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Guia para Escribir Ensayo Filosofico
Guia para Escribir Ensayo Filosofico
James Pryor
Tomado de Jim Pryor, “Guidelines on Writing a Philosophy Paper”, traducido por María José García Encinas, se encuentra
en inglés en
http://www.jimpryor.net/teaching/guidelines/writing.html
http://www.princeton.edu/
No importa cuál de estos objetivos te propongas, debes explícitamente ofrecer razones para las afirmaciones que
haces. Uno puede sentir que, puesto que tiene claro que ciertas tesis son ciertas, no hace falta mucha argumentación.
Pero es fácil sobrestimar la fuerza de tu propia posición. Después de todo, tú ya la has aceptado. Deberías asumir que tu
audiencia no ha aceptado tu posición; y deberías tratar tu trabajo como un intento de persuadir a dicha audiencia. Por
tanto, no empieces con presupuestos que tus oponentes seguro rechazarían. Si quieres persuadir a la gente, debes
empezar por presupuestos habituales que todo el mundo comparte.
Los problemas filosóficos y la escritura filosófica requieren una reflexión cuidada y extensa. No esperes a las dos
o tres noches antes de debas entregar tu trabajo para empezar. Eso es una estupidez. Escribir un buen ensayo
filosófico supone un montón de preparación.
Necesitas dejar tiempo suficiente para pensar sobre el tema y escribir un esquema detallado. Sólo entonces debes
sentarte a escribir un borrador completo. Una vez tengas el borrador completo, debes dejarlo por un día o dos.
Entonces vuelve a él y re-escríbelo. Varias veces. Al menos 3 ó 4. Si puedes, muéstraselo a tus amigos y comprueba
sus reacciones. ¿Comprenden tu idea principal? ¿Hay partes del borrador que no están claras o les parecen
confusas?
Todo esto supone tiempo. Así que debes empezar a trabajar en tu ensayo tan pronto como los temas hayan sido
asignados.
Como decía más arriba, tus trabajos deben demostrar que comprendes y puedes pensar críticamente sobre el
material discutido en clase. Una de las mejores formas de comprobar si has comprendido este material es intentar
explicárselo a alguien que no está muy familiarizado con él. Cuando uno da clase muchas veces se da cuenta de
que le cuesta explicar adecuadamente algún artículo o argumento que creía que comprendía. Y esto se debe a
que es más problemático o difícil de lo que había pensado al principio. Tendrás esta misma experiencia. Así que
es bueno discutir los problemas que tratamos en clase con los demás, y con amigos que no están en la misma
clase. Esto te ayudará a comprender mejor los problemas, y te hará ver las cosas que aún no comprendes del todo.
Es muy útil discutir con otros lo que quieres argumentar en tu ensayo. Cuando tengas tus ideas lo suficientemente
trabajadas como para poder explicárselas a otros, entonces está preparado para sentarte y empezar a hacer un
esquema.
Haz un esquema
Antes de empezar a escribir un borrador, necesitas reflexionar sobre algunas preguntas: ¿En qué orden deberías
explicar los distintos términos y posiciones que vas a discutir? ¿En qué momento deberías presentar la posición o
argumentos de tu oponente? ¿En qué orden deberías presentar tus críticas a tu oponente? ¿Alguna de las tesis
que defiendes presupone la discusión de alguna otra primero? Etc.
La claridad total de tu trabajo dependerá enormemente de su estructura. Por eso es importante pensar sobre
estas cuestiones antes de empezar a escribir.
Te recomiendo encarecidamente que hagas un esquema o esbozo de tu trabajo, y de los argumentos que vas a
presentar, antes de que empieces a escribir. Esto te permite organizar las tesis que quieres presentar en tu ensayo
y hacerte una idea de cómo van a encajar entre sí. También ayuda asegurarte de que estás en posición
de decir cuál es tu principal argumento, o crítica, antes de sentarte a escribir un borrador completo de tu trabajo.
Cuando uno se atasca al escribir, a menudo es porque aún no sabe qué es lo que intenta decir.
Considera tu esquema con atención. Debería ser bastante detallado. (Para un trabajo de 5 páginas, un esquema
apropiado podría llevar una página entera o incluso más.)
Hacer un esquema constituye al menos el 80% del trabajo de un buen ensayo filosófico. Si el esquema es bueno,
el resto del proceso de escritura será mucho más sencillo.
No apuestes por la literatura elegante. Usa una prosa directa, sencilla. Mantén tus oraciones y párrafos cortos.
Usa palabras familiares. Los problemas son los suficientemente difíciles y profundos para que tú encima los
embarres más con un lenguaje pretencioso y verboso. No escribas con un lenguaje que no usarías en una
conversación: si no lo dirías, no lo escribas. En las clases, encontrarás muchas veces filósofos cuya escritura es
oscura y complicada. Todo el mundo que la lee la encuentra difícil y frustrante. Los autores en cuestión son
importantes filosóficamente a pesar de su mala escritura. Así que no intentes imitar sus estilos de escribir.
Puedes creer que, puesto que tu lector conoce el tema más que de sobra, puedes dejar de hacer un montón de
explicaciones básicas y escribir de forma super-sofisticada, como un experto le habla a otro. Eso sólo hará tu
trabajo incomprensible. Si tu ensayo suena como si estuviese escrito para una audiencia de instituto, entonces
probablemente has alcanzado el nivel adecuado de claridad.
Debes hacer la estructura de tu trabajo obvia para el lector. Tu lector no debería hacer ningún esfuerzo para verla.
Dale con ella en la cabeza.
¿Cómo hacerlo?
Para empezar, usa conectivas, como:
- porque, puesto que, dado este argumento
- así, por consiguiente, por lo tanto, se sigue que, entonces
- sin embargo, pero
- en primer lugar, por otro lado
Éstas ayudarán a tu lector a seguir el hilo de tu discusión, a dónde quieres llegar. (¡Asegúrate de que usas estas
palabras correctamente! Si dices "P. Por tanto Q." entonces estás diciendo que P es una buena razón para aceptar
Q. Mejor que tengas razón. Si no la tienes, me quejaré. No pongas un "así" o un "por lo tanto" para hacer que el
hilo de tu pensamiento parezca más lógico de lo que en realidad es.
Otra forma de ayudar a que la estructura de tu ensayo sea obvia es decirle al lector lo que has hecho hasta ahora
y lo que vas a hacer en seguida. Puedes decir cosas como:
- Empezaré por ...
- Antes de decir qué es lo que está mal en este argumento, quiero ...
- Estos pasajes sugieren que ...
- Defenderé ahora esta idea ...
- Esta afirmación también encuentra apoyo en ...
- Por ejemplo ....
Todos estos marcadores señalan una diferencia sustancial. Considera los siguientes fragmentos de dos ensayos:
... Acabamos de ver cómo X dice que P.
Presentaré ahora dos argumentos a favor de no-P.
Mi primer argumento es ...
Mi segundo argumento a favor de no-P es ...
X podría responder a mis argumentos en distintas formas. Por ejemplo, podría decir que ...
Sin embargo esta respuesta yerra, porque ...
Otra forma en la que X podría responder a mis argumentos es afirmando que ...
Esta estrategia también falla, porque ...
Así que hemos visto cómo ninguna de las réplicas de X a mis argumentos a favor de no-P es apropiada. Por
tanto, deberíamos rechazar la tesis de X de que P.
Argumentaré a favor de la tesis que Q.
Hay tres razones para creer Q. Primera ...
Segunda ....
Tercera ....
La objeción más fuerte contra Q dice que ...
Sin embargo, esta objeción no es buena, por la siguiente razón ....
¿No es fácil ver la estructura de estos dos ensayos? Pues haz que la de tus trabajos sea igual de fácil de ver.
Una última cosa: deja claro cuándo estás exponiendo tus propias ideas y cuándo estás exponiendo las ideas del
filósofo que estás discutiendo. El lector nunca debe tener dudas acerca de quiénes son las tesis que presentas en
un párrafo dado. Sé conciso, pero explícate en profundidad.
Estos deberes podrían parecer que apuntan en direcciones opuestas. (Es como si el primero dijese "No hables
demasiado", y el segundo dijese "Habla un montón.") Pero si entiendes bien estos deberes, verás cómo es posible
cumplir los dos.
