Está en la página 1de 9

SEÑALIZACIÓN Y RECONOCIMIENTO CELULAR.

Una vía de señalización intracelular común conduce a la dilatación de los vasos sanguíneos. Una
vez que la señal decrece, la respuesta es terminada por la enzima. También se muestra una
molécula multicolor que bloquea la acción de la enzima y mantiene los vasos sanguíneos dilatados.
Los compuestos inhibidores enzimáticos como este, se prescriben para el tratamiento de
enfermedades.

La comunicación intracelular es absolutamente esencial para los organismos multicelulares como


los seres humanos y los robles.

Las células de tipo de apareamiento a secretan una señal denominado factor a, que puede unirse a
proteínas receptoras especificas de las células α cercanas. Al mismo tiempo, las células α, se unen
a los receptores sobre las células a. Sin entrar realmente en las células, los dos factores de
apareamiento determinan que las células crezcan la una hacia la otra e induzcan otros cambios
celulares. El resultado es la fusión, o apareamiento, de dos células del tipo opuesto. La célula a/ α
nueva contiene todos los genes de ambas células originales, una combinación de recursos
genéticos que proporcionan ventajas a los descendientes de las células que surgen por divisiones
celulares.

El proceso por el cual una señal sobre una superficie celular se convierte en una respuesta celular
es una serie de pasos denominados vía de transducción de señales.

SEÑALIZACIÓN LOCAL Y DE LARGA DISTANCIA.


Las células de organismos multicelulares se comunican, por lo general, a través de mensajeros
químicos dirigidos por células que pueden o no estar inmediatamente adyacentes. Las células son
capaces de comunicarse por contacto directo. Tanto los animales como las plantas tienen uniones
celulares que conectan directamente los citoplasmas de células adyacentes.

Las sustancias de señalización que se disuelven con el citosol pueden pasar libremente entre
células adyacentes. Además, las células animales pueden comunicarse a través del contacto
directo entre moléculas de la superficie celular.

Esta clase de señalización, denominada reconocimiento intracelular, es importante en procesos


como el desarrollo embrionario y la respuesta inmune.

Las moléculas mensajeras son secretadas por la célula productora de señal. Algunas de ellas
recorren solamente distancia cortas; estos reguladores locales influyen sobre las células vecinas.
Un tipo de reguladores locales en los animales, los factores de crecimiento, son compuestos que
estimulan a las células diana cercanas para que crezcan y se multipliquen. Numerosas células
pueden recibir y responder simultáneamente a las moléculas de factores de crecimiento
producidos por una sola célula vecina. Este tipo de señalización local en animales de denomina
señalización paracrina.
Otro tipo más especializado de señalización local, llamada señalización sináptica, tiene lugar en el
sistema nervioso animal. Una señal eléctrica a lo largo de una célula nerviosa desencadena la
secreción de una señal química en forma de moléculas de neurotransmisores. Estas se difunden a
través de la sinapsis, el espacio estrecho entre las células nerviosas y su célula diana (en general
otra célula nerviosa). El neurotransmisor estimula a la célula diana.

La señalización local en las plantas no se conoce bien. Debido a sus paredes celulares, las plantas
deben utilizar mecanismos algo diferentes de los que funcionan localmente en los animales.

Tanto los animales como las plantas utilizan compuestos químicos denominados hormonas para la
señalización de larga distancia. En la señalización hormonal en animales, también conocida como
señalización endocrina, algunas células especializadas liberan moléculas de hormonas en los vasos
del sistema circulatorio, por los cuales viajan hasta las células diana en otras partes del cuerpo.

Las hormonas de las plantas (a menudo denominadas reguladores de crecimiento), a veces viajan
en vesículas, pero con mayor frecuencia alcanzan sus dianas moviéndose a través de las células o
por difusión a través del aire en forma de gas. Las hormonas varían ampliamente en tamaño y
forma molecular, como lo hacen los reguladores locales. Por ejemplo, la hormona vegetal etileno,
un gas que promueve la maduración de frutas y ayuda a regular el crecimiento, es un hidrocarburo
de solo seis átomos (C2H4) que puede pasar a través de las hormonas celulares.

