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ROCK EN MEDELLÍN:
Índice
Introducción
● Mayo del 68
● ‘Carolo’, el hombre
● Gracias, maestro
● Primeras horas
● Primer día
● Segundo día
● Las repercusiones
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● La época oscura
● Herencia Rockera
● Ser punk
● El Punk Medallo
● El camino de la droga
● Hacer nada
● JIV Limitada
● Argus
● Argus, el concierto
● Cuestión de clases
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● El Cartel
● Primeras horas
● La visión de Parabellum
● ¿Y Kraken?
● Radio Discos ZH
● Concierto de Conciertos
● Metal Medallo
● Rock al Parque
● La Rockactividad
● La generación MTV
● Nuevas propuestas
● La generación Altavoz
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● Bozo Records
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INTRODUCCIÓN
Como subgénero del jazz y del blues nace a mediados de 1950, en Estados Unidos, el Rock and
Roll. Apoyado por una estructura económica industrial y comercial se convierte entonces en el
primer género estrechamente ligado a la cultura musical estrictamente juvenil.
Con representantes como Elvis Presley y Chuck Berry en los años cincuenta, junto a The
Beatles, The Rolling Stones, The Who y su invasión británica de los sesenta, se logra popularizar
el género, sobre todo con eventos a gran escala como el Woodstock de agosto de 1969, donde un
aproximado de 400.000 personas, por 18 dólares de la época, pudieron disfrutar de tres días de
sexo, drogas y rock and roll.
Dicho Festival llegó a ser emulado en Colombia en junio de 1971, momento en que fue
programado el Festival de Ancón en La Estrella Antioquia, producto del movimiento hippie
gestado a lo largo de los sesenta en ciudades como Cali, Bogotá y Medellín.
Según cuenta Jorge Giraldo Ramírez en su artículo “El rock, sonido para ángeles”, en el
Medellín de los años sesenta se da una masiva migración desde el campo por parte de familias
con hijos pequeños. Durante los años de esta gigantesca colonización poblacional, el rock llega a
Medellín, como al resto del tercer mundo, pretendiendo instalarse entre la juventud, sumándose a
la política de izquierda y el nadaísmo, lo que se transfiguró en las tres manifestaciones de
rebeldía juvenil en la capital antioqueña.
El rock llega a la ciudad en pequeñas dosis. En 1958, Jimmy Reisback y su programa “Monitor”
de Caracol presentó como gran novedad la “música americana” y con ella comenzó la ola de
programas radiales juveniles, que con el tiempo dieron espacio para la difusión de nuevos
artistas colombianos: Los Yetis, Los Ampex y Los Speakers, entre otros.
A la ola radial juvenil se sumaron viajeros que movieron las copias de los grandes grupos
anglosajones de la época, y después con los pequeños prensajes de esos álbumes efectuados por
las disqueras nacionales, la mayoría de las cuales tenían sus fábricas en la ciudad. Los Long
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Plays de The Who, The Police y AC/DC, entre otros, ya se conseguían en algunas tiendas
específicas del pasaje Junín.
De aquí se nutren pequeñísimos grupos de jóvenes de las clases alta y media. La difusión más
amplia fue mediatizada por los grupos y cantantes mexicanos, argentinos y españoles, que
coparon las emisoras y el gusto de los jóvenes en general, iniciando el socavamiento inexorable
de la cultura tanguera, dominante en esos años.
Bandas musicales setenteras como Los Yetis y Los Ampex dieron paso a la división del público
punkero y el metalero de los ochenta con grupos como Parabellum y Kraken. Finalmente, gracias
a la sensibilización y a los conciertos mixtos, se dio paso a bandas actuales como Tres de
Corazón o Los Suziox que hoy mueven a su público en los diferentes festivales de la ciudad.
Cada momento del rock tanto local como internacional estuvo entonces estrechamente ligado a
su público y a sus seguidores, lo que le da el éxito a eventos como el Festival Internacional
Altavoz que en su edición del 2015 tuvo alrededor de 63.000 espectadores.
Vicente Salas a través de su trabajo “El público y la creación musical” publicado en la Revista
Musical Chilena afirma que el auditor de hoy día se ha separado de lo que expresan los músicos
contemporáneos, se afinca en la rutina del repertorio clásico-romántico y ha perdido, con la
curiosidad, toda aptitud para escuchar música de una manera inteligente y sensible, porque no
otro fruto podía esperarse de más de media centuria en que los creadores musicales han
procurado deliberadamente, como un placer morboso, cortar tras de sí todos los puentes.
Hoy en día, según Salas, es imposible discernir si el público no quiere conocer otras obras que
las del repertorio trillado y por esto se le interpretan a porfía, o si a causa de esta reiteración nace
su desconocimiento de que en la música puede haber algo más.
Por su parte, Fabián Beltramino en su investigación “La relación del público con la música
electroacústica” muestra que quien escucha música es un actor social ubicado en un punto
preciso de coordenadas históricas y personales; desarrolla dicha actividad a partir de modelos
perceptivos integrantes de un orden social entendido como totalidad.
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“Medellín (en los años cincuenta) se transformó poco a poco en un paisaje urbano, en una
sociedad industrializada; esto favoreció el ingreso de expresiones culturales foráneas, que
trajeron un imaginario de ciudad que encajaba perfectamente con la forma de vivir y sentir de la
época, como es el caso del tango argentino, de la ranchera mexicana y el rock”, afirma Ivan
Darío Cano en “Identidad desde el caos, el caos de la identidad. Una historia del rock en
Medellin”.
Así pues, el espectador como parte esencial del arte, ya que el autor no realiza sus obras para
esconderlas, debe ser visto y representado como una parte importante del éxito del autor mismo,
sobre todo si de música se trata.
Un buen seguidor y espectador hace parte esencial de la historia misma de una banda y su
música. Cada historia que un seguidor tenga con el fin de entrar a un concierto o tener un disco
es una historia de la banda y contribuye a engrandecerla.
Tomando en cuenta que la historia del rock en Medellín se ha contado por la evolución musical
de las bandas y a través de textos como “Medellín en vivo: la historia del Rock. Una
aproximación histórica y visual a la escena rock de la ciudad desde los años sesenta hasta
nuestros días” y documentales como “Neon 90”, estrenado en 2013, es importante ahora
enfocarse en el resto de la historia, donde por medio de las historias de aquellas personas que
vivieron los conciertos sin subirse a la tarima, sin saber tocar un instrumento y comprando los
discos y las camisetas se puede narrar la historia musical de la ciudad, la cual en ningún
momento estuvo desligada a los presidentes, los movimientos sociales, los grupos armados y los
miedos del adolescente común.
Por medio de éste libro se pretende mostrar a Medellín, una ciudad con una historia del rock que
se puede resumir en tres momentos: Festival de Ancón (1971), La Batalla de las Bandas (1985) y
el Festival Internacional Altavoz (2004 – actualidad), una ciudad que ha demostrado sus éxitos y
fracasos a través de sus jóvenes, de los conciertos, los pogos y la marihuana, una ciudad que
pareciera nunca haber estado cómoda consigo misma y que, como adolescente, pareciera no
tener idea de su futuro.
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No pretendo demostrar un concepto de rock en Medellín, pues como se demuestra en cada una
de las páginas siguientes cada historia, cada barrio, cada forma de llegar al rock y cada forma de
vivir la música es lo que le da la pauta a cada persona para hacerse un concepto y a partir de ello
transformar su manera de ver el rock de la ciudad.
Aspiro que usted, que está leyendo esto, entienda su rol y se haga partícipe de un nuevo capítulo
de esta historia.
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CAPÍTULO 1
Era la primera de las tres noches que pretendían estar ahí, Juan Fernando Uribe, conocido entre
sus amigos como ‘el Maso’, temblaba de frío, pero las diversas fogatas y el calor interno que
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sólo un buen ‘barillo’ puede brindar, lo hacían pensar más en cuál sería la banda que seguía o en
cómo tantos amigos del grupo de “La 49” se acomodarían en la única carpa que no estaba
inundada.
Ninguno de ellos pretendía volver a su hogar en esos días. Fuera de la congestión en la entrada y
la distancia que separaba el municipio de La Estrella con el barrio San Javier, aquellos jóvenes
sabían que hacer acto de presencia era un quiebre histórico para Medellín, y que aquel género
Sin embargo, el rock n roll no llegó aquel viernes primero de junio de 1971 a la ciudad. El
Festival de Ancón fue una consecuencia de lo que se vivía en las juventudes de los años sesenta,
Ese pensamiento ya había permeado en la juventud de Medellín que, ligada por sus padres con la
música folklórica tradicional, habían encontrado en The Beatles y en aquella música conocida
como Nueva Ola una válvula de escape para mostrar el inconformismo hacia lo establecido en
ese momento.
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Barillo: Forma como se le conocía coloquialmente al cigarrillo de Marihuana en la época
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Hijos del Frente Nacional , los jóvenes colombianos buscaban únicamente vivir en paz, dejar
universal.
era predominante en esos días. Factores sociales como el machismo había generado que las
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mujeres permanecieran encerradas en sus casas, con el único propósito de realizar los “destinos”
del hogar y con muy poca presencia en la vida política y laboral del país.
El Arzobispo era una de las personas más respetadas a nivel local y cualquiera que no asistiera a
Los niños eran obligados a participar a las ocho de la noche, como la costumbre lo indicaba, de
La Hora Católica. Todelar Radio le daba voz al cura Fernando Gómez Mejía, el cual le enseñaba
a la familia las buenas costumbres, lo que se debía hacer y, también, lo que debían alejar.
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Frente Nacional: coalición política entre los partidos liberal y conservador entre 1958 y 1974,lo que aseguraba la
sucesión de cuatro periodos de gobierno de coalición, repartición equitativa de ministerios y candidato presidencial
elegido por acuerdo bipartidista.
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Misael Pastrana Borrero: presidente de Colombia por el partido conservador entre 1970 y 1974.
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Destinos: labores domésticas tradicionales. En la época se pensaba que esto era obligación de la mujer del hogar.
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Ese mismo padre fue quien el día después del Festival de Ancón condenó a la juventud. Es que
aquel mensaje de “Amor y Paz”, cuando el país había sufrido cuatro años atrás la tragedia de
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Camilo Torres y la inevitable formación del ELN no encajaba en la mente de los de mayor edad.
Los jóvenes del país, muy lejos de la Guerra de Vietnam y alejados de la crisis de la Posguerra,
pasaban los años cincuenta y sesenta entre los éxitos musicales provenientes de Argentina,
México y España, cuyas letras, en su mayoría, eran los grandes éxitos de Estados Unidos
traducidos al español.
Hacia los mediados de los años sesenta los movimientos Go-Go y Ye-Ye se apoderaron de las
juventudes. Estos géneros, llamados así por las pequeñas palabras que acomodaban The Beatles
Para Juancho López la música traída desde Estados Unidos nunca fue algo ajeno a su casa. Su
padre, quien ponía canciones de Perry Como, Tonny Bennet y de Frank Sinatra en la radiola,
trató de inculcarle el gusto por aquella música que, aunque buena a los oídos de Juancho, no era
lo que buscaba.
Faltaba algo que no sabía que era, más pesado, más rápido, más fuerte que lo que le ofrecían
grupos como The Platters. No fue sino hasta el momento que escuchó por primera vez a Elvis
Presley que se sintió realmente pleno. Aquella balada combinada con country y con blues fue el
punto de partida para buscar más de aquello que después conocería como rock n roll.
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ELN: Ejército de Liberación Nacional. Grupo guerrillero de ideología Marxista-Leninista y pro-liberación cubana que
fue fundada el 4 de julio de 1964 por estudiantes del Partido Comunista las Juventudes del Movimiento
Revolucionario Liberal y el Movimiento Obrero Estudiantil y Campesino.
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Entre amigos del Colombus School y LP’s comprados por su padre, llegó Paul Anka, que tenía
una canción rápida y una lenta. Luego Chuck Berry, La Nueva Ola y el Twist.
Las calles estaban inundadas de Twist. el mexicano Enrique Guzmán, quien fuera la primera voz
del reconocido grupo Los Tin Top, se convirtió en el ídolo de toda la generación. “Oye niña no
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me trates mal, y si quieres bailaremos Twist” .
La Plaga, El Rock de la Cárcel y todos aquellos éxitos de la Nueva Ola traídos de México,
Argentina y España fueron la sensación. Billy Cafaro, Palito Ortega y otros más que salieron de
aquel semillero de cantantes llamado El Club del Clan pasaron a ser referentes de Argentina y,
La copia llegó al punto de volver moda la imitación de Elvis: Johny Tedesco, Nicky Jones, hasta
el mismísimo Sandro, en sus inicios, imitaron al Rey. Además, la facilidad que brindó Codiscos
de conseguir toda la música de The Beatles y la que dio RCA Víctor para escuchar los discos
provenientes de México, Uruguay, Argentina, España y Chile fueron el empuje inicial para
Juancho López no podía quedarse atrás y, después de rayar sus discos de tanto escucharlos,
decidió convertirse en cantante pues, según él, no había de otra. Aunque no sabía nada de inglés,
comenzó como imitador de Elvis en el Club Campestre, donde los socios, cada año, se reunían a
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Fragmento de “Oye Niña”, de Enrique Guzmán.
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Haciendo la mímica de cantar una canción de Enrique Guzmán, vestido como vaquero y con las
sensación y, sin preguntarle, fue programado para la siguiente versión. Así lo recuerda Juancho:
“Esa otra vez llevaron a un músico a que nos tocara canciones, él me llamó y me dijo
que yo era muy aficionado al rock n roll, que si era capaz de cantar una canción.
Acordamos que cantara La Plaga y no la terminé, me fue muy mal por los nervios y la
falta de idea del ritmo, yo iba por un lado y la canción por otra. Ni me felicitó el músico,
donde estudiaba Juancho en 1961, se encontró con un amigo que, al verlo, lo invitó a un ensayo
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De nuevo La Plaga, de nuevo la vergüenza. “Como es posible una persona con un swing de
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éstos y una medida tan cochina” le gritaban sus nuevos compañeros y Juancho, inocente, ni
Aun así, siguió en el grupo, viajó a otras ciudades y grabó algunos coros para RCA Víctor, para
discos decembrinos como Aquellos Diciembres y hasta colaboraciones con Los Teen Agers, en
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Swing: sensación rítmica expansiva creado por la interacción entre los intérpretes de la banda y la respuesta del
público, como el movimiento impulsivo de pies o cabeza.
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Medida: cantidad de sílabas métricas que componen un verso. Cochino: repugnante, asqueroso. Medida cochina:
que le cuesta seguir el ritmo de la canción y se adelanta o se retrasa al ritmo general.
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Sólo el matrimonio fue capaz de alejarlo de la música. Con 19 años pasó a vestirse de corbata y
En Postdam, una ciudad alemana cercana a Berlín, se celebró el 2 de agosto de 1945 la última
Años después, los jóvenes europeos de mediados de los cincuenta y principios de los sesenta, al
haber sobrellevado una vida entre la miseria y la pobreza, llevaron a cuestas la insatisfacción y el
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Jean-Paul Sartre y Albert Camus le enseñaron a esta generación que el mundo era un absurdo.
anticapitalistas que fueron el estandarte de aquellos jóvenes obligados a trabajar desde temprana
edad.
La reconstrucción europea, realizada gracias a la ayuda estadounidense brindada por medio del
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Plan Marshall , tenía como objetivo la distribución más equitativa de la riqueza entre las
diferentes capas sociales y fue quizás uno de los mayores agravantes al existencialismo juvenil.
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Jean-Paul Sartre: filósofo exponente del existencialismo y del marxismo humanista.
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Albert Camus: novelista y filósofo, se le asoció al existencialismo, aunque el aclarara que lo suyo era el absurdismo
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Plan Marshall: Iniciativa de Estados Unidos para ayudar a Europa Occidental, donde se les brindó alrededor de
13.000 millones de dólares para la reconstrucción de los países devastados en la Segunda Guerra Mundial
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liberales, hizo que se dieran nuevas clases medias dominadas por el consumismo, muy diferente
Éste ‘estado de bienestar’ fue rechazado por la juventud que desencadenaría el ‘Mayo del 68’
francés. La moda de la clase alta fue burdamente imitada por la clase media, lo que llevaría a los
consumo.
la liberación de la mujer, rechazo a los tabúes sexuales a todo tipo de puritanismo de la nueva
Según el sociólogo Albert K. Cohen en su libro Teoría de las Subculturas Criminales (Cohen,
1955), los adolescentes de clase trabajadora que no rendían lo suficiente en la escuela se unían a
las bandas en sus horas libres para desarrollar fuentes alternativas de autoestima. Aquellos
valores que les brindaban en la casa tomaban otro significado y la ambición y conformismo de
De allí el éxito de un personaje joven que representó la rebeldía: Elvis Presley fue el mayor
ícono en los años nacientes del rock n roll. Ritmo trepidante, movimientos pélvicos y letras
rebeldes chocaron contra la nueva sociedad bienpensante norteamericana y, sin esperar mucho, al
En Europa comenzó en Reino Unido por medio del movimiento ‘Jóvenes Airados’, un grupo de
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inconformismo principalmente con la obra teatral Mirando hacia atrás con ira , estrenada en
1956.
propias daría pie a lo que fuera después la base de las conocidas como tribus urbanas.
Los Teddy Boys británicos, los Blousons Noirs franceses y los Provos neerlandeses compartían
las mismas características: look, apropiación de espacios, rechazo al sistema, defensa del grupo,
marginalidad y, principalmente, ser descendientes de obreros que no les brindaban acceso a las
egoísmo y su ignorancia para que, por un momento, se inquietaran por lo que estaba pasando.
La segunda ola europea de rebeldía juvenil estaría altamente influenciada por los Teddy Boys.
Sus descendientes, los Mods y los Rockers, alardeaban sus motocicletas de marca Lambretta y
Los Mods inventaron un estilo propio que les permitió soslayar hábilmente las distancias entre la
Los medios, las fuerzas del mercado y las contradicciones internas de rigor, disgregaron en dos
estilos definidos: Hard Mods y Mods interesados en la moda de los sesenta. Hijos de la segunda
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Mirando hacia atrás con ira: obra de teatro de John Osborne que trata sobre un triángulo amoroso que implica a un
inteligente pero desafecto joven, su impasible esposa de clase alta y la mejor amiga de ella.
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corriente, los Skinheads con su pelo rapado, tirantes, camisas Ben Sherman y botas Doctor
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Martens , se convirtieron en una especie de caricatura del trabajador modelo en la costa sur de
Inglaterra.
Tomando al teórico cultural Stuart Hall en su libro Resistencia a través de los rituales (Hall,
1976), se puede hablar de una respuesta subcultural de los Skinheads donde sus “cosas”
(ideología y forma de vestir), procedentes de la cultura parental (padres y el sistema al que han
que fueron subvertidas y reorganizadas: las botas Doctor Martens, el peinado y las demás
características del Skinhead pasaron de ser propios de la cotidianidad laboral obrera a redefinirse
Mientras tanto, en Estados Unidos, se daría pie al movimiento juvenil más importante de la
época, el Hippismo.
Su padre, la generación Beat, fue creada a partir del asco hacia la guerra, la política, el dinero, el
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trabajo y el sistema en general. Con el Carpe Diem como estandarte y las drogas psicodélicas
como escudo trataron de sobrellevar la frustración sobre aquella sociedad. Los beatniks, aquellos
seguidores de los literatos de la generación Beat, fueron los precursores del Hippismo, con En El
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Camisas Ben Sherman: Populares entre Mods y Skinheads, eran reconocibles por ser habitualmente de pequeños
cuadros, corte ajustado al cuerpo, botón en la parte posterior del cuello y cortes en el centro de la manga.
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Botas Dr. Martens: populares entre obreros, carteros y policías, fueron apropiadas por Skinheads y Punks como
parte de su identidad, de mostrar de don venían.
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Carpe Diem: locución latina que se entiende como “aprovecha el momento”.
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Camino de Jack Kerouac como biblia debajo del brazo y agrupados en colectivos fraternos,
Los Hipsters, corriente nacida en 1940 que adoptó el estilo de vida de los músicos de Jazz (forma
de vestir, actitud de relajación, humor sarcástico y laxos códigos sexuales), diferían con las ideas
de los Beatnicks y forjaron una alianza fuerte con sus raíces negras. Mientras los Hipsters se
inquietaban por su pasado, por el jazz y el blues, los Beatnicks crecían en una cultura instruida,
era inútil luchar por una sociedad que ya estaba podrida por dentro. En cambio, trataron de
mediados de los años sesenta, una inquietud, una inconformidad, que luego se desenvolverían en
movimientos estudiantiles en el año de 1968, un año antes de Woodstock y tres antes de Ancón.
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La Guerra de Vietnam acaparaba todas las miradas del gobierno de los Estados Unidos.
sociales, sobre todo en la clase media baja, los hippies y los estudiantes.
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En El Camino: libro publicado por Jack Kerouac en 1957, narra la historia de un viaje desde Nueva York a Nueva
Orleans, Ciudad de Mexico, San Francisco y Chicago, siendo el retrato de una Norteamérica subterránea, auténtica y
desinhibida, ajena a todo lo establecido.
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Guerra de Vietnam: conflicto bélico librado entre 1964 y 1975 para impedir la reunificación de Vietnam bajo un
gobierno comunista. La guerra fue alargada principalmente por el apoyo de Estados Unidos a la República de
Vietnam.
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vio morir a más de 40 estudiantes que luchaban en la Universidad de Berkeley, lo que hizo que la
El capitalismo salvaje no demoró en llegar a las calles de Medellín. Aunque la brecha social era
enorme, el lado elitista de la capital antioqueña podía brindarse el lujo de vestir a la moda de
“Fueron tantas las ganas de mostrar el poder económico que uno de aquellos burgueses,
el señor José Tobón Uribe, tomó unos planos de Francia y se construyó un castillo de
Juancho, a quien le tocó vivir su juventud entre almacenes de ropa, asegura haber visto tiendas
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que no tendrían nada que envidiarle a Nueva York o a París. El bluff llegó a ser tal que se
diferenciaba desde lejos quien era una persona “de bien”, o quien era simplemente “pueblo”.
“Nos diferenciaban por la cultura, porque ¿qué educación íbamos a tener nosotros? La gente de
pueblo no tenía derecho a nada en ese tiempo, y los jóvenes menos” (López, 2015).
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Junín, el epicentro de la moda, tenía tanto poder que Fenalco les sugería a los dueños de los
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Bluff: forma coloquial de la época para referirse a la moda de la élite
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Fenalco: Federación Nacional de Comerciantes
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De esa calle también saldría uno de los movimientos ideológicos más importantes de la época, el
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Nadaísmo . Doce tipos que concurrían el lugar de moda, que se delimitaba en las dos calles de
Junín que comunicaba el Parque Bolívar con La Playa y la anterior hacia Colombia. El resto,
podían comer helado en la Heladería Donald, tomar gaseosa en El Miami, en toda la esquina del
parque, o en unos billares, a unos metros, cuyo dueño era el alemán Gerber Geithner, pero que
Luego de dos años trabajando en la Boutique, Juancho comenzó a trabajar tomando pedidos en el
comercio general, lo que le exigía trabajar en las mañanas y le brindaba todas las tardes libres.
El sitio perfecto para vagar fue el billar de ‘Míster’, donde había una rockola, en ese tiempo
conocido como piano, donde por cada moneda sonaba alguna canción. La exclusividad de tener
canciones de Elvis, de los Platters, de Ritchie Valens o temas instrumentales de The Venture hizo
que confluyeran allí los jóvenes y los nadaístas a tomar Coca-Cola y a no hacer nada en toda la
tarde.
“En una vagancia de esas, por la tarde, yo vivía en el Poblado ya casado y me fui para
Codiscos a ver si había un corito o algo para ganarme unos pesitos, porque uno ganaba
me había vuelto a ver, que me tenía una propuesta pero se me habían adelantado, porque
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Nadaísmo: Corriente vanguardista que trataba de interpretar el sentido de la existencia humana.
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ya tenían un muchacho grabando, pero igual me lo iban a presentar, porque era igualito
No se puede expresar con palabras el gran cariño fraternal que sintieron Juancho López y Juan
Nicolás Estela aquel día. Se entendieron inmediatamente en los gustos, y las visitas diarias a la
casa del otro a escuchar música dieron como resultado una prueba en Codiscos donde ellos dos e
Iván Darío López, el hermano de Juancho, se presentaron dos meses después de haberse
conocido.
Juan Nicolás como primera voz, Iván Darío como segunda y Juancho como tercera o contraalta
dieron el primer ensayo de lo que serían Los Yetis: “Yetis, como el hombre de las nieves, y sin J,
Subieron rápidamente, y ante la falta de competencia fueron la primera opción para abrir el
concierto de Enrique Guzmán en Medellín. Los promocionaron como “Los Yetis y sus fabulosas
guitarras eléctricas” aunque la única que tuvieran fuera la de Juan Nicolás, que no tenía nada de
fabulosa.
Vestidos de blazers, con peinado Beatle, bailaron Twist en coreografía mientras cantaron. Fue la
sensación, al punto de ser considerados extranjeros, atrayendo las miradas de todos los disk
jockeys de la época.
Eran invitados en todas las emisoras, los seguidores les cortaban el pelo en la calle, les sacaban
los pañuelitos de los bolsillos y se peleaban por las gafas de sol acabadas de arrebatar
“Lo señalaban a uno en la calle, íbamos a las cafeterías del centro, en el Ley de
Maracaibo y en el de Colombia, que ahí caían todas las peladas bonitas de las
En 1966 decidieron sacar el LP, y ante las primeras negativas decidieron hacer parte del proyecto
musical de Discos Fuentes 14 Impactos Juveniles. Aquel fue el impulso final, que se extendería
“En esa época los disk jockeys eran los que lanzaban los discos, los comentaban y
reseñaban para que uno los comprara, y cuando lanzamos nosotros el disco nos
invitaron a hablar con todos los DJ de SACODI, que eran los más grandes de esa época:
láminas de artistas, donde Los Yetis era una de las figuras más escasas.
Los Speakers, Los Ampex, Los Falcons y Los Yetis fueron las cartas de presentación de una
generación que necesitaba un cambio. Los Yetis, el que mandaba la parada en Medellín, convirtió
Fue tanto el apogeo que llamaron la atención hasta de la iglesia Católica, predominante en
aquella época, y fueron excomulgados, pues sus movimientos y canciones hacían, según ellos,
que las mujeres se desvistieran. No fue nada raro en la época, pues Elvis, con sus movimientos
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pélvicos, y The Beatles, con su icónica frase “somos más grandes que Jesús”, ya habían sido
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señalados con el dedo del Papa Pablo VI .
Antes de llegar a la década de los setenta, Iván Darío López se va a estudiar a la Universidad
Jorge Tadeo Lozano de Bogotá, dando como terminada la época de Los Yetis.
“Cuando Los Yetis se acaban había una emisora muy fuerte, la última del dial, que no la
oían sino los jóvenes, de rock muy pesado, de hippies y todo eso. Se le ocurrió a Carolo y
a otros, en una traba por allá en San Andrés, que iban a hacer un festival en Medellín, de
rock. Hablaron con el Alcalde y él les prestó una manga en Ancón, en unos morros que
Mayo del 68
Sorbona en París, donde se quedarían por cincuenta días. El 7 de ese mes ya no serían sólo ellos
debates. El 10, se daría lo que se conoce como “Viernes Negro”, donde las fuerzas policiales
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Papa Pablo VI: su período duró entre 1963 y 1978. Señaló en más de una ocasión que el rock aludía al satanismo,
por lo que también estuvo en contra de grupos como Black Sabbath y canciones como Stairway to Heaven (Led
Zeppelin).
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Luego de una visita a los obreros de Renault, los estudiantes se alían con estos y ocupan la
general de salarios del 38% mensual, vacaciones pagadas de 30 días, extensión de la seguridad
fin a la rebelión.
Tras las elecciones de junio, el Gobierno francés reconoce la necesidad de emprender reformas
profundas para hacer frente al malestar social que se vivía en el país. El referéndum de abril de
1969 sobre regionalización y reforma del Senado fue impulsado por el presidente Charles de
Gaulle bajo el plebiscito de que se retiraría de la acción política si no ganaba el “Sí”, lo que en
efecto debió hacer. Charles de Gaulle se retiraría de su cargo al triunfar el “No”, lo que demostró
que aquella generación no confiaba en las reformas sociales y políticas planteadas por los líderes
En Estados Unidos, la forma que encontraron de protestar fue más espiritual y menos violenta.
Los jóvenes hippies se agruparon para tomarse las libertades que su ideología les brindaba y,
lejos de una guerra como la francesa, tomaron espacios propios donde gobernaba el amor, el
El invierno de 1967 en San Francisco, California, dio a luz al festival de concentración Hippie
llamado ‘Human Be-In’. La frase “sexo, drogas y rock n roll” tomó sentido: sexo como respuesta
a las rígidas normas, drogas como forma de autoconocimiento y rock n roll como banda sonora
de una generación.
Influenciados por unos Beatles que habían dejado su música pop para desarrollar un rock
psicodélico, tomaron el éxito All You Need Is Love para evangelizar su ideología por el mundo.
Como rechazo a la Guerra de Vietnam y siendo aún hijos de la Posguerra, los jóvenes
suburbio de la ciudad.
