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Agua Blanda

El agua blanda es la que contiene una concentración relativamente baja de carbonato


de calcio y otros iones.

El agua que genera espuma fácilmente con el jabón se llama agua blanda. Describe el
tipo de agua que contiene pocos o ningún mineral, como los iones de calcio (Ca) o
magnesio (Mg). Por lo general, el término es relativo al agua dura, que sí que contiene
cantidades importantes de estos iones.

Por lo general, el agua blanda procede de fuentes con turba o rocas ígneas, como el
granito, pero también puede proceder de fuentes con arenisca, puesto que, por lo
general, estas rocas sedimentarias contienen poco calcio y magnesio. El agua más
blanda es el agua destilada, por el hecho de no poseer ningún mineral y no es apta para
el consumo humano.

DEFINICION NUMÉRICA:
El agua blanda puede definirse como agua con menos de 0,5 partes por mil de sal
disuelta. Los cuerpos de agua dulce (o agua blanda) incluyen lagos, ríos, glaciares,
cuerpos de agua subterránea. La fuente de agua dulce es la precipitación de
la atmósfera en forma de lluvia, nieve.

Salinidad del agua, medida en sales disueltas en partes por mil (ppm)

Agua destilada Agua dulce Agua salobre Agua de mar Salmuera

0‰ < 0.5 ‰ 0.5 - 35 ‰ 35 - 50 ‰ > 180 ‰

CONCENTRACIÓN:

El agua blanda se caracteriza por tener una concentración de cloruro de sodio ínfima y una
baja cantidad de iones de calcio y magnesio.

UTILIZACIÓN:

Se la utiliza en las centrales hidroeléctricas, en la producción de energía nuclear y en


muchos procesos industriales.
Como el agua que se utiliza para las calderas, esta tiene que ser blanda debido a que la
solubilidad de algunas sales como las de sodio y magnesio disminuye con la temperatura,
lo que ocasionaría que se fuera acumulando un sedimento en las tuberías de estas y
produciría un efecto de bloqueo en los conductos (similar al efecto del colesterol en las
arterias), lo que generaría a la larga un incremento en la presión de funcionamiento de la
caldera, convirtiéndola en una bomba de tiempo.
El método más utilizado para obtener agua suave es la cloración salina, la misma se efectúa
mediante colorantes salinos en donde el cloro es fabricado; de esta forma los dueños de
natatorios no necesitan comprar cloro para mantener el complejo. Lo que sí deben realizar
es un análisis del agua regularmente para comprobar los niveles de minerales; a través de
este método se obtiene agua suave y cristalina evitando las picazones en la piel y los ojos
rojos. Además es preciso señalar, que el cloro que suele emplearse en tabletas o gránulos
es muy peligroso y necesita de precauciones de transporte, almacenaje y utilización.

El cuerpo humano está formado por agua salada; su concentración normal es de 0,9% del
peso del volumen, lo que equivale a 9.000 ppm (partes por millón)
Agua Dura

El agua dura es fácilmente reconocible, ya que no producen espuma en los jabones,


formando incluso un residuo gris con el uso del jabón, que en muchas ocasiones puede
llegar a alterar los colores de ropas, calderos, grifos, y a la hora de beber, también puede
detectarse un cierto sabor desagradable.

El problema de estas aguas radica entre otras cosas, en el mayor gasto de jabón en la
limpieza. Su estudio, así como su modo de eliminación, es importante, no solamente
para poder lavarnos y limpiar mejor y más económicamente, sino también para evitar
incrustaciones y por lo tanto deterioro de aparatos domésticos e industriales, como
puedan ser lavadoras, lavavajillas, cafeteras, o cualquier maquinaria que utilice agua
para su funcionamiento.

