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DISCURSIVA 1
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LOS PRINCIPIOS DE ORGANIZACIÓN DISCURSIVA
Patrick CHARAUDEAU
Traducción: Julio Escamilla
Introducción
Los asuntos tratados en esta parte no son objeto de ninguna presentación en las gramáticas
tradicionales; éstas sólo se interesan en describir las categorías lingüísticas. Pero una gramática
que tenga como objetivo describir las categorías lingüísticas desde el punto de vista del sentido
y de la manera cómo el locutor las pone en funcionamiento para construir un acto de
comunicación, no puede desinteresarse de lo que fundamenta verdaderamente el lenguaje: el
discurso.
I. ¿QUÉ ES COMUNICAR?
- La situación de comunicación, que constituye el marco tanto físico como mental en el que se
encuentran los participantes del intercambio discursivo, los cuales están determinados por una
identidad (SICOLÓGICA Y SOCIAL) y unidos por un contrato de comunicación.
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Este texto corresponde a la tercera parte del libro Grammaire du sens et de l’expression, publicado por
Hachette (París: 1992).
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- Los modos de organización del discurso, que constituyen los principios de organización de
la materia lingüística; principios que dependen de la finalidad comunicativa del sujeto hablante:
ENUNCIAR, DESCRIBIR, CONTAR y ARGUMENTAR.
- La lengua, que constituye el material verbal estructurado en categorías lingüísticas que tienen,
al mismo tiempo y de forma consustancial, una forma y un sentido.
- El texto, que representa el resultado material del acto de comunicación. Es prueba de las
escogencias conscientes (o inconscientes) que el sujeto hablante ha hecho en las categorías
lingüísticas y los modos de organización del discurso, en función de los contratos impuestos por
la situación.
Como se ve, “comunicar” es un fenómeno más complejo de lo que hacen suponer ciertas obras
especializadas sobre la comunicación. Este fenómeno no consiste únicamente en transmitir una
información; idea que data de las “gramáticas generales” de siglo XVII, sustituida por la
filosofía y la lógica del siglo XIX y finalmente institucionalizada por la escuela del siglo XX:
“El lenguaje es el reflejo del pensamiento”. Bastaría, por consiguiente, “concebir claramente”
(el pensamiento) para “expresarse claramente” (el lenguaje). Ahora sabemos que los procesos
de concepción y de comprensión están intrínsecamente ligados a los procesos de producción del
lenguaje. Pensamiento y lenguaje constituyen una relación de reciprocidad.
“Comunicar” es proceder a una “puesta en escena”. Así como un director de teatro utiliza el
espacio escénico, la escenografía, la luz, la sonorización, los actores y un texto para producir
efectos de sentido dirigidos a un público que él imagina, el locutor –que quiera hablar o escribir-
utiliza los componentes del dispositivo de la comunicación en función de los efectos que desee
producir en su interlocutor.
- Los modos de organización discursiva son de orden “langagier”2. Ellos agrupan los
procedimientos de puesta en escena del acto de comunicación que corresponden a ciertas
finalidades (describir, contar, argumentar). Este componente conformado por categorías
discursivas no se confunde ni con el precedente, más externo al lenguaje, ni con las categorías
de la lengua.
- Las categorías de la lengua son de orden estrictamente lingüístico porque organizan los
signos en sistemas formales significantes. Este componente no puede ser confundido con el
precedente. Constituye el material a partir del cual será fabricado un texto, a través de la
discursivización.
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La palabra langagier en francés no está relacionada con lo lingüístico, sino con el lenguaje en general.
Eso hace difícil su traducción al español, pues no existe ningún equivalente en nuestra lengua. Por esa
razón, en este caso se ha optado por dejarla en su escritura original. En otros casos, ha sido traducida
como semiótico y aun como discursivo. (N. del T.)
