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]EAN GRONDIN
Un ensayo filosófico
Herder
Título original: Du sens de la vie
Traducción: Jorge Dávila
Diseño de la cubierta: Claudio Bado y Mónica Bazán
ISBN: 84-254-2380-5
Imprenta: REINBOOK
Depósito legal: B - 152 - 2005
Printed in Spain - Impreso en España
Herder
www.herdereditorial.com
ÍNDICE
9
Ü E L SENTIDO DE LA VIDA
* * *
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DEL SENTIDO DE LA VIDA
Marzo de 2004
]. D.
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PEQUE Ñ O P UNTO D E PART I DA
ENCARNAD O :
E L D I ÁLO G O I NTERI O R
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D EL SENTIDO DE LA VIDA
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PEQUEÑO P UNTO DE PARTIDA
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Ü E L SENTIDO DE LA VIDA
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íPE.QUEÑO PUNTO DE PARTIDA
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DEL SENT I D O DE LA VIDA
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PEQUEÑO PUNTO DE PARTIDA
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D E L SENTIDO DE LA VIDA
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PEQUEÑO PUNTO DE PARTIDA
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D E L SENTIDO DE LA VIDA
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PEQUEÑO PUNTO DE PARTIDA
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DEL SENTIDO DE LA VIDA
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EL PROBLEMA D E L S E NTIDO
D E L A VID A , U NA PREG U NTA
B A S TA NT E RECIENT E
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D EL SENTIDO DE LA VI DA
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E L P RO B LEMA DEL SENTIDO DE LA VIDA
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D EL SENTIDO DE LA VIDA
con él las numerosas generaciones por venir (pero para ello es nece
sario esconderle la primera consideración) , es el otro objetivo». Para
convencerse de la juventud de la pregunta por el «sentido de la vida»
basta con recordar la incomodidad con la que Martin Heidegger la
planteaba ya al comienzo de un ciclo de conferencias que dictó, en
1 925, sobre el filósofo Dilthey: «El tema corre el riesgo de parecer
muy distante y desconocido, pero se encuentra allí el problema fun
damental de toda la filosofía occidental: el problema del sentido de
la vida humana» (Conferencias publicadas en el Dilthey-]ahrbuch, 8
1 992- 1 993, p. 1 44). Desde entonces, nos gustaría decir, ningún pro
blema filosófico nos ha sido tan próximo y conocido, a falta de ser
resuelto o incluso atacado.
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E L P RO B LEMA DEL SENTIDO DE LA VIDA
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DEL SENTIDO DE LA VIDA
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EL P RO B LEMA DEL SENTIDO DE LA VIDA
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D EL SENTIDO DE LA VIDA
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EL P RO B LEMA DEL SENTIDO DE LA VIDA
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DEL SENT I D O DE LA VIDA
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DEL SENTIDO DE LA VIDA
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EL SENTIDO DEL SENTIDO
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DEL S ENTIDO DE LA V I DA
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EL S ENTI D O DEL SENTIDO
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DEL SENTIDO DE LA VIDA
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EL SENTIDO DEL SENTIDO
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D EL SENT I D O DE LA VIDA
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C R ÍTICA DE LA C O N C E P CI Ó N
C O N STRUCTIVISTA DEL S ENTID O
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D E L SENTIDO DE LA VIDA
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CRÍTICA DE LA CONCEPCIÓN CONSTRUCTIVISTA
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D E L SENTIDO DE LA VIDA
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CRfTICA DE LA CONCEPCIÓN CONSTRUCTIVISTA
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DEL SENTIDO DE LA VIDA
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CRfTICA DE LA CONCEPCIÓN CONSTRUCTIVISTA
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DEL SENTIDO DE LA VIDA
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CRfTICA DE LA CONCEPCIÓN CONSTRUCTIVISTA
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Ü E L SENT I D O DE LA VIDA
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C RfTICA DE LA CONCEPCIÓN CONSTRUCTIVISTA
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Una vida que tiene y que tendrá «sentido» será una tra
vesía habitada por significados, una trama llevada al len
guaje que, a su vez, será siempre llevada por el lengua
je. Ahora bien, ¿qué es lo que el lenguaje busca expresar?
