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EL SÍMBOLO DE LA RUEDA: UN

TEOREMA ANUNCIADO
The symbol of the wheel: An announced
theorem
Abelardo López Pérez
(Exposición Arqueológica de Abengibre, Albacete)

RESUMEN

El objetivo de este trabajo es recordar a filólogos y académicos un


teorema que permite valorar la evidente correspondencia de la
semiótica o ciencia que estudia los diferentes sistemas de signos
que permiten la comunicación entre individuos, sus modos de
producción, de funcionamiento y de recepción. Tras dicho
teorema explico la correlación iconográfica y epigráfica en el
óbolo de Arse (Sagunto) del siglo IV a. C. La principal capacidad
sensorial de los humanos, la vista, se pronuncia en la epigrafía
ibérica desvelando el origen etimológico del verbo “ver”. La
presencia de Roma en la verificación de la historia y la lengua
ibérica.
Palabras clave: rueda, Rode, Roma, epigrafía ibérica, etimología,
ver y dar.

ABSTRACT
The objective of this work is to remember a theorem which
allows to assess the obvious correspondence of semiotics or
science that studies the different systems of signs that allow
communication between individuals, their modes of production,
philologists and scholars of performance and reception. After this
theorem explained the Epigraphic and iconographic correlation in
1
the mite's Arse (Sagunto) from the 4th century BC. The main
sensory ability of humans, the view, is pronounced in the Iberian
epigraphy revealing the etymological origin of the word "see".
The presence of Rome in verification of the story and the Iberian
language.
Key words: wheel, Rode, Rome, Iberian epigraphy, etymology,
see and give.

NOTICIA
Hace muy poco fue noticia el hallazgo de cinco ruedas ibéricas y
restos de los carros encontrados por dos equipos de arqueólogos
en diversos yacimientos situados a 450 kilómetros de distancia,
una en La Bastida de Moixent (Valencia) y cuatro en
Montemayor (Córdoba)1. De lo comentado en la noticia y con el
debido respeto destaco en color rojo las palabras claves
resolutivas que el lector podrá analizar seguidamente con el
teorema anunciado.
Según recoge el periódico El País (Valencia – 24 Dic 2018):
«Los indicios señalan que los vehículos no sirvieron para hacer la
guerra ni para transportar mercancías, sino que fueron colocados
junto a las tumbas de personajes de alto rango para que viajaran
con ellos al más allá. Los íberos daban a los carros ese sentido
simbólico y, en ocasiones, los representaban tirados por caballos
alados… La rueda de Moixent, de mediados del siglo V antes de
Cristo, es de hierro, mide 90 centímetros de diámetro y ha
aparecido apilada en tres segmentos idénticos… El
descubrimiento ha revelado que antes de la edificación del
poblado, rodeado de altas murallas, donde vivieron unas 800
personas, hubo una construcción previa que no parece residencial.
Quizá fue la tumba de un héroe o un espacio de culto. En todo
caso, el lugar en que se depositó la rueda fue arrasado para erigir

1
https://elpais.com/cultura/2018/11/12/actualidad/1542050556_779479.html

2
la nueva ciudad. “El proyecto puede contribuir a dar respuestas a
los procesos de urbanización en esta zona del Mediterráneo en el
primer milenio antes de Cristo”, comenta Vives-Ferrándiz. “Una
urbanización que responde a procesos políticos, en los que vemos
que las personas instauran las ciudades encima de algo que había
previamente. A veces incorporan lo anterior al nuevo lugar, como
ancestros, y otras veces esa memoria es destruida con violencia”,
añade.»
EL TEOREMA ICONOGRÁFICO DEL SÍMBOLO
2
Abelardo López Pérez (2 de enero de 2015)

La diacrítica del lenguaje iconográfico, entendida como un


lenguaje determinativo donde el símbolo indica el sentido más
amplio de una palabra, es el principal instrumento de análisis en
el contenido interno de una obra.
La aplicación de ciertas pautas a la imagen iconográfica permite
un análisis interno capaz de afirmar una verdad demostrable que
estructura la lectura simbólica en su propio contexto socio-
cultural.
Los procedimientos básicos que establecen dichas pautas son
básicamente tres:
1) Cualidad trascendental de los elementos
2) Simbiosis entre el soporte y el símbolo
3) Ambigüedad como expresión analógica del símbolo
En primer lugar existe una cualidad transcendental del símbolo
que se trasmite de acuerdo a los criterios de una época cuya
narrativa se delata en la dialéctica común expresada en diversos

2
http://iconoteorema.blogspot.com/2015/01/el-teorema-iconografico-del-simbolo.html

