AGRICULTURA INGENIERÍA EN BIOTECNOLOGÍA BIOSEGURIDAD NOMBRE: STEFANY OLMEDO KAROLYS NRC: 4340 FECHA: 13 Julio del 2018
Tema: Limpieza del Laboratorio, Transporte de muestras y Protocolo de Cartagena
Objetivos: Identificar las normas para la limpieza y el transporte de muestras dentro de un laboratorio, además analizar el documento correspondiente al Protocolo de Cartagena. En el campo de la investigación a nivel de laboratorio siempre habrá normas estrictas de bioseguridad, una de estas involucra el transporte de muestras de un lugar a otro para su análisis, con ello lo que se pretende es asegurar el bienestar del personal que se encarga de dicha tarea, mediante la prevención de posibles riesgos. La información que se describirá a continuación está fundamentada en la recomendación de algunas organizaciones como el Comité de Expertos en Transporte de Mercancías Peligrosas de las Naciones Unidas (UNCETDG); el Acuerdo Europeo sobre Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera (ADR) y algunos documentos sobre Normas de Bioseguridad para los Laboratorios. Para comprender el riesgo que involucra el transporte de muestras, se debe conocer que una sustancia infecciosa es aquella que presenta agentes patógenos o se asume que los tiene, debido a que son organismos microscópicos como virus, bacterias, hongos, parásitos, otros. Las sustancias infecciosas se han categorizado en dos grupos; un grupo A que involucra a aquellas sustancias capaces de producir un daño o enfermedad de forma permanente, en un ser humano o un animal con el que se ponga en contacto directo, al salir de envase en el cual se lo almacenó; al identificar que la sustancia infecciosa puede ocasionar efectos de esa magnitud, se le asigna un código (N°2824) que se utilizará para etiquetar las cajas donde se lo vaya a transportar. El otro grupo denominado B el cual comprende a aquellas sustancias que no producen los daños como en la categoría A, a estas se les asigna un código (N|°3373) y se etiqueta en la caja para ser transportadas. Existen otros tipos de muestras como lo son los cultivos, que básicamente conforma un producto de reproducción de patógenos, y también las muestras de pacientes que comprenden a fluidos como sangre y secreciones o materiales como tejidos u órganos procedentes del ser humano o de un animal con fines de diagnóstico. Las muestras deben ser preparadas antes de ser transportadas, para ello se realiza un proceso de embalaje y envasado, con ciertas especificaciones; se debe utilizar tres recipientes clasificados así; Primario es el que contiene la muestra en sí dentro de un tubo con sellado hermético de goma o rosca, envuelto en papel adsorbente y rotulado adecuadamente para que permita la identificación del paciente y contenido del envase; Secundario es un recipiente hermético e impermeable para proteger al primario; y el Terciario, es un envase constituido de material amortiguador resistente que protege al secundario y al primario; por ello no puede tener dimensiones menores a diez centímetros en cada lado de la caja. Además cada uno de los envase debe llevar la etiqueta o marcado respectivo. Cabe mencionar que en el caso de las sustancias infecciosas de categoría A el envasado se realiza en recipientes especiales que hayan cumplido normas de resistencia, esto debido al mayor riesgo biológico que involucran. Los envases o paquetes en los cuales se ha almacenado las muestras para ser transportadas, deben ser etiquetados conforme las siguientes especificaciones; primero colocar el nombre, la dirección y número telefónico del emisor responsable de la muestra, luego se debe colocar los mismos datos pero del receptor o destinatario, luego la etiqueta respectiva a la categoría de las sustancias infecciosas que afectan o no al ser humano y animales, a continuación se debe colocar la temperatura de almacenamiento y finalmente las etiquetas que indiquen el riesgo y la dirección en la cual la caja debe ser manipulada. En cuanto al transporte de muestras biológicas para el análisis de enfermedades altamente graves como lo son la tuberculosis y el VIH, se debo tomar en cuenta la siguiente clasificación, en la categoría A se ubican los cultivos de Mycobacterium tuberculosis para pruebas de sensibilidad, y en la categoría B se ubican las muestras pulmonares y extra pulmonares, muestras de sangre, plasma y muestras para examinar dengue y cólera. Muchas de estas muestras son adquiridas mediante un examen clínico llamado Baciloscopía en el cual la toma de muestras radica en la toma del esputo, sin embargo la infección por tuberculosis también suele presentarse en otros tejidos o fluidos corporales, los cuales constituyen parte de las muestras que podrían ser transportadas como por ejemplo: orina, líquido pleural, sangre, biopsias, líquido cefalorraquídeo, otros. Debido a que este tipo de muestras como es esputo poseen saliva son fácilmente degradables a temperatura ambiente, por las amilasas, se debe transportar este tipo de muestras en refrigeración o en un lugar muy fresco; dependiendo el análisis al