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Jean Grondin
Coordinador
Autores:
Jean Grondin
Anita Gramigna
Mauricio Beuchot
Luis Eduardo Primero Rivas
Hugo Rodríguez Vásquez
Primera Edición: marzo 2010
Colección Biblioteca de Filosofía y Educación
ISBN: 978-607-00-2702-4.
Epílogo.
Jean Grondin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197
Presentación
C
on la publicación de este libro el lector tiene en sus ma-
nos más que la memoria impresa del Coloquio Herme-
néutica y educación: análisis actual (al cual me referiré
con detalle más adelante). Es más que eso. Lo que leerá es un
compendio de diversas concepciones no necesariamente compar-
tidas sobre la educación, la cultura, la vida, la historia; es resulta-
do del diálogo profesional, sistemático, aguerrido, pero también
cordial y amistoso entre los comensales de tan deleitoso banquete
intelectual. Es a su vez expresión de desarrollos académicos que
podemos nombrar como de frontera, en tanto podemos ubicarlos
en los límites del conocimiento contemporáneo.
Es también la muestra de la madurez que algunas filosofías y
pedagogías latinoamericanas —el caso preclaro de la hermenéu-
tica analógica de la pedagogía de lo cotidiano, por citarla como
1
Profesor en la Universidad Pedagógica Nacional México, estudiante de la maes-
tría en Desarrollo Educativo.
9
Hugo Hernán Rodríguez Vásquez
10
Presentación
Los participantes
11
Hugo Hernán Rodríguez Vásquez
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Presentación
13
Hugo Hernán Rodríguez Vásquez
2
Cf. Primero Rivas L. E., Epistemología y metodología de la pedagogía de lo
cotidiano, México, Primero Editores, 2002, p. 25.
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Presentación
15
Hugo Hernán Rodríguez Vásquez
3
Cf. Beuchot Puente, Mauricio y Primero Rivas L. E, La hermenéutica analó-
gica de la pedagogía de lo cotidiano, México, Primero Editores, 2003, p. 79.
4
España, Herder, 2005.
16
Presentación
5
Dice Grondin en el texto citado, página 19: “Entendemos entonces aquí por
diálogo interior únicamente el hecho, muy crudo, muy brutal, pero verificable
en cada cual, que somos el lugar en donde se planea la pregunta por el senti-
do de la existencia, de que esa pregunta se dirige a nosotros y de que somos
nosotros quienes tenemos que responderla. El lector que no sepa de qué estoy
hablando en este momento puede cerrar inmediatamente el libro, pues para él
no vendrá al caso. Por lo demás, no quisiera hacerle perder el tiempo que es en
suma todo lo que somos”.
17
Hugo Hernán Rodríguez Vásquez
6
Cf. Beuchot Puente, Mauricio y Primero Rivas L. E., La hermenéutica analó-
gica de la pedagogía de lo cotidiano, ed. cit., p. 77.
18
Presentación
7
Del sentido de la vida, p. 30.
8
Cf. Ibíd. p. 33.
19
Hugo Hernán Rodríguez Vásquez
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La educación de lo cotidiano y su
metafísica
Jean Grondin
21
Jean Grondin
1
Véase mi contribución más adelante en este libro con el capítulo titulado “La
metafísica de la educación”.
22
La educación de lo cotidiano y su metafísica
2
Luis Eduardo Primero Rivas, “La pedagogía analógica de lo cotidiano antes
de la tragedia”, en A. Valleriani (coordinador), Emancipación y tragedia en la
filosofía de la educación, México, Plaza y Valdés editores, 2008, p. 64.
23
Jean Grondin
24
La educación de lo cotidiano y su metafísica
3
Ibid, p. 105.
25
Jean Grondin
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La educación de lo cotidiano y su metafísica
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Jean Grondin
4
Véase Henri-Irénée Marrou, Histoire de l’éducation dans l’Antiquité, 2
tomes, Paris, Seuil, 1948 (collection “Points”).
28
La educación de lo cotidiano y su metafísica
29
Jean Grondin
5
Vgl. Cicero, Tusculanae Disputationes, II. 10 : «Atque, ut in eodem simili
verser, ut ager quamvis fertilis sine cultura fructuosus esse non potest, sic
sine doctrina animus; ita est utraque res sine altera debilis. Cultura autem
animi philosophia est; haec extrahit vitia radicitus et praeparat animos ad
satus accipiendos eaque mandat eis et, ut ita dicam, serit, quae adulta fructus
uberrimos ferant. » Véase también H.-I. Marrou, Saint Augustin et la fin de la
culture antique, Paris, éditions De Boccard, 1937, 1983.