El verano de ese año nacieron los festivales al aire libre como se conocen hoy. Jimmi Hendrix,
Janis Joplin y The Who, entre otros, se presentaron en los primeros de ellos, como el ‘Fantasy
La cifra de jóvenes sobrepasó los 100.000 y con ello se abrieron nuevas formas de mercado,
Claro, solo fue un verano, y tras la llegada de septiembre la mayoría de personas volvieron a su
lugar de origen y a sus deberes universitarios. El “Verano del Amor” dejó un rastro de
Dos años después, el quince de agosto de 1969, en la granja de Bethel, en Nueva York, se daría
comienzo al festival más importante de la época. El hippismo marcó su huella en la historia con
el Festival de Woodstock, el cual tenía en sus terrenos una capacidad para sesenta mil personas,
Aunque el pelo largo y la ropa desgastada de los organizadores del evento fueran asociadas con
las políticas izquierdistas y el uso de las drogas, el festival fue promocionado en el New York
Las personas que no estaban de acuerdo con éste festival mantuvieron en vilo a los propietarios
del terreno de Wankill, donde se pretendía realizar en un principio, al realizar llamadas anónimas
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Max Yasgur les permitió el terreno de su granja en Bethel y con el empujón mediático que
lograron tener al ser censurados en Wankill, el público reaccionó rápidamente al nuevo llamado.
Poco importaban los dieciocho dólares que costaba la entrada para el fin de semana, el jueves
catorce de agosto, un día antes del gran primer día, Woodstock ya tenía entre sus terrenos a 25
mil personas.
Aunque estaba programado para comenzar a las 4:00 p.m., el gran flujo de personas evitó que los
artistas programados para el primer día, que se concentraría en la música Folk, estuvieran a la
hora programada.
Richie Havens, el único de los artistas que estaba en el lugar y mentalmente preparado, abrió el
festival a las 5:07 p.m. El cierre lo hizo Jimmi Hendrix, que aunque estaba programado para la
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Max Yasgur: granjero, propietario del terreno donde se realizó Woodstock.
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medianoche del domingo diecisiete de agosto, por retrasos en la programación no tocó hasta las
nueve de la mañana de ese lunes. El espectáculo, que duró más de dos horas, fue el más largo en
su carrera.
Entre la llegada del hombre a la luna, la Guerra de Vietnam y el arribo del capitalismo salvaje,
los jóvenes de aquella época encontraron en esos tres días de festival una confirmación de sí
Jimmi Hendrix, Janis Joplin, The Who, Santana y Joe Cocker éstos jóvenes dieron con la válvula
de escape para liberarse, mostrar su sexualidad a flor de piel, consumir sustancias alucinógenas y
escuchar el rock n roll que vería, por primera vez, la congregación masiva a su nombre.
Desde Envigado, cambiando el sonido de una generación. La Voz de la Música, la precursora del
rock en la ciudad, fue pensada desde 1964 cuando Aurelio Toro comenzó a recoger aparatos
Aunque nunca estudió una carrera, ‘el Grillo’ Toro, como lo conocerían después, viajó a Estados
Unidos a hacer algunos cursos radiales, trayendo consigo la iniciativa de montar su propia
emisora. Se trajo unos alambiques, que eran conocidos en el país norteamericano como “The
Voice of Music”, y no demoró en licenciar su idea con este mismo título, pero en español.
En los primeros días de la radio en Colombia, a medida que la frecuencia en la que se encontraba
la emisora subía, la antena con la que se emitía era más corta. Para ahorrar recursos, se pidió la
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última frecuencia, pues mientras Radio Sutatensa debía tener una antena de ciento cincuenta
Se comenzó a emitir con música orquestada, sin voz, con el fin de ser escuchado en los
hospitales. Contrató trabajadoras que ponían las canciones mientras hacían sus destinos, por lo
que entre disco y disco hacían el almuerzo, lavaban ropa o atendían a los niños del hogar.
Aunque no sabían nada de música, tenían algo claro: que entre poner un disco de 4 minutos o,
por ejemplo, Salisbury, que sobrepasa los 15, preferían poner el segundo, para poder dedicarse a
Cinco años después de comenzar, en 1969, ‘el Grillo’ chequeó su emisora y escuchó en ella
música muy estruendosa, con mucha guitarra y de larga duración. Ante la recriminación, las
trabajadoras, que se encontraban en el Parque de Envigado, le explicaron que cuando ponían esa
Al ser los teléfonos tan escasos y las llamadas tan poco convencionales, ‘el Grillo’ Toro visitó a
sus empleadas al día siguiente, colocó la canción y, efectivamente, el teléfono comenzó a sonar,
La marca de ropa Pat Primo utilizó por muchos años la canción Break Song, de Vanilla Fuge,
para sus comerciales de televisión y, aunque durara veintitrés minutos, los radioescuchas de La
Ante el furor, ‘el Grillo’ se fue a las tiendas de ropa de Junín como Discomoda y Caro, con LP
en mano, a que le vendieran más “de esa música”. De ahí, sin saberlo, se hizo de los discos de
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The Beatles y The Rolling Stones, entre otros, que fue mezclando con la música orquestada de
siempre.
Los primeros discos los compró, después hizo pactos con los importadores: JIV, la Caverna de
Carolo, etc. A quienes él les daba publicidad y ellos le retribuían con música. Llegó la música y
las disqueras. Él les hacía algún trabajo y ellos le daban música o tocadiscos.
Ponía todo lo que se ligara al género del rock: a James Brown, a Jimmy Hendrix, a Janis Joplin y
todas las canciones que llegaban de las películas, entre los que se destacaron Jesucristo
Superstar, Woodstock, la Opera de Jesucristo y el Bangladesh. Todas las películas ‘el Grillo’ las
Sin embargo, la incursión no le salió gratuita, pues la buena publicidad que había gestado en esos
cinco años se fue disminuyendo ante la propaganda negativa contra la emisora: música de
hippies, música que no se puede escuchar, música del pecado, y un sin número de ataques
En la Emisora Claridad, a las 8 de la noche, todos los días, el Padre comenzaba su discurso:
“A los jóvenes duro, duro con los jóvenes. Se nos está llenando esto de hippies, duro con
los hippies. En estos momentos hay una radiodifusora que está entrando con esa música
Escuchar al sacerdote era obligatorio en cada hogar católico después de rezar el rosario, mientras
comían y se preparaban para acostarse. Sin embargo, cuando la hora pasaba, los niños pedían
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prestados los radios para que, entre almohadas y a escondidas, pudieran escuchar La Voz de la
Música.
Pero ay donde los pillara la abuelita madrugadora a las cinco de la mañana con la radio
sintonizada en la última del dial, no bajaba de regaño donde lo calificaran de hippie y le quitaran
La emisora no tenía locutores, y se comenzó a legislar en contra de La Voz de la Música: los
locutores sin licencia solamente podían anunciar o pautar publicidad. Al llegar la Policía y ver
que en La Voz de la Música no habían locutores, pedían la licencia del que hacía la identificación
de la emisora, que era un recorte que se había hecho de otro locutor, Armando Plata, cuando en
el Festival de 1971 dijo “transmitiendo para emisora 1020 de Bogotá, Radio 15, el Festival de
A esto se sumaba que al estirar tanto el recorte y al empatarlo con alguna canción ya sonaba
lento y medio macabro, lo que les dio además un tinte ‘satánico’ a los ojos del padre Gómez. La
‘Carolo’, el hombre
No hizo mucho ruido las primeras veces que estuvo en la mira de los medios. Como integrante
compañeros de causa, una serie de cuarenta manifestaciones que terminaron con la renuncia del
23
Con la visita de David Rockefeller a Colombia en 1968 lograron hacer estallar incontables
bombas molotov que construyeron con los envases de la cafetería de la Universidad, como lo
narra Elkin Mesa en uno de los capítulos de “Ancón: Del Quiebre Histórico a la Quiebra
Histórica”.
Dos años después, en 1970, ese mismo hombre estaría al frente del alcalde Álvaro Villegas
No era un hombre de negocios ni había hecho un evento en su vida. Un día, entre nadaístas,
pasaba las vacaciones en la playa de San Andrés. En uno de esos viajes patrocinados por la
naturaleza, ‘Carolo’ se imaginó un festival grande, que se extendía casi que igual al mismo mar
Era el día que el presidente Misael Pastrana Borrero iba a visitar la isla. Gonzalo Arango, ‘Pablus
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Gallinazus’ y otros nadaistas, junto a ‘Carolo’, decidieron irse de allí, a una parte solitaria cerca
al Hoyo Soplador, donde el Negro Pepa, quien hacía unas tortas de cangrejo deliciosas.
25
“Yo me tiré un ácido y en las nubes empecé a visionar un festival y a verlo. Yo no tenía
conocimiento, pero empecé a hablar. Como yo era el más joven de ese grupo, me
tildaban de mascota, y que me había chiflado. Yo les decía que no, que como en la Biblia
donde ‘el Espíritu Santo bajó en bolas de fuego’, así me llegó la idea y así la iba a
23
David Rockefeller: reconocido en el ámbito de los negocios como líder global en el mundo de las finanzas y las
relaciones exteriores. En 1968 visitó Bogotá para firmar la fusión del Chase Manhattan Bank de Alemania y el Banco
de Comercio de Colombia.
24
Pablus Gallinazus: Su nombre real era Gonzalo Navas Cadena, fue un cantautor, poeta, escritor, estudiante de
derecho y de teatro. Fue uno de los más celebres intérpretes de la canción protesta en Colombia.
25
Tirarse un ácido: Consumir LSD
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No esperó mucho, y aunque tuviera un par de días más de descanso agarró una moto de esas de
noventa centímetros cúbicos que alquilan en la isla y, mientras despotricaba por el bendito
momento en que cogió una moto que se iba a varar, la agarró, la tiró por el acantilado y la
observó mientras se perdía en el agua. Sin mucho más, se fue para Medellín.
Para el mismo Carolo “el Festival de Ancón no nació de un banco de proyectos, o de una
virginidad a Medellín y eso solo se puede hacer una vez” ('Carolo', 2015).
“Cartelandia”, su negocio en el pasaje Junín, fue sus inicios, “La Caverna de Carolo”, que
llegaría después, sería epicentro del desarrollo de la idea. En su negocio se vendían discos de
vinilos, afiches y ropa hippie, pues este movimiento, a nivel de estilo, llegó rápido a Medellín: el
pelo largo, los zapatos con suela de llanta, las manillas de cuero, el signo de la paz, las camisas
floreadas y la marihuana, aunque ésta última entrara al establecimiento con el único fin del
“Cartelandia” estaba en un segundo piso, barato, pues según decían a la gente no le gustaba
subir escalas. Luego, “La Caverna de Carolo”, estuvo ubicada en un sótano, por lo que no se
demoró mucho en correr el rumor de que era peligroso entrar allí, y que todo estudiante que si
quiera se asomara a aquel lugar era desnudado y obligado a fumar marihuana. Esto, para la
Sin redes sociales a las cuales acudir, ‘Carolo’ tuvo que ir a escuelas, barrios y locales a
preguntar quién tocaba guitarra en Medellín y Bogotá. Con instrumentos prestados, cada que a la
Ancón.
El padre Gómez, y su Hora Católica, decretaron que era pecado mortal ir a Ancón, lo que
aumentó la expectativa y las ganas de asistir de los jóvenes. “Como la gente no era tan mala, la
mínima oportunidad de pecar la aprovechaban, y el pecado mortal era una oferta muy tentadora”.
Ahí fue que ‘Carolo’ tuvo que presentarse nuevamente en la Policía, a hablarles sobre Ancón.
- Pero ¿usted no es el mismo que el año pasado tuvimos como dos o tres veces aquí porque
- Sí, mi coronel, pero ya me dejé crecer el pelo, ya no comulgo con las ideas
revolucionarias sino con las de paz y amor. Las piedras, los cocteles molotov y los
garrotes con los que quebrábamos los parabrisas de los carros los vamos a cambiar por
Y le comieron el cuento, aunque la seguridad del evento se redujera a dos policías, quienes se
de algún restaurante.
Leonardo Nieto, el dueño de Versalles, fue el primero en poner patrocinio para el evento. Cinco
mil pesos más servir de fiador para que Manuel Arcila, el dueño del chance en la ciudad, le
prestara al evento otros cincuenta mil a interés. Nieto quedó tan contento con el evento que al
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momento de la devolución del dinero le dijo a ‘Carolo’ que dejara eso así, que aquel evento
Del pasaje La Bastilla sacó los obreros que montaron la estructura de Ancón, pues una semana
antes del evento, al visitar el lugar, no había caído en cuenta de que debía tener una tarima,
conectores y amplificadores.
La tarima, que se hizo con una altura de 1,20 metros, al terminar el tercer día del festival apenas
Aquel primero de junio de 1971 Carolo fue el primero en pararse al inicio del puente que
invitaba al festival. Cobró 13,20 pesos a cada asistente, un peso por cada uno de los diez amigos
que le ayudaban, para una amiga y para él, y 1,20 peso que fue directo a pagar el impuesto de
10% para promocionar el deporte y crear Coldeportes, Ley que se había instaurado desde 1969 y
Carolo, orgulloso, comenta: “la historia del deporte en Colombia empieza con los marihuaneros
de Ancón”.
Gracias, maestro
Álvaro Villegas Moreno, por esos tiempos alcalde de Medellín, dio en 1971 el “Sí” que le
costaría su puesto como mandatario. Allá estaba, el primer día de Ancón, dando el saludo de
bienvenida a más de diez mil asistentes al evento. “Es el reconocimiento a una acción juvenil que
Aun así, la Iglesia, comandada por el arzobispo Tulio Botero Salazar, calificó al evento de
Fernando Gómez, en la Hora Católica, no dejó pasar la oportunidad, y en su editorial del veinte
para una sociedad. Ese mundo de los vagos, de los perezosos, de los drogados, del
desaseo físico y moral no tiene por qué recibir el apoyo de la autoridad ni de los órganos
los millares de hippies a que nos invadieran como una arrolladora avenida de fango
putrefacto para que abofetearan con sus manos sucias el rostro de la ciudad, para que
invitaran a los niños a ser maleducados, ruines, perversos y para que incitaran a la
y enervantes.
La insólita conducta del alcalde, lo priva de toda autoridad moral y cívica para
continuar rigiendo los destinos de Medellín, la ciudad culta, honorable y digna espera su
renuncia. No le faltará que hacer en la república de los hippies, donde será acogido por
una salva de aplausos y coronados como la turba delirante de vagos y degenerados que
hablan con voz entrecortada, miran con ojos cansados de marihuana y disputan a los
Congratulaciones por sus maravillosos planes turísticos y, sobre todo, por la clase de
turistas que trajo. Reconocimiento a su amor por Medellín y a su respeto por nuestra
sociedad y por las tradiciones cristianas de nuestras gentes. Con usted, Medellín irá muy
lejos, pero hacia la degradación, hacia el abismo, hacia la derrota, hacia el descrédito,
Al bajarse de la tarima, dando paso al inicio del festival, recibió quizás las más sinceras
felicitaciones que recibiría en aquella época. Humberto Caballero y ‘Carolo’, sin extenderse, le
Primeras horas
los primeros hippies habían ocupado el campo y habían prendido los primeros “barillos” de
marihuana. Los que habían llegado desde el jueves agradecían haber estado adentro en esos
momentos, pues el puente de hierro y madera colocado por las autoridades sobre el rio Medellín
se había vuelto una autopista de hippies que eran requisados, superficialmente, por ‘Carolo’. El
agua del río debió tomar un sabor amargo de la cantidad de aguardiente que ‘Carolo’,
La gente vestía bluyines desteñidos, vestidos hindúes, botas estilo campana, camisas floridas y
psicodélicas, correas gruesas, camisetas desteñidas con límpido, estampados del Che Guevara o
el signo de la paz, pañoletas rojas y sombreros de cuero. Escuchaban música en una grabadora
Los únicos que se quedaban afuera, al iniciar el puente, eran los mochileros que habían llegado a
la ciudad a última hora. “Venga, deme un peso, necesito entrar” decían los que se
Algunos, con tiza, se dedicaron a grabar en el puente tres palabras: todo será amor. Un poco más
allá, cerca de la casa cural y escrito con el mismo elemento, se predicaba la frase “si quiera se
Aquella pasarela no fue sino la muestra de lo que se había vuelto Medellín en todo ese año, pues
el centro de la ciudad se convirtió rápidamente en un mercado persa que veía llegar desde Cali,
Bogotá, Pereira y quien sabe de dónde más, una cantidad ilimitada de buses oliendo a
“naturaleza”.
personajes” para referirse a los asistentes al festival. Sin embargo, allí, en Ancón, sólo había
jóvenes como Juan Fernando Uribe, ‘El Maso’, quien su mayor pecado habría sido escuchar
Así lo narra Jaime González Restrepo en el artículo “Epicentro Mundial Hippie” del catorce de
junio de 1971:
“Invasión:
Desde finales de la pasada semana, Medellín comenzó a ser invadido por centenares de
extraños personajes, con sus vestimentas estrafalarias y sus largas cabelleras, que
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deambulan por las principales vías, constituyéndose en otro de los atractivos para los
En los sectores periféricos se han improvisado viviendas, en las cuales permanecen los
“jóvenes rebeldes” a la espera de que se inicie el festival, considerado por ellos como un
culto a la paz.
Se han hecho cálculos que permiten aseverar que antes de la finalización de la presente
semana Medellín quedará convertida en la sede mundial de los hippies por espacio de
cuatro días, y será el centro de atención de todos los países del mundo” (Restrepo J. G.,
1971).
Juan Fernando apenas había salido del bachillerato cuando el diario vivir de la época lo llevó a
contagiarse del ritmo del rock n roll. Para él todo comienza el primero de marzo de 1971, el
Aún desorientado con las facultades y los salones, se le informó que, al día siguiente, se llevaría
Universidad del Valle ese mismo año, quienes exigían la renuncia del rector y la eliminación de
los representantes del sector privado y de la Iglesia en el consejo superior universitario. Las
dejaron más de veinte muertos, lo que llevaría a un estado de sitio en todo el país.
40
que se prolongaría durante siete meses, lo que dejó a Juan Fernando y a sus amigos a merced de
Junín y la vagancia.
Se consolidó aún más el grupo de amigos que vivían en la Carrera 49, en el barrio San Javier,
que luego pasaría a ser simplemente “La 49”. Aunque ‘el Maso’ no fuera de ese barrio, lo
frecuentaba mucho por su amigo del colegio, Carlos Durán, y entre idas a El Huevo, el Morro y
La mayoría de aquellos muchachos compartían el mismo gusto por la calle, el rock psicodélico,
la pinta Beatle, los discos de Black Sabbath, Led Zeppelin y aquella “mística” que rodeaba a lo
Aquella Medellín Católica y pacata tuvo que sobrellevar su Universidad más representativa en
paro y completamente dominada por la ideología izquierdista comunista, una juventud de clase
media o elitista que se impregnó de drogas psicodélicas, de marihuana, de rock inglés, rock ácido
y del sentimiento hippie que provenía de aquella película de Woodstock que estuvo en cartelera
tanto tiempo y que no se cansaban de ver. Juan Fernando, por ejemplo, la vio siete veces, pues
estaba enamorado de aquella rumba, esa calidad de artistas y esa idea de que no todo podía estar
“Uno de los parches era ‘La Caverna de Carolo’, que fue más una oficina y un sitio de
reunión de los amigos en las tardes. Había un muchacho que trabajaba allá
nunca había visto tanta marihuana reunida como en la ‘Caverna de Carolo’, era un
jurgo ahí en el suelo y todo el mundo iba y armaba sus barillos. Él no era un distribuidor
de marihuana, sino que era muy marihuanero, como todos los jóvenes de la época”
Si no junineaba, Juan Fernando y su combo iban caminando la ciudad, con un radiecito que
sonaba discos de The Beatles o que sintonizaban en La Voz de La Música. De ahí, dice él, se
graduó en rock, pues la emisora, sin publicidad, pasaba discos del género día y noche.
Un día, en El Huevo, mientras tocaban guitarra y fumaban sus barillos, llegó el rumor que la idea
loca de ‘Carolo’ había tomado forma y que ese Woodstock a la colombiana sería el 18, 19 y 20
de junio de ese año. Sin más, se apuntaron los que se pegarían el viaje hasta La Estrella, dando
En la camioneta de los Montoya se subieron tres carpas y los que comandaban la excursión. El
parque de Ancón, donde ahora hay una variante hacia el municipio de Caldas y una central
eléctrica, aquel día era un campo verde, lindo, con una montañita al lado y una tarimita con un
techo de Eternit.
“Cuando llegamos no había nadie, había tres hippies ecuatorianos ahí dormidos que
carpas y escogimos el mejor montículo para hacer el campamento: tres carpas, dos de
ellas sin piso y una con piso para las peladas y la gente más exclusiva. La grande era de
tela de blue jean, pintada con el signo de la paz y otras cosas que pintamos días antes del
42
Una hora después sería la congestión más grande que ‘El Maso’ ha visto en su vida: un
aproximado de diez mil personas llegaron al tiempo a hacer las carpas, a bajarse de los carros, de
los buses, a salir del embotellamiento que se había generado en la vía, a pagar y a prepararse sus
primeros cigarros.
Ancón’ incluido en el libro “El Festival de Ancón: Del quiebre histórico a la quiebra histórica”,
“Desde varios kilómetros antes de llegar al sitio del Festival –visible desde la carretera-
los jóvenes anuncian ruidosamente su presencia. Dos y tres kilómetros antes, ya se veían
los rostros barbudos y sonrientes, los pantalones ajustados que se abren en la rodilla
[…] Después de diez horas de mala carretera, tras una serie de curvas, el panorama se
abrió y apareció Ancón, como un pequeño valle en cuyo fondo reposaban innumerables
carpas, con las más diversas leyendas, se extendían por un kilometro a la redonda, hasta
Desde el primer momento nos dimos cuenta de que iba a ser imposible contener la
avalancha juvenil que se venía sobre Ancón y a medida que pasaba el tiempo se iba
43
haciendo mucho más difícil comparar la invasión que se desataba por diez sitios
distintos,
Un craso error de los organizadores consistió en no establecer más que una sola
Como negocio –nos decía uno de los organizadores- esto es de lo más malo. Ahora
mismo calculamos en un cincuenta por ciento el número de asistentes sin pagar” (Caro
Entre el trancón y la novatada del primer concierto la instalación del sonido se retrasó. Sin
embargo, el afán no se sentía, pues entre drogas y la placidez, según Juan Fernando, que
producía el amor, la paz y la amistad, cada minuto, con o sin música, era especial.
A la una de la tarde comenzó el festival, con un sonido precario pero con un público feliz. Antes
de los actos protocolarios, del “Gracias, Maestro” y de la presentación de La Gran Sociedad del
Estado, que abriría el Festival, se escuchó a ‘Carolo’: “aún estamos en el ciclo de géminis, el
signo de mercurio: con él todo es rápido… speed”. Se había dado inicio a Ancón.
Primer día
A las tres de la tarde se largó el primer gran aguacero del festival. Se veía venir, pues toda la
aquel primer gran torrencial. Era época de verano, y la lluvia parecía ser el castigo por “estar
pecando”.
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temas bíblicos, dedicados a San Juan, en medio del torrencial. Fuera de las canciones, uno de los
percusionistas del grupo demostró su talento al hacer diferentes tipos de malabares y al ponerse
de cabeza, simulando una V de victoria con sus piernas. Aunque se había anunciado que las
bandas tocarían máximo treinta minutos, La Gran Sociedad del Estado dejó de tocar pasadas dos
horas y media.
A las cinco de la tarde escampó y, aunque el campo donde estaban se convirtió en un lodazal,
caminaron descalzos, se bañaron sin ropa en el río y dieron vida a aquella comunión entre el
hombre y la naturaleza.
Desde los altoparlantes, dieciséis en total, entre agrupación y agrupación se daban indicaciones y
diversos mensajes:
“Siéntense todos. No importa que el piso esté mojado, nosotros estamos calientes por
“La gente que tiene en el campo tiquetes de viajes cósmicos, mucho cuidado… y si
alguien se siente mal, si alguien pone mucha carga en sus pasajes, aquí detrás de
La última agrupación del día terminó pasadas las nueve de la noche, dándole espacio a los de “La
49” y al público en general de disfrutar de la Fogata del Amor. Germán Castro Caycedo, en su
45
artículo ‘Purificadora Peregrinación’ habla que ‘Carolo’ definió la fogata, en rueda de prensa,
de la siguiente manera:
“Es ver la candela, sentirla cerca de la carne para purificarnos… los burgueses, ustedes
los de corbata siempre que oyen la palabra amor piensan en el sexo. Y amor, amigo,
Los que bailaban desnudos alrededor del fuego se fueron vistiendo, los que tocaban flauta se
silenciaron y todo aquel que tenía su carpa medio seca fue lentamente a buscar donde dormir.
“Nosotros nos acomodamos en la única que tenía suelo, aunque cuando yo entré había
un charco como de treinta centímetros de hondo, pero ahí nos acomodamos como diez
amigos todos tirados en un rincón. En las otras carpas estaban durmiendo los que
estaban más trabados o más borrachos, porque tomamos mucho de ese vino Cinzano que
vendían por ahí, que eran unas botellas como un jarabe. Pura marihuana con puro vino
y salchichitas tipo Viena y no más, eso fue el viernes”. (Uribe J. F., 2015)
Aunque el festival fuera un encuentro de juventudes sin mayores ánimos lucrativos, algunos
aprovecharon para intercambiar o vender botones que, en sus frases, marcaban la ideología de la
época.
Jorge Lozano Rojas más conocido como ‘Anarcos’, en su artículo ‘De chapinero rockero hacia
tienda / Apocalipsis: ácido malo / Fuma sueños y siembra ilusiones / Amplía tu percepción con
honguitos y una canción / Todo lo que necesitas es amor / Guarda semilla y siémbrala en cada
milla / Eres un sol y yo tu luna / Caperucita Roja estaba en todo su derecho / Vietnam está en el
todas las preguntas resueltas aspiré y encontré otras / Nadie es perfecto. Atte. Nadie / Freud,
Quizás la más llamativa de éstas era una que narraba “Somos el siglo en el justo tiempo, no
meros espectadores”.
Y a quien no le gustaran los botones, podía comprar afiches de lo que quisiera, ya fuera de
estrellas de rock o de chicas en toppless que posaban allí mismo para alguno de los tantos
fotógrafos.
En afiches se podían encontrar a Jimmy Hendrix, James Dean, Janis Joplin, The Rolling Stones
con James Taylor, Bob Dylan fumando y a contra luz, Santana, Tijuana Brass, Joe Cocker con
sus perros, El divino rostro del Cristo de la nueva era de acuario, George Harrison con su novia
Paty, Paul McCartney con Linda o Ringo Star con Cyntia, como homenaje al amor aunque ya
estuvieran desintegrados; o al mismísimo Camilo Sesto, que apenas daba sus primeros pasos.
Leonel Gallego fue el único que puso un puesto de comidas llamado ‘El Pingüino Rojo’. No
sabía adonde iría a trabajar, pues de música sabía poco y de rock, menos. Junto a un compañero
del colegio decidió poner un puesto de chuzos de carne de cerdo, arepas y gaseosas.
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Él mismo lo narra en el libro de “Ancón: Del quiebre histórico a la quiebra histórica” (Caro
'Carolo' & Bueno, 2001), que sus carnes, bien adobadas en cebolla, ajo y pimienta, producían un
Aunque el primer día tuvo pocos clientes, avivó las brasas preparándose para el segundo, pues
sabía, y así fue, que se le haría una fila interminable de clientes con ojos rojos y comisuras
resecas. Hacia las ocho de la mañana del segundo día ya no tenían existencias.
Tres horas después volvieron a abrir con el mismo éxito, pero notaron que el dinero se agotaba y
que los clientes, cada vez más, se acercaban sumando monedas. Recursivos, aquellos hippies
La oferta era suficiente, pero la demanda limosnera. Poco a poco los comensales fueron pidiendo
rebaja, poniendo cara de perro regañado y alegando su mala suerte por un poco de comida.
Ante el buen corazón de Leonel y su amigo, ‘El Pingüino Rojo’, en la noche del segundo día, se
convirtió en un puesto de caridad. Lo desmontaron al amanecer del tercer día, ya que lo que
Lo único que Leonel Gallego Restrepo ganó de Ancón fueron siete avemarías y cuatro
padrenuestros que debió rezar cuando tuvo que confesarse ante el cura de su parroquia.
Segundo día
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Ricardo Waltman, el maestro de ceremonias, los despertó a eso de las siete de la mañana. La
clase de yoga, impartida desde la tarima, comenzó desde temprano, para llenar al parque de
energía positiva.
Desde la carpa de los de “La 49” se podían divisar hippies, monjes, Hare Chrishnas con
panderetas y un entrar y salir de personas que se podían calcular entre diez mil que iban y venían
y mil que estaban desde el día anterior y se quedarían hasta el cierre del tercer día.