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a) Los anuncios de ofertas de empleos constituyen un tipo de textos que utilizan, en su mayoría,
un modo de organización descriptivo y narrativo:
A veces, sin embargo, pueden utilizar el argumentativo (“Si usted es un excelente vendedor, en
un año puede convertirse en trabajador independiente”.) en una puesta en escena enunciativa
en la que se interpele al destinatario del anuncio (“¿Desea trabajar con suficiente autonomía de
acción? Entonces, este anuncio le interesa”.) o se presente a los interlocutores de este acto
comunicativo como los protagonistas de un relato (“Importante laboratorio de cosméticos
busca jefe de laboratorio”.), utilizando para ello categorías lingüísticas que modalicen el
enunciado de manera ALOCUTIVA o DELOCUTIVA .
b) Una intención comunicativa como “la solicitud” puede ser configurada en diversos tipos de
texto: carta administrativa, carta personal, interpelación en la calle (“pedir la hora”),
entrevista (encuestas), y ponerse en escena con la ayuda de un modo de organización tanto
descriptivo como argumentativo.
En esta 3ª sección serán presentados los diferentes modos de organización discursiva, pero
antes es conveniente presentar algunas definiciones de los componentes del dispositivo del acto
de comunicación.
1. “Situación” y “contexto”
Estas dos nociones son frecuentemente confundidas. Así, según las obras de lingüística y de
didáctica, se ha visto aparecer las expresiones “contextos lingüísticos”, “contexto discursivo”,
“situación lingüística” y “situación discursiva”, las cuales parecen designar todas, de manera
general, “todo lo que rodea al enunciado estudiado”. A veces se propone una distinción entre
“contexto lingüístico”, que se refiere al entorno inmediato de una determinada palabra o
secuencia, y “contexto discursivo”, que se refiere al conjunto del texto en el que se halla una
determinada palabra o secuencia. A veces también se propone distinguir la “situación”, que se
refiere al entorno físico del acto comunicativo, y el “contexto”, que se refiere al marco textual
de una palabra o una secuencia de palabras.
Es esta última distinción la que nos parece más operatoria. De salida plantearemos que el
contexto es intrínseco al acto de lenguaje y está siempre configurado de cierta manera (texto
verbal, imagen, grafismo, etc.), mientras que la situación es externa al acto de lenguaje y
constituye sus condiciones de realización. Además, siempre es posible distinguir, si resulta útil,
un contexto lingüístico y un contexto discursivo. El contexto lingüístico designaría, entonces, el
entorno verbal de una determinada palabra, cualquiera que fuese su dimensión. El contexto
discursivo designaría los actos de lenguaje que existen (que ya han sido producidos) en una
sociedad dada y que intervienen en la producción / comprensión del texto que se interpreta. Por
ejemplo, para comprender (en los años 90) el titular de prensa “Al pie del muro”, hay que
recurrir a los actos de lenguaje concernientes a “la caída del muro de Berlín”.
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2. Los componentes de la “situación comunicativa”
Todo sujeto hablante (locutor) se halla en el centro de una situación comunicativa que
constituye un espacio de intercambio en el que él está en relación con un copartícipe
(interlocutor). Esta relación se define de acuerdo con las siguientes características:
- Características físicas:
[Los interlocutores]
- ¿Están presentes físicamente uno frente al otro, o no?
- ¿Son únicos o múltiples?
- ¿Están cerca o lejos, uno del otro, y cómo están dispuestos con respecto al otro?
[El canal de transmisión]
- ¿Es oral o gráfico?
- ¿Es directo o indirecto (teléfono, medios masivos)?
- ¿Qué otro código semiológico es utilizado (imagen, grafismo, señas, gestualidad, etc.)?
- Características contractuales:
- Intercambio / no intercambio. El contrato admite un intercambio interlocutivo (como en las
conversaciones y diálogos cotidianos) o, por el contrario, no admite el intercambio (como en
una conferencia, por lo menos en la parte de “exposición del conferencista”). Los debates y
reuniones de trabajo muchas veces están estructurados alrededor de momentos de intercambio y
de no intercambio. Generalmente, el contrato de intercambio produce una situación de
comunicación interlocutiva, y el contrato de no intercambio, una situación monolocutiva.