El ser, seguramente; el sentido de las cosas «por sí mis
mas», se dirá con todo el derecho pero también con la
mayor candidez. Ahora bien, ¿se muestra ese sentido
independientemente de su formulación a través del len
guaje? Es difícil decirlo. Porque, para saberlo y decirlo,
habría que poder interrogar y escrutar las cosas sin hacer
las hablar (forzosamente, nuestro propio lenguaje) . Por
lo tanto, parece que el sentido sólo debe de ser presenti
do a través de un lenguaje.
Ese lenguaje del sentido puede considerarse con una
cierta desconfianza. Esa suspicacia, que a menudo es muy
sana,, caracteriza la actitud de la «deconstrucción», que
se puede asociar con el pensamiento de Jacques Derrida. 18
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DEL SENT I D O DE LA VIDA
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E L LENGUAJE DEL SENTIDO
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DEL S E NTIDO DE LA VIDA
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EL LENGUAJE DEL SENTIDO
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D E L SENTIDO DE LA VIDA
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EL LENGUAJE DEL SENTIDO
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DEL S ENTIDO DE LA VIDA
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EL LENGUAJE DEL SENTIDO
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DEL SENT I D O DE LA VIDA
obra Logique des sciences sociales, PUF, París, 1 987, pp. 245s [versión
original, Zur Logik der Sozialwissenschaften, Suhrkamp, Fráncfort del
Meno, 1 982; trad. esp., La Mgka de las ciencias sociales, Tecnos, Madrid,
1 988) ) .
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EL LENGUAJE DEL SENTIDO
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DEL SENTIDO DE LA VIDA
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POR UNA AM PLIACIÓN DE LA P REGUNTA
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DEL SENTI DO DE LA VIDA
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POR UNA AMPLIACIÓN DE LA P REG UNTA
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POR UNA AM P LIAC I Ó N DE LA P REGUNTA
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LA E S PERANZA DE VI DA
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LA ESPERANZA DE VIDA
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DEL SENTI DO DE LA VIDA
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LA ESPERANZA DE VIDA
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LA ESPERANZA DE VIDA
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LA ESPERANZA DE VIDA
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LA ESPERANZA DE VIDA
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LA ESPERANZA DE VIDA
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LA F O RTUNA D E LA F E L I C I DAD
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ra, dado que esta tensión [ese tender hacia] nos inspira
de cabo a rabo? Es infinitamente más fácil hablar de la
desgracia, de la que siempre escuchamos hablar, como si
ocupase efectivamente más espacio en nuestras vidas que
la felicidad. El hombre parece ser un gran especialista,
un verdadero aficionado de la desgracia. Cada día, y has
ta cada libro, inventa un nuevo infortunio, una miseria
insospechada.
El filósofo es todo salvo un especialista de la felici
dad, pero puede al menos dejar decir en qué consiste la
felicidad a la sabiduría de las lenguas. La lengua france
sa tiene la virtud de situar de entrada la felicidad en la
cuestión del tiempo y tiene la sabiduría de hablar de
un tiempo limitado, j ustamente de una «buena hora».35
La felicidad se encuentra adosada al tiempo, habitual
mente un tiempo corto pero «bueno». Todo el asunto
radica ahí: ¿qué es la «hora buena» y en qué se distingue
de la mala?