Los problemas que se tenían eran físicos y fisiológicos. Aparte de la mala noche que tuvieron
que pasar, no había baños cerca y la comida se limitaba a lo que llevaran los amigos que habían
Castro Caycedo, en el artículo “La embarrada general en el festival hippie”, narró que
festival. A esa hora las instalaciones de la Cruz Roja amanecieron inundadas: habían
atendido catorce casos de intoxicación por abuso de drogas: treinta y seis jóvenes
habían sido tratados por infecciones severas en la piel y catorce presentaban heridas de
pequeña magnitud por porrazos a causa del mal estado del terreno” (Castro Caycedo,
1971)
No se sabe en qué momento se quebró el puente que comunicaba a Ancón con el mundo, pero
todo aquel curioso que quiso llegar al festival luego de aquel incidente tuvo que vérselas con el
Juan Fernando tuvo que irse del festival a las seis de la tarde del segundo día, pues el barro, la
suciedad y el mal olor no le permitían seguir disfrutando del evento a plenitud. Aun así, a las
siete de la mañana del tercer día estaba allí, limpio y bañado, listo para ensuciarse de nuevo.
Mientras ‘el Maso’ estaba en su casa comiendo o viendo televisión, se presentó el punto negro
del festival: las Juventudes Comunistas JUCO, compuesta de aquellos universitarios que alguna
vez habrán compartido alguna meta ideológica con el revolucionario ‘Carolo’ en la Universidad
de Antioquia, descargaron en el festival a todas las prostitutas y los borrachos que pudieron
Amor.
Estos borrachos agredieron a las mujeres e insultaron a todos los hippies que se les atravesaron
en su camino. Medellín no entendía que aquellos jóvenes no querían la guerra y, ante la pasiva
respuesta de los asistentes a los agresores no les quedó de otra que irse por donde llegaron.
Lo único que les generó resistencia fueron los continuos saqueos a las carpas en busca de comida
o ropa seca. Entre los mismos hippies se creó una guardia cívica de control que, en medio de la
noche, trataba de proteger la paz dentro del recinto, pero fueron tantos asistentes que el esfuerzo
resultó inútil.
El Festival de Ancón terminó su tercer día sin contratiempos, las personas que llegaban ya no
eran hippies, sino familiares que iban a recoger a sus muchachos o curiosos que no se querían
50
perder el evento para ver el tipo de personas que estaban allí, como si se tratara de un collage
social.
Gustavo Adolfo Montoya no pretendía ir a Ancón. Ese domingo estaba en casa de uno de sus
mejores amigos y, sin planearlo, lo invitaron a montar en el carro de la casa, pues el padre,
Tuvieron que ir enchaquetados por las fuertes lluvias del fin de semana y, aunque no entraron,
del otro lado del Río Medellín podían divisar todas las carpas improvisadas, el bullicio y la capa
de humo de marihuana.
Esos mismos personajes pintorescos eran los que veía por su barrio Manila, en el Poblado, a cada
rato. ‘Carolo’, el organizador del evento, se mantenía fumando “barillos” y andando el barrio con
Aunque le enseñaban a tenerle temor a estos personajes, Gustavo Adolfo sentía más curiosidad
que otra cosa. Los veía en su barrio, en su colegio y en los lugares que frecuentaba y, aunque
parecieran de otro planeta, al escucharlos con su mensaje de amor, paz y armonía lo hacían
“Como era un mundo tan diferente, uno se veía interesado en lo que decían, en como
caminaban, como hablaban de otras ciudades, otras culturas y otra gente. Uno, como fue
criado de una forma distinta, dice que no es capaz de pronto de sobrevivir como ellos
de la caridad de la gente, pero lo hacían bien, no como ahora que hay mucha mendicidad
A Juan Fernando Uribe, ‘el Maso’, lo irían a recoger al tercer día sus padres y su hermano
menor, Paul. Éste último, quien tendría una larga trayectoria como músico unos años después,
“Recuerdo lo que pensaba cuando llegamos, que qué era esa bulla, yo no entendía nada,
un equipo de sonido muy malo, pero había ambiente rockero y ese ambiente rockero es lo
que uno no puede explicar, como la euforia, la energía, la dicha, la pasión, el asombro,
eso es lo que tiene el rock. Ancón fue puro sentimiento, pura energía, pura marihuanita,
puro Peace and Love, un evento que recogió todo el sentimiento rockero” (Uribe P. ,
2015).
Juancho López, sin sus Yetis, estuvo en el evento como parte logística, lo que se resumía en
recoger a todos los que estuvieran perdidos, drogados o borrachos, para llevarlos a la Cruz Roja.
Como ya era una estrella, se cansó de saludar gente y dar declaraciones, mientras escuchaba los
grupos que se subían. “Llevé mi armónica y todo, pero no fui capaz de subirme. ¿Otro oso más?
¡no hombre!”
Para Juancho, tanto la llegada como la salida del evento fueron una odisea para todos los
asistentes.
“Esa carretera a Caldas me hace recordar a esas películas sobre la segunda guerra
donde muestran esas filas de tropas a los bordes de las carreteras. Así era, pero de
muchachos y muchachas con sus pintas de hippies, era un desfile de moda. Y eso que
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ellos no hacían moda, si no que era el estilo propio, lo demás ni les importaba” (López,
2015).
Aurelio ‘el Grillo’ Toro, con su emisora La Voz de la Música, fue de los pocos en transmitir el
evento y el único en transmitirlo en directo, junto a su hijo Carlos Mario. Sólo tenían dos
emergencia, fue el que instaló en Ancón, con un ingenio que sólo Carlos Mario puede revivir.
“Yo, de 8 años, le ayudaba diciéndole ‘Nada, no le oigo, nada, no le oigo’. Cuando dejó
de transmitir comenzó desde la primera tienda que había cerca. Tiró la transmisión para
poder prender el radio y nada. Soltó el equipo bregando a coger Robledo, lo soltó y se
‘Carolo’, satisfecho, revisó las tres carpas de la Cruz Roja instaladas en el parque para ver que no
se tuviera ninguna víctima fatal. Al único que encontró grave fue a su amigo Manuel Quinto,
quien tenía una sobredosis de cacao sabanero que lo puso fuera de combate por quince horas.
Carolo lentamente se le acercó, cuando todo había terminado, y le dijo: “Manuel, nos vamos,
esto se acabó, levántate y andá”. Manuel “resucitó”, y ese fue el primer milagro del santo de los
hippies.
Las repercusiones
hippies: triste episodio de Ancon’ se calificaba a los asistentes como animales, con un apetito
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voraz por las drogas, con demostraciones de miseria humana, tragedia sexual, en un evento que,
“¿Para que sirvió el festival? Seguramente para llenar de maniáticos los frenocomios.
dejar una estela con hijos idiotas, anormales física y mentalmente. Para, en fin, romper
el desarrollo de un país que empieza a marchar y quiere superarse” (Caro 'Carolo' &
Bueno, 2001).
Cuando acabó el domingo tres de junio de 1971 se dio por terminado el Festival de Ancón. Sin
embargo, el parque no se desalojaría en su totalidad hasta dos semanas después, momento en que
el jefe regional del DAS Oscar Alonso Villegas mandara un ultimátum de permanencia a todos
Según El Colombiano del veintidós de junio de 1971 en su artículo ‘Ultimátum a hippies para
que abandonen Medellín’, estos hippies, que se habían extendido por toda la ciudad,
los mostradores de comercio, en los parques, en las vías públicas fumando cannabis y causando
Aunque el alcalde Álvaro Villegas Moreno declarara que no había ley de destierro y que todos
los que tuvieran papeles en regla podían permanecer en la ciudad, fueron capturadas, en el
primer día, veinticinco personas, y llevadas a la cárcel de La Ladera por ser hippies, pues detrás
La Plaza de Toros La Macarena fue el sitio de reclusión cuando vieron que no podían llenar la
cárcel de hippies y, aunque lograron destituir al Alcalde, no pudieron detener la gran oleada
Para ‘Carolo’, “Medellín se convirtió como si fuera La Meca para los mahometanos, Roma para
los Católicos, Medellín era para los hippies. Era un turismo que duró muchos años, hasta que
Todo el año de 1971 fue un ir y venir de hippies que tenían el Parque Bolívar, cerca al exclusivo
Junín, como epicentro. El mayor atractivo era una fuente que tenía colores y movimientos
coreográficos. ‘el Maso’ era uno de los que, a las cinco de la tarde, todos los días, se sentaba en
el parque a ver como prendían la fuente y ésta hacía una serie de movimientos que terminaban
con un lanzamiento olímpico de un chorro altísimo que tocaba la última rama de un guayacán
florecido que había allí. La serie se demoraba unos veinte minutos y, cada que el chorro de la
fuente tocaba el guayacán, El Maso y todos los que estuvieran en ese plan se paraban a aplaudir.
“Los curas y la gente de Medellín no contaba con ese tipo de espectáculos, ellos creían
que era una cosa de muchachitos pero no, eso se convirtió en una ruptura para Medellín
que sirvió para que las nuevas generaciones vieran que había algo distinto. Era un
movimiento imitativo pero los que lo vivimos, sentimos, bailamos, hicimos música,
hicimos la paz y estudiamos las cosas vimos que la vida era algo más que lo que los
papás nos quería inculcar. Yo considero que estuve con mis amigos en Ancón y de diez
amigos que estuvimos en Ancón tres quedamos “rayados” para toda la vida. Los otros
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volvieron al redil, uno los ve casados, conservadores, no son rockeros, prefieren apagar
la radio e irse a acostar. Yo creo que hasta rezan el rosario pero no dicen de pura pena”
Poco a poco la ciudad fue volviendo a su cauce. Álvaro Villegas fue destituido por obra y gracia
del cura Fernando Gómez, el de La Hora Católica. Los hippies se fueron de la ciudad
paulatinamente, los jóvenes se cortaron sus melenas, volvieron a misa y dejaron pasar aquel fin
de semana donde no les importó nada, nadaron desnudos, probaron la marihuana o el LSD,
La época oscura
Lastimosamente, el empuje que tuvo Ancón como revolucionario social, aunque fuese el punto
de partida para una juventud más abierta y desinhibida, se quedó a medio camino luego de 1972.
Lo que se creía que iba a explotar luego de Ancón no explotó, y nacieron bandas como Judas
que, en medio de la época oscura, no se le dio tanta importancia como la debió tener en su
momento. Los grupos que tocaron en Ancón fueron pasajeros, a ‘Carolo’ ya no le interesaba
hacer más eventos y los grandes referentes como Los Yetis ya se habían desintegrado.
La única revolución favorable al rock se da en la parte radial, pues a La Voz de La Música le
llega un compañero de causa: Donnie Miranda y Oscar ‘el Tito’ López, por allá en 1975,
proponen en la emisora Poblado 1560 AM el programa Máxima Nota, el cual tendría un éxito
rotundo.
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Máxima Nota era un programa donde ponían los éxitos norteamericanos de los listados más
Guillermo Botero Pala, quien fuera el director de Radio Musical 1470 Kilohertz en AM, hacia
1978 ponía en su programación baladas en inglés, pero al ver la insistencia del público en que
pusiera los éxitos que sonaban en Máxima Nota, tuvo que cambiar sus discos.
Se dieron las Cascadas Musicales, donde la gente llamaba a votar por alguna banda para que
sonara más. Enfrentaban a Black Sabbath con The Beatles y ganaba Black Sabbath, o a Black
Sabbath contra Camilo Sesto y ganaba Camilo Sesto. Los principales críticos de aquellas
Cascadas fueron los profesores de escuela, ya que se programaban de cuatro a cinco de la tarde y
Carlos Alberto Acosta, radioescucha frecuente, rápidamente notó que la radio se dividía en dos:
una netamente musical, sin estandarizar, como La Voz de la Música, y otra de éxitos, como
Máxima Nota o Cascadas Musicales, que no daban ningún tipo de datos sobre la realización del
En las revistas se hablaba muy poco de rock, y en los periódicos sólo se satanizaba a los jóvenes,
pues a casi diez años de Ancón, aún se veía con malos ojos.
Carlos Alberto Acosta, como ‘Carolo’, fue un visionario de lo que necesitaba la ciudad, de
aquella generación post-hippie que tuvo que ser una válvula de escape, que buscó una manera de
poder salir del tedio, del hastío y de la violencia que los acompañaría por toda la década de los
años ochenta.
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58
CAPÍTULO 2
Una década luego del concierto de Ancón, el panorama que se le ofrecía a los rockeros de
Medellín era completamente distinto, pues la década de los ochenta resultó ser un punto de
quiebre generacional e ideológico. Como lo explica Carlos Mario Agudelo, actualmente director
de El Templo del Rock, en esta época era más común referirse a los amantes del rock como
“Antes de esa fecha cualquier tipo de rockero iba a cualquier evento, si había uno de
rock, si se iba a presentar Nash o Fénix, si se iba a presentar cualquier banda o incluso
cualquier película de rock, de Led Zeppelin, Tommy de The Who o Jesucristo Super Star,
en fin, uno ahí veía la diversidad de rockeros que habían. Todos convivían y no había
musical, pero era una cosa compartida, no había bandos tan pronunciados como
musicales, la película Jesucristo Super Star se basó en los últimos siete días de la vida de Jesús,
los cuales son narrados a partir de diálogos cantados y música de The Who.
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Aunque el hijo de Dios conservara su túnica blanca, sus seguidores prefirieron llevar esta vez un
estilo hippie, los cuales contrarrestaban a los soldados romanos con sus cascos, lanzas y
ametralladoras.
Uno de los puntos más criticados de la obra de Norman Jewison fue mostrar a María Magdalena
como la pareja sentimental de Jesús, dando a entender una historia de amor terrenal entre ambos.
película se mantuvo en cartelera por un espacio de dos años, desde su estreno en 1973.
Carlos Iván Ruiz, en esos días un niño de siete años, quería ir a ver la película al cine. Como el
filme tenia restricción de edad de doce años en adelante, se le negó la entrada y la pataleta no se
hizo esperar. Fue tanto el alboroto en la casa de los Ruiz que su madre, para calmarlo, le compró
el disco de Jesucristo Super Star para que calmara la goma. Lo compró a ciegas, pues el disco
basaba el largometraje. Esta edición fue lanzada por Codiscos, con licencia de la casa disquera
¡Ay! Que le habrá regalado esa mujer a ese niño que odiaba tanto la música que ni tangos
ese día, según él, fue infectado con el virus del rock and roll.
“Esas experiencias, ese contacto con las letras, entender que lo que se dice ahí tiene un
mí. Casi inmediatamente empecé a buscar y lo que me encontré fueron Los Beatles, y ahí
Conoció la batería, y desde allí empezó a hacer parte de diferentes grupos, la mayoría con
nombres en inglés pues creían, en aquella época, que si no se colocaba el nombre y las canciones
A Carlos Iván no le entendían la afición en el hogar, por lo que fue más fácil desarrollarse junto a
sus amigos del colegio, principalmente con Paul Uribe, con el que daría los primeros pasos como
músico profesional.
Herencia Rockera
Juan Fernando Uribe, ‘el Maso’, aunque había dejado aquel sentimiento rebelde y hippie de
Ancón, había sido el ejemplo para sus hermanos. Al ser el mayor de los seis, Juan Fernando
había tratado de dejar la semilla del rock en cada uno de sus sucesores.
Vivian en Laureles, y la habitación que ‘el Maso’ compartía con los hermanos más grandes de la
familia era un patio, que más bien parecía un zarzo, desde donde sus hermanos menores, que
dormían en la pieza de abajo, podían escuchar toda la música que escuchaban en la radio. Para
Paul Uribe, el menor de los hermanos, la música que Juan Fernando colocaba de la emisora de
Aurelio ‘el Grillo’ Toro, La Voz de la Música, fueron tonadas que le entraron, según él, directo al
cerebro.
Con cinco años, Paul ya escuchaba rock con sus hermanos y había ido a Ancón, aunque fuera
“Recuerdo lo que pensaba cuando llegamos, que qué era esa bulla, yo no entendía nada,
un equipo de sonido muy malo, pero había ambiente rockero y ese ambiente rockero es lo
que uno no puede explicar, como la euforia, la energía, la dicha, la pasión, el asombro,
La promoción y gira de eventos bajo el nombre de ‘Milo A Go Go’, patrocinado por Milo, sacó
un disco con canciones de rock de la época. Las mejores tardes para Paul en su infancia fueron
aquellas que pasó escuchando a Los Monkeys en la habitación de sus hermanos mayores, aquel
lugar mágico que olía raro y que tenía pegados afiches de Led Zeppelin, Black Sabbath y Jethro
Tull.
El primer concierto de Paul como espectador fue en el Museo El Castillo cuando se presentó una
banda amiga de su hermano, llamada Estratus. Paul, con 10 años, se interesó por el afiche
pegado en su colegio sobre el evento, el cual afirmaba ser de “rock progresivo”. Aquel grupo
estaba integrado por Gustavo ‘el Bofo’ Giraldo, ‘Miquillo’, quien había tocado en Ancón, y
Tres años después Paul le compró su primera guitarra eléctrica a ‘el Bofo’, lo que lo llevó a
formar una banda con sus amigos del colegio, Jorge Ruiz y Carlos Iván Ruiz. Entro un cuarto
integrante, y como nadie sabía tocar el bajo Paul se animó a aprender. Ese fue, en 1979, la
Código, junto al grupo de metal Kraken, fueron los dos íconos de aquel rock hecho desde los
barrios mejor ubicados de la ciudad, lo que a la larga les traería riñas y disgustos con la otra parte
de la población.
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Como se explica más adelante, las nuevas propuestas extranjeras segregaron al público en lo que
quería y no quería escuchar. Rápidamente el oír un tipo de género implicó una ideología y una
forma de ver el mundo que, según sus propias perspectivas, chocaban contra las otras propuestas
de la baraja musical. El público se había dividido desde dos razones distintas: si escuchabas
metal o punk, o si vivías en los barrios más populares de la ciudad (Castilla, el centro, Manrique,
El extremismo llegó a tal punto de que aquellos provenientes de los barrios más populares
consideraran “basura” a todo lo que provenía de Laureles o Belén, y que los contactos entre una
El ambiente de la época de los ochenta fue tan pesado que colaboró con el estigma al que se
habían enfrentado “los marihuaneros de Ancón”: rock como sinónimo de Satán, de lo que estaba
Aun así, el extremismo que llegaron a manejar algunos sectores del rock de la ciudad, ya fuera
por la crudeza de sus canciones o por el afán de posicionarse como escena, colaboró para que el
mismo estilo de Medellín perdurara en el tiempo, pues fueron jóvenes que lucharon contra la
época de violencia más difícil de Medellín, que prefirieron comenzar a tocar con precariedad un
par de instrumentos y contarle lo que vivían diariamente al mundo, en lugar de hacer parte de
aquel conflicto.
“Esas dos tendencias se vivieron de esa forma tan convulsionada y fuerte que uno
escucha el Punk Medallo y el Ultra Metal Medallo y tiene olores, sabores, texturas. Uno
63
incluso sabe cómo era la ciudad en ese momento, por lo que creo que lo más importante
que dejaron esos dos géneros fue la memoria histórica y musical” (Londoño, 2015).
Sin embargo, la violencia que se veía en las calles empapó tanto las canciones de los grupos
como la forma en que se entendieron en el público. Los punkeros y metaleros tomaron sus
respectivos géneros de manera más personal, más agresiva, y el hecho de pensar en integrar
Tal fue el fracaso de La Batalla de las Bandas, el primer gran intento de hacer que la música
fuera una en un mismo espacio, que todo lo bueno que se pudo gestar por el rock en la ciudad
volvió, más temprano que tarde, a una oscuridad de la que aún le cuesta salir.
Para Carlos Iván Ruiz La Batalla de las Bandas fue una idea que no baja de desastrosa, y así lo
explica:
compañero para las pasiones y para lo que parece vital en las personas. Ignorancia
total, intolerancia. Hubo, y hay, un fenómeno muy curioso en Medellín, pues en algunos
estratos las personas que tienen menos bagaje educativo se aficionan a cierto tipo de
manifestaciones y lo toman como si fuera un papel higiénico: limpian sus porquerías ahí.
Básicamente eso fue lo que hicieron con La Batalla de las Bandas y, de paso, con el rock
Se perdió una gran oportunidad, pues el evento que había sido promocionado y gestionado desde
el Periódico El Mundo, Veracruz Estéreo y una de las tiendas de discos más importante de la
época, JIV Limitada, era la apuesta que se tenía para bajar el estigma que aseguraba que ser
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punkero o metalero en esa época era ser parte del conflicto y de la violencia que vivía la ciudad.
Sin embargo, el caos generado fortaleció aquella mirada paranoica de la ciudad hacia el género y
Aunque suene disparatado, para hablar de punk debemos situarnos al lanzamiento de la primera
película de The Beatles, ‘A Hard Days Night’, en 1965. En ella se cuentan dos días en la vida de
los ídolos adolescentes: giras, actuaciones, ruedas de prensa y escape del fanatismo.
El mayor enemigo del grupo es el típico hombre de negocios, conservador y elitista, a quien los
íconos de la juventud confrontan, alegando ser una mayoría A lo largo de la película el grupo
alaba a la clase obrera y se escapa de las indicaciones de aquel hombre, con el único fin de seguir
la fiesta y en defensa de los derechos de escuchar rock n roll en todo momento y todo lugar.
Con ellos, aparece un discurso que refleja una primera etapa de un movimiento de rebelión
La alegría les duraría hasta la crisis del petróleo en 1973. Esta crisis se dio por la decisión de la
ellos a Estados Unidos y a sus aliados en la Europa Occidental, incluyendo a Reino Unido.
26
Batalla de Yon Kipur: conflicto bélico librado por la coalición de países árabes liderados por Egipto y Siria contra
Israel desde el 6 al 25 de octubre de 1973. Con la excepción de ataques aislados en territorio israelí el 6 y 9 de
octubre, las acciones militares de combate durante la guerra tuvieron lugar en territorio árabe, sobre todo en el Sinaí
y los Altos del Golán
65
La dependencia al petróleo era tal que la inflación fue inevitable, lo que provocó una reducción
Las grandes aspiraciones que alumbraron la década de los sesenta se habían desmoronado para
finales de los años setenta. Más temprano que tarde la decepción, frustración y desasosiego
Los años setenta fueron una época de tensión y crisis producto de la imposibilidad de integrar los
nuevos valores enseñados en los días dorados. Eso, sumado a la incertidumbre económica, hizo
En 1979 Margaret Thatcher asumió cómo la Primera Ministra del Reino Unido en medio de la
crisis económica. Por esto, puso en marcha políticas estrictas conservadoras, como la abolición
La baja popularidad de Thatcher, debido al alto desempleo y recesión, se vio contrarrestada con
27
la victoria en la Guerra de Malvinas en 1982, lo que daría paso a una reelección al año
Soviética, avalado por el gobierno de Ronald Reagan desde 1981, marcarían los años posteriores.
27
Guerra de Malvinas: enfrentamiento bélico entre Argentina y Reino Unido que duró del 2 de abril hasta el 14 de
junio de 1982 con victoria británica
66
Reagan se haría famoso por su política económica llamada ‘economía de la oferta’, la cual se
basa en que se puede alcanzar el crecimiento económico con mayor eficacia si se incrementa la
producen bienes y servicios. Además de esto, Reagan rebajó los impuestos y reguló duramente
Lo que ‘A Hard Days Night’ fue a los sesenta, ‘The Great Rock and Roll Swindle’ fue a los
inicios de los ochenta. Este documental de ficción, dirigido por Julien Temple, cuenta la
acelerada historia de ascensión y caída de los Sex Pistols, entre 1975 y 1978. En ella, se
una gran, hiriente y provocadora ironía. En esta película se deja claro que la idea de hacer música
no es tocar bien, si no lucir de forma extravagante y crear una brecha generacional a partir de la
Fuera de eso, la bomba mediática y social que significaron los Sex Pistols con su éxito ‘God Save
the Queen’ repercutieron en sembrar en los jóvenes una duda frente al régimen fascista al que
segregación económica, tomaron como lema “No hay futuro en el sueño británico” y se
identidad y en paro, enseñándoles a ser rebeldes y a ocasionar disturbios en todo tiempo y todo
lugar.
28
Doctrina Reagan: doctrina de política exterior creada e implementada por los Estados Unidos bajo la presidencia
de Ronald Reagan (1981 – 1989) para combatir la influencia mundial ejercida por la Unión Soviética durante los años
finales de la Guerra fría
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La rebelión contra la cultura dominante parece nunca haber conseguido trascender su naturaleza
contracultural, como el rock n roll, y se relaciona con sus efectos sobre la cultura a la que se
oponen. Aunque se produce, y hay una transformación en la cultura de masas, aquel producto
final, transformado y rebelde, se convierte en material de consumo. Para algunos, el punk, con
sus botas platineras, crestas estruendosas y camisas de Ramones y Sex Pistols, se convirtieron en
parte de aquel sistema capitalista que alguna vez tanto les fastidió.
Ser punk
Según Dick Hebdige en “Subcultura: el significado del estilo”, el punk se constituyó a través de
una serie de espectaculares transformaciones de toda una gama de productos, valores y actitudes
Esa oposición se dio principalmente en la vestimenta, pues su ropa era el equivalente perfecto del
lenguaje soez: maldecían al igual que vestían, con el fin de calcular el efecto del mismo.
Llenaron de obscenidades los textos de los discos, las notas de prensa, las entrevistas y las
Los Teddy Boys señalaron a los punks de saquear el guardarropa de los años cincuenta, el cual
cuidaron durante tanto tiempo. Los pantalones ajustados, zapatos de punta y tupés se
convirtieron en moda reutilizada gracias a los punks y su uso irónico, mal utilizado y casi
Lo que los definió como únicos fue su estilo “cut-up”, los objetos manufacturados que eran arte
porque ellos mismos lo proclamaban como tal. Todo: una pinza de ropa, un repuesto de un
televisor, una hoja de afeitar y hasta un tampón eran utilizados para decorar su vestimenta, su
Además, inventaron su propio baile, pues la expresiva y participativa forma de danzar gracias al
rock británico y la cultura pop dominante, se convirtieron en una exhibición de movimientos casi
robóticos y vacíos.
Como si fuera poco, sus canciones se compusieron de líneas antimelódicas acompañadas de una
turbulencia proveniente de baterías cacofónicas y alaridos vocales. El punto máximo fue cuando
lograron distribuir sus propios fanzines, revistas editadas por una o varias personas, que
29
Tal fue el alcance de los punks que se llevaron consigo el símbolo del nazismo, la Esvástica ,
con el único fin de promover una Alemania perversa y decadente. Para ellos, una Alemania ‘No
Future’.
El Punk Medallo
Aunque llegara unos años después, la película colombiana del director Víctor Gaviria titulada
29
Esvástica: Cruz cuyos brazos están doblados en ángulo recto. Comúnmente relacionado como símbolo de la
Alemania Nazi.
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“[…] Los cinturones de miseria son una realidad latente y en crecimiento dentro de
paracaidistas, tugurios o comunas, son algunas de las denominaciones locales con las
que en países como Brasil, Guatemala, Perú, Uruguay, Venezuela, Argentina, Panamá,
México, Colombia, entre muchos otros, se suele llamar a estas masivas comunidades que
Antioquia, Caldas, Risaralda o Quindío) que en 1988 vive en una de las comunas de la
ciudad de Medellín y cuya única aspiración es conseguir una batería para formar una
banda de punk-rock. Rodrigo retrata el desencanto por la vida de quienes quieren huir
rondando la comuna, observando de frente el miserable paisaje en el que vive, ese que
violencia y la ilegalidad de quienes lo rodean, pero del cual no quiere formar parte. Por
la vida que le tocó. No es un héroe, es una víctima incapaz de actuar, paralizada por el
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Víctor Gaviria, el director, se caracteriza por utilizar actores naturales, es decir, personas que han
vivido en carne propia lo que se está retratando. En otras palabras, cada uno de los que aparece
en el largometraje no era más que una persona que hacía un papel de alguien que vivía lo mismo
que él, por lo que el film reflejó con creces el miedo, la incertidumbre y los gustos que vivía el
Sin embargo, a Ramón Restrepo, líder del grupo Parabellum, no le gustó el reflejo que le hacían
a su comunidad, porque:
“En el momento hubo bandas que se aprovecharon de ese choque entre punkeros y
metaleros Quizás la película Rodrigo D No Futuro ayudó a eso, porque ahí metaleros y
punkeros se veían a sí mismos y notaban el roce que había entre ellos. Hay una escena
donde un metalero pelea con un punkero, y así. Ahí mostraban una realidad que no era
así: si, había manes que estaban en su rollo de buscar el sonido, pero lo que hay además
de eso es lo que la película no mostró, ahí solo mostraban que éramos drogos y que nos
Parabellum hizo parte, como muchos grupos de los barrios populares de esa época, de la banda
sonora de la película, por lo que a Ramón le gustó que se mostrara su música al exterior, pero no
suicidas, pues a muchos ese mismo ambiente les colaboró para sobrellevar el caos que se vivía
Hubo toques de queda, guerras entre pandillas, personas invitando a ser parte del mercado del
narcotráfico, bombas, pero la mayoría de los rockeros vivían la ciudad como les tocaba. En una
ciudad sin Metro ni movilización masiva les tocaba andar la ciudad, conocer otros barrios y otras
personas para poder intercambiar discos, información y música. Algunos de ellos, como Johny
atención.
“Nosotros en cierto modo éramos muy estigmatizados porque para vestirnos éramos tan
estrambóticos para la sociedad de ese entonces, con una apariencia más oscura, que nos
mantenían muy amedrentados tanto la ley como los combos de sicarios que pasaban y
nos gritaban cosas. Hubo un momento donde teníamos que abrirnos de donde nos
En ningún momento le hicimos mal a nadie, pero si nos tocó vivir esa época de violencia.
