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El castillo maldito

Una tarde subí a Pochoclo, mi caballo, y a paso lento cruzamos un campo para ir a la
casa de mi tía. (vasos al paso). Los pájaros cantaban (Qojok) y las ranas
croaban.(raspador). Pero el cielo se nubló y empezó a correr un viento frío (sikus).
Apuré el paso. (cocos al trote). El viento soplaba (sikus). Aparecieron los primeros
truenos (placas). El caballo se asustó y empezó a galopar (cocos galope). No tardó en
caer la lluvia (palo de lluvia) y el viento me voló el sombrero (sikus) Vi rayos. Los
truenos eran impresionantes. (placas). El caballo corrió desbocado, no lo podía parar
(cocos al galope). Ante un nuevo trueno (placa) Pochoclo se detuvo y se puso en dos
patas. Relinchó (Relincho) y me caí (Golpe en la mesa) Pochoclo se fue galopando
(vasos galope), y me quedé solo y empapado. De tanto susto me dio hipo (hipo) y
estornudé dos veces (estornudo) No sé cuánto tiempo caminé. Se fue haciendo de
noche. Escuché el canto de los grillos (llaves). A lo lejos vi una luz. Era la luz de una
casa muy alta, parecía un castillo. Llamé a la puerta. (golpear) Nada. Golpeé las manos
(manos) la puerta al fin se abrió y de las sombras salió una mujer muy vieja que tenía la
nariz parecida a una berenjena. En la punta de la nariz tenía un grano, y en el grano,
pelos. Tenía como cien años y era lo más parecido a una bruja. (careta) -¿Qué es lo
que quiere muchachito?- su voz era maliciosa. Llevaba un sombrero que estaba
cubierto de telas de araña. -Mi caballo se fue. Estoy mojado. Tengo frío.¿Podría pasar
aquí la noche?- el hipo no se me iba( hipo). Estornudé ( achis) y tosí. (tos)
-Claro que sí, ¡Entra! Ja ja ja. Aquí vas a estar muy bien!... ¡Ja ja ja!.
Entré. Estaba lleno de ratas y de arañas. Tenía tanto miedo que empecé a temblar y
escuché cómo me golpeaban los dientes. (castañetear dientes) La bruja me trajo ropa
seca. -Era de un chico como vos que una noche vino a visitarme. ¡Ja, ja, ja!- La ropa
tenía manchas de sangre, pero hacía tanto frío que me la puse igual. Había animales
embalsamados: Un puma, un zorro, una lechuza... En cada rincón una vela encendida.
Por el hombro de la bruja caminaba una araña( araña), y a sus pies se enrollaba una
víbora cascabel.(pandereta). -¿Quieres que te prepare una sopa?
-Bu, bueno- precisaba algo caliente- Se fue a la cocina y me quedé investigando. Me
crucé con un gato negro que maulló tres veces. (maullido). De la cocina salían ruidos
extraños. (ruido de cacerolas) La bruja revolvía en una olla gigante. Me asomé sin que
me viera y vi que adentro del agua tiraba un sapo y una víbora. De la olla comenzaron
a salir burbujas (soplar botella).- Quise escapar. Fui a la puerta pero estaba con llave.
Volvió el hipo (hipo). Estornudé ( estornudo) Tosí. (tos). Grité auxilio (grito). La bruja se
acercó con el plato humeando. - Aquí tienes esta sopa deliciosa- Corrí. Me siguió. Abrí
una puerta y anduve por pasillos terroríficos: Lechuzas, ratas, sangre...Pegué un grito
de horror. (grito colectivo) Salí por una ventana y anduve por el techo. Por suerte había
dejado de llover. Me volvió el alma al cuerpo cuando escuché a lo lejos un relincho.
(relincho).!Sí!, era Pochoclo que venía a rescatarme. Fui bajando con cuidado. Salté.
Caí en la montura y nos alejamos a galope tendido. (cocos galope)Llegué a la casa de
mi tía en la madrugada. Nos abrazamos. No dejaba de darme besos ( ruido a besos)
Tuve hipo (hipo). Tosi. (tos) me chirriaban los dietes. ( castañeteo dientes ). Cuando
pude calmarme, poco a poco le fui contando mi increíble excursión por el castillo
maldito.
Motumbu llama a la lluvia

En un pueblo de Zimbabue, al suroeste de Äfrica, no llovía desde hacía cuatro meses.