3
soportes. Para ello vamos a elegir un símbolo milenario y
universal, la rueda.
La principal causa- efecto de su cualidad, ya que para ello fue
inventada la rueda, nos introduce en la clave de su interpretación,
interviniendo en el contenido narrativo con la palabra “tránsito”.
Y qué mejor manera de expresar su contenido narrativo que
representarla en el vehículo por antonomasia de la economía y el
comercio, en la propia moneda, guardando una simbiosis
simbólica con el propio soporte. El tránsito o circulación de la
moneda obedece a su principal causa propagandística de su
elaborada función.
Por influencia del mundo griego la rueda es representa en la
moneda por todo el Mediterráneo: Diábolos de Mesembria
(Tracia) en el siglo V y IV a. C., óbolos de Siracusa (Sicilia) en el
siglo V a. C., óbolos de Massalia (Marsella) del siglo IV a. C. En
la Península Ibérica se muestra en dracmas de Arse (Sagunto) y
en óbolos de influencia emporitana de hacia el siglo III-II a. C.
Incluso en acuñaciones con leyenda libio-fenicia y latina de Prado
del Rey (Cádiz).
Lo más frecuente es representar una rueda de cuatro radios en el
reverso, aunque también se da el caso de estar representada en el
casco del personaje en el anverso, como ocurre en acuñaciones de
Massalia.

Acuñación de Massalia

4
En este caso la rueda trasfiere también un tránsito al propio
personaje, tanto si es el dios Apolo como si es un gobernante. En
los dos casos es relevante. Pero donde cobra especial relevancia
es en el sentido sociopolítico, ya que la palabra “tránsito” también
permite la ambigüedad: el paso de un estado a otro.
Para esta expresión sociopolítica tenemos una serie de
acuñaciones pertenecientes a Mesembria, de entre el 450 y el 350
a. C.

Acuñación de Mesembria

En este caso entre los radios de la rueda tenemos la leyenda


griega META, con el significado de “más allá de” o “después de”.
El modo conjuntivo expresa relación de posteridad enlazando una
oración subordinada temporal. Es el equivalente a lo que sigue,
está detrás o lo que cambia. La propaganda reforzadora de la
legalidad de la moneda haría referencia a “más allá de” o
“después de” un tránsito, o el cambio de un estado a otro.
En la actualidad la palabra “meta” está relacionada con una
medida, marca un espacio y por ende un límite o final de algo. Lo
cierto es que yo no veo ninguna diferencia con el significado
griego, es más, lo de marcar un espacio me parece
simbólicamente revelador, ya que eso es lo que hacen las cuatro
letras representadas ocupando un espacio marcado por los cuatro
radios de la rueda.
Pero para responder a la transición de una causa sociopolítica con
datos cronológicos más precisos, nada mejor que visualizar las

5
acuñaciones de Siracusa. Concretamente durante el reinado de
Hieron I.

Óbolo de Hieron I

Según los datos históricos son muy reveladoras las razones que
corroboran dicho estado transitorio: En el año 485 a. C. sucedió a
su hermano Gelón como tirano de la ciudad de Gela, cuando éste
se hizo con el poder en Siracusa. En el 478 a. C. le volvió a
suceder, tras disputarse el poder con otro hermano llamado
Policelo. Y en el año 474 a. C. arrebató a los cartagineses gran
parte de Sicilia.
Por otro lado, existen más razones para afirmar dicha
interpretación de tránsito sociopolítico, incluso en la Península
Ibérica. Según recientes estudios los óbolos de Massalia tipo
rueda con un peso de 0´60 g. llegaron a la península con los
primeros movimientos de tropas romanas en la Segunda Guerra
Púnica. La causa de la frecuente aparición de moneda massoliota
y de su copia por parte de los pueblos indígenas del nordeste
estuvo en el pago de numerosos mercenarios de Massalia a sueldo
romanos acampados en la zona (García-Bellido, 1994), (en
Arévalo González, 1998).
La rueda y su contenido simbólico conceptual de tránsito cobra
especial sentido iconográfico en representaciones funerarias de la
antigüedad, donde el difunto es trasportado en un vehículo de
ruedas en el viaje al Más Allá.
Fuera de un contexto psicoponpo en el transporte del alma al
inframundo o tránsito al Más Allá, la representación de la rueda
6
no deja de guardar narrativa simbólica acompañando a otros
símbolos en la numismática antigua, incluso en el ámbito celta del
norte de Europa.
En monedas de la Galia Belga de mediados del siglo I a. C. se
representa la rueda bajo el jinete lancero (ver Ibáñez Artica,
1993). Acuñaciones relacionadas con la guerra de las Galias entre
el 58 y el 50 a. C. Correspondiendo a esta cronología considero
importante el suceso sociopolítico y militar descrito por Julio
César en su De Bello Gallico (B.G. II.4), donde menciona una
importante coalición realizada por los pueblos belgas en el año 57
a. C. Sin lugar a dudas estas acuñaciones hacen referencia al
tránsito de la sociedad caballeresca, tanto en un sentido de
movimiento como de cambio o transición política. Se trata de un
hecho descrito simbólicamente en otras acuñaciones
pertenecientes al pueblo de los ambianos en la Galia Belga.

