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Tratados Internacionales Sobre Derechos Humanos en La Constitución de 1993 PDF
Tratados Internacionales Sobre Derechos Humanos en La Constitución de 1993 PDF
Derecho y Sociedad 91
Los TRATADOS lN1ERNACIONALES SOBRE DERECHOS HUMANOS EN lA CoNSTITUCIÓN PERUANA DE 1993
I) Los TDHs Y LAS REGLAS SOBRE A su vez, en función del Principio de '~1erarquía
EL DIC11\DO Y DEROGACIÓN DE NORMAS Normativa", se tiene que un precepto legal con rango
menor, como un Decreto Supremo para plantear un
1.1) Las reglas comunes caso, no debe regular una materia o tema con un
contenido opuesto al de una Ley que trata el mismo
Como es sabido; en nuestro sistema jurídico ope- asunto, ni tampoco contradecir las normas de jerar-
ran varios principios para la producción y extin- quía constitucional que se relacionan o versan sobre
ción de normas. Nos detenemos aquí en dos de ellos, dicho asunto, dado el rango mayor de estas últimas
que aparecen como los más difundidos y hasta ele- . Siempre con la lógica de ejemplificación sencilla,
mentales para el común de las normas. un Decreto Supremo que admitiera diversas formas
El primero establece que una norma anterior de parquear en el centro limeño no debería estar en
puede ser derogada por otra posterior en el tiempo, contradicción con una Ley ordinaria que prohibiera
de similar o mayor jerarquía (Principio de sucesión toda forma de parquco en aquél lugar, ni tampoco
de normas en el Tiem- debería oponerse a un
po). El otro que atien- precepto constitucio-
de precisamente a los a preczsa dicho autor que la nal que estableciera tai
rangos jerárquicos, prohibición.
establece que las nor- nonna constitucional recobra vigen- Los señalamientos
mas de menor jerar- anteriores aparente-
quía deben respetar el
cia plena si el Tratado llega a ter- mente servirían para
contenido de las nor- minar o si es sustituido... n. una aproximación ini-
mas de mayor jerar- cial clara y muy direc-
quía que regulan la ta al caso de los
misma materia, entendiéndose, asimismo, que to- TIDHs. Sin embargo, como se verá, existen para
das las normas del ordenamiento deben ser congruen- éstos lineamentos específicos y distintos.
tes y no contradecir los preceptos de la Constitu-
ción por cuanto ellos poseen la jerarquía máxima. 1.2) Los TIDHs y su no sujeción
Con respecto al "Principio de Sucesión de Nor- a las reglas comunes
mas en el Tiempo", cabe decir que en razón de él, la
norma posterior puede generar la derogatoria de una De inicio, para abordar este punto valga recor-
norma previa, ya sea de manera explícita, indican- dar que según la Carta actual los Tratados Interna-
do en forma expresa, o ya sea de manera implícita, cionales en general que hubieren sido celebrados por
cuando tratando sobre la misma materia, el conte- el Perú y en vigor, "forman parte del derecho na-
nido de la nueva norma es diferente u opuesto al cional" (art. 55). Además, cuando la misma Carta
contenido de la norma inicial. En ambas situacio- alude a los tipos de normas que puecen ser objeto
nes, la norma más antigua debe entenderse descar- de Acción de Inconstitucionalidad, menciona a aque-
tada o excluida del ordenamiento jurídico, a causa llas con "rango de ley" y enumera, entre otras, a los
de la entrada en vigencia de la norma posterior. Tratados (art. 200.4).
En una ejemplificación muy sencilla de lo dicho, Según ello, no sólo sería claro que los Tratados
asumanos que la Ley "1" autoriza y regula diversos Internacionales ya adoptados por el Perú forman
detalles sobre el parqueo de automóviles en el ámbito parte de nuestro ordenamiento jurídico, sino que
del centro de Lima, y es sucedida en el tiempo por la también debería asumirse que poseen el rango je-
Ley "2". Si esta última señala en forma expresa que la rárquico normativo de las leyes.
