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Aprendizaje Socio-emocional

El objetivo de este texto es el diseño de un taller sobre aprendizaje socio-emocional, para esto se
debe abordar inicialmente la temática mediante literatura pertinente para conceptualizar de
manera correcta y entender sus implicaciones con el fin de que el diseño de la actividad sea
directamente coherente a lo que se quiere lograr a nivel socio-emocional. Inicialmente se
desarrollara el tema con ayuda de fuentes y autores que conceptualizan el tema de aprendizaje
emocional y posteriormente se procederá a desarrollar el taller con base a el conocimiento
abstraído de la revisión de la literatura.

En la sociedad se tiene la expectativa ya definida de lo que se espera de los niños cuando


cumplan un rol de más responsabilidades al momento de inscribirse en ella como personas que
afectan y son afectados por los demás, Maurice J. Elias (2003) manifiesta unas de estas
expectativas: que estén alfabetizados y sean capaces de utilizar el poder de la palabra escrita y
hablada en diferentes formas; que entiendan las matemáticas y las ciencias para fortalecer su
capacidad para pensar de manera crítica, cuidadosa y creativa; que tengan capacidad de
resolución de problemas; que puedan asumir responsabilidad por su salud y su bienestar
personal; que desarrollen relaciones con los demás y con personas de culturas diferentes; que
sean individuos comprensivos y respetuosos hacia los demás; que comprendan cómo trabaja su
sociedad y que desarrollen un buen carácter para tomar decisiones.

Para que el estudiante adquiera esta serie de capacidades o competencias pasa por un proceso de
aprendizaje socio-emocional que consiste en las herramientas intelectuales y practicas dentro de
la institución, que son posibles por el entorno cercano del niño (educadores), a lo que Vygotsky
(Tascón Trujillo, 2003) le llamó zona de desarrollo próximo, específicamente zona de desarrollo
potencial en la que se interactúa con la persona que ya domina el tema o los conocimientos que
compartirá posteriormente, por la que pueden aprender a cómo entablar una buena relación con
los que lo rodean, comunicarse de manera correcta y desarrollar sensibilidad hacia los demás y
sus necesidades.
“El aprendizaje académico y socio-emocional efectivo y duradero se construye con base en
relaciones cuidadosas y comprensivas en un ambiente escolar y de salón de clase cálido pero
exigente” (Elias, 2003, p. 13). Es decir, que para que el aprendizaje socio-emocional se dé en los
estudiantes debe de cumplir con unos requisitos por parte del docente, en este caso Elias (2003)
ofrece algunas recomendaciones: saludar a todos los estudiantes por su nombre cuando llegan,
comenzar o terminar la jornada con periodos breves de reflexión sobre lo que acaban de aprender
y lo que les gustaría aprender, proponer reglas en el salón que provoquen conductas positivas
como la cooperación, asegurarse de que las reglas son claras y justas, mostrar interés en la vida
personas de sus estudiantes y preguntarles en que ambientes aprenden más y cuales menos. Los
que quiere decir que el profesor juega un papel muy importante para la construcción del
aprendizaje socio-emocional del estudiante.

Para la configuración de este aprendizaje se ve implicado una participación activa de profesor y


estudiante, en la que se involucra el aspecto social y el afectivo. En la interacción en este bucle
de aprendizaje el docente cumple con un componente social en el que establece una relación de
confianza con sus alumnos, pero sin perder el estatus jerárquico o de autoridad, es el que
promueve el conocimiento y se encarga de que su abstracción sea adecuada y efectiva,
comprende los errores y los retroalimenta, exige un nivel de funcionamiento y clarifica
conceptos; las variaciones afectivas son el otro componente del aprendizaje en el que el
estudiante reconoce los sentimientos propios, los de su docente y compañeros, en el que se siente
importante para el docente y con confianza de hablar con él, expresarle lo que piensa, siente y
cree; por ende el docente juega también un papel relevante en este componente identificando las
emociones de sus estudiantes y haciéndolos sentir lo más cómodos posible dentro de esta
experiencia, valorando sus esfuerzos, promoviendo un ambiente cooperativo e involucrando
factores motivacionales, pero no puede perder de vista la autonomía del estudiante para que el
aprendizaje sea independiente y se pueda reproducir en otras situaciones de vida (Nuñez del Rio
y Fontana, 2009).

Para una mejor efectividad la organización CASEL plantea una serie de habilidades esenciales
del profesor para establecer un aprendizaje socio-emocional en los estudiantes:
Identifique los sentimientos –reconozca y clasifique los sentimientos propios y de los alumnos; sea
responsable –haga conciencia de la obligación por asumir conductas éticas, seguras y legales; reconozca las
fortalezas –identifique y cultive sus cualidades positivas; maneje las emociones –regule los sentimientos, a
fin de que sean útiles, en vez de que sean un obstáculo para el manejo de situaciones; entienda las
situaciones –comprenda con exactitud las circunstancias de cada uno; fije objetivos y planes –establezca y
trabaje por el logro de resultados de corto y mediano plazo; resuelva problemas con creatividad –
comprométase con un proceso creativo y disciplinado para explorar posibles alternativas que conduzcan a
una acción responsable y enfocada en objetivos: preocúpese por los alumnos mostrando empatía; respete a
los demás –ellos merecen ser tratados con amabilidad y empatía como parte de la humanidad a la que todos
pertenecemos; reconozca la diversidad –entender que el individuo y las diferencias de grupo se
complementan y dan fortaleza y adaptación en el mundo que nos rodea.; comuníquese con eficacia –utilice
habilidades verbales y no verbales para expresarse y promueva intercambios eficaces con los demás;
establezca y mantenga lazos saludables y gratificantes con individuos y con grupos; identifique necesidades
y busque la asistencia y el apoyo apropiados para satisfacerlas y alcanzar objetivos. (Citada por Elias, 2003,
pp. 15, 16)

En conclusión para el establecimiento de un aprendizaje socio-emocional, se debe de tener en


cuenta un bucle de aprendizaje constituido por el estudiante y el profesor, en el que el profesor
juega un papel muy importante para que este aprendizaje tenga lugar en el estudiante que realiza
una abstracción y comprensión del mismo con la ayuda de las habilidades puestas en acción del
profesor. Esta interacción en ultimas termina siendo crucial para el aprendizaje global del escolar
y para el resto de su vida, puesto a que esto sería parte de la base de sus conocimientos, es decir
que con este aprendizaje se establece la plataforma base de los conocimientos básicos que debe
tener un estudiante para inscribirse en una sociedad y cumplir con las exigencias o expectativas.
Referencias Bibliográficas

Elias, M. (2003). Aprendizaje académico y socio-emocional. Mexico: Educational practices


series, 11. Pp 1-50. Recuperado de
http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001294/129414s.pdf

Núñez del Rio, M. & Fontana, M. (2009). Competencia socioemocional en el aula:


características del profesor que favorecen la motivación por el aprendizaje en alumnos de
enseñanza secundaria obligatoria. Madrid: REOP, 20 (3). Pp 257-269. Recuperado de
http://www.redalyc.org/html/3382/338230783005/

Tascón, T. (2003). La función constructivista de la Mediación: el mediador y el aprendizaje


mediado. Anuario de Filosofía, Psicología y Sociología (6). Pp 117-130. Recuperado de
https://acceda.ulpgc.es/bitstream/10553/3642/1/0237190_02003_0006.pdf

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