La lengua alemana habla de Glück para designar el
evento de la felicidad, término que expresa en una sola
palabra la suerte [chance] (como el inglés luck) y la ale
gría [allégresse] . Tener suerte, digamos en la lotería -la
de la vida, por ejemplo-, es tener Glück, ser feliz, y ello
absolutamente por azar. La felicidad tiene entonces
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LA FORTUNA DE LA FELICIDAD
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DEL S ENTI DO DE LA VIDA
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LA FORTUNA DE LA FELICIDAD
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DEL S ENTI D O D E LA VIDA
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LA FORTUNA DE LA FELIC I DAD
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EL S ENTI D O D E L B I E N
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DEL SENT I D O DE LA VIDA
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EL SENTIDO DEL B IEN
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EL S ENTIDO DEL B I EN
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DEL SEN-1J'fiD0 DE LA VIDA
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EL SENTIDO DEL B I EN
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DEL SENTIDO DE LA VIDA
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¿ E S NECESARI O F UN DAMENTAR
LA M O RAL ?
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DEL 'SENTIDO , DE , LA VIDA
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¿ E S N EC ESARIO FUNDAMENTAR LA MORAL?
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¿ ES N ECESARIO FUNDAMENTAR LA M O RAL?
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D E L SENT I D O DE LA VIDA
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¿ES NECESARIO F U N DAM ENTAR LA M O RAL?
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DEL SEN'f'ID.O DE LA VI DA
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¿ ES N ECESARIO FUN DAM ENTAR LA M O RAL?
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¿ Es NE�ESARIO F UN DAM ENTAR LA M O RAL?
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�S NECESARIO FUNDAM ENTAR LA M O RAL?
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ILAS; FUEN TE';S DEL SENTIDO
lMMANUEL KANT53
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DEL S ENTIDO DE LA VIDA
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LAS F U ENTES DEL SENTIDO
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D E L SENTIDO DE LA VIDA
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LAS F UENTES DEL SENTIDO
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LAS FUENTES DEL SENTIDO
56. Cf. Cicerón, De natura deorum, II, 72. Lactancia (circa 250-
325) , Divinae Institutiones, III, 9 . É mile Benveniste (Le vocabulaire
des institutions indo-européennes, Minuit, París, 1 969, p. 270 [trad.
esp. , Vocabulario de las instituciones indoeuropeas, Taurus, Madrid,
1 984]) se pronuncia sin ambigüedad a favor de la etimología pro
puesta por Cicerón, pero varios etimólogos -entre ellos A. Ernout
y A. Meillet (Dictionnaire étymologique de la langue latine: Histoire
des mots, Klincksieck, París, 1 959)- prefieren la de Lactancia (por
su parte, Michel Despland, La Religion en Occident. Évolution des
idées et du vécu, Fides, Montreal, 1 979, pp. 24, 44, sostiene que ambas
etimologías son fantasiosas). Este era ya el caso de san Agustín (Retrac
tationes, I, VIII, «Bibliotheque augustinienne�>, vol. 1 2 , Les Révisions,
trad. por G. Bardy, Desclée de Brouwer, París, 1 950, p. 352-3): «Ten
damos hacia Dios y reunamos (religantes) nuestras almas en él solo
-lo que es, según se dice, el sentido original de la palabra religión-
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LAS FUENTES DEL SENTIDO
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LAS FUENTES DEL SENTIDO
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LAS F UENTES DEL SENT I D O
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LAS F UENTES DEL SENTIDO
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DEL SENTIDO DE LA VIDA
60. Cf. Charles Taylor, Sources ofthe Self The Making ofthe
Modern Identity, Harvard University Press, Cambridge, 1 989 [trad.
esp. , Fuentes delyo, Paidós, Barcelona, 1 996] .
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LAS FUENTES D E L SENTIDO
6 1 . En lo que creo que hay que ver, con Habermas (Zeit der
Übergi:inge, op. cit., p. 1 73), un proceso de modernización que llega
a ser consciente de sí mismo. La globalización de los derechos huma
nos es, en todo caso, cualquier cosa menos una catástrofe.