Ley "1" queda derogada, o si, e:n otro caso, dispone No discutiremos, por lo tajante y suficiente del
que en adelante el parqueo única y exclusivamente respectivo precepto, el asunto de la integración de
estará permitido en diversos ámbitos que se señalan~ dichos Tratados a nuestro ordenamiento. Sí ahon-
sin mencionar el centro de Lima, se habría producido damos, empero, en torno a si los TIDHs en especí-
la pérdida de vigencia de la Ley "1" (explícitamente fico, poseen rango de ley, al punto de quedar suje-
en el primer caso e implícitamente en el segundo), la tos a los Principios que acabamos de referir.
cual res u! taría descartada del ordenamiento.
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Huoo RoDRíGUEZ BRIGNARDELo
I.2.a) EJ caso del Principio dos los TIDHs), no comportará la vari;1ción o re-
de Jerarquía Nonnativa forma estricto sensu de las respectivas normas cons-
titucionales originarias, sino sólo la puesta en sus-
Persistiendo en nuestra ejemplificación sencilla penso de las mismas y no necesariamente erga
e hipotética, puede ilustrarse lo dicho imaginando omnes, entre tanto las disposiciones del Tratado se
que un TIDHs sobre prohibición" total" de la tortu- mantengan en vigor.
ra, de un lado, no debería incorporarse al En este sentido, el análisis del art. 103 de la
ordenamiento jurídico peruano si nuestras normas Constitución de 1979 resulta apropiado para el exa-
constitucionales permitieran e~;e íenómeno en "al- men de las disposición correspondiente de la Carta
gunos casos", y, de otro lado, que una ley dictada actual, dada su similitud 4 •
con posteridad a la adopción por el Perú del TIDH Retomado las opiniones de Miguel de la Lama
podría derogar a éste. cuando aborda directamente el tema 5, es de señalar
Dicho en otras palabras, por su rango de "ley" que él puntualiza que aun cuando existiera incom-
el TIDH debería corresponder a los contenidos de patibilidad entre las estipulaciones de un Tratado y
la norma de rango mayor, como es la Constitución, disposiciones constitucionales, no existe impedimen-
y a la vez, podría ser derogado por una ley postf- to para la aprobación del Tratado. Añade que ante
rior en el tiempo. tal circunstancia el Tratado regirá las relaciones del
Sin embargo, un análisis m.1s preciso de las re- Perú con los otros Estados u Organizaciones Inter-
glas constitucionales específicas encamina el análi- nacionales involucrados en dicho convenio, mien-
sis hacia derroteros diferentes. tras, por otro lado, las normas constitucionales po-
En efecto, la propia Carta actual regula la cir- drán seguir siendo invocadas frente a Estados y
cunstancia de que un Tratado Internacional "afec- Organizaciones que no resulten partes en el acuer-
te" disposiciones constitucionales, en cuyo caso do internacional.
aquél debe ser aprobado "por el mismo procedimien- Aun más, a los efectos de nuestro objeto de aná-
to que rige la reforma de la Constitución, antes de lisis, precisa dicho autor que la norma constitucio-
ser ratificado por el Presidente de la República" ( art. nal recobra vigencia plena si el Tratado llega a ter-
57 segundo párrafo?. minar o si es sustituido, por cuanto aquella norma
Al respecto, valga hacer el siguiente hincapié. (constitucional) no fue en estricto modificada sino -
El vocablo "afectar'' alude esencialmente a generar como antes se dijo- suspendida parcialmente en su
alteración o cambio, lo que en la situación menciona- vigencia, mediante un procedimiento idéntico al de
da supondría que un Tratado acarrease la modifica- la reforma de la Constitución pero acarreando con-
ción de los alcances de una o varias normas consti- secuencias distintas a las de la reforma propiamen-
tucionales. te dicha.
Es importante precisar además que en rigor el Acudiendo al ejemplo hipotético antes imagina-
empleo y culminación del procedimiento aludido, do, elTIDH que prohibiera "en forma absoluta" la
cuando se refiere a Tratados Internacionales (inclui- tortura podría ser adoptada por el Perú aun cuando
3. Estando a !os alcances del art. 206 de la Carta, la in:i- 4. El texto de la Carta anterior señalaba: "Cuando un
ciativa para la reforma de la Constitución corresponde al Pre- tratado internacional contiene una estipulación que afecta a
sidente de la República con la aprobación del Consejo de una disposición constitucional, debe ser aprobado por el
Ministros, y a los congresistas. mismo procedimiento que rige la reforma de la Constitución,
El procedimiento supone la aprobación respectiva por el antes de ser ratificado por el Presidente de la República".
