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VARIEDAD LINGÜÍSTICA EN EL PERÚ

Vale la pena incluir en este blog, dedicado a la discusión de los distintos fenómenos que experimenta nuestra
lengua española, ciertos espacios para la exposición de información y opiniones, con respecto a la situación
lingüística general de nuestro país. Un primer dato que debe quedarnos claro, es que el artículo 48 de la
Constitución Política del Perú indica que, “son idiomas oficiales el castellano y, en las zonas donde predominen,
también lo son el quechua, el aimara y las demás lenguas aborígenes, según la ley”.
La realidad lingüística peruana es muy amplia, a lo largo de nuestro territorio nacional existen 47 lenguas
originarias, y son 37 las lenguas que han quedado extintas durante la época republicana. Es la región de Loreto,
en la que destaca con mayor número de lenguas nativas habladas, 27; y según el censo nacional del 2007, son
4 045 713 el número total de peruanas y peruanos que hablan al menos una lengua indígena, tanto en las
comunidades nativas y campesinas, como en las capitales de las grandes regiones (Descripción del contenido
del Proyecto de Reglamento de la Ley N° 29735, ley que regula el uso, preservación, desarrollo, recuperación,
fomento y difusión de las Lenguas Indígenas u Originarias del Perú).
Entre las principales lenguas, según el número de hablantes, se encuentran el quechua, aimara, ashaninka,
awajún y shipido (Suxo Yapuchura, 2015). Existen unas 10 lenguas que tienen entre 20 y 200 hablantes, otras
que son habladas por unas 1500 personas; el asháninka es la más numerosa en la selva, con 400 000
hablantes en total. Por otro lado, existe una lengua, el taushiro, cuyo único hablante se encuentra en la región
Loreto, cerca del río Tigre; después de una epidemia de hepatitis B, esta persona se ha quedado sola, y ahora
ya no tiene con quien conversar en su idioma originario. Como podemos darnos cuenta, la sobrevivencia de
esta lengua se encuentra en evidente peligro, después de la muerte de su único hablante, definitivamente, se
convertirá en una más de las lenguas extintas de nuestra Amazonía (Perú va al rescate de sus lenguas
originarias, El Comercio, 23 de junio de 2015).
El año pasado fueron oficializados, por el Ministerio de Educación (Minedu), 24 alfabetos de lengua originarias,
la mayoría de la Amazonía, de esta manera, ya son 26 los alfabetos oficiales de lenguas nativas, incluidos los
de las lenguas quechua y aimara. Dichos alfabetos corresponden a las siguientes lenguas: harakbut, ese eja,
yine, kakataibo, matsigenka, jaqaru, nomatsigenga, yanesha, cashinahua, wampis, secoya, sharanahua, murui-
muinani, kandozi-chapra, kakinte, matsés, ikitu, shiwilu, madija y kukama kukamiria. Además de las lenguas
asháninka, awajún, shawi y shipibo-konibo, las cuales ya contaban con alfabetos no oficiales, elaborados por
lingüistas e investigadores (ibid.).
Vale la pena destacar acciones como las realizadas por el Minedu planteadas en función de una mejora en la
política lingüística de nuestro país. Un ejemplo claro es la implementación de la ley N° 29735 (promulgada el 5
de julio de 2011), a la que ya se ha hecho referencia antes, pero cuya reglamentación todavía sigue pendiente.
La importancia de esta norma es vital para la implementación de derechos lingüísticos y disposiciones de ley, a
{
favor de todas las comunidades lingüísticas nativas que se encuentran distribuidas a lo largo de las tres
regiones del Perú.

No obstante, en paralelo con las normas legales y la realidad plurilingüe peruana, observamos dos
acontecimientos contrapuestos; por un lado, un grupo importante de niñas y niños que no hablan más la lengua
nativa de sus padres, y por otro, la aplicación de políticas de Educación Intercultural Bilingüe, desde el
Ministerio de Educación, en concordancia, justamente, con la ley 29735 (Suxo Yapuchura, 2015). Esto
acompañado de un contexto social que nos indica, que en los últimos 20 años la desaparición de muchas
lenguas se ha acelerado, especialmente por el aglutinante ingreso de las nuevas tecnologías.
Como consecuencia de lo expuesto anteriormente, podríamos proponer que la idea fundamental, finalmente, es
tener en claro que la presentación de leyes y reglamentos, no tendrán ningún sentido, si su aplicación no se
convierte en una realidad. Las acciones que se tomen en cuenta, deben llevarse a cabo desde y con los
hablantes de estas lenguas, y la educación, sin lugar a duda, es el punto de partida para conseguir una eficiente
puesta en marcha de dichas políticas lingüísticas. Además, se debe tener en cuenta, que la extinción lingüística,
no es la única consecuencia de esta situación; la desaparición de una lengua conlleva la extinción de la cultura,
los valores, las prácticas y los conocimientos de los pueblos involucrados (Suxo Yapuchura, 2015).
El Día de las Lenguas Originarias, 27 de mayo, celebrado el pasado viernes, debe significar una ocasión para
reflexionar sobre este asunto, que no debe mantenernos indiferentes a una realidad que es parte de nuestra
cultura, de la cual decimos sentirnos muy orgullosos. Pero, al fin y al cabo, cada uno es libre de plantear un
juicio con respecto a esta problemática: ¿Es realmente importante la valoración y conservación de nuestras
lenguas originarias?
Regina Rosas Yamunaqu
Gastronomía peruana, una cocina llena de futuro por su despensa y su
tinte regional