30
La educación de lo cotidiano y su metafísica
31
Jean Grondin
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La educación de lo cotidiano y su metafísica
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Jean Grondin
para Corea, donde estuve en julio del 2008: un sur que hace cin-
cuenta años salía de una guerra terrible de tres años y que era
unos de los países más pobres del mundo, pero que brinda hoy
la decimotercera economía mundial, sin ninguna comparación
posible con el paraíso marxista del norte, donde la gente muere
de hambre. Por quedar en la misma región, el ejemplo de China
tiene algo de elocuente. Hizo la transición tranquila del marxis-
mo de Estado a un sistema que es marxista en el nivel ideológico,
pero hipercapitalista en su funcionamiento. No quiero discutir
los detalles, ni de los problemas que resulten de esa nueva cons-
telación, pero el fracaso del marxismo de Estado como modelo
económico ha sido reconocido por los dirigentes mismos de este
país (que se llaman todavía marxistas, pero en un sentido retórico
que crea una “hipocresía ideológica”).
Eso será menos evidente en México, y lo compruebo cuando
tengo la suerte enorme de viajar a América Latina. Porque esto
no deja de sorprender a un occidental como yo, que cuenta con
la fortuna de interesarse en América del Sur [sic]: el atractivo
persistente es que ejercen todavía las consignas revolucionarias
y las figuras estelares del marxismo (empezando por el Che Gue-
vara, Fidel Castro, y sus herederos que no necesito nombrar). Se
entiende en seguida el motivo: el abismo entre ricos y pobres
es más escandaloso que en otros lugares, la injusticia y la co-
rrupción, más flagrantes y las crisis, por desgracia, resultan más
agudas. Los acentos han cambiado: mientras que en otro tiempo
la oposición era al capitalismo, se trata hoy en día de resistir a
la “globalización”, pero los frentes siguen siendo los mismos.
Escépticos frente a todo lo que viene del “primer mundo” ca-
pitalista (o “neoliberal”, como se dice hoy), sin dejar de verse
atraídos por éste —como lo muestra el número impresionante
de latinos viviendo en Norteamérica, y en mi propia ciudad; no
pocos latinoamericanos se reconocen en la visión revolucionaria
y utópica del marxismo. Eso lo respecto. Su realidad cotidiana
34
La educación de lo cotidiano y su metafísica
Éditions de la Table Ronde, 2005, p. 166: “Le monde n’est pas une marchandise,
cela va de soi, et personne à ma connaissance ne l’a jamais soutenu; mais les
produits, eux, le sont, et il faut bien les échanger d’un pays à l’autre pour
diffuser les idées, créer des emplois et nourrir les hommes. Que l’on parle
de mondialisation ou de globalisation, ce processus de fond se définit par la
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Jean Grondin
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La educación de lo cotidiano y su metafísica
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Jean Grondin
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La educación de lo cotidiano y su metafísica
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Cotidianidad y concreción
de la utopía
Pedagogía y liberación en el pensamiento de
Luis Eduardo Primero Rivas1
Anita Gramigna
L
a globalización a escala planetaria del actual sistema econó-
mico es la raíz de muchos males sociales, en primer lugar
aquellos inherentes a la emergencia de nuevas y dramáticas
formas de la educación. Tal vez el acontecimiento más evidente
de estos procesos tiene que ver con la tendencia mundial a la mer-
cantilización del sistema público de formación2, impuesto original-
mente en los EE.UU.3, con un modelo que posteriormente fue “ex-
portado” a las zonas de influencia estadoudinenses y, en particular,
1
Traducción de Jacob Buganza Torio, con la revisión de Luis Eduardo Primero Rivas.
2
N. Hirtt, I tre assi della mercificazione scolastica, in A. Surian, (a cura di),
Un’altra educazione è possibile, , Editori Riuniti, Roma 2002.
3
Cfr. P. Brown e H. Lauder, Education, Globalization and Economic Development,
in H. Lauder, P. Brown, A. S. Wels, Education, Culture, Economy and Society,
Oxford, Oxford University Press, 1997; J. Chubb, , E. T. Moe, Politics, Markets
and America’s Schools, Washington, The Brookings Institution, 1990.
41
Anita Gramigna
42
Cotidianidad y concreción de la utopía
43
Anita Gramigna
10
Cfr. Emergencia de la pedagogía de lo cotidiano, co-edición AC Editores - Pri-
mero Editores (Col. Construcción humana), Cali-Colombia, México, 1999, ps. 40-
41. http://www.todoebook.com/result-busq-editor.asp?cod_editor=EDIT002190)
44
Cotidianidad y concreción de la utopía
11
Se trata de procesos formativos que definimos como complejos en cuanto están
caracterizados por determinismos causales y después por amplios márgenes de
incertidumbre.
45
Anita Gramigna
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Cotidianidad y concreción de la utopía
12
F. De Bartolomeis, La ricerca come antipedagogia, Feltrinelli, Milano 1969, p. 7.
13
Ídem, p. 8.
47
Anita Gramigna
14
P. Freire, La pedagogia degli oppressi, Mondadori, Milano, 1972, p. 105.
15
Utilizamos la traducción de Wenceslao Roces en el Apéndice a La ideología
alemana, Ed. Pueblos Unidos, Montevideo, 1958, p. 635.