Congres.o durante dos legislaturas ordinarias sucesivas con En esencia igual dispositivo se reitera en el segundo pá-
una votación favorable, en cada caso, superior a los dos ter- rrafo del art. 57 de la Constitución actual, pues su texto esta-
cios del número legal de congresistas. blece: "Cuando el tratado afecte disposiciones constituciona-
Si no se opta por la vía de las dos legislaturas, cabe la les debe ser aprobado por el mismo procedimiento que rige la
iniciativa en el trámite a un nümero de ciudadanos que repre- reforma de la Constitución, antes de ser ratificado por el
sente al menos el 0.3% de la población electoral, con firmas Presidente de la República.
comprobadas ante la autoridad correspondiente; circunstan- 5. De la Lama Eggerstedt, Miguel;" La Constitución Po-
cia ésta en la que el procedimiento sólo exigirá la mayoría lftica de 1979 y los Tratados"; en "La Constitución Política
absoluta del número legal de congresistas y la ulterior confir- de 1979 y sus problemas de aplicación"; Ed. Cultural Cuzco
mación mediante referéndum. S.A; Lima; 1987; p. 487 a 492 especialmente.
Derecho y Sodedad 93
Los TRATADOS IN1ERNACIONALES SOBRE DERECHOS HUMANOS EN l.A CONSTITUCIÓN PERUAt'<A DE 1993
la Constitución admitiera actos de tortura "en algu- En el caso de los TIDHs también existen pecu-
nos casos". Y dado que, ya fuera del ejemplo, la liaridades de gran importancia, pues como se ad-
propia Carta Constitucional franquea este tipo de . vertirá de inmediato (no resulta factible que las le-
posibilidad, aparece evidente que los Tratados In- yes, aun cuando fueren posteriores en el tiempo,
temacionales en general y ciertamente los TIDHs, puedan "derogarlos"), enervarlos o descartarlos de
no se ciñen al Principio de Jerarquía Normativa de nuestro ordenamiento jurídico.
la misma manera que lo hacen las leyes comunes de En este sentido cabe enfatizar que la Constitu·
nuestro ordenamiento jurídico interno, pues éstas ción dispone que tanto la Declaración Universal de
no deben dictarse en ningún caso al margen del con- Derechos Humanos como los Tratados y acuerdos
junto de preceptos constitucionales, mientras que, internacionales sobre las "mismas materias" ratifi·
como vimos, los Tratados pueden no coincidir con cactos por el Perú, son pauta de interpretación de
uno o varios preceptos constitucionales por así au- los derechos y las libertades reconocidos en laCar-
torizarlo la misma Carta, siempre que para la adop- ta (cuarta de las Disposiciones Finales y Transito·
ción de aquellos se hubiere recurrido a idéntica vía rías). Siendo así, los TIDHs ratificados poseen fijeza
procesal que la que se emplea cuando su busca re- y por consiguiente no pueden sufrir derogatoria por
formar la Constitución. ley alguna, mientras permanezcan reconocidos por
nuestra Carta Magna como matríz interpretativa de
I.2.b) El caso del Principio de Sucesión los derechos y libertades constitucionales.
de Normas en el Tiempo No se cumple aquí tampoco el Principio de Su-
cesión de Normas en el Tiempo que se aplica a las
Resta aún por analizar si una ley dictada con leyes. No obstante ello, valga examinara en lo que
posterioridad a una TIDH puede derogar!o o des- sigue, la posibilidad de emplear un mecanismo que
cartarlo del ordenamiento por poseer un contenido si permitiría descartar a los TIDHs de nuestro
opuesto al de ésta; vale decir, si con los TIDHs rige ordenamiento legal.
estrictamente el Principio de Sucesión de Normas
en el Tiempo que se aplica al común de las normas I.2.c) La posibilidad de la denuncia
jurídicas en el Perú. de los Tratados
En tomo a esto debe advertirse que en la Carta
vigente las regulaciones sobre normas con rango de La denuncia, como es sabido, es el mecanismo
ley no son uniformes para efectos de su derogatoria. jurídico por el que un Estado se aparta íntegramen-
Un caso que tomamos a guissa de ejemplo, es el te de un Tratado Internacional y, como es obvio, de
de las Leyes Orgánicas. Para sancionarlas, según las obligaciones que éste impone.
