lidad debido, precisamente, a la existencia de munidades estudiadas cuatro son típicamente
esas discontinuidades. Solo la multiplicidad indígenas: Llactahurco en Salcedo, Guzo en
de códigos permite que, llegado el caso, sea Quimiag-Penipe, y Chismaute y Palmira Dáva-
posible una elección verdadera. El fracaso los en Guamote. Tigualó en Salcedo, Ayanquil
momentáneo de los programas de moder- en Quimiag-Penipe y Sharván en Gualaceo son
nización no nos dice nada sobre cómo las mestizas. Chirinche en Salcedo puede ser con-
comunidades van a reaccionar en el futuro. siderada un comunidad mixta ya que el compo-
Nuestro libro no describe “resistencias cultu- nente indígena es fuerte. En relación al factor
rales” sino, simplemente, códigos diferentes. religioso solo Palmira Dávalos es una comuni-
Idealmente podemos imaginar que nuestro dad protestante, las restantas son católicas. Es
libro presenta un diálogo, un intercambio de necesario recordar que solo en seis de las ocho
opiniones entre actores diferentes sobre un comunidades el programa de modernización
tema común, y, como en tantas conversacio- de la producción de cuyes estaba activo en el
294 Eduardo Archetti - Antología esencial

momento de nuestro trabajo de campo. En Pal- Nuestros informantes fueron mujeres. Sin em-
mira Dávalos había un pre-estudio y Sharván bargo, como veremos más adelante, el mundo
era un terreno virgen.1 social y simbólico del cuy involucra no solo a
Una vez dicho esto hay que aclarar que la cul- las mujeres. Decir que el cuy remite al análisis
tura tiene también sexo y que, en consecuen- del mundo de prácticas y creencias de las mu-
cia, es posible imaginar mundos femeninos y jeres no debe entenderse como un intento de
masculinos dentro del contexto más amplio de oponer, de una manera tajante, lo femenino a
lo que, hasta ahora, hemos llamado cultura en lo masculino y lo doméstico a lo público. Estos
general. El cuy, de manera clara e ineludible, mundos están superpuestos y se pasa de uno al
pertenece al mundo de las prácticas femeninas otro como se pasa de una frontera a la otra sin
domésticas. El cuy alude a lo doméstico, a la por ello perder la nacionalidad. Si aceptamos la
cocina, a la protección contra lo externo, ámbi- hipótesis que una cultura se construye a partir
tos simbólicos que remiten a ciertos aspectos de esas fronteras que se traspasan, la idea de
de la identidad femenina. El cuy en tanto valor polarización entre lo femenino y lo masculino
de uso se convierte en comida, en platos, en debe combinarse con la idea de complementa-
recetas, en sabores y olores y, en ese proceso riedad. Dicho de otra manera, el cuy es valor
de transformación, la mujer es la ejecutora. de uso dentro de la cultura campesina ecua-

1 El siguiente cuadro es un buen resumen del tipo de comunidad que fue estudiada:
Pertenencia DRI
Nichos ecológicos Tierra Pastos Pertenencia étnica
(Proyecto cuyes)
+3000 -3000 Escasa Adecuada Escaso Adecuado Mestizo Indígena Sí No
Llacta- Tigualó
Llactahurco Tigualó Chirinche Tigualó
Salcedo Tigualó Llactahurco Tigualó hurco Chirinche
Chirinche Chirinche Chirinche
Chirinche (mixto) Llactahurco
Quimiag- Ayanquil
Ayanquil Guzo Ayanquil Guzo Ayanquil Guzo Guzo Ayanquil
Penipe Guzo
Chismaute Palmira Chismaute Chismaute
Palmira
Guamote Palmira Chismaute Dávalos Palmira Palmira
Dávalos
Dávalos Chismaute Dávalos Dávalos
Gualaceo Sharván Sharván Sharván Sharván Sharván
El mundo social y simbólico del Cuy 295

toriana tanto para los hombres como para las social y simbólico del cuy a partir de una teoría
mujeres, tanto para los niños como para los “mínima” de los rituales.
adolescentes. Ahora bien, en el proceso de investigación,
En el capítulo siguiente vamos a presentar en este caso a través del trabajo de campo,
algunas de las ideas generales que guiaron lo central es identificar con la mayor claridad
nuestra investigación. Estoy plenamente con- posible los contextos sociales. Los contextos
vencido que la naturaleza de la investigación no son solo “campos” para la observación sino
antropológica depende menos de un conjunto que permiten entender los datos a partir de las
de técnicas que de nuestra capacidad de ge- delimitaciones empíricas. En nuestro caso los
nerar ideas y conceptos que nos permitan ha- contextos serán los siguientes: el de la produc-
cer las preguntas más pertinentes. De alguna ción y prácticas productivas; el de la comida y
manera tratar de entender una o varias lógicas la cocina que permite seguir al cuy y ver quién
culturales implica que la información empírica lo come, cómo y cuándo se come; el de las
solo se convierte en “dato” a partir del filtro prácticas curativas y de salud; y, finalmente, el
de nuestras ideas y conceptos. Nuestros resul- mercado que convierte al cuy en valor de cam-
tados y hallazgos dependen, por lo tanto, del bio, el momento en que el animal se convierte
marco conceptual, del modo en que nos apro- en mercancía. Parte del material que se presen-
ximamos a la realidad con nuestro bagaje teó- tará será un intento de recuperación etnográ-
rico y nuestras sensibilidades particulares. Es a fica de ideas y prácticas que existen pero que
través de nuestros anteojos y nuestras brújulas no necesariamente se practican asiduamente.
que los actores sociales, nuestros informantes, Este conjunto de conocimientos es una suerte
nuestros “objetos” de estudio, hablan y cuen- de capital simbólico acumulado, una suerte de
tan sus historias. El problema es que siempre, diccionario, que aunque no se realice totalmen-
al final, hay un solo autor. Por ello voy a tratar te en la práctica, nos puede permitir entender
de definir, con la mayor precisión posible, mis la complejidad del cuy como hecho cultural.
ideas acerca de la complejidad cultural, de la La presencia de diferentes mundos cultura-
producción de significados y prácticas cultu- les invita a una discusión del cambio cultural
rales, del mundo cultural público frente al pri- y social. El objetivo principal de este libro no
vado y de la importancia de definir el mundo es una discusión en profundidad de las “resis-
296 Eduardo Archetti - Antología esencial

tencias”, de las “inercias” y de las “tradicio- como por ejemplo; un 40% de nuestros infor-
nes” frente a los programas de modernización. mantes piensan “x” contra un 60% que piensan
Bastará decir que al presentar los grados de “y”. Para hacerlo más complicado podríamos,
complejidad cultural, automáticamente, nos luego, contrastar lo que se dice con lo que se
planteamos la problemática de las transforma- hace. No es que niegue la posibilidad de llegar
ciones. La hipótesis, a este nivel, es sencilla: a tamaña exactitud pero este no fue nuestro
a mayor complejidad son menores las posibi- objetivo. Estuvimos, todo el tiempo, “abier-
lidades de un cambio social y cultural rápido. tos” a las variaciones, tanto de ideas como de
Obviamente, todo proceso de cambio requiere prácticas, pero con el objetivo explícito de
de actores que lo implementen: en el caso que registrarlas cualitativamente. Este libro, sim-
vemos, mujeres dispuestas a aceptar las nue- plemente, trata de conectar una lógica cultu-
vas propuestas. Por lo tanto, toda teoría del ral y sus variaciones a un modelo teórico de
cambio necesita no solo una teoría explícita interpretación.
del sujeto, que no vamos a presentar en este li-
bro, sino una mejor comprensión de cuáles son
las posiciones y constricciones de los actores Capítulo II
en un sistema más amplio en donde se da la La complejidad cultural del cuy
interacción de conocimientos, nuevo y viejo,
con posiciones de poder, con un sistema de ro- Creo que es posible argumentar que en mu-
les y status, de posiciones sociales y jerarquías. chas culturas hay problemas para pensar cla-
Todo cambio, por otro lado, implica correr ramente el rol de los animales. El tratamiento
ciertos riesgos. Estos riesgos no solo pueden que damos a muchos de ellos está, en muchas
entenderse a nivel de ciertos cambios concep- ocasiones, lleno de inconsistencias y disconti-
tuales, sino también a nivel de las posiciones nuidades. Algunos animales viven en la abun-
de poder locales. Esta lectura la haremos en el dancia y la lujuria, son miembros privilegiados
capítulo final. del mundo doméstico, son objeto del cariño sin
Una última observación es imprescindible. límites de sus dueños y gozan de la atención de
Nuestros resultados no serán presentados a los especialistas cuando se enferman. Su entra-
partir de un modelo de cuantificación preciso, da en el mundo doméstico se caracteriza por
El mundo social y simbólico del Cuy 297

el hecho de darles un nombre, muestra indu- que tener la distancia necesaria como para po-
dable de afecto y, a la vez, de individualización. der sacrificarlos.2
En el mundo de las clases medias de las socie-
dades desarrolladas, el perro y el gato son los
2 Sobre esta doble condición de los animales ver
animales “humanizados” por excelencia. Otros Serpell (1986) y Digard (1990). Una discusión más ge-
animales, sin embargo, tienen una vida menos neral es posible encontrar en Ingold (1988). No hay
placentera, no reciben nombres y se crían con que olvidar que el elemento constitutivo en la domes-
el objetivo central de convertirse en comida. ticación de los animales es, obviamente, su consumo.
De allí que sea importante mantener la distinción en-
Los cuidados a los que se los somete no les tre domésticos y domesticados. En esta dirección, el
evita terminar sus vidas sacrificados en mata- consumo determina el sistema productivo asociado a
deros de todo tipo o en el campo mismo. Estos la cría de animales y, en consecuencia, condiciona los
animales no forman parte del mundo domésti- procesos de protección, alimentación y reproducción
co y su reproducción se desarrolla fuera de las de los mismos. El grado de desarrollo tecnológico y,
por lo tanto, las técnicas concretas utilizadas, así como
casas, a campo abierto o en instalaciones pro- los condicionantes ecológicos más amplios, son, de
pias fuera del ciclo cotidiano de las familias de esta manera, los elementos que posibilitan “predecir”
productores que los crían. Esta distinción, sin las posibilidades reales de producción existentes en la
embargo, está parcialmente basada en el tipo sociedad considerada. Sin embargo, esto no anula la
de animales. Los perros de las clases medias importancia de ver a los animales en un sistema de rela-
ciones sociales con los hombres en donde lo central es
europeas, americanas y ecuatorianas, son, por estudiar las estrategias de uso y consumo. Esas estra-
ejemplo, una comida apreciada en algunas so- tegias, dependen no solo factores ecológicos, demográ-
ciedades asiáticas. Los animales, especialmen- ficos y de mercado, sino, especialmente, de un mundo
te los “salvajes”, que son casados sin conmise- más amplio en donde el ritual y lo simbólico coadyuvan
a dar un sentido social determinado a las prácticas de
ración alguna, reciben, en muchas ocasiones,
crianza y consumo. Comer un animal domesticado o no
un tratamiento especial cuando pasan a vivir comerlo depende de una elección compleja y muchas
en los zoológicos o en los circos. Estas discon- veces sutil. Los animales juegan un rol político, simbó-
tinuidades implican que en muchas sociedades lico y afectivo emocional no desdeñable que varía de
unas especies constituyen el foco de atención sociedad en sociedad. Por lo tanto, aspectos centrales
de una sociedad pueden también verse y entenderse a
y descarga emocional y otras, por el contrario, partir de un análisis minucioso de las clasificaciones de
son víctimas del consumo, y, por lo tanto, hay animales. En esa dirección Borneman (1988) ha demos-
298 Eduardo Archetti - Antología esencial

El cuy no escapa a esa doble condición a la más adelante, los cuyes no se cuentan, no son
que aludimos. En Europa y en Estados Unidos una población que debe crecer o disminuir si-
es un animal doméstico por excelencia, una guiendo criterios estrictamente económicos
de las mascotas de los niños y, en consecuen- y comerciales. El cuy está en las casas, es un
cia, un tabú alimenticio. En el Ecuador, y en el animal “doméstico” en el sentido de compartir
mundo andino en general, es comida: los cu- un mismo espacio, pero su muerte no es fuente
yes se crían para ser sacrificados. Sin embar- de dolor, al estilo de la desaparición trágica del
go, el cuy en el mundo campesino ecuatoriano perro o el gato de la familia, sino, al contrario,
vive dentro de las casas, convive en el mismo instrumento de una celebración y un ritual.
espacio doméstico de las familias. Esa coexis- En ese contexto no me parece correcto dis-
tencia, ese grado de “intimidad” no les permite cutir el rol del cuy en el mundo cultural cam-
convertirse en víctimas. Podría pensarse que se pesino a partir de la condición de anomalía en
trata de una anomalía solo si el cuy se define donde la regla espacio doméstico:: nombre:: no
como animal-mercancía por excelencia. Pero sacrificio no se cumple. He elegido otro cami-
esto no es así. Es cierto que el cuy comparte no que me parece más fructífero: presentar la
el mismo hábitat pero no recibe un nombre, y, complejidad cultural del cuy a partir del siste-
en consecuencia, conserva cierta “impersona- ma de creencias y usos de los campesinos. Por
lidad”. El anonimato, de alguna manera, per- ello es importante discutir el concepto de com-
mite que el cuy sea sacrificado y conserve, de plejidad cultural en las próximas páginas.
esa manera, su condición de animal “puro” (no
“humanizado”). Además, y sobre esto volveré Complejidad cultural
El concepto de complejidad social y, su contra-
parte, el concepto de sociedades complejas alu-
trado que las nociones que ayudan a cruzar y clasificar
los caballos en la sociedad americana aparecen prime- den a la diferenciación de roles y estatus y a la
ro como categorías humanas. En esta línea de argumen- creciente separación y especialización de áreas
tación el mundo diferenciado de las especies animales y sistemas de interacción social. Esto implica
está sometido a influencias que provienen del mundo que determinados status y roles que caracte-
social más amplio en donde las prácticas sociales y la
rizan un sistema no son transferibles a otros,
construcción de identidades nacionales ocupan un lu-
gar preponderante. como, por ejemplo, determinadas posiciones
El mundo social y simbólico del Cuy 299

económicas no se convierten, automáticamen- se usa activamente. El uso de ese conocimien-


te, en posiciones políticas específicas. Cuando to puede estar perfectamente ritualizado.3 En
más compleja es una sociedad esperamos en- nuestro caso concreto, la complejidad cultural
contrar una mayor autonomía de los diferentes del cuy remite al conjunto de contextos so-
sistemas. El concepto de complejidad cultural ciales en donde el cuy circula y se reproduce
tienen como referente principal la información como un instrumento de determinadas prácti-
que circula entre los actores sociales y no el cas culturales. Siendo el cuy, básicamente, un
sistema de posiciones sociales que estos ocu- alimento es importante analizar el sistema de
pan. En otras palabras, una mayor complejidad comidas. Por lo tanto, el grado de complejidad
cultural implica un alto grado de información, del cuy será mayor si podemos estudiar y esta-
o, dicho de otra manera, la producción de un blecer la existencia de un conjunto de reglas y
conocimiento elaborado. Si bien empíricamen- prácticas que le asignan un contenido ceremo-
te podemos tener, o, mejor dicho, esperar una nial más elaborado.
alta asociación entre complejidad social y cul- En este libro, el contenido semántico de la
tural en muchos casos esto no es así. Muchas información ocupará un lugar central. Es obvio
de las sociedades iletradas estudiadas por los que esta dimensión permite captar la relación
antropólogos son, en la mayoría de los casos, entre información (conocimiento) y ocasiones
sociedades menos complejas socialmente que en que se activiza. Asimismo, el mundo semán-
las industrializadas pero, sin por ello, perder su tico del cuy alude un campo mucho más exten-
complejidad cultural. so en donde todos los animales relevantes de
El concepto de complejidad cultural alude la cultura campesina deberían ser analizados.
a la cantidad de información y conocimiento El cuy adquiere sentido no solo si analizamos
producido por determinados actores sociales todos los contextos sociales en donde circula
que se usa como repertorio para generar o dar sino también si lo oponemos a los otros anima-
respuesta a determinadas claves. En esa direc- les comestibles, vacas, borregos y chanchos, y
ción, el conocimiento puede relacionarse al
análisis de conductas sociales que se observan 3 Mi análisis de la complejidad cultural está basado,
y, paralelamente, se puede determinar el con- fundamentalmente, en los aportes de Douglas y Gross
junto de contextos en los que ese conocimiento (1981).
300 Eduardo Archetti - Antología esencial

a los animales no comestibles, perros y gatos. que se cría con exclusivos propósitos religio-
Estas oposiciones nos permitirán entender la sos o rituales específicos, como, por ejemplo,
especificidad del cuy. un gallo de riña. Es un animal doméstico por
La relación entre conocimiento (ideas y excelencia pero que no tiene nombre, como
creencias) y comportamiento en contextos hemos observado anteriormente, y que, por
sociales, lo que podríamos llamar, siguiendo lo tanto, entra en un conjunto de contextos y
a Bourdieu, una práctica cultural, posibilita, prácticas diversificadas.4 Trataré de captar la
asimismo, entender el cambio cultural y social especificidad el cuy mucho menos que descri-
(1980; 87-109). Es posible imaginar dos situa- bir su lugar en el mundo animal complejo de
ciones al menos: una disminución de la infor- los campesinos ecuatorianos. El valor del uso
mación y por ende una especialización del cuy, del cuy será el centro de mi análisis.
solo como comida, por ejemplo, o la existencia El conocimiento del cuy es propiedad de las
de un conocimiento complejo que no se arti- mujeres. Así como el conocimiento de otros
cula en prácticas concretas. Esto implica que animales es dominio casi exclusivo de los hom-
en nuestra investigación partimos del supuesto bres. Es, en consecuencia, un conocimiento fe-
que un conocimiento complejo y articulado se menino articulado estrechamente al mundo de
correspondía a una utilización mayor. la cocina. Aparentemente, el cuy pertenece al
El cuy es, en principio, un animal útil: se mundo privado de la casa, a un espacio cerra-
puede comer y se puede vender. Por lo tanto do y no público. El uso del cuy, como veremos
pertenece a la misma categoría que otros ani- más adelante, trasciende la casa y, en esa direc-
males aunque su utilidad sea menor ya que no ción, también el conocimiento de las mujeres
genera “productos intermedios” que pueden sobre el cuy es público ya que es transmisible.
posteriormente transformarse (cuero, leche o El mundo social y simbólico del cuy remite a
lana). No es obviamente un animal con funcio- procesos en donde es posible vincular cono-
nes productivas inmediatas como el caballo o cimiento, prácticas, posiciones (el status de la
el buey. No es tampoco un animal de campo y
no resiste la condición salvaje de otros anima- 4 El libro de Digard (1990) es, sin lugar a dudas, la
les menores como las comadrejas, los conejos, mejor introducción al análisis antropológico de los
las liebres y las ratas. Tampoco es un animal animales domésticos.
El mundo social y simbólico del Cuy 301

mujer) e identidad social (una práctica que ex- ya que habrá diferentes actores con diferentes
cluye otros actores). tipo de conocimientos y comportamientos. En
En el primer capítulo ha quedado claro que nuestro caso, el mundo de las mujeres y el de
voy a tratar de entender variaciones de una mis- los técnicos y extensionistas. Sin embargo, in-
ma lógica de crianza del cuy. Estas variaciones cluso dentro del mundo femenino es posible
van a ser variaciones de una cultura “pública”. imaginar discontinuidades relacionadas a lo
Obviamente, un conjunto significativo de dife- étnico, al status civil o a la edad.
rencias pueden explicarse por constricciones Por otro lado, existe una relación estrecha
de tipo ecológico o social (ciclo de desarrollo entre complejidad cultural y ritualización.
doméstico) que solo afectan a determinados in- Gran parte de la antropología moderna ha esta-
formantes. Yo estaré más interesado en relacio- do signada por el intento de sustraer el análisis
nar variaciones individuales a un mundo local de los rituales del mundo de lo irracional y ex-
de conocimientos y prácticas. clusivamente religioso. Por lo tanto, así como
Esta pequeña incursión por los mundos hablamos de la “celebración” de una misa o el
de lo privado y lo público es relevante para “trayecto” de una procesión como algo eminen-
el análisis de la complejidad cultural del cuy. temente ritualizado es también posible concep-
Una mayor complejidad implica un grado alto tualizar una comida o, quizás, un partido de fút-
de estructuración de la conducta y las inter- bol como ceremonias o rituales. ¿Qué es lo que
pretaciones que los actores dan a la misma. estos eventos tan dispares tienen en común? En
En consecuencia, cuando nos referimos a la primer lugar, se trata de conductas sociales so-
complejidad, en principio, estamos describien- metidas a ciertas reglas explícitas. En segundo
do un mundo en donde existe consistencia y lugar, representan algo que no necesariamente
continuidad entre conocimiento, creencias y se reduce a un contenido puramente instru-
conductas. De un modo lógico, la hipótesis de mental. Esto implica que los actores sociales
cambio se vincula a procesos de discontinui- que tienen diferentes grados de participación
dad que involucran al mismo tipo de actores o se guían por un conjunto de reglas y símbolos
a actores diferentes. De esa manera, es posible que condicionan esa participación y atraen de
tener un modelo del mundo social y cultural manera especial su atención. En tercer lugar, fi-
en el que, por definición, hay discontinuidad, nalmente, las acciones tienen una significación
302 Eduardo Archetti - Antología esencial

especial que es posible observar. En mi análisis (producción y circulación) y desaparece (con-


cuando me refiero al mundo simbólico del cuy sumo y venta). Los contextos y su delimitación
aludo a la relación entre mutivocalidad y ritua- deben entenderse como una herramienta me-
lización (Tambiah 1981). todológica que permite observar al cuy y sus
Toda situación pública en donde distintos ti- múltiples pertenencias. A continuación haré
pos de conocimientos y prácticas se enfrentan una presentación lo más clara y sucinta posible
remiten al análisis del poder.5 El poder no solo de los contextos estudiados.
tiene una base material de reproducción sino
que, al mismo tiempo, necesita presentarse La carne producida: producción y
como poder ideológico. Es mi convicción que prácticas productivas del cuy
toda acción ritual es una manifestación de po- Como ha quedado claro hasta ahora los pro-
der. El ritual no es una ilusión sino un medio ductores de cuyes son, al mismo tiempo, sus
muy eficaz de ejercer o buscar el poder. El con- principales consumidores. En todos los casos
tenido dramático de los rituales no sería imagi- se trata de una producción, más bien una crian-
nable sin esta dimensión de poder en tanto se za, doméstica y orientada por el desarrollo del
crean condiciones de liminalidad.6 ciclo doméstico. En esa dirección fue impor-
El modelo de complejidad cultural, por lo tante distinguir las distintas fases del proceso
tanto, necesita de una clara delimitación de productivo. En primer lugar, nuestras observa-
los contextos sociales en donde el cuy aparece ciones estuvieron dirigidas a entender el hábi-
tat doméstico del cuy: la importancia del “ho-
gar”, en otras palabras la pertinencia del calor
5 Para una discusión más precisa de la relación y el humo de las cocinas campesinas. Tratamos
entre rituales, poder e integración social ver Lukes de ver como el hábitat se relaciona a creencias
(1977: 30-51). asociadas a la temperatura, a la importancia
6 Ver Turner (1974: 23-55 y 98-115). Esta asociación del humo y los desperdicios como alimento.
está ausente en la obra de Turner. Sin embargo, es posi- Vamos a ver más adelante cómo el humo se re-
ble leer de manera implícita que la eficacia simbólica de
determinados rituales está sujeta al poder dramático de
laciona tanto a una cualidad interna del cuy, el
los rituales que reside, casualmente, en la polarización sabor de su carne, como una protección exter-
de significados. na contra determinado tipo de enfermedades.
El mundo social y simbólico del Cuy 303

En segundo lugar, nos concentramos en el ma- clasificación enfermedades, sus causas y las
nejo genético reproductivo. En esa dirección, mejores formas de combatirlas. En consecuen-
fue central observar las prácticas reproducti- cia, nos preguntamos por la posible importan-
vas y las ideas que la guían. El paso siguiente cia del cuy como elemento terapéutico en el
fue el de entender el modelo de clasificación de proceso de cura de otros animales.
las distintas categorías de cuyes. Esta dimen- A nivel del proceso productivo mismo fue
sión, imaginamos, sería de suma importancia importante determinar responsabilidades en el
para explicarnos la lógica de la reproducción. seno del grupo doméstico: quién se encarga la
Para entender la alimentación de los cu- crianza, quién, eventualmente, recoge pastos y
yes partimos del sistema de clasificación de hierbas, y qué tipo de recursos se utilizan en
las hierbas y pastos en función de dos crite- general. Tratamos, igualmente, de ver la rela-
rios: comestibles/no comestibles, y, entre los ción entre la crianza de cuyes y las estrategias
comestibles, los mejores de los peores. Pen- productivas más amplias a los efectos de medir
samos que era importante, a partir de los cri- los grados de autonomía respecto del mercado
terios de calidad de la alimentación, tratar de de insumos y de la venta. Maximizar cantidad,
descubrir una lógica de preferencias en donde es decir “planificar” cantidad de alimentos en
los productores relacionan la “eficacia” a otros relación a cantidad y tipo de cuyes, significa in-
criterios como los del buen sabor, la cantidad troducir en el esquema productivo la dinámica
de grasa y la textura de la carne. En esa direc- del mercado en general. Tratamos de ver si la
ción y tomando en cuenta la lógica de lo frío y lógica doméstica de producción permitía o no
lo caliente dominante en el mundo simbólico la inmersión en relaciones de mercado.
ecuatoriano, tratamos de explorar las relacio-
nes más profundas del sistema alimenticio. La carne transformada: la comida
Obviamente, no hay una práctica productiva y la cocina del cuy
animal sin una práctica de salud e higiene. Por El cuy ocupa un lugar dominante en la cocina
lo tanto, las hierbas y plantas no solo sirven tradicional ecuatoriana. Seguir la transforma-
como alimento sino también pueden ser utili- ción del cuy en “comida” fue uno de los obje-
zadas como medios terapéuticos. Todo manejo tivos principales de nuestra encuesta. Por lo
alimenticio “tradicional”, entonces, remite a la tanto, ¿qué es una “comida”? La “comida” no
304 Eduardo Archetti - Antología esencial

es solo un conjunto de productos y materias tructuración es importante. El modo ideal de


primas con valor nutritivo que posibilita la re- comida no estructurada es el “snack” en donde
producción de los miembros de un determina- no existen reglas fijas sobre qué comer, cuándo
do grupo doméstico. La “comida” es, además y con qué bebidas. El “snack”, en compañía del
de esto, un código de conductas y un sistema “snack bar”, está marcado por la informalidad,
de comunicación, un cuerpo de imágenes y sa- la falta de horarios fijos y la ausencia de reglas
bores que, por lo tanto, nos remite a un sistema de etiqueta estrictas. Al contrario, un consumo
de usos estrechamente vinculado a ocasiones estructurado implica un código elaborado que
y contextos sociales.7 Un sistema de comidas, determina el lugar, el tiempo y las secuencias
en consecuencia, es una determinada manera en el consumo. La idea de una verdadera “co-
de clasificar, evaluar y establecer jerarquías en mida”, por lo tanto, significa que debe presen-
el mundo. En primer lugar, seleccionando solo tarse como un consumo altamente estructura-
una parte de la gama múltiple de alimentos po- do. Una comida ideal, en última instancia, es un
sibles a través de los tabúes, y en segundo lu- banquete en donde el servicio, la ropa, las po-
gar, a través de su transformación “arbitraria” siciones al sentarse y los brindis están asocia-
por medio de recetas y técnicas de transforma- dos íntimamente a un conjunto de reglas fijas
ción (asar, freír, hervir, cocer, hornear, ahumar y explícitas que es muy difícil de transgredir.
o podrir). En el mundo simbólico del cuy las Un banquete es una secuencia en el tiempo de
recetas indican esa complejidad. cierta complejidad y en donde no hay ni apuro
El cuy puede comerse distintas maneras. ni informalidad. El “snack”, como la hambur-
Por lo tanto, preguntarse por el grado de es- guesa y el hot-dog, son el símbolo de una so-
ciedad industrial en donde “no hay tiempo” y
las relaciones sociales son como un relámpago
7 La mejor introducción al análisis antropológico de de interacción. Por ello, quizás, la consistencia
la comida y la cocina es todavía el libro de Goody (1982). de la hamburguesa y del hot-dog, cierta carno-
Para una introducción histórica del libro de Tannahill sidad que no ofrece resistencias, rodeados de
(1973) sigue siendo útil. Sin embargo mis preferencias
personales se inclinan por tres artículos, un escrito por
elementos desechables, servilletas, bolsitas de
Douglas (1975: 249-275), el segundo por Barthes (1979), mostaza, sal o pimienta, y envoltorios de papel,
y, finalmente, el tercero escrito por Fischler (1980). es el símbolo del apuro, de la modernidad. El
El mundo social y simbólico del Cuy 305

banquete, por el contrario, es un sistema de re- Es obvio imaginar, a partir de estas combi-
sistencias en donde su duración aparece como naciones, que la lógica parece indicar que el
algo interminable y en donde la presentación consumo estructurado/excepcional no puede
no es desechable. transformarse fácilmente en consumo estruc-
Las comidas, además, es posible conside- turado/cotidiano. Es algo así como imaginar
rarlas en un ciclo, desde lo cotidiano hasta lo que las clases medias europeas pasan del pavo
excepcional. Una comida cotidiana no marca de Navidad al pavo de todos los días. El pavo
situaciones sociales que tienen que ver con ci- de todos los días, imaginemos, puede aparecer
clos ceremoniales dominados por los ritos de como “sandwich”, es decir como snack, y, por
pasaje como la primera comunión, un casa- lo tanto, sin adornos, sin las salsas y las verdu-
miento, una muerte o una fiesta religiosa. En ras de Navidad. El consumo estructurado/ex-
ese contexto se elige la comida del domingo o cepcional aparece, por lo tanto, sancionando
de cualquier día que no se trabaja como algo
especial. La excepcionalidad de la comida sos- estructurado. Finalmente, la comida propiamente dicha
tiene un sistema status y prestigio en donde la está fuertemente regulada y es imposible alterar se-
combinación consumo estructurado/excepcio- cuencias y combinaciones. A estas categorías Douglas
nal se opone a lo cotidiano/no estructurado, e agregó las categorías de evento especial y común. Es
incluso a lo cotidiano/estructurado. Casi por obvio que estas distintas ocasiones se dan a partir del
consumo estructurado y no estructurado y del hecho
definición la combinación excepcional/estruc- que sean excepcionales o cotidianas. Nuestra tipología
turado no existe.8 recoge estas distinciones y tiene, al mismo tiempo, la
ventaja de la simplicidad. En esa dirección es posible
pensar que los hallazgos empíricos en el excelente nú-
8 Nicod (1975), introdujo cuatro categorías a los efec- mero de Ecuador Debate (1985), dedicado a la cuestión
tos de analizar el modo de comer de los británicos: co- alimenticia en el Ecuador, pueden ser incluidos en mi
mida ocasional, evento estructurado, snack y comida. tipología. Surge claramente, de los diferentes trabajos,
Una comida ocasional ocurre cuando algo es comido sin que el sistema de comidas de los campesinos se dife-
que esto, necesariamente, constituya una comida pro- rencia según grados de estructuración y tipo de even-
piamente dicha. Un evento estructurado se da cuando tos. Los hallazgos empíricos muestran, de manera con-
es posible observar reglas que regulan tiempo, lugar y sistente, que el cuy es consumido y producido en casi
secuencias. Cuando esto acontece tenemos, por lo tan- todos los grupos domésticos y que jamás entra como
to, un tipo especial de comida. El snack es un evento no comida cotidiana no estructurada.
306 Eduardo Archetti - Antología esencial

un conjunto de eventos y situaciones de alto Al mencionar el tipo de consumidores men-


contenido ritual. Este consumo denota los pi- cionamos a los enfermos. Sin especificar sexo
cos culminantes de todo sistema culinario. y edad me parece que la condición de sano o
El mundo de las comidas no termina con enfermo condiciona una posición especial en
esta tipología ya que es importante proble- todo sistema de comidas. El cuy no escapa
matizar la relación con los contextos socia- a una ley más general, a saber que la comida
les. La tipología permite clasificar ocasiones, remite al problema más general de las enfer-
eventos, pero, en principio, no nos dice nada medades. La comida cuando no sana puede en-
sobre los actores que pueden participar ni tam- fermar y, en consecuencia, pertenece a una de
poco sobre los lugares en donde se come. En las funciones corporales más elocuentemente
ese sentido, el snack puede ser tanto público pensada, en muchas culturas.
como privado, y lo mismo podemos decir de La vida de toda familia está sujeta a los ci-
un banquete. En el caso del cuy tendríamos, en clos de desarrollo doméstico y cada momento
primer lugar, un espacio doméstico en donde en él, expansión, fisión y fusión, suele estar
los miembros de las familias lo consumen. Un marcado por rituales culinarios. Nosotros tra-
sistema de jerarquías, a este nivel, implica que tamos de ver cómo ritos de pasaje diferentes,
nos preguntemos por el status de los consu- casamiento, nacimiento y muerte, y bautismo,
midores (hombres, mujeres, niños, ancianos y primera comunión y confirmación, se relacio-
enfermos) y a partir de allí ver cuándo, cómo nan con el consumo del cuy.
y qué partes comen. Una primera consecuen- Ahora bien. El mundo de las relaciones so-
cia de este análisis es la determinación de un ciales de los campesinos ecuatorianos no se
espacio doméstico que puede o no presentar- reduce a la esfera doméstica. La reproducción
se como jerárquico y diferenciado. Es obvio de un sistema de relaciones sociales incluye el
pensar que en relación a la problemática de la parentesco, el compadrazgo, la amistad, la ve-
complejidad esta dimensión es de suma impor- cindad, como relaciones horizontales, y las re-
tancia. De esta manera y de un modo paralelo laciones verticales con terratenientes, sacerdo-
tendremos el sistema de representaciones que tes, políticos, burócratas, médicos, abogados y
definen contextos de consumo y las caracterís- comerciantes. Aquí pensé, que el cuy, al trans-
ticas sociales de los consumidores. formarse en comida, se presenta como “ofren-
El mundo social y simbólico del Cuy 307

da”, “agradecimiento” o “pago” siendo, de este de cuyes. Además, como es posible suponer, el
modo, un medio social eficaz para categorizar calendario de fiestas no se reduce solamente
situaciones y reproducir, sancionar o cambiar al calendario religioso ya que existen una se-
sistemas de relaciones sociales. rie de otros acontecimientos sociales y políti-
De lo dicho anteriormente se desprende que cos que marcan la vida de los individuos y las
tratamos de encontrar la lógica cultural del cuy comunidades. Es posible ver que los cuyes se
en este contexto partir de la distinción entre lo consumen cuando hay una fiesta en el Cabildo,
privado y lo público, entre relaciones familia- cuando se inaugura una escuela, un puente o
res, de algún modo, y el resto de las relaciones un nuevo camino, o cuando se festeja la apari-
sociales. Es obvio que en el Ecuador lo públi- ción del agua entubada. Es también usual ver
co, a nivel local como regional y nacional, está que las mingas comunales terminan con cuy y
asociado un calendario cargado de ceremonias profusa ingestión de alcohol.
religiosas. No hay una sola fiesta religiosa sin El cuy al convertirse en comida se “destru-
que haya ruido, brillo, baile, música, bebida ye”, se consume y, en consecuencia, desapa-
en exceso, y, por supuesto, comida. Las fiestas rece. Los diferentes contextos en los que esto
religiosas ecuatorianas implican un alto con- ocurre indican que los productores deben te-
sumo de cuyes. Este consumo es más onero- ner, al menos, una estrategia producción que
so para los que ocupan cargos religiosos en la contemple esas posibilidades. Para decirlo de
comunidad. Intentamos seguir la “movilización un modo más concreto: una comunidad pro-
y circulación” de cuyes para estas ocasiones, testante, al disminuir la cantidad de fiestas re-
especialmente en el caso de los priostes. Existe ligiosas, en principio, no necesitará producir la
información que da cuenta del hecho que, en misma cantidad de cuyes que una comunidad
muchas ocasiones, los priostes llegan a utilizar católica. Habrá que ver, por lo tanto, el con-
hasta 50 cuyes como parte de su participación sumo del cuy como una representación de un
en determinadas ceremonias. Asimismo, suele mundo social y simbólico mucho más amplio
ser común que cuando las familias salen de ro- que el delimitado por la cantidad proteínas.
mería, con el objetivo de cumplir con ciertas Como he escrito ya muchas veces, el cuy
promesas hechas o para hacer un nuevo pedi- pertenece al mundo doméstico y femenino. Su
do a los santos o vírgenes, haya una “ofrenda” conversión en comida depende de las mujeres
308 Eduardo Archetti - Antología esencial

y de sus capacidades culinarias. Es fácil, enton- tas medicinales como comidas especiales ten-
ces, imaginar que no hay mujer sin cuy, siendo drán ciertas propiedades terapéuticas. En ese
posible, al revés, imaginar hombres sin cuy. En sentido es crucial preguntarse por las propias
otras palabras, la muerte de la esposa implica, intrínsecas del cuy y cómo se transmiten cuan-
también, la muerte de los cuyes, excepto que do se lo ingiere.
una hija pueda hacerse cargo su crianza. El cuy Es conocido que en el Ecuador la alimen-
es un animal con género, mucho más que en tación y dietas vinculadas con cierto tipo de
el caso de los otros animales ecuatorianos, do- enfermedades se regulan por dos principios:
mésticos o no. la relación de oposición entre lo frío y lo ca-
liente y, al mismo tiempo y quizás por ello, la
El cuy benefactor: prácticas búsqueda de un equilibrio entre esas fuerzas
de salud y curación o principios.10 La idea de equilibrio se rela-
He dicho anteriormente que no existe ninguna
sociedad en donde la salud y las enfermedades 10 Gerardo Fuentealba escribe:
no ocupen un lugar central en el sistema de “El organismo, como expresión de la naturaleza, no
creencias y prácticas culturales. Las culturas está desligado de la concepción de ésta, por cuanto todo
campesinas del Ecuador no son una excepción sugiere que se le observa como una unidad compues-
a esta regla. No intentaremos describir el com- ta por elementos clasificados dentro de iguales prin-
cipios binarios de lo frío y lo caliente; por ejemplo,
plejo sistema de clasificación de las enferme- la cabeza es valorada como caliente, y los pies como
dades en el mundo rural ecuatoriano. Mi preo- fríos, de forma que su concurrencia da paso una si-
cupación es, simplemente, ver el rol del cuy en tuación de equilibrio corporal vital, cuya mantención
ese contexto.9 Una gran parte de la terapia está alude al estado de salud, y su ruptura sitúa el campo
de la enfermedad. En consecuencia, la alimentación,
constituida por el consumo de hierbas y plan-
como actividad productora del organismo, al igual
tas medicinales y, paralelamente, una alimen- que otras llamadas a protegerlo del medio exterior,
tación especial y adecuada es sugerida muy a como la vestimenta y la construcción habitacional,
menudo. Esto implica que tanto hierbas y plan- deben estar orientadas a preservar dicho equilibrio y,
en casos de ruptura, coadyuvar a su restablecimien-
to, inscribiendo estas prácticas en la prevención de la
9 Ver, para la relación entre salud y mundo campesino salud en un caso, y en otros, en el tratamiento de la
en el Ecuador, Sánchez Parga y otros (1982). enfermedad. De acuerdo a esto, las normas y reglas
El mundo social y simbólico del Cuy 309

ciona tanto al modo de funcionamiento in- la acción y un conjunto de prácticas cultu-


terno del cuerpo como a la temperatura del rales. Es posible observar estos principios
medio ambiente. Estas ideas funcionan como detrás de esquema productivos, por ejemplo,
un potente sistema clasificatorio, en donde la imposibilidad de combinar maíz con ferti-
uno encuentra plantas, hierbas, legumbres y lizantes, en la complicada y rica cocina ecua-
animales. Paralelamente, funcionan como un toriana y en las prácticas y rituales del siste-
sistema de orientaciones generales que guían ma salud tradicional. La existencia de estos
principios y su multivocalidad son el mejor
indicador de la complejidad cultural a la que
orientan la selección, combinación y preparación de he aludido anteriormente.
alimentos, y están llamados a lograr el mencionado Volvamos a las terapias de salud por un
balance o equilibrio” (1985: 185). momento. Para un enfermo las terapias son
Esta concepción, obviamente, no es específica a la
cultura ecuatoriana ya que la mayoría de las grandes eficaces solo si a los aspectos estrictamente
“civilizaciones” así como muchas sociedades con una instrumentales agregamos lo que podría llamar
tradición oral no escrita han compartido, o incluso eficacia simbólica. Este concepto alude a dos
comparten en la actualidad, la creencia de que es im- dimensiones. Por un lado, los actores deben
portante mantener el equilibrio corporal y que, por lo
creer en la eficacia de determinadas señales,
tanto, hay que evitar que el cuerpo esté demasiado
caliente o demasiado frío. Es importante recordar, de determinados signos que están íntimamente
como lo señala correctamente Mckee (1988), que en asociados al manejo ritual de la situación por
el Ecuador hay una influencia mutua entre las nocio- parte del “experto”. Por otro lado, los pacientes
nes hispánicas de lo “frío” y lo “caliente”, que provie- desarrollan una sensibilidad especial hacia de-
nen de una clasificación de los humores, y una con-
cepción nativa indígena en donde estas categorías se
terminados símbolos que tienen la característi-
vinculan directamente al frío y al calor térmicos. En ca de condensar significado a distintos niveles.
esa dirección, obviamente, algunas comidas calientan La utilización del cuy como articulador simbó-
el sistema fisiológico humano mientras que otras lo lico y revelador de secretos en la práctica de la
enfrían. Esta calidad depende menos de la tempera- sobada tiene estas propiedades. No fue nuestro
tura real de las comidas como de su efecto en el orga-
nismo que las consume. Sobre esta problemática vol-
intento describir el sistema tradicional de sa-
veré en el capítulo en donde trataré las propiedades lud en el mundo rural ecuatoriano sino, sola-
terapéuticas del cuy. mente, registrar la presencia del cuy en el ritual
310 Eduardo Archetti - Antología esencial

de la sobada.11 No analizamos a los sobadores. ciertas enfermedades de los animales mayores.


Nos importó ver cómo nuestros informantes se Si el cuy tiene ciertas propias terapéuticas y,
representaban la sobada en tanto mecanismo además, es un medio de una gran eficacia, nos
de diagnóstico y, eventualmente, como parte pareció que, quizás, lo encontraríamos en el
del proceso curativo. En consecuencia, al no tratamiento de otros animales. En un contexto
entrar el sobador en el análisis y habiendo per- social en donde los campesinos aprecian a sus
dido, sin duda alguna, un personaje central de animales y los veterinarios se hallan a mucha
este ritual nos concentramos en el segundo mo- distancia, existe, obviamente, una ciencia vete-
mento, es decir cuando “el cuy chupa el mal”. rinaria local desarrollada.
Eso que en esta práctica terapéutica el cuy es
concebido como un “instrumento” que absorbe El cuy mercancía: análisis
el mal, lo conserva y lo entrega “codificado” al del mercado
sobador. El sobador interpreta y lee algo que En una economía comercial el mercado es el
ya está en el cuerpo del animal. El cuy permite, destino final de los productos, el lugar en el que
por lo tanto, un diagnóstico más certero. Esta un conjunto de valores de uso se convierten en
propiedad es instrumental e intrínseca al cuy. valores de cambio. En nuestro caso, uno podría
Es, dicho de otra manera, el privilegio del cuy. imaginar que la venta del cuy es, algo así, como
La última dimensión del análisis se relacio- su transformación final, su metamorfosis en un
nó a la utilización del cuy en el tratamiento de objeto que adquiere un precio. Los campesinos
ecuatorianos producen, al mismo tiempo, valo-
res de uso y valores de cambio. En este tipo de
11 La descripción etnográfica de la sobada de cuy
dada por Barahona (1982) sigue teniendo validez. Sin
contexto económico es sumamente interesan-
embargo, su análisis del sobador y su práctica, de los te preguntarse por el modo cómo los productos
pacientes, el contexto ritual complejo y del diagnós- circulan en el mercado, o, mejor dicho, el gra-
tico, no está centrado en el cuy. Porqué el cuy y no do de mercantilización de diferentes plantas,
otro animal, o mejor, porqué el cuy como instrumento frutas y animales. Nosotros tratamos de ver la
técnico del ritual, son preguntas que Barahona no se
plantea en su artículo. Desde mi perspectiva, y a los
manera como el cuy se articula en el nivel do-
efectos de entender al cuy como articulador simbóli- méstico con otros animales y productos agríco-
co, esto es lo crucial. las que van al mercado.
El mundo social y simbólico del Cuy 311

Podríamos haber postulado, sin mayores rio, en un contexto en donde el cuy como valor
discusiones, que dado que el cuy es un con- de uso predomina es de esperar un comporta-
densador de significados estará al margen de miento mercantil errático por parte de nuestras
una lógica mercantil. Sin embargo, tratamos productoras. Es decir que solo se vende cuan-
también de ver si no habría un conjunto de do se necesita dinero contante y, por lo mismo,
constricciones que provenían del ciclo domés- se compra muy de vez en cuando.
tico, de la presión sobre el trabajo femenino, Una dimensión importante es la conversión
y del mercado mismo (precios no favorables, del cuy en comida especializada de restaurante
ausencia de circuitos firmes, deficiencias de típico y criollo. La muerte del cuy y su trans-
la demanda). Obviamente, un aumento de la formación adquiere una significación especial
producción y el mantenimiento de una lógica en este contexto en donde no solo el modo de
mercantil implica una relación estable con el prepararlo es importante sino también los días
mercado. La estabilidad del mercado depende en los que se hace y los precios.
una demanda no solo estable sino, preferente-
mente, en aumento. Desde la perspectiva de A modo de conclusión
los productores lo más importante, por lo tan- El análisis del cuy en los diferentes contextos
to, son los centros urbanos. La expansión de que he presentado permite ver cómo los siste-
las ventas depende, también, del modo cómo mas de creencias adquieren sentido a través de
se consume el cuy en los pueblos y ciudades prácticas culturales y se enlazan a un conjunto
de la Sierra. Si el consumo es altamente estruc- de relaciones sociales, en distintas arenas, en
turado/excepcional, como he dado a entender donde los grados de ritualización están asocia-
anteriormente, es posible esperar una deman- dos a la vida y muerte de este animal. Mi aná-
da restringida por los picos de las fiestas. En lisis debe vincularse al problema más general
consecuencia, solo un aumento del consumo del tipo de conocimiento local en una situación
diario permitiría una rápida expansión de las de cambio social y cultural en donde el Estado
transacciones mercantiles. En ese proceso y interviene con nuevos discursos y planes de de-
para que el mundo urbano quede al alcance del sarrollo. Nuestros actores y sus comunidades
cuy solo la matanza industrial en un frigorífico están inmersos en un mundo social marcado
garantiza una demanda estable. Por el contra- por las migraciones urbanas y por la constan-
312 Eduardo Archetti - Antología esencial

te expansión de determinado tipo de servicios rece, por lo tanto, como “producto” que nece-
modernos: centros de salud, escuelas, agencias sita un cuidado especial a los efectos de ser
de desarrollo y nuevos circuitos comerciales. sacrificado. Obviamente la carne no es todo en
El mundo del cuy no podría no ser, por lo tan- el cuy pues las vísceras se comen, pero no su
to, un punto de intervención y penetración de cerebro, ni tampoco se utiliza la piel. Sin em-
alternativas. El modelo de análisis que he pre- bargo, siendo un animal pequeño, entre 600 y
sentado, en donde la complejidad cultural es 1000 gramos cuando se lo mata, casi todo su
el nudo gordiano, no excluye ni el cambio ni cuerpo es carne, y, por ello, se lo suele asar en-
la continuidad. La cultura y los mundos eco- tero. No se puede esconder la forma en la pre-
nómicos y sociales de nuestros actores no son sentación tradicional del cuy asado, salvo que
elementos estáticos sino cambiantes. Incluso se lo haga trozeado en sopa o en guiso. El cuy
el hecho de no aceptar el nuevo paquete tec- se impone por su presencia y por las asocia-
nológico propuesto por los técnicos y expertos ciones con otros animales no comestibles que
representantes de la modernidad es, en sí, un tienen su misma forma, como las comadrejas
aspecto dinámico. No podemos decir, lisa y o las ratas de campo que no son comestibles.
llanamente, que las mujeres demostraron ser Por lo tanto, para quien viene de otra cultura
“tradicionales”, ya que fueron confrontadas comer el cuy puede, fácilmente, convertirse en
con nuevos dilemas, nuevas posibilidades y, un acto horroroso y repugnante ya que, fácil-
dado el caso, tuvieron que elegir. Espero poder mente, al entrar en contacto con su carne se
discutir esta problemática en el último capítulo puede sentir que se come una rata o, simple-
del libro. mente, que se come una mascota, un animal
querido por los niños.
Una “carne”, por lo tanto, es un producto so-
Capítulo III cial, es una materialidad, Es un cuerpo que se
La carne producida consume como cualquier otro objeto cultural
que se define como comestible.12 Para ello es
En este capítulo me concentraré en algunos
aspectos centrales vinculados a la producción 12 Qué es una “carne” nos puede parecer un problema
del cuy como “carne” comestible. El cuy apa- más bien idiota ya que bastaría imaginar una cierta
El mundo social y simbólico del Cuy 313

necesario criarlo dándole un habitat, permi- dos de todo animal doméstico que se consume
tiendo su reproducción, posibilitando una ali- ceremonialmente. Trataremos en las páginas
mentación adecuada y sistemática y evitando que siguen de dar una imagen, lo más sucinta
que se enferme. El cuy necesita de los cuida- posible, de la producción del cuy como carne,
pero, antes, presentaremos, de un modo muy
general, a nuestro animal.
resistencia corpórea de origen animal como criterio
suficiente. Sin embargo, sabemos que hay distintos tipos Generalidades sobre el cuy
de “carnes”: unas son más rojas, otras son, por lo tanto,
más blancas, unas son más grasosas, otras son más
El cuy, “quwe” en quechua, pertenece, junto
flacas, y en el mundo cultural ecuatoriano, lo central con la llama y la alpaca, al mundo de los ani-
será preguntarse por el “calor”, las habrá más calientes males comestibles nativos de la región andina
y más frías. Vialles (1987), en su hermoso y “horroroso” que fueron domesticados antes de la llegada de
libro sobre los mataderos de Adour en Francia, ha los españoles. El cuy pertenece a la familia de
demostrado que no podemos obtener “carne” sin matar
de un modo expreso a determinado tipo de animales:
los Caviidae, mucho más cercana genéticamen-
los comestibles. Los animales muertos, ya sea por te, pese a sus apariencias, a la chinchilla o al
muerte natural, por enfermedad o por accidente, por puercoespín que a la rata o al ratón.13 Los datos
lo general no se consumen, simplemente porque no arqueológicos sugieren que el cuy fue domesti-
han sido sacrificados. Para comer carne es necesario cado alrededor del año 1000 A. J. C. Es posible
e imprescindible, por lo tanto, ver correr sangre. En
las sociedades modernas matar a los animales se ha imaginar que el cuy no solo fue una parte de la
convertido en una tarea para especialistas que se lleva dieta sino que, desde un comienzo, se constitu-
a cabo en lugares asépticos, lejos del público. Los yó en un habitante más de las viviendas de los
consumidores tienen acceso a una carne “purificada”, nativos. En consecuencia, el cautiverio origi-
lejos del horror de los mataderos. En el mundo rural
nal, dentro de las chozas oscuras, contribuyó a
ecuatoriano el sacrificio, la separación de la carne y la
sangre, es todavía una actividad doméstica en la que los una rápida domesticación. El resultado de esta
niños participan como “público” al comienzo hasta que
tienen edad para participar activamente. “Comer cuy”
en el Ecuador implica, todavía, participar activamente 13 Sobre el cuy en general ver especialmente King
en la muerte del animal. En esa dirección, y sobre (1956); Gade (1967); Luna de la Fuente y Moreno Rojas
esto volveremos más adelante, la “carne de cuy” no se (1969); Chivilchez Chávez (1980); y Zevallos (1980).
compra en una carnicería o en un supermercado. Sobre los animales en los Andes, ver Wing (1975).
314 Eduardo Archetti - Antología esencial

técnica se puede ver en el hecho que el cuy es, cas pertenecían al Estado siendo, por esta ra-
indudablemente, un animal crepuscular y noc- zón, el cuy el animal “popular” por excelencia.
turno que trata de evitar tanto la luz fuerte y la Hay evidencia clara que el cuy solo se comía en
exposición al sol como la oscuridad total. Sus ocasiones especiales y que nunca fue parte de
actividades fisiológicas no cesan durante la no- la dieta diaria de los campesinos. Los diferen-
che ya que no se entrega a la quietud total o tes cronistas mencionan especialmente el he-
al sueño como otros animales. Además, es un cho de que el cuy solo se lo sacrifica y consume
animal “húmedo” ya que es capaz de orinar du- en fiestas o cuando se trata de realizar ofrendas
rante una jornada hasta el diez por ciento de su a los dioses.14 Al mismo tiempo, fue utilizado
peso total. como instrumento eficaz para adivinar futuros
Por otro lado, podemos pensar que, en el eventos. No hay datos de que hubiera sido utili-
proceso de selección genética en el pasado, zado como totem.
las calidades dietéticas como las “sociales” ju- La presencia del cuy era mucho más exten-
garon un rol predominante. En la actualidad, dida antes de la conquista, ya que era posible
los cuyes nativos son especialmente ruidosos, encontrarlo en gran parte de lo que es ahora
tanto por sus gritos y gruñidos constantes así Chile y en el norte de la Argentina. En la actua-
como por la búsqueda permanente de contacto lidad su cría y consumo está concentrada entre
con sus dueños. En el pasado, por lo tanto, los los campesinos que habitan las zonas de los
indígenas trataron de seleccionar los animales Andes centrales en Bolivia, Perú y Ecuador, y,
más ruidosos frente a los más tranquilos. Esto parcialmente, en el sur de Colombia (en el De-
no quita que la impresión generalizada es que partamento de Nariño). Sin embargo, su con-
el cuy es un animal “tímido”, especialmente sumo no se restringe a las zonas rurales ya que
frente a los extraños. Una informante caracte-
rizaba al cuy como un animal “tímido y nervio-
so”. Estas dos características hacen justicia a 14 Guamán Poma de Ayala (1956: 174) cuenta que
su comportamiento. mas de mil cuyes junto con cien llamas negras fueron
sacrificadas y ofrendadas a los dioses en Cuzco a los
En la época del Imperio incaico el cuy fue efectos de garantizar la próxima cosecha. Polo de
importante tanto en la dieta alimenticia como Ondegardo (1916: 37 relata la importancia del cuy en
en el mundo ceremonial. Las llamas y las alpa- procesos adivinatorios .
El mundo social y simbólico del Cuy 315

es posible encontrarlo como “comida típica” en ridad de la noche que les parece ser propicia,
muchas ciudades medianas y grandes en estos y solo cuando hay problemas pueden parir de
países. Esto no quita que el cuy siga siendo la día, y es como si pidieran ayuda”. A los pocos
comida campesina por antonomasia. minutos de nacer los gazapos comienzan a ca-
A primera vista es difícil distinguir los ma- minar e inician, sin problemas, su lactancia.
chos de las hembras, el único criterio suele A este nivel son, sin lugar a dudas, animales
ser el tamaño de la cabeza ya que el macho que no presentan mayores problemas. El cuy
puede tenerla un poco más grande. En las va- puede vivir hasta los ocho años de edad y teó-
riedades más comunes en el Ecuador, al llegar ricamente son fecundos hasta esa edad. Sin
al período adulto, los cuyes pueden alcanzar embargo, la fertilidad de las hembras, según
hasta los 25 cm de longitud y los 1000 gramos nuestras informantes, disminuye a partir de
de peso. Lo normal, sin embargo, son 22 cms los cuatro años.
y 850 gramos de peso. Los cuyes, de acuerdo Si uno quisiera defender al cuy como un
con nuestras observaciones, se comienzan a animal “polivalente y funcional” podríamos
comer regularmente una vez que alcanzan decir que es rústico, poco exigente, bien man-
los cuatro meses de edad y los 500 gramos de so, come, en principio, de todo, es inofensivo
peso. La pubertad de las hembras se presenta y es dúctil si se le evita los cambios bruscos
entre los 60 y 70 días de edad y la de los ma- de temperatura. Además, podríamos también
chos a los 80 días aproximadamente. El tiempo decir, que es una fuente de proteínas eficaz y
de gestación varía de acuerdo con la camada, barata. Su carne tiene un 20.5% de proteínas
siendo mayor cuando hay una sola cría, casi contra un 14.5% en el cerdo, un 16.4% en el ga-
70 días, y menor cuando hay más de una cría, nado ovino y un 17.5% en el ganado bovino. Fi-
entre 66 y 68 días. Los partos ocurren, según nalmente, podríamos argumentar, en un mun-
nuestras informantes, siempre de noche, y la do en donde la “silueta” es importante, que su
misma madre se encarga de limpiar las envol- carne es poco grasosa: solo un 7% contra casi
turas fetales, las que son, a su turno, lamidas un 40% para el cerdo y un 31% para los ovinos.
y comidas. Una informante nos decía “a la ma- Obviamente, en la cultura campesina ecuato-
ñana aparece la mama-cuy con sus crías todas riana, el cuy es todo eso y además es la carne
limpitas y sanitas, siempre paren con la oscu- más “caliente”.
316 Eduardo Archetti - Antología esencial

El habitat del cuy cerca del fogón. Cuando están en la cocina,


El conocimiento y la práctica de producción en muchos casos, se adecúa uno de los extre-
del cuy, como hemos anticipado en páginas mos, el más cercano al fogón, y se lo separa,
anteriores, son eminentemente femeninas. El con una pequeña verja de cemento o barro, o,
cuy “pertenece” a la casa, su habitat histórico simplemente, andan con la mayor libertad por
ha sido la cocina y, por lo tanto, su proximi- toda la casa (no hay que olvidar que la casa
dad con el fogón. La domesticación del cuy ha campesina típica tiene un solo ambiente divi-
implicado que se lo conciba como un animal dido en “funciones”).
“débil” que necesita el máximo de protección y Estar en la cocina implica, por lo menos, que
de recaudos para garantizar su sobrevivencia. no serán atacados por sus enemigos. El perro
Una idea generalizada es que el cuy suelto, a y el gato pertenecen a la categoría de enemi-
campo traviesa, no podría durar más de unas gos, y, por lo mismo, no están adentro de las
pocas horas ya que sería atacado por otros ani- casas. Para evitar que los perros descubran el
males o, simplemente, no podría o no sabría “gusto de la carne del cuy” no solo se impide,
qué comer, donde encontrar sus alimentos. Por sistemáticamente, que entren en las casas, sino
el contrario, el conejo (por su parentesco con que cuando se mata un cuy se evita que sus vís-
la liebre) es pensado como un animal pequeño ceras sean descubiertas por ellos. Es muy co-
más apto para sobrevivir en condiciones salva- mún, por lo tanto, enterrar las vísceras o tener
jes. Al menos, se dice, el conejo podría correr especial cuidado en dárselas a los chanchos. El
pero el cuy ni siquiera eso pues anda muy len- gato, por el contrario, puede estar interesado
tamente, cansinamente, deteniéndose todo el en hacer daño al cuy por su carácter “mañoso”
tiempo, y, al mismo tiempo, es muy asustadizo. y su peculiar malignidad.
No es de extrañar, en consecuencia, que el Sin embargo, el principal enemigo del cuy es
cuy esté en la cocina o en unas construcciones el “chucuri”, una suerte de comadreja de cam-
adosadas a la cocina y que se comunican con po, salvaje, con una gran capacidad para intro-
ella. Esta última solución posibilita que du- ducirse en las chozas, e incontrolable por su
rante la noche duerman en ella. Sin embargo, atracción “demencial” por el cuy. En las comu-
en algunos casos, las mujeres prefieren tener- nidades indígenas este animal, llamado “llan-
los allí durante el día permitiéndoles dormir garicuco”, es percibido como especialmente
El mundo social y simbólico del Cuy 317

sanguinario: su interés en matar a los cuyes es colores y, adicionalmente, su tamaño: uno ne-
para beber su sangre y comer sus ojos y orejas. gro, llamado “hambatu”, el “sapo” propiamente
Para evitar que penetre en las chozas, cuando dicho, de color verde mezclado con blanco, el
alguno ha sido visto en las inmediaciones, se “kaila”, completamente verde, y, finalmente, el
suele hacer hervir pescado seco mezclado con “chukchi”, de color café y más pequeños que
culantro, suponiendo que el olor servirá para los otros. Se supone que los sapos al orinar en
ahuyentarlo, o, simplemente, se esparce ceniza las hierbas transmiten a los cuyes una enfer-
en los contornos exteriores con la idea de que medad estomacal que produce hinchazón de
esto impide su acceso. Cuando se cree que el barriga y, eventualmente, su muerte.15
“chucuri” está ya dentro de la casa se trata de Pero no solo debe aislarse al cuy de sus ene-
expulsarlo produciendo el máximo de ruido, migos sino también del frío. De un modo muy
especialmente ruidos metálicos, y, concomi- general puedo decir que mantener el equilibrio
tantemente, se asa el ají más fuerte y picante térmico del habitat del cuy es la creencia más
en la candela. A esta misma categoría de “bes- firme que encontramos. De esa manera, no
tialidad” pertenece la rata de campo vieja o resulta extraño que la cocina, el fogón de la
“pericote”, aunque su predilección sea solo por choza, sea el lugar ideal para su vivienda. Hay
los cuyes muy pequeños. Este animal, además, una especial preocupación, por lo tanto, en no
está considerado como de “mal agüero” porque
puede anunciar la muerte próxima de un fami-
liar querido y muy cercano. 15 El sapo aparece en el mundo indígena vinculado
Un tipo especial de daño, aunque esta vez a la magia negra y es frecuentemente utilizado para
sea indirecto, es el causado por los sapos. Es provocar daños (ver Aguiló 1987: 29). Su presencia
genera una gran inseguridad y se considera un mal
una creencia generalizada en al mundo cam-
auspicio. Entre los campesinos no indígenas, asimismo,
pesino ecuatoriano que el sapo es muy dañino, los sapos son temidos y la idea de comerlos es vivida
especialmente su orina. Por lo tanto se tendrá como algo eminentemente horroroso. Bolton y Calvin
especial cuidado en identificar que las zonas en cuentan que un informante, para justificar el hecho
donde se recoge hierbas no contengan sapos. de comer a los cuyes jóvenes, “sostenía que los cuyes
viejos se vuelven sapos, les sale cola y corretean
Entre los indígenas los sapos especialmente pe-
refunfuñando como sapos” (1981: 289). Esta creencia
ligrosos son cuatro, que se distinguen por sus no parece ser muy difundida en el Ecuador.
318 Eduardo Archetti - Antología esencial

tenerla ni muy fría ni muy caliente. Por ejem- de que el humo condiciona el sabor de la carne:
plo, cuando se cocinan alimentos por mucho un cuy de cocina sabe de un modo diferente
tiempo se presta especial atención en abrir la a un cuy criado fuera. Aun en el caso en que
puerta de vez en cuando y no tanto para hacer nuestros informantes nunca hubieran tenido la
escapar el humo o el vapor, sino que para que oportunidad de poder comparar los sabores se
la habitación no esté muy caliente. Asimismo, argumentará que así es o que alguien que sabe
se tendrá un gran cuidado en tener cerrada mucho se los contó. En nuestras discusiones
la puerta cuando hay vientos fríos. Esta con- apareció, claramente, la asociación entre humo
cepción funciona, en consecuencia, como una y, obviamente, gusto ahumado. Siendo la carne
gran limitante cuando llega el momento de del cuy más bien dulce se piensa que el sabor
plantearse la salida del cuy de las casas. La na- ahumado produce una combinación especial-
turaleza de la Sierra con sus cambios bruscos mente atrayente ya que mejora sensiblemente
de temperatura, sus vientos gélidos, sus maña- el gusto y la carne se vuelve menos “insípida”,
nas heladas y sus noches destempladas son, “menos dulce”.16
desde la perspectiva de las productoras, facto-
res imposibles de controlar. Por el contrario,
16 Bolton y Calvin encontraron que “también el humo
el fogón permite mantener un calor adecuado
es considerado como un elemento para su bienestar
para la crianza del cuy. Aún en los casos en que (del cuy), y muchos campesinos piensan que sin humo
ha llegado la cocina de gas o el kerex con el los cuyes mueren, que no pueden vivir... se dice que
que se hace rápidamente el desayuno, el fogón los cuyes jóvenes y las hembras preñadas son los más
tradicional se sigue usando para los almuerzos expuestos a morir si no se les cría en una atmósfera
de humo” (1981: 279). Asimismo observan que para
y las meriendas. muchos informantes “los cuyes no necesitan agua para
Un argumento adicional para definir el habi- beber pues “beben humo”. El humo es su bebida” (1981:
tat ideal del cuy es la idea de que el humo de la 279). Los Escobar también encontraron esta creencia en
cocina ahuyenta un conjunto de parásitos dañi- toda la región del Cuzco (1972: 37). Yo estoy de acuerdo
nos que provocan cierto tipo de enfermedades, con esta interpretación ya que el significado del “humo”
es ambivalente y no solo alude al “humo producido
sobre las que volveremos más adelante. Conec- por el fogón” sino también al que es generado por el
tado a esto, uno encuentra, con un arraigo es- hecho de cocinar y hacer hervir comida. Por lo tanto,
pecial en todas las comunidades, la concepción uno puede imaginar que “beber humo” se asocia a la
El mundo social y simbólico del Cuy 319

Hay, finalmente, una razón adicional fuerte: na) de casamiento. Por lo general, la camada
el cuy en la cocina funciona como un “basure- original incluye un “yayacuy” y entre dos y diez
ro” eficiente pues come los restos que se des- hembras. Posteriormente, todo descendiente
echan en la preparación de las comidas. Los macho del “yayacuy” recibirá el mismo apela-
cuyes comen cascaras de todo tipo, cebolla, za- tivo. Los criterios de selección de los animales
nahoria y habas, chalas del maíz, incluso maíz varían pero incluyen tamaño y peso (los más
“podrido” que no se puede utilizar para cocinar, gordos y sanos si es posible) y también que
todo tipo de granos, restos y sobras. Sobre las sean tranquilos, de “buen carácter”. Para el
cáscaras de papa hay un evidente desacuerdo: “yayacuy” se piensa que cuanto más dedos ten-
en algunas comunidades se sostinen que la cas- ga será mucho más potente y transmitirá a sus
cara de papa es un buen alimento y en otras descendientes esas cualidades, tanto a machos
que no, pues puede producir diarreas. Sobre como a hembras. Un “yayacuy” se mantiene en
esto volveré más adelante cuando discuta el actividad como reproductor un máximo de tres
modelo alimenticio puesto en práctica. años. Las hembras no tienen características
externas que permitan descubrir su eventual
La reproducción y el modelo genético fertilidad. El color de los cuyes se puede elegir
El origen de toda camada coincide con los ini- y no hay ideas fijas, excepto lo que podríamos
cios de la pareja de recién casados y su instala- llamar las preferencias estéticas. En lo referen-
ción en la nueva vivienda. La mujer se traslada te a las características del pelaje se prefiere a
con los cuyes que ya había comenzado a criar los animales de pelo corto. Una razón para ello
o que recibió como regalo de sus padres (su es el hecho de que el fogón de la cocina se en-
madre en realidad) o sus padrinos (su madri- cuentra muy cerca del suelo y suele pensarse
que los cuyes de mucho pelo lo pierden con fa-
cilidad y que, en consecuencia, puede entrar en
idea de vapor. Esta es, por otro lado, la interpretación las ollas con comida.
dada por Bolton y Calvin. Es importante recordar que En las condiciones reales de crianza, en don-
el humo, en consecuencia, no solo mantiene una cierta
temperatura en el ambiente sino que esta temperatura
de no existen separaciones por edad y sexo,
deberá ser también “equilibrida”, en términos de una obviamente, los cuyes, teóricamente se “mez-
adecuada humedad. clan indiscriminadamente”, o, con palabras de
320 Eduardo Archetti - Antología esencial

una informante, “se mezclan sin que sepamos continuación vienen los “maltones” que ya es-
quién es el taita y quién es la mama”. Sin em- tán en edad de reproducción pero que no han
bargo, esto no es del todo cierto ya que hay tenido hijos.17 Entre ellos se diferencian los
cierto control de la reproducción. La técnica machos, que se llaman “cari”, de las hembras,
utilizada es la usual: no permitir que haya mu- “huarmi”. Cuando las hembras han parido por
chos machos adultos en las camadas. Esto se primera vez o están por parir pasan a ser llama-
consigue de varias maneras. La primera, es ca- das “mamacuy”. Una vez que han parido más de
pando a los machos mayores de tres meses. La una vez se suelen llamar “maduras”. Por lo tan-
segunda, es comiendo a los machos que alcan- to, la madurez se consigue a los seis meses de
zan un cierto tamaño, los 500 o 600 gramos de vida. La diferenciación para los machos entre
peso, justo antes de que pasen a ser activos en “maltones” y “maduros” tiene consecuencias
la reproducción. Hay un consenso generalizado sobre su destino como carne: los “maltones”
entre nuestras informantes: no conviene tener suelen cocinarse mientras que los “maduros”
muchos machos activos en una camada ya que se asan. La razón dada es sumamente sencilla:
esto es una invitación a conflictos y “peleas” la carne de los “maltones”, siendo animales
en la cuyera. Las peleas no solo son entre ellos más jóvenes, tiene menos gusto y menos grasa
mismos sino también con las hembras que ya que la carne de los “maduros”, más viejos y más
están “cubiertas” y que, en consecuencia, se re- pesados en principio.
sisten a ser servidas otra vez. La estrategia, por En las comunidades indígenas el sistema de
lo tanto, pasa por tener uno o dos “yayacuyes” clasificación es más complicado aunque es de
en actividad a los efectos de tener cierta tran- mucha menor importancia para la reproduc-
quilidad en la camada, en la cocina y en la casa. ción. Esto incluye los colores: “muru” cuan-
Por lo general, se tiene solo un macho pues se do tienen más de dos colores, “pinto” cuando
considera que éste puede servir sin problemas
hasta quince hembras.
En las comunidades indígenas la clasifica- 17 Malta es una palabra quechua que indica “tamaño
mediano”. El término maltón es una españolización. En
ción usual incluye, al lado del “yayacuy”, los las comunidades no indígenas la clasificación por edad
“güagüacuy” que son los gazapos menores de es simple: pequeños, adultos, entre ellos los fértiles y
dos meses, independientemente de su sexo. A los no fértiles, y, finalmente, los viejos.
El mundo social y simbólico del Cuy 321

son de dos colores, y por el color, “blanco” o moderna de producción es central; la fertilidad
“negro” o “plomo” si son de un color. El tipo de las madres. Las madres no se seleccionan
de lana también se utiliza y se distingue entre según su peso y tamaño sino que, principal-
cuatro tipos de cuy: “vashtu cuy”, cuando la mente, es la edad la que determina su “madu-
lana es larga y recta, “tipu”, cuando es cres- rez sexual”. Al mismo tiempo, no se separan
pa, “llambu” cuando el pelo es lacio y se tiene las más fértiles de las menos fértiles y el tiem-
poco, y, finalmente, “tolo” cuando la lana es po de recuperación de parto en parto es muy
escasa y crespa.18 La preferencia de cuyes con escaso. Tampoco se les da una alimentación
pelo corto en estos casos está asociada al he- especial después de parir. Esto implica que
cho de que, de esa manera, los cuyes no escon- el nivel de fertilidad es, en general, muy bajo.
de su cuerpo, no disfrazan su peso, su textura, Sin embargo, en el lapso de un año, se sabrá
su cantidad de carne, o, dicho de otra manera, distinguir las más fértiles de las menos fértiles
su flacura. Los cuyes “lanudos” son como mas- destinándose estas últimas al consumo. Es in-
cotas, como un adorno, y no suele tenerse sino teresante observar que cuando este es el caso
uno o dos como máximo. la “cuya” poco fértil es llamada “machorra” o
Este sistema de control de la reproducción “fría”. De todas maneras, es necesario tener
no incluye, de un modo sistemático, una va- en cuenta que toda hembra puede sacrificarse
riable que desde el punto de vista de la lógica una vez que haya parido tres o cuatro veces al
año. Sin lugar a dudas, y pese a las reservas de
los propios actores y de los expertos, podemos
18 El color y la textura del pelo parecen ser los concluir afirmando que existe un modelo con-
criterios más comunes en la clasificación de los cuyes
en otros contextos andinos (ver Bolton y Calvin 1981:
ceptual de reproducción que está acompañado
264-271; Luna de la Fuente y Moreno Rojas 1969: 31). por una práctica consistente.
En Colombia, se mezclan al color y la textura del La cantidad de cuyes que se tiene varía todo
pelo con el origen presumido, fundamentalmente la el tiempo. No es posible establecer una suerte
región o localidad. De esta combinación resultan unos de racionalidad que implique, por ejemplo, el
dieciséis tipos diferentes (ver Castaño Quintero, 1981:
8-17). Si nos hubiéramos concentrado solo en el color
control sistemático del número de animales, de
seguramente hubiéramos encontrado en el Ecuador tal modo que siempre habrá una determinada
una cantidad muy grande de diferente tipos de cuyes. cantidad o que esta variará según el ciclo ce-
322 Eduardo Archetti - Antología esencial

remonial festivo. Obviamente, como ya lo he debe dejarse de lado las hierbas y pastos exclu-
dicho anteriormente, las fiestas y ceremonias sivamente calientes. Es importante mencionar
son importantes para determinar el número. que las hierbas calientes debe tener prioridad
Sin embargo, a partir de determinado número en invierno y las frías en verano. Sin embar-
hay problemas de espacio, de control y, sobre go, el balance puede lograrse con técnicas de
todo, de alimentación. Sin lugar a dudas, cuan- transformación muy simples: con agua fría, de
do mayor sea el plantel serán mayores las exi- más calientes a menos calientes, y con el fuego,
gencias de cuidado. Una de las constricciones de más frías a menos frías.
más importantes es tener una buena alimenta- Entre las hierbas y pastos más calientes te-
ción todo el año y esto no es así siempre, ya que nemos los siguientes; el nabo, el rastrojo de
hay épocas en que las buenas hierbas y pastos, cebada, la paja, el alfiler, el platanillo, el trigo
o la alfalfa, escasean. En general, fue posible tierno, la cebada, el ñahui y las hojas de col,
observar una disminución de las camadas en habas y lentejas. En las comunidades indígenas
los meses de verano, de mayo a septiembre, se distinguen distintos tipos de pajas según el
debido a la escasez de hierbas. espesor y el color. Cuando la paja constituye el
alimento principal se cuida especialmente que
La comida del cuy sean verdes y suaves. Entre las más o menos
La clasificación de la comida del cuy sigue, frescas tenemos la chilca, el zuru, la altamira,
muy de cerca, la lógica de lo frío y lo caliente. altamisa o marco, y la lengua de vaca. Entre
Esto es así tanto en las comunidades indígenas las menos frías el canayuyo o quillu sisa (flor
como en las mestizas. Lo ideal es combinar amarilla), el illén, el pasto azul, el tseleg, el ray
hierbas y pastos de tal manera que los cuyes grass y las hojas de maíz. Es obvio que muchos
tengan una alimentación balanceada. En esa di- de estas hierbas, pastos o arbustos perennes
rección las hierbas y los pastos se clasifican de crecen en la Sierra en zonas baldías, cerca de
más calientes a menos fríos. Esta distinción de las acequias, en lugares con vegetación tupida,
grados es muy importante ya que, en principio, y al lado de los caminos. La clasificación de
toda la alimentación de los cuyes debe perte- esta alimentación como “buena” es una indica-
necer a un mundo simbólico en donde lo exclu- ción clara para que los miembros de la familia
sivamente frío queda excluido, como también en sus paseos, salidas al mercado o al campo
El mundo social y simbólico del Cuy 323

para trabajar, recojan lo que se puede encon- gunas comunidades en donde el agua abunda
trar. Todas estas plantas tienen un ciclo de de- es común la práctica de la siembra escalonada
sarrollo vegetativo que depende estrechamen- de distintos tipos de papa. En estos casos, lógi-
te de las estaciones. En la Sierra, la época de camente, el canayuyo es el alimento principal
invierno es el momento de abundancia ya que de los cuyes. También las “malas hierbas” de
hay suficientes lluvias y, en consecuencia, los los cultivos de maíz, habas y arvejas se utilizan
pastos y las hierbas crecen generosamente. Los profusamente. Muchas de estas hierbas son in-
meses críticos, por lo tanto, son julio y agosto, cluso clasificadas como “venenosas” (para los
luego de las cosechas, y septiembre y octubre, cultivos) pero, sin embargo, se pueden definir
justo antes de la nueva siembra. Es posible afir- como alimento adecuado para los cuyes. La
mar que es en el verano cuando la cantidad de chilca, una suerte de pequeño arbusto salvaje
cuyes suele disminuir y muchos de nuestros in- que se puede usar también para hacer cercos,
formantes son claros a este respecto. Nuestros es uno de los alimentos más abundantes y que
datos, por otro lado, indican con claridad que resiste con una gran persistencia el verano.
los cuyes se multiplican especialmente durante Las hojas de habas, lentejas y coles se defi-
la época de lluvias. nen también como un excelente alimento. Sin
Hay una distinción que me parece importan- embargo, el alimento ideal sobre el que hay un
te referir: la clasificación de hierbas y pastos de total acuerdo en el mundo campesino ecuato-
chacra contra hierbas y pastos de monte. Obvia- riano, es la alfalfa. Esta planta, desde que fue
mente, las hierbas y pastos de chacra se cortan introducida en el Ecuador, es definida como “el
mientras los cultivos crecen y de esa manera, alimento” por excelencia para el ganado. Sus
cuanto más abundan, se hace menos necesario cualidades nutritivas excepcionales son cono-
ir al monte por comida. Un conjunto de hierbas cidas por los campesinos y, cuando es posible,
que podríamos considerar “malas”, ya que cre- se cultiva en los linderos de los campos en los
cen junto con los cultivos compitiendo por nu- valles más bien bajos. Un aspecto positivo de
trientes del suelo, se convierten en un alimento esta planta, que surge claramente en toda con-
apreciado para los cuyes. Entre ellas podremos versación sobre ella, es su calidad digestiva ex-
nombrar al “nabo”, en el cultivo de cebada, y cepcional. De allí que, se suele decir, aunque
al “canayuyo” en el cultivo de la papa. En al- los cuyes coman en exceso alfalfa “jamás se
324 Eduardo Archetti - Antología esencial

pondrán enfermos”. De esa manera es como no hay acuerdo; en algunas comunidades se


si la alfalfa jugara el rol de un tónico estoma- considera una comida aceptable mientras que
cal. La alfalfa, dadas estas características, pue- en otras se piensa que produce daños al es-
de, también, ser considerada, con justa razón tómago. La idea de que la cáscara de papa es
como una planta eminentemente medicinal ya dañina está asociada a la utilización cada vez
que la separación entre comestible y medicinal más frecuente de herbicidas y pesticidas y, por
en este caso es casi imposible. Esto queda cla- lo tanto, se supone que aunque estas se laven
ro cuando nuestras informantes nos dicen que, siempre quedan restos químicos que son muy
incluso en la época de escasez de alimentos, difíciles de hacer desaparecer totalmente. Es-
siempre se trata de buscar y de encontrar, de tas consideraciones nos introducen de lleno
vez en cuando, rebrotes de alfalfa que se reco- en la discusión de las hierbas y pastos “ma-
gen para los cuyes. Demás está decir que la al- los” que, en ningún caso, deben darse como
falfa es también considerada como el alimento alimentación. De la larga lista que nos fuera
ideal para todo tipo de ganado. mencionada bastará con citar algunos: la gote-
Como hemos observado anteriormente, los ra o lechera, el culantrillo, el trébol amarillo,
cuyes se alimentan profusamente de los des- el diente de león, la cola de burro, el porotillo,
perdicios de la cocina: afrecho de cebada, cás- la avena tierna, la hortiga y determinados tipos
caras de habas tiernas, cáscaras de plátanos, de berro. En todos los casos estas plantas es-
tronquitos de col, cáscaras de zanahoria ama- tán relacionadas a cierto tipo de enfermedades
rilla, cebolla, mote, sambos, calabazas, maíz estomacales que producen intensos espasmos
podrido, etc. Es importante señalar que los cu- y culminan con diarreas incontenibles. Tam-
yes que “prefieren” los restos de la cocina coti- bién es interesante señalar que se consideran
diana son considerados “amañados” o sea mal especialmente peligrosas las hierbas malas que
acostumbrados por estar detrás de este tipo de crecen en los cultivos de trigo.
alimento. Sin embargo, esto, de alguna manera, Como hemos visto antes, en ningún caso se
se considera como eminentemente positivo ya da agua a los cuyes y no solo porque se pien-
que se piensa que este tipo de alimentación me- se que su calidad no es buena. La idea es que
jora sensiblemente el sabor de la carne del cuy. el cuy no puede controlar la cantidad de agua
Sobre las bondades de las cáscaras de papa que debe beber y por ello lo mejor es dársela
El mundo social y simbólico del Cuy 325

a través de las hierbas y plantas que come. De de lleno, pues, al mundo de las enfermedades y
esa manera se evitará que los cuyes coman ali- de las prácticas curativas.
mento demasiado seco o demasiado húmedo.
El equilibrio a este nivel también debe lograr- Las enfermedades del cuy
se y es un tipo de conocimiento que requiere Una de las prioridades fundamentales es el
de una práctica extensa y un cuidado extremo. cuidado y la limpieza del habitat del cuy, en la
Las operaciones de mojar o secar los pastos y cocina o en las cuyeras, en las construcciones
las hierbas, por lo general, son llevadas a cabo adosadas a la pared, o en las que, eventualmen-
por las amas de casa o por hijas grandes. Dar te, están totalmente fuera, que, generalmente,
comida a los cuyes, dos veces al día más los se construye con rastrojos de todo tipo (se sue-
restos, es, por lo tanto, una actividad que debe le preferir los de cebada). Con los rastrojos, por
llevarse a cabo con suma atención ya que todo lo tanto, se constituye lo que se suele llamar “la
desequilibrio es causa de enfermedad. Como cama del cuy” y que impide que el animal esté
vemos, la lógica de lo frío y lo caliente que se en permanente contacto con el piso de tierra
aplica para dar sentido a la comida y la salud de la cocina, al que se considera como frío y,
en los seres humanos es, por analogía, también por lo tanto, proclive a crear desequilibrios de
utilizada en el mundo de los animales. Comer temperatura cuando los animales duermen o
bien es comer cuidadosamente y en propor- descansan. Lo importante, en este respecto, es
ciones adecuadas, solo cuando se aproxima la cambiar los rastrojos dos o tres veces a la se-
época en que muchos cuyes serán sacrificados mana. De esa manera, se elimina la orina, las
la cantidad de alimentación que se les da au- heces y los sobrantes de hierbas y pastos que
menta considerablemente (lo mismo cuando los cuyes no han comido. En muchos casos,
una determinada cantidad de entre ellos irá al luego de tirar los sobrantes, se barre toda la
mercado). El mundo cultural campesino ecua- superficie con hojas y ramas de retama. La re-
toriano es un mundo modesto y solo se acepta tama es un arbusto perenne, muy común en la
los excesos de alcohol o de comida cuando de Sierra, que produce numerosas ramas, largas,
algo excepcional se trata. Esto está, por lo ge- rectas y finas, que suelen usarse para la fabri-
neral, relacionado al mundo de las fiestas. El cación casera de escobas. La parte superior se
análisis del mundo de la comida nos introduce hace hervir y se toma, ya sea como purgante
326 Eduardo Archetti - Antología esencial

o como diurético. Es una creencia muy común como hemos visto anteriormente. En este caso
que el olor de la retama es tan fuerte que puede se trata de evitar la muerte de cuy. Una prác-
ahuyentar a los piojos y a las pulgas. Sin embar- tica, que encontramos solo en algunas comu-
go, el marco está considerado como la planta nidades indígenas, es la siguiente: se hierve
más efectiva para ahuyentar tanto a los piojos pescado seco mezclado con culantro y con el
como a las pulgas. La práctica más común es caldo se riega el piso de la cocina. La idea es
mezclar hojas o ramas del marco con el ras- que el olor de la mezcla, sumado a su condición
trojo de cebada o con lo que se utilice para la nada auspiciosa pues se trata de una mezcla
construcción de las camas.19 doblemente fría, servirá para ahuyentar a tan
En algunas comunidades se acostumbra, peligroso animal.
luego de la limpieza, a rociar el suelo con ce- De lo dicho anteriormente se desprende con
nizas a fin de evitar la concentración posterior toda claridad que el cuy es un animal que hay
de humedad. De ese modo, se piensa que los que proteger y cuidar. Su “naturaleza”, su cuer-
cuyes estarán más calientes. También se dice po y la piel, sobre todo, se consideran como
que la mezcla de ceniza con hierbas y pastos especialmente endebles y frágiles. En ese sen-
es altamente positiva, desde el punto de vista tido mantener la temperatura del habitat es una
nutritivo, ya que constituye un buen reforzador tarea crucial y a la que todos los integrantes de
de la dieta normal. la familia se dedican. La piel del cuy, se dice,
Ahuyentar al chucuri es también una de las no funciona como un aislante eficaz como, por
prioridades y preocupaciones de las mujeres, ejemplo, en el caso de los conejos. No es de
extrañar, entonces, que los enemigos princi-
19 El marco es una planta nativa del Ecuador que
pales son, sin lugar a dudas, los parásitos ex-
se usa de un modo generalizado en la medicina ternos que hemos nombrado anteriormente:
tradicional. Según White la infusión de la hierba se dice piojos y pulgas. En el contexto doméstico, los
que estimula el flujo menstrual y el jugo extraído impide perros aparecen, siempre, como los principales
la formación de abcesos internos. La planta puesta en transmisores. Una de las prácticas “modernas”
el piso mata o al menos repele a las pulgas (1982: 202).
La retama, también según White, es otra planta nativa
más comunes, sobre todo en las comunidades
que tiene múltiples usos: vomitivo, purgante, diurético no indígenas, es rociar la cocina y las cuyeras
y emético (1982: 256). con insecticida contra las moscas. Esto se hace
El mundo social y simbólico del Cuy 327

casi diariamente en los meses de verano que eficaces y aunque mueran los parásitos tanto
es cuando, casualmente, hay una abundancia el kerosone como la grasa son muy irritantes.
de moscas. En las comunidades indígenas ante En muchos casos se sabe que el mejor remedio
la primera presencia de parásitos en un cuy se es bañar los animales enfermos en agua tibia,
saca la cama y se riega el piso con agua mez- mezclada con algún preparado que contenga
clada con creso. Al mismo tiempo, en la cama un poco de sulfamida.
nueva que se hace se introducen hojas o ramas Cuando se habla sobre las enfermedades es-
de eucalipto. Otra práctica extendida es acer- pecíficas del cuy aparecen un conjunto de ideas
car cada cuy al fogón: se piensa que por efectos y opiniones que aluden a “resfriados”, “el mal”,
del calor los piojos y las pulgas “saltan directa- “la peste”, “las fiebres” o “la fiebre”, “aparición
mente al fuego”. En algunos casos se puede uti- de bolsas o tumores en la piel”, “diarreas”,
lizar el Malathion (un desinfectante), disuelto “hinchazón”. Por lo tanto, en algunos casos, se
en agua, para bañar a los cuyes. alude claramente a síntomas que se pueden ob-
Obviamente, los piojos y las pulgas son “vi- servar, como tumores, diarreas o hinchazón, y
sibles” y forman parte del “medio ambiente” de en otros casos, a síntomas mucho más difusos
las chozas. Una escena típicamente serrana es como fiebre, resfriado (se suele pensar que el
la tarea compartida de extraer piojos y pulgas cuy puede toser pero esto no aparece clara-
del cabello y la creencia firme y generalizada mente), o, directamente, el mal. En el caso de
que el calor es uno de los mejores ataques para la peste se piensa en una enfermedad generali-
expulsarlos. Sin embargo, distinguen la “sar- zada, es decir que afecta a casi todo el plantel.
na”, que se asocia claramente a manchas y pér- Aparentemente hay una cierta ambigüedad
dida de parte de la piel, del ataque de los piojos y falta de precisión en la identificación de los
y las pulgas. La sarna es producida por otros “males internos” que aquejan a los cuyes. Los
parásitos externos que no tienen nombre pero expertos, veterinarios o extensionistas, están
siendo menos visibles, se sabe que existen. La de acuerdo que el conocimiento “tradicional”
cura más común es la aplicación de kerosene y, es inadecuado e incorrecto. Personalmente
en algunos casos, se aconseja frotar con grasa pienso que el problema principal se relaciona
de cerdo. Muchos de nuestros informantes re- a la ausencia de una clasificación clara y con-
conocieron que estos tratamientos no son muy tundente a nivel local. Esto vale, tanto para las
328 Eduardo Archetti - Antología esencial

comunidades indígenas como para las otras. las campesinas saben perfectamente que este
Veamos esto más de cerca. Los síntomas a “mal” es letal y de fácil transmisión. La expe-
los que he aludido son, obviamente, y, quizás, riencia vivida y transmitida les permite asociar
necesariamente difusos. Sin embargo las “fie- su origen a la ingestión de hierbas y pastos
bres”, la “hinchazón” y las “diarreas” se asocian pero no a las bacterias “invisibles”. Obviamen-
a un tipo de enfermedad que se conoce con el te, en el mundo de la medicina tradicional el
nombre de “torsón”. Se suele decir que cuando origen de las enfermedades no está vinculado
el cuy está atacado por el “torsón” suele tor- a un sistema clasificatorio en donde bacterias,
cerse al caminar y es como si tuviera dolores virus o parásitos internos constituyen el cen-
intestinales o estomacales. La “hinchazón” y la tro de la reflexión y, en consecuencia, el punto
“diarrea” son, en este contexto, síntomas bien de partida de las terapias medicinales. Sin em-
visibles. La causa de esta enfermedad se vin- bargo, tanto entre los indígenas como entre los
cula directamente a la comida del cuy ya sea mestizos, se habla en general de “microbios”.
porque ingirieron pastos y hierbas demasiado En esa dirección, las “enfermedades de Dios”
secas o muy húmedas. De esa manera, el balan- o “microbiosas” son todas de origen externo,
ce entre lo frío y lo caliente ha sido, evidente- vienen de afuera, en el pasado de Europa, pero
mente, roto. Esta es la enfermedad más común ahora del medio ambiente en general.”21 To-
del cuy y la que causa la mayor mortalidad.
Los síntomas identificados son, sin a lugar
a dudas, muy cercanos a los síntomas de la 21 Esta distinción entre “enfermedades del campo” y
salmonelosis de los expertos: “decaimiento, “enfermedades de Dios” es central en la concepción in-
parálisis de los miembros anteriores, diarreas, dígena de la medicina. Según Eduardo Estrella las pri-
meras tienen un origen “sobrenatural” y las segundas
pérdida del apetito, congestión estomacal, e
están siempre vinculadas a fenómenos de origen “na-
inflamación del hígado, bazo y riñón”.20 Esta tural” (1978). Muñoz Bernand ha encontrado también
enfermedad de origen bacteriana se la contrae esta distinción entre los indígenas de Pindilig (1986).
a través de la ingestión de comida. Claramente, Las enfermedades de Dios “están vinculadas con la
penetración de los blancos en las tierras de los indíge-
nas y con la degradación de las relaciones sociales. Se
consideran como “microbios” (o como castigos envia-
20 Ver Sousa y Chalampuente (1980: 14). dos por Dios) la viruela, las enfermedades infecciosas
El mundo social y simbólico del Cuy 329

das las enfermedades estomacales, en princi- indicar, en principio, que los cuyes sufren de
pio, no son solo “enfermedades de Dios” sino salmonelosis. Ningún veterinario o extensio-
también tienen su origen en los microbios. En nista, llegado el caso, puede negar que el tor-
las discusiones con los informantes, estos son són como “mal general” es en la mayoría de los
“visualizados” como minúsculos piojos, tan di- casos la “salmonelosis nativa”.
minutos que no se pueden ver y, por ello, no Es importante señalar la íntima relación
se los puede atacar a tiempo como a los piojos entre esta concepción y el modo como se de-
verdaderos.22 La ausencia de una clasificación fine la diarrea entre los niños. McKee (1988)
“científica” precisa impide, lógicamente, que distingue tres tipos de diarreas. La primera es
las campesinas puedan distinguir, con toda el producto de una infección debida a la pre-
claridad, la salmonelosis de la coccidiosis, por sencia de bacterias en el medio ambiente o a
ejemplo. En este último caso, sin embargo, los la ingerencia de “comidas pesadas”. La segun-
síntomas visibles son muy parecidos a los de da se debe a desequilibrios humorales causa-
la salmonelosis y es probable que la categoría das por concentraciones de calor o frío en el
de “torsón” cubra estos tipos de enfermedades. cuerpo, y la tercera, por ataques sobrenatura-
Habría que recordar, a esta altura, que la iden- les (mal de ojo, el mal aire y el susto). Para las
tificación de la coccidiosis es aún problemá- enfermedades del cuy, obviamente, este tipo
tica para un veterinario sin experiencia pues de clasificación aparece subyacente aunque no
la presencia de la diarrea, central aquí, puede de un modo claro. Esto se debe en parte a una
búsqueda menor de sistematicidad y, además,
al hecho de que la taxonomía no coincide con
típicamente infantiles, el tifus, las pestes, la tubercolo- tipo de tratamiento y experto a consultar. En
sis, el alcoholismo y el sobreparto” (1986: 65). Muñoz las enfermedades humanas la hipótesis de las
Bernand también encontró que las enfermedades del causas se vincula al tipo de tratamiento a re-
campo son típicamente indígenas, por lo tanto, son con-
sideradas antiguas, de “antes de la conquista” y se iden-
cibir, en el caso de las enfermedades animales
tifican con el mal aire, el mal viento o la mala visión, el no hay ni médicos veterinarios ni curanderos ni
arco iris y los cerros pesados. Sobre esta problemática brujos a consultar. El tratamiento y, eventual-
volveré más adelante. mente, la cura es eminentemente el dominio de
22 Ver Muñoz Bernand (1986: 66). las mujeres en sus casas.
330 Eduardo Archetti - Antología esencial

Si volvemos, por un instante, a las otras apetito”.23 Es necesario recordar que, en la


enfermedades mencionadas, el ataque de pa- medicina tradicional indígena, el zambo se
rásitos externos (piojos y pulgas) y la “sar- utiliza también en los casos de “inflamación
na”, la coincidencia es aún mayor. Los ex- de barriga” y “diarreas”.24 El uso de la mal-
pertos coinciden en el hecho que estas son, va es muy generalizada y sus propiedades
sin excepción, las enfermedades de piel más son muy conocidas en la Sierra. De los di-
comunes. Sin lugar a dudas la “sarna” local ferentes tipos, la alta y la rosa son las más
es idéntica a la micosis cutánea o externa de frecuentes. Ambas se consideran especial-
los expertos: en todos los casos se trata de mente eficaces para combatir los dolores y
un ataque de hongos especialmente localiza- los espasmos estomacales.25 Algunas de las
do en la cabeza del cuy. Como una curiosidad
quisiera mencionar que la garrapata no pare-
23 Según White las semillas de zambo son muy
ce ser un mal común entre los cuyes al revés
nutritivas y se han usado en la medicina tradicional
de lo que sostienen algunos expertos. para curar no solo las lombrices en general sino
Volvamos ahora al torsón y a su terapia. más recientemente para combatir la solitaria (1982:
La cura recomendada en algunas comunida- 313-314). Adriana Bianchi ha encontrado que en
des, especialmente entre las no indígenas, Cotopaxi se usan profusamente las pepas de zambo
para combatir y curar los ataques de lombrices y de la
es dar a los animales enfermos trozos o se-
solitaria (1986: 19).
millas de zambo (calabaza) tierno. Cuando
24 Ver Bianchi (1986: 21) y Acero Coral y M. A. Pianalto
se supone que la indigestión está acompa- de Dalle Rive (1985: 60).
ñada por “fiebres” se suele mezclar el zam-
25 Bianchi menciona especialmente la malva olorosa
bo con hierbas, especialmente la malva en para enfermedades estomacales y la malva blanca
sus diferentes tipos. Esta terapia esta ínti- para afecciones hepáticas (1986: 14-15). White
mamente relacionada a la medicina tradicio- clasifica tres tipos de malva: la alta que se utiliza para
nal ecuatoriana. Las propiedades del zambo enfermedades bronquiales, congestiones pulmonares e
son muy claras ya que se considera como un inflamaciones estomacales; la blanca contra la tos, el
catarro y también como colirio en caso de irritaciones
remedio muy efectivo en la cura de los pa- oculares, y la rosa tanto para desinfectar la boca y la
rásitos estomacales (“lombrices”) que pro- garganta como para disminuir el dolor de oídos (1982:
ducen “hinchazón”, “decaimiento”, “falta de 194-198). Muñoz Bernand solo menciona la malva
El mundo social y simbólico del Cuy 331

informantes, de manera explícita, explican días. En algunos casos, cuando no se usa cal,
que la asociación del zambo con la malva es se suele hacer una nueva cama para los ani-
muy propicia ya que se trata de una combi- males poniendo muchas ramas de eucaliptus
nación entre algo fresco, el zambo, y algo cá- en “retoño”, si éstas se consiguen sin dema-
lido, la malva. Paralelamente a esta terapia siada dificultad. Aquí, indudablemente, aun-
se trata de separar a los animales enfermos que no se trate directamente a los animales,
de los sanos, práctica que, en muchos casos, la creencia es que los “microbios” externos
es imposible de llevar a cabo cuando faltan que atacan pueden ser ahuyentados median-
las cuyeras. te el uso de estas plantas. El uso del marco
En algunas comunidades indígenas en- se vincula a una práctica generalizada que ve
contramos que el “torsón” se conoce con el en esta planta un repelente eficaz contra las
nombre de “llancha” o simplemente “peste”. pulgas. Cuando se la pone en el piso o, como
Este último término, obviamente, alude cla- en este caso, se la mezcla con otras se supone
ramente al origen externo de la enfermedad. que va a cumplir esta función.26 Con el marco
Los síntomas son, sin lugar a dudas, los mis- se puede, también, hacer una bebida que se
mos que hemos Analizado anteriormente. No utiliza contra el mal de bilis.27 La Santa María
encontramos una práctica extensiva basada se suele usar en una infusión para curar a los
sobre el zambo y la malva. Sin embargo, pare-
cería que la idea de hacer una “limpiada” del
habitat del cuy es central en muchos casos. 26 Ver White (1982: 202). Es interesante ver ciertos
paralelismos con la lógica de la limpia ritual en el caso
Esta “limpiada” consiste en mezclar hojas de
de diarrea que describe McKee (1988: 222-223). La idea
marco, Santa María y llantén con agua, y una de la limpia es sacar el “mal” del sujeto enfermo y esto
vez hervidas se rocia la superficie ocupada se consigue, entre otras cosas, frotando el cuerpo con
por los cuyes. Posteriormente se esparce en objetos de olor intenso. El mal, de esa manera, será
el piso “cal de cenizas” y se les da a los cuyes atraído por el olor. McKee menciona, entre otros, las
siguientes hierbas odoríferas: chilca, Santa María,
hierbas nuevas temperadas durante varios
guantug, para con yuyu y marco. Como hemos visto
la mayoría de ellas son utilizadas en la limpieza, del
olorosa, definida como cálida, con la que se prepara habitat del cuy.
una infusión para el mal aire (1986:44). 27 Ver Bianchi (1986: 17).
332 Eduardo Archetti - Antología esencial

enfermos con susto.28 El llantén es una plan- que el olor evita la propagación del mal a los
ta perenne que se utiliza profusamente en la otros cuyes, a los animales que están todavía
medicina tradicional ecuatoriana y que tiene sanos. Sin embargo, esta idea coexiste con la
múltiples usos: para curar enfermedades de creencia que el olor de la mezcla así como las
piel, bajar la fiebre, para catarros intermiten- hojas de eucaliptus ayudan también a curar
tes, para parar la tos, para coagular la sangre a los cuyes enfermos, en tanto los microbios
y para el tratamiento de las almorranas.29 El pueden escaparse del cuerpo ya que no sopor-
llantén suele también mezclarse con otras tan los vahos de las plantas mezcladas, y, au-
hierbas como la hierba mora, la malva y el tomáticamente, la fiebre desciende y se paran
sauco para curar “inflamaciones de barriga” y las diarreas. En las comunidades no indígenas,
el “colerín” (dolores estomacales que suelen por otro lado, hay un tratamiento más direc-
ir acompañados por vómitos).30 Esta infusión to basado sobre el cambio de alimentación.
que se consigue mezclando las tres plantas Nosotros encontramos esta misma práctica
está pensada en términos del equilibrio de en algunas comunidades indígenas aunque en
cualidades: siendo el llantén muy fresco debe ningún caso se recomendaba mezclar zambo
compensarse con la calidez de la Santa María con malva. Aquí lo ideal es poner en el suelo
y el marco. hierba buena (menta). La idea es doble: por un
La práctica de la “limpiada” es eminente- lado, el olor ahuyenta a los microbios, y, por
mente preventiva una vez que se detectaron otro lado, los cuyes “gustan del gusto a menta”
algunos animales enfermos: la idea central es y pueden comerla.
El “torsón” es, por lo tanto, una enfermedad
reconocida que se define a partir de una serie
28 Muñoz Bernand escribe que esta hierba cálida “en
infusión, con poleo y toronjil, se da a los enfermos de
de síntomas y, al mismo tiempo, se encuentra
susto. Vicente Solano indica que esta planta sirve para un término específico. No hay una exploración
el “mal viento” (1986: 46). Bianchi también menciona sistemática de los órganos afectados aunque
que se utiliza para curar el espanto y el mal de ojo se alude, con toda claridad, a la “barriga”. En
(1986: 35). esto, tanto indígenas como no indígenas, es-
29 Ver White (1982: 191-2). tán de acuerdo. Hay también consenso sobre
30 Ver Bianchi (1986: 21) y Muñoz Bernand (1986: 43). el carácter devastador de esta enfermedad de-
El mundo social y simbólico del Cuy 333

bido al contagio rápido. Esto explica la utiliza- a siete días.31 Nuestras informantes sostienen
ción de medidas preventivas como las que he- que las terapias utilizadas son eficientes aun-
mos mencionado. Las variaciones apuntadas que reconocen que la mortalidad del plantel,
nos permiten captar cierta discontinuidad en en muchas ocasiones, es muy alta. Uno de los
el conocimiento campesino y en las prácticas problemas principales, obviamente, es que,
tradicionales: las indígenas están menos pre- en el manejo tradicional, las posibilidades de
ocupadas por cambiar la dieta de los cuyes. aislar los animales enfermos de los sanos, en
Sin embargo, la continuidad entre el cono- muchos casos, no es posible. Sin embargo, he-
cimiento de plantas y hierbas y su uso entre mos observado que, por lo general, se mata a
los humanos y entre los animales es, especial- los animales muy enfermos y se los entierra
mente, importante de retener. Como ejemplo o tira lejos de las chozas. Esto se hace con
bastará recordar que el zambo se utiliza profu- el objetivo de evitar el contagio. También es
samente en las curas tradicionales indígenas. una práctica muy común no mezclar animales
Esta “ciencia veterinaria local” es un campo nuevos con el plantel que ha sido afectado por
de experimentación en donde los límites en- la “peste”. No pretendo entrar en una discu-
tre distintos tipos de seres vivientes no están sión sobre los distintos grados de eficacia en
rígidamente establecidos. A este nivel, obvia- los tratamientos tradicionales y modernos,
mente, hay una concordancia total con los solo me he permitido recordar que el mundo
principios de la “ciencia veterinaria universal veterinario local es rico y que, por lo tanto,
o moderna” en donde, también, a partir de de- hay un conjunto de prácticas complejas que
finir cierta unidad entre el cuerpo y sus fun- se desprenden de concepciones sobre la sa-
ciones se intenta establecer un conjunto de lud y la enfermedad de tipo global. La entrada
terapias curativas comunes para seres huma- nuestra, a través del cuy, nos remitió, necesa-
nos y animales. Obviamente, la salmonelosis riamente, al mundo de la medicina tradicional
es también una enfermedad que aqueja a los más amplia.
seres humanos y, en consecuencia, la terapia
moderna consiste, simplemente, en adminis- 31 Este tratamiento está recomendado en Luna de la
trar, mezclada con el agua, dosis eficientes de Fuente y Moreno Rojas (1969: 76) y Sousa y Chalam-
sulfas y antibióticos durante un lapso de cinco puente (1980: 15).
334 Eduardo Archetti - Antología esencial

Veamos ahora una de las enfermedades más tienen que la habitación caliente y seca es la
comunes entre los cuyes al lado del torsón. Se mejor cura. Este proceso dura, por lo general,
trata de lo que se conoce por “resfriados”, “en- entre tres y cinco días. Asimismo se suele cam-
friamientos” o “gripes”. Las causas pueden ser biar la “cama” y se utilizan para este propósito
de dos tipos: cambios bruscos de temperatu- los retoños de eucaliptus de una manera más
ra y/o presencia de microbios, concretamente sistemática. En algunas comunidades no in-
los piojos. Entre los síntomas encontramos dígenas se utiliza la misma comida, zambo y
algunos comunes con la salmonelosis, espe- malva, que se da a los animales que sufren de
cialmente las fiebres y el decaimiento general, salmonelosis. En las comunidades indígenas
pero, además, se agregan estornudos frecuen- la mezcla de las tres hierbas es, también, uti-
tes y sacudidas bruscas de la cabeza. También lizada. Estas prácticas nos indican que aunque
estos estados generales suelen ir acompaña- las enfermedades sean diferentes el tratamien-
dos por diarreas fuertes. La idea general es que to es similar. Todo esto está, teóricamente,
el cuy, siendo un animal débil, tiene “intestinos acompañado por la separación de los animales
flojos”. En las discusiones apareció un aspecto enfermos de los sanos. Aquí es importante se-
importante: los “gritos”, los “quejidos” del cuy. ñalar que hay una creencia generalizada con-
Como hemos visto hasta ahora estos síntomas firmada por la práctica: los animales jóvenes,
pueden ser también confundidos con el “tor- en crecimiento, sufren más las enfermedades
són” y eso, según nuestros informantes, pue- que los adultos. A continuación le siguen las
de ocurrir a veces. Para distinguir estas dos hembras preñadas. Por lo tanto las terapias y
enfermedades se recurre, en muchos casos, a los cuidados van a estar orientados especial-
las “palabras” del cuy: cuando se trata de un mente a este tipo de animales.
resfriado o una gripe se dice que el cuy produ- Al margen de estas terapias específicas hay
ce un ruido parecido al sonido “sh”, cuando se una especial consideración por el tipo de co-
trata del torsón el ruido es parecido al humano mida que se les debe dar cuando los animales
“uy”. La primera terapia es, obviamente, cuidar sufren de alguna enfermedad. Por lo general, la
de la temperatura y producir mucho humo el comida que se les da es “rutinaria” y está estre-
primer día en que se registra un animal aque- chamente ligada a la disponibilidad de hierbas
jado por este mal. Muchas informantes sos- y pastos en la vecindad. Es común que no se
El mundo social y simbólico del Cuy 335

pierda demasiado tiempo en buscar lo que se les domésticos o, peor aún, la “intuición de la
considera la comida ideal del cuy. Sin embargo, cercanía del chucuri” (el animal más temido).
en los períodos de enfermedad el cuidado por Todo esto se relaciona a la concepción que ve
dar comida adecuada se acentúa: se cambia la en el cuy un animal tímido, como he apuntado
dieta alimenticia, se cuida los procesos de se- anteriormente, que necesita ser sobreprotegi-
cado o humedecimiento, y, si es posible, se cui- do. Su timidez es tanta que una informante nos
dan las cantidades que se dan a los efectos de decía que el cuy es “un animal muy tímido que
evitar que los cuyes coman demasiado. Todo parece tonto, demasiado tonto como para de-
esto nos indica una especial preocupación por jarlo fuera”. Obviamente la idea de “susto” o
combatir las eventuales causas, cambios de “espanto” remite a una de las enfermedades de
temperatura y “microbios”, especialmente los campo, opuestas a las enfermedades de Dios
piojos que, por lo general, se supone transmi- a las que me he referido anteriormente, más
ten casi todas las enfermedades, acompañado comunes en el mundo rural ecuatoriano. Es in-
esto de medidas preventivas y de cura directa a teresante que esta idea existe para el cuy pero
través de la alimentación. en ningún caso se puede hacer algo ya que so-
He aludido anteriormente a los animales lamente se trata de una explicación, ex- post
enemigos del cuy y es necesario volver a ellos factum, de un hecho irremediable: el aborto.
de manera sumaria. Cuando se habla de “hin- La única medida posible, en consecuencia, es
chazón de la barriga” sin que se llegue al “tor- preventiva: evitar la presencia de extraños en
són”, es decir que hay pequeñas diarreas que las chozas y, obviamente, mantener alejados a
son fáciles de controlar, se suele decir que esto todos los animales enemigos.
se debe al hecho de comer pasto mezclado con
orina de sapo. Algunas de nuestras informan- La carne visible y temperada
tes nos manifestaron que se dan, en algunas Creo haber demostrado que existe una “cul-
ocasiones, casos de aborto entre las cuyes tura común” y que las variaciones entre indí-
preñadas. Esto se debe al “susto” que produce genas y no indígenas no son tan importantes
la presencia en las chozas de seres humanos como para establecer fronteras netas y claras
“desconocidos” o, principalmente según algu- entre diferentes mundos productivos. Incluso
nas de las informantes, la entrada de anima- la variante religiosa no parece ser de especial
336 Eduardo Archetti - Antología esencial

importancia. En Palmira Dávalos existe toda- para el abastecimiento de proteínas en las co-
vía la producción tradicional del cuy pese a munidades que estudiamos. En esa dirección,
que esto compite con nuevas ideas sobre “hi- el análisis de Bolton y Calvin (1981) basado
giene” que, obviamente, han sido introducidas. en la idea de que se come a los cuyes por la
Para nuestras productoras el objetivo central necesidad de proteínas en la dieta es, a la vez,
de las estrategias productivas es lo que llama- cierto y falso.32 Cierto porque, obviamente, co-
ría la producción de la “carne visible”, en otras mer cuyes es ingerir proteínas, y falso, porque
palabras un cuy sano y gordo. No es de extra- si este fuera el objetivo a maximizar, admitien-
ñar, por lo tanto, que haya un conocimiento do la hipótesis de que la dieta normal muestra
sofisticado sobre los alimentos ideales y sobre una falta evidente de balance, tendrían que
la salud del cuy. El modelo genético podría dar producirse más, y esto no ocurre de un modo
lugar a mejoras considerables pero esto, en “culturalmente pautado”. Por ello, el promedio
cualquier caso, supondría el cambio del mane- “normal” es tener siempre entre diez y quince
jo tradicional. cuyes a los efectos de poder consumirlos cuan-
En la perspectiva local un cuy “gordo” es, en do se presenta la ocasión. La intensificación en
muchos casos, un animal que pesa más de 600 ciertos períodos va a depender de las variacio-
gramos y esto se consigue en tiempos de pro- nes climáticas y de pastos, de la presencia o no
ducción normales y con la inversión de trabajo de pestes, y, principalmente, del calendario fes-
regulada por la costumbre. Lo que es importan- tivo y el ciclo menos predecible de obligacio-
te recordar, sobre todo, es que la “carne visi- nes sociales y morales. Nosotros, sin embargo,
ble” no debe convertirse en “cotidiana”. Nues-
tras productoras, en un contexto en donde la 32 Bolton y Calvin escriben:
dieta es eminentemente vegetal, no maximizan “Demostraremos que la gente de Santa Bárbara no
la producción de proteínas “baratas y sin gra- come cuy porque hay fiesta, sino más bien porque
sa”. Si estaríamos en frente de actores sociales celebra las principales fiestas cuando dispone de
a “la caza de proteínas” obviamente que el es- carne de cuy para comer. No son las fiestas las
que llevan a la matanza de cuyes; se les sacrifica
quema productivo podría ser diferente. No pue- por la necesidad de proteínas en la dieta y por las
do, en consecuencia, ni siquiera preguntarme condiciones que presenta el plantel justo antes de las
por la importancia real de la crianza de cuyes fiestas” (1981: 305).
El mundo social y simbólico del Cuy 337

hemos registrado períodos y familias con muy prácticas productivas tienden, por lo tanto, a
pocos cuyes. la obtención de un balance entre la cantidad
En este contexto productivo, al lado de la de cuyes y la calidad de la comida que se les
salud y la gordura, hay un valor importante en da, entre la reproducción “pura y natural” y las
la producción de carne: el sabor. Desde las ca- condiciones “ideales” de salud e higiene. De allí
racterísticas del humo, pasando por el balan- que las prácticas alimenticias y de salud requie-
ce de lo frío y lo caliente, y terminando en una ren una preocupación especial y un tipo de co-
reflexión sobre cuál es la mejor dieta del cuy, nocimiento y experiencia que se transmite en
nuestras productoras están especialmente pre- el seno de la familia. Si bien las hijas serán las
ocupadas en producir una carne con “sabor”, depositarias de este conocimiento, tanto los es-
diferente, especial y apropiada a las ocasiones posos como los hijos ayudan diariamente reco-
de sacrificio. La preocupación por la tempera- giendo “buena comida” si es que la encuentran
tura en el habitat, en los pastos y hierbas, ni en sus andanzas por los campos. La producción
demasiado secos ni húmedos, o sea ni muy ca- del cuy es, en consecuencia, una tarea familiar.
lientes ni muy fríos, y en la terapia de salud, El “destino” del cuy es convertirse en ali-
nos indican la presencia de una ideal que creo mento. Por lo tanto, es un pedazo del universo
central para entender la preocupación por el disponible que se convertirá en fuente de vida
sabor: la carne del cuy debe crecer temperada y de placer al mismo tiempo. Fuente de vida
porque eso es una garantía de buen gusto. Hay porque sus proteínas se convierten en energía y
con respecto al cuy una pasión culinaria evi- fuente de placer porque “comer el cuy es darse
dente. Esto lo veremos en el capítulo siguiente. un gusto”. La elección del cuy como “plato” y
su preparación van a ocupar un lugar privile-
giado en este capítulo. Como he escrito antes,
Capítulo IV no solo importa preguntarse por lo que se con-
La carne transformada vierte en comida sino, fundamentalmente, tra-
tar de descifrar las reglas de transformación,
Hemos visto que la principal preocupación de en otras palabras el “recetario” o la cocina del
nuestras mujeres es producir, en primer lugar, cuy, así como los contextos en que su transfor-
un cuy sano y gordo. El conocimiento y las mación es permitida. Esta segunda idea es muy
338 Eduardo Archetti - Antología esencial

simple: por lo general no comemos solos, nos ra, un cuy gordo y sano y, consecuentemente,
reunimos a comer en compañía de otros en de- una carne con gusto nos dice mucho del modo
terminadas ocasiones. Comer, por lo tanto, im- en que sus dueñas lo han cuidado, permitiendo
plica el respeto a distintos tipos de protocolos que una parte de sus prácticas, “una substancia
que, para los actores sociales, es necesario se- material”, se cristalice en comida.
guir y, desde el punto de vista del observador, Producir y transformar al cuy son actos se-
es imprescindible entender. parados en el tiempo de una misma actitud de
En el contexto de la cultura y la economía apropiación social de la naturaleza. No hay lu-
campesina ecuatoriana, regida por la escasez gar a dudas que el sacrificio del cuy está pensa-
de alimentos producidos internamente en de- do como un final lógico y esperado. El cuy ha
terminados períodos y, por lo tanto, necesita- sido, es y será, antes que nada, comida. Esto
da de ingresos monetarios fijos permanentes, exige su muerte y su consumo ritual. No llevan
el cuy ocupa un lugar especial como “comida ningún nombre, solo se los distingue por su
excepcional”. Producir los cuyes que se consu- color, su pelaje, su edad y su sexo. Los cuyes
men es un valor importante y está asociado a pertencen a un género, son una abstracción
cierta forma de prestigio y orgullo “culinario”. pese a la proximidad y a la cohabitación. En
Esto es fácil de detectar cuando nuestras infor- este mundo cultural, por lo tanto, no hay espa-
mantes, de un modo sistemático y permanente, cio para la conmiseración y el sentimiento de
enfatizan la importancia del “gusto” en la car- culpa por haber sacrificado un “determinado
ne. Esto aparece claramente en la relación que individuo”. Estos aspectos, así como los otros
establecen entre el habitat del cuy, el humo, que hemos mencionado en párrafos anterio-
el fuego, la cercanía al fogón, y el “gusto ahu- res, espero que aparecerán más claramente a
mado” ideal. No exagero si escribo que el cuy la largo de este capítulo.
permite un contacto muy especial, una suerte
de inmersión en una “carne” que se produce La valoración de la carne del cuy
de un modo íntimo. Cada una de nuestras in- Sin lugar a dudas la carne de cuy es altamente
formantes sabe, para cada camada que va a ser valorada y aparece, en todas nuestras conver-
sacrificada, el proceso de maduración alimen- saciones y notas de campo, como la “mejor” en
tacia y las condiciones de salud. De esa mane- relación a las otras carnes domesticadas co-
El mundo social y simbólico del Cuy 339

mestibles y altamente apreciadas: oveja, chivo, La idea del “ahumado”, de la importancia


res, chancho y gallina. Ahora bien, ¿ porqué es del humo, aparece también vinculada a cierta
la mejor ? En primer lugar, aparecen considera- concepción que opone la “carne seca y sala-
ciones relacionadas al “sabor” y al “gusto”. Se da” a la “carne ahumada”, aunque esta técnica
insiste en su “dulzura” y en su gusto ahumado. no sea tan utilizada como la primera. Obvia-
Sobre esto, tanto los indígenas como los mes- mente, en el caso del cuy el humo es pensa-
tizos coinciden totalmente: es “más dulce” que do como algo que transmite cierto gusto a la
las otras carnes, y se llega a decir que es “inclu- carne en el proceso de crianza, sin que haya,
so más dulce que la carne de chancho”. Aquí, necesariamente, un proceso especial de ahu-
obviamente, el “sabor” está claramente asocia- mado. Es importante señalar, sin embargo,
do al hecho de ser “dulce”. En la confrontación que, otra vez, aparece aquí una asociación cla-
entre lo dulce y lo salado, en la cultura campe- ra entre secar y salar y entre ahumar y no sa-
sina y, porque no, en la cultura ecuatoriana en lar. Es necesario recordar que es común en el
general, lo “dulce” tiene, siempre, más “sabor” mundo rural ecuatoriano pensar que el humo
que lo salado. La idea de dulce está asociada, no es tan “seco” y que, por lo tanto, mantiene
también, a la idea de “placer”, de “satisfac- la “humedad” de la carne.
ción”, y aparece, igualmente, cuando se discu-
te sobre la mejor papa o el maíz: la mejor papa
y el mejor maíz son los más “dulces”. No hay cierto sentido lo dulce, pasa de extravagancia de las
lugar a dudas que, en esa dirección, el “azúcar”, clases altas y la aristocracia europea a ser un compo-
lo “‘azucarado”, en tanto representa y sintetiza nente esencial en la dieta de las clases trabajadoras. En
lo “dulce”, es una dimensión ideal del “gusto” y el contexto de la dieta de los campesinos ecuatorianos
y de las grupos urbanos más pobres las calorías que
del “sabor”.33
provienen del uso y abuso de la sacarosa son, sin lugar
a dudas, uno de los problemas asociados a una alimen-
tación inadecuada. Esta dimensión, sin embargo, no
33 Ver especialmente Mintz (1985). Mintz, de un modo disminuye la importancia de lo “dulce” en la percepción
penetrante y muy convincente, ha mostrado la impor- del tipo de comida que da mucho placer. Incluso pode-
tancia del azúcar en el cambio de las pautas alimenti- mos trasladar esta categoría al tipo de bebidas alcohóli-
cias y en la definición de los sabores en el proceso de cas que se prefieren: la chicha y el aguardiente de caña
modernización de los países centrales. El azúcar, y en son, sin lugar a dudas, muy azucarados.
340 Eduardo Archetti - Antología esencial

En esta línea de razonamiento hay, desde do, por lo tanto, aunque cálida, es menos pura
luego, un conjunto de reflexiones sobre el “es- y nutritiva ya que contiene mucha más “grasa y
tado ideal” de la carne, es decir en qué momen- pesadez”. Una comida pura y nutritiva, en con-
to ésta ha adquirido la “madurez” necesaria, en secuencia, es algo que es fácilmente asimilable
otras palabras, cuando el “sabor” ha adquirido y digestiva.
su forma definitiva. Nuestras informantes son En todas las comunidades, menos en Chis-
claras y contundentes: hay que comer los cuyes maute, al cuy le seguía en calidez la carne de
jóvenes, “maltones”, y no los viejos. “La carne chancho y luego la carne de res. En Chismau-
sabrosa es la carne joven, no gastada”, como te, por el contrario, se considera que la carne
decía una informante. Veremos, más adelante, de oveja es más cálida que la del chancho o la
sin embargo, que la carne vieja, gastada, puede de origen vacuno. Una de las explicaciones po-
también comerse y desde luego lo hacen, pero, sibles tiene que ver con el consumo real y no
preferentemente, en guiso. Para la carne asada, solo con las conceptualizaciones en abstracto:
sin discusiones, lo mejor es una carne joven. el tipo de consumo, o, en otras palabra, el tipo
Otra característica, no vinculada al gusto de práctica alimenticia puede, de manera indu-
sino a cierta calidad intrínseca, inodora e “in- dable, condicionar e influenciar las jerarquías
visible”, es la “calidez” de la carne. El consenso observadas. En Chismaute, según nuestras ob-
es total: la carne de cuy es la carne más “ca- servaciones empíricas, se consume más carne
liente”. En la lógica de lo frío y lo caliente el de oveja que en las otras comunidades. Sin
cuy ocupa la escala más alta, por encima de la embargo, y pese a estas diferencias, el cuy no
carne de chancho, oveja, res o chivo. La idea pierde su lugar central en el sistema clasifica-
de “caliente” está asociada, en primer lugar, a torio andino.34
la generación de energía, y posteriormente, a
otras cualidades como, por ejemplo, la de ser
“pura” y “nutritiva”. Estos dos últimos aspectos 34 En muchas comunidades, nuestros informantes
aparecen en contextos en los que se compara tienden a coincidir en el hecho de que la carne más
caliente ha sido la carne de venado salvaje cuando ha
la carne del cuy con otras carnes, especialmen- existido, en el pasado, con cierta abundancia. Desde
te con la carne de chancho que también se con- luego que, ahora, el venado prácticamente ha dejado de
sidera como “muy caliente”. En el caso del cer- existir en la Sierra.
El mundo social y simbólico del Cuy 341

En ese continuo, las carnes más frías, sin ex- carnes. Según algunas de nuestras informan-
cepción, van a ser la carne de gallina y la carne tes es posible hacer ciertos secos (estofados o
de conejo. Estas carnes son, obviamente, “ma- guisos con carne) mezclando distintos tipos de
gras”, “flacas”, como la carne del cuy. En mis carne, como por ejemplo, cerdo y oveja o cuy
discusiones con algunas informantes al asociar y gallina. En ningún caso, se puede imaginar la
estas cualidades con las de “pureza” y “valor nu- posibilidad de mezclar cuy y chancho. Aquí ve-
tritivo” en el caso del cuy, tratando de hacer ver mos como la “lógica enérgetica” triunfa sobre
una posible divergencia lógica, la perplejidad la “lógica de la pureza”: no hay lugar para dos
era más importante que el reconocimiento de materias primas calientes aunque una no sea
una evidente discontinuidad en el sistema cla- grasosa del todo, como es el caso de la carne
sificatorio. Parecería que el razonamiento típico del cuy. Podría, de esta manera, concluir di-
de que las “cosas son así no más” tiende a en- ciendo que la “lógica energética” es eminente-
cubrir un factor que, para el observador, es más mente arbitraria, y, por lo tanto, es un producto
que evidente: el rol ceremonial de la carne del “cultural” por excelencia. Sin embargo, esta ló-
cuy en contextos en donde se acentúan ciertos gica empírica campesina tiene su correlato en
valores asociados a la generación de energía, no la lógica empírica científica: el contenido pro-
solo física, sino también social. Aquí pienso en teínico, por unidad de medida, de la carne del
relaciones sociales especialmente ritualizadas. cuy es mayor que en las otras carnes.36
Sobre esta dimensión volveré un poco más ade-
lante en este capítulo.35
Otra manera de pensar lo frío y lo caliente, 36 Ver especialmente Luna de la Fuente y Moreno
Rojas (1979: 89). Estos autores demuestran la “calidad”
esta vez indirecta y en algunos casos hipotéti-
de la carne del cuy en el análisis porcentual comparativo
ca, es imaginar las posibles combinaciones de de la composición química con otras carnes:
Humedad Proteína Grasa Minerales
Cuy 70.6 20.3 7.8 0.8
35 Hay coincidencia en aceptar el hecho de que la car-
Ave 70.2 18.5 9.3 1.0
ne de pescado es la carne más fría. El pescado, sin em-
Cerdo 46.8 14.5 37.3 0.7
bargo, entra en un sistema clasificatorio extendido ya
Ovino 50.6 16.4 31.1 1.0
que lo que se compara, en principio, son las diferentes
“carnes terrestres”. Vacuno 58.9 17.5 21.8 1.0
342 Eduardo Archetti - Antología esencial