16
Referimos largos años de experiencia profesional en América latina y, parti-
cularmente de trabajo con universidades mexicanas (a partir de la UNAM, en
el Distrito Federal, hemos trabajado y colaborado fructíferamente con profeso-
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Cotidianidad y concreción de la utopía
49
Pedagogía analógica de lo cotidiano,
metafísica y política. Respuestas a J.
Grondin y A. Gramigna
Mauricio Beuchot
Introducción
E
n este trabajo me propongo dar respuesta a algunos cuestio-
namientos que se han hecho a la pedagogía analógica de lo
cotidiano que promovemos Luis Eduardo Primero Rivas y
yo. Sobre todo porque dicha propuesta pedagógica se basa en la mía
de una hermenéutica analógica. Los cuestionamientos han surgido
de Jean Grondin, eminente filósofo hermeneuta, y Anita Gramigna,
que viene del ángulo de la pedagogía. Estos cuestionamientos pue-
den ayudar a conferir solidez tanto al edificio sistemático como
a las aplicaciones de la hermenéutica analógica, uno de cuyos
casos es la pedagogía analógica de lo cotidiano. Por eso aprove-
charemos esta ocasión para pulir más los conceptos.
Los diálogos, aun los debates, son enriquecedores. De ahí que
el ánimo, aquí, sea el de enriquecerse a partir de los cuestiona-
mientos y objeciones que se hagan a la pedagogía de lo cotidia-
no. Está en el ánimo de la hermenéutica analógica el dar un lugar
51
Mauricio Beuchot
Respuestas a Grondin
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Pedagogía analógica de lo cotidiano, metafísica y política
3
El mismo, Introduction à la métaphysique, Montréal: Les Presses de
l’Université de Montréal, 2004, pp. 363-364.
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Mauricio Beuchot
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Pedagogía analógica de lo cotidiano, metafísica y política
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Mauricio Beuchot
Respuestas a Gramigna
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Pedagogía analógica de lo cotidiano, metafísica y política
5
L. E. Primero, “Avances de la pedagogía analógica de lo cotidiano: más allá
de las condiciones psicológicas”, en el mismo (coord.), Hermeneutizar la
educación, México: UPN, 2007, pp. 111-124.
57
Mauricio Beuchot
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Pedagogía analógica de lo cotidiano, metafísica y política
7
El mismo, “La pedagogía analógica de lo cotidiano antes de la tragedia”, en
A. Valleriani (coord.), Emancipación y tragedia en filosofía de la educación.
(En torno a la pedagogía analógica de lo cotidiano), México: UPN – Plaza y
Valdés, 2008, pp. 53-124.
8
El mismo, “La importancia histórica de la etnografía para la hermenéutica
educativa: la experiencia mexicana”, en el mismo (coord.), La hermenéutica
educativa de la salud mental, México: UPN, 2008, pp. 9-41.
59
Mauricio Beuchot
Conclusión
60
Pedagogía analógica de lo cotidiano, metafísica y política
61
Jean Grondin y la pedagogía
de lo cotidiano
Luis Eduardo Primero Rivas
L
a estructura u organización expositiva de este libro permite
iniciar este capítulo de respuesta a las observaciones y pre-
guntas formuladas por Jean Grondin, teniendo su perfil pro-
fesional y sabiendo que sin duda es un filósofo mundial, enten-
diendo por tal aquel que es leído en los diversos continentes dado
el impacto de su obra en la filosofía o alguno de sus campos.
Más allá de ahondar personalmente en la ubicación de Gron-
din en la dinámica de la filosofía mundial1, es relevante conside-
rarlo como filósofo y situarnos en sus observaciones y preguntas
formuladas en torno a la pedagogía de lo cotidiano; apreciando
que independientemente de su cortesía, prudencia, disposición al
diálogo y su apertura al saber2, que lo lleva a plantear a la educa-
ción como salida de la ignorancia —en un matiz que suscribimos
completamente luego de re-contextuarlo—, es un típico filósofo
occidental y eurocéntrico que entiende, comprende y valora (o
toma posición) sobre la realidad desde lo que es —situación por
1
Para eso este libro inicia con la presentación de Hugo Rodríguez Vásquez.
2
Situación que lo plantea como un auténtico filósofo: ama la sabiduría.
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Luis Eduardo Primero Rivas
Una limitación
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Jean Grondin y la pedagogía de lo cotidiano
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Luis Eduardo Primero Rivas
Reconocer la comunicación
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Luis Eduardo Primero Rivas
Entender diferencialmente
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Jean Grondin y la pedagogía de lo cotidiano
Volver a la sustanciación
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Luis Eduardo Primero Rivas
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Jean Grondin y la pedagogía de lo cotidiano
71
Luis Eduardo Primero Rivas
5
Me he referido a esta característica del Estado contemporáneo en los textos
“La pedagogía analógica de lo cotidiano y las educaciones para-escolares en
la formación de la ciudadanía”, capítulo en el libro X Jornadas pedagógicas
de otoño – Memoria, UPN Editor (Col. Archivos # 18), México, 2007 [enero],
Tomo II, ps. 9-23 (ISBN 970-702-218-3); y La hermenéutica analógica:
desarrollos y horizontes; co-edición Primero Editores-Verbum Mentis (Col.