Cada rato estábamos ahí parchados bien bacano y frenaba un carro o una moto a la lata
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y ya nosotros nos teníamos que ir corriendo porque ya éramos atemorizados, o hasta
una vez ya nos habían dicho ‘Abranse de acá, pirobos’, pero aun así seguimos adelante y
Para algunos, como Carlos Iván Ruiz, el hecho de que el punk de la ciudad haya perdurado en el
tiempo es un absurdo pues, según él, este fenómeno, a nivel mundial, sólo duró dos años:
30
Tomando chorrito: tomando licor, por lo general es ligado al aguardiente
31
A la lata: rápidamente
72
“Duró eso, de 1976 a 1978, ¿uno que hace siendo punk a los 38-40 años en 2016? Eso es
absurdo, puede haber una afiliación de tipo estético, pero los movimientos artísticos,
no estoy diciendo que hay que abandonar los gustos, pero en el asunto de más allá de la
música, por ejemplo el punk es un asunto de personalización del cuerpo con ganchos,
tatuajes y ese tipo de cosas y lleva a pensar ciertos aspectos de la juventud. ¿Qué hace
Los punks decían que una persona de más de veinticinco años no se podía confiar en
ella, entonces ¿por qué siguen vivos y no se suicidaron a los veinticinco si ya tienen
cuarenta y tantos y siguen iguales?, me parece que hay una incoherencia tenaz” (Ruiz,
2015).
con su fortaleza histórica en el campo de la economía aurífera y cafetera, lo que la destacó por
encima de todo el resto del país. Esto, que se dio en los sesenta, se desencantó en la década
nacional, pues se tenía una amplia capacidad y potencial industrial pero no había una densa red
73
extranjera.
El desequilibrio que haría tambalear la prosperidad paisa se desencadenó por los efectos del
narcotráfico, principalmente a partir de los años ochenta, cuando los narcodólares ingresan al
país y son dilapidados sin ingresar a circuitos productivos de la economía, lo que llevó a la
legales.
El documento del Plan de Desarrollo Metropolitano de 1985 desagrega aún más la distribución y
encuentra que el 5% más rico de la población recibió el 23,7% del ingreso, mientras que el 50%
más bajo, recibió el 21,5%. Esta condición, que produce una distribución de la población urbana
altamente segregada, se vio agravada por la carencia de servicios comunitarios básicos. Fuera de
esto el 35% de los obreros no tuvieron acceso a la canasta familiar, el 24% de los empleados
tampoco, y la distribución de viviendas urbanas por estrato tenía una preponderancia de 40,9%
para la clase media-baja, 31,5% para la baja, 14% para la media-media, 8,9% para la media alta,
3,5% para la baja y 1,1% para la alta, según la Planeación Metropolitana de 1985.
El déficit de vivienda cercano a cien mil sumado a la brecha económica de ingresos y el alto
desempleo produjo una ocupación invasiva y desequilibrada del espacio urbano, lo cual sería el
Aun así, para Ana María Jaramillo y Alonso Salazar en su libro ‘Las Subculturas del
Narcotráfico’ (1992), la industria antioqueña de los sesenta ya traía consigo un decaimiento que
disminuyó la oferta del empleo e hizo crecer la informalidad, lo que afectó a una sociedad
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cansada de sufrir la explotación de su fuerza de trabajo sin mayor inversión social por parte del
Estado.
situación actual de la ciudad, la cual urgía de planificación y estrategias. Como nadie respondía,
de la Justicia y el Estado.
3. Una Justicia que no medió en la solución de los conflictos y que no representó los
6. Corrupción de líderes con una amplia tradición clientelista que venía desde los sesenta,
El camino de la droga
Para Jaramillo y Salazar el tráfico de la marihuana tocó a Medellín desde los setenta, proveniente
mafia americana. Como en Estados Unidos se comenzó a sembrar una variedad mejorada de
marihuana, sin semilla, acá su lugar fue ocupado por la coca, gracias a una red de tráfico que
cigarrillos y licor, fue cuestión de tiempo para que adaptaran su estrategia para la distribución de
la coca.
Para 1975 pasó de ser una actividad anónima a una pública, principalmente por la captura de
unos traficantes estadounidenses y por el conflicto entre carteles. Los primeros acercamientos
fueron por medio de los barrios menos favorecidos, pues los habitantes de este sector eran
utilizados como “mulas” para transportar cocaína de exportación en vestidos, el cuerpo, maletas,
Tras el refuerzo en el control de esta modalidad quienes manejaban el negocio pasaron de ser
clásicos contrabandistas a personas con métodos más agresivos, con antecedentes delictivos y
con la violencia como forma de conseguir que sus cargamentos viajaran camuflados entre otros
El Estado colombiano tomó cartas en el asunto presionando a Estados Unidos, y con esto se
agudizaron las luchas internas por el control del mercado, todo acompañado de métodos
violentos, lo que le dio vida a los “pistolocos” o sicarios, los cuales conformaron bandas
especializadas en la muerte paga, ya fuera por ajuste de cuentas o desplazamiento del poder.
76
El narcotráfico permearía también otras esferas, pues al conseguir tanto dinero dispararon
inmediatamente los precios de las viviendas. Además, al formar el grupo de MAS (Muerte a
32
Secuestradores) y la Mano Negra, destinados únicamente a combatir los secuestros
provenientes de la Guerrilla, tarde que temprano los haría involucrarse en la vida política, con
El abogado Jairo Ortega Ramírez fundó en 1980 un movimiento político independiente bajo el
Aunque luego fuese desautorizado por el Nuevo Liberalismo33, Pablo Escobar aprovechó su
momento en la política por medio de la presencia del narcotráfico en los barrios populares, la
construcción de escuelas y barrios para los más pobres, sacrificio de reses en plena calle para la
distribución en el barrio y ayuda económica en general, lo que a la larga le daría una buena
32
MAS: grupo paramilitar financiado por los narcotraficantes colombianos quienes tenían como objetivo cuidar a los
capos de la guerrilla y asesinar selectivamente a secuestradores y subersivos.
33
Nuevo Liberalismo: movimiento fundado por Luis Carlos Galán y por el cual se presentó a la Presidencia de la
República
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imagen a los narcotraficantes en esta zona y se volverían, de algún modo, un ejemplo a seguir
En medio de esto, un disco de vinilo atravesaría los mares desde Inglaterra hasta alguna casa de
Medellín, dando inicio a lo que se consideraría el boom de los grupos extremistas de la ciudad: el
punk y el metal.
El álbum debut de Venom, llamado ‘Welcome to Hell’, poseía una carátula sencilla: un
pentagrama invertido y el rostro de un macho cabrío. La idea de satanizar su música era clara
desde la ideología del grupo, pues sus tres integrantes adoptaron nombres sacrílegos por los
cuales se les conocería más adelante: Conrad Lant como Cronos, Jeff Dunn como Mantas y Tony
El grupo desde su debut se caracterizó por un sonido crudo y primitivo. Además, la imaginería
satánica les daría un sello personal y único que daría origen a subgéneros como el Death Metal y
Venom es considerada como una de las precursoras del metal extremo por excelencia. La
principio les abriría las puertas de Medellín, pues al ser una temática tan prohibida en la ciudad
Venom con sus dos primeros trabajos (‘Welcome to Hell’ y ‘Black Metal’), Slayer, Mercyful
Fate, Hellhammer marcaron época porque era música que no se había hecho, que se alejaba del
78
metal pulido de Saxxon y de Iron Maiden. Así lo recuerda Carlos Mario Agudelo, quien vivió tal
época:
“Llega este tipo de música más cruda, más distorsionada, más gutural, donde se empezaron
a escuchar voces que no eran las rítmicas que uno conocía si no que era una cosa sacada de
otro lado. Acá también surgió esa curiosidad y comenzaron a nacer bandas que se unieron a
Las bandas de Medellín comenzaron a hacer música a la par de las bandas de afuera. Para ellos, y
sonidos locales. Ya no era necesario imitar, ya era necesario crear un género de Medellín para el
“En realidad solo hubo tres presentaciones de esa banda, y esa banda se dice que fue la
fundadora del Ultra Metal, que fue diferente al Metal Medallo. La primera generación de
rockeros más underground o metaleros pudo haber sido con el punk, entre los setenta y
ochenta, pero en los ochenta fue más significativo porque en el 83-84 fundamos
Parabellum, y desde que se fundó esa banda se le llama la primera generación, ya que
era muy radical y muy underground. De ahí se creó un género musical propio de su
presente, que era de violencia, grupos organizados, pandillas, mafia y todo eso. En
realidad pudo haber sido una influencia. Como dice una canción de nosotros: En época
vestidos de negro, botas platineras, parches de metal y cuero, como bestias heridas
escupiendo odio y venganza, pesadilla anti toda caspa comercial, representando un rol
de los símbolos de aquellos que no se vendían a la industria, que no eran “caspa”. Se volvieron
radicales, de no aceptar nada que no fuera su estilo, a tal punto de utilizar el gusto del otro como
Las personas, para llegar a las bandas de acá y las bandas de afuera, ya no se acercaban a la
‘Caverna de Carolo’, sino a una tienda de discos especializada ubicada en el Centro Comercial
El Paso, en plena Avenida Oriental del Centro de Medellín. JIV Limitada, atendida por Jairo
Álvarez y Raúl Velásquez, era el líder de ventas de la época, pues era de los pocos almacenes
que daba la posibilidad de tener los discos internacionales de máxima calidad y con carátulas
originales.
Hacer nada
Para Walter Gonzáles, auxiliar de investigación del libro ‘Medellín en Vivo: Historia del Rock’,
la época oscura que se presentó a finales de los setenta e inicio de los ochenta, fue la base para
“En esa época comenzaron las famosas notas. Las notas eran parches (reuniones) que se
hacían en los barrios y donde la gente iba a escuchar música, ya fuera en parques, casas
o lugares más específicos como la parte de atrás del Museo Pedro Nel Gómez. Cada
80
En aquellos lugares se iba, literalmente, a hacer nada. Lo que para los sesenteros de Ancón
significaba ir a los billares del ‘Míster’ o a algún lugar de Junín, para los setenteros y ochenteros
fue ir a pasarla bien a una casa al son del punk o del metal.
“El elemento fundamental de hacer nada es hablar. No la arcaica discusión sobre los
talk show de la televisión, sino renarrar, intercambiar historias que nunca requieren ser
aburrimiento, los chicos no eligen la calle como un sitio maravilloso para habitar; más
bien la ven como el lugar donde está la mayor oportunidad de que algo suceda.
El otro componente fundamental de «hacer nada» es pelear. En este sentido, las peleas
son una ocasión importante y excitante: son fáciles de generar y son eventos interesantes,
Johny Rivera (no confundir con el cantante de música popular) vivió las ventajas y las
desventajas de acudir a las Notas. Su familia era aficionada a escuchar La Voz de Colombia, que
no era rock, pero que le enseñó el valor que tenía la música en todas sus expresiones.
81
El rock llegó de parte de unos primos que eran amantes de Pink Floyd, pero no fue sino hasta que
estuvo terminando bachillerato escolar que un vecino le presentó a Black Sabbath, a Celtic Frost
y a Slayer, a lo que él sólo pudo atinar a responder “Uy, jueputa, esto ya si es otro nivel”.
“El vecino me empezó a instruir y a mí me comenzó a gustar mucho el género, así sonara
muy fuerte, porque yo venía de escuchar otro tipo de música, la de los papás. En el
Bachillerato, ya con los compañeros, hablábamos que ‘¿Hey, vos has escuchado Celtic
Las ganas de aprender un instrumento no le fueron esquivas. Los tarros de cocina de la mamá,
las cucharas y los tarritos del arroz formaban la primera batería de Johny quien, con audífonos
puestos, daba los primeros conciertos de su vida, aprovechando el equipo de sonido de la casa y
Como los vecinos se quejaban mucho, le tocó aprender a tocar el mueble de la casa, de cuero,
con unas baquetas de hierro que normalmente se utilizan para tallar madera. Así aprendió a tocar
batería, lo que le daría la idea de formar un grupo con unos amigos con los que escuchaba
“Con esos manes era que nos íbamos a las Notas. Una Nota era en la casa de alguno a
escuchar metal toda la noche, a beber alcohol y a fumar marihuana, porque eso era
disque una nota. Eso se llevó a cabo muchos años acá en Medellín, en Castilla, en Santo
Domingo más que todo. Nosotros como éramos de Envigado no veíamos ni teníamos
mucho combo rockero, entonces nos veníamos más para el Poblado, para donde estos
82
manes de IxRxA. No éramos muy parceros de los de IxRxA en ese entonces pero si nos
Las Notas se hacían más que todo en los barrios populares de oriente y de occidente. Johny
destacaba en el grupo porque era el que se hacía que tocaba batería con cualquier cosa que se
encontrara, con su grabadora pequeña de pilas grandotas al hombro y oyendo cassettes a todo
taco. Uno de los parches de la nota de Johny era ensayar con los que él había visto que cantaban
o “charangueaban” guitarra.
“Yo iba con un tarro de galletas Saltinas, dos palos de escoba para que me quedaran
como más queriditas las baquetas y nos íbamos a hacer bulla por allá en un solar, parce.
Eso era el 87/88 y nos comenzamos a llamar disque Siquiatría. Wilfred, el que hoy es el
Incluso nos pasaron muchos cacharros, porque por allá había un combo de muchos
viciosos que tiraban ya otras cosas que a nosotros ya no nos gustaban y se arrimaban a
decirnos ‘Huy parcero, nosotros estábamos asustados rezando que porque aquí había
El principal problema de las Notas fue que al tener la oportunidad de convivir en grupos tan
marcados por una tendencia, rápidamente se creó una resistencia ante las otras manifestaciones
musicales. Johny afirma que, como la mayoría de jóvenes de la época, consumió tanto de aquella
música que le gustaba que ya no escuchaba de nada más, sólo Metal o Vieja Guardia, lo que lo
llevó a tener una idea radical y testaruda frente a la otra corriente que tomaba fuerza en esa
83
época: el Punk. Fanático de Slayer, cualquier cosa que fuera diferente a esta banda, para él, era
“El término ‘caspa’ lo decíamos más que todo en el mismo radicalismo que
metaleros, entonces cualquiera que quería aparentar serlo era una caspa. Incluso yo tuve
un problema con un man porque solo cuando había conciertos se vestía como metalero,
así de negro, y en semana se vestía común y corriente, a ese nosotros nos le referíamos
como una caspa. Alguien que verdaderamente no estaba con la esencia de lo que
nosotros éramos o que simplemente se disfrazaba para aparentar lo que no era. Para
nosotros eso ya se volvió como del argot de uno, para lo que no es lo que
Si la persona que escuchaba metal no estaba de botas, cadena, anticristos y mechudo era
Ramones y pinta estrafalaria. Eso traía problemas a personas como Walter Gonzáles que, siendo
mechudos, les gustaba ir a las Notas de Punk, lo que sería los primeros visos que traería el
Los conciertos de balcón que se ven en Rodrigo D eran una realidad, donde tocaban cinco o seis
grupos con una misma batería, lo que con el tiempo cimentaría la base de la industria de las
guitarras: jóvenes andando la ciudad para comprar una, ya fuera en una tienda de empeño, a un
músico de salsa o a alguno que había traído una usada de los Estados Unidos, entre los que se
JIV Limitada
En la autopista Medellín-Bogotá, en alguna explanada de esas donde ahora hay una estación de
gasolina, hubo un concierto de quien sabe quién al cual Raúl Velásquez asistió. El cartel del
concierto era lo de menos, pues el horror que se llevó Raúl con la organización del evento fue,
“El concierto era a las tres de la tarde y nosotros estábamos ahí desde la una y no había
nada. A las dos de la tarde llegaron con unos bafles grandes, unos micrófonos y
montaron al primer grupo. Yo lo único que recuerdo es que el sonido fue horrible,
terrible, no se oía, no se sentía, no había nada. Yo le dije a mi grupo que estábamos muy
mal en Medellín, pues luego de ver conciertos en Nueva York y en Paris algo así era
vergonzoso. Yo en ese momento había montado una pequeña empresa que importaba
conseguían. Empecé a traer LPs y a vendérselos a los amigos, de ahí surgió JIV Limitada
Para Jairo Álvarez, su socio, la manera de conocer la música en Medellín en los principios de los
años ochenta se limitaba al gran apogeo de la cumbia, el vallenato, la salsa y la música tropical.
Como método de inversión y como una forma de solucionar el hueco que se producía en la
ciudad a la hora de comprar discos de rock, nació JIV Limitada, como lo cuenta Jairo
“Empezó como un proyecto relativamente pequeño que tomó ciertas dimensiones porque
había un nicho realmente importante: había mucha gente que le gustaba el rock en todas
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Tras el éxito de la tienda, al año, decidieron hacer un programa de radio en Todelar Estéreo para
promocionar el almacén, llamado ‘Especial de JIV Limitada’. Al ser Todelar una estación de
música Pop, a la hora de presentarse el programa de JIV los locutores no se sentían cómodos o a
gusto con los datos y la forma de manejar el programa, por lo que rápidamente fueron sustituidos
El programa, con el tiempo, se convirtió en una institución musical en la ciudad, pues allí se
promocionaron discos que luego serían de culto. Con el paso del tiempo el programa fue
trasladado a Veracruz Estéreo y con esto pasó de llamarse Especial de JIV Limitada a El Templo
El programa de El Templo del Rock inició en una franja de seis a siete de la tarde, pero fue tanta
la acogida del público, aunque Veracruz tuviera como objetivo a jóvenes amantes del Pop, que
se les brindó una segunda hora, pues se convirtió en el programa de más audiencia en la emisora.
Tuvieron que cerrar JIV Limitada pues el presidente de la época, Belisario Betancur
(1982-1986), declaró que era ilegal importar discos y revistas, pues se consideraría contrabando.
“Yo no quería ser contrabandista, entonces cerré el negocio”, comenta Raúl, quien se dedicaría
Carlos Alberto Acosta comenzó a escuchar rock en séptimo grado del colegio, en esos tiempos
segundo de bachillerato, por allá en 1977. Le gustó mucho, y comenzó a consumir de aquel
Pronto cayó en cuenta de que, fuera de La Voz de la Música, no había una emisora que le llenase
aquella hambre de conocimiento, lo que era muy poco, ya que en La Voz de la Música nisiquiera
Al tiempo llegó La Voz del Cine, que era un poco más especializado, con locutor que narraba lo
que pasaba en Estados Unidos y los respectivos éxitos del momento, pero que no suplía la falta
de revistas, de artículos periodísticos y, aunque narraban qué canción era la número uno, no
contaban por qué llegó a ser la número uno, o que tenía de especial aquella canción.
“Más o menos en 1980 yo iba por las bibliotecas, iba a las librerías, puestos de revistas,
buscando información, cualquier libro o revisa que encontrara era una bendición. A
Rafael Munera, le dije que no había nada en la radio que hablara de los artistas, que le
rockeros. – Cuenta Carlos Alberto – Fuimos a una emisora en AM que había lanzado
Todelar: Radio Musical. Radio Musical la dirigía un señor que se llamaba Guillermo
Botero, fuimos adonde el, le presentamos un Cassette que habíamos grabado en la casa y
contenido musical. Nunca nos dieron el programa, porque no teníamos habilidades para
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ser locutores, pero de ahí me picó el tema de la radio” (Acosta, Tertulia Inicios de la
Al no tener éxito en el medio radial, quiso escribir. En el Periódico El Colombiano logró hablar
con Juan Guillermo Montoya, quien en ese tiempo manejaba la sección C del Periódico.
- Vea, don Juan Guillermo, si uno ve la sección musical del periódico, encuentra tango,
boleros, baladas y chucu chucu, pero nada para los jóvenes, porque, déjeme decirle, a
- Bueno, pero lo que no sé es que tantas personas se interesarán en ese tema, pues no es
- Hombre, ¡muchas!
cuartillas y lo publicamos.
Apenas salió de aquella reunión, Carlos Alberto Acosta arrimó a toda compañía, tienda de discos
o personaje que le pudiera dar cualquier dato sobre cuántos LPs vendían, cuales se movían más,
cuantos discos de rock sacaban y cuál era la diferencia con los demás géneros. Con todos esos
“Me dijo que escribiera un artículo de tres cuartillas, pero yo le escribí un artículo de
los Rolling Stones de trece cuartillas. Aparte de eso le escribí una sección de los discos
que más se vendían en Medellín sobre rock, con datos de las tiendas y disqueras. Una
tercera sección, que la escribió un amigo, fue sobre Discos Nuevos que habían sacado al
mercado. Eso sumaba como quince cuartillas más fotos, más caratulas. Increíblemente él
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que salía sobre rock. A los ocho días me llamó y me dijo que la íbamos a comenzar a
Con el espacio conseguido fue cuestión de tiempo para que los amigos de las disqueras le
empezaran a mandar música exclusiva para sus reseñas, un personaje clave que, rápidamente, fue
difusión de Radio Ritmos, el cual era para buscar al nuevo locutor de la emisora, que era de
música crossover. Ganó, pero no duró mucho tiempo allí. Sin embargo, cuando ingresó a la
Universidad Pontificia Bolivariana, tomó esa idea y prestó un espacio para un programa, el cual
Vicky Trujillo, una compañera de clases, comenzó con él, aprendiendo, porque no tenía idea de
nada. Se llamó ‘Modernus Opus’, y fue un programa que se emitía de lunes a viernes que, con
muy baja audiencia, era el trabajo perfecto, pues le daba tiempo a Carlos Alberto para ir a la
34
Un día, en la Plaza de Banderas de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, Coldeportes le
avisó a Carlos Alberto que realizaría un concierto con un grupo llamado Fénix que, en esos
34
ColDeportes: Departamento Administrativo del Deporte, la Recreación, la Actividad Física y el Aprovechamiento el
Tiempo Libre.
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Aceptó, como cualquier otro concierto, con el fin de realizar una reseña para el periódico. Había
más de quince mil personas, pero el concierto no estaba a la altura de ese mar de gente, como lo
“Fue tan mal organizado que yo estaba como periodista y mi ubicación, junto a mi
novia, era en la tarima, sentado. El sonido eran unos parlantes donde a veinte metros de
la tarima no se escuchaba nada, y más allá de los veinte metros había mucha gente. Yo
sin saber mayor cosa le dije a ella que no era justo tan mala organización para tanta
gente, que si se arriesgaba a que nos metiéramos a realizar un concierto, pero bien
En 1983, un “sardino” de dieciocho años, peludo, despelucado y medio hippie atravesó las
35
oficinas de Corpaul a proponerle a los directivos el primer concierto de rock en la Plaza de
Toros La Macarena.
La Plaza de Toros era para toros y nada más, por lo que la primera respuesta que le dieron a
Carlos Alberto Acosta fue “muchacho, ¿usted está loco?”. Tras la insistencia, le prometieron
hablarlo en la junta y, milagrosamente, le dieron el sí, pero si daba una plata inalcanzable como
No tenía un peso, pero gracias a plata prestada de sus padres y de su familia logró obtener el
35
Corpaul: Corporación de Fomento Asistencial del Hospital Universitario San Vicente de Paúl. Es propietaria de una
parte importante de La Plaza de Toros La Macarena
90
asemejaba a Kiss
- Nash: el grupo de proyección que tenía la ciudad. Bonitos, elegantes, con buenos equipos
- Fénix: por la revancha, este grupo era el símbolo del rock en estado puro, se asemejaban
Faltando tres días para el concierto la boletería estaba agotada, lo que fue recompensado con un
muy buen sonido, buenas luces y buen nivel. Como resultado de esto quedó un cubrimiento por
televisión nacional, entrevistas radiales y patrocinios, comenzando con JIV Limitada, quienes
pasaron de dar un dinero como método de apoyo a ser directamente socios de los conciertos
venideros. Así Carlos Alberto Acosta, Raúl Velásquez y Jairo Álvarez, apoyados por Vicky
Armaron tres conciertos después de aquel éxito de Nash, Pyro y Fénix, todos ellos en la Plaza de
Toros La Macarena. El espacio ya no solo fue para la tauromaquia si no que se empezó a alquilar
Aquellos conciertos no le debieron nada a nadie. Teniendo a los mismos artistas como cartas
principales poco a poco se produjo un espectáculo mayor, pues Raúl Velásquez, el encargado de
Argus
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Tras el éxito que les había significado Súper Conciertos JIV Limitada, era hora de tirar la casa
por la ventana con un grupo internacional. Raúl Velásquez, en uno de sus viajes a Miami, fue
invitado por su hermano a ver un concierto de un grupo de Heavy Metal de la ciudad. Aunque no
eran grandes referentes del género, eran el grupo perfecto para potencializar al grupo logístico de
JIV Limitada.
“Yo grabé un cassette con las principales canciones de ellos de cuenta de mi hermano –
recuerda Raúl - y apenas llegué al Aeropuerto Olaya Herrera le dije a Carlos Alberto
que fuera a mi casa, que le iba a mostrar algo. Le puse el cassette y le encantó”
(Velásquez, 2015).
Aunque les fascinó desde un principio, Argus tuvo que pasar por un proceso de selección de por
lo menos cincuenta bandas norteamericanas que estaban en los planes para el gran concierto.
Jairo Álvarez, principalmente, se encargó de buscar entre los circuitos underground de Estados
Unidos a aquellas bandas que se presentaban frecuentemente en bares o discotecas y que apenas
tenían un par de canciones grabadas. Argus había sido el ganador de la Batalla de las Bandas de
La misión era hacer ver al desconocido Argus como el grupo más fantástico que había pisado
Medellín. Tenían la columna en el periódico, dos programas de radio y amistades en las grandes
productoras de música de la ciudad. Teniendo en cuenta que Medellín era la capital de la música
en Colombia, eran contactos sumamente influenciables. Así lo cuenta Carlos Alberto Acosta:
Sonolux, a todo el frente de donde hoy queda Premium Plaza, y ellos tenían la licencia
92
para Colombia de BMG, Ariola, Warner Music, Electra y Atlantic. Teníamos también a
Dawn, que tenía unos sellos españoles y a Assylum. Entre ellos tres tenían el 90 % del
Fuera de eso estaba Codiscos, Discos FM, Discos Victoria y Discos Fuentes, que era de
las más fuertes en el país, más que todo en lo tropical. En Bogotá estaba solamente
Discos CBS, lo que hoy es Sony, lo que en esa época representaba el 2% del mercado.
En resumen el poder estaba en Medellín. Todos los artistas venían y pasaban por acá.
Entonces nosotros, teniendo la prensa, la radio, los eventos, la tienda y además de eso
las disqueras al lado, hacíamos que en Medellín pasara todo, y que todo lo que pasara en
Así, una vez la banda aceptó venir a Medellín, Especiales JIV Limitada presentó a Argus como
un artista incógnito. Las cuatro canciones que tenían grabadas en el cassette las fueron
promocionando una a una hasta que el público la comenzó a pedir. Dos meses después de haber
lanzado al artista incógnito, Argus, con su canción ‘Lady Killer’, logró el puesto número uno en
la estación.
Fue tanto el boom que se generó con el concierto de Argus que el día antes del concierto hicieron
“Ese día fue la locura, parecía que estuviéramos regalando plata. Toda la Avenida
Oriental, Sucre y Maracaibo estaba rodeado de gente vestida de negro. La gente moría
93
del pánico, y hasta decían que toda esa gente estaba ahí preparando una toma
Raúl Velásquez, el mismo que cerró su tienda por evitar el contrabando, tuvo que recurrir al líder
“Un día, mientras estaba en Medellín, mi hermana me llamo para que nos
encontráramos en el aeropuerto, que iba con un señor desde Miami hasta Medellín y
Acepté, y la primera parada fue en el hotel Intercontinental, a la oficina del señor Pablo
Escobar. Cuando estábamos yéndonos, Pablo me dijo que llevara al gringo al aeropuerto
y me devolviera. Yo, con algo de miedo, le hice caso, y al llegar de vuelta a la oficina me
felicitó, y me contrató para que fuera con él a Miami a cerrar el trato. Acepté y de ahí
todo bien.
Cuando ya estaba con el tema de Argus, una semana antes del concierto me negaron el
permiso para hacerlo. Con el corazón en la mano me toco recurrir a ese señor. Me dijo
que claro, que hablara con el Comandante Fulano de Tal que me estaba esperando en tal
amigo prestó la casa para que los recibiéramos con alcohol y drogas, pues ellos, entre
Yo no sabía dónde se conseguía eso, por lo que me toco llamar a Pablo otra vez. Nos
mandó un kilo de perico y tanta marihuana que hicimos una corona de bienvenida con
ella. Entrada la noche llegó una gente en unas motos y creímos que era la policía, por lo
que un amigo fue y botó todo en el baño. Al final eran otros amigos los que dañaron la
fiesta.
La única condición que puso Pablo fue que en el concierto se nombrara su proyecto
Medellín sin Tugurios, por lo que aparece en las boletas y en las escarapelas del evento”
(Velásquez, 2015).
