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CUENTO DE NAVIDAD

PERSONAJES

NARRADOR
ÁNGEL
JOSEFINA
EMBARAZADA
CAMIONERO
NIÑO

NARRADOR. Era la noche de Navidad. Un ángel se le apareció a Josefina, una señora de familia adinerada, y
le dijo…

ÁNGEL. Te traigo una buena noticia: esta noche el Señor Jesús vendrá a tu casa.

NARRADOR. Josefina quedó entusiasmada, nunca había imaginado que fuera posible un milagro tan
extraordinario. Llamó por teléfono a sus familiares, comunicándoles la buena noticia, y se dispuso a
preparar una exquisita cena para recibir a Jesús.

Cuando estaba muy afanada con sus preparativos sonó el timbre. Se dirigió a la puerta y allí estaba una
mujer mal vestida, de manos y rostro arrugados por el trabajo y el frío, y su vientre mostraba un embarazo
muy adelantado.

EMBARAZADA. Señora, ¿no podría ayudarme de alguna manera? No le pido limosna, sino trabajo, muy pronto
daré a luz y necesito con urgencia el trabajo.

JOSEFINA. Estas no son horas de venir a molestar en busca de trabajo. Es Noche Buena ¿acaso no lo sabe?
Vuelva otro día y veremos qué puedo hacer por usted. Ahora disculpe, estoy muy ocupada preparando la
cena para recibir una visita muy importante.

NARRADOR. Y cerrando la puerta continuó colocando el mantel, las servilletas...

Poco después, mientras la señora limpiaba las copas de cristal, llamó a la puerta un hombre con sus ropas
sucias de grasa. Ella un poco impaciente abrió la puerta y...

CAMINIONERO. Disculpe señora, mi camión se ha descompuesto aquí frente a su casa. ¿No tendría acaso
algunas herramientas que me preste?"

NARRADOR. La señora como estaba tan atareada se irritó muchísimo.

JOSEFINA. ¿Acaso piensa usted que mi casa es un taller mecánico? ¿Cómo puede haber personas tan
inoportunas y descaradas? No, no tengo ninguna herramienta para prestarle y mejor se va pronto porque con
esos pies tan sucios me está manchando la vereda.

NARRADOR. Josefina siguió con los preparativos, puso a enfriar la champaña, colocó las copas sobre la mesa,
sin duda no tardaría en llegar el buen Jesús... Por eso cuando volvió a escuchar el timbre su corazón saltó
de emoción. Pero al abrir la puerta... no era Jesús. Era un niño de la calle pidiéndole un plato de comida.

JOSEFINA. ¿Cómo te voy a dar comida si todavía no hemos cenado? Vuelve mañana y te daré lo que haya
sobrado, si es que sobra algo, pues todo lo que he preparado está exquisito y tengo una visita muy especial
esta noche.
NARRADOR. Y cerró la puerta con desprecio.

(Música para reflexionar y sigue suave mientras entran los familiares.)

NARRADOR. De a poco fueron llegando los hijos de Josefina con sus nietos, la hermana menor, y el tío
Enrique con la tía Adelina, todo parecía estar listo, solo faltaba el invitado especial. Ya, sentados a la mesa
todos esperaban con mucho nerviosismo la llegada de Jesús.

Fueron pasando las horas y Jesús no aparecía. Cansados de esperar decepcionados y pensando, pero sin
atreverse a decirlo, que todo había sido una habladuría de Doña Josefina que de tanto rezar andaba
inventando visiones de ángeles y cosas absurdas, empezaron a comer los deliciosos manjares, descorcharon
las botellas, devoraron los postres, los licores...

Después les llegó el sueño y se fueron yendo cada uno para su casa a descansar, despidiéndose de Josefina
con una palmadita que podía expresar cualquier cosa.

Josefina se quedó sola llorando de desilusión. Se había dado cuenta de que algunos durante la cena habían
sonreído con cruces de miradas, queriendo decir que ella estaba medio loca. Pero ella estaba segura de
haber visto al ángel y de haber escuchado sus palabras. No podía darse cuenta qué había pasado, si los
ángeles no mienten, algo muy serio le habría sucedido a Jesús, para no presentarse en su casa como lo había
anunciado su mensajero el ángel.

Tras llorar un buen rato y convencerse de que ella no había fallado en nada, se quedó dormida sobre el sofá
de la sala. Cuando despertó vio al ángel junto a ella.

JOSEFINA. (Indignada.) ¿Por qué me engañaste? Preparé todo con esmero, esperé toda la noche y Jesús no
apareció. ¿Por qué me hicieron esta broma frente a toda mi familia?

ÁNGEL. No fui yo quien mintió, fue usted la que no tuvo ojos para ver. Jesús vino tres veces: él era la mujer
embarazada que le pidió trabajo, el camionero sucio de grasa, el niño hambriento que le pidió comida. Pero
usted, Josefina, no fue capaz de reconocerlo, ni de recibirlo.
FIESTA PARA JESÚS
Escrito por Bob Snook y traducido con permiso por Loida Somolinos
http://www.thewestcoast.net/bobsnook/

PERSONAJES

KATIA
JANET
MAMÁ

(Escena: tres sillas, dos biblias y un control de televisión en la silla.)

(Katia entra cargando su abrigo, pasa las sillas, pone el abrigo en el respaldo de una silla, se sienta, agarra
el control, prende la TV imaginaria y la empieza a ver.)

JANET. (Entra cargando su abrigo, pasa las sillas, pone el abrigo en el respaldo de la silla.) ¿Qué estás
viendo?

KATIA. ¡Sh! No me dejas oír…

JANET. (Mirando la tele.) ¿Qué están haciendo todos esos bomberos ahí? ¿Se está incendiando algo? (Se
sienta y se pone a ver la tele.)

KATIA. ¡Sh! No es un incendio sino un accidente en la carretera.

JANET. ¿Y ya viste si papá está ahí?

KATIA. Todavía no, escucha (señalando la tele.)

MAMÁ. (Entra con su abrigo en el brazo, escribiendo algo y murmurando, negando con la cabeza, pasa por
enfrente de las sillas.) Muy bien, este es el trato...

KATIA y JANET. ¡Sh!

JANET. Mamá hay un accidente muy feo en la carretera (señalando la tele.)

MAMÁ. (Viendo lo que había escrito.) Está bien, mi hijita. Mira, voy a necesitar su ayuda con las compras de
esta noche. Katia, necesito que... (Levanta la mirada.) Katia, ¿me estás escuchando? (Agarra el control y
apaga la tele.)

KATIA y JANET. Mamá.

MAMÁ. Miren, tengo muchas cosas qué hacer y no me va a alcanzar el tiempo, así que ¡póngame atención!

KATIA. (Quejándose.) Si te estoy escuchando…

MAMÁ. Le prometí a su abuelita que iba a cocinar la cena de navidad para mañana y no he tenido tiempo de
preparar nada (mira sus notas.) Katia, necesito que vayas a la carnicería y preguntes si van a abrir hasta
tarde para poder ir a comprar la carne.

KATIA. Sí, claro, mamá, de seguro la carne es más importante que la media docena de personas que
murieron en ese accidente.
MAMÁ. ¿De qué habla? (Leyendo sus notas.)

JANET. De que hubo un accidente muy feo en...

MAMÁ. Janet, alístate porque te voy a llevar a la tienda de discos para que compres ese CD que quieres
para... ¿Quién?

JANET. Para Marlon y es el nuevo CD de ¨Marcos witt¨, mamá.

MAMÁ. Sí, como se llame, tú sabes.

KATIA. (Entrando a la casa.) La carnicería estaba cerrada, tenía un letrero que decía: “cerrada por
navidad”.

MAMÁ. ¡Oh, no! (Lee sus notas.)

JANET. (Hablando con Katia.) Tenemos que ir a la tienda de discos en la noche cuando nos vayamos a la
iglesia.

KATIA. Mamá, la tienda de discos no está en el camino a la iglesia. Tendríamos que dar mucha vuelta.

MAMÁ. (Sin levantar la vista) ¿Qué? ¿La iglesia? ¿Alguien dijo algo de la iglesia?

KATIA. Es miércoles en la noche aquí en la tierra y los miércoles vamos a la iglesia.

MAMÁ. (Sin levantar la vista.) ¡Ah! Pues hoy no podemos ir.

KATIA y JANET. ¿Qué? Pero, ¡mamá!

MAMÁ. Tenemos mucho qué hacer, esta es una noche especial y ustedes lo saben.

KATIA. Así es, hoy va a haber un servicio especial de vísperas de navidad en la iglesia.

MAMÁ. Yo no me refería a eso…

KATIA. Ya lo sé, yo nada más decía…

MAMÁ. Lo siento mucho, normalmente iría con su papá a comprar todo, pero desafortunadamente me casé
con un bombero.

JANET. Eso es lo que hemos tratado de decirte, que Papá quizás está en....

MAMÁ. Bueno, Janet, aquí está el dinero para que compres el CD. Y Katia, te voy a dar este dinero para que
compres el regalo para tu tío Alberto. Las voy a llevar y se bajan mientras yo voy a Soriana a ver si todavía
tienen pavos ahí, después las paso a recoger y vamos a...

KATIA y JANET. (Se levantan y cantan.) Noche de paz, noche de amor. Todo duerme en derredor, entre los
astros que esparcen su luz, bella anunciando al niñito Jesús.

MAMÁ. Realmente no tenemos tiempo para esto, ya vimos que algunas tiendas no abrieron y que otras van a
cerrar temprano.

KATIA. Claro, es verdad, no tenemos tiempo para esto. Él era solo un bebe.

JANET. Y nació hace mucho tiempo.


KATIA. Hace 2000 años.

JANET. ¿Quién va a recordar algo tan antiguo?

KATIA. Sí. Él solo fue el creador del universo.

JANET. ¡Qué idea tan tonta de ir a la iglesia en navidad!

KATIA. ¡Ay, sí! ¡Qué tonto!

MAMÁ. (Suspirando.) Ya está bien tomen sus abrigos.

(Katia y Janet agarran sus abrigos y empiezan a caminar hacia la puerta.)

MAMÁ. No olviden sus Biblias.

KATIA. ¿Para ir de compras?

MAMÁ. (Tira la pluma y el cuaderno) ¿De compras? ¿Y perdernos la fiesta para Jesús? De ninguna manera…

KATIA. ¿Y qué vamos a cenar?

MAMÁ. Yo había comprado algo de carne y unas latas, solo en caso de que no me alcanzara el tiempo. Así
que eso vamos a cenar.

JANET (Agarra las biblias.) ¿Y qué hay sobre el CD y el regalo del tío Alberto?

MAMÁ. La farmacia abre 24 horas y tiene algo de cosas, ahí podemos encontrar algo para el tío Alberto y
para, ¿cómo dices que se llama?

JANET. Marlon.

MAMÁ. Bueno, de cualquier forma no es la fiesta de Marlon ni del tío Alberto. Es la fiesta de Jesús. (Salen
cantando noche de paz.)

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