Construcción Filosófica), México DF.-Córdoba, Ver., 2007 “Epílogo: Pensar y
publicar en tiempos de la sociedad post-legal” (ps. 106-115).
72
Jean Grondin y la pedagogía de lo cotidiano
6
Y quizá deberíamos agregar “filosófica” en tanto hay actualmente sectas
religiosas o para-religiosas que plantean a la “metafísica” como una nueva
forma de recurso “divino”, mágico, salvador, o algo similar, pero en todo caso
crean una nueva fetichización de la época actual.
73
Luis Eduardo Primero Rivas
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Jean Grondin y la pedagogía de lo cotidiano
75
Luis Eduardo Primero Rivas
que el del siglo X de nuestra era. O para ser más ilustrativos: los
esquimales del siglo XVIII —evidentemente pre-occidentales—,
que los actuales esquimales, occidentalizados de muchas formas.
Las gramáticas subjetivas de unos y otros cambian según
lugares e historias, y por ejemplo, el control de sus pulsiones
también hay que historiarlo, pues ahí del mismo modo hay una
diferencia.
La relevancia de lo cotidiano
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Jean Grondin y la pedagogía de lo cotidiano
77
Luis Eduardo Primero Rivas
La definición de la persona
78
Jean Grondin y la pedagogía de lo cotidiano
79
Luis Eduardo Primero Rivas
7
Véase al respecto “La tercera pulsión de la naturaleza humana – hermenéutica
de la condición humana”, registro en el INDAUTOR # 03-2007-052310002600-
1 del 08/05/2007, de mayo 8 del 2007.
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Jean Grondin y la pedagogía de lo cotidiano
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Luis Eduardo Primero Rivas
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Jean Grondin y la pedagogía de lo cotidiano
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Luis Eduardo Primero Rivas
8
Véase una presentación de este término en el Anexo 2, referido a “La
pedagogía para la revolución desde los parámetros de la pedagogía analógica
de lo cotidiano”.
84
Jean Grondin y la pedagogía de lo cotidiano
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Luis Eduardo Primero Rivas
Educación y política
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Jean Grondin y la pedagogía de lo cotidiano
9
Véase en especial la historia del marxismo, coordinada por Hobsbawn, E.
J., Historia del marxismo, 8 tomos, Ed. Bruguera (Col. Pensadores y temas de
hoy), Barcelona, desde el año de 1979.
87
Luis Eduardo Primero Rivas
10
Cfr. Contribución a la crítica de la razón ética I – El pensamiento ético
en el joven Marx, Primero Editores (Colección Construcción Filosófica),
México, 2002, 241 ps. (ISBN 970-92466-9-6); y Contribución a la crítica de
la razón ética II – El pensamiento ético en Marx, Primero Editores (Colección
Construcción Filosófica), México, 2003, 190 ps. (ISBN 968-5554-07-2).
88
Jean Grondin y la pedagogía de lo cotidiano
89
Anita Gramigna, entre la utopía y la
complejidad
Luis Eduardo Primero Rivas
E
l comentario que realiza Anita Gramigna en torno a la peda-
gogía de lo cotidiano se ubica en las antípodas de los razona-
mientos, impulsos y sugerencias de Jean Grondin, y esto se
debe a que es pedagoga, se ha interesado por la llamada pedagogía
social, está cerca del pensamiento postcolonial —o se ubica en él,
al menos en alguna de sus líneas—, y se inspira en una filosofía
que reconoce entre sus impulsos a la utopía y la complejidad
como referentes para pensar el mundo.
La utopía convoca un horizonte deontológico que surge en su
intención, su crítica y su referencia a la ética, y la complejidad
aparece en formulaciones directas en el capítulo ahora comenta-
do, y en diversas partes de su obra, que recuperan la filosofía de
Gregory Bateson, y sus desarrollos asociados. Juntas perfilan la
filosofía que inspira su reflexión, diametralmente opuesta a la del
filósofo canadiense.
Esta hermenéutica inicial del capítulo de Anita Gramigna me
lleva a la primera tesis que deseo aprovechar de su contribución,
la cual nos puede colocar en un camino —o un horizonte reflexi-
vo— de gran producción, e incluso de polémica, pues recupera
91
Luis Eduardo Primero Rivas
una tesis del joven Marx, cuando a los diez y ocho años escribió
que “sin filosofía no era posible penetrar en los problemas”1.
La necesidad de la filosofía
1
Cfr. la carta a su padre del 10 de noviembre de 1837, citada en la traducción de
W. Roces en la edición de los Escritos de Juventud, FCE, México, 1982, p. 9.
92
Anita Gramigna, entre la utopía y la complejidad
La inserción de la Escuela
La formación de la persona
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Luis Eduardo Primero Rivas
2
Véase un uso de estas referencias en el capítulo “Los predominios contextuales
en la hermenéutica de la naturaleza humana”, en el libro Expresiones y
experiencias de la hermenéutica educativa, escrito por Ana Ornelas, y que a la
fecha se encuentra en proceso de edición.
