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INTRODUCCIÓN
En el año 2011 expuse los ejes del debate doctrinario en torno las obligaciones
protectorias del estado en relación con la ocupación tradicional indígena, en una
ponencia basada en una nueva mirada sobre los Derechos Humanos de los
Pueblos Indígenas en Argentina.
Cinco años más tarde, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, remitiéndose
al dictamen de la Procuradora General de la Nación, dio la razón a estas ideas,
consolidando el nuevo paradigma de la multiculturalidad en la jurisprudencia del
máximo tribunal del país.
El fallo de la Corte recupera los puntos centrales de ese debate, exhibiendo
innovaciones que por el peso del poder que emanan las sentencias del máximo
tribunal argentino, prácticamente “sella” la suerte de conflictos que hoy se dirimen
en Tribunales de provincias del país donde la presencia indígena está en tensión
con otros intereses estatales o privados.
Como dato relevante: es la primera vez que la Corte interpretó el alcance de la ley
26.160 así como el valor probatorio del relevamiento del art. 3º de la ley 26.160
realizado en este caso por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas –INAI-
(punto IV del dictamen de la Procuradora).
Con relación al alcance de la ley 26.160, la Corte la encuadra como corresponde:
en el tercer escalón de la jerarquía normativa.
Por eso, señala que su interpretación debe realizarse armonizándola con las
normas superiores que regulan la materia indígena. Esto implica suprimir la
aplicación toda norma o parte de la norma que se contraponga a las normas
superiores siguiendo la prelación constitucional del art. 75 inc. 22 y tomar como
guía de la aplicación que han realizado los órganos de aplicación a nivel
internacional (CSJN: “Giroldi”, “Simón”, a “Carranza Latrubesse”
En relación con ello, la mayor jerarquía normativa del Convenio 169 de la OIT es
preeminente por encima de las leyes federales y éstas deben adecuarse e
interpretarse en función de dicha norma internacional superior que establece la
prohibición de desalojar comunidades que ocupan tradicionalmente incluso si no
existiera la ley 26160.
Al respecto, la Procuradora sostuvo que:
“El artículo 14 del referido convenio reconoce el derecho de propiedad y de
posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan los pueblos indígenas,
ordena la determinación de las tierras y territorios así como su efectiva protección,
y la adopción de medidas para salvaguardar el derecho de estos pueblos a utilizar
tierras a las que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades
tradicionales y de subsistencia aunque no estén exclusivamente ocupadas por
ellos (incs. 1 y 2). Por último, el artículo 16 dispone que estos pueblos no deberán
ser trasladados de las tierras que ocupan”.
COMUNIDADES INDIGENAS
Ley 26.160
Dicho fondo podrá ser destinado a afrontar los gastos que demanden: