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LA LEYENDA DE LA TORTUGA

Hace mucho tiempo hubo en la selva una carrera de animales; el


que traía más rápido 1 kilo de arena sería coronado el rey de la
selva, en ese entonces la tortuga era muy rápida por lo tanto le
llevaba mucha ventaja a todos.

Pero el león muy celoso levanto un trozo de madera muy pesado


y lo puso encima de la tortuga; esta se fue volviendo cada vez
mas lenta ya que el peso era mucho; el león llegó primero, ganó
y fue coronado rey.

La tortuga no pudo sacarse ese trozo grande de madera, con el


pasar de los años se fue endureciendo y se quedó atorado en la
espalda de la tortuga y por eso la tortuga tiene un caparazón duro
y áspero.
EL CAPARAZÓN DE LA TORTUGA
Esta es la historia de una pequeña tortuga que vivió en cualquier parte del mundo y en un momento
indeterminado. Este pequeño galápago fue creciendo sin apenas compañía y su caparazón se fue haciendo
cada vez más fuerte y con más capas. Aprendió a refugiarse en su pequeña concha para que los golpes no le
hicieran daño.
Una mañana tomo una decisión que le cambiaría la vida.
– Quiero empezar a conocer gente, estoy aburrida de estar sola – pensó.
Salió a la calle muy decidida, con la cabeza mirando al frente, y con paso firme y audaz. En su camino se fue
encontrando a diferentes personas y personajes, cada uno de ellos le aportaba algo y esto hacía que su
caparazón fuera debilitándose y convirtiéndose en una fina capa casi invisible para la vista humana.
La tortuga se sentía feliz y cada vez eran menos las veces que se escondía en su interior, se sentía confiada
y segura y por eso no le hacía falta refugiarse de los demás.
Una tarde de Agosto conoció a un gran sapo, feo como todos los sapos pero con una gran sabiduría. Pasaron
muchas tardes, y mañanas y noches juntos, hablando de todo lo que dos animales tan dispares podían llegar
a hablar.
La tortuga sintió que ese sapo era alguien en quien podía confiar, y el sapo que a la vez que sabio era un
poco sibilino, le propuso a la tortuga.

– Hay una vieja historia que cuenta que si dos amigos pretenden robar la luna, ésta se dejará atrapar y serán
los más inteligentes del mundo. ¿y si nosotros lo probamos?- le pregunto el sapo.

Por supuesto, la pequeña galápago dijo que si, que sería muy feliz complaciendo a tan gran amigo.
Una noche de luna llena dispusieron su plan y actuando en consecuencia fueron a robar lo que el sapo más
codiciaba.

Subieron la gran montaña que llevaba hasta la luna, pero cuando ya estaban a punto de llegar el sapo le dio
un empujón a la tortuga que la hizo rodar hasta el pie del gran monte. La pobre llego abajo tan dolorida, que
no salió en muchos días. Cada hora que se quedaba sin salir su caparazón se le volvía a hacer otra vez más
grueso. Pero no estaba sola, todos los amigos que había hecho la iban a visitar día si y día también,
convenciéndola al final de que debía salir y conocer lo que había más allá de las apariencias.
La tortuga cansada de su encierro decidió salir, se había hecho más fuerte, ya no se dejaría engañar.
Cerró su caparazón y sólo sus más cercanos sabían lo que le pasaba, de ellos no huía pero si de todos a los
que no conocía.

Pasado mucho tiempo la tortuga escucho en la charca como contaban la historia de un vil sapo que había
intentado coger la luna pero arrastrado por su hermosura había quedado hechizado y preso en sus faldas al
final había desaparecido convirtiéndose en simple polvo lunar.
La tortuga aunque engañada por él se sintió triste, mal destino le había deparado la sabiduría al sapo.
Todos habían sufrido, el sapo desaparecido, y la tortuga encerrada en sí misma ¿o tal vez no?

Necesito ayuda para continuar esta historia, ¿cuál es ese final que os gustaría? ¿ese final que se merece la
tortuga? GRACIAS SI SOIS CAPACES DE CONTINUARLA.

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