94
Anita Gramigna, entre la utopía y la complejidad
jetividad, que aquí vinculamos tanto a las energías vitales que nos
mantienen activos, como a aquellas simbólicas que nos permiten
darle sentido a las cosas, las prácticas e incluso, a los procesos in-
ternos de nuestra personalidad.
Recordamos los casos de niñas y niños criados por animales, a
los cuales podemos sumar muchos otros de crianzas atípicas, para
recordar que estas niñas y niños jamás pudieron integrarse a un
entorno humano, en tanto carecieron de las apropiaciones que los
convirtieran en seres humanos, y sus casos concretos permiten re-
saltar los procesos de humanización y las prácticas educativas de
los cuales emergen dichos desarrollos.
Dicho de otro modo: la humanidad se construye y esta elabora-
ción es histórica, colectiva, pragmática, concreta y cotidiana, y se
efectúa a través de prácticas educativas que conforman personali-
dades, estructuras u organizaciones de energías simbólicas que nos
permiten ser en sociedad, al definirnos como seres sociales, y nos
alejan lo más que se pueda de nuestra naturaleza primitiva y las
determinaciones más inmediatas que nos limitan, haciéndonos con
dicha distancia seres culturales, humanos, seres diferenciados.
En este sentido podemos repetir que la educación es una ontolo-
gía —pues crea las energías simbólicas que al objetivarse producen
al mundo, la parte más significativa de la realidad—, y aprovechar
esta formulación para especificar que el mundo creado expresa la
condición humana con sus características concretas; y por tanto,
con sus múltiples analogías entre el bien y el mal, las cuales esta-
blecen los claroscuros de la vida.
95
Luis Eduardo Primero Rivas
Recuperar la ética
96
Anita Gramigna, entre la utopía y la complejidad
97
Luis Eduardo Primero Rivas
3
Denomino idología a las energías simbólicas idólicas que estructuradas u
organizadas en articulaciones de fetiches ocultan la realidad, manteniendo a
sus sujetos (sus apresados) enajenados y fetichizados, y pragmáticamente
sujetados a algún poder, desfavorable a su libertad. Ejemplos paradigmáticos de
idologías son el respeto a la propiedad privada, a través de la forma del Estado;
o las religiones institucionales, siempre al servicio de un poder particular. Este
término busca diferenciarse de ideología, esto es, el sistema general de ideas
de un colectivo humano, siempre existente pues es análogo al conocimiento
cotidiano, el saber para ejercer la vida correlativa.
4
La tesis de la “ignorancia construida” ha sido formulada por Ana Ornelas, y
al respecto puede verse su libro Comunicación, doble vínculo y educación en
la sociedad contemporánea, co-edición Plaza y Valdés-UPN México, 2007, ps.
187-212.
98
Anita Gramigna, entre la utopía y la complejidad
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Anita Gramigna, entre la utopía y la complejidad
Matizar el Apocalipsis
101
Luis Eduardo Primero Rivas
La propuesta
6
Tenemos especialmente en mente las tesis de Carol Gilligan (cfr. La
moral y la teoría psicológica del desarrollo femenino, FCE -Col. Popular
326-, México, 1985 [Primera edición española] [1982: Harvard University
Press]), las bosquejadas por la misma Anita Gramigna (Cfr. Estetica Della
formazione, Ed. Unicopli [Collana Leggerescrivere 20], Milano, ps. 155-
163; los apartados “Promesse di felicità” y “Dall’estetica all’etica”), y en el
trasfondo de todo Foucault, con las precisiones formuladas por Pierre Hadot,
según la presentación realizada por Dinko Alfredo Trujillo Gutiérrez, en el
capítulo “Replanteamiento pedagógico desde un abordaje hermenéutico de
102
Anita Gramigna, entre la utopía y la complejidad
103
Luis Eduardo Primero Rivas
Evidentemente
104
Anita Gramigna, entre la utopía y la complejidad
De nuevo la ética
En este punto
105
Luis Eduardo Primero Rivas
Lo nuevo
De estos razonamientos es ofrecer el concepto de energía simbó-
lica para nombrar a la potencia con la cual significamos y damos
sentido a los objetos, relaciones y prácticas de la objetividad —y
de nuestra subjetividad—, término y concepto que puede ser útil
para identificar a la energía dicha, la cual nos hace propiamente
humanos8.
106
Anita Gramigna, entre la utopía y la complejidad
No obstante
107
Luis Eduardo Primero Rivas
10
Cfr. “Avances de la pedagogía analógica de lo cotidiano: más allá de las
condiciones psicológicas”, en el libro Hermeneutizar la educación – Memoria
del Simposio Internacional Hermenéutica, educación y cultura escolar, UPN
Editor (Col. Archivos # 19), México, octubre del 2007 (ISBN 978-970-702-
225-6), ps. 111-124.