La hormona de los mamíferos la insulina, que regula los niveles de azúcar en la sangre, es una
proteína con miles de átomos.

La transmisión de una señal a través del sistema nervioso también puede considerarse como
ejemplo de señalización de larga distancia. Una señal eléctrica viaja a través de la longitud de una
célula nerviosa y luego se convierte en una señal química que cruza la sinapsis hasta otra célula
nerviosa.

LAS TRES ETAPAS DE LA SEÑALIZACION CELULAR.


Earl W.Sutherland y sus investigadores se dieron a la tarea de investigar que la hormona animal
epínefrina estimula la degradación del polisacárido de almacenamiento glucógeno dentro de las
células del hígado y de las células del músculo esquelético.

La degradación del glucógeno libera el azúcar glucosa I-fosfato, que la célula convierte en glucosa
6-fosfato. Luego, la célula (una célula hepática, por ejemplo) puede utilizar este compuesto, un
intermediario en la glucolisis, para la reproducción de energía.

También se descubrió que la epínefrina estimula la degradación del glucógeno al activar de alguna
forma una enzima citosolica, la glucógeno fosforilasa. Sin embargo cuando se añadió la epínefrina
a una mezcla en un tubo de ensayo que contenía la enzima y su sustrato, glucógeno, no tuvo lugar
la degradación.
La epínefrina activó a la glucógeno fosforilasa solamente cuando la hormona se agrego a una
solución que contenía células intactas. Este resultado le indicó que la epínefrina no interactúa
directamente con la enzima responsable de la degradación del glucógeno; dentro de la célula debe
ocurrir un paso o una serie de pasos intermedios. Y que la membrana plasmática esta en cierta
forma implicada en la transmisión de la señal de la epínefrina.

La señalización puede dividirse en tres etapas: recepción, transducción y respuesta.

1. Recepción: La recepción es la detección de la célula diana de una molécula señal


proveniente del exterior de la célula. Una señal química se “detecta” cuando se une a una
proteína receptora ubicada en la superficie celular o dentro de la célula.
2. Transducción: La unión de la molécula señal de alguna manera altera la proteína
receptora, iniciando el proceso de transducción. La etapa de transducción convierte la
señal en una forma que puede ocasionar una respuesta celular específica. En el sistema de
Sutherland, la unión de la epínefrina a una proteína receptora en una membrana
plasmática de una célula hepática conduce a la activación de glucógeno fosforilasa. La
transducción a veces tiene lugar en un único paso, pero con mayor frecuencia requiere
una secuencia de cambios de una serie de moléculas: una vía de transducción de señales.
Las moléculas de la vía a menudo se denominan moléculas transmisoras.
3. Respuesta: en la tercera etapa de señalización celular, la señal transducida finalmente
desencadena una respuesta celular específica. La respuesta puede ser casi cualquier
actividad celular imaginable, como la catálisis por una enzima (por ejemplo, la glucógeno
fosforilasa), el reordenamiento del citoesqueleto o la activación de genes específicos en el
núcleo. El proceso de señalización celular garantiza que las actividades cruciales como
estás tengan lugar en las células apropiadas, en el momento apropiado y en coordinación
con las otras células del organismo.

TIPOS DE MOLÉCULAS DE SEÑALIZACIÓN.


Las células reciben estímulos de otras células.se trata de señales que les indican cómo proceder,
por ejemplo, para liberar una secreción ante un est5imulo nervioso u hormonal. Estas señales se
transmiten mediante moléculas de señalización y actúan como ligados para las células diana, que
poseen receptores para captar estas moléculas e iniciar la respuesta.