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ÜEL SENTI D O DE LA VIDA
nes del siglo XX, tal vez permitirá que aparezca mejor la
dirección del sentido de la vida, que no puede situarse
sino en un espacio «cósmico» que corresponde también
a la ampliación, deseada más arriba, de la pregunta por
el sentido.
¿Qué somos nosotros en el universo? La respuesta a
esta pregunta es brutal: menos que nada. Damos mucha
importancia al espacio de nuestras pequeñas vanidades,
pero la ciencia moderna ha vuelto a impulsar el péndu
lo hacia la hora cósmica. Nuestra buena y vieja Tierra no
es sino un microscópico grano de arena en el universo:
un astro errante que gravita en torno a una estrella en
una inmensa galaxia en forma de espiral, la Vía Láctea,
compuesta por al menos cien mil millones de estrellas
(junto con sus satélites errantes . . . ). Ahora bien, esta Vía
Láctea no es, a su vez, sino una galaxia entre cientos de
miles de millones de otras galaxias en nuestro universo
(y sólo hablamos de las que podemos observar con la ayu
da de nuestros telescopios). ¡Centenares de miles de millo
nes! Sin contar los universos paralelos, con los que sue
ñan los físicos sin que nos atrevamos a saber exactamente
a qué se refieren.
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LAS FUENTES DEL SENTIDO
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VIVI R C O M O S I LA VIDA
D E B I E RA SER J UZGADA
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VIVIR COMO S I LA V I DA D E B IERA SER JUZGADA
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VIVIR C O MO SI LA VIDA DEB IERA SER JUZGADA
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VIVIR COMO SI LA VIDA DEBIERA SER JUZGADA
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D EL SENTIDO DE LA VIDA
69. E. Levinas (Entre nous, op. cit. 243) evoca un pasaje del
Talmud (Roch Hachana 1 7b) en el que existe un esfuerzo por resolver
la aparente contradicción entre dos pasajes de la escritura, Deutere
nomio 1 O, 1 7 y Números 6, 25: «El primer texto enseñaría el rigor y
la imparcialidad estricta de la justicia deseada por Dios: está exclui
da toda aceptación del rostro. El versículo Números 6, 25 habla otro
lenguaje. Prevé el rostro luminoso de Dios volcado hacia el hombre
que se halla sometido al juicio, iluminándolo con su luz, acogiéndo
lo en la gracia. La contradicción se resolvería en la sabiduría de Rabí
Aquiba. De acuerdo con este eminente doctor rabino, el primer tex
to concierne a la justicia tal como se desarrolla antes del veredicto y el
segundo texto hace precisiones sobre lo que será posible después del
veredicto. Justicia y caridad. Lo que acontecerá después del veredic
to, con sus posibilidades de misericordia, pertenece aún plenamente
-de pleno derecho- a la obra de la justicia». A los ojos de la justicia,
todos somos damnificados. Nuestra salvación sólo puede depender de
la gracia que es absolutamente inverosímil y que no puede más que
sorprendernos en contra de todo cuanto sea nuestra espera.
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LA TRAS CEND ENCIA DE S f
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LA TRASCENDEN CIA DE S f
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LA TRAS CENDENCIA DE S f
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u ¿ (¿ué hacemos aquí? ¿Por qué y para qué, o para
quién, estamos aquí? ¿Qué dl'hl'mos y qué podemos
hacl'r? ¿Qué nos es permitido t:spcrar? No hace folla
invoc:1r 1·l lt·srimonio de i l w a rcs fli úsofos, t: s ras son
Lis prq?,u nrns fi.1 11damcnrall's dt: la fllosolh. las t'i nicas
qui..' importan.»
.. El homhn: 1..'S d único sl..' r que Sl' imcrroga tk manera
tan radical sohn: e l sentido de su l'xistl'ncia. Si se
plan tea la pregunta del sentido es porque tiene con
ciL·ncia dt.: la finitud de su t n ci<í n L'n el tiempo.
t.:x e
1
! 30N 84 - 254 - 2 330 5
9
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