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Ga Some Tria
Ga Some Tria
El desequilibrio ácido-base y electrolítico es, sin duda alguna, uno de los temas que más
nos atemoriza y en el que más dudas nos quedan; inclusive durante nuestra práctica
clínica. Continúa leyendo y con tan sólo seguir 4 sencillos pasos, no sólo podrás
interpretar una gasometría, sino que comprenderás este tema de una vez por todas.
Actualízate sobre este tema en tan sólo 12 minutes
Para el mantenimiento de la homeostasis celular, se requiere de un control estrecho del
pH. Para fines prácticos, vamos a definirlo como la concentración de hidrogeniones
(H+) en sangre (o logaritmo negativo de la concentración de H+). Para lograr el balance
y con ello la homeostasis, se requiere de buffers que, como su nombre lo dice,
amortigüen los cambios en el pH. Los que nos interesan son:
Bicarbonato sódico/ácido carbónico (NaHCO3/H2CO3)
Fosfatos
Proteínas (p.e. albúmina y globulinas)
Hemoglobina/Oxihemoglobina
El más importante es el de bicarbonato/ácido carbónico (HCO3-/H2CO3). Cuando se
eleva la concentración de hidrogeniones (disminución del pH), se combinan con HCO3-
para generar CO2 y posteriormente ser eliminados en los pulmones. Por el contrario,
cuando disminuye la concentración de hidrogeniones por la añadidura de una base, esta
se combina con el H2CO3 para generar HCO3- y ser eliminada por los riñones. El pH
aumenta cuando se incrementa la concentración de HCO3- y disminuye cuando la
presión parcial de dioxido de carbono (PaCO2) aumenta.
Por último, tenemos a los riñones, quienes retienen HCO3- en caso de una disminución
del pH sistémico o lo excretan si el pH se eleva. Además, generan amoniaco (NH3) en los
túbulos distales para facilitar la excreción de H+ así como para la producción de “nuevo”
HCO3-.
Antes de empezar...
pH 7.35-7.45
EB -2 a +2
Para valorar las alteraciones ácido-base utilizamos la gasometría arterial. La venosa es
una alternativa sólo para la valoración inicial de un paciente con cetoacidosis diabética o
síndrome úremico. Además, te puede ser útil para valorar hipercarbia arterial. El rango
de 45 a 46 mmHG de la PaCO2 tiene una sensibilidad del 100% para este último
trastorno. La gasometría venosa no refleja el estado real del trastorno ácido-base por
variaciones impredecibles en la PaCO2, la incapacidad para detectar hipoxia por
hipercarbia importante así como un trastorno mixto.
La técnica para tomar una muestra de sangre arterial te la explicamos en este artículo.
Sin embargo, ten en cuenta los siguientes consejos para obtener los resultados más
fidedignos:
Cuida la técnica de asepsia previo a la toma
No olvides tener anticoagulada la jeringa
Expulsa inmediatamente cualquier burbuja de aire que presente la muestra
Haz lo posible porque sea analizada inmediatamente
Si no es el caso, al menos mantenla fría (hasta por 30 minutos)
Debes documentar si el paciente está bajo oxígenoterapia o soporte ventilatorio, así
como frecuencia respiratoria y temperatura corporal.
Paso a pasito aprendo solito
Lactato: 6 mEq/L
1. ¿Acidosis o alcalosis?
Acidosis respiratoria aguda HCO3 va a aumentar 1 mEq/l por cada 10 mmHg de la PaCO2 por arriba de 4
pH esperado=7.4-[0.008 x (PaCO2-40)]
Acidosis respiratoria crónica HCO3 va a aumentar 4 mEq/l por cada 10 mmHg de la PaCO2 por arriba de 4
pH esperado=7.4-[0.003 x (PaCO2-40)]
Alcalosis respiratoria aguda HCO3 va a disminuir 2 mEq/l por cada 10 mmHg de la PaCO2 por abajo de 4
pH esperado=7.4+[0.008 x (40-PaCO2)]
Alcalosis respiratoria crónica HCO3 va a disminuir 5 mEq/l por cada 10 mmHg de la PaCO2 por abajo de 4
pH esperado=7.4+[0.003 x (40-PaCO2)]
Para trastornos metabólicos primarios, ayúdate del valor de HCO3- sérico para predecir
el cambio esperado en la PaCO2. Para trastornos respiratorios primarios usa, ya sea la
PaCO2 medida para calcular el cambio esperado en el pH o, con base en el cambio en la
PaCO2, calcula el cambio esperado en el HCO3.
