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HIGIENE PERSONAL

Dentro de lo que se conoce


como prevención de la
salud, la higiene personal
es una de las medidas más
fáciles de llevar a cabo y
no solo favorece la salud,
sino facilita el
relacionamiento con las
demás personas.

Los gérmenes se
propagan cuando una
persona sana toca una superficie o un objeto contaminado por una persona
enferma. / ABC Color

La higiene personal es el conjunto de medidas para la limpieza y el cuidado del


cuerpo, cuya finalidad es evitar la aparición de enfermedades. Las personas que
mantienen una buena higiene personal tienen una buena apariencia, la cual ayuda
a una mejor relación con otros.

Son varios los hábitos que comprende la higiene personal: baño diario, cambio de
ropas, lavado de manos y cabeza, cepillado de dientes, entre otros. La frecuencia
con la que deben realizarse estas actividades varía: algunas deben llevarse a
cabo varias veces al día y otras, con menos frecuencia.

Estas conductas son una responsabilidad personal y se aprenden desde


pequeños, en el seno de la familia y, luego, se reafirman en la escuela.

Entre los hábitos mencionados está la higiene de las manos, una práctica a la que
no siempre se le da la importancia que merece.
Las manos son la parte del cuerpo que está en contacto de manera directa y
continua con los microbios del medio que te rodea. Muchos de esos agentes son
patógenos que pueden causar enfermedades, si entran en contacto con los ojos,
boca o nariz.

Procedimiento del lavado de manos

1. Humedece las manos.

2. Deposita una pequeña cantidad de jabón.

3. Frota enérgicamente.

4. Cepilla las uñas.

5. Enjuaga con agua abundante.

6. Seca con papel desechable.

Considerar los siguientes puntos para una correcta higiene:

Las manos deben lavarse la mayor cantidad de veces que sea posible por día,
pero es obligatorio después de usar el baño, antes de manipular alimentos, comer
o tocar heridas, al regresar de la calle y luego de tocar a tu mascota.

Debe usarse agua potable y jabón para el lavado, y emplearse el tiempo necesario
para retirar toda la suciedad, lo cual no se realiza en unos pocos segundos.

En épocas de epidemias o si estuviste en lugares muy contaminados, como un


hospital, sería apropiado el uso de desinfectantes, como el alcohol en gel, luego
del lavado.

Las uñas deben mantenerse cortas y, en caso de tenerlas largas, se debe cuidar
que no se acumule suciedad debajo de ellas.

Para el secado de las manos debe usarse una toalla bien limpia, pues de nada
sirve haberlas lavado bien si luego usas un paño sucio.

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