- Los rituales de abordaje. Constituyen las limitaciones, obligaciones, o simplemente
condiciones de entrada en contacto con el interlocutor. En una situación de interlocución,
comprende saludos, intercambios de cortesía, solicitud de excusas, etc.; y en una situación
monolocutiva escrita, aperturas / cierres de cartas, titulares de prensa o títulos de obras,
eslóganes publicitarios, prefacios, introducciones, etc.
- Los roles comunicativos. Se trata de comportamientos discursivos que deben asumir los
copartícipes del intercambio por el contrato que los une. Por ejemplo, en una situación de
“clase” se espera que el profesor cumpla cierto número de roles: que pregunte, que explique,
que dé instrucciones de trabajo, que dirija la clase, que evalúe, etc.; de igual modo se espera que
el alumno responda las preguntas, realice determinado trabajo, etc. En un debate de televisión
se espera que el “animador” presente a sus invitados, que formule preguntas, que conceda la
palabra, etc. Evidentemente, se trata sólo de roles esperados, que dependen estrictamente de un
determinado tipo de situación y a los cuales pueden no ajustarse los interlocutores.
Posteriormente será posible constatar cuáles son las consecuencias de tal o cual combinación en
el comportamiento “langagier” de los interlocutores y, por consiguiente, en la organización de la
configuración verbal. Conviene, pues, hablar mejor de situación interlocutiva y situación
monolocutiva.
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a) En situación interlocutiva
Cuando los copartícipes de la comunicación están presentes físicamente frente a frente; el
contrato permite el intercambio; el canal de transmisión es oral y el entorno físico es
perceptible para los dos interlocutores, el locutor se encuentra en una situación en la que puede
percibir inmediatamente las reacciones de su interlocutor. Por tanto, queda, en cierta medida, “a
merced” de éste; lo cual lo lleva a anticipar lo que quiere decir, a titubear, a corregirse o a
complementarse. En cambio, puede apoyarse en el entorno físico para designar los objetos que
lo conforman, por una parte; por otra parte, puede utilizar entonación, gestos y mímicas para
reforzar su expresión. Estas características indican que la configuración verbal comprende unas
particularidades:
- un orden de las palabras llamado afectivo, encabezado por elementos de información
considerados (o sentidos) como los más importantes por el locutor;
- una construcción segmentada de secuencias de palabras en acumulación, casi sin ningún
vínculo lógico;
- una alternancia de términos tanto de sentido genérico como de sentido específico, que
corresponde a un procedimiento del pensamiento que se desarrolla en tiempo débil y tiempo
fuerte, desde el punto de vista de la información.
b) En situación monolocutiva
Cuando los interlocutores no están presentes físicamente frente a frente; el contrato no permite
el intercambio; y el canal de transmisión es oral o gráfico, el locutor se encuentra en una
situación en la que no puede percibir inmediatamente las reacciones del interlocutor (sólo puede
imaginárselas). No queda, por lo tanto, “a merced” de éste y puede organizar de manera lógica y
progresiva lo que quiere decir. Ello indica que la configuración verbal correspondiente a esta
situación comprende unas particularidades opuestas a las de la situación precedente:
- orden de las palabras llamado progresivo;
- construcción continua y jerarquizada;
- una sucesión de términos cuyo sentido está jerarquizado.
- una explicación necesaria de lo que podría significar la entonación y las mímicas, en el caso
que el canal de transmisión sea gráfico:
“La noción de duración –la noción de tiempo- es una de las más difíciles de concebir. El
animal humano no ama el cambio; por naturaleza prefiere, con algunas pocas
excepciones, su vida tranquila, sus costumbres, sus amigos; las cosas sorprendentes
siempre lo asustan un poco, puesto que frecuentemente se pregunta con sospecha si ellas
no lo conducirán a algún peligro, exigirle esfuerzos y sacrificios de su parte. Prefiere,
pues, no pensar en eso”.