Los ríos estaban secos y los animales que se iban enfermando. El viento arrastraba el
polvo y hacía toser a los habitantes de los bantúes. ( tos).
Motumbu, el hombre más viejo y más sabio de la tribu, se puso a tocar la Kalimba para
llamar a la lluvia( kalimba). Tocó y tocó en la tarde soleada( kalimba). De pronto el cielo
se puso gris y comenzó a correr un viento frío ( sikus) mientras la Kalimba seguía
sonando ( kalimba).
A lo lejos sonaban los tambores, todos estaban felices porque la lluvia iba a llegar. Un
rayo iluminó el cielo y escuchamos un trueno. ( Placas). Finalmente se largó a llover (
palo de lluvia) y toda la tribu salió a recibirla, saltaban y cantaban de alegría. ( Canto
ritual Eh, oh, eh, parumpumpun, llumba llumba llumba purumpumpun),
La lluvia era torrencial ( palo de lluvia).
Los elefantes se acercaron al río que ahora tenía agua y se pusieron a barritar (
manguera).Las ranas saltaban en el barro y croaban (tapitas gato rade).
Los tambores sonaron hasta el amanecer ( tambores), la lluvia caía y caía, y los
habitantes del pueblo, de tanta lluvia, tuvieron tos,( tos) tuvieron hipo ( hip),
estornudaron ( achis) y tuvieron chuchos de frío. ( ) pero nada de eso les importó
porque la lluvia haría fértiles sus siembras y el desierto volvería a ser una selva, así
que cantaron (Eh, oh, eh, parumpumpun, llumba llumba llumba purumpumpun), hasta
que salió el sol y la lluvia dejó de caer. Se acostaron felices y comieron perdices.
Un cuento de piratas

Era una noche de luna llena y en el mar caribe navegaba un barco que se llamaba “Los
valientes”. Era un barco de piratas.
Los piratas estaban contentos porque estaban por llegar a tierra. Tomaban ron y
cantaban (hey, hey, hey, hey hey), pero empezó a soplar un viento frío. ( Shhh). El cielo
se llenó de rayos y se escucharon los primeros truenos (placas). El viento era cada vez
más fuerte (shhhh).
Se largó a llover(palo de lluvia) y el barco se movía para un lado y para el otro.
(movimiento) La tormenta fue tan grande que el viento( shhh) le voló el sombrero a “Pie
de palo”, el capitán. Quedaron todos empapados y al capitán le dio hipo (hic), y le dio
tos (toser). El hipo no se le iba( hic), y la tos tampoco( tos). Y siguió el barco
moviéndose para un lado y para el otro( movimiento), mientras el viento soplaba y
soplaba( shhh)...
Cuando salió el sol alguien gritó: “Barco a la vista” (Telescopio.) y los marineros
volvieron a cantar ( hey, hey....)
Izaron las velas y alcanzaron al otro barco. El capitán gritó: -¡ Al ataque mis valientes!
Subieron y trajeron un cofre. El cofre tenía un candado. “Pie de palo” empezó a golpear
el candado con un hacha (aplaudir). Los marineros estaban emocionados. ( Hey,
Hey..). Finalmente el cofre se abrió y aparecieron cientos, miles de monedas de oro.
Alguien gritó: -!Tierra a la vista! Y los piratas, emocionados, se abrazaron(abrazos)
tosieron ( tos) , estornudaron (estornudo), gritaron (Hey hey hey hey) . ¡Sí! ¡Eran
millonarios. Cuando llegaron a tierra, felices, se pusieron a aplaudir.( aplausos)
La casita del árbol