Reproducción moneda de la Galia Belga

Reproducción moneda de los ambianos (Original en el Museo Nacional de Saint-Germain-en


Laye)

Se trata de estáteras de oro donde en el reverso se representa la


rueda bajo un caballo a galope, junto a la rueda se muestra una
gran ese (S). Dicha ese es un elemento muy representado tanto en
el ámbito celta como íbero. Cerámicas, placas de cinturón,
escudos y un largo etcétera permiten establecer una misma
7
lectura sujeta a un idéntico contexto semántico entre diversas
obras, manifestando una coincidencia simbólica, cronológica,
espacial y territorial que influye en los factores culturales y
sociales de su interpretación. La interpretación en concreto es
“tierra”, y está descifrada a través de un hecho natural. La tierra
cuando es labrada con un cierto grado de humedad forma levas en
forma de ese (S) sobre el surco de la labor. Y así es como se
representa bajo el arado en la cerámica ibérica de Alcorisa
(Teruel).

Reproducción de Alcorisa Imagen de leva sobre el surco

En la estátera de los ambianos de la Galia Belga el tránsito hace


referencia a una tierra.
No cabe duda, existe un método de análisis simbólico que trata
una lengua o un fenómeno lingüístico en un momento
determinado, dominando conceptos relacionados con las acciones
ocurridas en el tiempo. Lo corrobora una coincidencia simbólica,
cronológica, espacial y territorial que influye en los factores
culturales y sociales de su interpretación, así como en el
antecedente y desarrollo de la obra. Sincronía y diacronía, las dos
variantes básicas para analizar el arte iconográfico.

8
Bibliografía
Arévalo González, A. (1998): “La moneda griega foránea en la
Península Ibérica”. En Actas del X Congreso Nacional de
Numismática (Albacete), pp. 1-15.
Ibáñez Artica, M. (1993): El jinete con espada en las acuñaciones
de la Galia Belga. Imitación de la moneda de la ceca de
“Bascunes”: ¿último vestigio de las relaciones entre los celtas del
norte de la Galia y l Celtiberia? Numisma 43 (233): 9-38.
López Pérez, A. (2005), El ojo del íbero: un código iconográfico.
Albacete.
López Pérez, A. (2011): “Iberos, lenguaje iconográfico”. Revista
de Arqueología nº 367, Madrid. 14-27.
López Pérez, A. (2014): El sueño del Ibero. Bohodón Ediciones,
Madrid.

Fotos monedas: www.tesorillo.com


La crátera ibérica de Torre Uchea:
http://iconoteorema.blogspot.com.es/

9
El ÓBOLO DE ARSE (SAGUNTO): Conexión epigráfica y
simbólica

En un primer momento y llevado por la euforia de la


interpretación epigráfica de la escritura ibérica, pensé que dicha
moneda actuaba como emblema de una soberanía narrando
aspectos esenciales de la forma política preponderante de Roma3.
Y en cierto modo es así, ya que en dicha moneda actúa el
emblema de una soberanía, pero no es Roma, sino otra entidad
cuyo nombre comienza con el mismo signo epigráfico (q). La
vibrante doble “ŕ/rr” que identifica a la abreviatura de Roma a
partir del siglo III a. C., anteriormente pudo determinar a Rode.
De hecho, los nombres de Roma y Rode comparten la misma
fonética con la sílaba inicial, vibrante doble más vocal: Ro-ma/
Ro-de.
En la actualidad la antigua colonia griega de Rhode se sitúa en el
golfo de Rosas, provincia de Gerona (Cataluña). Y se sabe que
tuvo competencia comercial con Ampurias durante el siglo IV a.
C. La simbólica rueda y la cronología del siglo IV a. C. no
corresponden con las acuñaciones de Roma. Por influencia del
mundo griego la rueda es representa en la moneda por todo el
ámbito mediterráneo colonial griego.

