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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ

FACULTAD DE ECONOMÍA

“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD”

LA AGROECOLOGIA PERUANA

Estudiante:

Paucar Siuce Esther Fany

Catedrático:

Dr. Luis Cárdenas Espejo

Cátedra:

Economía y Política Agraria

Semestre:

VII

HUANCAYO – PERÚ

2019
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La Agroecología Peruana

La humanidad está enfrentando grandes desafíos, una buena parte de los problemas que

padece es la degradación y pérdida de los suelos. Según López Falcón (2002) nos dice que, “el

suelo en su composición de uso primario es susceptible de recibir impacto que puede expresarse

en diferentes formas de degradación e inclusive en la perdida irreversible del mismo” (pág.

165). El Perú presenta el 54% de la superficie con degradación moderada, severa y muy severa,

por encima de países como Chile, Brasil, México, Holanda, Noruega, Egipto, etc. El deterioro

de este componente esencial para la producción agrícola, desencadena otros fenómenos, como

es la perdida de fertilidad, debido a la perdida de nutrientes, perdida de la biota del suelo, la

compactación de las tierras de cultivo, la salinización de las aguas que son utilizadas para el

riego, perdida de la superficie agrícola producto del crecimiento urbano e industrial; los daños

que ocurren en los cultivos producto de la irrigación con aguas contaminadas, la erosión de la

agro biodiversidad local, la extinción de variedades de la fauna silvestre y la escasez de agua

en algunas regiones por la deforestación de los bosques. Cuando esto ocurre, el ser humano no

puede cultivar, o las producciones de las cosechas son exiguas, por ello se resalta la importancia

del tema de agroecología.

Para el caso peruano el movimiento agroecológico ha avanzado en la propuesta de la

soberanía alimentaria como alternativa frente al cambio climático, en la defensa de una

alimentación saludable y en lucha contra la pobreza especialmente en el campo, razón por la

cual el presente ensayo se dirigirá principalmente a explicar las distintas dimensiones de la

agricultura. Finalmente se describirá la necesidad de una cohesión social para promover la

agroecología. A partir de los temas resaltados se plantean las siguientes cuestiones, con las

cuales al final del presente trabajo se podrá realizar una apreciación crítica sobre la

agroecología peruana: ¿Cuál es la situación de la agroecología peruana?, ¿En dónde yace su


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importancia?, y ¿Cómo facilitar propuestas viables y sostenibles en el tiempo con los sistemas

de producción agroecológica?

Como primer paso y antes de responder a las cuestiones planteadas se tratará de definir

a la agroecología, para ello se considerará el concepto de Sevilla & Woodgate (1997) quien

explica que “la agroecología se define como el manejo sustentable ecológico de los

agroecosistemas, mediante la acción social colectiva, como alternativa al modelo de manejo

agroindustrial” (pág. 83), donde se puede enmarcar como una propuesta alternativa al modelo

convencional para la producción de alimentos, con una base sostenible de los recursos

naturales. Una vez ya conceptualizada a la agroecología se procederá a responder las

interrogantes planteadas.

Para responder a estas preguntas primero se debe resaltar las dimensiones de la

agroecología. La primera dimensión de la Agroecología es la ecológica y técnico-productiva

centrada en el diseño de los agroecosistemas, siendo la ecología el marco científico de

referencia que en diálogo con el conocimiento tradicional campesino e indígena proponen la

redefinición de los fundamentos técnicos de la agronomía, la veterinaria y las ciencias

forestales. Como mostró Stephen Gliessman (1990) al analizar el manejo tradicional en

México, los campesinos “han desarrollado a través del tiempo sistemas de mínimos inputs

externos con una gran confianza en los recursos renovables y una estrategia basada en el

manejo ecológico de los mismos”; así, la manera en que cada grupo étnico alteró, y altera, la

estructura y dinámica de cada ecosistema supone la introducción de una nueva diversidad -la

humana- al dejar en el manejo el sello de su propia identidad cultural. La segunda dimensión,

sociocultural y económica, se caracteriza por un fuerte contenido endógeno, prioritariamente a

través del análisis sociológico y antropológico de las comunidades campesinas y rurales, las

estrategias productivas y los procesos de desarrollo rural prioritarios, aunque no

exclusivamente, a través de técnicas de investigación-acción-participativa. La naciente ciencia


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económica concibió su razón productivista en un determinado contexto ideológico, dominante

en el mundo occidental en la actualidad donde (1) “la población posee un afán continuo e

indefinido de acumular riquezas”, (2) “la riqueza es susceptible de ser ‘unificada y

monetarizada’ posibilitando así tal acumulación”, (3) “las personas son capaces de producir

riqueza, siendo el trabajo el instrumento básico del tal producción” Naredo Pérez (2006: 162).

