PROCLAMACION DE LA INDEPENDENCIA

Desde su llegada al país, San Martín se puso en contacto con patriotas limeños
que le informaban sobre la situación, movimientos y planes del virrey Pezuela.
Con estos datos preparó una exitosa estrategia que a principios de enero de 1821
tenía amenazada la capital.

La pérdida del dominio del mar y la intención de todo el norte del Perú de optar
por la independencia, hizo que los realistas se amotinaran y depusieran del cargo
al virrey Pezuela para designar a La Serna. Éste quiso también entrar a 1 un
acuerdo con San Martín, pero las conversaciones fracasaron. La Serna
abandonó Lima y se dirigió al Cusca para reorganizar sus fuerzas.

De inmediato, San Martín ingresó con el Ejército Libertador a la ciudad de Lima

y proclamó la independencia, el 28 de julio de 1821. El general don José de San
Martin salió del palacio virreinal y se dirigió hacia el estrado levantado en la
Plaza de Armas. Estaba acompañado por el marqués de Montemira, gobernador
de la ciudad, quien llevaba el Estandarte Patrio.

También asistieron a la ceremonia el pueblo de Lima, las autoridades civiles,

militares y eclesiásticas. San Martin tornó el Pabellón Nacional y elevándolo en
alto, pronunció, emocionado, estas palabras: "Desde este momento el Perú es
libre e independiente... por la voluntad general de los pueblos y por la justicia
de su causa que Dios defiende. ¡Viva la Patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la
Independencia!