cual se va a someter estas tienen una duración de 5 días a temperatura de 4 a 8 °C para el examen Baciliscopía, y una duración de 24 horas a temperatura de 4 a 8 °C para muestras extra- pulmonares para el cultivo. Puesto a que se trabaja con muestras de origen biológico, se debe tomar en cuenta ciertos puntos que se refieren a la estabilidad de las muestras para que no se derramen; a la protección contra la luz solar y el calor; y al cumplimiento de la regla que establece que se debe colocar un triple embalaje de la muestra; es decir que se la almacena en tres envases, siendo el primario un envase de plástico transparente, resistente y hermético cuya capacidad es de 30 a 50 ml, que será rotulado; este envase será luego almacenado en un recipiente secundario que puede ser de metal o plástico, fácilmente lavables o de descontaminar, también estas cajas deben ser de un tamaño ligeramente superior al del recipiente primario; finalmente estas cajas son almacenadas en un envase terciario que es una nevera, la cual es de material estéril, no poroso y resistente, se debe procurar ajustar los recipientes dentro de la nevera, por lo cual se utiliza papel periódico y también se coloca las respectivas etiquetas para identificar el riego biológico y la orientación en la que debe ser manejada la nevera para evitar los derrames. Ya se ha hablado sobre el envío de muestras y el etiquetado respectivo de las mismas, pero para la recepción de estas se debe tomar en cuenta otras recomendaciones, básicamente se debe colocar y abrir la caja en un lugar determinado para hacerlo, utilizando insumos de protección personal como guantes y mascarilla y realizar una revisión de las muestras derramadas, en caso afirmativo se debe desinfectar la caja con fenol 5% o hipoclorito de sodio utilizando algodón, o en ciertos casos se suele auto clavar o incinerar la caja; a continuación se revisa la etiqueta de las muestras, identificándolas para tomar los datos y analizar los resultados esperados. El transporte de muestras para Mycobacterium tuberculosis para la realización de pruebas de sensibilidad, tiene algunas especificaciones como lo son, que la cepa a temperatura ambiente debe llegar al destino en menos de un periodo de una semana, cuando supera este tiempo se la debe mantener en refrigeración. Al igual que en las demás muestras se ha señalado estas deben ser cubiertas de la luz y calor del son además deben estar acomodadas impidiendo que exista derrames, y de forma similar que en los anteriores casos, esta muestra debe estar almacenado bajo triple embalaje. El mismo procedimiento se repetirá para las muestras para el conteo de CD4 y VIH, la particularidad es que en ambos casos se trabaja con sangre extraída en un tubo con EDTA (anticoagulante sanguíneo) la sangre se debe almacenar a temperatura ambiente y debe llegar al destino máximo en un período de 24 horas y como ya se ha señalado anteriormente también cumple con la norma del triple embalaje y la protección contra el sol y la luz, y el etiquetado respectivo, para el cual se debe tomar en cuenta el riego biológico, los datos personales del paciente, del emisor y del receptor de la muestra para su análisis. Otro punto importante son las normas de bioseguridad para el manejo de muestras sanguíneas, algunas de estas normas son el uso de jeringas desechables o extracción por vacutainer, desechar las agujas contaminadas en el bote o envase de corto punzantes, el aseo de manos antes y después del proceso de extracción de sangre, la descontaminación de la zona de trabajo antes y después del proceso, entre otras. Pero la norma de mayor relevancia es el uso del kit de profilaxis post-exposición al VIH Sida, únicamente en casos donde sea necesario hacerlo. Recordar que para transporte de muestras de enfermedades como dengue, leptospirosis y cólera, los envases deben llevar una etiqueta que indique que este tipo de muestras corresponde a la categoría B, y además deben ser almacenados en triple embalaje como ya se ha venido trabajando con las anteriores muestras. Recordar que para transportar muestras de cualquier tipo, hay varios puntos importantes como el colocar papel entre recipientes frágiles para evitar que se quiebren, la impermeabilidad del recipiente secundario, los documentos deben colocarse en una bolsa plástica, el etiquetado adecuado de cada embalaje con letra grande y en español, buena comunicación entre el emisor el transportista y el receptor del paquete que contiene las muestras, proporcionar la información sobre el riesgo y datos del personal involucrado en el transporte de muestras para ser utilizados en casos de emergencia, no realizar envíos en días feriados o fines de semana, los vehículos de transporte terrestre deben cumplir con normas de la Dirección General de Tránsito Terrestre, el vehículo debe estar apagado durante la carga y la descarga de las muestras, el personal de transporte debe utilizar equipo de protección personal para actuar frente a un incidente, finalmente el destinatario debe revisar las etiquetas de las muestras y avisar al