Juancito llamó a sus amigos, y dijo: - ¡Tengo una idea genial!, hagamos una casita
¡En el árbol que está allá!
Estuvieron todos de acuerdo, entonces: -¡Manos a la obra!, maderas, clavos, martillos
regla, lápiz y cola...
Krs, krs, (raspador) Paula serruchaba, unas pequeñas maderas, para pisar sobre ellas
y hacer la escalera
Pum, pum... (martillo) con un martillo, en el tronco las clavó Luis, subía y bajaba a la
copa
y estaba tan feliz
Daniel subió otros recortes, y trabajaron toda la tarde, clavaron, martillaron, y
reforzaron con alambre
Y una vez que la terminaron, cr cr... (lijas)) Juancito lijó y lijó, luego pasó la manito
y todo lisito quedó, Ps ps...
(shake) Paula pasó un cepillo, A – chís...(estornudo) y Luís estornudó, Juan fue a
buscar la escoba (shake), y aserrín al suelo cayó
Con un pincelito, de blanco, con paciencia pintó Daniel, y esperando a que se seque
bajo el sol comieron pastel
Subieron mesas y sillas, lindas cortinas puso Paula, arriba de la mesa, un florero, y en
el florero, unas dalias
Juancito colgó unas sogas, de una rama muy alta, y Parecía Tarzán, volando sobre las
lianas (oh, oh oh grito Tarzán)
Entre aventuras y risas, pasaron contentos el día, fueron felices felices, y comieron una
sandía.
Y así termina la historia, de estos amigos del barrio, que hicieron tan bella casita, y
colorín colorado

La mermelada de naranjas más rica del mundo

Mi mamá me pidió si podía ir al bosque, atrás de los cerros, donde están los naranjales,
porque precisaba muchas naranjas para hacer mermelada.
Puse unas bolsas en mi caballito blanco y partimos (vasos al paso).
Era una tarde muy linda y los pájaros cantaban (Quojok), pero había viento, mucho
viento (cañas o sikus).
No había nada más rico en el mundo que las mermeladas de naranjas que hacía mi
mamá. Cada vez que preparaba invitaba a los chicos de la cuadra y se las poníamos a
los pancitos tostados que tomábamos junto al café con leche. ¡Era muy divertido!
Allá a lo lejos vi los cerros. Si, faltaba poco. Pero de pronto vi un rayo en el cielo y en
seguida escuché un trueno. (Placa) Apuré el paso del caballito que empezó a galopar
( vasos galope)
Escuché otro trueno y empezó a llover (Palo de lluvia) Nos refugiamos en un bosque
con tantos árboles que no nos mojamos. Por suerte fue una lluvia pasajera. Cuando
llegué a los naranjales bajé del caballito y empecé a juntar las naranjas. ¡Estaban tan
lindas!
Puse 10 naranjas en la primer alforja (Contar hasta 10 con los chicos). En la segunda
alforja puse 15 naranjas (Contar hasta 15 con los chicos)
De pronto aparecieron unos sapitos que se pusieron a chapotear en un charco. Luego
cantaron. (raspador). Eran tres sapitos curiosos que vinieron a visitarme y cantaron
para mi. (Raspador)
Volvimos a casa galopando para que mi mamá no se preocupara (vasos galope). Ya
empezaba a oscurecer y escuché el canto de los primeros grillos (llaves)
Llegué a casa y mi mamá me besó( Beso en la mano) y me dio un abrazo. Le entregué
las naranjas y me senté a la mesa a ver como cocinaba. Mi gato garabato vino a
saludarme y se sentó en mis zapatos. Y nos quedamos viendo cómo cocinaba mi
mamá. (Ollas). Hizo la mermelada de naranjas más rica del mundo.
El tío dormilón

Fui a la casa de mi abuela. Mi abuela me dijo:- Me tengo que ir a hacer las compras,
tenés que despertar a tu tío porque tiene que tomar los remedios. Tenele paciencia
porque tu tío duerme como un tronco. Y no lo zamarrees porque se pone de mal humor
¿eh?. Ahí te dejo unos instrumentos así lo despertás. Tocale suavecito para que se
vaya despertando. A tu tío le encanta la música.
La abuela se fue y me acerqué al sillón del tío para ir a despertarlo. El tío roncaba. Me
acerqué y le toqué, despacito, los chin chines ( chin chin) pero el tío siguió roncando.
Entonces seguí con los chinchines. ( Chin chin)Nada.
Le dije: “Despertate tío, despertate” Probé con el jingle ( Jingle). Ni se mosquió. ¡Este
tío! Ya tendría que haber tomado el remedio. “Tío, despertate” Toqué las
chaschass(chaschas) nada.
Toqué la flauta ( flauta) pero el tío Mario seguía durmiendo. Ya no sabía qué hacer. Me
acerqué a su oreja y le dije ¡Tïo despertate!. Ahora roncaba como un oso después de
haber comido un barril de miel.
Toqué fuerte un lata.
Me estaba volviendo loco!. ¡Toqué los platillos ( platillos) y siguió roncando.
Entonces llamé a mis amigos y, a la cuenta de tres tocamos todos los instrumentos a la
vez.
Después tocamos y gritamos. El tío al fin abrió un ojo! Después abrió otro ojo y se
despertó.
-¡Tío, tenés que tomar los remedios!
-Gracias por despertarme-dijo, tomó la pastilla... -Me encanta despertarme escuchando
música- dijo- Despertarme dentro de una hora que tengo que tomar otra pastilla- y se
volvió a dormir.
Me agarré la cabeza. ¡Este tío dormilón! Iba a ser una mañana muy roncadora y muy
musical.