Reconocidos chef peruanos que desarrollan su trabajo dentro y fuera del país, como Gastón Acurio,
Misuharu Tsumura o Víctor Gutiérrez y que esta semana han marcado la presencia de su país en la cumbre
gastronómica Madrid Fusión, sostienen que la cocina peruana seguirá sorprendiendo.
La cocina peruana está viviendo un momento dulce de gran reconocimiento internacional, una gastronomía
llena de futuro que seguirá sorprendiendo porque aún tiene muchas cosas nuevas que ofrecer tanto en
productos como en cocina regional.
Esa es la opinión de reconocidos chef peruanos que desarrollan su trabajo dentro y fuera del país, como
Gastón Acurio, Misuharu Tsumura o Víctor Gutiérrez y que esta semana han marcado la presencia de Perú
en la cumbre gastronómica Madrid Fusión, donde hablaron con Efe.
Acurio, abanderado de la gastronomía de su país, señaló que detrás de la cocina peruana hay una cultura
de "miles de años de historia, hay biodiversidad, medioambiente, temas históricos, sociales, económicos,
hay un sentimiento profundo de todo un país que encuentra en la cocina una ventana para lucirse ante el
mundo".
La cocina peruana ha sido "un tesoro escondido por mucho tiempo no solamente porque el mundo no
estaba conectado como lo está ahora, sino también porque los peruanos no creíamos que nuestra cocina
podía seducir y encariñar a cualquier persona".
Sin embargo, lo ha hecho y ahora goza de un gran prestigio internacional, aunque es un "fenómeno que
recién está empezando", en opinión de Misuharu Tsumura, que cocina nikkei en su restaurante Maido de
Lima.
La cocina peruana tiene "un activo muy, muy grande, que nos ayuda mucho a los cocineros y que es la
megadiversidad" que ofrece el país.

"Una despensa que ha estado sin ser utilizada", pues si se compara la cocina peruana con la de hace siete
años ahora se emplean un 50% más de productos como el cushuro, la maca, la oca, el olluco o las frutas
amazónicas.
La Amazonía "aún tiene mucho por descubrir, cada día descubrimos un producto nuevo por usar, aunque
obviamente tiene que ir de la mano de la sostenibilidad".
El chef Víctor Gutiérrez, asentado en Salamanca (España) donde el restaurante que lleva su nombre luce
desde hace diez años una estrella Michelín, también rompió una lanza en favor de "la infinidad de productos
peruanos" que se pueden adaptar a todas las cocinas.
"Hay que buscar vender el producto (peruano) en todo el mundo". Fuera de Perú nadie conoce la lúcuma,
"un producto que en el país todos saben lo rico que está (...) pues a lo mejor eso es un reto, es una línea
que se puede seguir para fomentar y ayudar al país a crecer".
Gutiérrez insistió en que "no hay muchos restaurantes" en el mundo que usen el ají amarillo o más de una
variedad de patata peruana o la quinua, "eso es lo que hay que vender. Creo que para tener un recorrido
muy largo tenemos que intentar tener muchos productos en muchos sitios".
Acurio apostó por dos insumos básicos de la cocina peruana, el ají amarillo y los pequeños limones
peruanos (imprescindibles para el cebiche o el pisco sour), como "los próximos ingredientes que serán
también globales".
Otra de las riquezas de la cocina peruana es la diversidad de sus cocinas regionales, de las que tiene que
haber un desarrollo mayor, pues "hoy en día todavía Perú es Lima, la capital es la que manda", señaló
Tsumura.
El cocinero de origen japonés pronosticó que llegará el día en que regiones como la Amazonía o la sierra
"logren desarrollar su gastronomía", con lo que la cocina peruana seguirá creciendo.
Se trata de cocinas hoy olvidadas, que no se ven en la capital y "por ende tampoco en el mundo", pero
ahora hay "muchísimos cocineros jóvenes que están trabajando para poner eso en valor", agregó.
Acurio, cuyo restaurante Casa Moreyra está entre los 50 mejores del mundo, señaló que "hoy en día, lo más
importante es hacer todo lo que haga falta para que la generación que viene detrás haga un trabajo aún
mejor que el que nosotros hemos hecho".
Los cocineros peruanos, señaló, tienen que "seguir haciendo cosas cada día mejores, contando historias
cada vez más hermosas, en un camino que no va a terminar nunca".


AMAZÓNICAS

=
47
LENGUAS
 Quechua

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