Finalmente, la dimensión política de la Agroecología se traduce en la implicación

práctica en la construcción de alternativas a la globalización agroalimentaria mediante el apoyo

y acompañamiento de acciones colectivas, tanto productivas, de comercialización como de

lucha política. En esta última dimensión la Agroecología se articula con la propuesta científica

de los estudios campesinos, por un lado y con la propuesta de la soberanía alimentaria. Esta

dimensión de la Agroecología se mueve en lo que Garrido Peña (1993) define como

transpolítica, en el sentido de “reinterpretar la cuestión del poder, insertándola en un modelo

ecológico, de lo que se desprende que el ámbito real del poder es lo social como organismo

vivo, como ecosistema. Es el enfrentamiento entre un modelo de sistema artificial, cerrado,

estático y mecanicista (el Estado); y un modelo de ecosistema dinámico y plural (la sociedad)”

(pág. 8). Igualmente la dimensión política de la Agroecología se mueve en formas de relación,

con la naturaleza y con la sociedad, lo que Joan Martínez Alier (1992) define como la ecología

popular, como defensa de los etnoagroecosistemas a través de distintas formas de conflictividad

campesina y ciudadana ante los distintos tipos de agresión de la “modernidad”. Se trata de

intervenir, desde muy distintas instancias, en la distribución actual de poder para tratar de

modificarla.

En Perú, el Ministerio del Ambiente ha venido dando muestra clara de su apoyo a

iniciativas de la AFAC a través de acciones estratégicas de planificación para la gestión

sustentable de los recursos naturales, así como brindando apoyo a las iniciativas de los

agricultores ecológicos. Por otro lado, el Programa de Desarrollo Productivo Agrario Rural -
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Agrorural- es una unidad ejecutora adscrita al Vice Ministerio de Agricultura, que a través de

su Dirección de Operaciones fomenta y desarrolla la producción agroecológica orientada a

pequeños y medianos productores.

El Ministerio de Agricultura del Perú está integrada en el Grupo de Trabajo sobre

Agricultura Familiar Agroecológica Campesina que está dentro de El proyecto Promoción de

la Agricultura Familiar Agroecológica Campesina en la Comunidad Andina; este proyecto

tiene como objetivo proponer y posicionar a la Agricultura Familiar Agroecológica Campesina

(AFAC) como una estrategia para poder abordar objetivos de conservación y uso sostenible de

la agrobiodiversidad, así como alcanzar la seguridad alimentaria, estando orientado

principalmente hacia el sector de la llamada agricultura familiar. Asimismo Flores (2011)

consultora principal del Proyecto “Promoción de la Agricultura Familiar Agroecológica

Campesina1 en la Comunidad Andina” , señalo que “En Perú su mayor capital, además de las

experiencias AFAC, es el capital institucional con la que cuenta”, no sólo ha logrado conformar

un frente campesino de base amplia como lo es una Asociación Nacional de Productores

Ecológicos, sino que también ha logrado articular a la sociedad civil a través de un consorcio

nacional con diversas organizaciones de alcance nacional que tienen en la agenda como punto

prioritario impulsar la AFAC. Perú es referente en experiencias AFAC, en mercados ecológicos

y en articulación institucional. Sin embargo, su punto más débil se presenta en el contexto

político que por más esfuerzo que la sociedad civil haya invertido en el diálogo con el sector

público, muy poco se ha conseguido a nivel central. Las regiones muestran un accionar

dinámico descentralizado que puede incidir paulatinamente en las políticas nacionales.

Con respecto a la problemática de Cohesión Social que se requiere para la promoción

del uso de la agroecología mencionaremos a Altieri y Nicholls (2000) que indica que “la

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Campesino es aquel que tiene una relación directa con la tierra y la naturaleza, a través de la producción de
alimentos.
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pobreza, la inseguridad alimentaria y social, el deterioro de la salud y la degradación ambiental

son problemas que aún aquejan a la población mundial, particularmente la de carácter rural”,

que para contrarrestarlos se desarrollan proyectos que trabajan con el objetivo de construir

alternativas de acción y, así mejorar el aprovechamiento de los recursos naturales y humanos

para solventar dichos problemas de carácter socioeconómico.