Otoño

Hace poco empezó el otoño. Los árboles parecen tristes porque pierden las hojas que
se ponen amarillas, otras se ponen rojas y hacen un paisaje muy lindo, lleno de
colores. A mí me encanta el otoño.
El otro día venía para el jardín y me crucé a la otra vereda nada más que para pasar
debajo de una arboleda y escuchar los crac crac de las hojas amarillas que iba
pisando. ( pisada de hojas amarillas). Agarré un par de hojas secas, muy lindas, para
hacer un collage. De pronto vino una ráfaga de viento. ( shhh) sacudió las ramas de un
tilo y las hojas me dieron en la cara, eran como caricias. Mi mamá me dijo: - Dale hijo,
caminá que vas a llegar tarde al jardín. Pero yo no caminé, me quedé debajo del árbol
que largaba las hojas amarillas del otoño. Después caminé un poquito( caminar sobre
las hojas) y volví a detenerme para que las hojas me acariciaran, pero mi mamá me
retó y volví a caminar. Me crucé con un perro que vino a ladrarme ( ladrido). - Le grité:
cucha y el perro se fue. Después me crucé con un gato que maulló tres veces (
maullido). Pasaron delante de mí unos pajaritos que se pusieron a cantar( pajaritos). Y
me crucé con un gallo (kiquiriqui), parece que se había quedado dormido porque
siempre cantan más temprano, pero este gallo loco se le dio por cantar a la horas de
entrar al jardín ( kiquiriqui). Volví a pasar por las hojas secas. Pasó el vendedor de
churros. ( silbato). Hay churros, churro, bolitas, churros) Le pedí a mi mamá que me
compré pero me dijo que no. Dijo que ya estaba gordito. ¡Ufa!.
El viento soplaba y soplaba (shhh) y las hojas seguían callendo de los árboles. Empezó
a llover (palo de lluvia). Corrimos hasta el jardín y saludé a mis amigos ( palmas)
Después del desayuno le regalé una hojita roja, preciosa, a un amigo, y él me regaló un
caramelo mientras la señorita nos leía un cuento y yo miraba la lluvia caer. (palo de
lluvia) y pensaba: “Que lindo es el otoño” y colorín colorado, este cuento se ha
terminado”.