- Sé conciso. No se trata de divagar sobre todo lo que sabes sobre un tema dado, intentando demostrar cuánto
sabes y lo listo que eres. Los problemas y las preguntas son específicas, y deberías asegurarte de que tratas ese
problema particular. Formula el problema o la cuestión principal a la que deseas enfrentarte al comienzo de tu
trabajo, y manténla en mente todo el tiempo. No debe haber nada en tu ensayo que no trate directamente ese
problema. Desecha todo lo demás. Siempre es mejor concentrarse en uno o dos puntos y desarrollarlos en
profundidad que intentar engullir demasiado. Uno o dos senderos bien dibujados son mejores que una jungla
impenetrable.
- Por "explícate en profundidad" quiero decir que, cuando tienes una buena idea, no debes simplemente lanzarla
en una oración. Explícala; pon un ejemplo; deja claro cómo la idea ayuda en tu argumento. Pero "explícate en
profundidad" también significa que seas tan claro y explícito como sea posible cuando escribes. No sirve protestar,
después de que tu ensayo ha sido evaluado, "Ya sé que dije esto, pero lo que quería decir es que ..." Di
exactamente lo que quieres decir, en primer lugar. En parte, se evalúa si eres capaz de hacer esto bien.
Haz como si tu lector no hubiese leído el material que estás discutiendo, y no ha dedicado mucho tiempo al
problema de antemano. Esto por supuesto no será cierto. Pero si escribes como si lo fuese, te obligará a explicar
cualquier término técnico, a ilustrar distinciones oscuras o extrañas, y a ser tan explícito como sea posible
cuando resumas lo que otro filósofo ha dicho.
- De hecho, puedes sacar más ventaja de este paso yendo aún más allá haciendo como si tu lector fuese
perezoso, tonto, y malintencionado. Es perezoso porque no quiere comprender lo que tus circunloquios se supone
que significan, y no quiere comprender cuál es tu argumento, si no es obvio. Es tonto, así que tienes que explicarle
todo lo que dices en partes sencillas y masticadas. Y es malintencionado, así que no va a leer tu ensayo
caritativamente. (Por ejemplo, si algo de lo que dices admite más de una interpretación, va a asumir que lo que
quisiste decir es lo más implausible de todo.) Si comprendes el material sobre el que escribes, y si diriges tu ensayo
a tal lector, seguramente conseguirás un sobresaliente.
Es muy importante poner ejemplos en un ensayo filosófico. Muchas de las afirmaciones que los filósofos hacen
son muy abstractas y difíciles de comprender, y los ejemplos son la mejor forma de aclarar estas afirmaciones.
Los ejemplos también son útiles para explicar los conceptos que juegan un papel central en tu argumento. Debes
siempre dejar claro cómo entiendes estos conceptos, incluso aunque sean usuales en el discurso ordinario. Tal y
como se usan en el discurso ordinario, estos conceptos pueden no tener un significado lo suficientemente claro y
preciso. Por ejemplo, supón que estás escribiendo un ensayo sobre el aborto, y que quieres afirmar que "Un feto
es una persona." ¿Qué quieres decir por "una persona"? De esto dependerá de forma importante que tu audiencia
encuentre esta premisa aceptable. También de ello dependerá lo persuasivo de tu argumento. En sí mismo, el
siguiente argumento es bastante inútil:
Un feto es un persona
Está mal matar a una persona
Por tanto, está mal matar a un feto
Porque no sabes qué quiere decir el autor al llamar a un feto "una persona." Bajo algunas interpretaciones de
"persona", podría parecer obvio que un feto es una persona; pero es controvertido si siempre está mal matar
personas, en este sentido de "persona." Bajo otras interpretaciones, puede ser bastante plausible que está
siempre mal matar personas, pero no está tan claro que un feto cuente como "persona". Así que todo depende
aquí de lo que el autor signifique por "persona." El autor debe ser explícito sobre cómo está usando este concepto.
En un ensayo filosófico, está bien usar palabras de modos diferentes a los modos en que se usan comúnmente.