108
La metafísica de la educación1·
Jean Grondin
A
gradezco las palabras de presentación y la invitación a
impartir esta conferencia, que me brinda una ocasión es-
pecial y estimula a reflexionar sobre la educación pues
es algo que nunca hice directamente en mis escritos. Ha sido tal
vez un presupuesto aludido en algunos textos, pues desde hace
mucho tiempo tengo ideas generales sobre el tema educativo.
Más importante aún, poseo una experiencia de “educador” cómo
todos nosotros, ya que vivo y trabajo en instituciones de educa-
ción desde siempre, casi cincuenta años (¡lo que implica muchas
limitaciones!). Además, me pregunto desde hace mucho tiem-
po ¿por qué educamos? ¿para qué sirve la educación? ¿En qué
consiste? Todas esas preguntas, vitales para mi, son un estímulo
intelectual, que me lleva abordar un tema poco tratado por mí, e
inédito en mi reflexión, pero que es un desafío, una ocasión para
abordarlo con la colaboración de ustedes y con sus preguntas,
criticas y aportaciones.
1
Publicamos el texto de la conferencia dada por Jean Grondin en la Universidad
Pedagógica Nacional de México, el día 24 de octubre del 2008, un día después
de su participación en el Coloquio Internacional que produce este libro.
109
Jean Grondin
2
Acepto la traducción-sugerencia que hace el profesor Primero Rivas cuando
propone “genericidad” en lugar de “generalidad”, en tanto, efectivamente, la
metafísica busca géneros.
110
La metafísica de la educación
3
El descubrimiento del Espíritu – Estudios sobre la génesis del pensamiento
europeo en los griegos, Ed. Acantilado, Barcelona, 2000 (2ª Edi). Nota del
Editor.
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Jean Grondin
112
La metafísica de la educación
El sentido de la educación
113
Jean Grondin
114
La metafísica de la educación
visto la luz; el sabio es alguien que ha visto las ideas y eso puede
liberar a los demás. Así, el “educador” en esta metafísica, es un
liberador que debe volver a la caverna para redimir a la gente. Eso
es muy importante, porque los liberadores en todos los campos
imaginables siempre quieren liberar desde un saber más amplio.
Aquí encontramos a la educación fundada sobre una filosofía, don-
de hay una aplicación metafísica, que es la tarea de la filosofía de
liberarnos, e-ducarnos.
Y filosofía quiere decir, en nuestra tradición, saber reflexivo,
saber superior, al cual el hombre puede aspirar y que implica para
nosotros una cierta liberación de nuestra condición, y es una ma-
nera de redimirnos de nuestra condición material.
115
Jean Grondin
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La metafísica de la educación
El sentido de la cultura
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Jean Grondin
4 ¨
Henri Irénée Marrou (1904-1977) Nota del Editor.
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La metafísica de la educación
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Jean Grondin
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La metafísica de la educación
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Jean Grondin
122
La metafísica de la educación
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Anexo 1
El concepto de vida cotidiana en Lukács y
Ágnes Heller1
Índice
Presentación.
1. Introducción.
2. El concepto de vida cotidiana.
3. Conclusiones: vida cotidiana y política.
Presentación
E
l orden presentado en el “Índice” comunica una investi-
gación realizada para precisar el concepto de vida coti-
diana tal y como aparece en las obras de Georges Lukács
125
Luis Eduardo Primero Rivas
2
En igual carta, fechada en Melbourne, Australia el día indicado.
3
Esta es otra nota en la re-edición del presente ensayo, y particularmente
resalta la caracterización dicha de la autora húngara, tal como la presenté en el
libro ¿Cuál Ágnes Heller? Introducción a la obra de la filósofa húngara, AC
Editores (Colección Construcción Filosófica), Cali (Colombia)- México, 2000,
182 ps.; donde ofrezco una clasificación de la obra de A. Heller, para recuperar
su período “marxista”, el mejor de su obra, diferente del último, de una Ágnes
Heller, post-moderna, que dejó de interesarme desde el año 2000, cuando la
traje a México por última vez.
126
Anexo 1: El concepto de vida cotidiana en Lukács y Ágnes Heller
1. Introducción.
127
Luis Eduardo Primero Rivas
128
Anexo 1: El concepto de vida cotidiana en Lukács y Ágnes Heller
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Luis Eduardo Primero Rivas
La definición ontológica
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Anexo 1: El concepto de vida cotidiana en Lukács y Ágnes Heller
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Cfr. Estética 1, ed. cit., V. 1, p. 11. Las referencias a esta obra las haré en un
paréntesis al interior del texto.
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Anexo 1: El concepto de vida cotidiana en Lukács y Ágnes Heller
La definición económica
Definición antropológica
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Límites éticos
Manifestación de la historia
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Véase sobre el concepto de “hombre entero” en la Estética 1, las ps. 43, 73,
74 y 79 del Volumen l; en el 2 las ps. 318-350 el apartado “El medio homogéneo,
el hombre entero y el hombre enteramente”; en el 4 la p. 484.
Véase sobre esta idea en el Volumen l de la Estética l, las ps. 11, 12, 19 y 69.