Los jabones también son sales, pero de ácidos grasos, ácidos orgánicos con moléculas
de grandes cadenas de átomos de carbono. Un jabón típico es el conocido como
estereato de sodio, que se disuelve para liberar un anión estereato, como indica la
siguiente reacción:

NaC18 H35 O2 (s) → Na^+ + C18 H35 O2 ^-

Estos iones estereato C18 H35 O2^-, son los responsables de la fuerza limpiadora de
los jabones, pero éstos, pueden ser precipitados por diversos cationes, entre ellos el
Ca^2+, Mg^2+ y el Fe^2+, produciendo el conocido jabón insoluble.
Este jabón no sólo es ineficaz, sino que al reaccionar con los cationes, forma una
especie de nata en el agua jabonosa.

Muchos manantiales de agua, son duros, generalmente en las regiones donde de


existen depósitos de caliza. Por el CO2 de la atmosfera, el agua de lluvia se puede
considerar con una disolución diluida de ácido carbónico:

Co2 (g) + H2O → H2CO3

H2CO3 → H^+ + HCO3^-

Dicha disolución, va poco a poco disolviendo la roca caliza:


H^+ + CaCO3(s) → HCO3^- + Ca^2+

Como consecuencia, aumenta el contenido de calcio en el agua, produciendo la llamada


agua dura. Este tipo de dureza, se la conoce como, dureza temporal, ya que debido a
que el Ca^2+ es indeseable, se puede eliminar del agua fácilmente mediante ebullición
de ésta.

El carbonato cálcico CaCO3 (s), va formando un depósito que se agranda lentamente


lo que provoca una disminución de la eficacia del calor dentro del agua, cuando ocurre
algo así, por ejemplo, dentro de una caldera o una plancha, dicho depósito se le conoce
con el nombre de incrustación, provocando un sobrecalentamiento localizado en el metal
del aparato, produciendo la rotura de éste.

Cuando un anión que se encuentra presente en el agua dura, no se trata de bicarbonato


HCO3^-, sino que son sulfatos, nitratos, etc., entonces a dicha dureza no se la conoce
como temporal, sino que es llamada, dureza permanente. En este caso los iones de
calcio, magnesio o de hierro, no se pueden remover por el efecto del calentamiento
o ebullición del agua con en el caso de la dureza temporal.

Para la limpieza con aguas duras, es más recomendable utilizar detergente que
jabones, ya que, un detergente tiene una composición química más complicada que un
jabón, y poseen además varios componentes añadidos, como los
agentes tensioactivos o surfactantes, que son los encargados de eliminar la
suciedad; agentes coadyuvantes o builders, que son sustancias que ayudan a los
tensioactivos a cumplir su misión, ablandando el agua o evitando la redeposición de la
suciedad; y agentes auxiliares o fillers, que aunque no son agentes limpiadores, tienen
distintas funciones que completan la limpieza, como son acción blanqueadora,
suavizante, perfumante, germicida, etc.

En conclusión, es mejor el uso del detergente frente a las aguas duras, debido a que un
jabón está formado por sales sódicas de ácidos orgánicos y al disolverse en agua, éstas
se asocian a los iones sodio e iones negativos, que son los que harán de puentes entre
las grasas y la suciedad, junto con las moléculas de agua, pero si el agua contiene iones
sodio, el jabón no podrá disolverse y, por lo tanto, no realizará su función de limpieza.

El jabón forma compuestos insolubles con los cationes de calcio, magnesio y hierro, no
pudiendo realizar la limpieza hasta que dichos iones sean eliminados del agua, por lo
que hará falta más y más cantidad de jabón, acartonando la ropa y dando un color
amarillento o grisáceo, a parte de la acumulación metálica en las lavadoras u otras
maquinarias.
Sin embargo, en los detergentes, los surfactantes forman compuestos que son solubles
con los mencionados iones “problemáticos”, solucionando el problema de la limpieza
con el agua dura.

El agua dura es muy importante en la preparación del agua potable para embotellado,
en cervecerías, o en la fabricación de sodas.

También existe un tipo de agua conocida como “agua pesada”, que no hay que
confundir con dura, ya que, en éste caso, los átomos de H del agua, han sido sustituidos
por átomo de deuterio, un isótopo pesado del H, formulándose como D2O, en vez de
H2O. Existe también un agua semipesado, cuando se sustituyen los átomos de H por
el otro isótopo de éste, el tritio, T2O.

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