Simplemente tienes que dejar claro que lo estás haciendo. Por ejemplo, algunos filósofos usan la palabra
"persona" para significar cualquier ser que es capaz de pensamiento racional y autoconsciencia. Así entendido,
animales como las ballenas o los chimpancés podrían contar como "personas." Ese no es el modo en que usamos
habitualmente "persona"; comúnmente sólo llamamos persona a un ser humano. Pero está bien usar así
"persona" si explícitamente dices lo que con ello significas. Y lo mismo para otras palabras.
Si llamas algo "X" al comienzo de tu ensayo, llámalo "X" todo el rato. Así, por ejemplo, no empieces hablando de
"la idea de Platón del yo", y luego cambies a "la idea de Platón del alma", y luego cambies a "la idea de Platón de
la mente". Si quieres hablar de lo mismo en los tres casos, entonces llámalo por el mismo nombre. En filosofía, un
cambio ligero en el vocabulario es generalmente indicativo de que intentas especificar algo nuevo.
Usa palabras con sentido filosófico preciso.
Los filósofos dan a muchas palabras que parecen comunes sentido técnicos precisos. Consulta diccionarios de
filosofía para asegurarte de que estás usando las palabras correctamente. No uses palabras que no entiendes
completamente. Usa tecnicismos filosóficos sólo cuando los necesites. No necesitas explicar términos filosóficos
generales, como "argumento válido" y "verdad necesaria" [a menos que tu trabajo verse precisamente sobre estos
conceptos]. Pero debes explicar cualquier término técnico que uses que tenga que ver con el tema específico que
estás discutiendo. Así, por ejemplo, si usas términos especializados como "dualismo" o "fisicalismo" o
"conductismo", debes explicar lo que significan. Igualmente si usas términos técnicos como "superveniencia".
Incluso los filósofos profesionales cuando escriben para otros filósofos profesionales deben explicar el vocabulario
técnico especial que están usando. Gentes diferentes usan a veces este vocabulario especial de formas diversas,
así que es importante asegurarse de que tú y tus lectores estáis dando el mismo significado a estas palabras. Haz
como si tus lectores no las hubiesen oído nunca antes.
Si tu plan es discutir las ideas del filósofo X, empieza por comprender cuáles son sus argumentos o sus
presupuestos principales. Sólo después pregúntate: ¿Son los argumentos de X buenos? ¿Están sus presupuestos
claramente establecidos? ¿Son plausibles? ¿Son puntos de partida razonables para el argumento de X, o debería
haber ofrecido argumentos independientes para ellos?
Asegúrate de que comprendes exactamente lo que dice la posición que estás criticando. Muchos estudiantes
malgastan un montón de tiempo argumentando contra ideas que se parecen a, pero que son en realidad
diferentes de, las ideas que se están supuestamente afirmando. Recuerda, la filosofía demanda un nivel alto de
precisión. No basta que simplemente cojas la idea general de la posición o el argumento de alguien. Debes de
entenderlo bien con exactitud. Un montón del trabajo en filosofía consiste en asegurarse de que uno ha entendido
correctamente la posición del oponente.
Puedes asumir que tu lector es estúpido. Pero no trates al filósofo o las opiniones que estás discutiendo de
estúpidos. Si fuesen estúpidos, no los estaríamos considerando. Si no puedes encontrar nada en su posición, tal
vez sea porque no tienes mucha experiencia pensando o argumentado sobre estas ideas, y por tanto no has
comprendido del todo por qué tus oponentes se sienten atraídos por ellas. Intenta averiguar qué es lo que las
motiva.
Los filósofos a veces sí dicen cosas monstruosas, pero si la opinión que estás atribuyendo a un filósofo
parece obviamente absurda, entonces deberías pensar mejor si realmente dice lo que crees que dice. Usa tu
imaginación. Intenta averiguar la posición razonable que el filósofo podría haber tenido en mente, y dirige tus
argumentos contra ella.
En tu trabajo, siempre debes explicar lo que una posición dice antes de criticarla. Pero no intentes contarle al
lector todo lo que sabes sobre las ideas de X. También tienes que ofrecer tu propia contribución filosófica. Sólo
resume aquellas partes de las ideas de X que son directamente relevantes para lo que vas a hacer.
Paráfrasis.
