Está en la página 1de 5

HONRANDO A DIOS CON LAS PRIMICIAS

“Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus
lagares rebosarán de mosto” (Proverbios 3: 9 y 10).

Si personalizo la lectura de este Palabra: “ Si honro a Jehová con mis bienes y con las primicias de todos mis frutos; serán
llenos mis graneros con abundancia, y mis lagares rebosarán de mosto”.

Dios dejó en Su Palabra la fórmula para que seamos prosperados, para que alcancemos la provisión que Él tiene para
nosotros sus hijos, y que también de este forma su Obra crezca y se fortalezca. Es a través de las ofrendas, diezmos,
primicias y pactos (votos).

Se nos dice que honremos a Dios con nuestros bienes. Lo hacemos cuando diezmamos y ofrendamos, o cuando
hacemos voto o pacto especial con Dios. Pero hay un énfasis en el texto en las primicias.

¿Qué son las primicias? Fue la primera relación que tuvo el hombre con Dios. Luego de recibir lo que la tierra le daba,
reconocía la soberanía de Dios trayéndole lo primero y lo mejor de ella.

· Se demostraba así la fe en la sobreabundante provisión de Dios.

· Era símbolo de dependencia. “Lo que tú me diste es la que hoy te traigo”.

· Era símbolo de que nada es nuestro y todo pertenece al Señor.

· Era la manera de manifestar lo que después la Ley estableció como el primero y más grande mandamiento:
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todas tus fuerzas, y con toda tu mente”.

Consagrar los primeros frutos y lo mejor de mis cosechas era demostrar que en mi corazón estaba primero Dios. Ese
corazón agradaba a Dios y eso lo bendecía.

Vamos a Génesis 4: 1 – 5. No existía aún la Ley ni el sacerdocio, pero los hombres se acercaban a Dios con sus ofrendas.
Abel lo hizo con sus primicias. Trajo de los primogénitos de su ganado lo más gordo de ellos para Dios. O sea, trajo lo
mejor. Caín al parecer hizo sólo ofrenda, si el cuidado de traer los primores de su cosecha.

A Dios le agradó la ofrenda de Abel, y Dios lo enalteció.

Consagrar las primicias a Dios era una señal de amor y fe que agradaba a Dios (Ex. 22:29).

Algunos ejemplos.

· Ana 1°Samuel 1: 11 y 24 – 28.

· Una viuda 1°Reyes 17: 8 – 16.

· Multiplicación de panes 2°Reyes 4: 42 – 44.

· Abundancia 2°Crónicas 31: 4 y 5; 9 -10.

· Pacto del pueblo Nehemias 10: 35 – 37.

· Dios lo demanda Exequiel 20: 40 – 42; 44: 30.

Hay un poder en las Primicias. Dios se ha comprometido bendecir con abundancia a los que consagran sus primicias a
Él.

Hubo momentos en las Escrituras en que Dios decretó que las primicias eran anatema, es decir sólo para Él. Fue el caso
de Jericó (Josué 6: 16 -19). Violar este decreto trajo consecuencias graves.
Las ofrendas y los diezmos debían ser traídos al Alfolí, el lugar destinado en el Templo para almacenarlas; pero las
primicias debían ser entregadas en las manos del sacerdote del santuario. Esto era lo diferente. (Num. 18:13)

Cuando traigas tus primicias al Señor, debes dirigirte a la iglesia y entregarlos en manos de los ancianos o el cuerpo
pastoral de ahí, o en las manos del pastor, para uso de las necesidades de ellos o de él.

Hay un principio espiritual detrás de todo esto. El apóstol Pablo lo enseña en Romanos 11: 16. Las primicias santifican
todo el resto.

Tú y yo somos santos, ¿por qué? Porque Jesús, la primicia de los resucitados fue aceptado como ofrenda agradable ante
el Padre; luego se aplica el mismo principio. Si la primicia es santa (Jesús) todo el resto (los que hemos creído en él)
somos santos. Entonces al consagrar las primicias al Señor estás santificando toda la producción restante. Si todo el
resto es santificado, eso significa que Dios lo ha investido con el potencial para ser multiplicado sobrenaturalmente.

¿Cuáles son nuestras primicias hoy?

· De los aumentos de sueldos

· De los aguinaldos o bonos

· De los primeros ingresos de algún negocio

· Del primer sueldo de un nuevo empleo

· De alguna respuesta de Dios.

SIGNIFICADO DE LAS PRIMICIAS

La Fiesta de las Primicias, conocida en hebreo como "Bikkurim" (primeros frutos), es parte de las primeras tres fiestas
dentro del Calendario que Dios le dio a Su pueblo, y también se celebra durante la estación primaveral, que comienza
con el mes de Abib (Aviv/Nisán).

Esta Fiesta se celebra en el contexto de la Fiesta de la Pascua; después de la celebración del primer día de la Fiesta de
los Panes sin levadura (Éx. 12:14-20; Lev. 23:6-8). Es decir, que si la Pascua se celebra en el atardecer del día 14 de Abib,
las Primicias deberían celebrarse el día 17 del mismo mes (Lev. 23:5-11). Y es una de las tres Fiestas de cosecha; en este
caso, principalmente de la cebada, entre otros frutos. Las otras dos Fiestas de cosecha son Pentecostés (trigo) y la de los
Tabernáculos (frutos de los árboles). Así es conocida como la Fiesta de los Primeros frutos del año.

Veamos los significados y principios que podemos extraer de esta hermosa fiesta de cosecha:

SEA DIOS EL PRIMERO

A través de esta Fiesta podemos observar que Dios desea ser el primero. El desea tener el primer lugar en todo:

1. El primer lugar de nuestra vida

2. El primer lugar de nuestra labor o trabajo

Este principio lo vemos expresado tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En la declaración de Fe del pueblo
de Israel leemos:

"Oye Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con
todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón" (Deuteronomio 6:4-6)
Después de declarar las bendiciones sobre Su pueblo:

"Jehová tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu
corazón y con toda tu alma. Has declarado solemnemente hoy que Jehová es tu Dios, y que andarás en Sus caminos, y
guardarás Sus estatutos, Sus mandamientos y Sus decretos, y que escucharás Su voz" (Deuteronomio 26:16-17)

Y es ratificado por Jesús nuestro Señor:

"Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y
grande mandamiento" (Mateo 5:43).

Nuestra fe y amor es tan valioso para Dios que lo que Él le recrimina a Su Iglesia, representada por la iglesia en Éfeso,
fue que ésta había dejado su "PRIMER amor". Y le exhorta a examinar dónde se extravió, que se arrepienta y haga las
PRIMERAS obras (Ap. 2:4-5). Él desea ser nuestro primer amor y que nuestra obras reflejen esa fe, amor y entrega a Él.

Así, la ofrenda de los primeros frutos, al comienzo del año, expresan nuestro deseo de entronar a Dios, como nuestro
Señor, como el Primero en nuestra vida y en nuestra labor, en todo lo que hacemos en nuestra vida, para la alabanza de
Su gloria.

DAMOS A DIOS PRIMERO

También a través de nuestras ofrendas de Primicias, expresamos el principio que, antes que cualquier otra cosa, damos
a Dios primero.

El primer principio está muy ligado al segundo, en vista que Dios es el primero en nuestra vida, nuestras primeras
cosechas, frutos o resultados de nuestra labor, se lo damos a Él primero.

Pero al establecer esta Fiesta, entre otras ordenanzas similares, podemos ver claramente que, Dios desea los primeros
frutos de nuestra labor. Así que, es bueno honrarle con una ofrenda de los primeros resultados de nuestra labor.

Proverbios, como libro de sabiduría, nos enseña que el cumplimiento de este principio trae consigo una gran bendición:
"Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus
lagares rebosarán de mosto" (Prov. 3:9-10).

LA OFRENDA DE ABEL:

Cuando traemos nuestras Primicias, tenemos que tener en mente que Dios desea en nuestra vida y en nuestras labores:

1. LO PRIMERO

2, LO MEJOR

3. LO ESCOGIDO

Esto lo podemos ver en la primera ofrenda dada a Dios registrada en la Biblia: las ofrendas de Caín y Abel. La Escritura
relata que: "Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los PRIMOGÉNITOS de sus
ovejas, de LO MÁS GORDO de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda" (Gén. 4:3-4).

De Caín se dice que "trajo del fruto de la tierra una ofrenda"; pero de Abel se dice que trajo de los "primogénitos
(primeros nacidos) y de los más gordo (lo mejor, lo escogido)"; por lo tanto, Dios miró con agrado el corazón adorador
de Abel y su buena ofrenda.
De manera equivocada, se ha dicho que a Dios le agradó más la ofrenda de Abel porque eran sacrificios de animales;
pero eso no es lo que podemos ver en ese relato ni en la celebración de la Fiesta de las Primicias. Lo que Dios ve con
agrado es que el adorador propone en su corazón darle a Dios:

1. Lo Primero

2. Lo Mejor

3. Lo Escogido

JESÚS ES EL PRIMOGÉNITO

Dicho lo anterior, podemos ver que hay una estrecha relación entre las Primicias y los Primogénitos, en el contexto de la
celebración de la Pascua. De hecho, en la primera Pascua, en la cena de esa primera noche de Pascua, se observa los
elementos de las primeras tres Fiestas:

1. El cordero o cabrito debía ser de un año, en su primer año y sacrificado en el primer mes.

2. La sangre del cordero o cabrito de Pascua, sería el precio por la liberación (redención) del pueblo, para que no fuera
herido por el ángel del Señor.

3. Los panes debían ser sin levadura

Nuestro Señor Jesucristo cumplió a cabalidad el mensaje profético encerrado en estas tres Fiestas solemnes. Y los
escritos del Nuevo Testamento señalan que Él es el primogénito, el Primero, título que conlleva varios significados:

1. En el Nuevo Testamento se usa la palabra giega "protótokos" (Strong 4416), que literalmente significa: el primero en
nacer, primogénito (Col. 1:15,18).

2. En el Antiguo Testamento se usa la palabra hebrea "bekor" (Strong 1060), que pudiera significar, además de
primogénito, también: mayor, primero, primicia, primogenitura.

3. Pero también este término o título tenía otros significados, por causa de los beneficios que conllevaba la
primogenitura, llegando a significar más un título honorífico: mi precioso, mi especial, mi predilecto; que nada tenía que
ver con su primer significado "el primero en nacer". Así vemos los casos en que Dios usó este título en ciertas personas
como:

- Israel (Jacob), a quien Dios declaró Su primogénito, aunque realmente lo fue Esaú (Éx. 4:22)

- Efraín, aunque el primogénito fue Manasés (Jer. 31:9, 20)

- David, aunque era el último de ocho hermanos (Sal. 89:20, 27)

Así que, el título de "Primogénito" conllevaba el sentido de los beneficios de la primogenitura, tales como:

1. Señorío sobre toda las propiedades del padre y sus hermanos (Gén 25:23; 27:29)

2. Heredero preferencial, con una mejor porción que el resto de los hermanos (Dt. 21:17)

3. Primero o principal entre sus hermanos u otros (Sal. 89:27)

Así, el Nuevo Testamento declara que Jesucristo es el Primogénito:

1. De toda la creación (Col. 1:15), ejerce Señorío y supremacía sobre todo lo creado (Mt. 28:18).

2. De María (Lc. 2:7), el primer hijo nacido a María, entre sus hermanos (Mt. 12:46-47; Lc. 8.19-20.

3. De entre los muertos (Col. 1:18; Ap. 1:5), el principal entre los que han resucitado y resucitarán.
4. De entre muchos hermanos (Ro. 8:29), el Supremo o principal en la congregación de los hijos de Dios (Heb. 12:23)

JESÚS ES LAS PRIMICIAS

Pero además de darle el título de Primogénito, el apóstol Pablo también declara que Jesucristo es las Primicias entre los
muertos y entre los que resucitaron (1Cor. 15:20-22)

Jesucristo es Primicias:

1. De todos los resucitados (1Cor. 15:20-21)

2. De toda la creación (Col. 1:15; Ro. 8:22-23)

3. De la redención (1Cor. 15:22-23; ap. 14:3-4)

4. Del reino de Dios (1Cor. 15:23-28)

Nuestro Señor sabía perfectamente, que su vida, al igual que un grano de trigo, debía ser sembrada en la tierra, para
que pudiera dar los frutos para una nueva vida en el reino de Dios; y así lo profetizó cuando dijo:

"De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho
fruto." (Jn. 12:24)

Y en otro momento declaró:

"Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que éstas le mostrará, de modo
que vosotros os maravilléis. Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que
quiere da vida" (Jn. 5:20-21). Y dice luego: "Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: que de todo aquel que ve al
Hijo, y cree en él, tenga vida eterna, y yo le resucitaré en el día postrero" (Jn. 6:39-40).

Con esto en mente, tanto el Señor como los apóstoles, nos enseñan que Él es el primero, el principal en el reino de Dios
y en Su plan de redención para toda la humanidad y toda la creación.

CONCLUSIÓN

Así podemos concluir que cuando recordamos la Fiesta de las Primicias, debemos recordar lo que Dios quiere
enseñarnos a través de ella:

1. Que Él desea ser el Primero en nuestra vida y en nuestras labores.

2. Que Él desea que le demos a Él lo primero, lo mejor y escogido del fruto de nuestras manos, del resultado de nuestra
labor (sea en ofrenda monetaria, material o en frutos).

Vimos que hay una estrecha relación entre las Primicias (primeros frutos) y la Primogenitura (primer nacido). También
podemos concluir que Jesús como "primogénito” no significa necesariamente que él fue el primer hijo de Dios, sino más
bien, aquel que tiene todos los privilegios de un hijo mayor. Así lo podemos ver al leer Colosenses 1:18, y Pablo acierta
al declarar: “para que en todo tenga preeminencia”.

Y la Fiesta de las Primicias tiene su máximo y más claro cumplimiento en la resurrección del Señor Jesucristo, la cual
aconteció, tal como había sido profetizada por la Ley y los profetas, a los tres días después de la celebración de la
Pascua, en la Fiesta de las Primicias (Lev. 23:4-11). Por lo cual es Él declarado las Primicias de la resurrección, de la
redención y de toda la nueva creación, en el reino de Dios.

Si desea avanzar en su comprensión sobre el tema de las Primicias, le animamos a leer y a estudiar el mensaje
"Entendiendo las Primicias". Si así lo desea, haga click aquí.

También podría gustarte