Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
(CUBA, 1998) @
Ibrahim Ferrer
El
talento, sin embargo, se descubrió tarde. Desde muy pequeño, en Santiago de Cuba,
se escuchó su voz y a su paso el ritmo inconfundible de la música cubana. Su vida
fue difícil -a los 12 años de edad quedó huérfano de madre y padre y la necesidad de
trabajar y ganar dinero le ganó muchas veces a la idea de ir a la escuela. Pero, pese
a eso y al nubarrón gris que de vez en cuando insistía en opacar su vida, Ibrahim
Ferrer se aferró a la música como su aliada y la mejor manera de disfrutar las
tardes de amigos.
De hecho, la música como carrera musical la inició a los 14 años de edad. Fue el
cantante principal de la orquesta cubana de Pacho Alonso en los años cincuenta
con quienes estuvo por más de dos décadas. Fue también artista invitado en
orquestas que hicieron leyenda como la Orquesta de Chepin y la de Benny Moré. Y
aunque su música contaba con un número cada vez mayor de seguidores, los
grandes maestros lo buscaban y su nombre era ya bastante conocido en los más
importantes círculos musicales de Cuba, Ferrer decidió renunciar a todo al final de
la década de los años ochenta y ni sus más cercanos amigos supieron qué pasó con
él. Muchas veces se le vio lustrando zapatos en las calles y su antigua casa la cambió
por una pequeña pensión donde se encerró retirado del mundo y tristemente de la
música.
La aparición del Buena Vista Social Club logró entonces darle a la música cubana el
único ingrediente que le faltaba para popularizarla en los cinco continentes:
carácter comercial. Bueno o malo, como se quiera percibir éste factor, el hecho es
que gracias a Ry cooder y su gente, los integrantes del club conocieron el mundo y
el mundo los conoció a ellos. Sus discos han sido ganadores de toda suerte de
premios -entre ellos un Grammy-, y sus conciertos han llenado al Carnegie Hall de
Nueva York, los estadios europeos y hasta los muy exigentes auditorios japoneses.
Esto sin contar la película que sobre su historia se produjo en 1999.
A partir de ahí, el Buena Vista Social Club fue el nombre como se dieron a conocer
músicos de trayectoria, de talento e historia que nacieron y crecieron en la isla de
Castro. Nombres que como el de Ibrahim Ferrer desde siempre tuvieron esas ganas
irresistibles por tocar y cantar pero que sólo hasta el éxito de Cooder lograron llevar
su música más allá de las fronteras de Cuba.
Ibrahim Ferrer*
Programa Especial
"Rubén González"
Sin lugar a dudas, Rubén González fue el último de los grandes pianistas de la
música afro-cubana.
De su piano brotaba todo el sabor que durante décadas, caracterizó los ritmos de la
Perla del Caribe.
González, de cuerpo menudo y amplia sonrisa comenzó a tocar el piano cuando era
sólo un niño y en su extensa vida pasó por las agrupaciones más afamadas de la
nación caribeña, entre ellas la Orquesta América y la Jorrín, de la que también fue
director.
Pudo haber sido un pianista clásico, pero en cambio apostó por ser una de las
figuras legendarias de la música popular cubana, cuya sonoridad en el piano creó y
estableció varios estilos por más de medio siglo.
Ya retirado como otros de sus veteranos colegas fue convocado, a mediados de los
90, por Ry Cooder para el Buena Vista Social Club, con lo que se destapó el enorme
potencial de los antiguos soneros olvidados en la isla.
Adiós
Rubén González
por: Agencia
Fuente: EFE
El pianista Rubén González, quien formara parte del grupo cubano 'Buena Vista
Social Club' fallece a la edad de 84 años
LA HABANA, Cuba, dic. 8, 2003.- El pianista Rubén González, uno de los más
conocidos músicos de Cuba por su participación en el grupo "Buena Vista Social
Club", falleció hoy en La Habana a los 84 años, víctima de un fallo
cardiorespiratorio tras una larga enfermedad.
Rubén González se había alejado de los escenarios hace más de un año aquejado de
una artrosis generalizada.
"Dejó de caminar hace meses porque le daba miedo y a partir de ahí surgieron más
problemas en su estado", dijo la especialista.
EL HOMBRE PIANO
González, conocido en medios musicales como "el hombre piano", era una primera
figura de la orquesta del popular Cabaré Tropicana y trabajó en reconocidos grupos
de la isla durante los años 40 y 50.
Con "Buena Vista", el músico grabó temas tan reconocidos como "Siboney" de
Ernesto Lecuona; "Almendra" de Abelardito Valdés; "Tres lindas cubanas", de
Guillermo Castillo; y el "Cumbanchero", de Rafael Hernández.
CON BASES FIRMES
"Yo procedo de una generación de músicos que crearon las bases de la música de
las décadas posteriores. En mi época, el pianista no era un simple acompañante,
sino el líder, el instrumento que hace el ritmo en la orquesta, el que más cobraba
después del director", recordaba en una entrevista con la agencia oficial cubana
Prensa Latina.
Rubén González fue uno de los pocos exponentes cubanos del llamado "piano con
mona" (a contratiempo), una especie de funky cubano que creó escuela para la
música latina.
Más sobre
Ibrahim Ferrer
Compay Segundo
Benny Moré
Omara Portuondo
(CUBA, 2000) @Sin lugar a dudas, Rubén González fue el último de los grandes
pianistas de la música afro-cubana.
De su piano brotaba
todo el sabor que durante décadas, caracterizó los ritmos de la Perla del Caribe.
González, de cuerpo menudo y amplia sonrisa comenzó a tocar el piano cuando era
sólo un niño y en su extensa vida pasó por las agrupaciones más afamadas de la
nación caribeña, entre ellas la Orquesta América y la Jorrín, de la que también fue
director.
Pudo haber sido un
pianista clásico, pero en cambio apostó por ser una de las figuras legendarias de la
música popular cubana, cuya sonoridad en el piano creó y estableció varios estilos
por más de medio siglo.
Más sobre
Raúl
Ya retirado como otros de sus veteranos colegas fue convocado, a mediados de los
90, por Ry Cooder para el Buena Vista Social Club, con lo que se destapó el enorme
potencial de los antiguos soneros olvidados en la isla.
Musicos: Jorge Varona - Trompeta Carlos Embale - Voz Raúl Planas - Voz Cito
Cubason - Voz Tito Gomez - Voz Rubén González - Piano
Pio Leiva