quien envío, acerca de la llegada o no de las muestras trabajadas. En caso de presentarse un derrame se debe, seguir un protocolo preestablecido, además de implementos de protección personal como guantes, batas, mascarillas y botas de goma; se debe proceder a la rápida ventilación y limpieza o desinfección del lugar donde ha ocurrido el derrame para ello se debe utilizar el desinfectante específico conforme al tipo de muestra que se ha derramado y dejarlo al menos 30 minutos sobre el lugar infectado. Para lo que involucra la conservación de las muestras es importante mencionar que deben existir refrigeradores cuyas temperaturas vayan desde 2 a 8 °C o menores a 10°C, debido a que se deben almacenar las muestras bajo condiciones adecuadas hasta su posterior análisis. En cuanto al manejo de desechos de las sustancias infecciosas con las que se trabaja en el laboratorio, se debe desechar correctamente, es decir que para ser eliminadas por el desagüe deben ser esterilizadas previamente o sino desechadas en una funda roja específica para este tipo de desechos. En cuanto a los recipientes que se usan para el triple embalaje por lo general deben ser esterilizados y desinfectados previamente, y también se debe eliminar la etiqueta anterior; además si se requiere el uso de refrigerantes para el transporte de una determinada muestra, el refrigerante se colocará en el exterior del embalaje secundario de forma que el embalaje terciario debe ser de un material aislante. Finalmente, en el caso de que exista un derrame se debe tomar en cuenta lo siguiente para realizar una limpieza adecuada del mismo; utilizar implementos de protección personal, utilizar papel adsorbente en el derrame y luego el desinfectante adecuado por un tiempo mínimo de treinta minutos, recoger el material corto-punzante en caso de existir y avisar al personal del lugar que se ha concluido la descontaminación debida a el derrame producido. En cuanto a la incineración de desechos, se conoce que es un método para eliminar desechos generalmente de tipo orgánico o biológico, este consiste en quemar residuos en un horno para convertirlos en cenizas, fundamentándose en un protocolo donde se especifique la toxicidad y la temperatura que debe aplicarse. El incinerador debe poseer una temperatura de entre 800 y 1000 °C, se quema los residuos e un tiempo aproximado de una hora, y luego las cenizas que quedan se recogen y se etiquetan como material contaminante, debido a que contiene una mezcla de todos los productos que han sido quemados, es importante que el personal que se encarga de realizar la incineración utilice el equipo de protección personal adecuado debido a que trabaja con un procedimiento de alto riesgo biológico. Existen incineradores que poseen dos cámaras, una primaria y una secundaria, estos trabajan a 800°C-1000°C; pero hay otros de una sola cámara que trabajan a 400°C. Se utiliza este método debido a su efectividad en cuanto al transporte de desechos, se ha determinado que al incinerar los desechos se reduce el volumen de los mismos en un 96% y su peso de igual forma se reduce en un 75%, y al igual que en los casos tratados anteriormente para transportar las cenizas se debe procurar un etiquetado y envasado adecuado, dependiendo el tipo de residuos que se haya incinerado. El Protocolo de Cartagena es una asociación entre algunos países europeos acerca de productos resultantes de procesos biotecnológicos; se fundamenta en el transporte adecuado de Organismos Vivos Modificados Genéticamente, de modo que se preserve el bienestar del ser humano y del medio ambiente, para ello todas las partes deberán cumplir ciertas normas o artículos establecidos como parte de un reglamento, entre ellos se debe considerar que es transporte es transfronterizo por lo que se debe trabajar bajo una responsabilidad mayor para evitar daños en la sostenibilidad de un ambiente, se debe aplicar procedimientos de acuerdo al tipo de organismo con el cual se está trabajando por ejemplo aquellos que han sido destinados para uso alimenticio, deben cumplir aún más especificaciones como el emitir la información a todas las partes en un plazo de 15 días acerca del origen, uso, riesgo y toda la información sobre el organismo modificado genéticamente. Uno de los artículos más importantes es el que establece la Evaluación de Riesgo en este se debe detallar los posibles efectos que ocasionaría el organismo modificado genéticamente sobre la salud humana y medio ambiental; al igual que en el transporte de muestras, el transporte de organismos modificados genéticamente debe incluir un etiquetado y embalaje adecuado, para permitir la identificación y también formularios que proporcionen información sobre su manipulación y su riego. Bibliografía: La información está fundamentada en la “Guía de para la reglamentación relativa al transporte de sustancias infecciosas” 2013-2014 – Ginebra. En el “Protocolo de Cartagena sobre seguridad de la Biotecnología”, 2000- Montreal. Y en el “Manual para el manejo de Desechos en Establecimientos de Salud” (Zabala M. 2010).