(Ponencia de un congreso)
Nota: Estas dos situaciones pueden entrecruzarse (en realidad, una está incrustada en la otra), como
en este pasaje de una carta de Colette: “¿Te han dicho que en tu ausencia yo vivía sola, huraña y fiel,
con cara de impaciencia y de espera?... No lo creas. No estoy ni sola ni fiel. Y no es a ti a quien
espero”. (Colette, Le voyage egoïste, Fayard), o como en el noticiero televisado, en una conferencia-
debate, en un curso, etc.
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SITUACIÓN COMPONENTES CONSECUENCIAS CONFIGURACIÓN
SITUACIONALES PARA EL LOCUTOR VERBAL
• Construcción segmentada
INTERLOCUTIVA
No presencia
de los Percepción no inmediata • Orden de las palabras
interlocutores “progresivo”
Entorno físico
común o no Utilización o no utilización • Explicitación o no
común de los elementos del entorno explicitación
del entorno
Canal oral o
gráfico Utilización o no utilización • Explicitación o no
de entonaciones, gestos y explicitación de la
mímicas entonación y los gestos
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Los procedimientos que consisten en utilizar ciertas categorías lingüísticas para ordenarlas en
función de las finalidades discursivas del acto de comunicación, pueden ser agrupadas en cuatro
modos de organización: el enunciativo, el descriptivo, el narrativo y el argumentativo. Cada
uno de estos modos de organización tiene una función de base y un principio de organización.
El modo enunciativo tiene un status particular en la organización del discurso. Por una parte,
tiene por vocación primordial dar cuenta de la posición del locutor con relación al interlocutor,
consigo mismo y con los otros -lo cual da lugar a la construcción de un aparato enunciativo-;
por otra parte, y en nombre de esa misma vocación, este modo enunciativo interviene en la
puesta en escena de cada uno de los otros tres modos de organización. Es por eso que puede
decirse que este modo rige a los otros; por esa razón es abordado de primero en esta tercera
parte y por eso, la persona, categoría de la lengua que está unida a este modo, aparece al
comienzo de la segunda parte.
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Relación de influencia •Posición con respecto al
(YO → TÚ) interlocutor
ENUNCIATIVO Punto de vista •Posición con respecto a
situacional lo
(YO → ESO) dicho
Testimonio sobre el •Posición con respecto a
mundo otros discursos
(ESO)
•Organización de la
Identificar la sucesión construcción descriptiva
de seres del mundo (Nombrar-localizar-
DESCRIPTIVO de manera objetiva/ calificar)
subjetiva
•La acción descriptiva
(Efectos y
procedimientos)
•Organización de la
Explicar una verdad lógica
desde una perspectiva argumentativa
ARGUMENTATIVO racionalizante para (actantes y procesos)
influenciar al
interlocutor •La acción argumentativa
(procedimientos
semánticos
y discursivos)
1. La “puesta en escena”
El locutor, más o menos consciente de las limitaciones y del margen de maniobra que le
propone la situación comunicativa, utiliza ciertas categorías lingüísticas que ordena en modos
de organización discursiva para producir sentido, a través de la formalización de un texto. Para
el locutor, pues, hablar es asunto de estrategia, como si se preguntara: “¿Cómo voy / debo
hablar (o escribir), teniendo en cuenta lo que percibo del interlocutor, lo que supongo que él
percibe y espera de mí, el saber que él y yo compartimos y los roles que ambos debemos
desempeñar?”.
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“contar” una historia o una anécdota para estimularlo a actuar (“Érase una vez un empresario
que no tenía bolígrafo para firmar…”).