las regulaciones vigentes, además de requerirse que Sin detenernos en las normas que al respecto
la Constitución haya previsto que una determinada contemplan un Derecho Internacional y las disposi·
materia sea regulada por este tipo de norma, los dones que sobre la denuncia suele recoger la mayo-
proyectos respectivos deben ser aprobados por una ría de Tratados , desde el punto de vista del Dere·
mayor'ía igual o superior a la ya mencionada (art. cho Interno o nacional debe señalarse que la Carta
106 in fine de la Carta actual). Se sigue de ello, que Magna en vigencia, menciona expresamente lapo-
una disposición legal dictada con posterioridad a sibilidad de que se denuncie, por ejemplo un TIDH,
una ley orgánica, no podrá derogar a ésta aun cuan- merced a la intervención del Presidente de la Repú·
do verse sobre una materia prevista constitucional-
mente, si no resulta aprobada cumpliéndose el alu-
dido requisito de la mayoría calificada de votos. los TIDHs ratificados
Otro caso de mención especial es el de los deno-
minados «Contratos-Ley", en cuya virtud el Estado poseen fijeza y por consiguiente
puede establecer garantías y otorgar seguridades <;:n
materia económica, sin que sea posible que median-
no pueden sufrir derogatoria por
te ley "posterior" sufran modificaciones (art. 62 in ley alguna ... ".
fine de la actual Carta).
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HuGO RoDRíGUEZ BRIGNARDELO ·
blica, pero previa aprobación de tal medida por el Dicho en otras palabras la denuncia de un TIDH
Congreso (art. 57 in fine). En tal circunstancia, el queda abierta, pero siempre u cuando resulte "cons-
Perú dejaría de estar obligado internacionalmente, titucional"; es decir, resulte congruente al menos,
y, a la vez, el TIDH habría sido descartado de nues- con las disposiciones de la Carta que acabamos de
tro ordenamiento jurídico Íilterno. mencionar; hipótesis ésta inimaginable toda vez que
Así pues, a diferencia de los "Contratos-Leyes" no encontramos como la supuesta denuncia de un
que son inatacables o inmodificables (inderogables) TIDH puede conciliar con tales disposiciones. Pero
legislativamente, los TIDHs si pueden ser denun- en todo caso, mientras una denuncia que cumpla
ciados o fulminados en su vigencia. con estas disposiciones no se pre.<;ente. El TIDH per-
Sin embargo, esta vía procedimentai no e:s manecerá incólume e integrando el ordenamiento
libérrima o discrecional <1 partir del solo cumpli- jurídico de! Perú por mandato del art. 55 de laCar-
miento de los requisitos antes mencionados. Al mar- ta, sin que una ley -incluso posterior, repetimos-
gen del desprestigio internacional que acarrearía la pueda enervar su aplicabilidad y alcances.
denuncia de uno o varios TIDHs -con las eventua-
les repercusiones ecoílómicas para el gobierno que II) EL PROBLEMA DE IJA UBICACIÓN
optara en este sentido-, desde el punto de vista de la DE Los TIDHs EN Los GRADos
normativa propiamente constitucional, la denuncia O NIVELES DEL ORDENAMIENTO
debería demostrar que no viola ni contradice, entre JURÍDICO J•ERUANO
otros , los siguientes preceptos de la propia Carta :
- El que dispone que la defensa de la persona 1) Los TIDHs frente a las leyes
humana y el respeto a su dignidad, son el fin supre- y el art. 200.4 constitucional
mo de la sociedad y del Estado (art. 1).
Precepto que implícitamente involucra la no Con respecto a las leyes, ya hemos visto que los
transgresión y por cierto la no supresión de los TIDHs no se sujetan alas reglas que pllra ellas ope-
TIDHs, en tanto resulta indiscutible que éstos se ran en cuanto a su jerarquía y a su sucesión temporal.
han celebrado esencialmente para la defensa de la Considerando ahora que toda norma debe po-
persona humana, y es obvio que conciernen al res- seer una ubicación definida en el ordenamiento ju-
peto de su dignidad 6 • rídico, no encontramos otra para los TfDHs que la
- El que establece como deber primordial del que corresponde a un nivel superior al de las leyes,
Estado peruano, el garantizar la plena vigencia de pues aquellos, por las peculiaridades que la Consti-
los Derechos Humanos (art. 44). tución les establece, poseen lo que en doctrina suele
Precepto cuyo contenido no deja dudas acerca denominarse fuerza de resistencia contra su "dero-
del respeto a los TIDHs corno parte de la garantía gatoria", o descarte del ordenamiento jurídico por
de la vigencia plena de los Derechos Humanos. parte de las leyes.