Si tu paciente tiene una acidosis metabólica, necesitas calcular el anion gap (AG). Este
último es la diferencia entre los principales cationes y aniones en sangre. Se calcula con
la siguiente fórmula: AG= Na-(Cl+HCO3). Si existe hipoalbuminemia, suma 2.5 al AG
calculado por cada gramo/dl. de albumina que se encuentre inferior a 4 mg/dl. Por cada
miliequivalente (mEq) de ácido disponible, se gastará un mEq de HCO3. El rango normal
es de 10-14 mEq/L. Puede que exista una acidosis metabólica con un AG>12 mEq/L; un
AG >20 mEq/L es indicativo de una acidosis metabólica primaria independientemente
del pH o concentración sérica de HCO3.
Puede haber situaciones en las que existan trastornos metabólicos concurrentes. Para
identificar si es el caso en tu paciente, debes calcular el delta gap (ΔG) con la siguiente
fórmula: ΔG=AG total-AG fisiológico (12 mEq/l). Suma el ΔG a la concentración medida
de HCO3, si la suma es mayor que el HCO3 sérico (>26 mEq/L), existe una alcalosis
metabólica subyacente; si la suma es menor al HCO3 sérico fisiológico (<22 mEq/L), se
trata de una acidosis No-AG. Esta regla se basa en la ley de la electroneutralidad, en la
que si el AG es incrementado en 10, también debe haber una disminución del HCO3 de
10.
Este trastorno ocurre cuando existe, ya sea una retención neta de ácidos no volátiles
(otros que no sean el ácido carbónico) o una pérdida de bicarbonato. Se divide en AcM
con o sin AG. Lo útil de saber si hay un AG es que solo un número limitado de
padecimientos o fármacos producen una AcM con AG. En la AcM el cuerpo va a intentar
mantener el balance ácido-base o compensarlo mediante la expulsión de ácido. Ello
ocurre mediante la eliminación de ácido carbónico como CO2. La compensación
esperada es una reducción de la PaCO2 mediante taquipnea.
Ocurre cuando existe hipoventilación o los pulmones no son capaces de eliminar CO2
mientras este se sigue produciendo, lo que ocasiona hipercapnia (aumento de la PaCO2).
Este trastorno puede ser el resultado de un padecimiento agudo o crónico. Un aumento
agudo del CO2 se puede manifestar neurológicamente mediante cefalea y confusión y
pueden derivar en estupor y coma. La compensación se da a través de la excreción renal
de más ácido y menos HCO3 a las 6 a 12 horas. Se manifiesta con cambios moderados
en el HCO3 sérico sin llegar más allá de 31 a 32 mmHg. Si ha ocurrido la compensación,
pero el valor del HCO3 se encuentra fuera de lo esperado, piensa en otro trastorno ácido-
base concomitante. Los pacientes con AcR crónica tendrán niveles elevados de PaCO2
estables; sin embargo, el pH se mantendrá casi en parámetros fisiológicos gracias a la
compensación renal.
AcR por administración de CO2: reentrada de aire espirado, aumento del CO2 en
aire ambiente, etc.
AcR por sobreproducción de CO2: alimentación, septicemia, hipertermia maligna,
catabolismo, etc.
AcR por ventilación alveolar inadecuada: laringoespasmo, broncoespasmo,
aspiración, etc.
AcR por trastornos: musculares (p.ej., miopatías), neurológicos (p.ej., tétanos) y
metabólicos (p.ej., obesidad).
El manejo de la descompensación respiratoria aguda es mediante corrección de la causa
subyacente. Pacientes con hipoxemia severa (<40 mmHg) se les debe suministrar
oxígeno suplementario para lograr una oxigenación adecuada de los tejidos y en caso de
ser necesario soporte ventilatorio mecánico. Se debe tener cuidado en la hipercapnia
crónica ya que un manejo agresivo puede empeorar la ventilación alveolar. Procura no
rebasar los 60 mmHg. Reducciones muy agudas de la PaCO2 pueden ocasionar
vasoconstricción cerebral e isquemia.
NOTA BENE: Este artículo fue originalmente publicado con el título “Cómo interpretar una
gasometría en 5 pasos”, siendo su autor el Dr. Axel Gonzalez. Colaborador de nuestra
web durante el 2014. El texto ha sido reescrito y actualizado tomando en cuenta las
sugerencias de nuestros lectores