La matanza del cuy Esta operación, en donde se consigue también


Una vez que se decide que hay que comer cuy, la muerte por asfixia, debe hacerse de un modo
obviamente, hay que matarlo. La persona en- rápido y efectivo. En este caso el movimiento
cargada de matar a los animales es la mujer se hace con la misma mano. Esto se consigue
“jefa de familia” que, dado el caso, puede ser, presionando el hocico con los dedos y, al mis-
también, ayudada por sus hijas mayores. El mé- mo tiempo, apoyando la cabeza en la palma de
todo de matanza del cuy tiene que ver, también, la mano. La constatación de su eficacia es la
con el gusto, con el sabor de la carne. Veamos producción de un ruido seco que indica la rup-
esto más de cerca. Los tipos de prácticas de ma- tura de los huesos del cuello.37 Nuestras infor-
tanza, en sus diferencias, están asociadas a ex- mantes están de acuerdo en que estas formas
plicaciones que se relacionan a: “producir una son las mejores ya que el animal “muere tran-
muerte rápida, “que el animal no sufra mucho” quilo” y se puede conservar el “sabor”, si se lo
y “que la carne mantenga su sabor”. El método
más común es la muerte por asfixia. Una de las 37 Los mismo tipos de matanza han sido observados
formas más usuales es tomarlo con una mano, por Bolton y Calvin en el Perú (1981: 290-291). Sin
apoyándolo en el brazo, y con la otra mano se embargo, observan que la técnica de romper el cuello
le aprieta o se le comprime el hocico, evitando del animal torciéndolo en la dirección opuesta es una
práctica común aunque no observado en la comunidad
que respire. Otra manera es presionando la ca- que estudiaron. Nosotros no encontramos esta técnica
beza contra el corazón y torciéndola de golpe. en el Ecuador. Bolton y Calvin, observan, que esta forma
no parece ser la “ideal” ya que posibilita que la sangre
penetre en la carne del animal sacrificado. Obviamente,
Estos autores argumentan, asimismo, que el crecimien- para las personas no acostumbradas cualquier tipo de
to rápido de las crías se debe a la calidad de la leche matanza que se practica puede ser horrorosa. Michelle
del cuy, muy abundante en albuminoides (proteínas). O. Fried, en su excelente libro de recetas tradicionales
Respecto de la vaca en la leche del cuy hay un 11.9% ecuatorianas, escribe:
de albuminoides contra un 3.8% en la leche de vaca. En “habría deseado darles una explicación sobre la forma
relación al contenido de grasa en el cuy éste es de un de matar el cuy, pero al oír romperse los huesos del
45.8% mientras que en la vaca es solo de un 3.7%. Esto cuello tuve que soltarlo. El sonido me persiguió el día
les permite decir que le leche del cuy es muy “concen- entero. Desde entonces, no he tocado un cuy vivo. Sin
trada, lo que permite un desarrollo extraordinariamen- embargo, tengo que admitir que el cuy bien preparado
te rápido de esta especie” (1978: 44). me agrada mucho. ” (1986: 91)
El mundo social y simbólico del Cuy 343

desangra inmediatamente. Esto se hace abrien- culinario” sea lo más suave posible. Sin embar-
do la garganta con un cuchillo y colgándolo al go, algunas de nuestras informantes aceptan la
aire libre por algunos minutos. Posteriormente muerte por frotación o presión siempre que se
se le extraen las vísceras. trate de hacer el cuy asado. Aparentemente, el
Hay, sin embargo, otras maneras de matar gusto no se arruina ya que se puede “compo-
que, en principio, son más violentas y no se ner” en el momento de asarlo. En lo que si hay
utilizan con asuidad . Estas consisten en gol- acuerdo es cuando se piensa hacer un locro o
pear al cuy con una piedra en la cabeza o, sim- un caldo de cuy: en ningún caso se acepta este
plemente, aplastar su hocico y luego la cabeza tipo de muerte. La “carne se arruina”.
contra el suelo o una piedra. En todos los casos Luego de que el cuy se ha desangrado y ha
las informantes estaban al tanto de estas técni- perdido sus vísceras hay que pelarlo.38 Las téc-
cas pero ninguna la practicaba por considerar- nicas son simples. Se echa directamente agua
las demasiado “inhumanas”, “muy violentas”, bien caliente mientras se lo pela, o se lo su-
destinadas a hacer “sufrir al animalito”. Hay merge, varias veces, las que sean necesarias,
coincidencia en afirmar que estas formas ex- en agua hirviendo, o, finalmente, se lo deja un
tremas implican que la sangre se “desparrama buen rato en agua hirviendo o bien caliente has-
por el cuerpo” produciendo, en consecuencia, ta que la piel se ablande bien. Luego de que esta
un “mal gusto a la carne”. Cuando se discute operación ha sido terminada la piel se puede
este sabor, que, por supuesto, nunca nadie ha sacar con toda facilidad. “Despelarlos” es una
experimentado se dice que “me contaron que operación exclusivamente manual y femenina.
pierde la dulzura”. Sin temor a equivocarme, La matanza se puede imaginar como tarea com-
puedo afirmar que el conocimiento que estas partida, en la que los hombres pueden ayudar,
prácticas existen y son, eventualmente, utiliza- pero sacarles la piel, sin excepción, es una ta-
das por algunos o un alguien abstracto tienen rea de las mujeres.
como principal función el establecimiento de
una diferencia neta entre, lo que podríamos lla-
38 Es necesario recordar que las vísceras suelen
mar, una “buena muerte” y una “mala muerte”. comerse pero no en todos los platos. Esto lo veremos
Matar un animal y comerlo implica darle una más adelante cuando presente algunas de las recetas
muerte que desde el punto de vista “humano y más tradicionales.
344 Eduardo Archetti - Antología esencial

Una vez que el cuy está pelado se procede lo tanto, las recetas están, siempre, vincula-
a lavarlo con agua tibia varias veces. Es lo que das al tipo de comida que regula determinados
llaman “limpiar el cuy”. Se cuida especialmente eventos. Siendo estos eventos y ocasiones emi-
de limpiar el ano varias veces. Luego de esta nentemente sociales podemos, en principio,
operación el animal está listo para ser cocina- operar con la hipótesis de que encontraremos
do. Sin embargo, es común que se lo deje col- cierta homología entre tipos de comida y rece-
gado por cierto tiempo (lo mismo se hace con tas y tipos de relaciones sociales. Leach (1970),
las aves y con el conejo). La idea es que el cuy con toda pertinencia, ha observado que desde
debe “tomar aire” ya que la carne tiene que se- una perspectiva antropológica lo interesante es
carse un poco antes de ser “trabajada” y, even- encontrar empíricamente el tipo de comida que
tualmente, cortada. se trata con especial devoción. Esto nos permi-
te, lógicamente, establecer diferente niveles de
Las recetas del cuy prestigio social. Un análisis de la comida nos
Como he escrito anteriormente son las reglas y permite, pues, descubrir jerarquías y un deter-
convenciones sociales las que demarcan lo que minado orden social.39 En este acápite me con-
es comida y, por lo tanto, condicionan las com-
binaciones de materias primas que darán lugar
39 Leach escribe:
a “platos” determinados. De lo que se puede “cuando miramos en los hechos, las categorías que
comer, de lo que no es un tabú alimenticio, a son tratadas como tipos de comida significantes
un plato hay, en consecuencia, cierta distan- devienen interesantes en sí mismas. La dieta de toda
cia transformativa, en el sentido de “enigmas y población humana particular es dependiente de la
disponibilidad de recursos y, al nivel de los tipos de
misterios”, ya que no es posible predecir total- ítems que se consumen (pan, cordero, queso, etc. ), hay
mente las “recetas” que se pueden encontrar. poca superposición entre la lista de compras de una
Las “recetas” son, en consecuencia, el aspecto jefa de familia inglesa y el inventario de comestibles
dinámico y creativo de toda cocina, sea esta de los que dispone una india del Amazonas. Pero la
“local” o “internacional”, y están en el centro mujer del hogar inglesa y la india del Amazonas van
a dividir la categoría “comida” en un conjunto de
de un tipo de conocimiento y prácticas culi- sub-categorías, “comida A”, “comida B, “comida C”,
narias que permiten al observador acceder a etc., cada una de las cuáles es tratada de una manera
contextos y ocasiones sociales diferentes. Por diferente” (traducción propia) (1970: 32).
El mundo social y simbólico del Cuy 345

centraré en las recetas, sobre las ocasiones y de sus ideas que me ayudarán a sistematizar el
eventos volveré más adelante. “libro de cocina del cuy”. Lévi-Strauss (1965 y
La validez universal del triángulo culinario 1968) sostiene que la comida se ofrece al hom-
de Lévi-Strauss ha sido discutida en extenso bre en tres estados principales: ella puede ser
y no es mi intención presentar ese campo de cruda, cocida o podrida.41 El estado crudo, ob-
debate.40 Lo central es recordar aquí algunas
(aunque cada lenguaje no los usará a todos). Estos com-
ponentes no pueden ser binarios, como las distinciones
Sahlins (1976) ha observado, con toda razón, que en las fonológicas. El principal error de Lévi-Strauss, sin em-
sociedades modernas y complejas la construcción sim- bargo, es asumir que estamos enfrente de una estruc-
bólica de lo que se puede comer se corresponde con el tura conceptual neutra de términos que es válida para
esquema productivo, a los efectos de producir, a través todas las lenguas” (traducción propia) (1972: 169).
de la distribución del ingreso y la demanda, un “orden 41 Para el análisis de Lévi-Strauss ver especialmente
totémico global”, uniendo en una serie de diferencias (1965: 19-29, y 1968: 390-411). El triángulo culinario
paralelas el status de las personas con lo que comen. “simple” de Lévi-Strauss tiene la siguiente forma
Esta idea es, sin lugar a dudas, válida para otros con-
textos en los que lo que está en discusión no es la cul- CRUDO

tura de la carne en la sociedad norteamericana. Esto lo


veremos cuando tratemos el modo de comer el cuy en
el mundo rural ecuatoriano. Aquí, también, de lo que se
trata es de establecer ciertas diferencias sociales. COCIDO CRUDO
PODRIDO

40 Para un tramiento y una discusión sistemática del De lo crudo a lo cocido la operación de transformación es
triángulo culinario en Lévi-Strauss ver, entre otros, eminentemente cultural, mientras que la transformación
Leach (1970: 29-35), y Goody (1982:17-29). Lehrer (1969 a lo podrido es natural.CRUDO De este triángulo se obtiene,
asado
y 1972) ha formalizado de manera conveniente las ven- agregando las principales
COCIDO técnicas
(-)
PODRIDOde transformación
(-)
tajas y desventajas de la aproximación estructuralista. de alimentos, el triángulo
aire más completo:
agua
Lehrer escribe: (+) (+)
ahumado hervido
“Lévi-Strauss tiene razón, yo creo, en argumentar que CRUDO
COCIDO asadoPODRIDO
es posible decir cosas sobre cocinar en general sin tomar
(-) (-)
en cuenta alguna cultura en particular. Además, es tam- aire agua
bién posible establecer una cantidad pequeña de compo- (+) (+)
nentes que pueden describir las oposiciones en todos los ahumado hervido

lenguajes de los términos que se utilizan para cocinar COCIDO PODRIDO


346 Eduardo Archetti - Antología esencial

viamente, constituye un polo sin marcar, en go, en cambio cuando se hierven hay un doble
estado puro, mientras que los otros estados proceso de mediación: por un lado, a través del
indican procesos transformativos: lo cocido agua en la que son sumergidos y, por otro lado,
como la transformación cultural de lo crudo, mediante la utilización de un recipiente que los
y lo podrido como su transformación natural. contiene.42 De esto se desprende, obviamente,
El triángulo de lo crudo, cocido y podrido de- que el acto de asar es más “natural” que el acto
limita, de esa manera, un campo semántico de hervir que necesita de un recipiente y la me-
“externo”. Obviamente, en toda cocina vista diación del agua con el fuego. En esa dirección,
desde “adentro”, desde un punto de vista que Lévi-Strauss observa que el acto de asar es una
privilegia prácticas culturales concretas, nada suerte de cocina “exógena”, la que se ofrece
es simplemente cocido, ya que cocer se debe a los “extranjeros”, mientras que las comidas
hacer de determinado manera. Dicho de otra hervidas son una suerte de cocina “endógena”,
manera, no existe nada en estado crudo puro la que se sirve a los miembros de la familia. Asi-
ya que la mayoría de estos alimentos suelen, al mismo, a título de hipótesis, sugiere que her-
menos, lavarse y cortarse. Si aceptamos este vir es un método de conservación integral de
razonamiento, explícito, por otro lado, en Lévi- las propiedades nutritivas de los alimentos, ya
Strauss, lo interesante es entonces preguntarse que todo tiende a conservarse, mientras que al
por los procesos concretos de transformación asar hay una pérdida indudable de nutrientes.
de lo crudo a lo cocido. Lévi-Strauss distingue, Hervir es, por lo tanto, una práctica cultural
en primer lugar, lo asado de lo hervido, el acto económica y democrática, en el sentido de po-
de asar como una técnica específica del acto
de “cocer” haciendo hervir los alimentos. Esta 42 Lévi-Strauss escribe:
oposición, me parece, es una de las centrales “¿En qué consiste la oposición entre lo asado y lo
para entender no solo las variaciones culina- hervido? Directamente sometida a la acción del
rias alrededor del cuy sino para obtener una fuego, la comida asada se encuentra con él en una
mejor comprensión de la cocina campesina relación de conjunción no mediatizada, en tanto que
la comida hervida es el resultado de un doble proceso
ecuatoriana. Veamos esto más de cerca. de mediación: a través del agua en que se sumerge, y
Lévi-Strauss sostiene que cuando los alimen- a través del recipiente que la contiene” (traducción
tos se asan hay una relación directa con el fue- propia) (1968: 397)
El mundo social y simbólico del Cuy 347

pular y campesina, mientras que asar es, funda- que olvidar: freír y hornear.44 Con la fritura se
mentalmente, un acto que indica generosidad
y exceso aristocrático.43 Hervir y asar, en con-
44 Luego de presentar su modelo ampliado en donde lo
secuencia, señalan diferencias de status entre
central sigue siendo lo asado, lo ahumado y lo hervido,
individuos y entre clases sociales. Esto merece Lévi-Strauss, de un modo claro y enfático, sostiene
algunos comentarios. que no es posible imaginar que todos los sistemas
Lévi-Strauss opera con tres indicadores: tipo culinarios van a respetar este modelo (ver 1968: 406-
de fuego, presencia o no del agua y uso o no de 11). Este esquema, por lo tanto, ilustra, entre otros,
un sistema de transformaciones posible. Lévi-Strauss
recipientes. Cuando se hierven las comidas el comenta que es posible pensar que si no existe la
fuego es directo, pero, en realidad, el contacto técnica de ahumar existirán otras formas de conservar
directo es con el recipiente, la olla o la cacerola los alimentos. Explícitamente menciona la técnica de
que se llena de agua. Obviamente, al lado del secar la carne al aire y sin sal (y, podría agregar, al
fuego es imprescindible el uso del agua. Por el sol, sin sal). Estas técnicas, desde luego, podrían, a
su vez, transformarse en algo un poco diferente si se
contrario, cuando se hace la comida asada el agrega sal. Por otro lado, las complicaciones pueden
fuego es también directo, pero no hay recipien- deberse a la utilización variada de utensilios. Lévi-
tes y no se necesita agua. Esto significa: Strauss, a partir del ejemplo de los Blackfoot, indica
que se puede hacer hervir los alimentos en cerámica,
Hervir: Fuego directo (+): Recipiente (+): Agua (+) en vasos de piedra, en bolsas de piel muy suave o en
Asar: Fuego directo (+): Recipiente (-): Agua (-) cacerolas hechas de madera. Incluso acepta que el
término “asar” puede esconder dos técnicas; la de
asar propiamente dicha y la de hacer los alimentos
Ahora bien, en el Ecuador existen otras téc- a la parrilla (1968: 409-410). En el caso de asar a la
nicas transformativas importantes que no hay parrilla la carne se pone muy cerca del fuego. Por
lo tanto, asar estará en el medio, entre cocinar a la
parrilla y hacer ahumar los alimentos. Finalmente,
43 Sobre estas características Lévi-Strauss observa: acepta que la transformación más compleja se obtiene
“lo hervido permite un método de conservación inte- con la introducción de la categoría de lo frito. Freír
gral de la carne y sus jugos, en tanto que el asado im- implica agregar un elemento importante, al lado del
plica la destrucción o la pérdida de los mismos. Uno fuego y del agua: el aceite (o, desde luego, cualquier
evoca entonces lo económico, el otro la prodigalidad; tipo de grasa o manteca). Por lo tanto, a los ejes de
éste es aristocrático, el otro popular” (traducción pro- transformación originales, hay que agregar las formas
pia) (1968: 401). que implican un proceso de secado, la utilización de la
348 Eduardo Archetti - Antología esencial

introduce un elemento central que hasta ahora muy apreciada de preparar la carne de cerdo.
no ha aparecido en nuestro análisis: la utiliza- El cebiche, otro plato nacional, introduce una
ción de grasas y aceites. La utilización del hor- complicación ya que es una forma de cocinar
no, no solamente para hacer pan sino también el pescado y ciertos mariscos sin la utilización
para la preparación de carnes, implica otro tipo del fuego, solo por la mediación del limón. En
de fuego que, a falta de otro término, llamaré esa dirección uno podría considerar el cebiche
radiante, es decir que no es directo como el fue- como una variación, excelente en el gusto y
go que se utiliza cuando se hierve, asa o fríe. Un la textura, de la técnica de alcanzar un punto
ejemplo patente de esto es la preparación del de “pudrimiento” cercano a lo cocido. Obvia-
famoso hornado de chancho, una forma sutil y mente, desde una perspectiva local el cebiche
es pescado y marisco “cocido en limón” y no
“podrido en limón”.
parrilla y, finalmente, el hecho de fritar. El modelo, sin Estos criterios adicionales nos permiten, por
lugar a dudas, adquiere una mayor complejidad.
Estas observaciones no agotan las posibles técnicas
lo tanto, establecer la siguiente clasificación:
diferentes de elaboración de los alimentos que, sin
lugar a dudas, serán el resultado de prácticas culturales Hervir: Fuego directo (+): Recipiente (+): Agua (+): Grasa (-)
culinarias complejas. Obviamente, a este modelo Asar: Fuego directo (+): Recipiente (-): Agua (-): Grasa (-)
podemos aún hacerlo más complicado agregando Freír: Fuego directo (+): Recipiente (+): Agua (-): Grasa (+)
el origen y tipo de alimentos utilizados, vegetal o
Hornear: Fuego directo (-): Recipiente (-): Agua (-): Grasa (-)
animal, y la consideración de técnicas combinadas
en la confección de determinadas comidas. Estas
pocas líneas bastan para recordar que la búsqueda de Sin embargo, un “plato” suele ser una combina-
fórmulas sencillas comparativas en el pensamiento
toria de distintas operaciones en donde algu-
de Lévi-Strauss no excluye el reconocimiento de las
complejidades que pueden derivarse del análisis de nos componentes se pueden freír y otros asar.
casos concretos. Lévi-Strauss está, siempre, tratando En esa dirección, se podría argumentar que el
de orientar el análisis en la búsqueda de continuidades resultado, desde el punto de vista del gusto y
y repeticiones, en el hallazgo de ciertos universales la presentación, es lo que más importa. Pienso
culturales. Esto implica aceptar, al mismo tiempo,
que los resultados concretos de prácticas culturales
que, en esa dirección, es importante no olvidar
determinadas han de variar. Esto es hasta casi trivial, que, en todo análisis empírico, hay que deter-
pero quizás no tan al azar como suponemos. minar, siempre, el componente principal, en
El mundo social y simbólico del Cuy 349

este caso el cuy, de los componentes secunda- comunidades se lo suele hacer a menudo y en
rios. Me concentraré, por lo tanto, en el modo otras directamente se lo considera como una
en que el cuy se hace para determinar si esta- forma no adecuada ya que la “carne queda ba-
mos frente a un plato asado o cocido. bosa”. Comencemos nuestro viaje culinario
El cuy en el Ecuador y en las comunidades con el cuy asado.
que estudiamos se hace utilizando las cuatro
técnicas de transformación que hemos men- El cuy asado
cionado: se asa, se hierve, se fríe y se lo pone al Para que este plato mantenga su “brillo” es
horno. El cuy asado, sin ninguna discusión, es, necesario, en todos lo casos, adobarlo desde
por excelencia, el “plato rey” de la cocina del el día anterior. Hay distintos tipos de adobo y
cuy. Los argumentos de nuestros informantes, solo voy a mencionar algunos con proporcio-
tanto hombres como mujeres, adolescentes y nes para dos o tres cuyes grandes (de alrede-
ancianos, no son lévi-straussianos por natura- dor de 800 gramos).
leza, es decir que no se contrapone esta forma
“aristocrática o noble” con otras formas más –– 2 cebollas coloradas, que se cortan en peda-
plebeyas. Simplemente, se dice, que la carne zos grandes
tiene más gusto, que la textura se mantiene, –– 4 dientes de ajo, bien picados
que se lo puede servir entero, que se puede ver
–– bastante comino (unas dos cucharaditas)
su calidad (“la calidad del animalito se ve cla-
ro porque no está partido”) y que prepararlo –– una cucharadita de pimienta blanca
lleva mucho tiempo (“el cuy asado da traba- –– sal (aproximadamente dos cucharaditas
jo”). Luego vienen las otras formas. Hacer el por cuy)
cuy horneado no es, sin embargo, muy común –– 2 cucharadas de agua
ya que no es del todo usual tener un horno en
–– 2 cucharadas de aceite
la casa, especialmente entre los indígenas. El
cuy frito se lo suele hacer porque es rápido y, –– achiote como color
en principio, se lo puede freír sin un proceso
largo de maceración. Sobre el cuy hervido hay Se mezclan bien todos los ingredientes y se
realmente una gran discrepancia: en algunas adoban los cuyes por dentro y por fuera. El
350 Eduardo Archetti - Antología esencial

aceite puede reemplazarse con manteca, prefe- la carne de cuy es magra y puede, por lo tanto,
rentemente con manteca de color si es que se sentirse como dura y musculosa al masticarse.
tiene a mano. Por ello el cuy asado se acompaña tradicional-
Una variante de este adobo nos fue dado en mente con una salsa de mani. Entre las muchas
la comunidad de Guzo. Los ingredientes men- variantes esta es mi favorita.
cionados anteriormente se mantienen pero el
agua y el aceite se reemplazan con chicha de –– 2 cucharadas de manteca de cerdo
jora (maíz germinado). Es posible imaginar que –– color- achiote
esta variante dará a la carne un gusto especial
–– 2 cebollas blancas bien picadas
y, porqué no, interesante. Esta variante no fue
mencionada en las otras comunidades pero es –– 2 dientes de ajo
altamente probable que sea conocida. –– Sal
Antes de asarlos hay que quitar el exceso –– un poco de comino
del aliño del día anterior para evitar que este se
–– 1 taza grande de café con maní, tostado y
queme. Se asan a la brasa puestos en un palo,
molido
preferentemente al extremo del mismo para que
se lo pueda dar vuelta sin quemarse. El procedi- –– 3 tazas y media de leche
miento consiste en ensartar al animal en el palo,
entrando por la parte posterior, o sea la región Se prepara el refrito hasta que la cebolla que-
anal, y saliendo por la mandíbula. Una vez ex- de dorada. Aparte se ha mezclado el maní a la
tendido sobre el palo la técnica usual es amarrar leche que se echará al refrito. Luego se hierve
las manos y dejar las patas extendidas. Una vez a fuego má\s bien lento por una buena media
que tenemos cada cuy en su palo se los apoya hora. Si la salsa queda espesa se suele agregar
en una parrilla o en un tiesto. Durante el tiempo al final un poco más de leche.
en que se asan y para evitar que se sequen se Obviamente, el cuy asado tiene que servir-
deben frotar con manteca de color. El cuy está se acompañado. Hay distintas posibilidades
listo cuando el cuero está bien reventado. pero la más común es servir con papas her-
Como es posible imaginar, pese al aliño del vidas y ají. Sobre las papas hervidas se suele
adobo y a la manteca de color que se agrega, picar un poco de culantro. Otra variante apre-
El mundo social y simbólico del Cuy 351

ciada es servir con tostados (maíz tostado) Cuando el refrito está listo se añade sal a gusto
solamente o agregando a las papas. También y casi dos litros de agua. Luego se agregan:
se suele acompañar, especialmente en las co-
munidades mestizas, con pedazos de queso –– una taza de arvejas tiernas
fresco y con un poco de habas. Durante nues- –– 20 papas cholas peladas
tro trabajo de campo registramos la impor-
tancia creciente del arroz como acompañante Se deja cocinar por una buena media hora o
de muchas comidas. Entre los campesinos hasta que las papas estén listas. Cuando esto
mestizos esto es más común. El arroz, por lo ocurre se sacan las papas y se las deja aparte.
tanto, provoca, en muchas ocasiones, la eli- Se debe tener cuidado en que el caldo no quede
minación de la papa y del maíz. En algunos muy espeso. Si esto pasara se puede agregar un
lugares, al cuy asado con arroz se le llama poco de agua o un poco de leche.
seco de cuy. Aparte se ha preparado una media taza de
Una de las alternativas más comunes a la sal- maní con medio litro de leche que se agrega al
sa de maní pura es el runaucho, una suerte de caldo. Luego de unos minutos se mezcla una
colada que acompaña los trozos de cuy asado. taza grande de harina de habas con medio litro
Este plato es de una gran delicadeza y se puede de leche (preferentemente tibia) y se añade al
comer, también, con otras carnes asadas. Vea- caldo. Se deja cocinar a fuego muy lento, por
mos su receta, aunque, desde ya, anticipo que casi una media hora, removiendo constante-
es posible encontrar muchas variaciones. mente para que la salsa no se pegue en el fondo
Se comienza con un refrito hecho con: de la cacerola. Justo antes de servir es conve-
niente y aconsejable agregar un poco de culan-
–– 2 cucharadas de manteca de cerdo tro con orégano o, si se prefiere, solo culantro.
–– color -achiote- El runaucho se echa sobre las papas que acom-
–– 2 cebollas blancas picadas pañan a un buen trozo de cuy asado.
El cuy asado se conoce también con el
–– 2 dientes de ajo
nombre de ají de cuy. En este plato se sue-
–– un poco de comino le hacer un refrito que, sobre la base de la
–– pimienta blanca a gusto salsa de maní, incluye ciertas menudencias
352 Eduardo Archetti - Antología esencial

del cuy, especialmente corazón, hígado y ri- se pueden agregar unos huevos duros pelados
ñones. Hemos observado que solo en muy como decoración.
pocas ocasiones, me atrevería a decir excep-
cionalmente, se suelen utilizar los intestinos El cuy frito
ya que el proceso de lavado requiere mu- El cuy frito, según la gran mayoría de nues-
cha paciencia por el tamaño de los mismos. tras informantes, siempre se hace cuando no
Cuando esto se ha decidido nuestras infor- hay tiempo suficiente para asarlo. En todos los
mantes son concluyentes sobre la importan- casos es altamente recomendable mantenerlo
cia de eliminar todo gusto a excrementos. en adobo unas horas al menos o freírlo con el
Para ello se lavan cuidadosamente, muchas adobo. El adobo que se utiliza es el mismo que
veces, con agua con sal a la que se ha agrega- hemos referido para el cuy asado. Este adobo
do una buena cantidad de hierba buena. Las es, sin lugar a dudas, el más común para las
vísceras utilizadas serán siempre picadas carnes que se harán asadas, horneadas o fritas.
muy pero muy finas. En Palmira Dávalos esta Al freírlo, usualmente en manteca de cerdo, se
salsa mezclada con la salsa usual de maní se hace un refrito con cebolla y, en algunos casos,
conoce como menestra. se suele utilizar también un poco de ajo. Se sue-
Una variente del ají de cuy vale la pena le acompañar el cuy frito con arroz blanco (en
mencionar. En este caso el ají será servido con las comunidades mestizas esto es muy común),
papas hervidas o sancochadas. Es una tradi- papas o mote, y, por supuesto, con ají.
ción en algunos lugares, especialmente en las Para freír el cuy hay que cortarlo previa-
comunidades mestizas, hacer hervir las papas mente en trozos. La manera mas común es la
con las cabezas del cuy asadas. Este proceso siguiente: la cabeza con parte del cuello; la re-
indica cierto refinamiento ya que lo que se bus- gión del tórax se divide en dos partes del mis-
ca es dar a las papas un gusto especial. Asi- mo tamaño y la región del anca y pierna tam-
mismo, la salsa de maní como base se suele bién se corta en dos partes simétricas. El cuy
reemplazar con una salsa de pepas de sambo frito, por lo tanto, da lugar a cinco presas.
que se hace con el refrito tradicional y con dos Algunas mujeres suelen hacer una salsa de
tazas de leche. En este plato se sirven ajíes co- maní rápida tratando de utilizar el hígado, el
lorados bien picantes y, si se tienen a mano, corazón y los riñones. Cuando esto ocurre es
El mundo social y simbólico del Cuy 353

recomendable freír las vísceras en una sar- El locro de cuy constituye, junto con el cuy
tén u olla aparte. Sin embargo, la mayoría de asado, una de las formas más típicas de hacer
nuestras informantes coinciden en señalar el cuy. Aunque la operación principal consista
que el cuy frito es “menos trabajoso que el en hervir la carne, todo comienza con una fri-
cuy asado”. tura corta de las presas cortadas y bien adoba-
das o, si se tiene mucho tiempo, con un asado
El cuy hervido en brasas hasta que el “cuy quede sancochado”
Sobre el cuy hervido no hay acuerdo. En la co- (esta técnica, sin embargo, no es usual aunque
munidad de Sharvan, por ejemplo, las mujeres es conocida). Lo más común es, posteriormen-
entrevistadas fueron casi unánimes en decir te, poner a hervir el cuy trozeado con papas
que el cuy hervido es realmente “feo, baboso, medianas peladas. Antes de servir, sin embar-
como una gelatina”. Sin embargo, es común ha- go, se suele guisar unos minutos con un poco
cerlo hervido. Para ello se lo corta en trozos, de leche que se agrega al caldo. Las especies
en la forma que he señalado anteriormente. Se que se agregan son el culantro y hojas de oréga-
los frota con un poco de sal, pimienta y comino no. En algunas casas es común hacer un refrito
para luego echarlos en una olla con un poco de normal en la olla con cebolla, comino, ajo, sal
agua. Uno de los platos corrientes es la sopa y pimienta, antes de echar los trozos de carne.
de cuy. El cuy se hace hervir con zanahoria, Este locro se lo conoce, también, en algunas
col, y, en algunos casos, se suele agregar un comunidades con el nombre de caldo de cuy.
poco de arvejas y yuca. Luego de una veinte- Es importante recordar que el término locro
na de minutos se suele agregar ya sea fideos o, denota en el Ecuador un tipo especial de sopa
simplemente, arroz. El resultado, en la mayoría bien espesa. Los distintos locros de la cocina
de los casos, suele ser una sopa bien espesa. tradicional serrana son el centro de una comi-
Muchas mujeres nos decían que para quitar un da o, mejor dicho, son la “comida” por exce-
poco del gusto del “cuy fresco” (en alusión a lencia. Una sopa es una “introducción”, un lo-
una eventual “amargura” o acidez) es bueno fri- cro es la síntesis de muchos platos eventuales.
tar en manteca de color por unos minutos. En Basta pensar en los siguientes locros: locro de
ninguna de las variantes de este plato nos fue chochos, locro de papas, locro de sambo o za-
sugerida la importancia del adobo. pallo tierno y locro de queso. Casi siempre los
354 Eduardo Archetti - Antología esencial

locros se acompañan con aguacates y ají. Los tradicionales ecuatorianos como los tamales,
locros constituyen un campo culinario de una triunfa el sentido común campesino basado en
gran riqueza, a la vez semántica y práctica, que gustos penetrantes y textura espesa.
nos indica la presencia de una gran continui- Encontramos, también, tres variantes mesti-
dad cultural en la cocina del Ecuador. Incluso, zas del locro de cuy: estofado de cuy, colada de
desde esta perspectiva, la famosa fanesca de cuy y cuy ahogado. Para el estofado se comien-
Pascuas, en sus diferentes variantes rurales y za como para el locro pero luego al echarse en
urbanas, es una sopa espesa, una suerte de lo- la olla al refrito común se le agrega bastante
cro. tomate. Luego se cocina a fuego lento con pa-
Sin parecer exagerado podría escribir que pas chicas enteras. Para la colada se agrega dis-
los locros ecuatorianos representan una coci- tintos tipos de harinas, usualmente, harina de
na hecha con emoción, son una suerte de fiesta cebada y harina de habas. Finalmente se echan
del gusto, donde la simplicidad natural, por la papas cortadas en trozos más bien pequeños.
importancia de las carnes y los componentes El resultado es una sopa mucho más espesa
vegetales, encierra una gran sabiduría técnica. que el locro, o sea, literalmente, una colada .
Esta sabiduría está también relacionada a la El cuy ahogado es un plato en donde se ponen
idea general de mantener el calor del cuerpo en las presas del cuy en una olla de barro con tapa
un clima como el serrano, destemplado y con a fuego muy, pero muy lento, y se agrega muy
bruscos cambios de temperatura. Los locros poca agua. El resultado es un cuy más bien do-
son, por lo tanto, comidas de todo el año, de rado y crocante. Se acompaña con papas hervi-
todas las épocas y casi de todas las ocasiones das hechas aparte y con bastante ají.
“normales”. Los locros son, por excelencia, la
comida doméstica, de la cocina exógena, de la El cuy horneado
familia, y, en ese sentido, la olla y el hervor pro- Obviamente, el cuy horneado requiere de un
longado ayudan a conservar calorías y a preser- horno de pan propiamente dicho que solo es
var las combinaciones de gusto que se pierden posible encontrar en casas de campesinos mes-
en el asado. Los locros son platos de cocción tizos más o menos acomodados, en donde la
larga en donde frente a todo afán de originali- tradición es hacer pan muy a menudo. El pro-
dad, que es posible encontrar en otros platos cedimiento es igual que para hacer el cuy asa-
El mundo social y simbólico del Cuy 355

do: se mata al animal el día anterior, se le pone se combina con el toque final en un “caldo” que
un buen adobo, y luego se lo extiende sobre se hace hervir.45 Los “caldos” se hace sobre la
una parrilla adentro del horno. Por lo general, base de refritos y agua en la mayoría de los ca-
se suele aprovechar el horno caliente, cuando sos aunque en la cocina criolla sofisticada es
se ha hecho pan, para hacer el cuy. Esto signi- posible encontrar caldos en los que el vino y
fica que hay que planificar tanto la fabricación las nueces juegan un rol central. El resultado
de pan como la matanza de los cuyes. No es
común, por lo tanto, hacer especialmente este 45 Mi análisis se basará, fundamentalmente, en las
plato. Se lo acompaña con mote y papas o con recetas presentadas en el libro Biblioteca Agropecuaria
arroz blanco. Muchos de nuestros informantes (1978: 157-176). Es interesante observar que este libro
coinciden en afirmar que esta manera de hacer fue publicado en un contexto bien nacionalista de la
es casi tan buena como el cuy asado. política alimentaria peruana que pretendía suplantar el
consumo de carne de res por el aumento del consumo
de las “carnes nacionales”: el pescado y el cuy. Las
Una digresión comparativa: la cocina recetas, dieciocho en total, recogen la tradición
peruana del cuy culinaria popular existente y son, en consecuencia,
El cuy se utiliza profusamente en la cocina pe- un buen resumen de esta cocina típica. El autor o los
autores del libro, anónimos como en el caso de muchos
ruana, tanto en la criolla como en la indígena.
libros populares de cáracter técnico que se publican
En el contexto más general de las tradiciones en muchos países de América Latina, expresamente
culinarias del mundo andino la cocina del Perú plantean la importancia de la decisión del gobierno
ocupa un lugar privilegiado por su complejidad, peruano de comercializar en gran escala el cuy a
creatividad y apertura a múltiples influencias. los efectos de solucionar el problema alimentario
nacional. Este libro se define, asimismo, como un
La cocina tradicional del cuy es una clara mues- manual de extensión en donde los aspectos técnicos
tra de estas cualidades. Al margen del cuy asa- modernos que se aconsejan y que implica que los
do tradicional, bien adobado, que se sirve con cuyes saldrán de las casas, están acompañados por
papas y ají, existen un conjunto de variaciones una refinada presentación de la cocina tradicional y
en donde lo central es el cuy frito. De un análi- del uso simbólico del animal en contextos de salud
y prevención de enfermedades. En ningún caso, el
sis de dieciséis recetas encontré cinco que se autor/autores imaginan que existe una relación entre
basan en la fritura como técnica de cocción tipo de crianza y tipo de uso, y que, por lo tanto, la
única y cinco otras en donde el acto de fritar modernización rápida no es algo tan evidente.
356 Eduardo Archetti - Antología esencial

es, por lo tanto, más variado que en el Ecuador. dar color. Uno de los platos tradicionales in-
Esto se ve también en el hecho de que se hornea dígenas se lo conoce con el nombre de cuy
el cuy más a menudo, se lo asa no solo a las bra- “puku” (o colorado) en donde lo central es co-
sas sino también en piedras calientes (“pacha- cinar el cuy previamente hervido en una salsa
manca”) y se lo frita, muchas veces, entero y no que se hace con ají mirasol bien colorado, ajos,
trozeado. Cuando la fritura que se quiere hacer comino, pimienta negra y achiote. Luego de
es rápida, es suficiente poner el cuy pelado en una cocción muy lenta que permite que el cuy
salmuera por una o un par de horas y luego se- tome el color colorado, por el efecto combina-
carlo bien. Para fritarlo entero la técnica que se do de ají, comino y achiote, se acompaña con
utiliza comúnmente es colocar sobre cada cuy papas y queso fresco. Las variantes de picantes
una piedra más bien pesada que ayuda a que el de cuy dependerán, en consecuencia, del tipo
animal quede en una posición fija en la sartén. de ají que se use: rojos, amarillos o verdes, o
Esta técnica se conoce con el nombre de chac- una combinación de muchas variedades. El
tado. El cuy chactado es, por otro lado, uno de cuy asado se suele acompañar con una salsa
los platos más típicos en las picanterías de Are- picante que se conoce con el nombre de “uchu-
quipa y se lo suele acompañar con salsa criolla, llachua” y en donde se combinan ajíes amari-
papas sancochadas y mote o con ají picante.46 llos y rojos que, junto con el culantro y perejil
La cocina peruana es más “picante” que la que son verdes, permiten hacer una masa de un
cocina ecuatoriana y esto se ve en muchas re- verde amarillento muy estético. A este molido
cetas en donde este componente “caliente” es se agrega queso fresco desmenusado. Se sirven
importante para dar gusto, pero también para los cuyes asados con la salsa y con papas san-
cochadas.47 Otra de las recetas cúlmines de la

46 Este análisis de la cocina del cuy peruana es


limitado en dos sentidos: no he realizado un análisis 47 La preparación de esta salsa es, realmente, una
sistemático de las docenas de libros de cocina peruana suerte de experiencia estética expresamente buscada.
típica y tampoco he realizado trabajo de campo en el El objetivo, combinando distintos tipos de ajíes y
Perú. Mi contacto con la cocina del cuy se remite a la especies, es alcanzar a producir una
visita de picanterías en Arequipa muchos años atrás y, “masa verdosa de aspecto agradable y aún artístico”
por lo tanto, mis recuerdos son más bien difusos. (Biblioteca Agropecuaria 1978:160).
El mundo social y simbólico del Cuy 357

cocina del cuy en el Perú es el pepián de cuy para macerar y no como ingrediente principal
que se prepara sobre la base de harina de maíz de la cocción.
que se agrega a un refrito convencional. Una En el Perú, en claro contraste con el Ecua-
vez que se consigue una masa espesa se agre- dor, los distintos platos sobre la base del cuy
gan los cuyes fritos y un poco de maíz tostado. están en los menúes corrientes de picanterías
Se sirve, como casi siempre, con papas sanco- y restaurantes criollos. En la Sierra ecuatoria-
chadas o mote.48 na solo es posible encontrar el cuy asado y, en
En la cocina criolla, para macerar la carne de algunos casos excepcionales, el cuy apanado
cuy se utiliza alcohol en sus diferentes formas: en las chicherías y restaurantes típicos de mu-
la chicha fuerte, el vino blanco y el vino tinto. chas ciudades medianas. En este respecto, por
En el Perú los secos son platos que, pese a su lo tanto, la cocina rural campesina ecuatoriana
nombre, tienen bastante caldo o jugo. En algu- que he presentado es bastante más variada que
nas recetas no solo se macera al cuy en alcohol la comercial urbana o semi-urbana. Por otro
sino que se lo hace cocinar también con él. En lado, la cocina peruana nos confronta con un
todos estos casos el cuy se ha hecho freír antes grado de “legitimidad” urbana mayor y un nivel
o, en algunos platos, se puede agregar a la salsa de experimentación más acentuado, en donde
trozos bien horneados. En la base de los fricasé el uso de los alcoholes y la búsqueda de la me-
o estofados de cuy encontramos la utilización tamorfosis de la forma, el color y el sabor pare-
de vino blanco o tinto. La chicha solo se usa cen ser una preocupación importante.49

48 Podemos leer que: 49 En el mundo ideológico culinario urbano del


“Pepián es un peruanismo y corresponde al nombre de Ecuador la “muerte” del cuy es evidente. El cuy deviene
un guisado a base de choclo (“maíz tierno”) rallado y un plato típicamente campesino, rural o incluso,
ají, al que generalmente se cocina conjuntamente con típicamente indígena. No encontramos ninguna receta
carne (cerdo, ave, cuy) o queso fresco. Pepián parece de cuy en los dos libros más populares de cocina en la
derivar de pepa, americanismo difundido como Sierra: Lert (1982) con cuatro ediciones en dos años, y
equivalente de pepita, “semilla (o hueso) de fruta El en Ordoñez de Cobos (1984) con quince ediciones hasta
pepián original debió ser, pues, aquél preparado con ese año. Sin embargo, cuando el cuy figura como plato
pepitas de calabaza o de ají” (Biblioteca Agropecuaria “típico” siempre aparece como “cuy asado” y en libros
1978: 162-163). que se pretenden tradicionales y lo son a su manera:
358 Eduardo Archetti - Antología esencial

Ahora bien, el mundo de la cocina del cuy ducto eminentemente social. En esa dirección,
no se agota con el análisis de las recetas y las por lo tanto, uno de los aspectos centrales es
técnicas de transformación. Este mundo sim- determinar cuándo y con quién se comen los
bólico, traspasado por la búsqueda de ciertos distintos platos del cuy. Toda cocina, en conse-
sabores asociados, íntimamente, al placer culi- cuencia, puede ser vista como un “calendario
nario, solo tiene sentido si se transforma en un social” en donde los actores sociales se con-
mundo social que los actores comparten entre vierten en protagonistas principales al sinteti-
sí. La cocina del cuy solo tiene sentido si está zar, a través de los platos, tiempos rituales en
abierta a la sociedad, si la vemos como un pro- lugares especiales. Veamos, en esa dirección,
que es lo que ocurre en nuestras comunidades
del Ecuador.
Doña Juanita (1986: 201-202) y Michelle O. Fried (1986:
88-89). Ambos libros son valiosos, siendo mucho más
sistemático el segundo, y permiten tener una imagen de Ocasiones, eventos y pretextos
la riqueza de la cocina “tradicional popular” ecuatoriana para comer el cuy
en donde se mezclan todo tipo de impulsos, regionales, Hasta ahora hemos visto la semántica del cuy
de clase y rural o urbano. Obviamente, la cocina del cuy a través de sus recetas. En este contexto de
no se agota en el Perú y en el Ecuador. Para Bolivia,
creatividad cultural, su combinación con otros
Nelly de Jordan (1979: 221- 226) da tres recetas, una en
caldo y dos fritas, y para Colombia, Castaño Quintero elementos permite que su transformación ad-
(1979: 44-46) da cinco recetas típicas del Departamento quiera sentido gracias a los distintos sabores
de Nariño, el único lugar en donde se cría cuy en la y consistencias. De alguna manera, “hacer el
actualidad. Estas recetas están emparentadas con cuy” es someterlo a su verdadera transforma-
las recetas tradicionales de los otros países andinos:
encontramos tanto el cuy asado y el frito como el
ción. En consecuencia, la muerte y el sacrificio
hervido en guiso o sancochado. El tema de los libros del cuy permite no solo el consumo de calorías,
de cocina y las recetas definidas como “tradicionales” o en el sentido asignado por Bolton y Calvin en
“modernas” en la constitución de una “cocina nacional” las obras que he comentado anteriormente,
merece un análisis más detallado. Esta problemática sino también la experimentación creadora con
es, sin lugar a dudas, central Cuando se observan
procesos de constitución de “identidades nacionales”
técnicas, utensilios, verduras, especies, legum-
sobre la base de cocinas “regionales” bien establecidas bres, harinas, alcoholes y texturas. La “funcio-
(ver especialmente Appadurai 1988). nalidad” del cuy en tanto alimento “barato y
El mundo social y simbólico del Cuy 359

nutritivo”, “funcionalidad” que puede ser pen- verlo en relación a sus consumidores. En esa
sada explícitamente por los actores o ser una dirección, la comida articula distintos tipos de
consecuencia no conciente extrapolada por los relaciones sociales y nos permite, al analizar
observadores, no debe impedir que nos pregun- qué se come, en qué contextos y con quién: ver
temos por la relación entre símbolos y relacio- una sociedad en movimiento. La comida, por lo
nes sociales en un sentido más amplio. tanto, no es un símbolo en sí mismo, un “texto”
Si el eje de intervención cultural y simbólico encerrado que da la espalda a la realidad más
es realmente central y nos indica procesos de inmediata, sino un acto eminentemente social,
elaboración y reflexión sobre el significado de una apertura al mundo que permite experimen-
la comida, esto, obviamente, no excluye otro tar la comensalidad y posibilita simbolizar de-
eje importante: el consumo y el uso social del terminadas relaciones sociales a la vez que les
cuy.50 A los efectos de evitar un sesgo “cultu- da un contenido material.51
ralista” es central sacar al cuy de las recetas y

51 Si aceptamos, solamente, que la comida “simboli-


50 En el análisis de la comida Lange (1975) distingue za” relaciones sociales no podemos escapar de lo que
diferentes ejes de transformación de elementos percede- llamaría “la trampa de Durkheim”: la comida “expresa”
ros en alimentos. Hay, en primer lugar, un eje de inmer- una determinada estructura social. Esta idea es central
sión en el mundo según el origen de los alimentos. Pos- a gran parte de la antropología moderna, sea esta de
teriormente, hay un eje de maduración en el que debe es- corte funcionalista o estructuralista. En este enfoque
tudiarse los procesos de transformación de las materias el énfasis es, por lo tanto, en la “unidad” de la cultura,
primas. En tercer lugar, hay un eje de intervención que en la consistencia de un determinado “orden cultural”
consiste en poner orden, apropiarse y “atacar el mundo”. sin que sea posible problematizar diferenciaciones in-
A este nivel, la práctica culinaria y el mundo social de la ternas, asumir la posibilidad del impacto de influencias
comida permite acentuar las discontinuidades entre la externas, preguntarse por la pertinencia de la historia
sociedad y el mundo natural y entre las cosas del mundo, y, finalmente, dar espacio al impacto de elementos
ya que se establece una jerarquía de objetos a consumir y materiales que no se pueden controlar. Mi análisis in-
objetos que no serán transformados. Finalmente, hay un tenta dar cuenta, en la medida de lo posible, de ciertas
eje de aprendizaje que consiste en aprehender el mundo variaciones socioculturales. Más aún, este libro puede
social a través del significado de la comida. De alguna leerse como el “encuentro” de diferentes lógicas socio-
manera, mi análisis del consumo y uso social es una culturales: la lógica moderna de los técnicos y expertos
combinación de los últimos ejes de análisis. frente a las “lógicas” rurales.
360 Eduardo Archetti - Antología esencial

En esa dirección, al comer no solo se repro- seguirse sino a la asociación explícita entre re-
duce cierta cotidianeidad y rutina alimenticia cetas y ocasiones. Sobre esto volveremos más
sino también se celebran ocasiones rituales, adelante. Ahora veamos la relación con el ca-
eventos sociales importantes o, al menos, re- lendario festivo.
levantes para los actores sociales. Asimismo, Sin lugar a dudas el calendario religioso es,
la comida puede ser vivida como un pretexto fundamentalmente, el calendario festivo en las
para expresar consideración, agradecimiento, comunidades rurales y pueblos de la Sierra
interés en ciertos lazos, el cumplimiento de un ecuatoriana. En esa dirección tenemos el si-
contrato o de una promesa, y, porqué no, ge- guiente esquema:
nerosidad y hospitalidad. Las ocasiones, los
eventos y los pretextos deben contarse para –– Reyes: 6 de enero
saber, de un modo efectivo, si el cuy es o no co- –– Carnaval y miércoles de ceniza: variable; en-
mida excepcional. Pero, paralelamente, los in- tre primera semana de febrero y primera de
formantes mismos deben, en última instancia, marzo
asignar al cuy un lugar y un valor determinado –– Semana Santa y Pascuas: variable; entre la
en el sistema de prestigio social local. segunda semana de marzo y la segunda de
Solo en Sharván encontramos la idea de que abril
el cuy “puede” ser consumido regularmente y
–– Corpus Christi: variable; entre la última se-
que no se necesitan ocasiones especiales. Ex-
mana de mayo y la segunda de junio
presiones como “comernos cuy cuando hay
ganas” o “cuando se han terminado las provi- –– Día de los difuntos: 2 de noviembre
siones de fideos y arroz” aparecieron en la boca –– Navidad: 24 de diciembre
de nuestros informantes. Sin embargo, el cuy –– Año Nuevo: 31 de diciembre
aparece, también en esta comunidad, asociado
a la comida festiva y excepcional. En el resto Entre Semana Santa y Corpus Christi transcu-
de las comunidades estudiadas el cuy es, de un rre el tiempo de cosecha que comienza, tem-
modo evidente y claro, comida excepcional y pranamente, con la cosecha de choclos, a fines
estructurada. En este contexto comida estruc- de abril, y termina con la cosecha de maíz duro,
turada alude no solo a secuencias que deben a fines de junio. No hay que olvidar que en el
El mundo social y simbólico del Cuy 361

mes de junio tenemos, además, las fiestas de lítico, o la invitación a compadres y comadres,
San Pedro, San Pablo y San Juan en toda la Sie- especialmente el domingo de Pascua y el sába-
rra. Es interesante observar, asimismo, que el do de Carnaval.
calendario vuelve a recargarse cuando las ta- Hay, paralelamente, numerosas fiestas reli-
reas de deshierbe y aporque se aproximan en giosas que se celebran a nivel más local y que
los meses de noviembre y diciembre.52 Sin pen- vale la pena mencionar. Santa Rosa, a fines de
sar en posiciones formales, como la de prioste, agosto, suele ser un día de festejo importante
que requiere un sistema de relaciones sociales en Guzo. La fiesta de San Francisco, el 4 de oc-
basado sobre prestaciones y contraprestacio- tubre, se lleva a cabo en Guzo, en Llactahurco
nes, en donde la comida y la bebida son un y en Chirinche. En Llactahurco se suele feste-
componente importante de la participación, jar San Antonio en el mes de junio y la Virgen
todas estas fiestas, sin lugar a dudas, necesitan del Tránsito, en el mes de agosto. El calenda-
de la presencia de los cuyes. En las comidas rio religioso en Tigualó es bastante recargado:
más públicas en las que se ofrenda comida de Santa Marianita en el mes de septiembre, San
un modo generalizado, como por ejemplo Car- Vicente en el mes de abril y San Isidro el 24 de
naval, Semana Santa, Corpus Christi, fiestas de mayo. Sin embargo estas fiestas han dejado de
santos o fiestas especiales comunales, el cuy es ser “comunales” y son, cada vez más, motivo
de menor importancia que la carne de res y los de reunión familiares. Para seguir con Tigualó,
cerdos asados. Sin embargo, al día siguiente o por ejemplo, la única fiesta que se celebra co-
en días fijos dentro del calendario extenso de munalmente es la fiesta de los “capitanes” para
estas fiestas, en lo que podemos llamar “día de fin de año. Esta fiesta no puede hacerse sin el
agradecimiento”, el cuy asado es el plato prin- apoyo económico y la participación directa de
cipal. El “día de agradecimiento” puede incluir los jóvenes migrantes que regresan para esa
la ofrenda de un cuy al cura o al Teniente Po- fecha a la comunidad. Sin embargo, en todas
las celebraciones que están organizadas alre-
dedor de determinados santos y vírgenes con
52 Rueda observa que
“los festejos que los campesinos más han adoptado, son
relevancia local y regional, en algunos casos,
aquellos relacionados con el ciclo agrícola y algunos el cuy “puede comerse” y es deseable que así
de ellos, con raigambre precolombina” (1982:171). ocurra. Puedo afirmar, sin temor a equivocar-
362 Eduardo Archetti - Antología esencial

me, que siendo estas fiestas menos “obligato- comunidad. Hay, por lo general, dos personas a
rias” no se celebran bajo el pretexto de consu- cargo de esta ceremonia; una que construye el
mir proteínas. “palacio” y la otra que cumplirá el rol de “Rey
La libertad para determinar el “cáracter” de mago” el día mismo de Reyes. El “rey” se va a
la fiesta ha aumentado al aumentar la migra- encargar de repartir entre los participantes los
ción y la mobilidad geográfica estacional de los cuyes asados colgados. Es interesante recor-
campesinos ecuatorianos. Esto se ve claramen- dar que la tradición del “castillo” de Corpus,
te en otro tipo de fiestas de cáracter mas bien que todavía se encuentra en algunas comuni-
“nacional”. En las fiestas menos organizadas a dades serranas, no tiene parentesco directo
nivel comunal y de un cáracter más familiar, con la tradición del “palacio”. Los “castillos”
como Reyes, Navidad y Año Nuevo, el cuy es el consisten en tableros que se colocan en postes
plato predilecto y siempre se elige servirlo asa- a cierta altura y contienen premios que debe-
do. En todas estas fiestas los cuyes asados no rán ser alcanzados por quienes logran trepar el
sobrepasan una cuota en las que se calcula un poste encebado. En esos “castillos”, entre los
cuy por hombre adulto, medio cuy para muje- premios, es posible encontrar, muy a menudo,
res y jóvenes varones, y tres o cuatro partes del cuyes vivos junto a otras aves, bolsas de grano,
animal para los menores, independientemente botellas de bebida y objetos de plástico.
de su sexo. De este modo es bien evidente que El calendario religioso funciona, por lo tan-
la cantidad de cuyes que se matan por cada to, como una suerte de guía que marca y deli-
fiesta no puede exceder la docena y media. En mita las ocasiones rituales para consumir cuy.
este contexto, también, el día siguiente de Na- Las estrategias productivas, sin lugar a dudas,
vidad o de Año Nuevo puede invitarse a fami- tratan de satisfacer estos requirimientos. Ob-
liares muy cercanos y a compadres. viamente, no se puede predecir totalmente un
En algunas comunidades indígenas, y en- ciclo productivo, siendo, pues, posible imagi-
tre ellas Palmira Dávalos, es tradición todavía nar que algunas familias para esas fechas no
hacer “Reyes”. Esto consiste en hacer un “pa- tendrán cuyes suficientes para ofrendar a fa-
lacio”, que no es sino un galpón pequeño, en miliares, autoridades y compadres. El hecho
donde se cuelgan bastante cuyes asados como de que cada individuo adulto está inmerso en
ofrenda para los Reyes que vendrán a visitar la un circuito de relaciones sociales garantiza
El mundo social y simbólico del Cuy 363

que la posibilidad de ofrendar cuyes y, por lo En este contexto, por lo tanto, si además un
tanto, devolver los que fueron consumidos en hombre de la familia más extensa tiene un car-
una determinada ocasión, va a ser posible. En go ritual importante, como el de “prioste”, el
el sistema más amplio de reciprocidad andi- resto de sus familiares lo ayudará a reunir un
no que incluye, al menos, dos ciclos festivos número importante de animales que deberán
anuales, los roles de consumidor son inter- ser sacrificados. Especialmente en las comuni-
cambiables. Nuestras informantes son claras a dades indígenas encontramos la idea de que si
este respecto: la producción continua de cu- no dan cuy en las fiestas religiosas “Diosito ha
yes posibilita la participación con ofrendas en de castigar”.
este sistema de relaciones sociales en donde En las fiestas que hemos mencionado, regu-
las fiestas religiosas determinan un contexto ladas por un estricto calendario religioso, la co-
temporal más amplio y repetitivo. Es necesa- mida y el cuy permite a las familias un determi-
rio no olvidar, por lo tanto, que la capacidad nado tipo de participación pública, en algunas
productiva y previsora de las mujeres va a ocasiones como consumidores y en otras como
permitir a los hombres y a las familias la par- “ofrendantes”. Lo mismo ocurre en las fiestas
ticipación, con cierta continuidad, en este sis- ofrecidas a los patronos comunales. Es impor-
tema de intercambio ritual de comida. Frente tante recordar que la expansión del culto de
a lo que sostienen Bolton y Calvin lo central santos y vírgenes en los Andes en general es-
no es consumir proteínas en momentos de tuvo asociado también a cierta regionalización
mayor necesidad sino poder participar en este y a la localización especial en zonas un poco
sistema de reciprocidad e intercambio ritual.53
como finos observadores que son, siguen de cerca las
53 Bolton y Calvin (1981), como he señalado anterior- relaciones sociales en las que el cuy interviene y estas
mente, enfatizan el hecho de que el ciclo ritual es un son muchas, o sea que no solo importa la “fiesta” sino
“pretexto” para comer cuyes, pero lo que en realidad el status individual. En otras palabras, si se es padrino,
esta subyacente es un déficit de proteínas. Como vere- o sea compadre de alguien, aumentan las chances de
mos este déficit no se resuelve con el consumo ritual. consumir cuy y, al mismo tiempo, devolverlo posterior-
Por lo tanto, las dimensiones que he acentuado y que mente, porque se entra en en este sistema de relaciones
remiten a un sistema de intercambio más amplio me sociales: un padrino/compadre necesitará de otros pa-
parece lo central. Lo interesante es que Bolton y Calvin, drinos/compadres en el tiempo.
364 Eduardo Archetti - Antología esencial

alejadas de centros residenciales.54 Esto impli- la “jocha”, es decir que habrá una contribu-
ca que su culto exige una peregrinación, irse ción en animales por parte de los familiares
de “romería”, a determinados sepulcros, como más cercanos.
el de la Virgen de Agua Santa en Baños y el de Es importante recapitular, en este contexto
la Virgen del Quinche, cerca de Quito. Para es- religioso comunitario, local y regional, el papel
tas romerías, que pueden durar hasta un par relevante de las mujeres en su rol de “produc-
de días, muchas de nuestras informantes nos toras” de comida. Si bien los hombres ocupan
señalan que hay que llevar “comida de fiesta”, posiciones públicas de prestigio en las mismas
o sea cuyes asados como “fiambre” al lado de fiestas y participan, en consecuencia, con un
habas cocidas, mote, tostado y papas cocidas. grado de centralidad mayor, la articulación
Paralelamente, el culto religioso de san- simbólica entre ceremonia y ritual religioso y
tos y vírgenes puede ser también “privado” comida pasa a ser una “función” eminentemen-
ya que en algunas de las comunidades estu- te femenina. Asimismo, a nivel doméstico el
diadas hay familias muy “devotas” con sus culto de los santos y vírgenes “familiares” es,
“propios” santos y vírgenes. Cuando esto es fundamentalmente, una actividad en donde las
así, las imágenes de santos y vírgenes se man- mujeres “aparecen” y, quizás, son más “devo-
tienen en pequeños altares en las casas, en su tas” que los hombres.
honor se organizan fiestas y, si es posible, mi- Yuxtapuesto al calendario religioso tenemos
sas (aunque esto ya no sea tan frecuente). La el calendario agrícola como he apuntado ante-
familia debe, por lo tanto, proveer de comida riormente. Esta superposición genera ocasio-
a los asistentes a estas ceremonias. Aquí el nes para otro tipo de consumo extraordinario
cuy es, otra vez, central. Según nuestras in- del cuy. Encontramos una clara relación entre
formantes, en muchos casos se llegan a ma- las tareas asociadas al cultivo de maíz y el con-
tar hasta unos 20 o 30 cuyes. Obviamente, el sumo de cuy. El cuy aparece, en este contex-
sistema de intercambio al que aludí anterior- to productivo, reforzando la “ayuda mutua” o
mente posibilita que, si es necesario, se hará “cambia manos”, en otras palabras, el inter-
cambio de trabajo recíproco, en los períodos
en que se requiere mayor cantidad de mano de
54 Sobre esto ver especialmente Sallnow (1991). obra: siembra, deshierbe, aporque y cosecha.
El mundo social y simbólico del Cuy 365

Aquí hay, obviamente, un sistema de intercam- En Ayanquil, una de nuestras comunidades


bio que no necesita de un aporte adicional en mestizas mas típicas, las relaciones de aparce-
comida: el trabajo se devuelve con trabajo. ría están muy extendidas. La ofrenda más co-
El cuy, otra vez asado si es posible, aparece, mún, luego de la cosecha, es entregar al dueño
por lo tanto, como algo “adicional”, como una de la tierra un par de cuyes “bien asaditos”.
muestra de agradecimiento y como un reforza- Esta ceremonia no solo marca el agradecimien-
dor de las obligaciones sociales. La idea, muy to sino también indica el interés por renovar el
extendida en las comunidades mestizas, es que contrato para la campaña siguiente. El hecho
al “brindar cuy” la gente se siente obligada a de aceptar los cuyes ofrendados se considera
trabajar en ayuda mutua. En el contexto de la como una señal positiva de que la tierra les
papa, un cultivo más comercial que el del maíz, será otorgada también para el año próximo. Al-
es posible encontrar al lado de la ayuda mutua gunos de nuestros informantes enfatizaron el
el pago monetario como una forma importante hecho de la “cantidad” de cuyes que se regalan.
de recompensa. Cuando se pasa de un par a más se puede estar
Cuando existen “relaciones de salario” no indicando el interés de alquilar más tierra. Al
encontramos, en ningún caso, la ofrenda adi- mismo tiempo, cuando se ha conseguido “mu-
cional de comida. En los casos en que se re- cha” tierra, en señal de profundo agradecimien-
compensa mediante un sistema mixto, salario to, se suelen ofrendar más del par de cuyes
y comida, el cuy no forma parte de la comida normal. Esta misma lógica funciona en el caso
que se sirve. En algunos casos, especialmente del préstamo de una yunta de bueyes: estos se
en las comunidades mestizas, el hecho de te- devuelven con un par de cuyes asados.
ner cuyes para ofrecer en ayuda mutua es visto El cuy, por lo tanto, aparece asociado a un
como una “buena inversión” ya que de esa ma- conjunto de relaciones sociales de cáracter
nera se “ahorra dinero”. No tener cuyes es, de mas profano y en donde la principal preocu-
alguna manera, percibido como una situación pación es maximizar la obtención de recursos
extrema de falta de recursos ya que no solo es cruciales para el ciclo productivo: fuerza de
normal y esperado el intercambio de trabajo trabajo y tierra. El cuy aparece, en este con-
sino que esto será sancionado por el consumo texto, como un articulador social, reforzando
ritual de cuyes. la reciprocidad, y, paralelamente, como una
366 Eduardo Archetti - Antología esencial

recompensa material concreta. Sin embargo, el en un período de tiempo determinado, hay que
hecho que se ofrezca el cuy como comida es formar parte de un sistema ceremonial y ritual,
visto por los participantes como una señal de en donde el nudo central está ocupado por las
la importancia asignada a este tipo específico relaciones sociales que se establecen y, por lo
de relaciones sociales. De allí que cuando nues- tanto, por la posibilidad efectiva de elegir. Uno
tros informantes hablan de “posibilidades so- de los hechos sociales más importantes en el
ciales” a este nivel, aluden al hecho de tener cu- Ecuador es el de “pedir” compadres para los
yes listos para ofrendar. Tener dinero permite, hijos cuando se va a bautizarlos, confirmarlos y
obviamente, encontrar “fuerza de trabajo en el casarlos. Estas visitas, preparadas de antemano
mercado”. Tener cuyes, por otro lado, permite por las mujeres, van siempre acompañadas con
“establecer y reproducir relaciones sociales”. el regalo de un par de cuyes asados. Lo mismo
En esta dirección, la iniciación y la reproduc- ocurre cuando se va a “pedir” la mano de la “no-
ción de lazos privilegiados con determinadas via” o de la mujer elegida por el hijo: los padres
personas está también marcada por la ofren- deben, en este caso, ofrendar, también, unos
da de cuyes. Habíamos visto, antes, que, por cuyes bien asados y si es posible “calentitos”.
lo general, luego de cada fiesta importante, se Luego de que los padres de la novia aceptaron
ofrenda cuyes a las autoridades políticas loca- su “entrega”, la próxima visita suele hacerla el
les y regionales. Esto no es sino reconocer un novio y es, por lo tanto, altamente deseable y
sistema de prestigio público que tiene que ver esperado que no llegue con las manos vacías.
con el “poder simbólico y real de los cargos y la Según nuestras informantes lo “ideal” es llegar
autoridad” y no con el cáracter y el desempeño con “muchos” cuyes para los padres de la pro-
real de las personas concretas que los ocupan. metida y futuros suegros y, también, con un par
“Iniciar” relaciones sociales es una actividad para la novia. La prometida puede disponer de
de la que, desde luego, ninguna comunidad y los cuyes como le apetezca. En estos casos, se
ningún individuo puede prescindir. Se nace en suele esperar que los cuyes sean asados.
una familia, en una “genealogía” y en una comu- Como es de esperar estas ceremonias gene-
nidad; esto pude considerarse como un “acci- ran “fiestas”: las tradicionales fiestas de bautis-
dente” o como parte del “destino”, según como mo, confirmación y casamiento. De todas ellas,
se lo vea. Pero, para convertirse en “personas”, la fiesta de casamiento es la que debe “sancio-
El mundo social y simbólico del Cuy 367

narse” con una gran ceremonia en donde, si es cuy. El sistema de valoración ritual sigue, por
posible, se ofrecerá una gran cantidad de co- lo tanto, otorgando al cuy un rol preponderante
mida y bebida. El cuy, otra vez, estará presente en la articulación entre ocasión y prestigio, en-
como en las otras ocasiones que he menciona- tre posición social y poder, entre servicio otor-
do anteriormente. Muchas de nuestras infor- gado y retribución. El cuy pasa a ser un com-
mantes coinciden en afirmar que cuando estas ponente privilegiado en el mundo pragmático y
fiestas se acercan lo aconsejable es “ahorrar”, simbólico de las comunidades estudiadas.
si es posible, una gran cantidad de cuyes. Pese a esto, que denota el cáracter extraor-
Es tradición todavía, pero especialmente en dinario del cuy como alimento, hay también
las comunidades indígenas, ofrendar cuyes a pretextos que sirven para justificar su muerte y
los “parientes del finado” cuando se asiste a un posterior consumo. Estas ocasiones son menos
entierro. La familia del difunto ha de preocu- ritualizadas que las anteriores y son utilizadas
parse, a su vez, de prever la preparación de su- para mostrar el agrado que provoca una visita
ficiente comida y mucha bebida que se ofrecerá inesperada de un hijo, de un compadre, de un
a los asistentes al velatorio y al entierro. pariente querido, o de una autoridad. Cuando
Por lo tanto, es posible ver de un modo con- esto ocurre se suele sacrificar un animal que se
tundente en los ejemplos que he mencionado, ofrece al visitante mientras la familia come la
el modo como una familia, y muchos de sus comida convencional. El cuy, por lo tanto, de-
miembros ocupando roles diferentes, entra, en nota la “excepcionalidad” de la persona mucho
el tiempo, en un ciclo de ceremonias en donde más que la “excepcionalidad” de la ocasión. En
el ciclo de desarrollo doméstico así como los los ejemplos anteriores, las ocasiones y even-
calendarios religioso y agrícola condicionan el tos eran marcados especialmente por el cuy: su
tipo de evento y el tipo de comida. El cuy está consumo estructurado forma parte intrínseca
en el centro pero no es el único animal como de la situación social que se festeja. Cuando el
hemos visto; la carne de res, de oveja o de cer- cuy se convierte en un “pretexto” es por el cá-
do forma parte de estas comidas. Sin embargo, racter inesperado del evento, denota algo que
éstas últimas, aunque muy apreciadas y espe- no puede planificarse como especialmente im-
cialmente la carne de cerdo, están desprovistas portante y para el que no hay una fecha fija o
del significado que se le atribuye a la carne del una ocasión provocada especialmente por los
368 Eduardo Archetti - Antología esencial

actores que hacen la ofrenda. Un visitante in- tos, sabores y colores solo puede ser compren-
esperado pero “querido” y “apreciado” recibe, sible cuando se lo ve actuando en la práctica.
de esa manera, un homenaje real e inevitable. Esto lo hemos visto para el caso del cuy. El cuy
Paralelamente a estos “consumos estructu- se transforma en “platos” según las ocasiones,
rados” existe o puede existir, ya que es menos eventos y pretextos. Puedo, sin temor a equivo-
frecuente, el consumo dominical. Este tipo de carme, afirmar que el cuy asado constituye el
consumo depende, indudablemente, de la can- punto más alto de la pirámide de prestigio culi-
tidad de cuyes que se tienen y del ciclo familiar nario en el Ecuador. Es como si el mundo cam-
festivo en los próximos meses. En muchas co- pesino, para seguir la descripción metafórica
munidades mestizas se enfatiza la importancia de Lévi-Strauss, se convirtiera en aristocrático
de “comer carne” aunque más no sea una vez en el momento solemne de las fiestas. El cuy
a la semana. Esta carne se la suele comprar ya asado aparece, por lo tanto, en todas las fiestas
que no se mata un animal “grande” para el con- religiosas de importancia así como en las cere-
sumo de una familia. De allí que piensen que lo monias que marcan hitos familiares importan-
mejor es matar unos cuantos cuyes para poder tes. A la vez, y de una manera muy clara, servir
hacer una “colada” o una “fritada”. Pese a estas un cuy asado entero es considerado uno de los
prácticas, pudimos constatar que la ideología privilegios mayores, exclusivamente reservado
del cuy como comida excepcional es todavía para los hombres adultos. El cuy frito apare-
dominante en la Sierra ecuatoriana. Todo indi- ce, también, provisto de cierto prestigio, tanto
ca que esta posición será mantenida por mucho culinario como social. En lo referente al cuy
tiempo todavía. hervido hay, en nuestros datos, un consenso
generalizado: no constituye comida de fiesta.55
Conclusión: una lógica culinaria El cuy esta, pues, en el centro de una tradi-
y social ción culinaria de origen indígena que, con el
Creo haber demostrado que hacer el cuy de de- correr del tiempo, se ha transformado en una
terminada manera encierra un conjunto de “se-
cretos” que no son culinarios en sí sino que re- 55 Sobre los aspectos múltiples de la comida y el cá-
miten a la consideración de contextos sociales racter curativo del cuy volveremos, con mayor detalle,
más amplios. Obviamente, un sistema de gus- en el próximo capítulo.
El mundo social y simbólico del Cuy 369

suerte de tradición rural sin fronteras étnicas. do se las come con azúcar, sal o “desabridas”.
No solo es la carne más caliente y más sabro- Por lo general, la colada de la mañana es dulce,
sa sino es la que establece diferencias impor- la del mediodía nunca y la de la noche puede te-
tantes: el consumo estructurado y excepcional ner cualquiera de las tres formas. El avance del
del consumo menos estructurado y cotidiano. arroz y de los fideos amenaza el rol tradicional
La dieta alimenticia rural ecuatoriana ha sufri- de las harinas tan variadas, de las papas y las
do una serie de modificaciones en los últimos habas en la dieta corriente. Es obvio, que, dado
años como producto de la “modernización” de este contexto alimenticio, el déficit de proteí-
las pautas de consumo. Ha aumentado, tanto nas de origen animal, así como el de las vita-
entre mestizos como entre indígenas, el consu- minas que se encuentran en las verduras y las
mo de fideos y arroz, y, ha disminuido, por lo legumbres, es muy claro. El consumo de frutas
tanto, el consumo de las harinas locales hechas y legumbres se restringe a los días de fiesta. De
con el maíz, las habas, las arvejas y la cebada. allí, la tentación de considerar a los habitantes
Las papas, sin embargo, siguen constituyendo del mundo rural ecuatoriano como especial-
un elemento importante en la dieta y se siguen mente preocupados por el déficit proteínico y,
comiendo en sus formas más tradicionales, por lo tanto, exacerbar el eventual rol del cuy.
como locro o como colada. Un día de comidas Sin lugar a dudas, creo que he podido de-
“tradicional” en la Sierra suele estar compuesto mostrar que el cuy es importante y que se lo
de un desayuno sobre la base de una colada de come durante todo el año. Podríamos imaginar
trigo, cebada, avena, arvejas, fréjol o papas es- que sumadas a las seis fiestas tradicionales, o
pecialmente en época de cosecha, una comida siete, si incluimos una fiesta de santos, tendría-
caliente cuando se regrese del trabajo, al atar- mos que agregar unas cinco o seis ocasiones
decer, que consiste en un locro de papas, habas más durante un año “normal” de una familia.
y col, si se tiene, y en la noche una colada de Esto implicaría que se consume cuy, al menos
harina de habas con papa. La comida durante la una vez por mes. Si pensamos en la cantidad
jornada de trabajo, si es lejos de la casa, suele pautada tradicional esto no es mucho, y lo es
consistir en habas y papas cocidas con su cás- evidentemente menos para los chicos que, por
cara. Podemos, por lo tanto, concluir diciendo una razón u otra, necesitan más proteínas. El
que estas coladas o sopas se transforman cuan- cuy, como el resto de las carnes que se apre-
370 Eduardo Archetti - Antología esencial

cian en el Ecuador, no constituye una comida en donde es posible ver la articulación de la


cotidiana, y ni siquierea está en condiciones de lógica de lo frío y lo caliente con los mundos
ser la “comida del domingo”. En el capítulo si- de la cocina y la salud. Esto no podría ser de
guiente vamos a ver la existencia de un tipo de otra manera ya que las comidas y la cocina
consumo que no está ligado a la fiesta, a la ce- pertenecen a un ámbito cultural complejo en
lebración de ocasiones importantes en la vida donde la reproducción del cuerpo, en un sen-
familiar y comunitaria, sino al sistema de salud tido más amplio, es el eje determinante, tanto
tradicional. El cuy pasara de ser “comida ritual de las prácticas sociales como de su significa-
y festiva” a “comida curativa”. ción cultural.
En esa dirección, las prácticas culinarias es-
tán acompañadas por reflexiones sobre la sa-
Capítulo V lud ya que, como he señalado, la mayoría de
La carne curativa las civilizaciones con una larga tradición escri-
ta así como muchas sociedades con una rica
Hasta ahora, hemos visto la carne de cuy tradición oral, comparten la creencia de que
desde el ángulo de su transformación como hay ciertas comidas que calientan el cuerpo o
comida que acompaña la “fiesta” y sanciona partes de él, otras que lo enfrían y, finalmente,
todo tipo de evento excepcional en la vida del otras que son neutrales. Esta concepción está
individuo y su comunidad. En este contexto asentada, de un modo general, en los siguientes
cultural, el cuy se presenta, siempre, como principios:
consumo excepcional y altamente estructu-
rado. Las propiedades intrínsecas de la carne 1. El cuerpo humano contiene ciertos “humo-
del cuy, la de ser caliente y con mucho gusto, res”, “cualidades” o “aires” que, en tanto
y su correspondiente valoración simbólica y esencias inmateriales, dominan determina-
social permiten un tipo de cocina con grandes dos procesos fisiológicos.
variaciones y un cierto grado de sofisticación. 2. Estos humores son clásicamente fríos, ca-
La cultura campesina ecuatoriana en sus dos lientes, húmedos y secos. En muchas versio-
vertientes, la mestiza y la indígena, ha inclui- nes los dos últimos humores han caído en
do al cuy en un campo de prácticas culturales desuso o juegan un rol menor.
El mundo social y simbólico del Cuy 371

3. La salud se garantiza mediante el manteni- Es importante retener, por lo tanto, que la


miento de un adecuado balance entre los medicina basada en una teoría de los humo-
humores. res no solo se encuentra en áreas culturales
4. En algunas concepciones particulares deter- tan dispersas como América Latina, Europa
minado tipo de combinaciones están asocia- y Asia sino que, además, ha demostrado ser
das a características de personalidad. muy persistente en el tiempo. Esta continui-
dad como “modelo popular” ha demostrado
5. Elementos externos pueden calentar, en-
ser “eficaz” pese a que los avances científicos
friar, humedecer o secar el cuerpo: el sol,
modernos demuestran que es incompleta e
el calor, naturalmente calientan, así como
imperfecta en tanto representación del cuer-
el agua refresca. La mayoría de las comidas
como las medicinas tienen esas propiedades.
Los efectos suelen variar en grados de pre- dos y las variaciones regionales y locales bastarán algu-
cisión de cultura en cultura. Por otro lado, nos ejemplos. Fuentealba (1985:184) encuentra que el
los estudios empíricos en distintas socieda- camote es caliente, mientras que en los datos de Heras
des indican que hay desacuerdos, algunas et al. (1985:211) es fresco. Con las habas ocurre lo mis-
mo: Fuentealba (1985:185) encuentra que son frescas,
veces fundamentales, entre los informantes Heras (1985:212) menciona la haba tierna como templa-
cuando llega el momento de clasificar de un da y la haba seca como fresca y, finalmente, Balladelli
modo más bien preciso y no intuitivo distin- (1988:456) clasifica las tiernas cocinadas como templa-
tos tipos de comidas y alimentos.56 das, las secas cocinadas como calientes y los distintos
tipos de habas tostadas como especialmente calientes.
Esta última discordancia ilustra también un problema
metodológico en la recolección de datos pues, obvia-
56 Ver especialmente Anderson (1980). Para el Ecua- mente, hay diferente tipos de habas y sus cualidades
dor no hay un estudio sistemático que de cuenta de las pueden variar según el tipo de transformación al que
variaciones existentes en los sistemas de clasificación. han sido sometidas. Al mismo tiempo hablar de una
Fuentealba (1985), Heras et al. (1985) y Balladelli (1988) oposición clara y tajante entre frío y caliente esconde
presentan lista de alimentos clasificados como fríos y la escala verdadera que es posible encontrar cuando,
calientes en distintos lugares de la Sierra ecuatoriana. entre los extremos, algunos alimentos son clasificados
En general, especialmente en relación a las carnes y como templados o frescos, o sea más cercano a lo ca-
a productos centrales como las papas y los diferentes liente o a lo frío. En algunos casos los informantes pue-
tipos de maíz hay acuerdos. Para ilustrar los desacuer- den distinguir entre caliente y muy caliente.
372 Eduardo Archetti - Antología esencial

po y sus procesos fisiológicos. Veamos esto miento práctico que vincula el cuerpo humano
de un modo sucinto. a una manera especial de percibir los elemen-
En primer lugar, su eficacia proviene, indu- tos y procesos naturales: las variaciones de las
dablemente, de su simplicidad clasificatoria y, estaciones y de las jornadas. En sexto lugar,
en muchas culturas, de su precisión.57 En se- de su difusión “democrática” ya que en los me-
gundo lugar, de su amplitud, como en el caso dios urbanos, y no solamente los más popula-
de Bali, donde todas las enfermedades pue- res, este tipo de conocimiento se utiliza de un
den ser clasificadas como calientes o frías. En modo más o menos sistemático y, al lado, del
tercer lugar, de la conexión inmediata entre conocimiento y las prácticas que provienen de
causas, tipo de mal y terapia lo que, sin duda la medicina moderna.
alguna, permite una pronta respuesta a la en- Particularmente creo que todos estos crite-
fermedad. Respuesta que, además, posibilita rios son, también, válidos para el caso ecua-
un tratamiento curativo barato y adecuado al toriano. Sin embargo, es necesario aclarar al-
medio ambiente natural y a la economía cam- gunas ideas con respecto al cuy antes de pre-
pesina. En cuarto lugar, de su capacidad para sentar los resultados empíricos. A esta altura
generar normas ideales de comportamiento a del libro el lector inquieto estará esperando
los efectos de evitar los excesos y, por lo tan- una presentación “completa” en donde habrá
to, generar un sentimiento de responsabilidad espacio para “todas las comidas” que tienen
ya que “tener buena salud, es conservar todo el propiedades terapéuticas. Este no será el caso.
tiempo la temperatura equilibrada del cuerpo”. En esa dirección, es importante recordar que
En quinto lugar, de sus calidades como conoci- en el Ecuador todas las enfermedades no se
reducen a frías o calientes aunque en muchos
casos las terapias alimentacias aconsejen co-
57 Friedberg (1985:142) menciona que en los trata- mida más fría o más caliente. Muñoz Bernand
dos de medicina popular en Bali la clasificación de (1986) ha demostrado, de un modo claro y
plantas medicinales es tan precisa que cada parte de contundente, que, en el Ecuador, las usuales y
la planta puede ser fresca, templada o caliente, y, por
lo tanto, puede ser utilizada de manera diferente. En
aceptadas clasificaciones de enfermedades “de
el Ecuador no hay, según mi conocimiento, clasifica- Dios” y “del campo” no son exhaustivas y que,
ciones tan detalladas. por lo tanto, entre los analistas hay tendencias
El mundo social y simbólico del Cuy 373

hacia la confusión. Siguiendo la perspectiva de lo explicativo en la teoría de los humores y de


Foster, argumenta que habría dos sistemas de los contrarios (frío/calor) . Esto significa que
explicación: uno “personalista”, en donde la los modelos de interpretación son variados y
enfermedad es el resultado de la intervención complejos y que la lógica humoral solo cubre
expresa de un agente (humano, animal, natural una parte restringida de las prácticas cultura-
o sobrenatural) y otro “naturalista”, en donde les vinculadas a la enfermedad.59 Veamos esto
la enfermedad se explica a partir de un modelo con un mayor detalle.
impersonal en donde hay un espacio eviden- Las enfermedades de los “desmandos” son,
te para la utilización de una teoría de los hu- usualmente, resfríos, trastornos menstruales y
mores.58 Sin embargo, su material etnográfico “emociones”. Los enfermos típicos son el “indi-
como el de tantos otros, demuestra que am- viduo genérico, el campesino” (es interesante
bos sistemas coexisten y que el enfermo o sus recordar que las enfermedades “del campo”,
familiares pueden pasar de un sistema a otro
sin una preocupación especial por el manteni- 59 Muñoz Bernand escribe:
miento de fronteras lógicas claras y precisas. “Las diferentes enfermedades reconocidas por los
La clasificación obtenida en Pujilí le permite naturales comparten un mismo aspecto, a pesar de
a Muñoz Bernand (1986: 196-198) ordenar los las diferencias notables en la etiología de cada uno
diferentes sistemas “puros” de interpretación de los males. Se trata de la idea de infracción y de la
culpabilidad que de ella se desprende. La infracción
de las enfermedades: “del campo”, “de Dios”, puede situarse en diferentes niveles. En los desman-
“desmandos” y “enfermedad mala”. De los cua- dos térmicos y emocionales, el enfermo contraviene
tro solo el de “desmandos” reconoce su mode- a una norma individual fisiológica y anatómica. En
las enfermedades “del campo” hay infracción a las re-
glas culturales de la sociedad indígena: ocupación de
58 Ver Muñoz Bernand (1986:190) y Foster (1976). un espacio sacha y por definición, inapto al hombre,
Además, es necesario recordar que Foster ha trabajado profranación de huacas, ruptura del equilibrio entre
sistemáticamente sobre la teoría de los humores y el el cerro y los cultivos. Las enfermedades “de Dios” son
impacto de la lógica de lo frío y lo caliente en la medici- castigos que afectan al indio en sentido genérico... y
na popular (1953 y 1979). Se puede ver también Currier que sancionan una transgresión a una norma a la vez
(1966), Logan (1972 y 1973) y Bougerol (1985). En An- divina -el indio debe vivir pobremente a causa de su
derson (1980) hay una lista bibliográfica que puede ser pecado original- y social -el indio debe someterse al
útil si se intenta explorar esta temática. blanco. ” (1986:194)
374 Eduardo Archetti - Antología esencial

por ejemplo, solo atacan al “indio”, al “natural”). mandarse”. En esta concepción la idea de una
Podemos, por lo tanto, aceptar la “amplitud” de “fuerza” que puede descontrolarse es central.
esta teoría ya que abarca el mundo cultural que La enfermedad, en consecuencia, tiende a libe-
incluye tanto a indígenas como a mestizos, tan- rar esa “fuerza” que está en los humores, en la
to al mundo rural como al mundo urbano. La sangre y en los afectos y emociones.
etiología es clara: se debe a la acción térmica, a Al mismo tiempo, la teoría de lo frío y lo
la ingestión de alimentos contrarios y a los ex- caliente ayuda a conceptualizar los “peligros”
cesos emocionales. Por lo tanto, el estado pato- que existen en el medio ambiente y que, por lo
lógico se debe a la infracción de ciertas normas tanto, hay que evitar. “Desmandarse” no es, so-
anatómicas, fisológicas y psicológicas que ayu- lamente, un acto individual sino que para que
dan a desencadenar un proceso de ruptura del esto ocurra tienen que darse ciertas condicio-
equilibrio orgánico y humoral. El tratamiento nes externas. He aludido ya, en varias ocasio-
de estas enfermedades es el dominio del curan- nes, a la importancia de mantener el equilibrio
dero y, desde luego, del “práctico” o de las per- térmico del cuerpo y al hecho de que cambios
sonas que tienen cierta habilidad o experiencia bruscos tienden a producir malestares genera-
en la familia o en la comunidad. El tratamien- les y, posteriormente, resfríos, bronquitis y en-
to se hace recurriendo al herborio tradicional, fermedades pulmonares. Es importante, enton-
combinando plantas cálidas y frías, a las sobas, ces, puntualizar que en la concepción tradicio-
a las decocciones y a los baños.60 Con toda pro- nal lo peligroso consiste en pasar de un estado
piedad Muñoz Bernand menciona que la ética caliente a uno frío, el hecho de enfriarse es más
nativa de la salud recomienda, en este caso, y perjudicial que el hecho de calentarse. Esto se
a los efectos de prevenir estas enfermedades, vincula a una idea muy general: el cuerpo es
la necesidad de mantener el equilibrio personal más sensible al frío que al calor. Asimismo, se
y, por lo tanto, lo peligroso del hecho de “des- piensa que el efecto del frío es instantáneo en
cambio el efecto del calor tarda en manifestar-
se. Por ello es común en la Sierra, tanto entre
60 Es interesante observar que Muñoz Bernand no
presta especial atención a las prácticas alimenticias
indígenas como entre mestizos, tratar siempre
como formando parte de las prácticas terapéuticas de calentar el cuerpo y evitar enfriarlo cuando
en Pindilig. está caliente. Esto implica que sobre un cuerpo
El mundo social y simbólico del Cuy 375

caliente la acción del frío será decisiva y rápi- Sin embargo, lo central es la relación que exis-
da para restaurar el equilibrio perdido. A la in- te entre el cuerpo, su temperatura y el desa-
versa, sobre un cuerpo frío el efecto del calor rrollo de la jornada. En la mañana el cuerpo se
será mucho más lento en manifestarse y, de esa levanta frío y se utiliza gran parte del día en ca-
manera, se necesita “mucho” calor y un lapso lentarlo. La idea es que cuando el cuerpo se ha
de tiempo mayor para producir el efecto espe- calentado por efecto del trabajo, el sol y las dos
rado. Esta observación nos indica la presencia comidas, el desayuno y el almuerzo, comienza
de una cierta asimetría en la concepción: los a bajar la temperatura del medio ambiente. La
tratamientos y las terapias sobre la base del ca- caída del sol, que es especialmente brusca en
lor, que incluyen las comidas, tardarán en ser el Ecuador, en una suerte de crepúsculo rápi-
evidentes y, por lo tanto, en curar. No hay que do y sorpresivo, coincide con una disminución
olvidar, en este aspecto, que el cuerpo calien- considerable de la temperatura exterior. En
te sometido a más calor produce un estado de este momento el cuerpo esta todavía caliente
vulnerabilidad especial y, en consecuencia, las y, por lo tanto, puede verse afectado por los
amenazas no solo provienen del frío sino de efectos nocivos del frío que se hace más inten-
una exposición mayor al calor. so a medida que la noche avanza. Los peligros
Este razonamiento contiene, de un modo mayores se encuentran entre el crepúsculo y la
claro, un código de comportamiento en el que noche, el momento del día en que los campe-
los efectos térmicos que provienen del exterior sinos evitan exponer su cuerpo a los excesos
pueden y deben evitarse. Hay que cuidarse de y rigores del medio ambiente. Puedo decir, sin
las lluvias, de permanecer mojado o en el agua temor a equivocarme, que esta prevención es
un tiempo excesivo y hay que evitar estar al sol realmente rigurosa y demuestra que el frío es
o exponerse, por un tiempo prolongado, a un el “adversario”, la “fuerza” mayor que hay que
sol fuerte sin tomar los precauciones apropia- temer y, en consecuencia, tratar de prevenir. Es
das. Por otro lado, en la Sierra todo el mundo importante no olvidar que lo paradójico en esta
sabe que el tiempo de las lluvias está asociado concepción es la ubicación del frío como algo
con las enfermedades respiratorias, mientras “excepcional”, fuera de lo “normal”, cuando,
que en la época seca es probable que aparezcan por otro lado, constituye la experiencia cotidia-
“fiebres” y malestares de difícil identificación. na más común en toda la Sierra ecuatoriana.
376 Eduardo Archetti - Antología esencial

Por ello, la prevención ocupa un lugar primor- equilibrio interno del cuerpo. Los “desmandos”
dial en el comportamiento y en las reglas de provienen también del exceso de comidas frías
conducta rurales.61 o calientes y no solo son el producto del im-
Puedo resumir diciendo que la lógica de lo pacto del medio ambiente y de las variaciones
frío y lo caliente pertenece al campo de la teo- de temperatura en una jornada. Una limitación
ría de los humores y es, en el contexto ecua- en muchos estudios empíricos en el Ecuador es
toriano, un referente cultural que se encuentra haber disociado la antropología de la medicina
tanto en el mundo indígena como en el mes- de la antropología de la alimentación y vicever-
tizo. Hay, por lo tanto, un conjunto de enfer- sa. El tratamiento de la enfermedad a partir de
medades con su etiología, su tratamiento y sus una dieta apropiada es común en las diferentes
terapias. En capítulos anteriores hemos visto el formas que asume la terapia popular. En este
impacto de esta lógica en la crianza y el trata- respecto hemos visto anteriormente que el cuy
miento de los cuyes enfermos. Ahora veremos es “caliente” y esto se debe a las propiedades
como la carne del cuy se convierte en “carne intrínsecas de su carne. Ahora prestaré espe-
curativa” a partir de sus propiedades nutritivas cial atención no solo a la relación con deter-
y alimenticias en general. No hay que olvidar minado tipo de enfermedades sino, también, a
que, conjuntamente con la dimensión térmica las recetas y a los modos de prepararlo que se
y los fenómenos naturales, los alimentos, en recomienda especialmente. Mi punto de parti-
tanto fuente de “energía” y “fuerza vital repro- da es que asar, freír o hacer hervir el cuy nos
ductiva”, ayudan a mantener y reestablecer el van a indicar procesos diferentes de “calor”
que estarán asociados a las enfermedades y sus
61 Los hallazgos de Bougerol (1985) para la isla de
terapias de manera diferente. Veamos ahora al-
Guadalupe en el Caribe van, claramente, en esta di- gunos de nuestros hallazgos empíricos.
rección. Si bien no hay resultados sistemáticos para el
mundo urbano en el Ecuador, para quien ha vivido una El consumo del cuy y el ciclo
cierta temporada en Quito no deja de sorprender la pre- reproductivo de la mujer
ocupación especial de los quiteños por los cambios de
temperatura y por el frío como algo “excepcional”. Esto
El mejor modo de comenzar este acápite es
coincide, paralelamente, con una especial “resistencia” con un tabú alimenticio: durante la menstrua-
y tolerancia al frío de las casas. ción la mujer no debe comer carne de cuy ya
El mundo social y simbólico del Cuy 377

que puede producir irritaciones y mayor pérdi- carne más caliente, se compensa con una dieta
da de sangre. La menstruación no se concibe en donde alimentos frescos también se consu-
como un período de “debilidad”, de “pérdida men diariamente. En esa dirección, justo en el
de fuerzas”, sino más bien como un proceso período antes del parto se aconseja interrumpir
de “renovación”, de “limpieza corporal” que el consumo de carne de cuy. Sin embargo, par-
no debe ser interrumpido o acelerado. Algu- ticularmente en las comunidades indígenas, se
nas informantes señalaban que lo aconsejable cree que el consumo del estiércol del cuy, en
es comer cuy una vez que la menstruación ha cantidades ínfimas, mezclado con huevo y agua
pasado, y esto “por las dudas”, para compensar ayuda a la parturienta en dificultades. Otro “re-
pérdidas excesivas que, por otro lado, son difí- medio mágico” consiste en arrancar lana de la
ciles de controlar. No hay constancia clara que parte trasera de una cuya, tostarla en una lata
este consejo se convirtiera en práctica común o en cualquier otro recipiente, y luega hacerla
en las comunidades estudiadas. hervir. La infusión que se consigue ayuda a dar
Por el contrario, cuando la menstruación a luz sin problemas.
se interrumpe y la mujer queda embarazada Luego del parto, el primer alimento que se
lo ideal es comer “seguido” locro o caldo de recomienda ofrecer a la madre en las comunida-
cuy. La idea es que este plato ayuda a contener des indígenas es un caldo espeso de cuy. Incluso
los vómitos de los primeros meses y además en Chismaute Telán se aconseja, especialmente,
da “energía”, “mucha energía”, a la madre y al hacer este primer locro con toda la “sangrecita
feto. Una de las preocupaciones permanentes del cuy” porque así el plato es más fuerte. Aquí
de nuestras informantes es que no se “pierda la intención es muy clara ya que lo que está en
fuerza” y “dar fuerza” durante el proceso de ges- juego es la reposición de las energías que se per-
tación. Se aconseja, de un modo muy especial, dieron. Incluso se puede esperar dos o tres días
que el cuy hecho en caldo tenga un año de edad, antes de darles un caldo bien caliente de galli-
es decir cuando está bien “maduro” y es más na. Durante ese período se seguirá dando caldo
“cálido”. El embarazo es, evidentemente, un pe- de cuy a la madre. Esta práctica cultural no es
ríodo crucial en el ciclo reproductivo y por ello definida como “ideal” entre muchas de nuestras
es importante mantener el equilibrio energéti- informantes mestizas. Ellas aconsejan comen-
co y las “fuerzas” del cuerpo. Comer el cuy, la zar con caldo de carnes frescas, como la gallina
378 Eduardo Archetti - Antología esencial

y si se tiene de conejo, seguir con carne de res El concepto de “sobreparto” alude a una serie
y terminar con un locro de cuy. Aquí la lógica de complicaciones como la vaginitis, cervicitis
de una “digestión fácil” para evitar las “irritacio- o salpingintis que son propias del puerperio.
nes estomacales” se considera más importante Muñoz Bernand (1986: 196-198)) clasifica las
que una rápida reposición de fuerzas perdidas distintas formas de sobreparto como enferme-
durante el trabajo de parto. En Chirinche, por dades “de Dios” o sea “microbiosas” y que, por
ejemplo, encontramos un modelo bien preciso lo tanto, pueden ser tratadas por la medicina
que se presenta como una “serialización de lo- moderna. La idea eje es que el cuerpo de la par-
cros”: se comienza con un locro fresco de ga- turienta está todavía “tierno”, no repuesto del
llina, se sigue con un locro menos fresco pero todo y está, por lo tanto, expuesto a enferme-
lejos todavía de lo caliente, como un locro de dades y a “recaídas”. Pueden aparecer “fiebres”
conejo, se continua con un locro más caliente junto con infecciones vaginales, pérdidas de
con carne de oveja, luego se pasa a la carne de sangre, dolores, lo que, en algunos casos, impli-
res o de cerdo, y el ciclo termina con un buen ca que “pueden volverse como locas”. Cuando
caldo de cuy. Como vemos se trata de una serie estos casos aparecen lo que se recomienda de
semanal que se aconseja repetir durante un mes manera inmediata es un caldo de cuy común o
y si es posible extenderlo por otros dos meses. reforzado con leche, huevos y médula de res
La concepción es que después de “tanto esfuer- como en Palmira Dávalos. Se recomienda se-
zo” la reposición del equilibrio perdido no debe guir esta dieta, por lo menos, tres veces segui-
hacerse bruscamente ya que esto puede provo- das. Es posible, dados estos temores, entender
car toda una serie de trastornos en un organis- la importancia de mantener por un lapso más
mo debilitado. El pasaje de lo frío a lo caliente bien largo la dieta que hemos presentado an-
hay que hacerlo pausadamente y la dieta sema- teriormente. La “dieta de los caldos”, sin lugar
nal de locros permite lograr ese objetivo. a dudas, aparece en la conciencia de nuestras
En el período del “sobreparto” la mujer pue- informantes como una dieta eficaz ya que es
de continuar, luego de las dos primeras sema- eminentemente preventiva.
nas, con sus tareas domésticas y con sus labo- Es importante concluir con una reflexión so-
res culturales en el campo, ayudando y partici- bre la “debilidad” de la mujer en general. Hasta
pando activamente en la siembra o el deshierbe. ahora he desarrollado el tema de la pérdida de
El mundo social y simbólico del Cuy 379

fuerzas en una situación como la del embara- o caldo de cuy es primordial. También se reco-
zo y el parto en donde esto realmente ocurre. mienda hacer este plato sin sacar la sangre del
Creo, sin embargo, que también hay subyacen- animal y sin lavarlo internamente a los efectos
te la idea de que la mujer está más expuesta de transferir más energía. Se suele, asimismo,
que el hombre al frío y, en consecuencia, a las recomendar comer estofados de cuy.
enfermedades que provienen de la pérdida del Hemos visto ya, infinidad de veces, que la
equilibrio orgánico a causa del frío. Por ello, la carne del cuy es caliente y que, en consecuen-
mujer que se recupera de un parto normal, para cia, tiene la propiedad de transmitir calor al
no pensar en los partos con complicaciones en que la consume. Los excesos alimenticios, en la
donde ha habido una pérdida excesiva de san- lógica de los humores y del frío/caliente, es lo
gre, está más expuesta a las enfermedades. Por que hay que evitar. De allí que el cuy asado, por
ello, no es de extrañar que se tomen especiales ejemplo, se lo sirve siempre con papas que son
cuidados para evitar que la mujer consuma co- siempre frescas. El cuy frito es aún más calien-
midas frías. En esa dirección, el consumo del te ya que el aceite o la grasa transmiten más ca-
cuy garantiza un balance adecuado. lor. Los locros o caldos y los estofados se hacen
Siguiendo con esta lógica, la idea de la pre- hervidos y, por lo tanto, son menos calientes,
vención está en la lógica de la alimentación pos- menos pesados, que los otros platos. Además
tparto ya que es un período crucial para la ma- no se sirven con las salsas más bien suculen-
dre y su hijo a causa de la lactancia. Mantener tas y grasosas que he presentado en el capítulo
una dieta regular y equilibrada es muy impor- anterior. Aquí hay una teoría subyacente que
tante. Siempre se considera que el caldo de cuy implica que cuando más se exponen los alimen-
ayuda a alimentar a la madre para que produzca tos al contacto con el agua se vuelven menos
mucha leche. Sobre esto hay común acuerdo, calientes. Nuestras informantes, confrontadas
tanto en las comunidades mestizas como en las con este problema, afirman que cuanto más se
indígenas: para conseguir más leche hay que co- hace hervir una comida más fresca se pone. Sin
mer, primordialmente, comidas calientes. embargo, los caldos se comen calientes o sea
Finalmente, cuando se cierra el ciclo repro- que nunca son “fríos”. En una escala de lo más
ductivo con la menopausia otra vez volvemos a caliente a lo más frío, obviamente, hervir las
encontrar una dieta de locros en donde el locro comidas es menos caliente que hacerlas fritas
380 Eduardo Archetti - Antología esencial

o asadas. Por ello, en un contexto en donde se La carne del cuy y las enfermedades
busca transmitir energía, calor, pero también en general
se cuida la buena digestión, a los efectos de no Para todas las enfermedades que vamos a
provocar diarreas o pesadez estomacal, los cal- presentar siempre se recomienda tomar el cal-
dos, los locros y las sopas en general constitu- do de cuy. De esa manera, el cuy forma parte
yen no solo el alimento campesino “democráti- de la terapia pero no agota las distintas formas
co” ideal sino que también cumplen funciones de tratamiento que van desde la ingestión de
terapéuticas nada desdeñables.62 Esto aparece hierbas hasta el consumo de medicamentos
claramente en la relación estrecha entre el cal- comprados en la farmacia del pueblo. Mi inten-
do de cuy y el ciclo reproductivo de la mujer to aquí no es el de presentar en forma detallada
que acabo de presentar. El caldo o locro de cuy estas terapias así como los agentes que parti-
va a ser la “carne curativa” ideal también en la cipan en ellas: mi objetivo principal es, sim-
próxima sección. plemente, identificar el rol del cuy como carne
con propiedades curativas.
En la introducción al capítulo vimos como
62 Sin lugar a dudas, las sopas constituyen el cora- la teoría de los humores está relacionada con
zón de la cocina ecuatoriana serrana. La variedad de
recetas y combinaciones de legumbres, carnes y hor-
las enfermedades que tienen su origen en los
talizas es, realmente, de una gran riqueza. Una sopa desmandos, en los excesos, en la falta de pre-
(o locro o colada) es, en sí, una comida. La fanesca cauciones frente a fenómenos naturales. No
que se come en Semana Santa es la mejor ilustración es de extrañar, entonces, que para todos los
de este argumento. Aquí se combinan habas tiernas, resfríos en general y los malestares que los
choclos tiernos, fréjol tierno, arvejas, zapallo, sam-
bo, col, cebolla, arroz, ajos y maní con pescado seco acompañan , fiebres, debilidad generalizada,
(bacalao noruego o tipo noruego, preferentemente) sudores y posterior resecamiento, uno de los
en una explosión de gustos exquisitos, sabores deli- mejores remedios, por su eficacia inmediata,
cados y colores. Sobre la importancia de las sopas en ya que se puede “sudar las fiebres” al mismo
la dieta campesina serrana Sánchez Parga (1985:261)
tiempo que se ingiere una buena cantidad de
observa que esta aparece como una “matriz” a partir
de la que se regula no solo los alimentos que se con- líquido muy caliente, es el caldo de cuy. Aquí
sumen sino también ayuda a establecer jerarquías de a la lógica del enfriamiento, producida tanto
“valor-gusto”. por las variaciones de temperatura como por
El mundo social y simbólico del Cuy 381

los vientos gélidos de la Sierra, causas de casi rios, la creencia que cuando hay heridas pro-
todos los resfríos, las infecciones de garganta fundas que tardan en cicatrizar no debe comer-
y muchas de las enfermedades pulmonares, se se carne de cuy. Aquí la lógica es que frente a
le opone, simplemente, la lógica de lo caliente. los riesgo de infección se produce un aumento
En ese sentido, al lado del cuy otras carnes son de la temperatura de la piel y, en consecuencia,
también recomendables, como la del chancho el cuerpo reacciona contra todo lo que tiende
o la de res, así como distinto tipo de hierbas a “irritarlo”. Las comidas calientes, entre ellas
que se utilizan para hacer tisanas. Entre las el cuy, son consideradas, en estas ocasiones,
hierbas Estrella (1978:78), por ejemplo, men- como especialmente irritativas y, en conse-
ciona el tipu, el maticu, la borraja y la malva cuencia, altamente contraproducentes en el
de olor. También el alcohol, especialmente la tratamiento de las heridas.
chicha mezclada con trago puro, limón y sal es De un modo muy difuso muchas informan-
muy común verla recomendada y utilizada. tes mencionan la funcionalidad del caldo de
En esta lógica el cuy no debe comerse cuan- cuy cuando se está aquejado de continuos
do el enfermo está afectado por enfermedades y agudos dolores de cabeza. Sobre esto, sin
que tiene su origen en un calor excesivo que embargo, hay bastante desacuerdo ya que el
va de afuera del cuerpo hacia adentro. Entre dolor de cabeza en sí no es una enfermedad
estas enfermedades están el paludismo y la que debe ser tratada. Los tratamientos solo
fiebre amarilla. También la tisis o tuberculcsis, comienzan si al lado de la neuralgia aparecen,
que, por lo general se reconoce como una en- concomitantemente, otros síntomas como, por
fermedad producida tanto por microbios como ejemplo, vómitos o diarreas. En las comunida-
por la dureza de la vida y la pobreza, puede tra- des indígenas, especialmente, se piensa que el
tarse con reposo, mucho abrigo y alimentación caldo de cuy detiene los vómitos e incluso los
bien fortificante como el caldo de cuy (Estrella, mareos de tal modo que se aconseja tomar una
1978:165). Es importante retener que todas es- buena taza de líquido antes de emprender un
tas enfermedades son definidas como enferme- viaje en bus o camión. Lo mismo ocurre con
dades “de Dios”. las diarreas infantiles aunque aquí hay también
Siguiendo nuestro ejercicio empírico, existe, desacuerdo: por un lado, se afirma la necesi-
también, en el campo de la lógica de los contra- dad de ingerir líquidos para que el cuerpo no
382 Eduardo Archetti - Antología esencial

se seque y, por otro lado, se piense que se co- común en estas dos lógicas es la necesidad de
rre el riesgo de que el caldo de cuy irrite el es- producir y restaurar un balance enérgetico ya
tómago por su calidez. Recogimos, asimismo, que la enfermedad ha desencadenado procesos
una variante en donde lo que se produce luego fisiológicos que necesitan ser controlados. Es
de una cocción muy prolongada no es un caldo necesario recordar, asimismo, que, en todos
normal sino una suerte de gelatina de carne de los casos, el cuy como comida terapéutica es
cuy mezclada con un par de papas que se da solo una parte del tratamiento global que sue-
al niño enfermo de diarrea. Aquí, claramente, le incluir hierbas de todo tipo, medicinas mo-
aparecen de un modo explícito los dos momen- dernas, reposo y aislamiento físico. No siendo
tos: ese plato cura y, al mismo tiempo alimen- nuestro objetivo escribir un tratado de antro-
ta. Lógicamente, encontramos el caldo de cuy pología médica la presentación sistemática de
en casi todos los casos de “anemia”, de “falta las terapias ha sido evitada.
de sangre”, sobre todo luego de hemorragias Antes de entrar en el análisis de las enfer-
producto de heridas o, en las mujeres, luego medades “del campo”, lo que implica dejar la
del parto. Acero Coral (1985:32) menciona dos comida para instalarnos en el mundo de las
variantes de caldo: para los adultos la receta “limpias” y “sobadas”, quisiera mencionar el
normal y para los niños hacer el cuy ahogado caso de los “chuchaquis” o trastornos produ-
en leche de vaca. cidos por una ingerencia excesiva de alcohol.
Hemos visto hasta ahora que el caldo de cuy, La terapia popular rural incluye al cuy como la
con sus variantes mínimas, es una de las comi- comida ideal para poner el organismo otra vez
das que entra, de un modo central, en casi todas en funcionamiento luego de una noche de juer-
las terapias de las enfermedades de desman- gas, embriaguez y vómitos. Aquí, sin embargo,
dos. Esto ilustra, claramente, la importancia al lado del caldo tradicional se incluye el cuy
de vincular esta terapia alimenticia a la lógica asado con su tradicional salsa de maní. Esta
más general de los humores como he anticipa- segunda forma es la preferida ya que, al mismo
do en la introducción de este capítulo. Sin em- tiempo, se reconocen sus propiedades terapéu-
bargo, también hemos visto que, en el caso de ticas y se considera como un broche feliz del
algunas enfermedades “de Dios”, el cuy entra festejo del día anterior. No hay que olvidar que
como carne curativa. Por lo tanto, el elemento en la Sierra el cuy asado es el “plato rey”.
El mundo social y simbólico del Cuy 383

El cuerpo del cuy: las enfermedades tu” al mismo tiempo. El cuy es, entonces, un
“de campo” y las “sobadas” instrumento de investigación que, en manos de
Las enfermedades “de campo” se oponen a las un experto, posibilita el acceso a un diagnós-
enfermedades “de Dios”, como hemos visto tico prematuro de la enfermedad. Esta lógica
anteriormente, en una dimensión de cáracter se basa en la idea de que existe cierta mimesis
social que es central: solo atacan a los indíge- entre el enfermo y el animal, ya que éste tie-
nas. Las enfermedades “de Dios” son modernas ne un conjunto de “bondades” que permiten la
y tienen su origen en los “microbios” y, en con- transferencia de los síntomas. Antes de entrar
secuencia, atacan a todo el mundo. Esto tiene en el análisis de las enfermedades veamos, de
implicaciones secundarias importantes ya que un modo muy general, una “sobada”.63
el cuy como comida terapéutica es utilizada Los “sobadores” pueden ser tanto hombres
tanto por indígenas como por mestizos, tanto como mujeres y pueden tener desde una clien-
en el mundo rural como en el mundo urbano. tela restringida a su familia, parientes y miem-
Esta “cocina terapéutica”, si se me permite la bros de la comunidad, hasta pacientes que vie-
metáfora, es solamente una parte restringida del nen atraidos desde lejos por el prestigio que los
conocimiento y de las prácticas culturales en el rodea. El prestigio está íntimamente relaciona-
vastísimo campo de la medicina popular ecuato- do a la experiencia y a los años de práctica. El
riana. Por el contrario, las “limpiadas”, “limpias” precio de la “sobada” varía, desde luego, según
o “sobadas”, “sobas” de cuy siguen siendo muy el prestigio. Por lo general, se prefiere hacer la
actuales para los indígenas y solo en ocasiones “soba” con un “sobador” experimentado que no
excepcionales para los mestizos. Veamos esto es miembro de la familia del enfermo. Aguiló
más de cerca. (1987:172) observa que la creencia es que el
El cuy como comida permite vincular las éxito de la cura depende del pago al “sobador”
propiedades de su carne a la lógica de los hu- de un precio estipulado con anterioridad. La
mores. En la “sobada” se utiliza todo el cuerpo “soba” es preferible realizarla en la casa del pa-
del animal, vivo al comienzo de la ceremonia,
como instrumento para poder leer las enferme- 63 La descripción que hace Barahona (1982) de la “so-
dades que aquejan a un determinado paciente. bada” sigue teniendo una gran validez pese a su cárac-
El cuy no es solo carne, sino carne y “espíri- ter muy general.
384 Eduardo Archetti - Antología esencial

ciente pero, también, puede hacerse en la casa El tamaño del cuy aparece, algunas veces, aso-
del “sobador”. Hay acuerdo general en consi- ciado a la edad del paciente; cuando se trata a
derar martes o viernes los días ideales para su niños se prefieren los cuyes más chicos y para
realización. Estos días son considerados como los adultos los cuyes más grandes. También el
especialmente auspiciosos. Durante esos días sexo del cuy puede merecer alguna atención ya
se piensa que el “sobador” recibirá ayuda “fuer- que algunos de nuestros informantes insisten
te” de los santos y vírgenes pero, también, de en que una mujer debe ser “sobada” por una
los cerros. cuya hembra y un hombre por un cuy macho.
Las prácticas de la “soba” difieren en algu- En algunos casos se menciona que el sexo del
nos puntos que, sin embargo, pueden parecer cuy debe ser diferente al del paciente cuando
sin mayor importancia. Veamos algunos de se trata de cuyes maltones. El cuy del mismo
ellos a título de ejemplos. En primer lugar, no sexo es recomendable cuando el animal no
hay acuerdo sobre el tamaño, sexo, edad y co- pasa del mes. De todos modos, estos pequeños
lor del cuy que se utiliza. Algunos informantes desacuerdos esconden un alto grado de con-
mencionan que lo recomendable son cuyes senso en relación al origen del cuy: el cuy debe
pequeños, entre tres semanas y un mes, y de venir de la casa del enfermo. La proximidad, la
varios colores. Cuando se mencionan los colo- cercanía, otra vez, la mímesis, garantiza que el
res en algunos casos se establece un límites de “sobador” podrá llevar a cabo su tarea con ma-
tres colores y en otros se menciona solo dos. yor seguridad y eficiencia. En los casos en que
Otros mencionaron cuyes de un solo color, pre- el paciente se traslada a la casa del “sobador”
ferentemente negros, y más bien grandes. En se aconseja llevar el cuy con el que será frotado
este caso, se dice que los negros “chupan” la su cuerpo. Solo en casos extremos el “sobador”
enfermedad mejor. Aguiló (1987:171- 172), sin puede proveer de su propio plantel un animal
embargo, menciona explícitamente que en la o, en casos extremos, se lo compra en la feria o
zona de Chimborazo los cuyes preferidos son a vecinos. En segundo lugar, hay desacuerdos
los “maltones”, ni muy jóvenes ni muy viejos, sobre la hora conveniente de la “sobada”. Por
con la piel bien blanca. Aparentemente, el color lo general, la “sobada” se lleva a cabo durante
blanco permite una mejor “lectura” de las enfer- el día ya que el examen de los órganos del cuy
medades que tienen manifestaciones externas. es mejor hacerlo con luz apropiada. Para otros,
El mundo social y simbólico del Cuy 385

especialmente nuestros informantes en Palmi- muera. La técnica de frotación varía, algunos


ra Dávalos y Chismaute Telán, la mejor hora es “sobadores” la prefieren circular y otros verti-
la hora del crepúsculo, a las seis de la tarde, cal, algunos frotan “duro” desde un comienzo
justo cuando el sol se pone a pique en la Sierra. y otros solo al final, cuando el cuy no se queja.
Algunos informantes, asimismo, dijeron que El “sobador” se deja guiar por el enfermo quién
cuando el enfermo está muy “desmejorado” o le indica, con la mayor precisión posible, si su
se supone que tiene el “cuychi” es preferible estado lo permite, las partes del cuerpo más
hacer la limpiada a medianoche. En casos gra- doloridas. En esas partes el “sobador” ha de de-
ves, la “sobada” puede repetirse o, mejor dicho, tenerse por unos segundos más a la búsqueda
debe repetirse algunas veces y, en estos casos, del mayor contacto posible entre la zona más
suele ser aconsejable cambiar de hora. Sobre afectada y el cuy. El paciente puede estar con
la hora me parece, claramente, que tanto los fa- ropa o desnudo pero siempre se prefiere poner
miliares del paciente como el “sobador” están en contacto directo el cuerpo del cuy con las
siempre a la búsqueda de la hora propicia y no partes atacadas por el “mal”. La “sobada” siem-
solamente del momento del día en donde hay pre se acompaña con tabaco y alcohol. El “so-
más luz y mejor visibilidad. Finalmente, todos bador” fuma y toma y, luego, sopla, permanen-
estos desacuerdos ilustran estrategias y prácti- temente, sobre el cuerpo del enfermo el humo
cas en donde lo que se busca es, obviamente, del cigarrillo y los vahos del alcohol. Se supone
una mayor certidumbre en el proceso de diag- que el tabaco y el alcohol ayudan a que la enfer-
nóstico. El “sobador” que ha acumulado toda medad “salga” y “vaya al cuy”. Este proceso ha
esta experiencia decide qué pasos seguir según comenzado, en muchos casos, antes de la cere-
sea la edad del paciente y el tipo de enferme- monia ya que el “sobador” discute la enferme-
dad por la que se le consulta. dad con los parientes y el enfermo averiguando
En la “sobada” suelen estar siempre presente el origen de los síntomas, su duración, las ve-
uno o varios familiares muy cercanos del enfer- ces que ha estado afectado y los pasos que se
mo, obligatoriamente en el caso de los niños. han dado para curarlo. Durante esas charlas el
La “sobada” es una ceremonia de diagnóstico “sobador” comienza a fumar y a beber con cier-
que consiste simplemente en frotar el cuerpo ta profusión. Cuando esto ocurre en la choza
del enfermo con el cuy vivo hasta que el animal y no afuera, obviamente, en el momento de la
386 Eduardo Archetti - Antología esencial

“sobada”, la pieza estará impregnada del humo Cuando el cuy muere por asfixia se da por
y el olor a aguardiente. Algunos “sobadores” terminada la frotación. Nuestra impresión es
acompañan la frotación del cuy con un manojo que el experto regula el tiempo que tarda en
de hierbas entre las que se pueden encontrar morir el animal. Por lo general, este proceso
la ruda, la Santa María, la malva, el marco y el dura entre quince minutos y una media hora
romero. También encontramos que en el mo- larga. Obviamente, al comienzo el animal se
mento de efectuar la limpia algunos expertos queja y emite gruñidos pero esto no dura sino
prefieren permanecer en la pieza acompañados unos pocos minutos. Luego de muerto comien-
solamente con un pariente o con la persona en- za la operación de diagnóstico. El cuy se abre,
cargada de cuidar al enfermo. En el momento con las uñas generalmente, por la mitad, y, lue-
de la frotación el “sobador” se ayuda rezando
continuamente, pidiendo la ayuda de Dios, y,
eventualmente, de santos y vírgenes.64 “En el cuy así mismo se limpia el cuerpo, ‘tonces se
le ve instantáneamente. Ahí sale toda la enfermedad:
si es de mal de calle, si es algún espanto, si tiene en-
fermedad de fiebres. Por ejemplo rato que yo le limpio
64 Balladelli transcribe el testimonio de un “curandero” a un enfermo mayor, jóvenes o niños, ahí si yo que
de Pesillo sobre la “sobada”: estoy abriendo el cuy, se le ve toda la enfermedad. por
“‘Tonces cómo se dice, por ejemplo, primeramente se eso yo le digo cualquier doctor que viniera a ver, es-
limpia con el cuy. Francamente ‘tonces, por ejemplo, cuchar en el cuye. A ver si intiende. Ya ve. En radio-
por ejemplo, cogiera un cuy, en su cuerpo se limpia grafía, en estudio, sí intiende pero, en el cuy no in-
con cuye. Yo para limpiar le dijera “Padre, Hijo, Es- tiende... por ejemplo mío es el cuy, yo entiendo vuelta
píritu Santo, nombre del Padre, Hijo, Espíritu Santo. en cuy. Es intactito si tiene espanto, si tiene cólera, si
En nombre de Padre”. Clarito, entonces sigue lim- tiene ataques al cerebro, si tiene ataques al corazón,
piando con el cuye. ‘Tonces “Jesús, Jesús, Jesús, estás todo, todo, todo: ahí está! Con el cuy sale más justo,
limpiando, to no. Todos somos hermanos, Jesús estás más que en la vela, más que en la vela. En la vela claro
limpiando”. Esa palabra es mía: Jesús, estás limpian- que se ve, sí se ve, sí se ve algo, pero no como en cuy.
do, estás curando, tus hijos quiénes somos. Cura la en- Porque en cuy sale como estar viendo el cuerpo di uno,
fermedad de tus próximos, de tus hijos. ” (1988:236). como abierto. Eso es!” (1988:237)
Este texto ilustra, de un modo cristalino, la relación Es necesario recordar que muchas veces la “sobada”
que existe entre el experto, el cuy como instrumento y con el cuy se complementa con la “limpia” con la vela
la ayuda divina. Este testimonio continua de la siguien- y/o con el huevo. Muchos “sobadores” solicitan, llegado
te manera: el caso, examinar la orina del enfermo.
El mundo social y simbólico del Cuy 387

go de extraer los intestinos, se procede a un ya que el “sobador” confirma o no una intuición


examen cuidadoso de sus órganos a los efectos presente en la mente de los parientes y alguno
de identificar el mal que aqueja al enfermo. Es de los pacientes.
importante señalar que el “sobador” lee, ve y Este razonamiento nos lleva directamente
observa determinadas señales, algunas de ellas al tema central: ¿ qué tipo de enfermedades
ambiguas. Por lo tanto, el animal no es sino un se someten a la “sobada” ? Aguiló (1987:172)
medio instrumental, una “ayuda” en el proceso menciona especialmente los casos del mal
de interpretación y diagnóstico. No debemos provocado por el “huayra” (el mal aire) como
olvidar que el “sobador” tiene, además, un con- los que desencadenan el proceso de consulta
junto de datos que le fueron provistos, en mu- al “soba- dor”. Muñoz Bernand (1986:196-198)
chos casos, tanto por el enfermo mismo como explícitamente pone a las “limpiadas” como
por sus parientes. El cuy, en consecuencia, po- una parte sustancial del tratamiento cuando se
sibilita “objetivar” un conjunto de hipótesis que trata de enfermedades “del campo” y también
el experto se ha hecho de antemano. De allí que de “enfermedad mala”, es decir cuando hay
se hable de la “sobada” como de una suerte de sospechas evidentes que ha habido brujeos o
“radiografía primitiva”. Sin embargo, tampoco malhechos. Barahona (1982:146) da una lista
debemos olvidar que al “sobador” se lo consul- en la que se incluyen tanto las enfermedades
ta solo para determinado tipo de enfermeda- “del campo”, las originadas en brujeos y, tam-
des. De esa manera, la codificación del tipo de bién, algunas enfermedades “de Dios” como el
enfermedad ha sido hecha, en primer lugar, por sarampión y la gripe. Acero Coral (1985:16-24)
los familiares del paciente y el paciente mismo. también menciona el “huairashca” (mal aire
De lo que se trata es de hacer coincidir esta o mal herido). Estrella (1978) al distinguir las
primera interpretación con la “voz”, llena de enfermedades “de Dios” de las “del campo”
autoridad, del experto. El proceso social que solo introduce la “limpieza con el cuy” como
se desencadena pone en juego un conjunto de formando parte del proceso de diagnóstico en
conocimientos y prácticas que pertenecen al las últimas: en el “espanto” o “susto” o “huas-
mismo campo de significaciones y codificacio- hashungo”; en el “mal viento” o “mal aire” o
nes culturales. Esto posibilita, en la medida de “huayrashca”; en el “mal blanco” o “mal de ca-
lo posible, una yuxtaposición de diagnósticos ballo” o “brujeado”; y, finalmente, en el mal del
388 Eduardo Archetti - Antología esencial