Pero asumida esta tesis regresemos ahora al tema
del sentido del art. 200 numeral 4 de al Carta. Este,
6. En cuanto a la dignidad, valga recordar que no sólo como se recordará, admite la Acción de Incons-
está recogida como elemento fundamental en la Declaración
Universal de Derechos Humanos (primer y quinto párrafos
titucionalidad contra Tratados a los cuales les seña-
de la parte preambular, a art 1), sino que se le recoge con la el rango de "ley".
similar consideración en varios 11DHs propiamente dichos Se seguiría de ello que la Acción de Inconstitu-
como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos cionalidad permitiría, llegado el caso, fulminar in-
(primer 'y segundo párrafos del preámbulo y art. 5) y el Pacto
cluso a aquellos TIDHs que contravinieran la Cons-
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Cultura-
les (primer y segundo párrafo del preámbulo y art. 13.1) titución "en la forma o en el fondo", según reza el
La identificación de los Derechos Humanos -y por ende acotado art. 200 numeral 4.
de los Tratados Internacionales que sobre ellos versan- con la Empero, creernos que esa interpretación no es
idea de dignidad, es virtualmente uminime para la Doctrina. correcta.
Aun más, aparece como consenso virtualmente mundial se-
Los TIDHs ya adoptados por el Perú forman,
gún se advierte de la "Declaración de Viena y Programa de
Acción" aprobada por la Conferencia Mundial de Viena so- insistimos, inequívocamente parte del Derecho Na-
bre Derechos Humanos, en julio de 1993, cuyo preámbulo cional por expreso mandato del art. 55 cons tituciona1,
(segundo y cuarto párrafos) insiste en esa identificación. y siendo así no pueden resultar inconstitucionales.
Derecho y Sociedad 95
Los TRATADOS INTERNACIONALES SOBRE DERECHOS HUMANOS EN lA CoNSTITUCIÓN PERUANA DE 1993
En cuanto a los 'fiDHs que se decída adoptar en Siendo así, la contravención sólo podría venir
el futuro, es obvio-y virtualmente tautológico- que de un defecto en la aprobación o ratificación del
si respetan Jo dispuesto por la Carta, resultará in- tratado. O sea, en dos casos: primero, si el Presi-
fructuoso sus cuestionamiento mediante la Acción dente de la República ratifica un tratado sin la apro-
de Inconstitucionalidad. Es más, aun cuando las bación del Congreso, estando obligado a obtener tal
estipulaciones de ~os TIDHs que llegaran a adoptarse aprobación conforme al artículo 56 [es el caso, en-
no coincidieran ton algunos preceptos constitucio- tre otros, de los TIDHs.HRB); y segundo, si el Con-
nales originarios si podrían ser acogidos, pues se- greso aprueba un tratado que afecte disposiciones
gún dijimos al referimos al segundo párrafo del art. constitucionales, sin seguir el procedimiento que se
57 de la Carta, esta posibilidad, queda abierta si se establece en el segundo párrafo del artículo 57" 8 •
emplea el procedimiento que también se emplea para
ía reforma de la Constitución. De tal manera, en 2) Los TIDHs frente a la Constitución
este caso tampoco se habría contradicho la Consti-
tución sino, más bien, acatado 'la misma. Pero si bien sostenemos que los TIDHs poseen
Así formulado nuestro análisis, consideramos una ubicación y fuerza jurídica superiores a las de
que lo razonable y congruente \:s entender que sólo las leyes, no es tan. clara la ubicación y fuerza jurí-
es viable la acción de Inconstitucionalidad, contra dica de éstos con respecto a la propia Constitución.
las normas congresales con rango de ley que aprue- Como se ha dicho, a diferencia de la Carta ante-
ban la incorporación de los TIDHs al ordenamiento rior que reconocía rango constitucional a los pre-
jurídico nacional. Ello en nuestro país se formaliZ<l. ceptos contenidos en los TIDHs (art. 105), la Carta
mediante Resoluciones Legislativas -preveía a las vigente de 1993 omite tal reconocimiento y estable-
correspondientes ratificaciones por el Presidente de ce solamente la prevalencia de la Constitución so-
la República-, a las cuales se les asigna dicho rango7 • bre "toda otm" norma legal (art.51 ).