Argus, el concierto
Limitada presentó al grupo de Heavy Metal californiano Argus, acompañado de dos grupos
Argus fue muy claro con lo que querían en su concierto en la parte técnica. Casi todo el equipo
que pidieron debió ser importado, entre lo que destacaban cien mil vatios de luces, consolas de
sesenta y cuatro canales, cañones de mil quinientos vatios y un ingeniero de sonido que supiera
“El escenario que pidieron era grandísimo, aquí no existían escenarios, entonces nos
como si fuéramos a construir una casa” –recuerda Jairo Álvarez – “Fue un ponga clavos,
ponga tablas, suba aquí, baje allá, todo para poder alcanzar las rampas que ellos
Todo ese esfuerzo dio frutos, pues cada momento de aquel concierto de Argus, Fénix y Pyro fue
espectacular, sobre todo para los que apenas y vivían sus primeras experiencias en el rock.
Gustavo Adolfo Montoya, aquel pequeño que gracias a los papás gomosos de su amigo del
colegio pudo estrenar el carro de esa familia visitando Ancón, ya había crecido y se encontraba
Aunque no fuera realmente su tipo de música, Gustavo Adolfo no se perdía evento alguno creado
para los jóvenes. Tal y como había ido al Festival de la Trova, al desfile de Mitos y Leyendas o a
alguna parranda al son del tango o del bolero, se encontraba allí, con sus amigos, en aquel
“En el concierto de Argus hicimos un salpicón de licor en una bota, le habíamos echado
aguardiente, sangría, vino tres patadas que uno compraba en la viñera del Poblado,
pepas y más cosas, y no nos querían dejar entrar eso. Nosotros alegamos que no le
íbamos a tirar eso a nadie, pero no funcionó. Éramos como cuatro o cinco y en dos
vueltas acabamos con esa bota, pues era vaciarla o dejarla ahí, entonces preferimos
vaciarla para adentro. Entramos más locos que una cabra, estaba full el concierto. Yo no
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sé si fue la música, el estado en que estábamos o lo poquito que uno podía ver en
Medellín en esa época, pero ese concierto para mí fue inolvidable” (Montoya, 2015).
Fue un éxito rotundo. Además de la parte logística, el grupo comenzó a contar con el apoyo de
dos emisoras radiales que podían llamar propias: Veracruz Estéreo con el programa Especial JIV
Limitada a manos de Jairo Álvarez y Radio Discos ZH bajo la dirección de Carlos Alberto
“Pasa un fenómeno que es el FM, Radio Musical era con Guillermo Botero y aparece
Todelar Estéreo. Radio Discos ZH era muy bien posicionada entre la clase alta pero
rábano.
Tito, Donnie, Carlos Alberto Ríos, John Jairo Muñoz estaban desesperados porque
sintieron el cambio, la pauta, se movieron rápido. Cogieron Veracruz que era una
2015).
Eso pasó el miércoles cuatro de julio de 1984, Carlos Villada le dio una inducción rápida y dejó
solos a Carlos Alberto y a Vicky, encargados de un juguete nuevo que no sabían cómo
encaminarlo, pero al que pronto incorporaron nombres como Jorge Humberto Sierra, Claudio
“Lo de Vicky fue muy especial: era la primera mujer, lo que siendo un medio totalmente
machista, era la perdición. Todo el día recibía insultos, y las mismas mujeres le decían
que se saliera, que qué hacía ahí, hasta que ella dijo que no podía seguir. Yo le dije que
no, que siguiera adelante, y ya desde eso jamás lo dejó” (Acosta, Tertulia Inicios de la
Todo estaba listo para comenzar a hacer eventos grandes. Lastimosamente, el primero de ellos
Cuestión de clases
Hugo Restrepo comenzó a escuchar rock a través de un disco de Kiss que se encontró en su casa.
Propiedad de uno de sus hermanos, el Kiss Alive II, de 1977, fue el punto de partida para
Hugo vivía en el barrio Carlos E Restrepo y tenía una guitarra acústica que estaba modificando a
eléctrica. Se juntó con otros amigos del barrio a tocar covers, principalmente guiados por el
vocalista, Elkin Ramírez. Decididos a triunfar, en 1984 inicia el grupo que se llamaría Kraken,
Kraken y Código, la banda de Paul y Carlos Iván, comenzaron a ser referentes de la época.
Aunque Kraken tocaba covers, Código se dedicó siempre a la música propia, aunque solo los
Kraken dominaba en el Heavy Metal y Código en el rock progresivo. Ambos grupos estuvieron
ligados de Víctor García, de Nash, para salir adelante, pues dice Paul Uribe que los músicos eran
“Es que para hablar del rock de los ochenta en Medellín hay que partir la historia en
grupos muy marginados, que nosotros no tuvimos contactos con ellos, no había
discriminación pero si una cosa de clases. La gente por allá se la luchaba toda pero
nosotros no teníamos ni idea, porque también los tildábamos de malos, de que miedo
esos manes, aunque todos éramos peludos en esa época ellos eran diferentes, eran
pandillas.
Los que vivíamos en el Valle, Poblado no existía, Poblado eran fincas. Vivíamos todos en
conectaditos, era una red, todos sabíamos lo que estaba haciendo el otro entonces todos
nos ayudábamos. Víctor, que era el más experimentado, le pagábamos cinco mil pesos
por grabar dos canciones y con ese demo nos fuimos para la disquera. Kraken ya estaba
grabando sus demos. Nos fuimos para Sonolux y allá nos escogieron, pero antes nos
habían hecho una audición en Discos Fuentes y a Kraken en Codiscos. Paralelo los dos
sintetizadores. Carlos Iván Ruiz ya había encaminado otros proyectos por lo que Código, en su
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furor, se compuso de Ricky (fundador de Estados Alterados), Orión Vargas, Paul Uribe, Jaime
pequeños y algunos grandes. Habían conciertos más pequeños, en teatros, como en el Teatro
Tropicana que estaba en San Juan con la 70 y en otros sitios como Discotecas, pero había
que tener un golpe de suerte para tocar, pues eran tres bandas las que realmente reinaban:
Complot, Nash y Fénix, los profesionales, de resto veníamos todos chupando rueda de ahí.
Ver a Nash en vivo era impresionante, era gente que iba bien preparada: buenos
amplificadores, grandes, con una Marshall Doble Stack de cien vatios, JGM 900, dos a un
lado y dos al otro, cuatro o cinco teclados, una batería gigante, era una banda de rock bien,
con las pintas que eran y una música espectacular, pero covers.
Es que se perdieron muchos años, desde el setenta hasta 1983 se perdió todo el tiempo de
composición, todo era covers. Kraken con los días aprendió y, junto a nosotros, empezamos
El hecho de que Kraken (principalmente) fuera integrado por personas que, supuestamente,
vivían en barrios de estrato alto, hizo que se generara cierto rechazo de parte de las agrupaciones
del centro de la ciudad o de los barrios más populares. El que escuchara Kraken era considerado
casposo y cualquier evento que tenía el grupo debía ser saboteado por aquel espíritu punk y
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libertario. Juntar a grupos radicales de los barrios populares de la ciudad junto a grupos
económicamente acomodados y con unas letras menos agresivas fue, claramente, un grave error.
“Antes el rock no daba tantos motivos para ser perseguido o estigmatizado, fue más por
sexualidad reprimida y a los estratos sociales. Así, el que viniera de estos lugares no
podía ser rockero, era un enemigo más. De Kraken sólo el baterista tenía familia con
dinero, el resto eran muchachos comunes y corrientes, pero eso no fue suficiente”
(Acosta, Entrevista Personal, 2015). Comenta Carlos Alberto Acosta, quien fue el primer
Las discriminaciones y maltratos no sólo se dieron entre grupos musicales. Para Román
González significaba una cuestión de territorialidad, estética e ideología, pues estas personas se
Llegó un punto donde Iron Maiden con ‘Piece of Mind’ se volvió basura para los extremistas del
Metal, pues ya era demasiado suave. Aquellas bandas que deslumbraron el inicio de ésta época
como Saxxon ya eran bandas que no satisfacían a los jóvenes de la ciudad. Bandas de Thrash
Metal como Kreator o Venom pasaron de ser escuchadas a ser “caspa” por el hecho de pulir sus
A Carlos Mario Agudelo le tocó vivir el fenómeno desde adentro. Visitaba constantemente a
grupos como Nekromantik, Blasfemia o Parabellum, quienes aprendieron a tocar sin partituras,
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de puro oído, y grababan sus canciones en cassettes, con un sonido estridente, precario y
“chatarrudo”.
Parabellum. Ellos me decían que no, que eso estaba muy lento, muy suave. De cierta
La música extrema y “chatarruda” que habían mostrado las bandas internacionales en sus
primeros discos (y que luego pulieron), se convirtieron en el estilo del Metal de la ciudad. Tal
forma de expresarse los llevó a hacer contactos con países europeos como Noruega, lo que los
fortaleció como escena y los convirtió en un movimiento social, como lo recuerda Carlos Mario:
típicos del rock pero que no cabían dentro de lo que ellos estaban pensando. A eso se le
mezclaba la violencia de la ciudad y a las letras fuertes, la lucha ideológica desde las
universidades y los barrios, la anti religión que conllevaban esos géneros extremos en el
Pablo Escobar. En resumen Medellín era una ciudad de estallidos que daba muy buen
Aunque nunca le pasó nada, Carlos Mario vivía con el miedo de los comentarios de la gente,
pues se decía que si aquellos extremistas te veían caminando por el centro de Medellín con un
102
disco de alguna banda que no fuera de su agrado los tumbaban o los robaban, pues de cierto
modo eso no era aceptado por ellos y aunque no fuera una constante en cada calle, se sentía en el
ambiente.
A Hugo Restrepo, el de Kraken, poco le importó este movimiento, pues estaba enfocado en lo
suyo y en generar música. Para Hugo todo se limitó a ser un problema de estratos donde se creía
que los ricos no podían escuchar las canciones de los pobres ni se podían mezclar, pues cada
canción manejaba una ideología y estrato propio al estilo de vida del receptor.
“Como Kraken Elkin si se preocupaba por eso, él tenía muy claro ese tema. A mí no me
importaba mucho, a mí me interesaba era tocar, pero Elkin dentro de sus filosofías
tomaba muy en cuenta como se iba a dirigir a la gente con sus letras. Yo no era muy
para que Elkin metiera las letras que quisiera y la ideología que aún sostiene:
Aunque a Hugo le diera igual si se hacía pensar al público o no, tanto para Elkin (entre los
grupos calificados burgueses) como para las agrupaciones extremas (integrantes de los grupos
de los barrios más populares) más significativas era un factor importante. Para Ramón Restrepo,
integrante de uno de los grupos radicales más significativos del momento, Parabellum, lo que se
había hecho con el grupo hasta antes de la Batalla de las Bandas no era violento, ni nunca se
tuvo tal intención, aunque se consideraran extremos. Parabellum era de un grupo de jóvenes que
103
habían decidido no integrar la vida del narcotráfico que se les ofrecía en el barrio y habían
La música de ellos fuera muy pesada, pero con esto no se pretendía ganarle a la violencia con
más violencia, si no, más bien, generar conciencia de lo que estaba pasando y tratar de hacer algo
al respecto.
Si no hubieran sido radicales, para Ramón, Parabellum no habría perdurado en el tiempo, pues el
pensamiento, según él, estaría más preso de lo que está ahora. La música de Parabellum ayudó a
la revolución, a la irreverencia, a despertar de aquel letargo que se había producido desde que
mucho la vida.
reuníamos a hablar de música, sin ser músicos. Puro empirismo, nosotros tocábamos
guitarras de una cuerda. Yo aún toco guitarra con dos cuerdas, por mí que le quiten las
otras. Es importante sentir la energía, hacer lo de corazón, sin mucha técnica, esa ha
sido la base de nuestra música, de lo que le queremos transmitir a los que nos oyen: no
La música que promovió Parabellum y estos grupos metaleros de los estratos más populares se
le dio el nombre de Ultra Metal, lo que se definía como un metal estridente, arcaico, enérgico y
con tintes en su mayoría sociales. Aunque tuvo mucho auge en los barrios populares y en ese
sector de rockeros del centro de Medellín, para los rockeros de música más suave, y de paso para
la misma ciudad, esa música era provocada por el mismísimo diablo. Como dice Paul Uribe:
104
“El Ultra Metal entró básicamente cuando Metallica entró, y siempre he dicho que
cuando Metallica entró esta ciudad se dañó. Metallica con esos dos discos acabó con
esta ciudad: son muy buenos pero como nosotros no habíamos visto esa cosa tan pesada
y tan bien hecha nos entró fuerte y profundo. ‘Seek and Destroy’ es una canción muy
Era música que no entendíamos, y como la escuchaban tanto en los barrios populares, y
teníamos la idea de que los de allá eran personas malosas o criminales, les teníamos
físico miedo, aunque ahora seamos amigos y veamos que son unos bacanes.
Por Metallica hubo un fenómeno social, que no se supo entender y se tomó por el lado
malo. Así entonces, un grupo de Heavy Metal, de Hardcore, de Thrash, o Metallica, que
incita a la violencia, puede ser de si o de no. Puede ser que se tome hacia el lado de lo
violento en contra de lo establecido o como un grito de desahogo. Pero acá no, acá hubo
un bando de gente mala: entre el punkero y el metalero se hizo una brecha muy grande, y
para acabar de ajustar a ese fenómeno años después entró Rodrigo D” (Uribe P. , 2015).
Santiago Arango, quien años más tarde fuera director del Festival Internacional Altavoz, cree
que el fenómeno de los ochenta es el claro ejemplo que la manera en que se entiende la música
va ligado a la experiencia del entorno. Los grupos musicales de Medellín vieron sus canciones
como vía de desahogo, como forma de decir lo que pensaban, de poder estar con los amigos, de
poder “parchar” en una esquina, de poder huir del entorno hostil del narcotráfico.
105
El hecho de que los jóvenes, principalmente de los barrios populares, fueran perseguidos por los
pillos del barrio o por la policía creó una experiencia distinta a la hora de consumir la música.
Ser joven en los ochenta era sinónimo de ser peligroso, lo que creaba más barreras para los de
estratos más bajos, que querían sobresalir de alguna manera pero que no tenían como estudiar o
trabajar.
Encontraron en la música extrema algo único, algo de lo que aferrarse, algo con el que desfogar
toda la rabia que se les generaba en el interior, con el que salir del tedio y del hastío, pues se
manifestó una incapacidad del Estado de poder cubrir las necesidades básicas, por lo que los
El éxito que tenía Súper Conciertos JIV Limitada había llegado al punto de manejar dos
emisoras, una columna en uno de los diarios más reconocidos del país y todos los grupos locales
a su favor. Después del histórico concierto de Argus, Raúl Velásquez tuvo la idea que marcaría la
historia tanto para ellos como para el rock paisa en general: Raúl, Jairo Álvarez, Carlos Alberto
Acosta y Vicky Trujillo comenzaron a idearse el concierto La Batalla de las Bandas.
La idea inicial era tratar de abarcar todos los grupos y géneros posibles locales para
promocionarlos y posicionarlos, pues se estaba viendo mucho para el ámbito internacional mas
no se tomaban en serio a los grupos locales. Un gran concierto que uniera a los rockeros en la
dimos a la tarea de ir a visitar todas las zonas donde ensayaban, todos los barrios donde
estaban las bandas para seleccionar las que iban a participar” (Álvarez, 2015).
Jairo y Vicky eran los encargados de las audiciones y de calificarlos. Un día, cuando ya estaban
seleccionadas la mayoría de las bandas, apareció un grupo de punkeros que se sentían relegados
del evento. Raúl Velásquez, como representante del evento, luego de hablar con ellos les dio la
razón, por lo que brindó dos espacios más de los que tenía planeado.
Jairo Álvarez, quien fue el primer vocalista y mánager de Kraken, así lo recuerda:
“Kraken era como el gran referente en ese momento y la mitad de los rockeros los
adoraban y la mitad los odiaban, entonces se creó un ambiente muy curioso alrededor de
la Batalla porque más allá de una manifestación cultural era una manifestación social.
escogimos salas de ensayos donde les dimos instrumentos un poco más adecuados para
que pudieran practicar y tener una mejor calidad a la hora de la presentación” (Álvarez,
2015).
evento de rock. El Periódico El Mundo fue, además de algunas empresas privadas, quien
impulsó la realización y el esperado éxito del concierto. Era una apuesta segura, por lo que
dineros privados y algunos personajes del tipo político estuvieron más que interesados en
colaborar en algo realizado para los jóvenes. Así lo recuerda Carlos Alberto Acosta:
107
“Esos personajes políticos salieron muy aburridos porque casi los linchan apenas se
montaron al escenario y comenzaron a hablar. La verdad es que los odios entre los
distintos géneros musicales, sobre todo los más radicales como los metaleros y los
punkeros, hacia otros géneros como el rock heavy, el rock estándar y el pop, eran muy
fuertes, entonces ahí no hubo ninguna convivencia. Fue una real batalla entre los
seguidores de unos géneros tratando de matar a los otros” (Acosta, Entrevista Personal,
2015).
Como organizadores, el hecho de haberle puesto “Batalla de las Bandas” a un evento que
pretendía fomentar la convivencia si les llamó la atención, al punto de querer impulsarlo días
antes del evento como “Encuentro de Bandas”. Aun así, ya era demasiado tarde, pues la mayoría
El mito decía que el concierto se iba a acabar cuando tocara Spol o cuando tocara Kraken, que
eran los grupos “caspa”, los que la mayoría de la gente, la de los barrios populares, no querían
escuchar.
El Cartel
Fueron ocho agrupaciones en total, y la dinámica del concierto era generar una votación para que
las bandas más populares entre dos categorías (expertos y novatos) ganaran un disco. Además, se
esperaba sacar un videoclip de los grupos ganadores y un registro completo del concierto para
Novatos
108
- Danger: con tres años de experiencia, éste grupo influenciado por Slayer, Metallica,
Venom, Celtic Frost y Black Sabbath fue uno de los pioneros del Ultra Metal Medallo.
- Mierda: representante del Ultra Metal Medallo, fue en ésta época de las bandas más
Expertos
“Hace tres años en cualquier esquina de barrio cuatro muchachos que en su vida habían
tenido ninguna experiencia musical, pero que les gustaba el rock, decidieron formar una
banda y dicho y hecho, armaron a Spol. Luis Fernando Restrepo se decidió por el bajo,
Andrés Molina y Jose Luis Arroyave por las guitarras, Diego Londoño por la batería y
Jaime Andrés Henriquez entró después como vocalista. El nombre, Spol, no significa
nada, les pareció sonora la palabra y así se bautizaron para hacer música y nada más
Con el rock suave que interpretan han ofrecido veintiún conciertos, todos conseguidos
mejores grupos extranjeros y componen sus propios temas, entre ellos, ‘Chicas
- Kraken: como ya lo hemos mencionado, este grupo de Metal, liderado por Elkin
Ramírez, era el grupo más representativo para los rockeros de los mejores barrios de
Medellín (Belén, Laureles, Conquistadores). Su música era considerada “caspa” por venir
de la élite, aunque de ellos sólo uno tuviera una familia con dinero.
- Parabellum: como ya ha sido mencionado, fue quizás el grupo más representativo de los
“Hace un año Carlos Mario Perez (guitarrista), Cipriano Alvarez (baterista), Jhon Jairo
“Cantamos nuestra propia música sin necesidad de plagiar a ningún grupo. Somos
grande. Uno de sus temas es Mutación por Radiación” (El Mundo, 1985).
El orden pretendido para esa tarde era Spol, Glostergladiattor, Danger, Mierda, Excalibur,
A diferencia de Ancón, los pormenores técnicos ya estaban listos: una tarima de dieciséis metros
por ocho metros, cincuenta personas de parte logística controlados por Javier Betancourt, quien
había trabajado anteriormente con Alice Cooper. La boleta se podía comprar en el almacén de
JIV Limitada como en otros seis diferentes puntos de la ciudad. Todo estaba listo para aquel
Primeras horas
Como si de un presagio se tratara, la temperatura en Medellín aquel sábado estaba en uno de sus
puntos más altos. Treinta grados acompañaban a “la ciudad de la eterna primavera” en aquellos
Mientras las personas del común buscaban la sombra y se abanicaban con lo que tuvieran a la
mano, los jóvenes rockeros aguantaban los rayos de sol mientras hacían la fila afuera de la Plaza
de Toros La Macarena.
111
Algunos, como en Argus, llegaban ebrios a la requisa antes de entrar, pues si el policía les
El capitán Acevedo se aseguró que toda persona que pasara al recinto fuera requisada hasta en
las partes más íntimas con el fin de buscar productos non sanctos, así lo relata el Periódico El
Mundo que reseñó el concierto días después en el artículo ‘Una Expresión de libertad…
¡vigilada!’.
“En aprietos se vieron los uniformados para revisar todos los bolsillos y los bolsillitos,
todas las billeteras y todas las mochilas de todos los rockeros asistentes. En un rincón de
desenfrenada hacia las graderías, y regresar más rápido a buscar la arena de la plaza,
porque era allí que se vivía la vida. Los más ‘serios’ se quedaron en los tendidos,
disfrutando el espectáculo con el vino que llevaron en una bolsa plástica, o en una bota
estorbara su libertad. Otras veces parecían gladiadores venidos de otros circos y otras
Pero en todo caso eran los oferentes al ritual de la música, con el cuerpo en un continuo
contenida. La fiebre en el ruedo alcanzaba los tendidos: aun los que permanecían
sentados, los ‘serios’, no podían permanecer impávidos ante el terremoto del ruido vital.
Y al final de cada intervención, miles de manos alzándose hacia el cielo, coronadas con
una ve y ambientadas con gritos como descargas de infernales artillerías. Por no hablar
Algunos políticos de la ciudad, como si de Ancón se tratase, se montaron al escenario para abrir
el concierto. Sin embargo, esta vez no hubo un “Gracias, Maestro” y la silbatina del público hizo
Con el ambiente pesado y los nervios del primer gran concierto, Spol se apodera de sus
instrumentos y se encargan de abrir el concierto. Los altoparlantes, hasta ese momento utilizados
para dar indicaciones, se llenan de un rock suave que levanta nuevamente las silbatinas. Es un
público difícil, y al notar que la primera canción del grupo no será la estridencia que fueron a
Más que una presentación musical lo de Spol fue un acto circense, pues la gran atracción fue ver
a su cantante tratar de cantar mientras se defendía de los objetos voladores. El acto duró una
canción, precisamente hasta que una pedrada en el ojo le avisó al vocalista que debía bajarse de
El segundo en escena fue Glostergladiattor, que dijo las palabras mágicas para que el público
estridencia, el público por fin está feliz. El vocalista no para de alentar con frases como “el
Heavy es la solución” y “que seamos polvo”. Algo de poder tuvieron sus frases, pues el polvo
tomó vida propia y la arena de la Plaza se volvió una nube que tapó a todo el público de abajo.
levantó un arenero de tal magnitud que la gente no veía el escenario, y nosotros desde la
tarima no veíamos la arena, del polvero que había”. – Recuerda Jairo Álvarez – “Tocó
llamar a los soldados para que mojaran la arena, y la gente aprovechó para mojarse, se
volvió una gran fiesta, pero mientras se armó todo ese desorden siguió el concierto y el
Aunque Raúl Velásquez se queja de que lo único a lo que se dedicó la prensa luego de ese día
fue a hablar de cómo habían utilizado el agua como método antidisturbios (lo que era falso en su
“Allí se regocijaron y se bañaron con el polvo y el solazo ardiente, peladitos de seis años
y viejos de treinta. Muchachas de todas las edades y una joven embarazada, otra con un
bebé en los brazos y otra más encartada con un yeso y dos muletas. Abajo, en las gateras
de la plaza, los extremos de la vida estaban sentados en los extremos de una banca: en
este lado una anciana. En el otro un niño. Ella feliz, viviendo a plenitud las sensaciones
del concierto rock. El aburrido, sintiéndose estafado con el espectáculo. Doña Edelmira
Álvarez resultó ser la mamá más rockera de una familia de rockeros. Es la madre de
114
Jairo Álvarez, el del programa El Templo del Rock, de Veracruz Estéreo. Y madre
también de Rosalba, otra encarretada con este ritmo. Ella estaba en su salsa, y de los
grupos y dijo que fue mejor la otra vez, cuando vino Argus, hace dos años. Además
andaba solo porque abandonó a los de la barra, cuando se pusieron a fumar marihuana,
Danger se encargó de volver a caldear a la Plaza de Toros La Macarena. Aunque el sonido era
malo, y la voz del grupo se escuchaba gangosa, un cover de Judas Priest hizo delirar al público,
al punto de que uno de los aficionados se subiese a darle un abrazo al cantante. “Gracias
Medellín por ponerle sangre” grita el líder de la banda, despidiéndose, sin imaginar lo que se
El error se cree que está desde el momento en que se le permite subir al escenario a un grupo
llamado “Mierda”, cuyo propósito, según ellos mismos, no era ni el amor, ni la armonía, ni la
belleza. Representante del Ultra Metal, el vocalista sube maquillado con sangre e incitando a la
gente a insultar, a ser irreverentes y a no dejar nada en pie. “Crucificadme” y “Satanás está entre
nosotros” fueron algunas de las frases que desde el micrófono tentaron a la misma suerte.
Los mitos llegan hasta que el grupo se encargó de tirarle al público cosas desagradables, por el
mismo instinto de caos. La reacción no se hizo esperar, pues más de una bolsa llena de
El ambiente se ha vuelto tan tenso que tras la presentación de Mierda se llega a un receso
obligado. Mientras algunos se abrazan, otros tratan de limpiarse un poco la polvareda, buscar a
su grupo de amigos e hidratarse, pues la temperatura general, como dentro del evento, aún sigue
Excalibur, aunque es metal, peca por no ser del grupo Ultra Metal. Tal y como le paso a Spol, el
grupo es apedreado una vez se sube al escenario, por lo que deciden bajar sin dar todo su
potencial. Una parte del escenario ya ha sido reventado, lo que augura que la presentación de
36
Kraken, el verdadero “Florero de Llorente” , será una catástrofe. Sin embargo, antes del grupo
de Elkin Ramírez se debía presentar Lasser, y antes de estos dos el turno era para el grupo más
“Parabellum, Parabellum”.
La visión de Parabellum
Aunque Ramón Restrepo sabía que Parabellum, representaba todo el género musical del Ultra
Metal, cree que en la presentación de ese día básicamente hicieron lo que tenían que hacer.
Estaban tras bastidores, y ya había llegado el rumor al camerino que el ambiente afuera estaba
pesado. Tal situación no les era indiferente ni extraña, pues el público que asistió a La Batalla de
Sus letras eran fuertes, pero no creyeron nunca que fueran un detonante incitador para acabar con
el concierto. Querían hablar sobre la lucha contra el comercio musical, contra la música caspa,
36
Florero de Llorente: anécdota de la historia de Colombia que dice que el grito libertador fue provocado tras la
negativa respuesta al préstamo de un florero. Se utiliza la expresión para demostrar algo muy pequeño que
desencadena un gran problema.
116
vendida al mejor postor, contra aquellos que para ellos no hacían nada significativo con las
canciones que creaban, pero eran las letras de sus canciones, era la forma con la que
hasta un punto máximo. Quedaron a gusto, al punto que no querían escuchar más.
Después de que la banda tocó ese día la gente no quería más concierto, ya no
necesitaban mas sonidos en sus oídos, se generó un caos. Además luego venían unas
bandas que en ese momento por el pensamiento radical de la gente no eran aceptables,
porque los consideraban muy comerciales. Bandas locales, bandas nuestras, que en esa
época eran consideradas caspas y que ahora son respetadas y se reconocen como parte
sentido no era ese, el propósito no era ganarnos esa grabación, al fin y al cabo el Ultra
Metal o el Metal de esa época era muy underground; preferíamos hacer las cosas por
nuestros propios medios encima de que nos la regalaran, aunque si nos la daban
Parabellum se montó al escenario gritando que había llegado el metal, que se prepararan todos
para la presentación más impactante de la tarde. Hasta los policías dejaron de bostezar para
ponerse alerta tanto con el grupo como con aquellos que desde la arena comenzaban a tirar
guijarros a los de las graderías que, se suponía, eran los que no querían estar en el alboroto.
117
El público enardecía, y las paredes maltratadas a lo largo del día ya se habían astillado del
desborde de energía que cada uno de los metaleros de abajo expedía. La pared era negra, de
cuatro metros de alto y con los cantantes de Parabellum en su cúspide, lo que no fue obstáculo
para uno de los asistentes que, ayudado por otro, escaló con el único fin de abrazar a Ramón.
“Subterráneo, como herido de muerte, surge de las esquinas de los barrios populares de
Medellín ese grito hondo y desgarrado del cantante del grupo Parabellum; un alarido
cuerpos y levantando polvareda, a pesar de los bomberos, que con sus mangueras no
Sólo faltaban por tocar Lasser y Kraken. Como Parabellum era el último grupo representante del
“Y llegó Lasser. Ahora los ánimos tenían el mismo volumen de los altoparlantes. En los
tendidos seguía el entusiasmo, pero dosificado, la gente en general tiraba juicio. Buena
Lasser tiene la misma suerte que Excalibur y Spol, pues lo poco que estuvo en tarima fue para
luchar por su vida. Las piedritas comienzan a volar por todo lado con mayor frecuencia, y la
tarima, con los golpes en la pared que la sostenía, ya no era un lugar seguro para estar.