“arco iris” o “mal del cuichi” o “cuichig-unguy”. aunque todavía se sigue pensando en los efec-
Balladelli (1988:231-237) menciona distintos tos mágicos de ciertos fenómenos sobrenatura-
tipos de síntomas que aluden tanto a enferme- les y el conocimiento y tratamiento con hierbas
dades “del campo” como a las enfermedades medicinales está muy vivo. Lo mismo podemos
“de Dios”. Sin embargo, la “limpiada” de cuy decir del impacto de la religión evangélica en
aparece como especialmente importante en Palmira Dávalos. Uno de nuestros informantes,
el diagnóstico del “mal viento”, del “espanto”, de manera contundente, expresó este cambio
del “mal de calle”, enfermedades “del campo” al decir: “en la actualidad ya hay doctores, hay
por excelencia, pero, además, en el “colerín” enfermeras, se va al hospital y basta”.
o sea una enfermedad “de Dios” producto del En las comunidades indígenas en donde
desequilibrio emocional. McKee (1988:222- la “sobada” está vigente y existe la oferta de
223) encontró la “limpieza” con el cuy cuando “sobadores” a nivel local o regional encontra-
se piensa que los niños con diarrea sufren del mos un claro predominio de las enfermedades
“mal aire”. Aguirre Palma (1987:85) vincula el “del campo” en el caso de las “limpiadas”. Si
“mal viento” a enfermedades como la pulmo- bien en Chismaute Telán ya no quedan “cu-
nía, la tuberculosis, el espanto, los dolores de randeros” (“jambic runas”) es costumbre con-
cabeza y los vómitos, que pueden curarse por sultarlos el día de feria en Guamote. Según
la limpia con el cuy. nuestros informantes ese día hay, al menos,
Nuestros hallazgos confirman estas tenden- ocho “curanderos”, muchos de los cuales asis-
cias: el predominio de la “sobada” se da cuan- ten regularmente a su clientela y algunos de
do los familiares del paciente o el paciente ellos saben “hacer la limpiada” para encontrar
mismo piensan que ha sido atacado por una el mal. Muñoz Bernand preguntándose por las
enfermedad “del campo”. Al mismo tiempo, es características comunes de las enfermedades
patente la decadencia de esta práctica en las “de campo” escribe:
comunidades mestizas. La “sobada”, así como
las enfermedades “del campo”, son vistas como “generalmente se dice que éstas resultan del mal
residuos de “primitivismo” y de “atraso”. El aire, pero este término aparece también en otros
mundo conceptual de los mestizos está, de al- contextos... el aire de las enfermedades “del cam-
gún modo, enraizado en la medicina “moderna” po” no es el viento frío de los desmandos, sino
El mundo social y simbólico del Cuy 389

que corresponde más bien a un vapor o a una ataques producen dolores musculares gene-
emanación imperceptible, de ahí el peligro que ralizados, una gran depresión y pasividad y la
representan... esta idea generalizada de emana- aparición de pústulas y tumores. Cuando ataca
ciones perniciosas no está desvinculada de la a las mujeres puede embarazarlas o, en el caso
experiencia concreta, puesto que ciertos sínto-
de que se trate de mujeres jóvenes ya embara-
mas precisos atribuidos a los “antinomios” como
zadas, los hijos pueden nacer muertos o con
la disminución de la vista, los temblores y las
erupciones cutáneas, están efectivamente rela- terribles deformaciones. La “sobada” permite
cionadas con vapores mefíticos y minerales... los un diagnóstico certero y su prontitud puede
antinomios son vahos, vapores o emanaciones, impedir que el mal se desarrolle. Para mucha
pero no sólo en el sentido estricto de aires que se gente este “mal” es muy grave y de cáracter
respiran sino también en un sentido metafórico mortal. Para algunos de nuestros informantes
que engloba a la vez relumbros y ruidos, fulgores el “cuichig” es como una fuerza “espiritual” y
y fragores. ” (1986: 138-139) sexual que se siente especialmente atraída por
las mujeres jóvenes que usan ropas de colores
Por lo tanto, fenómenos naturales como el intensos. Ante la hipótesis de su ataque, el “so-
“arco iris” o “cuichig” o el “mal aire” o “hua- bador” tratará de encontrar en el lomo del cuy
yrashca” pertenecen a esta mundo conceptual un reflejo “como de agua en el aceite” en tanto
y son especialmente mencionadas por nues- indicador del ataque del “arco iris”. Esto debe
tros informantes. El “arco iris” aparece no solo efectuarse antes de comenzar la frotación.
como un fenómeno concreto sino que, a la vez, Cuando hay sospechas claras la mejor hora
tiene la propiedad de estar “escondido” en de- para llevar a cabo la ceremonia es a mediano-
terminadas zonas de los cerros, en las aguas che. Otro indicador importante es que el cuy
estancadas o en determinadas quebradas que tarda en morir pese a que se lo frota con mu-
siempre hay que evitar. También algunos infor- cha intensidad. Como se trata de una enferme-
mantes mencionaron explícitamente la impor- dad difusa que ataca a los nervios, el “sobador”
tancia de evitar pasar por esos lugares a deter- tratará de observar, con el mayor cuidado po-
minadas horas del día, como, por ejemplo, al sible, todos los órganos del animal a los efec-
alba, al mediodía, al crepúsculo o a mediano- tos de encontrar los que han sido afectados.
che, es decir a las seis o a las doce horas. Los Se presta especial atención a su tamaño, al
390 Eduardo Archetti - Antología esencial

color y a la presencia de sangre. Finalmente, con los cerros o las quebradas en general, sino,
la presencia de “bolas” amarillentas en el cue- de un modo muy concreto, con vientos fuertes
llo es también un signo claro del ataque del y súbitos, con tormentas y huracanes. Aguiló
“cuichig”. Es importante señalar que cuando ha observado que en Chimborazo se atribuye
se ha hecho el diagnóstico comienza el proce- al “huayra” todas las características del ser vi-
so de cura que incluye hierbas medicinales y viente y autónomo. Escribe:
limpieza de las pústulas. Asimismo, y no hay
que olvidarlo, la “sobada” es una “limpia”, una “Sin aparecer claramente como un antítesis de la
suerte de proceso de purificación corporal, Pacha-Mama sino como un ser secundario e infe-
es decir que el cuy no solo permite hacer una rior, se presenta como la encarnación del espíritu
averiguación sino que, también, “chupa” la en- del mal, del “supay” (diablo), divinidad maligna
de quichuas y aymarás. De ahí que su presencia
fermedad y, por lo tanto, ayuda al reestableci-
provoque automáticamente pavor y angustias
miento del enfermo. Algunos informantes nos
mortales... las personas que han sido alcanzadas
dijeron que en este caso se aconseja repetir la por el torbellino de viento adquieren irremisible-
“limpieza”, entre dos o tres veces, durante las mente el “huyara-unguy” (enfermedad del aire),
dos semanas que siguen a la primera interven- cuya curación exige siempre la intervención del
ción del “sobador”. “jambidor”... ” (1987:19)
El “mal aire” o “huayrashca” tiene su origen
en las emanaciones maléficas que he mencio- Esta enfermedad produce un desequilibrio tér-
nado anteriormente. Estas provienen de la na- mico, un gran frío interno. Esta situación física
turaleza y se encuentran en ciénagas, quebra- está, generalmente, acompañada de dolores in-
das, pozos y determinados cerros. Los cerros tensos de cabeza, fiebres, infecciones internas,
tienen una significación particular en la cultura vómitos y diarreas. Al mismo tiempo, el enfer-
indígena ecuatoriana, en donde se mezclan, mo se deprime, se “queda callado” y se “llena
junto a la admiración y la adoración, un pro- de miedos y angustias”. La “sobada” ayuda a
fundo temor por la presencia de fuerzas malig- diagnosticar y a purificar. Al lado de la utili-
na que desencadenan los males e, incluso, la zación del cuy la “limpieza del huevo” se usa
muerte (Moya, 1981:58-61). Sin embargo, al- profusamente. Algunos de nuestros informan-
gunos informantes identifican el “mal aire” no tes sostienen que la eficacia es igual mientras
El mundo social y simbólico del Cuy 391

que otros afirman que el cuy es más certero y u otra, están muy debilitados. El “sobador” par-
apropiado. Para diagnosticar el “mal aire” el ticipa en el diagnóstico y solo si es un “curan-
“sobador” utiliza como indicador el tiempo que dero” experimentado puede también participar
el animal tarda en morir: si el animal muere en la cura. La cura del “espanto” requiere de
rápido se piensa que el mal está presente. Al un conjunto de rituales que se hacen luego del
abrir el animal, si se encuentran muchos órga- diagnóstico y sobre los que no corresponde es-
nos afectados, hinchadas, con colores raros o cribir aquí. Diagnosticar el “espanto” es espe-
con mucha sangre, así como “manchas” en el cialmente problemático y para ello se utilizan
corazón, es porque ha ocurrido el “accidente diversas señales: el cuy debe morir rápido, se
del mal viento”. También aquí la “limpia” se ve deben observar cuidadosamente las tripas para
como un proceso que comienza la cura y que, ver manchas, se debe ver el corazón y tratar
en consecuencia, debe repetirse algunas veces de descubrir manchas de color, especialmente
en la semana siguiente al primer tratamiento. blancas, y, sobre todo, se observa los nervios
El “mal aire” es una enfermedad que ataca de del animal antes de la “sobada”. Un animal muy
un modo indiscriminado y es especialmente excitado antes del comienzo del ritual es una
perniciosa para los niños, ya que éstos pueden clara señal de que se está frente a un posible
morir muy fácilmente. Si el proceso de cura no caso de “espanto”. Balladelli (1988:234-235)
se consigue luego de las primeras limpias se menciona especialmente dos signos: la presen-
aconseja llevar al paciente al médico y al cen- cia, en la tripa gruesa, de una membrana que al
tro de salud más cercano. ponerla en el agua refleja como un espejo y lue-
Otra enfermedad “del campo” que es men- go de la limpia, pelado ya el animal, al ponerlo
cionada especialmente es el “espanto”, un en el agua se ve que su cuerpo todavía tiembla
susto inesperado que provoca trastornos emo- y mueve las patas.
cionales que posibilitan el desarrollo de la en- Cuando hay sospechas de que ha habido
fermedad. En este sentido, el “espanto” genera “brujeos”, por la envidia de vecinos o familia-
una enfermedad cuyos signos son, como en los res, se puede también consultar al “sobador”
casos anteriores, neuralgias, desgano, vómitos pero, según nuestros informantes, por lo ge-
y diarreas. El “espanto” ataca de un modo espe- neral se va a un “curandero” muy experto. Al-
cial a los niños y a adultos que, por una razón gunos informantes, sin embargo, mencionan
392 Eduardo Archetti - Antología esencial

el “mal de la calle” o “mal del caballo” o “mal que, obviamente, los riesgos del “sobador” para
blanco” como el caso típico de posesión. Aquí ser descubierto serán mucho menores.
suelen aconsejar una “limpiada” del cuerpo que
incluye al cuy como un alternativa más y no ne- Propiedades curativas menores
cesariamente la mejor. del cuy
En todos estos casos, el “sobador”, una vez Las cualidades curativas del cuy no se acaban
que ha determinado el “mal”, tiene que des- ni con la comida ni con la “sobada”. Hay un
prenderse cuidadosamente del animal que conjunto de creencias sobre las propiedades
ha sido utilizado. La idea es que el animal al de las heces, la sangre, el orin y la hiel del cuy.
chupar el mal puede contagiar a otros y, por lo Muchas de ellas son “creencias del pasado”
tanto, hay que esconderlo bien. Por lo general, que no se ponen en práctica con frecuencia. El
el “sobador” lo arroja lejos, en un sitio bien es- desuso se debe, en parte, a la penetración de
condido donde nadie puede verlo, y regresa a la medicina moderna y, en parte, simplemente,
la casa sin volver la vista atrás ya que si lo hi- porque han dejado de transmitirse a las gene-
cera, corre el riesgo de que el mal que acaba raciones más jóvenes. Sin embargo, nuestros
de ser extirpado lo alcance. Asimismo, una vez datos etnográficos dan cuenta de la presencia
que la ceremonia ha concluido el experto debe actual de la “grasa o manteca de cuy” que se
volver a su casa eligiendo otro camino y, si es consigue al fritar el animal. Esta grasa se utili-
posible, debe hacerse acompañar por un guía. za para facilitar la extracción de espinas, para
La función del guía es avisarle en el caso de que ayudar en el proceso de cicatrización de heri-
aparezca alguna persona en el camino. Si esto das que no son muy graves y para frotar partes
ocurre debe advertirle mediante un silbido u del cuerpo afectadas de reumatismo.
otra señal convenida para que el “sobador” se Encontramos, asimismo, un conjunto de
esconda. Existe la creencia de que si alguien ve prácticas terapéuticas de los animales en don-
al “sobador” se corre el riesgo de que el proce- de el cuy interviene como uno de los compo-
so de cura recién comenzado “se pasme”. Don- nentes principales. Es costumbre en algunas
de esta creencia es fuerte hemos encontrado, comunidades indígenas hacer un caldo de cuy
paralelamente, la idea de que el momento ideal para combatir el cansancio y la debilidad de
para hacer la ceremonia es a medianoche ya los caballos y el ganado vacuno (“cuando los
El mundo social y simbólico del Cuy 393

animales están encalmados”). Se hace hervir al “de Dios” aluden no solo al contacto entre el
cuy entero, sin sacar las vísceras, en una olla mundo indígena y los mundos mestizo y blan-
que contiene también cebolla, mucho ajo y bas- co sino también a la impronta de la medicina
tante pimienta. Cuando el cuy se ha desecho moderna en la forma de concebir los procesos
y se obtiene un caldo más bien grueso se lo de enfermedad y salud. La medicina moderna
deja enfriar. Luego, por la fuerza se da de beber existe ya como alternativa en toda la Sierra y,
este caldo al animal enfermo. Anteriormente, en muchas zonas está imbricada en un sistema
se nos dijo “en la época de los mayores”, se amplio de conocimientos y prácticas en donde
acostumbraba a mezclar la sangre del cuy con las diferentes formas coexisten.
cebada tostada que se agregaba a la sal que se El éxito de la “sobada”, como de la medici-
daba a los animales. En estas dos prácticas el na tradicional en su conjunto, ha dependido de
argumento es que el cuy da “fuerza” y “ayuda a la existencia de una gran articulación entre “el
reponer a los animales”. conocimiento del experto” y “el conocimiento
del lego”. Nuestros datos han sido obtenidos
Conclusión: el uso del cuy en la cura desde la perspectiva de los legos y no de los
como proceso social expertos, es decir que nuestros hallazgos son
El proceso de diagnóstico y el inicio de la testimonios claros de un conocimiento com-
cura en la medicina tradicional indígena no partido y aceptado por los diferentes actores
depende, únicamente, del cuy. La utilización y sociales del “sistema informal de salud”. Obvia-
las prácticas culturales relacionados con este mente, para la “sobada” se necesitan pacientes
animal cubren un espectro importante pero, y familiares que crean firmemente en su efica-
quizás, no decisivo. La “sobada” es, sin lugar cia ya que la lógica del sistema clasificatorio
a dudas, un instrumento ritual de suma im- de las enfermedades “del campo” se encuentra
portancia. Su supervivencia depende no solo en una cosmovisión teñida por la importancia
de la transmisión de un conocimiento relati- de los fenómenos naturales, capaces de desen-
vamente complejo sino de la posibilidad real cadenar procesos incontrolados, “accidentes”
de que las enfermedades “del campo” puedan en la vida de la gente que, desgraciadamente,
reproducirse como en el pasado. En ese senti- deben pagarse. Más aún, la “sobada” se lleva a
do, no debemos olvidar que las enfermedades cabo en un contexto de diálogo entre el “soba-
394 Eduardo Archetti - Antología esencial

dor” y las personas presentes en la ceremonia. se relacionan estrechamente con las fronteras
Es costumbre que el “sobador” comunique los étnicas y religiosas. El primer corte, entre cul-
resultados de su análisis en voz alta y que los tura indígena y cultura mestiza, tienen que ver
presentes puedan, también, emitir comentarios con el pasaje del cuy como comida terapéutica
y opiniones. El diagnóstico, en estos casos, es, a instrumento de diagnóstico y de purificación.
casi siempre, el producto de un acuerdo entre Esto, he tratado de mostrar, se vincula a con-
el experto y los legos. cepciones y sistemas de interpretación de la
Si, como vimos, muchas de las enfermedades enfermedad y el daño físico y psicológico di-
“del campo” son el resultado de verdaderos “ac- ferentes. Cuando aparecen las enfermedades
cidentes” e imprudencias, obviamente, éstas pue- “del campo”, o sea las enfermedades propia-
den evitarse si se siguen estrictas reglas de con- mente indígenas, el cuy deja de ser comida y
ducta. El ciclo salud-enfermedad-salud en este desarrolla un conjunto de cualidades mágico-
contexto es, fundamentalmente, un proceso so- instrumentales que tienen que ver, en parte,
cial. Los “sobadores” así como los “curanderos” con su proximidad al paciente. La cercanía,
que pueden tratar los “brujeos” desencadenan el conocimiento de los sufrimientos del que
con su tratamiento un proceso en donde al lado está atacado de un mal es, sin lugar a dudas,
de la recuperación real del paciente se intenta re- un elemento central para entender la eficacia
establecer la normalidad social y cultural.65 práctica y simbólica de la “sobada”. La mimesis
Nuestros hallazgos empíricos, asimismo, depende del contacto pero, también, de las pro-
demuestran la existencia de variaciones cultu- piedades del cuy ya que la “limpia” no se hace
rales significativas que, de un modo evidente, con cualquier animal. Los argumentos son mu-
chos: “es un animal especial”, “está en la casa”,
“desde hace tiempo viven con el campesino”,
65 Muñoz Bernand (1986:194) observa que “sanar no
significa volver a un estado inicial, sino fijar al organis- “es un animal que se lo conoce muy bien” y “es
mo una nueva norma”. Esta “normalidad” es, en conse- el animal favorito”. Sin estas ideas la “limpieza”
cuencia, diferente en tanto se ha hecho la experiencia del cuerpo no podría hacerse.66
de la enfermedad. La enfermedad puede ser vista como
una suerte de ritual de iniciación en donde lo que se
confirme, entre otras cosas, es un modelo de interpre- 66 El mundo de los campesinos indígenas está pobla-
tación cultural de la realidad personal y social. do de animales benignos y malignos. El cuy, como es
El mundo social y simbólico del Cuy 395

Paralelamente, las enfermedades “del cam- estos elementos en un sistema de interpreta-


po” requieren de una cosmovisión en donde ción mucho más amplio que incluye el pasado
los “aires”, las emanaciones, los “vapores”, histórico, el peso de las tradiciones y el con-
los “fulgores” (los relámpagos) y las “ruidos” texto social actual. En la relación con estos
(los truenos) indican que hay fuerzas que no elementos naturales se extrae una lógica de
se pueden controlar y que, por lo tanto, de- comportamiento en donde hay que tratar de
ben respetarse porque están en un mundo evitar los excesos que vienen de una ambición
compartido. Los campesinos mestizos mues- desmedida, de la envidia, del compromiso sin
tran especial respeto por estos fenómenos límites y del hecho de recibir sin poder dar,
pero sus consecuencias negativas son leídas como hemos observado anteriormente.
desde una lógica estrecha de lo frío y lo ca- Finalmente, el pasaje del catolicismo al pro-
liente. Los campesinos indígenas introducen testantismo incluye también un cambio en la
percepción de la salud y la enfermedad. Nues-
de esperar, es uno de los animales más benignos que
tros informantes en Palmira Dávalos muestran
se pueden encontrar. Su malignidad solo aparece luego especial orgullo en establecer las diferencias
de la sobada como hemos visto antes. La proximidad entre un tiempo “primitivo” y el tiempo actual
del cuy permite que su comportamiento, movimientos más moderno. La influencia evangélica es clara
y gruñidos, sean utilizados como “oráculo”. Se puede ya que consideran que las enfermedades “del
leer la llegada de una helada, la caída de una lluvia ines-
perada, la enfermedad de alguien en la casa o de algún campo” pertenecen a un mundo dominado por
pariente muy querido y la visita próxima de alguien que el demonio y la brujería. Ahora existen “las
no es esperado. Por lo general, este comportamiento pastillas, las radiografías, las inyecciones y los
solo es posible encontrarlo entre los cuyes más viejos. jarabes”. Se ha pasado del engaño “a la luz”.67
No se espera que los maltones funcionen como orácu-
los. Es importante recordar que el cuy no es el único
animal que tiene estas propiedades. El mal agüero y
noticias desagradables se pueden ver en el comporta- 67 Muratorio escribe:
miento de las gallinas, de una vaca desbocada, de un “Hablando de su conversión religiosa, los evangélicos
caballo que se encabrita y de un oveja que “silba” (Agui- se refieren reiteradamente a sus experiencias pasa-
ló, 1987:3255). Este no nombra para los indígenas de das como “conducta de animales” y usan expresiones
Chimborazo el rol que el cuy puede jugar en la “lectura” como: “éramos como perros”, “como burros”, “como
de acontecimientos. bestias”. El auto-control y el verse libres de un com-
396 Eduardo Archetti - Antología esencial

Capítulo VI determinadas enfermedades que se explican a


La carne mercancía partir de la concepción humoral vigente, de un
modo más amplio, en el Ecuador. El cuy, por lo
En capítulos anteriores ha quedado claro que la tanto, recorta casi todas las áreas de actividad
producción de cuyes está embebida en un con- social relevantes en la vida de las personas así
junto de relaciones sociales que, de un modo como en la vida pública de las comunidades. A
singular, regulan su consumo y, por ende, su esta altura no debe quedar ninguna duda que
circulación. En esa dirección, el cuy circula, el grado de “saturación social y simbólico” del
efectivamente, en un sistema de ofrendas que cuy se explica por su doble condición: por un
marca la importancia social de las fiestas re- lado, como “valor de uso”, destinado al consu-
ligiosas y ceremonias políticas en general, así mo directo e inmediato por parte de sus pro-
como el status de las personas que participan ductores, y, por otro lado, como “regalo”, desti-
en ellas. Paralelamente, he trado de demostrar nado a resaltar las cualidades morales del que
que el cuy es, en la cultura indígena especial- lo regala como del que lo recibe.
mente, un instrumento eficaz en la implemen- En este mundo de transacciones e intercam-
tación de determinados rituales de curación. bios diversos el cuy, aparentemente, se man-
Asimismo, las distintas formas de preparar el tiene alejado del mercado sin tener un precio
cuy son comidas claves en el tratamiento de “abstracto” regulado por la oferta y la deman-
da. En cierta tradición antropológica se ha in-
sistido en separar, muchas veces de un modo
portamiento que ahora es considerado “degradante”, muy tajante y artificial, valor de uso de valor de
constituyen las bases del nuevo respeto y dignidad cambio, relaciones no monetarias de relacio-
personal. Un campesino lo expresó con estas pala-
nes monetarias y bienes que se obtienen como
bras: “Si no me comporto como animal, puedo amar-
me a mí mismo y entonces rechazar a aquellos que regalo de bienes que se compran.68 La tentación
me desprecian y me llaman indio”. Ideológicamente,
esta nueva imagen significa una forma de protesta,
un rechazo a las pasadas relaciones de explotación 68 Los resultados empíricos presentados en Parry y
por las cuales los indígenas eran literalmente trata- Bloch (1989) permiten concluir que, en sociedades y
dos como “bestias de carga” y como “infra-humanos. culturas muy diferentes, existe una esfera de activi-
” (1982:87) dades regida por relaciones impersonales y altamente
El mundo social y simbólico del Cuy 397

de detenernos aquí y terminar nuestra historia lógica dualista pretende imponer como modo
es muy grande. Diríamos así que el cuy perte- de análisis.
nece al mundo “pre-capitalista”, “tradicional”, En el mundo de la economía campesina en
“mágico-religioso”, dominado por ciertos valo- general y en el Ecuador en particular, gran par-
res e ideas que van a desaparecer a medida que te de los valores de uso que se producen son,
las relaciones capitalistas se desarrollen en el también, valores de cambio. En otras palabras,
campo ecuatoriano. Sin embargo, el mundo del los mismos productos son, a la vez, “comida” y
cuy es un poco más complicado de lo que esta “mercancía” , es decir que circulan en dos mun-
dos: un mundo regido por la inocencia simbó-
lica y el desinterés y el otro regulado por “el
competitivas. Una consecuencia teórica importante interés sórdido del dinero y su acumulación.”
es, obviamente, que no es necesario atribuir esos cam- Nadie pretende negar que en el Ecuador las re-
bios al avance de las relaciones monetarias y al im-
pacto del dinero sobre el contenido de las relaciones laciones capitalistas de producción son domi-
sociales preexistentes. Es fácil de ver que esto impli- nantes y que, mucho antes de que el proceso de
ca, en contextos monetarizados como en el Ecuador, Reforma Agraria se pusiera en marcha, la tie-
que el doble rol de las mercancías implica que el cuy rra y la fuerza de trabajo eran mercancías que
puede, muy bien, circular indistintamente como valor
circulaban libremente en el mercado. Por otro
de uso y como valor de cambio. Esto, a su vez, genera
una dinámica diferente ya que no es posible predecir, lado, la experiencia de los campesinos, tanto
con una exactitud matemática, cuando el cuy pasará a en el pasado como en el presente, remite a pro-
convertirse en una mercancía pura y simple. Por ejem- cesos intensos de migración y a diversas for-
plo, Naranjo (1986:292-293) observa que para 1983, mas de insertarse en distintos tipos de relacio-
misma época de nuestro trabajo de campo, en muchos
lugares de la provincia de Cotopaxi, debido al alto pre-
nes mercantiles. La necesidad de obtener dine-
cio del cuy, los campesinos preferían vender los cuyes ro ha sido y es, en consecuencia, una necesidad
que dedicarlos al consumo doméstico. Esto significa “social” que garantiza la reproducción del pro-
que en el caso de bienes y productos en donde existe ceso productivo y la reproducción en general.
el doble rol de valor de uso y de cambio, la conversión, Sin embargo, esto no implica que el “tiempo de
en una dirección o en otra, depende de un conjunto de
factores que no solo es preciso conocer sino que es
trabajo socialmente necesario” determine, des-
difícil manipular totalmente con la idea de produccir de la perspectiva de los productores, el precio
una reacción determinada. de los productos que salen al mercado. Esto se
398 Eduardo Archetti - Antología esencial

debe, simplemente, al hecho de que la lógica de rendimientos muy altos de alfalfa. La alfalfa,
la reproducción, si bien esta monetarizada, no para todos los productores, es el cultivo funda-
está determinada por la lógica de acumulación mental que se utiliza para alimentar el ganado
de capital. Por lo tanto, el componente “capi- vacuno. La cantidad de cabezas varía entre dos
tal-dinero” es menos importante que los otros y cinco. Como es de imaginar, la venta diaria
componentes del proceso productivo amplio, a de leche, entre los ocho y los quince litros, es
saber la tierra y el trabajo. Esta dinámica con- la fuente principal de ingresos monetarios. La
diciona las relaciones entre lógica de subsis- producción de maíz asociado con el fréjol de
tencia y lógica mercantil, en el sentido que, to- enredadera importa desde el punto de vista de
davía, los productos de subsistencia que salen la subsistencia aunque ha sido posible obser-
al mercado constituyen no solo un excedente var que, en algunos casos, se suele complemen-
“real” sino un excedente regido por necesida- tar el forraje de los animales con el maíz co-
des sociales no satisfechas; internamente, en el sechado verde. Existe, paralelamente, la pro-
seno de las unidades de producción, o exter- ducción de hortalizas para consumo interno en
namente, a través de la asignación de servicios pequeños huertos familiares o intercalado con
gratuitos por parte del Estado. Veamos, de un el maíz y el fréjol. Es importante la producción
modo sucinto y esquemático, las estrategias de arvejas que se hace rotar con estos cultivos
productivas en las comunidades estudiadas. así como la cebada que rota con la alfalfa. El
Una vez hecho esto será mucho más fácil ver el ganado menor, cerdos, conejos y cuyes, son un
rol del cuy en las relaciones que se establecen complemento importante de la dieta así como
con el mercado. el consumo de leche y de quesos caseros. Ge-
neralmente, el trabajo cultural se hace a mano
Lógicas productivas y mercantiles aunque existen algunas yuntas de bueyes que
Comenzaré con el mundo mestizo. Tigualó, en se usan en los terrenos más grandes. Desde el
la zona de Salcedo, es una comunidad de mini- punto de vista de los insumos productivos se
fundistas en donde, sin embargo, existe cierta compran semillas mejoradas de maíz, fréjol y
diferenciación económica ya que algunas fa- arvejas pero no se utilizan los fertilizantes quí-
milias poseen tierra cerca del río Cutuchi lo micos. Tigualó es una comunidad que ha estado
que les permite obtener, en parcelas pequeñas, expulsando, de un modo permanente la fuerza
El mundo social y simbólico del Cuy 399

de trabajo joven que solo regresa en forma tem- tienen yuntas de bueyes con las que realizan
poral a su comunidad, para participar en fiestas las tareas culturales. La producción agrícola
importantes. Esta migración puede ser consi- está centrada en el maíz que se cultiva asocia-
derada, por lo tanto, como una migración per- do con el fréjol y la calabaza. Hay, por lo ge-
manente no regulada por los ciclos agrícolas, neral, una producción excedente de fréjol, en
como en otras comunidades serranas. El im- sus dos variantes, canario y colorado, que se
pacto demográfico de la migración y la presión destina a la comercialización. Además, existen,
sobre las tierras mejores explican, en parte, el intercalados en los campos de cultivos, árbo-
desarrollo de las relaciones de aparcería, “al les frutales, manzanos y durazneros, con una
partir”, en la comunidad. Tigualó está integrada buena producción. Esta producción sale casi
al mercado a partir de las relaciones semanales íntegramente al mercado. Algunas familias,
con la importante feria regional de Salcedo. por otro lado, cultivan papas en el páramo para
Ayanquil en la zona de Quimiag y Penipe, en consumo y para la venta. Es fácil ver, por lo
la provincia de Chimborazo, es también una co- tanto, que esta gran diversificación requiere de
munidad minifundista en donde la tierra agrí- fuerza de trabajo más o menos permanente. En
cola está subdividida en parcelas entre una y Ayanquil la migración permanente o estacional
dos hectáreas. Sin embargo, los productores es un fenómeno marginal. La venta de los exce-
tienen acceso fácil a tierras altas de páramo dentes agrícolas así como del ganado se lleva a
que han permanecido, pese a unas contadas cabo en los mercados de Riobamba y en la feria
parcelaciones, como propiedad comunal. Esto de Penipe.
les permite desarrollar una estrategia produc- Sharván forma parte del cantón Gualaceo, en
tiva basada en una articulación eficiente entre el Azuay, y es, al igual que las otras dos comuni-
la producción agrícola y el mantenimiento de dades que he presentado, una zona con un neto
ganado. En consecuencia, la abundancia relati- predominio de minifundistas. El propietario
va de pastos implica que no solo es posible te- “grande” tenía una extensión que sobrepasaba,
ner ganado vacuno sino que también se puede escasamente, las dos hectáreas. Sin embargo,
criar ganado ovino que, fundamentalmente, se esta situación seguramente ha cambiado en la
destina a la venta. Esta abundancia de pasturas actualidad ya que, en el momento de llevar a
explica el hecho de que casi todas las familias cabo el trabajo de campo, las tierras altas co-
400 Eduardo Archetti - Antología esencial

munales estaban en proceso de parcelación, bordadoras que bordan faldas ya hechas y unas
en lotes de ocho hectáreas por familia. La pro- treinta tejedoras que tejen sacos de lana. En
ducción agrícola se basa en el cultivo asociado todos estos casos la materia prima es provista
del maíz con el fréjol, productos fundamenta- por comerciantes de Gualaceo y de Chordeleg.
les en la dieta alimenticia. Paralelamente, la Por otro lado, es usual que los jefes de familia
arveja aparece como cultivo alternativo cuan- y los hombres jóvenes trabajen en las planta-
do el primer ciclo ha terminado. Este cultivo ciones de caña en la época de cosecha o que,
se considera de suma importancia para que la incluso, traten de conseguir trabajo temporal
tierra descanse y se “abone”. Paralelamente, en proyectos viales o de construcción existen-
los huertos están muy bien provistos con las tes en el Azuay. Es obvio, por lo tanto, que en
legumbres y hortalizas tradicionales como la Sharván la inserción mercantil fundamental no
cebolla, los tomates y las zanahorias. En la pre- pasa por la venta de los productos agrícolas y
paración de la tierra se utilizan yuntas de bue- ganaderos sino por la venta de fuerza de traba-
yes que todo el mundo tiene y en la cosecha las jo y el trabajo a domicilio.
mingas, intercambio de fuerza de trabajo, es el Chirinche Alto, en Salcedo, es una comuni-
método más comúnmente utilizado. El ganado dad mixta que ha surgido como tal a partir de la
que se tiene a pastoreo en el páramo es para entrega de tierras en la década del sesenta. El
autoconsumo, aunque se suele vender el exce- proceso de diferenciación social es muy gran-
dente del ganado ovino y la lana. Sin embargo, de y junto a los minifundistas encontramos
Sharván es una comunidad en donde los traba- una gran cantidad de “arrimados” sin tierra. El
jos artesanales tienen cierta importancia. Hay acceso a tierras de páramo permite tener al-
unas treinta familias que producen tejas que se gunas cabezas de ganado vacuno y, en el caso
venden localmente o en Gualaceo. Asimismo de algunas familias, hatos de ovinos de cierta
hay, por los menos, una cincuentena de zapa- consideración. La combinación maíz con fréjol
teros que trabajan para comerciantes de Guala- está otra vez presente pero, también, encontra-
ceo fabricando entre diez y quince pares de za- mos el cultivo de papas y habas. El tamaño de
patos semanales durante varios meses al año. las parcelas así como el tamaño de las familias
Finalmente hay, también, trabajo para las mu- condiciona el excedente que va al mercado
jeres: en la comunidad existen unas cuarenta que, por lo general, está compuesto de papas
El mundo social y simbólico del Cuy 401

y fréjol. Tanto el maíz como las habas se con- producción de ganado ovino. El ganado bovi-
sumen internamente. El cuidado del ganado no se utiliza para la producción de leche y la
ovino es una tarea considerable pues es una fabricación de queso fresco que, por lo gene-
fuente importante de ingresos monetarios. La ral, no se vende. La papa es el cultivo que sale,
reproducción global de la economía de Chirin- de un modo sistemático, a la venta. La cebada
che depende de la venta de fuerza de trabajo y las habas se destinan, fundamentalmente,
asalariada en la construcción, tanto en Amba- al consumo familiar. Las relaciones “al partir”
to como en Quito. Este trabajo es estacional y están bastante desarrolladas, sobre todo en la
muy irregular. Es común que muchos migran- producción de papa. La migración de jóvenes
tes vuelvan a la comunidad los fines de semana. es significativa y tiende a ser más o menos per-
Llactahurco, también en Salcedo, es una manente. Sin embargo, no es inusual que estos
comunidad indígena que mantuvo una cierta jóvenes regresen a dar una mano a sus padres
autonomía respecto al sistema hacendario gra- en las épocas de siembra y cosecha. La presen-
cias al control de tierras de páramo y una zona cia de instituciones como el Cabildo Comunal
de riego. Con el tiempo esto ha permitido la ha sido muy fuerte en el pasado, cuando se en-
consolidación de unidades de producción pe- frentaron a los “mestizos” del pueblo de Cusu-
queñas pero que oscilan entre las dos y las cin- bamba y a la Misión Andina. En la actualidad
co hectáreas. Las papas, las habas y la cebada su peso político es menor ya que sectores de
son los principales cultivos. Estos entran en un la comunidad acusan a algunos representantes
sistema de rotación que comienza con las pa- de haber “negociado” con autoridades del Mi-
pas, continua con la cebada y termina con las nisterio de Agricultura la entrega de tierras del
habas. Para las papas se utiliza una gran can- páramo en parcelas individuales.
tidad de fertilizantes. La utilización de bueyes Guzo es una comunidad indígena ubicada
es general pero, asimismo, se alquilan tractores en la zona de Quimiag, en el cantón Riobamba,
del Ministerio de Agricultura. En la zona de rie- provincia de Chimborazo, que tradicionalmen-
go se pueden hacer dos cultivos de papas anua- te ha estado ligada a una hacienda de propie-
les e incluso se produce alfalfa para alimentar dad de los jesuitas. En la actualidad la comu-
el ganado. Pudimos también observar que el nidad, compuesta de unas trescientas familias,
engorde de cerdos es importante así como la ha expandido sus tierras por la Reforma Agra-
402 Eduardo Archetti - Antología esencial

ria. Los suelos son de buena calidad, con riego “comunidad de residencia” con campesinos
en la parte baja, lo que permite el policultivo. que provienen de distintas comunidades donde
Esta expansión ha consolidado propiedades mantienen sus tierras. Gran parte de la activi-
de más de cinco hectáreas de promedio en un dad agrícola se desarrolla en Letra, Chauzán,
contexto de cierto dinamismo del mercado de Totorillas y Atapos, a distancias a pie de hasta
tierras. Las estrategias productivas son claras: diez kilómetros. En algunos casos no solo cul-
una parcela con maíz y fréjol y otra con papas y tivan sus propias parcelas sino que obtienen
habas. Paralelamente, se tiene una huerta bien otras “al partir”. En muchos casos, las tareas
surtida y algunos frutales. Como en algunos culturales tratan de hacerlas con tractores o
casos que he mencionado, la papa es, también con bueyes alquilados. La práctica de cultivos
aquí, el producto mercantil por excelencia. generalizada es la siembra paralela, no asocia-
Los otros cultivos se destinan al autoconsumo da, de una hilera de papas y una hilera de ha-
en las unidades domésticas. La existencia de bas. También la cebada entra en el sistema de
abundantes tierras comunales en el páramo ha rotación bianual, que practican. En este caso,
permitido la reproducción del ganado ovino y como en los otros que he presentado, el exce-
bovino sin mayores problemas. Los insumos dente de la producción de papas va al merca-
como fertilizantes y semillas mejoradas son de do. En las zonas de páramo cercanas a Palmira
uso corriente, especialmente en la producción Dávalos, se tiene ganado en pastoreo, especial-
de papas y habas. Es una zona dinámica que mente ovino, que también se vende. Las muje-
atrae mano de obra regional, especialmente de res se dedican a hilar lana que después se co-
las comunidades del cantón Penipe, en la épo- mercializa en las ferias cercanas. Sin embargo,
ca de los deshierbes y la cosecha. Las relacio- en Palmira Dávalos los hombres obtienen un
nes con el mercado de Riobamba son fluídas y suplemento económico muy importante tejien-
muy estrechas. do ponchos, fajas y cobijas que luego venden
La historia de la constitución del “pueblo” a los comerciantes mestizos instalados en el
de Palmira Dávalos, en la zona de Guamote, poblado. La venta de fuerza de trabajo es una
es intrincada y no vale la pena, por razones de práctica frecuente, especialmente en activida-
espacio, concentrarnos en ella. Valdrá la pena des agrícolas en la zona de haciendas lecheras
mencionar que Palmira Dávalos es una típica de Machachi, provincia de Pichincha. Algunos
El mundo social y simbólico del Cuy 403

van también a la Costa e incluso a Quito, para cierta migración de mujeres: como cargadoras
trabajar en la construcción. en Riobamba, Ambato y Quito, principalmen-
Chismaute Telán, nuestra última comunidad te, y como ayudantes de cocina en las “comi-
indígena, pertenece a la parroquia de Guamo- deras”, los días de feria en pueblos y ciudades
te, y es parte de Chismaute Larcapungo. Pese a adyancentes.
que cada familia tiene, en principio, tierra sufi- Esta pintura, de brocha gorda, de las lógicas
ciente, su calidad, muy arenosa, no permite la productivas de las comunidades estudiadas
obtención de cosechas estables. Una manera nos indica, con toda claridad, la coexistencia
de compensar la crisis ecológica consiste en de estrategias de subsistencia y estrategias
tomar tierras “al partir” en Telán y en Larca- mercantiles en el seno de unidades de produc-
pungo. Paralelamente, el énfasis está puesto en ción muy diversas. Algunos productos apare-
la producción ganadera, fundamentalmente el cen perteneciendo a las dos lógicas, como la
pastoreo de ganado ovino. La lana que se obtie- papa, las habas, las arvejas, las frutas y los de-
ne se vende en la feria de Guamote y constituye rivados de ganado ovino, como la lana. Otros
una fuente importante de ingresos monetarios. parecen pertenecer, típicamente, al mundo do-
La producción agrícola es la tradicional para méstico, como el caso del maíz que se destina
comunidades de altura: papas, habas y cebada. casi exclusivamente al consumo familiar o, en
El alquiler de tractores para las tareas cultu- algunos casos, como complemento en forraje
rales es una práctica cada vez más frecuente de las alimentación de ganado. La polivalencia
en Chismaute Telán. Sin embargo, todavía se productiva tiene, también, su explicación en la
siguen usando los bueyes y el tradicional aza- utilización de los distintos nichos ecológicos
dón. También han comenzado a producir cebo- de la Sierra ecuatoriana y, por lo tanto, en la
lla para vender en el mercado lo mismo que la posibilidad real de combinar producción agrí-
producción excedente de papas y de chochos, cola con producción ganadera. El grado de ar-
cuando lo siembran. La migración es conside- ticulación con el mercado varía no solo según
rable y su destino es similar al del caso de Pal- tipo de productos sino, especialmente, a cau-
mira Dávalos: trabajos agrícolas en Machachi o sa del excedente que puede comercializarse.
en la Costa, y trabajos temporales en la cons- Cuanto mayor el excedente, como en el caso
trucción en Quito. Encontramos, asimismo, de Guzo por ejemplo, menor será la necesidad
404 Eduardo Archetti - Antología esencial

de establecer relaciones mercantiles a partir Este razonamiento cubre, sin embargo, la ló-
de la fuerza de trabajo sobrante de miembros gica del productor pero descuida la lógica del
de la unidad doméstica en cuestión. De todos consumidor. Si admitimos, por un momento,
modos, la existencia de trabajo local o regio- que no existe una “oferta” sistemática de cuyes
nal, agrícola o urbano, en momentos en que la esto puede deberse, en parte, a la ausencia de
fuerza de trabajo adicional puede emplearse, una “demanda” efectiva. Por lo tanto, al pres-
funciona como un polo de atracción considera- tar atención, al mismo tiempo, al estado de la
ble y eficaz. La monetarización de la economía oferta y de la demanda hay que preguntarse,
campesina no solo tiene que ver con este tipo obviamente, por el impacto real del consumo
de inserciones sino con el hecho de que parte externo. Lo que necesita investigación empí-
de los insumos productivos se compran (semi- rica es, por lo tanto, la eventual doble condi-
llas y fertilizantes en el caso de habas, papas y ción del cuy, como valor de uso y como valor
cebada), debe alquilarse el tractor en algunos de cambio, en el contexto de la demanda real
casos y, sobre todo, muchos de los bienes del existente a nivel regional. Es necesario, por lo
consumo alimenticio considerados imprescin- tanto, confrontar la lógica del productor con
dibles no son producidos internamente. los mecanismos de mercado existentes.
El cuy, animal que se encuentra, sin excep-
ciones, en todas las comunidades que estu- La conversión del cuy en mercancía
diamos y en todas las casas que visitamos, es Veamos de cerca algunos casos empíricos.
doméstico, mucho más doméstico que el cerdo En Llactahurco, solo excepcionalmente, en la
o la oveja que puede venderse de una manera época de invierno, se llegan a vender “unos
sistemática. Incluso muchos de los producto- cuantos” en la feria de Cusubamba. En Cu-
res son concientes de que el cuy circula menos subamba existe una feria de animales, donde
en el mercado, se “lo encuentra” menos en las predomina claramente el ganado mayor. En
ferias y mercados de animales. Esta compro- este mercado no existen “revendonas” espe-
bación empírica se sostiene en el hecho de que cializadas en la compra y venta de cuyes como
el consumo y la utilización del cuy están alta- en otros lugares de la Sierra. Muy de vez en
mente ritualizados como he demostrado, de cuando suben de Pujilí algunas intermediarias
un modo fehaciente, en capítulos anteriores. interesadas en comprar cuyes. Por lo tanto, la
El mundo social y simbólico del Cuy 405

venta se hace a la gente de Cusubamba y, obvia- tras productoras la venta periódica de cuyes
mente, para consumo familiar. Otro argumento garantiza “el diario” cuando no hay cosecha.
utilizado es el problema de los precios. Las pro- En los meses de junio y agosto hay cierta penu-
ductoras “sienten” que el precio que pretenden ria económica y, además, el calendario festivo
pagar los compradores es muy bajo, “pues no es menos intenso. Nuestras informantes coin-
vale vender el cuy”, “siempre dicen que esta fla- ciden en que no habiendo fiestas se puede “ven-
co, débil”. En todos los casos de venta se jus- der nomás”, pues, posteriormente, se “puede
tifica por una necesidad impostergable, por un criarlos rapidito”. Sin embargo, insisten en que
apuro o por un gasto imprevisto. No se prefiere jamás hay que quedarse sin cuy pues siempre
vender el cuy y, en muchos casos, los compra- tiene que haber “algo en la casa para agrado”.
dores que llegan a la comunidad pueden lle- Confrontadas con la idea de que el cuy puede
varse algunos cuyes porque esa venta “se hace criarse solo para la venta muy pocas informan-
rogando”. tes aceptaron que esta sea la estrategia correc-
Esta misma lógica está presente en Ayanquil. ta. El cuy es “cómodo” pues se lo vende cuando
El cuy solo se vende “para solucionar alguna hay “necesidad” y si “hay muchos”.
urgencia”, en casos de emergencia económica En Chirinche Alto existe la misma lógica
o cuando hay que gastar en médico o medici- que en Tigualó: las mujeres bajan a la feria de
nas. Si los cerdos se “engordan” para vender, así Salcedo, que se realiza dos veces por semana,
como la cría de ovinos es para vender la lana, cuando necesitan dinero para adquirir otros
los cuyes “están en la casa” y cuando se los ne- productos de consumo diario. La venta se per-
cesita se puede “echar mano”. “Primerito para cibe como “contingente” y el plantel de cuyes
comer” y luego para venderlos es la frase más funciona como un reaseguro cuando falta el
escuchada. Los cuyes de Ayanquil son vendidos azúcar, la sal o la harina. Sin embargo, la pe-
en las ferias de Penipe y de Riobamba en pre- riodicidad de venta es menor que en Tigualó.
cios que varían desde los 130 sucres por los más Sobre las características de la feria de Salcedo
pequeños hasta los 200 por los más grandes. volveremos más adelante.
En Tigualó encontramos una mayor frecuen- En Palmira Dávalos como en Chismaute Te-
cia de ventas, especialmente en la época de ve- lán el cuy solo se vende en casos de extrema
rano. El argumento aquí es claro: según nues- necesidad. Aquí se menciona, especialmente,
406 Eduardo Archetti - Antología esencial

cuando deben cubrirse costos de médico y me- enseguida. El caso de Guzo, una comunidad
dicamentos como la razón principal para ven- indígena con cierto apogeo económico, intro-
der animales. Los cuyes se venden en la feria duce una variante interesante que vale la pena
de Guamote, en la plaza de animales. Los pre- comentar. Veamos esto más de cerca.
cios varían, pero el máximo que se pagaba por En Guzo hay cinco mujeres que aceptaron
los mejores animales eran unos cien sucres. el nuevo paquete tecnológico propuesto por
Finalmente, hay, en estas comunidades, una los extensionistas que incluye, entre otras me-
venta “simbólica” que no fue mencionada por didas como vimos en el primer capítulo, las
otras informantes y que consiste en “liquidar” cuyeras fuera de la casa y la introducción de
todos los animales a la muerte de la “dueña” los cuyes peruanos “mejorantes”. En todos los
(“A la muerte de la esposa los cuyes que no se casos, sin ninguna excepción, las productoras
comen deben venderse toditos”). destinan los cuyes “modernos” o “macabeos”
Hasta aquí los datos son consistentes: solo se a la venta, o sea que son, por definición, va-
vende el cuy en casos de “necesidad” y, en con- lores de cambio. En esta estrategia los cuyes
secuencia, las estrategias productivas no están “caseros”, los “criollos” y “sachas” siguen sien-
dictadas por la existencia de un “mercado” y do criados adentro de las casas y se destinan,
sus precios. El cuy sigue siendo un valor de uso en consecuencia, al consumo “tradicional”.
que circula y se transforma en determinadas Sin embargo, en un pasado no muy lejano, los
esferas de actividades. Por lo tanto, es legítimo “criollos” también se vendían en caso de “nece-
suponer que eventuales cambios en los ciclos sidad”. Ahora, en principio, no hace falta. En la
ceremoniales así como en los hábitos alimen- discusión sobre las razones para esta división
ticios pueden condicionar cambios en el siste- tajante los argumentos sobre las preferencias
ma de preferencias existente en la actualidad. por los cuyes caseros para consumo fueron cla-
Asimismo, y en una óptica más bien economi- ros: el gusto de la carne, “el sacha es mejor”. En
cista, podemos suponer que aumentos conside- relación a los “mejorantes” las expectativas de
rables en la demanda y en los precios pueden venderlos por un mejor precio fueron explíci-
inducir un aumento general de la producción. tamente formuladas: el precio de un criollo era
Sobre la primera hipótesis la respuesta es, por de 150 sucres contra 300 de un “peruano”. Sin
ahora, negativa. Sobre la segunda volveremos embargo, en Quimiag no hay mercado para es-
El mundo social y simbólico del Cuy 407

tos animales y, por lo tanto, las mujeres se veían productos agrícolas, como la papa o la cebolla,
obligadas a llevarlos a Riobamba, los miércoles o ciertos animales, como en el caso de los ga-
o los domingos, días de feria en esa ciudad. El nados bovino y ovino, que circulan en circuitos
mercado de Riobamba parecía ser la única es- bien delimitados y jerarquizados que requieren
peranza para el futuro pese a que no había una de una gran “especialización”, las operaciones
demanda todavía fija y establecida para este de compra y venta de cuyes no han generado
tipo de cuyes. Por lo tanto, el fortalecimiento estos procesos. No detectamos “intermedia-
de la producción de cuyes como valor de cam- rios” o “grandes comerciantes” de cuyes que
bio, como mercancía destinada, de un modo compran y venden docenas y docenas.69 La ven-
fundamental, al mercado depende no solo de ta de cuyes, casi sin excepciones, se hace en
una oferta incipiente sino de la situación real zonas marginales de las ferias y a comerciantes
de mercado existente a nivel local y regional. que, al mismo tiempo, compran conejos o ga-
Lo que queda claro, hasta ahora, es que dado llinas. Cuando esto ocurre, el “negocio” de las
el sistema de preferencias existentes en las co- gallinas es más importante que el de los otros
munidades estudiadas los incentivos para un animales. Nuestros datos nos indican, para el
aumento de la producción necesitan, antes que caso del cuy, el predominio de las “revendo-
nada, del fortalecimiento de la producción “es-
pecializada” de los mejorantes como valores de
cambio. Para que este proceso se sostenga en 69 Para una comprensión del fenómeno de los merca-
el tiempo es imprescindible crear una demanda dos y las ferias en el Ecuador los trabajos de Bromley
inexistente o, en todo caso, satisfacer una de- (1975, 1976 y 1978) son todavía una introducción clási-
ca a esta problemática. El trabajo de investigación de
manda insatisfecha. Hanssen-Bauer (1982) sobre el mercado de la cebolla
en Ambato es, sin lugar a dudas, el tipo de aproxima-
La demanda del cuy ción metodológica que permite un mejor análisis de la
La presencia de una cantidad apreciable de dinámica real de las ferias. La entrada por producto po-
cuyes en los mercados de animales solo se re- sibilita un mejor seguimiento de los productores y de
los comerciantes en un contexto económico en donde
gistra en las ferias de cierta importancia, como la especialización permite no solo un mejor conoci-
Guamote y Salcedo, y en las más importantes, miento sino el afianzamiento de los lazos sociales que
como Ambato y Riobamba. Al revés de ciertos están por detrás de toda transacción mercantil.
408 Eduardo Archetti - Antología esencial

nas”, es decir mujeres mestizas que compran vacuno, son mínimas en este rubro específico.
en poca cantidad para tratar de vender inme- Según nuestros cálculos la ganacia por animal
diatamente, el mismo día , o intentar hacerlo, lo no sobrepasa los 20 sucres.
más pronto posible, en ferias cercanas. Incluso El mercado más importante está constituido
la práctica del “arranche” (arrancar, con violen- por los restaurantes y los puestos de comida,
cia y por un precio bajo, lo que los indígenas principalmente los días de feria. Esto implica
llevan a vender ) no parece ser tan extendida que las revendonas deben tratar de constituir
como en el caso de otros productos y animales. una clientela compuesta por los dueños de
Muchas de estas “revendonas” tienen, sin em- estos locales. Obviamente, la clientela es res-
bargo, algunos clientes importantes: los due- tringida y, en consecuencia, el mercado real es
ños de restaurantes en Ambato y en Riobamba. muy pequeño. En Guamote los cuyes asados
El resto de los compradores, sobre todo mes- de los jueves, días de feria, se venden en un
tizos urbanos, compran, por lo general, peque- salón de comidas donde se prepara, además,
ñas cantidades. También registramos ventas el caldo tradicional de gallina, y en un puesto
y compras menores de indígena a indígena de comida cerca del Concejo Municipal. Esta
cuando no se ha logrado vender directamen- oferta no excede las tres docenas ya que un cuy
te a la revendona. En estos casos se trata de con salsa de maní en la época de nuestro tra-
uno o dos cuyes mientras que las revendonas bajo de campo podía costar, fácilmente, hasta
pueden llegar a comprar y vender hasta veinte 350/400 sucres. Sin lugar a dudas, la cocina del
animales en un día normal de feria. Aún en es- cuy es floreciente en Ambato y en Riobamba,
tos casos el margen de ganancia que se obtiene dos centros de vital importancia en el sistema
por cuy no es muy alto.70 Aparentemente, las de comercialización de la Sierra central en el
posibilidades de “amasar una fortuna”, como Ecuador. Echemos una mirada a las activida-
algunos comerciantes de papas o de ganado des culinarias en estas dos ciudades.
En Riobamba hay un restaurante de comida
típica, en la calle España, que sirve cuy asado
70 Es necesario recordar, según una gran cantidad
de nuestros informantes, que la mayor venta de cuyes
con salsa de maní como el plato principal los
se produce para determinadas fiestas como Corpus días sábados (día de feria). Este lugar es el “lu-
Christi, Navidad y Fin de Año. gar de fama” para la compra de cuyes asados.
El mundo social y simbólico del Cuy 409

Nuestros cálculos indican que se pueden lle- cuy en “especialidad” sino junto con la fritada
gar a comer unos ciento veinte cuyes durante de cerdo. Esto significa que el cuy asado no se
toda la jornada con una ganancia de casi 100 vende entero sino trozeado y sin papas o sal-
sucres por animal vendido. Los animales, por sa de maní. Este panorama riobambino, que
lo general, fueron comprados el día martes que se completa con uno o dos restaurantes más
es el día principal de feria. La dueña del local “finos” en donde se puede “pedir” cuy ya que
los “engorda” los últimos días dándoles “mu- no está en el menú corriente, es una indicación
cha alfalfa”. Al lado de este restaurante regis- clara no solo de la presencia del cuy en la “co-
tramos varias fondas: una en calle 5 de Junio cina popular urbana” sino de la existencia de
y Orozco, otra en calle Chile y Juan Montalvo un mercado semanal de unos 400 o 500 cuyes
y la tercera en la calle Pichincha y Olmedo. La como máximo. En conversaciones con dos de
primera es un lugar a donde concurren, por lo los dueños de restaurantes, éstos manifestaron
general, campesinos e indígenas que han asis- que, en principio, conseguir cuyes “no es pro-
tido a la feria. Además del cuy, la atracción es blema” y que “siempre hay en el mercado”. So-
la “cantina” en donde se bebe “un buen aguar- bre la posibilidad de expansión se mostraron
diante”. El cuy se prepara siempre con salsa de bastante escépticos, haciendo notar que el cuy
maní y su precio varía según el tamaño. Solo “como plato es caro”, “es un lujo”, “es más cos-
se vende los martes y los sábados de feria. Los toso que la fritada”.
otros dos lugares son más bien “mestizos”. El Ambato es también una ciudad serrana que
de la calle Chile vende, también, los lunes y los sabe apreciar el cuy. Sus restaurantes más fa-
viernes pero se puede “encargar”, “hacer pe- mosos están ubicados, uno al lado del otro, en
dido” para cualquier día. En el último, el cuy la Avenida de la Circunvalación. Aquí registra-
no es la “única especialidad” ya que la gente mos el precio más caro por un cuy asado con
va, también, para comer “caucara”, que es una papas y salsa de maní: 500 sucres. La costum-
suerte de “hornado de cerdo”. Su “cantina” es bre, sin embargo, es vender lo que se llama “el
muy popular. Debo recalcar que, según nues- doble” o sea “dos buenas presas con su com-
tras observaciones, no existe ningún comedero pañía”, por la mitad del precio de uno entero.
o puestos que vendan cuyes en la zona de los A estos precios el cuy, al menos en estos res-
mercados. Cuando esto ocurre no se vende el taurantes, es más caro que el conejo. Estos dos
410 Eduardo Archetti - Antología esencial

restaurantes venden cuy todos los días, con la semanales no constituye un “gran mercado”. El
excepción del lunes. En Ambato, al contrario cuy sigue siendo en Ambato una comida cara y
que en Riobamba, es posible encontrar, en las llena de prestigio.
distintas plazas, varios puestos de comida que Otro elemento importante que puede ayudar
venden cuy todos los días. No hay que olvi- a entender las limitaciones en la demanda es
dar que en Ambato existen al menos catorce la ausencia de carnicerías especializadas en
“mercados” independientes o sea que, prácti- la venta de carne de cuy. Esto implica que si
camente, por su rol regional hay “feria” cada se quiere comer cuy hay que comprarlo vivo,
día de la semana (Hanssen-Bauer 1982:73-74). alimentarlo bien unos días para compensar la
Muchos de esos puestos de comida pueden lle- eventual pérdida de peso, debido al transporte
gar a vender hasta una docena de cuyes asados y tiempo de estadía en el mercado. Luego, hay
y trozeados. Uno de los lugares más típicos es que matarlo o hacerlo matar por alguien que
una “fonda” ubicada en la Avenida del Rey y esté en la casa y que tenga esa experiencia. Para
Obispo Riera en donde además de vender cuy el consumidor urbano mestizo la inexistencia
asado, a precios “populares”, se ofrecen otras de esa alternativa, sumado a la importancia del
especialidades de la cocina serrana: el “run- supermercado en la compra de carnes, limita
aucho”, que es una colada de harina de arveja sus “ganas” de comer el cuy. La alternativa es el
que se hace con vísceras de cuy, y el “treinta y restaurante que ofrece platos típicos.71
uno” que consiste en vísceras de vaca que se
pican muy fino, se dejan sazonar en leche, y se
sirve con salsa de maní y muchas hierbas. De- 71 La situación en Quito parece ser diferente, aunque
no hayamos realizado un estudio detallado. El cuy asado
más está decir que el “runaucho” es un plato se sirve, fundamentalmente, en las fondas cercanas a
campesino muy apreciado. El tamaño del mer- los mercados y en comederos de barrios populares. Los
cado de Ambato es, según nuestros cálculos, el restaurantes típicos para la clase media y los turistas
doble que el de Riobamba. Sin embargo en una no presentan al cuy en sus menues. El cuy en Quito
ciudad con cerca de 100.000 habitantes fijos, y es un plato “popular mestizo”. En la búsqueda de una
transformación en la presentación del cuy a los efectos
con, por lo menos, 10.000 que participan, cada de hacerlo más “presentable”, observé, en los carteles
día de la semana, en las distintas actividades con las comidas del día en dos fondas cercanas a La
comerciales, consumir unos 800 o 900 cuyes Carolina, el “cuy apanado” o “milanesa de cuy”. Esta
El mundo social y simbólico del Cuy 411

Conclusión: las limitaciones del cuy En relación a los precios, es importante ha-
como mercancía cer notar que si bien existen los cuyes “perua-
Espero que haya quedado claro que una de- nos” su precio de venta en el mercado los hace
manda reticente o, al menos, limitada se en- casi prohibitivos no solo como comida de res-
frenta a una oferta también con esas caracte- taurantes sino también como comida familiar.
rísticas. La compra “privada” de cuyes para Este argumento, puede utilizarse para explicar
consumo familiar aparece como aleatoria, la necesidad y urgencia de incrementar la pro-
dependiente de días muy fijos y bien estable- ducción, hacer caer los precios y, eventualmen-
cidos. Este calendario incluye como condicio- te, aumentar el consumo. Creo que este argu-
nantes el ciclo ceremonial festivo así como las mento no se sostiene: los precios eran, en la
ceremonias privadas familiares, en un contex- época del trabajo de campo, una barrera efec-
to urbano en donde el cuy es “comida de res- tiva para el consumo masivo. El cuy quedaba
taurante típico”.72 confrontado a su “destino” de “comida excep-
cional y estructurada” como he observado an-
teriormente. En esa dirección, el hecho de que
variante, osada y urbana, no estuvo presente en los el cuy es un “valor de uso” funciona como un
lugares de expendio de comida que visitamos durante
el trabajo de campo. Es probable que, cuando escribo limitante importante por el lado de la oferta.
estas líneas en 1991, el cuy apanado esté en las listas Podría concluir diciendo que el cuy es una
de muchos de los lugares que he presentado en este mercancía con sus “pecualiaridades”, lo que,
capítulo. Esto consagraría, de un modo ineludible, la en el fondo, no lo diferencia de otras “mercan-
“muerte simbólica” del cuy, su desaparición corporal y
cías”. Por lo tanto, en el análisis antropológico,
su aparición en un trozo aplastado e inofensivo. Comerlo
ya no puede producir ningún tipo de aprehensión. Es
el mismo proceso que la rana sufre cuando pasa a ser
“pierna” o “milanesa”. o, simplemente, organizan una salida para comer cuy
72 Sin que nuestras observaciones sean definitivas asado y beber aguardiente en una cantina popular. Dado
parecería que existen dos situaciones de consumo el precio del cuy no sería del todo ilusorio imaginar
típicas: la que podría llamar “familiar”, es decir cuando que el segundo tipo de consumo es el que tiende a
al menos dos miembros de un grupo doméstico deciden predominar en la Sierra ecuatoriana. Esto es solo una
comer cuy, y la eminentemente “masculina”, cuando un “intuición antropológica” que necesita ser corroborada
grupo de amigos, hombres todos, deciden ir de festejo con mejores datos.
412 Eduardo Archetti - Antología esencial

esas “peculiaridades” constituyen el centro del libro, me permitirá sintetizar algunos de nues-
análisis a los efectos de encontrar una respues- tros hallazgos en un contexto antropológico
ta a su conversión restringida como valor de más amplio, en donde lo que está en juego es
cambio. Aquí pueden haber varias razones que la mejor manera de entender procesos de cam-
nos remitan a lógicas superpuestas y comple- bio social y cultural así como, también, proce-
jas. Por un lado, razones culturales vinculadas sos de resistencia y tradicionalismo. O, quizás
al “gusto”, “la cocina”, “la relación entre co- nuestro caso nos permita entender que no hay
mida y procesos de salud” y a su “utilización una “linealidad” histórica prefijada y que los in-
ritual en ceremonias de curación”. Puede ha- dividuos pueden funcionar en distintas esferas,
ber, paralelamente, razones sociales que tiene muchas de ellas marginales, sin que, por esto,
que ver con “relaciones sociales de tipo verti- la sociedad y el Estado desaparezcan. Lo que
cal u horizontal”, “tipo de participación local se negocia, entonces, son “campos de poder e
en el sistema ceremonial”, “la existencia de influencia” en donde lo central es encontrar el
un calendario festivo que hay que seguir” y “el “centro” que decide así como los recursos de
establecimiento y reproducción de formas de que dispone.
prestigio”. En ese sentido, puede argumentarse
que hay razones que se vinculan al “status” de
la mujer y que, el cambio de una tecnología a Capítulo VII
la otra o el pasaje de valor de uso a valor de Lógicas sociales y culturales
cambio, implican la pérdida del prestigio y el
desconocimiento de una práctica ancestral tí- En el capítulo II al presentar y discutir el con-
picamente femenina. Finalmente, pueden es- cepto de complejidad cultural introduje, asi-
grimirse argumentos claramente económicos: mismo, el concepto de complejidad social. El
la falta de fuerza de trabajo, la falta de recursos primero aludía a la cantidad de información
productivos o, simplemente, el hecho de que que, en un marco determinado, se produce y
los precios son “bajos” y no constituyen incen- circula, o sea, dicho de otro modo, al conoci-
tivos que incitan al aumento de la producción miento que los actores utilizan para orientarse
y la productividad. Una discusión de estas di- en el mundo. El concepto de complejidad so-
mensiones, en el próximo y último capítulo del cial, por el contrario, se refería a las modali-
El mundo social y simbólico del Cuy 413

dades que adquiere la interacción social. Esta de interpretación de la realidad que se conside-
distinción analítica entre lo social y lo cultural, ran legítimos como de las posiciones sociales.
creo que es importante mantener pese a que, A estos efectos, considero, que la distinción en-
con toda razón, se puede argumentar que es tre lo social y cultural adquiere sentido.
arbitraria y chocante ya que lo social no pue- Geertz (1959), en un artículo anterior al de-
de separarse de lo cultural y viceversa. La vida sarrollo de su pensamiento en una dirección
social que el antropólogo estudia es el conjunto eminentemente culturalista, y teniendo como
de las actividades de determinados actores en objetivo la explicación del cambio social pro-
un ambiente físico y social. Estas actividades, blematiza de un modo correcto la distinción
obviamente, están cargadas de intencionali- entre lo social y lo cultural. Su argumento
dad, contienen un capital de conocimientos y, principal es que estos aspectos deben ser tra-
por lo tanto, desencadenan siempre un proce- tados como si fueran independientes aunque
so de interpretación que incluye a gran parte sean, en la práctica, mutúamente interdepen-
de los participantes. Si de lo que se tratara es, dientes. El problema de encontrar los modos
simplemente, de operar con hipótesis que ex- de integración entre lo cultural y lo social es,
cluyen el cambio esta definición bastaría para entonces, empírico. En esa dirección, lo cultu-
ceñir el objeto de estudio y la metodología. Sin ral es el marco de las creencias, los símbolos
embargo, las acciones no solo están destinadas expresivos y los valores que los actores utili-
a recrear lo existente, sino también a crear algo zan para definir el mundo, expresar sus senti-
nuevo e intentar cambiar el mundo en el que mientos y emitir juicios normativos. Lo social
se vive. Estas ideas implican, en principio, que es la pauta concreta que asume la interacción
los actores sociales entran en relación mutua social y el modo cómo se construyen las redes
sobre la base del consenso y del acuerdo. Aho- de relaciones sociales. Por lo tanto, podemos
ra bien, como es de suponer esto no necesaria- tener una situación de isomorfía entre lo so-
mente debe darse siempre. El problema es, en- cial y cultural pero, por lo general, en la mayo-
tonces, cómo captar las discontinuidades, las ría de las sociedades existen discontinuidades
discrepancias y, eventualmente, los conflictos entre estos niveles. Dicho de otra manera, una
que generan condiciones especiales de eferves- gran parte de lo que se cree está en lo que se
cencia y cuestionamiento, tanto de los modelos hace, pero, afortunadamente no todo. La hipó-
414 Eduardo Archetti - Antología esencial

tesis de cambio sugerida por Geertz incluye, Uno de los problemas principales de este
por lo tanto, la falta de correspondencia entre tipo de aproximación teórica, pese a sus venta-
estos dos sistemas como en el caso del ritual jas relativas frente a un enfoque estrictamente
que analiza: lo que se cree no puede hacerse funcionalista, es que se sigue asumiendo que lo
de un modo total e inequívoco. En el contexto cultural está “lógicamente integrado”, es decir
de cambio en Java, Geertz encuentra una in- que hay una unidad conceptual y de estilo, ba-
congruencia entre el contenido del significado sado sobre acuerdos fundamentales en lo refe-
religioso y las pautas de interacción social. El rente a los sistemas de significación y valores
ritual pensado para un contexto rural en don- dominantes. Lo mismo para el análisis de lo
de predominaban determinadas relaciones so- social, ya que se postula una suerte de integra-
ciales demuestra no ser eficaz en un contexto ción funcional entre las posiciones sociales y el
urbano. En un contexto rural las relaciones de desempeño de los roles. Por lo tanto, la discon-
parentesco y vecindad articulan y garantizan tinuidad solo existe entre lo social y lo cultural
el desarrollo de los rituales mientras que en el y no “dentro” de lo social y de lo cultural. Para
contexto urbano las relaciones de clase, ocu- resolver este dilema se hace necesario, por lo
pacionales o simplemente políticas tienden a tanto, concebir que ni lo cultural ni lo social es-
predominar (1959: 1011).73 tán perfectamente integrados y que, en ese sen-
tido, en toda sociedad habrá diferencias con-
ceptuales y normativas así como discrepancias
73 Posteriormente Geertz ha acentuado el énfasis en en la integración social. Si exageramos esta hi-
la autonomía de la cultura en relación a la estructura pótesis podríamos caer en el extremo opuesto
social y la psicología individual. No estaré del todo al funcionalismo: todo cambia, todo el tiempo
errado si afirmo que, en última instancia, su modelo
y, en consecuencia, la sociedad vive en un es-
de “descripción profunda” se apoya en la hipótesis de
la existencia de una coherencia cultural interna y, en tado de anarquía más o menos permanente. La
consecuencia, solo posible en situaciones histórica-
mente estables. Es importante señalar que, en el ar-
tículo que utilizo como punto de referencia, Geertz, cial. De alguna manera, Geertz también aquí sostiene
explícitamente, menciona la estructura motivacional que la cultura está integrada lógicamente. El cambio
individual como el tercer nivel en la búsqueda de dis- solo puede explicarse por la discontinuidad entre cul-
continuidades que ayudan a entender el cambio so- tura y sociedad.
El mundo social y simbólico del Cuy 415

experiencia demuestra que estos extremos se un lado, la problemática del poder y, por el otro
dan en la historia de las sociedades solo en mo- lado, vincular esto a los mecanismos que legiti-
mentos especiales. man las creencias y los modelos de interpreta-
La aproximación más realista es, por lo ción de la realidad que los actores movilizan en
tanto, considerar que en las sociedades que el los procesos de la vida social. Nuestro peque-
antropólogo estudia, especialmente en la ac- ño ejemplo, sin lugar a dudas, puede ayudar a
tualidad, los actores sociales no solo disponen una mejor comprehensión de estos fenómenos.
de modelos de interpretación de la realidad di- Veamos esto más de cerca.
ferentes sino también de áreas de interacción
social alternativas. Uno de los problemas fun- Poder y legitimidad
damentales, existente en todas las culturas y No es mi intención desarrollar esta proble-
persistente en el tiempo, es cómo se organiza mática en toda su profundidad ni tampoco
la diversidad y no cómo se reproduce la unifor- presentar un resumen de las diferentes teo-
midad. Dicho esto, y para no caer en las tram- rías, sus logros y sus defectos. Otros lo han
pas del postmodernismo, un problema queda hecho antes y mejor.75 Aquí, simplemente, voy
por resolver y, desde luego, tratar de entender: a seguir algunas pistas de Wolf (1990) que me
cómo ocurre efectivamente la producción y la van a permitir entender esta problemática en
reproducción social y cultural.74 Estoy absolu- relación al proyecto de desarrollo concre-
tamente convencido que para dar una respues- to que fue el comienzo de esta historia. Wolf
ta satisfactoria hay que introducir de lleno, por distingue cuatro tipos de poder. El primero,
eminentemente personal, es una característi-
ca o un atributo de una persona (en el sentido
74 Como una consecuencia de la introducción del
que, por ejemplo, damos a la palabra hombre
debate postmodernista en antropología, los usos
tradicionales de conceptos como el de cultura y o mujer carismática). El segundo, se refiere al
sociedad han sido cuestionados por antropólogos que,
con toda seguridad, renegarían de verse asociados con
los más recalcitrantes postmodernistas, (Keesing 1987 75 Para la problemática del poder, aunque ya con mu-
y Strathern 1987 ). Uno de los ataques más sistemáticos chos años encima, el pequeño libro de Lukes (1974) me
contra el post-modernismo y el deconstructivismo se sigue pareciendo un “clásico”. Gellner (1974) se puede
encuentra en Bailey (1991). consultar para el tema de la legitimidad de las creencias.
416 Eduardo Archetti - Antología esencial

tipo de habilidad de un ego concreto en condi- mientos”. En esa dirección, el Ministerio de


cionar a un alter, de tal manera, que éste sigue Agricultura y Ganadería se convierte en un
su voluntad. El tercero, aunque interaccional, agente de poder a través de la actividad de
como el anterior, pone especial énfasis en el burócratas, expertos y extensionistas en la
modo cómo se ejerce control o se condiciona asignación de importantes recursos materia-
la capacidad de una persona, grupo de perso- les con el objetivo de promover el desarrollo
nas o cualquier unidad operativa, de actuar de económico y social. Antes que controlar las
determinada manera en un contexto social es- condiciones materiales de reproducción, un
pecífico. Es lo que Wolf llama “poder táctico proyecto de este tipo está orientado, en pri-
o poder organizacional” (1990:586). Finalmen- mer lugar, a “cambiar la mentalidad de la gen-
te, el cuarto tipo, no solamente condiciona el te” y a “introducir nuevas ideas que permitan
contexto sino que lo crea y, en ese sentido, es- un cambio en la producción”. Los recursos
tructura el campo de acción de terceros. Este materiales, los cuyes mejorados y las instala-
tipo de poder se refiere no solo al “control de ciones, no son sino un medio “instrumental”
las conciencias”, a la “determinación o condi- de un objetivo central: “modernizar las menta-
cionamiento de las mentalidades o modos de lidades”. En esa dirección, y de un modo muy
pensar”, sino también al control de los recur- obvio, lo que está en juego es la legitimidad de
sos que los actores necesitan para su repro- los distintos modelos y prácticas productivas
ducción material (tierra, capital o fuerza de que se enfrentan.
trabajo, por ejemplo). Este tipo de poder Wolf Ahora bien, es necesario recordar que los
lo llama “estructural”. actores involucrados en esta situación son,
Desde la perspectiva de una antropología por un lado, las mujeres productoras y, por
“realista”, preocupada, por las condiciones el otro, los extensionistas. En ningún caso, se
de reproducción y las perspectivas de cambio trata de “expertos”, de científicos guardianes
social y cultural, es obvio que los dos últimos del capital de conocimiento cultural que de-
tipos de poder son los más pertinentes. El termina la aplicación de uno u otro modelo
objetivo original del proyecto de desarrollo productivo. En el caso de la cultura produc-
era cambiar “el modelo de producción intro- tiva del cuy, el tipo de conocimiento acumu-
duciendo nuevas técnicas y nuevos conoci- lado se transmite, como hemos visto, a través
El mundo social y simbólico del Cuy 417

de las prácticas y está articulado a un cono- ecuatoriana, en muchos niveles, es un claro


cimiento más amplio sobre las plantas y los ejemplo de esta posible “diversidad de mode-
animales. Los extensionistas, por otro lado, los y prácticas”.76
no son sino los encargados de difundir los De manera muy clara, los hallazgos empíri-
“hallazgos” de los expertos, de los científicos, cos presentados hasta ahora han demostrado
de los veterinarios, que en condiciones expe- la existencia de variaciones culturales y socia-
rimentales ideales establecen las normas de les significativas. Esas variaciones se explican,
alimentación adecuadas y el manejo de salud en primer lugar, por las discontinuidades exis-
correcto. En otras palabras, los extensionis- tentes entre conocimiento popular campesino
tas constituyen el último eslabón de un “es- en general y conocimiento científico, y en se-
fuerzo” y un modelo de transformación tec- gundo lugar, por las diferencias en el modo de
nológico basado en lo que podríamos llamar circulación social y simbólica del cuy debido a
“conocimiento científico”. la persistencia de fronteras étnicas más o me-
En toda situación de interacción, el poder nos claras. El cuy solo ilustra, en pequeña esca-
reside en la capacidad de unos u otros actores la, la existencia de estas singularidades.
de imponer uno de los modelo como el “único”
porque es el más eficaz, el más verdadero, el
76 Gellner ha demostrado que la existencia de una
más divino o el más bello. En esa dirección, si pluralidad de opciones abierta a los individuos, con
esto ocurre, uno de los modelos desaparece- la idea de elección que de manera concomitante
rá reemplazado por la versión y las prácticas la acompaña, es una condición necesaria para el
triunfantes (Wolf 1990:593). Todo consenso, desarrollo de la modernidad, pero no es una condición
suficiente (1974: 156). Lo central, argumenta, es pasar
la última meta del poder, implica, en conse- de la elección individual al análisis de “estilos de
cuencia, un empobrecimiento de la realidad, pensamiento”. A este nivel, la aparición de un “estilo”
en el sentido que conocimientos y prácticas que podernos caracterizar como científico es, sin lugar
alternativas tienden a desaparecer, o, frente al a dudas, un requisito imprescindible. Obviamente,
“dominio” de uno los otros sobreviven como este cambio de énfasis, del individuo concreto, que
duda frente a la multiplicidad de opciones, a algo tan
formas de resistencia o como formas secunda- abstracto como un “estilo de pensamiento” encierra un
rias articulando contextos de interacción cada conjunto de dificultades que no podemos explorar aquí
vez más específicos y marginales. La sociedad en todas sus ramificaciones.
418 Eduardo Archetti - Antología esencial

Sin pretender complicar el tipo de análisis Por el contrario, el “conocimiento científi-


propuesto es importante, sin embargo, añadir al co” del cuy no solo está basado en una expe-
problema del poder la problemática de la legiti- rimentación prolongada sino que se desprende
midad de los modelos y las prácticas sociales. de la lógica académica universitaria. Aquí , al
Analizar la forma de presentación de los distin- lado de la experimentación, hay un desarrollo
tos discursos e interpretaciones de la realidad de la química, la biología, las ciencias médicas
es casi tan importante como la consideración en general, que permiten que el “mundo de los
de su contenido. Cuánto más flexibles sean las animales” se aisle del “mundo de las plantas” y
formas utilizadas, mayor el potencial de legi- éstos, a su vez, del “mundo de los humanos”.
timidad. El modelo campesino es un conoci- Los tratados difusos y esotéricos de las cien-
miento “oral” que se transmite, de madres a hi- cias exactas, al menos para los cientistas so-
jas, a través de las prácticas y la participación ciales y todo lego que se precie de ello, dan una
activa en los rituales en donde el cuy circula cierta legitimidad no solo porque están escritos
efectivamente. Una “cocina del cuy” no puede sino porque se puede volver sobre ellos, de un
existir sin este tipo de trabajo femenino, lo mis- modo permanente, echando, de vez en cuando,
mo que la “higiene y la salud del cuy” no puede una ojeada crítica. Esto implica que frente al
reproducirse sin que exista una transmisión “conocimiento local” campesino, el conoci-
efectiva de las creencias sobre lo frío y lo ca- miento científico se presenta como extra-terri-
liente. No hay un libro escrito que pueda con- torial: sus verdades son válidas para un aquí y
sultarse como tampoco referencias históricas ahora que incluye todo el universo. Una con-
precisas con estudios de caso detallados que secuencia importante de esta lógica es que el
indican alternativas a seguir en rubros como conocimiento acumulado tiende a independi-
la higiene, la alimentación y la salud de los zarse de las cuestiones morales y de las obliga-
animales. Finalmente, no existen a nivel local ciones sociales y políticas (Gellner 1974:166).
expertos “veterinarios”, como los curanderos o En sus formas extremas puede generar un tipo
los sobadores, que pueden, en última instancia, de fundamentalismo, partidario de que todo lo
ayudar a curar los animales. La cultura oral del que puede hacerse debe ser hecho y de que, en
cuy es, por lo tanto, un tipo de conocimiento principio, toda alteración, todo cambio tecno-
local y democrático. lógico, es una mejora. Negarse a ello es una
El mundo social y simbólico del Cuy 419

muestra de conservadurismo o tradicionalismo categorías que aparecen no solo como entida-


ritual. Es claro que esta ideología no sería po- des abstractas sino que adquieren pleno senti-
sible sin la existencia de los reclamos de extra- do cuando se actualizan en el mundo, cuando
territorialidad. Los hallazgos sobre los cuyes se convierten en prácticas morales y sociales.
son tan válidos en Palmira Dávalos como en Los “intereses” y las “preferencias” adquieren,
Quito, en Quito como en Lusaka, en Ecuador desde un comienzo, un carácter eminentemen-
como en Burkina Faso. Este reclamo jamás te social. La cultura oral del cuy con su com-
puede ser hecho por un campesino o una cam- plejidad social y simbólica es un claro ejemplo
pesina ecuatoriana. de esto. Confrontado a esto, por otro lado, el
Esta perspectiva, además, puede presentar- conocimiento científico de los modernizadores
se de una manera más “popular” a través de fo- requiere la total independencia de los hechos
lletos técnicos para los extensionistas, ningu- empíricos de los problemas de valor, la verdad
no de ellos necesariamente experto en la cría debe aparecer (u obtenerse) siempre indepen-
científica de cuyes, y, posteriormente, en los dientemente de los posibles juicios de valor. En
manuales que se difunden a los productores. El esa lógica no importa que el cuy circule “tradi-
poder de esta perspectiva radica, no solamente cionalmente” en las fiestas y en las ceremonias
en su pretendida eficacia para aumentar pautas de cura, ya que este tipo de “consumo cultural”
de producción y tasas de productividad, sino no puede, en principio, condicionar o determi-
en la ductilidad, en la capacidad de adaptar un nar las estrategias productivas. Es obvio que
conocimiento de difícil acceso a las exigencias aquí se opera con un modelo de actor en donde
pragmáticas que impone la existencia de públi- no solo la “racionalidad” es el axioma principal
cos con “necesidades” y “lógicas” diferentes. sino que se asume que algo se prefiere, frente a
Lo que acabo de presentar ahora ilustra, por un otro “real o hipotético”, por su mayor “utili-
lo tanto, la existencia de dos “estilos de pensa- dad”. Las preferencias y los intereses, en el mo-
miento” diferentes. Por un lado, el estilo campe- mento de elegir, van a aparecer siempre como
sino, que puede ser visto, en general, como un “privados” (Hefner 1983:669).
un estilo “popular” que se encuentra, también, Es obvio que el modelo antropológico, basa-
en el mundo urbano. Este estilo de pensamien- do en una descripción lo más detallada posible
to está basado en un conjunto de creencias y de las creencias y prácticas locales, ha de in-
420 Eduardo Archetti - Antología esencial

sistir en la relación estrecha que existe entre das por la experiencia que se tiene de lo social.
“elección” y preferencias morales y sociales. Veamos esto más de cerca.
Asimismo, las preferencias serán vistas, por lo
tanto, no solo como una expresión de los de- La implementación del cambio social
seos individuales de maximizar sino como la y cultural: resultados, dilemas
manifestación de procesos sociales en donde y paradojas
las formas de poder institucional y estructural, Espero que haya quedado claro al lector que el
que he mencionado anteriormente, deben ser nuevo paquete tecnológico implicaba la intro-
consideradas. Llegado este punto incluso los ducción más variables en el proceso producti-
“racionalistas y modernistas” a ultranza acep- vo, bajo la forma de componentes productivos
tarían que, al fin de cuentas, sus “actividades nuevos y variados, y, en consecuencia, desde
cognitivas” son, efectivamente y de un modo la perspectiva del productor, más tareas y un
muy real, extra-territoriales. Aceptar esta argu- especial cuidado por el control de ciertos ele-
mento implicaría dejar de lado la experiencia mentos decisivos. La filosofía del proyecto se
vital y cotidiana que se tiene y que está basada basaba en lo que podría llamar la “existencia
en la importancia de lo social, en sentido am- de necesidades hipotéticas de la población”.
plio, y en el peso de la moral cuando se tiene El postulado de base era que la necesidad de
que elegir. Sin embargo, el estilo de pensa- las mujeres de tener “más y mejores cuyes”
miento “científico”, en contra de la evidencia no estaba satisfecha. Sin embargo, a lo largo
y la consistencia, asume la extra-territorialidad de este libro he tratado de demostrar que del
como un postulado que es imprescindible para modo tradicional de criar y producir cuyes se
garantizar el avance del “conocimiento obje- desprenden, a nivel individual y social, “nece-
tivo”. Los modelos de extensión “tradiciona- sidades preferenciales” relacionadas estrecha-
les” que se desprenden de esta lógica, pueden mente con el modo como los animales circulan
funcionar solo si aceptan la existencia de “un en las arenas simbólicas y sociales. Si nuestra
productor racional” abstracto. Cuando la rea- etnografía es correcta espero que, a esta altura,
lidad demuestra que los cambios esperados no deberá aceptarse la hipótesis de que existe un
se producen a la velocidad estimada las dudas “ambiente y un poder institucional local” que
sobre la eficacia del modelo aparecerán filtra- condiciona, en este caso, la preferencia efec-
El mundo social y simbólico del Cuy 421

tiva y, finalmente, la elección. La creación de más, variar a medida que nos vamos acercando
“nuevas necesidades”, objetivo de todo proyec- a los casos particulares. Las respuestas a los
to de cambio tecnológico y productivo, impli- extensionistas y a la oferta de los programas
ca, en la práctica, que la población debe cam- de Desarrollo Rural Integral son una muestra
biar preferencias que, como hemos visto, están del tipo de pluralidad cultural al que he aludido
vinculados estrechamente a procesos sociales al inicio de este capítulo. Por lo tanto, se hace
y culturales más amplios. necesario, en primer lugar, entender la lógica
El programa de cuyes se implementó, sola- de las mujeres que aceptaron transformarse en
mente, en cuatro comunidades: Tigualó, Chi- “modernas productoras de cuyes”.
rinche y Llactahurco, en la zona de influencia Una de las respuestas preliminares puede
del programa de Desarrollo Rural Integral de encontrarse explorando la “condición de ser
Salcedo, y Guzo, competencia del programa de mujer”. Es obvio que el programa implica “una
Quimiag-Penipe. Los objetivos ambiciosos de preocupación más”, “otra cosa para atender”,
incorporar a la mayoría de las “madres y amas que viene a sumarse al sinnúmero de activi-
de casa” al programa de modernización de la dades domésticas y productivas que requie-
producción de cuyes en ningún caso habían ren la presencia de las “amas de casa”. Ahora
sido logrados. En todas las comunidades, una bien, el trabajo doméstico y productivo, en
ínfima minoría había aceptado participar en el general, varía con el tiempo y está, de algún
programa: a nivel individual, ocho mujeres en modo, estrechamente relacionado con el ci-
Llactahurco y el mismo número en Tigualó y clo de desarrollo doméstico de las familias.
unas cinco en Guzo, mientras que en Chirinche En una situación en donde la relación entre
se decidió establecer un programa “comunal consumidores y productores es desfavorable,
cooperativo” del que aceptaron participar muy el trabajo de la mujer será más intenso ya que
pocas mujeres. Desde el punto de vista de la tendrá hijos más pequeños. La situación de la
comprensión de estos procesos el problema mujer va a cambiar a medida que sus hijas pa-
es, desde luego, dónde poner el énfasis: en la sarán a ayudarla en el trabajo doméstico. Pen-
minoría de mujeres que aceptan o en las muje- sando en un ciclo demográfico “ideal” se pue-
res que se niegan a participar. Las razones para de imaginar que a partir de los quince años de
seguir uno u otro curso de acción pueden, ade- casada la situación va a cambiar y esto va a
422 Eduardo Archetti - Antología esencial

coincidir con el final del período fértil normal. muy apreciado, especialmente lo que se refiere
En otras palabras, cuando la mujer se acerca a los procesos de salud y enfermedad.
a los cuarenta tiene más ayuda y, por lo tan- Creo que es importante tener en cuenta estos
to, puede sentirse más libre para “embarcarse cambios de status si se pretende entender los
en nuevas actividades”. Entre las productoras procesos de cambio: las mujeres cuando son
que participaban de las experiencias pilotos jóvenes deben controlarse y son, básicamente,
esta era la situación existencial predominan- definidas como “inmaduras”, “dependientes” y
te. Incluso muchas participantes tenían más “sin mucha autoridad”. Con la edad, como he
de cincuenta años. escrito antes, esto se transforma y, por lo tan-
La edad, paralelamente, va a coincidir con to, las mujeres pueden estar, en teoría y quizás
un cambio en la “percepción” de la mujer: ésta paradójicamente, “más abiertas” a los nuevos
pasa a ser “madura”, “con experiencia”, “con impulsos. Sin embargo, desde su perspectiva lo
mucho conocimiento” e, incluso, “independien- central es mantener un balance entre “indepen-
te”. El control masculino tiende a disminuir y dencia” y “sabiduría”. Las mujeres, con la edad,
la mujer adquiere una mayor libertad de mo- han acumulado un “capital de conocimientos”
vimiento.77 El pasaje de “madre” a “abuela” es, que les da autoridad y les permite cumplir un
en esa dirección, muy importante. Se adquiere rol muy importante en la transferencia local de
cierta autoridad que no solo los años vividos prácticas culturales. Esto incluye, desde luego,
dan, sino también porque sus “consejos” pasan el capital de conocimiento relacionado con la
a ser buscados por sus hijos recién casados. En producción de cuyes.
la reproducción de una familia las mujeres son No hay que olvidar que estamos en una área
depositarias de un cierto conocimiento que es de cambio que confronta a las productoras
con los significados simbólicos y sociales que
pueden estar totalmente ausentes en “produc-
77 Stølen (1988) ha demostrado de manera fehaciente, tos” nuevos que se tratan de introducir. El cuy
para una población campesina mestiza, los cambios es, en esa dirección, un “producto” viejo y, en
de la situación de la mujer y las relaciones de género
a medida que se dejan detrás los años fértiles. Aquí, de
consecuencia, está enraizado en un conjunto
un modo un poco arbitrario, asumo que lo mismo puede de creencias y prácticas bien fortalecidas que,
ser válido en las comunidades indígenas. constituyen, para decirlo de otra manera, una
El mundo social y simbólico del Cuy 423

“tradición local”. Cambiar totalmente una “tra- es crucial ver cómo las mujeres “adecuaron”
dición local” puede implicar ciertos riesgos, el cambio tecnológico propuesto a partir del
entre los que la “pérdida de prestigio” es un modo cómo se plantearon resolver estos di-
factor importante que no hay que descuidar. lemas sociales y culturales. En casi todos los
Por un lado, podemos asumir que el manteni- casos de adopción tecnológica individual hubo
miento de las posiciones sociales y la centra- una adecuación entre la propuesta de los téc-
lidad en las redes de interacción es central en nicos y extensionistas y el conocimiento y las
las estrategias de las mujeres. Por otro lado, el prácticas locales: el resultado fue un “tercer”,
cambio cultural, en un sentido amplio, implica o varios “terceros”, modelos de crianza que no
que los actores comienzan a percibir sus creen- eran ni el “tradicional” ni el “moderno”. En el
cias o doctrinas como inconsistentes o como caso de Tigualó, por ejemplo, los cambios más
inadecuadas para garantizar la reproducción significativos se dieron en la adopción de las
social en un sentido amplio.78 En esa dirección, nuevas instalaciones y la incorporación de los
machos peruanos mejorantes. Sin embargo,
en lo referente a la higiene de las cuyeras se
78 Gellner (1970) advertía sobre las dificultades que mantuvieron las prácticas tradicionales de ha-
enfrentan los antropólogos cuando practican la política
cer una “cama” con rastrojos de alfalfa, hier-
de la indulgencia frente a sus informantes, dándoles
siempre la posibilidad de manipularse uno al otro, bas malas y cenizas. Asimismo, las prácticas
pero no son consistentes en relación a los conceptos. medicinales que he descrito con anterioridad,
Escribe: seguían vigentes y no había señales de cambio.
“una indulgencia excesiva en la práctica de la cari- En Llactahurco, los únicos cambios que se
dad contextual nos puede enceguecer en relación a lo
que es lo mejor y lo peor en una sociedad. Nos pue-
adoptaron fueron los mismos que en Tigualó;
de enceguecer sobre la posibilidad de que el cambio nuevas instalaciones y nuevos reproductores.
puede ocurrir a través del reemplazo de una doctrina Observamos, sin embargo, el mantenimiento
o ética inconsistente por una mejor, o a través de la de un conjunto de prácticas que no solo reve-
implementación mejor de una de las dos. También laron la actualidad de lo tradicional sino que
nos enceguece sobre la posibilidad, por ejemplo, de
ejercer el control social a través del uso de doctrinas
eran una indicación de “falta de confianza” en
absurdas, ambiguas, inconsistentes o, directamente, las prácticas modernas. Veamos algunos ejem-
incomprensibles” (traducción propia). (1970:42-43) plos. Se llegaron a instalar “fogones” al lado de
424 Eduardo Archetti - Antología esencial

las cuyeras nuevas para evitar que el frío en- gualó, por otro lado, encontramos que muchas
ferme o mate a los cuyes, para dar más calor y productoras que pensaban lo mismo habían de-
prevenir las enfermedades, los cajones se lle- cidido, asimismo, comer los cuyes mejorados.
naron con rastrojo de cebada y ciertas hierbas Algunas los habían encontrado “buenos”, con
medicinales, y para controlar los ataques de las la carne “bien dulce”.
comadrejas las cuyeras se aislaron con cenizas
y ají, así como los alrededores se limpiaron A modo de conclusión: cambios
con agua de pescado hervido. Asimismo, en el y desarrollo
manejo propiamente genético se mantuvieron Este libro debe ser visto como la descripción
un conjunto de prácticas tradicionales: las ma- de un encuentro entre culturas y lógicas socia-
dres preñadas no se separaron del resto de los les diferentes. Estas diferencias coexisten en
animales y lo mismo ocurrió con los gazapos un espacio territorial común, expresan “histo-
recién nacidos. Esto implica, que, en la prácti- ricidades” dispares y forman parte de una are-
ca, hay una sola “cuyera” sin divisiones según na política crucial en los países desarrollados
edad, sexo y estado general. Sin embargo, en tanto como en los subdesarrollados, en donde
algunos casos había solo dos habitáculos; en la lógica del Estado moderno se basa en la im-
uno estaba el cuy peruano, o el macho mejora- plementación, más o menos permanente, de
do, y en el otro los animales restantes. programas de desarrollo económico. Nuestra
Sin embargo, el hallazgo más importante es etnografía y los estudios de casos particulares
el mantenimiento, aun en el caso de apropia- ilustran las discontinuidades y las contradic-
ción de parte del paquete tecnológico moder- ciones entre estilos de conocimiento diferentes
no, de la cuyera tradicional en la cocina. Esto pero no cierran la puerta a la comprensión del
implica, desde luego, desconfianza frente a la cambio social y cultural. Los casos “margina-
eficacia del programa pero más claramente el les” de cambio indican que, como lo he explici-
hecho de que los cuyes “nuevos” son para “sa- tado en las primeras páginas de este capítulo,
carlos a la plaza”, mientras que los “runas” son la transformación es posible y que esta ocurre
para comerlos. El argumento adicional utiliza- en un contexto de relaciones de poder. Las mu-
do fue que, además, por los “nuevos” se puede jeres que niegan el nuevo paquete tecnológico,
obtener más dinero ya que “valen más”. En Ti- en principio, no pueden ser sancionadas efec-
El mundo social y simbólico del Cuy 425

tivamente, o sea que el poder real de los exten- la siguiente manera: la existencia de relacio-
sionistas y modernizadores no puede ejercerse nes de poder automáticamente remite el aná-
en su plenitud. Por otro lado, no hay que olvi- lisis antropológico al examen de los grados
dar que aunque se comience con una lógica de de autonomía que tienen los actores. Por lo
las necesidades hipotéticas la filosofía usual tanto, lo central pasa a ser la comprehensión
en estos proyectos es “reformista”, o sea que de cómo los actores sociales pueden no solo
se espera que los “actores mismos” definan, en expresar la autonomía sino, también, mante-
última instancia, sus objetivos. Obviamente, nerla en el tiempo. Las ideas de poder institu-
siempre se espera que esos objetivos coincidan cional y estructural son, en esa dirección, muy
con los objetivos del proyecto, ya que estos son importantes. Por lo tanto, esta aproximación
los “más correctos y los más adecuados” para aunque reconoce “desigualdades” objetivas en
resolver los problemas que están por detrás de término de medios y recursos que los actores
la intervención. Sin embargo, aun las mujeres sociales pueden movilizar no presupone el re-
que aceptan correr ciertos riesgos, adoptando sultado en función de ésto. El resultado apa-
parte de la propuesta metodológica, demues- rece, en principio, como “abierto”, aunque el
tran, en la práctica, independencia y origi- “abanico” de respuestas y soluciones concre-
nalidad ya que ponen en marcha soluciones tas no es infinito.79
diferentes que implican el mantenimiento del La segunda lección es que la “cultura” es un
“capital de conocimiento” acumulado a lo largo componente esencial del modo cómo el cuy se
del tiempo. Ese “capital”, como he tratado de produce, consume y circula . Esas ideas son
argumentar antes, permite el mantenimiento parte de los esquemas productivos, no son ex-
del prestigio social alcanzado. Estas mujeres
demuestran independencia y originalidad dos
79 Un enfoque prometedor es el desarrollado por Long
veces: una vez, al aceptar parte del paquete tec- (1989 y 1990). En esa dirección, nuestro estudio de caso
nológico, y, la segunda vez, al reafirmar la vali- puede ser conceptualizado como una típica situación
dez de los conocimientos sobre higiene y salud de contacto entre individuos o unidades representando
animal adquiridos en el pasado. intereses diferentes y apoyados en recursos diversos.
Long insiste en la necesidad de considerar, por razones
La primera lección que se puede obtener de
metodológicas obvias, casos en los que ha habido una
mi análisis puede ser, entonces, formulada de intervención estatal “planificada” (1989: 3-6).
426 Eduardo Archetti - Antología esencial

ternas al mundo material. El “campesino” y el la cantidad disponible de cuyes, de un modo li-


“experto” viven en marcos de referencia dife- neal, aumenta la capacidad de vender exceden-
rentes pero que remiten a modelos económi- tes y, al mismo tiempo, la posibilidad de con-
cos dispares. Por lo tanto, si aceptamos esta sumir más proteínas . Sin embargo, este tipo
perspectiva, obviamente, estaremos en con- de cambio puede implicar el fortalecimiento
diciones de plantearnos la problemática del de la participación desigual en rituales y cere-
cambio en relación a la producción en general. monias ya que se puede “ofrendar” y “ofrecer”
No podemos desconocer que los actores mis- más y mejores cuyes. O, por otro lado, como
mos pueden confrontar sus ideas y creencias hemos visto con nuestros ejemplos, los cuyes
con la “necesidad” de resolver problemas téc- mejorados entran en un circuito de intercam-
nicos y que, por lo tanto, nuevas alternativas bio comercial mientras que los cuyes no mejo-
pueden ser generadas o aceptadas. Esto vale rados que se sigue produciendo se mantienen
tanto para el campesino como para el experto en el circuito de consumo doméstico y ritual.
que se autocritica. Cualquiera que sea la respuesta, la compleji-
La tercera lección se relaciona a la compleji- dad social y cultural invita a un tipo de análisis
dad del proceso de formación de necesidades y ajeno al “modelo subjetivo” que presupone un
preferencias. Traté de combinar conocimiento ajuste automático entre los precios o cantidad
simbólico y prácticas productivas con la vida de proteínas y las preferencias de los producto-
cotidiana de nuestras mujeres en un contexto res. Frente a ello, el examen cuidadoso de los
fluído, en donde, por efecto del tiempo bioló- contextos sociales y morales que están por de-
gico y social, se pasa de mujer “dependiente” trás de la definición de necesidades, el estable-
a mujer “más independiente”. Estos procesos cimiento de preferencias y, en última instancia,
favorecen la apertura de espacios sociales nue- el consumo, es la aproximación adecuada. Este
vos y generan otro tipo de discontinuidades libro ilustra, con sus bondades y defectos, la
que se suman a las de carácter más bien cultu- importancia de tratar de entender al cuy en su
ral. Los actores pueden ganar nuevas posicio- complejidad social y simbólica. Una vez hecho
nes y construir alianzas que, en la práctica, au- esto, sin embargo y para desilusión de los mo-
mentan sus posibilidades tanto sociales como dernizadores, no podremos convertir nuestros
económicas. Sin lugar a dudas, un aumento en hallazgos en recetas de fácil aplicación. Afor-
El mundo social y simbólico del Cuy 427

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Una perspectiva antropológica
sobre cambio cultural y desarrollo
El caso del cuy en la Sierra ecuatoriana*

L a naturaleza es —por naturaleza, y valga la


redundancia— indiferenciada. Es el hom-
bre el que, a través de la apropiación social y
muchas sociedades a la relación original, seres
humanos y animales, debe agregarse el mundo
de los espíritus. En ese delicado balance es po-
simbólica, establece distinciones entre peces, sible encontrar no sólo cierto tipo de hombres
aves y animales que se pueden o no comer. Una sino también determinados animales que ocu-
distinción fundamental, por lo tanto, es la que pan una posición privilegiada en tanto pueden
establece la diferencia entre seres humanos y servir como medios para una mejor comunica-
animales. Por lo general pensamos la condición ción con los espíritus.1
humana a partir de ciertos rasgos negativos que El modo en que se clasifica a los animales y
atribuimos a los animales: satisfacción incon- se los transforma en comida o no, es un tema
trolada de sus instintos y apetitos, fecundidad central en toda investigación antropológica
incontrolada y carácter básicamente asocial. sobre los tabúes. El valor ritual de un animal
Sin embargo, el contacto entre seres humanos determinado depende, en consecuencia, de
y animales está regulado por un conjunto de re- los tabúes y las reglas que regulan la matan-
glas que sancionan si un animal se come o no, za y el consumo de este y otros animales. En
si se puede domesticar o no, y restricciones de ese contexto social y simbólico el tratamien-
tipo ritual, como por ejemplo cuándo y cómo to que le damos está, en muchas ocasiones,
es posible matar y comer ciertos animales. En lleno de inconsistencias y discontinuidades.
Algunos animales viven en la abundancia y la
* Este trabajo fue publicado originalmente en Bovin,
M. Rosato, A. y Arribas, V. (eds.) 2004 Constructores de
otredad (Buenos Aires: Antropofagia). 1 Ver especialmente Douglas (1975: 27-46).
434 Eduardo Archetti - Antología esencial

lujuria, son miembros privilegiados del mun- en los circos. El mundo de los animales, por lo
do doméstico, son objeto del cariño sin límite tanto, está lleno de discontinuidades: por un
de sus dueños y gozan de la atención de los lado, los animales del mundo doméstico, y por
especialistas cuando se enferman. Su entrada el otro los que se convierten sistemáticamente
en ese espacio doméstico se caracteriza por el en comida.
hecho de darles un nombre, signo de afecto y A nivel emocional esto implica que los acto-
de individualización. En el mundo de las cla- res sociales viven en un mundo esquizofrénico:
ses medias el perro y el gato son los animales unas especies reciben un cuidado especial y
“humanizados” por excelencia. Otros anima- muestras de afecto sin límites y otras especies
les, sin embargo, tienen una vida menos pla- reciben, también, un cuidado especial, produc-
centera, no reciben nombres y se crían con el to de un conocimiento de sus comportamien-
objeto central de convertirse en comida. Los tos y necesidad cada vez más preciso pero para
cuidados a los que se los somete no les evita convertirse en víctimas2.
terminar sus vidas sacrificados en mataderos El cuy no escapa a esa doble condición a la
de todo tipo o en el campo mismo. Por lo ge- que aludimos. En Europa y en Estados Unidos
neral no tienen nombre y sus vidas transcurren es un animal doméstico por excelencia, una de
de modo anónimo. Esos animales no forman las mascotas de los niños y por lo tanto un tabú
parte del mundo doméstico y su reproducción alimenticio. En el Ecuador y en el mundo an-
se desarrolla fuera de las casas, a campo abier- dino en general es comida: los cuyes se crían
to o en instalaciones propias lejos del ciclo co- para ser sacrificados. Sin embargo, el cuy en
tidiano de las familias de productores que los el mundo campesino ecuatoriano vive dentro
crían. Esa distinción, sin embargo, está par- de las casas conviviendo en el mismo espacio
cialmente basada en la clase de animales. Los doméstico de las familias que los crían. Esa co-
perros de las clases medias europeas, ameri- existencia, ese grado de “intimidad”, no les im-
canas y ecuatorianas, por ejemplo, son criados
—en determinadas partes de Asia— para ser
comidos. Otros animales que son cazados sin 2 Sobre la relación entre seres humanos y animales
hay una literatura antropológica muy rica. Una
conmiseración reciben un tratamiento espe-
buena introducción a este tema se puede conseguir
cial cuando pasan a vivir en los zoológicos o combinando Leach (1964) con Serpell (1986).
Una perspectiva antropológica sobre cambio cultural y desarrollo 435

pide convertirse en víctimas. Podría pensarse La correspondencia entre estos sistemas clasi-
que es una anomalía. Esto es cierto pero sólo ficatorios permiten no solamente discutir qué
en parte. Es evidente que el cuy comparte el animales pueden convertirse en comida sino,
mismo hábitat pero no recibe un nombre y, en también, investigar inconsistencias y disconti-
consecuencia, conserva cierta anonimidad. La nuidades. Claramente el cuy pertenece a la casa
anonimidad, de alguna manera, permite que el y, por lo tanto, podría ser visto solamente como
cuy sea sacrificado y conserve su condición una mascota y “hermana”, es decir no “comes-
de animal “puro”. Además, y sobre esto volve- tible”. Pero, como dije anteriormente, esto no
ré más adelante, los cuyes no se cuentan, no es así ya que la regla de espacio doméstico (“no
son una población que debe crecer o disminuir comestible”) no se cumple. Mi interpretación
de acuerdo con criterios estrictamente econó- es que en estas ocasiones “ilícitas” que rompen
micos y comerciales. El cuy está en las casas, ciertas reglas o, para el caso, ciertos tabúes, la
es un animal doméstico en ese sentido pero solución parece ser una ritualización “excesi-
su muerte no es fuente de dolor, al estilo de la va”. En otras palabras, el cuy se convierte en
muerte trágica e inesperada del perro o g ato comida a través de una sacralización de las
de familia sino, por el contrario, instrumento ocasiones y, además, se lo utiliza como ele-
de una celebración y un ritual. En ese contexto mento ritual en un complejo mundo ceremo-
tendríamos, siguiendo a Leach, un sistema de nial. Por otro lado, el cuy se come “castrado”
correspondencias en donde lo central para de- o sea que pertenece a la categoría de animal de
finir si un animal es comestible o no parece ser chacra y no de campo, dominio de los animales
la distancia con relación a Ego. Leach desarro- que se cazan y que, en consecuencia, se comen
lla el siguiente sistema: sin castrar3.

a) Ego Hermana Prima


Vecino Extraño 3 A nivel del parentesco la categoría “prima” suele
b) Ego Casa Chacra asociarse en muchas culturas, una de ellas es la ecua-
Campo Remoto toriana, a la categoría de persona con la que se puede
mantener relaciones sexuales pero con la que está pro-
c) Ego Mascota Ganado hibido casarse. La teoría de Leach permite ver cómo las
Caza Animal salvaje relaciones entre seres humanos y animales se dan en un
436 Eduardo Archetti - Antología esencial

En este trabajo mi intento principal es vin- nidad” pueden emerger diferentes verdades: la
cular el rol del cuy en la cultura de la Sierra verdad empírica o social, el valor ceremonial
ecuatoriana a un proyecto concreto de cambio del cuy, o metafórica, la identificación del cuy
social y cultural. La clasificación de los anima- con lo “doméstico” y lo “femenino”. Este artí-
les en distintas clases y categorías no es pro- culo tratará explícita-mente de este problema.
piedad de los campesinos. Los expertos que Con relación a la problemática del cambio cul-
programan proyectos de desarrollo no escapan tural pienso que los procesos sociales toman
a este destino. Para un técnico el cuy pertenece forma en un marco en el que, paralelamente a
a la chacra y es un animal comestible como la las relaciones sociales, los actores otorgan sig-
vaca, el cerdo o la oveja. Para un campesino el nificado simbólico a sus acciones. La cultura
hecho que el cuy esté dentro de su casa pero, a no es un sistema fijo de clasificaciones y una
la vez en la chacra ya que se lo come es un fenó- construcción atemporal externa al modo como
meno social, en término de práctica de crianza, los actores sociales resuelven sus problemas
y simbólico en tanto se “reglamenta” su utili- diarios. El análisis cultural, en ningún caso, es
zación como comida y como instrumento cere- un análisis matemático. Valores y significados
monial. La antropología social como disciplina, deben ser confrontados con acciones y con la
aun cuando tematiza el desarrollo rural y el posición social de los actores. Yo trataré de
cambio planificado, siempre se pregunta sobre demostrar que la lógica cultural del cuy debe
universos cultu-rales.Nuestroobjetoesvercómo vincularse a procesos de división del trabajo,
lasintenciones,lossigni-ficados y los objetos de asignación de tareas, tiempo de trabajo y status
los actores forman parte de mundos morales y social de los actores principales. El rol de la an-
sociales particulares. Esto implica que el antro- tropología social como disciplina en el mundo
pólogo asume como problemático el rol de los “práctico” del desarrollo económico y social
modernizadores y, por lo tanto, del pensamien- es insistir que los cambios tecnológicos o de
to y conocimiento científico que los guía en la otra índole deben ser estudiados con relación
acción. Al contrastar “tradición” con “moder- a los diferentes contextos que condicionan las
preferencias de los miembros individuales del
grupo que pretende movilizarse. Los grupos so-
contexto teñido por la sexualidad y los rituales alimen-
ticios (1964). ciales, en muchos casos, no pueden ser cons-
Una perspectiva antropológica sobre cambio cultural y desarrollo 437

truidos artificial-mente a través de un proyecto, el proyecto asumió la existencia de un vasto


ellos existen antes que él y continuarán desa- conocimiento popular en el campo de la pro-
rrollándose una vez que los “expertos” hayan ducción de cuyes. Por otro lado, el cuy es tam-
abandonado el campo. Una última observación bién un plato de consumo urbano, o sea que
es necesaria. Este artículo se basa en un pos- existe en el Ecuador un mercado de compra y
tulado básico: toda sociedad es cultural-mente venta de estos animales. Todo aumento de la
heterogénea. Mi trabajo describe el “conflicto” producción, se pensaba, posibilitaría un mayor
entre la cultura de las mujeres que crían cuyes consumo familiar y la venta de los animales
con la cultura de los agentes modernizadores. excedentes en ferias y mercados locales y re-
De este análisis se desprende con toda claridad gionales. Finalmente, el proyecto incorporaría
que en el Ecuador coexisten diferentes sis- como principal beneficiario a la mujer campe-
temas de representación y de producción del sina, olvidada y postergada de muchos planes
cuy. La decodificación de estos sistemas es la y proyectos de desarrollo rural. A los efectos
tarea primordial de los antropólogos sociales. de implementar el proyecto dos áreas fueron
seleccionadas y en ellas comenzaron a traba-
jar técnicos y extensionistas. La necesidad de
La transformación de la impulsar el cambio tecnológico se basó en los
producción del cuy en la siguientes supuestos:
Sierra ecuatoriana
1. La crianza tradicional se hace en las casas
El Ministerio de Agricultura del Ecuador co- y cocinas de los campesinos y, por lo tanto,
menzó en1980 un ambicioso proyecto de mo- el proceso reproductivo no está controlado,
dernización de la crianza y producción del cuy4. siendo sus resultados: baja fertilidad, alta
La población campesina y, en especial, la mortalidad y cierta degeneración genética
mujer campesina ha criado cuyes desde mucho de los planteles.
antes de la conquista española. Correctamente, 2. La alimentación de los animales es poco sis-
temática.
4 El proyecto de crianza del cuy formó parte de los 3. El control de las enfermedades es esporádi-
programas de Desarrollo Rural Integrado (DRI). co y cuando alguna enfermedad es detecta-
438 Eduardo Archetti - Antología esencial

da esto ocurre tardíamente. Este factor in- c. La alimentación debía orientarse de tal ma-
crementa la mortalidad y, en consecuencia, nera que la mayor cantidad de alfalfa posi-
reduce sensiblemente la fertilidad. ble les fuera dada los animales. Asimismo,
4. Los efectos combinados de estos factores la cantidad de comida debía controlarse
limitan sensiblemente la productividad y, en según el tamaño y sexo de los animales lo
consecuencia, son un freno para el mejora- que aseguraría un crecimiento más rápido.
miento de los planteles. De esto se despren- d. La separación de los animales en distintos
de que para los técnicos a cargo de orientar habitáculos permitiría un mejor control de
el proyecto, la crianza tradicional de cuyes las enfermedades siendo, al mismo tiem-
fue conceptualizada como “irracional” en po, mucho más fácil aislar a los enfermos.
tanto los productores no maximizaban una Un folleto informativo contenía indicacio-
mejor productividad. Las soluciones pensa- nes para un mejor tratamiento sanitario.
das fueron las siguientes:
Este paquete tecnológico incluía un apoyo eco-
a. La crianza debe trasladarse de las cocinas
nómico gratuito que se utilizaría para las cons-
de las casas. Para ello el primer paso con-
trucciones y para la compra de mejores repro-
sistía en la construcción de habitáculos
ductores. Al lado de este incentivo económico,
especiales fuera de las casas con separa-
el incentivo moral consistía en el trabajo inten-
ciones, a los efectos de no mezclar cuyes
sivo de los extensionistas con las productoras
de la misma edad y sexo de manera indis-
que deseaban participar de los proyectos piloto.
criminada.
El proyecto no funcionó con la velocidad
b. La reproducción debe hacerse seleccio- esperada y sólo muy pocas mujeres habían
nando cuidadosamente los mejores repro- aceptado, a los tres años de su inicio, la nueva
ductores, tanto machos como hembras. propuesta tecnológica. Como consecuencia de
Era aconsejado un mejor control genético este fracaso parcial el Ministerio decidió que un
a los efectos de supervisar el proceso de análisis de la dimensión cultural era importan-
degeneración genética observado. En esa te y necesario. Nuestra investigación fue, por
dirección se pensaba introducir la varie- lo tanto, orientada hacia la población receptora
dad peruana de cuyes. del paquete tecnológico y, en ningún momento,
Una perspectiva antropológica sobre cambio cultural y desarrollo 439

se planteó la necesidad de estudiar el comporta- consume y del valor nutricional de los alimen-
miento y metodología de trabajo de los equipos tos. La comida es, al mismo tiempo, un código
del Ministerio. Nuestra investigación fue, asimis- de conductas, un sistema de comunicación y
mo, pensada como una importante fuente de da- un cuerpo de imágenes, gustos y procesos sim-
tos que podría, eventualmente, ser utilizada para bólicos. Un sistema de comidas es un sistema
un ajuste y posterior expansión del proyecto.5 de clasificación, evaluación y consolidación de
Nuestra principal tarea fue encontrar el por posiciones y jerarquías sociales. Por lo tanto,
qué las campesinas ecuatorianas preferían con- un sistema de comidas pone “orden” en la natu-
tinuar con el manejo de crianza tradicional re- raleza, a través de los tabúes alimenticios, y en
chazando ostensiblemente la nueva propuesta la vida social, a través de rituales y ceremonias.
tecnológica. El Ministerio, vale la pena decir, Nuestro objetivo inicial fue encontrar el “lugar”
nos dio total libertad para definir el marco teó- del cuy en el sistema de comidas.6
rico de la investigación. El primer hallazgo fue la definición del cuy
por parte de los actores como “comida ex-
traordinaria”. Los campesinos no comen cuy a
EI significado social menudo, lo cual no constituye el horizonte de
y simbólico del cuy lo posible cotidiano. La cocina del cuy está re-
gulada y ocurre en el contexto de importantes
El punto de partida de la investigación fue defi- eventos sociales. Nuestros hallazgos empíricos
nir al cuy como “comida”. El análisis de la comi- muestran que el consumo del cuy está relacio-
da no puede reducirse a un listado de lo que se nado con los siguientes eventos y ceremonias:

6 La mejor introducción al análisis antropológico de


5 El grupo de investigación estuvo bajo mi dirección. la cocina y la comida es el trabajo de Goody (1982).
Martha Freire, Gerardo Fuentealba y Ramiro Moncayo Sin embargo, personalmente prefiero dos artículos
formaron parte del equipo. Un informe fue publicado cortos, uno escrito por Douglas (1975) y otro por
con los principales resultados del trabajo de campo Barthes (1979). Son particularmente claros en plantear
en ocho comunidades de la Sierra ecuatoriana. Las la importancia sociológica de estudiar la cocina, la
comunidades estaban en Salcedo, Guamote y Azuay comida y el acto tan simple de comer en compañía de
(Archetti et. al., 1984). otros.
440 Eduardo Archetti - Antología esencial

1. Eventos vinculados al ciclo de desarrollo de En Ecuador, como es bien conocido, los com-
la familia: nacimiento, bautismo, comunión, ponentes de toda comida se clasifican de
confirmación, casamiento, entierros. acuerdo con la oposición frío/caliente. Esta
2. Eventos sociales significativos en donde clasificación binaria está funcionalmente re-
se muestra consideración y respeto a fami- lacionada a los diferentes órganos del cuerpo
liares, amigos, vecinos, maestros y funcio- humano y a los cambios de temperatura que
narios; se consolidan contratos y nuevas se registran en el medio ambiente. El princi-
relaciones sociales y se celebran eventos pal objeto de la cocina tradicional ecuatoriana
familiares que ocurren al margen del ciclo es encontrar un balance entre los elementos
de desarrollo, como la visita de una hija que fríos y calientes. El cuy es definido como el
vive fuera o el regreso del hijo del servicio alimento más caliente entre las carnes. Conse-
militar. cuentemente, enfermedades que tienen su ori-
gen aparente en el frío o en situaciones en las
3. Ceremonias religiosas y civiles como pere-
que una persona ha perdido energía como, por
grinaciones, procesiones, fiestas patronales,
ejemplo, luego de un parto, pueden curarse
el día nacional o la visita de políticos impor-
mediante un incremento del consumo del cuy.
tantes a la comunidad.
Como es natural suponer, la cocina del cuy
4. Procesos de curación como cuando alguien busca un equilibrio con ingredientes que pue-
tiene una bronquitis, una pulmonía o un sim- den compensar el calor excesivo de su carne.
ple resfrío. En el período de embarazo es La papa, alimento frío, acompaña usualmente
frecuente que las mujeres coman cuy más al cuy. Es impensable comer cuy con maíz ya
seguido como también luego del parto y por que éste es un alimento caliente.
un período de tres meses. Esta relación en- La relación entre lo frío y lo caliente está
tre enfermedad, terapias curativas y comidas conceptualizada en términos de oposición y
(en este caso el cuy) no es ajena a todo sis- contraste, siendo el principal objeto de la coci-
tema de comidas. Precisamente, un sistema na tradicional el hallazgo de un equilibrio esta-
de comidas funciona como tal si es que hay ble. La falta de balance —o, dicho de otra ma-
una elaboración entre alimentos y procesos nera, los excesos— es considerada como algo
de salud o enfermedad. potencialmente peligroso para la salud.
Una perspectiva antropológica sobre cambio cultural y desarrollo 441

En este contexto el cuy es un elemento cen- to a nivel doméstico como público. La circula-
tral de la cultura culinaria campesina. Es fácil ción del cuy como comida sirve a modo de guía
imaginar que si la cocina del cuy es muy es- útil para medir el grado de compromiso social
tructurada, en el sentido de que hay un orden de diferentes unidades domésticas. Nuestros
y ciertas combinaciones que son estrictamente informantes, enfáticamente, decían que no
respetadas, y extraordinaria, es lógico suponer hay casa ni mujer sin cuy. El cuy, animal case-
que un pasaje a comida “ordinaria” no será fá- ro y doméstico por antonomasia es, al mismo
cil de conseguir. La transformación de comida tiempo, comida. Esta combinación no es fácil
extraordinaria en ordinaria implica, en todos encontrar en otras culturas como ya lo hemos
los casos, una redefinición de los territorios de observado en la introducción del artículo.7
significados sociales simbólicos. El mundo social y simbólico del cuy no se
He apuntado anteriormente que la frecuen- agota con estas observaciones. El cuy crece,
cia del consumo del cuy aparecía asociada a la vive y muere en las cocinas de las chozas y ca-
vida ceremonial. El número de ceremonias va- sas campesinas. Estar en la cocina es estar en
ría de familia en familia según el ciclo de desa- el centro de la casa, instalado en el calor y el
rrollo doméstico y los grados de compromiso humo. Esta proximidad permite que muchos
social. No me equivoco si afirmo que la produc- campesinos vean en el cuy un oráculo. Muchos
ción de cuy está regulada por estos procesos. eventos naturales, como la lluvia o las heladas;
Nuestras observaciones constataron que los in- sociales, como una posible visita o la enferme-
crementos en la producción están asociados a dad de un pariente o un miembro de la familia,
ceremonias particulares o eventos sociales que se interpretan a partir de los ruidos y la con-
se planifican, como por ejemplo un bautismo o ducta de los cuyes más viejos. El cuy aparece,
un casamiento. Los campesinos venden cuyes por lo tanto, como un animal sensible y un efi-
de manera excepcional. Esto implica, en parte, caz intermediario entre lo próximo y lo lejano,
la escasez crónica de carne de cuy en la Sierra entre lo esperado y lo inesperado.
y su precio relativamente alto cuando se com-
para con el del cerdo o el cordero.
7 Una buena discusión de la relación entre animales
El cuy es un elemento crucial en la articula-
y el mundo de la comida se encuentra en Sahlins (1976:
ción de un conjunto de relaciones sociales tan- 165-179).
442 Eduardo Archetti - Antología esencial

El cuy como instrumento operativo de un Del análisis de estas prácticas y creencias sur-
ritual aparece con toda claridad si analizamos ge claramente el hecho de que los aspectos so-
la “sobada del cuy”. La sobada, practicada por ciales y simbólicos articulan relaciones socia-
los sobadores, es simple pero está saturada de les, creencias religiosas y —porqué no— prác-
significados sociales y simbólicos.8 El sobador ticas mágicas. La cultura del cuy es una suerte
pide, por lo general, un cuy que vive con la fa- de escenario clave con un código restringido
milia del paciente. El tamaño y el color del ani- que define de un modo más o menos claro te-
mal varían de acuerdo con el tipo de paciente rritorios de significación. En este caso, el nue-
y con la práctica del sobador. El animal muere vo paquete tecnológico implica un cambio de
durante la ceremonia al ser frotado intensa- un código restringido a un código mucho más
mente en el cuerpo del paciente. Luego de su elaborado.9 Todo cambio social y cultural im-
muerte el sobador observa los órganos del ani- plica movimientos en varias direcciones y no
mal con el objetivo de encontrar la enfermedad solamente a nivel de las conceptualizaciones
que aqueja al cliente. La hipótesis que guía esta existentes. Los significados y las definiciones
búsqueda es que el cuy “absorbe” la enferme- culturales tienen un anclaje en prácticas y ri-
dad y permite de esta manera su identificación. tuales como hemos dicho ya varias veces. Asi-
Para muchos campesinos y sobadores esta mismo, los actores sociales están inmersos en
“absorción” es posible sólo si el cuy ha tenido un conjunto de relaciones en donde lo central
una relación muy próxima con el enfermo. Asi- suele ser la reproducción de ciertas posiciones
mismo, para muchos de nuestros informantes y jerarquías sociales. Un análisis de las cons-
la absorción no sólo posibilita la identificación trucciones simbólicas y las prácticas rituales
sino que es, paralelamente, el comienzo del debe relacionar estos aspectos a la vida social
proceso de curación. más general. Una teoría del cambio cultural no
Esta ritualización del cuy en los diferentes debe reducir su análisis al mundo simbólico y
contextos que he mencionado es un eficaz ins- ritual sino que debe conectar estas dimensio-
trumento para mantener ciertas “tradiciones”.
9 Sobre los diferentes tipos de código y sus implica-
8 Un buen análisis del uso del cuy en este ritual de ciones para el análisis de la relación entre ritual y cam-
curación se encuentra en Barahona (1982). bio cultural, ver Douglas (1978: 40-58).
Una perspectiva antropológica sobre cambio cultural y desarrollo 443

nes a los actores concretos y al modo en que tidad femenina, mundo doméstico y cuyes van
estos se reproducen y viven en un mundo don- juntos, pertenecen al mismo territorio social
de las jerarquías y las identidades sociales más simbólico.
amplias condicionan territorios de poder. Vea- Es fácil observar que la mujer campesina de
mos esto a continuación.10 la Sierra está sobrecargada de trabajo. La coor-
dinación diaria de sus tareas requiere no sólo
energía sino una disciplina estricta. Las muje-
La situación social de la mujer res están “obligadas” a establecer prioridades
en la asignación y realización de tareas. La ru-
La división sexual del trabajo de la mujer es tina diaria es una constricción a sus activida-
responsable de las tareas domésticas pero, al des tanto en la casa como en el campo. Como
mismo tiempo, realiza un sinfín de actividades “articuladoras de la comida”, en el sentido que
productivas en el campo. La crianza y el mane- una de sus tareas primordiales es convertir ma-
jo del cuy es su dominio exclusivo. Al casarse, terias primas en comida, las mujeres ponen el
uno de los regalos simbólicos que la mujer re- acento en la cocina. Cocinar es una actividad
cibe es una pareja de cuyes. Se dice, y no sabe- que insume mucho tiempo.
mos con qué frecuencia se practica, que cuan- Una de las constricciones mayores se re-
do la mujer muere, después de su entierro su laciona con la preparación y manutención de
plantel de cuyes es sacrificado. Los animales, sus fogones. Un rápido cálculo indica que la
de esa manera, siguen su destino. El trabajo mujer utiliza en la preparación de las comidas
con los cuyes no es trabajo de hombres. Iden- diarias entre cuatro y cinco horas de trabajo.
Sobre esta carga vienen las otras. Esta sobre-
carga, sin embargo, comienza a disminuir a
10 Keesing (1987) plantea el problema de los “exce- medida que los hijos llegan a los diez años de
sos” de la interpretación simbólica en las corrientes edad y comienzan a ayudarla en un conjunto
recientes de la antropología social norteamericana. Es- de actividades y tareas. Puedo decir sin equi-
tos excesos se deberían al simple hecho de que en esos vocarme que los primeros diez años de matri-
análisis no se relacionan los símbolos al modo en que
monio son para las mujeres años bien difíciles
los actores sociales producen, distribuyen y controlan
el conocimiento disponible en una sociedad. e, incluso, sombríos.
444 Eduardo Archetti - Antología esencial