Las moléculas de señalización puede clasificarse en tres grandes grupos, de acuerdo con su
distribución: neurotransmisores, hormonas y mediadores químicos locales.

NEUROTRANSMISORES (SEÑALIZACION SINÁPTICA).

Son producidos y liberados por las neuronas en la terminación sináptica y actúan solo sobre la
célula postsináptica. La señalización es casi instantánea, y la concentración requerida del
neurotransmisor, en el caso de la acetilcolina, es de 5 X 10 – 4 M. es probable que algunas
moléculas de señalización liberadas por las terminaciones nerviosas actúen como mediadores
químicos locales, y no como neurotransmisores.

HORMONAS (SECRECIÓN ENDOCRINA).

Desde las glándulas endocrinas, las hormonas liberan a la sangre, que las transporta hasta las
células diana, a veces situadas muy lejos de las células que segregaron la hormona. Por tal motivo,
las hormonas pueden tardar minutos, e incluso horas, en alcanzar las células diana, y también
actuar en concentraciones muy bajas (inferiores de 10 –8 M).

MEDIADORE QUÍMICOS LOCALES (SECRECIÓN PARACRINA Y AUTOCRINA).

Esta secreción es producida por muchos tipos celulares y es rápidamente absorbida o destruida,
de modo que sólo actúa sobre las células localizadas en su entorno inmediato en concentraciones
muy bajas (entre 10 -9 Y 10 -11 M).

Este tipo de secreción sirve para que una célula envíe señales a otros tipos celulares de su entorno
(secreción paracrina). Pero las señales pueden ser para otras células del mismo tipo que la célula
emisora: en ese caso se trataría de una secreción Autocrina. De esta manera, en un grupo de
células de un mismo tipo, cuanto mayor sea su número, mayor es la señal. Este mecanismo se
utiliza durante el desarrollo embrionario para el control de la población (superado un umbral de
concentración de señal, cesa la proliferación).

Entre los mediadores locales figuran las Citoquinas, y los Eicosanoides. Las uniones de hendidura,
aunque no pueden ser considerados mediadores químicos locales, también transmiten señales de
una célula a la adyacente, acoplándolas eléctricamente.

CITOQUINAS.

Forman una familia de proteínas que están involucradas en el control de la proliferación,


diferenciación migración y activación de células mieloides y linfoides; también intervienen en la
regeneración y angiogénesis. Las Citoquinas se clasifican en varios tipos:

1. FACTORES DE CRECIMIENTO: Estimulan la proliferación, diferenciación y crecimiento de


células madre, bien multipotenciales o ya definidas de una línea celular característica de
un tejido.
2. FACTORES ESTIMULADORES DE COLONIAS DE CÉLULAS SANGUÍNEAS: Estimulan la
proliferación y diferenciación de células progenitoras de la médula. Dependiendo del
factor, estimulan distintos tipos de células desde la célula multipotencial que origina todos
los tipos de células sanguíneas, hasta las que dan lugar a un solo tipo.
3. FACTORES DE NECROSIS TUMORAL: Son producidos fundamentalmente por macrófagos
activados que actúan reclutando neutófilos y monocitos hacia los sitios de infección.
Estimulan la expresión de moléculas de adhesión en las células endoteliales y también la
secreción de quimioquinas por macrófagos y células endoteliales. Promueven la muerte
celular por apoptosis de ciertas células. Inducen la fiebre, la síntesis de proteínas de la fase
aguda por el hígado y la caquexia.
4. INTERFERONES: Refuerzan la capacidad del organismo para responder a los agentes
infecciosos facilitando o inhibiendo la actividad de muchos componentes del sistema
inmunitario. Promueven o impiden la diferenciación de ciertas células.
5. QUIMIOQUINAS: Estimulan la quimiotaxix, adhesión y activación de los leucocitos.
6. INTERLEUQUINAS: Es el nombre genérico que reciben las Citoquinas producidas por los
leucocitos. Las interleuquinas estimulan la proliferación celular y diversas acciones
específicas de las células linfoides y de otras células relacionadas con la respuesta
inmunitaria. Esta acción también la ejercen sobre células hemopoyéticas y de otros
muchos tejidos, como el conjuntivo.

