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Jordi Borja: "Los barrios cerrados son un urbanicidio"

Por JUAN DÉCIMA - jdecima@clarin.com

En esta entrevista con ARQ realizado durante su paso por Buenos Aires,
el urbanista catalán habló sobre cómo cree que ha evolucionado la CABA
y cuáles son los desafíos con los que se enfrenta actualmente la
profesión.

JORDI BORDA. El urbanista catalán pasó por Buenos Aires y opinó sobre la
evolución de la CABA (Lorena Lucca).

En el marco de una larga gira latinoamericana, durante la cual disertó


en México, Ecuador y Perú, el urbanista y geógrafo catalán Jordi Borja
pasó por Buenos Aires, donde dio una serie de conferencias en la SCA y
la FADU. Borja es un referente mundial del tema y fue uno de los
actores centrales en la implementación del modelo Barcelona, una de las
experiencias de gestión urbana más exitosas de las últimas décadas.
Tras su experiencia en la función pública (entre 1983 y 1995 fue
Teniente Alcalde del Gobierno de la Ciudad de Barcelona y Director
ejecutivo del Área Metropolitana), Borja cultivó una carrera en la
docencia y la consultoría, además de producir numerosos textos
referidos a las cuestiones urbanas, algunos de los cuales están
disponibles en Argentina en la editorial Café de las Ciudades.
Actualmente dirige el Master en Gestión de la Ciudad en la Universidad
Abierta de Cataluña (UOC).

Cuando Borja habla de la ciudad y el urbanismo, coloca el énfasis en


una serie de temas puntuales: el espacio público, la diferencia entre
arquitectura y urbanismo y las diversas dimensiones de la ciudad son
algunos de ellos. Atravesando todas estas cuestiones aparece la
dimensión política, una constante que tiñe tanto su labor como su
pensamiento y sin la cual es imposible entender su trayectoria. De esta
manera, no existe para Borja una gestión puramente técnica, sin anclaje
en algún tipo de pensamiento político.

-¿Cómo ves el estado actual del urbanismo?

-Me parece que los urbanistas se han ahogado en la realidad. El New


Urbanism, por ejemplo, es una salida por la tangente. Es un intento por
recrear urbanizaciones a pequeña y media escala que recuerden
ciudades más tranquilas, pero es hacer juguetes urbanos para clases
medias cultivadas. Puede ser simpático, pero acaba siendo un ghetto
también.

La realidad urbana es que ha hecho explotar la ciudad. Ya no se sabe


dónde empieza ni donde termina una ciudad. Estamos viendo como la
ciudad es sustituida por regiones urbanas, de urbanización discontinua;
más que de centralidades, de enclaves. Esto deriva en que en una
misma área puede haber un centro comercial, después un barrio
cerrado, más allá una villa miseria y más allá un conjunto de viviendas
sociales, sin ninguna conexión.

Los urbanistas han sido reemplazados por los promotores, los


constructores y por los arquitectos, que fabrican objetos, y también
ghettos. En esta situación de desconcierto (y de un cambio de escala
que no dominan), lamentablemente hay un panorama de “sálvese quien
pueda”. La región metropolitana es el desafío mayor para los urbanistas,
no tanto por el hecho en sí sino por la forma en que se está dando este
fenómeno. Ahora hay una escala discontinua, con mucha dispersión, y la
pregunta es cómo se la gestiona.

-Y en ese sentido, ¿cómo has encontrado a Buenos Aires?

-Creo que, lamentablemente, desde hace ya muchos años que se ve una


pobreza intelectual tremenda en lo que hace a la gestión de los
gobernantes. Con Macri llegó el liberalismo urbano, y no tiene una
verdadera idea de ciudad. Tiene una política de hacer negocios.

Puerto Madero, por ejemplo, no fue una operación urbanística, fue una
arquitectónica y de negocios. Lo que pasa es que el espacio es tan
fantástico que termina siendo un lugar recorrible, con espacios públicos
maravillosos. Aquí se ha exaltado mucho al arquitecto de dibujo.
Entonces, en una sociedad con una economía de mercado, la
arquitectura de los objetos singulares ha sido muy funcional a un
capitalismo especulativo. Sea cuál sea su ideología, estos arquitectos
“lapiceros” han sido partícipes de la destrucción de la ciudad. Lo que
pasa es acá hay una estructura tan potente que va a llevar muchos años
destruirla. Cuando el urbanismo es sustituido por la arquitectura, algo
anda mal.

-¿Creés que los arquitectos pueden ser urbanistas?

-Los arquitectos pueden ser urbanistas, al igual que los geógrafos y los
ingenieros, pero es necesario que cambien el chip. Ahora, tienen que
hacerse cargo de lo que hacen. En el caso de la degradación urbana de
Buenos Aires, los políticos no son los únicos responsables. Acá también
ha habido una traición del sector profesional hacia la ciudad, que se ha
aprovechado la coyuntura para hacer cosas solo para ellos. No ha
habido un movimiento crítico de ellos hacia lo que se está haciendo. Yo
soy muy crítico de los arquitectos que se han adaptado a todo, a
cualquier situación; y eso no pasa solo aquí. Los barrios cerrados, por
ejemplo. Alguien los hace. Evidentemente hay desarrolladores,
constructores, especuladores de suelo y políticos que facilitan que se
hagan, pero alguien los construye. Los barrios cerrados son un
urbanicidio. En este tema deberían meterse los arquitectos.

http://arq.clarin.com/urbano/urbanismo-sustituido-arquitectura-anda-
mal_0_1036696808.html

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