Como último punto para resaltar la importancia de la cohesión social considerando a

Moreno y Pol (1999) quienes señalaron que “la sostenibilidad no es posible sin un mínimo de

cohesión social pues cuando se privilegian las estrategias individuales de supervivencia no es

posible esperar ni pedir solidaridad intra ni intergeneracional”. Teniendo en cuenta todo lo

señalado concretado especialmente bajo el término de ausencias detectadas en los proyectos de

agricultura orgánica en Perú, se determina que el principal problema es la ausencia de un

Programa Adecuado para el Desarrollo de la Agroecología en el mismo. También según

Brundtland (1987) como se citó en Bravo (2010) habla de “promover el desarrollo sustentable

definido como satisfacer las necesidades básicas y las aspiraciones de bienestar de la población

presente, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para la satisfacción de sus

necesidades y aspiraciones”, muchas estrategias y proyectos agrarios han fracasado en los

últimos años en relación a la temática que nos ocupa por no haber considerado a la familia rural

como el recurso más importante para promover y protagonizar tanto el desarrollo agropecuario

desde el punto de vista de una gestión más ecológica de los principales recursos naturales

involucrados (suelo y agua), como para el desarrollo humano de la sociedad rural. Se hace

totalmente imprescindible la capacitación de dicho sector social como factor implícito en el

desarrollo sostenible de la misma.

Frente a los problemas de salud y cambio climático yace la agroecología. Según Altieri

(1999), surge como un enfoque nuevo al desarrollo agrícola más sensible a las complejidades

de las agriculturas locales, al ampliar los objetivos y criterios de agrícolas para abarcar
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propiedades de sustentabilidad, seguridad alimentaria, estabilidad biológica, conservación de

los recursos y equidad junto con el objetivo de una mayor producción. (pág. 165), al explicar

cada una de estas complejidades vemos que la agroecología es una ciencia multidisciplinaria

el cual es necesario promoverlo.

Descritas ya las dimensiones y el yacimiento de la agroecología peruana ¿convendría

mejorar la difusión de la práctica agroecológica?; antes de responder esta pregunta primero se

debe resaltar la importancia de la actividad agroecológica, la cual es que posibilita una

producción más sana y con mayor calidad, en cantidades sostenibles y sin dañar el medio

ambiente; además de contribuir a la no dependencia de los agroquímicos. Asimismo, el

agrónomo y experto francés Dufumier (2019), señaló que los elementos tóxicos que aún se

utilizan en la agricultura pueden provocar cáncer y otras enfermedades como alzheimer o

parkinson. “Los jóvenes y las personas mayores que están expuestos a esos productos tóxicos

pueden verse afectados en su salud”, durante la conferencia que ofreció en la Convención

Nacional del Agro Peruano (Conveagro). El derecho a producir implica la defensa de la

agricultura campesina sostenible, es decir, de los sistemas de manejo agroganaderos

tradicionales orientados a mercados locales basados en el conocimiento empírico de la

biodiversidad, en coincidencia clara con la Agroecología. Así, técnicos de distintas ONG

ecologistas y de ayuda al desarrollo, al interrogarse por cuál es la tecnología apropiada para la

soberanía alimentaria, afirman que una tecnología agroecológica (Fernández Zuch, 2006). La

soberanía alimentaria se centra pues en la redefinición del sistema agroalimentario con

principios agroecológicos donde la producción de alimentos resida en sistemas productivos

locales agroecológicos en manos de campesinos y agricultores familiares destinados a

alimentar a la población local a través de mercados locales donde prevalezcan relaciones de

poder equilibradas que permitan vivir a los campesinos y acceder a los alimentos a precios

razonables. Entonces con ello haremos énfasis en las condiciones generales que se deben
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cumplir partiendo desde la óptica de la economía ecológica, siendo esta una estrategia de

desarrollo definida como sostenible y sustentable, para lo cual se utilizaran criterios de

valorización económicos-ecológicos de los predios rurales.

Apreciación Crítica

El tema de agroecología peruana propone una nueva mirada hacia los sistemas

agroganaderos y agroalimentarios que permita visibilizar, fortalecer y difundir los procesos de

resistencia y de construcción de alternativas alimentarias que actualmente están teniendo lugar

en distintas partes del planeta. Las propuestas agroecológicas para un desarrollo rural de base

campesina y para la construcción de redes alimentarias que articulan producción y consumo de

forma directa y equitativa se fundamentan en las praxis cotidianas de comunidades indígenas,

campesinas y de agricultura familiar en alianza con grupos de consumidores y otros grupos de

la sociedad civil, incluidos movimientos sociales y políticos en torno a la agricultura y la

alimentación. En el presente trabajo se mencionó las razones para la promoción en la

revitalización de la agricultura a pequeña escala y en los procesos sociales demuestran que la

participación entre la comunidad y el empoderamiento local son las únicas opciones viables

para satisfacer las necesidades alimentarias regionales, en esta era de aumento constante de los

precios del petróleo y de cambio climático global. Entonces es necesario identificar a todos los

agricultores agroecológicos familiares que abastecen mercados locales.


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Referencias Bibliográficas

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