Juan Fernando Trujillo había decidido desde el principio del concierto ir al balcón, pues no era
allegado al Metal ni al Ultra Metal. Necesitaba un espacio sin congestión y donde pudiera ver el
118
Ya se habían tirado diferentes tipos de objetos desde abajo hacia las gradas, pero quizás el primer
gran motivo de la guerra que se formaría fue un baile de una persona en plenas graderías. La
gente lo recuerda de muchas maneras: que fue un tipo que empezó a bailar de forma homosexual,
que los de las gradas comenzaron a gritarle cosas a los que estaban tirando cosas, que nadie bailó
nada, que todo empezó con Spol, que todo empezó con Lasser. En todo caso, Juan Fernando
Trujillo asegura haber estado diagonal a la mujer de pañoleta roja, la cual empezó a bailar con
pasos de Jhon Travolta. Como los de la gradería eran aquellos que realmente no es que
estuvieran disfrutando el concierto, comenzaron a animar a la mujer, hasta que el alboroto fue tal
que los que estaban en la arena se dieron cuenta, y le lanzaron a aquella mujer de pañoleta todo
lo que tuvieron al alcance: cheetos, papitas, guijarros, arena y bolsas llenas de quien sabe cuántas
cosas.
Como es natural, las personas de arriba comenzaron a responder, y el evento perdió el poco
sentido que aún le quedaba. Cada uno de los involucrados en la guerra comenzó a despicar
piedras de las estructuras con las botas y las comenzaron a tirar. Los dos hombres que manejaban
el sonido se tuvieron que refugiar en los tornamesas mientras se cubrían con los bafles y las telas
“Era una verbena robada a esta ciudad voraz donde ya no quedan resquicios para los
anunciado como un grito de libertad de las bandas y de los súbditos del rock de
Medellín; lo que se esperaba que fuera una batalla fraternal entre metaleros, terminó en
una batalla de guijarros entre el público. Y fue así como el altar del rock fue profanado
por esa minoría sin dirección que parece empeñada en masacrar todos los valores; por
Macarena.
Confieso que sentí temor por mi vida cuando el ruedo y las tribunas se desocuparon en
estampida; cuando ya había varios heridos. Fueron 10 minutos mudos en los que
cualquier cosa pudo haber pasado en La Macarena. La gente pedía música y paz, pero
los vándalos hacían la guerra. Todos queríamos que el concierto siguiera, pero no había
por donde porque se había desatado una situación absurda que ya no tenía reversa.
En esas estábamos cuando llegó la policía, que bolillo en mano desocupó la plaza en
cinco minutos. En el tráfago de la salida precipitada, pude ver otra vez al joven de la
foto. Iba más trabado y ausente, sin darse cuenta que en el fondo del callejón sin salida
en el que se encuentra él y esa juventud que no quiere ver perjudicada, está la policía
El capitán Acevedo y sus cuarenta y ocho hombres se adentraron a la gradería donde estaba Juan
Fernando Trujillo y la chica de la pañoleta. Mientras unos iban de manera pacífica a calmar el
La mayoría de esos catorce mil asistentes habían salido de la Plaza de Toros La Macarena en los
diez minutos posteriores al suceso. Los rostros descompuestos, empolvados, untados de quién
120
sabe cuántas cosas, con ropas desgarradas y botas raídas, en su mayoría, buscaban una forma de
regresar a su hogar, mientras otros se dedicaban a seguir la pelea y esparcirla por todo el barrio
El Naranjal. Tanto fue así que la mujer de la pañoleta roja tuvo que salir corriendo del lugar y
montarse al primer bus que pasó por el lugar. Todos vieron partir a aquella mujer en un Floresta
San Juan, mientras dejaba atrás todo el caos que, en parte, había provocado.
Muchos, como Juan Fernando, se quedaron en los alrededores de la Plaza de Toros por el resto
adentro, una parte de ellos quería terminar el concierto, aunque esa opción ya era más que
imposible.
¿Y Kraken?
En el camerino aún permanecían Vicky Trujillo, Raúl Velásquez, Carlos Alberto Acosta y Jairo
Álvarez, quienes despacharon a los músicos y les dieron disculpas anticipadas a los miembros de
Kraken.
“No logramos tocar en la Batalla de las Bandas porque todo se terminó antes con el tipo
No nos vimos en peligro, porque estábamos nosotros atrás en el camerino. No fue porque
estaban en peligro nuestras vidas, sino que la gente, el público, se estaban agrediendo
No siento que hubiera una resistencia a Kraken, lo que se detectó es que fueron riñas
personales: la gente que estaba en las tribunas empezó a agredir o a hacer cosas que
disgustaron a los de abajo, pero no había una rencilla con ningún grupo. Rencilla
después, en un concierto en el Teatro al Aire Libre Carlos Vieco, ahí si fue una rencilla.
Esa del Carlos Vieco fue una experiencia muy negativa, mucha gente salió muy
malherida, el concierto no se pudo terminar, fue un fracaso para la banda tener que
Carlos Mario Agudelo, que también vivió todo el concierto desde las gradas, aún recuerda:
“Uno desde las graderías presenciaba pero uno veía que abajo se generó mucho
problema, sobre todo hacia el escenario. No había tanta restricción de licores en esa
época para entrar a un concierto, y en cierto modo eso marcó que empezaran a, incluso,
generarse ciertos conciertos en Castilla, en Manrique, donde solo estas bandas extremas
tocaban, y de ahí comenzó a disgregarse la escena. Aparte de eso muchas bandas en esa
época fueron muy pasajeras, pero Kraken, que fue muy constante, fue de las que más lo
La Batalla de las Bandas se convirtió en una expresión violenta, pues ya había un problema
social más grande, más de la cultura narcotraficante. Lastimosamente, toda esa música pesada se
filtró ahí en el mundo del sicariato, lo que volvió a la época en sí mismo un periodo muy oscuro.
Luis Grisales, quien también asistió al evento, aún no es capaz de hacerse una idea de la lógica
“En ese instante me di cuenta algo muy triste, que en realidad en la ciudad está pasando
por un momento muy crítico, un momento de violencia, que uno no lo tiene en la cabeza.
¿Hasta dónde una masa es capaz de agredir a otra?, era un despertar, era ver que las
Si a mí no me gustaba una banda me iba para otro lado o la escuchaba a ver si ahora si
me gustaba, pero yo no tenía esa dimensión, el querer agredir a alguien por música. Con
el tiempo es que uno aprende que hay unos problemas de fondo, como se vive ahora esos
problemas con las barras futboleras que es un problema que no tiene que ver con el
fenómeno del fútbol. Si el parqués fuera deporte nacional también nos daríamos
Los reclamos de parte de los contradictores del rock no se hicieron esperar, y como lo dice
Carlos Alberto Acosta, al día siguiente de La Batalla de las Bandas se sabía que se tenía que
empezar de ceros.
“A partir de eso todo se fue para atrás: ya la plaza de toros no la querían prestar, los
medios no querían saber nada de rock y los enemigos del género se aprovecharon de eso
para difundir más eso de que el rock era satánico, que el rock era promotor del vicio, y
lo escribían desde las secciones editoriales. Todos se vinieron encima con La Batalla de
El golpe se podía notar desde las mismas reseñas al concierto. Una vez más el texto ‘Rock y
Anarquía’ de Ricardo Aricapa mostró lo que se le vendría encima al género musical más
adelante:
123
rockera de Medellín, uno de los dos jóvenes que, tan trabados como su compañero caído
trataban inútilmente de ayudarlo, enfrentó sin alientos al reportero y con una voz droga
y cansada le pidió el favor de que no tomara la foto porque con ella iba a perjudicar la
juventud.
En su ensueño artificial el jovencito por lo menos logró captar que semejante foto iba a
ser el más triste testimonio de una generación extraviada a la cual está atado por
manoplas de cuero negro y correas anchas tachonadas con estoperoles; una juventud
que se resquebraja en un nihilismo sin brújula; al ritmo metálico del rock y en placida
clase social y anda regado como una epidemia por los barrios populares de la ciudad.
Por eso, los que tuvimos el privilegio de asistir el sábado a La Macarena para ver lo que
hace la juventud más atravesada de Medellín cuando tiene un espacio físico para su
ritual de rock y droga, vimos en esas miradas hundidas y en esos atuendos insólitos la
videz de la pobreza. Y bajo esos maquillajes estrafalarios vimos también las muchachas
más lindas de Medellín danzando sin uno en pleno ruedo” (Aricapa, 1985).
El problema del radicalismo se agravaría posteriormente, pues el odio que había hacia Kraken
por una parte del público sabotearía un par de eventos más en los años posteriores. El
radicalismo llegaría a su punto máximo y su caída en los años noventa, cuando la apertura
124
económica y la llegada de mayor oferta musical volverían el hecho de pelear por gustos
musicales un absurdo.
Como ocurrió con Ancón, luego de La Batalla de las Bandas se llegaría a una época oscura
donde tímidamente los grupos volverían a sus zonas de confort: parches pequeños, notas con
amigos, cada uno dedicado a lo suyo y los conciertos de garaje que serían pieza clave para el
CAPÍTULO 3
Aunque no los dejaron tocar en La Batalla de las Bandas, no sufrieron ningún tipo de lesión y
siguieron siendo referentes para gran parte del público de la ciudad. Kraken estaba posicionado
en lo más alto y por lo mismo había sido atacado, pero no por ello dejaron de sonar.
Elkin Ramirez, Hugo Restrepo y los demás integrantes comenzaron a familiarizarse más con sus
del Rock, produjeron el primer disco titulado Kraken I. Así lo recuerda Jairo:
“Cuando fuimos a hacer la primera grabación de Kraken tuvimos que conseguir unas
grabación de ‘Todo Hombre es una Historia’ hubo que conseguir 500 firmas para que la
disquera nos hiciera los discos y que vieran que si se podían vender esas unidades. Al
final fue un disco que vendió más de 30.000” (Álvarez J., 2015).
La radio le brindaba muy pocas posibilidades a la música nacional, y tras el incidente de La
Batalla de las Bandas los espacios para los grupos nacionales fueron prácticamente nulos. Aún
así, Kraken conservó su fanaticada, aquellos rockeros de los barrios mejor acomodados de la
instrumentos como el teclado y los puristas del rock que odiaban estas mezclas.
126
El problema a nivel de ciudad luego de La Batalla de las Bandas no era menor, pues los que le
mientras los aficionados seguían peleandose entre sí. Las notas y los parches de antes de los años
noventa fueron caracterizadas en muchas ocasiones por peleas a garrote o a navaja, punkeros
trasquilando ‘mechudos’ y grupos cerrados donde, según Walter González, se tenía que llegar
“En esa forma los pogos siempre fueron un malentendido, porque cuando uno ve un
pogo en la historia es un baile que utilizaban las tribus indígenas para expresarse, y el
chocarse con el otro era una forma de saber que el otro estaba ahí, la energía del otro,
porque el pogo es sentir la energía del otro, de ver que el otro es un ser vivo como yo,
que tiene una fuerza, una energía. Pero acá se cogió como una forma de atacar el otro,
como toda esa violencia que se estaba presentando en las comunas había que
más allá de la mera descarga de energía. Si no nos vieron unidos por eso no nos tomaron
Para Lina Reyes, quien vivió esa época, cualquier lugar podía terminar en pelea, y terminaba en
“Uno si pogueaba, pero si se metía al pogo perdía el año, entonces uno solo codeaba
suavecito, o métase y vuelva y salga. Uno solo pogueba con gente conocida, si uno no
conocía a la gente muy fácilmente terminaba en una pelea, historias de que este le pego
127
por donde no quería al otro y el otro se emberracó, y eso sumado a los tragos, una que
Cuando era un concierto de rock normal uno nunca tenía ese susto, pero si el concierto
era de metal o de punk si le daba pánico a uno, más que todo por las cadenas o las
hebillas de las correas, que en esa época no había control sobre eso” (Reyes, 2015).
Según la perspectiva de ahora, para muchos el problema fue la rebeldía de los autodenominados
punkeros. Según Gustavo Adolfo Montoya, al verlos pasar se les notaba que no les gustaba nada:
Para desgracia de Kraken, aquellos jóvenes punkeros fueron los que le crearon mayor resistencia
a la banda, pues consideraban que la música de la ciudad sólo debía ser profetizada por los
estratos 1 y 2. Kraken tuvo que tocar en conciertos pequeños para no ser atacados por sus
Carlos Alberto Acosta, quien se había dedicado ya a promover a Kraken, recuerda otra ocasión
“Yo organizo otro concierto para promover a Kraken con su segundo sencillo que se
llamaba ‘Escudo y Espada’ en el Teatro Carlos Vieco. Ese concierto, que fue en 1987,
sabotearnos, y lo sé por una novia punkera que tuve y fue a esas reuniones
128
Yo cometí un gran error: la policía la puse dentro del Teatro, en la zona de entrada por
arriba. Ellos llegaron desde afuera, por las mallas, por todos lados y empezaron desde
afuera a tirar piedras. El Carlos Vieco es como un tiro al blanco y obviamente esas
piedras fueron a caer a donde todo el mundo. Todos a correr, la batería rota, todos nos
tuvimos que esconder en los camerinos mientras ellos destruían el Carlos Vieco.
lugar, todo por el hecho de que para ellos Kraken era ‘caspa’ y ‘los burgueses del rock’.
De ahí, solo el baterista tenía una familia con dinero, de resto todos eran muchachos
comunes y corrientes, cuatro pelados que les gustaba hacer rock, pero se las montaron”
(Acosta, 2015).
Masacre, un grupo de death metal formado en 1988 es referenciado como uno de los primeros en
lograr unir las escenas, pues su música era apoyada tanto por los metaleros como por algunos
Reencarnación agrupaban a los mismos, lo que a la larga agrandó los ‘combos’ y mezcló los
‘parches’ y las ‘notas’ de la época. Así lo recuerda Jaime Ocampo, líder de la agrupación
Athanator:
“Para mí es un poco difícil comprender esa situación de los jóvenes ahora con tantas
adolescente me volví metalero también se me generó esa posición frente a los otros
llamaba mucho la cuestión de bandas que hacían crítica social desde el metal, y no
he admirado a Masacre porque siempre sus letras han narrado historia de ciudad, era
algo muy cercano a lo que era nuestra Colombia pero era metido en un contexto
netamente metalero. Ellos no hablaban de cosas abstractas, del más allá, de satán, de
Dios, de la religión, era más bien el contexto en el que se movía el punk, en esa lírica que
Johny Rivera, quien había sido radical con su grupo Posguerra, comenzó a ver que los conciertos
a los que asistía encontraba muchos punkeros, lo que lo llevaría a comenzar una relación de
amistad con Vicky y Piedad Castro, quienes unos años más tarde fundarían el icónico grupo de
“Nosotros en el principio de los 90 tocábamos mucho con ellas, y con Neus. Tanto en
Castilla, donde ellas vivían, como en Envigado en cualquier finca que nos
consiguiéramos con algún amigo. A mí me decían mucho que yo por qué andaba con esas
punkeras, y yo decía que eran mis parceras y que con ellas me divertía y parchaba. Más
de uno si parchó esa vuelta, de que nos juntáramos punkeros y metaleros y que no pasara
nada. Los dos grupos sufrimos lo mismo: íbamos a un concierto en el barrio Campo
Valdez, o en Guayabal, y había guerra de botellas y puñal; nos tocaba salir corriendo.
130
Comenzamos a pensar que nosotros, que no queríamos esa vuelta, teníamos que hacer
Jaime Ocampo fue uno de los que comenzó a pensar de esta manera. Vivía en Manrique y
compartía ‘parches’ entre punkeros y metaleros, lo que le ayudó a entender que la bondad o la
maldad de cada persona no provenía de lo que escuchara ni en el género musical, sino en cómo
vivía y cómo se manifestaba esa persona. Alguien que quisiera bronca o pelea lo buscaba por
simplemente eran gente mala. Para Jaime una persona que quisiera pelea lo iba a buscar por un
Tiempo después, el punk se formaría como transformador social, pues el poder que se tenía en lo
barrios más populares de la ciudad se convirtieron en inspiración para que los músicos hicieran
denuncias a través de sus canciones, ya fuera contra el estado, contra el capitalismo, contra el
amor o contra cualquier factor que considerasen injusto. Esta idea de transformación los llevaría,
en los inicios del siglo XXI, a apropiarse de algunos espacios, como veremos más adelante.
El paso del tiempo fue el único que pudo detener la guerra entre géneros. La apertura económica
que experimentó Colombia a principios de los años noventa en el gobierno de César Gaviria trajo
consigo un sin número de propuestas artísticas extranjeras, entre las que estaban bandas que ya
no se sabía si eran realmente punk, o realmente metal, pero que tenía aspectos que gustaban de
ambos géneros. La información sobre los grupos y las tendencias internacionales se amplió, se
crearon nuevos medios que no discriminaban por género y finalmente se creó una nueva
131
conciencia de las cosas: hubo una necesidad de compartir espacios y equipos, por lo que la gente
“Yo creo que el quiebre de ese radicalismo puede venir de varias agrupaciones en la
ciudad: Masacre, una banda de metal que desde su mismo nombre podía adaptarse a una
banda de punk, y que tenían una relación muy estrecha con los punkeros; otra fue
Reencarnación, ellos se denominan Ultra Metal pero que realmente hacían una
combinación de metal, punk y algo de hardcore, y pues al unir las tres tendencias tuvo
todo tipo de público. Otra fue Fértil Miseria, unas nenas punkeras que hacen punk
hardcore que salían con camisetas de Iron Maiden, Metallica, y otras bandas metaleras.
Estéticamente mostraron que para hacer punk no necesitaban una camiseta de The
el poder del micrófono: todas estas bandas se salían de ese radicalismo y fomentaron la
idea de que uno puede escuchar punk y metal y no hay lío” (Londoño, 2015).
La idea fue cambiando, para Walter González la estigmatización que sufrió el rock al principio
era algo que tenía que pasar, pues los adultos de esa generación sólo escuchaban música popular
y no tenían de donde comparar que era bueno o que era malo, mientras que los jóvenes de esa
época crecieron y le inculcaron a sus hijos opciones más variadas, menos radicales. Quienes
vivieron las peleas de bares como víctimas o agredidos fueron más, y con el tiempo decidieron
que eso no estaba bien, que era ilógico pensar en lo que era bueno o malo cuando cada grupo
musical prácticamente era una vertiente diferente, una forma distinta y única de ver el género.
132
Los ochenta fueron una época de miedo que creó una sociedad violenta, donde la mayoría de
conflictos se resolvían por la fuerza, con plomo o con dinero, y fue injusto pedirle a una época
así una sociedad que no se comportara de tal manera. Con el tiempo, las peleas perdieron
sentido, los jóvenes se dieron cuenta que el problema no era el punk y el metal y, finalmente,
Faber Ramírez, actualmente director y gestor del Festival Zona 2 en la Comuna 6 de Medellín, lo
resume así:
“Yo tengo claro en mi vida que no solamente escucho rock, también escucho salsa,
también me tocó criarme con los tangos porque mi papá los escuchaba, entonces yo no
me puedo poner a pelear con mi papá porque pone un tango, o porque pone una salsa.
Yo creo que los radicalismos que se vivieron por allá en los ochenta pueden funcionar en
consultar, de investigar, de criarse en eso, pero no por eso que escucharon eran
ideologías, pensamientos, hasta la misma ciencia. Es muy difícil crear en un contexto que
está tan permeado por cosas foráneas, y bueno, está bien aprender de algo específico,
pero también abrirse a escuchar otras cosas. Yo no le veo el problema a uno llegar con
una cresta y escuchar una canción de reggae, no le veo problema, porque uno conoces
hoppers que escuchan punk por la letra y así, es que la música siempre va para el mismo
A Gustavo Álvarez le tocó vivir esta situación. Su pinta era punkera: pantalón roto, botas
platineras, camisetas hechas por él mismo debido a la falta de recursos, pero se acercaba a los
‘parches’ de Hip-Hop y la gente lo miraba feo, le decían ‘casposo’ y que no fuera si estaba
vestido así. Sin embargo, desde pequeño aprendió que la música es una sola, y así lo ha
como un virus. Llega, agarra a dos o tres, esos dos o tres se vuelven los raros del barrio,
después aparecen otros cuatro o cinco y al final del día somos todos igualiticos, como
con el mismo amor por las mismas bandas. A mí no me disgusta eso, el acceso a la
que ya no es lo mismo porque antes era más difícil o había más problemas, ¡creo que
antes eso hay que celebrarlo!: que la gente ahora pueda tener acceso a más contenido,
acceso a más bandas, acceso a más espacios para tocar, oportunidades de circulación de
los artistas o becas de creación para los autores, todo eso me parece una bendición
grandísima. Nos hacía mucha falta eso, no se puede volver un discurso de que antes se
tenía más magia o que antes era más chévere, pues eran momentos que teníamos que
problema más social que musical. Si se ve como fanatismo fácilmente se podría decir que pasó
del punk y el metal a equipos de fútbol, a ideologías políticas o a cualquier factor que tenga dos
134
maneras opuestas de verse. El radicalismo nunca desaparecerá, pero afortunadamente cada vez
desde la misma televisión. Orus Xhon comenzó a escuchar rock desde pequeño, y recuerda que
la primera canción que lo cautivó fue ‘Every Breath you Take’ de The Police, a sus siete años.
“Tenía muchas ganas de hacer pipí, yo iba para el baño a las carreras y de pronto veo
que el televisor estaba encendido y precisamente era este video el que estaban pasando.
mirando eso. Tuve una sensación muy bonita, una sensación de ‘¿qué es eso tan bello?’”
(Xhon, 2015).
Sus tíos le ampliaron el gusto, aunque eran apasionados por la salsa, le ponían frecuentemente
canciones de rock. En uno de los cumpleaños de Orus, uno de sus tíos le regaló un bono de una
“El primero que tuve fue el ‘Play the Game’ de Queen, pero en ese mismo momento me
enamoré de una estética. Yo escogí Queen, pero vi todas las carátulas de los discos y me
fascinaron, entonces a mi tío le tocó regalarme el otro: uno con el bono y otro comprado.
Los escuché hasta que los rayé, junto a una compilación que en ese momento fue muy
exitosa que se llamaba ‘Llena tu cabeza de rock’. Fui creciendo, conocí gente que
compartía mis gustos, gente que me fue contando las historias de las bandas y de las
canciones, lo que a la larga, en el colegio, fue conocer otros rockeros, otros estilos
135
musicales, ampliar mi horizonte musical, muy de la mano del rock europeo” (Xhon,
2015).
Tanto el rock europeo como el latinoamericano lo encontró en una emisora: Radio Discos ZH,
quienes trajeron a todos los ídolos de su generación: la rebeldía de Los Toreros Muertos, la
Radio Discos ZH
Aunque La Batalla de las Bandas no colaboró para mejorar la imagen que se tenía del género del
rock, Carlos Alberto Acosta continuaba ejerciendo su labor en la emisora de Radios Discos ZH
Como emisora fueron los primeros en pasar el éxito de Kraken Todo hombre es una historia. Así
fue con muchos cassettes que transmitieron siempre y cuando el disco, para ellos, valiera la pena.
Como todos preferían las emisoras de FM, poco a poco Radio Discos ZH se convirtió en una
emisora alternativa de contenido, enfocado principalmente en el techno y el new wave. Para ello,
se hicieron con los servicios de profesores de la Universidad Pontificia Bolivariana como Victor
“Los curiosos del rock, la gente que estaba interesada en un sonido diferente nos
distintas, de trajes oscuros, moda post punk, los emos de esa época. Creímos que íbamos
por el lado correcto, sin embargo en la parte final (duramos un año) el factor comercial
136
estaba muy afectado, no estábamos generando ingresos, por lo que hubo mucha fricción
con las directivas y en un momento dado fuimos muy maltratados. Ese día íbamos a
Antes de ello, incluyeron en el grupo a Mauricio Pérez, un joven que todos los días aparecía por
la ventana de la emisora con un cuaderno para tomar notas de las revistas que le llegaban a
Carlos y tomar los nombres de los grupos y los mayores referentes. Comenzó contando historias
y estadísticas de las bandas, lo que a la larga fue un boom comercial y tras la gestión del mismo
Unidos. Las escuchaba en onda corta, lo llamaba y él las pasaba. Un día se enfermó y
me llamaron a mí, pues porque según ellos si yo era control de cabina podía hablar, y yo
me le medí. Donnie escuchó el programa creyendo que era Claudio, me llamó y listo”
En Veracruz Estéreo Mauricio Perez, Donnie Miranda y Oscar ‘el Tito’ Lopez crearon el primer
Morning Show, incluyendo al libretista Tiberio Duque Alzate. A su vez fueron la primera
emisora en tener ranking tops de las canciones que sonaban a nivel mundial, la primera en tener
en el canal regional Teleantioquia llamado ‘La Musica de Veracruz’ donde pasaban videos
musicales.
137
“Hay una historia muy bonita. Por cosas de la vida se fue Donnie para Estados Unidos,
‘Tito’ que hiciéramos alguna cosa, que hiciera un personaje o alguna bobada. Me dio
por hacer la voz de un niño y tuve la fortuna de tener una aceptación casi inmediata, era
un niño que se llamaba Pochito. Era tanta la fuerza de Pochito que la gente lo esperaba
todos los días en Veracruz y hacíamos que la gente volara y se imaginara que estaba
pasando.
Pochito tenía su vida propia, sus gustos, estaba en una guardería, le gustaba el milo con
galletitas de coco. Un día la gerente me dice que pasara al teléfono que querían saludar
a Pochito. Pasé al teléfono, era una señora para una invitación a una primera comunión,
ya que el niño quería que el regalo fuera que Pochito fuera. Yo le dije que mi mamá no
me dejaba, pero ella insistía diciendo que le pasara a mi mamá para convencerla. Me
volvió a llamar y yo pasé otra vez, le hablé ya con mi voz normal explicándole que yo no
era un niño y ella insistía que ya había hablado con Pochito, que se lo pasara. No me
Hicieron muchos personajes, al punto en que sólo tenían 100 canciones pero a la gente no le
importaba, pues les gustaba era escucharlos a ellos, lo que les funcionaría hasta mediados de los
Como lo vimos en el capítulo uno, el rock n roll en español tuvo sus primeros pasos en la mitad
fueron los primeros en tener contacto con el rock, lo que desencadenaría en el éxito de las
Gloria Ríos con El Relojito es considerada el punto de partida del rock en español. Aun así, el
primer gran éxito del género fue interpretado por Ritchie Valens, quien tomó prestada una
canción regional mexicana: La Bamba. Luego llegarían otros como Danny Flores que con el
Este tipo de rock es tomado por las juventudes de clase media mexicanas como una moda, lo que
Latinoamérica es acuñado el término de ‘Nueva Ola’ para englobar a este tipo de artistas,
quienes adoptaron la influencia musical de aquel rock estadounidense y además los patrones de
The Beatles se convirtieron en un éxito en todo el planeta. Los nuevos sonidos británicos como
la música beat, el R & B, el Soul y el Pop influenciaron notablemente los países de habla hispana
Los covers de los grandes éxitos en inglés son interpretados en español por Los Teen Top, Los
Locos del Ritmo, Los Rebeldes del Rock y hasta Carlos Santana, que con el tiempo tendría el
Pero no sólo fue en México, España estuvo representado por Los Bravos y Los Brincos,
Argentina con Billy Cafaro y Sandro, Uruguay con Los Walkers y Los Mockers, Perú con Los
139
Saicos (los cuales se dice fueron la primera banda de punk) y Colombia con Los Yetis, Los
Igualmente, algunos grupos mexicanos optaron por tocar canciones en inglés, pues según se
Todas estas influencias en cuanto a la psicodelia se ven manifestadas al inicio de los años
setenta: Pescado Rabioso, Sui Generis, Los Abuelos de la Nada, Témpano, Vox Dei, Triana o
Veneno, quienes mezclaba el flamenco, el blues y el folk con el rock tradicional. Como es
natural, algunos quisieron buscar ritmos más pesados y nuevas corrientes musicales que
marcarían la pauta de aquella generación, como el rock urbano español, cuyo máximo referente
Como consecuencia del festival de Avándaro, que tenía el mismo estilo de Woodstock o de
En Argentina correrían con la misma suerte, pues el golpe de estado dado en 1976 abrió también
un período de persecución donde el rock fue visto como algo sospechoso, subversivo y como
arma capaz de agitar a las juventudes contra el sistema establecido. Esta censura haría que
algunos músicos argentinos migraran hacia Estados Unidos o España, lo que se conoce como ‘la
sociedad hispano-argentina’.
140
Ésta conexión de las dos escenas hispanohablantes más importantes de la época desencadenaría
en que aquellos artistas argentinos exiliados se unieran rápidamente a la escena española, lo que
creó alianzas que mezclaban ambas culturas o influenciables carreras como solistas.
Este exilio les ayudó a alejarse de aquel rock progresivo que, a la fecha, ya se encontraba en
decadencia.
Rápidamente en España la escena se transformaría en son del género punk que, aunque ya
tuviera un declive significativo en el reino unido, cada vez tomaba más fuerza en el país. Grupos
como La Polla Records (entre el rock radical vasco) o Siniestro Total fueron los nuevos grandes
Paralelo al punk, el New Wave y el Post-Punk serían una gran influencia para grupos
latinoamericanos como Los Prisioneros en Chile, Los Abuelos de la Nada y Virus en Argentina y
Caifanes en México. Soda Stereo marcaría el punto de partida para la internacionalización del
género, ayudado de la campaña de difusión ‘Rock en tu Idioma’ impulsada por la disquera BMG
Ariola entre 1986 y 1990, radicado principalmente en España pero con el objetivo de impulsar
Miguel Ríos, su principal promotor, logró posicionar en la órbita internacional a los artistas antes
mencionados y a otros del tamaño de Duncan Dhu, La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto
Patio, Los Toreros Muertos, Los Enanitos Verdes, Los Prisioneros, Miguel Mateos, Fito Páez y
Joaquín Sabina.