3
www.facebook.com/profile.php?id=100008812862932;

10
La leyenda monetal de dicho óbolo que aún no dispone de la
inscripción Arse, muestra los signos ibéricos G (ke) y q (ŕ) entre
los radios de la rueda. El tránsito o cambio de un estado a otro
representado por la rueda tiene una correlación directa con la
leyenda G (ke), cuyo significado es acate (tribute homenaje de
sumisión y respeto)4 con la reveladora leyenda de “acate Rode”.
El tránsito o paso de un estado a otro incluye en su lenguaje el
modo imperativo del verbo acatar: (él/ella/Ud.) acate. El modo
imperativo en la lengua castellana se usa para dar órdenes a una o
más personas de forma directa. Sinónimo de acate es tribute:
“tribute Rode”.
La fecha propuesta para esta emisión de Arse, nos sitúa como
mínimo a finales del siglo IV a. C. La vibrante doble que a partir
del siglo III a. C. determina la abreviatura de Roma, en el siglo
IV a. C. bien pudo determinar a Rode.
Para los íberos, la conexión gramatical de la rueda de cuatro
radios en una entidad llamada Rode, puede contener más facetas
lingüísticas afines. De hecho, no considero una casualidad que el
signo ibérico similar a una rueda de cuatro radios %, se pronuncie
como la sílaba “de”. Dé, es un imperativo del verbo dar. Dar, es
traspasar uno a otro graciosamente la posesión o propiedad de
alguna cosa. Y traspaso, es sinónimo de tránsito.
El presente de indicativo del verbo rodar es (él/ella/Ud.) rueda. El
imperativo es (tú) rueda, (yo) rodé.
Por tanto, ante esta verificación (más otras muchas en la epigrafía
ibérica)5, la transliteración del ibérico al castellano no es una mera
casualidad, sino que eficazmente refleja su verdadera connotación
lingüística o filológica. Lo que permite valorar la evidente
correspondencia de la semiótica o ciencia que estudia los
diferentes sistemas de signos que permiten la comunicación entre
4

https://www.academia.edu/30681848/El_CASTELLANO_EVIDENCIA_LING%C3%9C%C3%8DSTICA_DE_LA
_PALEOGRAF%C3%8DA_HISP%C3%81NICA
5
https://www.academia.edu/37219260/EL_AMULETO_%C3%81UREO_DE_VEGA_DE_RIBADEO

11
individuos, sus modos de producción, de funcionamiento y de
recepción.
La interpretación de la vibrante doble (q) determinado la
abreviatura de la entidad de Roma o Rode, permite la interacción
contextual de su verdadero valor lingüístico.
Todo lo expuesto se pone de acuerdo con la interpretación
epigráfica ibérica y nos indica que la moneda ibérica es un
documento jurídico que no solamente revela la lengua oficial de
un idioma, también tiene el poder narrativo de reflejar la
verdadera situación político-social de los hechos históricos. La
simbología y la epigrafía de la Cultura Ibérica son determinantes.
Si descifrar la lengua ibérica supuso todo un reto a la inteligencia
humana, negar o ignorar su respuesta gramatical, sintáctica,
contextual e histórica supone todo un reto a la estupidez.
Sencillamente porque entre la lengua ibérica y el castellano está el
nexo de continuidad histórica y filológica del hispanismo.
Concepto asociado cultural y lingüísticamente a lo hispánico por
el propio descifrador del alfabeto ibérico don Manuel Gómez-
Moreno en los años 20 del siglo XX6. No en vano, el ilustre
granadino don Manuel fue un ferviente defensor del hispanismo
(Modo de hablar privativo y propio de la lengua española).
Lengua y genética guardan una importante conexión empleada
multitud de veces para razonar sobre la identidad de los pueblos.
Una identidad que pervive en la continuidad de un idioma que,
en este caso numismático, se pronuncia en el siglo IV a. C. en un
documento jurídico acuñado en Arse (Sagunto) bajo la autoridad
de Rode (Rosas, Gerona), respectivamente actuales provincias de
Valencia y Cataluña. Sin lugar a dudas, el conocimiento científico
de la lengua ibérica contribuirá a conservar la pureza de nuestro
idioma frente a la tendencia deformadora de otras lenguas de
origen o adopción medieval, ya que significativos verbos
6
Gómez Moreno, M., 1949: Misceláneas, Madrid.

12
determinantes y la abreviatura del signario íbero permite
configurar el inventario de sonidos de su propia habla. Todo un
reto a la inteligencia humana a la vista de todos:

Representación de la sílaba “be” (ve) en la cerámica de Liria (Valencia), bajo el ojo del
caballo.