Algunas veces cuando los estudiantes intentan explicar las ideas de un filósofo, lo harán parafraseando de forma
muy próxima las palabras del propio filósofo. Cambiarán algunas palabras, omitirán otras, pero en general
permanecerán cercanos al texto original. Por ejemplo, Hume comienzaEl tratado sobre la naturaleza humana así:
"Todas las percepciones de la mente humana se reducen a dos clases distintas, que
denominaréimpresiones e ideas. La diferencia entre ambas consiste en los grados de fuerza y vivacidad con que
inciden sobre la mente y se abren camino en nuestra mente o conciencia. A las percepciones que entran con
mayor fuerza y violencia las podemos denominar impresiones; e incluyo bajo este nombre todas nuestras
sensaciones, pasiones y emociones tal y como hacen su primera aparición en el alma. Por ideas entiendo las
imágenes débiles de las impresiones, cuando pesamos y razonamos."
Este es un ejemplo de cómo no quieres parafrasear:
"Hume dice que todas las percepciones de la mente se dividen en dos tipos, impresiones e ideas. La diferencia
está en cuanta fuerza y viveza tienen en nuestros pensamientos y consciencia. Las percepciones con más fuerza y
violencia son impresiones. Estas son sensaciones y emociones. Las ideas son imágenes débiles de nuestro
pensamiento y razonamiento."
Hay dos grandes problemas con paráfrasis de este tipo. En primer lugar, se hace más bien mecánicamente, así que
no demuestra si el autor entiende el texto. En segundo lugar, puesto que el autor no ha pensado suficientemente
bien en sus propias palabras lo que el texto significa, se corre el riesgo de que la paráfrasis cambie el sentido del
texto. En el ejemplo, Hume dice que las impresiones "se abren camino en nuestra mente" con mayor fuerza y
vivacidad que las ideas. Mi paráfrasis dice que las impresiones tienen mayor fuerza y vivacidad "en nuestros
pensamientos". No está claro que éstas sean la misma cosa. Además, Hume dice que las ideas son imágenes
débiles de impresiones; mientras mi paráfrasis dice que las ideas son imágenes débiles de nuestro
pensamiento. Esto no es lo mismo. Así que el autor de la paráfrasis parece que no ha entendido lo que Hume decía
en el pasaje original.
Una forma mucho mejor de explicar lo que Hume dice sería la siguiente:
"Hume dice que hay dos tipos de 'percepciones', o estados mentales. Las llama impresiones e ideas. Una impresión
es un estado mental muy 'vivo', como la impresión sensorial que uno tiene cuando mira una manzana roja. Una
idea es un estado mental menos 'vivo', como la idea que uno tiene de una manzana mientras simplemente piensa
en ella, más que cuando la mira. No está claro qué quiere decir Hume aquí con 'vivo'. Podría significar ..."
Anticipa objeciones.
Intenta anticipar objeciones a tu posición y respóndelas. Por ejemplo, si objetas contra la posición de algún
filósofo, no asumas que él inmediatamente admitiría su derrota. Imagina lo que sería su contraataque. ¿Cómo
manejarías el contraataque?
No temas mencionar objeciones a tus propias tesis. Es mejor que tú mismo consideres una objeción a esperar
que a tu lector no se le ocurra. Explica cómo crees que estas objeciones podrían confrontarse y superarse. Por
supuesto, a menudo no hay modo de tratar todas las objeciones que uno podría poner; así que concéntrate en
las que puedan parecer más fuertes o más apremiantes.
¿Qué ocurre si estás indeciso?
Tu trabajo no tiene siempre que ofrecer una solución definitiva a un problema, o una respuesta de sí o no a una
cuestión. Muchos artículos excelentes de filosofía no dan respuestas definitivas. A veces argumentan que la
cuestión necesita de aclaración, o que otras preguntas deben hacerse. A veces argumentan que ciertos
presupuestos de la cuestión deben discutirse. A veces argumentan que ciertas respuestas al problema
son demasiado fáciles, es decir, que no sirven. Por tanto, si estos artículos tienen razón, la cuestión será más
difícil de responder de lo que se había pensado con anterioridad. Todos estos son resultados importantes y
filosóficamente válidos.
