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LOS CREADORES DE LA NUEVA FISICA y padeciera un leve defecto del habla.

Ocurría también que no


Barbara Lovett Cline necesariamente trataba de expresar sus pensamientos de la manera
más clara posible. Para Bohr las palabras eran herramientas: al
Niels Bohr habría de ser el ciudadano número uno de Dinamarca. hacer física las usaba casi como usaba símbolos matemáticos.
En aquel país merecería la clase de respeto que los Estados Unidos Muchas veces al hablar no estaba exponiendo una conclusión sino
otorgan a veces a grandes jefes militares. Muchas veces no sólo le persiguiéndola mientras hablaba. Cuando acababa uno por conocer
encomendaban la dirección de programas científicos daneses a Bohr y entender su modo de usar las palabras, la conversación
(encabezaba el Comité Danés del Cáncer así como el programa con él podía ser emocionante, especialmente si discutía uno sus
danés de energía atómica), sino que cargaba con deberes cívicos ideas. Al discutir estaba en su mejor forma.
tales como decidir una competencia o reunir fondos para un museo Pero en el laboratorio Cavendish, a donde acudió para estudiar con
de arte. A Bohr le daba gusto hacer cosas así. A diferencia de J.J. Thomson, nadie hablaba danés, en tanto que Bohr tenía
Einstein, no se sentía aislado de la sociedad en que nació. No se dificultades con el inglés, así que resultaba aun más ininteligible
mantenía aparte. que de costumbre. A sus compañeros les desconcertaban cosas
Otro contraste notable entre los dos era su apariencia física. como aquel uso frecuente de la palabra “cargamento” refiriéndose
Einstein, particularmente cuando envejeció, tenía el aire de una al electrón; otras veces parecía estar aludiendo a una persona, a
persona entregada a profundos pensamientos, su rostro expresaba alguien llamado “Zha-a-an”. Algún tiempo después, Bohr descubrió
a la perfección lo que era. La cara de Bohr, en cambio, daba una que en inglés no se dice lo mismo “carga” que “cargamento”, y que
impresión pesada, colgante; tenía ojos pequeños y juntos, le en Inglaterra nadie pronunciaba a la francesa el apellido del físico
colgaban las mejillas como a un bulldog, sus labios eran grandes y James Jeans.
gruesos. Cuando se dio cuenta de que no lo entendían los ingleses, que
Bohr tenía un hermano, Harald, que se le parecía mucho y que llegó hablaban con tanta precisión y ponían tanto cuidado en la
a ser un matemático destacado. Una vez, siendo pequeños, iban gramática y el acento, Bohr se compró un diccionario y las obras
en un autobús de Copenhague con su madre, quien para pasar el completas de Charles Dickens. Se puso a leer los volúmenes
tiempo, les contaba un cuento. Los niños iban embebidos en la sistemáticamente, empezando por el primero, y a medida que iba
historia, con las caras en blanco, seguramente boquiabiertos, y se leyendo aquellos clásicos buscaba en el diccionario cualquier
oyó a un pasajero comentar: -Stakkels mor, es decir “pobre madre” palabra que le inspirase la menor duda.
en danés. Niels Bohr no parecía inteligente. Por añadidura, a
diferencia de Einstein, que tenía gran habilidad de usar las palabras
y expresaba sus pensamientos con soltura, claridad y viveza, Bohr
hablaba a medias y en ocasiones era difícil averiguar qué quería
decir. Esto sólo en parte se debía al hecho de que tuviera poca voz Fondo de Cultura Económica (Segunda reimpresión 1985)

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