La tarde en que Kintu tocó los tambores

Esta historia ocurrió en un lugar muy muy lejos, en África, hace muchos años, cuando
un grupo de hombres malos( hombres que tenían la piel clara), fueron a buscar a los
indios de África, que tenían la piel oscura, para convertirlos en esclavos ( es decir en
prisioneros y obligarlos a trabajar para ellos). Los hombres malos llegaron a la aldea a
los gritos y disparando. ( explosiones bolsitas, gritos), atraparon a los negros y les
pusieron unos grilletes, que eran como unas sogas de metal para que no pudieran
escaparse. Todos los negros fueron atrapados. Todos menos Kintu, que, a sus diez
años, ya sabía todo lo que tenía que saber.
El niño corrió y corrió por la selva. Tan asustado estaba que sintió a su corazón como a
esos tambores que tanto le gustaba tocar ( tambor).. Sintió el zumbido de las balas que
le pasaron cerca. ( explosiones) .Corrió con los pies descalzos, con el sol de las cuatro
de la tarde sobre su frente. Corrió con la esperanza de llegar antes que los blancos a la
próxima aldea para pedir ayuda. La aldea se hallaba en el centro de otras más
pequeñas y con sólo tocar tambores podían escucharse en toda la región. Las aves,
asustadas, salían revoleteando (efecto aves).
Kintu llegó cansado y con miedo. Miró el fuego (celofán). Vio que un hombre blanco
estaba quemando los tambores. Pensó y pensó. Se escondió detrás de unos árboles,
respiró profundo y salió al encuentro del hombre. Se hizo seguir y pasó por el sendero
donde estaban las trampas para las bestias. Saltó y pasó por arriba de unas ramas,
pero el hombre blanco pisó la trampa y cayó en un pozo enorme, un pozo del que no
pudo salir. Entonces Kintu buscó los tambores. Sölo había quedado uno y empezó a
tocar. ( bongó). Tocó la señal de alarma ¡Si!, el ritmo le estaba saliendo bien ( bongo).
Los sonidos llegaron a todos los pueblos... El niño llevaba veinte minutos tocando y ya
se estaba quedando sin fuerzas. En otra aldea, Kroslo, que era un cacique escuchó
esos ritmos y de inmediato mandó a sus guerreros. Los hombres buenos tomaron las
lanzas y los escudos y corrieron gritando (grito indios). Los músculos de Kabul ya no
daban más pero siguió y siguió tocando ( bongó). Llegaron a la aldea y encontraron a
Kintu que les contó sobre los hombres blancos. Corrieron hasta la otra aldea y en
minutos liberaron a sus compañeros y bailaron hasta el amanecer ( bongó, voces ritual
) mientras los pájaros cantaban con el nuevo día ( pájaros), y el viento ( shhhh)
reavivaba las brasas del fuego ( celofán), y colorín colorado, este cuento se ha
terminado.

Los peligros de África

Una vez me fui a Sudáfrica. Quería pasear, ver de cerca a los animales salvajes y
sacarles fotos. Tomé en avión. Después un tren, de esos antiguos, a vapor ( silbato
tren). Viajé toda la noche en el tren que hacía sonar el silbato en cada estación ( silbato
tren). Dormí en un hotel y al día siguiente me vinieron a buscar en una camioneta. Los
pájaros eran increíbles. ( pájaros). Revoloteaban al lado de la ventanilla ( alas pájaros,
cintas de papel unidas)... A lo lejos divisamos unas cebras y nos acercamos para
poderlas fotografiar, pero se fueron galopando ( cocos). Aparecieron las jirafas y vi un
rinoceronte... El motor de la camioneta no anduvo más y caminamos bajo el sol de
África. De pronto la tierra tembló. ( bombo ). ¡Sï! una manada de elefantes vino hacia
nosotros. Barritaban. ( elefantes mangueras corrugadas de cable)Corrimos y corrimos.
Eran 15 0 20 elefantes enloquecidos (elefantes). Golpeaban el tronco de un árbol para
que caigan sus frutos.(bombo). Se quedaron un buen rato allí. Luego vino una pantera(
rugido). La manada de elefantes volvió a barritar ( elefantes). Caminé y caminé... La
noche me encontró cansado y sin agua.. Hice un fuego (celofán), y el croar de las
ranas era como un concierto. (tapitas gato rade) nunca escuché nada igual.(tapitas). El
canto de las ranas era impresionante. (Tapitas).
Volví a caminar. Por la tarde pude volver al hotel. Fue un día difícil, saqué muchas fotos
increíbles, hermosas, pero nunca más volví a esa selva con tantos peligros y colorín
colorado, este cuento se ha terminado.
Una noche de Navidad