EICOSANOIDES.

Fueron considerados durante mucho tiempo hormonas, pero hoy se admite que son mediadores
químicos locales que están implicados en respuestas inmediatas y que actúan como secreción
Autocrina en el organismo ya diferenciado.

Derivados del ácido araquidónico, poseen 20 átomos de carbono y son sintetizados por casi
totalidad de los tejidos de los mamíferos a partir de los ácidos grasos de fosfolípidos liberados de
las membranas. Entre otras funciones, actúan en la regulación de la concentración del músculo liso
y favorecen la agregación de plaquetas, participando en respuestas inflamatorias.

Comprenden las prostaglandinas, los tromboxanos, los leucotrienos y las lipoxinas; estas últimas
son sintetizadas sólo en las plaquetas. Se designan con tres letras y un número. Las dos primeras
letras indican el tipo de eicosanoide; la tercera, las características estructurales; y el número,
cuantos dobles enlaces hay. Así, las plostaglandinas más importantes son PGD2, PGI2
(PROSTACICLINA).

COMPORTAMIENTO DE LAS MOLECULAS DE SEÑALIZACION Y SUS


RECEPTORES.
Las moléculas de señalización se comportan de manera diferente según su solubilidad (hidrófobas
o hidrófilas) y su receptor (intracitoplásmico o de la superficie celular).

MOLÉCULAS DE SEÑALIZACIÓN HIDRÓFOBAS.RECEPTORES NUCLEARES.

Dentro de este grupo se encuentran las hormonas esteroideas y tiroideas, la vitamina D, los
retinoides (derivados de la vitamina A), los Eicosanoides, el NO y el CO.

A diferencia de la mayoría de las hormonas, que son hidrosolubles, las hormonas hidrófobas
permanecen mucho tiempo en la sangre y actúan como mediadoras en respuesta de larga
duración. Al ser liposolubles, pasan fácilmente a través de la membrana plasmática (difusión
simple) y se unen de modo reversible a miembros de una familia de proteínas, conocidas como
receptores nucleares, que, en realidad, son factores de transcripción (proteínas reguladoras
génicas codificadas por genes cuya función es regular la expresión de otros genes).

Estos receptores pueden estar también en el citoplasma, pero su activación por unión al ligando
tiene lugar en el núcleo. Esta activación provoca un cambio en la configuración del receptor, y el
complejo receptor + hormonas se unen a la cromatina para regular la transcripción de u pequeño
número de genes (respuesta primaria).

Los productos de estos genes pueden activar otros genes y dar lugar a una respuesta secundaria
retardada.

En el caso de las hormonas esteroideas, el receptor no unido al ligando tiene bloqueada su unión
al DNA la proteína Hsp90. La unión al ligando libera la Hsp90, complejo receptor + ligando forma
dímeros que se unen a un coactivador con actividad histona acetilasa para activar la transcripción
del DNA. Cada hormona esteroidea es reconocida por un receptor diferente. A su vez, diferentes
células diana, un mismo receptor para una hormona esteroidea concreta puede regular genes
diferentes. Los receptores son también activados por los anticuerpos formados frente a ellos.

En las hormonas tiroideas el receptor no unido al ligando, que también forma dímeros, se
encuentra unido al DNA, pero su acción es bloqueada por un correpresor con actividad histona
desacetilada. La unión del ligando libera el correpresor y permite la unión del activador para
activar la transcripción del DNA.