Una de las primeras preguntas que nos hici- tanto, “otra preocupación” sumada a las mu-
mos fue ver de qué manera la nueva propues- chas existentes.
ta tecnológica afectaría la vida cotidiana de Para la mayoría de las mujeres la nueva
las mujeres. Sin ninguna duda puedo afirmar tecnología fue definida como una carga adi-
que la nueva propuesta implicaba más traba- cional en el contexto de una rutina cotidiana
jo: sembrar o, en su defecto, comprar alfalfa, extenuante. La propuesta convertía a los cuyes
medir la cantidad de comida para dar a los ani- de animales caseros a animales de campo. Los
males, seleccionar los mejores reproductores expertos, sin saberlo y sin que esto fuera un ob-
según criterios bien codificados, limpiar perió- jetivo, creaban con su intervención un mundo
dicamente los nuevos habitáculos y llevar ade- diferente y mucho más complicado.
lante un control estricto de las enfermedades Haré un paréntesis en mi argumentación.
y del estado sanitario del plantel. Todas estas Por un momento podemos imaginar que las
tareas no sólo implicaban un cambio en el co- mujeres son maximizadoras perfectas y que
nocimiento tradicional sino que estaban inte- pueden, racionalmente, medir las ventajas y
gradas en un sistema de producción altamente desventajas de la nueva tecnología. Podemos
articulado. La eficacia depende de cada una de pensar que la fatiga y las complicaciones va-
las variables y, por lo tanto, todas las tareas len la pena ya que se pueden compensar con
son altamente relevantes. En el manejo tradi- un aumento en la producción y la producti-
cional la intervención humana en el proceso vidad del trabajo. Podríamos incluso demos-
productivo es menos intensa. En este contex- trar, sin mayores problemas, que la nueva tec-
to, la crianza de cuyes no entra en conflicto nología conlleva ganancias sustanciales: más
con las prioridades de la vida cotidiana. Pro- proteínas para ser consumidas por el grupo
ducir cuyes de esta manera no es visto como familiar y más dinero por las ventas de los ex-
un problema. La mujer siente que los cuyes cedentes. Todo este razonamiento es válido
nacen, viven y mueren sin que ella interven- si los actores perciben la realidad como los
ga demasiado. El nuevo paquete tecnológico expertos mismos.
implicaba no sólo la introducción de nuevas Como he dicho ya, el nuevo paquete incluía
variables sino que la distancia de los cuyes de nuevas tareas, más variables, nuevos y más
la cocina pasaba a ser “otro trabajo” y, por lo insumos productivos y más trabajo. Desde el
Una perspectiva antropológica sobre cambio cultural y desarrollo 445

punto de vista de los extensionistas y expertos el modo en que piensan y eligen los actores a
la filosofía del proyecto se basaba en la iden- ser movilizados.
tificación de las necesidades hipotéticas de “Crear” nuevas necesidades implica cambiar
la población. Ellos asumían que las necesida- las preferencias de los actores, preferencias
des campesinas no estaban satisfechas con el que —como hemos visto— se encuentran fre-
nivel de producción de cuyes existentes. Sin cuentemente relacionadas con arenas simbóli-
embargo, como he tratado de demostrar a lo cas. ¿Cómo se pueden cambiar preferencias y
largo del artículo, la producción tradicional a través de qué mecanismos se puede predecir
de cuyes se desenvuelve dentro de un tipo de la reformulación de necesidades o de expecta-
necesidades y preferencias asociadas al modo tivas? Para encontrar una respuesta a esta pre-
en que los cuyes circulan en las arenas social gunta tengo que ver más de cerca la situación
y simbólica. Presumiría, por lo tanto, de haber de la mujer campesina en la Sierra ecuatoriana.
demostrado que en toda sociedad existe un Hasta ahora he generalizado sobre la situación
contexto institucional que embebe las eleccio- de la mujer, tomando como foco de mi análisis
nes y preferencias.11 Esta argumentación está la sobrecarga de trabajo doméstico y el hecho
reforzada por el hecho simple de ver el mun- de que éste se combina con otras tareas en el
do simbólico con relación a la vida cotidiana campo. Ahora bien, esta carga no es estática
de las mujeres. Para la mayoría de las mujeres ya que cambia de acuerdo con el desarrollo
la tensión de incorporar una nueva tecnología del ciclo doméstico. La composición del grupo
oscurecía el hecho que ésta podía traer todo doméstico y, de un modo más concreto, la re-
tipo de ganancias. Dado el contexto de mi dis- lación entre consumidores y productores, cam-
cusión las relaciones complejas que existen bia con el tiempo. En la etapa de expansión de
entre formación de deseos, establecimiento de todo grupo familiar, cuando hay muchos hijos
necesidades preferenciales y contexto institu- por debajo de los diez años de edad, la mujer
cional, parece crucial que todo proyecto debe se encuentra en una situación muy difícil. Las
preguntarse cómo relacionar sus objetivos con hijas, cuando son mayores de diez años, se in-
tegran totalmente al trabajo diario y son una
gran ayuda para sus madres. Esto significa que
11 Este análisis se inspira en el excelente artículo de
Hefner (1983). la situación de la mujer mejora sensiblemente
446 Eduardo Archetti - Antología esencial

entre los doce y quince años de matrimonio. Si y movilidad social. El control no sólo se ejer-
pensamos que la edad promedio de las muje- ce a través del consentimiento y ejercicio de la
res al casarse es de veintidós años, podemos autoridad sino que también es muy común en
concluir que entre los treinta y cinco y cuaren- muchos matrimonios el maltrato y la violencia
ta años la situación de la mujer mejora de un doméstica (1985).
modo sensible al disminuir su carga de trabajo. Las decisiones más importantes con relación
Al mismo tiempo, el período de expansión de la a la producción y eventuales inversiones son
familia está casi terminado. hechas por el hombre. Sin embargo, cuando los
Concluyendo este razonamiento podemos hijos crecen y cuando los grupos domésticos
imaginar que la relación entre edad y acepta- entran en la etapa de fisión, es decir cuando los
ción de una nueva propuesta tecnológica pue- hijos e hijas comienzan a casarse, la situación
de ser una asociación importante a explorar de la mujer, poco a poco, comienza a cambiar.
en el análisis del cambio social y cultural. Para Ellas obtienen un nuevo estatus como suegras
casi todos los casos que seguimos explícita- y abuelas, pasando a ser definidas como “cono-
mente, las pocas mujeres que habían aceptado cedoras”, “maduras” e “independientes”. Es en
participar en los proyectos piloto tenían más este período cuando la mujer gana una libertad
de cuarenta años. de movimiento casi total. Las mujeres mismas
Sin embargo, a los efectos de tener un pa- opinan que cuando se encuentra en esta etapa
norama más amplio de la situación de las mu- los hombres se vuelven más tolerantes, consi-
jeres, es pertinente discutir otra dimensión, a derados y flexibles.
saber las relaciones entre hombres y mujeres Nuestros hallazgos empíricos van en esa
y los posibles cambios en el tiempo. Stölen, en dirección e indican claramente que “mujer
su trabajo sobre relaciones de género en la Sie- campesina” no es una categoría inmutable con
rra ecuatoriana, ha demostrado que el control atributos fijos. El grado de independencia y el
masculino sobre la mujer varía de acuerdo al reconocimiento del conocimiento y la expe-
ciclo de desarrollo familiar. Después del matri- riencia que la mujer adquiere con el tiempo son
monio y a través de todo el período de expan- variables importantes que todo proyecto de
sión, el hombre ejerce un estricto control sobre cambio social debe tener en cuenta. Mientras
la sexualidad de la mujer y sobre su autonomía las mujeres son jóvenes son percibidas como
Una perspectiva antropológica sobre cambio cultural y desarrollo 447

dependientes, inmaduras y con pocos conoci- Podemos imaginar una situación extrema: el
mientos. El pasaje a la madurez y a la indepen- “viejo” conocimiento, el capital simbólico del
dencia, como he señalado anteriormente, es que las mujeres disponen, es totalmente equi-
un cambio social de mucha importancia. Ser vocado y debe ser reemplazado por una nueva
“mujer independiente” implica que se está en propuesta tecnológica. Este supuesto parecía
condiciones de evaluar y tomar decisiones por guiar la puesta en marcha del proyecto. Los
su propia cuenta. Este cambio de estatus se re- expertos y los extensionistas eran los repre-
fleja, asimismo, en el hecho de que se pasa a ser sentantes de la modernidad y la modernización
“mujer respetada”. Su experiencia de vida apa- tecnológica. Esta posición intelectual contradi-
rece evaluada como una fuente de sabiduría. ce uno de nuestros supuestos, a saber que los
Su “condición socio-biológica” no es más una distintos tipos de conocimiento son, en princi-
amenaza al honor masculino y, por lo tanto, el pio, racionales y eficaces dentro de sus propios
control que los hombres ejercen se relaja con- marcos contextuales y operativos. Dentro de
siderablemente. Es posible imaginar que una esta tradición, por lo tanto, uno de los temas
vez que se adquiere esta condición las mujeres centrales del análisis del cambio cultural es,
pueden aceptar las nuevas propuestas. Sin em- precisamente, la elucidación de los diferentes
bargo, desde la perspectiva de las mujeres el modelos de los actores sociales, de las diferen-
problema consiste en alcanzar un balance entre tes racionalidades que guían la acción.
sabiduría e independencia. El reconocimien- Yo pienso que el cambio cultural puede ocu-
to del conocimiento adquirido significa que la rrir cuando es posible reemplazar una doctrina
mujer ha obtenido en el tiempo un importante o discurso inconsistente por uno mejor o cuan-
capital simbólico que le permite dar consejos do los actores mismos reconocen que sus con-
a las generaciones jóvenes. Ese capital simbó- ceptos o creencias no son totalmente adecua-
lico incluye, obviamente, los conocimientos y dos para resolver importantes problemas so-
las prácticas culturales asociadas a la crianza ciales o técnicos.12 Qué conocen efectivamente
del cuy. Evaluar el “peso” de ese conocimiento los actores, cómo se produce y reproduce ese
y ver cómo se puede integrar en un proyecto de
desarrollo me parece un aspecto central de la
12 Esta posición es planteada claramente por Gellner
temática que estoy discutiendo. (1970: 42-43).
448 Eduardo Archetti - Antología esencial

conocimiento, cómo se articulan discursos con científica” que los expertos representan. Yo qui-
prácticas sociales y cuáles son las consecuen- siera enfatizar que, contra la creencia de mu-
cias de un cambio de ideas y prácticas, son to- chos expertos, la mujer campesina ecuatoriana
das preguntas centrales para las que se deben tiene un conocimiento complejo que cubre casi
encontrar respuestas. Uno de los principales todas las variables que entran en el proceso
objetivos de la investigación antropológica en productivo. Además, es un conocimiento que
este campo es localizar áreas de divergencias está enraizado en prácticas antiguas que en
entre conceptos y creencias y, al mismo tiem- muchos casos han permanecido intactas a lo
po, entender el modo de legitimación y produc- largo de muchas generaciones.
ción de todo tipo de conocimiento. El cambio Comenzaré discutiendo las prácticas ali-
cultural, sin embargo, no ocurre automática- menticias. El principal alimento es la “paja” en
mente una vez que se identifican las divergen- castellano o “uksha” en quichua. Las campesi-
cias o discontinuidades. nas identifican cuatro tipos principales de paja
según el tamaño, color y propiedades nutricio-
nales. Dieciséis tipos de pastos se clasifican
El conocimiento tradicional de la como “buena comida” para el cuy y, entre ellos,
crianza del cuy: imperfecciones y encontramos la alfalfa, el trébol y el ray grass.
discontinuidades En muchas regiones y comunidades cuando la
alfalfa es accesible se convierte en el principal
Espero haber demostrado que el cuy tiene una alimento de los cuyes. Es claro que si se puede
especial importancia social y simbólica en la elegir entre un tipo de paja y la alfalfa siempre
Sierra ecuatoriana. Sin lugar a dudas la crianza se elige esta última. Es necesario, sin embargo,
del cuy es una tradición ancestral y existe en señalar que la alfalfa es escasa en muchas zo-
el Ecuador un vasto conocimiento “popular” en nas y que su precio es muy alto.
este campo. Este conocimiento es imposible de El cuy, además, come los restos de la comida
resumir y presentar en este artículo. Aquí solo diaria, fundamentalmente las cáscaras de ha-
me limitaré a presentar algunos aspectos de bas y la piel de papas y zanahorias. Las campe-
este conocimiento y cómo se pueden dilucidar sinas consideran ideal combinar este alimento
algunas de las divergencias con la “realidad con distintos tipos de paja y pastos. Al hacerlo
Una perspectiva antropológica sobre cambio cultural y desarrollo 449

tratan, cuidadosamente, de evitar los pastos Otra área importante del conocimiento es
malos. En esta categoría entran, por lo menos, la identificación y tratamiento de las enferme-
diez tipos diferentes de pastos. Los pastos se dades. En contra de la creencia de los veteri-
dan ni muy secos ni muy húmedos. Un pasto narios, la mujer campesina tiene amplio cono-
húmedo es considerado un alimento muy frío cimiento de las enfermedades que afectan a
que puede dañar al animal. Por lo tanto, pajas y sus animales. Ellas son capaces de identificar
pastos se secan al sol un par de horas antes de el ataque de pulgas u otros insectos. Las pul-
que sean dados a los animales. gas, usualmente, se combaten con insecticidas,
Este tipo de conocimiento puede ser consi- normalmente del tipo usado para combatir las
derado como muy pertinente incluso desde una moscas. Asimismo, cuando las pulgas son de-
perspectiva modernista. Las mujeres saben que tectadas se limpia la cocina con hojas de eu-
la paja, la alfalfa y, en algunas áreas, las hojas calipto y el piso se riega con agua. La creencia
del choclo son la mejor comida del cuy. En la generalizada es que las pulgas son transmitidas
producción moderna y en el paquete tecnológi- por perros, gatos y ratas y, por ello, hay casi
co propuesto se aconsejaba, especialmente, la una obsesión maníaca para impedir su presen-
combinación de alfalfa y hojas de choclo. cia en las cocinas.
He mencionado que pajas y pastos se secan Otra enfermedad de piel es la sarna, que es
antes de dar a los cuyes. El secado, sin embar- producida por ataques de parásitos externos.
go, es parcial ya que las mujeres piensan que Ésta se combate mediante la aplicación de ke-
la humedad puede reemplazar el consumo de rosene y grasa de chancho. Este tratamiento,
agua. Por lo general, al cuy no se le da “agua aparentemente, no es muy efectivo. Obviamen-
fresca” porque se sostiene que ésta puede ser te, una cura más rápida se obtiene sumergien-
causa de enfermedades intestinales o, simple- do a los animales enfermos en un baño prepa-
mente, porque el cuy tiene una tendencia na- rado sobre la base de sulfas.
tural a tomar mucha agua. Los expertos con- Una tercera enfermedad es el “torsón”, una
sideran que, particularmente, esta práctica es suerte de infección intestinal. Se piensa que
incorrecta ya que el cuy puede tomar agua y los animales se enferman cuando han comido
ese consumo lo regula de manera normal como demasiado pastos o muy secos o muy húme-
cualquier otro animal. dos. La terapia practicada es dar a los anima-
450 Eduardo Archetti - Antología esencial

les enfermos pequeños trozos de sambo tierno. dablemente, en una vieja práctica y nos mues-
Si encuentran que los animales tienen mucha tra, claramente, que la condición y el destino
“fiebre” o “están calentitos” se mezcla el sambo de los animales son preocupación real de sus
con algunas hierbas medicinales, especialmen- dueñas. Ellas no crían “naturalmente” al cuy, y
te la malva. Científicamente, el “torsón” es una cuando éste se enferma es tratado con sumo
salmonelosis común y corriente y la dieta pare- cuidado. Las prácticas medicinales que se utili-
ce ser muy efectiva. Sin embargo, la efectividad zan son, en muchos casos, muy eficaces. Surge
de este tratamiento es menor comparada con claramente de nuestros datos que la preocupa-
terapias basadas en el uso de antibióticos. ción por la higiene existe realmente y que los
Para impedir los ataques de neumonía o distintos tipos de “cama” que se hacen son una
meros resfríos las mujeres tratan de mantener clara evidencia de ello. La identificación de en-
una temperatura permanente en las cocinas. Al fermedades es correcta aunque el problema de
mismo tiempo, el humo se considera una eficaz la eficacia puede cuestionarse. Las terapias tra-
defensa contra insectos y parásitos externos. dicionales son obviamente más baratas que las
Es importante señalar que los pisos de las co- modernas, aunque pueden ser menos eficaces.
cinas se consideran especialmente fríos y, en Yo pienso que, con relación a la alimentación
consecuencia, se trata de hacer una “cama” y la cura, no hay en principio contradicciones
para los animales con cebada seca, muy seca, entre el conocimiento local y las prácticas mo-
con el evidente propósito de eliminar toda hu- dernas que sustentaban el nuevo proyecto. El
medad. Esta cama, por lo general, se cambia conocimiento popular está basado en un con-
dos o tres veces al mes y se limpia, cada vez, junto de observaciones y en una sofisticada
el piso con hojas de retama. Si alguno de los clasificación de plantas y hierbas, por un lado,
animales tiene “torsón” la cama suele hacerse y de las reacciones de los animales a ellas, por
con hojas de eucalipto. otro. El “torsón” es una salmonelosis. El nom-
Podría seguir dando ejemplos pero pienso bre es diferente pero los mismos síntomas se
que estos pocos casos sirven para ilustrar el identifican en ambos sistemas. Pienso que, en
modo en que las productoras establecen una este contexto particular, tratamientos más efi-
relación entre tipo de enfermedades y tipo de caces pueden incorporarse sin mayores proble-
tratamiento. Este conocimiento se basa, indu- mas. La coexistencia entre medicina tradicio-
Una perspectiva antropológica sobre cambio cultural y desarrollo 451

nal y moderna en el área de salud humana en muchos casos, las hembras preñadas son muy
el Ecuador es una prueba palpable de lo que jóvenes o muy flacas o muy viejas. Calculamos
es posible. que en estas condiciones una madre pare tres
Sin embargo, el área en el que evidente- veces al año, uno o dos animales por vez. Esta
mente pueden existir discontinuidades y con- productividad es la mitad de la que se podría
tradicciones tiene que ver con las creencias y alcanzar si el nuevo paquete tecnológico fuera
prácticas reproductivas del plantel de cuyes. adoptado. Finalmente, puedo decir que una vez
La mujer no considera como problema el alto que una hembra pare no recibe ningún cuidado
grado de cruzamiento interno que existe en su especial ya que no sólo se la separa del resto
plantel. Esto implica que un “tata cuy” puede del plantel sino que tampoco se le proporciona
servir, indiscriminadamente, a todas las hem- comida especial.
bras. El control sobre la cruza se ejerce con la Otro de los temas de controversia se relacio-
castración de los machos que no son utilizados na con los criterios utilizados para seleccionar
como reproductores. La idea es que cuando los reproductores. Color, tamaño y tipo de pelo
hay muchos machos sin castrar se la pasan pe- son criterios importantes pero nosotros cons-
leando entre ellos. Una consecuencia de esto tatamos que el criterio principal es la cantidad
es que los machos castrados se consumen in- de dedos de las patas delanteras. Un macho
mediatamente y las hembras son reservadas que tiene más de cinco dedos es muy aprecia-
para la reproducción. Pese a ello, las hembras do porque esto se codifica como un signo de
no se seleccionan según su fertilidad. Las hem- “potencia” y “masculinidad real”. Según los ex-
bras con poca fertilidad son detectadas, por pertos, una mayor o menor cantidad de dedos
lo general, tardíamente y se las llama “frías” puede ser un signo de mutación genética que
o “machorras”, una evidente alusión a su ca- puede transmitirse a las otras generaciones.
rácter poco “femenino”, a su “masculinidad”. Podemos aceptar que estas creencias y
Muchas de las mujeres reconocen, explícita- prácticas no garantizan una buena selección,
mente, que el proceso reproductivo transcurre una alta fertilidad y una productividad global
sin muchas intervenciones de su parte. Esta alta. Las mujeres no maximizan el logro de
actitud, obviamente, tiene consecuencias ne- un plantel numeroso y este, por lo general, no
gativas sobre las tasas de fertilidad ya que, en pasa de los veinticinco en todos los casos. El
452 Eduardo Archetti - Antología esencial

nuevo paquete tecnológico estaba guiado por nización. La primera lección evidente es que en
la lógica de aumentar considerablemente el el Ecuador actual existen diferentes lógicas de
número de animales. Esta propuesta, clara- producción, cada una de ellas con su raciona-
mente, encierra contradicciones con las prác- lidad y, por lo tanto, su legitimidad y su ámbito
ticas locales. El área reproductiva es eviden- de aplicación. Constituyen dos mundos etno-
temente un campo de confrontaciones entre semánticos en un mismo espacio social. El co-
esas dos lógicas. No me equivoco si afirmo que nocimiento popular y la nueva propuesta tec-
a este nivel encontramos las resistencias más nológica son dos sistemas de representación
evidentes de las productoras. simbólica y de práctica productiva. He tratado
Estos pocos ejemplos nos permiten ver que de codificar las áreas en las que existen conti-
la dimensión cultural embebe las preferencias nuidades y discontinuidades. En muchos de los
y condiciona las necesidades de producción y análisis tradicionales de la antropología social
consumo. La cultura no es algo externo. Iden- este hecho suele ocultarse.13
tificar discontinuidades entre lógicas e imper- La segunda lección está relacionada con la
fecciones en alguna de ellas posibilita otro tipo idea que muchos cientistas sociales tienen de
de lectura de la realidad. Estas contradicciones que la cultura constituye una esfera aparte de
nos indican que el campo simbólico ha dejado la sociedad. Yo he tratado de demostrar que las
de ser, mejor dicho, nunca ha sido homogéneo. campesinas y los expertos viven en distintos
Paradójicamente, esta observación nos permi- marcos de referencia y que, por ende, tratan
te, al mismo tiempo, identificar áreas de cambio de comunicar sus objetivos con ayuda de sus
cultural y resistencia de los actores sociales. propias ideas, conceptos y creencias. Las cons-
trucciones simbólicas no aparecen como algo
extraño a la materialidad de la producción. He
Cambio cultural y desarrollo presentado, sucintamente, diferentes “teorías

A esta altura debe quedar claro para el lector


que he estado describiendo el encuentro de 13 La necesidad de abandonar el supuesto de que toda
cultura es consistente y homogénea ha sido planteada
dos culturas: la cultura de la mujer campesina
por muchos, entre ellos Leach (1982: 43) y Worsley
serrana y la cultura de los agentes de la moder- (1984: 54-60).
Una perspectiva antropológica sobre cambio cultural y desarrollo 453

del conocimiento” con sus reglas y consecuen- oráculo que el cuy representa a sus ojos y sen-
cias. Obviamente, estas diferentes racionalida- timientos. Yo no digo que el cambio social y cul-
des tienen un elemento normativo importante, tural no podrá ocurrir en el futuro. Mi análisis
en el sentido que una vez que ciertas premisas demuestra que todo cambio implica que los ac-
se aceptan como válidas ciertas prácticas de- tores hayan tomado conciencia de que parte de
ben ser seguidas. Para la mujer campesina su su stock de conocimientos es inadecuado o in-
adhesión a ciertos conceptos y creencias en re- consistente y que, por ello, debe ser cambiado.
lación a la producción, circulación y consumo Si los costos simbólicos son altos este cambio
del cuy tiene consecuencias sociales, simbóli- ocurrirá de manera lenta. Los actores pueden
cas y morales que no existen en el modelo mo- fluctuar y de hecho fluctúan en muchos campos
derno de producción. El sistema moderno se en las fronteras de diferentes sistemas. La mu-
presenta como extraterritorial, es una verdad jer campesina ecuatoriana lo ha estado hacien-
empírica que es válida para el Ecuador, Perú y, do, como lo señalé anteriormente, en el área
si fuera el caso, Zambia14. de salud en donde el médico moderno coexiste
Esta dimensión aparece de manera clara en con los médicos tradicionales y en un área más
las partes del discurso que se vinculan a aspec- vasta en donde la tradición oral coexiste con la
tos genéticos. tradición escrita del Estado moderno.
Para muchas mujeres la aceptación del nue- La tercera lección de este artículo puede
vo paquete tecnológico implica una ruptura verse con relación al tema tan complicado de
de la continuidad entre proximidad doméstica preferencias y creación de nuevas necesidades.
de los animales/elemento mágico de curación/ El análisis del significado simbólico del cuy es-
tuvo combinado con un examen de la situación
de la mujer. Mi argumentación fue doble: el
14 La extraterritorialidad del conocimiento es uno de nuevo proyecto implica un aumento del trabajo
los criterios utilizados por Gellner a los efectos de dis- en una situación de tensión cotidiana. Sin em-
tinguir distintos tipos de pensamiento. El pensamiento bargo, a medida que se pasaba del ciclo de ex-
moderno científico tendría, precisamente, la cualidad pansión del grupo doméstico al ciclo de fisión
de presentarse como extraterritorial. Esta presunción
las mujeres pasaban a tener más tiempo dispo-
está ausente de las formas tradicionales de representar
y pensar la realidad (1974: 166-167). nible. Paralelamente, conseguían un nuevo es-
454 Eduardo Archetti - Antología esencial

tatus dotado de mayor prestigio y autonomía. ubicuidad, es decir esta intercontextualidad,


La dualidad de mi argumentación implica que, es un signo de poder. Nuestro ejemplo puede
por un lado, están en condiciones de recibir ser visto como un intento de mostrar la riqueza
nuevas ideas pero, por el otro, han conseguido y la complejidad de una tradición “pequeña” y
respeto porque son portadoras de conocimien- el modo en que sus creadores son capaces de
to y han adquirido un gran capital simbólico. usarla, de competir y de sobrevivir en un con-
En ese contexto el conocimiento en el mundo texto que ignora y, muchas veces desprecia,
del cuy es una fuente real de prestigio. Esta es ese conocimiento.
un área en donde las mujeres campesinas con- La cuarta lección es sustantiva y se vincu-
trolan y distribuyen conocimiento. Ese capital la al rol cultural y social de los animales. De
simbólico, en consecuencia, no puede ser ce- hecho nuestro artículo comenzó con una in-
dido sin más ya que constituye, en la práctica, troducción mostrando la importancia de ver
un terreno en donde ejercen cierto poder. Ese cómo los seres humanos se relacionan con
poder simbólico aparece confrontado con el sus animales. La anomalía del cuy reside en
“poder científico” de los agentes de la moderni- el hecho de que es un animal doméstico que
zación. Una tradición “pequeña” debe competir se come. Creo haber demostrado que esto es
con una tradición “grande” que aparece escrita posible sólo si se ritualizan en extremo las oca-
y basa su legitimidad en el reconocimiento que siones aceptadas para su consumo. El cuy no
la ciencia moderna tiene en el Estado ecuato- es una mascota pero tampoco es ganado a se-
riano.15 La gran ventaja de toda tradición “gran- cas. El proyecto moderno, de alguna manera,
de” radica en la flexibilidad de su presentación, tendía a resolver esta anomalía y a convertirlo
desde libros sobre genética animal, esotéricos en ganado. Resistir este cambio y mantener en
y complicados, hasta los simples folletos y ma- consecuencia la anomalía es un modo de de-
nuales de los extensionistas. La flexibilidad y cir, y de permitirnos ver, que las ambivalencias
y las anomalías son parte del campo social y
simbólico de gran complejidad. Toda sociedad
15 El trabajo de Redfield sobre estas diferentes tradi- tiene áreas de anomalía ya que éstas son bue-
ciones sigue siendo relevante (1955). El rol de la alfabe-
nas para pensar lo normal y lo anormal. Estas
tización en los cambios de los estilos de pensamiento
ha sido discutido ampliamente por Goody (1968). áreas suelen ser fuente de un buen ejercicio
Una perspectiva antropológica sobre cambio cultural y desarrollo 455

intelectual tanto para los actores como para Gellner, E. 1974 Legitimation of belief
los observadores. (Cambridge: Cambridge University Press).
Goody, J. 1968 Literacy in traditional
societies (Cambridge: Cambridge University
Bibliografía Press).
–––––––– 1982 Cooking, cuisine and
Archetti, E. P. et al., 1984 Análisis de class: a study in comparative sociology
la producción, formas de consumo, (Cambridge: Cambridge University Press).
comercialización y simbología del Hefner, R. 1983 “The problem of preference:
cuy en ocho comunidades de la Sierra economic and ritual change in Highlands
ecuatoriana (Quito: CEPLAES). Java”, en Man, Vol. 18 (4), pp. 669-688.
Barahona, Claudio 1982 “La soba del cuy”, Leach, E. 1964 “Anthropological aspects of
en José Sánchez Praga et al., Política de language: animal categories and verbal
salud y comunidad andina (Quito: CAAP abuse”, en Eric H. Lenneberg (comp.),
Editores). New directions in the study of language
Barthes, R. 1979 “Towards a psychology of (Cambridge: MIT Press).
contemporary food consumption”, en R. ––––––––– 1982 Social Anthropology
Foster y O. Ranum (comps.), Food and (Glasgow: Fontana Paperbacks).
drink in history (Baltimore: The John Sahlins, M. 1976 Culture and practical reason
Hopkins University Press). (Chicago: The University of Chicago Press).
Douglas, M. 1975 Implicit meaning (Londres: Stølen, K. A. 1985 “Control y dominación
Routledge & Kegan Paul). en las relaciones de género: un estudio de
–––––––––– 1979 Natural Symbols caso en la Sierra ecuatoriana”
(Harmonsworth: Penguin Books). (Oslo, mimeo).
Gellner, E. 1970 “Concept and society”, en Worsley, P. 1984 The three worlds: culture
Bryan R. Wilson (comp.) Rationality & world development (Chicago: The
(Londres: Blackwell). University of Chicago Press).
Segunda Parte

Estudios culturales
1.
Masculinidad, identidad y deportes
Estilo y virtudes masculinas
en El Gráfico
La creación del imaginario
del fútbol argentino* **

C ornwall y Lindisfarne (1993: 12) señalan,


justificadamente, que las diferentes imá-
genes y conductas contenidas en la noción
he estado trabajando sobre el significado del
tango y el fútbol argentino en la construcción
de mundos morales masculinos. El trabajo de
de masculinidad no son siempre coherentes y campo tradicional antropológico, especialmen-
pueden aparecer como contradictorias e inde- te en el fútbol, ha estado combinado con el in-
terminadas. En este artículo el significado de tento de reconstrucción histórica a partir de la
lo masculino, referido al fútbol argentino, será lectura, algunas veces penosa pero la mayoría
analizado desde esta perspectiva. Desde 1984 de las veces agradable, de revistas, semanarios
y hasta la actualidad, de manera intermitente, deportivos, diarios, libros “populares”, poesía
“seria”, letras de tango, historias de dudosa ca-
* Este trabajo fue publicado originalmente en Desa- lidad académica, historias más pretenciosas,
rrollo Económico. Revista de Ciencias Sociales, Nº 139,
autobiografías, memorias y ensayos/artículos
Vol. 35, octubre-diciembre, 1995, (pp. 419-442).
en donde el fútbol y el tango aparecían temati-
** Este artículo fue presentado en el 48º Congreso zados. Esta reconstrucción es definitivamente
Mundial de Americanistas, Estocolmo-Uppsala, 4-9
de julio, 1994. Agradezco los comentarios de los par-
parcial porque no he trabajado con el material
ticipantes del grupo de trabajo sobre “The Power of radiofónico –riquísimo tanto en el caso del fút-
Gender Imagery in Latín America” y especialmente las bol como en el del tango– y televisivo. La hete-
críticas y sugerencias de Kristi Anne Stølen y Marit Mel- rogeneidad de mis fuentes es pertinente para
huus. Posteriormente Amílcar Romero, Carlos Ferreira, analizar los procesos y los mecanismos a partir
Rosana Guber y Sergio Visacovsky leyeron el trabajo y
advirtieron un conjunto de inconsistencias y oscurida- de los que en la memoria popular, la memoria
des. Agradezco también las sugerencias de Juan Carlos de mis informantes, se articula lo oral con lo
Torre y las críticas de un anónimo comentarista. escrito y lo escuchado con lo visto.
462 Eduardo Archetti - Antología esencial

En trabajos anteriores sobre el mundo mas- El Gráfico, hasta bien entrada la década del
culino del fútbol me he concentrado en las ’50, era una verdadera revista de deportes en
canciones escuchadas y recopiladas en los es- la que el espacio dedicado al fútbol era muy
tadios, en las historias escritas y escuchadas, y, importante. Sin embargo, los otros deportes,
últimamente, en las reflexiones morales de los como el automovilismo, el polo, la natación y
aficionados (Archetti, 1991, 1992, 1994 a, b, c; el boxeo, en los cuales los argentinos se des-
Archetti y Romero, 1994). En este artículo me tacaban internacionalmente, estaban también
concentraré en el análisis del material escrito bien cubiertos. La revista, en sus comienzos, es
del semanario El Gráfico. Fundado en mayo de un vocero de la ideología modernista en boga:
1919 en Buenos Aires, era, en sus inicios, lite- énfasis en la importancia de la educación física
ralmente una revista gráfica “para hombres”. para conservar la salud, nociones de higiene,
Publicada por Editorial Atlántida, que además recomendaciones sobre la mejor dieta a seguir
publicaba con gran éxito revistas para chicos y cómo evitar enfermedades, la pertinencia de
y para mujeres, en El Gráfico se mezclaban, en cultivar y desarrollar hobbies como, por ejem-
dosis desiguales: noticias políticas, fotos de ac- plo, el aeromodelismo, el énfasis en la partici-
tualidad, deportes, fotos de artistas, reportajes pación de la mujer en el deporte y, sobre todo,
sobre actividades de tiempo libre y al aire libre. el acento persistente en el aspecto moral y edu-
A partir de 1921, El Gráfico, paulatinamente, se cativo del deporte. Según El Gráfico el deporte
transforma en una revista de deportes, aunque debía ser entendido como la actividad moral
las fotos de mujeres artistas y cantantes, e in- del cuerpo, ya que desarrolla en sus practican-
cluso algunos atrevidos desnudos de bailarinas tes un código de conducta estricto debido a
desconocidas y supuestamente extranjeras, se la existencia de reglas, controles y sanciones.
mantendrán hasta finales de la década del ’20. Una actividad corporal, producto de la fantasía
La tirada de El Gráfico aumentará en esta dé- y creatividad individual, no sometida a reglas
cada y se estabilizará en los 100.000 ejempla- estrictas, es definida como un juego y no como
res en la del ’30. La revista alcanza su apogeo un deporte (El Gráfico, 1927, 394: 18).
a partir de mediados de los ’40 y hasta mediar El Gráfico puede ser, sin lugar a dudas, con-
los ’50, con una tirada de 200.000 ejemplares siderado como el semanario deportivo produ-
por semana. cido por la clase media con más influencia en
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico463

la Argentina. El análisis de esta revista es, en más político o literario, en los que las voces do-
consecuencia, el análisis de la construcción del minantes serán de clase media o alta.
imaginario masculino de clase media. Su carác- La preocupación por lo nacional y lo mascu-
ter de hegemónico no puede, indudablemente, lino en El Gráfico no es única en ese momento
discutirse, pero no su influencia decisiva en la especial de la historia argentina. La migración
definición de los campos de reflexión morales masiva de extranjeros, unida al crecimiento
masculinos. Los periodistas de El Gráfico, ex- económico rápido, a la urbanización acelera-
celentes escritores en su mayoría, reflexionan da y al crecimiento de una gran ciudad como
como miembros de la clase media pero, al mis- Buenos Aires, transforman “lo argentino” en
mo tiempo, permiten la expresión y la difusión problemático. El mundo literario, a través de
de las voces, las imágenes y las performances sus escritores, y el mundo político, a partir de
de los jugadores de fútbol y otros deportistas, los ensayistas y escritores de carácter nacio-
especialmente boxeadores, que, en su gran ma- nalista, van a reflexionar sobre lo nacional y
yoría, pertenecían a la clase media baja rural las virtudes masculinas. Pienso que la compa-
o urbana o, directamente, a los sectores popu- ración entre estos tres mundos intelectuales,
lares urbanos más desfavorecidos. La transfor- en donde el fútbol remite a lo popular, es im-
mación de éstos en “héroes” o “villanos”, en prescindible a los efectos de capturar las varia-
“modelos” a seguir o no, o el análisis cuidado- ciones y la complejidad de las imágenes de lo
so de sus performances, son un ejemplo de un nacional y lo masculino. En este artículo he de
proceso de construcción simbólica de lo “na- concentrar mi interés en la comparación con
cional” a través de la examinación de las virtu- el mundo literario, especialmente con la obra
des masculinas deportivas. El término “nacio- de Borges. Mi intención es demostrar no sólo
nal” será usado para indicar que en la narrativa la particularidad del fútbol sino su importan-
de El Gráfico a las voces, desempeños, éxitos cia para una problematización adecuada de la
o fracasos populares se une la reflexión inte- noción de masculinidad asociada a lo nacional.
lectual de los escritores y periodistas de clase La dimensión deportiva no ha sido adecuada-
media. Esta confluencia, según mi opinión, es mente explorada en las elaboraciones sobre
menos notable en las revistas especializadas el nacionalismo que toman en cuenta, de un
para mujeres o en los semanarios de carácter modo más o menos sistemático, el peso de lo
464 Eduardo Archetti - Antología esencial

masculino, lo femenino y las relaciones de gé- (ver Bhabha, 1990). Esto no se hace sin dificul-
nero (ver Mosse, 1986; Yuval-Davis y Anthias, tades ya que, por lo general, la idea de nación
1989; Parker et al., 1992). Extender la compa- remite a lo pastoral, a las raíces, a un pedazo de
ración a los escritores nacionalistas argentinos territorio claramente identificado y anclado en
es pertinente pero excede los objetivos de este los paisajes acostumbrados.
artículo1. Por lo tanto, al lado de los gauchos y
compadritos, arquetipos de la reflexión sobre
lo nacional, encontraremos a los futbolistas, Gauchos y compadritos:
héroes más populares y más reales. Intentaré la construcción literaria
demostrar que estas distintas narrativas expre- de mundos masculinos
san la temporalidad cultural de lo nacional y lo
masculino y, por lo tanto, remiten a una situa- En 1926 Borges sostenía que en la Argentina
ción social transicional: el pasaje de un tiempo había una “esencial pobreza” en la generación
y espacio rural a un tiempo y espacio urbano de grandes hombres de hacer, de figuras idea-
les masculinas:
1 Más adelante veremos que los estilos masculinos en “¡no se ha engendrado en estas tierras ni un místi-
El Gráfico se basan en la exacerbación de la contradic-
co ni un metafísico, ni un sentidor ni un entende-
ción evidente entre elegancia y fuerza. Los escritores de
El Gráfico van a poner el énfasis en la elegancia cuando
dor de la vida!” (1993:12-3).
se trata de definir el estilo nacional. Si bien reconocen
la existencia y la importancia de la fuerza física en un La salida para él no eran las opciones ideoló-
equipo, ésta no será exaltada. Los escritores naciona- gicas existentes y representadas en el “pro-
listas, por el contrario, van a insistir en la importancia gresismo” y el “criollismo”. La elección del
de la fuerza y el sentido heroico de la vida (el culto del
coraje físico) como elementos purificadores que permi- “progresismo” era someterse a ser “casi otros”
ten mantener el orgullo, la dignidad y la solvencia moral y la del “criollismo” una vuelta nostálgica al
de los hombres (ver Navarro Gerassi, 1969: 43; Rock, pasado (1993: 14). Borges reconoce, sin em-
1993: 18; Ibarguren, 1934: 139; Ibarguren, 1971: 31). Sin bargo, la existencia de dos espacios privilegia-
embargo, el modelo de masculinidad enfatizado no sólo
dos, cada uno con sus propias leyendas y sus
depende del coraje, sino de virtudes morales vincula-
das con el espiritualismo de inspiración católico. ideales masculinos: “la pampa” y “el arrabal”.
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico465

Borges escribe que esos espacios son arquetí- poeta popular Evaristo Carriego, según Borges,
picos y que, por lo tanto, conviene definirlos reconstruye en su barrio de Palermo ese paisa-
como tótem je de las afueras en donde:

“en su acepción generalizada de cosas que son “había compadritos entonces: hombres de boca
consustanciales de una raza o de un individuo” soez que se pasaban las horas detrás de un silbido
(1993: 21). o de un cigarrillo y cuyos distintivos eran la me-
lena escarpada y el pañuelo de seda y los zapatos
La pampa tiene un símbolo humano: el gaucho. empinados y el caminar quebrándose y la mirada
En la transición desde lo rural, lo pastoral, has- atropelladora” (1993: 27).
ta lo urbano se encuentra el “arrabal”, las ori-
llas de la ciudad, “el paisaje de las afueras”, en En la construcción de esos espacios masculi-
donde la figura del “malevo” y del “compadri- nos Borges deja fuera, de un modo muy claro,
to” será predominante. En los mundos sociales el centro de Buenos Aires como expresión de:
masculinos imaginados para el gaucho y para
el compadrito el coraje, la bravura y la pron- “(lo) babélico, lo pintoresco, lo desgajado de las
cuatro puntas del mundo …la morería …y la ju-
ta respuesta a los desafíos serán las virtudes
dería” (1993: 24).
principales que permiten la defensa y el reco-
nocimiento público del honor y el respeto2. El
Borges resume su pensamiento de la siguiente
manera:
2 Borges editó en 1945, juntamente con Sylvina Bull-
rich, un libro con textos sobre el compadrito divido en
dos secciones: su destino y su música. En el prólogo Por lo demás, la primacía literaria del gaucho es quizás
Borges escribe: nominal: en el cuchillero Martín Fierro (como en Hor-
miga Negra y en otros paladines congéneres) la gente
“El compadrito fue el plebeyo de las ciudades y del in- cree admirar al gaucho, pero esencialmente admira al
definido arrabal, como el gaucho lo fue de la llanura compadre, en el sentido peyorativo de la palabra. Lo
o de las cuchillas. Venerados arquetipos del uno son prueba el hecho de que el episodio más familiar de
Martín Fierro y Juan Moreira y Segundo Ramírez Som- nuestra epopeya (sigo la clasificación de Lugones) es
bra; del otro no hay todavía un símbolo inevitable, aun- la pelea con el negro en el almacén” (Bullrich y Borges,
que centenares de tangos y de sainetes lo prefiguran. 1945: 7).
466 Eduardo Archetti - Antología esencial

“somos unos dejados de la mano de Dios, nuestro Sarlo observa que la modernidad literaria en
corazón no confirma ninguna fe, pero en cuatro Europa se da como una ruptura con el pasado
cosas sí creemos: en que la pampa es un sagrario, mientras que en la Argentina de las décadas
en que el primer paisano es muy hombre, en la re- de los veinte y los treinta de este siglo Borges
ciedumbre de los malevos, en la dulzura generosa
y la vanguardia literaria intentan recuperar el
del arrabal. Son cuatro puntos cardinales los que
pasado dándole una nueva función (1993: 17).
señalo, no unas luces perdidas” (1993: 25).
Una de las posibles explicaciones de esta dife-
rencia es el peso reconocido de la tradición en
Según Borges el gaucho había encontrado su
Europa contra su relativa debilidad en Argen-
forma literaria perfecta en el Martín Fierro
tina. Sarlo escribe:
de José Hernández, y lo que había que encon-
trar en 1926 era “un camino de eternidad para “enfrentados a una tradición fuertemente conso-
el arrabalero” (1993: 125). Borges hace notar lidada, desde la perspectiva de los nuevos artistas
que si y la nueva poesía las confrontaciones aparecen
como una estrategia necesaria. En la cultura ar-
“cualquier paisano es un pedazo de Martín gentina esta relación general con el pasado ad-
Fierro, cualquier compadre ya es un jirón po- quiere una forma peculiar por la lectura y la recu-
sible del arquetípico personaje de esa novela” peración imaginaria de una cultura afectada por
(1993: 125). la inmigración y la urbanización” (mi traducción)
(1993: 17).
Buenos Aires debía encontrar su gran verso y
sus figuras arquetípicas masculinas: Según Sarlo la obra de Borges debe ser vista
como el paradigma de la literatura argentina.
“Buenos Aires, pese a los dos millones de desti- En este paradigma, especialmente en sus tres
nos individuales que lo abarrotan, permanecerá primeros libros de poesía, “las orillas” (el arra-
desierto y sin voz, mientras algún símbolo no lo bal) poseen las cualidades de:
pueble. La provincia sí está poblada: allí están
Santos Vega y el gaucho Cruz y Martín Fierro, po- “un territorio imaginario, un espacio indetermi-
sibilidades de dioses. La ciudad sigue a la espera nado entre la pampa y las primeras casas de la
de una poetización” (1993: 126). ciudad, una topología urbana-criolla, definida en
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico467

la formulación clásica de la calle sin vereda de lo esencial arrabalero. Yo creo que no. No bastan
enfrente” (mi traducción) (1993: 21). algunos desperezos de bandoneón para conven-
cerme, ni alguna cuita acanallada de malevos sen-
En ese espacio, poblado por frigoríficos y car- timentales y de prostitutas más o menos arrepen-
nicerías, el orillero es un criollo, un argentino tidas. Una cosa es el tango actual, hecho a fuerza
nativo cuya fuerza de trabajo semirrural es ne- de pintoresquismo y de trabajosa jerga lunfarda,
cesaria debido a su intimidad con los animales y otra fueron los tangos viejos, hechos de puro
y al manejo del cuchillo. Este, con el tiempo, descaro, de pura sinvergüencería, de pura felici-
se transforma en el compadrito. Si los orilleros dad del valor. Aquéllos fueron la voz genuina del
son, en su totalidad, criollos y, en consecuen- compadrito: éstos (música y letra) son la ficción
de los incrédulos de la compadrada, de los que la
cia, pueden devenir compadritos, la situación
causalizan y desengañan” (1993: 29-30).
de los inmigrantes es diametralmente opuesta.
Sin embargo Borges acepta que si éstos lle-
Sarlo hace notar correctamente que en la épo-
gasen a adaptarse a la cultura criolla podían
ca en que Borges escribía ya los orilleros y los
transformarse en compadritos.
compadritos habían perdido su agresividad y
El personaje mítico en la obra de Borges
sus rasgos más distintivos y formaban parte de
será el compadrito más que el orillero. Es im-
una cultura popular más amplia que se encon-
portante recordar que el compadrito, paralela-
traba en formación (1993: 21). Por lo tanto, la
mente, se convertirá en el personaje central de
literatura de Borges ubicada en las orillas, con
un tipo especial de lírica en el tango en donde
sus personajes y sus dramas tendrá un tono más
el modelo de masculinidad estará, fundamen-
bien evocativo. Es posible pensar que a partir
talmente, basado en la defensa del honor y el
de los años veinte los compadritos, hombres
rechazo radical a la vergüenza (ver Archetti,
1994 d). Estos textos serán los preferidos de de a cuchillo y pendencieros, pertenecen ya al
Borges, quien rechazará explícitamente los pasado. Borges es perfectamente consciente
tangos de carácter intimista y romántico. Bor- de esto no sólo porque mucha de su poesía y
ges escribe con cierta contundencia: su prosa alude de un modo claro al pasado sino
porque es capaz de identificar, perfectamente,
“hoy (por 1926) es costumbre suponer que la ina- los cambios sociales y culturales ocurridos.
petencia vital y la acobardada queja tristona son Borges (1989: 49), en su libro sobre Evaristo
468 Eduardo Archetti - Antología esencial

Carriego, al evocar nostálgicamente las trans- necesaria y estructural entre la estructura econó-
formaciones en el barrio de Palermo, comenta mica de la sociedad pastoril y su código oral: si
que los jóvenes en la época del centenario de la el hombre no es valiente no pertenece a la comu-
independencia, para 1912, han perdido su ha- nidad, y debe ser valiente también en defensa de
su libertad personal, el otro valor de su lengua…
bilidad con el cuchillo y que la pasión por los
Los gauchos son los hombres libres valientes sin
duelos de honor ha sido reemplazada por la pa-
tierras que se hacen respetar. Se niegan a some-
sión por la gimnasia y el fútbol. terse, a servir, defienden esa libertad con la ley
En la interpretación nacionalista tradicional del valor (el “alma rebelde” de Facundo de Sar-
del Martín Fierro de José Hernández, la obra miento) y entonces se ven forzados a quedar fue-
fundamental del género gauchesco (publicado ra de la ley… A la afirmación gozosa del valor y la
en dos partes en 1872 y 1880), el gaucho Mar- libertad total como definiciones del “gaucho” va-
tín Fierro es el símbolo de las cualidades y vir- liente, sigue el lamento por esa misma definición,
tudes masculinas argentinas (Lugones, 1916). desde la ley del servicio o del uso: delincuente”
Martín Fierro aparece como un hombre dotado (1988: 161-4).
de un gran coraje, capaz de rebelarse contra
la injusticia y poseedor de una extraordinaria La literatura gauchesca no sólo ha producido
fuerza física. El carácter ambivalente del Mar- mitos e imágenes potentes sobre lo masculino
tín Fierro y del gaucho en general ha sido anali- sino que ha condicionado los “tonos” dominan-
zado por Ludmer (1988). Ludmer escribe: tes de la literatura argentina:

“En un mundo en que todo se plantea en términos “La poesía gauchesca ha sido un acontecimiento
de fuerza el gaucho no conoce otra posibilidad tal en la historia de nuestra cultura que nos llevó
de resistencia: su fuerza es su virtud. El concep- hasta ahora, hasta la muerte de Borges, a repetir
to de valentía deriva de la necesidad, lo mismo y a elegir uno u otro tono o fragmento para signi-
que el bandidismo: es una maldición y un desti- ficar que somos argentinos, y también a reflexio-
no, no una vocación… se trata de la definición nar sobre la literatura política y la política de la
del hombre macho… la equivalencia del desafío literatura. Nos convenció además de que la única
a los rivales en el canto, y a los rivales animales y sanción posible de una obra literaria es la popu-
hombres, en el espacio de la propiedad de rodeos laridad absoluta, su fusión con la lengua hablada,
y en la güeya del degüello… hay una conexión su cita inconsciente en la conversación. La lite-
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico469

ratura gauchesca dio dos tonos: el desafío de la Borges, sin embargo, creía que Lugones exage-
lengua violenta y la guerra, y también el lamento raba al transformar al Martín Fierro en la obra
por el despojo, la injusticia y la desigualdad ante representativa de la épica nacional. Borges ob-
la ley” (1988: 223-4). servaba que Martín Fierro, un gaucho lleno de
contradicciones, es, desde luego, imperfecto.
El carácter ambivalente y complejo de la fi-
Los héroes épicos deben ser, por el contrario,
gura del Martín Fierro aparece claramente en
perfectos. Borges concluía que era necesario
la oposición entre “desafío” y “lamento”. Los
liberar al Martín Fierro no sólo de la interpre-
nacionalistas aristocráticos como Lugones re-
tación de Lugones sino también de otras inter-
cuperan al gaucho del “desafío” como modelo
pretaciones (ver Sarlo, 1993: 38-42).
masculino mientras que los anarquistas verán
Los compadritos de muchos tangos serán
en él al rebelde que lucha contra la injusticia
reemplazados en la lírica de tango más impor-
transformando, de esa manera, el “lamento” en
tante de los años ’20 y ’30 por los personajes
rebeldía. Sarlo resume esa contradicción:
románticos que en las tardes, pero sobre todo
“Curiosamente, la elite criolla consiguió trans- en las noches, pasan del arrabal al centro y se
formarlo en un epítome del carácter nacional pierden en los bares, en los teatros y en los ca-
(dejando de lado su naturaleza rebelde), mien- barets de la calle Corrientes. Para estos hom-
tras que los anarquistas de origen inmigrante lo bres el código moral del honor y la vergüenza
transformaron en un modelo e inspiración para presente en la aceptación de todo desafío vio-
la rebeldía social. De esa manera cualquiera que lento y en la condena sin miramientos de toda
escribiera en las primeras cuatro décadas de este traición, será reemplazado por el lenguaje del
siglo tenía que examinar y luchar con el mito del amor romántico (ver Archetti, 1994 d). Esta
gaucho, ya sea para rechazarlo, retrabajarlo o
será una de las transformaciones radicales del
adoptarlo. Tanto la vanguardia intelectual como
tango que jamás convenció a Borges. El “la-
los anarquistas usaron el nombre de Martín Fie-
rro para dos revistas importantes; el suplemento mento” se transforma en una queja individual y
cultural de un diario anarquista, al comienzo del no da lugar a la rebeldía, a la defensa del honor
siglo, y una revista literaria, publicada en la mitad a través del duelo y a la lucha contra la disci-
de los veinte por poetas y escritores jóvenes, en- plina social impuesta por el peso de las leyes
tre ellos Borges” (mi traducción) (1993: 38). y la burocracia del estado nacional naciente.
470 Eduardo Archetti - Antología esencial

El compadrito borgeano da lugar al “hombre tino3. En primer lugar, el énfasis de mi análisis


que está solo y espera” de Scalabrini Ortiz. Pe- estará puesto en la importancia de encontrar un
lear deja de ser una fiesta. Esta será una de las campo específico de la cultura popular en don-
transformaciones más importantes del modelo de el fútbol esté acompañado por otras mani-
masculino en la literatura popular y urbana de festaciones culturales, en este caso el tango, el
los ’30 en Buenos Aires. En el centro y en los producto cultural más evidente de la ciudad de
barrios de Buenos Aires el tango será la música Buenos Aires. En segundo lugar, en la necesidad
dominante y uno de los espacios privilegiados, de explorar la importancia de lo “criollo” en la
tanto simbólico como social, de reflexión y creación de un estilo nacional de jugar al fútbol.
práctica de las relaciones de género en el uso y Finalmente, en el examen, a partir de la imagen y
goce del tiempo libre. En este espacio las muje- el estilo de jugadores con nombre y apellido, de
res van a ser el centro de la construcción de un la construcción de un mundo de virtudes mas-
mundo imaginado popular masculino. culinas contrapuestas. En este espacio social la
El otro gran espacio de la construcción de construcción de lo masculino nacional se hará
imágenes masculinas será el fútbol. El análisis en contraposición con otros estilos masculinos
de El Gráfico en los años ’20 y ’30 me va a per- que se definirán como “extranjeros”. El fútbol
mitir reflexionar sobre un conjunto de procesos
culturales que están presentes en las discusiones
políticas y literarias de la época. Los redactores 3 La presentación de El Gráfico sobre la fundación crio-
y periodistas de El Gráfico participan, a su mane- lla, lo criollo y la aparición de un estilo “nacional” sigue
ra e indirectamente, de esos debates. Los textos teniendo vigencia ya que en las interpretaciones más
contemporáneas de la historia del fútbol argentino esta
que voy a comentar no son muchos porque hay hipótesis es aceptada sin mucha discusión (ver Bayer,
pocos textos “filosóficos” con intención históri- 1990: 21; Cerutti, 1992: 3; Lázaro, 1993; Uzquiza, 1994;
ca que tienen esa calidad. Esos textos tempra- Fabbri, 1994; La Nación, 1, 1994). Los textos “limina-
nos se transforman en el eje de la interpretación res” de Borocotó han sido reproducidos y comentados
histórica de El Gráfico y nunca fueron cuestio- con cierta regularidad (ver La Maga, 1994, 2, y Láza-
ro, 1993) y se utilizan en escuelas de periodismo como
nados. Su análisis es relevante porque todavía textos canónicos, como, por ejemplo, en los programas
siguen siendo de gran influencia en la reproduc- de la prestigiosa Taller Escuela Agencia de Periodismo
ción del imaginario histórico del fútbol argen- Deportivo en Buenos Aires.
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico471

ayuda a construir la imagen de “uno” a partir de dad argentina que pueda mostrar esa creativi-
las diferencias con el “otro” o los “otros” mas- dad cultural. Los procesos de identidad popu-
culinos en plural. En el fútbol no hay lugar para lar pasan no sólo por la política, en el momen-
lamentarse por la pérdida de una mujer, como to en que la democracia masculina comienza
en el tango, pero sí por la pérdida de un estilo, a consolidarse (las mujeres no obtendrán el
de lo que se concibe como típicamente criollo o derecho al voto hasta 1947) y los hombres
argentino, o por la pérdida de un torneo impor- participan activamente en la construcción de
tante que hubiera hecho posible la ratificación los partidos políticos y el movimiento sindical.
de un estilo. En el mundo social y simbólico del La elección de la orquesta y los cantantes de
fútbol, convertido en modelo y espejo de lo na- tango favoritos y la identificación del equipo
cional, las derrotas o, en su caso, los triunfos y el de fútbol favorito serán también actividades
estilo no suelen ir juntos. En otras palabras, es muy importantes. Prácticamente cada barrio
posible imaginar un triunfo traicionando el estilo
o una derrota respetando el modo tradicional de establecidas ya en torno de 1915. Incluso hasta 1930
jugar. El estilo tiene que ver con las raíces y no habrá un “campeonato nacional” con equipos repre-
con los resultados transitorios. Veamos más de sentando a las provincias que se enfrentan a poderosos
cerca algunos de mis hallazgos. equipos de la Capital Federal. Sin embargo, la narrativa
histórica de El Gráfico, como las historias más recien-
tes, toman como punto de partida la historia del fútbol
profesional. Por lo tanto, los clubes de Buenos Aires, La
El fútbol y el tango como Plata, y a partir de 1938, los de Rosario que se incorpo-
productos de la cultura ran al profesionalismo, constituyen el eje de reflexión
del arrabal central. Cuando se reconstruye el pasado se lo hace
desde Buenos Aires, adonde emigraban los mejores ju-
gadores del interior, y se mira no sólo la importancia y
En la década del ’20 Buenos Aires es la ciudad el peso de sus clubes en el país sino en el impacto que
del tango y del fútbol4. No hay ninguna otra ciu- tienen en el exterior. Un ejemplo claro de esto es la úl-
tima historia del fútbol argentino del diario La Nación
(1994) en donde ninguna liga del interior de la Argenti-
4 La práctica del fútbol se extiende tempranamente na es estudiada. Es importante no olvidar que el primer
por la Argentina y provincias como Tucumán, Santiago verdadero campeonato nacional con clubes del interior
del Estero, Santa Fe y Mendoza tienen clubes y ligas se juega por primera vez en 1967.
472 Eduardo Archetti - Antología esencial

tiene su club de fútbol. Es la época del auge de desde 1904 y clubes argentinos saldrán de gira
clubes que posteriormente, y sobre todo en el por Europa y América a partir de 1925. Desde
momento de la profesionalización, a comien- 1921, con la partida de Julio Libonatti, jugado-
zos de la década del ’30, han de perder impor- res argentinos se convertirán en profesionales
tancia como, por ejemplo, San Telmo, Barra- de clubes europeos, especialmente italianos.
cas Central, Defensores de Belgrano, Sportivo Paralelamente, el tango se convierte en una de
Barracas y Sportivo Dock Sud. Al lado de es- las músicas preferidas de los europeos y las
tos existen ya consolidados los clubes clásicos orquestas argentinas y los cantantes más po-
del período profesional como River Plate, San pulares comienzan a salir de gira al extranjero.
Lorenzo de Almagro, Huracán, Vélez Sársfield, Carlos Gardel triunfa en España en 1927 y en
Racing, Argentinos Juniors, Chacarita Juniors, 1928 “conquista” París. Buenos Aires pasa a ser
Atlanta, Independiente, Ferrocarril Oeste y la ciudad del tango y del fútbol.
Platense. Todos estos clubes fueron fundados Borocotó, uno de los periodistas estrellas de
entre 1901 y 1912. Cada club tiene su estadio, El Gráfico, escribe en 1928 uno de los artículos
una peculiaridad que la Argentina comparte canónicos sobre las relaciones entre el fútbol
con el fútbol británico, y su sede social y de- y el tango. Borocotó se pregunta por qué “los
portiva. Las sedes sociales, en muchos casos pueblos del Plata” (incluyendo a Montevideo)
con bibliotecas importantes y salas de teatro, aman el fútbol y responde:
van a articular gran parte de la actividad cul-
tural y recreativa de los barrios: bailes popu- “…(el fútbol) espectáculo moderno, de acción
lares, fiestas sociales (casamientos, bautizos, continuada, de belleza pasionante y de improvisa-
días nacionales de las diferentes comunidades ción continua de situaciones, condimentado con
étnicas), festivales de teatro y bailes de carna- ese granito de pimienta criolla, nuestro ingenio
lo condicionó para poder gustarlo. Lo necesitaba
val, muy en boga en esa década.
y podemos asegurar que las habilidades criollas
El tango y el fútbol pasan a ser pasatiempos
son las que decidieron ese amor que le profesa-
importantes a la vez que permiten el ingreso ac- mos. De por sí solo, aquel football inglés técnico,
tivo de Buenos Aires en el proceso creciente de pero monótono, no habría logrado ejercer la in-
globalización del tiempo libre. Clubes de fútbol fluencia requerida por el espíritu de nuestras mul-
europeos visitarán regularmente Buenos Aires titudes. Carecía de ese algo típico que nos llega a
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico473

lo hondo, que nos enronquece la voz en un grito pan un lugar privilegiado en el mundo popular
que surge del corazón cuando la pelota es recogi- urbano). En consecuencia, Borocotó tiene que
da por la red temblorosa: y tuvimos que adornarlo transformar el fútbol en “algo nuestro” con la
con el dribbling que encandila las pupilas y nos misma validez que el tango y para ello tiene que
produce una inefable satisfacción interior, pues
observar comportamientos similares en los dos
comprobamos que es patrimonio de estas tierras;
campos5. Los argentinos introdujeron al fútbol:
y debimos hacer sus combinaciones más especta-
culares” (1928, 467: 7).
“...el condimento agradable de esta raza aún no
Desde su perspectiva, el amor al fútbol se con- definida que hace trepidar las instalaciones de los
fields, que improvisa un saludo formidable agi-
vierte en algo propio sólo si los argentinos sa-
tando los pañuelos, que organiza manifestaciones
ben crear algo nuevo, son capaces de aportar ruidosas en homenaje a los triunfadores y que llo-
algo nunca visto. La apropiación de algo que ra secretamente amores truncados, productos de
viene desde afuera se conceptualiza como un su imaginación la mayoría de las veces, cuando
acto eminentemente creativo. Los argentinos el alma de los bandoneones musita condolidas
se apropian del fútbol y, al hacerlo, lo recrean. plegarias a la percanta que se fue del bulín, lle-
Este proceso de criollización (Borocotó alude vándose consigo el trino de sus risas de cristal”
al “granito de pimienta criolla”) lo trataré más (1928, 467: 8).
adelante, pero es importante mencionarlo aquí
para entender la relación con el tango. El fút- El fútbol y el tango constituyen los mundos
bol es una creación inglesa, y en ese momento populares de Buenos Aires de una manera in-
histórico los ingleses no sólo son los maestros eludible: en el fútbol se mezclan los placeres
indiscutidos del juego –jamás han sido venci-
dos en Wembley–, sino que, además, tienen una
liga profesional admirada por el mundo entero. 5 A pesar de la relación que se establece entre tango
El tango, por el contrario, es una creación típi- y fútbol, como productos del arrabal, del barrio y del
camente argentina y rioplatense (no hay que ol- “alma criolla” y que persiste hasta la actualidad hay po-
cos tangos que tienen como tema el fútbol (ver Polime-
vidar, en esta época, el paralelismo entre Bue- ni, 1994). Uno de los pocos tangos con textos de fútbol
nos Aires y Montevideo: se habla el castellano que sobrevivió el paso del tiempo es “El sueño del pibe”
con el mismo acento y el fútbol y el tango ocu- de 1943 (ver Romano, 1991: 321).
474 Eduardo Archetti - Antología esencial

estéticos y los afectos tradicionales de barrios con él endulza sus actuales momentos, o con el
mientras que en el tango los sentimientos y la que siempre espera en cada mañana. Su compañe-
sensualidad predominan. Borocotó escribe: ro, con gesto displicente, dibuja sobre el piso del
salón las más variadas filigranas. ¿No son estos
“El football es el deporte colectivo del criollo: el personajes los mismos cuyas pupilas beben ansio-
tango su música. ¿Difieren fundamentalmente es- samente las jugadas brillantes del football? ¿No es
tas dos predilecciones? La primera constituye un esa milonguita clásica la que adora a “Tarasca”,
placer estético asociado a una cuestión de intere- Piendibene o a otro ídolos?… Quizás el creciente
ses afectivos, de tradiciones de clubs y barrios; la cosmopolitismo, el ritmo acelerado de la época u
otra es la parte netamente sentimental o con algo otra razón de importancia logren cambiarle con la
de sensualismo…” (1928, 467: 8). presentación de problemas más serios que los ac-
tuales; empero, no existe ahora una base que per-
mita suponer pronto cambio. El tango y el football
Borocotó va a enfatizar que en el amor al fútbol
es posible continúen en su privilegiado puesto du-
no están sólo los hombres. El amor al tango por rante muchos años, o acaso para siempre, que es
parte de las mujeres permite que éstas se intro- lo más factible” (1928, 467: 8).
duzcan en el mundo del fútbol adorando a los
mejores jugadores. Esto sería impensable sin Borocotó insistirá que tanto el fútbol riopla-
el amor profundo de los hombres por el fútbol. tense como el tango van a sobrevivir porque al
Este amor compartido por hombres y mujeres margen de la devoción local han sido recono-
es, según Borocotó, una garantía de la supervi- cidos y aceptados en Europa. Lo local al trans-
vencia de estas dos pasiones populares: formarse en global consolida la imagen creati-
va de lo rioplatense. Borocotó observa que:
“…al rezongo de los bandoneones y al comenzar
los violines a quejarse de penas ignoradas o fingi- “El tango hace rato que se abrió cancha en París.
das, la pista se cubre de parejas que con placer in- Salió de los arrabales, de los mismos en que se
efable se dejan arrullar por la música que tiene la formaron los footballers; fue introducido en los
lamentación de la vidalita. Puede verse entonces salones que le despreciaban y luego extendió su
a la milonguita que reclina su cabeza sobre el pe- reinado hacia la Ciudad Luz. Puede decir con or-
cho del bailarín y, entornando los párpados sueña gullo y parodiando a Carlos V ‘en mis dominios
con algo impreciso y vago, con un amor pasado, nunca se pone el sol’. Al deporte popular del Río
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico475

de la Plata estaba reservada una suerte igual. Lle- que somos sus descendientes. De acuerdo. Pero
vó al viejo continente lo que no habían lucido los como es del labrador el árbol que éste plantó en
ingleses. Y contra la fuerza de los corpulentos la Pampa. El tango quejumbroso, el ombú legen-
adversarios, el criollo sorteó obstáculos y marcó dario, el cimarrón compañero de confidencias,
goals. El físico musculoso se estrelló contra la ha- el chiripá bordado, los cielitos que cantaron los
bilidad, contra la clase. Y ante millares de espec- Santos Vega, el alma rebelde que heredamos del
tadores que deseaban verlos perder, bordaron sus montonero, la Pampa hospitalaria, los consejos
nombres, argentinos y uruguayos, para que quede del Viejo Vizcacha, el tintineo de los nazarenos
el recuerdo de sus hazañas en el verde pañuelo de y otras muchas cosas que me callo, siempre las
Amsterdam” (1928, 467: 8). habíamos considerado bien nuestras: pero no es-
tábamos seguros que también nos pertenecía el
mejor football del mundo” (1928, 467: 8).
Borocotó alude a la final de fútbol de los Jue-
gos Olímpicos de Amsterdam en 1928 que fue Borocotó enumera las “cosas bien nuestras”
jugada entre argentinos y uruguayos. En esa en un estilo casi borgeano y comienza por las
época, antes de que se organizara la primera “cosas” de la pampa. El gaucho y sus diferen-
Copa del Mundo en 1930, los Juegos Olímpi- tes contextos definen lo “nuestro”: el ombú
cos eran considerados “campeonatos mun- en donde esconderse del sol, el caballo com-
diales”. Uruguay había ya ganado en París en pañero, su ropa de fiesta, la música cantada
1924 y se repetirá su hazaña en 1928. Los ar- por Santos Vega y su actividad rebelde en las
gentinos participan por primera vez en 1928 montoneras. Borocotó no tiene la visión sar-
llegando a la final. Para decidir el ganador se mientina del gaucho civilizado por su pasaje
jugaron dos partidos. En el primero empata- en el ejército nacional. La pampa es, además,
ron uno a uno y en el segundo ganaron los hospitalaria, generosa porque ha recibido
uruguayos dos a uno. No es de extrañar, en- tantos inmigrantes y los ha aceptado, los ha
tonces, que Borocotó termine su artículo del convertido en “propios”. Borocotó acepta que
siguiente modo: el mundo rioplatense y sus equipos naciona-
les de fútbol están llenos de hijos de inmi-
“…los mismos que se apilan en el tango “apila- grantes, hijos de europeos, pero éstos ya son
ron” a los europeos, quienes nos dirán ahora bien criollos. Para Borocotó las raíces están
476 Eduardo Archetti - Antología esencial

evidentemente en la pampa, y de esa manera Buenos Aires han de convertirse en los “clu-
presenta lo que era comúnmente aceptado en bes nacionales” y eso a pesar de la tradición
esa época: la imagen pastoral de lo nacional. futbolística de las ciudades de Rosario y La
Sin embargo vemos el arrabal a través del Plata. Un club grande de Buenos Aíres, Boca
tango y muchos de sus jugadores de fútbol Juniors o River Plate, pertenece a la Nación,
nacidos allí que harán famosa a la ciudad de es una suerte de patrimonio nacional, mien-
Buenos Aires. La pampa y el arrabal aparecen tras que los clubes importantes de las otras
unidas casi del mismo modo que en la repre- ciudades, Rosario Central o Estudiantes de la
sentación de lo nacional que hace Borges. Las Plata, serán percibidos como clubes de “pro-
diferencias existen ya que Borocotó acepta el vincia”. Es altamente probable y deseable ser
tango “quejumbroso”, o sea el tango no que- hincha de River Plate y vivir en La Quiaca.
rido por Borges, y define al fútbol como algo Mucho más raro será encontrar un hincha de
bien argentino y rioplatense. Rosario Central, no nacido en Rosario y sin
Borocotó y Borges participan, cada uno a padres rosarinos, en Ushuaia.
su manera y en su ámbito literario específi- Según Borges (1993: 25), la pampa y el
co, del debate sobre lo nacional y lo popular. arrabal deben ser los espacios que gene-
Aceptan que lo nacional tiene que ver con la ren una lírica y una literatura nacionales ya
pampa y con una cierta zona de la ciudad de que ni las montañas o el mar argentino han
Buenos Aires. Desde esta perspectiva el terri- sido vistos por los poetas. En el análisis de
torio de lo nacional aparece circunscripto a Borocotó la pampa existe de un modo con-
Buenos Aires y sus alrededores o sea la pam- creto porque de ella vienen las raíces (las
pa húmeda, ya que Buenos Aires puede ser tradiciones) que transforman a los hijos
correctamente concebida como la capital de de inmigrantes en criollos, pero el espacio
la pampa húmeda (y sólo posteriormente del privilegiado será el arrabal (y la ciudad) en
país). El mundo social del tango y del fútbol tanto productor de una cultura popular ur-
van a definir desde la perspectiva de lo popu- bana en donde los ídolos y los héroes van
lar campos culturales desde donde el mundo a nacer en el tango y en el fútbol. Borocotó
masculino producirá sus imágenes, sus ritos enfatiza, por otro lado, que los éxitos futbo-
y sus héroes. Los grandes clubes de fútbol de lísticos en los juegos olímpicos de Amster-
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico477

dam así como la aceptación y el triunfo del rioso club británico”–, los jugadores de origen
tango en París demuestran que Buenos Aires británico dominan:
(y la Argentina) es capaz de producir “co-
sas nuestras” aceptadas y reconocidas por “…fueron ingleses venidos al Río de la Plata los
todo el mundo. El tango y el fútbol aparecen primeros que practicaron el juego y siguieron
entonces como las contribuciones argen- practicándolo sus hijos incorporados en colegios
ingleses tal cual se hace hoy con otros deportes
tinas en la construcción, en esa época, de
como el cricket. Tuvo pues el football rioplaten-
un espacio global corporal del tiempo libre
se su origen inglés en sus primeras prácticas
que trasciende las fronteras nacionales. De y la primera lección de técnica superior estuvo
esa manera Buenos Aires, una ciudad tan a cargo del Southampton, y luego el Nottingham
cosmopolita como Nueva York y Johannes- Forest, Everton, Tottenham Hotspur, etcétera.
burgo en la década del ’20, va generando su Todo completamente inglés, como puede ver-
propia mitología y con ello dejando en la os- se y apreciarse en nuestros famosos cracks de
curidad al resto del país. nuestra iniciación en el football que se llamaron
Brown, Weiss, Lett, Ratcliff, Buchanan, Moore,
Mack, Leonard, Watson Hutton y tantos otros
cuyos nombres no difieren en nada de los que
El fútbol como un producto practican el football en la Rubia Albión” (mi su-
y un ejemplo de lo criollo brayado) (El Gráfico, 1928, 470: 15)6.

A partir de 1928 El Gráfico desarrolla la teoría La fundación criolla comienza en 1913, cuando
de las dos fundaciones del fútbol argentino: la el Racing Club, sin un solo jugador de origen
primera fundación será británica y la segunda
será criolla. Uno de los argumentos utilizados 6 El Gráfico establece de una manera clara la im-
alude al origen étnico de quienes lo practica- portancia de “la tradición y la fundación británica” del
ban en los equipos más famosos y, a la vez, in- fútbol argentino. No hay ninguna confusión entre lo
tegraban el equipo nacional. En la fundación “británico” y lo “inglés” ya que los apellidos de origen
irlandés, escocés, galés o inglés, indican la “mezcla” de
británica, desde 1887 hasta 1912 –cuando se lo “británico”. En el lenguaje de la revista el término
quiebra la hegemonía del club Alumni, el “glo- “británico” es político y no étnico.
478 Eduardo Archetti - Antología esencial

británico, conquista el campeonato de primera hecho suyo el fútbol, a partir de mediados de la


división por primera vez. A partir de ese mo- primera década de este siglo, El Gráfico explica:
mento los clubes “británicos” pierden su peso
futbolístico y sus jugadores desaparecerán de “…es lógico que con el correr de los años, toda
los equipos nacionales. Según El Gráfico este la influencia sajona del football haya ido des-
cambio ha sido posible ya que: apareciendo para dar paso al espíritu menos
flemático y más inquieto del latino… Inspira-
“...cuando el football comenzó a difundirse, de- dos en la misma escuela que los británicos, bien
jaron de ser los cracks nombres británicos para pronto los latinos fueron modificando la ciencia
transformarse en apellidos puramente latinos, del juego e hicieron una propia, hoy ampliamente
especialmente italianos y españoles, como Gar- reconocida… ella se diferencia de la inglesa en
cía, Martínez, Ohaco, Olazar, Chiappe, Calomi- que es menos monocorde, menos disciplinada y
no, Laforia, Isola, etcétera” (mi subrayado) (El metódica, pues no sacrifica el individualismo en
Gráfico, 1928, 470: 15). homenaje a la suma colectiva de los valores. En
el football inglés todo tiende a destruir la acción
Es interesante observar que lo “criollo” se de- personal para formar un todo sólido, de manera
fine a partir de la predominancia de apellidos que un team no se cuenta por sus hombres sepa-
españoles e italianos. Lo “criollo” pasa a ser una radamente, sino por la acción uniforme de todo
fundación de los hijos de inmigrantes “latinos”. un conjunto. De ahí que el football británico sea
Los hijos de inmigrantes “ingleses” nunca fue- realmente poderoso y tenga la fuerza regular
e impulsiva de una verdadera máquina, pero es
ron concebidos como “criollos”, no se transfor-
monótono porque siempre es igual y uniforme.
maron en “criollos” jugando al fútbol. ¿Cómo
El football rioplatense, en cambio, no sacrifica
explicar estas diferencias? El razonamiento pu- enteramente la acción personal y utiliza más el
ramente genealógico da lugar a un razonamien- dribbling, el esfuerzo personal generoso, tanto
to fundado sobre estilos de jugar. Los estilos, a en los hombres de ataque como de defensa, por
su vez, van a estar basados en las diferencias consecuencia, un football más ágil y vistoso” (mi
étnicas conceptualizadas como diferencias de subrayado) (El Gráfico, 1928, 470:15).
carácter y en la forma en que se estructuran los
sentimientos y las prácticas corporales. Luego En este texto aparecen un conjunto de oposi-
de que los hijos de inmigrantes latinos hayan ciones simétricas que serán sistemáticamente
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico479

desarrolladas por El Gráfico. Lo “británico” ágil y virtuoso8. Gracias a estas características,


aparece identificado con lo flemático, la disci-
plina, el método, lo colectivo, la fuerza y el po-
der físico7. Estas virtudes ayudan a concebir un 8 El hecho de llamar “fundación criolla” al juego apor-
estilo como una “máquina”, es decir repetitivo. tado por los hijos de inmigrantes de primera generación
seguramente sería considerado como un insulto por los
El autor reconoce que este estilo permite con- escritores nacionalistas de la época. Precisamente, los
ceptualizar el fútbol británico como “perfecto”, nacionalistas están en contra de los inmigrantes por-
es decir industrialmente perfecto. Lo “criollo”, que éstos contaminaban la “esencia nacional” y “en-
gracias a la influencia latina, es exactamente suciaban al país” (Rock, 1993: 41-2). En el mundo del
lo contrario: inquieto, individualista, menos fútbol los inmigrantes y su creatividad permiten que el
estilo nacional aparezca, se fortalezca y se reproduzca
disciplinado, basado en el esfuerzo personal, en el tiempo. La identidad nacional en el fútbol perte-
nece a los hijos de inmigrantes, es un hecho cultural
creado al margen del “criollismo” de los nacionalistas.
7 Es importante señalar que aunque en términos de La narrativa de El Gráfico es un homenaje a los hijos
estilo el “otro” relevante sea el estilo “británico”, los es- de extranjeros excluyendo, explícitamente, a los hijos
critores de El Gráfico saben que no se puede jugar con- de británicos. La exclusión de los hijos de británicos
tra los “británicos” sino solamente contra los equipos puede leerse como una concesión al “antiimperialismo
nacionales de Gales, Escocia, Inglaterra e Irlanda del británico” de los nacionalistas por parte de los escri-
Norte. Desde un comienzo en la historia del fútbol ar- tores de El Gráfico. Creo, sin embargo, que El Gráfico
gentino el enemigo principal, en el sentido de obstáculo colabora, a su manera, en definir lo “británico” como
que hay que vencer para alcanzar la madurez y el su- el “otro” relevante para los argentinos en el campo del
puesto reconocimiento universal, es Inglaterra. No sólo deporte. En esa dirección la revista va a defender la sa-
han inventado el fútbol moderno y sus reglas sino que lida de los jugadores argentinos al extranjero e incluso
lo practican profesionalmente y por ello no se mezclan que puedan jugar con los seleccionados nacionales de
con los amateurs en las Olimpíadas. En innumerables los países en donde son definidos como “oriundos” (el
ocasiones El Gráfico no sólo compara diferentes esti- caso de Italia será flagrante en el mundial de 1934 con
los sino que insiste en la necesidad de seguir el mismo cuatro argentinos en el equipo campeón). Esos jugado-
camino de los ingleses y profesionalizar el fútbol nacio- res serán considerados como embajadores del fútbol
nal. Esto sólo se conseguirá en 1931 con la creación de “criollo”. El Gráfico escribe:
la liga profesional. Durante décadas los argentinos han
de soñar con un triunfo sobre Inglaterra. Leyendo El “No debemos ser egoístas. Orsi, Cesarini, Stábile y to-
Gráfico se tiene siempre la impresión de que los triun- dos aquellos que traspongan las fronteras en busca de
fos sobre los otros países tienen menor importancia. mejores horizontes y rumbo a países que los necesitan,
480 Eduardo Archetti - Antología esencial

concluye el autor, es posible imaginar al fút- violín. Por ello, un gran equipo de fútbol será
bol rioplatense como imperfecto y por lo tan- como una orquesta compuesta por grandes in-
to sujeto a desarrollarse cuando se declare el dividualidades (El Gráfico, 1941, 1124: 18). Lo
profesionalismo. Posteriormente, ya entrada la típico del fútbol argentino pasará a ser el toque
década del ’40, a la idea de “máquina” se opone de pelota, el toque corto y veloz.
la idea de “arte”, en el sentido de interpretación Es necesario retener virtudes corporales
artística musical. Se dirá que los argentinos no opuestas que, identificadas como “británicas”
“juegan al fútbol” sino que “tocan fútbol”, ya y “criollas” han de sufrir una posterior trans-
que son como virtuosos que tocan el piano o el formación. Las virtudes corporales inglesas
aparecen asociadas a “la fuerza y el poder fí-
sico” mientras que las virtudes de los criollos
deben ser mirados como la vieja España miraba par-
tir a sus Adelantados. Van hacia la conquista de otras
tienen que ver con la agilidad y la virtuosidad
multitudes. Ya nos resulta un poco chico el país y una de los movimientos. La metáfora de la “máqui-
buena lección de fútbol dada en nuestras canchas no na” como opuesta a la creatividad individual
deslumbra a nadie. Hace muchos años que en el arte de
gambetear y marcar goles venimos haciendo cátedra;
es una constante en el imaginario futbolístico
por eso es preciso salir, los buenos jugadores que nos argentino. Lo “británico” se asocia a lo indus-
prestigian en el extranjero habrán hecho obra patrió- trial y lo “criollo” a un sistema social preindus-
tica. Stábile va a Italia, no a defender el fútbol de la
península, sino que el criollo, por cuanto es un criollo
trial. Frente a la máquina, o sea lo repetitivo,
el que juega” (1930, 589: 37). lo típicamente “criollo” debe ser el “dribbling”.
El “dribbling”, que luego se llamará “gambeta”
Este “estilo” será reconocido por los italianos y docu- (palabra que viene de la literatura gauchesca y
mentado en la historia del fútbol italiano (ver Brera,
1978: 98, y Papa y Panico, 1993: 158-63). Este reconoci-
alude al movimiento del avestruz al correr), es
miento servirá para consolidar esta imagen (ver Masón, algo eminentemente individual y no se puede
1995: 15-44). Los argentinos se verán en el espejo italia- programar, es lo opuesto al juego industrial co-
no y europeo, y los europeos al importar a los jugado- lectivo de una máquina.
res argentinos más técnicos, generalmente ofensivos, y Para 1928 lo “criollo” ha adquirido carac-
diferentes, ayudarán a reforzar esa imagen. Los juga-
dores argentinos menos dotados técnicamente y más
terísticas propias. La “fundación” del “estilo
trabajadores no serán pensados como representantes criollo” tiene que tener una fecha, un actor y un
de ese estilo. evento preciso: el Racing Club que en 1913 des-
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico481

aloja como campeón al Alumni, el club hege- lejano”, los europeos, y del “otro cercano”, los
mónico por años y años, representante no sólo uruguayos, será importante.
de la “fundación” británica del fútbol sino tam- El Gráfico (1923,190: 4) sostiene temprana-
bién del “estilo británico”. Uno puede concebir mente que el fútbol llegará a ser el deporte fun-
un estilo propio de jugar al fútbol como algo to- damental en la Argentina, ya que permite que
talmente imaginario, pero, por lo general, sale una nación se exprese a través de su equipo
de la comparación con otros estilos como los nacional. Esto, enfatizan, no puede darse a tra-
textos arriba citados lo indican9. Sin embargo vés de los deportes individuales. Participar del
entre 1913 y 1928 transcurren quince años y es equipo nacional exige a los jugadores elegidos
posible imaginar que el pasaje del estilo británi- una alta conciencia nacional, ya que deben pos-
co al criollo se fue haciendo de un modo paula- tergar sus intereses particulares de jugadores
tino. En esa transformación la mirada del “otro de clubes diferentes. Al mismo tiempo el edi-
torialista observa que las diferencias naciona-
9 Sin lugar a dudas el proceso de criollización no sólo
les, las diferencias entre estilos, se pueden ver
se dio en Buenos Aires, como he observado anterior- mejor en un partido de fútbol que en cualquier
mente, pero fue más relevante en el fútbol de esta ciu- otra competencia deportiva. Podemos leer que:
dad por el peso de los equipos y la tradición de los co-
legios “británicos”. Jorge Brown, el jugador modelo del
Alumni y del seleccionado argentino de comienzos de “Entre los sudamericanos existen ya esas diferen-
siglo, comenta que el estilo “criollo” de 1921, “más fino cias de estilo. Los argentinos se han distinguido
y artístico”, es diferente del estilo de Alumni, que era por rápidas arremetidas a pases largos, termina-
“más brusco, pero viril, hermoso, pujante” (El Gráfico, dos con potentes shots. Un juego muy distinto
1921, 107: 11). En 1924, al comentar los éxitos del fút- es el de los uruguayos, quizás más brillante pero
bol rioplatense, expresa que hay que “vigilar al fútbol menos eficaz. Pases precisos, cortos, con poco
(argentino)… a fin de que las virtudes latinas tengan trabajo de las alas, siempre próximo al arco con-
su complemento con la perfección de la técnica britá- trario, aunque sin rematar bien al ataque. Los
nica” (La Nación, 10-6-1945: 5). Brown reconocía los
chilenos, un juego completamente abierto y vio-
cambios y la presencia de un estilo y de virtudes que
no eran originalmente británicas y que Alumni repre- lento, carente aún de táctica, sus hombres hacen
sentaba. En consecuencia, el imaginario de El Gráfico derroche de resistencia física. Los brasileños con
era compartido incluso por actores privilegiados y con táctica semejante a la de los uruguayos aventajan
cierta autoridad como Jorge Brown. a éstos en sus tiros al arco hechos a toda carrera.
482 Eduardo Archetti - Antología esencial

Los paraguayos tienen un juego semejante al de de un “fútbol rioplatense” jugado tanto por ar-
los argentinos” (El Gráfico, 1923, 190: 4). gentinos como por uruguayos. La visita en 1926
del Real Deportivo Español, un club de Barce-
En este párrafo debemos retener las diferen- lona, va a permitir el desarrollo de la teoría del
cias entre argentinos y uruguayos. Los uru- fútbol criollo como algo diferente. El Gráfico,
guayos aparecen como más “rioplatenses” sin ninguna modestia, escribe a propósito de la
en el sentido de que practican un juego indi- visita del equipo catalán:
vidual y brillante menos eficaz que el de los
argentinos. Los argentinos en 1923 todavía “Consideramos muy alto el valor del football
se parecen al estilo “británico”, ya que jue- que se practica en nuestro país –tan alto que
gan con pases largos y terminan sus jugadas sólo apreciamos como superior al football de
con potencia y fuerza en los disparos al arco. los profesionales británicos– y es por ello que
dentro de un concepto severo en la técnica re-
Ha habido “fundación criolla” pero el estilo
putemos el mérito de nuestros huéspedes… de-
está todavía impregnado de la influencia in- duciremos que el football en España ha adquiri-
glesa. En 1924 a los jugadores ingleses del do un adelanto sorprendente que lo coloca casi
Plymouth Argyle en gira por la Argentina les a nuestra altura, y decimos precisamente casi
impresiona que los argentinos luzcan en su a nuestra altura porque tenemos la convicción
juego características netamente británicas: de que el nuestro es más técnico, más rápido,
“velocidad, empuje y combinaciones” (El más preciso: quizás carezca de efectividad por
Gráfico, 1924, 257: 24). la habilidad en la acción individual de nuestros
El triunfo uruguayo en las olimpíadas de grandes jugadores, pero el football que practi-
1924 en París y la gira exitosa, por muchos paí- can los argentinos y que hacemos extensivo a
ses europeos, de Boca Juniors, un equipo de la los uruguayos es más bello, más plástico, de ma-
yor precisión ya que para llegar al arco adversa-
primera división argentina, en 1925 van a con-
rio no se hace con pases largos y adelantados,
firmar la existencia de un “fútbol rioplatense” terminados casi en seguida, sino que es cada
distinto al europeo y al inglés. Hasta la gira de avance la consecuencia de una serie de accio-
Boca los argentinos eran más ingleses que los nes breves, precisas, colectivas de “dribblings”
uruguayos. Los europeos van a ayudar, con su hábiles y pases precisos como una filigrana” (El
percepción de las diferencias, en la definición Gráfico, 1926, 366: 17).
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico483

Los jugadores del equipo catalán concurren al tilo. En ese proceso las miradas de los “otros”,
estadio a ver el partido entre Platense e Inde- los europeos, aceleran ese proceso. Al mismo
pendiente y al ser interrogados sobre las carac- tiempo, los jugadores argentinos y uruguayos
terísticas de los jugadores y equipos argentinos que comienzan a salir a Europa en la década
dicen: del ’20 serán los grandes “dribbleadores”.
En ese contexto y con el estilo propio afir-
“…que nuestro football es muy hábil y elegan- mado, Borocotó, en 1928, elabora la teoría del
te y los jugadores argentinos están dotados de “dribbling criollo”. Esta teoría está basada en
grandes condiciones para la práctica del deporte,
las cualidades personales de los “pibes crio-
pero encuentran que su juego es poco decisivo.
llos” y su relación con los contextos sociales
Los forwards argentinos son notables en el pase;
el dribbling por su astucia, rapidez y exacta com- y espaciales que les permitieron desarrollar-
prensión del juego, pero no rematan con shots al las (El Gráfico, 1928, 480). En primer lugar,
gol, al que desean aproximarse mucho para ter- el “pibe criollo” se dio cuenta al ver cómo ju-
minar los ataques en lugar de dirigir el shot final gaban los ingleses que en ese estilo de juego
más o menos al llegar al área penal…” (El Gráfi- no había lugar para la improvisación, para la
co, 1926, 366: 9). “imaginación”. En segundo lugar, los “pibes”
practicaban el fútbol espontáneamente en los
En la percepción de El Gráfico como en la de “potreros” (espacios vacíos de la ciudad, de
los jugadores catalanes la habilidad en el “drib- distinto tamaño, por lo general chicos, y muy
bling” de los jugadores argentinos aparece irregulares) sin que estuviera un maestro pre-
como uno de los aspectos fundamentales del sente como era el caso en Inglaterra en donde,
estilo criollo. El “dribbling” es una cualidad según Borocotó, el fútbol se practicaba funda-
individual y no colectiva. El estilo colectivo mentalmente en los colegios. En los potreros,
pasará, en consecuencia, a depender de las ante la acumulación de jugadores en un es-
cualidades de sus mejores exponentes, posee- pacio bastante reducido, la única posibilidad
dores de una técnica superior de “dribbling”. de tener la pelota un cierto tiempo era con-
El “dribbling” se convierte en el factor que per- vertirse en un “dribbleador” empedernido. En
mite pasar de la “fundación” al cultivo de un tercer lugar, Borocotó recuerda que el fútbol
estilo. El “dribbling” permite corporizar al es- argentino se ha hecho conocido en el mundo a
484 Eduardo Archetti - Antología esencial

partir del “dribbling” y los jugadores que dejan Ese monumento tendría que ser:
la patria para ir a jugar a Europa son los que
mejor “dribblean”. Borocotó sostiene, enfáti- “…un pibe de cara sucia, con una cabellera que
camente, que hasta esa época la Argentina era le protestó al peine el derecho de ser rebelde;
conocida en el mundo por haber exportado el con los ojos inteligentes, revoloteadores, enga-
valor de sus novillos congelados y la calidad ñadores y persuasivos, de miradas chispeantes
que suelen dar la sensación de la risa pícara que
de sus cereales, “productos no populares” –en
no consigue expresar esa boca de dientes peque-
el sentido que provenían de las estancias de la
ños, como gastados de morder el pan “de ayer”.
clase terrateniente pampeana–, y que ahora es Unos remiendos unidos con poco arte servirán
importante que sea conocida por sus “produc- de pantalón. Una camiseta a rayas argentinas,
tos populares”. Uno de esos “productos popu- demasiado descotada y con muchos agujeros he-
lares” de gran calidad es el “dribbling” y sus chos por los invisibles ratones del uso. Una tira
exponentes, los exquisitos jugadores argenti- atada a la cintura, cruzando el pecho a manera
nos de fútbol. de banda, sirve de tirador. Las rodillas cubiertas
En esta teoría, claramente, el “pibe” (el chi- de cascarones de lastimaduras que desinfectó el
co), sin ningún tipo de enseñanza, es el inventor destino; descalzo, o con alpargatas cuyas roturas
del estilo “criollo” en el potrero. Esta imagen sobre los dedos grandes dejan entrever que se
han efectuado de tanto shotear. Su actitud debe
de Borocotó no sólo señala que hubo un inicio
ser característica, dando la impresión de que está
infantil, como en todo juego, sino que indica la
realizando un dribbling con la pelota de trapo.
importancia de la frescura, la espontaneidad y Eso sí: la pelota no puede ser otra. De trapo, y con
la libertad que se asocian a la infancia y que, lle- preferencia forrada con una media vieja. Si algún
gada la madurez y con ella las responsabilida- día llegara a instalarse este monumento seríamos
des, ha de perderse. Borocotó propone que se
levante en la Argentina, “en cualquier paseo”,
un monumento al inventor del “dribbling”10. que tuvo un gran éxito comercial. Borocotó consigue
amalgamar la esperanza de los pibes, el barrio, el po-
trero, la amistad, la familia y la importancia de la leal-
10 Muchos años después Borocotó podrá realizar su tad a la camiseta y al club del barrio en una película
sueño al escribir el guión de la película “Pelota de que es un clásico del género (ver Maranghello, 1984, y
trapo”, dirigida por Leopoldo Torres Ríos en 1948 y Ferreira, 1994).
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico485

muchos los que ante él nos descubriríamos como haber jugado la final del “campeonato mundial
ante un altar” (El Gráfico, 1928, 480: 11). que son las olimpíadas”:

Chantecler, otro de los grandes escritores de “…el football rioplatense es el más apreciado del
El Gráfico, va a colaborar también en la ela- mundo, y la inteligencia puesta al servicio del
boración de la teoría de lo “criollo”. El “drib- deporte por un puñado de muchachos jóvenes y
bling”, una expresión corporal, va a pasar a ser viriles han hecho más por la despreciada América
una muestra de lo fundamental del “criollo”. del Sur que todos los diplomáticos juntos. Ahora
El “dribbling” expresa la viveza y la picardía se nos considera y alaba: ahora somos algo” (mi
criollas frente a la ingenuidad británica (1928, subrayado) (1928, 467: 16).
467: 16). A la pura imaginación del pibe y la
congestión de jugadores en el potrero, rasgos Aquí vemos el mismo argumento de Borocotó:
principales de la teoría de Borocotó, se agrega el fútbol permite que los argentinos sean “vis-
definitivamente la picardía. Sin la existencia tos” por el mundo, sean “recordados” y, sobre
de la picardía y la viveza como cualidades no todo, “alabados”. El hecho de que argentinos y
podría surgir el “dribbling” y no habría espa- uruguayos lleguen a la final del primer verda-
cio para la improvisación creadora. Chante- dero campeonato mundial disputado en 1930
cler sostiene que los británicos son “fríos” y va a confirmar esta teoría de la supremacía del
“matemáticos” y que por eso juegan un fút- fútbol rioplatense.
bol “sabio”. Al contrario, los rioplatenses al Chantecler va a seguir trabajando en su teo-
ser “calientes” e “improvisadores” juegan un ría de la viveza criolla y su solución será bas-
fútbol “genial”. Asimismo, establece una dife- tante diferente a la de Borocotó. Borocotó,
rencia entre los rioplatenses: los argentinos como hemos visto anteriormente, apelaba a las
juegan con el corazón, son más agresivos y influencias criollas pampeanas. En ese senti-
veloces, mientras que los uruguayos juegan do, algo intransferible y único, la pampa y su
con la cabeza, son más románticos y calmos cultura, se naturaliza: el contacto de los hijos
(1928, 467: 16). Sin embargo afirma que, pese a de inmigrantes con la naturaleza (incluso en el
esas diferencias, se puede hablar de un fútbol potrero) les permite transformarse. Borocotó
rioplatense. Históricamente y por el hecho de será consecuente con su teoría sobre la natura-
486 Eduardo Archetti - Antología esencial

leza de lo criollo. En un artículo tardío publica- tes no trajeron nada sustancial que permitiera
do en 1950 escribe: esa transformación: sus hijos al nacer en la
pampa se hicieron criollos.
“Cada país juega al fútbol como sabe hacerlo y Chantecler, por el contrario, va a elaborar
de acuerdo con el temperamento de sus hombres, la teoría del “melting-pot”, de un proceso con-
con su idiosincrasia, como siente el fútbol. ¿Por tinuo de criollización. Un criollo se hace, no
qué el pibe nuestro quiere moverla, ablandarla, nace, es el producto de una tradición que se
hacer chiches, todo lo cual le ha dado ese ma-
modifica con los aportes individuales. En un ar-
ravilloso dominio de pelota que más de una vez
tículo, titulado “La viveza criolla característica
resulta poco práctico? Porque nació así. No se le
ocurrió ser así. ¡Es así! Algo habrá en el aire, en principal de nuestro juego”, escribe:
el paisaje, en la sangre, en el asado, en el mate,
pero es así Y por otros lados el aire, la sangre, el “País de inmigración el nuestro, al recibir en su
paisaje y la alimentación son diferentes. No hay seno las grandes corrientes de todas las razas,
una manera de jugar al fútbol. Hay maneras” ha ido asimilando cualidades de cada una para
(mi subrayado) (El Gráfico, 1950, 1618: 48). amalgamarlas y darles un sello propio. De ahí la
raza nueva que glosan los intelectuales europeos
cuando vienen a estudiar la psicología de nues-
Aquí vemos que la manera de jugar viene de tro pueblo y no pueden hallarle una idiosincrasia
la naturaleza, es un don natural, un jugador definida, puesto que tenemos algo de cada civili-
criollo nace no se hace. El nacer jugador crio- zación sin pertenecer típicamente a ninguna” (El
llo depende del aire, la sangre y la tierra, y de Gráfico, 1932, 652: 21).
los productos de la tierra: la alimentación (el
asado y el mate). Lo “natural”, lo criollo, apa- Chantecler considera que, sin embargo, en el
rece como una barrera contra la transferencia desarrollo de la viveza criolla ha habido ju-
cultural, contra la importación de estilos euro- gadores de la época británica como Leonard,
peos, que es lo que se está discutiendo en 1950. Carlos Brown, Carlos Buchanan y Arnoldo
Borocotó encuentra una simetría entre ser y Watson Hutton que contribuyeron a modificar
sentir: lo natural tiene que ver con los senti- la frialdad británica. Chantecler se va a dedicar
mientos y no con la razón (El Gráfico, 1950, de un modo muy minucioso a enumerar “los
1626: 46). Desde esta perspectiva los inmigran- productos de la viveza criolla” confeccionando
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico487

un diccionario del fútbol criollo: anunciar una los nacionalistas es haber vinculado el fútbol
jugada y hacer otra, la bicicleta (un “dribbling” criollo con la inmigración. Los inmigrantes
muy especial), pisar la pelota, provocar el cor- criollizan el fútbol porque se transforman en
ner o el out, dejar pasar la pelota para que un criollos heredando los rasgos de los “autén-
compañero la reciba, la chilena, simulacro de ticos criollos”. No hay “melting-pot”. Chante-
ataque, el túnel o caño, la marianela y, también, cler acepta la inmigración pero su historia es
lo que llama “astucias de mala ley” (El Gráfico, una historia de vivezas individuales en donde,
1932, 652 y 653). La viveza criolla se convierte incluso, hay espacio para los vivos británicos.
no sólo en una lista de inventos sino, funda- Lo criollo no es permanente, se va haciendo a
mentalmente, es una cualidad que se desarro- la marcha en una suerte de “melting-pot” bien
lló históricamente. Detrás de cada una de las logrado. Lo común de estas dos teorías es ha-
jugadas mencionadas suele haber un creador, ber despojado de lo criollo la fuerza y el cora-
un jugador criollo que la practicó. je al convertir en virtudes máximas el “drib-
El fútbol es un deporte inglés que fue traído bling”, es decir una jugada que elude el cho-
por los ingleses a la Argentina como al resto que corporal, evita el contacto físico con el
del mundo. Una de las diferencias entre Bue- rival, y la viveza, la capacidad de esconder las
nos Aires y muchas otras ciudades latinoame- verdaderas intenciones convirtiendo la vida
ricanas en donde el fútbol será importante es (el juego) en simulacros continuos haciendo
el peso de los británicos y la cultura británica creer al otro de lo contrario, convirtiendo el
en la construcción de la ciudad, la moderniza- engaño en victoria. Esta teoría no creo que
ción de la economía argentina y su incorpora- hubiera sido fácilmente aceptada por los na-
ción en el mercado mundial. A comienzos de cionalistas de la época.
este siglo vivían en Buenos Aires casi 50.000 Según Sarlo, la solución de Borges al romper
británicos. A éstos se sumaron los cientos de con la interpretación de Lugones de lo criollo
miles de inmigrantes europeos. Borocotó tra- será diferente. Borges acepta la inevitabilidad
tó de construir una teoría del fútbol nacional de la mezcla cultural, del encuentro entre lo
despojándolo de lo británico, transformándo- americano y lo europeo, pero advierte sobre lo
lo en algo puramente criollo. Su “tour de for- problemático de las mezclas. Sarlo concluye de
ce” y su modificación respecto de la teoría de la siguiente manera:
488 Eduardo Archetti - Antología esencial

“La mezcla es a la vez indispensable y problemáti- El Gráfico pregunta a los jugadores europeos
ca. Borges está muy lejos de la solución sintética que visitan el país, a los diplomáticos europeos
pacífica que volvería la Argentina en un espacio estacionados en Buenos Aires, a los jugadores
idílico del “melting-pot” cultural. Por el contrario, argentinos que juegan en Europa y a los direc-
toda su literatura está desgarrada por sentimien-
tores técnicos argentinos que triunfan en el ex-
tos de nostalgia, porque tiene lugar en la frontera
terior “cómo nos ven”, “qué piensan en Europa
entre dos mundos, en una línea que las separa y
las junta, pero que, a través de su propia existen- del estilo criollo y los jugadores criollos”. El
cia, marca la inseguridad de la relación. En este Gráfico siempre ha de insistir, y creo que co-
sentido, la literatura de Borges pertenece a la rrectamente, sobre el hecho de que no puede
frontera entre Europa y América: revela distan- haber una tradición sobre la base de derrotas.
cias y transformaciones, de la misma manera que Una tradición futbolística no sólo requiere de
la inscripción de lo escrito separa los espacios de continuidad histórica sino, esencialmente, de
la página de los espacios de la vida” (mi traduc- triunfos. Por lo tanto, ante cada derrota im-
ción) (1993: 48-9). portante lo que se pondrá en duda es el estilo
criollo. En esos momentos de crisis siempre se
El mundo pacífico del “melting-pot” anuncia- intenta importar el “estilo europeo”. Jamás se
do por Chantecler será problemático como piensa en importar el “estilo brasileño”, ya que
también lo será el mundo sustancialista de se parte del supuesto de que eso es imposible.
Borocotó. Lo criollo como una mezcla será Implícitamente se reconoce la influencia afri-
problemático. Lo europeo, el estilo de jugar eu- cana que no existe en la Argentina. Importar lo
ropeo, opuesto al estilo criollo, estará siempre “europeo” no es sino, quizás, cambiar el senti-
presente en el imaginario colectivo argentino. do de las mezclas y reconocer que, después de
Uno tiene la impresión al leer El Gráfico de esa todo, los argentinos descienden de los barcos
época que el estilo criollo crece, se consolida que traían los inmigrantes al Río de la Plata. Al
y se reproduce porque triunfa. Triunfan sus importar lo europeo, las tácticas y la disciplina
equipos y los jugadores que van a Europa. Una europeas, los argentinos reconocen una parte
tradición sólo se construye sobre la base de los importante de ellos y viven la “mezcla”, en el
triunfos y el reconocimiento de los “otros” que sentido borgeano, de un modo contradictorio.
se definen como relevantes. Obsesivamente, Las contradicciones entre lo criollo y lo euro-
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico489

peo aparecerán con mayor claridad cuando jugador mítico presente en el equipo del mun-
nos concentremos en las descripciones de las dial de 1930, es paradigmática. Borocotó titula
virtudes individuales de algunos jugadores. a su artículo “Carlos Peucelle, ciudadano del
baldío” y escribe:
Las virtudes masculinas
individuales “…es la personificación del potrero, es el ciuda-
Hemos visto la importancia del espacio en la dano del baldío, es el campito que anda… Véanlo
construcción de tipos: la pampa y el gaucho, el en el tranco, en las ganas de jugar, en la cara ri-
arrabal y el compadrito. En el fútbol ya hemos sueña y pecosa, en lo que tiene de purrete travie-
visto que el espacio es el potrero. Sin embargo, so y convendrán en que se va elevando el potrero
amarrado a la cincha… Tiene el baldío metido en
y para ser más correctos, El Gráfico, especial-
el alma. Obsérvenlo. Miren cuando se para en el
mente Borocotó, va a igualar el potrero con
centro de la cancha con su andar inclinado, re-
el “baldío”. Un “baldío” es un pedazo de tierra voleando los brazos y sacudiendo las ondas que
irregular de la ciudad sobre el que todavía el ce- le tienen bronca a la gomina. Véanlo que parece
mento no ha avanzado. Del baldío y del potrero decirles a los muchachos de saquito de piyama
saldrán los jugadores de fútbol argentinos. No que están contra el alambre: “Esperen que termi-
salen ni de los patios de los colegios primarios ne esto y vamos juntos pal potrero” (El Gráfico,
o secundarios, ni de los clubes, es decir de es- 1933,716: 4).
pacios controlados por maestros y directores
técnicos. El baldío es como la pampa y el arra- Ser ciudadano del baldío es ser un “hombre
bal, un espacio de libertad. Los grandes juga- libre” en un mundo de iguales. El baldío apa-
dores serán, en consecuencia, productos puros rece como la verdad democrática: Peucelle,
de esa libertad que les permite improvisar y luego del partido, puede ir al potrero a jugar
crear sin las normas o reglas impuestas por los un “picadito” con los espectadores. Peucelle
expertos o pedagogos. tiene el baldío en el alma porque su cuerpo lo
Mientras se reflexiona sobre el estilo criollo indica: es disciplicente, descuidado y sin garbo.
se construyen estampas de jugadores que van a El potrero es cuerpo, es materialidad. Peucelle
funcionar como arquetipos de esos valores. La tiene, además, la pinta de un “pibe”, parece un
semblanza de Borocotó de Carlos Peucelle, un “purrete travieso” y, por lo tanto, no ha perdido
490 Eduardo Archetti - Antología esencial

su frescura. Es importante esta paradoja: una cho, pero viejo, no me venga con un pizarrón, por
virtud masculina importante es la de conservar, favor… Solamente a los ingleses se les ocurre el
en la medida de lo posible, el estilo infantil y fútbol con un pizarrón. Hay que embromarse…
puro. Peucelle transmite con su estilo la idea Allá hay que ir a la escuela para aprender el fút-
bol, aquí hay que hacerse la rabona en la escuela.
de que el fútbol es un juego y como tal sólo
¡Casi nada! Allá un internacional con la redonda
puede ser gozado plenamente cuando se tiene
en la mano y la regla en la otra, frente a un piza-
entera libertad. En el mundo democrático del rrón; aquí una de cuero en un campito y muchos
fútbol los que juegan son todos “pibes”, son to- pibes haciendo apiladas. Allá la técnica depura-
dos niños, no están sujetos a la autoridad de da, severa, concienzuda; aquí la gambeta, la gra-
sus padres y han escapado de los colegios y los cia, la improvisación. En un lado la frialdad de los
clubes, de la autoridad y jerarquías. El baldío números y las hipotenusas; en el otro, la alegría y
no es mundo de duelistas, no está poblado por la emoción del espectáculo… Entre el pizarrón
gauchos o compadritos dispuestos a luchar y y el baldío, entre los de allá y los de aquí, mil
a matar si es necesario para defender el honor veces los nuestros, aunque pierdan, porque de-
mancillado, es un mundo de pibes traviesos, pí- jarán un cachito de gracia en cada apilada, un
granito de emoción en cada conquista” (mi su-
caros y vivos.
brayado) (El Gráfico, 1931, 614: 6)11.
El baldío/el potrero se opone sistemática-
mente al pizarrón y a la escuela. A partir de la
Esa oposición puede verse en el estilo de uno
foto de un “profesor de fútbol”, un jugador in-
de los grandes defensores de la época: Fernan-
ternacional inglés, con una pelota en la mano y
do “El Marquez” Paternoster. Gran jugador del
una varita frente a un pizarrón que tiene bien
Racing Club, estuvo en el equipo titular del
dibujada una cancha de fútbol, Borocotó co-
mundial de 1930, luego triunfó en el Brasil y
menta:

11 Este ejemplo es bastante claro sobre el modo en que


“Sí señor, sí; el fútbol inglés será más técnico, más
El Gráfico trata lo “británico” y lo “inglés”. La “tradición
efectivo, lo que Ud. quiera me da igual. El goal
británica” aparece como genérica, pero los jugadores,
acredita la victoria, pero hay victorias sin pena ni aunque representen esa tradición, tienen nacionalida-
gloria y existen derrotas que son amplios triunfos des diferentes. En este caso, el jugador internacional de
a puntos. Reconozco que la disciplina vale mu- la foto es inglés.
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico491

tuvo una carrera exitosa en Colombia como en- En la caracterización de Paternoster se men-
trenador. El Gráfico, en una de las muchas no- ciona explícitamente su reducido tamaño físi-
tas sin firma, lo define de la siguiente manera: co. En la relación entre estilos y cuerpo, Pa-
ternoster compensa su escaso tamaño con su
“Hay algo de inglés en su colocación impecable habilidad y su técnica. El autor de la nota sólo
pero se sudamericaniza en la elasticidad de sus confirma, con un caso muy especial, la teoría
quites, en la falta de premura por rechazar y, so- desarrollada por Chantecler, algunos años an-
bre todo, en su apostura indolente… Basta decir tes, sobre la necesaria relación entre cuerpo y
que es argentino para comprobar que no ha es- estilo. Según Chantecler el estilo europeo –que
tudiado teoría, aprendiendo por pizarrón… Fue se caracteriza por ser pesado, lento, fuerte, dis-
de los del potrero; su falta de corpulencia le in-
ciplinado y armónico en la acción colectiva–
dicó la necesidad de arreglárselas con maña; y
necesita de hombres “grandes y fuertes”. El es-
una maña eficaz no es otra cosa que muestra de
inteligencia… Tiene limpieza de prestidigitador, tilo criollo –que se caracteriza por ser liviano,
rapidez hecha de agilidad y concepción instantá- veloz, afiligranado, mayor habilidad individual
nea” (mi subrayado) (El Gráfico, 1931, 619: 5). y menos acción colectiva– necesita de hombres
“pequeños y débiles” (El Gráfico, 1928, 467:21).
Paternoster tiene la indolencia de Peucelle, no Paternoster es un claro ejemplo de hombre
es un producto de la escuela, o sea del trabajo “pequeño y débil”, ejemplo de habilidad. La ha-
y la disciplina, sino del potrero, o sea del reino bilidad se opone a la fuerza. Los exponentes
de la libertad. La indolencia es siempre vista del estilo criollo han de ser “hombres débiles
como una gran virtud. Zumelsu, un gran juga- pero con una gran habilidad”. Esto no quiere
dor, también del equipo de 1930, es definido del decir que no existan en el fútbol argentino de
siguiente modo: esa época “hombres grandes y fuertes” o que,
llegado el caso, un equipo necesite de ese tipo
“Es el monumento del criollo: entre aristocrático de jugador. Las semblanzas personales de El
y haragán, está en la cancha con señorío, pero Gráfico se van a construir sobre esas diferen-
sin preocupaciones. Pasea. Y a cada momento cias. En 1940 El Gráfico publica un conjunto
se agacha a atarse los botines” (mi subrayado) de semblanzas de jugadores del pasado. El
(El Gráfico, 1931, 633: 16). autor va a ser otro gran periodista de este se-
492 Eduardo Archetti - Antología esencial

manario, Félix D. Frascara. Sus notas tienen el cas de los equipos. El Racing Club de Perinetti
sugestivo título de “Cara y seca”. Veamos algu- será llamado “la academia” (o sea la tradición
nos ejemplos. y lo clásico) mientras que el San Lorenzo de Al-
La primera oposición es entre Perinetti, del magro de Carricaberry será conocido como “el
Racing Club, y Carricaberry, de San Lorenzo de ciclón” (o sea la fuerza)12.
Almagro: Frascara opone los estilos de dos delanteros
centros de la década del ’30: Gabino Sosa y Ber-
“(Perinetti) fue siempre un cultor de la deli- nabé “La Furia” Ferreyra:
cadeza… vio en el fútbol un entretenimiento,
pero también una creación artística. Jugador de “(Sosa) agotaba todos los medios para llegar al
calidad excepcional… en la técnica del fútbol fin con máxima elegancia… construía lento, deli-
constituyó una de las auténticas expresiones de cado, suave… ponía el cerebro en cada planteo…
clasicismo… (Carricaberry es la) antítesis com- trabaja ‘a mano’… (Ferreyra) iba bruscamente
pleta… Perinetti el hombre-centro. Carricaberry hacia el fin sin considerar los medios… fue siem-
el hombre-gol. Perinetti expresión máxima de lo pre un destructor… rápido, instintivo. Rudo, po-
clásico. Carricaberry claro exponente de lo ma- nía todo el cuerpo en cada shot… trabaja ‘a má-
terial. Aquél suavidad, éste la energía… Perinetti quina’” (El Gráfico, 1940, 1107: 4).
fue un tradicionalista y Carricaberry un innova-
dor. Aquél un objeto de arte, éste una máquina
productiva. Despreció la gambeta y el centro a 12 La contradicción entre elegancia y fuerza a nivel
cambio de la cortada y el shot… Carricaberry individual dará lugar posteriormente a la oposición
impresiona. Perinetti deleitaba. Cara y seca” (El entre fútbol “serio” y fútbol “alegre” (El Gráfico, 1949,
Gráfico, 1940, 1105: 35). 1549: 8-12). Los cinco grandes del fútbol argentino son
pensados a partir de esta dicotomía: Boca Juniors y
San Lorenzo de Almagro serán los “serios”, con un es-
Las dicotomías están claramente presentadas: tilo basado en la fuerza y la agresividad, y River Plate,
lo clásico (tradicional) espiritual se enfrenta a Independiente y Racing serán los representantes del
fútbol “alegre” basado en la elegancia, la improvisa-
lo material, la suavidad a la energía, el arte a ción y la creatividad. Las diferencias de estilo apa-
la máquina, la gambeta al shot y el deleite a la recen en la década del treinta y El Gráfico, también
pura impresión. Frascara concluye vinculando las asocia al “gusto” de las hinchadas (ver El Gráfico,
esas cualidades individuales a las característi- 1931, 636: 13).
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico493

Aquí vuelve a aparecer la dicotomía entre “a cia… se divertía… (mientras que Monti) una blu-
mano” y “a máquina”. Sin embargo el contex- sa de operario, tanque, pujante, nervioso, parecía
to varía levemente. “Arte” se refería anterior- tallado en piedra… verdadero generador de ener-
mente a instinto, improvisación creadora. Sosa gías… batallador incansable, fornida estampa de
atleta, recio en la lucha áspera. Su ambiente fue el
aparece como cerebral, o sea es un arquitecto,
combate… batallaba” (El Gráfico, 1940, 1107: 5).
es un verdadero artesano que, poco a poco,
elabora su obra. Sosa no es necesariamente un
artista sino un artesano, fino y delicado, cere- En esta comparación surge un nuevo contraste
bral y pensador. Ferreyra es instintivo en el uso entre aristócrata y obrero. Zumelsu porque es
del cuerpo y, en ese sentido, es un destructor. espiritual, elegante, no trabaja, es pulcro y refi-
La oposición entre cerebro y cuerpo, como si nado, es un aristócrata. Monti, por el contrario,
el cerebro no fuera parte de la actividad mus- es obrero porque trabaja, usa su cuerpo y su
cular, aparece como irreconciliable. De algún fuerza física, genera energías, es fornido, es un
modo la oposición fundamental entre habilidad gran batallador y amante del combate. Zumel-
y fuerza se transforma en la oposición entre ce- su, un aristócrata, está en la vida para divertir-
rebro y cuerpo. se, mientras que Monti, un obrero, está hecho
La siguiente comparación es entre dos me- para la lucha.
dio centros: Zumelsu del Racing Club y Mon- Lo paradójico en estas semblanzas es la
ti del San Lorenzo de Almagro. Es importante aceptación explícita de distintos tipos de ju-
recordar que en el equipo del mundial de 1930 gadores, cada uno con su estilo, su cuerpo y
este puesto estuvo entre estos dos jugadores y sus virtudes masculinas. En el fútbol argentino
finalmente Monti fue elegido como titular. Po- de esa época, como en la actualidad por otro
demos leer que: lado, los dos tipos coexistían en los equipos y
sus cualidades divergentes no impedían que el
“(Zumelsu fue) un frac… fue uno de los futbole-
público se identificara con ellos. Las semblan-
ros más espirituales… aristocráticos… elegantes zas son claras y es también clara la conclusión:
en la apostura… indolente. El mismo no rehuyó el estilo propio, el modo criollo de jugar, no
el calificativo de “haragán”… quite limpio, de necesita de la fuerza para imponerse. Peucelle,
pase corto, de acción pulcrísima, todo inteligen- Paternoster, Sosa y Zumelsu aparecen como
494 Eduardo Archetti - Antología esencial

los representantes de una manera de jugar di- vidualismo”. Estos últimos valores son los que
ferente. La identidad se construye en una doble van a definir un estilo nacional y una tradición
relación: se definen los “otros” lejanos y pos- criolla. Por lo tanto, la cultura del fútbol ex-
teriormente los cercanos. Una vez hecho esto presada en El Gráfico deriva en gran medida
los “otros” cercanos se parecen a los lejanos. del conflicto entre estos aspectos modernos y
Los contrastes con el fútbol inglés sirven en la antimodernos. La oposición y el contraste con
representación de los “otros” cercanos. el estilo “británico” o “inglés” debe verse desde
esta perspectiva.
El jugador ideal de fútbol, fiel representante
A modo de conclusión del estilo nacional, aparece bastante alejado del
modelo del gaucho y del compadrito en donde
El Gráfico, como he hecho notar antes, perte- el coraje, la bravura y la fuerza física son de-
nece a un conjunto de revistas modernistas que terminantes. Hay jugadores, sin embargo, que
en la Argentina de esa época difunden ideas pueden tener esas características pero que, de
asociadas a la importancia de vivir una vida acuerdo con la narrativa de El Gráfico, no son
ordenada, sana, al aire libre y disciplinada13. centrales en la definición de un estilo nacional.
Sin embargo, la narrativa del fútbol argentino En la narrativa de la revista, el fútbol no se con-
que desarrolla en la primera década después cibe como un rito de pasaje necesario para que
de su fundación y los valores masculinos aso- un adolescente devenga un verdadero hombre.
ciados a ella adquieren un tono claramente an- Al contrario, la imagen privilegiada del jugador
timoderno. Frente a los valores tecnocráticos ideal es la de un “pibe”: el auténtico jugador ar-
y su lenguaje, expresado en la importancia del gentino no deja nunca de ser un niño.
“trabajo”, la “máquina”, la “ciencia” y el “juego Si aceptamos la idea de que una nación se
colectivo”, la narrativa de El Gráfico opone la construye a través de sus diferentes narrati-
“indolencia”, el “arte”, la “intuición” y el “indi- vas, la comparación entre las estrategias li-
terarias serias y las populares, en este caso
13 Sobre la importancia de la creación a través de la
representada por El Gráfico, es pertinente. A
prensa de estilos y espectáculos deportivos nacionales través de estas representaciones no sólo apa-
ver Oriard (1993) y Leite Lopes y Faguer (1994). recen imágenes diferentes de la masculinidad
Estilo y virtudes masculinas en El Gráfico495

sino que lo nacional aparece claramente en existía no era determinante y la televisión no


toda su ambigüedad e indeterminación con- existía. Los periodistas y escritores deportivos
ceptual. Este análisis sería aún más interesan- estaban convencidos del poder de representa-
te si incluyéramos en la imagen de lo masculi- ción del fútbol y con toda razón lo explotaban
no a los escritores nacionalistas de esa época. al máximo. Borocotó, Chantecler y Frascara,
La importancia del poder físico-muscular y entre tantos otros, desarrollaron un extraordi-
espiritual cristiano representado por un ejem- nario estilo visual y auditivo que es muy difícil
plar padre de familia ocuparía un lugar promi- de encontrar en el periodismo deportivo ac-
nente en esa narrativa. En los mundos en que tual argentino. Las descripciones minuciosas
se mueven los gauchos, los compadritos y los de las jugadas que hace Chantecler son anto-
futbolistas no hay espacio para una reflexión lógicas: el lector puede ver una bicicleta y oír
sobre el rol de la sexualidad normal y la fami- los aplausos del público ante semejante haza-
lia, es un mundo dominado por las relaciones ña. Leer El Gráfico actual, versión 1994, sería
entre hombres en donde lo central es el duelo, para muchos de los lectores de este artículo
el juego y el deporte. una gran desilusión.
Espero haber demostrado el rol de El Gráfi-
co en la transformación del fútbol en un texto BIBLIOGRAFÍA
cultural, en una narrativa que sirve para re-
flexionar sobre lo nacional y lo masculino. Lo Archetti, E. P. 1991 “Place et fonctions
mismo debería poder decirse sobre el resto de du comique et (ou) du tragique dans
la prensa escrita de esa época y desde comien- le ‘discours’ des ‘supporters’ du
zos de siglo cuando el fútbol se convierte en football argentin” en J. Ardoino y J-M.
uno de los pasatiempos favoritos de los argen- Brohm (eds.) Anthropologie du sport.
tinos y de los porteños en particular. Las citas Perspectives critiques (Paris, Ansha/
de El Gráfico pueden parecer extremadamente Matrice/Quel).
largas. Esto se explica no sólo por el conteni- Archetti, E. P. 1992 “Argentinian Football: A
do sino por mi intención de mostrar el tipo de Ritual of Violence” en The International
prosa empleada. No debemos olvidar que en Journal of the History of Sport, vol. 9, pp:
esa época la competencia con la radio si bien 209-35.
496 Eduardo Archetti - Antología esencial

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Hibridación, diversidad
y generalización en el mundo
ideológico del fútbol y el polo*