Para los filólogos especialistas en epigrafía antigua que deseen


comprobar una realidad: si algo caracteriza a una campana es su
sonido, y si una campana configura una sílaba Ì (be) está
caracterizando un sonido y por tanto una fonética lingüística.
Dicha fonética (be) responde a la llamada de una campana con el
verbo “ir”. No en vano, la cualidad trascendental de una
campana es la de invocar, llamar. Toda una simbiosis entre el
símbolo y el soporte. Pero al mismo tiempo se está formulando la
ambigüedad de la palabra. Los verbos “ir” y “ver” expresados
gramaticalmente con la ambigüedad de la palabra “ve” no
corresponden etimológicamente a la lengua latina, ni tampoco se
trata de una proto-lengua reconstruida. Dichos verbos
corresponden al castellano de una forma directa. Sinónimos del
verbo “ver” son cuidar y vigilar. Cuidar y vigilar son sinónimos
directos del verbo “velar”. El verbo “velar” se puede ver escrito
en ibérico con todas sus letras (Ìlar) en la tinajilla núm. 143,
departamento 31 de Liria (Valencia) en una escena de carácter
bélico con personajes en actitud de lucha. Dicha tinajilla procede
del yacimiento del Tosal de San Miguel de Liria, poblado ibérico
cuya fecha de destrucción es de hacia el 175-150 a. C. (Aranegui
et alii, 1997).

13
La procedencia etimológica del verbo “velar” propuesta por el
latín (vigilare), queda fuera de todo lugar, ya que el verbo “vigila”
se muestra escrito en ibérico en en una copa ática de figuras rojas
de hacia el 375 a. C. La copa fue hallada en Ensérune (Héraut,
Francia) y la lectura dice: IÏláX “bigilako”. La interpretación
dice claramente vigila, seguido de la sílaba “ko”, acato. El
acatamiento hace referencia a vigilar, velar sobre una persona o
cosa. Sinónimo de acato es tributo. Claramente en esta copa ática
de figuras rojas de siglo IV a. C. se traduce la transcripción
ibérica “vigila tributo”. Todo un reto a la inteligencia
interpretativa del lenguaje ibérico desvelado, ya que dicha frase
no sólo guarda un contexto gramatical y de vocalización, sino que
se halla guardando un contexto histórico y arqueológico al estar
escrito en un objeto de lujo considerado por la arqueología
convencional como perteneciente a la élite del poder. Solamente
a un personaje con este rango se le puede exigir la consecuente
realización de vigilar el hecho imponible al que la ley vincule en
el deber de contribuir con la carga u obligación de tributar las
prestaciones pecuniarias obligatorias de una sociedad.
No existe mapa genético, ni titulación académica, que pueda
contradecir el origen de una lengua que se corresponde
gramaticalmente con la actual. Por tanto, que nadie se considere
benefactor de la Cultura Ibérica si no admite esta evidente
realidad, ya que la principal capacidad sensorial de los humanos
se pone radicalmente de manifiesto para ver el origen etimológico
de nuestra propia lengua.
El verbo “ver” no viene del latín “videre”, ni de la raíz
indoeuropea “weid”, tal y como sugiere el convencionalismo
etimológico latino. En la escritura ibérica no existen palabras con
la terminación en la consonante “d”. Recordemos que el signario
ibérico es determinante. Así se explica que la vibrante doble (ŕ/rr)
se escriba al final de una lectura en multitud de recipientes,
ánforas, plomos e incluso en monedas. En la cerámica romana

14
campaniense B (MLH: C. 26.2)7 procedente de Sant Miquel de
Vinebre (Tarragona) se lee:
d9 (da ŕ) entrega Roma.
Pero donde resulta más revelador es en la estela pétrea bilingüe
con el nombre romano de Fulvia Lintearia (MLH: C.18.5)
procedente de Horta dels Caputxins (Tarragona), ya que sobre la
inscripción en latín se halla la vibrante doble en solitario y
separada por puntos del resto del texto en ibérico. Todo un
mensaje de carácter público donde Roma indudablemente está
presente.

8
Estela de Horta dels Caputxins (Tarragona)

Lectura e interpretación de la frase superior en ibérico:


á9édÊ (a ŕ e da ke) acepta Roma recibe, entrega acate.
áYnKláU (a ti n bela u) acepta tierra, nación vela9 lucha.
9(ŕ) Roma.
ándlSaR (a n da l s ar) acepta nación, entrega ley, dominio
ordena – Fulvia Lintearia.
Según Panosa (2015)10 existen tres posibilidades de lectura para el
final de esta última inscripción: antalskar, antalstur o antalsar. En
ningún caso menciona la variante “da” del signo epigráfico
ibérico d (da/ta).
7
MLH: Untermann, J.: Monumenta Linguarum Hispanicarum, Wiesbaden. III Die iberischen Inschriften
aus Spanien, 1990.
8
http://cathalaunia.org/ibr/ibr.
9
Sinónimo de vela es custodia. La acción y efecto de custodiar es tener cuidado y vigilancia. Verbo
presente en la escritura ibérica de la llamada Tésera de Froehner conservada en la Biblioteca Nacional de
Francia. Y en la acuñación numismática denominada “belaiscom” (Región navarro-aragonesa).
https://www.academia.edu/36290014/CONTERBIA_CARBICA_Y_LA_DUALIDAD_EPIGR%C3%81F
ICA_IB%C3%89RICA
10
Panosa Domingo, Maria Isabel : 2015 : "Inscripcions ibèriques de les comarques de Tarragona"p.108
n.45.

15
No cabe duda, al igual que el verbo “ver”, el verbo “dar” de la
lengua castellana ha estado sujeto a un convencionalismo
etimológico latino, y por tanto, apartado de su origen ibérico
expresado con sus respectivas sílabas “be” y “da”, arrojándolo al
abismo degenerativo más espantoso y alejado de su legitimidad.
Sin padre ni madre la lengua ibérica circuló huérfana a merced de
infinidad de esperpénticas propuestas materno-filiales que han
perdurado hasta nuestros días. Delatados por su insistencia e
ilustre ineficacia, los portavoces de esa continuada atrocidad sin
duda se auto precipitarán al abismo que se merecen.
La epigrafía ibérica manifiesta íntegramente documentos de
índole jurídica que contiene leyes, edictos o decretos, hasta
incluso en necrópolis y santuarios. En el registro oficial de la
escritura ibérica no se menciona ningún nombre propio ibérico.
Todo eso es lo esperado en el uso social de la escritura del mundo
griego y romano, no en el ibérico. En la descripción de la
toponimia ibérica el error se acrecienta al tomar como ejemplo
conceptos propios de la onomástica medieval, dando lugar a la
mención del entorno geográfico de montañas, valles, ríos, fuentes,
etc.; así como la mención zoológica de osos, perros, lobos,
caballos, toros o cerdos, entre otros.
Por su carácter político-social, el homónimo de Viriato es un
único en el reconocimiento de la epigrafía ibérica, consagrado en
el registro de la lengua oficial de la Hispania prerromana11: “Cure
César ahí ira Biriatuias”.
El documento jurídico con epigrafía latina adoptada por el íbero,
justifica también la presencia oficial de César en una fecha
concreta en las acuñaciones numismáticas de Castulo, Osicerda y
Ceri. La interpretación de las diversas leyendas, en ibérico y en
latín, se ponen de acuerdo, abreviando el cognomen de César
añadiendo una vibrante simple a la sílaba ibérica <ke> (Cer/ÊR)12.

11
https://www.academia.edu/37219260/EL_AMULETO_%C3%81UREO_DE_VEGA_DE_RIBADEO
12

https://www.academia.edu/30681848/El_CASTELLANO_EVIDENCIA_LING%C3%9C%C3%8DSTICA_DE_LA
_PALEOGRAF%C3%8DA_HISP%C3%81NICA

16
La escritura en ibérico del cognomen romano Sila (zíla) en el
Bronce de Botorrita I (Zaragoza), y de Nero (néQo) en el Plomo
I hallado al sureste de Francia en el oppidum de Ruscino
(Perpignan)13, confirma la presencia de Roma en la verificación
político-social de la historia y la lengua ibérica.

Existen otros muchos ejemplos donde la simbología y la epigrafía


conjugan en un contexto histórico reflejando eficazmente su
verdadera connotación lingüística o filológica ibérica:
En el Museo Arqueológico Nacional se exponen dos ánforas
romanas procedentes de El Cabezo de Alcalá (Azaila, Teruel),
consideradas de finales del siglo II – principios del siglo I a. C.
Una de ellas muestra escritura ibérica en el cuello y la otra una
hoja de hiedra pintada en tono rojo oscuro bajo el asa. No cabe
duda de que las ánforas son romanas, pero la hoja de hiedra
pintada en tinta plana color rojo oscuro es indiscutiblemente de
tradición ibérica. Referente al ánfora con escritura esgrafiada,
tomado como un concepto romano, se menciona que muestra dos
nombres ibéricos que probablemente señalan el propietario o
propietarios del ánfora y en el reverso, en el hombro, dos signos,
tal vez una marca comercial.
Los signos dicen así:
Anverso
bzd96Né (ba ś da ŕ ti n e) comparece Sila, entrega Roma,
tierra nación recibe.
aíunéSÈç (ai u n e s ke ŕ) ahí lucha nación, recibe dominio,
acate Roma.
Reverso
Dç (da ŕ) entrega Roma.