2. Los “sujetos” de la comunicación
Hemos visto que la situación comunicativa determina la identidad social y sicológica de los
comunicantes. Pero cuando estas personas comunican se crean, además, una identidad
propiamente discursiva, que no es de la misma naturaleza que la identidad sicosocial. Desde
luego, estos dos tipos de identidad se confunden en la instancia discursiva del locutor. Sin
embargo, es necesario distinguirlas si se quiere comprender cómo son dispuestas las cosas que
se ventilan en el acto de comunicación. Se distinguirá, pues, cualquiera que sea la forma de
nombrarlos:
a) Los interlocutores del acto de lenguaje, seres sociales y sicológicos, externos al acto pero
insertos en él, los cuales son definidos por un cierto número de rasgos de identidad cuya
pertinencia depende del acto comunicativo en cuestión. Uno de estos interlocutores es el
locutor-emisor, el cual produce el acto de comunicación (podemos llamarlo “sujeto
comunicante”); el otro es el interlocutor-receptor, que recibe el discurso del locutor, lo
interpreta y reacciona a su vez (podemos llamarlo “sujeto interpretante”).
b) Los protagonistas de la enunciación, seres discursivos, internos en el acto de lenguaje, los
cuales son definidos a través de sus comportamientos discursivos. Uno de estos protagonistas es
el locutor-enunciador (o “enunciador”), el cual pone en escena las intenciones discursivas del
locutor; el otro es el interlocutor-destinatario (o “destinatario”), al cual el locutor le concede un
determinado lugar dentro de su discurso.
No existe, por tanto, el mismo tipo de relación entre destinatario y receptor, por un lado, y
enunciador y emisor, por el otro. El destinatario depende del locutor (existe, gracias al lugar que
éste le concede), mientras que el receptor que interpreta sólo depende de sí mismo. Esta
diferencia se ve claramente cuando se compara la situación comunicativa interlocutiva (Emisor,
enunciador / destinatario y receptor se hallan en la misma instancia) con la situación
comunicativa monolocutiva escrita (Emisor y enunciador / destinatario se hallan en una misma
instancia discursiva, mientras que el receptor se halla en una instancia discursiva posterior).
Representaremos el dispositivo de la puesta en escena del lenguaje de la siguiente manera:
proyecto
discursivo
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acaba de hacer una tontería, sea comprendido como una “crítica” o un “reproche”, es necesario
que:
- el locutor-emisor piense: “juicio negativo”;
- el enunciador diga: “juicio positivo”;
- el destinatario perciba, gracias a un indicio proporcionado por el locutor, que detrás de “lo
dicho” hay un “juicio opuesto”;
- el interlocutor-receptor sea capaz de percibir este indicio.
En el estado actual de los estudios en análisis del discurso, resulta prematuro proponer una
tipología de los textos. Nos contentaremos con proponer algunas correspondencias entre unos
modos discursivos dominantes y ciertos tipos de textos.
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MODOS DISCURSIVOS OTROS MODOS
TIPOS DE TEXTOS DOMINANTES DISCURSIVOS
Publicitarios • Enunciativo Narrativo
- avisos callejeros (simulación de diálogo) (cuando se cuenta una historia)
- revistas • Variable pero descriptivo Más argumentativo
en el eslogan en las revistas especializadas
Prensa
- Sucesos • Enunciativo y descriptivo Enunciativo
- Editoriales • Descriptivo y argumentativo Según los casos, desaparición o
intervención del periodista
- Reportajes • Descriptivo y narrativo
- Comentarios • Argumentativo
Descriptivo
Propaganda política • Enunciativo (Llamado) (lista de reivindicaciones)
Narrativo (acción a realizar)
Enunciativo (en las instrucciones
• variable según las disciplinas, de trabajo)
Manuales escolares más omnipresencia del Más argumentativo en algunas
descriptivo y del narrativo disciplinas (matemáticas,
física, etc.)
De información • Descriptivo
- Recetas • Descriptivo y narrativo
- Noticias técnicas (acción)
- Reglas de juegos • Descriptivo y narrativo
Relatos Enunciativo
- Novelas Intervención variable del autor-
- Novela corta Narrativo y descriptivo narrador según el género
- de prensa (autobiografía, testimonio,
novela, etc.)
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