Dicho en otros términos, sólo cabría impulsar la Para plantear más directamente el asunto, asu-
Acción de lnconstitucionalidad contra aquellas dis- mamos la hipótesis de que una norma comtitucio-
posiciones con jerarquía de ley que se destinan a tal nal señale derechos o atribuciones opuestos a una o
incorporación, lo que en síntesis significa proponer varias estipulaciones de un TIDH ya adoptado al
el examen jurisdiccional de las "Resoluciones Le- entrar en vigencia la Carta de 1993.
gislativas" correspondientes, a fin de establecer si En tal hipótesis, el primer cometido del juzgador
la dación de ellas se dio previo cumplimiento del deberá ser intentar una interpretación que en lo po-
procedimiento y las exigencias constitucionalmente sible integre de manera congruente el contenido de
establecidas al efecto. la norma constitucional, con la estipulación del
Concluimos este punto indicando que la postura TIDH en la solución del caso específico; ello, aten-
que acabamos de afirmar no resulta singular y ais- diendo a los mandatos comtitucionales ya aludidos
lada, pues ya antes se ha sostenido. que ordenan el pleno respeto a los Derechos Huma-
"Es improbable que se ratifique un tratado que nos, y conciben como fin supremo de la sociedad y
contravenga en el fondo una norma constitucional. del Estado a la defensa de la persona humana y el
Máxime, cuando el segundo párrafo del artículo 57 respeto a su dignidad.
contempla el procedimiento para aprobar un trata-· En la búsqueda de una solución congruente ante
do que afecte disposiciones constitucionales. el caso suscitado, cabe asumir que se está frente a
un conflicto de nonna s y valores en el plano com-
titucional: el conflicto entre la norma de la Consti-
7. De consiguiente el art. 200 numeral 4 bajo comentario
tución opuesta a lo establecido en el TIDH, y las
involucraría a dichas Resoluciones a pesar de no señalarlas
de manera específica.
Creemos esto porque estimamos que el listado de las nor-·
mas indicadas en el numeral bajo referencia, no es taxativo. B. Cfr. de Piérola y Balta, Nicolás y Carolina Loayza
Por ende están allí incluidas -aun sin mencionarse expresa·· Tamayo:"Comentarios sobre la recepción del Derecho Inter-
mente- tanto las Resoluciones Legislativas como los "Decre-- nacional en las Constituciones de 1979 y 1993"; en JUS ET
tos Leyes" dictados por Gobiernos de facto, que al poseer PRAXIS N"s. 21-22; ed. Facultad de Derecho y Ciencias Po-
rango de ley deben estar sujetos al control jurisdiccional de - líticas de la Universidad de Lima; 1994; p. 174 (el resaltado
cunslitucionalidad que la Carta Magna establece. es nuestro).
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Huao RoDRíGUEZ ERIGNARDELO
normas de la Co!l...stitución que ordenan garantizar via amplía las causales de apÍicación de la Pena de
la vigencia de los Derechos Humanos a plenitud así Muerte, y las disposiciones prohibitivas sobre ello,
como atender al fin supremo anotado; propósito contempladas en la Convención Americana de De-
éstos que se logran respetando los preceptos de los rechos Humanos en su calidad de TIDH.
TIDHs 9 • Ante una circunstancia tal, adherimos a la Conforme al art. 4 numeral 2 de la Convención,
doctrina moderna que aconseja buscar un contrape- en los países en que no se haya abolido la pena de
so o balance entre las normas en conflicto a fin de muerte no es posible extender su aplicación a otros
determimr la solución concreta 10• delitos para los que no se hubiere venido admitien-
Sólo en caso que una interpretación integradora do dicha pena.