E n la literatura antropológica reciente, ins-


pirada en el “descubrimiento” de que el
mundo en el que vivimos es global e interconec-
y exiliados crea condiciones nuevas de “criolli-
zación” en el proceso de adaptación de éstos a
la cultura nacional dominante. En este doble
tado, los procesos de “criollización” (creoliza- proceso, las relaciones de influencias y poder
tion) usualmente están referidos a la mezcla de se invierten cuando se toma en cuenta qué cul-
ideas, imágenes, símbolos y objetos generados tura está en el centro en cada proceso: en el pri-
en espacios y tiempos diferentes. A esta mez- mer proceso, la cultura sueca es periférica y en
cla se agrega, en muchas sociedades, el flujo el segundo pasa a ser dominante.
de inmigrantes, refugiados, exiliados y visitan- La sociedad argentina de la primera mitad
tes ocasionales. Es posible, por lo tanto, ima- de este siglo es un lugar privilegiado para dis-
ginar en una sociedad determinada distintos cutir, comparar y, quizás, elaborar alternativas
procesos de “criollización”. Hannertz (1989 a, a este modelo. Es necesario, en primer lugar,
b; 1992) sugiere para la sociedad sueca un do- recordar la amplitud y profundidad del movi-
ble proceso de “criollización” (véase Hylland miento migratorio. Desde fines del siglo XIX
Eriksen, 1994: 30-37). La cultura nacional sue- y durante las tres primeras décadas del siglo
ca importa y presta significados y objetos y en XX, la Argentina estaba presente activamente
ese sentido es dependiente de otros centros de en la constitución de un espacio de intercam-
creación y producción cultural. Pero, paralela- bio global de mercancías, en las grandes mi-
mente, la presencia importante de inmigrantes graciones internacionales de Europa a la “pe-
riferia”, en la urbanización rápida y aparición
* Este trabajo fue publicado originalmente en Pris- de las grandes metrópolis, en los cambios en
mas. Revista de historia intelectual, Nº 1, 1997, pp. 53-76. el consumo urbano de imágenes y deseos, en
500 Eduardo Archetti - Antología esencial

las competencias deportivas mundiales y en la la ciudad contaba con 3 millones de habitan-


circulación de productos culturales de masas. tes, de los cuales un tercio eran inmigrantes
Entre 1890 y 1914, la Argentina se convirtió europeos (Cornblit, 1969: 394). No es casual,
en una sociedad de inmigrantes que parece- por lo tanto, que Rojas concibiera el “aluvión
ría impensable a cualquier ciudadano sueco, migratorio” y la falta de una política cultural
en “lucha cultural” con sólo un 8% de pobla- alternativa de esta manera:
ción nacida fuera de su país. En ese período
entraron a la Argentina más de 4 millones de Entregado el escaso elemento nativo a la inva-
extranjeros. En 1895, el 25,4% de la población sión ávida de pueblos heterogéneos, deprimida
habla nacido fuera del país (o sea casi 1 millón la tradición americana por los mismos que no
de personas) y en 1914 el porcentaje había pa- supieron embellecerla, corrompido el idioma
sado a un 30% (o sea, 2,4 millones de perso- por la barbarie dialectal de las inmigraciones,
privado el país de una iglesia inteligente que hu-
nas), Buenos Aires vio aumentar su población
biera tomado como el clero inglés la dirección
de 286.000 habitantes en 1880 a 1.576.000 en
moral de su cultura, desprovistos los argentinos
1914. En 1914, casi la mitad de la población de de esa aptitud metafísica que salvó del desastre
la ciudad había nacido en el extranjero. Los a los alemanes, estimulado más bien el sensua-
inmigrantes españoles e italianos constituían lismo criollo por la belleza de sus hembras y la
la mayor parte de esa migración, con un 35% generosidad de su suelo, la escuela nacional de-
y un 39,5% respectivamente. Los inmigrantes bió haber sido baluarte que salvara generaciones
británicos, relevantes para la trama histórica argentinas (1909: 89-90).
de este artículo, con 30.000, representaban un
2% del total de la población de origen extran- Esta imagen de “invasión”, de “corrupción”
jero. El número de inmigrantes era particular- del idioma, de “caos” moral y sexual produci-
mente importante en los sectores profesiona- do por la creciente globalidad del país, central
les de clase media: representaban el 67,7% de en los pensadores nacionalistas de esa época,
los comerciantes, el 64,9% de los arquitectos, lo es también en escritores más cosmopolitas
el 52% de los ingenieros y el 76,2% de los artis- como Borges. Borges en 1926 contrasta las ori-
tas que trabajaban en los distintos teatros de llas y los arrabales de Buenos Aires, poblada
Buenos Aires (Solberg, 1970: 33-61). En 1930, de criollos, con el centro de la ciudad en don-
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 501

de predomina: “(lo) babélico, lo pintoresco, lo dos ideológicos del fútbol y el polo, dos depor-
desgajado de las cuatro puntas del mundo… la tes “británicos” que para 1930 serán arenas en
morería… y la judería” (1993: 24). donde los hombres argentinos podrán exponer
La inmigración y la inmersión en la traumá- sus virtudes al mundo entero. El fútbol y el
tica globalidad de esa época obligan a la socie- polo son, asimismo, deportes que tienen una
dad argentina a pensar esos procesos como práctica de clase diferenciada y que permiten
problemáticos. En el esquema de Hannertz, la problematizar la relación compleja entre hi-
“criollización”, término que prefiere al de “hibri- bridación y diversidad en la constitución de lo
dación” por ser más neutral, aparece como un nacional-criollo. En un caso las relaciones son
proceso pensado por el observador. La idea de entre hombres (preferentemente urbanos en
“criollización” es, en consecuencia, una catego- el imaginario deportivo porque el deporte es
ría analítica y no necesariamente una categoría una práctica del tiempo libre) y en el otro entre
nativa. El análisis de la producción ideológica y hombres y caballos (lo que permite imaginar
cultural de la sociedad argentina permite, pre- mundos rurales). El examen del mundo social
cisamente, examinar esta categoría y los proce- y simbólico del deporte estará circunscripto a
sos de conversión y transformación asociados los “intelectuales” de estas actividades: perio-
a ella como productos genuinos, como una distas y dirigentes deportivos. Gran parte del
ilustración de procesos de creatividad cultural. material proviene de El Gráfico, un semanario
En mi artículo los conceptos de hibridación, di- deportivo que comienza a publicarse en 1919 y
versidad y generalización van a tener el estatus que puede ser, sin lugar a dudas, considerado
epistemológico que el concepto de “criolliza- como el semanario deportivo producido por
ción” tiene en esta literatura antropológica. las clases medias con más influencia en la so-
Este artículo contiene tres partes. En la pri- ciedad argentina de esa época. Espero que mi
mera parte voy a presentar de manera sucinta análisis muestre el alto grado de consistencia
los conceptos que guiarán mi análisis y haré ideológica entre los intelectuales “cultos” y los
una breve referencia a algunos pensadores “populares”. Ambos campos intelectuales par-
nacionalistas. En la segunda y tercera partes ticipan en las mismas discusiones y tienen el
voy a concentrarme en la presentación de los mismo tipo de preocupaciones teóricas. Vea-
resultados de mi investigación sobre los mun- mos esto más de cerca.
502 Eduardo Archetti - Antología esencial

Hibridación, diversidad alternativa es que “la raza sucumba entregada


y generalización en pacífica esclavitud al extranjero” (1909: 91).
Detengámonos por un segundo en Lugones.
Volvamos por un momento a Rojas. Rojas reco- Es posible entender su concepción del gaucho
noce que la riqueza y la inmigración han sacado como una teoría sobre los resultados de la hi-
a Buenos Aires, y uno agregaría a gran parte bridación, de la mezcla entre españoles e indí-
del país, de su “homogeneidad aldeana” (1909: genas. Para Lugones, el gaucho heredó el or-
89). Los cambios imaginados como posibles gullo de la “sangre fidalga” y la “independencia
son dos: lo “heterogéneo orgánico”, es decir del indio antecesor”. Esta mezcla lo apartaba
una mezcla que funciona, y el “caos”, es decir la de la servilidad de los negros y de la falsía de
ausencia de mezcla, la coexistencia de grupos los mulatos (una mezcla con consecuencias ne-
étnicos diversos (1909: 89), La idea de mezcla, gativas). En su teoría de las razas que se mez-
como veremos más adelante, es central entre clan, la india y la española son “razas viriles”
los pensadores de la hibridación del siglo XIX y (1961: 61). Es obvio que una mezcla que no se
es importante también en Rojas (véase Young, haga entre razas viriles no tendrá el mismo re-
1995: 9). Gobineau, el teórico del nacionalismo sultado pero también Lugones postula con toda
que tanto influyó en los nacionalistas argenti- claridad que la mezcla es mejor que los estados
nos, es también partidario de la mezcla, pero puros. Incluso, encuentra en el traje del gaucho
una mezcla que se hace desde una “civilización “elementos de todas las razas que contribuye-
dominante” o, mejor, desde una “raza” que al ron a su formación” (1961: 74).
mezclarse condiciona o somete a la otra (Go- El proceso de hibridación permite, en conse-
bineau, 1983: 1159-1170, y Todorov, 1989: 153- cuencia, que el gaucho posea:
164). Rojas no desdeña la mezcla y no debemos
[…] los matices psicológicos que faltan al sal-
olvidar que la mezcla es postulada como la me- vaje; la compasión, a la cual he llamado alguna
jor solución, pero ésta debe hacerse desde una vez suavidad de la fuerza; la cortesía, esa hospi-
civilización nacional fuerte que absorba lo ex- talidad del alma; la elegancia, esa estética de la
tranjero. La mezcla debe hacerse “con un con- sociabilidad; la melancolía, esa mansedumbre de
tenido de civilización propia, que no se elabora la pasión. Y luego, las virtudes sociales: el pundo-
sino en substancia tradicional”. Frente a esto la nor, la franqueza, la lealtad, resumidas en el don
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 503

caballeresco por excelencia: la prodigalidad sin Nuestras mejores prendas familiares, como ser
tasa de sus bienes y de su sangre (1961: 61-62). el extremado amor al hijo; el fondo contradicto-
rio y romántico de nuestro carácter; la sensibi-
Sin embargo, en la mezcla también se heredan lidad musical, tan curiosa a primera vista en un
los aspectos negativos: del indio el “atavismo país donde la estética suele pasar por elemento
salvaje” que convertía al gaucho en fácilmente despreciable; la fidelidad de nuestras mujeres;
cruel en la guerra, y del indio y el español el la importancia que damos al valor; la jactancia,
placer por el “ocio” y el “pesimismo” (1961: 62). la inconsistencia, la falta de escrúpulos para ad-
Ahora bien, el gaucho como realidad sociológi- quirir, la prodigalidad, constituyen rasgos pecu-
liares del tipo gaucho. No somos gauchos, sin
ca desaparece históricamente y sólo es posible
duda; pero ese producto del ambiente contenía
imaginarlo como un prototipo ideal. Incluso
en potencia al argentino de hoy, tan diferente
Lugones ve esto como positivo: bajo la apariencia confusa producida por el
cruzamiento actual. Cuando esta confusión
[…] su desaparición es un bien para el país, por- acabe, aquellos rasgos resaltarán todavía…”
que contenía un elemento inferior en su parte de (cursiva mía) (1961: 79).
sangre indígena; pero su definición como tipo na-
cional acentuó en forma irrevocable, que es decir,
étnica y socialmente, nuestra separación de Es- En esta concepción, como en la de Rojas, hay
paña, constituyéndonos una personalidad propia. una sustancia, una esencia que no desaparece
De aquí que el argentino, con el mismo tipo físico y que se fortalece y vuelve a aparecer en cada
y el mismo idioma, sea, sin embargo, tan distinto mezcla. Esta condición está asociada a esa
del español (1961: 83). civilización o raza “superior” que es capaz de
condicionar cada mezcla. En este razonamien-
El gaucho, pensado como híbrido, es para Lu- to una “esencia” no desaparece si es “fuerte”.
gones el prototipo del argentino de la época Esa “fuerza” está pensada no necesariamen-
en que escribe. Esa “substancia” existe en la te a partir de lo biológico sino también en lo
confusión de 1916, en la ciudad y la pampa ba- ideológico, y de allí la restitución del gaucho
bélica invadida por los extranjeros, y esa subs- y de sus valores. Uno puedo concluir que en
tancia volverá a aparecer en la nueva mezcla. este modelo las sucesivas mezclas no necesa-
Lugones escribe: riamente excluyen la muerte de lo criollo. La
504 Eduardo Archetti - Antología esencial

preocupación principal de Lugones es que la ritu nacional y sin fisonomía propia… Tal políti-
mezcla no lleve a la degeneración o, en otras ca… unida a la caudalosa avalancha inmigratoria
palabras, a la desaparición de las cualidades que ha convertido a Buenos Aires y a una extensa
del híbrido que constituye lo nacional, lo dife- zona del Litoral en una región poliglota y hetero-
génea, verdadera Babel caótica del punto de vista
rente. Esto explica, desde luego, su xenofobia
étnico, no ha fomentado la formación de una uni-
posterior, especialmente dirigida hacia ciertos
dad espiritual y, por lo tanto, de una alma argenti-
inmigrantes europeos. En la teoría de Gobi- na propia (1934: 153-154).
neau la degeneración es imaginable cuando
el componente de sangre original comienza a La obsesión por las consecuencias de la hi-
desaparecer. Gobineau, sin embargo, acepta- bridación no es un fenómeno exclusivamente
ba que, quizás, éste era el riesgo que había que argentino y, desde luego, está presente desde
correr ya que las mezclas no podían detenerse el período colonial en América Latina (véase
(Gobineau 1983: 334). Mörner, 1971). La problemática del mestizaje y
Es importante recordar que las políticas de de las mezclas fue una preocupación española
modernización a través de la inmigración y la y condicionó los modelos ideológicos del na-
ideología de gobernar es poblar estaban basa- cionalismo moderno. Harris observa correcta-
das en una definición positiva de la mezcla y en mente que el mestizaje, la mezcla de español e
este caso lo europeo mezclado con lo criollo indígena, es la ideología nacional dominante en
era visto como benéfico. La lógica era la mis- América Latina (1995: 110), En esa dirección,
ma aunque el peso de la “sustancia criolla” no la categoría criollo o gaucho es una ilustración
era el mismo. Para los nacionalistas, sin esa de la validez de esta afirmación. Sin embargo,
sustancia toda hibridación es un anticipo de los nacionalistas argentinos, confrontados con
“caos”. Ibarguren comenta a Alberdi de la si- la inmigración masiva europea a su país en un
guiente manera: contexto nuevo de expansión capitalista y co-
La lucha contra el desierto y contra la barbarie
lonial, estarán sometidos en el siglo XIX y co-
política gauchesca llevó al ilustre pensador ar- mienzos del siglo XX a otras influencias ideoló-
gentino a la exageración contraria, repudiando gicas, productos de la época victoriana y de la
lo genuinamente criollo y buscando convertir al aparición de los pensadores nacionalistas y ro-
país en un conglomerado cosmopolita sin espí- mánticos europeos. Esta obsesión europea por
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 505

lo híbrido coincide con la rápida expansión co- forma por separado. En el tercer modelo, la
lonial capitalista pero, también, con la preocu- hibridación es pensada como un caos a-racial
pación por experimentar en la mezcla de espe- en donde la o las nuevas formas creadas en la
cies de los reinos vegetal y animal. No hay que mezcla están muy cerca de una heterogeneidad
olvidar que en la teoría de Darwin (1859) cuan- radical, de la discontinuidad total y de la revo-
do se alcanza cierto grado de hibridación de- lución permanente de las formas. Del análisis
terminadas especies no podían ser vistas como sumamente parcial de Rojas, Lugones e Ibar-
absolutamente distintas. Para Latour (1991) la guren (aceptando las diferencias que hay entre
modernidad como práctica científica e ideo- ellos) se puede concluir que al primer modelo
lógica descansa fundamentalmente sobre dos se opone como alternativa el tercero. Los dos
tipos de operaciones, la primera es la creación modelos eran pensados como posibles en la
de híbridos, mezclas que producen nuevo tipo Argentina y claramente el tercero era evaluado
de seres, y la segunda es la separación (purifi- negativamente. Estos modelos ilustran clara-
cación) de dos entidades ontológicas: la de los mente que la idea de hibridación implica que
seres humanos y la de los no humanos. determinadas entidades (en nuestro caso seres
Según Young (1995: 25) tres modelos de hi- humanos) son el producto de relaciones entre
bridación fueron dominantes en esa época. En tipos y, obviamente, entre individuos pertene-
el primer modelo, la categoría de lo híbrido es cientes a diferentes tipos.
conceptualizada como una mezcla que crea Asimismo, estos tres modelos tienen algo
una “forma pura” que tiene la particularidad en común. La hibridación convierte lo dife-
de reproducirse, repitiendo en ese proceso los rente en igual, y lo igual en diferente, pero de
diferentes orígenes culturales. En el segundo, una manera en que lo igual no es siempre lo
hibridación como “criollización” (creolization) mismo, y lo diferente tampoco es simplemente
aparece como fusión, como la creación de una diferente. La diferencia y la igualdad aparecen
nueva forma que puede ser comparada con la en una suerte de imposible simultaneidad. La
anterior y de la que está parcialmente hecha. La hibridación consiste en una operación binaria
idea de fusión implica que es difícil reconocer extraña en el que cada paso adquiere sentido
los componentes originales y, en consecuen- como oposición al anterior y remite a formas
cia, la comparación debe hacerse con cada momentáneas de dislocación y desplazamien-
506 Eduardo Archetti - Antología esencial

to. Al mismo tiempo, enfrentados con modelos les existe la idea de lo único, lo común, de una
de cruza diferentes la tentación de imaginar sociedad o cultura compuesta no sólo por una
las distintas mezclas en una suerte de modelo pluralidad de individuos sino por un todo que
jerárquico está presente. En la Inglaterra victo- define a sus miembros (1992: 26). Lo general, lo
riana la obsesión con las mezclas que provoca- criollo o lo argentino, eventualmente, evoca un
ban la infertilidad del híbrido fue más o menos modelo en el que el todo trasciende las partes,
permanente (esto acompañado posteriormente o sea los individuos que lo integran. El proble-
con ideas acerca de la degeneración genética). ma es, entonces, cuánto de ese todo uno puede
Es lógico, por lo tanto, que una teoría de la hi- encontrar en cada individuo. Este modelo evo-
bridación puede incluir ideas relacionadas con ca el funcionamiento de un organismo. El otro
mecanismos sociales y sexuales de inclusión modelo posible es, simplemente, imaginar que
y exclusión. Young (1995: 181), correctamen- los individuos poseen ciertas cualidades que
te, enfatiza que las teorías de hibridación son evocan una tradición o una comunidad y que
teorías sobre el deseo, sobre una “deliciosa fe- en este sentido contribuyen a la creación del
cundidad” sin límites y, podemos agregar, hasta todo. Aquí se piensa el todo a partir de los atri-
cierto punto peligrosa. butos individuales. Como veremos más adelan-
Si aceptamos este razonamiento, todo pro- te y como, de alguna manera, hemos visto ya en
ceso de proliferación sexual abre las puertas a Lugones, estos modelos pueden coexistir y no
la diversidad y al aumento de la complejidad se excluyen mutuamente. Lo importante es, de
social. La diversidad en sociedades modernas todos modos, estudiar los modelos nativos que
aparece vinculada no sólo a la idea de mezcla conceptualizan la relación entre la diversidad
en general, sino al hecho de que cada individuo y la generalización en procesos concretos de
es, de alguna manera, único. Contra esta idea hibridación. En ese contexto, según Strathern:
de diversidad hay que pensar el problema de
los tipos o de las identidades que resumen ca- […] we are dealing with people who themselves
racterísticas comunes. Como bien lo plantea make generalisations, who imagine that they are
Strathern, la diversidad aparece como una in- part of larger collectivities, who act with referen-
terferencia de la generalización, es decir que ce to what they assume to be widespread norms
frente a muchos tipos o variaciones individua- and such like, and who are consequently preoc-
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 507

cupied with what they take to be a relationship to, la importancia de eliminarlas. Es obvio que
between the particular and the general (1992: 28). este modelo es completamente diferente a los
modelos de hibridación que hemos discutido.
Nuestro análisis de los modelos nativos ha de Incluso, desde la propia perspectiva británica,
concentrarse en actividades deportivas que, la idea dominante en las primeras décadas de
con el tiempo, se transformarán en campos de este siglo era que estaban de visita (Graham-
prácticas sociales y construcción de narrativas, Yooll, 1981: 16). Veremos cómo estos dos mode-
formales o informales, escritas u orales, con una los están, de un modo más o menos explícito,
cierta densidad simbólica para pensar lo argen- presentes en el fútbol y en el polo. En nuestro
tino, lo típico, lo común y lo general. Paralela- artículo, lo central será el análisis de cómo los
mente, estas prácticas van a ser utilizadas no británicos y los inmigrantes no británicos son
sólo para conceptualizar cómo los individuos se pensados y se piensan a partir de las prácticas
integran en un todo, sino también para ver cómo deportivas. En otras palabras, trataremos de ver
lo nacional o sea lo local global se articula con en qué medida los británicos participan o no en
lo universal global. Los británicos, como hemos un proceso de hibridación cuyo resultado prin-
ya visto, fueron una minoría demográfica en la cipal será la construcción de estilos “criollos”.
Argentina inmigratoria, pero su importancia so- El fútbol y el polo nos ayudarán a problematizar
cial, económica e ideológica sobrepasa con cre- las relaciones existentes entre diversidad y ge-
ces lo meramente cuantitativo. Los británicos neralización y veremos, al mismo tiempo, cómo
“modernizaron” no sólo la pampa con el ferroca- en este proceso se generan mecanismos más o
rril, las nuevas razas de animales y los cambios menos explícitos de inclusión y exclusión.
tecnológicos, sino que también introdujeron los
clubes, los deportes y el culto a la competen-
cia. Los británicos pasarán a ser en el siglo XX Hibridación en el mundo
el otro relevante para los nacionalistas y serán ideológico del fútbol
“pensados” a partir de un modelo de coloniza-
ción en donde lo central será la explicación de A partir de 1928 El Gráfico desarrolla la teoría
cómo se generan relaciones de desigualdad y de las dos fundaciones del fútbol argentino: la
dependencia política y económica y, por lo tan- primera fundación será británica y la segunda
508 Eduardo Archetti - Antología esencial

será criolla. Uno de los argumentos utilizados tánico, como Wine, Loncan y Prince) conquis-
alude al origen étnico de quienes lo practica- ta el campeonato de primera división por pri-
ban en los equipos más famosos y, a la vez, in- mera vez. A partir de ese momento los clubes
tegraban el equipo nacional. En la fundación “británicos” pierden su peso futbolístico y sus
británica, desde 1887 hasta 1912, cuando se jugadores desaparecerán de los equipos nacio-
quiebra la hegemonía del club Alumni, el “glo- nales. Según El Gráfico este cambio ha sido po-
rioso club británico”, los jugadores de origen sible ya que:
británico dominan:
[…] cuando el football comenzó a difundirse, de-
[…] fueron ingleses venidos al Río de la Plata los jaron de ser los cracks nombres británicos para
primeros que practicaron el juego y siguieron transformarse en apellidos puramente latinos,
practicándolo sus hijos incorporados en colegios especialmente italianos y españoles, como Gar-
ingleses tal cual se hace hoy con otros deportes cía, Martínez, Ohaco, Olazar, Chiappe, Calomi-
como el cricket. Tuvo pues el football rioplaten- no, Laforia, Isola, etc. (mi cursiva) (El Gráfico,
se su origen inglés en sus primeras prácticas 1928, 470: 15).
y la primera lección de técnica superior estuvo
a cargo del Southampton, y luego el Nottingham Es interesante observar que lo “criollo” se de-
Forest, Everton, Tottenham Hotspur, etc. Todo fine a partir de la predominancia de apellidos
completamente inglés, como puede verse y apre- españoles e italianos. Lo “criollo” pasa a ser
ciarse en nuestros famosos cracks de nuestra una fundación de los hijos de inmigrantes “la-
iniciación en el football que se llamaron Brown, tinos”. Los hijos de inmigrantes “ingleses” nun-
Weiss, Lett, Ratcliff, Buchanan, Moore, Mack,
ca fueron concebidos como “criollos”, no se
Leonard, Watson Hutton y tantos otros cuyos
transformaron en “criollos” jugando al fútbol.
nombres no difieren en nada de los que practi-
can el football en la Rubia Albión (cursiva mía) ¿Cómo explicar estas diferencias? El razona-
(El Gráfico, 1928, 470: 15). miento puramente genealógico da lugar a un
razonamiento fundado sobre estilos de jugar.
La fundación criolla tiene su origen en 1913, Los estilos, a su vez, van a estar basados en
cuando el Racing Club, teóricamente sin un las diferencias étnicas conceptualizadas como
solo jugador de origen británico (en el plantel diferencias de carácter y en la forma en que
había jugadores no tan centrales de origen bri- se estructuran los sentimientos y las prácti-
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 509

cas corporales. Luego de que los hijos de in- En este texto aparecen un conjunto de oposi-
migrantes latinos hayan hecho suyo el fútbol, ciones simétricas que serán sistemáticamente
a partir de mediados de la primera década de desarrolladas por El Gráfico. Lo “británico”
este siglo, El Gráfico explica: aparece identificado con lo flemático, la dis-
ciplina, el método, lo colectivo, la fuerza y el
[…] es lógico que con el correr de los años, poder físico. Estas virtudes ayudan a concebir
toda la influencia sajona del football haya un estilo como una “máquina”, es decir repeti-
ido desapareciendo para dar paso al espíritu tivo. El autor reconoce que este estilo permite
menos flemático y más inquieto del latino… conceptualizar el fútbol británico como “per-
Inspirados en la misma escuela que los británi- fecto”, es decir industrialmente perfecto. Lo
cos bien pronto los latinos fueron modificando
“criollo”, gracias a la influencia latina, es exac-
la ciencia del juego e hicieron una propia, hoy
tamente lo contrario: inquieto, individualista,
ampliamente reconocida… ella se diferencia de
la inglesa en que es menos monocorde, menos menos disciplinado, basado en el esfuerzo per-
disciplinada y metódica, pues no sacrifica el in- sonal, ágil y virtuoso. Gracias a estas caracte-
dividualismo en homenaje a la suma colectiva rísticas, concluye el autor, es posible imaginar
de los valores. En el football inglés todo tien- al fútbol rioplatense como imperfecto y por lo
de a destruir la acción personal para formar un tanto sujeto a desarrollarse cuando se declare
todo sólido, de manera que un team no se cuen- el profesionalismo.
ta por sus hombres separadamente, sino por la Es necesario retener virtudes corporales
acción uniforme de todo un conjunto. De ahí opuestas que, identificadas como “británicas” y
que el football británico sea realmente podero- “criollas”, han de sufrir una posterior transfor-
so y tenga la fuerza regular e impulsiva de una
mación. Las virtudes corporales inglesas apa-
verdadera máquina, pero es monótono porque
recen asociadas a “la fuerza y el poder físico”,
siempre es igual y uniforme. El football riopla-
tense, en cambio, no sacrifica enteramente la mientras que las virtudes de los criollos tienen
acción personal y utiliza más el dribbling, el es- que ver con la agilidad y la virtuosidad de los
fuerzo personal generoso, tanto en los hombres movimientos. La metáfora de la “máquina”
de ataque como de defensa, por consecuencia, como opuesta a la creatividad individual es, en
un football más ágil y vistoso (mi cursiva) (El esta época, una constante en el imaginario fut-
Gráfico, 1928, 470: 15). bolístico argentino. Lo “británico” se asocia a
510 Eduardo Archetti - Antología esencial

lo industrial y lo “criollo” a un sistema social fundamental en la Argentina ya que permite


preindustrial. Frente a la máquina, o sea lo que una nación se exprese a través de su equi-
repetitivo, lo típicamente “criollo” debe ser el po nacional. Esto, enfatizan, no puede darse a
“dribbling”. El “dribbling”, que luego se llamará través de los deportes individuales. Participar
“gambeta” (palabra que viene de la literatura del equipo nacional exige a los jugadores ele-
gauchesca y alude al movimiento del avestruz gidos una alta conciencia nacional ya que de-
al correr), es algo eminentemente individual y ben postergar sus intereses particulares de ju-
no se puede programar, es lo opuesto al juego gadores de clubes diferentes. Al mismo tiem-
industrial colectivo de una máquina, po, el editorialista observa que las diferencias
Para 1928 lo “criollo” ha adquirido carac- nacionales, las diferencias entre estilos, se
terísticas propias. La “fundación” del “estilo pueden ver mejor en un partido de fútbol que
criollo” tiene que tener una fecha, un actor y en cualquier otra competencia deportiva. Po-
un evento preciso: el Racing Club, que en 1913 demos leer que:
desaloja como campeón al Alumni, el club he-
gemónico por años y años, representante no Entre los sudamericanos existen ya esas dife-
sólo de la “fundación” británica del fútbol sino rencias de estilo. Los argentinos se han distin-
también del “estilo británico”. Uno puede con- guido por rápidas arremetidas a pases largos,
cebir un estilo propio de jugar al fútbol como terminados con potentes shots. Un juego muy
algo totalmente imaginario pero, por lo gene- distinto es el de los uruguayos, quizás más bri-
ral, sale de la comparación con otros estilos, llante pero menos eficaz. Pases precisos, cortos,
como los textos arriba citados lo indican. Sin con poco trabajo de las alas, siempre próximo
al arco contrario, aunque sin rematar bien al
embargo, entre 1913 y 1928 transcurren quin-
ataque. Los chilenos un juego completamente
ce años y es posible imaginar que el pasaje del
abierto y violento, carente aún de táctica, sus
estilo británico al criollo se fue haciendo de un hombres hacen derroche de resistencia física.
modo paulatino. En esa transformación la mi- Los brasileños con táctica semejante a la de los
rada del “otro lejano”, los europeos, y del “otro uruguayos aventajan a éstos en sus tiros al arco
cercano”, los uruguayos, será importante. hechos a toda carrera. Los paraguayos tienen un
El Gráfico (1923, 190: 4) sostiene tempra- juego semejante al de los argentinos (El Gráfico,
namente que el fútbol llegará a ser el deporte 1923, 190: 4).
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 511

En este párrafo debemos retener las diferen- fútbol criollo como algo diferente. El Gráfico,
cias entre argentinos y uruguayos. Los urugua- sin ninguna modestia, escribe a propósito de la
yos aparecen como más “rioplatenses” en el visita del equipo catalán:
sentido de que practican un juego individual y
brillante menos eficaz que el de los argentinos. Consideramos muy alto el valor del football que
Los argentinos en 1923 todavía se parecen al es- se practica en nuestro país –tan alto que sólo
tilo “británico” ya que juegan con pases largos apreciamos como superior al football de los
profesionales británicos– y es por ello que den-
y terminan sus jugadas con potencia y fuerza
tro de un concepto severo en la técnica repute-
en los disparos al arco. Ha habido “fundación
mos el mérito de nuestros huéspedes… dedu-
criolla” pero el estilo está todavía impregnado ciremos que el football en España ha adquirido
de la influencia inglesa. En 1924 a los jugado- un adelanto sorprendente que lo coloca casi a
res ingleses del Plymouth Argyle en gira en la nuestra altura, y decimos precisamente casi a
Argentina los impresiona que los argentinos lu- nuestra altura porque tenemos la convicción
cen en su juego características netamente bri- de que el nuestro es más técnico, más rápido,
tánicas: “velocidad, empuje y combinaciones” más preciso: quizás carezca de efectividad por
(El Gráfico, 1924, 257: 24). la habilidad en la acción individual de nuestros
El triunfo uruguayo en las olimpíadas de grandes jugadores, pero el football que practi-
1924 en París y la gira exitosa, por muchos paí- can los argentinos y que hacemos extensivo a
los uruguayos es más bello, más plástico, de ma-
ses europeos, de Boca Juniors, un equipo de la
yor precisión ya que para llegar al arco adversa-
primera división argentina, en 1925, van a con-
rio no se hace con pases largos y adelantados,
firmar la existencia de un “fútbol rioplatense” terminados casi en seguida, sino que es cada
distinto al europeo y al inglés. Hasta la gira de avance la consecuencia de una serie de accio-
Boca los argentinos eran más ingleses que los nes breves, precisas, colectivas de “dribblings”
uruguayos. Los europeos van a ayudar, con su hábiles y pases precisos como una filigrana. (El
percepción de las diferencias, en la definición Gráfico, 1926, 366: 17).
de un “fútbol rioplatense” jugado tanto por ar-
gentinos como por uruguayos. La visita en 1926 Los jugadores del equipo catalán concurren al
del Real Deportivo Español, un club de Barce- estadio a ver el partido entre Platense e Inde-
lona, va a permitir el desarrollo de la teoría del pendiente y al ser interrogados sobre las ca-
512 Eduardo Archetti - Antología esencial

racterísticas de los jugadores y equipos argen- gentinos y uruguayos que comienzan a salir a
tinos dicen: Europa en la década del veinte serán los gran-
des “dribbleadores”.
[…] que nuestro footbal es muy hábil y elegan- En ese contexto y con el estilo propio afir-
te y los jugadores argentinos están dotados de mado, Borocotó, en 1928, elabora la teoría del
grandes condiciones para la práctica del deporte “dribbling criollo’’. Esta teoría está basada en
pero encuentran que su juego es poco decisivo. las cualidades personales de los “pibes crio-
Los forwards argentinos son notables en el pase;
llos” y su relación con los contextos sociales
el dribbling por su astucia, rapidez y exacta com-
y espaciales que les permitieron desarrollar-
prensión del juego, pero no rematan con shots al
goal al que desean aproximarse mucho para ter- las (El Gráfico, 1928, 480). En primer lugar, el
minar los ataques en lugar de dirigir el shot final “pibe criollo” se dio cuenta al ver cómo juga-
más o menos al llegar al área penal… (El Gráfico, ban los ingleses de que en ese estilo de juego
1926, 366: 9). no había lugar para la improvisación, para la
“imaginación”. En segundo lugar, los “pibes”
En la percepción de El Gráfico como en la practicaban el fútbol espontáneamente en los
percepción de los jugadores catalanes la ha- “potreros” (espacios vacíos de la ciudad, de
bilidad en el “dribbling” de los jugadores ar- distinto tamaño, por lo general chicos, y muy
gentinos aparece como uno de los aspectos irregulares) sin que estuviera un maestro pre-
fundamentales del estilo criollo. El “dribbling” sente como era el caso en Inglaterra en donde,
es una cualidad individual y no colectiva. El según Borocotó, el fútbol se practicaba funda-
estilo colectivo pasará, en consecuencia, a de- mentalmente en los colegios. En los potreros
pender de las cualidades de sus mejores ex- ante la acumulación de jugadores en un espa-
ponentes, poseedores de una técnica superior cio bastante reducido la única posibilidad de
de “dribbling”. El “dribbling” se convierte en tener la pelota un cierto tiempo era convertirse
el factor que permite pasar de la “fundación” en un “dribbleador” empedernido. En tercer lu-
al cultivo de un estilo. El “dribbling” permite gar, Borocotó recuerda que el fútbol argentino
corporizar el estilo. En ese proceso las mira- se ha hecho conocido en el mundo a partir del
das de los “otros”, los europeos, aceleran el “dribbling” y los jugadores que dejan la patria
proceso. Al mismo tiempo, los jugadores ar- para ir a jugar a Europa son los que mejor “drib-
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 513

blean”. Borocotó sostiene, enfáticamente, que ños, como gastados de morder el pan “de ayer”.
hasta esa época la Argentina era conocida en Unos remiendos unidos con poco arte servirán
el mundo por haber exportado el valor de sus de pantalón. Una camiseta a rayas argentinas,
novillos congelados y la calidad de sus cerea- demasiado descotada y con muchos agujeros he-
chos por los invisibles ratones del uso. Una tira
les, “productos no populares” –en el sentido de
atada a la cintura, cruzando el pecho a manera
que provenían de las estancias de la clase terra- de banda, sirve de tirador. Las rodillas cubiertas
teniente pampeana, y que ahora es importante de cascarones de lastimaduras que desinfectó el
que sea conocida por sus “productos popula- destino; descalzo, o con alpargatas cuyas roturas
res”–. Uno de esos “productos populares” de sobre los dedos grandes dejan entrever que se
gran calidad es el “dribbling” y sus exponentes, han efectuado de tanto shotear. Su actitud debe
los exquisitos jugadores argentinos de fútbol. ser característica, dando la impresión de que está
En esta teoría, claramente, el “pibe” (el chi- realizando un dribbling con la pelota de trapo.
co), sin ningún tipo de enseñanza, es el inventor Eso sí: la pelota no puede ser otra. De trapo, y con
del estilo “criollo” en el potrero. Esta imagen preferencia forrada con una media vieja. Si algún
día llegara a instalarse este monumento seríamos
de Borocotó no sólo señala que hubo un inicio
muchos los que ante él nos descubriríamos como
infantil, como en todo juego, sino que indica la ante un altar (El Gráfico, 1928, 480: 11).
importancia de la frescura, la espontaneidad y
la libertad que se asocia a la infancia y que, lle- Chantecler, otro de los grandes escritores de El
gada la madurez y con ella las responsabilida- Gráfico, va a colaborar también en la elabora-
des, ha de perderse. Borocotó propone que se ción de la teoría de lo “criollo”. El “dribbling”,
levante en la Argentina, “en cualquier paseo”, una expresión corporal, va a pasar a ser una
un monumento al inventor del dribbling. Ese muestra de lo fundamental del “criollo”. El
monumento tendría que ser: “dribbling” expresa la viveza y la picardía crio-
lla frente a la ingenuidad británica (1928, 467:
[…] un pibe de cara sucia, con una cabellera que
le protestó al peine el derecho de ser rebelde; 16). A la pura imaginación del pibe y la conges-
con los ojos inteligentes, revoloteadores, enga- tión de jugadores en el potrero, rasgos princi-
ñadores y persuasivos, de miradas chispeantes pales de la teoría de Borocotó, se agrega defi-
que suelen dar la sensación de la risa pícara que nitivamente la picardía. Sin la existencia de la
no consigue expresar esa boca de dientes peque- picardía y la viveza como cualidades no podría
514 Eduardo Archetti - Antología esencial

surgir el “dribbling” y no habría espacio para va a confirmar esta teoría de la supremacía del
la improvisación creadora. Chantecler sostiene fútbol rioplatense.
que los británicos son “fríos” y “matemáticos” y Chantecler va a seguir trabajando en su teoría
que por eso juegan un fútbol “sabio”. Al contra- de la viveza criolla y su solución será bastante di-
rio, los rioplatenses al ser “calientes” e “impro- ferente a la de Borocotó. Borocotó, como hemos
visadores” juegan un fútbol “genial”. Asimismo, visto anteriormente, apelaba a las influencias
establece una diferencia entre los rioplatenses: criollas pampeanas. En ese sentido, algo intrans-
los argentinos juegan con el corazón, son más ferible y único, la pampa y su cultura, se natura-
agresivos y veloces, mientras que los urugua- liza: el contacto de los hijos de inmigrantes con
yos juegan con la cabeza, son más románticos la naturaleza (incluso en el potrero) les permite
y calmos (1928, 467: 16). Sin embargo, afirma transformarse. Borocotó será consecuente con
que, pese a esas diferencias, se puede hablar de su teoría sobre la naturaleza de lo criollo. En un
un fútbol riopIatense. Históricamente y por el artículo tardío publicado en 1950 escribe:
hecho de haber jugado la final del “campeonato
mundial que son las olimpíadas”: Cada país juega al fútbol como sabe hacerlo y de
acuerdo con el temperamento de sus hombres,
[…] el football rioplatense es el más apreciado con su idiosincrasia, como siente el fútbol. ¿Por
del mundo, y la inteligencia puesta al servicio del qué el pibe nuestro quiere moverla, ablandarla,
deporte por un puñado de muchachos jóvenes y hacer chiches, todo lo cual le ha dado ese ma-
viriles han hecho más por la despreciada América ravilloso dominio de pelota que más de una vez
del Sur que todos los diplomáticos juntos. Ahora resulta poco práctico? Porqué nació así. No se le
se nos considera y alaba: ahora somos algo (mi ocurrió ser así. ¡Es así! Algo habrá en el aire, en
cursiva) (1928, 467: 16). el paisaje, en la sangre, en el asado, en el mate,
pero es así. Y por otros lados el aíre, la sangre,
Aquí vemos el mismo argumento de Borocotó: el paisaje y la alimentación son diferentes. No
el fútbol permite que los argentinos sean “vis- hay una manera de jugar al fútbol. Hay mane-
tos” por el mundo, sean “recordados” y, sobre ras (mi cursiva) (El Gráfico, 1950,1618: 48).
lodo, “alabados”. El hecho de que argentinos y
uruguayos lleguen a la final del primer verda- Aquí vemos que la manera de jugar viene de
dero campeonato mundial disputado en 1930 la naturaleza, un jugador criollo se hace en un
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 515

ambiente determinado. La identidad está abier- ha ido asimilando cualidades de cada una para
ta a esa sustancia natural que existe. El nacer amalgamarlas y darles un sello propio. De ahí la
jugador criollo depende del aire, la sangre y la raza nueva que glosan los intelectuales europeos
tierra, y de los productos de la tierra: la alimen- cuando vienen a estudiar la psicología de nues-
tro pueblo y no pueden hallarle una idiosincrasia
tación (el asado y el mate). Lo “natural” aparece
definida, puesto que tenemos algo de cada civili-
como una barrera contra la transferencia cultu- zación sin pertenecer típicamente a ninguna (El
ral, contra la importación de estilos europeos Gráfico, 1932, 652: 21).
que es lo que se está discutiendo en 1950. Bo-
rocotó encuentra una simetría entre ser y sen- Chantecler considera que, sin embargo, en el
tir: lo natural tiene que ver con los sentimien- desarrollo de la viveza criolla ha habido ju-
tos y no con la razón (El Gráfico, 1950, 1626: gadores de la época británica como Leonard,
46). Desde esta perspectiva, los inmigrantes Carlos Brown, Carlos Buchanan y Arnoldo
no trajeron nada sustancial que permitiera esa Watson Hutton que contribuyeron a modificar
transformación: sus hijos al nacer en la pampa la frialdad británica. Chantecler se va a dedi-
se hicieron criollos. Esta idea de Borocotó es car de un modo muy minucioso a enumerar
eminentemente moderna porque implica que el “los productos de la viveza criolla” confeccio-
individuo participa de igual manera en la natu- nando un diccionario del fútbol criollo: anun-
raleza y en la cultura. Esto implica participar ciar una jugada y hacer otra, la bicicleta (un
en dos ámbitos netamente diferenciados. dribbling muy especial), pisar la pelota, pro-
Chantecler, por el contrario, va a elaborar la vocar el corner o el out, dejar pasar la pelota
teoría del amalgamiento, de un proceso con- para que un compañero la reciba, la chilena,
tinuo de criollización. Un criollo se hace, no simulacro de ataque, el túnel o caño, la ma-
nace es el producto de una tradición que se rianela y, también, lo que llama “astucias de
modifica con los aportes individuales. En un ar- mala ley” (El Gráfico, 1932: 652 y 653). La vi-
tículo titulado “La viveza criolla característica veza criolla se convierte no sólo en una lista
principal de nuestro juego”, escribe: de inventos sino, fundamentalmente, en una
cualidad que se desarrolló históricamente.
País de inmigración el nuestro, al recibir en su Detrás de cada una de las jugadas menciona-
seno las grandes corrientes de todas las razas, das suele haber un creador, un jugador crio-
516 Eduardo Archetti - Antología esencial

llo que la practicó. El fútbol se concibe como cos criollos”. No hay amalgamiento. Chante-
una arena abierta a la fertilización individual. cler acepta la inmigración pero su historia es
Cada gran jugador contribuye con algo en la una historia de vivezas individuales en donde,
construcción de algo colectivo. Este modelo incluso, hay espacio para los vivos británicos.
estaba basado en la enumeración (y es lo que Lo criollo no es permanente, se va haciendo
Chantecler hace en esos artículos) y, por lo a la marcha en una suerte de amalgamiento
tanto, los individuos preservan su singulari- bien logrado.
dad (véase Strathern, 1992: 30-36). La diversi- El mundo pacífico del amalgamiento anun-
dad es el resultado de la mezcla de diferentes ciado por Chantecler será problemático,
pueblos y la amalgama de la viveza (casi como como también lo será el mundo sustancialista
el mercurio) permite que se mantenga el vigor de Borocotó. Lo criollo como una mezcla será
original de cada individuo. problemático. Lo europeo, el estilo de jugar
El fútbol es un deporte inglés que fue traído europeo, opuesto al estilo criollo, estará siem-
por los ingleses a la Argentina como al resto pre presente en el imaginario colectivo argen-
del mundo. Una de las diferencias entre Bue- tino. Uno tiene la impresión al leer El Gráfico
nos Aires y muchas otras ciudades latinoame- de esa época de que el estilo criollo crece,
ricanas en donde el fútbol será importante es se consolida y se reproduce porque triunfa.
el peso de los británicos y la cultura británica Triunfan sus equipos y los jugadores que van
en la construcción de la ciudad, la moderniza- a Europa. Una tradición sólo se construye so-
ción de la economía argentina y su incorpora- bre la base de los triunfos y el reconocimiento
ción en el mercado mundial. Borocotó trató de los “otros” que se definen como relevantes.
de construir una teoría del fútbol nacional Obsesivamente, El Gráfico pregunta a los ju-
despojándolo de lo británico, transformándo- gadores europeos que visitan el país, a los di-
lo en algo puramente criollo. Su tour de for- plomáticos europeos estacionados en Buenos
ce y su modificación respecto de la teoría de Aires, a los jugadores argentinos que juegan
los nacionalistas es haber vinculado el fútbol en Europa y a los directores técnicos argen-
criollo con la inmigración. Los inmigrantes tinos que triunfan en el exterior “cómo nos
criollizan el fútbol porque se transforman en ven”, “qué piensan en Europa del estilo criollo
criollos heredando los rasgos de los “auténti- y los jugadores criollos”.
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 517

Sobre los cambios de estilo quizás no haya do en Inglaterra e impuesto en el mundo entero.
mejor observador (y juez) que Jorge Brown, Confieso que soy amante de la tradición y creo,
el jugador modelo del británico Alumni y de al expresarme así, que estoy en lo cierto (El Grá-
tantos seleccionados argentinos de comien- fico, 1921, 107: 11).
zos de siglo. En 1921, nostálgicamente, co-
menta que: Queda claro que en 1921 Brown rechazaba el
nuevo estilo y defendía la tradición británica
El football que yo cultivé era una verdadera que estaba por perderse. Tres años más tarde
demostración de destreza y energía. Un juego cambiará de perspectiva. En 1924, aceptando
algo más brusco, pero viril, hermoso, pujante.
la consolidación mundial del fútbol argentino
El football moderno adolece de exceso de com-
binaciones hechas cerca del arco. Es un juego
y rioplatense, pedía para el fútbol argentino la
más fino, quizás más artístico, hasta más inte- mezcla de estilos “a fin de que las virtudes lati-
ligente en apariencia, pero que ha perdido su nas tengan su complemento con la perfección
animación primitiva. Con el juego actual se hace de la técnica británica” (La Nación, 10-6-1924:
menos cantidad de goals, superándolo en esto 5). De esa manera, el Brown de 1921 aceptaba
el antiguo juego, el tradicional. Es preciso ob- que la tradición británica era ya un estilo del
servar que el football no es un sport de salón, ni pasado, y el Brown de 1924 sugería un estilo hí-
nada parecido. Es un juego violento y fuerte en brido como una suerte de tradición del presen-
el que se ponen a prueba la resistencia física y te. Brown no podía escapar a las preocupacio-
la musculatura de los jugadores. Y este estilo ha nes y las lógicas culturales de su tiempo y par-
desaparecido, desgraciadamente… el “juego lar- ticipa, a su manera, en los debates ideológicos
go” ya no se cultiva, en el que se formaron tantos
dominantes en la Argentina del veinte sobre las
jugadores invencibles. Con el juego nuestro se
bondades o no de la hibridación, la diversidad
producían muchos choques pero siempre dentro
de la mayor legalidad y respeto por el adversa- y la generalización. Desde su perspectiva lo bri-
rio. Hoy creen que juegan un mejor football los tánico podía y debía mezclarse con lo latino ya
que esquivan el cuerpo para cuidarse solamente que de esa mezcla podría surgir un estilo más
de perseguir la pelota y ya es raro que se pro- perfecto. No debemos olvidar que como “hé-
duzcan las animadas escenas que posibilitaba el roe” de la fundación británica debía reconocer
juego largo. Ya no es el clásico juego consagra- su perfección.
518 Eduardo Archetti - Antología esencial

Hibridación en el mundo ned on sand and so were at a disadvantage on


ideológico del polo the turf (citado en Graham-Yooll, 1981: 194).

El primer partido de polo oficial fue jugado en En 1988, Venado Tuerto, el más viejo club de
Inglaterra en 1870 entre dos equipos militares polo existente en la Argentina, fue fundado por
(Holt, 1989: 210). Cinco años después se juga- F. Hinchliff, F. Thompson, J. Smythe, F. Bridger,
ba el primer partido en la pampa argentina, en C. Tetley (todos ciudadanos británicos) y el ba-
Ranchos, en la estancia Negrete, propiedad de rón belga C. Peers. En los años 1890, el polo se
David Anderson Shennan. Todos los jugadores jugaba fundamentalmente en las provincias de
eran ciudadanos británicos (Ceballos, 1969: 19- Buenos Aires y Santa Fe en las estancias de los
21). En 1884 el primer partido oficial fue jugado terratenientes de origen británico. No debemos
en la ciudad de Buenos Aires, en el campo de olvidar que en 1881 la comunidad británica en
polo de Flores. Un equipo representaba a Bahía la Argentina representaba el 36% del total de
Blanca y el otro al recientemente formado Bue- la población nacida fuera del país (Slatta, 1983:
nos Aíres Polo Club. The Herald, el periódico 167). Para 1875, según algunas estimaciones
inglés que competía en Buenos Aires con The optimistas, el total de irlandeses viviendo en
Standard escribe: distritos rurales del norte y oeste de la provin-
cia de Buenos Aires era de treinta mil, y ciu-
It is one of the most manly games ever inven- dades como San Antonio de Areco eran consi-
ted, requiring great courage and dexterity and deradas como ciudades típicamente irlandesas
the finest horsemanship; the ponies also must (Mulhall & Mulhall, 1875: 102). En 1892 los de-
be well trained, and then there is no doubt that legados de los clubes británicos existentes fun-
they enter into the spirit of the game as fully as daron en Buenos Aires la Polo Association of
their riders. With two good teams at play, it is
the River Plate. A partir de 1894 el polo comen-
most exciting scene for the onlookers as well as
the players, and we are glad to see that this no-
zó a ser jugado por oficiales de caballería y se
ble game has been introduced into this country consolida como práctica casi obligatoria con la
by Englishmen. The Buenos Aires club proved creación de la Escuela de Caballería en 1905
victorious. The ponies of the other club had only (Padilla, 1969: 156-158). El primer club de polo
arrived on the previous night and had been trai- “argentino”, El Palomar, fue fundado en 1915
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 519

(Laffaye, 1989: 54). Paulatinamente, los estan- abierto en 1895 y en 1896, los hermanos Sixto
cieros no británicos comenzaron a adoptar el (capataz) y José Martínez y Francisco Benítez
polo y ese proceso culminó con la creación en (peones) jugaban al lado de Frank Kinchant,
1921 de la Federación Argentina de Polo, en la mayordomo de la estancia del mismo nombre.
que el castellano fue declarado lengua oficial. En Northern Santa Fe, el gran equipo de los
La vieja asociación británica decidió en 1922 hermanos Traill, jugaba José Gonzáles y parti-
disolverse, algunos de los miembros de su co- cipó del equipo ganador en 1906. En Western
misión directiva fueron elegidos en la nueva Camps, otro gran equipo de comienzos de si-
asociación y todos sus clubes pasaron a formar glo, ganador del abierto en 1907 y 1909, jugaba
parte de la nueva institución. El polo devenía, Eduardo Lucero al lado de Juan Campbell, R.
de esa manera, un deporte “nacional”. La nueva Leard y H. Drysdale (Asociación Argentina de
asociación fue bautizada Asociación Argentina Polo, 1993: 16). Los capataces y los peones de
de Polo (véase Ceballos, 1969), estancia desaparecen del polo a partir de esa
El polo fue percibido como un deporte “ci- época. Ei argumento para excluirlos fue el de
vilizado” en relación con los deportes ecues- que eran jugadores “profesionales” ya que reci-
tres tradicionales de los gauchos (el pato, las bían un salario mientras jugaban en los equipos
cinchadas y las pechadas). Según Slatta (1986) de sus patrones (Ceballos, 1969: 19, y Laffaye,
tanto los estancieros británicos como los crio- 1989: 40).
llos veían al polo como un deporte moderno, En la construcción ideológica de lo “criollo”
como un juego disciplinado y civilizado, como en la práctica del polo el equipo de Las Petacas
un símbolo de los tiempos nuevos que la Argen- ocupa un lugar privilegiado. Laffaye escribe:
tina vivía. La adopción del polo por los peones
rurales y su participación al lado de sus patro- Frank Kinchant… con el apoyo de Jewell (dueño
de la estancia de Las Petacas), resolvió formar
nes en los equipos de estancias era la mejor
un equipo impregnado podríamos decir de fuerza
prueba. Muchos de los grandes jugadores en telúrica, porque eligió a tres jinetazos criollos: el
los equipos que ganaron el Campeonato Ar- capataz Sixto Martínez y dos peones, su herma-
gentino Abierto a fines del siglo XIX y comien- no José Martínez y Francisco Benítez. Kinchant
zos de éste fueron trabajadores de estancia. les enseñó el uso del taco, las reglas del juego y
En el gran equipo de Las Petacas, ganador del nada más, porque todo lo demás lo tenían esos
520 Eduardo Archetti - Antología esencial

criollazos que, en la historia de nuestro polo, pue- […] con un alto grado de adaptación al nuevo
den considerarse como los preanunciadores de medio, los ingleses fueron poblando lo que cons-
la futura hegemonía polística de los argentinos… tituía una fértil sabana casi deshabitada e inex-
Las Petacas, dirigido por Kinchant como número plotada. Fundáronse así estancias y más estan-
tres, fue el primer equipo de polo que desarrolló cias, en las que convivían británicos y criollos;
un estilo de juego más abierto y cuyos jugadores estos últimos desempeñando las funciones de
pegaban a la bocha de lodos lados del caballo en capataces o puesteros, o trabajando simplemen-
una forma nunca vista (1989: 32). te de peones. Un ambiente frío, pero de mutua
consideración y respeto, basado en el cumpli-
La categoría criollo tiene, en este contexto, con- miento del deber, manteníase entre estos hom-
tenido étnico, pero prefigura los cambios y la bres. El criollo adolecía de un defecto capital,
hibridación asociados al polo. Estamos frente del cual no era culpable directo; su falta de ins-
a criollos, hombres de a caballo, grandes jine- trucción… La mayor cultura de los ingleses los
tes que actualizan la tradición gaucha. La con- colocaba en condiciones de superioridad sobre
dición de grandes jinetes no era, sin embargo, el hombre de nuestro campo, permitiéndoles asi-
milar todo lo esencialmente bueno de los nativos
una propiedad criolla ya que tos británicos
y continuar, en lo posible, el mismo ritmo de vida
demostraban en la práctica que eran también
a que estaban acostumbrados, hecho éste bien
grandes hombres de a caballo. El tour de force comprensible si tenemos en cuenta la modalidad
ideológico tiene que ser, por lo tanto, construi- tan característica de los británicos: su fidelidad
do a partir de mecanismos claros de inclusión a la tradición y su apego a las costumbres de sus
y exclusión. En otras palabras, lo que hay que mayores (1969: 18).
resolver es si los británicos podían o no conver-
tirse en criollos, en nuevo híbridos, a partir de Lo “esencialmente bueno de los nativos” va a
la práctica del polo. Como hemos ya visto, los ser la manera de andar a caballo y sus caballos.
grandes equipos británicos de fútbol desapare- Ceballos comenta que desde un comienzo no
cen tempranamente, mientras que en el polo los hubo ninguna duda entre los estancieros britá-
británicos y los hijos de británicos quedarán en nicos de que el polo se convertiría en un gran
posición hegemónica hasta mucho más tarde. deporte en la Argentina debido al hecho de que
Ceballos es claro en esto cuando describe la éste era “un país de centauros, donde los cam-
adaptación de los “ingleses” al medio rural: pos son tan lisos como tableros de ajedrez y
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 521

los caballos denotan admirables condiciones y nica, Juan Traill y Luis Lacey, van a participar
entrenamiento para la lucha” (1969: 22). activamente de ese circuito en la década del
Desde 1896, los estancieros británicos ju- veinte y representando a Gran Bretaña jugarán
gadores de polo que vivían en la Argentina or- matches internacionales en Europa y en los Es-
ganizaban giras a Inglaterra con el objetivo de tados Unidos. Sobre ellos volveremos ensegui-
participar de la temporada polística europea. da pero es necesario recordar que hasta 1930,
El primer equipo en gira fue el Buenos Aires año en que aparece el gran equipo “criollo” de
Polo Club, integrado por Hugo Scott-Robson, Santa Paula, Traill gana el abierto diez veces y
la figura legendaria de las primeras épocas del consigue 10 de handicap (el primer “argentino”
deporte en la Argentina, Stanley y Frank Fur- en el mundo) en 1912. Lacey gana siete veces el
ber, Newman Smith y R. Mc Smyth (Laffaye, abierto y consigue 10 de handicap (el segundo
1989: 62). Cada participación implicaba una “argentino”) en 1915. De Traill la tradición dice
impresionante movilización de recursos ma- que aprendió a jugar al polo de la mano del ca-
rítimos: hasta ocho jugadores, los petiseros y pataz Sixto Martínez, el gran jugador de Las Pe-
entre veinte y treinta caballos con el forraje tacas, y que, por lo tanto, era un representante
necesario para la travesía del Atlántico. Gene- fiel de la escuela criolla (Laffaye, 1969: 72-73).
ralmente se embarcaban en Buenos Aires en el Hasta 1943 jugadores de los Estados Unidos y
mes de febrero o marzo a los efectos de estar Gran Bretaña dominan entre los que tienen 10
en buena forma para los torneos que comen- de handicap. A partir de ese año comienza la
zaban en el mes de mayo. Los sucesos y las producción masiva de 10 de handicap en la Ar-
victorias representaban éxitos comerciales ya gentina y continúa hasta la actualidad (Laffaye,
que los mejores caballos podían venderse en 1989: 260-270).
Gran Bretaña. Paulatinamente y especialmente El triunfo argentino en los Juegos Olímpicos
después de la Primera Guerra Mundial se fue de 1924 en París es una oportunidad única para
consolidando un circuito internacional de polo pensar la hibridación, la diversidad y la gene-
que incluía no sólo campeonatos en Inglaterra ralización a través del polo. Volvamos por un
sino también en el continente y en los Estados instante a Traill y Lacey, los dos mejores juga-
Unidos. Los mejores jugadores “argentinos” dores “argentinos” en esa época y ese año. Des-
que nunca abandonaron la ciudadanía britá- de mayo estaban en Inglaterra practicando con
522 Eduardo Archetti - Antología esencial

el equipo inglés en el cual los dos eran titulares. aceptan jugar contra los Estados Unidos, pero
La Nación publica la opinión de Millers, un vie- no pueden hacerlo contra la Argentina porque
jo jugador internacional británico, que sostiene sienten que forman parte de la “tradición de ese
que si los dos juegan ni los argentinos ni los país”. Uno puede imaginar que para Traill y La-
americanos tendrán alguna chance de victo- cey jugar contra la Argentina y quizás ganar po-
ria contra el equipo de Inglaterra (5-6-1924: 2). día verse casi como una traición a la tierra que
Éste era un problema para los argentinos que los acogió y en donde vivían. El resultado de
debían encontrar reemplazantes (Nelson, 1969: esta decisión fue positivo para las ambiciones
116). Los argentinos, que estaban también en argentinas ya que la federación inglesa decide
Inglaterra practicando desde mayo, muestran reemplazar el poderoso equipo civil por uno
un mayor optimismo y confianza sobre las po- militar, que era menos fuerte y que no llegaría a
sibilidades de triunfo en París y declaran que la final. Antes de estos cambios Nelson, el capi-
“una vez que el equipo logre combinar mejor tán argentino, estaba convencido del inevitable
podrá vencer a todos sus adversarios” (La triunfo inglés (La Nación, 25-6-1924: 2).
Nación, 6-6-1924: 1). La federación inglesa de Volvamos a El Gráfico y veamos cómo se
polo duda sobre la oportunidad de designar el construye la idea de la superioridad de los ar-
equipo definitivo y esto crea aparentemente gentinos. Es importante recordar que el equi-
toda una serie de problemas (La Nación, 10-6- po argentino estaba formado por tres “anglos”:
1924: 1). Sin embargo, el problema de fondo ha Juan Nelson, Arturo Kenny y Juan Miles, ade-
sido creado por los dos jugadores “argentinos” más excelentes jugadores de cricket, golf y
Traill y Lacey, que anuncian oficialmente que tenis, y un militar criollo, el capitán Enrique
es un orgullo participar del equipo inglés pero Padilla, que no juega ni al cricket, ni al golf, ni
que en el caso de ir a París no jugarán contra la al tenis (véase La Nación, 7-1924: 2). Como su-
Argentina (La Nación, 12-6-1924: 2). Esta acti- plente iba Guillermo Brooke Naylor. El mayor
tud moral (que no ha sido recuperada por los Luis Sierra, polista activo, desarrolla la siguien-
historiadores del polo argentino) expresa los te teoría:
dilemas de dos personas “híbridas”. En tanto
que ciudadanos británicos (y oficial y veterano La superioridad [de los argentinos] es de tres ór-
de la guerra del ’14 como en el caso de Lacey) denes; la resistencia del hombre, la forma argenti-
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 523

na de andar a caballo y la calidad de los petisos. El como los criollos, toman la rienda para aliviar
hábito del equilibrio lo hemos adquirido nosotros, al caballo, tienen mayor velocidad y malicia, y,
sin consejos ni reglas de equitación, en la prácti- además, tienen espíritu de sacrificio. Esa sus-
ca frecuente y natural del caballo en nuestro país. tancia “atávica” aparece como temperamento
Los argentinos, a caballo, difícilmente pueden ser y define la condición de salvajes (frente a los
superados por otros jinetes. Por lo demás, el jine-
civilizados europeos y yanquis). Un mismo jue-
te dedicado al deporte de polo, ha alcanzado su
go, una práctica corporal sometida a las mis-
máximo desarrollo con el conocimiento de las re-
glas de equitación. No afirmo que se hayan genera- mas reglas y a idéntica constricción de recur-
lizado a todos, pero que se practican es una prue- sos, produce diversidad de estilos ya que hay
ba del triunfo que ya han alcanzado frente a los individuos como representantes de tradiciones
extranjeros. La manera como nosotros tomamos que sobreviven y se apropian de las nuevas
la rienda, representa un gran alivio para el petiso, prácticas. Es obvio que en este esquema la hi-
que acusa mayor desenvoltura que jineteado por bridación se produce a partir del contacto con
el inglés o el yanqui, a quienes superamos en ve- una sustancia pero también por el hecho de que
locidad y en malicia para el juego y en espíritu de ésta sobrevive en una práctica generalizada: la
sacrificio. Poseemos más temperamento que ellos manera de andar a caballo. El polo remite, por
para la lucha, quizás debido a un instinto atávico lo tanto, a un elemento muy caro a los naciona-
que aún late en nuestras venas y que se manifiesta
listas de la época (y no hay que dudar de que el
en muchas cosas nuestras. Creo, en suma, que los
mayor Sierra los representa): la reivindicación
europeos tendrán que sufrir muchos reveses de
los salvajes… el [jugador] inglés tiene hábitos de
de las condiciones gauchescas.
mesura y es conservador en todas sus manifesta- A la pregunta sobre la diferencia entre los
ciones. No es hombre que arriesga si se encuentra ponies argentinos y los ponies de los equipos
en situación desventajosa, y en el polo se presen- extranjeros Sierra responde:
tan tantas, que en ellas sólo prosiguen la lucha los
hombres de nuestra idiosincrasia (El Gráfico, 5-7- Lo principal [de los extranjeros] es que no gozan,
1924, 261: 19). como los nuestros, de vida fuerte y libre, en pleno
campo; que no han tenido sino un medio de for-
Para Sierra los jugadores de origen británico marse, que podríamos llamar artificial, en peque-
son típicamente argentinos ya que jinetean ñas extensiones de terreno y en boxes. En tales
524 Eduardo Archetti - Antología esencial

condiciones, el animal posee una fortaleza rela- caballada formada exclusivamente por peti-
tiva; su poder no adquiere desarrollo, disminu- sos criollos. Los resultados deportivos fueron
yendo su flexibilidad y su instinto para la lucha. buenos ya que de 23 partidos sólo perdieron
¿Disponen, acaso, los caballos ingleses de lugar 3 (Laffaye, 1989; 63-64). Para 1924 los partida-
para disparar fuerte? En el caballo de polo ar- rios del caballo criollo puro habían perdido la
gentino no se ha seleccionado su conformación,
batalla. Ceballos reconoce que para antes de la
como en el de carrera, cuya lámina es hermosa,
primera guerra:
mucha su velocidad, pero que en cualquier acci-
dente, su vida concluye en la pista; empero, se ha
procurado mantener la sangre criolla, mediante […] el caballo criollo fue desplazado… por caba-
el cruce con yeguas de nuestros pagos, esa sangre llos con un alto grado de mestización… las con-
es una herencia de libertad y de una existencia diciones físicas del mestizo de polo [influyen] en
brava en el desierto… No hagamos historia de el cambio de la modalidad de juego… Las carac-
la heroicidad del caballo criollo; baste decir que terísticas del petiso mestizo obran fundamental-
está bien constituido, que sus órganos son de ace- mente en una nueva fisonomía del juego, pues a la
ro, beneficiado por las condiciones naturales en presteza en el pique del caballo criollo le sucede
que se forma (El Gráfico, 5-7-1921: 19). la velocidad sostenida del caballo mestizo, que le
proporciona el “fondo” de este animal y hace que
el dribling sea sustituido ante la velocidad en los
Sierra entra en uno de los temas de discusión desplazamientos a todo lo largo del campo, por el
de la época: la cruza de caballos ponies. En el juego de combinación donde se aprovecha al ju-
pasado, especialmente Francisco Ceballos, el gador mejor montado o al más hábil en el tacazo
primer vicepresidente de la Asociación Argen- (1969: 63).
tina de Polo, había polistas y estancieros que
eran partidiarios de la utilización de caballos En la producción del nuevo híbrido, tanto en la
puros criollos ya que creían fervientemen- concepción de Sierra como en la de Ceballos,
te en sus condiciones de docilidad y rudeza se mantienen ciertas cualidades del caballo y
(véase Ceballos, 1969: 9-10). Incluso, en una de la yegua criollos. La herencia de libertad, he-
de las primeras giras exitosas en Inglaterra, roísmo y condiciones de acero en Sierra (me-
la de 1897, organizada por Francisco Balfour, táforas militares) se transforma, simplemente,
el equipo que sale de Buenos Aires lleva una en pique para Ceballos. Los criollos puros no
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 525

pueden producir la velocidad sostenida en los Esta condición general es, obviamente, única
desplazamientos largos que van a ser dominan- en relación con la naturaleza inglesa. La mis-
tes en el polo moderno. Esto sólo se consigue ma lógica de generalización y diversidad está
a través del componente pura sangre. En la in- presente cuando se piensa en los atributos físi-
terpretación de Ceballos, los mestizos nuevos cos de los distintos tipos de animales. La idea
pierden esa calidad de dribling que caracteri- de fusión no excluye la sobrevivencia de lo
zaba al polo antiguo. Si pensamos comparativa- originalmente criollo. La preocupación por la
mente con el fútbol las simetrías son notables: pérdida del componente criollo está presente
lo británico se asociaba al juego largo y lo crio- y el riesgo que se corre si su “pureza” se pier-
llo al dribling, cualidades que existen respec- de. El Gráfico menciona que en un campeona-
tivamente en el pura sangre y en el criollo. Lo to de polo en Coronel Dorrego hubo un equipo,
criollo se define por el dribling (por la viveza El Bagual, que lo ganó utilizando sólo caballos
y la picardía). Ahora bien, el juego largo en el puros criollos y reconoce que “el criollo es un
fútbol es visto negativamente mientras que en caballo con cualidades de rusticidad, bravura,
el polo aparece como una cualidad positiva y resistencia y agilidad que la mestización esta-
un rasgo de la modernidad. El juego largo, en ba a punto de malograr definitivamente” (4-9-
ambos casos, no viene del tipo criollo y sólo un 1926, 374: 5).
híbrido es capaz de aportar ese atributo. Otro argumento de la época para explicar la
Si aceptamos el nuevo híbrido, en la con- calidad de los ponies argentinos es el hecho de
cepción de Sierra ese caballo (ya argentino) que parte de su entrenamiento se hacía en el
es superior porque crece en libertad, es un trabajo con ganado en la estancia. En ese pro-
producto de la naturaleza, de la pampa, por- ceso y en contacto con los gauchos y los peti-
que tiene espacio y esto lo ayuda a mantener seros es que se forjan las nuevas cualidades del
su brío y su vivacidad. Los caballos ingleses no híbrido. El presidente de la Asociación Argen-
crecen en libertad y serán más apáticos, menos tina de Polo Miguel Martínez de Hoz, comen-
briosos y menos fuertes. Esta naturaleza cons- tando el triunfo argentino en las Olimpíadas,
tituye una suerte de todo que trasciende a las trata de explicarlo sin apelar a las metáforas
partes. La pampa y sus condiciones se pueden militares y a la oposición entre civilización y
encontrar en cada individuo, en cada petiso. barbarie, tan caras al mayor Sierra:
526 Eduardo Archetti - Antología esencial

[…] el pony debe ser de recia planta y de pique habrán figurado algunos argentinos. Creo, tam-
rápido y debe perfeccionarse en las tareas de bién, que en un porvenir no lejano será éste el
campo llevadas a cabo por los criollos petiseros caballo preferido en el mundo entero (La Na-
que son los que los educan. Entre estos petiseros ción, 7-7-1924: 2).
abundan excelentes jugadores que, desgraciada-
mente, no participan en los abiertos. La estrategia Es importante retener que en este contexto el
es mezclar caballos puros con yeguas mestizas. concepto de caballo criollo alude al hecho de
En la educación de los petisos la recostada con que eran criados en la Argentina y no que eran
otro animal en el trabajo de campo es muy impor- de raza criolla. Tener el cuidado de los petise-
tante (La Nación, 13-7-1924: 1).
ros criollos, haber crecido en el campo argen-
tino, haber comido el pasto argentino y ser ju-
Y agrega, enfáticamente, que los jugadores ar-
gados por jugadores que se pensaban criollos
gentinos de polo son los mejores del mundo
define la condición de híbrido criollo, Martínez
porque jinetean como gauchos, es decir:
de Hoz también comenta el estilo de jugar crio-
[…] manejan con la rienda sobre el pescuezo y la llo de la siguiente manera:
mano completamente libre, es decir, sin forzar la
muñeca, a lo que se añade la costumbre de correr […] los argentinos han impuesto en Europa el
con la rienda suelta, haciendo en esa forma que el polo ligero… la práctica del juego largo… así
animal tenga libertad de acción, sin ser lastimado la creencia antigua de que el polo debía jugarse
con el freno en la boca (La Nación, 13-7-1924; 1). lentamente y mediante tiros cortos está deste-
rrándose para beneficio del deporte que con su
vivacidad y ligereza adquiere mayor belleza (La
Luego de la victoria frente al equipo estadouni-
Nación, 7-7-1924: 2).
dense Martínez de Hoz había hecho los siguien-
tes comentarios:
El estilo criollo para afirmarse como estilo pro-
[…] es de suma importancia en la victoria con- pio no sólo necesita de triunfos sino, como en
seguida por los argentinos que han usado en el caso del fútbol, que los “otros” lo reconozcan
los matches caballos criollos, mientras que los como tal. Esto ocurrió en París. Un periódico
demás participantes lo han hecho con anímales francés describe la victoria argentina de la si-
de otros países, entre los cuales, a no dudarlo, guiente manera:
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 527

Los jugadores argentinos, tres de los cuales La Nación va a festejar la victoria de los polis-
son de origen anglo-sajón, son de talla media- tas argentinos como una expresión de la uni-
na, delgados, con excepción de uno de ellos, dad entre lo civil y lo militar y de la calidad de
de formas atléticas y ágiles. Buscan estar adhe- los nuevos híbridos producidos en la pampa:
ridos a la montura, y parecería que no forman jinetes (casi como gauchos) y caballos. La pre-
más de un solo cuerpo con sus montas. Los 35
sencia del capitán Padilla significa:
animales del equipo son pur-sang y mestizos
argentinos, más bien pequeños, de 1.50 metros. […] una doble representación civil y militar y una
Es digno de notar, al mismo tiempo, su ligere- de las altas expresiones de la cultura sportiva del
za, el desarrollo de sus bellezas esenciales, el pueblo y del Ejército… cuando hace falta la viri-
garrón, las paletas, y sus miembros en general. lidad, la técnica, el coraje, el concepto de ataque
Son seleccionados entre una gran variedad de y defensa, no podían faltar oficiales de nuestro
tipos, entrenados para adquirir grandes veloci- Ejército (La Nación, 13-7-1924: 1).
dades y probados seriamente en la resistencia
de sus miembros. Manejados con mucha dul- Sobre los nuevos híbridos escribe:
zura, tenidos con una sola rienda, hacen ma-
ravillosos movimientos y piruetas increíbles, Los polistas son representantes genuinos de esta
dando la impresión de que fueran animales raza joven, fuerte y viril. La proeza que han sabido
que se mueven libremente. Los jugadores los coronar con tanto brillo sobrepasando, invictos,
manejan con la misma facilidad como si mane- la pericia, la habilidad y el tesón de cuantos se
jaran raquetas de tenis, y el público en ningún opusieron al empuje de esos bravos petisos naci-
momento recibe la impresión de que estos ani- dos en la pampa, es una proeza que nos alcanza
males estuvieran martirizados. Los argentinos como una alta y confortante revelación de cuán-
sorprenden por su gran habilidad con el taco. to es capaz de producir el esfuerzo argentino. La
Menos fuertes que los americanos, practican victoria de estos jóvenes es pues, ante todo, una
con una sangre fría sorprendente y una deci- victoria de su voluntad, y en este concepto, por lo
sión vivaz, una táctica muy suelta y variada. que ello significa en el orden moral, merece ser
Cada uno da la impresión, por la velocidad que señalada a la manera de un ejemplo saludable…
despliega, de hallarse plenamente seguro de la Los triunfos de los atletas argentinos comportan
colocación de sus compañeros en el campo de ante propios y extraños la demostración palma-
juego (Laffaye, 1989: 96). ria de que nuestra raza, por la extraordinaria con-
528 Eduardo Archetti - Antología esencial

fluencia de sus corrientes de origen, por la salud contacto con los productos, prácticas y símbo-
moral que pone en su sangre prodigiosa riquezas los culturales de lo criollo. En ese contexto lo
de vitalidad y de energía, por su aptitud para asi- criollo se concibe en relación con ciertas ca-
milar todas las características superiores de los racterísticas del paisaje, de los productos de la
pueblos fuertes, en fin, por el armonioso aflujo de
tierra, de la existencia de tradiciones (gauchos
cuantos dones materiales y espirituales enaltecen
petiseros o manera de cabalgar) y ciertos valo-
la condición humana, tiene perspectivas abiertas
a todas las ilusiones y a todas las esperanzas (La res y cualidades morales. La presencia de un
Nación, 13-7-1924: 1). híbrido antes de que el proceso de hibridación
se acelere en la Argentina permite una recep-
ción de lo nuevo en términos de creatividad
A modo de conclusión cultural. Los anglos haciendo polo se transfor-
man en criollos, crean un estilo criollo y sus
Creo haber demostrado que en las lógicas ana- ponies tienen todavía un componente genético
lizadas, tanto entre los pensadores nacionalis- criollo porque reciben esa herencia en la socia-
tas como entre tos periodistas y algunos acto- lización. En el fútbol los anglos serán menos
res privilegiados que reflexionan sobre el sig- creativos (porque no están en contacto con lo
nificado de prácticas deportivas, la diversidad criollo quizás) y, al contrario, serán los españo-
de orígenes no excluye procesos de generali- les e italianos y sus hijos los que crean un estilo
zación en donde lo central es el amalgamiento de juego diferente del que es pura repetición
continuo de las nuevas mezclas. La sustancia del estilo británico,
original, lo criollo, se supone que existe y su El análisis ha permitido, también, ver que
fuerza reside en la capacidad de asimilar “las esta lógica opera a partir de mecanismos espe-
características superiores de los pueblos fuer- cíficos de inclusión y exclusión. En el contexto
tes”. Lo criollo se piensa, algunas veces, como del polo las características superiores apare-
una mezcla preexistente que tiene una iden- cen, obviamente, vinculadas a los pueblos bri-
tidad estable y que, por ello mismo, es capaz tánicos mientras que en el fútbol éstos serán
de absorber nuevas influencias. La absorción excluidos (luego de la auto-exclusión de los
es pensada como un proceso doble: a partir grandes clubes británicos, como Alumni, que
de la mezcla sexual y biológica o/y a partir del abandonan la práctica activa del fútbol ante
Hibridación, diversidad y generalización en el mundo ideológico del fútbol y el polo 529

la “avalancha” de los nuevos clubes) y esos pensada como un caos en donde el resultado es
rasgos serán atribuidos a los pueblos latinos una suerte de heterogeneidad radical (aunque
(italianos y españoles). Detrás de esto existe estaba latente entre los pensadores nacionalis-
una realidad demográfica y de clase ineludible. tas realmente xenófobos).
Los futbolistas de origen británico para media- La diversidad no excluye la construcción
dos de la década de 1910 son ya una minoría paulatina de un modelo en el que el todo hí-
mientras que en el polo serán una mayoría has- brido creado trasciende las partes, o sea los
ta finales de la próxima década. El fútbol se individuos que lo integran. Sin embargo, hay
transforma en una práctica deportiva popular grados de alteridad diferentes, lo que con-
urbana mientras que el polo seguirá asociado vierte el modelo de lo nacional, que engloba
al control de la tierra que es lo que permite la los híbridos generados en prácticas sociales
cría de caballos. Los terratenientes de origen diferentes, en problemático. Una represen-
británico no abandonan sus propiedades y con tación nacional exitosa necesita integrar las
el tiempo, a través del casamiento, se integran diferentes alteridades, necesita de todos los
a la clase terrateniente dominante en la política fragmentos e implica la eliminación de iden-
y en la vida cultural del país. tidades eventualmente incompatibles (véase
Nuestros casos ilustran la dificultad de pen- Archetti, 1995). Nuestros casos demuestran
sar actividades rituales, prácticas corporales y que para esa época el grado de aceptación de
performances ejemplares (transformados en lo híbrido garantiza la aparición de nuevas
símbolos potentes de lo “nuevo”) a partir de un identidades compatibles. Las construcciones
modelo de autonomía cultural. El caso del fút- ideológicas de la prensa deportiva y de algu-
bol ilustra el modelo de hibridación que crea nos de los actores fundamentales pueden ser
una “forma pura” que no existía en el pasado vistas como ejemplos de creatividad cultural.
y que históricamente ha de transformarse en Sin embargo, nuestro análisis revela la exis-
un estilo definido, “la nuestra”, y en una tradi- tencia de mecanismos de exclusión que apare-
ción. El caso del polo es una fusión ya que el cen claramente expuestos y que demuestran
nuevo estilo “largo” puede compararse con el la existencia de las relaciones contradictorias
anterior, el “corto”, y los nuevos petisos con los entre lo nacional y el contenido de clase de las
que eran criollos puros. La hibridación no está prácticas deportivas.
530 Eduardo Archetti - Antología esencial

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Masculinidades múltiples
El mundo del tango y del fútbol
en la Argentina*

E n este capítulo me ocuparé de los signifi-


cados de la masculinidad tal como apare-
cen en los textos clásicos del tango y en los es-
sus cantores y músicos; los jugadores de fútbol
también se convirtieron en otro rubro de ex-
portación. Con el correr de los años, el tango y
tadios de fútbol.1 A partir de fines de la década el fútbol pasaron a ser los espectáculos argen-
de 1920, las exportaciones argentinas a Europa tinos por excelencia, así como la imagen mun-
y al mundo incluyeron el tango, su coreografía, dial y representativa de los genuinos productos
culturales del país. Pocos argentinos negarán
que ambos desempeñaron —y todavía desem-
* Este trabajo fue publicado originalmente en Sexo y
sexualidades en América Latina, Daniel Balderston y
peñan— el doble papel de espejos públicos y
Donna J. Guy (comps.) 1998 (Buenos Aires: Paidós). modelos de masculinidad.
Cornwall y Lindisfarne señalan que las distin-
1 Las letras de tango analizadas aquí constituyen el
corazón de las canciones “clásicas”. Se las interpreta tas imágenes y comportamientos implícitos en
con suma frecuencia y tanto los cantores y orquestas la idea de masculinidad no siempre son compa-
populares del pasado como los del presente siempre las tibles: “pueden ser antagónicos, contradictorios
han incluido en su repertorio. La poética del tango fue o mutuamente desestabilizadores”(Cornwall
un producto histórico de la Ciudad de Buenos Aires,
Lindisfarne, 1994). Las masculinidades en pug-
pero en la actualidad forma parte indudable de las ba-
ladas de una nación turbulenta. La compilación de los na se producen y negocian en distintos ámbi-
textos del fútbol (cánticos y canciones), se basó en los tos, con diferentes actores. El mundo del tango
treinta y cuatro partidos de primera división a los que está hecho de las complejas relaciones entre
concurrí durante mi estadía en Buenos Aires (cuatro hombres y mujeres. El mundo del fútbol, por
meses en 1984, cinco en 1988 y dos en 1994). En esas
oportunidades no me limité a un club o una hinchada
el contrario, es exclusivamente masculino: un
en especial. encuentro en la cancha (y en la historia de los
534 Eduardo Archetti - Antología esencial

clubes y competencias) entre equipos rivales y textos más significativos aparecieron en esa
sus respectivos aficionados e hinchas. Por con- época y las narrativas escogidas constituyen
siguiente, el análisis de las letras de tango y de elementos clave en el estatuto vigente de la
los cantos de fútbol habrán de reflejar las com- “mitología” del tango argentino.
plejidades inherentes a los modelos e idiomas La poética del tango no sólo se vincula con
de la masculinidad. emociones “universales” como la tristeza, la
Los hombres despliegan su virilidad en con- felicidad, el miedo y la angustia, sino también
textos cuyos elementos constitutivos son el con el amor, el orgullo, la culpa, la vergüenza y
origen de clase, las experiencias históricas, los el honor. Tales sentimientos son de capital im-
rituales y los discursos aceptados o subversi- portancia para articular la identidad individual
vos. Las diferencias de género tanto sociales y los procesos socioculturales.
como culturales excluyen así la consideración El tango, desposeído de su historia y de sus
explícita de una masculinidad “hegemónica” en particularidades, se ha transformado en la Ar-
la sociedad argentina.2 gentina de hoy en el lenguaje “mítico” de las
Mi análisis de las letras de tango se remon- emociones relativas al género. Es, pese a las
ta al periodo clásico del tango-canción, que se tentativas de modificar su esquema conceptual
extiende desde 1917 a 1935.3 La mayoría de los
evolución, Buenos Aires, A. Peña Lillo, 1960; Blas Ma-
tamoro: La ciudad del tango, Buenos Aires, Editorial
2 Varios gobiernos militares y muchos escritores na- Galerna, 1982; Horacio Salas: El tango, Buenos Aires,
cionalistas de la década de 1920 consideraron “subver- Planeta, 1986; y Noemí Ulla: Tango, rebelión y nostal-
siva” la imagen ideal del varón argentino según apare- gia, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina,
cía en las letras de los tangos que he mencionado en 1982. Marta E. Savigliano, en Tango and the Political
mi ensayo. Esto, espero, se aclarará posteriormente Economy of Passion (Boulder, Westview Press, 1994),
en el texto. ha mostrado cómo el tango “exótico” se convirtió en
3 Los historiadores están en general de acuerdo sobre una mercancía cultural de alcance mundial durante
la centralidad de este periodo; véanse Darío Cantón: estos años. Sobre el papel de las mujeres sexualmente
¿Gardel, a quién le cantás?, Buenos Aires, Ediciones de “peligrosas”, especialmente las prostitutas, en cuanto a
la Flor, 1972; Simón Collier: The Life, Music and Times la creación de la angustia relativa a los géneros, véase
of Carlos Gardel, Pittsburgh, University of Pittsburgh Donna J. Guy: Sex and Danger in Buenos Aires, Lin-
Press, 1986; Horacio Ferrer: El tango. Su historia y coln, University of Nebraska Press, 1991.
Masculinidades múltiples 535

autoritario, una suerte de “congelado” universo (hetero)sexualidad, las relaciones sexuales y el


de significados. Jorge Luis Borges señaló que amor sensual.
todos los textos de tango pueden fundirse en Un tema constante es el de la mujer que
un único poema, como en el caso de La Ilíada, abandona al compañero. Los textos describen
o que un poeta ambicioso podría escribir ese a un hombre triste que recuerda su felicidad
poema (Borges, 1980: 93). El sentido de tal ob- perdida. Los oyentes (lectores) se encuentran,
servación tiene aún vigencia. en todos los casos, con una pareja que convi-
Las letras de tango reflejan diversos tipos de ve sin estar casada, que no tiene hijos y cuyo
amor; el amor como deber, la pasión, la amis- miembro femenino siempre termina por dejar
tad profunda y, en último término, el amor ro- la casa. En términos literales, “sale a divertir-
mántico (Luhman. 1985). El primer tango mo- se” al mundo. En cambio, se reitera melancó-
derno del que tenemos noticia es “Mi noche licamente la imagen del hombre que atraviesa
triste”, escrito por Pascual Contursi en 1917. una crisis de identidad y no puede controlar
Su letra inauguró la nueva narrativa del fracaso la situación. La manera en que nos habla de la
amoroso, dicha por un hombre en tono íntimo tristeza, la nostalgia, la felicidad perdida y el
y confesional.4 El “tema” del amor imposible es miedo a la soledad es sincera y apasionada.
muy frecuente. En esas historias, los hombres En otros textos clásicos, el lugar de los sen-
aman con una intensidad tal que el riesgo de timientos (y del inevitable) abandono es el
ser rechazados es correlativamente abruma- cabaré.5 Las mujeres dejan el hogar para aden-
dor. Al mismo tiempo, los textos revalorizan la

5 El cabaré, en Buenos Aires y en el resto del mun-


4 Véase “Mi noche triste” (1917), “La cumparsita” do, significa un desafío al culto de la vida doméstica
(1924), “Amurado” (1927) y “Farolito de papel” en y de las fiestas o celebraciones familiares. El cabaré
Eduardo Romano: Las letras del tango: Antología no era un esparcimiento típico de la familia, como lo
cronológica: 1900-1980, Rosario, Editorial Fundación eran, por ejemplo, el circo, el vaudeville, los restau-
Ross, 1991. Romano realizó la mejor antología historia- rantes, los teatros y las películas. Más bien satisfacían
da de las letras de tango. Cada texto va acompañado los deseos y fantasías eróticos de hombres y mujeres
por una corta (y fascinante) historia respecto del can- adultos. El cabaré fue un ámbito moderno destinado al
tor y de quien lo grabó. Esto permite “medir” la dura- ocio y en donde además, las mujeres podían “escapar”
ción histórica de las diferentes canciones. al control; véanse Lewis A. Erenberg: Steppin’ out: New
536 Eduardo Archetti - Antología esencial

trarse en su fascinante mundo.6 Dentro de este textos subrayan que la pérdida de la castidad
ámbito se las presenta como milonguitas, jó- femenina y la complacencia en la sensualidad
venes solteras de clase media baja, oriundas de pura ocasionan sufrimiento y soledad, una vez
los barrios o suburbios. Sensuales y egoístas, desvanecida la juventud, y que los hombres ri-
hacen gala de una seguridad emanada por su cos, pero en definitiva poco confiables, siempre
belleza y elegancia. La milonguita escapa del terminan por abandonar las milonguitas. Sin
barrio —y posiblemente la pobreza y de un fu- embargo, sustentando los textos se halla el re-
turo gris de ama de casa— al centro de la ciu- conocimiento implícito de que el cabaré brinda
dad, a la excitación, al lujo y al placer que ofre- a veces un espacio de “libertad” y una oportu-
cen los mejores cabarés a las mujeres jóvenes, nidad de ascenso económico cuando la sensua-
bellas y ambiciosas. Desde el punto de vista lidad va acompañada por el “amor auténtico”.
masculino, esta clase de vida es superficial; los En muchos tangos se considera que el interés
egoísta por la seguridad económica y la mera
sensualidad de las mujeres (y los hombres) son
York Nightlife and the Transformation of American tan destructivos como la pasión misma. El dra-
Culture, Chicago, University of Chicago Press, 1981; ma de esos tangos se deriva de la comparación
Peter Jelavich: “Modernity, Civic Identity, and Metro-
politan Entertainment: Vaudeville, Cabaret and Revue del narrador, un hombre virtuoso y realmente
in Berlin, 1900-1903”, en Charles W. Hauthausen y Hei- enamorado, con la milonguita, seducida por los
drun Suhr (comps.): Berlin, Culture and Metropolis, bienes materiales y los placeres inmediatos, y
Minneapolis, University of Minnesota Press, 1990; Ha- con el bacán que le promete el mundo y usa el
rold B. Segel: Turn-of-the Century Cabaret, New York,
dinero para seducir a las mujeres.
Columbia University Press, 1987; y Jerrold Siegel: Bohe-
mian Paris: Culture, Politics, and the Boundaries of ¿Quién es el narrador? Al parecer, el hom-
Bourgeois Life, 1830-1930, Nueva York, Viking, 1986, bre del tango es de mediana edad y pertenece a
así como Matamoro: La ciudad del tango, ob. cit. la clase media.7 Se ha criado en un barrio pero
6 Véanse “Flor de fango” (1917), “Margot” (1919), ahora vive en el centro de Buenos Aires, y pasa
“Mano a mano” (1920), “Zorro gris” (1920), “El motivo”
(1920), “Ivette” (1920), “Milonguita” (1920), “Pompas de
jabón” (1925), “Che papusa oí” (1927), “Muñeca brava” 7 Podría cuestionarse hasta qué punto eran de clase
(1928), “Milonguera” (1929), “Mano cruel” (1929), “¿Sos media, pues muchos letristas de tango pertenecían a la
vos?” (1930), en Romano: Las letras del tango, ob. cit. clase trabajadora y con frecuencia eran anarquistas.
Masculinidades múltiples 537

su tiempo libre con los amigos (la barra) en existencia de una mutua empatía y la busca del
el café al que concurre diariamente y que en placer sexual. La distorsión de cualquiera de
muchos tangos se lo designa como “el hogar”. estos elementos, digamos el excesivo énfasis
Tuvo “grandes” amores, o por lo menos “uno” en el placer sexual, crea un desequilibrio emo-
que lo marcó profundamente. En definitiva, cional que conduce a la infelicidad, la soledad
su visión del pasado es romántica y nostálgi- y la nostalgia. Aquí la universalización del amor
ca. Amó una vez y desea amar de nuevo, pero romántico depende en gran medida de la defi-
de ningún modo aspira al matrimonio a la vida nición de un “yo” que pueda elegir de acuerdo
convencional en familia.8 La imagen de la mu- con sus emociones profundas y de ese modo
jer ideal ya no está vinculada con la virginidad lograr la realización de sí mismo; y las letras de
ni la castidad, tal como ocurría en las nove- tango señalan los peligros de un mundo domi-
las tradicionales de ese periodo (Sarlo, 1985). nado por milonguitas y bacanes.
Tampoco espera de ella la sumisión o el respe- Dada la dificultad que comporta el cumpli-
to acostumbrados. Preso en la idea del amor miento del amor romántico, el narrador sólo
romántico, quiere que sus sentimientos sean vislumbra una posible solución para las muje-
correspondidos y que la mujer lo ame con la res y, necesario es subrayarlo, para sí mismo:
misma pasión. La lealtad y la fidelidad son el el retorno a las formas del amor y la castidad
producto del amor y no de las convenciones o inmanentes a los papeles familiares tradiciona-
del autoritarismo. les. En tal contexto discursivo, la imagen de la
La modernidad de las letras de tango resi- milonguita y la del hijo ingrato contrastan con
de, precisamente, en la descripción de la in- la imagen de la madre idealizada.9 Se exalta el
certidumbre relacionada con el ejercicio de la amor maternal, relacionándolo con ideas de
elección romántica. En las narrativas de esta pureza, sufrimiento, sinceridad, generosidad
naturaleza, los elementos fundamentales en la y fidelidad. El amor materno es el único sen-
construcción cultural del amor romántico son
la intimidad, la amistad o el compañerismo, la
9 Véanse “Flor de fango” (1917), “Margot” (1919),
“Madre” (1922), “Nunca es tarde”, (1925), “Milonguera”,
8 ¿Cómo se ajusta esto a la imagen de la clase media 1929 y “La casita de mis viejos” (1931), en Romano: Las
y al hecho de que muchos de ellos sean desempleados? letras del tango, ob. cit.
538 Eduardo Archetti - Antología esencial

timiento perdurable, arraigado en una red de vinculada con la conducta pecaminosa cons-
relaciones cuya característica es la lealtad en tituye uno de los principales elementos de
la que predomina la abnegación. Para el tango, enlace entre la responsabilidad personal y la
el amor romántico es menos “puro” que aquel aceptación de las reglas sociales. Muchos tex-
que se basa exclusivamente en los deberes mo- tos clásicos ponen de manifiesto los dilemas y
rales. En el afecto de una madre no hay lugar conflictos que surgen de la búsqueda del deseo
para el cálculo, las segundas intenciones o los en un contexto social regido por patrones de
ocultos designios. La madre idealizada es fuen- conducta inamovibles. El amor y la considera-
te inagotable de un amor y una generosidad ción del hijo para con su madre permiten a los
absolutos. Se trata de un amor completo, sin protagonistas reconocer el íntimo nexo entre
fisuras, en tanto que el de la milonguita o el del las emociones y las normas sociales. El amor
narrador suele ser engañoso e incluso no exen- romántico no sólo desafía la percepción tradi-
to de malignidad. La milonguita no puede con- cional y aceptada de que los sentimientos, pla-
vertirse en “madre”, así como el mundo de la ceres y emociones son constructos culturales,
“madre” excluye la vida nocturna propia de la sino que los ve como “subversivos” para la vida
esfera pública. En otras palabras, la milonguita familiar y la reproducción biológica.
nunca será esposa ni madre de muchos hijos. El discurso del tango parece sugerir que el
De aquí que el amor romántico sea imposible amor materno, como representación ideal de
para una madre casta, tal como la maternidad la reproductora, es un estado afectivo durade-
es imposible para la milonguita.10 Por lo demás, ro, y que la milonguita y el hijo necesitan com-
la madre es justamente la figura que uno no prender dicho estado como precondición para
puede elegir; de modo que también en este sen- experimentar nuevas emociones. Se presentan,
tido representa un contraste absoluto. pues, conflictos y dilemas psicológicos y mora-
En las complejas relaciones entre la milon- les al tiempo que la madre es descrita como un
guita, la madre y el hijo (el narrador siempre modelo de fidelidad y permanencia. La intro-
es un hijo, jamás un padre), la idea de culpa ducción de la culpa es una tentativa compren-
sible de atraer la atención hacia las cuestiones
morales y suavizar la imagen de los hombres
10 Sobre las imágenes contrastantes de las mujeres y
la maternidad, véase Guy en este mismo volumen. (o de la gente) que sólo persiguen sus deseos o
Masculinidades múltiples 539

intereses mezquinos. A la vez, la narrativa del El amante romántico y el poderoso cínico


tango muestra con claridad que la elaboración bacán no son los únicos arquetípicos masculi-
de la culpa se basa en la experiencia y en la nos en la narrativa del tango. Otra de las figuras
comprensión de otras emociones tales como la clave es la de compadrito.
alegría, la desilusión, los celos, el miedo, la feli- Se trata de un elegante seductor, irresisti-
cidad y la angustia. ble para las mujeres y admirado por su coraje,
La poética del tango trata de provocar en los fuerza física y capacidad de embaucar cuan-
oyentes un estado de ánimo nostálgico y me- do la ocasión lo requiere. El compadrito tiene
lancólico relacionado con algo que se ha perdi- una actitud arrogante y hostil hacia los demás
do. No por casualidad Enrique Santos Discépo- hombres. Según su código de honor, la violen-
lo, el gran poeta del tango, lo definió como “un cia y las peleas establecen y reproducen las
pensamiento triste que se baila”. El proceso de jerarquías sociales. Borges siempre prefirió los
recordar el pensamiento pretérito presupone textos donde la misión del tango era la de “dar
la capacidad de condonar: el hombre abando- a los argentinos la certidumbre de haber sido
nado transforma su desengaño en promesa de valientes, de haber cumplido ya con las exigen-
una amistad profunda, el “hijo descarriado” cias del valor y el honor”.12 El destino social de
vuelve al hogar en busca del perdón. Luego, se este rebelde se basa en la ética del “hombre
posibilita el acto mismo del perdón a partir del que está solo y no espera nada de los otros”.13
sentimiento personal de culpa. El tango ofrece, La figura del compadrito es muy diferente
no obstante, otra solución: la venganza. Vamos de la del hombre que busca la felicidad en el
examinar esa respuesta.11 amor romántico (véase “El porteñito” [1903] y

11 Véanse “Mano a mano” (1920) y “La casita de mis Eduardo P. Archetti (comp.): Exploring the Written.
viejos” (1931) en Romano: Las letras del tango, ob. cit. Anthropology and the Multiplicity of Writing, Oslo,
Elaboré estas ideas con más detalle en otros ensayos, Scandinavian University Press, 1994.
véase Archetti: “Argentinian Tango. Male Sexual Ideo-
logy and Morality”, en Reidar Grønhaug (comp.): The 12 Borges: Evaristo Carriego, ob. cit., pág. 91.
Ecology of Choise and Symbol. Essays in Honor of 13 Borges, prefacio a El compadrito, Jorge Luis Bor-
Fredrik Barth, Bergen, Alma Mater, 1991, y “Models of ges y Silvina Bullrich (comps.), Buenos Aires, Emecé
Masculinity in the Poetics of the Argentinian Tango”, en Editores, 1956, pág. 8.
540 Eduardo Archetti - Antología esencial

“El taita” [1907]).14 Al compadrito le preocupa cluso dotadas de gran determinación. Tal in-
en grado sumo la lealtad de la mujer, pero den- dependencia femenina contrasta con muchos
tro de un contexto donde los hombres espe- textos cuyo discurso moral, referido al honor
ran obediencia y sumisión de sus mujeres. Es y a la vergüenza, describe a la mujer como un
un personaje de los arrabales, no del centro ser débil, necesitado de protección. En el dis-
de la ciudad. Tampoco es hombre de cabaré. curso del amor romántico las mujeres deciden
La mayor parte del tiempo se desplaza por un por sí mismas a quién amar. En ese caso, el
territorio local, habitado por varones como elegido es sólo responsable de su persona y no
él. En esta circunstancia, el honor masculino de las decisiones y sentimientos de la mujer.
está muy subordinado a la conducta sexual fe- De modo que una concepción del amor de esas
menina. A veces la traidora es castigada con características representa una ruptura respec-
la muerte, pero en la mayoría de los casos se to de la idea tradicional de femineidad y refleja
describe a la mujer como un ser débil, incapaz asimismo una nueva manera de construir la
de resistir la tentación.15 “El otro” se aprove- identidad masculina.
cha de su fragilidad moral y sufre el conse- Muchos tangos compuestos entre 1917 y
cuente castigo. 1930 presentan la figura del compadrito presa
Como ya lo dije, en los textos románticos de una profunda crisis de identidad. En “La
el abandonado trata de comprender y perdo- he visto con otro” el traicionado no mata la
nar, convirtiéndose así en “una persona plena- traidora sino que intenta olvidarla mientras
mente moral”, dado que sus actos están guia- no deja de llorar y lamentarse. En “Bailarín
dos por sentimientos auténticos y una pasión compadrito”, abandona el suburbio y se con-
genuina. No obstante, a las mujeres no se las vierte en un famoso bailarín de cabaré, trans-
juzga débiles sino, más bien, autónomas e in- formándose en su antítesis, o sea en una suer-
te de “dandi” burgués que oculta sus orígenes
14 Ambos están incluidos en Romano: Las letras del
y su vida pasada. Curiosamente, el compadri-
tango, ob. cit. to se enamora en “Malevaje” y, debido a tales
15 Véanse “Desdén” (1927) y “La gayola” (1929) en
sentimientos, pierde “la fe, el coraje, el ansia
Cantón: ¿Gardel, a quién le cantás?, ob. cit., págs. 84, ‘e guapear” y abandona “aquel pasao malevo
132. y feroz”.
Masculinidades múltiples 541

Comienza a vislumbrarse la capacidad re- enigmas y algunas soluciones. Postulo, pues,


dentora del amor: el compadrito evita ahora que el tango en la actualidad sigue siendo —
las peleas y le teme a los duelos porque puede no por completo pero sí en gran medida— so-
morir en el trance o, en caso de matar al otro, cialmente significativo porque proporciona un
sufrir las consecuencias de su acción.16 En el esquema conceptual que le permite a la gente
último verso, le ruega a la mujer: “Decí, por reconocer situaciones y vivencias personales,
Dios, que me has dao / que estoy tan cambiao / contextos sociales y emociones culturalmente
no sé más quién soy”.17 aceptables, así como las fronteras que los se-
¿Quién es “el hombre de veras”: el amante paran. La poética del tango (a semejanza de su
romántico, el bacán, el compadrito o el com- música y su coreografía) nos brinda algunos
padrito en crisis? ¿Quién es “la verdadera mu- criterios (no todos) mediante los cuales se mo-
jer”: la amante independiente, la milonguita, la dela la identidad de los géneros dentro de la
“madre” o las mujeres sumisas y traicioneras esfera pública.18
del universo del compadrito? El tango descu- En un análisis previo referido a los cantos
bre distintas categorías de hombres y mujeres, de los hinchas de fútbol, procuré describir,
un mundo de arquetipos, una mezcla de ficción en líneas generales, la lógica cultural de esa
y realidad, creando de tal suerte un comple- manifestación. En este ensayo examinaré los
jo universo de elecciones y dilemas morales “discursos” de los hinchas y de su vanguardia,
e individuales. Los modelos antagónicos de “las barras bravas”. En su constante actividad,
masculinidad y las relaciones afectivas entre los hinchas inventan himnos, apodos, agitan
ambos sexos se transmiten a través de los dis-
tintos discursos referidos a la capacidad de ac-
18 Fito Páez, un ídolo argentino del rock y un com-
tuar, a la condición de persona y a la identidad.
positor talentoso, afirmó recientemente que los temas
Los poetas del tango ofrecieron alternativas, de los tangos clásicos son tan válidos para expresar
sentimientos, emociones y valores culturales como las
canciones de rock escritas por él y por otros autores
16 Véanse “La he visto con otro” (1926), “Malevaje” (El País, 6 de julio de 1995, pág. 34). Para los cantantes
(1928) y “Bailarín compadrito” (1929) en Romano: Las populares argentinos, incluyendo a los de rock, inter-
letras del tango, ob. cit. pretar un tango ya no es un signo de “decadencia” o “un
17 Ibíd., págs. 151-152. viaje al pasado”.
542 Eduardo Archetti - Antología esencial

pancartas y producen una serie interminable suprema recompensa en el fútbol sea siempre
de cantos cuya finalidad es la clasificación de una recompensa por las dificultades y las ex-
objetos y acciones. Esta manera de clasificar cepciones. Se considera que el evento máximo
no sólo se refiere a un orden moral, a lo que es una obra estética, una creación, como si el
se debe o no se debe hacer, sino que expresa producto final fuera el resultado de la improvi-
además un cierto conocimiento acerca de por sación, la intuición y el riesgo. Al mismo tiem-
qué las cosas son tal como son. En el ritual del po, el fútbol establece condiciones de igualdad
fútbol, el orden moral, sea tradicional o subver- entre los jugadores; en teoría, once de un lado
sivo, sea permanente o transitorio, se presta a contra once del otro, y todos con las mismas
una suerte de evaluación masculina de la auto- capacidades y poderes.
nomía, la dependencia, el control, la dignidad, Estas condiciones igualitarias dentro del es-
la autoestima y la fidelidad a los compromisos. tadio de fútbol permiten, indudablemente, la
Se trata, por lo tanto, de un mundo pleno de ruptura de las jerarquías propias de la vida co-
significados explícitos e implícitos. Un mun- tidiana y de la estructura social. Más aún, son
do donde aparecen claramente las fronteras válidas no sólo para los jugadores “centrales”
simbólicas a partir de la reflexión sobre un sino para los actores “periféricos”: los hinchas.
conjunto de relaciones sociales importantes: Todos los domingos, el partido de fútbol crea
padre/hijo, adulto/niño y “hombre de veras”/ un mundo especial que contrasta abiertamente
homosexual. Ser un niño, un adolescente o un con el mundo de la fábrica, la oficina, la fami-
homosexual implica el riesgo de perder la auto- lia. Al permitir la suspensión de un cierto orden
nomía. Esto también se relaciona con el hecho social, garantiza una breve licencia a los par-
de “aguantar” una ideología explícita basada en ticipantes. El fútbol, en cuanto juego, tiene el
la importancia de resistir el dolor y los desen- poder de descentralizar las reglas autoritarias
gaños (Archetti, 1991; 1992: 209-235). y recentralizar los sentimientos igualitarios
Uno de los secretos del fútbol reside en elementales. Así pues, el estadio ofrece a los
que, pese a sus críticos, todavía puede definir- hombres y a quienes están a punto de serlo —
se como un juego. Los juegos normalmente se los adolescentes y niños que acompañan a sus
asocian con el ejercicio de la imaginación y la padres— un sitio donde pueden construir un
búsqueda gratuita de dificultades. De ahí que la orden y un mundo estrictamente masculinos.
Masculinidades múltiples 543

Allí se lleva a cabo un discurso moral explícito Un canto entonado por la hinchada de River re-
que establece límites entre lo permitido y lo no sume esta clase de vínculo: “Calamar, calamar,
permitido, entre el bien y el mal y, finalmente, calamar / ya sabemos que te vas para la B / te lo
entre los aspectos positivos y negativos de lo dice tu papá / que se llama River Plate”.19
que teóricamente se define como masculino. La respuesta automática a la supuesta rela-
En el mundo simbólico de los hinchas ar- ción parental es, normalmente, el consabido
gentinos hay versos tradicionales llamados “hijos de puta”, cantado a viva voz hasta acallar
“hijos nuestros”, salmodiados para expresar la el “hijos nuestros”. Curiosamente, los insulta-
superioridad de un equipo respecto de otro. El dos no responden nunca con un “hijos nues-
canto no es una invención moderna y ha exis- tros”, a menos que lo justifiquen las estadísti-
tido desde las primeras etapas del juego en la cas de los partidos jugados. Por lo tanto, “hijos
Argentina. ¿Qué significa esa suerte de letanía? nuestros” expresa una relación de paternidad y
“Hijos nuestros” nos remite, indudablemente, a subordinación que puede ser demostrada esta-
la relación parental: el hijo alude al padre, sea dísticamente.
conocido o desconocido. Cuando una hincha- La condición de hijo no aparece en muchos
da se dirige a otra refiriéndose de este modo a cantos del presente, y pienso que tampoco en
la naturaleza de la relación entre ambos clubes, los del pasado. Los hinchas de Boca Juniors
intensifica el efecto de menosprecio y desdén solían cantar a los de River Plate: “River tenía
mediante la transformación simbólica del otro un carrito / Boca se lo quitó / River salió llo-
en un niño o un hijo. rando / Boca salió campeón”, y “Vea, vea, vea /
Estos cantos presuponen la pérdida de auto-
nomía de los adversarios y su incapacidad para 19 O cuando, apelando a la tradición, cantan: “Vamos,
actuar como verdaderos hombres. De un hijo vamos los villeros / vamos a ganar / que nacieron hi-
no se espera rebelión ni victoria sino la acep- jos nuestros / hijos nuestros morirán”. Muchos de los
tación de la autoridad, el poder y las órdenes “cantitos” no riman, pero algunos lo hacen. La música
del padre. El vínculo padre-hijo no implica una pertenece a alguna canción de éxito del momento. Se
interpreta el uso de este tipo de canciones como un
relación simétrica en la cual prevalecen la com- signo de ingenuidad por parte de los hinchas, puesto
prensión y respeto mutuos; en lugar de ello, la que una canción que hoy tiene éxito, mañana puede
cuestión central pasa a ser la subordinación. pasar al olvido.
544 Eduardo Archetti - Antología esencial

qué cosa tan fulera / ahora los de River / toman llegaba su a su fin el segundo tiempo. Empero,
leche en mamadera”. en los últimos, dramáticos minutos, Indepen-
Evidentemente, estos cantos no aluden a la diente hizo el tercer gol y obtuvo la victoria.
relación filial sino, más bien, a la infancia o la Luego de aclamar el gol y mientras la pelota
falta de madurez, autonomía e independencia. volvía al centro de la cancha y un jugador ar-
La descalificación se lleva a cabo convirtiendo gentino la arrojaba fuera del campo para ganar
al otro en un niño; vale decir negándole su con- tiempo —una maniobra totalmente gratuita e
dición de adulto, de hombre autónomo e inde- inútil—, las tribunas, sobre todo el sector de
pendiente. En la actualidad, uno de los cantos la popular donde se hallaban las “barras bra-
favoritos contra la hinchada de San Lorenzo de vas” de Independiente, corearon al unísono y
Almagro dice lo siguiente: “Aquí está la famosa a voz en cuello: “Y ahora, y ahora / me chupan
barra de San Lorenzo / la que no tiene cancha bien las bolas”, acompañando el canto con los
/ la que se suele descenso / ahora le pusieron típicos saltos y blandiendo los puños hacia las
un supermercado / y la mandan los domingos tribunas ocupadas por alrededor de 5000 para-
/ a hacer los mandados”. Alude a la compra de guayos que, es necesario decirlo, habían con-
la cancha de San Lorenzo por el hipermercado currido al estadio con pancartas donde se elo-
Carrefour, adonde la hinchada iría a “hacer los giaba la democracia argentina y se condenaba
mandados”, tarea de la que sólo se encargan los el régimen de Stroessner.
niños o los subordinados y por añadidura los La pregunta que surge de inmediato es por
domingos, día en que los “hombres de veras” qué los hinchas ofendieron y humillaron a los
están en el estadio de fútbol. perdedores en el momento de la victoria. La
Una breve crónica bastará para poner de afirmación de la propia masculinidad depende
manifiesto una de las principales razones que de privar al otro de la suya. El conquistado, el
motivan a los hinchas contemporáneos. En débil, el que no es un “hombre de veras” hace
1984, en un partido entre Olimpia de Paraguay —o se sospecha que hace— cosas que aten-
e Independiente de Argentina por la Copa Li- tan contra la naturaleza. Los hinchas crearon
bertadores de América, ambos equipos juga- un vasto repertorio cuyo rasgo sobresaliente
ban por el puntaje y lo hacían limpiamente y pasó ser la construcción de la sexualidad y de
sin violencia. Iban empatando dos a dos y ya un mundo dividido entre “hombres de veras”
Masculinidades múltiples 545

e impostores, es decir, homosexuales.20 Valga En los últimos años, el famoso “inciden-


un ejemplo: “Cordobés, cordobés / limpiate te” o “caso Bambino Veira” se ha convertido
bien el culo / que te vamos a coger”,21 persona- en el privilegiado contexto de innumerables
lizado en el siguiente canto: “Sol y luna, sol y cantos.23 Veira fue acusado de abusar del
luna, sol y luna / la poronga de Armando / en menor, lo que dio a su sobrenombre, “Bambi-
el culo de Labruna”.22 no”, un sesgo un tanto irónico. Los fanáticos
rivales de San Lorenzo clamoreaban: “Com-
pañero, Bambino, zapatero / la concha de tu
20 Mi análisis se concentra en los equipos “clave” ar- madre / le pagaste al portero / le pagaste a
gentinos de primera división: Boca Juniors, River Pla-
te, San Lorenzo de Almagro, Independiente y Racing,
llamados los “Cinco grandes”, así como en clubes me- Armando / señor Armando / a su cuadrito lo cogemos
nos “legendarios” tales como Huracán, Estudiantes de caminando”; “Ruso, ruso / el tano te la puso”; “Dónde
La Plata, Gimnasia y Esgrima y Newell’s Old Boys. Los puso el huevo Tarantini / yo no sé, yo no sé”; “Soy de
“Cinco grandes” se encuentran en distintos barrios de Boca, soy de Boca / qué puto yo soy” (cantada por los
Buenos Aires. Estos clubes, conocidos internacional- hinchas de San Lorenzo); “Con cariño, con cariño / la
mente, pues han exportado notables jugadores al fút- pija de Menotti / en el culo de Coutinho”; “Qué feo, qué
bol europeo desde la década de 1920, son los únicos feo / qué feo debe ser / venirse desde el parque / para
“equipos nacionales” con hinchas en todo el país. verse coger”; “Vale diez palos verdes / se llama Marado-
21 Más ejemplos: “Huracán, huracán / por el culo te la na / y todos los de River / le chupan bien las bolas / y
dan”; “Hinchada, hinchada hay una sola / hinchada es la cuando va a la cancha / la doce le agradece / todo lo que
de Boca / que le rompe el culo a todas”; “Vea, vea, vea Dieguito se merece”.
/ qué equipo más boludo / ahora, a la salida / le rompe- 23 Veira fue un famoso jugador de San Lorenzo de Al-
mos bien el culo”; “Despacito, despacito / le rompemos magro en la década de 1960. Un atacante técnicamente
el culito”; “Mandarina, mandarina / que se metan en el brillante, también conocido por su ostentosa vida de
culo / el apodo de gallinas”; “River, no te me borrés / Ri- “play boy”. Más tarde fue entrenador. En 1986 se lo
ver, no te me borrés / no jugués a la escondida / porque acusó de violar a un joven adolescente, que se acercó
a la salida / te vamos a coger”; “Oh, oh, oh, por el horto a pedirle un autógrafo, y estuvo en prisión durante un
/ oh, oh, oh, por el horto”; “Veo veo / ¿qué ves? / una breve lapso. Mientras el juicio continuaba, se convirtió
cosa / ¿qué es? / que la historia / se repite otra vez / los en un entrenador de éxito en la Argentina, Colombia y
volvemos a coger”. España. Finalmente, en mayo de 1992, fue sentenciado
22 Más ejemplos: “Pan y vino / pan y vino / pan y vino / a cuatro años de prisión, pero apeló la sentencia y en
la poronga de Menotti / en el culo del Bambino”; “Señor 1994 se lo declaró inocente.
546 Eduardo Archetti - Antología esencial

la cana / te cogiste al pibe / hijo de la puta se ha degradado, es un “hijo de puta”, mientras


madre”.24 que los hinchas de ese club reivindican su pa-
En estos cantos es evidente que los hinchas pel de macho. En ninguno de los casos, empe-
de un equipo o algunos de sus protagonistas (el ro, hay una sanción explícita a la conducta pre-
entrenador, un jugador, el director técnico) son suntamente anómala de Veira. Los adversarios
los verdaderos machos, capaces de obligar a no hablan de la homosexualidad de Bambino.
los otros hinchas o actores sociales a desempe- El campo de lo sexual constituye un mun-
ñarse como homosexuales. Es interesante se- do de reglas y prohibiciones provenientes de la
ñalar que los homosexuales son aquellos que se moralidad, de lo permitido y aceptado en una
dejan humillar o que no defienden con suficien- sociedad específica, de una gama de expecta-
te energía su identidad masculina. Un canto tivas mediante las cuales es posible jugar con
muy popular entonado por muchos hinchas en fantasías y deseos insatisfechos y experimen-
las tres últimas temporadas entraña la amena- tarlos. Análogamente, la sexualidad desplega-
za de lo que podría sucederles a los jugadores da en una relación concreta se enlaza estrecha-
en caso de perder: “Vamos, vamos a ganar / que mente con los aspectos sensuales y sentimen-
si no, los vamos a garchar”. tales que articulan tanto la identidad individual
Los vejadores son los hombres de verdad, como la identidad de los géneros. Al elegir el
que no se consideran a sí mismos homosexua- campo discursivo de la sexualidad, los hinchas
les. Las alusiones al “caso Veira” ilustran clara- invocan todos estos niveles y, en consecuencia,
mente la distinción entre el papel activo y el pa- transforman el contenido tradicional de los
sivo; para los rivales de San Lorenzo, Bambino discursos. La introducción explícita de la se-
xualidad en el estadio de fútbol constituye un
fenómeno reciente digno de tenerse en cuenta.
24 Más ejemplos de los cantos sobre el Bambino Vei- En cierto sentido, los hinchas están rompien-
ra: “Che Bambino / che Bambino / prestame a Sonia do un tabú y un conjunto de reglas; en otras
Pepe / y yo te presto a mi sobrino” (Sonia Pepe es el palabras, están convirtiendo la sexualidad en
nombre de su esposa); los hinchas de San Lorenzo res-
ponden: “Cuidado, cuidado / el Bambino está afuera”, o
un discurso abierto, público (muchos dirían: en
“Yo te la meto / te la dejo / el Bambino se coge a todos la expresión de la vulgaridad y el “mal gusto”
los pendejos”. de las clases populares). Mi hipótesis es que “la
Masculinidades múltiples 547

conversación” entablada entre los hinchas riva- los ingleses. Cuando Argentina jugó contra In-
les se lleva a cabo en el plano trágico y no en el glaterra y perdió la Copa del Mundo en 1966,
plano cómico. los hinchas de River cantaron más tarde: “Y
El efecto “trágico” se produce cuando se si la reina / se baja su tapado / el viejo Onega
rompe la regla, o sea la norma de la hetero- / le clava su poronga”. En cambio, cuando le
sexualidad. Vale la pena subrayar que esta rup- ganó el campeonato mundial en 1986 uno de
tura es provocada por una persona individual los cantos más populares durante las celebra-
(un jugador o un entrenador) o por una entidad ciones fue el siguiente: “Thatcher, Thatcher,
social (un grupo de hinchas) con quien la gente Thatcher / ¿dónde estás? / Maradona te anda
simpatiza y puede identificarse. Desde la pers- buscando / para metértela por atrás”.25
pectiva de los hinchas de San Lorenzo, Bambi- ¿Cómo debe interpretarse el significado de
no no es bueno, pero a la vez tampoco es tan este tipo de obsesión padecida por el hincha
repulsivo como para que uno no pueda identifi- militante? Pienso que ello nos conduce, lógica-
carse con él. Si Bambino fuera totalmente malo mente, a una interpretación psicoanalítica: los
como personaje, no sería posible esa identi- cantos muestran mecanismos de defensa con-
ficación positiva. Lo mismo se aplica a otras tra la inversión, porque combinan las fantasías
personalidades mencionadas en los cantos. sádicas del macho con las profundas dudas que
La presencia de la transgresión no elimina, sin alberga respecto de su propia masculinidad y
embargo, la regla que define “la normalidad”, que dan origen a ese tipo de afirmaciones.26 La
a saber: la sexualidad normal es la que se da interpretación supone, sin mayor análisis, que
entre personas de distinto sexo. Los términos
trágicos generalmente se relacionan con el tipo
de dilemas existenciales, visibles sobre todo en 25 Una de las pocas hinchadas que afirman siempre el
el ámbito de la sexualidad. valor del coito heterosexual “normal” es la de Gimnasia
de La Plata, que suele cantar, entre otras cosas: “Para
Esta observación no significa que no se con- ser hincha del Lobo / dos cosas hay que tener / una bo-
temple la normalidad implícita en la hetero- tella de vino / y en la cama una mujer”.
sexualidad. Empero, son pocos los cantos que 26 Marcelo Suárez Orozco: “A Study of Agentina´s Soc-
se refieren a ella, y los que he compilado tienen cer: The Dynamics of the Fans and Their Folklore”, Jour-
que ver con el tradicional resentimiento hacia nal of Psychoanalytic Anthropology, 5.1, 1982, págs. 7-27.
548 Eduardo Archetti - Antología esencial

todos los símbolos psicológicos tienen un mite, en primer término, al aspecto sensual —
significado especial en el plano de las moti- en este caso las relaciones sexuales, el ano y
vaciones. No niego que eso sea válido para el pene— y en segundo término, a un aspecto
muchos hinchas, pero es difícil saberlo sin ideológico donde lo que se afirma es la fuerza,
entrevistar a cada uno de ellos. A mi juicio, la omnipotencia y la ruptura de la identidad
los ejemplos que he dado no deben conside- del otro. Lo que interesa principalmente en
rarse como símbolos personales sino como este proceso es la construcción de un cierto
símbolos que constituyen un área pública del tipo de masculinidad, una suerte de prototipo
discurso, donde no es necesario operar con del hincha militante. La importancia del efec-
la hipótesis de la motivación profunda.27 Esto to trágico estriba en posibilitar la expresión
nos permite distinguir el origen de los can- de los conflictos intrapsíquicos en un idioma
tos, que puede hallarse en el inconsciente o cultural y a través de la licencia de un ritual
incluso integrar el repertorio de los sueños a como el fútbol.
partir del significado operacional, esto es, de Los hinchas construyen, por consiguiente,
la creación de un efecto público de naturale- un campo metafórico. No son seres pasivos:
za trágica. Esta conversión en un elemento se viven a sí mismos y actúan como verdade-
del discurso público es el rasgo de una acti- ros protagonistas. Este campo metafórico se
tud general y no de la libre expresión de las construye sobre la base de lo que podemos
emociones particulares, como a veces lo he llamar extensión analógica; los enemigos, los
subrayado en el texto. vencidos, o sea el tema central de los cantos,
Las relaciones homosexuales, en el caso son descritos en función de la homosexuali-
que nos interesa, provienen claramente del dad, que es el tema subsidiario. Esto aparece
ámbito público, donde los signos operan en el en los cantos ya mencionados, pero sería útil
plano colectivo. Los hombres dramatizan es- esclarecer mi hipótesis con otro ejemplo. Tra-
tas relaciones y su utilización del ritual se re- dicionalmente, en los partidos contra Brasil los
argentinos cantan: “Ya todos saben / que Brasil
está de luto / son todos negros / son todos pu-
27 Sobre esta distinción, véase Gananath Obeyese-
tos”. El tema principal, Brasil, se asocia con la
kere, Medusa’s Hair (Chicago, University of Chicago
Press, 1984), págs. 14-18. categoría de negros y maricas.
Masculinidades múltiples 549

Los cantos funcionan a manera de metáfo- recordar los límites y peligros de toda trans-
ras, seleccionando, acentuando, suprimiendo gresión. Asimismo y con bastante claridad,
y organizando aspectos que permiten drama- alude a los aspectos conceptuales donde la
tizar la identidad relativa al género; la sus- clasificación de los distintos tipos de rela-
pensión de la heterosexualidad no implica ción social constituyen las temáticas privile-
que ésta no exista en el ámbito de lo normal. giadas del ritual.
Se alude específicamente a la transgresión
para reforzar las reglas. Es el otro quien nos
recuerda la importancia de la masculinidad A modo de conclusión
como lenguaje de dominación al permitir que
lo penetren y humillen. La violencia física es El fútbol permite percibir el mundo como una
la extensión de esta clase de construcciones construcción social realizada por diversos ac-
conceptuales al campo de la práctica. tores, sobre todo por los jugadores periféri-
Puedo resumir esta sección diciendo que cos, los hinchas y sus vanguardias militantes
“la peor” imagen de un hombre “de veras” o “barras bravas”. En este mundo cultural, los
resulta ser la del niño, el adolescente, el idiomas de la masculinidad esclarecen, hasta
homosexual. Éstas son las posiciones de cierto punto, cómo se construyen los proyec-
máxima heteronomía y marginalidad en la tos de la identidad social e individual a través
gama relaciones que se establecen entre las de la dramatización que podemos encontrar
fuerzas sociales que componen la sociedad en los códigos lingüísticos. Al mismo tiempo,
argentina. En los cantos, los hinchas re- los actores aparecen como “actores morales”,
flexionan sobre el contenido problemático por cuanto confieren un valor a los objetos
de los vínculos entre padres e hijos, adultos y acciones particulares. Se trata, por consi-
y niños y, finalmente, entre los hombres de guiente, de un mundo pleno de significados
verdad y los homosexuales. La construcción implícitos y explícitos. Un mundo en el cual
de una identidad masculina positiva signifi- aparecen claramente las fronteras simbóli-
ca que uno debe superar el aspecto negativo cas, comenzando por la reflexión sobre un
y en cierto modo arbitrario de esas relacio- conjunto de importantes relaciones sociales:
nes de poder. El fútbol sirve para repensar y padre-hijo, adulto-niño y “hombre de veras”/
550 Eduardo Archetti - Antología esencial

homosexual.28 Partiendo de esa reflexión, los El mundo simbólico y social del tango nos
actores ponderan otros contextos menos pú- habla de la importancia de amar a las mujeres
blicos, donde falta el espectáculo y el olor de para la creación de una imagen masculina po-
los gases lacrimógenos utilizados por la poli- sitiva. El acento recae, pues, en el control emo-
cía en los estadios de fútbol. De manera que cional y, por lo tanto, en la busca de un “autén-
la relación entre los hombres puede interpre- tico” y “romántico” amor. He tratado de mos-
tarse parcialmente en función del dominio, el trar que el epos del honor y la vergüenza, don-
control y el poder.29 de el narrador cuenta historias de venganza y
de muerte, es reemplazado por la expresión de
sentimientos auténticos como un medio para
28 Lancaster ha mostrado en forma convincente que el construir la dignidad personal. En el tango, se
estigma del homosexual en Nicaragua proviene no sólo
de la pasividad anal y de la actividad del pene en par-
interpreta el amor romántico como una suer-
ticular, sino de la “pasividad” y “actividad” en general: te de rebelión contra la idea del amor domés-
“Subject Honor and Object Shame: The Construction of tico, basado en “la sacralización” del espacio
Male Homosexuality and Stigma in Nicaragua”, Ethno- familiar. En el universo del tango falta el padre,
logy, 27.2, 1988, págs. 111-125, y Life Is Hard: Machis- omnipresente en el discurso del fútbol. Por esa
mo, Danger, and the Intimacy of Power in Nicaragua,
Berkeley, University of California Press, 1992, págs. razón las letras de tango jamás consideran el
242-243. Esta ideología sexual parece ser muy común matrimonio, esa suerte de pax matrimonialis,
en la cultura popular latinoamericana. La clase media como el único camino posible para acceder a
argentina tiende a percibir esta conducta como per- la felicidad. “El hombre reproductor” es reem-
versa y, por consiguiente, no como una verdadera ex-
plazado por “el hombre amante”, un “varón que
presión de masculinidad. Peter Loizos observó que los
griegos aceptan la penetración masculina heterosexual sufre” y es incapaz de controlar a las mujeres.
como la verdadera, y a la vez predominante, conducta Las masculinidades descritas en el univer-
masculina: “A Broken Mirror: Masculine Sexuality in so del tango y del fútbol resultan inestables, en
Greek Ethnography”, en Andrea Cornwall y Nancy Lin- ocasiones contradictorias y quizá subversivas
disfarne (comps.): Dislocating Masculinities, Londres,
cuando se las compara con la masculinidad hete-
Routledge, 1994, pág. 71.
29 Sobre la relación histórica entre los universos so-
cial y simbólico del tango y del fútbol, véase Archetti: ginario del fútbol argentino”, Desarrollo Económico,
“Estilos y virtudes en El Gráfico: la creación del ima- 139, 1995.
Masculinidades múltiples 551

rosexual argentina hegemónica, basada en la ins- ‘discours’ des ‘supporters’ du football


titucionalización del dominio del hombre sobre argentin” en Jacques Ardoino y Jean-
la mujer. En los ámbitos rituales del fútbol y el Marie Brohm (comps.) Anthropology du
tango, los hombres activos, despojados de poder sport. Respectives critiques (París, Quel
social y de riqueza, están por lo tanto menos inte- Corps?).
resados en reproducir la imagen del varón hete- Borges, Jorge Luis 1980 Evaristo Carriego, en
rosexual “puro” y dominante de la clase media.30 Prosa Completa (Barcelona: Bruguera).
Cornwall, Andrea y Lindisfarne, Nancy
1994 “Dislocating Masculinities: Gender,
Bibliografía Power and Anthropology” en Cornwall
y Lindisfarne (comps.) Dislocating
Archetti, Eduardo 1992 “Argentinian Football: Masculinities (Londres: Routledge).
A Ritual of Violence?” en International Luhman, Nikolas 1985 El amor como pasión
Journal of History of Sport, 9.2, pp. 209-235. (Barcelona: Ediciones Península).
Archetti, Eduardo 1991 “Place et fonctions du Sarlo, Beatriz 1985 El imperio de los
comique (ou) tragique dans le sentimientos (Buenos Aires: Catálogos).