13

https://www.academia.edu/38032708/THE_SKIN_OF_A_BULL_IN_ANTIQUITY_IMAGE_SYMBOLISM_AN
D_IDENTITY

17
Fuente de imagen: Gómez-Moreno, Manuel: 1949: "Suplemento de epigrafía ibérica":
Misceláneas. Historia, arte, arqueología, (dispersa, emendata, addita, inedita). Primera serie,
La Antigüedad: p.283-330.

(Museo Arqueológico Nacional)

En las ánforas no hay ningún nombre ibérico ni marca de


propietario. Los mensajes son extremadamente políticos y aluden
a la unión con la hoja de hiedra, y a la comunicación privada entre
gobernantes ibéricos de diferentes poblados (nación) ante el
dominio de Roma. Y es la propia historia quien me da la razón:
La ciudad íbera ubicada en El Cabezo de Alcalá fue destruida a
raíz de las Guerras Civiles Romanas o las denominadas Guerras
Sertorianas. “En el año 75 o 76 a. C. las tropas de Pompeyo
pusieron sitio a la ciudad, partidaria de Sertorio. Tras ser
nombrado dictador por el Senado, Sila decidió acabar con el
último vestigio del régimen rebelde que aún se resistía a
someterse a su persona; para ello enviaría a dos de sus

18
comandantes más hábiles y leales, Metelo Pío (79 a. C.) y
Pompeyo (76 a. C.)”14 .
Por tanto, ante esta verificación de la historia y la lingüística, la
transliteración del ibérico al castellano no es una mera casualidad,
sino que eficazmente refleja su verdadera connotación lingüística
o filológica. Lo que permite valorar la evidente correspondencia
de la semiótica o ciencia que estudia los diferentes sistemas de
signos que permiten la comunicación entre individuos, sus modos
de producción, de funcionamiento y de recepción.

La gran importancia que tuvo la ciudad íbera ubicada en El


Cabezo de Alcalá dentro del territorio de la Sedetania hace que se
relacione con la ceca numismática de Sedeisken.
Según el corpus numismático se trata de la ceca más antigua de la
Sedetania, que acuñó en la primera mitad del siglo II a. C15. Si
como dice el corpus, corresponde su nombre al de la “gens”
(sedetania), por qué se empeñan en llamarla “seteisken”.
Sé4íS Èn (sede i s ke n): sede impone dominio, acate nación.
La palabra “sede” dicen que proviene de latín sedes y significa
asiento. Significado que origina del trono de los que mandaban. Si
esto no conjuga con imponer dominio, nada de lo que diga el
corpus numismático y la propia RAE, tiene sentido. Y si la
palabra sede aparece escrita en ibérico en el siglo II a. C. con
pleno sentido literario, político-social e histórico, por qué se le
adjudica un origen etimológico latino. Quizá la lengua culta del
latín no tenga tanto mérito propio. Aunque para sabia la Cultura
Ibérica por no emplear en su escritura las consonantes latinas f, h,
m, v, x, z. Es más, la escritura ibérica manifiesta otra capacidad
lingüística añadida, ya que los íberos además de mostrar
anotaciones específicas para las vocales a, e, i, o, u, también les

14
https://es.wikipedia.org/wiki/Cabezo_de_Alcal%C3%A1
15
Villaronga, L. (1994): Corpus nummum Hispaniae ante Augusti aetatem, Madrid. (2ª Edición, José A.
Herrero S.A. Monedas y Medallas, 2002.).

19
atribuye un valor abreviado verbal determinante: a (a) acepta. é
(e) recibe. í (i) impone. o (o) otorga. U (u) lucha.
Se trata de un sistema dual monofonético (de una sola letra) que
incluso se delata en las consonantes: l (l) legisla, cuyo sinónimo
es ley. n (n) nación, del verbo nacer; concepto simplificado en
el ente autónomo e independiente de un pueblo o ciudad. S (s)
domino, del verbo sé: saber, sinónimo dominar.
Para expresar a Roma, los signos determinantes más empleados
son 9 y ç; y con un trazado gráfico equivalente (añadido o
ausencia de palito vertical) para mencionar a Iberia emplean los
signos M y m16.
Aunque con otro significado, considero muy revelador que don
Manuel Gómez-Moreno entre los años 20 y 40 diese un mismo
valor fonético a los signos ibéricos M y m (/m/); al igual que
considero muy importante que dichos signos no los registre el
ilustre granadino en el apartado tartesio de la tabla de
equivalencia fonéticas publicada en 1948. Coincidencias que sí
considero significativas para el análisis histórico y paleográfico
de la lengua ibérica, ya que el nombre de Iberia no se registra en
las fuentes clásicas en relación al periodo que pertenece la
denominada cultura tartésica. Recordemos que Gómez-Moreno
descifró la fonética de los signos, no su significado, por lo que
hace comprensible el error de transcripción. De hecho, considero
importante que incluyese en la misma fonética de la consonante
/m/ los signos J y Ñ, signos que no significan lo mismo que la
M y m, pero sí están muy correlacionados al topónimo o territorio
de Iberia, ya que su fonética traduce la sílaba /ti/, con el
significado abreviado de “tierra”. Y desde luego, eso sólo puede
ser explicado por el léxico y la gramática de la lengua ibérica, y
en especial, en el contexto numismático14:

