Traigo tu recuerdo con vos, con tu ser, con tu mirada, con tu perfume.

Quiero sentir tus ojos mirándome a lo lejos, sintiéndote tan cerca.

El rosa de tus labios se junta con el rubio de tu barba.

Me hace sentir querido, deseado y que cada día que te tengo al lado vale la pena vivirlo.

Destilas luz, esa luz que me abraza por la mañana y me dice “te amo”.

Te escucho, te siento y te veo todos los días con miedo de que pronto no estes a mi lado.

¿Serás capas de quedarte conmigo? ¿O te irás al primer momento que demuestre lo roto que
estoy?

Te dejo la puerta abierta para demostrarte que sos bienvenido cuando quieras.

Que no soy solo un montón de recuerdos e ideas desteñidas por el correr de los tiempos.

Trataré de demostrar que valgo la pena, aunque ni yo me lo crea.

Soy como un rompecabeza que hay que ir armándolo de a poco, y que si alguna pieza se
encuentra mal ubicada, no sirve para nada.

¿Si yo soy un rompecabeza, vos que sos?

¿Mi armacabeza?