141
La industria musical comienza a ver en el rock latino como un producto atractivo debido a la
demanda del público por escuchar rock en su idioma, el metal y el punk pierden fuerza al inicio
de los años noventa y grupos como Los Ángeles del Infierno encuentran su popularidad.
Aunque el Grunge toma fuerza en Estados Unidos, Latinoamérica se ve impactado por una nueva
oleada de popularidad del Heavy Metal con grupos como Rata Blanca. El punk también
Los grupos que se nutrieron de la oleada de ‘El Rock en Tu Idioma’ se convirtieron también en
un género del rock, basándose principalmente en el Pop-Rock. Esto influenciaría las carreras de
grupos como Jarabe de Palo, Andrés Calamaro, Heroes del Silencio y Maná.
La nueva tendencia del rock latino se dejó influenciar por la música autóctona latinoamericana,
además de ritmos como el reggae y el ska, lo que se conocería como Alterlatino. Mano Negra,
Los Fabulosos Cadillacs, Fobia, Café Tacvba, Aterciopelados, Los Auténticos Decadentes,
Jaguares, La Ley y Molotov fueron la respuesta a tantos años de copiar el estilo europeo y
Mientras que Veracruz andaba en su máximo furor, tanto Carlos Alberto Acosta como Vicky
Trujillo habían llegado a la emisora Súper Estéreo, donde su principal labor fue transmitir
eventos especiales de la talla de los premios Grammy. Paralelamente, el mítico bar de rock en la
142
ciudad New York New York se cierra y Carlos aprovecha para abrir New Order, un pub en la
Con el pub se dan cuenta que la reacción de la gente se da es en el momento que colocan rock
argentino, español, mexicano y chileno, lo que les da la idea de crear Radio Pirata, el programa
que exigía un público más abierto a las experiencias sonoras y más culto musicalmente, aunque
con el tiempo se enfocaran más en la música comercial. Así lo recuerda Vicky Trujillo:
“Eso fue muy interesante porque apenas escuchábamos recién en cassettes o en algunos
discos, la tal “Agüita Amarilla”, y coincidimos que en esos días había un festival de
Rock en Bogotá, y nos fuimos los tres (Jairo Álvarez, Carlos Alberto Acosta y Vicky
Trujillo) a Bogotá. Estuvimos en una rumba y en medio de esa rumba una niña puso un
cassette con muchos más temas del rock en español, y la tal “Mi agüita amarilla”, y yo
“ve, que tan charro”, pues nos trajimos ese tema para acá y lo empezamos a programar.
El primer gran éxito fue ‘A quién le importa’ de Alaska y Dinarama. De los Toreros se
lanzó ‘Yo no me llamo Javier’, luego ‘Soy un Animal’ y después ‘Mi Agüita Amarilla’,
Al principio nos llamaban a decirnos que qué porquería de música, que qué cochinada,
que como se nos ocurría. Carlos muy persistente siguió y a los meses nos llamaban ‘¿Ve,
cómo es que se llama esa canción de la orina? ¡Ponémela!’ y aparte de eso coincidió con
que nos trajeron un montón de acetatos, que nosotros conocíamos esta canción por
Además, Fernando Pava, quien fuera el dueño de New York New York, comenzó a traer a
aquellas bandas internacionales apenas empezaron a tocar. La primera de todas fue Soda Stereo,
el ocho de noviembre de 1986. Aquel concierto estuvo prácticamente desolado, al punto que los
integrantes de Radio Pirata fueron los únicos en la rueda de prensa. Era tanto el desconocimiento
que les preguntaron a unos muchachos en el Hotel Europa Normandie si sabían dónde estaba el
grupo, a lo que les respondieron “Pues, que te dijéramos, nosotros somos Soda Stereo”.
Eran tiempos distintos, aquellos jóvenes argentinos sólo les preocupaba su urgencia por
conseguir Blue Jeans, pues debido a la guerra de las Malvinas estaban escasos en su país.
Vicky Trujillo, tras su paso por Radio Pirata, también participó en Veracruz, aunque no fuera del
agrado de Donnie Miranda, pues Donnie quería para su emisora una mujer que dominara el
inglés y fuera toda una señora “en el sentido de la palabra”, mientras Vicky, con sus pintas
“Ellos querían una emisora idéntica a la de Bogotá, sin ese rock en español. Tito si
valoraba lo que hacía yo, entonces mientras Donnie estaba de vacaciones él me llamó
para hacer el contrato. Donnie nos daba vueltas para que no pusiéramos nada raro,
entonces cuando venía a darnos ronda nos decía que se iban de viaje, que arrancaba en
el vuelo de las ocho. Nosotros calculábamos ‘está en vuelo de ocho a nueve, tenemos una
hora para poner rock en español’. Cuando la emisora marcó la número 1 le dijimos la
verdad, le mostramos las estadísticas, que por una canción anglo 5 rayitas y por una de
El director en Bogotá un día me preguntó que cuál era la que tenía pegada, y le dije que
‘Lobo Hombre en París’, de La Unión, y como era una canción elegante esa si le gustó,
él no iba con ‘Mi Agüita Amarilla’ ni con ‘Devuélveme a mi Chica’, y se llevó ‘Lobo
Los años de 1987 y 1988 fueron plagados de conciertos exclusivos en Medellín: Soda Stereo,
Enanitos Verdes, Los Toreros Muertos, Miguel Mateos, Hombres G y Los Prisioneros fueron los
más representativos. Tanto Kraken como Código, los grupos más representativos de aquel rock
“burgués” de la ciudad, fueron los principales acompañantes de los conciertos. Paul Uribe,
“Tocamos con Miguel Mateos y con Los Prisioneros, diecisiete mil personas y ya había
llegado Soda Stereo, que había conquistado todo esto. Había un aire más fuerte, un
espectro musical más fuerte, entonces Kraken componiendo y nosotros también y con
disco, los únicos junto a Compañía Ilimitada y Pasaporte, que eran de nuestra misma
Concierto de Conciertos
primer gran evento de talla internacional dedicado a la música en la capital del país: ‘Concierto
y Toreros Muertos de España y Compañía Ilimitada junto a Pasaporte como cuota nacional.
Alrededor de setenta mil personas se reunieron en el Estadio El Campín para presenciar el evento
que comenzó a las cinco de la tarde y cerró en horas de la madrugada. Así lo narra Manolo
Bellon en su libro “El ABC Del Rock. Todo lo que hay que saber”:
“En los intermedios, a veces muy extensos entre artista y artista, los asistentes
empezaron a inventar juegos para pasar el tiempo. Juegos, si, ‘La lleva’, etcétera,
los 25 años, cantó el himno nacional de manera espontánea. Colombia, en ese momento,
autoestima del colectivo, del país, estaba muy pero muy golpeada. Ese canto espontáneo
del himno nacional fue un momento único. Más adelante, un tímido coro, que lentamente
se extendió a las 70.000 gargantas, se convirtió en la gran arenga usada muchas veces
Tanto para Manolo como muchos que vivieron la época, este Concierto de Conciertos marcó el
nacimiento de una nueva actitud frente al país de parte del público crítico más importante: los
jóvenes. Se comenzó a ver que era posible sacarle provecho a aquel nacionalismo musical que
apenas daba sus primeros pasos, lo que fue transformando a Bogotá y, con el tiempo, a las demás
El primer acercamiento que tuvo Lina Reyes con el rock fue un cassette recopilatorio que incluía
la canción que anunciaba la crema Close Up en televisión. De allí comenzó a buscar más música
“Yo tenía todos los discos, mantenía grabando Cassettes, traducía uno las letras. Había
un programa, que ahora ya no recuerdo el nombre, que traducía las canciones a medida
que cantaban, entonces me acuerdo mucho de una canción que se llama Knife, entonces
pone a pensar en este momento y era muy charro, pero era un plan que uno tenía”
(Reyes, 2015).
Éstas baladas traducidas fueron promovidas por la emisora Todelar Stéreo. Juan Carlos Bolivar
era el encargado de manejar el único gran éxito de aquella época en la emisora, pues su director
‘Tuto’ Castro tenía un criterio más ligado a la música adulta contemporánea, principalmente
locutor John W Gómez, era muy fiel. Cuando comenzó en la emisora, John recuerda que
mientras tuvo que cubrir la franja de la madrugada recibía peticiones de temas a la una o dos de
la mañana y, si se quedaba dormido, recibía más de una llamada alertándole que el disco había
terminado
Sin embargo, para Lina, la época que le tocó fue una donde el rock era de muy poquitas
personas. Siempre iban los mismos a encontrarse con los mismos y en lugares donde ponían
“La gente se disfrazaba un poquito más, se preocupaban más por los contrastes: si yo
iba con camisa negra y pantalón blanco el otro iba con camisa blanca y pantalón negro.
Uno se pone a ver eso hoy en día y eso se ve muy feo, o al menos no tan bacano, ya no
hay tanto show. Ahora es cada vez menos ropa” (Reyes, 2015).
Lina asistió al segundo concierto de Soda Stéreo, cuando ya eran reconocidos como una gran
agrupación argentina. Como ningún grupo grande visitaba la ciudad, tanto Lina como su grupo
se dedicó a ir a cuanto concierto tuvieran a la mano, con el fin de escuchar covers de las
canciones que les encantaba pero que nunca creían iban a poder ver interpretadas por los artistas
originales.
“Acá sí hubo mucha fuerza del Rock en Español, cuando vino Enanitos Verdes. Antes sí
había venido una banda disque Information Society, que fue en el Coliseo Iván de
Bedout. Empezaron a venir grupitos que no eran tan importantes a nivel internacional,
porque los otros cobraban un pocotón, entonces traían los grupos rezagaditos, que ya
iban saliendo. Cualquier concierto de Rock en Español ahí estábamos: Soda Stéreo,
Enanitos Verdes, Prisioneros, Miguel Mateos, Charlie García, Fito Páez. Ahora es la
época donde estamos yendo a conciertos que nos debieron tocar en nuestra época. Ahora
pudimos ver a Madonna, y uno como no iba a ir a Madonna si con esa crecimos” (Reyes,
2015).
El inicio de la década coincidió también con la búsqueda de nuevos ídolos. Código comenzó su
etapa de desintegración: Ricky comenzó el proyecto de Estados Alterados, Silvia con su carrera
en solitario y Paul siguió con Código pero prontamente vio que debía darla por terminada. Según
148
él, tuvo que ser consecuente con esa realidad, pues uno no puede ser odontólogo y rockero a la
vez.
aburrieron, quedó Elkin solo y al ver que acá le cogieron como pereza se fue para
El tema Kraken es que Elkin se volvió fastidioso, medio paranoico, pues creyó que todo
el mundo lo odiaba, pero no. Tiene como una actitud de negociante, y el rock como
negocio no funciona. Si no son los cuatro amigos unidos que hacen música juntos no
funciona. Kraken ya se desdibujó, llegó a los tres primeros discos, y más que Elkin cogió
una forma de cantar como operática muy diferente, ya son baladas con un poco de rock”
Como lo narra Iván Darío Ospina en su ensayo Identidad desde el caos, el caos de la identidad,
el discurso noventero fue guiado por el posmodernismo de finales de los ochenta. Sin embargo,
se mengua un poco la ola de terror y se crea una nueva generación de rockeros, caracterizados
por no estar acomplejados con la muerte misma. Según Iván, ésta década rompió el hielo, y en su
Para Juan Fernando Uribe, ‘el Maso’, la misma posmodernidad fue la que cambió el rumbo que
tuvo el rock que le maravilló, por allá en los setenta. Para ‘el Maso’ la posmodernidad se
caracteriza por un aislamiento, por la soledad, un ámbito inmediatista que rellena a las personas
de ideas relativas, “como que los jóvenes ya tienen tanto de donde escoger que ya se pierde el
149
mismo ambiente de paz y de armonía, si no que ya todo está dado para estar triste, como que ya
excelentes músicos, pero no puedo escuchar más de dos canciones porque me aburren,
porque son muy tristes y porque no tienen guitarra rítmica. Es como si fuera otro tipo de
música, porque hay que definir lo que es Rock n Roll y el Rock and Roll, el Rock n Roll
Rock and Roll es la industria y el género que surgió a partir del Rock n Roll, que tiene
cincuenta mil vertientes, entre ellas todas las bandas de ahora” (Uribe J.F., 2015).
David Otero Nieto escribió para El Espectador en la columna ‘Rock colombiano en los 90, el
grito de una juventud en agonía’ que la juventud colombiana encontró un escape, un desahogo y
“Para la juventud colombiana, ejemplificada en los artistas que le dieron voz, los 90
fueron un infiernito’, como lo califica Hernando Sierra ‘El mono’, guitarrista de las
1280 almas, una de las bandas insignes en el rock de dicha época. Ese mismo infierno,
cuyos paisajes distan de cualquier visión dantesca, es caracterizado por Elkin Ramírez,
vocalista de la agrupación Kraken, como un periodo en el cual la economía del país y así
infinito poder que ostentaban aquellos que, como Pablo Escobar, cargaban sus
confluyeron todos los rockeros de la época. Allí había neófitos, conocedores, coleccionistas y
músicos que cantaban para escapar de las noticias, los bombardeos, los carteles del narcotráfico,
donde algunos como ‘Dr. Rock’ importaban música debajo de cuerda, aunque fuera caro traerla y
venderla.
““Ahí se encontraban discos de Sex Pistols, The Clash, Metallica, grupos argentinos
las discotiendas. Eso generó que la gente que tenía el mismo interés se fuese
2014).
Mientras tanto, en Medellín la clase media volvió a tomar fuerza, gracias a la televisión por cable
y al canal MTV, que desde esos tiempos trató de promocionar al rock en español. El new wave y
el pos punk se asocian con el metal y el grunge para afianzarse principalmente en el sentido
estético de aquella generación. Entre 1994 y 1996 se consolida un espacio también en la capital
antioqueña para el rock, y a partir de allí el Teatro al Aire Libre Carlos Vieco sería el lugar de
“El Teatro Carlos Vieco para mí fue el sitio que tuvo la capacidad de convocatoria más
importante en esa época, porque era el sitio donde la gente iba a ver tocar a las bandas.
151
Había conciertos todo el tiempo ahí, la gente se encontraba ahí, hacía amistades ahí, se
¿qué es lo que pasa hoy en Medellín?, ¿qué es lo que se está haciendo?” (González R.,
2015).
Antes de eso los parches que habían en el centro eran muy contados: la gente se reunía en las
Torres de Bomboná o se reunía en el Vicente Uribe. Luego la gente empezó a ir al Parque del
musical de finales de los ochenta y principios de los noventa se estancó, pues no había espacios
“La narrativa también tuvo un tinte particular para los artistas que vieron la luz en esta
justificada en las temáticas que trataban sus canciones. “Se mostraba la necesidad de no
más simple para que la gente no recordara en qué momento histórico estaba viviendo”,
Metal Medallo
152
Luego de La Batalla de las Bandas el metal en Medellín enmudeció. Las posibilidades se le
habían cerrado, y el Ultra Metal ya se había vuelto cuestión de unos pocos por la mala fama y la
Sin embargo, un joven metalero, comenzaría a trabajar por el género. Jaime Ocampo, de padres
juntó con amigos a lo que el hoy considera “hacer bulla, pues no sabíamos tocar un carajo”.
Con el tiempo consolidaría su grupo, Athanator, como uno de los más importantes de la ciudad,
pues más que a estética y el estilo propuesto se puso sobre la mesa una nueva forma de consumir
Hijo del Ultra Metal, el Metal Medallo unió a esos grupos de la época que basados en el
podrida, medio arcaica y con tintes ochenteros fue el segundo intento por posicionar al género
“Esa herencia de ser original y particular se ha perdido mucho, porque ya todas las
bandas tratan de ser la copia de la copia de la copia. Entonces una fórmula que funciona
a nivel local es que la banda X sacó un par de discos, vendió un par de discos y le está
yendo muy bien, entonces ya tiene un montón de seguidores y los seguidores de esa
Para foguear a aquellas bandas originales, Jaime creó el evento Metal Medallo que estuvo
principalmente ligado al Teatro al aire libre Carlos Vieco. En este festival se logró foguear a
153
diferentes grupos locales, ya que todos los grupos que han dado respuesta a la convocatoria han
tocado.
Hacer comunidad es que todos nos sentemos a hablar, a opinar y entre todos hagamos el
festival. Había visos, se convocaba a las bandas, entre todos planeábamos cuándo se
hacían los eventos, si mezclábamos los géneros o no, a qué precio iba a ser la boleta, y
Eso a la larga no funcionó, y eso ha hecho que estemos más bien quietos, porque todo
recae en una sola persona, lo que lo vuelve muy complejo. Ahora le estamos apostando
más a lo audiovisual, que puede ser más efectivo: montarte en una tarima te pueden ver
400 personas, pero si montas un video en Youtube puedes tener 1700 visitas o más, lo
Aquellos que no quisieron responder al llamado de Jaime Ocampo tuvieron una nueva
alternativa: el hardcore. Este género, fácilmente acoplable al punk y al metal, fue la respuesta
para aquellos que quisieron seguir con un sonido más extremo, más revolucionario.
Ramón Restrepo, antiguo vocalista de Parabellum, tomó esta alternativa no como una deserción,
sino como una decisión personal por hacer algo diferente, pero con las mismas bases del Ultra
Metal.
“Podemos expresar algo más social, mientras que en el metal expresamos algo más
espiritual. Hay mucha gente que critica, que qué ‘casposos’, y comienzan a dividir que
Black Metal, que Speed Metal, que éste es un ‘casposo’ porque no es blackero, un
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ambos.
No nos vendimos, pues no queremos decir lo que las personas quieren que digamos, si no
lo que realmente es. Eso es lo bueno, es lo que nos hace ver las cosas como son
realmente. Que siga habiendo metal por siempre, porque es lo único que lo inspira a uno
Johny Rivera, el de Posguerra, la primera vez que escuchó hardcore se llevó una gran sorpresa.
Sodom, con Agent Orange, le mostró que el thrash metal podía irse por las ramas hasta ese
“Empecé a mostrarle a los muchachos, que pillaran éste estilo. Uno en ese tiempo
mostraba un disco nuevo y le decían que no, que qué gonorrea lo que estaban haciendo.
Los muchachos empezaron a escuchar más música, con Posguerra empezamos a conocer
mucha gente que tenía contactos en el exterior entonces nos llegaba música escasísima,
no como ahora que uno baja lo que quiera del computador. Eso nos permeó, nos unió
más al punk y nos dio más personalidad como grupo” (Rivera, 2015).
Según Alfonso Pinzón de la revista Rolling Stone en su artículo “Del Tibet a Pogotá” los inicios
de los años noventa fueron acorralados por la violencia. El presidente César Gaviria, tras el
asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, el más opcionado, impuso la apertura económica y con ello la
155
remota opción de ver a aquellos artistas que, en la realidad, consideraban al país como un
infierno.
“Con la verdadera apertura (la del contrabando) llegó una oleada de rock: metal, punk,
rap, hardcore, rock alternativo, de todo y para todos. La Calle 19 en Bogotá se convirtió
en un mercado donde confluyeron todas las tribus urbanas y las bandas locales que
como Mort-Discos, La Rock-Ola o Rolling Disc, fueron los profetas del evangelio
rockero, que se difundió velozmente por toda la ciudad. Otras ciudades también hacían
Y entonces fue Rock al Parque. Pero antes fue el CREA Rock, y los conciertos en el
contribuyó que fuera electo como alcalde un intelectual chévere, excéntrico y lituano,
admirador de Alice Cooper, decidido a reeducar a sus gobernados con mimos, parábolas
filosóficas y tarjetitas. Luego de enseñarle las nalgas a todo el país por televisión y
casarse sobre un elefante en un circo, ¿por qué le parecería descabellado darle el visto
Rock al Parque, ese hijo estatal bastardo de los 90, sigue siendo el amplificador y
promotor más grande que ha tenido el rock nacional en toda su historia. Fue allí, donde
Agony –por nombrar solo algunas– triunfaron frente a miles de personas. Canciones de
estas agrupaciones como Mujer gala, Soledad criminal, ¡Ay qué dolor!, Divino niño,
latinoamericano; muchas son las agrupaciones que, desde el Río Grande hasta la
Aun así, la apertura económica en Medellín colaboró a la creación de los primeros estudios
puntos de encuentro que con el tiempo serían apropiados por los jóvenes.
Rock al Parque
El festival gratuito más importante de la capital colombiana nació en el momento en que las
disqueras del país vieron que en el rock podían encontrar una posibilidad de negocio en el
mercado. Tras el éxito que se tuvo con la primera ola del Rock en Español, disqueras como BMG
Así, grupos como 1280 Almas, Aterciopelados y La Derecha tuvieron la posibilidad de ligarse a
replicaría en Medellín con Kraken, Juanita Dientes Verdes, Frankie Ha Muerto y Bajo Tierra.
La intención del presidente César Gaviria tras la apertura económica fue abrirse al mundo, que
todo llegara y que todo lo propio se conociera. Rock al Parque nace para ser el catalizador de
época dorada de Los Toreros Muertos, Hombres G, Los Prisioneros y Miguel Mateos. Así lo
define Santiago Arango, director de HagalaU y quien fuera director del Festival Internacional
Altavoz:
“Tanto Rock al Parque como Altavoz fueron importantes porque, querámoslo o no,
cuando el estado toma este tipo de iniciativas ocurre algo, con los pro y los contra que se
hace es que está diciendo que está pasando algo, porque destina recursos y funcionarios
públicos para que organicen eso, entonces tanto en Medellín como en Bogotá se
contracultural.
Lo bonito para mí de Rock al Parque es que nació en el momento en que el Rock and Roll
todavía tenía ese veneno de contracultura, radical, frontal, que tenía que ver con la
Según Manolo Bellón, autor del libro ‘El ABC del Rock. Todo lo que hay que saber’ Antanas
Mockus, en ese tiempo alcalde de Bogotá, junto al Instituto Distrital de Cultura y Turismo y
158
amplio como el Parque Simón Bolivar en el centro de la ciudad para darle un lugar al rock que
La idea era sencilla: tres días de un festival internacional para un público que no tendría que
pagar un peso, pero que a cambio tendría que comportarse bien y demostrar que los rockeros
La primera gran sorpresa fue ver que el Parque Simón Bolivar congregó a más de ochenta mil
personas en la primera edición del festival, con el fin de ver a grupos como 1280 Almas,
Hoy en día Rock al Parque espera en sus tres días de festival a más de trescientas mil personas y
Parque. Lo que en un principio fue visto como un evento masivo se convirtió en una vitrina para
las bandas locales, pues aparte del cubrimiento por parte de MTV y diferentes medios masivos
internacionales, han sido la base para propuestas radiales o televisivas locales, como por ejemplo
La Rockactividad
La emisora Radioacktiva surgió en 1989 como una alternativa a la radio juvenil de Bogotá, en
ese entonces liderada por la Súper Estación de Carlos Alberto Acosta y Todelar.
En un principio dirigida por Armando Plata Camacho, contó con la participación de figuras
públicas como Hernán Orjuela. Luego, Oscar ‘Tito’ López asumiría la dirección y rediseñaría el
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formato, tomando como abanderado al programa “La Locomotora” entre 1991 y 1995, donde se
tenía un equipo creativo integrado por ‘Tito’ Lopez, Alejandro Villalobos, Andres Nieto, Gabriel
de las Casas, Juan Manuel Correal, Guillermo ‘Memo’ Orozco, Pedro González ‘Don Jediondo’
Sin embargo, es con el paso fugaz que tiene Carlos Alberto Acosta en la emisora en Medellín
donde se tenía un noticiero de cinco minutos durante cada hora. Carlos Alberto estaría en los
últimos ocho meses de trabajo que tuvo Armando Plata en la emisora como director, para luego
Santiago Ríos, un joven que había trabajado con Carlos Alberto en la Súper Estación y que había
viajado a Estados Unidos para especializarse en Marketing, regresó a Colombia con la idea de
manejar el área de mercadeo de una empresa. Llamó a Caracol Radio para ofrecer sus servicios
como locutor, pero el mismo ‘Tito’ López le ofreció un puesto mucho mejor. Así lo cuenta
Santiago:
“En radio hay mucha gente que no estudió comunicación y algunos no lo hacían tan bien
yo era como muy pinchado en eso. Yo quería hacer radio de hobbie y el me ofreció ser el
El tres de noviembre de 1995 Oscar ‘Tito’ López nombra a Santiago Ríos como director de la
emisora en Bogotá, presentándolo como un hombre conocedor del rock adulto y del
parte fue culpa de Carlos Alberto porque empezaron a pedir música exótica, como la
De alguna manera Alejandro Nieto me influenció, porque él decía que le gustaba mucho
lo de Radioacktiva, que él quería hacer más proyectos crossover. En 1994 había dos
formatos que para mí eran los enemigos que había que atacar para posicionarnos: el
un concepto más play, pues de alguna manera el rock, así muchos rockstars fueran
drogadictos y malas influencias, el rock era más play que la electrónica, que el
Con un grupo de locutores experimentados, Santiago se la jugó por relanzar la emisora bajo los
estándares de nuevo rock y autodenominándose el Planeta Rock a principios del 2000. Con esto
se buscaba dejar atrás un poco la idea mala que se había cultivado desde La Batalla de las
Bandas, y que las propuestas que ahora surgían si eran aptas para un público juvenil.
“Yo dije que acá sonábamos era ‘nuevo rock’, la música alternativa sin el nombre de
alternativa. El nuevo rock era la actitud: Veracruz en sus comienzos era sonido bonito de
Inglaterra pero era rock con pop, con una sustancia muy interesante, el new wave de
161
Carlos Alberto y todo eso desembocado en la música alternativa de los 90. Le apostamos
Con el nuevo rock debían llegar nuevos referentes de la radio juvenil. Como se habló
nueva radio. El grupo de Zape Pelele creó un lenguaje definitivo y un nuevo vínculo entre radio,
juventud y rock. Se había dejado atrás al humorista trovador, a los niños en la radio y a los
Santiago le brindó la oportunidad a nuevas promesas de la radio, como ‘Tata’ González, quien
luego de debutar en Todelar Radio fue llamada para hacer parte de Planeta Rock de Medellín.
Eran nuevas propuestas, pues ‘Tata’, en su temporada de Todelar, había puesto en evidencia un
Quedó enganchada al concepto de nuevo rock. Junto a Gabriel Posada alternaron su participación
en la emisora con una revista de televisión por cable donde tenía su segmento de rock, llamado
La Rockactividad. En ella, influenciados por aquel programa de Todelar que traducía las
canciones, publicaban la historia de un grupo internacional y las letras de sus canciones en inglés
y en español.
Toda esta experiencia la llevarían a hacer parte de una empresa de eventos a finales de 1999, de
donde surgiría la idea inicial de crear un festival muy similar a Rock al Parque, que ya iba por su
“Se llamó Rock a Lo Paisa, y lo hicimos el 17 de julio del año 2000. Fue cobrando y fue
Café Tacvba, Desorden Público, entre otras. Era muy interesante la propuesta pero
obviamente lo hicimos un día del padre, que era día festivo, con lluvia, por lo que no fue
lo mejor, pero fue una primera iniciativa para lo que luego sería Altavoz” (González T.,
2015).
Todo esto fue una respuesta a lo que se vivía afuera. Con la llegada del siglo XXI las nuevas
tecnologías como las redes sociales y el internet mismo ayudaron a que aquellas bandas
independientes pudieran surgir y promocionarse en las escenas regionales. El hard rock, el metal
y el punk encontraron nuevamente una vía de promoción de sus mezclas con grupos como Mago
de Oz, No Te Va Gustar, La Vela Puerca o Panteón Rococó. Además, los géneros comenzaron a
convivir con la música electrónica, de donde salieron propuestas interesantes como Miranda,
Belanova, Plastilina Mosh, Kinky y hasta nuevas etapas de vocalistas de grupos conocidos como
La generación MTV
La música comienza a ser otra cosa: la tecnología misma se había vuelto un género musical que
reemplazaba el talento musical de los artistas y con el aporte de la imagen la apariencia física de
Las canciones comienzan a entrar por los ojos y parte de su misterio se esfuma, pues, según
Manolo Bellon en El ABC Del Rock. Todo lo que hay que saber, el hecho de “ver” una canción
le quita, en parte, la necesidad que se tenía de recrear lo que se estaba escuchando, lo que desliga
en gran medida al disco con las emociones que puede brindar, pues vuelven a su público en un
Igualmente, el fenómeno del video musical comienza con Disney en 1940. La película Fantasía
puede considerarse un video musical de formato largo de ocho obras de compositores clásicos
El primer video de música popular fue Jailhouse Rock, de Elvis Presley, diecisiete años después
de Fantasía. Ese año, 1957, fue donde ‘el Rey’ llegó al primer lugar de los listados y su video se
querían hacer conciertos ni tenían ganas de salir a los medios para promocionar sus nuevos
discos. Como sabían que cualquier canción sería un éxito, decidieron omitir las extenuantes
entrevistas.