16

https://www.academia.edu/34138201/DESCIFRADO_EL_SIGNO_EPIGR%C3%81FICO_IB%C3%89RICO_Q
UE_DETERMINA_LA_ABREVIATURA_DE_IBERIA

20
Una moneda considerada procedente de la región catalano-
aragonesa por A. Vives (1926), es fechada entre el 120 a 20 a. C.,
y se la menciona como Oscuncen ozüMÊn. Pero su correcta
lectura no sólo nos indica otra pronunciación, sino que también
nos está indicando una fecha más precisa: o z ü M Ê n (o ś ku
y ke n) otorga Sila, acuerdo Iberia acate nación.
Esta interpretación nos ofrece un dato cronológico preciso, Lucio
Cornelio Sila fue cónsul entre el 88 y el 80 a. C., y dictador entre
el 81 y el 80 a. C., periodo en la que Roma experimentó grandes
cambios políticos que introducirían a la Republica en varias
guerras civiles, siendo Lucio Cornelio Sila uno de los principales
responsables de la caída de la Republica Romana. Todo ello
implica que en estas fechas el concepto de nación de Iberia se
extiende también hacia las tierras aragonesas, y en una fecha
concreta, comprendida entre el 81 y el 80 a. C.
Existe otra acuñación considerada de la zona de Navarra-Aragón
cuya leyenda ibérica es mencionada por el corpus como
“belaiskom” îlaízkj. La correcta traducción de esta leyenda
no sólo permite anular la presencia de la “m” en la escritura
ibérica, también permite a esta acuñación correlacionar y situar en
un mismo marco cronológico y geopolítico que la tésera de
Froehner y del Bronce de Botorrita I (Zaragoza):
îla í z k j (bela i ś ko ti) vela impone Sila, tributo tierra.
En la línea 3, párrafo 26 (L. 3/ 26) del Bronce de Botorrita I se
escribe el cognomen completo de Sila con la interpretación: zíla
ú 9 (śila bu ŕ) Sila cambio Roma.
El tránsito o cambio de un estado a otro de Roma expresado por
la propia escritura de la Cultura Ibérica. Es la comprensión de la
escritura ibérica la que contribuye al conocimiento científico del
origen etimológico de nuestra propia lengua. Es la que corrige la
producción filológica científica del siglo XX y delata los actuales
prejuicios convencionalistas. Lo que aquí está en juego no es la
tesis doctoral, licenciatura o investigación individual, sino el
21
origen de nuestra propia identidad cultural. Es aconsejable dejar a
parte los prejuicios personales si no queremos que el peso de la
historia se desplome sobre la conciencia de un destino común que
no supo comprender su propia lengua.

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BIBLIOGRAFÍA

Aranegui, C. (Ed.); Martí, Mª A.; Mata, C. y Pérez Ballester, J.


(1997): Damas y Caballeros en la Ciudad Ibérica. Madrid.

Gómez-Moreno, M., 1949: Misceláneas, Madrid.

Gómez-Moreno, Manuel: 1949: "Suplemento de epigrafía ibérica"


: Misceláneas. Historia, arte, arqueología, (dispersa, emendata,
addita, inedita). Primera serie, La Antigüedad: p.283-330.

MLH: Untermann, J.: 1990 Monumenta Linguarum


Hispanicarum, Wiesbaden. III Die iberischen Inschriften aus
Spanien.
Panosa Domingo, Maria Isabel : 2015 : Inscripcions ibèriques de
les comarques de Tarragona (IICT), Trama 2 ICAC, Tarragona.
Villaronga, L. (1994): Corpus nummum Hispaniae ante Augusti
aetatem, Madrid. (2ª Edición, José A. Herrero S.A. Monedas y
Medallas, 2002.).
Vives, A. (1926): La Moneda Hispanica.

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