Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“EXPERIENCIA”
(Texto utilizado exclusivamente con propoó sitos docentes, Prof. Juan Pablo AÓ lvarez)
Yo les invito a que saquen una hoja, y en medio de la hoja escriban la palabra
“experiencia”… y debajo de la palabra “experiencia” escriban ustedes una traduccioó n,
un primera traduccioó n que nos va a servir de punto de partida. Escriban “lo que nos
pasa”, la experiencia es lo que nos pasa, porque ¿queó es la vida sino el pasar de lo que
nos pasa y nuestras torpes y a veces inuó tiles tentativas de elaborar el sentido o el
sinsentido de lo que nos pasa?. Entonces escriban ustedes “experiencia” y escriban
ustedes “lo que nos pasa” y a lo largo de mi exposicioó n lo que vamos a ir haciendo es
que alrededor de la palabra experiencia les voy a ir indicando otras palabras, para que
la palabra experiencia resuene con ellas. Vamos a rodear la palabra “experiencia” para
ver queó es lo que sale. A eso es lo que yo le llamaba crear un espacio de resonancia,
hacer que la palabra “experiencia” resuene por otras palabras.
Bien, entonces ya tienen ustedes la frase “lo que nos pasa” y ahora les pido que
encierren en un circulito la palabra “lo”, porque ahora vamos a hablar del “lo” de “lo
que nos pasa”.
La experiencia es siempre experiencia de algo, la experiencia exige un acontecimiento,
exige el pasar de alguna cosa que no soy yo. Y ese acontecimiento, ese “que no soy yo”
significa tambieó n que es algo que no depende de míó, es decir, que no es una proyeccioó n
de míó mismo, no es una proyeccioó n de lo que yo ya seó , de lo que yo ya pienso, ni de lo
que yo ya siento, etc.
Yo voy a hablar un poco del sujeto de la experiencia a lo largo de mi exposicioó n y direó
que es incapaz de experiencia, es decir, no seraó nunca un sujeto de la experiencia ese
tipo de personas que, encuentren lo que encuentren, siempre se encuentran consigo
mismo, es decir, con una proyeccioó n de lo que ya saben, de lo que ya piensan, de lo que
ya creen, de lo que ya sienten, de lo que de alguna manera anticipan, etc. A esa primera
condicioó n de la experiencia, que exige el pasar de algo que no soy yo y que no depende
de míó la vamos a nombrar, de momento, con tres palabras, las palabras “exterioridad”,
la palabra “alteridad” y la palabra “alienación”. Si digo que la experiencia tiene que
ver con la “exterioridad” es porque esa exterioridad estaó contenida en el “ex” mismo
de la palabra “experiencia”, que es el mismo “ex” del “exterior”, del “extranjero”, de la
“extranñ eza”, del “exilio” y del “eó xtasis”. No hay experiencia por tanto sin la aparicioó n de
algo, de un “lo”, de un “eso”, en definitiva de un acontecimiento que es exterior a míó,
extranñ o a míó, extranjero a míó, que estaó fuera de míó mismo, que no pertenece a mi lugar,
que no estaó en el lugar que yo le doy.
La escuela, como aparato biopolíótico (Foucault estudioó muy bien eso en “Vigilar y
castigar” y en otros textos), funciona como un gigantesco aparato de distribucioó n de
lugares, asíó lo hace la escuela cuando trata con los ninñ os o con los contenidos, la
escuela odia la ambiguü edad, odia las cosas que no se saben muy bien queó son, por lo
tanto funciona como una gigantesca maó quina de creacioó n de orden, es decir, tiene que
haber un lugar para cada cosa y cada cosa tiene que estar en su lugar. Todos los
alumnos tienen que estar bien identificados, identificados seguó n caracteríósticas
psicoloó gicas, econoó micas, socioculturales, etc., pero cada uno debe estar en su lugar,
los contenidos tambieó n, tienen que estar planificados, graduados, cada cosa en su
lugar, cada cosa en su momento… entonces cuando la escuela funciona como un
gigantesco aparato de distribucioó n de lugares, y la escuela funciona como aparato de
distribucioó n de lugares no ambiguo, como un aparato que odia la ambiguü edad, que
cancela la ambiguü edad, la escuela en ese mismo sentido hace imposible la experiencia.
Dicho de otro modo, la docencia, la educacioó n, solamente es una experiencia cuando
aparece algo o alguien que estaó fuera de lugar, es decir que no ocupa el lugar que yo le
doy, que no ocupa el lugar que yo he previsto para eó l.
No seó si me entienden lo que digo. Yo tengo un amigo que, hablando de la alteridad,
dice que el otro nunca estaó en el lugar que yo le doy, pero a pesar de eso debo darle un
lugar.
Entonces el “ex” de la experiencia tiene que ver con la aparicioó n de algo extranñ o, y ese
extranñ o significa algo que estaó fuera de lugar, que no pertenece a un lugar, que no tiene
un lugar concreto, que no tiene un lugar que lo designe.