En cambio, optaron por hacer videos de sus canciones, donde podían desplegar su creatividad y
mostrar su música. Así pues, grababan estos clips de sus nuevos sencillos para la televisión,
Sin embargo, el primer video musical realmente elaborado nacería con Bohemian Rhapsody, de
Queen. La televisión británica de 1975 lo transmite, la radio se prende del tema y el tema se
conocería como MTV, de la forma más poética posible, con The Buggles y su éxito Video Killed
Los video-jockeys del canal tuvieron que tener aquella apariencia bien cuidada, tener buena voz y
comunicarle algo al público, como si fueran unos artistas más de la parrilla. Durante casi un año
y medio MTV no fue más que una réplica de los videos, sin llegar a posicionar ningún éxito,
pero fue claro que a partir de 1983 parte del éxito de las agrupaciones se debía a su producción
audiovisual. Cabe aclarar que parte del éxito de las primeras agrupaciones de MTV se debió más
Si el grupo estaba conformado por personas poco agraciadas, sus videos estarían plagados de
bailarines atractivos, mientras ellos tocaban casi de manera imperceptible. Si el artista era lindo,
sería aclamado así fuera un fraude, como se comprobaría con la agrupación Milli Vanilli, quienes
después de ganar un Grammy aceptaron que sus integrantes solo eran modelos que hacían
“Sin embargo – aclara Manolo Bellon – algo debe tenerse en cuenta: los jóvenes muchas
veces mejor que los mayores, saben lo que está sucediendo; aceptan el engaño como
parte del negocio. A Milli Vanilli se le dañó el play-back en algún concierto. Cuando el
auditorio quedó en silencio, y ellos siguieron moviendo los labios, el público supo que no
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estaban cantando. Los dos muchachos salieron del escenario en medio de la ovación del
público. Esta realidad era una consecuencia directa de MTV: si los videos eran una
mentira, qué importaba si los conciertos eran en vivo o grabaciones dobladas” (Bellón,
2010).
Afortunadamente el canal se reinventaría con mensajes de tipo social dirigidos a los jóvenes
como, por ejemplo, para invitarlos a votar. La parrilla televisiva se expande a los realitys,
dramatizados, noticieros y su gran aporte, los unplugged, que fue llevar a artistas famosos a
interpretar sus canciones sin los recursos electrónicos. Esto luego se llevaría a la parte comercial,
donde el primer disco de estos conciertos titulado Unplugged (The Official Bootleg Album), de
Con el tiempo el formato de MTV se replicaría en canales como VH1. HTV y otros que con el
Nuevas propuestas
Como el consumo musical cambió, la llegada del nuevo siglo, con sus nuevas tecnologías, dio la
posibilidad de no tener que estar pendiente del programa de radio para poder escuchar la canción
traducida, la cual era muy difícil de conseguir. En la actualidad, cualquier canción, con un
Por eso, para Santiago Arango, con la llegada del nuevo milenio la mística por la música en
general se perdió, pues ya no hay arraigo por las canciones, los discos y los cassettes. Era muy
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difícil hacer un concierto, era muy difícil tener un buen instrumento, porque era muy difícil que
alguien prestara el disco con la canción. La actualidad, para él, es una cuestión mucho más
introspectiva y personal.
Por eso, desde el año 2000, ha liderado el proyecto de HagalaU, el cual se conforma ahora de
“Construimos un patrimonio sonoro musical, pues nosotros siempre hemos tenido una
encuentras a la banda contando su historia: una capsula de historia, una de letras, una
contando a la gente. Si no nos interesara eso solo sería el rey del mes que suena los
treinta días en la emisora y ya. Hay algo más allá. Finalmente hay algo que si he
entendido claramente: una de las traducciones más fidedignas de lo que somos como
entender la música como una gran traducción de lo que somos como humanos” (Arango,
2015).
Las emisoras virtuales han sido las principales abanderadas de la difusión del rock a nivel local,
ya que desde sus inicios no había ningún tipo de restricción u obstáculo a la hora de programar
más que el gusto de quien manejaba la emisora: si le gustaba, lo ponía, sin Sayco y Acimpro de
por medio.
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Además, MTV tuvo sus repercusiones a nivel local trayendo el formato de programa televisivo
dedicado al rock: “Musinet”, del canal regional Teleantioquia, junto al programa radial “El
Gallo”, el que era manejado por Zape Pelele en Radioacktiva, fueron los encargados de mostrarle
a la ciudad los primeros temas de los grupos locales más emblemáticos de la primera década del
nuevo siglo: Popcorn, Tres de Corazón, Mojiganga, Nadie, Rey Gordiflón, Al-D Tal, entre otros.
Era música más elaborada, más pulida y más juvenil, lo que atrajo a una nueva generación de
rockeros que con los años serían la base para el éxito del Festival Internacional Altavoz.
La generación Altavoz
Para Simon Padilla uno de los días más icónicos del rock local fue el sexto aniversario de
Musinet, el cual fue celebrado en la Plaza de Banderas del Estadio Atanasio Girardot y juntó a
Tres de Corazón, Nadie, Mojiganga y Popcorn en un solo grupo que tocaba las canciones más
‘Apuesto a que no sabes’, ‘Sigo Recordando’, ‘Vos sos todo lo que quiero’ y ‘Emilio dice’ ese
día y tuvo entre la multitud a Simón que, pese a su corta edad, ya tenía un recorrido amplio entre
Desde niño había sido influenciado por el novio metalero de una prima suya, lo que le
contemplaba la afición que siempre le tuvo a la canción de Lenny Kravitz ‘Are You Gonna Go
My Way’, con la cual, según sus padres, enloquecía en sus primeros años de vida.
La juventud de la época estaba más ligada a la champeta y al merengue, géneros que nunca le
terminaron de gustar, por lo que a los ojos de los demás niños se volvió el niño diferente.
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“Yo me sentía diferente, pero era chévere, porque la gente le ponía atención a uno
porque era el raro. Los amigos de uno le decían que por que escuchaba eso, que la
música metálica esa, que mi mamá dice que eso es del demonio, y yo era como ‘usted no
sabe nada’. Era chevere, uno tenía la apariencia de niño malo y uno a los ocho años con
apariencia de niño malo en el colegio ya era la propia mala influencia” (Padilla, 2015).
Fracasó como músico, pero en el intento le pidió consejos a muchos de los integrantes de los
grupos que tanto había escuchado. Cómo eran jóvenes como él, notó la poca diferencia que había
entre músico y aficionado lo que, para él, es algo significativo de esta generación, pues los ídolos
inalcanzables se han vuelto más humanos y el rock en si se ha tratado de volver algo integral.
La afición por la música también lo llevó a MTV y con esto al sueño de ser productor
puerta nuevamente a la interacción con las bandas, pues con el afán que se tenía de ser vistos en
varias razones: principalmente el rock no es tomado como una profesión sino como un
hobbie, porque la mayoría de artistas locales antes de ser músicos son ingenieros,
biólogos, abogados, etc. Además, el audiovisual en Medellín apenas está surgiendo, por
lo que hay un desconocimiento en los costos de producción, y los músicos lo tienen aún
más, pues prefieren pagarle al que cobra menos y no a quien mejor lo hace.
Aun así, para Diego Londoño, autor del libro “Medellín en Canciones”, ésta generación de
rockeros es la generación de los nerds, pues son los que se atreven a pensar diferente, que se
quieren educar a partir de la música y que han encontrado en la tecnología una alternativa para
“A pesar de los años un pelado que escucha rock ahora sigue siendo contracultura,
porque una sociedad como Medellín que está infestada de otros sonidos ajenos al rock
hace difícil sobrevivir el rechazo. Yo considero que un pelado que escucha rock en el
colegio es muy tremendo, a mi, por ejemplo, me decían ‘el Alterno’ en el colegio, y eso
ahora se considera bullying, pero el hecho de que sigan hace manifiesto que piensan
factor determinante para ésta generación. Contraria a la idea ochentera de “hágalo usted mismo”,
Hugo Restrepo, quien fuera músico de Kraken hasta finales de los años noventa, decide crear la
escuela de música Solorock, pues consideró que debía compartir las técnicas y conocimientos
“Yo me comprometí con mi causa porque ya era mi causa, es decir, Kraken para mí era
un grupo pero no una causa. Kraken era un grupo donde yo tocaba guitarra, pero no era
como músico. Cuando nace Solorock si me comprometí con mi causa que era la
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Además, desde Solorock se promulgó la idea del rock como un solo género, pues se ha explorado
desde Ricardo Montaner hasta Metallica, centrándose en las técnicas para tocar rock antes del
género en específico.
No obstante, Solorock, desde sus inicios, ha manejado tarifas imposibles para los jóvenes de las
comunas más populares, lo que paradójicamente, a los ojos de personas como Walter González,
mantiene aquel criterio de segregación ochentera que los llevó a los radicalismos: el rock de la
“A los músicos de afuera les tocó pegarse de otras cosas, de otras academias, de centros
culturales, y a raíz de eso se han creado ciertos músicos que no han llegado a las
academias, pero que contribuyeron a que en cada Comuna se pudiera tener sala de
ensayo como Ciudad Frecuencia en Castilla y Casa Morada en San Javier. Ha sido un
camino muy incipiente donde las academias como tales no se han podido formalizar ni
han podido presentar un pensum que sea homologado dentro de ciertos estudios. Uno lo
hace como por aprender, pero llega a un punto donde no hay ni un título ni nada”
Se brindaron nuevos espacios o, más bien, algunos jóvenes se apropiaron de ellos. Se trascendió
de la letra al acto como tal. Se tomaron esquinas, se hicieron parches donde supuestamente no se
No era nada nuevo, desde los años sesenta y setenta se había tratado de crear un festival juvenil
musical que fuera de talla internacional, y no solo en Colombia, con Ancón, sino también con el
Aquel grupo que había intentado hacer el concierto “Rock a lo Paisa” conformado por ‘Tata’
González, Román González, Gustavo Blanco y Mauricio Mosquera veía la necesidad de replicar
Festival de Ancón y a sus hippies, había sido catalogada la principal ciudad de los sellos
discográficos del país y posteriormente la capital del metal en Colombia. Rock al Parque ya
estaba próximo a cumplir sus diez años, por lo que ya era hora de tomar responsabilidades en la
Se vendió la idea de proporcionar un espacio que diera una oportunidad real de realizar un
proyecto de vida en torno a la música. Fue una época que benefició la creación de un proyecto
así, pues los jóvenes comenzaban a tener una posibilidad de obtener sus tarjetas de sonido, sus
estudios caseros, sus instrumentos de alta calidad, etc. Además, cuando nace Altavoz ya se
habían disparado los videoclips de la ciudad: Tenebrarum tenía videoclip, Frankie Ha Muerto
también, Tres de Corazón también, Popcorn también. Ya no era una anécdota, ya era una
posibilidad real de difusión de la música. Para Jairo Álvarez y Carlos Alberto Acosta, quienes
promovieron Súper Conciertos JIV Limitada y La Batalla de las Bandas, Altavoz fue el
“Era lo que nosotros queríamos hacer, pero llegamos antes. Nosotros hicimos muchas
cosas que en ese momento todavía el mercado y el país no estaban listos. Hubo que pasar
por muchos años para que otros pudieran capitalizar esos esfuerzos.
Altavoz me parece una cosa maravillosa, la posibilidad de que todas las manifestaciones
musicales se presenten con sus producciones y que cada quien se ubique dentro de lo que
le guste. Que combinen tantos géneros ayuda a que se le baje la adrenalina a ese
radicalismo que se ha tenido siempre dentro de los seguidores de este tipo de música y
que muchos tengan la posibilidad de conocer músicas que no están dentro de sus gustos
“Nosotros peleamos mucho tiempo para que se nos brindara un espacio como Altavoz,
pero nunca nos lo dieron y en vez de eso nos perseguían. Si uno montaba un bar, cada
ocho días llegaba allá el ejército. Cuando íbamos a organizar un concierto nos ponían
todas las trabas del mundo. Tuvo que llegar alguien con una visión más abierta y joven,
como Sergio Fajardo, a la alcaldía, para que se dijera que había que incluir al rock
rock era perseguido por todo el mundo, los que estábamos difundiendo el rock tratamos
A decir verdad, la idea de promover un espacio para la música desde la alcaldía no fue
bajo el nombre de Altavoz, con un marco conceptual ideado en un principio por ‘Tata’ González
recibieron muy bien, porque un proyecto político nuevo y joven tenía que darle espacios
a los jóvenes. El Festival Altavoz nace con ese sentido, de crear un gran proceso de
participación juvenil, que los jóvenes durante todo el año pudieran participar en un gran
la ciudad y recibir recursos para que durante todo el año nosotros pudiéramos juntar
nada, que me tenían que echar. Fajardo y el secretario me mantuvieron y fue un éxito
Se pasó la propuesta como un proceso cultural que buscaba la especialización de la música. Con
él, se pretendía destruir imaginarios, mostrarle a la ciudad la verdadera cara del joven sin
subcultura, con unas tendencias y símbolos que ayudarían a solucionar los problemas sociales de
Medellín.
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Esta plataforma con el tiempo se apropió de un proceso de circulación de la música local que
comenzó con un objetivo primordial: poner en el escenario las diferentes propuestas musicales
“Cuando se creó fue un espacio muy bonito, con el fin de tener esa plataforma para las
rato y del festival en general, pero pienso que es un espacio que la ciudad tiene, que
podría aprovechar y que el festival debe juntarse con otros festivales del mundo para una
He notado eso porque escucho otros géneros y sé de otras industrias que se mueven
mucho más porque le imprimen más dinero, porque tienen una plataforma de
comunicación mejor creada. Creo que el rock debe ser un estilo de vida y para la gente
La confianza para realizar aquel proyecto no era mucha, pues aunque no se quisiera se tenía el
estigma del fracaso de eventos masivos anteriores y, aunque fuera silencioso, aun había cierto
recelo entre los que se consideraban aficionados al punk y al metal. Sin embargo, la ola invernal
que azotó a la ciudad en noviembre y diciembre de 2004 aceleraron la idea de crear un evento
El festival, desde un principio, fue gratuito, pero se debía llevar un alimento no perecedero y
donarlo a la entrada de la Plaza de Toros la Macarena, como si con comida para los más
necesitados se le rindiera un tributo a aquella estructura que veinte años atrás había sido el
epicentro del caos, del estancamiento del género, de La Batalla de las Bandas.
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Tenebrarum, IxRxA, G-98, Nadie, Coffee Makers, Otra Banda, Nepentes y Frankie Ha Muerto.
“Ese primer Altavoz fue para mi inolvidable porque yo era un punkerito y me dañé un pie
saltando de la gradería a la arena, para ver a IxRxA. Ese Altavoz rescataba lo que se
hacía antes en el Teatro al aire libre Carlos Vieco, lo que llamaban Mederock, que eran
conciertos que el mismo parche organizaban y luchaban por un mismo fin, que en ese
función social, de cómo la música podía ayudar a los demás, lo que creo luego se perdió
Medellín se ha caracterizado por ser una escena dentro de esos sonidos alternativos que
apoya a los más necesitados, por lo que creo que se debería potencializar el festival en
ese sentido. Hay que imitar al Undergrano, o a los conciertos que hizo IxRxA para
experiencia ese primer Altavoz fue muy valioso, pues la diversidad musical que hubo hizo
que algunos experimentaran nuevos sonidos. Yo creo que en el 2004 que un punkero
escuchara a Kinky o a Andrea Echeverri era una cosa bacana, y Altavoz se puede decir
Simón Padilla, de trece años en esa época, no sabe cómo podía estar tan ebrio a esa edad. Para él
el primer Altavoz fue también su primer pogo, y también la razón por la que no le gusta meterse
“Pero eso no es nada a comparación de ahora – opina Simón – pues me han tocado
tropeles más que todo en los Altavoces de punk. Siempre hay una pelea porque combinan
el punk clásico con el neo punk y el punk rock, y como todavía hay uno que otro radical
si lo ven a uno cantando una canción de neo punk se gana un problema innecesario”
(Padilla, 2015).
Con ánimo de solidificar la escena del rock como una sola, directores del Festival Internacional
Altavoz le apostaron a la misma filosofía que los había caracterizado en su trabajo de difusión de
la música local. Cuatro años después de su primera edición, Altavoz se nombró a cargo de
Santiago Arango, periodista que con su medio alternativo HagalaU había generado el concepto
de que la música era una sola. Para él, sin ánimos de parecer pretencioso, el salto que dio el
festival desde la edición de 2008 fue el que lo llevó a ser un Festival Internacional con todo lo
“Yo cogí Altavoz en 2008, llegué en agosto y el festival era en octubre. Llegué para
salvar la cosa, además porque la contratación pública es muy seria y muy dura. Yo caí
Para el año siguiente, yo había sido presentador, jurado, público, comité asesor del
festival, y cuando llegué como director hicimos una primera rueda de negocios con
invitados de Perú, de Panamá. Se implementó algo tan simple como las estibas en el
2009, lo que era dignificar a los asistentes de alguna manera. Ese año empezamos a
Ecuador, Calibre 38 a Panamá, Johnie All Stars a Panamá, etcétera, como una búsqueda
de que el festival estuviera bonito para la casa pero también que creciera y que crearan
Santiago es un convencido de que la mejor forma de crear un circuito es convivir con las
personas que hacen parte de él. Cada fin de semana Santiago agarraba uno de los carros de la
Alcaldía de Medellín y se iba a cuatro o cinco eventos que se presentaran en esos días, todo con
“Me reunía con la gente del punk, del metal, me reunía con ellos, los escuchaba. Yo
aposté por el rock and roll como estructura, pero yo le aposté al rock and roll como más
allá de un sonido, sino como una posición frente al mundo, frente a la vida. Yo empecé a
viajar a otros festivales y empecé a experimentar otras realidades. Hay algo muy
importante también que fue el componente formativo, pues empezaron las bandas
invitadas. Son muchas cosas, pero más allá de eso yo le metí mucha energía, mucho
amor y muchas ideas. En 2010 fue el último que yo dirigí porque me retiré en 2011 a
mitad de año, con Skatalites, Reincidentes, Robi Draco Rosa, Bambarabanda, Systema
Solar, y el festival quedó en un punto muy alto. No digo ni que sea mejor o peor pero yo
quedé completamente tranquilo y satisfecho. Por eso digo que cuando uno es coherente
Felipe Grajales se unió al comité directivo del festival desde 2013, lo que le aportó al festival la
visión de quien le ha brindado toda una carrera musical a la diversidad. Punkero en la juventud,
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su curiosidad lo hizo llegar a agrupaciones como The Clash y Kortatu, que tenían fuertes
“Empiezan a llegar las primeras cositas de los Fabulosos Cadillacs por las emisoras, y
me interesó, era una cosa muy grande. Además, se empiezan a formar los combos de ska
en Medellín, entonces uno empieza a tener parceros que tocan ska y a investigar, sin
internet, pero se junta con los punkeros más grandes que le empiezan a contar a uno de
que iba ese ska: contaban que existía The Specials, que se diferenciaban por olas como el
2Tone, que existía Our House, una canción de Madness que sonaba en Veracruz y que
también era 2Tone, etc. Todo empieza a configurarse en uno de una manera estética y
política, porque el hecho que yo tenga una visión política del mundo tiene que ver mucho
El ska ahora está muy fuerte, las bandas tienen una cierta cantidad de público y yo creo
que el ska en realidad en el mundo ha aportado la tolerancia que necesitaba ésta ciudad.
Una banda como los Fabulosos Cadillacs, que tienen un último disco que es jazz, y uno
anterior que es jazz-hardcore, y uno anterior que es salsa-ska, y les funciona. Eso nos
ayuda a tener mentes muy abiertas. El ska tiene una canción que se llama Doesn’t Make
It Alright y es como ‘Hey, solo porque no seas como yo no quiere decir que esté mal’, y
ellos lo decían por el racismo, pero aplica para todo, el hecho de ser blanco o negro no
tiene nada que ver para pelear. El ska aporta las mentes abiertas, la búsqueda de la
Aun así, gran parte de la inconformidad por el Festival proviene de la contradicción que se
que la agrupación prospere más allá del festival. Orus Xhon, quien había vivido todo el
fenómeno del rock en español y al momento de iniciarse el festival ya se expresaba como artista
de la música, sintió, en un principio, que Altavoz había desconocido toda la historia sonora y
Los primeros tres años del festival, según Orus, no se pagaba al artista, por lo que se luchó, ya
que si el sonidista y el encargado de las luces ganaba dinero, no se podía excluir al artista que era
incentivo que se presenta por ser parte del festival no equivale nisiquiera a los gastos de
presentación del grupo en el evento. Así lo explica Walter González, quien participó en la
“Un grupo que se presenta en Altavoz pierde plata si se toma en cuenta las horas de
negocio con los músicos no tiene sentido que el dinero vaya a los sonidistas y los demás
Me ha molestado de igual manera las ruedas de prensa realizadas para los grupos
internacionales, pero para los locales, que es para lo que se creó el Festival, no hay
nada. Todos los días los vemos, sí, pero no todos los días los vemos en Altavoz, y éste es
Altavoz, necesitamos que los vean afuera. Entonces como los podemos llamar y los
vemos todos los días ¿no los mostramos?, eso no es así” (González W., 2015).
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No obstante, el festival ha transgredido el hecho de ser un evento de un fin de semana a ser algo
que pasa durante todo el año, además de una parte formativa donde por medio de charlas se trata
de profesionalizar al músico y todas las áreas afines, lo que hace que de alguna manera se
consuma rock en todo momento. Para Sebastián Ortiz el principal problema del festival en la
parte social es su propio público, que se ha dedicado a criticar más que a proponer. Medellín es
una ciudad pequeña, afirma Ortiz, donde la mayoría de rockeros tienen agrupación, por lo que
con más ímpetu se debería apoyar al festival ya sea tocando, pagando por ver a los grupos,
asistiendo a los conciertos o a las charlas, pues esa es la única forma de hacer comunidad.
Además, para jóvenes como Gustavo Álvarez el Festival Altavoz ha sido una escuela para los
que quieren tomar las diferentes alternativas respecto al rock que no son música.
aprendieron a producir mejor sus discos, a tener una presentación mejor, a entender que
artista se vea bien, todo el lado del negocio que muchos músicos no tienen claro yo lo
otro tipo de espacios pero ese primer encuentro con el trabajo real y ese primer
encuentro con el que hacer de lo que soy ahora como profesional lo aprendí en Altavoz”
Hoy en día Gustavo hace parte de Cocorota Inc, una empresa que se encarga de acompañar a las
Quizás lo más importante del festival ha sido la consolidación de la multiculturalidad por encima
del radicalismo. Luis Grisales, que también hace parte del Festival de manera administrativa,
cree que se ha intentado ‘tapar la boca’ de aquellos que profesan al rock como una manifestación
violenta pues, según él, hay espectáculos de mayor aceptación social con mayores dosis de
ir, mirar y tener argumentos para decir por qué me gusta o no me gusta. Sobre todo
Altavoz, como política pública, es un ejemplo a seguir de que las cosas pueden ser así y
que se deben seguir haciendo así, porque se han ganado unos espacios y la ciudad supo
Todo el mundo antes estaba prevenido de mezclar géneros, porque por más liberal que
sea uno, todavía hay un temor, pero lo intentamos y nos ha funcionado muy bien. Hemos
aprendido a vivir una fiesta, el poder estar tres días con amigos, con gente nueva, bandas
Altavoz, para algunos músicos de la ciudad como Jaime Ocampo, se convirtió en el punto de
quiebre frente al discurso que se había tomado como muletilla por gran parte de la escena:
“¿Cómo vamos a sobresalir si no nos apoyan?”. Aun así, cuando aparece el apoyo, se
multiplicaron las críticas, pues no hubo como atender todas las necesidades:
“Es muy difícil que un festival, cualquier festival, le dé a la gente todo lo que quiere. Por
ejemplo, ellos tienen millones de pesos para hacer el festival y Metal Medallo no tiene un
solo peso, funciona con taquilla, entonces si no hay taquilla no hay como hacer el
concierto. Ellos tienen el pago para sus bandas aseguradas, pero hay estructuras que la
gente les critica. Entonces la oportunidad obviamente el deseo de uno estar parado en
esa tarima en primera instancia, luego el beneficio económico altísimo que muy pocos
festivales se dan el lujo de darlo, y que esté asegurado, y tercero estar en la dinámica de
ese festival hacen que los grupos trabajen. El aporte grandísimo que tiene Altavoz es que
genera movimiento, la banda que no había grabado empieza a grabar para presentar el
demo, se ponen a estudiar, a componer, los estudios se mueven por la necesidad de las
bandas, se mueven los publicistas porque necesitan hacer el brochure y hacerle su parte
Es claro que únicamente con el Festival Internacional Altavoz no es suficiente para alimentar la
escena musical de la ciudad. Los jóvenes han tenido que apropiarse de los espacios sin tener el
apoyo de la municipalidad además de que es sano para la escena musical que uno de los espacios
no esté directamente relacionado o permeado por la política pública sino más bien por la labor
social.
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Así lo entiende Santiago Marín, promotor del Festival Rock a la Escuela, un evento realizado
anualmente en el Barrio Antioquia, uno de los sectores de la ciudad más golpeados por la
violencia y el narcotráfico, con el fin de recolectar útiles escolares para los niños de los colegios
de bajos recursos.
“Hay algo con Rock a la Escuela y es que estamos convencidos de que el estado no lo
escolares para que inicien sus labores académicas a principios de año aun teniendo en
cuenta todos los contradiscursos que hay contra del sistema educativo, que son muy
válidos. La realidad es que hoy un niño que no está escolarizado en una ciudad como
cualquier grupo armado en una ciudad completamente militarizada tome a sus niños
Bozo Records
Sebastián ‘Bozo’ Ortiz comenzó a escuchar rock desde los nueve años, influenciado por varios
primos y tíos que escuchaban el género, principalmente metal. En el colegio conoció amigos
Su primer concierto fue uno donde tocó el grupo Nadie en el antiguo bar Seven Eleven y a partir
de allí comenzó a compartir los diferentes espacios dedicados al rock, especialmente el Teatro al
“Antes era todo diferente, irónicamente yo veo que antes los conciertos era una cosa
multitudinaria, iba demasiada gente, por ahí de quinientas a mil personas, y eran
conciertos de punk, o de metal, o de punk rock. No eran apoyadas por el estado ni por el
parece increíble que eso se llenara, siendo un evento privado, pues eran conciertos
organizados por gente independiente del estado, y eran tiempos en que una entrada con
pago incluido no te impedía que se llenara, teniendo en cuenta que las condiciones
técnicas, en cuanto a montaje y sonido eran menores, no tan avanzadas como ahora.
Ahora hay más recursos pero no hay tanta gente en los conciertos, y no sé qué ha
pasado, más bien creo que los mismos enemigos del rock somos los rockeros” (Ortíz,
2015).
Por lo mismo, ‘Bozo’ trataría de revivir aquel espíritu de respeto al artista y de que no todos los
eventos podían ser gratuitos con un sello discográfico que luego se convertiría en
‘Bozo Récords’ como tal en un principio fue un sello disquero, empezó en el 2010, luego de que
Sebastián viviera un tiempo en Canadá y en otros países. Según él, en el país norteamericano fue
que se dio cuenta que habían industrias de la música que no tenían que ser de la magnitud de
Sony, si no que dentro de la misma escena underground se hacían sus pequeñas industrias que
hacían un circuito de ‘tokes’ todo el año, vendían mercancía de las bandas y éstas se encargaban
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de grabar cada cierto tiempo y hacer lanzamientos. Para Sebastián allí había un gran engranaje
que en Medellín no se estaba haciendo organizadamente, por lo que era necesario intervenir.
manera más organizada a llegar a un nivel más avanzado donde no solo fuera tan a la
ligera si no que fuera con trabajo, con una estética, una fotografía, unas grabaciones y
Desde el 2012 Bozo Récords cambia un poco, pues se llega a un acercamiento con las bandas,
éstas vieron una oportunidad en Bozo y querían hacer parte, por lo que empezaron a interactuar y
a hacer eventos. El sello de Bozo pasó a ser ese año una agencia de Booking, lo que básicamente
bandas internacionales para traer Medellín juntos con Arsenal Estudios, que es una
un evento que se llama Hardcore 4 All y trajimos a Close Your Eyes, una banda de
Hardcore Melódico de Texas. El evento tuvo una acogida increíble, después de muchos
años en los que aquí no venían bandas internacionales de estos géneros y nadie se fijaba
en Medellín como una buena escena, nosotros dimos la oportunidad de que eso volviera
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a suceder, y eso fue un concierto en el que estuvo boletería agotada dos semanas antes
del evento y yo creo que nadie, ni nosotros ni el público lo creía. Yo creo que a partir de
ese concierto, de ese momento, a Medellín se le abrieron las puertas en ese aspecto, tanto
que hoy casi un año y medio después del evento ya hemos traido 5 bandas
internacionales más. Las cosas cuando se hacen bien salen bien” (Ortíz, 2015).
La base que ha tenido Sebastián es la idea de que hay escena rock en Medellín, pues aunque sea
tan cuestionado éste término para ‘Bozo’ es claro que si hay una buena publicidad, si no se
escatima en gastos, si se buscan buenos lugares donde hacer el evento y se apoya en vez de
criticar a los demás grupos la gente responde, paga la boleta y crea escena.
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Bibliografía
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http://cinefragma.tumblr.com/post/790470574/rodrigo-d-no-futuro-el-indiscreto-desencan
to-de
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