Así que está bien hacer preguntas y plantear problemas en tu trabajo aún en el caso de que no puedas ofrecer
respuestas satisfactorias a todos ellos. Puedes dejar algunas cuestiones sin respuesta al final del trabajo. Pero deja
claro al lector que dejas esas cuestiones sin responder a propósito. Y deberías decir algo sobre cómo se habría de
responder la cuestión, y por qué dicha cuestión es interesante y relevante para el propósito de tu trabajo. Si algo
no te queda claro en la propuesta que estás examinando, no lo encubras. Llama la atención a la falta de claridad.
Sugiere diferentes modos de entender lo que se propone. Explica por qué no queda claro cuál de las
interpretaciones es la correcta.
Si estás comparando dos posiciones y te das cuenta, al final de un cuidadoso examen, de que no puedes decidir
entre ellas, no importa. Es perfectamente posible decir que sus puntos fuertes y débiles parecen estar más o
menos a la par. Pero ten en cuenta que esto también es una idea que requiere explicación y defensa razonable,
como cualquier otra.
A veces mientras escribes, verás que tus argumentos no son tan buenos como pensaste en un primer momento.
Puedes encontrarte con alguna objeción a tu postura para la que no tienes ninguna buena respuesta. No te dejes
llevar por el pánico. Si hay algún problema con tu argumentación que no puedes arreglar, intenta averiguar por
qué no puedes arreglarlo. Está bien cambiar tus tesis a alguna que puedes defender. Por ejemplo, en lugar de
escribir un artículo que ofrece una defensa sólida y total de P, puedes cambiar de táctica y escribir un artículo que
sea algo así:
"Una postura filosófica dice que P. Es una visión plausible, por las siguientes razones ...
Sin embargo, hay algunas razones que hacen dudar sobre P. Una de estas razones es X. X es un problema para P
porque ...
No está claro cómo el defensor de P puede superar esta objeción."
O tu trabajo podría ir así:
"Un argumento para P es el 'argumento de la conjunción', que es como sigue ....
A primera vista, es un argumento muy convincente. Sin embargo, el argumento falla, por las siguientes razones ...
Uno podría intentar reparar el argumento así...
Pero estos refuerzos no sirven porque ...
Concluyo, por tanto, que el Argumento de la conjunción no demuestra que P."
Escribir un artículo de estas características no significa que te has rendido a la oposición. Después de todo, ninguna
de estas actitudes te obliga a aceptar que No-P. Son simplemente formas honestas de mostrar lo difícil que es
encontrar un argumento para P. Pero P aún podría ser cierto.
Ahora ya has escrito un borrador completo de tu trabajo. Déjalo a un lado por un día o dos. Vuelve entonces al borrador
y reléelo. Mientras lees cada oración, hazte las siguientes preguntas: "¿De verdad esto tiene sentido? "Esto no queda nada
claro" "Esto suena pretencioso" "¿Qué significa esto?" "¿Cuál es la conexión entre estas dos oraciones?" "¿No me estoy
simplemente repitiendo con esto?" y así.
Asegúrate de que cada oración de tu borrador sirve para algo claro. Deshazte de todas las que no lo hagan. Si no puedes
decidir cómo una oración dada contribuye a la discusión central, líbrate de ella. Incluso aunque suene bien. No debes
introducir nunca nuevas ideas en tu trabajo a menos que sean importantes para el argumento principal, y tengas espacio
suficiente para explicarlas de verdad. Si no estás contento con alguna oración del borrador, pregúntate porqué te molesta.
Podría ser que no la entiendes en realidad, o que no crees en ella de verdad.
Asegúrate de que tus oraciones dicen exactamente lo que quieres que digan. Por ejemplo, supongamos que escribes
"Abortar es lo mismo que matar". ¿Es eso lo que quieres decir? Así que cuando Oswald mató a Kennedy, ¿fue lo mismo
que abortar a Kennedy? ¿O quieres decir otra cosa? Quizás quieras decir que abortar es una forma de matar. En una
conversación puedes esperar que la gente entienda lo que quieres decir. Pero no deberías escribir de ese modo. Incluso
si tu evaluador puede entender lo que quieres decir, está mal escrito. En prosa filosófica, debes asegurarte de decir
exactamente lo que quieres decir.