30 Sobre los modelos de masculinidad que se con- Clients in Alicante, Spain”, en Cornwall y Lindisfar-
traponen y coexisten en España y en Grecia, véan- ne (comps.): ob. cit.; y Loizos: “A Broken Mirror”,
se Angie Hart, “Missing Masculinity? Prostitute’s ob. cit.
2.
Identidad, representación y cultura
Literatura popular urbana
El tango argentino*

E l tango como fenómeno literario y mu-


sical no ha dejado de generar “interpre-
taciones” y análisis de muy variada índole,
antropólogos2. Paralelamente, antologías con
las letras “clásicas” se publican con cierta re-
gularidad y periodicidad, con la función im-
desde el género panegírico a la profusión portante de filtrar los tangos “menores” y de-
de ensayos, pasando por múltiples autobio- jar en la memoria popular argentina solo los
grafías y biografías de autores y cantantes1. que se consideran “mayores”3. Al lado de esta
Solo recientemente el tango se ha convertido
en un tema “académico” con contribuciones
significativas de sociólogos, historiadores y 2 Cf. Cantón, Darío. Gardel, ¿a quién le cantás?
1972 (Buenos Aires: Ediciones de la Flor); Ulla, Noemí.
Tango, rebelión y nostalgia 1982 (Buenos Aires:
CEAL); Collier, Simon 1986 The life, music and times
* Este trabajo fue publicado originalmente en Pizarro, of Carlos Gardel (Pittsburgh: University of Pittsburgh
Ana (ed.) 1995 América Latina: palabra, literatura y Press); Taylor, Julie 1987 Tango, ethos of melancholy.
cultura (Buenos Aires: Memorial de América Latina). Cultural Anthropology , v. 2, N° 4, pp. 481-93; Castro,
1 Para la historia del tango, la historia de Edito- Donald S. 1991 The Argentine tango as social history
rial Corregidor, coordinada por Martini Real, que co- 1880-1955. The soul of the people (Lewiston: The Ed-
menzara a publicarse en 1976, y el libro clásico de win Mellen Press).
Ferrer El libro del tango [1970] 1980 (Buenos Aires: 3 Cf. Gobello, José y Stilman, Eduardo1966 Las letras
Antonio Tersol) son las mejores introducciones. En de tango de Villoldo a Borges (Buenos Aires: Brújula);
la compleja relación entre historia e interpretación Gobello, José y Bossio, Jorge A. 1979 Tangos y letris-
ensayística, mis preferidos son Matamoro (La ciu- tas (Buenos Aires: Plus Ultra); Vilariño, Ide 1981 Tan-
dad del tango. Tango histórico y sociedad. Buenos gos. Antología (Buenos Aires: CEAL), v. 1 y 2; Romano,
Aires: Galerna, 1982) y Salas (El tango 1980 (Buenos Eduardo 1991 Las letras del tango. Antología crono-
Aires: Planeta). lógica 1900-1980 (Rosario: Fundación Ross). No hace
556 Eduardo Archetti - Antología esencial

“censura escrita” existen los mecanismos de do, la misión del tango es la de “dar a los argen-
selección de las orquestas de moda y los can- tinos la certidumbre de haber sido valientes,
tantes más exitosos a través de la producción de haber cumplido ya con las exigencias del
de discos y su difusión a través de los pro- valor y del honor” (Borges, 1980: 91). En esa
gramas “tangueros” de radio más populares y lógica cultural, Borges argumenta, el “compa-
los shows televisivos. Finalmente, existen las dre” o “compadrito”, una de las figuras míticas
continuas reediciones de los poemas de los del tango, es imaginado como un rebelde que
autores clásicos4. Este cuerpo heterodoxo de rechaza la aparición de un sistema judicial abs-
textos constituye en sí un campo de análisis tracto regulado y administrado por el Estado.
cultural del que no han estado ausentes los El destino de este hombre se basa, en conse-
más grandes escritores argentinos. Eludir el cuencia, en una ética del “hombre que está solo
tema del tango en la discusión de estilos cul- y que nada espera de nadie” (Borges, 1980: 91).
turales y aspectos de la realidad e identidad Esta temática es posible encontrarla en algu-
nacional parece poco menos que imposible. nos de sus mejores cuentos, pero en sus poe-
Veamos algunos ejemplos ilustres. mas recupera toda su fuerza por la intensidad y
Existe una vertiente interpretativa del tan- la precisión de las imágenes:
go, de la que Borges es el representante más
ilustre, que enfatiza su raíz “pendenciera”. Para el tango crea un turbio
Borges hablar solamente de “pendenciero” no pasado irreal que de algún modo es cierto,
es suficiente, ya que el tango expresa algo más un recuerdo imposible de haber muerto
profundo: “La convicción de que pelear puede peleando, en una esquina del suburbio
ser una fiesta” (Borges, 1980: 89. En ese senti- (Borges, 1972: 152 y 275-96).

Sábato, en un ensayo clásico, nos recuerda


mucho fue publicado en francés un conjunto de tangos
clásicos muy bien traducidos (Deluy, Henri y Yurkie-
que en el tango hay varias unidades temáti-
vich, Saúl 1988 Tango. Une anthologie (París: P.O.L.). cas que es necesario separar (Sábato, 1963).
4 Editorial Torres Agüero en Buenos Aires comenzó,
Observa, en primer lugar, que la tristeza del
en 1977, a publicar, en una coqueta edición de bolsillo, tango debe relacionarse con la nostalgia del
a los más grandes poetas del tango. amor que no puede realizarse solo a través de
Literatura popular urbana 557

una sexualidad descarnada y desprovista del ranza. Esto, explica Soriano, determina que los
verdadero afecto. Por lo tanto, sostiene que jóvenes se alejan del tango para volver después
hay en la poesía del tango “un resentimiento de pasados los treinta años “cuando se advierte
erótico y una tortuosa manifestación del sen- que el callejón no tiene salida” (ibídem). Esta
timiento de inferioridad del nuevo argentino” misma observación ha sido hecha por Cortázar
(Borges, 1980: 15). En segundo lugar, el temor cuando escribe que “los tangos nos vuelven en
al ridículo que compensa con un comporta- una recurrencia sardónica cada vez que escri-
miento violento manifiesta esa “vaga acritud, bimos tristeza, que estamos llovizna, que se nos
esa indefinida y latente bronca contra todo y atasca la bombilla en la mitad del mate” (Cor-
contra todos que es casi quintaesencia del ar- tázar 1989: 85). Estas interpretaciones, como
gentino medio” (:16). En tercer lugar, el tan- tantas otras, confirman la famosa definición de
go como forma literaria y musical encarna Discépolo de que el tango es “un pensamiento
los rasgos esenciales del país que se va ges- triste que se baila”. Dicho de otra manera, el
tando en las primeras décadas de este siglo y tango permite, con sus letras y la cadencia de
que se sintetiza en: “El desajuste, la nostalgia, su música, poner palabras a emociones tan fun-
la tristeza, la frustración, la dramaticidad, el damentales como la tristeza y, por contraste,
descontento, el rencor y la problematicidad” reflexionar sobre la imposibilidad de conseguir
(:19). Finalmente, para Sábato el tango es, una felicidad plena.
también, literatura “metafísica” que permite Nadie puede negar que, quizás, la perma-
reflexionar sobre el paso del tiempo y la muer- nencia histórica del tango como “literatura
te inexorable. popular” que se escucha y se baila, ocasio-
Desde otra perspectiva más calma y serena, nalmente ahora, se deba, simplemente, a este
Osvaldo Soriano nos recuerda que nadie pue- feliz encuentro, en la década del veinte espe-
de ser “un buen argentino sin un buen fracaso, cialmente, entre estas emociones básicas y
sin una frustración plena, intensa, digna de una ciertas formas literarias adecuadas. La uni-
pena infinita”, y agrega: “De eso habla el tan- versalidad de esas emociones a las que todos
go” (Soriano, 1987: 140). Por lo tanto, y de un estamos expuestos y que, en principio, solo
modo lógico, no puede haber tangos que sean requieren de la experiencia vivida, garantiza
alegres, que estén llenos de optimismo y espe- la reproducción en la Argentina de un públi-
558 Eduardo Archetti - Antología esencial

co consecuente y variado. Sin embargo, estoy temáticas diferentes en donde los deseos se
convencido, y trataré de demostrar en este mezclan con los temores, la ira con la pasivi-
artículo, de que el tango permite, de un modo dad, el goce carnal con el abandono, la pasión
evidente, conectar esas emociones con deter- sin límites con el humor, las intrigas con la
minadas creencias y deseos, estados menta- pureza y la riqueza con el oportunismo. Es-
les que tienen una clara referencia cultural. tos temas van a constituir la materia prima
En ese sentido, el tango tiene una función de las historias de los destinos individuales
cultural didáctica, en tanto permite asociar que muchos tangos cuentan. La impresión in-
un código emocional a un conjunto de situa- tuitiva que se obtiene de la lectura de cientos
ciones sociales, en la familia, en el barrio o de tangos es que el objetivo de los autores, a
en el cabaret, conocidas o, al menos, fáciles través de una maraña de casos, entre trágicos
de ser imaginadas por los actores. El tango, y cómicos, fue el de “construir” una suerte de
en este aspecto, es un “discurso” que posibi- “comedia humana” de una ciudad: Buenos Ai-
lita a los individuos tener una perspectiva, a res. El tango es Buenos Aires, la ciudad puer-
la vez mental y cultural, que pueden evocar to mirando el mundo y dando la espalda al
cuando se enfrentan a determinadas situa- hinterland de las provincias argentinas, mu-
ciones o, simplemente, cuando tienen que chas de ellas con su propia música y una poe-
interpretar o comentar situaciones sufridas sía popular distinta. Asimismo, la producción
por terceros. Asimismo, el tango, en tanto li- literaria de decenas de autores, unos más
teratura popular “exitosa”, cuenta “historias” talentosos que otros, puede verse como el
que remiten a emociones más complejas que intento inconsciente de producir un gran poe-
la mera tristeza y la felicidad. El tango alude, ma nacional, en donde, al final, las calidades
claramente, a emociones como el orgullo, la individuales serían menos importantes que el
vergüenza y el honor, y la culpa, centrales en acento y la tonalidad común que se obtiene
la articulación cultural y, por lo tanto, públi- al trabajar sobre temas restringidos. En esa
ca de la identidad individual. dirección, la fuerza de la literatura del tango,
La existencia de distintas versiones e inter- ya advertida por Borges, consiste en el poder
pretaciones indica, sin lugar a dudas, que el y la influencia real que toda poesía “común o
campo discursivo del tango fue incorporando tradicional”, opuesta a la “culta”, tiene sobre
Literatura popular urbana 559

los sentimientos y la conducta popular (Bor- como la “milonguita”, la “madre” y el “compa-


ges, 1980: 93)5. drito”, ayuda a crear una suerte de referencia
La complejidad temática del tango me va a “nacional” para ciertos estereotipos sociales.
permitir comentar las preocupaciones de los El tango como literatura popular llega a tener
letristas, hombres en su casi totalidad, en un tanto vigor que en la autorreflexión intuitiva de
período en donde la “cultura nacional” comien- los argentinos sobre lo “argentino” formará un
za a crearse. Voy a tratar de demostrar que, cuerpo de textos ineludible. Esto es también
en este contexto, los autores de tango están posible porque algunos autores se preocuparán
preocupados, de un modo obsesivo, en hacer especialmente por comentar la situación social
público un discurso “emocional masculino”. y política en general y la decadencia moral de
Esta retórica de las emociones aparecerá mez- la sociedad argentina.
clada a la constitución de una “mitología urba-
na” que, sobre la base de figuras arquetípicas
El contexto histórico del tango
5 Borges escribe que “el dictamen sugiere que la poe- Buenos Aires crece rápidamente de menos
sía común o tradicional puede influir en los sentimien-
de 200.000 habitantes en 1869 a más de un
tos y dictar la conducta. Aplicada la conjetura al tango
argentino, veríamos en este un espejo de nuestras reali- 1.500.000 en 1914. En 1930, la ciudad alcanza
dades y a la vez un mentor o un modelo, de influjo cier- los 3.000.000, de los que 30% son migrantes eu-
tamente maléfico. La milonga y el tango de los orígenes ropeos. En las primeras décadas de este siglo,
podían ser tontos o, a lo menos, atolondrados, pero la vida urbana de Buenos Aires va a cambiar
eran valerosos y alegres; el tango posterior es un resen-
tido que deplora con lujo sentimental las desdichas pro-
radicalmente: estadios de fútbol, burdeles, ca-
pias y ajenas y festeja con desvergüenza las desdichas barets, hoteles de lujo, restaurantes, teatros y
ajenas”. Sin lugar a dudas, Borges prefiere claramente cientos de cafés fueron construidos contribu-
los tangos “compadritos” valerosos a los tangos amo- yendo a cambiar las pautas del tiempo libre y a
rosos que, además, pueden ejercer un influjo maléfico. crear un nuevo mundo fuera de la privacidad de
Será consecuente con este juicio interpretativo: cada
vez que volverá al tango en su poesía lo hará desde el
la casa y las relaciones cercanas en el barrio. El
modelo del honor y la vergüenza de los malevos. Sobre modo de estar y usar el tiempo libre va a consti-
esto volveremos en otra nota más adelante. tuir el foco de la masculinidad de generaciones
560 Eduardo Archetti - Antología esencial

de hombres que llegaron a la edad madura en los bailes de sociedad para las clases privile-
esta época. Hay, en este contexto de expansión giadas. El cabaret, desde un comienzo, no fue
urbana, dos instituciones que rápidamente se un lugar para el entretenimiento familiar como
convierten en el centro de las fantasías y de- lo fueron el circo, el teatro, los cines y los res-
seos: el burdel y el cabaret. Mucho menos que taurantes. Por el contrario, el cabaret posibilita
el burdel, el cabaret va a aparecer como uno de que las fantasías eróticas y los deseos sexuales
los escenarios principales para la construcción puedan expresarse de un modo más libre. El
de la lírica del tango. El tango convierte al ca- baile, la proximidad de los artistas que actúan
baret en un “teatro” en donde destinos perso- y el uso liberal del alcohol permiten la creación
nales y dramas de amor adquieren un sentido de un sentimiento de proximidad y de ruptu-
especial. ¿Qué era lo nuevo del cabaret? ra de normas establecidas. De esta manera, en
Buenos Aires, como Barcelona, Berlín, Vie- sus diferentes variantes, el cabaret se convierte
na, Nueva York, Moscú y Zúrich, importó de en una de las primeras arenas modernas para
París el estilo de entretenimiento del caba- escaparse del control doméstico. En esa direc-
ret6. El cabaret posibilitó experimentar nue- ción, muchas mujeres pueden evadirse del des-
vas formas musicales, entre ellas el tango, y tino impuesto por el culto de la vida doméstica
no solo en Buenos Aires, en un ambiente en y el cumplimiento de las rutinas y esfuerzos de
donde junto al espectáculo había baile y un la vida cotidiana. Muchas mujeres, por lo tanto,
ambiente informal que comienza a cambiar los podrían ser tentadas por la vida nocturna y la
hábitos asociados al tiempo libre. Quizás por posibilidad de ser diferentes.
primera vez, hombres y mujeres, juntos, po- Tania, una gran cantante de tangos en la
dían experimentar ese ambiente informal. El década del veinte, relata de un modo vívido
cabaret apareció como un desafío al culto de la vida del cabaret porteño de la época. De un
la vida doméstica, con sus fiestas familiares y modo enfático dice que su “vida de relación se
incrementó en el ámbito del cabaret”, ya que
“aparte de actuar, teníamos la oportunidad de
6 Para un estudio comparativo del cabaret, véase Se-
gel 1987. Para el cabaret parisino, entre 1870 y 1925, en
una vida social distinta de la de los teatreros,
relación con los café-concert y los salones de baile, ver eternizados en las confiterías, alrededor del po-
Brody 1987. cillo de café”. Esto era posible porque “el caba-
Literatura popular urbana 561

ret era un epicentro social, con el motor de los En este contexto, el tango se convirtió en
ricos que malgastaban su dinero” (Tania, 1973: la música para bailar, y su coreografía inicial
28-29). Tania distingue las “mujeres que van al es una variación imitativa de actos amorosos.
cabaret” en tres categorías bien claras: las ar- El tango se baila esencialmente de la cadera a
tistas, como ella; las milongueras, cuya función los pies y, por ello, podemos decir que desde la
es “alternar” con los clientes y experimentar “el cintura a la cabeza el cuerpo no se mueve, no
amor venal” en una suerte de “ceremonia pa- baila. Sin lugar a dudas, el contacto físico y las
ciente y extendida […] las copas que se toma- alusiones sexuales de “cortes” y “quebradas”
ban durante unos cuantos días y la culminación permiten que el tango, desde sus comienzos,
de la aventura”, y, finalmente, “la querida o la sea visto como un baile eminentemente eróti-
mantenida” (pp. 32-3). Tania comenta que las co que rompe con la monotonía de los bailes
mujeres burguesas “criticaban (a las queridas) de sociedad como los valses, polcas y mazur-
a boca de jarro tanto como las envidiaban se- cas. El cabaret, y el tango asociado a él, per-
cretamente”. Al cabaret se iba con la amante, mite que en un contexto urbano dinámico, con
pero al “teatro iban un día con la esposa y otro una economía floreciente, tanto hombres como
con la amante”7. mujeres tengan la posibilidad de entrar de un
modo diferente a la arena pública creando con
sus elecciones individuales la posibilidad de
7 Id., ibíd., p. 33. En el cabaret porteño no se van a ex-
perimentar las formas artísticas revolucionarias de los nuevos comportamientos y reglas morales más
cabarets europeos. El cabaret porteño es una mezcla
de cabaret europeo, en el sentido de que hay música en
una suerte de show musical y teatro de music-hall. El
cabaret porteño, sin embargo, se puede ver como una to de Aristide Bruant en los cabarets de París, con sus
“amenaza” al orden burgués solo por ser un lugar en músicas y sus letras, es similar al impacto del tango en
donde se crea un espacio “líbidinoso” para las fantasías la sociedad burguesa “pacata” de Buenos Aires. Bruant
eróticas masculinas y femeninas. En ese sentido está canta, narra historias de crimen, alcohol, decadencia
más cerca del cabaret de Nueva York. El cabaret euro- moral y prostitución en los bajos fondos de París. De
peo es como un carnaval explosivo en donde se explo- esa manera, confronta a la sociedad parisina con una
ran nuevas formas artísticas en el teatro, la pintura y la imagen que se pretendía negar (cf. Segel, op. cit., pp. 48-
música. El tango argentino entrará al cabaret europeo 66). Los grandes poetas de tango en Buenos Aires cum-
bajo la forma de “música erótica” para bailar. El impac- plen, de alguna manera, la misma función de Bruant.
562 Eduardo Archetti - Antología esencial

relajadas8. No es casual, en consecuencia, que va a proponer al hombre y a la mujer un mundo


el cabaret pasara a ser el escenario clave en la en donde lo fundamental es poder realizar la
construcción literaria de la época y no solamen- felicidad sentimental. Por ello, el análisis de la
te en el tango. Muchos sainetes criollos, nove- literatura del tango permite no solo “descubrir”
las y relatos populares que elaboran los temas esos valores y evaluaciones masculinas, sino
del amor, la pasión, los deseos y la felicidad también encontrar códigos culturales más am-
van a reflexionar sobre esta “institución”, so- plios y modos de evaluación moral existentes
bre sus participantes y sobre las consecuencias en el Buenos Aires de comienzos de siglo.
negativas para la moral de la época. El cabaret,
por lo tanto, al definirse como una ruptura con
lo establecido invita a una reflexión masculina La pérdida de la felicidad: el
sobre la mujer, sus bondades, sus cualidades hombre entre la “milonguita”
sentimentales y morales, sobre su constancia y la madre
y fidelidad emocional, sobre su desinterés y su
profundo egoísmo. Todo esto ocurre en el con- Las letras del tango presentan una reflexión so-
texto histórico de la sociedad urbana argentina bre los distintos tipos de amor: el amor como
en donde, según Sarlo, comienza a dominar en deber, el amor como pasión, el amor concebi-
la narrativa popular la idea de un mundo so- do como una profunda amistad y, finalmente, el
metido al “imperio de los sentimientos” frente amor romántico. Todo esto a través de un len-
a otras pasiones como el logro del poder o la guaje en donde los letristas tratan de encontrar
fama (Sarlo, 1985: 110). No es casual, entonces, un balance entre las formas poéticas modernas
que el logro de la felicidad se perciba como y el vocabulario y los modismos populares. En
un tipo de compromiso existencial “privado”, esa dirección, el “lunfardo” se usará profusa-
entre dos seres humanos, libre de las pasiones mente junto con modificaciones ortográficas
“públicas”, como el poder y la fama. El tango que, algunas veces, provienen del hecho de que
el tango no solo se lee, sino que se dice, se can-
8 Sobre el impacto “negativo” del tango y del cabaret
ta (Romano, 1991: 12). El tango, nacido como
en la sociedad burguesa neoyorquina de comienzos de música a fines del siglo XIX, con letras anóni-
siglo, véase Erenberg, 1981: 83-4). mas procaces y de mala calidad, pasa a ser “es-
Literatura popular urbana 563

crito” de distinta manera en 1917 con el primer percanta que me amuraste


tango canción, Mi noche triste de P. Contursi. en lo mejor de mi vida
Esta letra abre un campo discursivo nuevo, ya dejándome el alma herida y espinas en el cora-
que, por primera vez, un hombre cuenta, en un zón…
tono profundamente intimista, la historia de un
fracaso sentimental9. El texto comienza con un y continúa con la nostalgia que le produce su
profundo quejido amoroso: ausencia:

cuando voy a mi cotorro


9 Sarlo, al comparar la presentación de los “bajos y lo veo desarreglado,
fondos” en las novelas semanales y en el tango, escribe: todo triste, abandonado,
“Los bajos fondos del tango tienen un lugar más amplio me dan ganas de llorar…
para sentimientos como la melancolía, la nostalgia e,
incluso, el perdón. Engañadas por sus hombres, las mu-
jeres llegan al mundo de la milonga para traicionarlos, El narrador no llega a entender por qué su
pero también para vivir allí, en ocasiones, una pasión pasión no fue correspondida con la misma
que las redima por lealtad a un nuevo macho. Las na- intensidad. Esto, de un modo no intencional,
rraciones semanales no se abren a esta posibilidad, aje- genera una situación asimétrica de subordi-
nas al modelo de felicidad y de amor que diseñan. Un
campo sin égloga y sin el romanticismo de la nostalgia, nación en donde el riesgo que se corre es, ca-
bajos fondos sin la pasión de la lealtad y el coraje: las sualmente, el de perder la identidad: él llora,
narraciones semanales quedan al borde de algunos de no puede dormir, no tiene consuelo, repite ri-
los grandes temas ideológico-míticos de los años vein- tuales que hacían juntos y vive con la ilusión
te” (Sarlo, op. cit.). Esta observación penetrante rinde
de su regreso (“no puedo cerrar la puerta, /
justicia al papel del tango en la discusión pública de
la época. El tango, con sus textos, participa, directa- porque dejándola abierta / me hago ilusión
mente, en los debates sobre el amor romántico frente
al amor doméstico, sobre el rol de la sexualidad en las
relaciones amorosas, sobre la importancia del placer simplemente, el mantenimiento de la moral tradicional.
y la autonomía personal, sobre los límites y las posi- El tango comenta y cuenta historias de ruptura de esa
bilidades de la emancipación femenina, sobre las rela- moral tradicional en donde existen, codo a codo, la trai-
ciones filiales y el amor materno, y, por último, sobre ción, el pecado, la muerte, el abandono, la prostitución
la importancia de la familia. Pese a que esta literatura y el alcoholismo. Nada de esto puede obviamente servir
tiende a moralizar, no se ofrece una solución que es, a la causa de la “moralidad burguesa” de la época.
564 Eduardo Archetti - Antología esencial

que volvés”)10. La misma problemática apare- ¿qué me queda ya a mis años si mi vida está en
ce en el tango Amurado (1927, J. de Grandis) su amor?
en donde el hombre abandonado cuenta su cuántas noches voy vagando, angustiado, silen-
gran dolor: cioso,
recordando mi pasado con mi amiga la ilusión
(Romano, 1991: 131-2).
si me faltan sus caricias, sus consuelos, sus ter-
nuras,
En Farolito de papel (1930, F. García Jiménez),
10 Muchos de los grandes escritores argentinos han
el amor fue como promesas que nunca llega-
utilizado el tango como forma literaria y como pretexto ron a cumplirse. El amor aparece como frágil,
para decir cosas que, supuestamente, este “lenguaje” de poca duración, como un “farolito de papel”;
consiente. El tango permite, por lo tanto, no solo la ya solo el sufrimiento va a quedar en pie (Ro-
intratextualidad, el diálogo entre poesía culta y poesía
mano, 1991: 186-7). Uno de los tangos clásicos,
popular, sino poder expresar “sentimientos y emocio-
nes tangueras” (sobre la intertextualidad véase: Cam- que recorrió el mundo entero por la capacidad
pra, 1988: 19-32. Los ejemplos más notables son Borges sugestiva de su música, La cumparsita (1924,
y Cortázar. Borges ha siempre elegido las milongas y P. Contursi y E. P. Maroni), elabora la misma
los tangos de compadres. En las hermosas milongas de problemática, pero aquí el abandono es total.
su libro Para las seis cuerdas (1972) encontramos los
cuchilleros, los Ibarra, los Muraña, los Chiclana, don
No solo la mujer lo deja, sino hasta los amigos
Nicanor Paredes, personajes valerosos que saben ma- no vienen más a visitarlo porque con sus quejas
tar por causas de honor, y que están en otros cuentos y continuas el hombre abandonado se ha vuelto
otros textos. Borges dice que “entre las cosas hay una / insoportable (Romano, 1991:64).
de la que no se arrepiente / nadie en la tierra. Esa cosa
Los ejemplos podrían multiplicarse, pero me
/ es haber sido valiente. / Siempre el coraje es mejor, /
la esperanza nunca es vana” (: 282). El estilo “tanguero” parece que lo central en estos textos es ver el
de Cortázar, en su hermoso libro Con tangos (1985), amor como pasión, como algo irrealizable: se
por el contrario, va a ser intimista y tendremos tristeza, ama tanto, con tanta intensidad, que los riesgos
melancolía, depresión (la “mufa” argentina), exilio, re- de no ser correspondido son muy grandes. A la
cuerdos, el Buenos Aires que ya no es y se fue. El final
de su libro es una clara muestra de su manera de ver el vez, y no debemos olvidarlo por un momento,
tango: “La frase terrible de Franz Schubert: ¿Ustedes hay una revalorización de la sexualidad y del
oyeron alguna vez una música alegre? Yo no” (p. 81). amor sensual. La mujer es la que abandona, la
Literatura popular urbana 565

que no puede más, la que, podemos imaginar, convertido en “milonguita” y el cabaret con sus
no puede corresponder con la misma pasión tentaciones no ha aparecido.
que el hombre manifiesta. No sabemos adónde Entre 1917 y 1923, diversos autores clásicos
las mujeres se van y, aparentemente, el amor van a escribir un conjunto de tangos en donde
a otros hombres no es la razón del abandono. el “imperio de los sentimientos” se traslada de
La debilidad y la fragilidad del hombre aban- la intimidad de la casa y el anonimato del ba-
donado y triste alcanzan en este tipo de tangos rrio al cabaret, lugar en donde se dan la mano
un hondo patetismo. Es importante, al mismo “el lujo y la lujuria”. La mujer que no puede
tiempo, recordar que, en todos los casos, se amar como el hombre se convierte en la “mi-
tiene la sensación de que estamos frente a una longuita” y al hacerlo posibilita que los juicios
“pareja consensual”, ya que, en ningún momen- morales sobre su comportamiento sean más
to, se habla de una “pareja casada”, modelo severos. Veamos algunos ejemplos. En Mano a
dominante según las leyes y las convenciones mano (1920, C. Flores), un texto de gran con-
sociales en la Argentina de esa época. Siempre densación dramática, el tema del abandono
la mujer deja una casa, un “bulín” o una “pie- y la tristeza dominan, pero ya aparecen otros
za”. Tampoco el hombre se queda con sus hijos importantes: el de las relaciones sexuales pre-
y en ningún caso estos aparecen. No sabemos maritales (“tu presencia de bacana, puso calor
nunca qué es lo que ocurre con la mujer. Con- en mi nido”), el de las pretensiones “milon-
secuentemente, la imagen del hombre no es la gueras” de gozar de la vida, tener dinero y ser
de un “hombre fuerte” que abandona y controla mantenida como amante (“que el bacán que te
la situación o que, llegado el caso, reacciona acamala tenga pesos duraderos”). Este texto es
con suma virilidad. Aquí estamos en presencia paradigmático; el narrador está profundamen-
de un hombre sinceramente apasionado que, te convencido de que ella lo ha querido y que,
al entender la intensidad de sus sentimientos, además, ha sido “buena y consecuente”. Su
puede llegar a comprender por qué la mujer perdición ha sido “la milonga entre magnates
puede dejarlo. Dada esta situación, la reco- con sus locas tentaciones”. Aquí aparecen, por
mendación es que lo mejor que se puede hacer lo tanto, los encuentros casuales y el cabaret
es tratar de olvidarla. En estos tangos, profun- como la razón principal del abandono. Este
damente intimistas, la mujer todavía no se ha tango no cuenta una historia amorosa llena de
566 Eduardo Archetti - Antología esencial

pasión, sino que describe la existencia de un Esta situación real de las “milonguitas” y
amor tranquilo que, con el tiempo, puede trans- las “queridas” se convierte, así, en otro de los
formarse en amistad. El hombre abandonado temas centrales de tangos clásicos que no han
no duda que llegado el momento: dejado de cantarse hasta ahora: Flor de fango
(1917, P. Contursi), Margot (1919, C. Flores),
si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo Zorro gris (1920, F. García Jiménez), El moti-
acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo vo (1920, P. Contursi), Ivette (1920, P. Contur-
p’ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión si), Milonguita (1920, S. Linning), Pompas de
(Romano, 1991: 39). jabón (1925, E. Cadícamo), ¡Che papusa, oí!
(1927, E. Cadícamo), Muñeca brava (1928, E.
Esta transformación ideológica en donde se Cadícamo), Milonguera (1929, J. M. Aguilar),
concibe que el amor puede llegar a ser, tam- Mano cruel (1929, A. Tagini) y ¿Sos vos? ¡Qué
bién, amistad, es muy importante, según Luh- cambiada estás! (1930, C. Flores). ¿Quién es
mann, en el pasaje paulatino a una concepción esa mujer que, paulatinamente, ha de conver-
romántica del amor (Luhmann, 198: 127). El tirse en una figura mitológica del tango? La “mi-
hombre de este tango no ha perdido su “ho- longuita” es una mujer joven, soltera, que viene
nor”, solo constata la imposibilidad de seguir de un barrio y trata de olvidar su pasado y su
amándola como antes. No hay lugar para la origen social, que, al menos, ha amado una vez,
pérdida de la identidad como en los textos an- que es especialmente sensual, muy conscien-
teriores, ni para la idea de la venganza que apa- te de sus atributos físicos, y que se comporta
rece en otros tangos; es, de un modo claro, un con esa seguridad y desenfado que, en la per-
amor tranquilo y balanceado. Al mismo tiempo, cepción masculina, solo la belleza puede dar.
estos textos anticipan una mujer que se escapa El tango “mítico” Milonguita comienza: “¿Te
de esa tranquilidad para experimentar un nue- acordás, Milonguita? Vos eras / la pebeta más
vo estilo de vida. Aparece ya la imagen de una linda ’e Chiclana”, y es, en la actualidad, “flor
mujer autónoma que, aunque puede ser enga- de lujo y de placer, flor de noche y cabaret” y
ñada, sabe lo que quiere y está dispuesta a co- en Ivette, para que no queden dudas, se nos re-
rrer ese riesgo. Estos tangos van a poner a esta cuerda que ella fue “el encanto de toda la mu-
mujer en el centro de sus reflexiones. chachada” (Romano, 1991: 42-41). En ¡Che pa-
Literatura popular urbana 567

pusa, oí! se nos recuerda que es una “muñeca”, En Mano cruel, Tagini comienza diciendo que
que se pasea con la seguridad y el desenfado era “la piba mimada de la calle Pepirí” y “era
“de una dama de gran ‘caché’” y que es “linda linda y buena”; por sus encantos muchos sus-
[…] con ojos picarescos de ‘pipermint’ / de piraron, hasta que un día fue seducida por un
charla afrancesada, pinta maleva, / y boca pe- “vil ladrón” que la llevó del barrio al centro, a
cadora, color carmín” (Romano, 1991:130-131). la riqueza y la convirtió en su “querida”. Casual-
Pero pese a su independencia real, la mu- mente, el narrador la vuelve a ver a la salida de
jer en las historias de “milongueras” y “milon- una fiesta “de oropel” con la cara afligida y adi-
guitas” puede aparecer seducida por un hom- vina que su alma está atravesada por una gran
bre y por la atracción que ejerce el dinero y el pena. Él se imagina que, con toda seguridad,
lujo representado por el cabaret. En Margot, ella quisiera volver a lo que era antes de salir de
la descripción es perfecta: ha “nacido en la su barrio, pero piensa que no es posible, porque
miseria de un convento de arrabal”, eso pue- “la primavera de tu vida ya se fue / hoy ya no
de verse en la manera de sentarse o charlar, sos la linda piba que mimó la muchachada de
observa el narrador, ahora “mientras triunfan la calle Pepirí” (Romano, 1991: 164). El mismo
tu silueta y tu traje de colores / entre risas tema, la pureza, la belleza y la frescura que se
y piropos de muchachos seguidores / entre pierden, aparece también en Milonguita: “Los
el humo de los puros y el champán de Arme- hombres te han hecho mal, / y hoy darías toda
novil” (el nombre de un cabaret famoso de tu alma / por vestirte de percal” (un vestido de
la época), la vida le sonríe, ha cambiado su algodón que representa la pureza del barrio)
nombre de Margarita a Margot, y todo lo hizo y “cuando sales a la madrugada, / Milonguita,
por su voluntad: de aquel cabaret, / toda tu alma temblando de
frío / dice: ¡Ay, si pudiera querer!”. Pero volver
no fue un guapo haragán ni prepotente, a amar como antes es imposible y su destino
ni un cafishio de averías el que al vicio te largó es un sentimiento de soledad muy profundo:
vos rodaste por tu culpa, y no fue inocentemente: “¡Ay, qué sola, Estercita, te sientes! […] / Si llo-
berretines de bacana que tenías en la mente rás […] dicen que es el champán!…” (Romano,
desde el día en que un magnate cajetilla te afiló! 1991: 42-43).. En Zorro gris, García Jiménez
(Romano, 1991:134). escribe con la fuerza que caracteriza su poesía:
568 Eduardo Archetti - Antología esencial

cuántas noches fatídicas de vicio “verdaderos” y estables; el amor como pasión,


tus ilusiones dulces de mujer convertido en una síntesis de placer y amistad
como las rosas de una loca orgía sincera con el tiempo, era todavía una alter-
las deshojaste en el cabaret […] nativa viable en los tangos que presentamos
Al fingir carcajadas de gozo
anteriormente.
ante el oro fugaz del champán
En estos ejemplos, que podríamos multi-
reprimías adentro del pecho un deseo tenaz de llorar.
Y al pensar, entre un beso y un tango, plicar sin demasiados problemas, el narrador
en un humilde pasado feliz, contrapone su propia imagen, la de un hombre
ocultabas las lágrimas santas genuinamente enamorado y “virtuoso”, con la
en los pliegues de tu zorro gris falta de sinceridad y desinterés, no solo de la
(Romano, 1991:36). “milonguita”, sino también de los hombres que
le “ofrecen todo” y, fundamentalmente, una vida
La moral de estos tangos es clara: preferir el de riqueza. La riqueza, el dinero más concreta-
lujo a los “verdaderos sentimientos”, al “amor mente, adquiere tonos negativos. Aparentemen-
verdadero” y a la autenticidad que se vive en te, la generalización del uso del dinero y el logro
el barrio es elegir un destino en donde la fe- de la riqueza material no solo no produce una fe-
licidad es transitoria porque, antes que nada, licidad automática, sino que, además, se puede
la belleza no es eterna. Aquí, obviamente, el convertir en una fuente de “corrupción moral”.
amor sensual y sexual a la vez, desprovisto Estos tangos son una visión nostálgica de un
del ennoblecimiento que proviene del respeto mundo que se va y con él las relaciones basadas
mutuo y la reciprocidad, solo garantiza sufri- en la lealtad de la familia y la amistad. Frente a
miento y decadencia moral a largo plazo. La esto, los cambios señalan el parto de un mun-
sexualidad pura, la maximización del gozo, no do urbano en donde los bienes, los placeres y
solo se percibe como algo superficial y pasaje- el poderse articulan a través de la posesión del
ro, sino que claramente alude a una caída irre- dinero. El tango, ilustrado de un modo especial
mediable. En este discurso, el cabaret provee con la historia de las “milonguitas”, enfática-
de un contexto favorable para la autonomía, mente dice que el dinero es fuente de dolor, de-
pero, al mismo tiempo, representa un espacio cadencia a largo plazo y una profunda soledad
en donde no hay lugar para los sentimientos moral para quien se ha dejado seducir por él.
Literatura popular urbana 569

En este mundo de apariencias y falsedades que triunfás porque sos apenas


impide la consolidación de una imagen positiva embrión de carne cansada
del amor romántico, basado en la sexualidad y porque tu carcajada
y en la comprensión mutua, los castigos serán es dulce modulación.
Cuando implacables los años
evidentes. El tango presagia para “milonguita”
te inyecten sus amarguras […]
un final para nada feliz. En Milonguita, Ester-
ya verás que tus locuras
cita queda sola y su consuelo es su profundo fueron pompas de jabón
lamento por haber dejado de querer. En Mano a (Romano, 1991:84).
mano, la amistad que su antiguo enamorado le
promete es para “cuando seas descolado mue-
En Mano cruel, luego del encuentro fortuito a
ble viejo / y no tengas esperanzas en el pobre
la salida de una fiesta, como hemos visto antes,
corazón” porque sus triunfos fueron “pobres
el narrador filosofa:
triunfos pasajeros” (Romano, 1991:39). En Flor
de fango, la vida de falsedades de una “querida”
hoy ya no sos la linda piba que mimó
solo le garantiza que “a fuerza de desengaños /
la muchachada de la calle Pepirí,
quedaste sin corazón” y “fue tu vida como un aquella calle donde yo te conocí
lirio / de congojas y martirios” (Romano, 1991: y donde un mozo soñador tanto te amó.
33). En El motivo, Contursi escribe que la “mi- Mintió aquel hombre que riquezas te ofreció,
longuera” en el pasado tuvo a la gente “loca” con mano cruel ajó tu gracia y tu virtud;
y solo con su mirada (el poder de la mirada) eras la rosa de pujante juventud
supo conquistar las pasiones por doquier, pero, que hurtó al rosal el caballero que pasó
ahora, al final de su carrera, “no tiene quién se (Romano, 1991: 165).
arrime / por cariño a su catrera, / pobre paica
arrabalera / que quedó sin corazón” y solo pue- En Milonguera, luego de una vida agitada, en la
de vivir de “las nostalgias de otros tiempos / de búsqueda desesperada de placeres, queda sola
placeres y de amores. / Hoy solo son sinsabores y abandonada y “de tus trenzas en la historia /
/ que la invitan a llorar!” (Romano, 1991: 38). En ni las hebras quedarán, / que perduren tu me-
Pompas de jabón, Cadícamo produce un texto moria / a los que te llorarán”, o sea, su madre y
de una moralidad apocalíptica cuando dice: su novio soñador (Romano, 1991:167).
570 Eduardo Archetti - Antología esencial

Pero, asimismo, hay unos pocos tangos que yo prefiero un auto de alquiler
proponen un código de conducta y comporta- (Romano, 1991:113-114).
mientos concretos para impedir que el desti-
no inexorable de “milonguita” se cumpla. Una En ¡Atenti, pebeta! (1929, C. Flores), una jo-
actitud, posible y aconsejable, es la de resistir ven, que se supone bella y muy sensual, hace
activamente, con una clara conciencia del lu- un viaje al centro, el lugar en donde los peligros
gar al que se pertenece y la fidelidad al hombre acechan, y para evitar ser seducida tiene que
que se ama. Frente a Margot se construye el ser indiferente, tiene que caminar “funando el
ideal de la mujer pura con un nombre más que suelo, / arrastrando los fanguyos y arrimada a
significativo: Gloria (1927, A. J. Tagini). Gloria la pared”, no tiene que prestar atención a los
reflexiona: hombres elegantes que ha de encontrar, pero,
sobre todo, tiene que mostrar recato en la ma-
tenés vento, sos un gran señor… nera de vestir:
pero a mí no me vas a engrupir
con tus frases de mentido amor, abajate la pollera por donde nace el tobillo,
perdés tiempo, ya podés seguir. dejate crecer el pelo y un buen rodete lucí,
comprate un corsé de fierro con remaches y tor-
Reivindica su amor sincero por alguien que es nillos
como ella: y dale el olivo al polvo, a la crema y al carmín

mi pibe no es bacán de baton y, por último, rechazar el alcohol:


pero, has de saber, tiene corazón
y yo soy para él; pues bien ya la sé, tomá leche con vainillas o chocolate con churros,
no hay gloria mayor que la del amor… aunque estés en el momento propiamente del vermut
(Romano, 1991:113-114).
y, finalmente, dice:
Estos tangos ilustran las preocupaciones, los
no quiero farras ni champán deseos, las fantasías y las evaluaciones mora-
ni vivir en un petit hôtel les de un tipo de hombre que se expresa a tra-
y a la voiture que vos me das vés del tango. ¿Quién es ese hombre tipo que
Literatura popular urbana 571

podemos descubrir a través de las voces de los idea de “sentimientos verdaderos” y no al se-
narradores? Es posible imaginar un hombre guimiento de normas impuestas a la pareja. El
maduro, de mediana edad, soltero, que vivió su amor romántico pasa así a ser el único funda-
juventud en el barrio, pero que pasa su tiem- mento de la vida de pareja y, eventualmente,
po libre en el centro, que ha tenido grandes del matrimonio. Aquí podemos ver, con toda
amores y arrastra, con los años, sus penas y su claridad, que sobre la idea de la falsedad de la
nostalgia por un tiempo pasado que difícilmen- “milonguita” se construye un mundo de trans-
te ha de volver. Esto permite aislar un mundo formaciones semánticas en donde el “amor”
urbano especial, en el que este hombre está es el único y verdadero motivo para elegir una
junto a la “milonguita” en un contexto margi- compañera o un compañero. En esa dirección,
nal, enfrentado a la moral vigente de la época y especialmente por el tono intimista de la lí-
en donde reinan el modelo de la familia y la rica del tango, los básicos elementos de esta
vida familiar tradicional. Es un hombre que construcción ideológica del amor son la inti-
ama, que quiere amar, que acepta fácilmente midad sexual, la amistad, la existencia de una
entrar en relaciones sexuales premaritales, verdadera empatía y la búsqueda del placer. La
que pocas veces se casa o se plantea casarse distorsión de alguno de estos elementos, como
y no ha tenido hijos. Es, sin lugar a dudas, un el énfasis exclusivo en los placeres de la se-
hombre que vive la imposibilidad de realizar xualidad, implica que esta unidad básica emo-
el ideal del amor romántico, compartido y si- cional se rompe, originando procesos que aca-
métrico. En esta descripción, la felicidad no rrean la infelicidad, la soledad y el abandono.
puede realizarse y, quizás, el secreto resida en Esta universalización del amor romántico, que
la ruptura del tipo de moralidad que se asocia no solo se encuentra en el tango y en el Bue-
al amor tradicional. Frente a la idea tradicio- nos Aires de esa época, necesita la definición
nal de amor, vinculada íntimamente a la idea de un “yo”, de un individuo en condiciones de
de un “deber” moral o social, el tango elabo- elegir, mejor, que puede efectivamente esco-
ra y comenta positivamente sobre la posibili- ger, y que está a la búsqueda de su desarrollo y
dad de comportarse en asuntos amorosos de realización sentimental personal. Lo que se ne-
manera totalmente libre. La fidelidad, cuando cesita es, simplemente, dos seres “iguales” en
aparece como problema, está asociada a una condiciones de elección en concordancia con
572 Eduardo Archetti - Antología esencial

sus sentimientos verdaderos. De esta manera, cantante Azucena Maizani, hay una clara defen-
se crea una gran tensión entre un individuo sa del comportamiento de la “milonguita” (Go-
que puede ejercer su libertad, pero para quien bello y Bossio, 1979. Su autora, la única mujer
su realización depende de otros, es decir, que que produjo una serie de tangos clásicos en
su libertad y su autorrealización sentimental la época considerada, que firmaba los tangos
pasan por relaciones interpersonales exito- con los seudónimos Mario Castro y Luis Mario,
sas, por otros relevantes “yos”. Esto, el tango opone el placer al dolor y la virtud:
muestra, es difícil de conseguir ya sea por la
existencia de “milonguitas”, pero también por se va la vida…
la presencia de hombres “falsos”, los “bacanes” se va y no vuelve…
de tantos poemas, que solo buscan el mero pla- Escuchá este consejo:
cer sexual y, para ello, tienen la gran ayuda del si un bacán te promete acomodar,
entrá derecho viejo
dinero. El tango abre dos soluciones: la maxi-
mización del placer y la sensualidad y la vuelta
y, por lo tanto,
al deber, al amor concebido bajo la forma del
amor filial. Veamos esto más de cerca.
pasan los días,
El cabaret, casi por definición, como hemos
pasan los años,
visto, no es el lugar ideal para realizar las ideas es fugaz la alegría…
y las expectativas vinculadas a la concepción No pensés en dolor ni en virtud!
del amor romántico. En los textos analizados Viví tu juventud!
subyace el problema del control de la mujer,
de la “milonguita” que se escapa del tipo de re- Carnelli le advierte a la “milonguita” sobre las
laciones que, por su proximidad e intensidad, trampas del amor que promete un hombre, lo
implican una cierta vigilancia social y un relati- que la puede llevar al desengaño:
vo compromiso moral: el novio, los amigos, el
barrio en general y la madre, sobre la que vol- Decí, ¿pa qué querés
veremos más adelante. De los tangos clásicos, llorar un amor
solo en Se va la vida (1929, M. L. Carnelli), que y morir, tal vez,
fuera por años el caballito de batalla de la gran de desesperanza?
Literatura popular urbana 573

La vida, además, es transitoria, y lo mejor es Contursi escribe que la “milonguita” no tenía


pasarla bien: en el mundo un cariño ni un consuelo, ya que
le faltaba el amor de su madre (Romano, 1991:
Se va, pebeta… 39). La imagen patética más lograda es la que
¿Quién la detiene?
encontramos en el tango Margot cuando en su
¡Si ni Dios la sujeta!
último verso podemos leer:
Lo mejor es vivirla y largar
las penas a rodar
(Gobello y Bossio, 1979: 29) Ahora vas con los otarios a pasarla de bacana
a un lujoso reservado del Petit o del Julien;
Es especialmente claro que Carnelli se refiere, y tu vieja, pobre vieja, lava toda la semana
explícitamente, al hecho de que la “milongui- pa’poder para la olla con pobreza franciscana
en el triste conventillo alumbrado a querosén
ta” no debe pensar en sufrir, ni tampoco en la
(Romano, 1991: 35).
virtud, basada en la castidad y la pureza. Ella,
por el contrario, enfatiza el abandono de estos
Claramente, el abandono de la madre ilustra
valores, los que, de alguna manera, aparecen
de manera dramática, por una parte, la crisis
impuestos por la moralidad reinante. Aparente-
del amor filial y, por otra, el rechazo a lo que
mente, hay otro tipo de felicidad que no provie-
ella representa: el barrio, la pobreza, orígenes
ne de esta moral ni del amor romántico y que,
sociales oscuros, ausencia de futuro y, sobre
simplemente, se asocia a la vida de riqueza que
todo, la fidelidad de un amor generoso que da,
un “bacán” puede prometer y asegurar. No hay
sin, necesariamente, pedir algo en retorno. En
evaluaciones negativas, sino la constatación de
Milonguera (1929, J. M. Aguilar) podemos leer
que esta salida garantiza su libertad.
en los primeros versos:
La otra solución es, obviamente, aceptar el
ideal que deriva del comportamiento mater- Milonguera de melena recortada,
no, del amor maternal, cristalizado en la figura que ahora te exhibes en el “Pigall”.
de la “madre” que sufre. La “madre” como la No recuerdas tu cabeza coronada
contrapartida ejemplar al comportamiento de por cabellos relucientes sin igual.
la “milonguita” va a aparecer, tempranamente, Acordate que tu vieja acariciaba
en la poesía del tango. Ya en Flor de fango, P. con sus manos pequeñitas de mujer
574 Eduardo Archetti - Antología esencial

tu cabeza de muchachita alocada… licidad pasa de manera evidente por la conso-


que soñaba con grandezas y placer. lidación de un hogar a través del matrimonio:

Aquí los contrastes se construyen sobre la acordate de aquel novio enamorado


base del pelo corto, a la moda en esa época, que luchaba por formarte un buen hogar
que anuncia provocación y atracción, y el pelo y que tímido, feliz y mal confiado
colocaba tu recuerdo en un altar
largo que se asocia a la pureza, y, obviamente,
(Romano, 1991: 167-168).
sobre todo la ternura del amor maternal, exa-
cerbado por la suavidad de las manos peque- La madre representa, sin lugar a dudas, el
ñas. El tango continúa con el cumplimiento de tipo de amor fundado en el deber moral. Una
la premonición: importante consecuencia de este énfasis es
la ausencia del padre como figura que repre-
una noche te fugaste senta el amor familiar y sintetiza los valores
del hogar que te cuidó…
tradicionales de la autoridad doméstica. El
y a la vieja abandonaste
padre está totalmente ausente del tango, así
que en tu vida te adoró.
como los narradores, uno tiene la impresión,
Otro tema que este tango explora es el de la no se convertirán jamás en padres. Uno de
inocencia y la confianza de las madres en lo los tangos clásicos, de los que todo argentino
que hacen los hijos: la madre sabe que la hija que se precie de tal recordará alguno de sus
la abandonó, pero no está al tanto de su nueva versos, es, sin duda, La casita de mis viejos
vida placentera: (1931, E. Cadícamo). En el título se anticipa
que se va a hablar de los dos, de la madre y
Milonguera de melena recortada del padre, ya que la casa es de “los viejos” en
que antes tenías hogar feliz, plural. El texto es una historia paradigmática.
no recuerdas a tu viejita amargada El hijo vuelve a su barrio después de muchos
que ignora todavía tu desliz. años, se supone un poco arrepentido por ha-
ber abandonado, hace mucho tiempo, a sus
Aquí el amor maternal se asocia con la idea de padres: “Vuelvo cansado a la casita de mis vie-
hogar y de felicidad. La reproducción de esa fe- jos, / cada cosa es un recuerdo que se agita
Literatura popular urbana 575

en mi memoria”. ¿Quién le abre la puerta? Es sente. El hombre arrepentido, no solo la “mi-


el viejo criado que no lo reconoce. Uno espe- longuita”, puede esperar de la madre el perdón.
ra que irá al encuentro de los “viejos”, pero Saber perdonar, olvidar las ofensas, convertir,
no, solo está la “vieja” en la casa. Uno puede en última instancia, el sufrimiento en una vir-
suponer que el padre o está muerto o no está tud y en una suerte de victoria emocional es,
o, simplemente, no importa. El encuentro con sin lugar a dudas, en la poesía del tango, un
la madre estará cargado, ciertamente, de un atributo exclusivamente materno. Veamos al-
hondo dramatismo: gunos ejemplos. En Nunca es tarde (1925, C.
Flores), leemos:
Pobre viejita la encontré
enfermita; yo le hablé Todavía estás a tiempo de pegar el batacazo
y me miró con unos ojos… más debute y provechoso que podés imaginar
Con esos ojos andá a verla a tu viejita, dale un beso y un abrazo
nublados por el llanto, y llorando preguntale si te quiere perdonar
como diciéndome: ¿por qué tardaste tanto? (Ulla, 1982: 49).
Ya nunca más he de partir
y a tu lado he de sentir
el calor de un gran cariño… En Madre (1922, V. Servetto), el narrador, un
hombre pecador, vuelve siempre al amor de
El poema concluye con lo que creo, sin temor a su madre, que es lo único que puede redimirlo
equivocarme, es la síntesis de esta perspectiva (Ulla, 1982: 48)
sentimental: La pregunta obvia, frente a este texto, es
¿por qué esto ocurre? No creo que haya una
Solo una madre nos perdona en esta vida. sola respuesta, pero me inclino a pensar que la
Es la única verdad! figura de la madre y de su sufrimiento permite
Es mentira lo demás elaborar el tema del amor como deber moral,
(Romano, 1991: 222-223). como una virtud esencialmente femenina. En
esa dirección, no se puede pensar una madre
Hay otros textos que también pueden conside- sin los valores concomitantes de “pureza”,
rarse clásicos en donde esta temática está pre- “sinceridad”, “generosidad” y “fidelidad”. Su
576 Eduardo Archetti - Antología esencial

amor es la “única verdad”, lo único que resiste to de la “milonguita” se puede ver, del modo
al paso del tiempo. El hombre, aparentemente, más descarnado posible, la desvinculación de
no tiene o no representa esas virtudes. Cuando la sexualidad no solo de las funciones repro-
ama, o cuando se representa, como hemos vis- ductivas, sino de un amor basado en la moral,
to anteriormente, el amor romántico, no se tra- en el deber, en la imposición de la fidelidad
ta de un amor “puro”. El hombre puede llegar a frente a los deseos inmediatos. En Soy un
amar verdaderamente y con generosidad, pero arlequín (1928, E. S. Discépolo), la imagen
es un amor sensual y sexual. Hay un “interés” de la “milonguita” se asocia claramente a la
guiado por la búsqueda del placer. La madre y de Magdalena, ya que el hombre soñó que
su amor iluminan un campo emocional en don- era Jesús para poder salvarla. Trató de vivir
de no hay cálculo, no hay una doble intención, su amor con la esperanza de la salvación,
todo se presenta como formando parte de un de sacarla del mundo pecaminoso en el que
mundo en donde reina el desinterés. Es una vive, pero solo se quedó con la desilusión del
suerte de amor absoluto no mediado por se- abandono. Esto ocurrió de esta manera por-
gundas intenciones ya que, todo lo demás, in- que “eras mujer […] Pensé en mi madre / y me
cluido el amor a otra mujer, es, aparentemente, clavé…” (Romano, 1991: 152). Solo la madre
“pura mentira”. es garantía de fidelidad. En este contexto in-
El amor de la madre, por lo tanto, va a re- terpretativo, no tenemos que olvidar, por un
presentar esa pureza que solo se realiza en solo momento, que la soledad de “milonguita”
el mundo ideal del amor moral. Para el amor es también explicable porque no puede reali-
de la madre se supone que no existe la libre zarse como madre, no tiene hijos y no los ten-
elección. Es posible, entonces, imaginar que, drá. Ese es, quizás, su máximo castigo. Esta
en el contexto social de la época, la “milon- situación, además, le impide experimentar lo
guita”, que sí puede elegir, va en la dirección que se supone es el único amor que resiste al
opuesta a lo esperado; no espera nada de un paso del tiempo: el amor maternal.
matrimonio establecido a partir de las reglas La originalidad del tango no consiste ob-
y expectativas morales dominantes. Lo más viamente en haber introducido la imagen de
opuesto a una verdadera madre es, precisa- la madre como modelo de pureza y fidelidad
mente, la “milonguita”. En el comportamien- afectiva. Hay en esta poesía popular toda una
Literatura popular urbana 577

serie de elementos que nos permiten reflexio- tradicional ni del mantenimiento de la conti-
nar sobre el papel de la madre de un modo nuidad del hogar. Ulla, en ese sentido, argu-
más dinámico. Sin lugar a dudas, el tango re- menta que la figura de la madre es un recurso
afirma que la madre es la guía y la fuente del literario que permite asociar este arquetipo a
apoyo moral a los hijos. La madre es la que, de la imagen positiva que se da del barrio, opues-
un modo evidente, garantiza la continuidad de to al centro, que siempre aparece como el uni-
la familia y del hogar. La maternidad, la fun- verso en donde se corre el riesgo de la perdi-
ción más importante de la madre al lado de ción moral (Ulla, 1982: 50-52).
su amor desinteresado, es un valor eminen- Esta compleja relación entre “milongui-
temente positivo. Lo opuesto, la sexualidad ta”, el hijo pecador y la madre no debe es-
sin control y sin relación con la maternidad, conder la problemática que está presente en
es una amenaza, es la imagen misma del caos el tango y que, creo, ha escapado a muchos
moral. Este contraste con figuras impuras no comentaristas. El tango no solo describe un
solo incluye a la “milonguita”, sino también mundo que cambia, usos nuevos del tiempo
al hijo soltero, aventurero, que va de amor en libre, una ciudad en búsqueda de su propia
amor sin fundar una familia. La madre apa- identidad, sino que va a permitir reflexionar
rece entonces como la que sufre en silencio, sobre las distintas facetas del amor: el deber
como una suerte de “santa mujer”, como dice asociado a la fidelidad, la pasión desmedida
una letra de tango. La madre, por lo tanto, y la problemática de la subordinación sen-
representa un orden moral y un cierto orden timental, la importancia de la elección y el
social que, amenazado por los cambios de la papel del placer y la sensualidad en esto, el
época, demuestra ser lo único sólido, lo único desarrollo de la amistad luego de la ruptura
verdadero. Aquí, en esta polarización de signi- y, finalmente, la incorporación de estos ele-
ficados, la madre va a representar la “pureza”, mentos en el modelo romántico en donde
mientras que la “impureza” es un atributo de empatía, sinceridad, placer y sensualidad se
sus hijos. El padre no es ni puro ni impuro; dan la mano con el matrimonio y la funda-
directamente no existe en este mundo moral ción de un hogar. Este universo cultural lleno
y psicológico que el tango discute. El padre de tantos textos maravillosos, acompañados
no es garantía de nada, ni de un orden moral por músicas inolvidables, va a permitir que
578 Eduardo Archetti - Antología esencial

un discurso masculino se convierta en la re- La pérdida del honor:


ferencia sobre la que los argentinos, sin dis- el hombre entre el coraje,
tinción de sexos, van a pensar las dificultades la muerte y el perdón
del amor y los vericuetos de la sensualidad.
El tango, de este modo, permite descubrir las La figura del “compadrito” cumple funciones
ambigüedades que se vinculan al placer que, casi tan paradigmáticas como las de la “milon-
convertido o no en amor, no parece ser per- guita” y la “madre” que hemos visto en el acá-
manente. El tango posibilita que los hombres pite anterior. Sin embargo, la problemática del
y mujeres de esa época puedan reflexionar honor, de la vergüenza y del coraje necesita ser
sobre un repertorio de emociones en donde considerada desde otro ángulo, que incluye y,
hay lugar para la melancolía, la nostalgia y, a la vez, excluye al “compadrito”. No preten-
por qué no, el perdón. En última instancia, do negar la importancia del “compadrito”, pero
no es un mundo cerrado, sin salidas. Siempre este, como lo vamos a ver enseguida, en prin-
hay lugar, al lado del amor maternal, para un cipio no está emparentado con el “hombre” del
verdadero amor, para el triunfo del romanti- discurso intimista y reflexivo que acabo de pre-
cismo. No hay que olvidar, por último y antes sentar. Comencemos con el modelo, con el tipo
de entrar en el tema del honor y del coraje, ideal de “compadrito”, que también se encuen-
que el hombre que relaté es, antes que nada, tra en los tangos de la época.
un hombre que es capaz de explorar sus sen- En uno de los primeros tangos escritos, El
timientos, hablar de ellos en voz alta, que es porteñito (1903, A. G. Villoldo), ser un hombre
capaz de sufrir, que se siente y es traicionado, de Buenos Aires, ser “porteño”, es sinónimo de
que tal vez no sea mejor que la “milonguita”, ser “compadrito”. ¿Cuáles son los rasgos de un
que está a la búsqueda de una pareja estable, verdadero “compadrito”? Baila el tango como
que, porque puede perdonar, espera ser per- ninguno, toca la guitarra, no hay nadie que lo
donado y que, pese a todo, no ha olvidado el iguale para enamorar a las mujeres, sabe enga-
peso de la amistad y es capaz de ser amigo. El ñar si es necesario, es el terror de los “male-
tango nos entrega pistas de un ethos masculi- vos”, ya que no los respeta y si algún hombre
no que es necesario explorar, pero que uno lo pretende desafiarlo su coraje y su fuerza física
siente como “argentino”. han de imponerse (Romano, 1991: 22-23). En El
Literatura popular urbana 579

taita (1907, S. Manco), la misma imagen se pre- la trova que historia sombrías pasiones
senta, y se agrega, como un rasgo distintivo, su de alcohol y de sangre, castigos crueles,
elegancia en el vestir: agravios mortales de los corazones
y muertes violentas de novias infieles…
Soy el taita más ladino, sobre el rostro adusto tiene el guitarrero
fachinero y compadrito. viejas cicatrices de cárdeno brillo,
Soy el rubio Francisquito en el pecho un hosco rencor pendenciero
de chambergo y un plastón. y en los negros ojos la luz del cuchillo
Soy cantor y no reculo (Bullrich y Borges, 1956: 14).
ni me achico al más pesado
porque siempre yo he peleado Hay en el “compadrito” una actitud desafiante y
con el tipo más malón. hostil en la búsqueda de un reconocimiento so-
cial de su estatus como hombre. En esa direc-
En este tango, como observaba Borges, la pelea ción, su “honor” aparece como una expresión
es una fiesta y el “compadrito” se siente a gus- directa de su estatus, es fuente de solidaridad
to en las situaciones en las que su fuerza física entre iguales y demarca límites debajo de los
y su coraje se ponen a prueba. Paralelamente, cuales todos los demás hombres se perciben
esto implica vivir al margen de la ley, corriendo como inferiores. El lenguaje del honor de un
riesgos de un modo permanente. En El taita, “compadrito” está habitado por la violencia, ya
el “compadrito” que se introduce a sí mismo, que esta, aunque más no sea como una posibili-
que cuenta la historia de su vida, no tiene repa- dad, permite establecer y reproducir formas de
ros en recordar con gran orgullo que ha estado subordinación y, por lo tanto, jerarquías socia-
muchas veces en la cárcel por sus peleas, “ha les. El “compadrito” estará preocupado en “dar
sido un habitante fiel y constante de la prisión” la cara” y, al hacerlo, “jugarse la vida”. Por ello
(Romano, 1991: 27). No hay que olvidar que está lleno de cicatrices, como un viejo soldado.
un verdadero “compadrito” es temido porque Los tangos del amor que he discutido an-
no solo es capaz de pelear, sino porque, sobre teriormente pertenecen a otro campo etnose-
todo, puede llegar a matar si esto es necesario. mántico en donde el lenguaje de las emocio-
El poema de Evaristo Carriego, En el barrio, nes permite discutir el problema de la digni-
sintetiza a la perfección este perfil: dad individual y, en consecuencia, problema-
580 Eduardo Archetti - Antología esencial

tizar sobre ciertas cualidades del individuo che de verano, en una calle del mítico barrio
que, en principio, son independientes de las de Barracas, una traición es castigada:
jerarquías sociales. Esos tangos son tangos
de la movilidad social ilustrados por cambios Una calle… Un farol… Ella y él… y, llegando si-
ideológicos y dilemas morales. La ciudad de gilosa,
Buenos Aires, entre 1910 y 1930, sin lugar a la sombra del hombre aquél
dudas, ha creado condiciones para la “muer- a quien lo traicionó una bella ingrata moza…
Un quejido y un grito mortal
te social” del “compadrito”. Sin embargo, el
y, brillando, entre la sombra, el relumbrón con
tango de esa época va a conservar la proble-
que un facón
mática del honor y la vergüenza en el contex- da su tajo fatal
to de las relaciones amorosas. Al hacerlo, de (Romano, 1991: 59).
algún modo, se acepta la crisis del “compadri-
to” tradicional, ya que “pelear porque es una Este tango no cuenta quién es el muerto: la mu-
fiesta” deja de ser muy importante. La defen- jer o, quizás, el hombre que se percibe como
sa del honor que puede llevar al crimen, a la “superior”, como infractor de las jerarquías so-
muerte, vinculada al coraje como ideal mas- ciales en donde el control y la protección de
culino, contiene una construcción moral en las mujeres amadas forma parte de la construc-
donde no hay lugar para la humillación. En ción cultural de la condición masculina.
este cambio de contextos, la figura central Hay otros tangos, sin embargo, que ofrecen
pasa a ser la mujer que traiciona, no la mujer “soluciones”, códigos de conducta, en tanto
que abandona. La traición, por lo tanto, debe presentan los dilemas morales y encuentran
ser castigada. Ya no hay dos “compadritos” “ciertas” salidas. En el tango A la luz del can-
que se enfrentan en un duelo a cuchillo, sim- dil (1927, J. Navarrine), el narrador se presen-
plemente porque no hay espacio para los dos ta espontáneamente a la policía y cuenta su
en un mundo en donde el coraje se mide, por historia:
el uso de la fuerza física y por la derrota del
miedo individual. Hay, simplemente, un trío me da su permiso señor Comisario
en donde un hombre puede estar de más. En disculpe si vengo tan mal entrazao
Silbando (1923, J. González Castillo), una no- Quizás usté piense que soy un matrero
Literatura popular urbana 581

yo soy gaucho honrado a carta cabal no ceder, a mostrar coraje para no perder la es-
[…] si soy delincuente que me perdone Dios. tima de los otros hombres. En Noche de Reyes
(1929, J. Curi), la solución es la misma:
Luego de esta introducción, continúa:
Pero una noche de Reyes,
Yo he sido un criollo bueno, me llamo Alberto cuando a mi hogar regresaba,
Arenas, comprobé que me engañaba
señor, me traicionaban y los maté a los dos. con el amigo más fiel;
Mi china fue malvada, ofendido en mi amor propio
mi amigo era un sotreta, quise vengar el ultraje,
mientras me fui a otro pago lleno de ira y de coraje
me basureó la infiel. sin compasión los maté
Las pruebas de la infamia (Cantón, 1972: 160).
las traigo en la maleta:
las trenzas de mi china En estos tangos no sabemos mucho sobre
y el corazón de él cómo fueron muertos los traicioneros, es decir,
(Romano, 1991: 117-118). ¿el que mata dio al otro hombre la oportunidad
de defenderse? La idea del coraje en el mun-
El narrador ha sido traicionado por los dos do del honor implica que, en principio, solo se
y para salvar su honor tiene que matarlos, es puede pelear y matar entre iguales. El duelo y,
su deber, y así lo hace. Su presentación es la sobre todo, el duelo criollo a cuchillo se llevan
de un hombre “bueno y honrado” que no sabe siempre a cabo entre iguales, entre hombres
si ha cometido un hecho criminal. Obviamente, con el mismo grado de “guapeza”. Hay tangos
para este tipo de traición no existen sanciones que, explícitamente, relatan estas historias en
en el código penal formal. No es al azar que, donde, por la traición de una mujer, dos hom-
por eso mismo, solo Dios puede juzgarlo. La bres con coraje se enfrentan sin pedirse con-
reivindicación del honor no es, en consecuen- miseración. En El ciruja (1926, F. A. Marino):
cia, un asunto que compete a las instituciones
públicas formales. El código del honor y de la frente a frente, dando muestras de coraje,
vergüenza necesita de hombres dispuestos a los dos guapos se trenzaron en el bajo,
582 Eduardo Archetti - Antología esencial

y el ciruja, que era listo para el tajo, doza (1928, L. C. Amadori), el hombre que su-
al cafiolo le cobró caro su amor fre la traición trata de olvidar, pero no puede,
(Romano,1991: 99). pues tanta era su pasión:

En Duelo criollo (1928, L. Bayardo), el final es diez años son y una noche
aún más trágico, ya que mueren los dos: borracho de odio y de vino
quiso perderme el destino
cuentan que fue la piba del arrabal y frente a frente me la encontré
la flor del barrio aquel que amaba un payador: no pude más y vencido
solo para ella cantó su amor contra esa puerta yo la maté
al pie del ventanal; (Cantón, 1972: 115).
pero otro amor por aquella mujer
nació en el corazón del taura más mentao, Este tango habla de una deuda de honor que
y un farol, en duelo criollo, vio tenía que ser cobrada y el destino, de pronto,
bajo su débil luz morir los dos los puso uno enfrente del otro.
(Romano,1991: 143). Finalmente, queda la última posibilidad: el
único culpable es el “tercero”, que trata de im-
Pero el tango está a la búsqueda de otras so- poner su superioridad conquistando a las muje-
luciones: ¿quién es el culpable? Hasta ahora, res de otro. Por lo tanto, en este tipo de afrenta,
la lógica parece indicar que hay dos culpables: al considerar que la mujer es débil, porque es
la mujer y el “tercero” que “roba” la mujer del intrínsecamente pecadora, a quien hay que cas-
otro o, quizás, que comienza a cortejarla y le tigar es al que se aprovecha de esta condición
declara su amor. El honor, como es de imagi- “natural”. En varios tangos esto ocurre, pero,
nar, no existe sin la vergüenza, y para ello es al mismo tiempo, se problematiza la participa-
importante que las mujeres muestren, en todo ción de la mujer. En Desdén (s.f., M. Battistella)
momento, pudor, discreción y sepan rechazar se mata por amor; la mujer ha pecado por “ca-
las tentaciones. Cuando hay traición, algunos pricho y vanidad” y obliga al narrador a matar
tangos dicen, sin ambigüedades, que la culpa- a su rival, ya que este lo ataca incitado por ella
ble ha sido la mujer y es ella, solo ella, la que (Cantón, 1972: 92). En el tango La gayola (s.f.,
debe ser castigada. En Fondín de Pedro Men- A. J. Tagini) hay un conjunto de oposiciones
Literatura popular urbana 583

que convierten a este texto en una suerte de mer lugar, como “milonguita”, el “compadrito”
síntesis de un conjunto de “problemáticas”. En corre el riesgo de quedar solo por no haberse
primer lugar, existe la oposición entre el amor adecuado a los “nuevos tiempos”. En Compa-
a una mujer y el amor a la madre. Es el amor drón (1930, E. Cadícamo), se le advierte que:
de su madre que lo hacía “honrado”: “yo era un
hombre honrado y el cariño de mi madre era un compadrón, cuando quedes solo
poncho que había echado / sobre mi alma noble y viejo y remanyes tu retrato
y buena contra el frío del desdén”. Pero el amor notarás que nada has hecho…
a “esa” mujer es el camino de su perdición. En Tu berretín deshecho
verás desmoronar
segundo lugar, el narrador se ve obligado a ma-
(Cantón, 1972: 132).
tar a su “rival” porque la mujer le “juega sucio”,
“y, sediento de venganza, / mi cuchillo en un
En Bailarín compadrito (1929, M. Buccino), la
mal rato envainé en un corazón”. Ese crimen lo
crisis es el pasaje del barrio al centro; el “com-
paga con la cárcel. Allí, en esos largos y duros
padrito” es la sombra de sí mismo, es su propia
años, le entran las dudas sobre lo que hizo y se
caricatura y en su nostalgia
pregunta si, efectivamente, al matar al “terce-
ro” no mataba al verdadero amor de la mujer.
vos darías por ser un ratito
En tercer lugar, la problemática del perdón y el mismo compadrito
del arrepentimiento. El narrador sale de la cár- del tiempo que se fue,
cel, y trata de ver a la mujer y le dice: “Sola- pues cansa tanta Gloria
mente vine a verte para dejarte mi perdón… / y un poco triste y Viejo
Te lo juro: estoy contento que la dicha a vos te te ves en el espejo
sobre” (Cantón, 1972: 132).. del loco cabaret
Este panorama no sería completo si el tango (Romano, 1991: 164).
no nos permitiera poner en duda el cumplimien-
to estricto del código del honor y la vergüenza. En segundo lugar, es posible que el “compa-
En algunos tangos, los dilemas del “compadri- drito” cambie por amor. En Malevaje (1928,
to” o, mejor dicho, la crisis moral de este tipo de E. S. Discépolo), uno de los mejores textos de
hombre se presenta con toda claridad. En pri- este gran autor, el “compadrito” no sabe qué le
584 Eduardo Archetti - Antología esencial

pasa, no sabe más quién es; sus amigos no lo te, he dejado fuera los tangos que relatan la
entienden, ya que por haberse enamorado per- decadencia moral y la crisis argentina en la
didamente le falta “la fe, el coraje y el ansia de “década infame”: 19301940. Asimismo, me he
guapear”. Esto implica que concentrado en el período que termina con el
golpe de Estado de Uriburu y el final del sue-
ayer, de miedo a matar ño de un país próspero con un sistema políti-
en vez de pelear co democrático y estable. No debemos olvidar
me puse a correr… que el “éxito” del tango y su difusión mundial
Me vi a la sombra o finao, están menos vinculados a los textos, que segu-
pensé en no verte y temblé.
ramente eran incomprensibles para el público
Si yo que nunca aflojé
parisino o de Nueva York, que a la seducción
de noche angustiao
me encierro a yorar. de su música y a la sugerencia erótica de su
Decí por Dios que me has dao coreografía. En el contexto de la sociedad de
que estoy tan cambiao, Buenos Aires, el tango, además, se convierte
no sé más quién soy en la música de los sainetes, de las obras de
(Romano, 1991: 151-152). teatro célebres de la época y de todas las re-
vistas que se ponen en los cabarets y en los
Esta problemática aparece, también, en otro teatros porteños. Esto coincide con la expan-
tango clásico, La he visto con otro (1926, P. sión de la discografía. Según Cantón, en 1925,
Contursi), en donde, al verla con otro, en vez del total del medio millón de discos vendidos
de matarla, el hombre abandonado se pone a en la Argentina, el 95% eran tangos (Cantón,
llorar (Romano, 1991: 93). 1972: 19). Esta relación entre poesía, música
y espectáculo genera un cuerpo único de “tex-
tos hablados”. Sin embargo, el éxito del tango
A modo de conclusión: los límites y consiste en haber narrado historias “masculi-
dilemas de la condición masculina nas” en donde el centro es la reflexión sobre
las emociones y las relaciones amorosas.
Este análisis de la literatura del tango no agota En el tango, hemos visto, hay varios tipos
todas las problemáticas, ya que, expresamen- de hombres que remiten a dos campos etno-
Literatura popular urbana 585

semánticos: por un lado, al mundo del amor los hombres que son capaces de acongojarse
romántico y la dignidad personal, y, por otro, por una pérdida.
al mundo del honor y la vergüenza. En última No debemos olvidar que en esa Argentina el
instancia, el tango sobrevive al tiempo porque amor romántico es realmente un campo ideo-
la imagen que la historia filtra no es la imagen lógico a donde confluye no solamente el tango,
de un hombre preocupado por defender su ho- sino otras formas de literatura popular como
nor a toda costa. Al lado de este está el hom- las novelas semanales (Sarlo, 1985). Frente a
bre que ama, que quiere amar, que acepta en- este tipo de literatura, el tango es “subversi-
trar en relaciones sexuales premaritales, que vo”. La literatura de entrega semanal enfatiza
pocas veces se casa y que, aparentemente, no el matrimonio como el único camino posible
va a tener hijos. En el análisis que he efectua- de la felicidad: “La pax matrimonialis, que
do se ve con toda claridad que los diferentes supone la tranquilidad económica en el mar-
mundos valorativos coexisten temporalmente: co de la dependencia, la honorabilidad y la
hay un Buenos Aires romántico y un Buenos prolongación virtuosa de la especie” (Sarlo,
Aires de los duelos. El tango como producto 1985: 115). Esta no es la solución del tango,
cultural de una época elabora un conjunto de como acabamos de ver. En el tango triunfan
temáticas que están centradas en la educación los medios tonos: frente a la felicidad eterna y
sentimental masculina vista como oposición a la tragedia sin límites, se levanta un “edificio
de valores, expectativas y reacciones psicoló- emocional” en donde hay espacio para la ter-
gicas. Paradójicamente, tener un control sobre nura, la melancolía y el perdón. En la Argenti-
los sentimientos implica que el hombre puede na de esa época, de la mano de los socialistas y
llorar una pérdida, sufrir por una emoción que de las primeras feministas, el amor romántico
no es compartida y abandonarse a la tristeza se percibe como una “auténtica rebelión” fren-
y a la melancolía. La venganza, cuando exis- te al “amor doméstico” basado en el deber, y,
te, aparece como algo destructivo, así como paralelamente, la dignidad individual se opone
también es destructivo no dejar que el amor a los códigos tradicionales del honor y la ver-
correspondido triunfe sobre los placeres in- güenza (Ingenieros, 1956: 115-136). El tango
mediatos. Los hombres que matan, o que son ofrece alternativas y presenta ciertos dilemas,
capaces de hacerlo, aparecen contrapuestos a pero no “todas” las soluciones. El tango, en
586 Eduardo Archetti - Antología esencial

tanto literatura popular, escribe las baladas de Cortázar, Julio 1985 “Con tangos” en Salvo el
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Hibridación, pertenencia
y localidad en la construcción
de una cocina nacional*

U na rápida lectura de los menúes del Pe-


demonte y del Ligure en el año 1994, dos
restaurantes tradicionales de Buenos Aires
Pedemonte los años 1914, 1933, 1954 y 1971 y
para el Ligure los años 1948 y 1964) sorpren-
den por la continuidad histórica de los platos
fundados, respectivamente, en 1890 y 1933, preparados y el pasaje sin problemas, y muy
pueden servir de ejemplo cuando, de un modo tempranamente, de un clásico reconocido del
intuitivo, pensamos en una cocina argentina. Pedemonte, ‘la torta pascualina de alcauciles’,
Coexisten recetas italianas, francesas y espa- al menú del Ligure. Los cambios más notables
ñolas con “inventos argentinos” como el “re- los encontramos en la lista de vinos ya que a
vuelto Gramajo”, la “salsa Golf” y el “queso y partir de la década del cuarenta desaparecen
dulce”, en una yuxtaposición cercana al caos los vinos y los champagnes importados para
y en donde al lado de pastas y risottos y platos volver a reaparecer, tímidamente, en los últi-
franceses encontramos los pucheros de grano mos años. Estas cartas ilustran la idea de que
de pecho, de gallina o mixtos, las milanesas de cuando pensamos en una “cocina argentina”
ternera o de lomo y los diferentes y variados ésta aparece “poco uniforme” porque “a la vie-
asados (bifes de chorizo o lomo, lomos o cos- ja herencia hispano-indígena se agregaron los
tillas de cerdo, entrecotes y chivitos de Córdo- valiosos aportes de la inmigración” (Gran Libro
ba). El examen de algunos de los menúes del de la Cocina Argentina 1991: 7), o “poco origi-
pasado de los mismos restaurantes (para el nal” ya que “la gastronomía argentina siempre
dependió de los aportes extranjeros, tanto du-
* Este trabajo fue publicado originalmente en La Ar- rante la Colonia y el siglo XIX como durante la
gentina en el siglo XX 1999 (Buenos aires: Ariel/Univer- presente centuria” y solo “los derivados de la
sidad de Quilmes). cultura del maíz, como el locro y la mazamo-
590 Eduardo Archetti - Antología esencial

rra” pueden ser pensados como “autóctonos” ya que a pesar de la extrema variación regio-
(Ducrot 1998: 99). nal y local en su preparación son marco de
Los intentos de definir los “platos típica- referencia obligatorio para pensar y definir lo
mente criollos” o una “cocina auténtica argen- nacional. La importancia de las empanadas en
tina” terminan, por lo general, incluyendo las la Argentina, aunque marginal en el Nordeste,
empanadas, los matambres, los pucheros y ilustra la importancia de la confluencia entre lo
sus variantes entre las que encontraremos di- regional y lo nacional pero los espacios comu-
ferentes carbonadas, humitas, las chanfainas nes son quizás más complicados que en Italia y
y los alfajores (ver Somoza 1983). La exclu- en Francia debido a la globalización temprana
sión explícita de la pasta y de las influencias del país (herencia colonial y peso sociológico y
francesas genera, aparentemente, los límites cultural de la inmigración europea).
de la “cocina argentina” ya que, en la mayoría En este artículo he de argumentar que lo que
de los casos, se acepta el peso de la historia define a una cocina es, en última instancia, la
colonial y, por lo tanto, la influencia indudable práctica culinaria de una población que consu-
española. Si el maíz es importante en la confi- me determinados platos con cierta frecuencia y
guración de platos importantes en la tradición que, en consecuencia, esa habituación los lleva
culinaria del Noroeste argentino la mandioca a considerarse verdaderos expertos en el mo-
juega el mismo papel en la cocina del Nordeste mento de evaluar la calidad de su preparación.
(ver Gran Libro de la Cocina Argentina 1991: Una cocina tiene raíces sociales comunes, es
56 y 104 y Berreteaga 1991). Estos intentos de la comida de una comunidad aunque ésta sea
codificación terminan demostrando que las amplia y heterogénea como en el caso de la Ar-
cocinas “reales” son las cocinas regionales ya gentina (ver Mintz 1996: 94-105). La integración
que lo “autóctono” depende, en gran medida, de las cocinas y tradiciones culinarias de las
de la existencia de ingredientes locales (Revel comunidades de extranjeros migrantes no se
1982). No hay que olvidar, sin embargo, que en hizo sin dificultades. Di Lullo, en su análisis de
el curso de la formación de una cocina nacional la alimentación popular en Santiago del Estero
algunos elementos y recetas de origen regional en las primeras décadas de este siglo, argumen-
pasan a ser nacionales y otras no. La pasta, en ta que el régimen cárneo fue su base: “las más
Italia, o el pan, en Francia, tienen esa virtud diversas carnes, todas de una excelencia de sa-
Hibridación, pertenencia y localidad en la construcción de una cocina nacional 591

bor y perfume: carnes grasas y magras, rojas, na, jueves y domingos, y democrático porque
blancas y negras, carnes apretadas de fibras o se incorpora tanto a la dieta de los sectores
henchidas de jugos, carnes asadas, guisadas, acomodados como a la de los populares (1998:
manidas, condimentadas, hervidas, ricas en 165). Según Remedi en la dieta criolla el maíz,
sales y principios extractivos” (1944: 247). La en sus variantes de mazamorra y mote junto al
carne intervenía como ingrediente principal en zapallo - fresco, hervido, asado o desecado- re-
la preparación de los más diversos platos de tal presentaban el papel que el inmigrante extran-
modo “que los que no la contenían fueron de- jero atribuía al pan. La oposición entre nativos
signados con el nombre genérico de ‘comidas y extranjeros pasaba, de alguna manera, por el
de gringos’, especialmente aquellos preparados maíz y el trigo más que por la carne y las verdu-
a base de legumbres y verduras que se introdu- ras. Sin embargo, Remedi, recuerda que, sobre
jeron con los españoles” (1944: 247). Di Lullo todo entre los italianos del norte, la polenta de
enfatiza que comer verduras y carne, en el caso maíz formaba parte de su dieta cotidiana. Aquí,
de los pucheros y guisos, era cosa de gringos, la oposición era entre maíz blanco, utilizado
solo carne y más carne de criollos, de gauchos. por los nativos, y el amarillo, utilizado por los
Al mismo tiempo resalta que en la concepción italianos (1998: 167). Los italianos y españoles
popular de las comidas lo varonil era la carne que llegaron a Córdoba incorporaron rápida-
y lo femenino los guisos y los dulces (1944: mente la carne vacuna, sustituyendo - aunque
249). Remedi, en su excelente trabajo sobre de manera incompleta- el consumo de porcinos
la alimentación en la provincia de Córdoba en y ovinos. El consumo desmedido, para lo que
el mismo período, demuestra como el arroz era la costumbre, de carne vacuna fue visto por
(el risotto) y el pan, básicos en la dieta de los los inmigrantes como una de las causas del re-
inmigrantes italianos, comienza a difundirse juvenecimiento de los ancianos y el desarrollo
entre la población nativa (lo mismo no ocurre rápido de los jóvenes. Se creía firmemente, y se-
con el aceite de oliva). El arroz pasará poste- guramente habría experiencias concretas para
riormente a ser un componente importante en verificar esa creencia, que a los catorce años
la preparación del puchero criollo (1998: 162- los hijos de italianos nacidos en la Argentina
4). En poco tiempo, la pasta se convierte en podían compararse con los italianos de más de
un plato usual, al menos dos veces por sema- veinte en términos de desarrollo y fortaleza fí-
592 Eduardo Archetti - Antología esencial

sica (1998: 170).1 Remedi escribe que “el medio una comida sin carne era una “comida típica
adoptivo le brindaba finalmente la oportunidad de italianos” o “gringos”. Entre los gringos ser
de recuperar aquellos que la mayor parte de la capaz de comer carne vacuna en la magnitud
población europea había perdido con el correr que los criollos lo hacían formaba parte del
de los siglos: en estas tierras extrañas y leja- modelo transformativo aceptado por los des-
nas, la carne era superabundante y los mares cendientes de los friulanos que llegaron a esa
de trigo no dejaban de extenderse en las zonas zona alrededor de 1880 al mismo tiempo que
rurales. Ahora, la venganza de los pobres de mantenían la cultura del cerdo. Un relato mí-
Europa podía concretarse, aunque fuera en la tico en las colonias de esa región pone en el
patria adoptiva” (1998: 172). Los inmigrantes centro de la historia al famoso Coronel Obli-
podían experimentar de un modo contundente gado, “pacificador” de mocovíes y creador de
uno de los mitos de la cultura criolla pampea- la línea de fortines que hizo posible la llegada
na: la carne no era un bien económico escaso, temprana de los inmigrantes a esa región. Se
como en Europa, sino un recurso de acceso co- cuenta que en agosto de 1879 el Coronel llamó
munal, abierto y accesible a todos los bolsillos. a una reunión urgente en Reconquista (que en
A mediados de la década del setenta, duran- esa época sería solo un fortín recostado en las
te nuestro trabajo de campo en el nordeste de márgenes del Paraná). Los colonos llegaron y
la Provincia de Santa Fe, todavía se decía que Obligado, luego de saludar a cada uno con un
fuerte apretón de manos, les comunicó que ese
día iba a comenzar el proceso de transformarse
1 Es importante señalar el paralelismo entre esta en criollos, nuevos habitantes de un nuevo país
concepción aceptada y, con toda seguridad, generada
por los inmigrantes mismos con la idea de Borocotó de
que debía ser construido con el esfuerzo man-
que los descendientes de italianos en la Argentina de- comunado de extranjeros y nativos: soldados
sarrollaron un estilo de juego diferente al ponerse en y oficiales del ejército argentino iban a comer
contacto con los productos de la naturaleza o sea la ali- junto con ellos. La sorpresa mayor ( y algunos
mentación. El énfasis en el asado y la carne es central de nuestros informantes imaginaban que la sor-
(Archetti 1997). Los jugadores argentinos al comenzar
a invadir Italia a partir de la década del treinta fueron
presa de sus antepasados debería de haber sido
percibidos como dotados no solo de técnica sino de po- una mezcla de horror y repugnancia) fue la co-
tencia física. mida que les iba a ser ofrecida: tres novillos
Hibridación, pertenencia y localidad en la construcción de una cocina nacional 593

gigantes asados en su cuero por más de doce encargada en 1938 por la Junta para escribir un
horas en pozos cavados en la tierra. La historia libro de recetas en donde se combinaran el tipo
cuenta que por horas y horas, en un ambiente de carne -vacuna, cordero y cerdo, y en el caso
de fraternidad que la hospitalidad de una comi- de la carne vacuna el tipo de animal - novillo/
da compartida hace posible, colonos y milita- vaca y ternero- y los cortes. Los objetivos eran
res nativos comieron carne y más carne y solo múltiples: difundir las variantes en la prepara-
carne. Al terminar el pantagruélico almuerzo el ción del puchero y las carbonadas criollas (y
Coronel Obligado expresó a viva voz su orgullo las salsas que podían acompañarlas), la utili-
por haber sido todos participantes y testigos dad de los cortes menos finos en la preparación
del inicio del proceso de transformación de de platos deliciosos, la importancia de que las
los friulanos en verdaderos criollos (Cracogna sopas fueran hechas con buenos caldos pro-
1988: 134). Habían pasado con buena nota la ducto de la utilización de carnes apropiadas, el
prueba del “asado con cuero”. convencimiento de que en el asado al horno lo
No caben dudas que la adopción de parte de mejor eran trozos grandes y que el gusto de los
la dieta nativa por parte de los inmigrantes se bifes y los cortes de novillo era insuperable. En
hizo sin problemas e, incluso, con entusiasmo. la sección dedicada a la carne de novillo o vaca
No es extraño, entonces, que la Junta Nacional (46 páginas y 35 recetas), a las recetas tradicio-
de Carnes mostrara su preocupación en la dé- nales argentinas se agregan recetas francesas
cada del treinta por lo que consideraba un con- –“bife de lomo a la maitre d’hotel”, “carne a la
sumo de carne poco balanceado ya que, y sobre bordalesa”, “carne con salsa vinagreta”, “lomo
todo, los inmigrantes de origen italiano tendían a la jardinera” y “cuadril de vaca con salsa de
a consumir en demasía carne de ternera. La nueces”. En la sección dedicada a la carne de
Junta argumentaba a favor del consumo de car- ternera (14 páginas y 14 recetas), a las rece-
ne de novillo o de vaquillona. A los efectos de tas tradicionales, como “el bife a la criolla” se
producir un cambio en los hábitos alimenticios agregan recetas italianas - “aguja de ternera a
de los inmigrantes y sofisticar el de los nativos, la piamontesa”, “cima rellena”, “escalopines
Doña Petrona C. de Gandulfo, ya consagrada diablito”, “bife ancho con salsa rosada”, mila-
por la aceptación masiva que tuviera su libro de nesas y “ossobuco con arroz” (Gandulfo 1938).
cocina publicado por primera vez en 1936, fue Una evidente limitación del libro es la ausen-
594 Eduardo Archetti - Antología esencial

cia de consejos sobre cómo hacer una buena sobuco con arroz” o el “bife a la bordalesa” se
parrillada argentina. Doña Petrona se limita a transforman en el contexto argentino en ele-
decir que “la parrillada comprende todo lo que mentos de una cocina nacional. Comidas de un
sean achuras: mollejas, chinchulines, tripa gor- lugar o una región son, de pronto, comidas de
da, ubre, chinchulines de cordero, riñoncitos una nación promovidas por la Junta Nacional
de cordero, de ternera, churrascos de carnaza de Carnes. Para la emergencia de una cocina
o lomo, chorizos, entraña, morcilla o corazón” nacional se necesitan con cierta regularidad
(1938: 37). Una evidente enumeración caótica determinados ingredientes y materias primas,
y hecha sin compromiso culinario. Esta limita- consumidores, cocineros y, lo fundamental,
ción estaba ya presente en su libro célebre, El cambios en la actitud de la gente en relación a
libro de Doña Petrona, en donde se circunscri- la comida (Mintz 1996: 99). En la Argentina de
be a escribir que “para hacer un buen asado, ya las primeras décadas de este siglo este proceso
sea a la parrilla, horno, plancha o asador, hay estaba en marcha y, en gran parte, consolidado.
que tener una habilidad especial, que no todas No podemos poner en duda que el “ossobuco”
las personas la tienen” (1979 [1936]: 351). Doña se comía en las casas tanto como en las fondas
Petrona acepta dos verdades que serían ya evi- y en los restaurantes.
dentes en esa época: se nace asador y para ser- He argumentado anteriormente que la socie-
lo hay que ser hombre. Sobre esto volveremos dad argentina es un lugar privilegiado para dis-
más adelante. cutir, comparar y, quizás, elaborar alternativas
Doña Petrona, en este libro híbrido, la au- a los modelos de hibridación dominantes en
tora define una gramática culinaria, aunque las ciencias sociales (Archetti 1997 y 1999). La
basada en lo local y regional, que se percibe y amplitud y profundidad del movimiento migra-
se acepta ya como nacional. Cualquiera coci- torio, junto al pasado colonial, generaron un
nera o cocinero con un poco de imaginación y contexto en el que la mezcla de ideas, imáge-
educación, como en su caso, puede ofrecer a nes, símbolos y objetos generados en espacios
su clientela o a su audiencia de lectores platos y tiempos diferentes estuvo acompañado por
que provienen de “tradiciones” diversas como la presencia y la mezcla de individuos de ori-
los que ella incluyen. Comidas vinculadas a la gen étnico diverso. En esos intentos mi análisis
economía y cultura local europea como el “os- de los modelos nativos estuvo concentrado en
Hibridación, pertenencia y localidad en la construcción de una cocina nacional 595

prácticas deportivas que sirven no sólo para proviene de las diferentes tradiciones culina-
conceptualizar cómo los individuos se integran rias traídas por los inmigrantes. Si en el depor-
en un “todo” relativamente abstracto - la na- te los otros relevantes serán los “británicos” o
ción- sino también para ver cómo lo nacional o “ingleses” en el caso de la comida lo serán los
sea lo local global (en tanto son prácticas com- “italianos” y los “españoles”.
partidas y que exceden los límites geográficos Mi perspectiva es, fundamentalmente, desde
de un país) se articula con lo que, por lo tanto, Buenos Aires en donde desde 1984 y en dife-
se define como universal global. La hibrida- rentes períodos he estado trabajando sobre es-
ción, por lo tanto, puede ser pensada como una tos temas. Si bien mi trabajo de campo estuvo
mezcla que crea una “forma pura” que tiene la centrado en el fútbol y en el polo, y, posterior-
particularidad de reproducirse, repitiendo en mente, en el tango, el tema de la comida apare-
ese proceso los diferentes orígenes culturales, ció de un modo normal en un sinfín de diálogos
pero también como una “fusión” en donde es y en el contexto de mi investigación empírica.
difícil reconocer los componentes originales y, Es necesario recordar que muchas de las en-
en consecuencia, la comparación debe hacer- trevistas fueron hechas en bares de barrio y en
se con cada forma por separado. La cualidad bares cercanos a los estadios de fútbol. Las ob-
de todo proceso de hibridación es convertir lo servaciones sobre el asado son suplementarias
diferente en igual, y lo igual en diferente, pero y no necesariamente abarcan a mis informan-
de una manera en que lo igual no es siempre lo tes principales en esa investigación. En la pri-
mismo, y lo diferente tampoco es simplemente mera parte de mi análisis, el lugar de la carne
diferente. La diferencia y la igualdad aparecen en la dieta y en la percepción de lo “nacional”
en una suerte de casi imposible simultaneidad. será central, y en la segunda parte, las obser-
La hibridación consiste en una operación bina- vaciones, esta vez menos sistemáticas, estarán
ria en el que cada paso adquiere sentido como centradas en la presentación de confluencias
oposición al anterior y remite a formas momen- en las pizzerías de Buenos Aires entre la cul-
táneas de dislocación y desplazamiento. Nadie tura de la pizza, de origen italiana, con la tra-
pondrá en duda que comer en la Argentina es dición de las empanadas, de origen criollo (ver
poner al lado lo que se supone es criollo - ya Ducrot 1998: 111). Estos ejemplos me permiti-
mezclado en casi todos los casos - con lo que rán, a modo de conclusión, preguntarme qué
596 Eduardo Archetti - Antología esencial

comidas y cocinas entraron en el modelo de milanesas con papas fritas, el asado y la parrilla-
hibridación y cuáles quedaron como étnicas, da, las pastas bien variadas, la pizza, el puchero,
al menos provisoriamente. Al mismo tiempo, si las empanadas, los helados que preferimos que
el modelo es válido, podríamos explicar el es- sean supuestamente “italianos”, el flan con crema
caso grado de “globalización” de las prácticas o con dulce de leche, los panqueques con dulce
de leche y el “queso y dulce”. En el fondo hay que
culinarias en la Argentina actual a través de la
pensar en el bife, el asado, la milanesa y el pu-
ausencia de cocinas dominantes como la mexi-
chero, aunque éste plato esté cayendo en desuso.
cana, la tailandesa, la vietnamita o la hindú que Ahora en los restaurantes (y no en todos como
han sido y son importantes en la redefinición era antes) el puchero solo se sirve una vez a la
del mapa global de las culturas culinarias de semana y, por lo tanto, no es más plato de todos.
la modernidad. Esto no implica que podamos Sobre el pescado, bueno no hay lugar ni para el
explicar con esto modelo ni la aparición ni el pescado, aunque comamos filetes de merluza de
auge de la  haute cuisine  en ciudades como vez en cuando, ni para los mariscos que siempre
Buenos Aires, con chefs del prestigio del Gato serán comida de restaurante vasco. El pescado es
Dumas o Malmann. Esta problemática queda al comida de enfermos y además están las espinas
margen del artículo. que siempre darán miedo al criollo. Comemos
sencillo y por eso desde Ushuaia hasta Jujuy en
los restaurantes y en las fondas, y ahora en los ba-
res que cada vez más sirven comida a mediodía y
El triángulo cárneo en la a la noche para poder sobrevivir, encontraremos
Argentina: la milanesa, el asado los mismos menúes y los mismos sabores. No hay
y el puchero diferencias entre lo que comemos en la casa y
afuera y somos tímidos y poco imaginativos cuan-
Al discutir sobre la “esencia” de la comida ar- do se trata de utilizar especies y condimentos. Sal
gentina uno de mis informantes me decía en y un poco de pimienta blanca y siempre orégano,
Buenos Aires: una obsesión que no sé de dónde viene, para dar-
le un toque especial a muchos platos o ensaladas.
la cocina argentina es el bife con ensalada, con Eso sí, todo lo que comemos tiene que estar bien
puré o ‘a caballo’, las ensaladas siempre simples hecho, desde la carne hasta la pasta que nunca la
y mixtas, o sea con cebolla, lechuga y tomate, las comemos al diente.
Hibridación, pertenencia y localidad en la construcción de una cocina nacional 597

Ante una pregunta sobre la “crisis del puchero” informante señala esta básica continuidad. Es
su elaboración fue la siguiente: solo la haute cuisine la que establece esas di-
ferencias y marca la discontinuidad entre los
el puchero era la comida del día domingo y, privado y lo publico. No podemos comer habi-
casi siempre, durante los meses de invierno, al tualmente como lo haremos en un restaurante
menos en mi casa. La competencia era con el de un gran chef.
asado. La elección de uno u otro dependía de
En los múltiples diálogos con el conjunto de
si venía gente invitada a comer y si había que
mis informantes la definición y los contrastes
celebrar algo. Con el asado celebrábamos algo,
nunca con el puchero. Luego vino la pasta del en lo que llamaré “el eje cárneo” aparecieron
domingo y el puchero fue desapareciendo. Creo con toda naturalidad y sus orígenes también:
que lo que pasó en mi familia ha pasado en el la milanesa es vista y definida como italiana, el
resto de la Argentina. puchero es español y el asado es intrínsicamen-
te criollo. Las reflexiones de otro de mis infor-
Estas observaciones fueron, sin duda alguna, mantes fueron claras:
compartidas por la gran mayoría de mis infor-
mantes, serán compartida por muchos de los las mejores milanesas son las hechas en casa,
presentes en este seminario y es de esperar que no hay nada como las caseras. El recuerdo de
no habrá muchas voces discordantes ( ver Du- las milanesas de una empleada, Juanita, María o
crot 1998: 114 y Todo es historia 1999, nr. 380). Jacinta, o de la madre o de una tía, es algo que
Mi informante establece una “cocina nacional” no se olvida con facilidad. Aunque muy simples
como una suerte de artificio holístico basado las milanesas tienen sus secretos: alguna que otra
especie que se mezcla con el pan rallado, ajo o
en su capacidad de observación y en su propia
perejil por ejemplo, el tipo de pan rallado, el corte
experiencia y, al hacerlo, establece con toda
y el tipo de la carne, su espesor y su tratamien-
claridad el eje cárneo: el asado y la parrillada to, así como la temperatura y calidad del aceite.
(los bifes), la milanesa y el puchero. Si acep- Nunca se pueden comparar con las que pueden
tamos la hipótesis que una cocina nacional in- comerse fuera. Detrás de una gran milanesa es-
cluye lo privado y lo público, es decir que lo tán los secretos de una mujer. Lo mismo podemos
que se come en la casa es posible encontrarlo afirmar del puchero. El puchero es el puchero de
en los restaurantes y comedores públicos mi la casa y fíjate que era muy común que se anun-
598 Eduardo Archetti - Antología esencial

cie en los restaurantes: “el puchero de la casa” o puchero a secas y no “puchero con porotos” o
simplemente “puchero casero”. Esto es así por- “puchero con tomates” como es posible encon-
que hay tantos pucheros como casas. Cuando trar en algunos libros de cocina (Vázquez Prego
comemos puchero o milanesa no invitamos a na- 1997 [1979]: 2-18). Los pucheros no se suelen
die, es como una ceremonia privada. El asado es
calentar y lo que queda se suele comer de otra
diferente, somos los hombres los que lo hacemos
manera. Es obvio que los pucheros, tanto en la
y siempre invitamos a alguien, no vale la pena ha-
cerlo para tres o cuatro. Es un rito compartido. Argentina como en América Latina, descienden
de los cocidos españoles que son, también, muy
Es cierto que las variantes del puchero son variados (ver Luján 1982: 67-8). Una transfor-
grandes y no existe como tal una fórmula esta- mación importante del puchero es la carbona-
blecida y a las tradiciones caseras particulares da criolla en la que las verduras fundamentales
hay que agregar las que vienen de las diferen- e imprescindibles serán el zapallo, la batata y
tes regiones del país y, desde luego, el condi- los choclos y a esto suele agregarse manzanas
cionamiento de la estación del año y, en con- y duraznos, e incluso peras y pasas de uva. Esta
secuencia, el tipo de verduras disponibles. Por combinación entre lo dulce y lo salado es im-
lo tanto, las variaciones dependerán del tipo de pensable en la cultura de los cocidos españoles
carne y del tipo de verduras que se agregan a la (ver Somoza 1983: 36-9 y Vázquez-Prego 1997
olla, puede ser mixto - varias carnes- o no, con [1979]: 278-80). En la discusión sobre los oríge-
embutidos o no, con porotos o no, y con ajos o nes de la carbonada he recogido dos teorías: la
no. El puchero es una suerte de plato tipológi- primera, que es un plato originalmente belga y
co que posibilita las combinaciones “al infinito” adaptado al país, y la segunda, que es un plato
(ver Vázquez-Prego 1997 [1979]: 2-18). De todos de larga tradición en el noroeste del país. En
modos, lo que muchos de mis informantes ca- esta segunda teoría, se establece una conexión
lifican como pucheros argentinos “típicos” entre lo dulce de las verduras, centrales en la
deben llevar carne de vaca como componente dieta regional, y las frutas que vienen de otras
esencial, muchas verduras, el caldo se debe regiones del país. En este respecto, algunos in-
servir como sopa, y no deben estar fuertemen- formantes enfatizan que utilizar manzanas, du-
te condimentados. Pese a las variaciones en los raznos y peras es una demostración de poder
ingredientes que se combinan se suelen llamar económico, en un caso “la carbonada criolla es
Hibridación, pertenencia y localidad en la construcción de una cocina nacional 599

un plato de ricos” y en otro “la carbonada es un El mundo culinario de la milanesa ha hecho


plato de los ricos salteños”. posible la creación de un híbrido clásico de la
La milanesa pertenecen al mundo de la casa cocina nacional: “la milanesa a la napolitana”
y, desde luego, al mundo público. La ubicuidad o “milanesa napolitana”. Recuerdo especial-
de la milanesa es proverbial ya que todo lo que mente una cena en un restaurante en Londres
lleva pan rallado y huevo lo llamamos milanesa hace algunos años y mi sorpresa al encontrar
(por ejemplo, milanesas de molleja, de hígado en la parte de carnes del menú la descripción
o de sesos) y, además, existe el ‘sánguche’ de lo que consideraba uno de los platos naciona-
milanesa que define un universo ‘típico’ argen- les. Mi mundo cognitivo volvió a ponerse en
tino: ‘antes de que llegaran de Montevideo los orden cuando me di cuenta que la descripción
lomitos con pan solo o con todo lo que se pue- del plato incluía salsa de tomate y queso grati-
da poner, los populares chivitos, cuando co- nado (mozzarella), pero sin jamón, y que no se
míamos carne con pan era la milanesa en sand- llamaba “milanesa a la napolitana”. De allí mi
wich’, en la reflexión de uno de mis informan- creencia, inamovible desde esa noche, que es
tes. Según Ducrot la ausencia del ‘sánguche’ en el jamón lo que define nuestra milanesa respec-
el extranjero es fuente de nostalgia profunda to al resto de los ingredientes, pero esto no es
entre los argentinos: consistente con el imaginario nacional. En la
Argentina es aceptada la explicación que estas
para nosotros se trata de un emblema casero, de milanesas nacieron en la década del cuarenta
bar de la esquina y de comida rápida, accesible en el restaurante Nápoli de Buenos Aires, ubi-
y contundente sobre todo en tiempos de bolsi-
cado frente al Luna Park, y que, con la pizza,
llos escasos. La ausencia de un “sánguche” de
era el plato obligado de las veladas boxísticas
milanesa nativo provoca la misma sensación de
desasosiego entre los argentinos de desparramo de esa época (Ducrot 1998: 102). La idea de
voluntario por el mundo” (1998: 165).2

cuando el tango se imponía como baile en los cabarets,


2 Si en las últimas décadas la nostalgia de los argen- y a los efectos de atraer a la rica clientela argentina que
tinos repartidos por el mundo es por la milanesa en el vivía en la ciudad, la cena que se servía luego del show
pasado ese rol lo jugaba, aparentemente, el puchero. de medianoche consistía en un suculento puchero con
Corradi cuenta que en Paris, en la década del veinte, choclo y caracú (1998: 209).
600 Eduardo Archetti - Antología esencial

plato híbrido proviene de la creencia que la mi- teño, pasa al centro. El asado, producto de la
lanesa viene de la cocina popular del norte de pampa, es la ceremonia de la comensalidad na-
Italia y que la cobertura con salsa de tomate, cional y una de las más recurrentes manías ar-
queso mozzarella y jamón viene del invento na- gentinas. Uno de mis informantes, y quizás con
politano por excelencia, la pizza. Independien- razón, observó que esos mitos forman parte de
temente del origen es obvio que la “milanesa lo que el llama “el dogma nacional pampeano”
napolitana” puede verse como un símbolo im- forjado en Buenos Aires. Para el porteño, de-
portante de la confluencia de tradiciones y de cía, “solo existe la pampa y sus hombres que
la creatividad nacional. lo poblaron en el pasado, no hay lugar ni para
Pero si la milanesa remite a Italia y el puche- el bosque, ni para la selva, ni para la montaña”.
ro a España, el asado aparece asociado a lo au- La idea de que los gauchos se alimentaban ex-
tóctono, a la reproducción contemporánea de clusivamente de carne de vaca asada y prefe-
la dieta atávica del gaucho.3 Una de las ideas rían las costillas y los matambres a cualquier
fundamentales es que el asado comenzó en la otro corte ha llegado hasta la actualidad, aun-
pampa y que los gauchos lo trajeron cuando se que ahora los matambres se comen separados
vinieron al suburbio de Buenos Aires y se con- y no están integrados en el rito del asado (ver
virtieron en carniceros de los frigoríficos. El Nichols 1953: 229). Pero obviamente no solo
arrabal copia a la pampa y de allí, en ese juego había gauchos o criollos en la pampa. Di Lullo
de liminalidad tan propio del imaginario por- encuentra la identidad “viril” santiagueña en la
práctica del asado alrededor del fuego del fo-
gón: “en ese fogón, espíritu de una raza ya ida
3 La cultura del gaucho argentino y su predilección
por el asado, la carne y el fogón nos introduce en un
que se formó al viento, al sol, a las lluvias del
tema comparativo más amplio. El paralelismo entre la vagabundaje nómade, se tostaron carnes ahítas
cultura argentina y la del sur de Brasil, y desde luego de jugos, sahumándose los aires de grasas de-
la uruguaya, es notable y valdría la pena explorarlas de rretidas” y asar es, al final de cuentas, consu-
modo sistemático. Los hallazgos de Fachel Leal (1989) mir alimentos naturales en fórmulas simples y
y de Maciel (1996) indican, claramente, la presencia de
una “familia” de identidades regionales importantes, en
dominio exclusivo de los hombres (1944: 242).
donde el asado, la carne y la parrillada son componen- Borges decía, o al menos se le atribuye esta
tes centrales. frase como tantas otras, que el asado es un mag-
Hibridación, pertenencia y localidad en la construcción de una cocina nacional 601

nífico pretexto para el ritual de la “conversada asador en un grupo de amigos o entre familiares.
amistad”. El asado es un mundo de hombres al En consecuencia, se piensa que un cocinero se
aire libre y el asador el personaje central del ri- hace, toma cursos y prueba y prueba hasta que
tual. Uno de mis informantes estableció un pa- domina ciertas recetas, mientras que un verda-
ralelismo entre esta actividad y el dicho de los dero asador nace, y nadie pondrá en duda la idea
gauchos que sintetizaba el estilo de vida nómade de que “se nace siendo un asador criollo”. El asa-
del pasado: “al aire libre y con carne gorda”. Si dor debe, antes que nada, dominar la técnica de
en algo hay un alto grado de consenso en la Ar- asar trozos grandes de carne y de allí que el bar-
gentina es en el hecho de que el asado es “una becue, el spiedo o la brochette están al margen
ceremonia viril muy argentina” y el arte del asa- de lo que se define como “asar” en la Argentina.
dor absolutamente empírico. Confrontados mis Entre los secretos a dominar, el del fuego es
informantes con la afirmación de Doña Petrona central: el tipo de leña, preferentemente fuerte
de que se trata de una habilidad congénita y que y dura, se convierte en tema de conversación
no se aprende en un libro de recetas el acuerdo y discusión. Las maderas del quebracho, el la-
fue siempre unánime. El asador con su práctica pacho y el algarrobo suelen ser las preferidas
de años se convierte en un individualista extre- (árboles de alguna manera vistos como típicos
mo, a pesar de que las leyes físicas a las que se del paisaje argentino y sus variantes, aunque
somete voluntariamente son universales e inmu- no formen parte del imaginario pampeano). La
tables. Esto explica la creencia de que hay tantas madera del quebracho es la que se supone da el
prácticas y secretos para asar como asadores. El mejor fuego (ver Mirad 1991: 40 y Sagel 1994:
asado es público pero, al mismo tiempo, eminen- 81). Muchos de mis informante sostienen que
temente “secreto” en el sentido que la experien- la mezcla de maderas, por ejemplo el quebra-
cia individual es difícil de transmitir. El mundo cho y el algarrobo o incluso la utilización de
del asado establece una jerarquía entre hombres maderas que vienen de árboles frutales, da un
que, en general, es totalmente aceptada y permi- fuego y un aroma especial. Pese a estas prefe-
te las exclusiones legítimas. Siempre es preferi- rencias lo que se utiliza a menudo es el carbón
ble declararse un mal asador que someterse al vegetal y esto está determinado por el acceso
infierno del ridículo si el asado sale mal. Es muy a las maderas y por su precio. Lo más impor-
difícil, por lo tanto, no saber quién es el mejor tante es comenzar por “el alma del fogón” con
602 Eduardo Archetti - Antología esencial

las maderas más resistentes y continuar con “el un proceso que transcurre en el tiempo, en ho-
cuerpo del fogón” que se hará con las menos ras, y se pasa de una parte del animal a otra” (y,
duraderas o, en su defecto, directamente con podría agregar, en el que el todo se expresa en
carbón. El tipo de parrilla es también un tópico las partes). En la hamburguesa o en las salchi-
de discusión así como la distancia ideal entre chas de todo tipo, tan importantes en la cultura
ésta y la brasas. Sin embargo, lo más importan- europea y en la del barbecue, el proceso es sin-
te es lo que se come y esto también desde el tético y no analítico ya que las partes de carne
punto de vista del asador ya que sus productos utilizadas y picadas construyen un nuevo todo
y su éxito o fracaso serán juzgados sin miseri- en el que es imposible encontrar la naturaleza
cordia por los comensales. (el cuerpo) del animal. La naturaleza del ani-
El asado permite al comensal atento expe- mal yace escondida en este proceso mientras
rimentar (o mejor imaginar si es presionado que en el asado se expone y se celebra. A guisa
en esa dirección) la reconstrucción del cuerpo de ejemplo, en Estados Unidos, el consumo de
del animal muerto. El asado está basado en la carne picada respecto al total de carne consu-
individuación de las partes y en un orden que mida es de casi un 50%, mientras que en la Ar-
comienza con las achuras, continua con la cos- gentina es de un 2% (Martínez 1991: 25).
tilla (la tira) y termina con los músculos (la en- En el triángulo cárneo no solamente la pam-
traña, el vacío o el lomo). La conjunción de par- pa con sus carnes abundantes y ecológicas
tes que se puede observar en un trozo aislado abraza a Italia, a través de la milanesa, o a Es-
en el puchero o en el pedazo que se convierte paña, a través del puchero, sino que el asado se
en milanesa no permite reconstruir un todo ori- combina con lo frito y con lo cocido. La analo-
ginal. Es posible conceptualizar, y en eso no me gía con el triángulo culinario de Lévi-Strauss es
separo de mis informantes, el acto de comer el evidente. La validez universal del triángulo cu-
asado como un ejercicio destructivo que pasa linario de Lévi-Strauss ha sido discutida en ex-
por la muerte evidente del animal pero también tenso y no es mi intención presentar ese cam-
como un proceso de análisis. En las palabras po de debate (ver Archetti 1996). Lévi Strauss
de un informante: “se habla tanto en el asado (1965 y 1968) sostiene que la comida se ofrece
de lo que se come, de como están las mollejas al hombre en tres estados principales: cruda,
o si la tira está dura o tierna, porque el asado es cocida o podrida. El estado crudo, obviamente,
Hibridación, pertenencia y localidad en la construcción de una cocina nacional 603

constituye un polo sin marcar, en estado puro, mientras que al asar hay una pérdida indudable
mientras que los otros estados indican proce- de nutrientes. Hervir es, por lo tanto, una prác-
sos transformativos: lo cocido como la trans- tica cultural económica y democrática, en el
formación cultural de lo crudo, y lo podrido sentido de popular y campesina, mientras que
como su transformación natural. A nivel em- asar es, fundamentalmente, un acto que indica
pírico es importante preguntarse por los pro- generosidad y exceso aristocrático. Hervir y
cesos de transformación de lo crudo a lo coci- asar, en consecuencia, señalan diferencias de
do. Lévi-Strauss distingue, en primer lugar, lo status entre individuos y clases sociales. En el
asado de lo hervido, el acto de asar como una caso de la Argentina, la abundancia y exceso
técnica específica del acto de “cocer” hacien- que aparece en el asado convierte, al menos
do hervir los alimentos. Sostiene que cuando por horas, a los participantes de esta ceremo-
los alimentos se asan hay una relación directa nia culinaria en verdaderos aristócratas. El pu-
con el fuego, en cambio cuando se hierven hay chero es y seguirá siendo una comida menos
un doble proceso de mediación; por un lado, aristocrática asi como lo son todos sus varian-
a través del agua en la que son sumergidos, y tes universales. En nuestro triángulo cárneo la
por otro lado, mediante la utilización de un re- presencia de la milanesa introduce otra técnica
cipiente que los contiene. De esto se despren- transformativa: la fritura. En la fritura las gra-
de que el acto de asar es más “natural” que el sas y aceites reemplazan el agua de lo hervido
acto de hervir que necesita de un recipiente y y el sartén cumple las funciones de la olla. La
de la mediación del agua con el fuego. En esa fritura se puede concebir como formando par-
dirección, Lévi-Strauss observa que el acto de te de una cocina “endógena”.
asar es una suerte de cocina “exógena”, la que En el modelo de desarrollo de la “cocina san-
se ofrece a los “extranjeros”, mientras que las tiagueña” Di Lullo argumenta en esta dirección
comidas hervidas son una suerte de cocina con evidentes resonancias lévi-straussianas: el
“endógena”, la que se sirve a los miembros de fogón y el asado es la transformación más natu-
la familia. Asimismo, a título de hipótesis, su- ral mientras que los actos de hervir y freír son
giere que hervir es un método de conservación más culturales y aparecen, según él, con la con-
integral de las propiedades nutritivas de los quista. Para el fogón y el asado solo los hom-
alimentos, ya que todo tiende a conservarse, bres son necesarios mientras que para los otros
604 Eduardo Archetti - Antología esencial

procesos la presencia del hogar y de la mujer añore una buena empanada, chica, hecha con
es imprescindible (1944: 244-45). Lo masculino carne cortada a cuchillo y jugosa (de las que
y lo “exógeno’ y lo femenino y lo “endógeno” si uno come parado hay que ponerlas a distan-
se complementan. Este modelo aparece tam- cia prudente del cuerpo y, por las dudas, abrir
bién en las conceptualizaciones de mis infor- las piernas). En la introducción había mencio-
mantes. A lo masculino y femenino se unen lo nado la importancia de la pasta y el pan en
criollo, lo italiano y lo español. La hibridez del la generación de una suerte de espacio trans-
triángulo cárneo depende de la identificación regional en Italia y en Francia, hecho que per-
de los elementos distintos que lo componen y, mitía hablar y pensar en una cocina nacional.
en ese proceso, los elementos mantienen su Es posible imaginar para las empanadas el
identidad. El proceso no es necesariamente un mismo papel, aunque no formen parte de lo
amalgamiento sino la agregación de prácticas que se puede definirse como cocina típica del
culinarias determinadas que son identificadas nordeste. En cualquier libro de cocina, y a
en espacios culturales distintivos. Los atribu- partir de la experiencia que podemos tener de
tos del asado, el puchero y la milanesa contri- las variaciones locales y regionales, habrá una
buyen a construir el carácter agregado e híbri- gran variación de recetas de empanadas pero
do de la cocina argentina. No existe un orden a partir de una estructura básica en donde la
trascendental en donde el todo substituye a las masa es similar (harina, grasa, sal y agua) y
partes sino más bien son las partes enumera- la carne juega un papel central en el relleno.
das las que construyen el todo (ver Strathern Las variaciones tienen que ver con el resto
1992:28-30). del relleno: qué tipo de verduras se incluyen,
especies que se utilizan, la presencia o no de
huevo y pasas, en términos de condimentos la
La pizza y la empanada utilización o no de ají picante, si se usan acei-
tunas qué tipos de aceitunas, y, finalmente, si
Si un porteño y con él muchos argentinos llevan o no papa hervida y cortada en dados.
del interior pueden añorar en el extranjero Desde la perspectiva de un santiagueño, como
un buen “sánguche de milanesa” es altamen- es el caso del autor de este artículo, la presen-
te probable que un santiagueño o un salteño cia de la papa en el relleno define a la salteña y
Hibridación, pertenencia y localidad en la construcción de una cocina nacional 605

sus posibles variantes y la presencia de toma- desde principios del siglo XX, y podría decirse
tes y pimiento morrón define a la sanjuanina que casi hasta la actualidad, los dueños de las piz-
y aproxima a la mendocina. La combinación zerías –y de los bares y de los restaurantes– casi
de huevos, aceitunas y pasas de uva crea, asi- siempre son españoles, pero las cocinas que en
sus locales se practican por lo general han sido y
mismo, afinidades entre las santiagueñas, las
son ítalo-porteñas ... ese apoderamiento de facto
tucumanas y las riojanas. Habría, por lo tanto,
por parte de los españoles hizo que la pizza de
una suerte de triángulo culinario o de linajes los argentinos haya sido durante decenas de años
de la empanada que habría que explorar de una pizza muy distinta a la verdaderamente italia-
un modo sistemático y que quedará para otra na y a la que el calor de esa influencia se hace en
oportunidad. La empanada es ahora producto el resto del mundo pizzero (1998: 111-2).
de la ultra-modernidad y la avidez de un públi-
co consumidor como el de Buenos Aires que En una pizzería de Buenos Aires de la década
ha visto la introducción en el relleno del cho- del cincuenta la masa de la pizza era gruesa,
clo y la salsa blanca, de la acelga, de quesos el queso que se usaba no tenía nada que ver
diferentes en donde el roquefort es rey y una con la verdadera mozzarella - “muzarela”- y se
infinidad de otras combinaciones posibles. Es- ponía en exceso, coexistían el faina con todas
tas transformaciones, sin embargo, permiten las variantes de pizza y era común añadir a una
que la empanada se transforme, sobreviva y porción de pizza una porción de faina, la em-
consolide ese espacio nacional. panada gallega era corriente (el tributo de sus
La pizza la pensamos como eminentemen- dueños a un plato de su tierra según uno de mis
te italiana y napolitana. No sólo lo es sino informantes) y las empanadas argentinas de
que como tal ha viajado y viaja por el mun- carne estaban de moda. Como en el triángulo
do entero y en ese viaje llegó a Buenos Aires, cárneo lo supuestamente criollo se entrelaza-
teóricamente de la mano de los inmigrantes ba con lo italiano (dominante) y con lo español
italianos. La conversión masiva de la pizza en (marginal). El proceso de agregación analizado
comida de restaurante, mejor dicho de pizze- anteriormente está de nuevo presente y deter-
ría, fue el resultado de la capacidad empresa- mina formas de yuxtaposición y confluencia de
rial de los inmigrantes españoles (gallegos). tiempos y prácticas culinarias distintas en un
Ducrot escribe: mismo lugar. Como en el caso del triángulo cár-
606 Eduardo Archetti - Antología esencial

neo los elementos que se mezclan mantienen das” que se supone eran, por primera vez, ita-
su identidad. lianas. Al mismo tiempo, las empanaderías
hicieron furor y el proceso de localización se
aceleró: se pueden comer salteñas, tucumanas,
A modo de conclusión sanjuaninas (muy populares), catamarqueñas
y santiagueñas al mismo tiempo que las va-
Schneider (1992) en su análisis de las prácticas riedades del relleno han alcanzado un cierto
culinarias y pautas de consumo alimenticio de paroxismo creativo. Los procesos son, por lo
los descendientes de inmigrantes italianos en tanto, complejos. Es notable, sin embargo, el
Buenos Aires demuestra que la “etnicidad” culi- escaso peso y la influencia marginal de cocinas
naria (comer de un modo típicamente italiano) “fuertes” como la tailandesa, la hindú y la mexi-
se mantiene en el mundo privado de la familia. cana (con su variante Tex-Mex) en los hábitos
En el mundo público de fondas, restaurantes, alimenticios de Buenos Aires y la Argentina. La
bares y pizzerías se come al estilo porteño y, aparición de restaurantes chinos de dudosa ca-
por lo tanto, no hay fronteras étnicas claramen- lidad, con precios atractivos que permiten la re-
te delimitadas: “diferencias en el consumo de producción sin límites de la gula expulsada de
comida de Italia no se perciben como significa- los restaurantes “étnicos” modernizados, y de
tivas, y no son tratadas como un problema en restaurantes japoneses es un proceso limitado
sí” (1992: 89). Los ejemplos que he presentado, y concentrado. La gastronomía árabe goza, tam-
aunque suscintos, van en esa dirección. Uno bién, de cierto auge aunque quizás por razones
podría argumentar que cambios más recientes políticas extraordinarias (comparables a los vi-
enfatizan cierta etnicidad y vale la pena men- nos y champagne Menem).
cionar la incorporación masiva de la pizza a la Podríamos concluir que hay dos procesos
piedra, mucho más cercana a la pizza original paralelos, y que así estamos entrando al próxi-
italiana. Paralelamente, la mozzarella ha adqui- mo siglo: por un lado, el mantenimiento del
rido presencia clara y se sabe que la “muzarela” “melting-pot” (la mezcla y la hibridación) y, por
de las pizzerías tradicionales es simplemente otro lado, el surgimiento de ciertos formas de
el queso para la pizza. Recientemente fueron multiculturalismo a través de la consolidación
creadas en Buenos Aires pizzerías “sofistica- de fronteras étnicas culinarias. En ese sentido,
Hibridación, pertenencia y localidad en la construcción de una cocina nacional 607

la paradoja es que la comunidad japonesa se pacio no me lo permite quisiera terminar este


integró en la vida argentina sin generar sus pro- artículo con algunas reflexiones de carácter
pios restaurantes y por lo tanto su propio nego- comparativo.
cio culinario y llegaron después de la mano del En mi investigación sobre el fútbol y el polo
post-modernismo europeo y norteamericano. he demostrado que lo criollo se piensa, mu-
La presencia de un grupo étnico determinado chas veces, como una mezcla preexistente que
no garantiza el triunfo público de su cocina y tiene una identidad estable y que, por ello mis-
hay, en consecuencia, autonomía entre lo que mo, es capaz de absorber nuevas influencias.
puede comerse privadamente y la transforma- La presencia de lo híbrido, el asado y las empa-
ción de esta cocina en pública.4 Aunque el es- nadas, antes de que el proceso de hibridación
se acelere en la Argentina permite la recepción
de lo nuevo en términos de creatividad cultu-
4 Brita Langeid en su trabajo de tesis de maestría
para la Universidad de Oslo ha seguido de cerca por ral. Al adoptar lo español (gallego) y lo italia-
varios meses las pautas de comida de inmigrantes de no genérico el cambio estaba en marcha como
primera generación en la provincia de Misiones y es he señalado anteriormente. Al mismo tiempo,
notable el grado de “argentinización” de sus dietas. Sus la pasta deja de comerse al diente, el pesto
ejemplos son contundentes. En el caso de un matrimo-
se mezcla con la salsa de tomate, la salsa de
nio mixto, noruego/ucraniano, los almuerzos de una
semana están compuestos generalmente de puchero, tomate se hace sin aceite de oliva y el aceite
ñoquis, espaguettis, pollo al horno, arroz blanco con de oliva (por su gusto fuerte y su precio) es
queso o carne o salchichas, berenjenas en escabeche y reemplazado por otros aceites en la prepara-
milanesa a la napolitana. El consumo de mandioca es ción de las ensaladas y en su uso culinario. Si
también importante. Solo en contextos excepcionales
se servirán platos tradicionales que muestran el origen
se me permite quisiera concluir con una ima-
étnico. Durante la Fiesta Nacional de los Inmigran- gen no muy clara que, seguramente, invita a la
tes que se celebra en Oberá todos los años los stands discusión: creo que es posible pensar lo criollo
“étnicos” están marcados por la presencia de comida como una corriente marina que tira al nadador
tradicional. Los stands étnicos en 1998 fueron los si- al fondo del mar y la presencia de lo extranjero
guientes: ucraniano, ruso, francés, japonés, alemán,
nórdico/escandinavo, italiano, polaco, árabe, brasile-
como una corriente, menos fuerte, que lo lleva
ño, suizo, español y paraguayo. Al mismo tiempo existe hacía arriba (por suerte). Esa corriente que se
un gran stand argentino separado. supone fuerte es lo que garantiza, aunque pa-
608 Eduardo Archetti - Antología esencial

rezca paradójico, la mezcla de ideas, prácticas in the Early 1900s” en Vera L. Zolberg y
y símbolos o sea la superficie. Los casos del Joni Maya Cherbo (eds), Outsider Art.
deporte como el de la comida ilustran la difi- Contesting Boundaries in Contemporary
cultad de pensar actividades rituales, prácticas Culture (Cambridge: Cambridge
corporales y performances (pues también de University Press).
esto trata la comida) a partir de un modelo de Di Lullo, Orestes 1944 El folklore de Santiago
autonomía cultural. La diversidad no excluye del Estero. Medicina y alimentación
la construcción paulatina de un modelo en el (Santiago del Estero: Publicación Oficial).
que el todo híbrido creado puede llegar a tras- Ducrot, Víctor Ego 1998 Los sabores de
cender las partes, o sea los elementos que la la patria. Las intrigas de la historia
integran, y en ese proceso la hibridación esta argentina contadas desde la mesa y la
acompañada por la localización. cocina (Buenos Aires: Editorial Norma).
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Cuisine, Garden City (N. Y.: Doubleday). Ateneo).
El potrero, la pista y el ring
Las patrias del deporte argentino*

Agradecimientos en donde se esbozaban algunas de estas ideas


fueron generosos en sus críticas y recomenda-
Mi investigación de archivo, realizada en ciones. Me gustaría mencionar especialmente
1994, fue completada, recientemente, con sin ningún orden expreso, a Pierre Lafranchi,
la valiosa ayuda de Marcelo Massarino del Juan Carlos Torre, Kristi Anne Stølen, Julio
archivo de Taller Escuela Agencia (TEA) de Frydenberg, Gary Armstrong, Pablo Alabar-
Buenos Aires. Su colaboración ha sido fun- ces, Rosana Guber, Roger Magazine, Jorge
damental en muchos sentidos y fue posible Jasminoy, John Gledhill, Marit Melhuus, Hora-
por la generosa ayuda del fondo de investi- cio Laffaye, Amílcar Romero, Hans Christian
gación del Departamento de Antropología Hognestad, Ricardo Salvatore, Juan V. Sou-
Social de la Universidad de Oslo. Sus suge- rrouille, Luis Boada y Adrián Gorelik. Agra-
rencias fueron también muy valiosas. En la dezco también la lectura crítica del doctor
recolección de los textos de tango incluidos Víctor Tau Anzoátegui y miembros del comité
agradezco especialmente la ayuda de Ariel editorial de la Academia Nacional de Historia
Obschatko. de un texto más corto que fuera sometido a
Colegas en mi disciplina y afines, otros lec- su consideración y que saldrá publicado en la
tores y oyentes en seminarios y conferencias Historia de la Argentina, tomo IX, editado por
la Academia. Finalmente este pequeño libro
* Este trabajo fue publicado originalmente en El po- no hubiera visto sus días sin el apoyo intelec-
trero, la pista y el ring. Las patrias del deporte argen- tual e interés de Enrique Tandeter, editor de
tino 2001 (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica). esta serie.
612 Eduardo Archetti - Antología esencial

Introducción los clubes británicos y en los lugares de traba-


jo en donde los británicos eran mayoría, y su
Para 1914 muchos de los deportes introducidos escaso éxito entre los argentinos nativos e in-
por los británicos durante el siglo anterior se migrantes no británicos era, para muchos, algo
habían convertido en prácticas de tiempo libre que debía explicarse.
diseminadas a lo largo del territorio nacional En 1912, The Standard, uno de los tres
(Olivera 1932). En ese proceso un conjunto de periódicos ingleses de Buenos Aires, se sor-
pruebas hípicas tradicionales como el pato, la prendía de que el fútbol y el rugby hubieran
cinchada, la pechada, la corrida de la bandera y sido adoptados con gran entusiasmo, aunque
el juego de cañas habían desaparecido o habían su práctica “no fuera tan científica”, y de que
sido prohibidas y reemplazadas por los depor- esos espectáculos deportivos despertaran una
tes ecuestres británicos (Slatta 1986). En esta gran fascinación, mientras que con el cricket
incorporación hubo, como era de esperar, una no había ocurrido lo mismo. La explicación,
selección de prácticas que hicieron posible la aparentemente, residía en el “temperamento”
expresión de identidades, no solo masculinas de los jóvenes nativos que se caracterizaba por
sino de clase y nacionales. Sobre esto volveré ser “agresivo, vehemente, impulsivo”. “Correr,
más adelante pero lo más importante es cons- golpearse y empujarse como en una lucha con-
tatar que la apropiación étnica exclusiva de al- tinua” parecía ser preferible a “la estrategia
gunos de los deportes más practicados, aún en y el sentido táctico” que de un modo natural
el caso del polo, había dejado de ser tal con una predominan en el cricket. Pese a ellos, la adop-
sola excepción que confirmaba la regla: el cric- ción del cricket se veía como necesaria para
ket. Este era el deporte británico más antiguo que el “espíritu nacional” pudiera desarrollar
en la Argentina, introducido a comienzos del el sentido del “juicio racional y pragmático”
siglo XIX, y con el primer partido internacional que, aparentemente, no estaba garantizado por
entre la Argentina y Uruguay jugado en 1868, el deporte más popular en esa época: el fútbol
mucho antes del primer enfrentamiento en (The Standard, 15/3/1912: 11). La práctica del
fútbol que se dio en 1904 (Graham-Yooll 1999: cricket fue cada vez más restringida y ya para
177). En los comienzos de la Primera Guerra la década del treinta había desaparecido como
Mundial, este deporte era practicado solo en deporte masivo, si en algún momento lo fue. Es
El potrero, la pista y el ring 613

necesario mencionar que todavía se sigue prac- (y no totalmente ni solamente europeos, como
ticando en la Argentina en clubes con tradición es el caso de la Argentina) dependen de la de-
británica como Belgrano, Hurlingham, Lomas, finición como imperativo moral no solo de la
Old Georgians y también el Rosario Athletic. El belleza sino del estado físico. La construcción
partido anual entre dos selecciones que repre- de la masculinidad moderna depende, por lo
sentaban el Norte y el Sur de Buenos Aires –en tanto, de la relación entre “cuerpo y alma, de la
la más cara tradición inglesa– se sigue jugando moralidad y la estructura corporal” (1996: 26).
y en 1999 se celebró su centenario (Graham- El esfuerzo físico y el cuidado corporal apa-
Yooll 1999: 177). Nadie puede negar que pese a recen, de esa manera, no solo como símbolos
que el cricket no se convirtió en un deporte na- de la modernidad sino como algo que hay que
cional en la Argentina, como lo serían muchas cultivar y desarrollar, como una práctica indi-
colonias británicas, la tradición se mantiene y vidual y social que debe ser garantizada por el
con ella la posibilidad de reproducir, aunque ili- Estado y la sociedad civil. Dos modelos compi-
mitadamente, el espíritu pragmático que, según ten: el de la gimnasia, de influencia alemana y
la prensa británica, hacía tanta falta. nórdica, y el del deporte en donde a la compe-
Los británicos se enorgullecían de haber tencia individual se le une el aspecto colectivo
traído al país no solo capitales, industria, nue- de los deportes de equipo. En la Argentina, el
va tecnología, nuevas razas vacunas y lana- primero tendrá como lugares de expresión la
res, sino también el gusto y la pasión por los escuela y las barracas militares mientras que
deportes que permitieron el desarrollo moral el segundo estará asociado a la creación de es-
de la juventud (The Standard, 1/1/1913: 22). pacios públicos regulados (parques, plazas) o
Es obvio que los deportes de origen británico no (baldíos, potreros) y a la aparición de insta-
son concomitantes con la modernización, la laciones deportivas de los clubes o de las mu-
construcción de estados nacionales y la inter- nicipalidades. La expansión del deporte en la
nacionalización creciente de los intercambios Argentina se puede asociar al desarrollo de la
económicos, sociales y culturales en el siglo sociedad civil ya que las organizaciones y clu-
XIX y comienzos del XX. Mosse (1985, 1996) bes deportivos generaron espacios de autono-
ha argumentado que los estereotipos masculi- mía y participación social al margen del Esta-
nos de los nacionalismos modernos europeos do. En ese contexto particular las prácticas de-
614 Eduardo Archetti - Antología esencial

portivas y, en especial, los deportes de equipo tiva como “una práctica moral para el cuerpo”
permitieron establecer un “espacio nacional” (El Gráfico, 1927, 394: 18).
de competencia real y de movilidad social –ya Lo “nacional” a través de la introducción
que los mejores deportistas de las provincias de prácticas corporales creadas fuera de las
pudieron hacer carrera en Buenos Aires– y de fronteras del país puede entenderse como un
unificación territorial y simbólica. La prensa ejemplo de una suerte de modernidad radical
y la radio en la década del veinte jugaron un que va a permitir a la Argentina participar en la
papel crucial en esta dirección. El Gráfico, la expansión de un ámbito global deportivo, pri-
revista más influyente en ese siglo, fundada en mero a través de los Juegos Olímpicos y, pos-
1919, enfatizará la importancia de los deportes teriormente, a través de las competiciones que,
de equipo ya que permiten que una nación se en los diversos deportes, permiten coronar a
exprese, que sus integrantes tengan una “con- los mejores del “mundo”. El deporte pasa a ser
ciencia nacional” y superen las identidades lo- así un espejo en donde verse y ser visto al mis-
cales de clubes o de provincias, y porque hacen mo tiempo. Estar entre los primeros importará
posible que las diferencias de estilo, en compe- pero, paralelamente, aparecer como el repre-
tencia con otros equipos, puedan ser pensadas sentante de “algo diferente” será un importante
como manifestaciones de “estilos nacionales” factor de desigualdad. La globalización tempra-
(1923, 190: 4). Las primeras visitas de clubes na del deporte no debe verse como un proceso
de fútbol profesional inglés al país en 1904 y necesario de homogeneización, sino como un
1905, que continuaron con cierta regularidad espacio en donde producir imaginarios, símbo-
hasta 1914, deben ser vistas en el contexto de los y héroes que establezcan discontinuidades.
la creación de diferencias (Archetti 1997 a; Las reglas universales y las prácticas son uni-
1999), así como, en 1922, la gira oficial a Ingla- formes pero los resultados impulsan no solo
terra y Estados Unidos de un equipo argentino las diferencias sino a pensarlas como tales.
de polo puede verse como una muestra de la Volvamos a la idea de Mosse de la impor-
calidad de los polistas y caballos pampeanos tancia de los deportes colectivos en la con-
(Laffaye 1989: 79-92; Ramírez 1989). En 1927, solidación de los nacionalismos y pensemos
en un tono más cercano al espíritu de Mosse, los distintos deportes sobre los que este tex-
esta misma revista defiende la práctica depor- to será construido. A Mosse se le olvidaron
El potrero, la pista y el ring 615

los deportes individuales, como el boxeo o el viduales. La historia, en estas páginas, estará
tenis, aunque en éste hay también parejas, y centrada en la búsqueda de imágenes y este-
los deportes que, como el automovilismo, ge- reotipos culturales dominantes, y se basará
neran una simbiosis entre cualidades indivi- en la lectura selectiva de fuentes secundarias
duales y mecánicas y que, en consecuencia, y de la prensa. La presencia de dimensiones
se asocian más fácilmente a lo industrial y a sociales y de clase que están reflejadas en es-
lo moderno. Al mismo tiempo, deportes como tas prácticas permitirán hacer reflexiones de
los ecuestres, en donde el caballo es central, tipo comparativo. Dejar fuera otros deportes,
remiten a un tipo de “modernidad parcial” ya como el rugby, el tenis, el basquetbol, donde
que éste no es solo un animal “aristocrático” o se ganó un campeonato mundial disputado en
“noble” sino que el imaginario que puede gene- Buenos Aires en 1950 y el golf, en donde la Ar-
rarse tiene referentes pastorales y rurales in- gentina se ha destacado en periodos largos y
mediatos. Sin embargo, Mosse hace notar que con cierta continuidad es, sin lugar a dudas,
la virilidad y el coraje son dimensiones de la una injusticia. Pese a esto, y por una suerte de
masculinidad tradicional que se mezclan con inercia sociológica que podríamos llamar “tra-
los nuevos ideales corporales (belleza y con- dición”, la falta de grandes boxeadores o pilo-
dición física) de la modernidad (1985: 117-28). tos argentinos de Fórmula 1 se puede vivir en
En esta hibridez entre lo nuevo y lo tradicional la actualidad como una pérdida y lo mismo no
habría espacio para otros deportes que los úni- ocurre si en los próximos veinte años no sale
camente colectivos. Un primer criterio guia- un golfista del calibre de Roberto De Vicenzo
do en la elección de deportes a tratar en este o un tenista con el carisma de Guillermo Vi-
libro ha sido la combinación de lo colectivo las. El lector se da cuenta de que los deportes
con lo individual y de lo rural y lo industrial, elegidos son eminentemente masculinos y eso
y, un segundo criterio, que en esas disciplinas significa dejar de lado disciplinas en los que la
equipos e individuos hayan descollado a nivel participación femenina ha sido determinan-
internacional. Los deportes elegidos son: el te. Este es un sesgo impuesto por el universo
fútbol y el polo como deportes colectivos y el seleccionado pero también se desprende del
automovilismo y el boxeo (extrema expresión peso secundario del deporte femenino en la
del coraje y la virilidad) como deportes indi- historia del país. Excepciones como Jeanette
616 Eduardo Archetti - Antología esencial

Campbell en natación, Ana Weiss y Gabriela na no solo de grandes deportistas sino de músi-
Sabatini en tenis confirman la regla. ca, músicos y bailarines. El viaje por el mundo
Independientemente del carácter colecti- y el reconocimiento de los deportistas argenti-
vo o individual de las prácticas deportivas el nos en las primeras décadas del siglo XX coin-
culto a héroes determinados, a personajes que cide con la consolidación del tango como mú-
sintetizan virtudes especiales o representan sica y baile cargado de erotismo y dificultades
lo que se puede imaginar como “nacional”, es coreográficas. El mundo desarrollado encontró
ineludible. El panteón argentino es, sin duda en el tango, el samba y los ritmos cubanos más
alguna, amplio y variado y razones de espacio diversos una muestra de creatividad cultural y
me obligan a la injusticia. En este libro dedica- expresividad corporal inigualable. La periferia
ré atención especial a tres grandes figuras que, estaba destinada a exportar cuerpos y ritmos
sin proponérmelo, representan, claramente, y el deporte será central en este intercambio.
deportes y épocas diversas: Juan Manuel Fan- Si la Argentina importa deportes ingleses y los
gio, cinco veces campeón mundial de automo- hace suyos, en una suerte de simbiosis amné-
vilismo y hombre salido de la profundidad cha- sica ya que con el tiempo esas prácticas eran
carera de Balcarce, Carlos Monzón, el hombre solo vistas como nacionales, exportará el tan-
pobre del interior que a fuerza de coraje se go al mundo entero. Importación y exportación
convirtió en invencible campeón mundial de ocurren paralelamente y consolidan un mundo
box, y Diego Armando Maradona, salido de los cultural global antes de que la globalización se
potreros de la villa miseria de Fiorito y trans- convirtiera en la moda que es hoy en día. La
formado en icono universal de la gambeta. asociación entre fútbol y tango será más obvia
Veremos como una nación puede incorporar y que en el caso del boxeo o el automovilismo.
aceptar un cierto grado de heterogeneidad y Entre 1920 y 1940 el tango acompañó al fútbol.
complejidad social y moral. Estos ídolos son Se escribieron docenas de tangos con temas
una expresión de estos procesos múltiples y, directamente vinculados al fútbol que tuvie-
hasta cierto punto, contradictorios. ron una repercusión circunscrita y no sobre-
Una característica especial de la Argentina, vivieron el paso del tiempo como tantos otros
compartida con otros países latinoamericanos tangos de esa época clásica. Es el momento de
como Brasil y Cuba, es la exportación tempra- recuperarlos y no dejarlos olvidados. Por ello,
El potrero, la pista y el ring 617

entre el fútbol y el polo habrá una suerte de “latinos” comienzan a dominar la práctica ac-
intermezzo musical dedicado a los tangos que tiva. El fútbol se expande y los clubes con sus
comentan y nos hablan del fútbol. nombres expresan claramente este proceso.
Frydenberg ha demostrado que los nombres
de los clubes de fútbol que por decenas se for-
Fútbol: el deporte sin fronteras man en Buenos Aires y sus alrededores entre
1880 y 1930 eluden referencias étnico-comu-
1914 es una fecha importante en la historia nitarias de un modo claro, a diferencia de las
del fútbol ya que el año anterior un club emi- asociaciones de tipo asistencial que se multi-
nentemente “criollo”, el Racing Club de Ave- plican en la misma época (1996). Su análisis
llaneda, teóricamente sin un solo jugador de estadístico de nombres demuestra que hasta
origen británico en el once titular, aunque en 1910 predominan los nombres asociados a
el plantel hubiera jugadores periféricos de lugares y barrios (como Boca Juniors, River
origen británico como Wine, Loncan y Prince, Plate, Tigre, Lanús o Quilmes) y con evidentes
conquista, por primera vez, el campeonato de alusiones juveniles (como Estudiantes, Estu-
primera división. A partir de ese momento los diantil, Argentinos Juniors o Juventud). A par-
clubes británicos, como el Alumni o el Belgra- tir de ese año aparecen nombres que demues-
no, pierden su peso futbolístico y sus jugado- tran un cierto apego a los próceres nacionales
res desaparecerán de los equipos nacionales. o a las fechas patrias (como Almirante Brown,
Según El Gráfico este cambio fue posible ya Vélez Sársfield, Belgrano, San Martín, 25 de
que “cuando el football comenzó a difundirse, Mayo, 9 de Julio o Sol de Mayo). El fútbol fun-
dejaron de ser los cracks nombres británicos ciona, por lo tanto, no solo como un reflejo del
para transformarse en apellidos puramente discurso nacionalista y patrio sino como una
latinos, especialmente italianos y españoles, arena en donde ese proceso cristaliza un es-
como García, Martínez, Ohaco, Olazar, Chiap- pacio simbólico que, con el correr de los años,
pe, Calomino, Laforia, Isola, etc.” (1928, 470: será de crucial importancia en la formación de
15). La fundación “criolla” no es solo la argen- estereotipos nacionales.
tinización de un deporte británico sino una El imaginario del estilo criollo opuesto al
fundación en donde los hijos de inmigrantes británico no es solo la creación de la prensa
618 Eduardo Archetti - Antología esencial

argentina sino también de la inglesa local que, juego observado al salir de ver un partido del
continuamente, opone el estilo británico aso- campeonato nacional entre Lanús e Indepen-
ciado al sentido táctico, la disciplina, el méto- diente, comentaron que lo que más les impre-
do, la fuerza y el poder físico, a las virtudes sionó fue la precisión de los pases y la astucia
criollas, basadas en la agilidad y en el virtuo- en el dribbling pero, como aspecto negativo,
sismo de los movimientos (Archetti 1999: 56- observaron que los delanteros eran remisos
70). El estilo británico aparece como la expre- en rematar al arco (El Gráfico, 1926, 366: 9).
sión de lo industrial y de allí que la metáfora Años antes, Jorge Brown, jugador modelo del
de la “máquina” se use para conceptualizarlo Alumni y de los seleccionados argentinos de
y pensarlo como repetitivo y carente de im- comienzos de siglo, figura mitológica de la
provisación (El Gráfico, 1928, 470: 15). Frente época británica, nostálgicamente, comentaba:
a la máquina el estilo criollo estará fundado
en la creatividad individual y en la capacidad el football que yo cultivé era una verdadera de-
para improvisar. El dribbling o la “gambeta” mostración de destreza y energía. Un juego algo
serán las virtudes esenciales de un buen juga- más brusco, pero viril, hermoso, pujante. El foot-
dor criollo (Archetti 1995; 1996). El dribbling ball moderno adolece de exceso de combinacio-
no se puede programar, al revés de lo que, en nes hechas cerca del arco. Es un juego más fino,
quizás más artístico, hasta más inteligente en
teoría, ocurre con un sistema de juego colec-
apariencia, pero que ha perdido su animación pri-
tivo. La visita de equipos extranjeros en la dé-
mitiva… el juego largo ya no se cultiva, en el que
cada del veinte servirá para corroborar esta se formaron tantos jugadores invencibles. Con el
imagen. Los jugadores ingleses del Plymouth juego nuestro se producían muchos choques…
Argile, que visitan Buenos Aires en 1924, que- hoy creen que juegan un mejor football los que
dan impresionados por la hibridez de los ju- esquivan el cuerpo… ya no se ve el clásico juego
gadores locales ya que a las virtudes inglesas consagrado en Inglaterra e impuesto en el mundo
típicas, como la velocidad y el empuje, agregan entero. (El Gráfico, 1921, 107: 11).
un estilo complicado de “combinaciones” (El
Gráfico, 1924, 257: 24). Los jugadores del equi- El triunfo uruguayo en las Olimpiadas de 1924
po catalán Real Deportivo Español, de gira en en París y la gira exitosa, por muchos países
1926, cuando se les preguntó por el estilo de europeos, de Boca Juniors en 1925 confirman
El potrero, la pista y el ring 619

la existencia de un “estilo rioplatense” distinto, no 1988: 26-8). El enfrentamiento en las aso-


tanto del europeo en general como el inglés. ciaciones de fútbol organizado no solo estaba
En la década del veinte se produce la conso- vinculado a esta práctica económica sino a la
lidación del fútbol como espectáculo deportivo oposición de los clubes de Buenos Aires y La
y muestra de ello es la construcción del primer Plata con las asociaciones del interior del país.
estadio en cemento (Independiente en 1928), El enfrentamiento culminó con la introduc-
del primer estadio moderno con iluminación ción del profesionalismo en 1931, impulsado
artificial (Vélez Sársfield en el mismo año), la por los clubes más ricos que tenían más aso-
aparición de las transmisiones radiales y la ex- ciados y la formación de la Liga Argentina de
pansión de la cantidad de socios de los clubes Football que núcleo a los clubes más importan-
más importantes. Ese año, a pesar de la derro- tes. Los “cinco grandes” del fútbol argentino
ta, ocurrió la consagración del fútbol nacional: (River Plate, Boca Juniors, San Lorenzo, In-
el seleccionado llegó a la final del campeonato dependiente y Racing) tenían en 1930 un total
olímpico de Amsterdam en 1928 y perdió en de 55.000 socios. Estudiantes de La Plata, con
dos partidos homéricos contra los uruguayos. 8.000 socios, era también un club muy impor-
La derrota no se vivió dramáticamente y la tante. De su unión con la Asociación Argenti-
prensa festejó el éxito del “fútbol rioplatense” na de Football nació en 1934 la Asociación de
(Archetti 1999: 61). Por el contrario, la derrota, Fútbol Argentino (AFA) que perdura hasta la
en 1930, contra los uruguayos, en la final de la actualidad con el nombre castellanizado del
primera copa del mundo en Montevideo, fue vi- deporte. Los clubes de las provincias, pese a
vida con una gran intensidad por la ilusión de formar parte de la asociación a través de la afi-
la revancha creada en esos dos años (La Na- liación de las diferentes ligas, quedaron mar-
ción, 1994, tomo I, 2: 28-30 y Bayer, 1990: 34-7). ginados de este proceso por su escaso poder
En esa época el fútbol era en Buenos Aires, económico. El interior del país quedó así rele-
el Gran Buenos Aires, La Plata y Rosario, un gado y pasó a funcionar como semillero para
espectáculo multitudinario, una pasión barrial los clubes ricos. Los clubes rosarinos solo se
y ciudadana, y la práctica del amateurismo incorporaron en 1938. El llamado “campeona-
marrón, una suerte de profesionalismo escon- to nacional”, basado en la competencia anual
dido, estaba muy extendida (Scher y Palomi- de equipos representativos de las provincias
620 Eduardo Archetti - Antología esencial

junto al equipo de Capital Federal, perdió im- llamaré “fundación emocional”, basada en las
portancia y se transformó en una reliquia. La lealtades de los hinchas de fútbol por alguno de
posibilidad de que fueran llamados al equipo los clubes grandes porteños. Una vez más las
nacional jugadores que jugaban en clubes de fronteras, esta vez provinciales, se rompían. El
esas provincias (como fue el caso del equipo fútbol se convertía en deporte nacional.
que llegó a la final de la Olimpíada de Amster- La década del treinta consolida el fútbol
dam en 1928) se hizo cada vez más remota. profesional; y la construcción de grandes esta-
Buenos Aires pasó a ser la capital del fútbol y dios y las inversiones en infraestructura social
del tiempo libre. El profesionalismo permitió, fortalecerán a los clubes grandes. En 1936, los
asimismo, convertir a los clubes en verdaderas cinco equipos grandes de Buenos Aires tenían
asociaciones de masas, articulando gran parte 105.000 socios y un capital de 3.555.709 pesos,
de la vida social de los barrios de Buenos Ai- mientras que los otros diez equipos del cam-
res y del Gran Buenos Aires. El dominio del peonato profesional, solo 55.895 socios y un
fútbol porteño se acentuó en esa década y en capital de 1.351.845 (El Gráfico 1936, 871: 40).
la siguiente con las giras anuales “obligatorias” Entre 1930 y 1935, la cantidad de espectado-
de los clubes a ciudades de provincias y con res en el campeonato oscilaba entre los dos y
el reclutamiento de los mejores jugadores de dos millones y medio con un claro predominio
las mismas. A los efectos de difundir el “buen de taquilla de los equipos exitosos (La Nación
fútbol” la AFA decidía a qué provincia debían 1994, tomo I: 187). Los modernos estadios de
viajar los clubes profesionales durante el rece- River Plate y Boca Juniors fueron inaugurados
so del campeonato (Di Stéfano 2000: 69). Los en 1938 y 1940, respectivamente. La rivalidad
aficionados del interior comenzaron a “hin- entre estos dos clubes comenzó a perfilarse en-
char” por dos clubes: su club de provincia y un tonces y pasó a ser dominante en la década del
club grande porteño, ya que era poco menos cuarenta hasta la actualidad. Al mismo tiempo,
que impensable ser hincha de un club platense se abrían las fronteras y el mercado mundial
o rosarino. Esta hegemonía emocional y sim- de jugadores se consolidaba. Decenas y dece-
bólica se acentuó con el correr de los años. A nas de grandes jugadores argentinos, y entre
la “fundación criolla”, con el estilo como un ellos una gran parte de los que jugaron la final
factor de integración, hay que agregar lo que del campeonato mundial de 1930, emigraron
El potrero, la pista y el ring 621

a Europa. Pero el proceso migratorio no tuvo 1941 con un equipo excepcional que fue bauti-
una sola dirección ya que llegaban al país di- zado como “la Máquina”.
rectores técnicos extranjeros, europeos en su Hemos visto que el simbolismo del fútbol ar-
totalidad –práctica común en esa época–, se gentino descansaba sobre dos pilares: la gam-
contrataban árbitros ingleses para educar a los beta como expresión del ingenio individual y el
locales y comenzó la importación de grandes pase como medida del talento, la coordinación
jugadores brasileños y paraguayos. La parado- colectiva y el sentido estratégico. En 1925 la
ja es que la AFA decidió no participar en los célebre gira de Boca Juniors por Europa ha-
campeonatos mundiales de 1934 con un equipo bía consagrado un estilo en donde no solo se
profesional y no envió ninguna representación “juega al fútbol” sino que por el virtuosismo
al de 1938. De esa manera se protestaba con- individual, parecido al de un pianista o un vio-
tra la utilización de jugadores argentinos en linista, los europeos dicen que los argentinos
seleccionados europeos –el de Italia, campeón “tocan el fútbol” y, de esa manera, legitiman la
mundial en 1934, tenía cuatro argentinos– y idea del “toque” como un sello de marca de un
contra el perjuicio económico a los clubes que estilo nacional (El Gráfico 1941, 1124: 8). Con
tenían que suspender el campeonato profesio- la aparición de River Plate, a la metáfora de la
nal mientras los torneos se realizaban. música de orquesta se le agrega la de la máqui-
La Segunda Guerra Mundial constituyó un na. Sigue “tocando” en ese equipo pero esto se
freno brusco al éxodo de jugadores a Europa. acompaña con una gran efectividad. La idea
Los mercados colombiano y mexicano pasaron de que la belleza puede ser sincronizada y no
a ser muy importantes luego de la huelga de solo espontánea es central, ya que una máqui-
los jugadores profesionales de la AFA en 1948. na puede llegar a “jugar de memoria” y de un
Estos países se convirtieron en tierra de promi- modo casi perfecto. “La Máquina” pasó a ser “el
sión del estilo criollo (Di Stéfano 2000: 91-104), fútbol mismo” en el imaginario nacional (Ber-
y así se hizo posible, a comienzos de la década, toltto 1997: 95). Pedernera, que jugaba en ese
no solo el claro dominio argentino en los cam- equipo de centrodelantero atrasado, una ver-
peonatos sudamericanos, con los tres triunfos dadera revolución para la época y uno de los
consecutivos de 1945, 1946 y 1947, sino la apa- máximos exponentes de ese estilo, lo define la
rición de River Plate en el campeonato local de siguiente manera:
622 Eduardo Archetti - Antología esencial

un juego que siendo sobrio en su finalidad no deja cios para los cambios de ritmo. Los aficionados
de brindar espectáculo, llegando en ocasiones al y periodistas españoles definieron a San Loren-
preciosismo y en el cual tiene vital importancia la zo como “equipo mítico”, capaz de competir
colocación. Todos han observado cómo cambia- con la máquina de River Plate, aunque a ésta
mos de puesto y cómo, mediante una rotación sis-
no la hayan visto jugar jamás en sus tierras (Le-
temática, vamos cubriendo los claros y haciéndo-
guineche, Unzueta y Segurola 1998: 24).
lo todo de memoria. El mismo estilo se encuentra
en las inferiores… Es el carácter, es la fisonomía, En la década del cincuenta se abre el mer-
surgida como consecuencia de ese estilo mante- cado europeo de jugadores y el seleccionado
nido a través de los años. Son rasgos de familia. sale de gira tanto a Europa como al resto de
(El Gráfico 1946, 1382: 12). América. La derrota en 1951 del equipo na-
cional 2 a 1 contra Inglaterra en el estadio de
La gira exitosa de San Lorenzo a Europa en Wembley, en Londres, abrió discusiones sobre
1946 ayuda a confirmar ese estilo. San Loren- el valor del estilo criollo ya que los ingleses
zo “cumple una misión” y es la de “demostrar demostraron ser claramente superiores con-
la modalidad, la calidad, la ciencia y la gracia tra lo que se esperaba en el país. Fue tal la
del fútbol argentino”. Esta se basa en “la tácti- superioridad inglesa que el mejor jugador ar-
ca defensiva de marcación y la ciencia ofensiva gentino fue Rugilo, el arquero, bautizado des-
del pase corto”, “en la desmarcación y la posi- de ese día como “El León de Wembley”. Boro-
bilidad de que cualquiera de los cinco delante- cotó, uno de los más importantes periodistas
ros haga el gol” (El Gráfico 1947, 1440: 36-7). argentinos, desde El Gráfico, se ve obligado a
La esencia comienza a ser “el pase corto” que defender el estilo nacional:
debe hacerse al centímetro, entre una maraña
los ingleses son ingleses y nosotros somos crio-
de piernas, que exige precisión y técnica y es el
llos. Ni ellos pueden jugar como nosotros ni no-
más difícil de realizar. La victoria de 6 a 1 frente
sotros como ellos. Existen marcaciones, tácticas,
al seleccionado español se convierte en mitoló- planes… Pero existe un algo que no se puede
gica y no solo en Buenos Aires. Los españoles cambiar ni acepta adaptaciones de ninguna índo-
definen ese estilo como revolucionario porque le y que está ligado a la idiosincrasia de cada uno.
el modo aparentemente cansino y displicente Hay una manera de pensar, de sentir, de ejecutar
de los pases cortos es eficaz para crear espa- y que está en la sangre, en el churrasco y el mate
El potrero, la pista y el ring 623

o en la avena con leche y el jamón con huevo. ronda preliminar sino que ésta terminó con una
(1951, 1658: 24) derrota mayúscula contra Checoslovaquia. La
apabullante cifra de 6 a 1 puso a la nación en un
El respeto a la tradición no es siempre una estado de crisis y confusión y transformó a los
garantía de éxito. La AFA decide volver a los jugadores en un grupo de traidores. Habergger,
mundiales en 1958. El triunfo en el campeonato el entrenador alemán, había sido premonitorio
sudamericano de 1957 en Lima, con la victoria al decir que no temía a los argentinos porque
inapelable de 3 a 1 contra la potencia brasileña habían estado ausentes del fútbol internacional
y la aparición milagrosa y mágica de los “ánge- y no estaban al tanto de los cambios ocurridos
les con la cara sucia”, los delanteros-pibes Mas- en el fútbol mundial (El Gráfico 1958, 2017: 23).
chio (20), Angelillo (17) y Sívori (19), auguraba El máximo anacronismo y expresión de la con-
el mejor de los éxitos para el mundial que se fianza ciega en un estilo fue la presencia en el
avecinaba. Sin embargo, las tres esperanzas del equipo titular de Labruna, con casi 40 años, so-
fútbol argentino fueron vendidas a Italia a fin breviviente del River Plate de 1941. La derrota
de año: Maschio al Bologna, Angelillo al Inter, y fue percibida por directivos, jugadores y parte
Sívori al Juventus. La discusión sobre si llamar de la opinión pública como una consecuencia
o no para el Mundial a los jugadores que esta- directa de la política aislacionista seguida por
ban en el exterior se salda por la negativa. El el país en el campo del fútbol. La respuesta de-
argumento esgrimido era que había jugadores bía ser una política de apertura basada en la
locales con la calidad suficiente y que, además, importación de nuevos modelos (sistemas de
en el pasado nunca fueron utilizados futbolis- juego) e influencias culturales (directores téc-
tas que estaban fuera del país. Se decide, por nicos y jugadores). Brasil, vencedor ese año y
lo tanto, ir a Suecia con un seleccionado local luego en 1962, y Europa pasaron a ser fuentes
sin convocar a los “caras sucias” ni a otros pro- de inspiración para el alicaído y traumatizado
fesionales que triunfaban en Europa. Lo que se fútbol argentino. La paradoja es que mientras
esperaba que fuera un “encuentro con la his- esto ocurría, Di Stéfano, otro sobreviviente del
toria”, o sea la demostración de que se estaba, River de los 40, era el mejor jugador de Euro-
al menos, entre los mejores del mundo, termi- pa, y Sívori y los otros argentinos triunfaban en
nó con una pesadilla: no solo no se pasó de la Italia. Lo que antes era una virtud se convertía
624 Eduardo Archetti - Antología esencial

en defecto. Para Maschio había que desterrar el mentos y modificar la tradición de tener pocos
“viejo vicio del pasecito de más o de la gambe- equipos en primera división comenzaba y se
ta de lujo innecesaria” (El Gráfico 1966, 2431: convertiría en una práctica que llega hasta la
27) y para Di Stéfano “los argentinos tienen que actualidad. La crisis de estilo era también “una
olvidarse de la pisadita y el jueguito de media crisis institucional” (La Nación 1924, tomo II:
cancha, frente al fútbol europeo, esto no tiene 402-7). La violencia también comenzaba en los
ningún valor” (El Gráfico 1966, 2433: 28). estadios con la muerte de Héctor Souto en el
Frente a la hecatombe, una revolución se partido entre Huracán y Racing (Archetti y Ro-
gestaba nivel local con la aparición de Zubel- mero 1994). El fútbol perdía su tono amistoso,
día como director técnico de Estudiantes de familiar y barrial.
La Plata y las victorias de su equipo en el cam- La filosofía de Zubeldía era clara: lo colectivo
peonato local en 1967 y, posteriormente, en las sobre lo individual, la fuerza sobre la técnica. A
copas Libertadores e Intercontinental. Por pri- estos principios se sumaba un maquiavelismo
mera vez un club de los “chicos”, aunque his- que sorprendería al mismo Helenio Herrera, el
tórico, ganaba un campeonato profesional que, inventor del fútbol especulativo moderno. El
hasta ese año, había sido propiedad exclusiva público y parte de la prensa acepta el hecho
de los “cinco grandes”. Es importante hacer de que con Estudiantes aparece otra ética en el
notar que el triunfo de 1967 se da en un con- fútbol: la del trabajo y disciplina al servicio de
texto de cambios institucionales importante: la victoria. El fin último es el triunfo y el éxito
el campeonato se divide entre Metropolitano, y no el “juego bonito”. Para esta ideología se
con los equipos de siempre, y Nacional con la necesitan otros hombres, otros jugadores dis-
participación de los equipos provincianos. Al puestos a aceptar el trabajo a destajo; el sudor,
mismo tiempo, se resuelve televisar un partido incluso en este caso, se suponía que no mataba
por jornada y al año siguiente llegará la tele- automáticamente al talento. Según El Gráfico
visión privada que romperá con el monopolio los “futbolistas-pibes” son reemplazados por
deportivo del Canal 7 estatal. La multiplicación los “futbolistas-hombres” (1968, 2546: 50). Los
de partidos y el peso de la televisión frente a la partidos de Estudiantes contra los equipos uru-
radio pasarán a dominar el desarrollo del fút- guayos y brasileños en la Libertadores, y con-
bol en el país. La costumbre de cambiar regla- tra los equipos escoceses, ingleses e italianos
El potrero, la pista y el ring 625

en la Intercontinental se planeaban como ver- el de 1970 en México e hizo un más que páli-
daderos combates: el fútbol se transformaba do papel en el mundial de Alemania en donde
en guerra. El equipo de Zubeldía gana su prime- fueron derrotados claramente, en la segunda
ra copa Intercontinental contra el Manchester ronda, por Holanda 4 a 0. La modernización
United en 1968. Los dos partidos son verdade- del fútbol y la aceptación de un nuevo estilo no
ros enfrentamientos, “duelos fragorosos, pró- trajeron los triunfos esperados, el “mejor fút-
digos en incidentes y acciones antideportivas” bol del mundo” quedaba reducido a nivel de los
(La Nación 1994, tomo II: 429). Bilardo, jugador clubes (Di Giano 1998).
emblemático de ese equipo por su capacidad El Mundial de 1978 le había sido otorgado
de trabajo y su reconocido maquiavelismo, al a la Argentina antes del golpe de Estado de
explicar ese triunfo reconoce que “si nosotros 1976. César Luis Menotti, un lento y talentoso
tocamos no ganamos la copa, nosotros tene- delantero rosarino en la década del sesenta,
mos que morir con la nuestra o, en todo caso, con roce internacional ya que había jugado en
vivir de la nuestra” (El Gráfico 1968, 2559: 74). Brasil y Estados Unidos y ganado con Hura-
Aparecía otra “nuestra” que no era el “viejo es- cán el campeonato Metropolitano de 1973, fue
tilo criollo” y que estaba latente en la distinción nombrado director técnico del seleccionado
que se hacía entre fútbol “alegre y artístico”, en octubre de 1975. Su filosofía de fútbol es
representado por Independiente, River Plate y diametralmente opuesta a la filosofía de Estu-
Racing, y fútbol “serio y eficaz”, encarnado por diantes de La Plata que desde 1972 tiene a Bi-
Boca Juniors y San Lorenzo, de las décadas an- lardo como director técnico. Menotti declara
teriores (El Gráfico 1936, 860: 25). La tradición que en sus equipos “el talento y la habilidad
del fútbol “serio y eficaz” vivía a través de los deben predominar siempre sobre el despliegue
logros de Estudiantes. Los éxitos en las copas de la fuerza física” (El Gráfico 1972, 2875: 2).
internacionales de clubes no solo fueron de los Su plan de trabajo pasa por la incorporación
equipos de Zubeldía sino también de Racing e de jugadores del interior y por la consolida-
Independiente. Estos éxitos no se reflejaron a ción de los equipos nacionales juveniles. En
nivel de la selección nacional que no hizo más 1976 el equipo juvenil dirigido por Menotti
que un papel decoroso y controvertido en el gana el prestigioso torneo de Toulon, Francia,
mundial de 1966 en Inglaterra, no clasificó para jugando un gran fútbol, ofensivo y técnico. En
626 Eduardo Archetti - Antología esencial

ese equipo se destacaron jugadores como Pa- produce en 1978: la Argentina gana su primer
sarella, Valdano, Gallego, Tarantini y Valencia campeonato mundial y su destino de “gran
que triunfarían posteriormente en las selec- nación futbolística” se hace realidad. Para la
ciones mayores. Antes del Mundial, Menotti Junta Militar gobernante, la victoria del equipo
declaraba que el “fútbol es un deporte, está nacional es la mejor respuesta a la campaña
para defender el prestigio del fútbol argentino. “anti-argentina” orquestada desde el exterior.
Jugando no protegemos nuestra frontera, ni la La hora de gloria había llegado (Turner 1998).
Patria, ni la bandera. Con la selección nada se Los festejos y la euforia nacional no tuvieron
muere ni nada se salva” (El Gráfico 1977, 3003: parangón. El periodista Onesime describió lo
65). El contexto político creado por el golpe que, quizás, muchos sintieron el día de la final
militar de 1976 y la feroz represión desatada contra Holanda:
contra las “fuerzas subversivas marxistas” que
no tenían “ni patria, ni religión, ni familia”, ha- Levanté mi puño. Me volví a sentir pibe. Lloré.
bía creado una situación en la que la relación Me abracé con amigos y desconocidos. Temblé.
entre fútbol y nación era aún más compleja Grité. Sentí orgullo, miedo y pena. Argentina
que durante los gobiernos peronistas, cuando campeón del mundo. ¿Quién me habrá obser-
se suponía que los deportistas representaban vado en mi butaca acaso pareciendo atrapado
de un modo directo la nación (Rein 1998). Me- por un extraño exorcismo? Argentina campeón
del mundo. ¿Quién habrá observado mi alma
notti, en una suerte de tour de force ideológi-
más pura que nunca, más limpia que nunca? Ar-
co, trató de volver a las “esencias” del estilo
gentina campeón del mundo. ¿Quién me habrá
criollo, desvinculando al fútbol del nacionalis- visto el corazón convertido –mágicamente– en
mo de Estado, mientras que los militares usa- una turbina rugiente?… Argentina campeón
ron el lenguaje nacionalista para legitimar una del mundo. Gracias por hacernos sentir pibes
eventual victoria. La historia produce, algu- otra vez. Ya no grito. Ni tiemblo ni lloro. Cierro
nas veces, coincidencias inesperadas. En este los ojos. Creo que vi a Dios. (El Gráfico 1978,
caso, la presencia en el mismo campo práctico 3064: 9-11 y 23).
y simbólico, aunque discordante, de militares
reaccionarios y un “esencialista progresista”. El fútbol y esa victoria permiten una suerte
El primer gran éxito y el más esperado se de transformación regresiva: la de volver a ser
El potrero, la pista y el ring 627

pibe, volver a las fuentes de la pureza del sen- claras de su vinculación histórica con la Junta
timiento y del estilo. Onesime reproduce, de Militar (Menotti 1986: 27).
un modo exorbitante, el mito central del fútbol 1978 fue también el año en que Maradona,
argentino: un juego creado por pibes y alimen- a último momento y contra las expectativas
tado por sus sueños (Archetti 1995). La Argen- de la afición, había sido excluido, con solo 17
tina salía de su destierro, de la larga marcha en años, del equipo que ganó el Mundial. En 1976
el desierto y comenzaba la caza de Brasil, el había debutado en primera división con el
tricampeón y modelo del estilo sudamericano equipo de Argentinos Juniors pero desde ha-
en el mundo entero. Era el primer grito argen- cía bastante tiempo, ya asombraba a quienes
tino al mundo. seguían las divisiones inferiores de los clubes
Menotti declaraba que la espera había sido profesionales. Una nueva época comenzaba:
larga, “cuarenta y ocho años desde la derrota Menotti y los otros directores técnicos que
de 1930”, pero que valía la pena y que esa vic- dominaban el mundo del fútbol y que habían
toria consagraba una filosofía que no estaba desplazado, en la presencia en los medios, a
sustentada por el “sacrificio”, porque el día los jugadores talentosos tenían, de pronto, un
en que “el fútbol sea solo eso y trabajo dejará competidor de calibre. Maradona fue, tempra-
de ser un juego”. Terminaba la entrevista afir- namente, definido como un superdotado, “una
mando que “el juego es otra cosa. No solo lo decisión de la naturaleza, una jugada del des-
sacrificado es valioso en la vida y pensar que tino, en el que la única circunstancia ajena al
el juego no merece ser premiado es rumbear jugador es que ha nacido en un país donde la
bastante feo en la escala de valores” (Humor habilidad y el dominio de la pelota es una tra-
1978, 2: 14). La Junta Militar, por su lado, uti- dición” (Humor 1979, 9: 76). La gambeta im-
lizó el triunfo para mostrar al mundo las cali- previsible, los caños, las pisadas, las rabonas
dades del espíritu argentino, el fútbol no solo y los sombreros volvían en los pies y el cuerpo
era un juego sino el rasgo de una estirpe y una de un pibe endiablado. En Tokio en 1979, con
raza peculiar de hombres (Gasparini y Pónsi- Menotti como director técnico, es el capitán
co 1983). Menotti, muchos años después, con del equipo que gana para la Argentina el pri-
la tranquilidad que da el paso del tiempo y el mer título de campeón mundial juvenil. La
retorno de la democracia, tomó distancias Argentina confirmaba con los menores lo que
628 Eduardo Archetti - Antología esencial

los mayores habían obtenido el año anterior. cionado argentino que ganó el título mundial
Un nuevo ciclo en la historia el fútbol argen- por segunda vez en 1986, en México. Sus proe-
tino comenzaba en la década del ochenta con zas durante ese campeonato serán difícilmen-
la presencia omnipresente Maradona. A partir te superadas en el futuro. Durante un largo
de ese año y por casi dos décadas será el juga- periodo que se extendió hasta el Mundial de
dor que representará las mejores virtudes del Estados Unidos en 1994 el equipo argentino
estilo criollo que fuera fundado (imaginado), dependió de su capacidad. Nunca se negó a ju-
en oposición al británico, casi un siglo antes gar con él, aun estando en condiciones físicas
(Archetti 1997b). El peso de la tradición en- lamentables como en el Mundial de Italia en
cuentra su contrapartida natural y, por lo tan- 1990. Se convirtió así en el símbolo del fútbol
to, mitológica, en su figura que desplazará, con argentino por casi dos décadas. Maradona fue
el tiempo, a un segundo lugar a los directores un jugador global, un nómade, producto de
técnicos. El estilo nacional fue el producto de una nueva época del fútbol dominada por el
los jugadores y son éstos los que permiten, en poder de las imágenes televisivas. Sin embar-
última instancia, su reproducción, continui- go, es en la Argentina donde, como nadie, ha
dad y cambio. Maradona pondrá las cosas en representado lo que muchos imaginan como
su debido lugar. el estilo argentino.
Luego de triunfar en Boca Juniors ganando El segundo gol contra Inglaterra en el Mun-
el campeonato nacional en 1981, Maradona dial de 1986 en México es un ejemplo de la
fue transferido al Barcelona en el mismo año. confluencia entre potrero, o sea libertad para
Con ese equipo ganó la Copa del Rey en 1983. crear, y atrevimiento, la condición de pibe.
Dos años más tarde pasó al Nápoles. Allí se Para lograrlo tuvo que gambetear a casi toda
convirtió rápidamente en ídolo indiscutible la defensa inglesa, incluido el gran arquero Pe-
y fue determinante en la obtención –por pri- ter Shilton. Fue un gol inusual, casi romántico,
mera vez para un equipo del sur de Italia– del que no pertenece nuestra era, aparentemente
título de la Serie A en 1987. Nápoles repitió tan racional y racionalizada, sino a un tiempo
ese triunfo en 1990, ganó la Copa de Italia en del fútbol cuando el gambeteador no era un
1987 y la Copa Europea en 1989. En el pico personaje casi extinto. Maradona significó el
de su carrera Maradona fue capitán del selec- triunfo del individuo contra los sistemas tácti-
El potrero, la pista y el ring 629

cos. La frescura, la espontaneidad y la libertad El tango: música, baile. Textos


creativa son valores masculinos asociados al para el fútbol
comienzo infantil del fútbol argentino, de allí
el peso del potrero entre los pibes. Maradona En 1928 Borocotó escribía en El Gráfico que
ha tenido el talento y la suerte de producirse mientras el fútbol es el deporte colectivo por
y reproducirse como un verdadero pibe, como excelencia del criollo, el tango era su música
el mejor de todos, como el pibe de oro. Su vida y su baile. Al mismo tiempo, agregaba, la Ar-
comenzó en una villa miseria, se educó en los gentina había exportado al mundo el tango,
potreros de Villa Fiorito en Lanús, y no es sino ya impuesto como baile en muchos países eu-
una realización perfecta del mito argentino. ropeos, y en ese momento lo mismo ocurría
De muy niño sintió “que con la pelota era di- con el fútbol. El país era, por lo tanto, “visto”
ferente a los demás, que en cualquier picado y “apreciado” a través de las performances de
[…] resolvía, […] ganaba yo siempre” (Mara- sus futbolistas, músicos y bailarines (467, 16/6-
dona 2000: 15). La magia de Maradona estuvo 1928: 8). La conexión entre un estilo de juego
asociada al hecho de crear, como los ilusionis- y las figuras y los pasos en el tango formaron
tas, efectos inexplicables que paralizaban tan- parte del imaginario argentino y europeo. Es
to a sus adversarios como a sus compañeros. importante recordar que cuando la Argenti-
Esta cualidad poderosa, única y hechizante na, entre 1925 y 1938, “exporta” futbolistas, el
lo convirtió en el máximo icono del deporte tango es un baile popular en casi toda Europa.
argentino más popular. Sus logros y sus haza- Muchos de los futbolistas, surgidos de sectores
ñas tienen, indudablemente, una capacidad de populares e inmigrantes en donde el tango se
supervivencia centenaria y, al mismo tiempo, bailaba y se tocaba, eran grandes bailarines –el
desafían muchos intentos de alcanzar una ex- caso de Cesarini, Stábile, Orsi y Moglia, inmi-
plicación porque tienen la virtud de aparecer grantes tempranos al fútbol europeo es nota-
como naturales y fáciles. Un genio deportivo, ble– o, incluso, buenos músicos. Orsi, el gran
como cualquier otro genio, tiene que ser capaz delantero del equipo argentino finalista en la
de combinar lo excepcional con la elegancia y Copa del Mundo en 1930 y vendido al Juventus
la simplicidad. Maradona fue capaz de alcan- en 1931, era, por ejemplo, un talentoso violinis-
zar en su apogeo esa síntesis. ta. José Manuel Moreno, el carismático jugador
630 Eduardo Archetti - Antología esencial

de la Máquina de River Plate en la década de de ahora ya no bailan el tango como sus an-
1940, pensaba que para muchas generaciones tepasados. Iglesias, un destacado periodista
de jugadores argentinos las dos prácticas fue- deportivo español, caracterizaba a Fernando
ron juntas. Muchos años después de retirarse Redondo, luego de dos partidos memorables
comentaba que mucha gente lo culpaba por sus con la camiseta del Real Madrid, como una fi-
noches de baile pero que lo hacían sin saber la gura sacada de una centuria de tango y fútbol,
importancia que tuvo el tango en su formación como una síntesis de Gardel, Piazzolla, Bochi-
como jugador. Él insistía en que al bailar “se ni, el Beto Alonso y Adolfo Pedernera (El País
obtiene el ritmo, se aprende cambiar de ritmo 20/4-1998: 51). Seguramente, pocos argentinos
como en la milonga, se aprende a controlar los estarán en desacuerdo con Iglesias sobre el he-
perfiles del cuerpo, cómo trabajar con la cintu- cho de que la asociación entre tango y fútbol ha
ra y los pies mientras se hacen las figuras más jugado y seguirá jugando un rol importante en
complicadas” y, enfáticamente, decía que “a lo el doble juego del imaginario nacional: un es-
mejor fui tan bueno en fútbol porque bailaba pejo para mirarse y ser mirado. Sin embargo, el
el tango cada noche” (Clarín, 11/1-1998: 69). mundo del tango, tanto en la coreografía como
Es importante no olvidar que el auge del tango en la lírica clásica, describe y comenta las com-
como música urbana y popular es demasiado plejas relaciones entre mujeres y hombres. Al
importante como para que no exista esta rela- revés, el mundo del fútbol es exclusivamente
ción estrecha. Es obvio que los futbolistas de masculino, un encuentro en el estadio (y en la
esa época tenían un espejo de “proezas físicas” historia de los clubes y las competencias inter-
en el que mirarse: las filigranas de las figuras nacionales entre naciones) entre grupos de ju-
del tango. La época clásica del tango coincidió, gadores apoyados por sus hinchas. Hay tangos
sin lugar a dudas, con el apogeo del fútbol ar- dedicados al fútbol, escritos entre 1920 y 1950,
gentino. Con el correr de los años el tango dejó que no han llegado hasta ahora porque fueron
de bailarse pero el imaginario de las gambetas comentarios a eventos y situaciones histórica-
y las figuras quedó instalado en la memoria de mente determinadas. Lo notable es que se ha-
mucha gente. yan compuesto y escrito alrededor de cien tan-
Esta espontánea asociación sigue en la ac- gos sobre el fútbol. Esto demuestra el peso que
tualidad aunque, obviamente, los futbolistas tuvo esta música y ciertos textos en afirmar y
El potrero, la pista y el ring 631

comentar sobre un deporte que, con el correr O en el tango “El ciclón” de 1933 se nos dice
de los años, se convertiría en una indiscutible que “ya no hay quien le pare la furia al ciclón”
pasión nacional. y ni Boca, ni Racing, ni River podrán atrapar
Como es de esperar hay muchos tangos al cuadro “terror del momento, el cuco del Na-
escritos como un saludo y homenaje a los cional”. “San Lorenzo de Almagro” de 1935 es
clubes predilectos. Casi todos los clubes im- un “cuadro de empuje y coraje” con “jugadores
portantes tuvieron sus tangos y, en algunos amasados con la pasta del honor” que “osten-
casos, más de uno. Vélez Sársfield tuvo dos tan con orgullo los laureles conquistados, en
en la década de 1930: “El Fortín de Villa Luro” los partidos jugados con toda alma y corazón”.
y “El Fortín de Vélez Sársfield”. La idea es la Boca Juniors en sus tangos se parece a San Lo-
misma: los clubes grandes que llegan al For- renzo de Almagro. Temas como la “fuerza”, el
tín se encontrarán con un cuadro difícil de “coraje” y la “entrega” de sus jugadores –pre-
“voltear” y por más que dispongan de mejores sentados como “leones”– y su hinchada son re-
jugadores Vélez es “un cuco tan grande que currentes. En el tango “Boca Juniors” de 1937
hace temblar”. Es normal que Independien- los once jugadores son “valientes y fieros”. En
te en el tango “Diablo rojo” de 1934 sea pre- el tango “Campeón” de 1931 vemos que
sentado como un equipo “infernal”, que dicta
“clase con deslumbrante acción” y tiene en Boca Juniors, tus muchachos,
Seoane un “pícaro dribleador”. Huracán es un muchachos fuertes y diestros
“viento pampero” difícil de vencer en el tango del football son los maestros.
Y valientes pa’ jugar…
“El pampero de Patricios”. San Lorenzo, con
y por tu estilo genuino
varios tangos, aparece siempre como el “ci- sos gran campeón argentino…
clón”. Por el tango “El Ciclón de Boedo” de Y luchando con tesón,
1935 sabemos que nadie te ha visto aflojar
porque sos todo valor.
Ciclón de Boedo a vos te apodan
por tu empuje y valentía Contra lo que no podría esperar los tangos so-
siempre jugás con gallardía bre River Plate son muchos y enfatizan, sobre
asombrando la muchedumbre todo, el tesón y la dedicación de sus jugadores.
632 Eduardo Archetti - Antología esencial

River es un “team bizarro”, “caballeresco” –una eludiendo los contrarios


cualidad que no aparece en los tangos que en- con suma facilidad.
salzan a Boca–, “leal” y “tenaz”. El tango “Millo-
narios” de 1932 dice: Hubo muchos tangos sobre grandes jugado-
res de la década de 1930 como el dedicado a
Gloria para ti, campeón “Nolo” Ferreira que “atrae las miradas” por
ya toda tu muchachada “su silueta imponente, su estética impecable y
que a pura corazonada técnica sin par”; a Evaristo que al jugar es “un
conquistó tal galardón. loquito” y hace “marianitas” que vuelven locas
Y hoy te admira mi nación, a las “minas” de Palermo y a Seoane que era
a vos, cuadro tesonero, como un “mago” por su “pase, su cortada, y su
al colocarte primero
juego magistral”. La relación entre tener una
por tu super condición.
técnica excelente y una elegancia al jugar son
valores centrales en casi todos los tangos que
El tiempo permitirá decantar un River sin se-
describen a los cracks de la época. Sin embar-
mejanzas con Boca o San Lorenzo, en donde el
go, el tango sobre Orsi es, en muchos sentidos,
fútbol técnico, al estilo de Independiente, será
un paradigma de la combinación entre cualida-
el rasgo dominante. Eso no había ocurrido en
des individuales, admiración y contexto cultu-
la década de 1930. Sin embargo, un tango de-
ral que esos tangos ensalzan:
dicado a Ferrocarril Oeste expresa lo que uno
puede imaginar era el estilo preferido de mu- Cuando en las justas deportivas
chos hinchas, ya que al referirse a los cinco de- la multitud en el espasmo de su frenético entu-
lanteros los elogios aluden a la técnica sin par: siasmo
tu nombre aclama, al victorear…
Son ases entre los ases Mientras ágil y flexible
en el arte de jugar hábil juego desplegando
que dominan la redonda y en el suelo vas trazando
con clase fenomenal… filigranas con los pies;
Hay que ver cómo combinan te miran con embeleso
y hacen juego individual y son premio a tus jugadas
El potrero, la pista y el ring 633

las dulcísimas miradas Hubo tango sobre equipos nacionales y no


de unos ojos de mujer. en todos los casos triunfantes. Uno de los pri-
Mas no es la gracia y la destreza meros es de 1928 y comenta la derrota argenti-
del juego lo que en ti se admira na frente a Uruguay en la final de las olimpía-
atrae tu alma que suspira en el sonar de tu violín.
das en ese año. Lo que se exalta es que el equi-
La amarga nota arrabalera
po –nombrado cada jugador, uno por uno– hizo
de un tango triste y quejumbroso
es un lamento melodioso “gala de cultura y corazón” y “lucharon cual
en que se mezcla tu sentir. leones para vencer a los buenos y a nuestra pa-
tria brindar nuevo blasón”. Ese mismo año se
No hay otro tango en donde se perciba, de escribió otro tango sobre ese equipo en donde
un modo ejemplar, la síntesis entre perfor- se hace constar que lo más importante no fue
mances corporales, o sea entre gambetas y que no se consiguió la victoria sino que “su-
figuras –las filigranas– y, sobre todo, la aso- pieron consagrar al fútbol nacional”. En esos
ciación que hay entre el “alma” de Orsi y el años, imagino, con solo llegar a la final en un
carácter triste del tango. Es seguro que el campeonato tan importante y perder frente a
autor, Marcos Méndez, sabía que Orsi era un los uruguayos en dos partidos no era una ca-
gran bailarín y, además, un gran intérprete del tástrofe sino, por el contrario, un motivo de or-
violín. No es casual que este jugador durante gullo. Un tango tardío será dedicado al equipo
la década de 1930 fuera una figura extraordi- campeón sudamericano de 1955 que “conquis-
naria en Argentina y en Italia, en donde ganó taron con altura otro nuevo campeonato, como
cinco títulos con la Juventus y se consagró triunfan los varones demostrando su valer”.
campeón mundial con el equipo italiano en Una curiosidad es que ese tango fue compuesto
1934. Otros grandes jugadores como Varallo, y escrito colectivamente por la orquesta típica
Seoane, Cherro, Bernabé Ferreira, Lazzatti de Osmar Maderna.
(el primer Gran Pibe de Oro del fútbol argen- De los tangos sobre fútbol solo dos han so-
tino), Recanatini, Lángara, Zamora, Blazina, brevivido el paso inexorable del tiempo y por
Botasso, el paraguayo Erico, el brasileño Pe- distintas razones. El tango “El sueño del pibe”,
tronilho, Masantonio, Tarascone, De la Mata y escrito en 1943 por Reinaldo Yiso (seudónimo
Monti tuvieron sus tangos. de Rinaldo Ghiso), fue grabado en 1945 por la
634 Eduardo Archetti - Antología esencial

orquesta de Osvaldo Pugliese con la voz de Ro- por fin en primera lo iban a ver.
berto Chanel. El mismo año fue también graba- Faltando un minuto están cero a cero;
do por Ricardo Tanturi, otro gran cantor, con tomó la pelota sereno en su acción,
Enrique Campos como solista acompañado por gambeteando a todos enfrentó al arquero
y con fuerte tiro quebró el marcador.
el “Cuarteto a puro tango” dirigido por Miguel
No es casual que Maradona se identifique de tal
Nijenson (Romano 1991: 321-2). Podría argu-
modo con ese tango.
mentarse que la consagración de este tango se
debe a la calidad de los artistas que lo grabaron El otro tango, “Desde el tablón”, con el texto
y esto es, indudablemente, una razón de peso. del conocido poeta Héctor Negro fue registra-
Sin embargo, yo creo que el tango llegado has- do por el cantor Hugo Gabriel con el conjunto
ta ahora, incluso cantado algunas veces por el de Osvaldo Avena, que escribió la música, en
mismo Maradona en algunos programas de te- 1971. Fue también grabado por Carlos Moreno
levisión, por lo que representa: la consagración y su conjunto y por Miguel Montero como can-
de un jugador-pibe. La letra cuenta una histo- tor con el acompañamiento de la orquesta de
ria como muchas historias, como la historia de Ángel Domínguez. Este tango se utilizó como
Maradona mismo. El texto comienza cuando el fondo musical en el programa televisivo de
pibe recibe la citación del club al que fue a pro- gran audiencia “Polémica en el fútbol” transmi-
barse. Con gran alegría le cuenta su madre que tido desde 1971 por Canal 11 de Buenos Aires
ahora ganará dinero y será como los grandes (Romano 1991: 457). El texto describe la ideo-
cracks de esa época (como Baldonedo, Marti- logía del “aguante” de los verdaderos hinchas
no o Boyé). Le dice que comenzará en la quinta del fútbol: la pasión por un club comienza tem-
división pero que pronto llegará la primera y pranamente y, pase lo que pase, nunca se aban-
será un “triunfador”. El tango termina, casual- dona el amor por la camiseta de los primeros
mente, con el sueño del debut del pibe en pri- amores. Por lo tanto, un verdadero hincha debe
mera división: contar siempre esta historia:

Dormía el muchacho y tuvo esa noche Llené mi pecho con el aire del potrero
el sueño más lindo que pudo tener: Le di a la mala con la leña del tablón.
el estadio lleno, glorioso domingo Y fue mi canto un estribillo futbolero.
El potrero, la pista y el ring 635

El primer canto que grité de corazón. nobleza, de tal modo que cuando los nobles in-
No tuve nunca quien diera mejor fiesta gresaban al ejército lo hacían en el arma de ca-
que los domingos esperados como el sol. ballería, y solo excepcionalmente en infantería.
Y este delirio de seguir mi camiseta En la Argentina, al contrario, el caballo había
y la alegría reventando cada gol…
sido por mucho tiempo propiedad de las clases
Yo vi los goles que se cuentan a los nietos
populares rurales. El gaucho era un hombre li-
y las pifiadas que dan ganas de olvidar.
Rompí el carnet cuarenta veces, eso es cierto, bre solo si tenía su caballo y acceso a la carne
pero por eso no me han visto desertar. gorda carneada en plena pampa. Disciplinar al
Porque tuve de berretines goleadores gaucho, entre otras medidas políticas, pasó por
y de este lado del alambre los colgué. la incorporación de los deportes y pasatiempos
En cada grito voy soltando los mejores ecuestres británicos. No solo las prácticas de-
pedazos de alma, que rodando amasijé. portivas fueron vistas como importantes sino,
también, el mejoramiento de la raza caballar
La continuidad entre el portero y el tablón de criolla. Las carreras de caballo fueron, al co-
las tribunas aparece con toda claridad en este mienzo, una arena privilegiada para la incorpo-
texto: el que no triunfa en el fútbol al menos se ración y aceptación de los nuevos tiempos.
convierte en un hincha fervoroso y leal. El he- El hipódromo del barrio de Belgrano en
cho de romper el carnet de socio de un club so- Buenos Aires fue inaugurado en 1857. Escena-
lía ocurrir cada vez que el equipo realizaba una rio privilegiado para la práctica de carreras de
campaña escandalosamente mala o descendía caballo al estilo inglés, no por ello hizo des-
de división. Es altamente probable que esa tra- aparecer las tradicionales cuadreras que eran
dición se haya perdido con el correr de los años. muy populares en el país. En las dos décadas
siguientes la expansión de los hipódromos a lo
largo y a lo ancho de las provincias pampeanas
Polo: estancieros, caballos es un hecho. En ese periodo será una tradición
y hegemonía mundial la competencia de caballos criollos, puros o
mestizos, y caballos ingleses puros importa-
Montar a caballo en Europa era una actividad dos. La superioridad de los ingleses en las ca-
eminentemente aristocrática y un símbolo de la rreras largas se hace indiscutible. La fundación
636 Eduardo Archetti - Antología esencial

del Jockey Club de Buenos Aires, en abril de tradicionales de los gauchos (el pato, las cin-
1882, marcará un hito importante en la histo- chadas y las pechadas) (Slatta 1986). La adop-
ria ecuestre argentina. El objetivo principal del ción del polo por los peones rurales y su parti-
club fue la modernización y mejora de la raza cipación al lado de sus patrones en los equipos
caballar del país. Para 1888 el Hipódromo de de estancias era la mejor prueba. Muchos de
Palermo estaba terminado en tiempo récord y los grandes jugadores en algunos de los equi-
la nueva asociación podía dedicarse a su tarea pos que ganaron el campeonato Abierto a fina-
principal. En la memoria de ese año se reco- les del siglo XIX y comienzos del XX fueron tra-
nocía que la abundancia caballar no debía ser bajadores de estancia (Archetti 1997a: 67). Su
confundida con calidad ya que el país no podía, participación fue prohibida alrededor de 1909
todavía, exportar caballos al mundo. El caballo por considerarse que eran jugadores profesio-
criollo era el producto “degenerado de dos si- nales, ya que recibían un salario por el trabajo
glos de cruzamientos sin regla y sin arte” y este que realizaban con los caballos (Ceballos 1969:
estado debía modificarse con la importación 19 y Laffaye 1989: 40). Durante las primeras
de caballos de calidad europeos (Newton y de cuatro décadas la calidad de los ponies, gracias
Newton 1966: 72-3). Las carreras en los hipó- a los esfuerzos de los hermanos de Traill –Jo-
dromos fueron, sin lugar a dudas, una avenida hnny, Ned y Bob– y el primo Joe Traill, excelen-
importante para la mejora de la raza caballar, tes jugadores y fundadores del mitológico club
pero como tal no eran un deporte en el sentido North Santa Fe, vencedor del Campeonato Ar-
tradicional del término. Otra historia será la del gentino Abierto nueve veces entre 1904 y 1917,
polo. Veamos esto más de cerca. había mejorado sensiblemente (Archetti 1999:
Cuando fue introducido en la Argentina en 87-90). En 1892 los delegados de los clubes
1875, el polo fue definido como un deporte británicos existentes fundaron en Buenos Ai-
“civilizado” y tanto los estancieros británicos res la Polo Association of the River Plate. Para
como los criollos lo veían como una expresión 1914 el polo era un deporte que se practicaba
de la modernidad, como un juego disciplinado fundamentalmente en el norte de la provincia
y con reglas claras, como un símbolo de los Buenos Aires y el sur de la provincia Santa Fe
tiempos nuevos que la Argentina vivía y como en las estancias de los terratenientes de origen
un reemplazo eficaz de los deportes ecuestres británico y era obligatoria su práctica entre
El potrero, la pista y el ring 637

los oficiales de caballería desde 1894 (Padilla ciantes de artículos deportivos. En las canchas
1969: 156). El primer club de polo “argentino”, del club se realizaban importantes torneos que
El Palomar, fue fundado en 1915 (Laffaye 1989: incluyeron el Campeonato Abierto Argentino
54). Con el crecimiento de los clubes no britá- de Polo hasta 1928. Ese año pasa al Campo
nicos una nueva asociación se fundó en 1921, Argentino de Polo de Palermo. Es importante
la Federación Argentina de Polo en la que el recalcar que otros importantes torneos se ha-
castellano era idioma obligatorio de trabajo. La cían también en canchas cercanas a la ciudad
vieja asociación británica decidió disolverse, de Buenos Aires. Sin lugar a dudas, y pese a la
algunos de los miembros de su comisión di- impronta nacional del polo, ya que se jugaba en
rectiva fueron elegidos en la nueva asociación Córdoba, Salta y Tucumán, el centro estaba en
y todos sus clubes pasaron a formar parte de las provincias de Buenos Aires y en el sur de la
la nueva institución. El polo devenía, de esa provincia Santa Fe. De hecho entre 1893 y 1920
manera, un deporte “nacional”. La nueva aso- la lucha en el abierto es entre equipos santafe-
ciación fue bautizada Asociación Argentina de sinos, como el North Santa Fe, y equipos por-
Polo (AAP) (Ceballos 1969). Desde sus comien- teños como el Hurlingham Club (Asociación
zos fue practicado por familias de estancieros Argentina de Polo 1993). En 1930 había en todo
y se trasmitía y se transmite de generación en el país 974 jugadores con handicap de los que
generación. Muchos de los grandes equipos es- más de la tercera parte jugaban en el circuito
tuvieron están integrados por padres e hijos, porteño (367) y casi un 20% en el circuito san-
hermanos y primos, y tíos y sobrinos. tafesino (182) (Polo y Equitación 1930 57: 44-
El polo, “deporte de campo”, fue también 9). En esa época eran también importantes los
un deporte “urbano”. En ese sentido, el Hur- circuitos cuyano y norteño (Salta y Tucumán)
lingham Club, cercano a la ciudad de Buenos con 59 y 77 jugadores respectivamente. El polo,
Aires, era desde fines del siglo el lugar en don- paulatinamente, se había convertido en un de-
de se podía practicar el polo con éxito sin ser porte nacional.
estanciero. El legendario Luis L. Lacey, uno de Como hemos ya visto, los grandes equipos
los primeros polistas en conseguir 10 de handi- británicos de fútbol desaparecen temprana-
cap y sobre el que volveré más adelante, juga- mente, mientras que en el polo los británicos
ba en el club y venía de una familia de comer- y los hijos de británicos quedarán en posición
638 Eduardo Archetti - Antología esencial

hegemónica hasta mucho más tarde. Para 1930 en “gauchos”, cabalgando con una destreza,
el 30% de los jugadores con handicap tenía una fuerza y una fiereza fuera de lo común (Ar-
apellidos británicos (Polo y Equitación 1930, chetti 1999: 91-4). Los inmigrantes británicos
57: 44-9). Ceballos, presidente de la a AAP en- que se transformaban en excelentes jugadores
tre 1929 y 1934, explica esta situación de la de polo podían volver a Inglaterra y participar
siguiente manera: los “ingleses” se adaptan al en torneos junto a la aristocracia inglesa en
medio rural, influyen con su sentido empresa- condiciones de igualdad. No solo la movilidad
rial y, al mismo tiempo, “asimilan lo esencial- social era importante sino que las giras y los
mente bueno” de los gauchos; la manera de ca- éxitos creaban condiciones inmejorables para
balgar y de criar a sus caballos (1969: 18). En- la venta de los petisos y la creación de un mer-
fáticamente comenta, asimismo, que no hubo cado transnacional de caballos. Las giras eran,
ninguna duda entre los estancieros británicos en la mayoría de los casos, financiadas por la
de que el polo se convertiría en un gran de- venta de los caballos una vez terminados los
porte en la Argentina ya que éste era “un país torneos del verano europeo.
de centauros, donde los campos son tan lisos La consagración internacional del polo ar-
como tableros de ajedrez y los caballos deno- gentino ocurre en 1922 en la gira organizada
tan admirables condiciones y entrenamientos por la Federación Argentina de Polo. Partici-
para la lucha” (1969: 22). Johnny Traill, de Nor- paron ocho jugadores, seis de origen británi-
th Santa Fe, el primer jugador en conseguir 10 co, Luis Lacey, David y Juan Miles, Juan y Luis
de handicap en 1912, en sus memorias inéditas Nelson y Eduardo Grahame, y dos de origen
comenta que todo lo que aprendió como jine- “criollo”, Alfredo Peña Unzué y Carlos Uranga.
te y cómo tratar a los ponies se lo debe a los Ganaron dos copas prestigiosas, la Whitney
gauchos de la estancia de su padre (Archetti y la Roehampton, y se consagraron definiti-
1999: 92). Había participado en 1912 en la gira vamente al ganar el torneo cumbre inglés, el
a Inglaterra junto con su hermano Joe y otros Abierto de Hurlingham. Los éxitos en Inglate-
jugadores santafesinos de origen británico con rra se transformaron en una invitación de la
el equipo El Bagual ganando todos los torneos Asociación de Polo Norteamericana a partici-
en donde jugaron. La prensa y el público in- par en la temporada de ese país. Allí ganaron
glés descubrieron a sus “hijos” transformados el Abierto Norteamericano. Los triunfos en las
El potrero, la pista y el ring 639

mecas internacionales del polo, especialmente El equipo de París era una combinación de
en los dos abiertos, colocaron al polo argenti- jugadores de Hurlingham, Juan Nelson y Artu-
no de manera definitiva en el mapa deportivo ro Kenny, del polo santafesino, los hermanos
mundial (Laffaye 1989: 87). La calidad de los David y Juan Miles y Guillermo Brooke Naylor,
jinetes se vio complementada por la enjundia y y el polo militar representado por el capitán
la velocidad de los caballos. Padilla. El triunfo en París frente a las dos
En 1924 el triunfo argentino en los Juegos potencias mundiales de la época, Inglaterra y
Olímpicos de París es la culminación de un Estados Unidos, fue saludado como el triunfo
lento proceso de reconocimiento internacio- de lo “nuevo” y de lo “híbrido”. Los periódicos
nal. Antes del torneo, Johnny Traill y Luis La- franceses ven en los jugadores argentinos, tres
cey, los dos mejores jugadores del circuito ar- de los cuales son de origen anglosajón, a jine-
gentino, que acostumbran jugar con el equipo tes notables que manejan “los caballos con la
nacional inglés, seleccionados para represen- misma facilidad como si manejaran raquetas
tar a Inglaterra en París, anunciaron oficial- de tenis”, sorprenden por la “habilidad con el
mente que era un orgullo participar del equipo taco” y tienen “una táctica muy suelta y varia-
pero que en el caso de ir a las Olimpiadas ju- da”. Los caballos son “ligeros”, “mezcla de pura
garían contra todos los países representados sangre y mestizos argentinos”, veloces y resis-
excepto la Argentina (La Nación, 12-6-1924: tentes y “capaces de maravillosos movimien-
2). Esta actitud expresa los dilemas de dos tos y piruetas increíbles” (Laffaye 1989: 96).
personas “híbridas”: productos de la escuela Miguel Martínez de Hoz, presidente de la AAP,
argentina y, al mismo tiempo, ciudadanos bri- presenta el triunfo como la consolidación de
tánicos (Archetti 1999: 90-5). El resultado de un estilo criollo: “los argentinos han impuesto
esta decisión fue positivo para los argentinos en Europa el polo ligero… la práctica del juego
ya que los ingleses decidieron enviar un equi- largo… así la creencia antigua de que el polo
po, que no llegaría a la final, integrado en su debía jugarse lentamente mediante tiros cortos
totalidad por oficiales de caballería. Antes de está desterrándose para beneficio del deporte
esos cambios Juan Nelson, el capitán argen- que con su vivacidad y ligereza adquiere ma-
tino, estaba convencido del inevitable triunfo yor belleza” (La Nación, 7-7-1924: 2). El estilo
inglés (La Nación, 25-6-1924: 2). criollo, para afirmarse como estilo propio, no
640 Eduardo Archetti - Antología esencial

solo necesita de triunfos sino, como en el caso finitiva el segundo año al ganar el campeonato
del fútbol, requiere que los “otros” lo reconoz- Abierto norteamericano en Long Island (Laffa-
can como tal. Esto pasa de un modo peculiar ye 1989: 135-140). Para El Gráfico esas giras
en el polo. Mientras que en el fútbol el estilo ayudan a asegurar definitivamente un “estilo
criollo eliminaba a los británicos, en el polo los argentino” y compara la gira de Santa Paula en
incorporaba porque se habían transformado 1930 con la gira de Boca Juniors en 1925. En
en verdaderos híbridos (por otro lado, como el artículo se enfatiza que equipos anteriores,
la mayoría de los habitantes de la nación). La como Santa Inés y Las Rosas, tenían un estilo
Nación presenta, casualmente, a los polistas defensivo y enérgico mientras que Hurlingham
como representantes de esa nueva “raza joven, tenía gran velocidad en sus petisos y sus jine-
fuerte y viril” y su éxito como una “demostra- tes. Santa Paula, por el contrario, desarrolló un
ción palmaria de que nuestra raza, por la ex- juego “perfecto” basado en la depuración en los
traordinaria confluencia de sus corrientes de pases y en la búsqueda permanente del jugador
origen”, por su “salud moral”, “por su aptitud mejor colocado (El Gráfico 1942, 1206: 2). En
para asimilar todas las características superio- su manera de jugar se ven con mayor nitidez
res de los pueblos fuertes… Tiene perspectivas las influencias gauchescas: la equitación rápida
abiertas a todas las ilusiones y a todas las espe- y liviana fue reemplazada por un jineteo recio
ranzas” (13-7-1924: 1). como el de los gauchos, que no “contentos con
En la década del treinta del polo argentino pechar a un animal disparador disfrutan de la
estará dominado por el club Santa Paula, para suprema alegría de cazarlo literalmente para
muchos el primer gran equipo “criollo” (los llevarlo a su antojo y sin darle el más mínimo
hermanos Reynal, el “gaucho” Andrade y pos- respiro” (El Gráfico 1946, 1430: 46). El estilo de
teriormente Gazzotti) se rompe con la hegemo- Santa Paula, por lo tanto, agrega una extraor-
nía de los equipos “británicos” de décadas ante- dinaria reciedumbre, vigor y hasta violencia,
riores: North Santa Fe, Las Rosas, Hurlingham que son vistas como cualidades eminentemen-
y Santa Inés. Las giras victoriosas por Estados te criollas y gauchescas que se forjaron en las
Unidos en 1930 y 1931 se sellaron con grandes faenas con el ganado y en la dura vida rural.
triunfos, incluido el Campeonato Abierto el Pa- La idea de que el polo expresa esos valores se
cífico en la primera gira y la consagración de- consolida en esa década.
El potrero, la pista y el ring 641

Las giras a Estados Unidos fueron muy im- una participación internacional eficaz (Polo y
portantes para desarrollar y consolidar un mer- Campo 1937, 39: 9). El polo en estos dos países
cado internacional de petisos. Los jugadores es en la actualidad una expresión no solo de
argentinos costeaban un deporte caro con la un pasado colonial sino de importantes clivajes
venta de sus mejores caballos. La gira de 1930 regionales sociales y políticos (Parkes 1996).
permite a los jugadores de Santa Paula vender En 1936 se da el segundo triunfo olímpico
42 caballos pero la cifra de ventas en 1931 es en los Juegos de Berlín ya que no hubo polo en
imponente: se venden 94 (Polo y Campo 1932, las Olimpiadas posteriores a París. El equipo
3: 25). Desde 1925 hasta 1932 los polistas ar- estaba formado por dos “británicos”, Roberto
gentinos venden 145 petisos a Estados Unidos. Cavanagh del Hurlingham y Luis Duggan de El
Entre los que más venden encontramos a La- Trébol, a los que se sumaban dos hombres de
cey, Juan Nelson, Andrade, Juan Miles y Gaz- Santa Paula, el “paisano” Andrada y el primer
zotti (Polo y Campo 1932, 3: 21-5). El mercado gran jugador de origen italiano, el “gringo” An-
norteamericano desplaza en cantidad y volu- drés Gazzotti. Es importante hacer notar que la
men al mercado tradicional británico y euro- APP había designado también a los hermanos
peo. Queda claro de esta manera que las ven- Reynal que declinaron la participación por ra-
tajas comparativas del polo argentino estaban zones particulares o sea que la idea original era
en la producción de ponies de gran calidad. llevar al equipo de Santa Paula en su totalidad.
Esto es el resultado de las cruzas tempranas Al no participar Estados Unidos, la final contra
con puras sangres y del trabajo de cuidado y Gran Bretaña fue de compromiso ya que la su-
entrenamiento que petiseros, descendientes perioridad argentina a lo largo del torneo fue
de los gauchos, llevaban a cabo. A finales de aplastante y quedó confirmada en una victoria
esa década el mundo internacional del polo por 11 a 0 (Laffaye 1989: 104). Esta victoria no
se circunscribía a Estados Unidos en donde solo consolida un estilo de juego; revela que tal
había 2.590 jugadores con handicap, Gran Bre- estilo se da a través de un equipo que por su
taña con 1.153 y Argentina con 1.755. Aunque composición aparece como la imagen misma
en India había registrados 1.305 jugadores y del país híbrido y del melting-pot: dos hijos de
era un deporte de importancia, al igual que en terratenientes, un gaucho y un hijo de chacare-
Pakistán, la calidad de sus ponies no permitía ros. Gazzotti, el chacarero de Pehuajó, el gran
642 Eduardo Archetti - Antología esencial

“dribleador” del polo, bautizado por su elegan- dor ininterrumpido del Abierto de 1961 a 1970.
cia como “El príncipe”, será por mucho tiempo Hasta 1940 la Argentina solo tuvo dos jugado-
el único gran jugador que puede asociarse a la res con 10 de handicap, Traill y Lacey, y desde
inmigración italiana. Andrade, el primer pro- ese año hasta 1980 hubo 14 jugadores con la
fesional verdadero del polo, pasa a ser visto máxima puntuación. El salto cualitativo fue
como el personaje emblemático de la tradición notable y quedó reflejado no solo en la superio-
criolla: el gaucho que se hizo desde abajo y que ridad real sino en la desaparición de la posible
expresa toda la fuerza, la vitalidad y el coraje competencia en otros países, especialmente
de los hombres de campo. Para confirmar su en Estados Unidos. No hubo grandes equipos
supremacía olímpica el equipo se trasladó con en el exterior, con algunas excepciones indivi-
su caballada a Estados Unidos para disputar la duales, y el resurgimiento del polo en Europa
copa de las Américas, que en 1928 y en 1932 se debió al aporte de jugadores argentinos y,
había dado lugar a sendas victorias del equipo sobre todo, a la exportación de sus excelentes
norteamericano (dos cotejos a uno en cada ponies. Frascara, uno de los periodistas más
una de ellas). Esta vez la Argentina gana am- importantes de El Gráfico, escribió:
pliamente en los dos partidos con cifras de 21 a
8 y 8 a 4. Comenzaba así una superioridad que el polo es un deporte que permite mantener un
quedaría reflejada con los triunfos en 1949 en contacto íntimo con la naturaleza a través del ca-
ballo y el campo. El polista es el hombre argenti-
el Campeonato Mundial disputado en Buenos
no por excelencia a los ojos de los extranjeros. La
Aires y de nuevo en 1950 con la conquista de la identificación de nuestro país con el caballo y la
Copa de las Américas. Las próximas copas en “pampa” ejerce una atracción especial para quie-
1966, 1969, 1979 y 1980 se saldan también con nes vienen de afuera. (El Gráfico 1963, 2299: 30)
claros triunfos argentinos.
En el periodo que va desde 1940 hasta 1980 En esta nota están los elementos míticos reuni-
hubo una sucesión de grandes jugadores como dos: el contacto del polista argentino, hombre
los hermanos Alberdi de Venado Tuerto, los de campo, con la naturaleza hace que pueda
Menditeguy de El Trébol, pero sobre todo des- ser representado como el hombre argentino
taca la aparición de los Harriott y los Heguy en por excelencia porque es, de alguna manera,
el legendario equipo de Coronel Suárez, gana- un producto de la pampa, así como los caballos
El potrero, la pista y el ring 643

que cría y cabalga son parte de la esencia de la unían ciudades. Estas carreras habían comen-
Argentina. La pampa es, a la vez, un territorio zado a Francia en 1894, con la clásica París-
único, diferente, que une a los argentinos y los Rouen, y fueron suspendidas pocos años des-
diferencia de los “otros”. El polo es, en este sen- pués por los accidentes mortales que se produ-
tido, un deporte en donde la estrategia de loca- cían. El primer Gran Premio de la Argentina se
lización territorial funciona de un modo eficaz. realizó en marzo de 1910 con la participación
En un siglo esta práctica deportiva se convierte de siete autos y el recorrido era de Buenos Ai-
paulatinamente en uno de los símbolos del país res a Córdoba, pasando por Rosario. Los cami-
en un contexto de internacionalización parcial nos en penoso estado, las lluvias abundantes y
porque son pocos los países realmente competi- los accidentes convirtieron la primera carrera
tivos. Esta circunstancia permite ejercer un do- en una odisea en donde tanto la resistencia de
minio internacional indiscutible (Ramírez 1989: las máquinas como la de los pilotos y la habili-
38). En un deporte aristocrático y exclusivo la dad de los mecánicos se ponía a prueba. Llegar
clase alta argentina podrá codearse con nobles a Rosario llevó casi diez horas y el primer auto
ingleses y europeos y millonarios tejanos en las en entrar a Córdoba demoró cuatro días. El úl-
primeras décadas, y, más recientemente, con timo en llegar lo hizo una semana después de
empresarios ricos australianos y príncipes asiá- la largada. Parga observa que ese primer Gran
ticos, y asombrar al público selecto que asiste a Premio “fue una empresa titánica para su tiem-
sus exhibiciones de destreza. po, hecha por hombres increíbles, a bordo de
rústicas máquinas que avanzaron por una hue-
lla rebelde, casi siempre desconocida, que solía
Automovilismo y modernidad: desaparecer bajo el agua del pantano mientras
paisajes, máquinas y hombres la lluvia no cesaba” (1995, tomo I: 29). Era, ade-
más, fácil extraviarse y no llegar a destino por
El Automóvil Club Argentino (ACA) se fundó esa razón (Borocotó 1946: 143). Esta carrera
en 1904 y entre sus objetivos estaba el de fo- siguió disputándose hasta 1932. Es importan-
mentar el automovilismo en el país. Se suponía te señalar que los elementos que constituirían
que el paisaje argentino llano y poco montaño- la esencia del Turismo de Carretera (TC) años
so era auspicioso para el tipo de carreras que después estaban ya allí: caminos pobres, públi-
644 Eduardo Archetti - Antología esencial

co curioso, pilotos llenos de coraje, verdaderos holgadas sino de una infraestructura técnica y
aventureros, y mecánicos acompañantes ca- mecánica, concesionarias y talleres, que solo
paces de las reparaciones más insólitas. Este existía en grandes ciudades y en las ciudades
contexto “romántico” iba a estar acompañado medianas de la pampa. El Club Atlético de Ra-
por la idea de que el automovilismo era la ex- faela en la provincia de Santa Fe, fundado en
presión máxima de la modernidad, la unidad 1907, es un ejemplo estas circunstancias. Su
entre productos industriales y destrezas indi- comisión de automovilismo organizó la prime-
viduales. Había otro elemento importante: los ra carrera en 1919 en un circuito delimitado de
autos recorrían el territorio nacional y al hacer- 350 km que iba y venía a Rafaela, pasando por
lo no solo lo descubrían sino que permitían a la Morteros y San Francisco en la provincia de
apropiación concreta de ese paisaje por parte Córdoba. Cuando en el país no había caminos
de las máquinas, sus pilotos y sus públicos. En buenos asfaltados, el circuito de Rafaela fue
la década del treinta las transmisiones radiales ejemplar: bien delimitado, bien marcado, se
de Luis Elías Sojit, “el inventor del automovilis- recurrió al uso de terraplanadoras de tracción
mo deportivo”, con la ayuda de aviones, con- animal para cerrar huellas y amortiguar los
solidan el automovilismo como una estrategia colchones de tierra. Más importante aún “los
de localización exitosa de eventos “populares”, pasos a nivel, los pozos, las alcantarillas, todo
por la cantidad apreciable de público que se fue dibujado y entregado a cada participante,
acerca a la vera de los caminos, en el que la de modo que tuviera la idea más completa de la
tecnología moderna importada – radio, autos y aventura que se proponía encarar” (Parga 1995,
aviones – juega un papel determinante (Ulano- tomo I: 57). Esto expresaba el trabajo de toda
vski, Merkin, Panno y Tijman 1995: 186-91). una comunidad. Esta tradición continuó con el
El espacio del automovilismo deportivo correr de los años cuando pueblos enteros se
coincide, casi en su totalidad, con el espacio dedicaron a financiar a sus corredores y héroes
dominante del polo: Buenos Aires, provincia locales. Hasta 1925 se produjo una multiplica-
Buenos Aires, sur de la provincia de Santa Fe ción de carreras en toda esa zona: en la provin-
y sur de la provincia de Córdoba. Invertir en cia de Santa Fe a Rafaela se unen Esperanza,
autos de carrera y mantenerlos necesitaba no Rosario y la ciudad capital, en la provincia de
solo de la presencia de gente con economías Córdoba se hacen competencias en la ciudad
El potrero, la pista y el ring 645

capital, Laboulage, Hernando, Villa María, La una ruta pavimentada en el país y era la que
Carlota y Moldes, en la provincia de Buenos Ai- unía Buenos Aires con La Plata. Las carreras
res en La Plata, San Martín, con su autódromo seguían estando sometidas a las inclemencias
de 3.000 metros a partir de 1927, Bahía Blanca, del tiempo y de estos accidentes dependían,
Coronel Suárez, Mercedes (en donde se dispu- muchas veces, los resultados.
taba una carrera en circuito muy importante) Este período, que se extiende hasta media-
y, por supuesto, en Buenos Aires e incluso, dos de la década del treinta, estuvo dominado
aunque marginalmente, en Mendoza, San Juan por intrépidos pioneros, pilotos de destaca-
y Tucumán. Las carreras eran heterogéneas e da actuación y que, por lo general, morían en
iban desde el Gran Premio, con recorridos de carrera. Era la época de la experimentación
hasta 1.500 kilómetros en 1925, hasta las carre- tecnológica y de la producción de verdade-
ras cortas, de pocos kilómetros, de velocidad ros autos híbridos en donde partes y solucio-
pura. Los grandes premios son dominados en nes diferentes se agregaban con la intención
este periodo por los Studebaker, importados de conseguir la mayor velocidad y conservar
desde Estados Unidos. El Gran Premio de 1928 la estabilidad. Se cambiaban los bloques, se
consolida el automovilismo deportivo: 40 pi- retocaban los motores originales, se añadían
lotos inscritos, 19 marcas de automóviles, en- otros caños de escape y tanques de nafta y se
tre ellas Mercedes, Chrysler, Hudson, Bugatti, mejoraban los amortiguadores, los elásticos y
Studebaker, Lancia, Ford, Jordan y Alfa Ro- los frenos. Para todo ello no solo se necesita-
meo, y la participación de Correa da Silva, un ba un taller mecánico, recursos, sino, además,
excelente rutero brasileño (Parga 1995, tomo había que tener una gran capacidad de experi-
I: 136). Esta rápida expansión convierte al au- mentación. Uno de ellos fue Domingo Bucci,
tomovilismo deportivo en una actividad nacio- muerto en carrera en 1933, un gran mecáni-
nal regulada por el ACA, con sede en Buenos co cordobés de Morteros, que tenía un coche
Aires, que mantenía el control sobre los gran- Hudson especialmente preparado por él, el
des premios y organizaba la mayor cantidad de “Bestium“, que tenía una capacidad de 4.880
carreras, seguido demasiado lejos por el club cc. Hay que poner en esa lista a Paris Giannini,
de Rafaela con sus 500 millas. Es importante italiano instalado en Mercedes, que muere en
recalcar que para fines de los veinte solo había el Gran Premio de 1929, a Ernesto Bóssola y
646 Eduardo Archetti - Antología esencial

Carlos Zatuszek, polaco, grandes mecánicos en él se consagra definitivamente Raúl Riganti.


e innovadores tecnológicos muertos también, En ese año y el siguiente, para muchos la época
trágicamente, en carrera, a Ernesto Blanco, de oro del automovilismo argentino que dejaba
mecánico porteño, del cual se decía que era el para siempre la etapa pionera, hubo más de se-
primer piloto metódico que supo competir de tenta carreras en total que incluye por primera
un modo “casi científico” (Parga 1995, tomo I: vez el Gran Premio de la Ciudad Buenos Aires
166), a Juan Antonio Gaudino, inmigrante ita- en el circuito de la Costanera. Se regulan, asi-
liano y fino experimentador, que probó fortuna mismo, de un modo claro los tres tipos de carre-
en las 500 millas de Indianápolis 1932, y a Raúl ras: las de pista que debían hacerse en circuitos
Riganti, mecánico y concesionario de autos, tipo parque o caminos pavimentados o arregla-
socio de Blanco, quizás el más grande de todos dos que no debían exceder de los 5.000 metros,
durante ese tiempo, que pasó de correr en los las de velocidad en pistas pavimentadas o arre-
autos abiertos a los con capota rígida a partir gladas, cerradas para el público, que permiten
de 1934, y participó con relativo éxito en dos velocidad de más de 120 km/h y las de carretera
carreras en Indianápolis. con un recorrido no inferior de los 500 km so-
En 1934 el Gran Premio se hace desde Rosa- bre carretera o en circuitos naturales. El Gran
rio a Resistencia, rompiendo el ciclo tradicional Premio de 1937 es el primer recorrido por gran
Buenos Aires-Córdoba. En 1935 el Gran Premio parte del país ya que pasa por 15 provincias e
llega a Chile con una largada en Buenos Aires y instala la carrera en el imaginario nacional de
a la velocidad pura se la reemplaza por la regu- un modo definitivo. Era un “gran escenario,
laridad, es decir con un máximo de velocidad desde la Puna hasta la Patagonia, es decir, las
permitida. En este Gran Premio se pasa a “una rutas que atraviesan la patria entera… Parte de
nueva fórmula de grandes carreras en carrete- ese escenario y protagonismo fue el público de
ra, al coche de turismo transformado en una todo el país que veía llegar hasta la misma puer-
máquina de carrera, conservando más o menos ta de su casa a sus ídolos con sus autos y sus
la apariencia de un automóvil común” (Sojit y equipos: espectáculo masivo y de integración
Micoli 1956: 246). Ese recorrido se repite en nacional” (Emiliozzi 1992: 27).
1936, se amplía a 6.865 kilómetros, aparecen los En 1937 aparece Oscar Gálvez, piloto de
equipos de marca –Chevrolet y Plymouth–, y Ford, que marcaría con su talento los próximos
El potrero, la pista y el ring 647

años del TC y se cristaliza la competencia de de los equipos la participación en los grandes


marcas, especialmente entre Ford y Chevrolet premios se hizo más costosa. El apoyo de las
que se ensamblan en el país desde la década marcas era necesario así como un sistema de
anterior. En el Gran Premio 1938 por primera ayuda económica en los pueblos de donde pro-
vez coinciden Oscar Gálvez, con Ford, y Juan venían los volantes. Si no había financiamiento
Manuel Fangio, con Chevrolet. Una época suficiente los auxilios y los mecánicos debían,
comenzaba. Las etapas eran más largas y los por lo general, pagarse sus gastos, tanto los de
autos debían estar mejor preparados. El salto traslado como las comidas o cualquier extra.
cualitativo tanto a nivel de pilotos como de so- La descripción del taller de los Emiliozzi a me-
lidez tecnológica es muy grande. Para 1938 las diados de la década de los treinta da una idea
carreras con los coches con carrocería cerrada de esta situación:
y metálica se generalizaron. Estas mejoras se
volvieron obligatorias ya que aumentaban la En cualquier día de la semana el movimiento
seguridad de los pilotos. Uno de los grandes en el viejo taller tenía sus horarios, sus turnos,
problemas en las décadas anteriores, como he de día y de noche, y los hombres se alternaban,
señalado anteriormente, era la alta mortalidad cada uno ocupando su puesto, cada uno hacien-
do lo que sabía y lo que debía, en su sitio, ya sea
entre los pilotos. Otra de las mejoras tecnoló-
limpiando piezas, colaborando en el armado del
gicas importantes es el reforzamiento del sis-
motor, ocupándose de la chapa, de electricidad o
tema de refrigeración del motor con un tanque de pintura, llevando estadística, sacando fotos,
auxiliar que bombea agua al radiador, la adi- cebando mate… La disciplina no entorpecía el
ción de un tanque de aceite complementario placer de estar todos juntos en pos de la bandera
directamente comunicado con el cárter, lo que a cuadros: había olor a grupo, a hogar… La es-
permitía completar el nivel de aceite sin parar cudería Emiliozzi fue una familia muy numerosa.
el auto, un mejoramiento radical de la sus- (Emiliozzi 1992: 28).
pensión y la amortiguación, y el reforzamien-
to de la carrocería y el eje delantero. A partir Había una idea de empresa común, familiar y
de estos cambios, y porque las carreras eran local. Un triunfo de los Emiliozzi era el triunfo
más largas, se necesitaba un sistema de apo- de todo Olavarría así como un triunfo de Fan-
yo mecánico considerable. Con la introducción gio lo era de todo Balcarce. Era usual pensar el
648 Eduardo Archetti - Antología esencial

TC como la relación estrecha entre el pueblo, mate se iba dorando la carne que chirriaba con
la chacra, los caminos y la carrera. Se pensaba su gotear intermitente sobre las brasas y cuando
que el automovilismo era motor de progreso llegaban los volantes era aquello un enjambre de
no solo para el país sino fundamentalmente asadores inclinados, como saludándolos (El Grá-
para el interior y sus pueblos. Los duelos entre fico 1946, 1422: 45).
pilotos eran duelos entre pueblos: Las Rosas
representada por Pian y Arrecifes por Froilán En 1940, el Gran Premio Internacional del Nor-
González y, a la vez, entre provincias, Santa Fe te, Buenos Aires-Lima-Buenos Aires con el
contra Buenos Aires, “algo profundo, recóndi- duelo entre Gálvez y Fangio, que representan a
to” (Merlo 1991: 138). El Gráfico comenta que dos marcas, se consolida una oposición que, de
esos años y los que vendrían después confir- alguna manera, dividirá al país detrás de estas
man al automovilismo como una de las expre- dos figuras. Este premio, ganado por Fangio en
siones más altas de la democracia en la que no una epopeya homérica, es, al mismo tiempo, la
influyen ni las herencias ni los pergaminos, no demostración de que el TC es un emblema del
hay recomendación que valga, “no hay título país que puede, con orgullo, mostrarse en el ex-
capaz de crear un sentimiento en el pueblo si terior. Los proyectos de hacer la carrera Bue-
ese título no se conquistó por verdadero méri- nos Aires-Caracas o incluso Buenos Aires-Nue-
to” y no existe “obstáculo ni fracaso para quien va York habían sido discutidos con seriedad en
tiene fuerza”, es “capaz y valiente” (1492, 1188: 1941 y 1942. Esta idea, sin embargo, se abando-
23). Borocotó, el periodista estrella de esa mis- na por los efectos de la guerra y las dificultades
ma revista, describe al público de los grandes que había en la provisión de piezas, neumáticos
premios que iba a ver pasar los coches: y nafta. Se pensaba que ya no había cordilleras
que impresionaran y que las grandes distancias
a caballo, en sulky, jineteando un burrito de paso
se habían acortado de un modo sensible ya que
tardo y seguro, en bicicleta, en auto, a pie, el asun-
to era acercarse al camino para ver pasar esas fi-
los caminos y los coches habían mejorado. El
guras que, a lo lejos, no se estaba muy seguro de automovilismo argentino estaba listo para dar
si eran reales o legendarias… desde bien tempra- esos saltos y mostrar al mundo de lo que eran
nito caía el paisanaje, encendía fuego, clavaba los capaces sus pilotos y sus máquinas –e incluso
asadores o establecía las parrillas y, entre mate y impresionar al público norteamericano– (El
El potrero, la pista y el ring 649

Gráfico 1941, 1126: 39). 1947, un año antes de Copiapó, por el paso de San Francisco, rumbo
la Buenos Aires-Caracas, es una fecha clave a Catamarca y Tucumán (5.374 km). Esta ver-
para el automovilismo argentino ya que llegan dadera maratón fue ganada con gran autoridad
al país las Alfa Romeo y las Maserati de pista por Oscar Gálvez.
junto con algunos de los mejores pilotos eu- En 1948 el TC argentino sobrepasa los lí-
ropeos de ese momento: Varzi y Villoresi. Los mites de lo posible: se corre la Buenos Aires-
dos premios corridos en Buenos Aires son ga- Caracas en dos tramos, de ida hasta Caracas
nados por Villoresi en su Maserati. Pilotos ar- y el regreso desde Lima. Se intentó de manera
gentinos, incluidos Oscar y Juan Gálvez y José infructuosa incorporar a la carrera prestigiosos
Froilán González, participan con poco éxito en volantes europeos. Carlos Pintacuda, gran pi-
las carreras y el mejor clasificado local lo hace loto italiano, decide no participar ya que “esas
en el quinto puesto en la primera carrera (Par- carreras son pensadas para los muy afamados
ga 1995, tomo II: 332-3). Sin embargo, con esa volantes locales” que tienen la experiencia de
magra cosecha comenzaba una nueva etapa de correr en rutas abiertas (El Gráfico 1948, 1505:
internacionalización, en la que participar en 34). Finalmente se consigue una participación
las competencias de pista europeas y conducir internacional relativamente importante. Entre
los autos europeos, eran una posibilidad real los 141 participantes hay 8 peruanos, 5 chile-
para los mejores pilotos argentinos. Esa visita nos, 5 bolivianos, 3 venezolanos y un uruguayo
y las visitas del año siguiente de casi los mis- contra 119 argentinos. El tramo de Buenos Ai-
mos pilotos y máquinas se salda con un mejor res a Caracas era de 9.580 km y fue recorrido
desempeño de los pilotos argentinos, especial- en 20 días con cinco de descanso. Fangio hace
mente Fangio y Oscar Gálvez, y dan un impulso una carrera irregular con un solo triunfo en
importante a las competiciones de pista, lo que la quinta etapa desde La Paz a Arequipa y en
se llamaba “mecánica nacional”. En 1947 como la séptima etapa tiene un accidente en el que
antesala del Buenos Aires-Caracas, se lleva a muere su acompañante. Los hermanos Gálvez
cabo un Gran Premio internacional que desde dominan con claridad ganando una etapa de-
Buenos Aires, vía Resistencia y Tucumán, en- trás de otra. Sin embargo el ganador total fue
trando a Chile por Uspallata, llegaba a Santia- Domingo Marimón por la descalificación de
go y volvía al punto de partida, saliendo desde Oscar Gálvez en la última etapa. A Caracas lle-
650 Eduardo Archetti - Antología esencial

gan solo 44 coches de los que comenzaron en ya que “une pueblos de origen e historia comu-
Buenos Aires. El regreso de Lima (4.833 km) nes”, “demuestra la practicabilidad de los ca-
lo corrieron solo 79 tripulaciones y se decidió minos”, brinda “una demostración de pericia y
conceder en los días de descanso hasta ocho voluntad que produce emulación” y “evidencia
horas para que los coches pudieran repararse. el grado de capacidad alcanzado por los exper-
Esto aumentó la efectividad y a Buenos Aires tos mecánicos” (1948, 1531: 26). Las voces crí-
llegaron 43 participantes. Oscar Gálvez se toma ticas hacían énfasis en la inutilidad de tamaños
la revancha y gana el regreso. Es importante esfuerzos y en la distracción de poblaciones
hacer notar que de los 141 inscriptos original- enteras que financiaban a sus representantes.
mente solo 26 coches hicieron los dos recorri- Se organizaban festivales, loterías, colectas pú-
dos. Esta carrera fue definida como la base de blicas, se conseguía el apoyo municipal y hasta
la carrera Buenos Aires-Nueva York que nunca se patrocinaban torneos deportivos para que
pudo concretarse. sus pilotos pudieran correr. A esto se sumaba
Los coches argentinos se veían como ejem- la participación voluntaria de los numerosos
plos de la superioridad tecnológica y de la ca- auxilios que eran necesarios para semejante
lidad de sus pilotos y para muchos era “gente prueba. Todo Arrecifes se moviliza por José
que colonizaba la América del Sur”, una “co- Froilán González así como Capitán Sarmien-
lonización deportiva” basada en el coraje y el to por Daimo Bojanich y Balcarce por Fangio
cálculo (Parga 1995, tomo II: 472). Sin embargo (Parga 1995, tomo II: 430). Al mismo tiempo
cuando comenzó a planearse en 1941 se pensa- la carrera fue vivida como muy larga y peno-
ba que la carrera no era una manifestación ne- sa y quedaron expuestas las deficiencias de la
tamente deportiva “pues su trascendencia llega cooperación en los países por donde la carrera
al intercambio turístico, a beneficiar las tran- se desarrolló. El presidente Perón defendió el
sacciones comerciales, a establecer un conoci- significado de la carrera porque mostraba el co-
miento y una cordialidad entre los pueblos que raje de los pilotos argentinos, porque ayudaba
no se lograrían con discursos de diplomáticos” a “conformar un espíritu nacional que cada día
(El Gráfico 1941, 1143: 18). El Gráfico insisti- se aglutina más” y porque es necesario cumplir
rá en 1948 en que esa competencia “escapa a con una ambición profunda: “poder correr con
los límites estrechos de una prueba deportiva” nuestros propios coches, fabricados en el país”
El potrero, la pista y el ring 651

(La Nación, 12/12-1948: 4). Los críticos dirían autos, camiones y máquinas agrícolas. Poste-
que “pese al abrazo ofrecido por Argentina a riormente pasó a trabajar en la reparación de
sus hermanos de historia e idioma será mejor autos en la concesionaria Ford y su aprendizaje
quedarse en casa un rato largo” y aunque los final lo hizo en la concesionaria Studebaker de
pilotos argentinos entren en la leyenda, “con Miguel Viggiano. Al dejar los 12 años la escue-
sus virtudes de héroes flotando en los cami- la primaria y los estudios para siempre entró
nos”, “no volvamos, ya está hecho, terminó, no como joven mecánico y un par de años más
volvamos”, “quedémonos en casa que tenemos tarde pasó a ser mecánico ajustador. Posterior-
mucho que hacer” (El Gráfico 1948, 1546: 37). mente pasa a ser “experto” en poner a punto los
El turismo de carretera se queda en casa defini- autos reparados o recién importados. A Fangio
tivamente y será en las décadas posteriores la le fascinaba la mecánica y en el taller de Viggia-
“esencia” y la marca de originalidad del auto- no aprendió todos los secretos posibles y sobre
movilismo nacional. Sin embargo, las visitas de todo a improvisar. Acerca de ese periodo de
pilotos y máquinas de pista había abierto la po- su vida comentaría muchos años después que
sibilidad de una participación argentina en el “mirando fui aprendiendo de a poco a hacer al-
prestigioso circuito europeo. Vuelven en 1949 gunos trabajos, en aquella época el aprendizaje
los visitantes europeos y Oscar Gálvez les gana consistía en eso: en mirar y ‘robar’ conocimien-
en Palermo y Fangio en Mar del Plata. Comen- tos de los que más sabían… entonces uno iba
zaba otra época en la historia del automovilis- haciéndose, entre herrero y mecánico” (Fangio
mo argentino y, afortunadamente, Fangio no se y Carozzo 1986: 25). Viggiano corría en algunas
quedó en casa como El Gráfico pedía. ocasiones y en su taller Manuel Ayerza, uno de
Juan Manuel Fangio es, sin lugar a dudas, la los grandes corredores de antes de la guerra,
síntesis casi perfecta de esta historia. De pa- preparaba su Studebaker. Ver la preparación
dres italianos, nació en Balcarce en 1911, una “a mano” de los dos autos fue para Fangio una
ciudad típica de la pampa en donde la agricul- enseñanza imprescindible. Viggiano le enseñó,
tura de la papa marcaba los ritmos de trabajo y también, a conducir en el barro, a ser sensible
las posibilidades de progreso económico. Fan- al acelerador, a minimizar el deslizamiento de
gio entró a los 11 años como aprendiz en un ta- las ruedas, a frenar a tiempo, a usar correcta-
ller metalúrgico en donde se hacían piezas para mente los cambios y a llevar el coche siempre
652 Eduardo Archetti - Antología esencial

equilibrado (Moss 1992: 16). Su debut en las ru- tino de carretera. Balcarce lo consagró como
tas polvorientas de la pampa fue en 1928, como su héroe máximo ya que a partir de ese año ya
copiloto de Manuel Ayerza, en un Chevrolet de no sería solo un pequeño pueblo perdido en la
cuatro cilindros, en una carrera desde Coronel pampa y solo conocido por la producción de
Vidal hasta Maipo. papas. En 1941 defendió su título con victorias
Al volver del servicio militar en 1932 con 21 en el Gran Premio de Brasil y en las Mil Millas
años, en sociedad con los hermanos Duffard Argentinas. Fangio, de esa manera, pasaba
y su hermano menor Rubén, instaló un taller a ser conocido y admirado en Bolivia, Perú y
mecánico en pleno centro de Balcarce. Incur- Brasil. A causa de la guerra y por la escasez de
sionó en carreras locales con el principal ob- combustibles, piezas y neumáticos, las carre-
jetivo de hacer propaganda para su taller. Su ras fueron suspendidas de 1942 a 1945. Fangio
debut oficioso como piloto fue en 1936 en una diría, ya consagrado, que esa etapa formativa
carrera en el circuito Benito Juárez en un taxi fue la más importante ya que fueron los años
modificado. El 27 de marzo de 1938 debutó ofi- de mayor esfuerzo y sufrimiento que es cuando
cialmente en una carrera en el circuito de Ne- se forma el carácter de un hombre (Moss 1992:
cochea en donde, con un auto menos potente 15). Al terminar la guerra, sin embargo, Fangio
que los de los consagrados volantes Arzani y tenía un gran temor de que su carrera en el au-
Zatuszek, consiguió un decente tercer lugar. tomovilismo hubiera terminado a causa de su
Esta performance lo convenció de que “podía edad (Fangio y Carozzo 1986: 81). Todo cambió
tener una carrera como volante que era lo que a partir del año siguiente.
había soñado por muchos años” (Ludvigsen A partir de 1946 participó con relativo éxito
1999: 13). Como volante de turismo de carre- en carreras de pista en los circuitos de Tandil
tera participó activamente desde 1938, primero y de San Justo. En 1947, como hemos visto, el
con Ford y luego con Chevrolet, y dio batalla Automóvil Club Argentino, con el apoyo del
a los hermanos Gálvez que dominaban esa ca- gobierno de Perón, invitó a conocidos equipos
tegoría. Su primer gran triunfo fue en 1940 en y pilotos europeos para correr en la Argentina
el Gran Premio Internacional del Norte: Bue- durante la pretemporada de enero y febrero.
nos Aires-Lima-Buenos Aires. Un total de casi Se permitió a los coches de mecánica nacional
9.500 km. Ese mismo año salió campeón argen- competir contra la Alfa Romeo de Achille Varzi
El potrero, la pista y el ring 653

y la Maserati de Gigi Villoresi, pilotos italianos argentino y la empresa Suixtil. Esta victoria se
consagrados en Europa. Fangio participó con repetiría en Pau, Perpignan y Albi. A estas vic-
un Chevrolet al que se le puso un motor de ca- torias se suman las logradas con un Simca Gor-
mión para aumentar su potencia. Era tan feo dini en Marsella y con una Ferrari en Monza.
que lo bautizaron “La Negrita”. Fangio y su auto Esta última victoria fue, sobre todo, percibida
fueron lo mejor de los pilotos nacionales aun- como homérica en la Argentina ya que Fangio,
que no logró derrotar a los italianos. En 1948 con la misma máquina que los pilotos oficiales
se repitió la experiencia pero esta vez Fangio de Ferrari, Ascari y Villoresi, conseguía derro-
y Gálvez corrieron con los mismos coches que tarlos. Los europeos veían a la Argentina como
los europeos pero, otra vez, sin mayores éxi- una nación rica y privilegiada que se había es-
tos. Para el verano europeo de ese año y con el capado de los males de la guerra y que estaba
apoyo decidido de Achille Varzi el Comité del en condiciones de financiar las expediciones
ACA decide enviar una delegación argentina de sus mejores pilotos. Por otra parte, el ACA y
compuesta por Fangio, Oscar Gálvez y Pascal el gobierno argentino veían en esos triunfos la
Puópolo. Fangio compite con un Simca Gordini posibilidad de ubicar a la Argentina, al menos,
en Reims sin poder terminar las dos carreras. en condiciones de igualdad con las naciones
Su triunfo en la pretemporada de 1949 en Mar modernas industriales. La Argentina participó
del Plata con una Maserati importada por el de un modo privilegiado en la consolidación de
ACA permitió que la prensa especializada euro- un espacio global de competencias automovi-
pea lo viera como un piloto con grandes condi- lísticas y Fangio fue, sin duda alguna, el símbo-
ciones. Un periodista inglés dijo de Fangio que lo de una nación.
impresionaba porque “tenía una idea fija: ga- La gira europea fue seguida con pasión des-
nar la carrera, y conducía de acuerdo con esto de Argentina y sus victorias transmitidas por
desde el inicio al fin” (Ludvigsen 1999: 16). Ese Radio Belgrano por Luis Elías Sojit y su her-
mismo año fue el de su consagración europea. mano Manuel. Su aparición en el automovilis-
Corriendo para el equipo de Achille Varzi, que mo europeo fue definida como la presencia de
había muerto en un accidente el año anterior, “un asombroso meteoro maduro”, ya que tenía
gana en San Remo con una Maserati, finan- 37 años, y su estilo de manejo como “no solo
ciada por el ACA y con el apoyo del gobierno audaz sino sistemático”. Fue además percibido
654 Eduardo Archetti - Antología esencial

como “amistoso, modesto y demoníaco solo urbe industrial. Para muchos argentinos era
en el manejo” ya que sus modales, contrarios a “un paisano con mucha astucia y fino sentido
los dominantes en el ambiente de las estrellas de la observación” (Parga 1995, tomo III: 650).
europeas, no estaban marcados por los celos La fascinación argentina por su figura era co-
y el individualismo extremo. Era un “hombre rrespondida por la fascinación de los europeos
de una gran lealtad” (Ludvigsen 1999: 37-8). Su que vieron en él a un “corredor de raza” y un
retorno en la a la Argentina en agosto, dos se- “modelo de dignidad, humildad y calidez huma-
manas después de su última victoria en Albi, na”. Él mismo diría que “pertenecía al mundo
fue apoteótico: recibido por una muchedumbre que se integraba con la competencia pura”, sin
en el aeropuerto –que incluía a los hinchas de trampas, y “con el progreso”. Así “había sido
los Gálvez– y acompañado por otra aún mayor en su país” y sería del mismo modo en el ex-
en la visita que hiciera al presidente Perón en tranjero (Parga 1995 tomo III: 651). Era tanta
la Casa Rosada. la admiración que despertaba que es Stirling
La Argentina había encontrado un héroe que Moss, uno de sus más enconados “enemigos”,
no solo expresaba ideales de movilidad social, escribió el libro más hermoso sobre su vida
igualdad de oportunidades e integración so- (Moss 1992). De él dijo que no hubo un piloto
cial, sino que era, además, capaz de vencer a que se le acercara porque “tenía un nivel casi
los mejores pilotos europeos en las carreras irreal de talento natural y destreza para pilotar,
de pista. Su “resistencia física, habilidad y sen- unidos a un temperamento notable… y era un
sibilidad mecánica” había sido forjada en las ser humano extraordinario” (Moss 1992: 60).
maratones automovilísticas de la Argentina y Fangio tenía muchos secretos, además, pero el
América del Sur (The Sunday Times, 9-5-1999: mayor era que la noche anterior a las carreras
15). Si bien los autos y los motores eran ejem- le gustaba conducir por el circuito durante tres
plos de modernidad, había en Fangio aspectos o cuatro vueltas, utilizando los faros en la os-
“románticos” que no solo tenían que ver con su curidad para grabar en su memoria las caracte-
estilo personal y su figura gentil y bonachona: rísticas más salientes del trazado (Moss 1992:
era el producto de un pueblo de inmigrantes 118). Pero talento natural, resistencia física,
en la pampa argentina profunda que no tenía que en él era producto de tantos años duros en
ni raíces aristocráticas ni se parecía a una Turismo Carretera, y memoria no excluían una
El potrero, la pista y el ring 655

tremenda inteligencia táctica, su virtud más res. Sobrevivir sin accidentes en ese periodo
notable según Moss. La combinación de esas fue una muestra de su coraje y habilidad.
virtudes lo convirtieron en un “genio absoluto” La carrera de Fangio estuvo marcada por
(Moss 1992: 130). muchos episodios antológicos pero ninguno
1951 fue su consagración definitiva al ganar superado por su proeza en el Gran Premio de
con Alfa Romeo el primer campeonato mun- Alemania en 1957. Una carrera que había co-
dial. La pareja Fangio y “Alfetta”, para muchos menzado con su claro dominio se complicó
el auto de carrera más hermoso de todos los en la décima vuelta. Luego de una detención
producidos, conseguía ganar a las poderosas en boxes la ventaja de 29 segundos que Fan-
Ferrari, que incluía entre sus pilotos a José gio tenía con su Maserati sobre la Ferrari de
Froilán González, otro argentino formado en Hawthorn no solo había desaparecido sino que,
TC y que tuvo una carrera importante hasta al ponerse de nuevo en carrera, estaba a una
1960 con 26 carreras disputadas y dos victorias. distancia de 51 segundos. Para poder ganar,
Entre ese año y 1957 Fangio ganó el campeona- quedando solo diez vueltas, tenía que descon-
to mundial cinco veces y lo hizo con cuatro fá- tar por vuelta más de 5 segundos. Para hacerlo
bricas diferentes: Alfa Romeo, Ferrari, Masera- bajó los récords de vuelta de un modo prodi-
ti y Mercedes-Benz. Ganó 24 de los 51 grandes gioso, llevando el récord de 9m 33s a 9m 17s.
premios en los que participó, 28 veces ganó la Dio alcance a Hawthorn en la primera vuelta
clasificación, 48 veces comenzó en la primera y le ganó por una diferencia de tres segundos
fila, y en 28 ocasiones hizo el récord de vuelta. (Parga 1995, tomo III: 633). Era de difícil expli-
Pocos pilotos de Fórmula 1 pueden mostrar es- cación la hazaña de un hombre que tenía ya 46
tos índices de efectividad en una época carac- años. Para Moss, no hay en la historia del au-
terizada por los riesgos y los accidentes fatales. tomovilismo una exhibición de habilidad y co-
En los nueve años en que Fangio estuvo activo raje como la que Fangio hiciera ese domingo:
30 de los pilotos que competían contra él ha- “Fangio fue el más admirable piloto de todos
bían muerto en accidentes fatales y él mismo los tiempos” y “siempre estuvo en una clase
había sido testigo del horrible desastre en Le por encima del resto, el único hombre capaz de
Mans cuando el Mercedes de Pierre Levegh se producir una actuación como esa” (The Sun-
fue contra el público matando a 80 espectado- day Times 9-5-1999: 15). Fangio mismo diría
656 Eduardo Archetti - Antología esencial

que esa fue su mejor carrera en el circuito que Mientras Fangio era parte del mundo trans-
más amaba desde 1951 cuando corrió por pri- nacional el automovilismo nacional siguió sus
mera vez allí con su “Alfetta”. Según sus pala- cauces normales y el TC siguió gozando del
bras “ese día logré por fin conquistarlo, como apoyo popular. En la década del cincuenta a los
si le hubiese sacado todos sus secretos, como pilotos de origen chacarero se unieron grandes
si le hubiese vaciado su intimidad” (Fangio y volantes de origen terrateniente y que rom-
Carozzo 1986: 230). pieron la tradición de los pilotos-mecánicos:
Fangio se retiró en 1958, luego de correr el Carlos Menditeguy, Rodolfo de Álzaga, Gastón
Gran Premio de Francia y convencido de que Perkins y Juan Manuel Bordeu. De Álzaga lle-
con su Maserati no podía competir con las po- gó a ganar el campeonato argentino en 1959
derosas Ferrari. Como una muestra de respeto, en pleno apogeo de los hermanos Gálvez. La
el año anterior en Italia, el “joven” Hawthorn le década de 1950 verá la aparición de los herma-
había rendido homenaje a su modo: pudo ha- nos Emiliozzi que pasan a dominar con tanta
berle sacado a Fangio una vuelta y no lo hizo, claridad que en 1963 ganan diez carreras. Hay,
como una muestra de admiración y un “tributo asimismo, un aumento de las carreras de TC en
final al maestro” (The Sunday Times 9-5-1999: autódromos. Paralelamente seguían las compe-
15). Fangio había puesto a la Argentina en el ticiones de pista en las categorías Fuerza Limi-
mundo de una manera privilegiada y ejemplar. tada y Fuerza Libre, herencia de la Mecánica
Su retiro dejó un vacío casi imposible de llenar. Nacional. La Mecánica Nacional en sus varian-
Uno podría decir que desde ese año la Argen- tes entra en crisis ya que representaba una fór-
tina ha vivido en una suerte de “abstinencia” mula anacrónica en la que la libertad en la elec-
y “nostalgia” no solo por la pérdida de un pi- ción del chasís era acompañada por la libertad
loto irreemplazable sino por la imposibilidad para decidir la cilindrada de los motores. En la
de continuar una tradición. En la década del década del sesenta será reemplazada por las
setenta apareció Carlos Reutemann e hizo una diferentes fórmulas: 1 y 2, al comienzo, y poste-
carrera importante en Fórmula 1 corriendo con riormente, 3 y 4. Este desarrollo era paralelo a
Brabham y Ferrari, pero nunca llegó a consa- los cambios que se habían producido en Euro-
grarse campeón mundial, aunque estuvo cerca pa. Al mismo tiempo aparecen las carreras de
dos veces. los coches estándar, conocida como Turismo
El potrero, la pista y el ring 657

Mejorado y Sport. Esto acelera el mundo de las sueños de grandeza que se comenzaron a forjar
competencias ya que se corría todo el año pero con las largas carreras por rutas panamerica-
sin que, necesariamente, la Argentina fuera ca- nas más de veinte años atrás quedaron en eso.
paz de producir pilotos de nivel internacional. Las distancias tecnológicas con Europa eran ya
La multiplicación de categorías continuó en muy grandes y no podían ser acortadas a fuerza
las siguientes décadas. El resultado fue una de voluntad y un excesivo optimismo. El Tori-
maraña de carreras de turismo y de pista con no, ejemplo del automóvil nacional, solo sería
una característica: incluso en Fórmula 1 los “rey” en el ámbito nacional.
coches eran producidos en su totalidad en la Desde 1914 hasta fines de la década del se-
Argentina. Es importante recordar que este tenta el automovilismo formó parte de las acti-
impulso se debe a la presencia las fábricas de vidades deportivas más importantes en el país.
autos instaladas después de 1955 y que son las La Argentina pudo, por su condición de país
que comienzan a proveer de autos a los corre- “periférico” pero relativamente rico, participar
dores. Aparecerán, paulatinamente, los Chevy, desde temprano en el desarrollo de este depor-
los Falcon, los Valiant y el legendario Torino te a nivel internacional. Hasta la década del
que reemplazan a los autos producidos en los cincuenta esa inversión en máquinas y pilotos
talleres artesanales. El Torino incursiona en produjo excepcionales volantes que pudieron
Europa y en 1969 se organiza una gran expe- competir con éxito en el mundo restringido y
dición con tres coches, nueve pilotos y doce elitista de la Fórmula 1. Fangio era extraordi-
mecánicos. El director de “La Misión Argenti- nario, sin lugar a dudas, pero era el producto
na” fue el mismísimo Juan Manuel Fangio. Este de circunstancias históricas concretas que hi-
decía que había que demostrar al mundo la ca- cieron posible su participación: apoyo local,
lidad de los autos y los pilotos argentinos (El fomento del ACA, interés internacional por
Gráfico 1969, 2597: 30). De esa “misión” queda- incorporar a la periferia, apoyo decidido del
ron algunos buenos desempeños pero ninguna gobierno peronista y pasión popular. A partir
victoria. No hubo milagros y las diferencias de la década del sesenta, con la proliferación
entre los coches argentinos y el resto era real de categorías y la presencia de fábricas locales
y no podía ser compensada por la pericia de interesadas en la expansión del mercado nacio-
sus pilotos (Parga 1995, tomo IV: 906-7). Los nal, el automovilismo argentino se insulariza y
658 Eduardo Archetti - Antología esencial

solo excepcionalmente participará con éxito ta 1924 habían pasado casi dos décadas y su
en el mundo cada vez más globalizado de las práctica, originalmente aristocrática, se había
competencias deportivas. Reutemann y la Mi- popularizado. Sin embargo, para que esto ocu-
sión del Torino son excepciones. La abstinen- rriera el boxeo tuvo que superar muchos pre-
cia producida por el retiro de Fangio continuó juicios (Viale 1950: 55). En Buenos Aires la pro-
y, paralelamente, no solo su peso histórico se hibición del boxeo por parte de las autoridades
vivió como irreemplazable sino que se sintie- municipales duró hasta 1924. Esto no impedía
ron de un modo agudo las limitaciones de lo lo- la práctica en clubes, las peleas clandestinas y
cal en un mundo tecnológico globalizado. Bra- la organización excepcional de exhibiciones
sil durante estos tiempos de sequía argentina autorizadas como, por ejemplo, durante la visi-
produjo tres grandes campeones en Fórmula 1: ta en 1915 del campeón mundial de peso pesa-
Fittipaldi, Piquet y Senna. La Argentina pasa a do Jack Johnson. El boxeo, sin embargo, vivía
vivir de su pasado en un presente que se hace su vida propia en la ciudades de Avellaneda y
cada vez más limitado. Barracas en donde era permitido. El Interna-
cional Boxing Club, fundado en Buenos Aires
en 1913 por jóvenes socialistas, fue el primer
Boxeo: los puños de la nación semillero de grandes boxeadores ya que de allí
surgieron Luis Ángel Firpo, Gustavo Leneve,
Bioy Casares recuerda cómo, en una madruga- Luis Galtieri y Horacio Lavalle, los primeros
da de 1923, esperó ansiosamente los diarios, grandes boxeadores argentinos de comienzos
para enterarse “con incredulidad y desolación de siglo (El Gráfico 1941, 148: 25). En 1922 esta-
de que Luis Ángel Firpo había sido derrotado ba ya fundada la Federación Argentina de Box
por Jack Dempsey, por el título de campeón y el boxeo se practicaba con gran intensidad en
del mundo, en Polo Grounds, en Nueva York” muchas provincias.
y agrega que “en La vuelta al día en ochenta La década del veinte fue, sin lugar a dudas,
mundos, Cortázar cuenta que también para él la época heroica del box y el rol de Firpo, de-
esa derrota fue dolorosa” (1994: 29). Desde la terminante. Nacido en Junín en 1894 comenzó
fundación en 1908 del Boxing Club Buenos Ai- a frecuentar el Internacional en 1914 haciendo
res, primer club de boxeo de la Argentina, has- algunas exhibiciones con boxeadores extran-
El potrero, la pista y el ring 659

jeros en 1917. Su carrera boxística comenzó Extremadamente individualista nunca tuvo “ni
en 1917 en Uruguay y siguió en 1918 en Chile consejeros, ni instructores físicos de ninguna
en donde la práctica del boxeo tenía un gran naturaleza” y manejó su carrera con gran de-
auge. En 1922 se fue a Estados Unidos donde cisión e independencia (El Gráfico 1941, 1149:
ganó tres peleas y, rápidamente, se convirtió 29). Siempre sostuvo, pese a que se le conocía
en un ídolo nacional. En 1923, en su segun- por su gran golpe y su tremenda fuerza física,
da gira a Estados Unidos, ganó diez peleas y que la base principal de triunfo no es el golpe,
perdió en la pelea por el título mundial contra aunque sea un factor importante. Para Firpo
Dempsey. Siguió su campaña en 1924 peleando lo “imprescindible es la inteligencia y la intui-
en Estados Unidos y en la Argentina y se retiró ción, porque el peleador en el ring debe estar
por primera vez en 1926. De manera inexplica- continuamente mirando el pecho del adversa-
ble regresa en 1936, gana dos peleas y en la ter- rio, y de acuerdo con el movimiento que hace,
cera es vapuleado por un talentoso boxeador descubrirle la intuición” (El Gráfico 1941, 1148:
chileno, Arturo Godoy. Firpo pertenece a la 35). El hecho de haber sido bautizado como
estirpe deportistas argentinos que sabían que “El Toro Salvaje de las Pampas” tenía que ver
el triunfo no solo se medía localmente. El bo- con el imaginario europeo y americano de la
xeo argentino era evidentemente inferior al de época. Este imaginario convertía en exóticos
Estados Unidos, verdadera Meca de ese depor- no solo a los boxeadores sino a los polistas e
te durante ese periodo y hasta la actualidad. incluso a los bailarines y cantantes de tango
Su primer viaje lo hizo solo, sin ningún tipo de que debían presentarse vestidos de gauchos
apoyo, en una suerte de aventura impredecible (Archetti 1999).
ya que era un desconocido, pese a tener los tí- En 1930 y 1931, el camino de Firpo en Esta-
tulos de campeón argentino y sudamericano. dos Unidos fue seguido por Justo Suárez, na-
El haber llegado a pelear con tres campeones cido en el barrio de Mataderos. En su primer
mundiales y haber disputado el título mundial viaje hizo una brillante campaña pero no en el
fue una demostración no solo de su capacidad segundo y cayó derrotado por Billy Petrolle en
sino de las potencialidades que había en el una pelea en la que fue castigado sin piedad.
país. Por su influencia, el boxeo fue legalizado Su decadencia fue imparable. Suárez fue, sin
en Buenos Aires y en el resto del país en 1924. lugar a dudas, el primer boxeador que atrajo a
660 Eduardo Archetti - Antología esencial

multitudes y ayudó a consolidar la popularidad 1928 en Amsterdam se consiguieron las dos pri-
del boxeo profesional y aumentar su atractivo meras medallas de oro, una para Víctor Aven-
económico (El Gráfico 1941, 1153: 46). Es una daño y la otra para Arturo Rodríguez Jurado.
paradoja que el estadio Luna Park, que se con- Estos dos boxeadores representan, de alguna
virtió en la catedral del boxeo profesional en manera, el ambiente de boxeo de esa época en
la Argentina, haya auspiciado, una semana des- donde todavía era posible encontrar alguien
pués de su inauguración el 12 de marzo de 1932, que venía de medios populares como Avenda-
la pelea entre Suárez y Peralta. Peralta ganó la ño con otro que venía de familias acomodadas
pelea y se convirtió en campeón argentino des- como Rodríguez Jurado. Rodríguez Jurado se
tronando “al boxeador del pueblo” (Cherquis recibió de ingeniero agrónomo y practicó junto
Bialo 1999: 48). El imaginario creado con Firpo al boxeo el rugby, en el que descolló en el Club
había cristalizado y las metáforas pampeanas Atlético San Isidro, posteriormente en San Isi-
y animales fueron heredadas por Suárez que dro Club y en la selección nacional. Excelen-
fue llamado “El Torito de Mataderos”. El dimi- te boxeador de peso pesado se caracterizaba
nutivo se correspondía con la categoría en la por su fuerza, su coraje y su obstinación. Pudo
que combatía, mientras que Firpo era pesado, haber seguido el camino de Firpo pero para él
Suárez era liviano. Muchos años después, y el deporte no debía ser profesional (El Gráfico
otra vez en Estados Unidos, el peso pesado La- 1945, 1365: 23).
vorante muere trágicamente en 1964 luego de En la década siguiente, con la expansión de la
dos años de estar en coma: se convirtió en “El práctica del boxeo y su creciente popularidad,
Novillo Salvaje” (Fernández Moores 1992: 32). boxeadores como Rodríguez Jurado no eran
En la década del veinte el deporte aficionado una excepción sino que habían desaparecido
se organiza a nivel nacional y los campeonatos de los cuadriláteros del país. Gran parte del re-
nacionales reunían a numerosos boxeadores. clutamiento, además, se hacía en las provincias
Desde 1924 hasta 1952 la participación argen- y en el interior de la provincia Buenos Aires.
tina en los Juegos Olímpicos siempre se salda Provincias como Córdoba, Santa Fe y Mendo-
con medallas: un total de 7 de oro, 7 de plata y za produjeron grandes boxeadores. El primer
6 de bronce que convertían a la Argentina en campeón mundial profesional de boxeo fue el
una de las potencias mundiales en el box. En mendocino Pascual Pérez, que ganó el título
El potrero, la pista y el ring 661

en 1954. Antes –en 1948–, había sido campeón hijos de inmigrantes que poblaban la pampa
olímpico aficionado. Pérez puede considerarse sino, fundamentalmente, para los pobres de
un producto de la escuela mendocina en donde las grandes ciudades, una realidad social muy
primaba un “notable sentido de tiempo y dis- parecida a la de los grandes boxeadores nor-
tancia, sincronizados en su perfección”, acom- teamericanos. Amílcar Brusa, el mítico mana-
pañado por una “gran velocidad”. Boxeaba “sin ger de Carlos Monzón y tantos otros grandes
perder la línea” y se defendía a la perfección boxeadores santafecinos, define la producción
como “un gran estilista” (El Gráfico 1948, 1520: de grandes boxeadores argentinos de la si-
43). Nicolino Locche, el tercer campeón mun- guiente manera:
dial argentino al ganar su título en 1968, siguió
con esa tradición. Sus prodigiosos movimientos a mis boxeadores no voy a buscarlos a colegios
de cintura y la agudeza de su vista lo llevaron a religiosos ni a la universidad. Es lógico, el boxeo
ganarse el apodo de “El intocable”, ya que sus es un deporte cuya esencia es la agresión y es en
precisos esquives hacían casi imposible que lo los barrios de gente menos pudiente, sin recur-
sos, donde los chicos lamentablemente crecen
golpearan. Estábamos ya lejos del imaginario
en un clima cargado de agresividad… Por eso, en
de los animales salvajes de la pampa. El inicio
un medio cargado de injusticia, donde los pibes
de Firpo y Suárez y los éxitos olímpicos habían se acostumbran desde temprano a conocer una
permitido, una vez más, convertir una práctica sola cara de la vida, la mala, la tristeza, el odio,
deportiva local en un trampolín internacional. la miseria, es natural que se vayan vacunando.
No eran solamente los polistas y sus caballos, Se habitúan desde el nacimiento a ser desconfia-
ni los pilotos y sus máquinas, esta vez se trataba dos, temerosos, a defenderse permanentemente.
de solitarios deportistas que se transformaban, (Monzón 1976: 45-6)
ocasionalmente, en los “puños de la nación”. No
solo la fuerza y el coraje descarnado sino tam- La figura emblemática de José María Gatica,
bién la técnica sofisticada, el hecho de no ser “un lustrabotas pendenciero”, sintetiza el as-
golpeado, fue la marca de muchos de los más censo social de un inmigrante del interior, naci-
grandes boxeadores argentinos. do en San Luis, que, desde la pobreza extrema,
El boxeo fue también una avenida para la se convierte en uno de los grandes ídolos de-
movilidad social pero esta vez no solo para los portivos argentinos. Su debut profesional fue
662 Eduardo Archetti - Antología esencial

en diciembre de 1945 y su carrera se prolongó otros grandes boxeadores del pasado. Sus ex-
hasta 1956 o sea que coincidió totalmente con traordinarias condiciones y el apoyo explícito
los gobiernos peronistas. Su biografía nos con- del gobierno lo animaron a tentar suerte en
fronta con tres ejes importantes. El primero, su Estados Unidos en 1951. Se impuso en forma
identificación política visceral con el peronis- terminante a Terry Young en su primera pelea,
mo y su devoción confesada por el presidente pero en el combate contra Ike Williams, cam-
Perón y Evita Perón, recíproca, por lo menos, peón mundial de su categoría, fue derrotado de
hasta 1951. Esto reforzó la afinidad existente manera contundente y humillante. Gatica fue,
entre los sectores populares y su personalidad también, un par de puños al servicio de la glo-
desbordante y carismática. Su estilo de boxeo ria de la nación. Su fracaso terminante y sus
contundente, agresivo, valiente y espectacular extravagancias aceleraron su decadencia. Mu-
contribuía a su celebridad. Se decía que, en rió en la pobreza y el abandono en un absurdo
sus peleas en el Luna Park, los espectadores accidente de tránsito a los 38 años.
de la tribuna popular iban a verlo ganar y los Luego el triunfo de Pascual Pérez en 1954
del ring-side, supuestamente antiperonistas, pasaron 12 años hasta tener un nuevo cam-
perder. Gatica tenía la virtud de hacer visibles peón mundial. En 1966, en la misma categoría
las divisiones políticas que existían en el país. mosca, Horacio Accavallo gana el título mun-
El boxeo era política y, mejor aún, política sim- dial en Tokio. Como Gatica, su niñez y juven-
bólica. El segundo, las duras peleas con Pra- tud estuvieron signadas por la pobreza. Fue
da, otro gran boxeador del interior, que pese botellero, lustrabotas, canillita, payaso y hasta
a él pasó a ser identificado con la oposición a fakir de un circo de tercera categoría. Se hizo
Perón. Los duelos Gatica-Prada fueron de una profesional a los 22 años y recién a los 31 tuvo
gran intensidad dramática y la rivalidad exis- la oportunidad de pelear por el título mundial.
tente desde la época de aficionados se trasladó Técnico para defenderse y aguerrido para ata-
al mundo profesional. En total pelearon seis car, su carrera deportiva transcurrió en medio
veces y cada uno ganó tres. Entre la primera de muchos sacrificios y cuando le llegó el éxito
y la última pelea transcurrieron once años (La supo conservar una gran humildad. Al recordar
Razón 3-12-1978: 18). El tercero, es su intento la noche de su consagración como campeón
de hacer carrera en Estados Unidos como los mundial Accavallo dijo:
El potrero, la pista y el ring 663

Me acordé de la marcha de San Lorenzo que de Santa Fe mientras trabajaba como canillita,
me había acompañado desde el vestuario has- lustrabotas, repartidor de leche y verdulero
ta el ring, de mi vida en el circo, de mis amigos. (De Marinis 1974: 159). Se hizo profesional en
Cuando el árbitro Pope me levantó la mano sentí 1963 y su récord a su retiro era impresionante:
que empezaba para mí una vida distinta. Era –un
99 combates con 86 victorias (61 por nocaut),
poco– como si de pronto aquel ex ciruja de Va-
lentín Alsina se hubiese convertido mágicamente 10 empates y 3 derrotas. Fue campeón mundial
en un verdadero Rey. (El Gráfico 1974, 2844: 16) durante ocho años y se retiró invicto, defen-
diendo su título 14 veces. Monzón, sin lugar a
Se retiró luego de defender la corona mundial dudas, es el campeón argentino más exitoso y
tres veces para dedicarse exitosamente a la sus defensas del título frente a grandes boxea-
actividad comercial. Su vida estaba en las an- dores norteamericanos, como Emile Griffith o
típodas de Gatica y demostraba que el ciclo de Benny Briscoe, franceses, como Jean-Claude
la pobreza no era inmutable y podía romperse. Bouttier y Gratien Tonna, y sudamericanos,
Carlos Monzón al ganarle al campeón Nino como el cubano, nacionalizado mexicano, José
Benvenutti en Roma en 1970 se convirtió en el “Mantequilla” Nápoles, y el colombiano Rodri-
cuarto campeón mundial argentino, el primero go Valdez, son legendarias. Tuvo dificultades
en peso mediano. Su origen fue también muy para ser aceptado en el país, ya que su estilo
humilde. Confesó que no se hizo boxeador por de boxeo “frío” no convencía ni a los expertos
casualidad ya que el boxeo “es igual que la vida ni al público. En Europa, al contrario, en donde
y empecé a boxear porque tenía que vivir. Se ne- hizo once de sus peleas por el título mundial,
cesitaban las mismas cosas: saber defenderse, era admirado. Alain Delon, que organizara dos
saber atacar, estar siempre atento, luchar, sen- de sus defensas, lo definía, a la vez, “como un
tir y hasta tener la grandeza de saber recibir un toreador y un toro bravo, como un hombre y un
cachetazo” (Monzón 1976: 191). Su ídolo había animal” y pensaba que era el prototipo del ma-
sido Gatica, ya que representaba un pasado po- cho argentino y de la “perfección viril”. Tenía,
bre y la posibilidad de la fama y la riqueza, aun- según él, una “dimensión misteriosa e inexpli-
que ésta fuera transitoria. El boxeo iba a ser la cable” que lo dotaba de un aura de vencedor
única manera de ganarle a la pobreza. Se forjó nato (Pessar 1975: 1). Su personalidad tenía un
como boxeador en el gimnasio del Club Unión alto “contenido dramático” y Delon eligió para
664 Eduardo Archetti - Antología esencial

su salida al ring en su pelea contra Nápoles el derse una rabia ancestral le salía desde el fon-
tango Silencio cantado por Gardel porque era do de su cuerpo. Ese sentimiento se transfor-
apropiado, “una música espectacular, igual- maba en un odio profundo al adversario, y en
mente grande, impactante” (Monzón 1976: 164) sus peleas solo quería destruir a su oponente
según el actor y, seguramente también, porque (Pessar 1975: 195). Benvenuti al salir al ring se
su letra aludía al sufrimiento de las madres dio cuenta de “que el hombre con el que iba a
francesas durante la Gran Guerra. pelear no era un adversario sino un enemigo
Este dramatismo espectacular fue, evidente- salvaje y despiadado” (Monzón 1976: 138). Seis
mente, lo que había sentido Nino Benvenutti, el años después Benvenuti confesaría que en esa
hermoso italiano que había destronado a Emile pelea se encontró con “un atleta imprevisible,
Griffith, aquella noche del 7 de noviembre de con un hombre de una potencia y una feroci-
1970 en Roma cuando Monzón lo despojó de dad tales que nunca supuse que podía llegar a
su corona al ponerlo nocaut en el duodécimo existir” (Monzón 1976: 149).
round. Monzón relata que el hecho de que el Nunca antes puños argentinos fueron tan
manager de Benvenuti lo definiera como “im- eficaces. Fue un boxeador de gran frialdad,
pasible, con una impasibilidad digna de otro especulativo, cerebral, fuerte, valiente, persis-
planeta” y como “frío y casi inhumano” tuvo tente y con una demoledora pegada. Era tan-
sus efectos. Benvenuti no podía soportar la ta la fuerza de sus puños que tenía sus manos
mirada de Monzón y para inmunizarse había rotas, sufría muchísimo de las cápsulas meta-
tapizado su cuarto de hotel con una docena carpianas, y solo podía pelear infiltrado con
de fotos en donde esa “mirada impresionante” novocaína, totalmente anestesiado. Julio Cor-
aparecía del modo más nítido y amenazante tázar escribió uno de sus mejores cuentos (La
(Pessar 1975: 161). La pelea fue presentada Noche de Mantequilla) en el que la pelea entre
como un encuentro entre el “bello y civiliza- Monzón y Nápoles permite reflexiones sobre
do” europeo contra la “bestia”, casi indígena, el boxeo, en general, y sobre el estilo de Mon-
que venía de las pampas. Monzón confesaría, zón. No solo fue un ídolo deportivo sino que
años después, que en el cuadrilátero no tenía su romance escandaloso con Susana Giménez,
piedad porque el hombre que estaba enfrente una de las actrices más famosas argentinas, y
intentaba sacarle lo que era suyo, y al defen- su participación como actor en cinco películas
El potrero, la pista y el ring 665

acrecentó su fama como miembro del mundo 47). Los cuerpos criollos en el boxeo, según
del espectáculo en la Argentina. Para Monzón Brusa, no solo expresan agresividad, valor y
la riqueza y la fama no bastaron. Su “historia coraje, sino también disciplina y un profundo
de amor” con Susana Giménez fue el momento sacrificio. Monzón le dio la razón ya que siem-
culminante de su ascenso social y simbólico. pre pensó que su vida como boxeador fue un
Monzón confesó que en su primera visita a la sacrificio constante hasta que dejó los guantes.
casa de la actriz casi se muere ante tanta ele- Desde 1914 hasta 1990 a la Argentina tuvo
gancia: “sillones tapizados en telas brillosas, trece campeones mundiales profesionales, al-
cuadros y retratos de ella, alfombras que dan gunos de ellos grandes figuras como Víctor
la sensación de pisar sobre nubes, un balcón Galíndez y Santos Laciar. La participación, con
enorme, lleno de plantas y faroles… todo de gran éxito, en los Juegos Olímpicos, como he
gran gusto” (Monzón 1976: 171). Ese amor no señalado anteriormente, marcaron la temprana
fue, sin embargo, duradero y desde la ruptura internacionalización del boxeo. Quizás es una
Monzón no fue el mismo. Diría que el éxito no paradoja que los éxitos en el boxeo aficionado
lo dejó ser él mismo. Su vida se complicó: acu- se hicieron más escasos en la medida en que
sado de la muerte de su segunda esposa, fue estos aumentaban en el mundo profesional. A
condenado en 1989 a 11 años de prisión. En partir de 1956 y hasta 1996, la Argentina solo
uno de los permisos que había conseguido por consiguió cinco medallas de bronce en diez
buena conducta perdió la vida al volcar el auto olimpiadas, una cosecha bien magra compara-
que conducía mientras regresaba al penal de da con la de los inicios. En la consolidación del
Santa Fe en donde purgaba su pena. El fin de deporte profesional, el estadio del Luna Park,
su vida era, de ese modo trágico, una parábola fundado en 1932 y, sobre todo, la visión empre-
de la vida del “Mono” Gatica, su ídolo durante sarial de Tito Lectoure, en su dirección a partir
su niñez. El país perdía uno de sus héroes más de 1956, fueron factores importantes. Buenos
impresionantes y exitosos. Amílcar Brusa, su Aires fue una plaza económica importante,
manager de siempre y de origen italiano, dijo atraía a grandes boxeadores extranjeros y per-
que “Carlos reivindica a todos los nativos, a los mitió que los mejores boxeadores nacionales
criollos de los que mucha gente sostiene que no se midieran con ellos (Manrique Zago 1999).
tienen capacidad de sacrificio” (Monzón 1976: En 1987 se decidió suspender la actividad pugi-
666 Eduardo Archetti - Antología esencial

lística y comenzó su transformación de estadio facilita la movilidad social de los más talento-
deportivo a estadio múltiple. La “muerte boxís- sos. Si el deporte fue pensado originalmente
tica” del Luna Park puede verse como un sím- como una escuela en donde templar el coraje
bolo de la transformación del boxeo argentino individual y aprender a funcionar colectiva-
en un deporte cada vez más marginal. Es como mente, en la época de las naciones, con Juegos
si la nación no necesitara, de una manera más Olímpicos y campeonatos mundiales, es obvio
o menos permanente, de los puños criollos y que la conexión con las identidades nacionales
del interior. fue un resultado más que previsible. La Argen-
tina, como he tratado de demostrar, exporta
cuerpos, caras, gestos y eventos deportivos, y
A modo de conclusión a partir de ellos una imagen de lo nacional se
construye, al mismo tiempo, afuera y adentro.
Desde comienzos del siglo XX la Argentina no Monzón no solo es un “macho” para consumo
solo se moderniza y se urbaniza rápidamente interno sino que es percibido como un “macho
sino que en ese proceso el deporte va a jugar argentino”, con todo lo negativo o positivo que
un rol muy importante, ya que hace posible no esto pueda tener.
solo la pronta incorporación del país a un sis- En ese proceso las imágenes y las historias
tema internacional de competiciones, sino que no serán fáciles de integrar en un todo cohe-
favorece la expansión de un espacio de tiempo rente, por la presencia de una gran diversidad,
libre nacional. El deporte, con la prensa, la ra- tanto individual como colectiva. Por lo tanto, si
dio y posteriormente con la televisión, alcanza el deporte es pensado solamente a partir de la
un impacto nacional indudable a través de la unanimidad no se puede entender la diversidad
libre circulación de sus símbolos, mitos y hé- que éste produce. Uno de los mensajes de este
roes. Esto es posible porque la práctica depor- libro es, casualmente, que en la presentación
tiva se convierte en un espectáculo público. de prácticas deportivas tan diferentes encon-
Las inversiones en infraestructura deportiva tramos las bases de lo nacional como compues-
aumentan y se consolidan los clubes como ver- to por un caleidoscopio complejo y, en muchas
daderas sociedades civiles. Al mismo tiempo se ocasiones, contradictorio. No solo hay “contra-
profesionalizan las carreras deportivas, lo que dicciones” individuales sino también dimensio-
El potrero, la pista y el ring 667

nes de clase que parecen incompatibles. Si el ante Ike Williams en 1951. Lo que queda claro
polo es terrateniente y el automovilismo cha- es que durante el peronismo hubo una inver-
carero, el boxeo supuestamente bien popular, sión importante en infraestructura deportiva
e incluso marginal, y el fútbol relativamente al construirse, entre otros, el autódromo Oscar
multiclasista es, precisamente, a través de esta Alfredo Gálvez, el Velódromo Municipal, el Cir-
combinación heterogénea que las imágenes de cuito KDT y el Centro Recreativo Ezeiza, y al
lo nacional se construyen. El polo no excluye patrocinarse eventos internacionales como las
al fútbol y viceversa. carreras de Fórmula 1, el campeonato mundial
Hay en este periodo un proceso de apropia- de básquetbol en 1950, los Primeros Juegos
ción estatal de los deportistas exitosos y de los Panamericanos en 1951, las visitas de grandes
equipos que representan al país que no ha sido boxeadores norteamericanos y la vuelta ciclís-
analizado y no era el objetivo de estas páginas. tica República Argentina. Incluso en 1949 con
Es importante hacer notar, sin embargo, que du- la publicación de Mundo Deportivo se preten-
rante el gobierno peronista no solo se organiza- dió dar batalla a El Gráfico, el semanario pro-
ron campeonatos nacionales infantiles a través ductor de ideología más importante y que no
de la Fundación Eva Perón sino que hubo una era totalmente fiel al gobierno. Esos diez años
política orientada a garantizar los éxitos depor- fueron, de algún modo, ejemplares y no hubo,
tivos. Los triunfos de Fangio, si bien no eran posteriormente, otros intentos sistemáticos de
presentados como los triunfos del gobierno pe- vincular el deporte con la nación a través de
ronista, eran apropiados por el sistema de pro- políticas estatales claras y articuladas. Se po-
paganda gubernamental oficial (Fundes 1999). dría decir que a partir de 1955 la relación entre
Los éxitos deportivos, incluso los obtenidos en deporte y nación se da cada vez más fuera del
polo, fueron presentados como la victoria de Estado.
la nación y de las virtudes masculinas: coraje, Volvamos, para terminar, al panteón de los
persistencia, voluntad de superación, poder y héroes. Muchos nombres y hazañas han sido
habilidad para sortear obstáculos (Rein 1998: presentadas en las diferentes secciones ya que
59). Uno de los fracasos, en ese sentido, fue el el deporte, quizás junto con la guerra y las expe-
“capital simbólico” otorgado a Gatica que ter- diciones por lugares inhóspitos, permite el des-
minó de un modo inesperado con su derrota pliegue de narrativas heroicas. Tres nombres
668 Eduardo Archetti - Antología esencial

han sido, sin embargo, retenidos de un modo inminencia. Es que este híbrido de campesino y
especial: Juan Manuel Fangio, Carlos Monzón senador no solo ha sido trabajado por las multi-
y Diego Armando Maradona. Esto no es casual tudes del circo sino también por la socarronería
de la campaña bonaerense… Ese hombre, forma-
porque el impacto nacional e internacional que
do en la escuela de la escasez, paciente y laborio-
tuvieron fue excepcional. En un modelo esen- so como buen chacarero …modesto y orgulloso
cialista de entender lo nacional estas figuras la vez, tranquilo en la adversidad y corajudo en la
remiten a glorias pasadas y nos recuerdan que fanfarronería. (1986: 8-9)
no hay auge sin una posible decadencia. Pero,
asimismo, representan parte de la diversidad Si la vida de Fangio remite a los mitos chacare-
imaginable en el momento de calificar las vir- ros y pampeanos y, por lo tanto, marca la trans-
tudes de los seres excepcionales. Esa hetero- formación de un deporte que en sus inicios fue
geneidad invita, también, al rechazo. Fangio aristocrático, las vidas de Monzón y Maradona
es, sin lugar a dudas, el héroe deportivo menos nos llevan a la escasez de las villas miserias de
controvertido –pese a su tibio peronismo–. Er- Santa Fe y Lanús. La vida de Monzón, el modelo
nesto Sabato supo captar, junto a Stirling Moss, del “macho argentino”, puede verse como una
algunas de las dimensiones salientes de su per- síntesis estilizada del modo como el público
sonalidad al describirlo de la siguiente manera: argentino piensa el boxeo, ayudado por la na-
rrativa periodística: pobre, agresivo, resentido
contemplo a ese hijo de labradores italianos y deprivado es capaz de subir a la gloria en una
cuyo rostro podía sin embargo haber sido el de suerte de pulsión vengativa y sado-masoquista.
un senador romano… Hay en su cara una espe- Hemos visto que, en parte, Monzón se piensa
cie de bonhomía cazurra, los residuos de muchos de esa manera pero es más que eso. El éxito
años de lucha, de alguien que ha visto la vida y
de Monzón es una muestra de la capacidad de
sobre todo la muerte demasiado de cerca y de-
masiado veces, que ha alcanzado esa ataraxia de
sacrificio, la obsesión rutinaria por el trabajo,
los sabios que han meditado sobre la fragilidad la preparación cuidadosa, y, sobre todo, la re-
del triunfo y sobre la vanidad de las coronas de lación entre fuerza física, coraje y resistencia
laurel; un sutilísimo y casi imperceptible pliegue y la moral para vencer. Como diría Brusa, su
en el extremo en los labios está como anuncian- entrenador y guía por tantos años, sus hazañas
do una ironía inminente o retenida al borde de la reivindican el criollo y sus virtudes.
El potrero, la pista y el ring 669

Juanse, estrella del rock nacional, declaraba entre nación y héroe Maradona fue, ciegamen-
que “Maradona es solo comparable a San Mar- te, en la búsqueda de su destino. La Argentina
tín con una temperatura de cuarenta grados necesitaba de un héroe trágico y lo encontró.
cruzando la cordillera de los Andes para liberar Al mismo tiempo Maradona era como tantos
a Chile” (Página/12 1/12-1994: 2). La compara- otros, ya que nos recuerda nuestra imperfec-
ción no es gratuita y es probable que muchos ción, nuestra humanidad. El último efecto de
argentinos estarán de acuerdo con esta carac- su vida trágica es la de perfilar nuestros senti-
terización y posiblemente incluirían en una mientos de responsabilidad y culpa. La caída
suerte de tríptico heroico al cantor de tangos de un ídolo verdadero tiene la virtud de romper
Carlos Gardel, muerto, joven y trágicamente, la ficción de la vida y transformarla, se quiera
en 1933. La relación estrecha entre potrero y o no, en un espectáculo público con tonos per-
pibe es, sin lugar a dudas, un aspecto impres- versos. De estas historias se nutre, también, la
cindible para entender su peso simbólico. En historia de una nación.
el escenario global del deporte la producción
de territorios e identidades locales es difícil de
mantener a causa de la naturaleza dispersa de Bibliografía
la globalización. Maradona tuvo como jugador
de fútbol una vida diaspórica y transnacional Archetti, Eduardo P. 1995 “Estilos y virtudes
pero nunca dejó Villa Fiorito. Los modos de masculinas en El Gráfico: La creación del
pertenencia al potrero y la condición de pibe imaginario del fútbol argentino” en Desarrollo
no contradice el sentimiento de pertenencia Económico, vol. 35, Nº 139: 419-42.
al territorio imaginario de la nación. Estas ______ 1976 “Playing styles and masculine
dos construcciones culturales, en su caso, se virtues in Argentine football” en Marit
refuerzan mutuamente. Maradona es así trans- Melhuus y Kristi Anne Stølen (comp.)
formado en un héroe argentino mítico, y no Machos, mistresses, madonnas. Contesting
solo debido a sus éxitos deportivos ya que su the power of Latin American gender
vida –agitada, escandalosa y dramática– al ser imagery (Londres: Verso).
pública concierne a los ciudadanos del país. ______ 1997a “Hibridación, diversidad y
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670 Eduardo Archetti - Antología esencial

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El mundial de fútbol de 1978
en Argentina
Victoria deportiva y derrota moral*

E n la novela de Antonio dal Masetto Hay


unos tipos abajo (Dal Masetto, 1998), Pa-
blo, en el fin de semana de la final del Campeo-
tortura y la muerte. Lo que se imaginaba como
posible en el caso de Pablo, adquiere dimen-
siones trágicas en la novela de Martin Kohan
nato del Mundo jugado por Argentina contra Dos veces junio (Kohan, 2002). El narrador es
Holanda, observó un coche sospechoso con un soldado que sirve como conductor para un
dos personas en su interior aparcado en la es- médico militar durante los días del Mundial de
quina de su casa, situada en un barrio del cen- Fútbol. Mientras las masas seguían los partidos
tro de Buenos Aires. Carecía de compromiso por radio o televisión, el soldado esperaba al
político, pero como periodista sabía que podía médico en el exterior del estadio del River Pla-
ser definido como enemigo de la Junta militar. te, a donde había sido requerido con urgencia:
Él y su novia vivieron dos días en la paranoia un prisionero político torturado estaba a punto
más absoluta. Dal Masetto recrea una atmós- de morir y ello hizo necesaria la experiencia
fera opresiva en la que el miedo de Pablo a ser del doctor Mesiano. Sin embargo éste estaba
secuestrado por un escuadrón militar o de la más interesado en el fútbol y en el destino del
policía contrasta con la excitación y el entu- equipo argentino en un partido trascendental
siasmo con el que los argentinos esperaban su que en salvar una vida, después de todo a los
primera victoria en el fútbol mundial. Estába- terroristas no se les podía tratar como a seres
mos en pleno desarrollo de una competición humanos. El moribundo bien podría haber sido
deportiva que ocultaba la represión política, la Pablo. En La crítica de las armas José Pablo
Feinman ha retratado dramáticamente las con-
* Este trabajo fue publicado originalmente en la re- tradicciones de una sociedad argentina que tra-
vista Memoria y Civilización Nº7, pp. 175-194 (2004). taba de lograr orden y paz mientras reinaba el
674 Eduardo Archetti - Antología esencial

secuestro y el asesinato. Epstein, el protagonis- tro de internamiento y tortura de la dictadura


ta, un filósofo que había escrito textos revolu- militar. Tal era el horror que los prisioneros
cionarios en el pasado, estaba obsesionado por podían escuchar las celebraciones y la alegría
la idea de ser secuestrado y noche tras noche que llegaba del campo de juego al mismo tiem-
aguardaba el ruido del ascensor deteniéndose po que escuchaban los gritos de sus compañe-
en su piso como anuncio de la llegada del es- ros torturados. ¿Era legítimo estar locamente
cuadrón militar. Feinman escribe: ensimismado con el Mundial e ignorar lo que
estaba ocurriendo? ¿Era aceptable apoyar al
Si no se moría, si no lo mataban, Pablo Epstein equipo nacional bajo esas circunstancias? ¿Era
sabía que habría de vivir sus próximos años en justificable desear la victoria sabiendo que ese
un país de cobardes y cómplices. Pero sabía algo era el principal y más explícito objetivo de los
más, algo peor: que él, necesariamente, participa-
militares en el poder? ¿Era defendible salir a
ría de una de esas dos condiciones, o de las dos,
las calles, cantar y ondear la bandera nacional
ya que sabía, conociéndose, que habría de actuar
como un cobarde, y que era incapaz de imaginar tras la victoria argentina?
cómo, en el país terrorífico que se avecinaba, no Veinticinco años después del Mundial, el
ser un cómplice (Feinman, 2003). periodista de Vedia resumía la contradictoria
situación de la Argentina de 1978:
La ficción argentina ha reflexionado convin-
centemente sobre los dilemas morales de los Esa era, en definitiva, la tragedia argentina: un
años setenta y su reflejo en los aspectos más país partido por la mitad, una nación cortada
oscuros asociados con el Mundial de 1978. Es- en dos por una dicotomía tragicómica en la que
tas novelas recientes muestran que el período el fútbol y la muerte dirimían la más absurda
contienda de la historia… En 1978 hubo dolor
militar todavía es una herida abierta que impli-
y muerte, pero hubo –también– fútbol y alegría.
ca consternación emocional y significados con- La vida fluye siempre de esa manera: con luces y
trovertidos. Nadie puede negar que sólo a unos sombras, con durezas y blanduras. Y así escriben
cientos de metros del estadio del River Plate, su historia los pueblos: con el alma henchida de
donde el equipo argentino jugó la primera fase júbilo y, a la vez, con el alma hecha jirones… Ju-
y la final, estaba situada la ESMA (Escuela Me- guemos al fútbol sin que la sombra de la muerte
cánica de la Armada). Este fue el mayor cen- se filtre en los estadios por alguna rendija. Y llo-
El mundial de fútbol de 1978 en Argentina 675

remos las vidas perdidas sin que ningún estrépito asesinato político cada cinco horas y la ex-
nos distraiga de nuestro dolor. Vivir, morir, gritar plosión de una bomba cada tres horas. Desde
un gol: todo es parte de ese misterio que llama- diciembre de 1975 los asesinatos se agravaron
mos vida (La Nación Deportiva: 2). por la actividad incontrolada de grupos para-
militares apoyados por el Estado y por el ala
En este artículo trataré de lograr una mejor derechista del Partido Peronista en el poder.
comprensión de las complejas relaciones en- El 24 de marzo los militares derrocaron a la
tre la pasión y el amor de los argentinos por Presidenta Isabel Martínez de Perón e insta-
el fútbol y la ideología nacionalista de la Junta laron un régimen que llamaron, eufemística-
militar. En la última parte trataré de la ambiva- mente, Proceso de Reorganización Nacional.
lencia moral que creó la victoria del equipo na- Sus objetivos proclamados fueron el resta-
cional, de tal forma que los debates acerca de blecimiento del desaparecido orden social, la
lo correcto o erróneo de la misma nunca han reorganización de las instituciones y la crea-
terminado del todo en Argentina. ción de mejores condiciones para el regreso a
una auténtica democracia (Novaro y Palermo,
2003: 20). Según sus propias palabras, decla-
Nacionalismo militar raron que permanecerían en el poder hasta
y Campeonato del Mundo que los verdaderos valores de la moralidad
cristiana, la tradición nacional y la dignidad
El comienzo de 1976 fue caótico debido a la de ser argentinos se hubiesen recuperado. Los
tremenda violencia política utilizada por las medios más importantes para ello serían la
fuerzas militares y paramilitares para com- erradicación de los grupos subversivos de iz-
batir a los grupos de la opositora guerrilla de quierdas y la promoción de la armonía entre el
izquierdas, a la crisis institucional abierta tras Estado, el capital y los trabajadores. La inser-
la muerte del presidente Perón y a la degra- ción de Argentina en el bloque occidental de
dación económica que, entre otras cosas, pro- naciones cristianas que luchaban contra el co-
vocó una tasa de inflación anual del 566’3%. munismo y la oposición a los países socialis-
En marzo de ese año la inflación alcanzó un tas se definía como crucial (La Nación, 1976:
máximo histórico: 56%, acompañada por un 6). El diagnóstico de una intensa crisis moral,
676 Eduardo Archetti - Antología esencial

política y social no estaba lejos de la realidad que participaran quince países, muchos de
pero, por supuesto, las fuerzas armadas eran ellos viejas democracias regidas por gobier-
una parte importante del problema. Decidie- nos progresistas? La respuesta es simple: la
ron actuar con la idea de que ellos eran los ideología dominante señalaba que el fútbol y
únicos garantes del orden y que en el trans- el deporte formaban parte de la sociedad ci-
curso de la acción de gobierno se lograría el vil y como tales, eran independientes de las
consenso social. El General Videla, designado políticas de Estado partidistas. Se asumía que
Presidente de la Junta, declaró que una vez el fútbol no era política y nunca lo sería. El
que sus valores y objetivos fuesen aceptados ideólogo Polakovic expresaba con claridad
por la sociedad civil y los grupos políticos, se este esquema conceptual:
realizaría una transferencia gradual del poder.
Las fuerzas armadas, obviamente, decidieron El Mundial no tiene nada que ver con la política…
mantener el poder durante un prolongado pe- tiene que ver con lo nacional o sea con la vida de
la Nación… cada persona humana forma parte de
ríodo de tiempo, una perspectiva temporal
una nación, independientemente del Estado en el
diferente de la de otros regímenes militares que le toca vivir… la nacionalidad lo acompaña
que habían ocupado el poder en el pasado in- durante toda su vida… y desde el punto de vis-
mediato. El uso de la represión, la tortura, el ta nacional, el equipo deportivo tiene la misma
secuestro y el asesinato se convirtió en algo función que los conjuntos folklóricos llegados
habitual. El resultado fue dramático: 30.000 aquí para presentar, a la admiración de todos, sus
personas fueron asesinadas entre 1976 y el fi- bailes y canciones… cada hombre desea formar
nal de la dictadura en 1983. Un país acostum- parte de una nación a la que todos aprecian y
brado a la intervención militar y a la violencia admiran… la nación da al hombre la sensación
nunca había experimentado la crueldad y la de abrigo y protección… el fútbol argentino pre-
sente en el Monumental hizo activas las fuerzas
locura de esos años.
etnogenéticas, y así indirectamente contribuyó al
En este contexto se organizó y desarrolló fortalecimiento del ser nacional argentino… sa-
de forma ejemplar el campeonato del Mundo. bíamos del valor nacional del tango… del valor
Podemos preguntamos ex-post: ¿cómo pudo nacional del fútbol nos damos cuenta todos, por-
la FIFA permitir que se jugara el campeona- que todos lo estamos viviendo y percibiendo en
to en estas circunstancias? ¿cómo fue posible estos momentos (La Nación, 1976: 6).
El mundial de fútbol de 1978 en Argentina 677

Por otro lado la FIFA, como organismo inter- tas y manifestaciones era impensable. Pocas
nacional, dependía de asociaciones nacionales semanas después del golpe militar el EAM fue
de fútbol independientes y del patrocinio de intervenido y el Mundial se convirtió en una
empresas multinacionales, interesadas ambas prioridad nacional.
en el impacto global del campeonato y en la Alfredo Cantilo, presidente de la Asocia-
consolidación del deporte. Ni la FIFA ni Coca- ción del Fútbol Argentino, reconocía que los
Cola ponían en el centro de sus compromi- preparativos iniciados en 1968 no habían sido
sos la política, ni adoptaban puntos de vista efectivos. En 1976 los militares se enfrentaron
moral al valorar las cualidades de los países a una situación caótica. La falta de tiempo se
organizadores. La Junta sabía muy bien que convirtió en el obstáculo principal. Sin embar-
la FIFA no estaba preparada para cancelar la go, la presencia de los militares en el EAM hizo
celebración del Mundial a partir de argumen- posible la finalización de todas las construc-
tos éticos. Los militares sabían perfectamen- ciones retrasadas. Los militares, decía Cantilo
te que las inspecciones periódicas de la FIFA con orgullo, demostraron al mundo las posibi-
se basaban en la valoración de la capacidad lidades de una nueva nación y confirmaron la
organizativa del comité nacional (Ente Autár- importancia de la planificación y la disciplina
quico del Mundial –EAM–) encargado de la (La Nación, 1978: 8). El general Antonio Merlo,
adecuación de los estadios y los aeropuertos responsable del EAM, declaró algunos meses
y de la habilitación de una nueva estructura de antes de la ceremonia de apertura que “a pesar
televisión y comunicaciones. La Junta heredó de la modestia de la Copa del Mundo compara-
un campeonato otorgado a Argentina en 1968; da con las Olimpíadas, el principal objetivo es
ella no lo pidió. Podemos imaginar a influyen- mostrar al mundo nuestro talento organizativo.
tes generales pensando que era un regalo a Hace dos años nadie creía en nosotros, y ahora
una sociedad que tanto amaba el fútbol. Sin el mundo está convencido que los argentinos
embargo, se trataba de un regalo envenenado, están hechos para hacer cosas importantes.
puesto que el tiempo jugaba en su contra si no Para nosotros ha llegado el momento de la ver-
conseguían pacificar el país. La aniquilación dad” (Somos, 1978: 14). Las expectativas tam-
total de los grupos guerrilleros era crucial. Un bién se vincularon a los resultados deportivos.
Campeonato del Mundo con bombas, protes- En su último encuentro con el equipo nacional,
678 Eduardo Archetti - Antología esencial

el general Videla señalaba que los futbolistas samente, declaró que la competición mostraba
estaban obligados que los partidos no se habían jugado por once
jugadores en el campo, sino por veinticinco
A mostrar que eran lo mejor de la nación y lo millones de argentinos. Argentina venció pací-
mejor que la Argentina podría presentar al uni- ficamente a la subversión. Había nacido un país
verso… y que estaban obligados a demostrar la nuevo (Página 12, 1988:10-11). Los medios de
calidad del hombre argentino. Este hombre que comunicación, sin excepciones, participaban
a nivel individual o trabajando colectivamente es
acríticamente en la explosión de alegría, en
capaz de llevar adelante grandes empresas cuan-
el optimismo y en el chauvinismo1. Incluso un
do está guiado por objetivos comunes… y será la
expresión adecuada de la calidad humana de los intelectual crítico como Ernesto Sábato dijo
argentinos (Clarín Mundial, 1978: 6-7). que “la Copa del Mundo fue una prueba de
madurez, nobleza, una manifestación popular
El Mundial era un éxito en el seno de una socie- marcada por la generosidad y el altruismo”
dad “pacificada”. La ola de nacionalismo popu- (La Razón, 1978: 4). Definida como La fiesta
lar era inmensa. Las manifestaciones de alegría de todos, el título de la película oficial sobre el
en los estadios y en las calles tras las victorias Mundial, la Junta vivió en esos días de junio su
argentinas que culminaron en el triunfo frente a mejor momento. El régimen, sin reparo alguno,
Holanda ya en la final fueron interpretadas por consideró que a través del fútbol estaban obte-
la Junta como el éxito de un proyecto nacional. niendo los objetivos reales y simbólicos más
El general Videla decía que el grito “Argentina, importantes: la imagen de una nación victo-
Argentina”, y los millones de banderas en cada riosa mostrada al mundo (Novaro y Palermo,
esquina eran signos de una nación recuperada,
en la plenitud de su dignidad. El general Saint
Jean, gobernador de la provincia de Buenos Ai- 1 Véanse Carlos Ulanovsky, Paren las rotativas 1997
res, proclamó que la historia de Argentina tenía (Buenos Aires: CEAL); Abel Gilbert y Miguel Vitagliano
un antes y un después del Mundial. La Copa del 1988 El terror y la gloria. La vida, el fútbol y la política
en la Argentina del Mundial 78 (Buenos Aires: Norma)
Mundo se vio como el comienzo de una nueva
y Eduardo Blaustein y Martín Zubieta 1998 Decíamos
época en la que la unión de las gentes, final- ayer: La prensa argentina bajo el proceso (Buenos
mente, se había conseguido. La Junta, orgullo- Aires: Colihue).
El mundial de fútbol de 1978 en Argentina 679

2003: 166). En el epígrafe siguiente mostraré los erráticos sistemas de juego elegidos por los
que esto se hizo posible además porque los va- entrenadores. El principal semanario deporti-
lores y las ideologías del fútbol argentino crea- vo escribía que Argentina jugaba sin convic-
ron un ambiente favorable. ción y, aún peor, sin una filosofía que reflejara
una visión y una continuidad histórica (El Grá-
fico, 1974: 1). En ese mismo número, Perfumo y
Esencialismo futbolístico Babington, dos de los más talentosos jugadores
que tomaron parte en el Campeonato de 1974
El fútbol en Argentina es una vieja pasión na- en Alemania, confesaban que desconocían la
cional, una obsesión, el lugar del orgullo y el forma de juego, dado que estaban más preocu-
desencanto, de la alegría y la tristeza, y un im- pados por la forma de jugar de sus rivales que
portante escenario para la obtención de la vic- por su propio estilo. Babington manifestaba
toria y del reconocimiento global2. Un país que que se le había pedido “tener ideas claras so-
había exportado miles y miles de jugadores al bre nuestro estilo, necesitábamos un plan que
mundo, y especialmente a Europa, y que obtuvo reflejara nuestra idiosincrasia, nuestra técnica
muchos títulos internacionales con sus clubes y habilidad, combinada con un mayor dinamis-
y equipos nacionales, nunca se había proclama- mo y ritmo” (El Gráfico, 1974: 3). En ese largo
do Campeón del Mundo. La participación en el artículo se recogía el consenso entre jugadores
Mundial previo, en 1974, no fue muy triunfal y y periodistas acerca de la estrategia correcta:
la derrota en segunda ronda ante Holanda por 4 la imperiosa necesidad de volver a las fuentes
a 0 fue traumática. La explicación se atribuyó a de nuestro estilo, basado en el regate y en el
virtuosismo. Se insistía en que Argentina, una
potencia mundial en la exportación de jugado-
2 Véanse Eduardo P. Archetti 1999 Masculinities. res, debía concentrarse ya en sus propias posi-
Football, polo and the tango in Argentina (Oxford: bilidades, iniciando un proceso que debía ser
Berg) y El potrero, la pista y el ring. Las patrias coronado con el título en 1978.
del deporte argentino 2001 (Buenos Aires: Fondo de
Cultura Económica); y Pablo Alabarces 2002 Fútbol
En octubre de 1974 César Luis Menotti fue
y patria. El fútbol y las narrativas de la nación en nombrado seleccionador nacional. Había sido
Argentina (Buenos Aires: Prometeo).. un destacado interior izquierdo: pausado, alto,
680 Eduardo Archetti - Antología esencial

elegante, muy técnico, visionario y un gran go- seleccionador nacional estaba en relación con
leador. Comenzó su carrera en el Rosario Cen- la estrategia política del Partido Comunista,
tral, un equipo tradicional de la ciudad de Ro- más opuesta a los grupos guerrilleros que a la
sario, con un gran éxito. Posteriormente pasó Junta. Tras tantos fracasos la opinión pública
a Buenos Aires y jugó en dos equipos impor- estaba esperando una especie de Mesías y él
tantes: Racing Club en 1964 y Boca Juniors en se preparó para encarnar esa figura. En una
1965. Su paso por Boca fue muy problemático. larga entrevista en El Gráfico, Menotti expo-
Su estilo basado en un tempo lento y en toques nía su cosmología futbolística en unas pocas
elegantes no se correspondía muy bien con el características:
juego de patadón que siempre caracterizó al
Boca Juniors. Como otros muchos jugadores 1. El talento y la habilidad técnica debían pre-
argentinos tuvo también una fase internacio- dominar sobre la potencia y el despliegue
nal. En 1967 abrió caminos y se integró en The físico.
Generals de Nueva York y en el famoso San- 2. Era precisa una articulación dialéctica entre
tos de Brasil, el mítico equipo de Pelé en 1969 la velocidad corporal y la mental: no quería
(Gasparini y Ponsico, 1983). jugadores que corrieran sin pensar o que
Menotti entrenó al Huracán en 1973, cuan- pensaran sin correr.
do éste obtuvo su primer título nacional por
3. Un sistema de marcaje flexible en zona y
medio de un juego que los amantes del fútbol
hombre a hombre era la mejor estrategia en
argentino percibían como el típico estilo del
defensa.
país. Comprendió que se necesitaba una filo-
sofía definida. Menotti era un jugador educa- 4. Atacar con dos extremos y un medio-delan-
do, con dos años de estudios universitarios, tero era la mejor respuesta al sistema 4-4-2
políticamente comprometido, miembro del impuesto por los brasileños en muchos equi-
Partido Comunista y, por encima de todo, sa- pos.
bía expresar sus ideas. Era capaz de crear un 5. La continuidad, de la forma en que la man-
discurso sobre las relaciones entre las raíces tuvieron los holandeses en los años setenta,
históricas del fútbol y la identidad nacional. era crucial: un balón perdido debía recupe-
En este sentido, su aceptación del cargo de rarse lo antes posible.
El mundial de fútbol de 1978 en Argentina 681

6. La sensación de pertenecer a una tradición 1978 con una mayoría de ellos jugando en Ar-
futbolística con grandes héroes era impor- gentina y sólo unos pocos en ligas extranjeras.
tante para los jugadores. Así se hizo y el único requerido del exterior en
1978 fue Kempes, en aquel momento jugador
Decidió seleccionar a los mejores jugadores y del Valencia. Fue capaz de formar en cuatro
abrir nuevas posibilidades a muchas promesas años un grupo incondicional de gente joven
que jugaban en las ligas provinciales. Su pro- con la misión de convertirse en campeones del
yecto fue definido como un “objetivo nacional” mundo; y triunfó.
y, a tal fin, organizó un equipo nacional con ju- Para los seguidores del fútbol argentino y
gadores del interior. Comenzó también un tra- para los medios de comunicación obtener la
bajo sistemático con las selecciones inferiores Copa del Mundo era visto, paradójicamente
que culminó con la victoria en la prestigiosa –dado el contexto político–, como un acto de
Copa Toulon francesa en 1975. Grandes figuras redención y de justicia. Onesime en El Gráfico
de aquel torneo fueron Tarantini, Passarella y escribía que el día de la final “se alcanzó jus-
Valencia, que integraron el equipo nacional en ticia con una gran transparencia… Argentina
1978. Insistía Menotti en que el fútbol sólo era era campeón mundial por la primera vez” (El
un deporte y en que su trabajo estaba encami- Gráfico, 1978: 23). En un número especial de
nado a la defensa del prestigio de las tradicio- la revista, se resaltaba la importancia de un
nes futbolísticas argentinas. Decía que “jugan- sueño hecho realidad; el equipo nacional juga-
do no defendemos nuestras fronteras, la Patria, ba con la característica que la gente quería (la
la bandera. Con el equipo nacional nada que es nuestra) contra una Holanda que representaba
profundamente patriótico muere o es salvado” el fútbol moderno y funcional de Europa. Una
(El Gráfico, 1977: 65). A la preparación siste- vez más la técnica y la habilidad de los jugado-
mática del equipo nacional le quedaban casi res criollos fue superior a la mecánica manera
cuatro años. Tuvo éxito incluso al obtener en de jugar holandesa (El Gráfico, 1978: 58). El in-
octubre de 1976 de la Asociación del Fútbol Ar- tento de Menotti de crear un discurso nacional
gentino una prohibición para vender jugadores basado en la tradición, la continuidad cultural
argentinos a clubes extranjeros. Menotti traba- y el regreso a los fundamentos tuvo un éxito
jó con muchos jugadores y confiaba en llegar a indudable. Menotti repitió reiteradamente a
682 Eduardo Archetti - Antología esencial

lo largo de los años 1978 y 1979 que la mejor es el mejor del mundo… y el logro de Menotti
forma de entender el triunfo era verlo como es muy grande. Su estilo ganó. Sus convicciones
un tributo a “nuestro viejo y querido fútbol” c triunfaron. Es posible ser campeón mundial con
Negó sistemáticamente que hubiese creado un jugadores técnicos y ofensivos. El fútbol argenti-
no recordará por siempre este triunfo (El Gráfico,
estilo Menotti. Simplemente había recuperado
1978: 15).
la memoria de la gente y su amor por “la natu-
raleza interior del jugador de fútbol argentino:
Años después quedó claro que Menotti, una
su creatividad” (Revista Viva, 1988: 54). Hizo
figura progresista, trató desesperadamente de
renacer una historia de pureza a través de un
racionalizar el éxito, buscando en la historia
culto explícito hacia los ancestros, los grandes
del fútbol, y no en la historia política del mo-
jugadores de Argentina, que perseguían el éxito
mento, las categorías y conceptos con los que
con fantasía, imaginación y sentido del deber.
interpretar los felices acontecimientos. Para
Menotti, a pesar de su exagerada modestia,
ello desarrolló un punto de partida ideológico
fue declarado “señor de la victoria” dado que
evidente: la política se apoya en la hipocresía
inició y culminó un largo proceso basado en
y en el engaño; su “filosofía del fútbol” trata-
la continuidad y en un profundo respeto hacia
ba de demostrar la importancia de jugar con
las cualidades de los jugadores seleccionados.
generosidad, creatividad y honestidad, sin en-
El diario Clarín escribía en un editorial del día
gaños. Por ello el fútbol, en un período difícil
posterior a la final que el plan de Menotti
de la historia de Argentina, podía percibirse
Era visto como una incomprensible locura. Creer como un campo performativo atravesado por
que era posible formar un equipo competitivo to- valores de decencia “permanentes”. Ocho años
mando como punto de partida las cualidades del más tarde decía:
jugador argentino. Jugar bien y ganar… en este
proceso la búsqueda de un estilo diferente fue una Alguno podrá decir que yo también he dirigido
lucha muy dura… durante cuatro años el equipo equipos en épocas de dictaduras, en épocas de
jugó bien y menos bien. Ganó y perdió. Pero la gobiernos con los cuales no solo no compartía
religión de la habilidad y el toque fue aceptada nada sino que contradecían mi forma de vida. Y
por todos los jugadores… Ahora la victoria cubre yo pregunto ¿qué tenía que hacer? ¿Equipos que
los momentos más oscuros. El fútbol argentino jugaran mal, que hicieran trampas, que traicio-
El mundial de fútbol de 1978 en Argentina 683

naran el sentimiento del pueblo? Naturalmente ser visto como un profundo deseo de unión
que no, que no es así la cosa… Nosotros fuimos que todos los argentinos sentían. La Copa del
conscientes y sabíamos que jugábamos para el Mundo expresaba los sentimientos más puros
pueblo. Un pueblo que en ese momento, en la porque eran la mejor prueba de nuestra iden-
Argentina, necesitaba un punto de partida para tidad y nuestra voluntad de triunfo. La nación
volver a reunirse… Nosotros jugamos de la me-
entera ha triunfado” (Clarín, 1978: 15). Menotti
jor manera posible porque entendimos que había
empleaba la categoría “pueblo” en vez de “na-
que devolver el espectáculo al pueblo, que es su
único dueño. Devolvérselo en triunfo si era po-
ción”. Nación remitía al nacionalismo argenti-
sible pero, sobre todo, en el halago de hacer un no tradicional, mientras que pueblo se vincula-
fútbol honesto. Cada uno de nosotros tenía una ba a un discurso de izquierda populista. En una
consigna al entrar al campo el día de la final: mi- nota que publicó en Clarín el día de la final,
rar a la gente. No vamos a mirar el palco para sa- Menotti escribía que soñaba con una victoria
ludar, les dije a los jugadores, vamos a mirar ha- que pertenecía sólo al pueblo argentino (no a
cia arriba, a toda esa gente, donde puede estar el la nación) (Clarín, 1978: 6). Sin embargo, pese
padre de cada uno de ustedes, porque ahí están a esta diferencia, los relatos patrióticos de la
los metalúrgicos, los panaderos, los carniceros y Junta ensamblaron la narrativa esencialista de
los taxistas (Menotti, 1986: 27). Menotti dentro de una sinfonía victoriosa.
Se admite que los argentinos gobernados por
Para la Junta estaba claro: la victoria expresa- las reglas del miedo y la represión participaron
ba el éxito de la nación y la importancia de per- también en la celebración. Claudio Tamburrini,
manecer unidos, como el equipo nacional, con- un activista político encarcelado, estudiante de
tra todo tipo de enemigos. El fútbol se definió filosofía y jugador profesional de fútbol, que
como una palestra privilegiada en lo que tocaba consiguió huir de uno de los centros de deten-
al patriotismo. Cuatro días después de la final, ción en marzo de 1978 (Tamburini, 2002), escri-
Videla señalaba que “el triunfo se ha obtenido bía veinte años después:
con capacidad, coraje y disciplina” y no como
indicaba Menotti, con “habilidad técnica”. Sin ¿Qué fascinación tiene el deporte que hace que
embargo, era más importante percibir la ale- torturadores y torturados se abracen gritando los
gría y el entusiasmo de la gente y esto “podría goles de un mismo equipo? Durante el mundial
684 Eduardo Archetti - Antología esencial

del 78, los argentinos –yo también me incluyo– Epílogo: ambivalencias morales
suspendimos el juicio político sobre la situación 25 años después
del país en aras de la euforia deportiva. El depor-
te, en particular el fútbol, despierta pasiones. Las
El 19 de junio de 2003 estuve presente en un
pasiones no siempre son las mejores consejeras
a la hora de tomar decisiones importantes. Apo- acto conmemorativo organizado por la Univer-
yar a la selección nacional de fútbol de un país sidad de Belgrano de Buenos Aires en el que los
sometido a una dictadura es un ejemplo de irra- principales participantes invitados fueron dos
cionalidad costosa, pero tal vez saludable, de un de los mejores jugadores argentinos en la final
pueblo… Dada la imprevisibilidad de la vida y de 1978: Bertoni y Larrosa. La idea era discutir
de la historia, tal vez sea al fin y al cabo racio- con los estudiantes acerca de la importancia
nal festejar los triunfos futbolísticos como si se de la primera victoria en el fútbol mundial. En
produjeran al margen de las situaciones políticas primer lugar, la asistencia no fue masiva y esto
concretas de una sociedad. Los argentinos debe-
sorprendió a los jugadores, que esperaban una
ríamos festejar el título del 78 por segunda vez,
audiencia masiva y deslumbrada. Las reaccio-
ahora sin la incertidumbre de no saber si es co-
rrecto o no manifestar alegría en una situación de nes, sin embargo, fueron diferentes. Bertoni
dolor para nuestros semejantes. Luque, Fillol, el señaló que no estaba sorprendido, dado que lo
Matador Kempes y Bertoni, junto con todos los que caracterizaba a Argentina era “la falta de
otros héroes del 78, deberían dar la vuelta olímpi- memoria, o quizá, que tenemos una memoria
ca de nuevo en el Monumental de Nuñez. Ahora limitada”. Larrosa estuvo de acuerdo con él
sí serían los indiscutibles campeones. Esta vez, pero añadió que tal vez las reticencias de los
Videla está preso (Perfil, 1998: 14). estudiantes procedieran del “exceso de memo-
ria”. Le pedí que desarrollara lo que él enten-
Tamburrini refleja las paradojas, contradicciones día por “exceso de memoria”. Larrosa explicó
y ambivalencias morales que el Mundial mostró que la victoria se obtuvo en un difícil contexto
en Argentina. En la sección siguiente trataré de político, que hubo acusaciones de que la Jun-
mostrar que el deporte, el fútbol en Argentina, es ta militar había pagado a algunos jugadores
un campo crucial para obtener una mejor com- peruanos en el partido de cuartos de final del
prensión de algunos de los dilemas a los que se campeonato en el que Argentina había venci-
enfrentaron los protagonistas del drama de 1978. do por 6 a 0; y que Maradona, el jugador que
El mundial de fútbol de 1978 en Argentina 685

dominó el fútbol mundial en los años ochenta, dijo que estuvo de acuerdo en encontrarse con
no fuese seleccionado por Menotti en el último Almeida porque no se consideraba cómplice de
momento. En otras palabras, la victoria era el los militares. Él era un futbolista que, desafor-
centro de polémicas y de ambivalencias mora- tunadamente, vivió en una época terrible para
les. En el debate posterior a ambos jugadores Argentina. “Ahora –decía–, pienso que hubiese
se les preguntó por sus reacciones frente a la preferido jugar por un país mejor”. Admitió
indiscriminada e injusta represión desarrolla- incluso que de haber conocido lo que estaba
da por la Junta. Insistieron con fuerza en su ocurriendo, hubiese declinado participar en el
ignorancia, señalando que el fútbol no era po- equipo argentino, como el capitán, Carrascosa,
lítica y que ellos jugaron en representación del que rechazó jugar el Mundial pero nunca ofre-
pueblo y no de los militares –un argumento tí- ció argumentos claros que justificasen su deci-
pico de Menotti–. sión. Almeida admitió que ella quería la victoria
La democracia volvió a Argentina en 1983. de Argentina. También hubiese querido que su
Todos los miembros de la Junta y muchos pro- hijo Alejandro hubiera estado vivo para partici-
minentes militares fueron detenidos y juzga- par junto a tantos jóvenes en la fiesta que siguió
dos. Las atrocidades cometidas se ofrecieron al a la final. Villa concluyó el diálogo diciendo que
debate público. Era obvio que Menotti y los ju-
gadores no podían permanecer en silencio. La Estamos hablando de un período terrible. Hoy me
mayoría optó por la explicación que había ela- doy cuenta que fuimos usados para dar alegría al
borado el seleccionador: representaban al pue- pueblo. Pero no me gusta que nosotros, los juga-
dores, seamos presentados como los hijos de la
blo y jugaron para él. Además señalaron que,
Junta militar porque yo le juro que no sabía lo que
como la mayoría de los argentinos, no cono-
estaba pasando en ese momento. Con los años
cían el grado de brutalidad de las fuerzas mili- he tomado conciencia que fui engañado pero no
tares y paramilitares. El año 2000 Ricardo Villa, fue difícil no jugar: yo era un jugador que quería,
otro importante jugador del equipo de 1978 que simplemente, ser campeón del mundo (Clarín
luego triunfó en el Tottenham británico, acep- Deportivo, 2000: 12-13).
tó hablar del Mundial con Tati Almeida, una de
las madres de la Plaza de Mayo, que perdió a Con la llegada de la democracia en los años
su hijo Alejandro el 17 de julio de 1975. Villa ochenta, Villa decidió participar en la vida po-
686 Eduardo Archetti - Antología esencial

lítica local. Se integró en el Partido Radical, Nación Deportiva, 2003: 3). Por ello pedía una
social-demócrata. En 1990 resultó elegido y mejor comprensión de lo ocurrido en 1978: “sin
presidió durante varios años el consejo muni- minimizar la dictadura es importante poner la
cipal de su ciudad, Roque Pérez. Copa del Mundo en su contexto real” (Página
Villa es una excepción en su compromiso po- 12, 2003: 20).
lítico a la llegada de la democracia, pero no fue Ni los jugadores ni Menotti ofrecían argu-
el único que ejerció la auto-crítica. Oscar Ortiz, mentos excepcionales. El recurso a la igno-
uno de los jugadores más regulares durante el rancia de los argentinos ha sido denominado
campeonato y socialista confeso, declaró que como la dialéctica de “la apariencia del horror
“yo hubiera cambiado el trofeo que ganamos si y el mito de la inocencia”3. A partir de la segun-
con ella hubiera parado lo que estaba pasando da mitad de 1982 la revelación del alcance de
durante la dictadura militar. Pero debo que- la tortura y el asesinato fue tal que tras unos
dar claro que no es nuestra culpa, nosotros no meses de incredulidad siguió una indignación
éramos el origen de la tiranía”, añadiendo que general y la repulsa a cuanto los militares hi-
incluso la sociedad civil y los líderes políticos cieron desde 1976. El complejo mecanismo de
tuvieron más responsabilidad al aceptar pasi- rechazo construido por los represores y la fal-
vamente el golpe de Estado. Consideraba que ta de testigos, junto con la extrema crueldad,
se había vertido un exceso de culpabilidad en condicionaron el escepticismo de la opinión
los jugadores dado que, señalaban muchos, el pública. Esta situación se fue desmoronando a
partido contra Perú fue arreglado por la Junta partir de las evidencias y se instaló en el país
y que ellos habían jugado para lavar la cara a un sentimiento de culpabilidad. ¿Cómo era po-
los militares, todo lo cual era falso: “porque no sible ignorar lo que habían hecho los militares
fuimos los campeones de la dictadura, fuimos y otras fuerzas represivas? El miedo y el terror
accidentalmente campeones durante ese perío- fueron, junto con el papel de los medios de
do, y jugamos, además, un gran fútbol” (Veinti-
trés, 2003: 78-9). Menotti apoyó el razonamien-
3 Véanse Inés González Bombal 1988 Los vecinazos.
to de Ortiz al preguntar retóricamente “porqué Las protestas barriales en el Gran Buenos Aires
hay tanta crítica contra el equipo y no contra (Buenos Aires: Ediciones del IDES) y La dictadura
los empresarios, los medios o los políticos” (La militar (op. cit.)
El mundial de fútbol de 1978 en Argentina 687

comunicación en el apoyo a los militares, im- él mismo participó en esa euforia auténtica y
portantes factores en la creación de pasividad espontánea. Como un ejemplo de su crueldad
y desinterés. Villa, Ortiz y el resto de los juga- se cuenta que subió a un grupo de prisioneros
dores, fueron parte de un pueblo que prefirió en un coche para que pudiesen ver con sus pro-
adherirse a la lógica de la inocencia. En la ac- pios ojos que la gente no se preocupaba de los
tualidad es evidente que los años de gobierno derechos humanos ni de ellos. Sólo estaban
militar provocaron en Argentina una situación interesados en el Mundial. Una de las víctimas
extrema de alienación social (Vezzetti, 2002). relató al periodista Fernández Moore que pidió
He mostrado en mi artículo que la genuina a Acosta que abriese el techo del coche para te-
pasión por el fútbol en Argentina se articuló ner una visión mejor de las masas en la calle. Y
en torno a un doble discurso: la narrativa de cuando lo hizo, pensó gritar que ella era una de
la tradición y la forma de juego y la ideología las desaparecidas recluidas en un lugar secre-
de una nación en justa lucha contra el comu- to. Pero se dio cuenta de que no tenía sentido,
nismo y la subversión. Julio Marini escribe que dado que la gente hubiese pensado que era una
el principal dilema veinticinco años después es loca en medio del carnaval nacional (Fernán-
el de cómo comprender el amor de la gente ha- dez Moore, 2003: 11).
cia un deporte en medio de un “tiempo cruel”. El escritor Alfredo Leuco, de forma provo-
Describe el compromiso de los seguidores en cativa, reconocía haber participado en las cele-
el estadio y fuera de él, de aquellos que desco- braciones callejeras pese a conocer las atroci-
nocían lo que estaba ocurriendo y de quienes dades cometidas por la Junta al haber perdido
lo ignoraban. Incide incluso en la más patente a varios amigos. Escribe que:
de las paradojas: los prisioneros escuchaban la
radio y mostraron una sincera alegría el día de Creo que la dictadura manchó de sangre la his-
toria de este país. Pero la pelota –como diría
la victoria en la final (Clarín Deportivo, 2003:
Maradona, el filósofo de Fiorito– no se mancha.
7). Como parte de la mitología argentina, se Ni el hincha tampoco. Es muy antigua, errónea y
dice que el capitán “tigre” Acosta, uno de los paternalista esa visión de que el fútbol narcotiza
más violentos torturadores de la Marina, entró a las masas y las entretiene mientras los explota-
en una celda tras la final porque los prisione- dores hacen su trabajo. El fútbol no es el opio de
ros gritaban “Vencimos, vencimos”. Entonces los pueblos ni para los que juegan ni para los que
688 Eduardo Archetti - Antología esencial

lo miran. Diría que todo lo contrario. El fútbol es conmemorativo, decía, se jugaría por antiguos
movilizador de la creatividad colectiva, cosecha y nuevos jugadores que representaron a Argen-
multitudes que unifican intereses y objetivos, tina en diversos mundiales y competiciones
democratiza las relaciones de clase y mezcla en internacionales. Nos dijo incluso que la Aso-
abrazos y compinchismos a gente de todas las ciación del Fútbol Argentino había previsto la
razas y confesiones. Es la expresión de lo que so-
entrega de medallas a jugadores tan carismá-
mos y de lo mejor que tenemos. Para bien y para
ticos como Batistuta y Simeone. También fue
mal… Hace 25 años se construía una de las más
crueles paradojas argentinas. La felicidad de salir invitado Maradona y prometió asistir despla-
campeones del mundo por primera vez estallaba zándose desde Cuba. Se esperaban sesenta mil
simultáneamente con el desgarro doloroso de mi- espectadores, pero sólo novecientos ocuparon
les de argentinos que morían por goleada. Juntas las localidades. Fue un día triste para los hé-
la pasión y el horror de multitudes. El fútbol y la roes de 1978. El pueblo al que representaron no
muerte jugando el mismo partido en una cancha se molestó en asistir. Maradona no salió de La
llamada Argentina (Página 12, 2003: 21). Habana, e incluso Kempes, el mejor de todos
ellos en el campeonato, no apareció. La gente
Es evidente que la victoria de 1978 siempre se les ignoró. Eran parte de la historia; fueron, en
percibirá como una dificultad moral generado- cierto modo, los jugadores del partido entre
ra de unas ambigüedades y ambivalencias que el fútbol y la muerte. Simbolizaron una época
he tratado de mostrar. Larrosa fue uno de los traumática que nunca se olvidará y, en medio
organizadores del acto conmemorativo por los de todo ello, fueron como un diamante oscu-
veinticinco años del éxito. El día elegido fue el ro, los nombres y la encarnación de la primera
9 de julio de 2003, el día de la Independencia gran victoria del fútbol argentino.
de la nación, y el lugar el estadio del River Pla-
te. En la Universidad de Belgrano insistió en
la generosidad del comité “la celebración no Bibliografía
era solo por el triunfo del 78 sino un homena-
je al fútbol argentino”. En esta línea, actuaba Clarín 1978 29-VI, pp. 15.
de acuerdo al esquema ideológico desarrolla- Clarín Deportivo 200016-VI, pp. 12-13.
do, varios años atrás, por Menotti. El partido Clarín Deportivo 2003 25-VI, pp. 7.
El mundial de fútbol de 1978 en Argentina 689

Clarín Suplemento Mundial 1978, pp. 6-7. La Razón 1978 13-VI, pp. 4.
Dal Masetto, Antonio 1998 Hay unos tipos Menotti, César Luis 1986 El fútbol
abajo (Buenos Aires: Planeta). sin trampas, (Barcelona: Muchnik
El Gráfico 1974 Nº2857, 9-VII, pp. 1. Editores).
El Gráfico 1977 Nº 3003, 19-IV, pp. 65. Novaro, Marcos y Palermo, Vicente 2003 La
Feinman, José Pablo 2003 La crítica de las dictadura militar (1976-1983). Del golpe
armas (Buenos Aires: Norma). de estado a la restauración democrática
Fernández Moore, Ezequiel 2003 ‘The many (Buenos Aires: Paidós).
faces of Argentina 78’ (mimeo). Página 12 1988 26-VI- pp. 10-1.
Gasparini, Roberto y Ponsico, José Luis 1983 Página 12 2003 15-VI, pp. 20.
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Aires: El Cid editor) Perfil1998 12-VI-1998, pp. 14.
Kohan, Martín 2002 Dos veces junio (Buenos Somos, 28-IV-1978, pp. 14.
Aires: Editorial Sudamericana). Tamburrini, Claudio M. 2002 Pase libre. La
La Nación 1976 Nº 25-III. fuga de la Mansión Seré (Buenos Aires:
La Nación Deportiva 2003 Nº25, pp. 2. Ediciones Continente).
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La Nación, 1978, pp. 8. Vezzetti, Hugo 2002 Pasado y presente.
La Nación. Suplemento Cultura y Nación Guerra, dictadura y sociedad en la
1976 22-VI-1978, pp. 6. Argentina (Buenos Aires, Siglo XXI).
The spectacle of a heroic life
The case of Diego Maradona*

I n a special issue of El País, a leading Spa-


nish newspaper, devoted to the analysis of
the universal craziness of soccer, we read:
Maradona is not only similar to San Martín but
also very similar to another Argentinian hero
and mythical figure, the tango singer Carlos
Gardel who died young and tragically in 1933.
In Argentina, a country traditionally crazy about Since his discovery by the general public,
soccer, and to which this sport has provided the soccer aficionados and journalists in 1971, at
major expression of national pride, Diego Mara- the age of 11, Maradona has been defined as
dona is and will continue to be a hero as impor- an exceptionally talented player and, indeed
tant as the legendary liberator from colonial rule,
for many, “a new genius”. In the 1970s when
General San Martín. (Carlin, 1999: 29)
the ideologies and methods of coaches, crys-
tallized in the values of physical effort, tactics
In fact, many years ago Juanse, an Argentinian
and discipline, dominated world football, and
rock star singer, declared that “Maradona is
Pelé, the great Brazilian player, and Cruyff, the
only comparable to General San Martín with a
charismatic Dutch striker, abandoned soccer,
temperature of 40 degrees crossing the Andean
the number of players able to win a decisive
mountains for the liberation of Chile’’ (Página
match on their own was dwindling. The sponta-
12, 1 December 1994: 2). Most Argentinians
neous abilities of players were overruled by the
will agree with this characterization and will in-
belief in collectivism and the tyranny of a style
clude him in a kind of heroic triangle in which
of playing designed by managers and coaches.
Systems were discussed, discovered and ex-
* This article was originally published in Sport Stars perimented with, and the crucial role of indi-
2001 (London: Routledge). vidual players was dismissed. Maradona was in
692 Eduardo Archetti - Antología esencial

this context, both locally and internationally, he won, as a captain of the team and indisputa-
an unexpected appearance, a “divine gift” ac- ble leader, the title of the World Junior Cup with
cording to one of my informants. He perceived the Argentinian national team. Later he went to
him in the following way: Boca Juniors in Argentina, won the league in
1981, moved to Barcelona FC in 1982, where
Maradona united technique and imagination, and he won the Copa del Rey in 1983, and to Naples
since he was a child he has amazed the entire
two years later. In Naples he became an idol,
world. He is a different player because he always
helping the hometown team to win the Italian
makes beautiful moves, simple or complicated,
and, most of all, because he cannot be predicted. league in 1987, the first time a southern team
Any part of the field is like a natural place for him; had done so. Naples repeated their League title
his left foot is able to change a movement in a triumph in 1990, won the Italian Cup in 1987
fraction of a second creating a new situation, and and the European Cup in 1989. At the peak of
when the adversary thinks that he stops, he will his career Maradona was the captain of the Ar-
run, and when he thinks he will run, he will stop. gentinian team, winners of the 1986 World Cup
He will always make unexpected moves. He has in Mexico. The Argentinian national team “de-
been playing in all the grounds you can imagine, pended” on him, and he never refused to play,
defying the laws of gravity and equilibrium, and
becoming the symbol of Argentinian football
he has been, since childhood, offering happiness
in the 1980s. Maradona was a global player, a
to millions and millions of football lovers and
supporters of the teams he played with. nomad, living in a new age of football, like his
predecessors as world’s best football players:
Maradona has been a “winner” since the start Pelé, Di Stéfano and Cruyff, and, like them, he
of his career. As a very young player with Ar- was also a winner.
gentinos Juniors, a club from Buenos Aires, he His life was also marked by scandal. It was
won everything in local competitions. He then well known in Naples in 1990 that Maradona
began his journey to the first division with the had taken drugs and participated in dubious
same club, shortly before his sixteenth birth- parties. On 17 March 1991 Maradona was ran-
day. His precocity and talent made possible his domly dope-tested after a home match against
debut in the senior national team before he was Bari. The tests proved positive. Maradona’s
17 years old. In 1979, in Tokyo, at the age of 18 urine was found to contain cocaine. There
The spectacle of a heroic life 693

were only small traces of it, the remnants of the self training, and now they do this to me” be-
drugs he had snorted a couple of nights earlier. fore breaking into sobs. Maradona summarized
He was immediately suspended by the Italian what he felt when, at a press conference, two
football authorities. He left Naples, tired and days later, he said: “They have cut my legs off.”
tearful, on 1 April 1991. Four weeks later in Bue- The game against Nigeria was his last one: he
nos Aires the Federal police raided an apart- left football for ever.
ment where Maradona was in bed after a day
of drinking and drug-taking with some wom- One of my informants summed up Maradona’s ca-
en friends. His life since has been marked by reer in the following way: Winning is not the only
drugs and cocaine. He left football temporarily thing in soccer or sport; there is all that drama. The
life of Maradona is a constant melodrama, full of
and made a return in October 1993 with New-
scandals, emotional crisis, drug consumption when
ell’s Old Boys, a first division team from Rosa-
he was taken in 1991 in Italy and later on, in 1992, in
rio in Argentina. Maradona played a few games. Argentina. Always the psychodrama involving him
The Argentinian national team had unexpected and his group of permissive managers and oppor-
problems in qualifying for the 1994 World Cup tunist friends. Maradona’s life is full of the stuff of
in the United States of America. Football ex- how we live: exceptional talent but fragile morality;
perts and above all supporters clamoured for endless tradeoffs between what we want and what
the return of Maradona. Maradona surrendered we get, or what we pay for what we want. I can-
to this, in many ways, irrational demand and not think of many films, plays or television shows
he committed himself to a physical effort that that are honest about how a set of important stars
an addict could not normally afford. Maradona are conditioned by the circumstances of their lives.
Maradona’s life was in this sense exceptional and
joined the national team and travelled to the
open to constant scrutiny. He was not a prisoner
United States of America. Maradona led Argen-
of fame; he used fame in a self-destructive way. He
tina to a convincing 4–0 win over Greece and a knew all the risks he was taking while playing foot-
hard-earned 2–1 victory over Nigeria. After this ball and consuming drugs. His career was not only
second match he was chosen for the dope test. spectacular but a public spectacle.
The test was positive, and he was suspended.
It was reported that when Maradona was told Heroic sports figures must be seen in their
he cried, “I killed myself training, I killed my- cultural context in order to understand their
694 Eduardo Archetti - Antología esencial

social meaning and to observe their commu- very local settings – the cities of Naples or Bar-
nal impact (see Holt and Mangan, 1996). In celona, or a neighbourhood of Buenos Aires.
this chapter, my analysis of Maradona as an The case of Maradona, as I observed above, is
example of heroic masculinity will touch upon a clear illustration of “transnational” heroism.
the logic of creating differences and how this He was a God-like hero in Naples while he was
impacts on discourses concerning agency, per- playing for the Naples Football Club and in
sonhood, morality, and identity. A sports hero Argentina while playing on the national team.
can be any person admired for given qualities I have not carried out fieldwork in any other
or achievements and regarded as an ideal or city apart from Buenos Aires. Thus, the analy-
model. A sports hero is an idol and an icon who sis of Maradona’s heroic status will be limited
belongs to a specific time: the time of heroes. to Argentina.1 This chapter reflects two periods
The time of heroes, opposed to other times of my research. In 1988 I was working on the
which encapsulate daily routines or scheduled meaning of football for Argentinian national
rituals, represents in the mind of the adoring identity and masculine constructions; the first
public a glorious dream-like time during which part of the chapter is based on the way football
the daily mediocrity of normal life is suddenly heroes are represented as pibes (young boy
transcended. The world of sports heroes is a players). In July 1994 I went back to Buenos
world of creative enchantments because, in Aires after Maradona’s second drug scandal.
some moments, like flashes of intense light, The second part of the chapter will be devoted
athletes become mythical icons representing to the analysis of the impact of this dramatic
mastery over mortality (Novak, 1993: 163). The turnover of his career. The two parts, I hope,
heroes stand alone, alone against a world of
opponents and alone against an underworld
1 I have previously published two articles on the
full of dangers. The solitude of heroes is of meaning of Maradona in Argentina (1997 and 1998).
great value in their transformation into cultural The original contribution of this chapter lies in the way
icons (see Rank, 1990). I concentrate my analysis on “dramatic events’’ and
In many cases sporting heroes are a source give voice to my informants in the city of Buenos Aires,
men of different age and class. On my methodological
of collective identity and pride in both national
approach to the study of football I have presented my
and supra-national settings and, paradoxically, framework elsewhere (see Archetti, 1999).
The spectacle of a heroic life 695

will permit the reader to understand the mythi- lective, of force and of physical power. These
cal standing of Maradona. The examination of virtues help to create a repetitive style, similar
concrete performances makes it possible to to that of a “machine”. The criollo, due to the
see how every performance (and every man) Latin influence, was exactly the opposite: rest-
has some significance for the audiences that less, individualistic, undisciplined, based on
adore him. personal effort, agile and skilful (see Archetti,
1995, 1996).
The conceptual oppositions between Brit-
The pibe and the potrero: Maradona ish and criollo physical virtues have become
as a symbol of a national style enmeshed in common perceptions of football.
The British (English) physical virtues are still
No identity can ever exist by itself and without associated with “force and physical power”,
an array of opposites, negatives and contradic- while the virtues of the criollos are those of
tions. The emergence of contrasting styles in agility and virtuoso movement. The metaphor
sport, particularly in football, is intimately re- of the “machine”, as opposed to individual
lated to a search for national identity. Football creativity, is constant in contempo- rary Ar-
was introduced to Argentina by British immi- gentinian football imagery.2 “Britishness” is
grants in the 1880s, and this initial period of still associated with the industrial, and the
amateur football in Buenos Aires was dominat- criollo with the pre-industrial social system.
ed by British clubs. The emergence of a truly During a game, when faced with the British
criollo (creole) foundation began in 1913 when machine or repetitive play, the typical criollo
Racing Club, a football association started by response would be the “dribble” or the gambe-
Argentinian natives and Italian immigrants,
without a single player of British origin, won
the first division championship for the first 2 Kanikar (1994) argues that the imperial British
time. Two styles were thus contrasted, the brit- created the image of the “sporting boy”. The games re-
commended were team sports which required qualities
ish and the criollo. “Britishness” was identified of leader-ship, working together and loyalty. To be part
with being phlegmatic, disciplined, methodi- of a team was conceived as being part of a perfect ma-
cal, and concentrated on elements of the col- chine.
696 Eduardo Archetti - Antología esencial

ta in Argentinian Spanish. This manifestation In the words of Brian Glanville, it was a goal “so
of style is eminently individual and cannot be unusual, almost romantic, that it might have been
programmed. It is the opposite of the indus- scored by some schoolboy hero, or some remote
trial, collective game of the machine. A crucial Corinthian, from the days when dribbling was the
vogue. It hardly belonged to so apparently ration-
event in the life of Maradona will clearly illus-
al and rationalized an era as ours, to a period in
trate this reasoning.
football when the dribbler seemed almost as ex-
For sheer drama Maradona’s performance tinct as the pterodactyl.” Picking up the ball inside
in Argentina’s quarter-final clash with England his own half and keeping it so close to his boots
was to hang in the memory of millions of Ar- as to make it seemed glued to them, Maradona
gentinian (and world) fans long after Mexico proceeded to carve his way through the English
’86 was over. The press presented the match as side, with the effortless movement of a racing
a struggle not so much between two countries skier in slalom … Having shrugged off Fenwick
(or two teams), as between two outstanding and without for a instant losing his control of the
players – Maradona and the English goalkeep- ball, Maradona found the time to assess Shilton’s
er Peter Shilton. Five minutes into the second position. The English goalkeeper seemed desper-
ate to second-guess the Argentine’s next move, so
half of the match, and with no goals scored,
Maradona kept going, leaving his strike to the last
Maradona scored one of the most controver-
possible moment. The split-second delay prompt-
sial goals in the history of World Cups. He went ed a final rearguard action by Butcher. He tried to
to a ball together with Shilton, and the clash break Maradona’s momentum with an attempted
involved not only bodies but hands: Maradona tackle, again to no avail. The Argentine checked
scored with his hand (what he called later “the himself and effortlessly passed the ball from his
hand of God”). The linesman and the referee right foot to his left before casually slipping it
did not see the infringement of a basic rule in past Shilton. (1996: 160)
football; they agreed it was a goal. For Mara-
dona that was all he needed. Four minutes Brian Glanville, one of the best football journal-
later, Maradona scored again, this time with a ists in any language, understood the “essences”
goal that was to go down as one of the best reproduced in this second goal: Maradona was
in footballing history. Burns described it in the suddenly a dribbling schoolboy or a Corinthian
following way: hero (a devotee of amateur sports) and, in the
The spectacle of a heroic life 697

second goal, he was alone dribbling past the order and hierarchy. The best Argentinian play-
entire English defence. What he did was done ers do not come from the playgrounds of pri-
alone without any help from his team-mates. mary or secondary schools or from the clubs,
His raid into the English lines was a lonely per- the spaces controlled by teachers and trainers.
formance. At that moment, moreover, Marado- The potrero is portrayed as exclusively open
na was not only the creative criollo player de- and free. Consequently, the great players are
feating the English machine, but in doing this considered the pure products of this freedom,
he was a young boy, a pibe. In the Argentinian which allowed them to be creative and impro-
mythical account of playing, the pibe, without vise without the constraint and rules imposed
any form of teaching, becomes the inventor of by experts or pedagogues. Pibes came to be
the criollo style in the potrero – a small patch seen as liminal figures in the construction of Ar-
of irregular ground in the city or in the coun- gentinian masculinities, and potreros became
tryside which has not been cemented over. territories associated with the experience of
The pibe is placed in a mythical territory that freedom and creativity. The foreign British and
inherently empowers those who belong to it. English styles offered an image very much op-
This image, commonly accepted by Argentin- posed to that of the liminal figures of the pi-
ians of all times and ages, partly emphasized bes. Maradona is the best pibe Argentina ever
the infantile beginning of Argentinian football produced, and he was called before his second
(as is manifest perhaps in any game), but also goal against England and, of course, after: el
points to the importance of freshness, sponta- pibe de oro (the golden young boy).
neity and freedom during play. These values To be, and remain, a pibe is a powerful im-
are commonly associated with childhood and age because, in football, the most creative pe-
are usually lost with the advent of maturity and riod for some players is associated with im-
resulting adult responsibilities. The authen- maturity. My informants do not deny the role
tic Argentinian player will never stop being a of experience and the passing of the years
child. Football allows a man to go on playing (el paso de los años), in the development
and remain a pibe. One could say that the im- of physical automatism and tactical sense.
aginary world of football reflects the power of These qualities are also considered important
freedom and creativity in the face of discipline, for expected performances. But a pibe is, by
698 Eduardo Archetti - Antología esencial

definition, an unpredictable player finding un- told to which school Maradona went (this is
expected solutions in the most difficult mo- not important), and we are told that when he
ments of a game. The magic of Maradona is joined his first serious club he was already a
always understood as a performing skill, for crack player (Gilbert, 1996: 17). What has not
it produces inexplicable effects and illusions been learnt in the potrero cannot be taught
– paralysing opposing players and charming elsewhere. Carlos, one of my informants in
his audience. This is defined as a powerful, the first piece of fieldwork, reminded me in
bewitching quality. This image of the child- 1988 that “Maradona is pure potrero even
ish, unruly pibe serves to portray football as a when he is not playing football. Well, I can
game to be fully enjoyed only when total free- put it this way: he still lacks civilized man-
dom is granted, and achieved. Conversely, ners, and he has obvious problems in accept-
football is ideally perceived as a perfect game ing boundaries and control. In the potrero,
for children. you learn how to be free and to improvise.”
The imagery of Maradona is even more He commented that Maradona was born in
complete because he is the product of one a neighbourhood where fathers and mothers
of the poorest neighbourhoods of Buenos take buses to work when it still is night and
Aires, where potreros still exist. He was and do not return home until it is dark once
born in Villa Fiorito in 1960, and Casas and again. He added, “Pibes without shoes who
Chacón (1996: 5) write, “everything started play football in the potreros see in the ball a
in Villa Fiorito, a forever forgotten neigh- symbol of a future that can be different. It is
bourhood where prosperity never arrived, not only the joy of playing; football is a way
in a remote day … in a humble house.” It of changing their fate.”3
is easy to presume that in Villa Fiorito the
streets were without asphalt and there was
a plethora of potreros. The most original 3 Maradona has refused several times to be identified
Argentinian player comes from the potrero with a national tradition. His talent, according to him,
is an individual and “divine gift’’ (Corriere della Sera,
of Fiorito which is now used as a mythical 11 November 1985, : 1). However, he usually accepts
name, as the essence of potrero (see Fon- that he learned everything as a pibe in the Argentinian
tanarrosa and Sanz, 1994: 53-4). We are not potreros.
The spectacle of a heroic life 699

Juanjo, one of my best informants during that this is understandable because he is like a
my fieldwork, summed up the meaning of the feeling. Yes, Maradona is a feeling.4
second goal of Maradona at Aztec Stadium in
Mexico that historical day of June 1986: It is important to remember that on the global
scene the production of local territories and
You can say that this day – and during twenty
identities is difficult to sustain because of the
seconds – Maradona was able to produce the dispersed nature of globalism and nationhood,
most important performance in the history of and the life-worlds of local subjects tend to be-
Argentinian football. It was done against the come deterritorialized, diasporic and transna-
English machine, it was done against England, tional (in other words, the life of Maradona).
and it was done against the most rugged de- Argentinian football supporters and sports
fenders of the world. It was the victory of the writers tend in the opposite direction. The
criollo style. It was not against Brazil or France heroes ought to be local. The modes of be-
or Italy; in such games his performance would longing to the potrero and the pibe in no way
never have had the same emotional impact. I contradict a simultaneous sense of belonging
can say that it was like pure magic because his
to the imaginary territory of a nation. The two
moves were difficult to realize but also an illus-
tration of Maradona’s destiny that day. He also
become intrinsically connected on the play-
demonstrated that dribbling is the essence of ing fields of a nation. Maradona, thus, is trans-
our style of playing. He dribbled and dribbled, formed into a mythical Argentinian sport hero,
and in fact these few seconds are still in my and not only his football exploits, but also his
memory like a prolonged time; it is still part of
me, and as pure images they have persisted for
years and years. I will never forget the second 4 Juanjo confines Argentinian victory to a match of
football. However, it occurred after the Argentinian de-
goal against England. It was an eternal perfor-
feat in the Falklands War in 1982. Players denied before
mance. He demonstrated why we call him el the match that politics or revenge were at stake during
pibe de oro. He is made of pure gold, and no- this crucial game. Maradona has, however, reinterpre-
body will replace him in the pedestal of remem- ted the feelings of the players before the match. He said
bering and gratitude. I thought after this goal that, “to win over England in 1986 was more than to win
that to speak about Maradona will be not only over another national team: the victory was against a
difficult but impossible, and I said to myself country” (Arcucci, 1999: 38).
700 Eduardo Archetti - Antología esencial

entire life, concern the citizens of the country. his confessed idol, alone in the jungles of Bo-
This dependency and the tragic consequences livia fighting an impossible war against a pow-
of it will be explored in the next section. erful army. In his case the Bolivian army was
replaced by the authorities of the Fédération
Internationale de Football Association (FIFA)
The 1994 World Cup in the USA: (ibid.). Let us go back to Buenos Aires in the
the fall of Maradona first week of July 1994.
The front pages of two Buenos Aires news-
We can imagine that heroes are normal be- papers on 1 July are a synthesis of national
ings who just do the right things in precise feelings and cultural emotional reactions. In
moments. Maradona’s second goal against Clarin it was a picture of Maradona with a sin-
England is a kind of performance that can be gle word: Pain. In Página 12 Maradona was
understood according to this logic. However, I symbolically replaced by a pibe, a sad, crying
have suggested that heroic sport figures must pibe, who, with an Argentinian flag in his left
be seen in their cultural context. The cultural hand, expressed the title indicated: Mourning.
meanings of pibes and potreros make it pos- The sad pibe not only represented the world of
sible to understand the national impact of suffering supporters but, as I pointed out be-
Maradona. The drug scandal in the 1994 World fore, the mythical foundation of the Argentin-
Cup belongs to another human dimension of ian style of playing. Maradona was “killed”, as
the heroes: their fall and decadence. Maradona he himself said later, and the Argentinian na-
was suspended for several years in September tion was in sorrow, mourning its fallen idol. A
1994. He commented that with this sanction journalist described how Buenos Aires reacted:
his “legs were cut off but also his body was
expropriated. I am empty … I was killed as The real sadness and craziness was clearly percei-
player and as a man” (Clarin, 3 September ved in the streets of Buenos Aires. In bars and
1994: 47). Suddenly Maradona was left alone, restaurants, supermarkets, small neighbourhood
and nobody could help him against “their en- shops, in intense discussions in the busses and
emies” and his own personal ghosts. He then the underground. A general reaction was domi-
saw himself as a kind of falling Che Guevara, nant among common people: we will forgive Die-
The spectacle of a heroic life 701

go; we will always forgive Diego Maradona. The image of a powerful, disciplined and perfect
arguments presented were diverse. Some saw the athletic body is absent. A third related feature
dope test as a plot against Maradona and Argenti- is the kind of daily life pibes lead. In the case
na; others identified the main author, Havelange, of a pibe, a considerable amount of disorder
the Brazilian president of FIFA, who always defi-
is expected, and tolerated. Chaotic behaviour
ned Maradona as his adversary because he was
can be the norm. They have a tendency to
critical of many of his decisions. But all of them,
without a single distinct voice, asserted that Ma- recompense, penalize or forgive others in an
radona was the essence of joy in the practice of exaggerated way, to convey arbitrary judge-
football, and if he used Ephedrine he was not ments and choices, to display stupid and ir-
responsible; others were responsible. (Cronista rational heroism. They also have a capacity to
Comercial, 1 July 1994: 2) “die’’, metaphorically (by being imprisoned or
becoming a drug addict, as in the real life of
Before coming back to the images of pain Maradona), and be resurrected, and a special
and mourning I would like to comment on talent in critical games to make the unexpect-
the question of responsibility which appears ed move, ensuring victory to the team. Thus, a
clearly in the description made by the journal- pibe is creative, free of strong feelings of guilt,
ist. We must capture the multifaceted mean- self-destructive and, eventually, a bad moral
ing of the pibe and the different dimensions example to other players. In the global moral
related to the social construction of the ste- evaluation of this kind of player the ultimate
reotype so well crystallized in the figure of criterion is the creativity of their bodies. My
Maradona. One important feature is the small informants, like the informants of the journal-
body, particularly in terms of height. In addi- ist writing about “responsibility”, and I imag-
tion to body shape, the content of bodily per- ine supporters in general, tend to forgive the
formances, as we have seen above, seems to lack of moral and social responsibility of the
be an another important feature. The image of pibes. In this sense, Maradona is not alone.
a typical pibe player is based on an exuber- The amount of joy provided by the pibes is
ance of skill, cunning, individual creativity, ar- more important to the public than any consist-
tistic feeling, vulnerability and improvisation. ent moral statement they might make. Tomás,
In this sense it is easy to understand that the one of my informants, explained to me that:
702 Eduardo Archetti - Antología esencial

to be a pibe is not only to be liberated from sev- provoking situations like the one experienced
eral responsibilities. To be a pibe means that one by Maradona. If the social models could be more
does not feel the pressures from the authority measured and mature, our life could be better,
of family, parents, and school … but also to be a without so many disappointments. (La Nación,
pibe implies that it is easier for others to see only 16 July 1994: 24)
the positive aspects and forgive the imperfec-
tions. It is common to say here, “but he is a pibe, Related to lack of responsibility and, in spite
just a pibe; let him be a pibe”. Maradona is a pibe of this, the certainty that strong sanctions
and will remain a pibe. He represents this state of from FIFA were expected, supporters re-
perfection and freedom, when we disregard the
acted with an incredible sense of guilt. The
most negative traits of an individual. This sponta-
general idea was that Maradona was obliged
neity, to be fresh and to do things just right with-
out thought of negative consequences, is a quality to make his comeback in football in order to
we appreciate. A great football player must have save Argentinian honour and to increase the
these qualities. chances of winning a third World Cup. It was
thought that Maradona reacted to popular
The imperfections of Maradona, in Tomás’ in- pressure with a tremendous physical self-
terpretation, are contrasted to what is expect- sacrifice and in doing this, at the end, he was
ed of a mature person. Yet for him, Maradona, immolated. He sacrificed himself in order to
a real pibe, is not perfect as a man, but he is provide joy and hope. Tomás explored this
perfect as a player. His perfection is attained, when he said to me:
and maintained, because he is still a pibe. Many
voices opposed to this representation were also I assume my guilt and, if it could be possible, I
heard during this critical month. A psychiatrist, would ask for mercy from Maradona. I feel that
Jorge Kury, critically analysed the Argentinian I demanded so much from him and that he gave
devotion for pibes and Maradona: me more than I gave him. Now, when I know
that perhaps he will never return to a ground
this accepted ideal shows some features that ex- and even worse, that I will never cry his name
press an infantile origin, shared by all men, but in in an important game – against Brazil or Italy,
the case of our modern idols (word derived from for instance – I feel, like him, that my heart has
ideal) this characteristic is very exaggerated, been destroyed.
The spectacle of a heroic life 703

Ideas of destruction and self-destruction were the situation and they are still desperately con-
associated with tragedy and the definition of cerned with it. The anguish and the sense of
Maradona as “a tragic figure” or “a tragic hero”. guilt were increased because Maradona shared
Tomás believed that Maradona was a sort of with common people the human condition.
tragic hero because he surpassed limits and They transformed Maradona into a historical
when this was no longer tolerated he was pun- figure of the past, not only recent but contem-
ished without mercy. He also said that he was porary, because he could not be brought back
put in this situation, and, in the last instance, to the stadiums: he was taken as an exemplary
the people and the supporters of Argentina character in drama. The fall of an idol breaks
destroyed him. He insisted that Maradona was the fiction of the life and transforms it into a
defying the limits of our ordered life, and the public spectacle.
fact that most men are ordinary now implied I think that the sadness observed during the
that his behaviour was a provocation for many. month of July in Buenos Aires (and I imagine
I felt, discussing with Tomás, that he was trying in the rest of Argentina) had this component:
to convey the idea that in almost every tragedy supporters knew that this was the last act by
the atmosphere is one of doom from the begin- Maradona as an active player. What emerged
ning, and that what Argentinians experienced forcefully was the significance of tragedy as
as a national tragedy needed a tragic hero: performance, as public spectacle, and as rite.
Maradona. At the same time, the belief that the I felt that the narratives collected showed that
tragic hero is “one of us” was present. He is tragedy is an account of the fortunes of heroic
not necessarily virtuous in everything; he is a characters in adversity. Maradona’s life began
man who reminds us of our own humanity, who with joy and ended in grief. Moreover, Marado-
can be accepted as standing for us. However, na was great in grief; even then he maintained
the ultimate effect of Maradona’s tragedy is to his position as a hero, but Argentinians would
sharpen the feeling of responsibility, to make have preferred him in happiness. We can con-
supporters fully aware that they have erred as clude by saying that there is no real tragedy
the tragic figures have erred. We can say that without the complex relations between being
the notable thing with this tragic event is that guilty and being innocent. Maradona was guilty,
people feel that they have something to do with but he felt that he was innocent. His logic was
704 Eduardo Archetti - Antología esencial

shared by his audience. The audience missed judging Maradona”, and that “compassion is
a “son”; Argentinians were suddenly huérfanos a noble feeling” (la piedad es un sentimiento
(orphans) (see Osvaldo Soriano, 1994). Tomás mucho mejor y más noble que el enjuiciami-
expressed this imagining himself as a “father”: ento, according to Manucho). Compassion was
“he is like our son and we as fathers place our also connected with the idea of suffering and
dreams on them; we prefer of course that they enduring. A typical football supporter knows
achieve something in their lives; we are afraid that his team and his players are not all regular
of their failures”. and stable. Argentinians have developed what
I began this section pointing out that pain they call aguante, a capacity to endure and
was a generalized emotional reaction. Disre- overcome bad moments in their supporting
garding age and gender, “Siento dolor” (I feel lives. This virtue, however, was contested and
pain) was what many Argentinians said in pub- many Argentinians reacted strongly against the
lic – in television programmes, radios, newspa- connection between compassion and enduring.
pers and magazines. It was a diffuse pain re- Many concluded, like Juanjo, that, “we must
lated to his act, to his past life and to his career learn to live without Maradona and try to for-
as a player that ended this day. A strong dis- get his loss”.
comfort was easily transmitted, and, of course,
anguish, anxiety, disappointment, sadness and
grief were intimately associated with “feeling Conclusion
pain”. It was a generalized reflection on the im-
portance of pain in modifying the perception of I have tried to show that the idealized Marado-
things and evaluation of human condition. Pain na is not just a given man, independent of his
was related to compassion. Compassionate outstanding qualities; he is a part of a cultural
statements were heard, a shared compassion: system for producing differences. Some play-
compassion for Maradona but also compas- ers will be transformed into heroes and cul-
sion for oneself. A suffering community was tural icons, and others never will achieve this
visible showing in public loyalty and devotion status. The qualities of Maradona transcended
to the fallen idol. My informants emphasized the limits of nationality and, in this sense, can
that “feeling compassion is much better than direct attention to a variety of ideas concerning
The spectacle of a heroic life 705

how one should, or could, be a sporting hero. —— 1996 “Playing styles and masculine
Ideological similarities between Argentinians virtues in Argentine football” in M. Melhuus
and Italians have been advanced. This, how- and K.A. Stølen (eds), Machos, Madonnas,
ever, has not been discussed in this article. I Mistresses: Contesting the Power of
emphasized the importance of dramatic events Gender Imagery in Latin America.
for grasping the meaning of Maradona’s per- (London: Verso).
formances as a sport hero. I believe that it has —— 1997 “And Give Joy to my Heart”. Ideology
been made clear that, in the dramatic specta- and emotions in the Argentinian cult of
cles I have described, we find ideas, opinions, Maradona”. In G. Armstrong and R. Giulianotti
and symbols that reflect upon themselves, the (eds), Entering the Field: New Perspectives
participants, and us, the observers. The dis- on World Football (Oxford: Berg).
play of the imagery and emotions associated —— 1998 “The potrero and the pibe: territory
with Maradona is central in such a perspective. and belonging in the mythical account of
Maradona himself expressed it thus: Argentinean football” in N. Lovell (ed.)
Territory and Belonging (London: Routledge).
If I succeeded in being a living myth, I did not —— 1999 Masculinities. Football, Polo and
search for this. I am very grateful for having been the Tango in Argentina (Oxford: Berg).
transformed into a myth, but I am just a normal Arcucci, D. 1999 “Diego Maradona. honestidad
human being. I do not see myself as a myth be- brutal” in Rolling Stone, 14: 32–40.
cause, after all, I was only successful in some Burns, J. 1996 Hand of God: The Life of
football struggles. (Arcucci, 1999: 40) Maradona (London: Bloomsbury).
Carlin, J. 1999 “Locos por el fútbol” in El País
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Review of Ballet across Borders:
Career and Culture in the
World of Dancers* **

T he anthropology of dance has tradition-


ally focused on dance in non-Western
societies and, in particular, on ritual perfor-
Wulff shows that the transnational nature of
the ballet does not totally displace the impor-
tance of national traditions. All the cases share
mances. Dance studies have been about move- a set of work practices and what she calls the
ment, whereas Helena Wulff writes about the “international non-verbal language” (p. 38) that
careers of ballet dancers as they extend from allows ballet to transcend national boundaries.
ballet school to established professional West- A professional classical dancer belongs to a
ern companies. Her study is multilocal and transnational world because she or he can per-
transnational, as is the ballet, and draws on form local productions of classical ballets at
ethnography of three national classical compa- short notice. Differences appear when national
nies—the Royal Swedish Ballet in Stockholm, styles, forms of employment, and funding sys-
the Royal Ballet in London, and the American tems are at issue. Wulff’s observations of the
Ballet Theatre in New York—as well as eth- persistence of national ballet styles are fasci-
nography of the contemporary company Bal- nating: English dancers are “reserved,” Rus-
let Frankfurt, which mostly performs dance sians “dramatic,” French “chic and technically
production created by its artistic director and perfect,” the Danish are “cute,” and U.S. danc-
choreographer William Forsythe. ers are “athletic” (pp. 41-42). Transnational
careers, however, have produced a mixture of
* Wullf, Helena 1998 Ballet across Borders: Career styles, and today’s dancers nowadays are stylis-
and Culture in the World of Dancers (Oxford: Berg). tic hybrids. Wulff’s findings indicate that ballet
** This review was originally published in American people—dancers, choreographers, and coach-
Ethnologist 2000, vl. 2. es—are constantly working on the boundaries
708 Eduardo Archetti - Antología esencial

between transnational and national cultural Wulff is not afraid to insist that culture still
and social processes. exists and that it is possible to study culture in
Chapter 3, perhaps the best in the book, is an objective way. In chapter 4, she portrays the
intriguing and deals with work as vocation. classical ballet culture as different from that of
The author describes the painful process of contemporary ballet because of its strong em-
learning the approximately 200 steps of clas- phasis on tradition and hierarchy. The social
sical ballet and how students are socialized world of ballet is in many ways closed. Such
into a sophisticated decorum that calls for boundaries arise not only through the previ-
extreme forms of politeness. The decision ously discussed presence of ex-dancers but
to become a professional dancer—a profes- also because the long working hours and the
sion demanding discipline, suffering, and intimacy created in this particular atmosphere
hard work—is a mix of a call or revelation at provoke the proliferation of what Wulff calls
a young age, the support of strong mothers, multiplex network links—coworkers in ballet
and the presence of an extraordinary teacher. companies become spouses, lovers, friends,
The ballet world is highly competitive; it is fiancé(e)s, and, of course, ex-lovers and ex-
based on ranking and well established hierar- spouses. Ballet companies or “families” (p. 89)
chies. At the same time, life in a ballet compa- may have up to three generations of dancers,
ny—especially in the huge companies Wulff which facilitates the reproduction of habits,
describes—is marked by a profound camara- ideas, meanings, and expectations. All mem-
derie and widespread generosity. Aging and bers of a company take part with great enthu-
retiring are the most pronounced problems siasm in nicknaming dancers, ballets, and vari-
for dancers, more so than competition. Bal- ations of steps; creating a safe space in dress-
let dancing is an intense but short career and ing rooms, out of the control of coaches and
many dancers, like professional soccer play- choreographers; expressing resistance; joking;
ers or athletes, remain in companies as teach- and managing different kinds of information.
ers or coaches or through work in the ballet Wulff concludes her book by presenting the
company’s administration. The non-dancing dancers’ culture of pain and injury. Readers
working world in a company is mostly com- learn that coping with pain is a central part of a
posed of former dancers. professional dancer’s life. Very few dancers es-
Review of Ballet across Borders: Career and Culture in the World of Dancers709

cape traumatic experiences of long injuries. A beliefs in mystical beings. Wulff observes that
dancer is always in search of moments of flow, even the plots of the Romantic classical ballets
when the feeling of body control and the power often feature mystical powers of witches, ma-
associated with it is at stake, and this involves gicians, and fairies as crucial for the course of
a constant struggle against hardships. events. She discusses the importance attached
The last two chapters deal with the impor- to a dancer’s final performance. The final per-
tance of performances, which are full of con- formance of an unknown dancer occurs in the
ventions. Being judged by the public is the backstage of the company; only the great danc-
crucial moment in the world of ballet. Dancers ers end their performing careers in front of the
control their stage fright in different ways, and public. In all cases dancers celebrate by devis-
not only through discipline and repetitions. ing practical jokes for final performances.
They usually ask supernatural powers to fa- Wulff’s ethnography is original. To make
cilitate a good performance. Technological sense of the transnational and national cultures
and practical routines are supported by strong of four ballet companies is a great achievement.
Review to
Sport, identity and ethnicity * **

U ntil recently, sport has been an underrated


field of study in anthropology and with
very few exceptions a rather ‘minor arena for
in or to watch these non-violent contests of
bodily skill and strength? (1986: 19). Bourdieu
(1984), accepting the thesis of control and
theory building in the social sciences. The ex- discipline, added an important dimension to
pansion and the regulation of the practice of the interpretation of sports activities, suggest-
sport in leisure time are key aspects of Elias’s ing that the social and symbolic relevance of
sociological theory on the civilising process sports is intimately related to class identities,
in modern societies (as was the ‘courtisation’ contradictory bodily images and conflicting
of nobles in continental Europe from the six- value preferences.
teenth century onwards). In Elias’s evolution- This book can be seen as a presentation of
ist historical view, violent bodies and strong more conventional and interesting anthropo-
emotions can be (and are) disciplined through logical findings than an attempt to contribute
sport. Most types of sport embody an element to general theories on the meaning of sport in
of competition. In his approach empirical stud- identity construction or on the significance of
ies of sport must ask the same question. these types of bodily exploit for expanding the
What kind of society is it where many peo- scope of theories of ritual and cultural perfor-
ple use part of their leisure time to take part mance. The introduction by MacClancy states
clearly that the anthropological analysis of
* McClancy, Jeremy (ed.) 1996 Sport, identity and sport is not a reflection of society, but a means
ethnicit (Oxford/New York: Berg). of reflecting on society (: 4).
** This review was published in Social Anthropology, Sport, understood as a central and not mar-
1999, volumen 7, Issue. ginal activity, is conceived as a fruitful device
712 Eduardo Archetti - Antología esencial

for capturing important cultural, historical Hidden motives of actors, successes and
and social processes; the contributions are not failures, humorous inversions and ironies are
aimed at singling out a field of anthropology of represented and lived in the wrestling festival.
sport. This strategy is welcome; our discipline The rules of power are not transparent and one
does not need a new specialisation. cannot always play ‘by the rules’. Wrestling al-
Sports represent a complex space for the lows for an experience of the contradictions of
display of identities as well as an arena for power and helps us cope creatively and criti-
challenging dominant social and moral codes. cally with them.
MacClancy’s analysis of female bullfighting in Sport can divide as much as unite. Elias’s
Spain is a case in point. He demonstrates how model, based on harmony, emotional control
anthropologists have unproblematically ac- and social discipline, is difficult to realise.
cepted bullfighting asexclusively male in spite Stuart shows how the introduction of football
of the fact that over the last two centuries to colonised populations in Southern Rhode-
women have been bullfighters, taking the same sia did not produce acquiescent young male
risks and bearing the same scars as the male workers. Football played an important role
matadores. Thus, they contested the dominant in the construction of an African urban iden-
ideology which promoted an image of the ac- tity and became an arena for political contest.
tive male and the passive female. MacClancy By striking against the white control of their
shows that female bullfighting in Spain was league and obtaining recognition of their in-
usually banned by conservative governments dependent association in 1953, the African
and allowed by progressive ones. The chapter players won an outstanding victory in an op-
by Stokes on Turkey illustrates the complex pressive situation. PninaWerbner, in a com-
relations between the wrestling ethos of Aba, plex and ethnographically rich chapter, shows
a traditional sport practised in the province of how the conflict of generations among Brit-
Hatay, and the dominant constructions of mas- ish Pakistanis is expressed through the prac-
culinity. The festival of wrestling in Hatay ena- tice of cricket. The young British Pakistanis
bles one to see that the ideology of honour and celebrate a culture of fun by playing cricket.
competition between honour equals is difficult This makes it possible to draw on their South
to realise in everyday life. Asian, non-Islamic roots, in order to oppose
Review to Sport, identity and ethnicity713

the Islamic rigidity of their fathers’ genera- ticipants in the regatta keep alive skills and
tion. Parkes demonstrates the interplay be- traditions which they consider essential to
tween polo and politics. The polo-playing elite its threatened continuity. The regatta is at the
Pakistanis accepted the changes of the rules same time a sport, the present in the present,
of their traditional game, developed by British and a ritual, the past in the present, these two
officers in the nineteenth century and export- aspects united by the desire of the local Vene-
ed to the entire world. tians for identity.
This civilised version of an equestrian tra- The importance of the football club, Athletic
dition was imposed on local populations. In Club of Bilbao, for Basque nationalism is clear-
a once socially democratic game, new rules, ly developed by MacClancy. Key dimensions in
which also included the introduction of expen- the reproduction of a nationalist Basque im-
sive Punjabi ponies, produced a sharp distinc- agery through football are found in the search
tion between the elite and rural villagers. Thus, for purity (la cantera), as only Basque play-
the historical transformation of indigenous ers were accepted until very recently, and the
polo in Pakistan makes possible an analysis of affirmation of a style based on courage and
the politics of regional identity. strength (la furia vasca), Athletico Bilbao was
The fascinating presentation of the Venice seen, especially under Franco’s regime, as the
regatta by Sciama illustrates the complex re- symbol and the power (it was a winning team
lationship between historical traditions and for years) of the Basqueland.
contemporary problems. In the past the regatta The book presents a diversity of sports,
was imagined as a celebration of community, some of them marginal by world standards of
but was later suppressed because it created practice and popularity. However, the signifi-
competition and conflicts between different cance of these sports is understood by the way
quarters of the city. the authors integrate in their studies historical
The present revival and its transforma- traditions, politics of identity and culturally
tion into a sport with the gallery of heroes is constructed realities. As MacClancy writes in
seen by the author as a need to affirm a local the introduction, ‘sport does not merely “re-
identity in moments of crisis. In the context veal” underlying social values, it is a major
of Venice’s environmental problems, the par- mode of their expression’ (: 4).
714 Eduardo Archetti - Antología esencial

References Elias, Norbert 1986 ‘Introduction’ in


Norbert Elias and Eric Dunning
Bourdieu, Pierre 1984 ‘Comment peut-on Quest for excitement. Sport and
être sportif?’ in Questions de sociologie leisure in the civilising process
(Paris: Minuit). (Oxford: Blackwell).
Pantone 315 U
Formato: 20x20 cm /// Lomo: 4,8 cm

El Consejo Latinoamericano de Ciencias


Sociales (CLACSO) es una institución internacional
no-gubernamental con status asociativo en la UNESCO,
creada en 1967. Actualmente, reúne 609 centros de in-
duardo Archetti ha sido uno de los antropólogos más
conocidos y apreciados en América Latina. Esta es una
recopilación de su obra. Merecido homenaje de CLACSO, de
La tercera parte se centra en los estudios de la sierra ecuato-
riana y publicamos en versión completa el trabajo sobre “el Cuy”.
Este es quizás uno de los estudios antropológicos de mayor
Eduardo Archetti Eduardo Archetti nació en la provincia de San-
tiago del Estero el 12 de abril de 1943. Se formó en
la Universidad de Buenos Aires, donde tuvo vincu-
lación con intelectuales como Gino Germani, Juan
vestigación y posgrado en el campo de las ciencias sus colegas y amigos a un gran intelectual latinoamericano. calidad que se hayan hecho, no solamente en América Latina, y
sociales y las humanidades en 46 países de América
Latina, Estados Unidos, Canadá, Alemania, España,
Francia y Portugal.
Nacido en Santiago del Estero, Argentina, estudió
antropología en Buenos Aires y luego realizó sus estudios
un modelo de análisis y metodología crítica. En este notable
trabajo Archetti muestra su potencial como antropólogo, convir-
Antología esencial Carlos Portantiero y Eliseo Verón. Cursó sus estu-
dios de posgrado en Francia, donde se convirtió en
èleve titulaire y candidato a Doctorat de Troisième
de doctorado en Francia. Fue profesor de la Universidad de tiendo a este singular estudio en un modelo metodológico. Cycle, en l'Ecole Pratique des Hautes Etudes. Allí
Sus principales objetivos son:
• Promover la investigación social para el combate a la Oslo, FLACSO de Buenos Aires, y dirigió el Posgrado de De- La parte final se refiere a los estudios culturales que el obtuvo su doctorado francés en 1976. Archetti
pobreza y la desigualdad, el fortalecimiento de los sarrollo Rural de CLACSO en Quito, entre muchas otras antropólogo inició en lo que sería el período final de su había ingresado a l'Ecole con la aceptación y super-
derechos humanos y la participación democrática. visión de Alain Touraine. Además de los cursos que
actividades y responsabilidades. trabajo intelectual y su vida. Son estudios sobre los “elemen-
• Contribuir, desde los aportes de la investigación tomó por entonces con Claude Meillassoux, Mauri-
académica y del pensamiento crítico, a promover polí- Su obra es múltiple y la hemos dividido en cuatro tos fundantes” de la cultura argentina. El tango, el fútbol, las
ce Godelier, Leroy Ladurie, Dan Sperber, Georges
ticas de desarrollo sustentables en términos económi- momentos, que muchas veces fueron simultáneos o se actividades ecuestres; en fin: un conjunto de debates sobre la Balandier, y Claude Levi-Strauss, también cursó un

Eduardo Archetti
Antología esencial
cos, sociales y ambientales. traslaparon en el tiempo. masculinidad, el machismo y sus consecuencias, que sin duda seminario con un profesor visitante especialista en
• Tender puentes entre la investigación social y las En una primera parte de este libro consignamos los abren una mirada de gran perspectiva crítica. el Caribe, el norteamericano Sidney Mintz, quien lo
políticas públicas, impulsando acciones innovadoras,
creativas y viables ante los grandes desafíos sociales, estudios rurales y campesinos. Archetti fue un precursor Como toda clasificación, ésta es arbitraria, dejando fuera introdujo a la antropología social.
educativos, culturales y ambientales de América Latina y un referente insoslayable en los estudios agrarios y aspectos probablemente también importantes de su obra. No
y el Caribe.
sobre campesinado en América Latina. tenemos duda que esta recopilación será de gran utilidad para En 1976 fue designado como investigador y docen-
• Apoyar la formación de redes de investigadores/as e te en el Departamento de Antropología de la Uni-
instituciones que actúan en el campo de las ciencias En una segunda parte se publica parte de las investigacio- quienes trabajan en el pensamiento sociocultural, para la
versidad de Oslo. Ya instalado en Europa, comen-
sociales y las humanidades. nes que realizara junto a Kristi Anne Stølen, sobre los produc- antropología crítica, y seguramente será un texto obligado en zó a trabajar, junto a otros antropólogos europeos,
• Fortalecer los procesos de internacionalización aca- tores, muchos de ellos descendientes de colonos del norte de las escuelas de antropología, sociología, agronomía, desarro- en la creación de la Asociación Europea de Antro-
démica en América Latina y el Caribe. Santa Fe, en Argentina; se trata de un complejo y completo llo rural, y desarrollo cultural. pólogos Europeos (EASA), de la cual fue miembro
• Ampliar la cooperación y el diálogo académico fundador, secretario general, y editor de su revista
Sur-Sur y Norte-Sur.
estudio sobre sectores sociales y productivos pocas veces
analizados en nuestros países. JOSÉ BENGOA Social Anthropology / Antropologie Sociale entre
• Estimular el desarrollo y la consolidación de las
1999-2002.
ciencias sociales y del pensamiento crítico en los países
más pobres de América Latina y el Caribe.
• Intervenir en el debate público nacional y regional, Precursor de los estudios agrarios en América
aportando las perspectivas y contribuciones de la Latina y autor de una obra múltiple y profusa,
investigación social basada en resultados. Patrocinado por entre sus principales títulos se encuentran Explo-
• Colaborar con la formación de agentes gubernamen- tación familiar y acumulación de capital en el
tales, activistas sociales y profesionales de la prensa en campo argentino (con Kristi Anne Stølen, 1975);
temas sociales, educativos, culturales y ambientales, El cuy (1992); Hibridación, diversidad y genera-
acercándolos a problemáticas abordadas desde las cien-
Agencia Sueca de Desarrollo Internacional lización en el mundo ideológico del fútbol y el
cias sociales y a las evidencias que la investigación
social aporta. polo (1997); El potrero, la pista y el ring: Las
• Generar condiciones de acceso abierto a la producción patrias del deporte argentino (2001); Masculini-
académica latinoamericana y caribeña, contribuyendo a dades: fútbol, tango y polo en la Argentina.
la democratización del acceso al conocimiento y per-
mitiendo su más activa utilización por parte de los Selección e introducción a cargo de Falleció en Noruega en el año 2005.

JOSÉ BENGOA
gestores de políticas públicas, las organizaciones sociales
y ciudadanas, la prensa y el propio sistema universitario.

ISBN 978-987-722-237-1

COLECCIÓN ANTOLOGÍAS DEL PENSAMIENTO


9 789877 222371 SOCIAL LATINOAMERICANO Y CARIBEÑO
ARCHETTI

Black

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