Era la noche de Navidad y Juancito estaba feliz esperando a que se hagan las doce
para abrir los regalos.
Le había escrito una carta a Papa Noel pidiéndole un barquito para la pileta. Revisó el
arbolito pero no encontró ningún paquete con su nombre. ¿Papa Noel se había
olvidado de él?
Se acercó al fondo donde su abuelo estaba cocinando asado y se quedó viendo las
grandes llamaradas que quemaban el carbón. (celofán) A Juancito le encantaba mirar
el fuego y su abuelo le pidió más piñas porque se había quedado sin maderas,
entonces trepó al pino y cada piña que encontraba la tiraba al suelo.(golpe sobre la
mesa) Subió hasta las últimas ramas y se dio cuenta que había viento, mucho viento
agitaba las ramas (cañas) Escuchó también el canto de los grillos y de las ranas
(raspador), y las cañitas voladoras que de tanto en tanto surcaban el cielo. Cuando
juntó muchas piñas bajó del árbol, se las llevó al abuelo y salió corriendo cuando
escuchó que habían tocado timbre.(triángulo) Eran sus primos preferidos: José y
Daniela.
Jugaron a policías y ladrones con unos revólveres, pero Daniela dijo que ese juego no
le gustaba y propuso las escondidas. Empezó contando ella y Juancito corrió hasta el
pino y en segundos llegó hasta las ramas más altas. Daniela no lo podía encontrar y
mientras esperaba, Juancito, agazapado, escuchó que el viento era más fuerte. ( caña).
La luna había sido cubierta por grandes nubarrones.
El abuelo tocó la campana que estaba al lado de la parrilla (campana): - ¡A comer!
Mientras conversaban Juancito intentaba hacer memoria. ¿Realmente se había portado
bien como para recibir el barquito? ¿Se habría enterado Papa Noel de aquel
cumpleaños en que le había robado dos caramelos a su amigo? ¿Y la tarde en la que
con un primo más grande tocaron el timbre de una casa y salieron corriendo?
El papá juntaba las cosas del fondo porque venía la tormenta. El viento ( caña) se hizo
más fuerte y el cielo empezó a relampaguear.
Juancito y sus amigos se divertían tirando petardos. (explotar bolsitas).
La lluvia se largó con todo,( palo de lluvia) una tormenta con fuertes vientos y rayos
aquí y allá...( trueno placas).
Finalmente el reloj dio las doce. Brindaron... ( chinchines).
El papá entregó los regalos y Juancito se volvió loco con su barquito azul. ¡Estaba tan
feliz! Papa Noel se había acordado de él y había perdonado las veces en que se portó
mal.
Apretó un botoncito y escuchó una sirena. Los grandes se quedaron conversando y
Juancito abrió un paraguas y puso el barquito en la pileta y lo vio navegar, loco de
alegría, así fue cómo vivió la Navidad más linda de su vida.

Una tarde en el campo de mi tío Mario.


Era una tarde de sol y mi mamá me llevó al campo de mi tío Mario. Cuando abrimos la
tranquera vinieron los perros a ladrarnos. ( ladrido). Había muchas gallinas que se
pusieron a cacarear ( cacareo) y también un pato ( cua cua). Pasamos por el corral de
los chanchos ( sonido chancho).
Mi tío nos recibió con un abrazo. Nos convidó mate y me preguntó si lo acompañaba al
pueblo a comprar para la cena. -¿Te animás a montar un caballo?- me preguntó.
Le dije que sí aunque tuve miedo.
Los pájaros cantaban ( Pájaros) y el viento comenzó a sacudir las copas de los árboles
(cañas),. De pronto se nubló. Subí al caballo y empezamos a andar ( cocos al paso) Mi
tío iba adelante en su caballo que se llamaba Rayo, el mío se llamaba Pochoclo.
Pasamos por donde pastaban las vacas ( mugido), y el viento soplaba y soplaba (
cañas)
-Agarrate fuerte-me dijo- Vamos a galopar así llegamos más rápido.
Su caballo galopó y el mío también ( cocos galope). Íbamos muy rápido. El cielo se
había puesto negro. Los caballos galopaban fuerte ( galope vasos). De pronto el cielo
se llenó de rayos y escuchamos los primeros truenos ( trueno).
Las vacas mugían ( mugido) y se refugiaban debajo de los árboles.
Llegamos al almacén. Compramos rápido y emprendimos la vuelta. Los truenos daban
miedo ( trueno) y los caballos, asustados, se pusieron a relinchar ( relincho).
Pasamos la tranquera y ni bien bajamos de los caballos se largó una lluvia torrencial (
palo de lluvia).
Un rayo iluminó el cielo, cayó cerca del río y el trueno que siguió hizo vibrar toda la
casa ( trueno).
Mi tía nos cocinó torta frita mientras por la ventana mirábamos la lluvia caer ( palo de
lluvia) y escuchamos cantar las ranas ( tapitas gato rade) y los grillos ( llaves). Cómo
me gustaba escuchar las ranas ( tapitas) y los grillos( llaves).
Tuvimos suerte en no mojarnos. Las tortas fritas salieron riquísimas. Me encanta ir al
campo de mi tío Mario, es muy divertido, y colorín colorado, este cuento se ha
terminado.

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