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Estética 1, ed. cit., V. I, p. 77.
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Véase estos tres libros en las ediciones siguientes: Historia y vida cotidiana,
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Anexo 1: El concepto de vida cotidiana en Lukács y Ágnes Heller
2. Organización y diversidad
Ed. Grijalbo (Col. Nuevo norte # 6), Barcelona, 1972; Sociología de la vida
cotidiana, Ed. Península (Col. Historia, ciencia y sociedad # 144, Barcelona,
1977; La revolución de la vida cotidiana, Ed. Materiales, Barcelona, 1979.
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Lukács ha dedicado el Volumen 2 de la Estética 1 a la “mimesis”.
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Sociología..., ed. cit., p. 7.
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9. El “hombre entero”
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Véase al respecto la Estética 1, V. 2, p. 328.
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2. “Estructura” concreta
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Véase por ejemplo en Sociología… las ps. 93, 271, 303 y 310.
20
Véase por ejemplo, ps: 19-26, 30, 37, 65, 96, 111, 213, 378 y 410. Las
referencias siguientes a este libro se harán en un paréntesis al interior del texto.
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Anexo 1: El concepto de vida cotidiana en Lukács y Ágnes Heller
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3. “Espejo de la historia”
4. “Fermento de la historia”
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Anexo 1: El concepto de vida cotidiana en Lukács y Ágnes Heller
7. La escuela de la vida
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Véase la edición citada de Historia y vida cotidiana en la p. 161; en el mismo
sentido consúltese la ed. cit. de La revolución de la vida cotidiana, ps. 202 y
208.
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8. Salir de la homogenización
9. “conciencia de la genericidad”
Esta aseveración significa que ser consciente de ser parte del gé-
nero (reconocemos en el otro a un miembro de la misma especie,
y esto es ineludible para vivir bien la vida) es una característica
fundamental de la humanidad, pero que esto no significa que por
ello estemos desenajenados y que, en consecuencia, tengamos
una relación consciente con el género.
Por estas razones Ágnes Heller puede escribir: “Por consi-
guiente, tal conciencia pertenece necesariamente a la vida coti-
diana, mientras que la relación consciente puede incluso no apa-
recer en ella” (p. 32).
Véase las ps: 25, 70, 115-118, 131-132, 146, 157, 159, 221 y 236.
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12 Conflictos e historia
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Prescindo de tratar la presentación del estudio del concepto de vida cotidiana
en el libro La revolución de la vida cotidiana (1979) ya que en él no hay
ninguna aportación que enriquezca lo que hasta aquí se ha estudiado, y À.
Heller simplemente se concreta a usar los argumentos acuñados.
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Anexo 2
La pedagogía para la
revolución desde los parámetros de
la pedagogía analógica de lo cotidiano
Presentación
E
n mi vida —y deseo que en la de muchas personas que
hayan podido encontrar algunas claves para vivir lo mejor
posible— el dicho popular que afirma no hay mal que por
bien no venga, ha sido una verdad contundente.
Esta circunstancia personal puede ser narrada en este espa-
cio para ubicar este “Anexo 2” en tanto lo sitúa muy bien. El
texto ofrecido enseguida se contextúa en un libro como este y
especialmente como continuación del anterior Anexo, concluido
con la crítica que inspiró el socialismo realmente existente a la
Escuela de Budapest, impugnación que generó la diáspora de sus
miembros jóvenes y llevó a Ágnes Heller a su exilio en Mel-
bourne, Australia, desde el cual por varios años intercambiamos
una correspondencia. Exilio continuado en Nueva York. Hoy la
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Referencias cotidianas
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Anexo 2: La pedagogía para la revolución desde los parámetros
La filosofía marxiana
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Año de 1846, cuando el tenía 26 años, vivía en Bruselas y hacía un profundo
examen de conciencia de su actividad y reunido con su amigo Federico Engels
trabajaba sobre la “ideología alemana”.
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Anexo 2: La pedagogía para la revolución desde los parámetros
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“Asociades” es el término usado y no un error digital, ortográfico o sintáctico.
En el contexto histórico donde escribimos —la teoría y filosofía de la historia
marxiana—, y el reconocimiento de la historicidad presente, que debe recuperar
el significado histórico del feminismo, debemos de modificar hasta el lenguaje
para crear uno que recupere a hombres y mujeres, sus mezclas actuales, y con
desarrollos que dejen atrás el barbarismo (o empobrecimiento), de escribir con
el signo de @, hoy distintivo de la comunicación electrónica, en expresiones
como trabajod@s, profesor@s u otras semejantes. En esta propuesta avanzamos
la fórmula de “asociades”, en vez de asociad@s; elles en ves de ellos y ellas,
o peor “ell@s”. Es un intento post-convencionalista y una propuesta, que se
definirá en la praxis, donde todo se concreta.
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Anexo 2: La pedagogía para la revolución desde los parámetros
3
Véase, sobre todo, la magnífica Historia del marxismo, coordinada por E. J
Hobsbawn, en 8 tomos, publicados por Ed. Bruguera (Col. Pensadores y temas
de hoy), en Barcelona, desde el año de 1979. Especialmente los tomos I y II.