También actúa como molécula de señalización hidrófoba el monóxido de nitrógeno u óxido nítrico
(NO). La liberación de la acetilcolina por las terminaciones nerviosas de los vasos sanguíneos
incrementa la concentración intracelular de Ca+2 en las células endoteliales. Este aumento activa
la síntesis de NO mediante la desaminación de la arginina por la NO sintetasa. El NO liberado se
difunde hasta el musculo liso vascular, donde se une al hierro de la enzima guanilato ciclasa, que
sintetiza cGMP, el cual produce la relajación muscular. El efecto es contrarrestado por la
eliminación del cGMP por parte de la fosfodiesterasa del cGMP. La nitroglicerina se usa como
relajante muscular al convertirse en NO. En el pene, los nervios del sistema nervioso autónomo
producen y liberan NO, que causa la dilatación de los vasos sanguíneos produciendo la erección. El
fármaco viagra inhibe la fosfodiesterasa del cGMP, por lo que los niveles de cGMP en el pene se
mantienen adultos durante bastante tiempo, y esto permite la persistencia de la erección.

El monóxido de carbono (CO) es un mensajero químico que estimula la producción de cAMP en


células específicas y actúa también favoreciendo la destilación de vasos sanguíneos. Una fuente
importante de producción de CO es la degradación de eritrocitos gastados. La enzima
hemoxigenasa cataliza la destrucción del grupo homo de estos eritrocitos y origina CO, además de
otros productos. En las neuronas olfativas, que aumenta su cAMP para responder a moléculas
olorosas, se ha encontrado una elevada concentración de hemoxigenasa.
MOLÉCULAS DE SEÑALIZACIÓN EN VEGETALES.
Las células vegetales comparten con las animales muchas de las características de las moléculas de
señalización, como la utilización de Ca+2 e IP3. Sin embargo, los nucleótidos cíclicos (cAMP y
cGMP) no son importantes en los vegetales.

RECEPTORES RICOS EN LEUCINA.

En las plantas actúan muchos receptores de proteína quinasas de serinas y treoninas. Estos
receptores son diferentes de los animales. Los más comunes son los llamados receptores ricos en
leucina (LRR), que presentan unas secuencias extracelulares en tándem ricas en este aminoácido.
En Arabidopsis se han encontrado 80 de estos receptores, el más conocido de los cuales es
CLAVATA 1 (CLV1), situado en el centro de los meristemos del brote apical. Su acción consiste en
suprimir el crecimiento del brote, al inhibir la proliferación de sus células y favorecer su
diferenciación. Su mutación causa el alargamiento del brote y de los meristemos florales, con
producción extra de organismos florales. El ligando es una molécula (CLV3) producida por las
células periféricas del meristemo. Su unión a CLV1 provoca la dimerización de éste, o quizá la
heterodimerización (en ese caso, el dimero sería CLV1 y CLV2). La activación del dimero activa a su
vez una GTPasa Rho, que envía hasta el núcleo una señal intracelular en la que intervienen quinasa
de serinas y de treoninas.

Otros LRR de Arabidopsis es BRII, al que se unen fitohormonas esteroideas (brasinoesteroides). En


condiciones normales, la planta crece blanca y delgada en la oscuridad, por efecto de los
brasinoesteroides segregados por ella. En ausencia de estas fitohormonas, la planta crece verde,
aunque siga en la oscuridad, y la planta madura es enana. Otros receptores LRR son los receptores
proteína quinasas que están presentes en algunas lectinas y que se unen a hidratos de carbono.

ETILENO.

El etileno interviene en la maduración de los frutos. También es una señal de estrés como
respuestas a heridas, infecciones e inundaciones. El receptor es un dimero que tiene un dominio
extracelular como cobre, al que se une el etileno, y un dominio intracelular. Este último, activado
por el etileno, actúa como una proteína quinasa de histidina que activa una secuencia de proteínas
MAPK, las cuales, a su vez, inactivan proteínas reguladoras génicas nucleares responsables de la
activación de los genes de respuesta al etileno. En ausencia de etileno, el receptor y las MAPK
están activas e inhiben las proteínas reguladoras génicas nucleares responsables de la activación
de los génes de respuesta al etileno.