Presta también atención a la estructura de tu borrador. Cuando revises un borrador, es mucho más importante trabajar
en la estructura y claridad general, que aclarar una frase o palabra aquí o allá. Asegúrate de que tu lector sabe cuál es tu
tesis principal, y cuáles son tus argumentos para esa tesis. Asegúrate de que tu lector puede decir cuál es la idea de cada
párrafo. No basta que tú lo sepas. Tiene que ser obvio para tu lector, incluso para un lector perezoso, tonto y
malintencionado.
Otra buena forma de corregir tu borrador es leerlo en alto. Esto te ayudará a ver si tiene sentido. Puede que sepas lo que
quieres decir, pero eso podría no ser lo que has escrito. Leer en alto te puede ayudar a ver agujeros en el razonamiento,
digresiones, y prosa poco clara.
Deberías contar con escribir muchos borradores de tu trabajo. Al menos 2 ó 3. Comprueba la siguiente página en la red,
que ilustra cómo revisar un artículo corto de filosofía a través de varios borradores. Fíjate cómo mejora el trabajo en cada
revisión:
http://www.williams.edu/acad-depts/philosophy/jcruz/writingtutor/
3. Detalles menores
Empezando tu trabajo.
No empieces con una oración como "Desde siempre la humanidad se ha preguntado por el problema de..." No
hay necesidad de precalentamiento. Deberías ir directo al problema desde el primer enunciado.
Igualmente, no empieces con una oración como "El diccionario de la RAE define alma como ..." Los diccionarios
(generales) no son buenas autoridades filosóficas. Simplemente recogen el modo en que las palabras se usan en
el discurso ordinario. Muchas de las mismas palabras tienen significados diferentes, especializados, en filosofía.
Gramática
- No uses la palabra 'cosa'. Debes escoger muy bien las palabras. Recuerda que en filosofía cada palabra tiene su
significado específico filosófico.
- Usa 'yo' para hablar de tus ideas; no uses 'nosotros'. Haciéndolo, uno se responsabiliza de lo que afirma. Además,
esclarece la discusión, ayudando a diferenciar tus ideas de las ideas de aquellos a quienes discutes o comentas.
- Es lícito empezar ciertos enunciados con 'pero' o 'y'. Muchas veces ayudan a seguir la discusión y la
argumentación.
Lecturas secundarias.
No es necesario que lees más de los textos dados en clase. La razón de las lecturas es enseñarte a analizar un
argumento filosófico y a presentar tus propios argumentos a favor o en contra de alguna conclusión. Los
argumentos que consideraremos en clase son suficientemente difíciles como para merecer tu atención completa
para ellos solos.
Forma.
Procura que tu ensayo tenga un número de palabras menor o igual que el se te ha asignado. Los ensayos largos
son generalmente demasiado ambiciosos, o repetitivos o llenos de digresiones. La evaluación de tu ensayo se verá
afectada si tiene estos defectos. Así que es importante que te preguntes a ti mismo: ¿Qué es lo más importante
que tengo que decir? ¿Qué puedo dejar de lado?
Pero tampoco debes escribir un ensayo demasiado corto. No cortes un argumento abruptamente. Si el tema que
has elegido para tu ensayo pide responder ciertas cuestiones, asegúrate de que las respondes o las tratas de algún
modo.Por favor, escribe a doble espacio, enumera las páginas, y deja márgenes grandes. Y simplemente grapa tu
trabajo: no lo metas en plásticos, cartulinas, y demás.
No olvides poner tu nombre (y guardar una copia, por si tus ideas te pudiesen ser de utilidad en el futuro.)
1) Lo bien que has comprendido el tema y los problemas sobre los que escribes.
2) Lo buenos que son tus argumentos.
3) Lo bien organizado y claro que es tu trabajo.
No voy a juzgar tu trabajo en función de si estoy o no de acuerdo con la conclusión. De hecho, lo común en filosofía
es discrepar de las ideas de los otros. Sin embargo, sí juzgaré si los argumentos son buenos para la conclusión.
Mejorando tu trabajo.