4
Véase los dos libros publicados de la serie Contribución a la crítica de la
razón ética: El pensamiento ético en el joven Marx, Primero Editores (Colección
Construcción Filosófica), México, 2002, 241 ps. (ISBN 970-92466-9-6) y
El pensamiento ético en Marx, Primero Editores (Colección Construcción
Filosófica), México, 2003, 190 ps. (ISBN 968-5554-07-2).
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Anexo 2: La pedagogía para la revolución desde los parámetros
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Tengamos muy presente que, desde el surgimiento de la burguesía desde el
siglo XI, hasta el triunfo de su gran revolución política, 1789, ¡¡¡pasan ocho
siglos!!!
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Grupo Editorial Random House Mondatori, México, 2006.
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Y lo que es peor
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La cadena de olvidos
Que han entorpecido las luchas de los marxistas, junto con sus
desconocimientos radicales y extremos, nos tienen en la pobreza
revolucionaria que podemos registrar actualmente en el mundo,
7
Ana Ornelas Huitrón es profesora en la Universidad Pedagógica Nacional
de México, y ha planteado la tesis dicha en el ensayo “La tercera pulsión de
la naturaleza humana – hermenéutica de la condición humana”, registro en el
INDAUTOR # 03-2007-052310002600-1 del 08/05/2007, de mayo 8 del 2007.
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Contra Lenin
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No obstante, en la actualidad
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Me enteré, por ejemplo, que era profesor en una universidad pública de
reciente creación donde se programó realizar el evento mencionado, y que “no
creía que Marx fuera filósofo” (sic).
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La pobreza pedagógica
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Véase la comunicación “La cosmovisión ecológica en la filosofía
contemporánea: una lectura desde la pedagogía de lo cotidiano”, el texto puede
encontrarse en http://www.primero-blog.blogspot.com/
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Bibliografía citada
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Epílogo
Jean Grondin
U
n epilogo es un discurso (logos) que viene “después”
(epi). Escribirlo, como tal, no puede ser tarea de uno de
los participantes en el libro para hacer un balance. Sería
como escribir su propia necrología. Y para esta no hay ninguna
prisa.
Siempre pensé que escribir —o reflexionar— el epilogo es
la función del lector. Un ser humano no puede leer sin pensar
por si mismo. Solo los computadores leen haciendo un “copiar-
pegar” lo transmitido. Y leer quiere decir en su sentido más
fuerte recolectar, cosechar, y así elegir lo que merece la pena
ser conservado y también transformado. Forzando un poquito el
sentido de la palabra —y pensar tiene algo que ver con forzar
las palabras— esa tarea es lo que significa “aprender”, eso es
prender algo —o no— “de” lo que ha sido propuesto. Nunca
se puede prender todo. Lo que se aprende, como se dice en mi
idioma, es “à prendre ou à laisser”, qué prender o qué dejar.
Hay otra cosa que me encanta en el misterio del aprender: en
francés —y solo en francés, creo— se usa la palabra “apprendre”
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para expresar el aprendizaje — del alumno (finalmente todos
siempre lo somos) — y la enseñanza del “maestro”. El castellano
ubica el aprender en la persona que quiere educarse, y es así
perfectamente correcto en su gramática. Pero, en francés uno
puede aprender (= enseñar) algo “a alguien”. No hay aprendizaje
o aprender sin una transformación de los que enseñan o que
pretenden hacerlo. Como decía Heidegger, en la enseñanza el
que enseña es quien aprende más.
El aprendizaje surgido de este libro ha sido tanto más rico
—seguramente para mi— pues se ha tratado de un dialogo
mundializado, con representantes de México (¡muy apasionantes!),
Europa y América del Norte (Canadá en mi caso, el país —se
dice— que siempre se olvida; lo que no es una catástrofe). Esos
diálogos hoy día son normales, pues los desafíos del mundo y de
la educación a esos desafíos son comunes. Pero estos diálogos
fueron para una gran parte de la modernidad sólo una esperanza,
como cuando se creó un idioma como el esperanto e instituciones
como la ONU, la UNESCO y tantas otras, y se organizaban
conferencias internacionales con la esperanza de hacer posible el
diálogo entre culturas. Hace muy poco, los alemanes no discutían
mucho con los franceses o ingleses, y los americanos del norte
muy poco con los del sur. Hoy día este diálogo se ha vuelto una
evidencia. Tareas y obstáculos quedan, por supuesto —si no, no
habría necesidad de discutir— y saludo con mucha ilusión esta
revolución tranquila.
Pero ahora me callo. La esperanza, la “metafísica” y tal vez la
utopía de la educación es formar lectores que escriban epílogos
por si mismos. Entonces la última frase de un epílogo sólo puede
ser: ¿qué piensa el lector?
Metafísica y utopía en educación
En torno a la pedagogía de lo cotidiano
se termino de imprimir en marzo de 2010.
Tiraje: mil ejemplares