y congruente resultar imposible, debe optarse por el En el Perú, la Carta de 1979 recogía esa sanción
dispositivo constitucio- capital pero única-
nal relega..'1do al TIDH, mente en el supuesto
tomando en cuenta el (( ... el art. 3 de la Carta de donde de traición a la patria
ya mencionado art. 51 en caso de guerra ex-
de la Carta que estable-
se explicita que la enumeración de terior (art. 235). La
ce la prevalencia de los Derechos Fundamentales referi- Constitución de 1993
ésta por sobre toda otra en el acotado art. 140,
norma, y también al da en los artículos precedentes no precisamente amplía
art. 138 del mismo tex- las cau.c;;ales de aplica-
to que ordena preferir es taxativa ... ". ción de dicha pena
a la Constitución ante adicionando el su-
cualquier norma legal que le resultara incompatible. puesto de terrorismo, es decir contraviniendo lo es-
No obstante, esta opción podrá siempre aparecer tablecido en la Convención; pero aún más, la nor-
discutible a la luz de las obligaciones, también cons- ma constitucional añade que la pena en referencia
titucionales -que nuevamente mencionamos-sobre la no solamente se aplica conforme a las leyes sino
garantía de la vigencia de los Derechos Humanos también conforme "a los tratados de los que el Perú
como deber primordial del Estado, y sobre la defen- es parte obligada" (sic).
sa de la persona humana y el respeto a su dignidad Estimamos que aquí surge una incongruencia
como fin supremo de la sociedad y del Estado, re- insalvable por la contradicción en los términos em-
cogidas en los arts. 44 y 1 de la propia Carta. pleados, pues no resulta factible ampliar, con el te-
rrorismo, las causales de la pena máxima, y a la vez
3) La Pena de Muertey la Convención atender que ello opera conforme a la Convención
Americana sobre Derechos An1ericana de la cual el Perú es parte obligada, la
Humanos: problema iJrresueito cual rechaza de manera clara tal ampliación.
Ante esta situación el Legislador y el Juzgador
Es preciso abordar ahora el ostensible caso de no tendrán alternativas sólidas. pues es caso de es-
contradicción entre lo dispuesto por el art. 140 de la tablecerse legalmente y aplicarse aquella pena para
Carta, que con respecto a la situación jurídica pre- casos de terrorismo, se cumplirá con el art. 140 que
así lo admite, y simultáneamente se transgrederá el
mismo precepto que ordena respetar un TIDH que
9. Este conflicto puede suscitarse no sólo ante el juzgador proscribe tal posibilidad. Creemos por esto necesa-
que conoce de causas comunes donde la confrontación nor-
rio reformar la Carta al respecto, haciéndola con-
mativa sea invocada, sino también y con mayor probabilidad
en Acciones de Garantía Constitucional. gruente con lo dispuesto por la Convención Ameri-
10. Esta plantea que "ello debe efectuarse cuidadosamente cana a la par que coincidiendo con las otras normas
para que la fórmula del contrapeso o 'balancing' atienda a la constitucionales que estatuyen el respeto a los De-
función que le es propia, es decir, que respete el equilibrio rechos Humanos.
constitucional y garantice la efectividad de los derechos en
su conjunto y para el caso conc~eto a la vez." Cfr. Freixes
Sanjuán, Teresa: "Constitución y Derechos Fundamentales. I
·Estructura Jurídica y Función Constitucional de los Dere:-
chos"; ed. PPU; Barcelona; 1992; p.63.
Derecho y Sociedad 97
Los TRATADOS lNIERNACIONALES SOBRE DERECHOS Hur.IANOS EN lA CONSTITUCIÓN PERUANA DE 1993
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Huoo RoDRfGUEZ BRIGNARDELO
Acción de Inconstitucionalidad e incluso la Acción ministrativa que ordena otorgar copia certificada de
de Cumplimiento pueden no concernir a la protec- un actuado ante alguna entidad pública.
ción de derechos en sentido estricto. En todas estas hipótesis imaginadas cabrían,
Las últimas acciones referidas, en cada caso, se como es obvio, las respectivas acciones que acaba-
destinan al examen de la confonnidad o no, de las mos de mencionar; sin embargo de lo cual ellas no
normas de rango de ley, con la Constitución (Ac- estarían destinándose a la defensa de derechos cons-
ción de Inconstitucionalidad); de la conformidad o titucionales propiamente tales, sino a procurar el
no de los reglamentos, normas administrativas, re- respeto del orden normativo establecido y de las dis-
soluciones y decretos de carácter general, con la posiciones administrativas derivadas de él
Constitución y las normas con rango de ley (Acción Se sigue de lo dicho, que las acciones de garan-
Popular); y a la exigencia de acatamiento, por parte tía que hemos referido últimamente, no serían sus-
de los funcionarios y autoridades, de lo dispuesto ceptibles de derivar en la recurrencia ante instan-
por una norma legal o un acto administrativo (Ac- cias internacionales, si es que no involucraran afec-
ción de Cumplimiento) 13 • tación clara de derechos constitucionales, y aun más,
De consiguiente, y para recurrir a ejemplos hi- si es que no conciernen a la defensa de Derechos
potéticos otra vez, una ley que estableciera que la Internacionales sobre la materia que establecen ins-
Comisión Permanente del Congreso puede aprobar, tancias precisamente supranacionales, están dise-
por delegación, la Ley de la Cuenta General de la ñados para la atención de reclamos sobre esos y no
República, sería susceptible de cuestionarse median- otros derechos.
te Acción de Inconstitucionalidad por transgredir el Ahora bien, detengámonos en el tema de los de-
art.101.4 de la Carta; un Decreto Supremo que au- rechos susceptibles de protegerse mediante acciones
torizara la emisión de billetes y monedas a entida- de garantía especialmente diseñadas para tal pro-
des distintas al Banco Central de Reserva, sería pósito (y que posibilitan, como se dijo, la recurrencia
cuestionable mediante Acción ~Popular en tanto se ante instancias supranacionales de ser el caso).
estaría vulnerando el art. 83 de la Carta y la propia La Acción de Hábeas Data concierne de manera
Ley del Banco; y -siguiendo con los ejemplos- la exclusiva a los derechos a solicitar información, a
Acción de Cumplimiento permitiría exigir que el que no se suministren informaciones dañosas a la
funcionario o autoridad respectiva cumpla con res- intimidad personal o familiar, y al honor, la buena
petar el formato o estilo tradicional sobre publica- reputación, la intimidad personal o familiar, y a la
ción de normas legales por así haberlo establecido imagen y voz propias (los prevé, según se indicó, el
una ley, o, también, que se acate la disposición ad- art. 2 incisos 5, 6 y 7 de la Carta).
La Acción de Hábeas Corpus concierne a los
derechos relativos a "la libertad individual o los
a que se refiere el artículo 2, incs. 5 y 6 de la Constitución"
derechos constitucionales conexos" (sic, art. 200.1
(derechos a solicitar informi!ción y a que no se suministren de la Carta), y, finalmente, la Acción de Amparo
informaciones dañosas a la intimidad personal y familiar). concierne a "los demás derechos reconocidos por la
13. El mismo art. 200. al enumerar a las garantías consti- Constitución (sic, art. 200.2 de la Carta).
tucionales, menciona a estas últimas .acciones con el siguien- En nuestra opinión, fuera del ámbito protectivo
te tenor:
"4.- La Acción de Inconstitucionalidad, que procede con-
que corresponde a la Acción de Hábeas Data, las
tra las normas que tienen rango de ley: leyes, decretos acciones de Hábeas Corpus y de Amparo -dentro
legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos de sus respectivos ámbitos de protección- así como
del Congreso, normas regionales de carácter general y se destinan a la defensa de los derechos fundamen-
ordenanzas municipales que contravengan la Constitu-
tales recogidos expresamente por la Constitución,
don en la forma o en el fondo.
5.- La Acción Popular, que procede, por infracción de la son susceptibles de emplearse para la defensa de
Constitución y de la ley, contra los reglamentos, normas aquellos otros que estando recogidos sólo en los
administrativas y resoluciones y decretos de carácter ge- TIDHs lleguen a ser constitucional izados en la vía
neral, cualquiera sea la autoridad de la que emanen. jurisdiccional conforme indicamos en el punto III
6.- La Acción de Cumplimiento, que procede contra cual-
quier autoridad o funcionario renuellte a acatar una nor-
del presente trabajo, suscitándose la posibilidad de
ma legal o un acto administrativo." la recurrencia a instancias supranacionales.
Der·echo y Sociedad 99
Los TRALA.DOS INTERNACIONALES SOBRE DERECHOS HUMANOS EN 1.A CONSTITUCIÓN PERUANA DE 1993