PIGMENTOS FOTORRECEPTORES.

Las fotoproteínas (término más adecuado que el de fotorreceptores, que evita que se confundan
con las células de la retina) son sensibles a la luz porque llevan anexionado covalentemente un
pigmento fotosensible (cromóforo). En los animales la fotoproteína más conocida es la rodopsina.
En los vegetales la más conocida es el fitocromo; también están presentes la fototropina y el
criptocromo.

FITOCROMOS.

El fitocromo es un cromoproteido azul-verde de 124 kDa. El grupo cromóforo tiene una estructura
tetrapirrólica en cadena abierta, muy semejante a la de la ficobilina de las cianobacterias. La luz
roja cercana (660nm) lo activa, mientras que la luz roja lejana (730nm) lo inactiva. No está clara la
localización celular del fitocromo. Se ha dicho que el citocromo inactivo se encuentra en el citosol
y el activo en la membrana plasmática, pero también pudiera encontrarse ésta en membranas
citoplaásmicas. El fitocromo activo forma un dimero que actúa como una proteína quinasa de
serina y treonina; esta proteína fosforila una serie de proteínas en cascada que sigue tres vías:

1. Una que termina en el citosol, donde se activan proteínas que modifican el


comportamiento celular sin intervención del núcleo.
2. Otra vía en la que se activan proteínas reguladoras génicas en el citoplasma, y estas
emigran al núcleo, donde regulan la transcripción génica.
3. Una tercera vía que implica la entrada del propio fitocromo en el núcleo, donde regula la
transcripción génica.

Existen varios tipos de fitocromos dependiendo de la proteína que se une al cromóforo. En


general, los fitocromos estimulan la germinación de las semillas, la inducción floral, la síntesis de
pigmentos clorofílicos, antocianínicos y flavónicos, el crecimiento de las hojas, la regulación del
movimiento intracelular de los cloroplastos, el desarrollo de los cloroplastos y peroxisomas, y el
control de numerosas enzimas metabólicas.

FOTOTROPINA.

El fototropismo (crecimiento orientado hacia la luz) es causado por la auxina. Los pigmentos que
captan la luz y estimulan la producción de auxina son la riboflavia y el carotero-β, pero también
parece implicada la fototropina, una flavoproteína sensible a la luz azul asociada a la membrana
plasmática y cuyo dominio carboxiterminal actúa como una proteína quinasa de serina y
treonina.la actuación de esta fotoproteína es poco conocida.

CIPTOCROMOS.

Los criptocromos son también flovoproteínas sensibles a la luz azul y participan igualmente en
múltiples procesos, en varios de los cuales son los siguientes: apertura y cierre de los estomas,
fototropismo, síntesis de pigmentos clorofílicos, antocianínicos, flavónicos, desarrollo de los
cloroplastos, crecimiento de los cotiledones, regulación numerosas enzimas metabólicas, e incluso
hay índices de que intervienen en el fotoperiodismo.

Los criptocromos son similares a las fotoliasas, u enzimas que intervienen en la reparación del
daño inducido en el DNA por la luz ultravioleta en bacterias, plantas y animales no mamíferos,
aunque los criptocromos no intervienen en la reparación del DNA. En los animales actúan
pigmentos similares a los criptocromos en relojes circadianos que regulan los ritmos de muchas
células.

ÁCIDO SALICÍLICO.

Otra vía especial de señalización en las plantas es a través del acido salicílico. Este ácido, que se
produce el ataque de microorganismos patógenos, se propaga por la planta y se une a una enzima
del tipo catalasa, a la que inhibe. De esta manera, la catalasa deja de destruir ciertas formas de
oxigeno que actúan como segundos mensajeros en respuestas sistémicas de las plantas frente a
microorganismos invasores.

También podría gustarte