“LA TRANSMUTACIÓN COMO PROCESO CLAVE DE LA BIOECONOMÍA”

Por: Castillo Cruz Kenia Edith.

Introducción.
La historia de la humanidad es la prueba viviente de la importancia del pasado, como forjador
del presente y creador de lo que muchos consideran una utopía, “el futuro”.
En mi vida pocas veces había escuchado la palabra de bioeconomía y nunca me pregunte
exactamente que era. Sin embargo hasta hoy entendí que el concepto va más allá de la producción
y distribución de los recursos biológicos para satisfacer las necesidades de la humanidad, y es
que dentro de la definición se introduce como objeto de la producción y distribución; a los bienes
y servicios que se obtienen de la transmutación dirigida de los seres vivos y sus sustancias, vemos
que en este punto se introduce un proceso temporal e histórico, la transmutación, que es un
proceso que acompaña a la humanidad a través de su evolución y en el que la mano del hombre
hoy busca gobernar a través de la generación de conocimientos, apoyándose de las ciencias
“ómicas ”, como: la genómica, la transcriptómica , la metabolómica y la nutrigenómica. De
algunas técnicas, como: la nanotecnología y la inteligencia artificial. Finalmente se reúne lo
anterior y se apoya de algunos conceptos como; la Mass Customization (Oferta de bienes y
servicios individualizada a precios de producción masiva), la globalización, las redes y vetas de
valor, para formar lo que conocemos como bioeconomía.

Como vemos la bioeconomía va más allá de lo que se puede pensar y está buscando no solo
satisfacer las necesidades individuales del consumidor, busca hacerlo de la mejor manera posible,
tomando en cuenta sus características y circunstancias. Pero para ello es importante ir
desglosando y entendiendo lo que es la bioeconomía, y he decidido empezar por el proceso clave
de estudio que es la “transmutación”.
Nada de lo que conocemos hoy era exactamente igual a lo que era hace un año, dos y mucho
menos hace siglos, a este cambio cuando una cosa se convierte en otra se le llama transmutación.
Los seres humanos no somos la excepción, ante un cambio nosotros competimos, nos adaptamos
y evolucionamos para sobrevivir, es decir también cambiamos, y aquel que no está dispuesto a
hacerlo o no cuenta con las condiciones para lograrlo, está condenado a la extinción. Bueno,
mejor dicho, estaba condenado a la extinción; hasta hace 10,000 años para vivir el humano se
veía obligado a buscar lugares que presentaran condiciones óptimas para la vida y de no encontrar
aquel lugar, pasaban por un proceso de selección, adaptación y evolución. Prueba de ello es que
el hombre pasó de ser un animal herbívoro a un omnívoro. Sin embargo ese proceso lo llevo a
desarrollarse hasta el punto en el que el ser humano a través de la experimentación comenzó a
dominar conocimientos y técnicas.
A través de los años el hombre descubrió que tenía amenazas que atacaban directamente al
cumplimiento de la necesidad una de las necesidades vitales más importantes, la alimentación.
Dentro de estas amenazas encontrábamos a los cianógenos, alcaloides, hidracinas, saponinas,
oxalatos, inhibidores, alérgenos, etc. Que son sustancias que se encuentran dentro de muchos
alimentos, son venenosas o nocivas para el cuerpo humano. También tenía otras amenazas como
las aflatoxinas y las ocratóxinas, que son micotoxinas que establecen relaciones simbióticas con
algunos vegetales y que sin embargo son dañinas para el ser humano.
El hombre comenzó a buscar alternativas para poder hacer comestibles los vegetales y así
satisfacer sus necesidades de alimentación; la primera medida que genero para contrarrestar las
amenazas ya antes mencionadas fue la cocina, ya que al cocer algunos alimentos o ponerlos en
agua hirviendo se logró amenguar los efectos de las sustancias y micotoxinas.
La segunda alternativa fue un poco más complicada de encontrar, la domesticación de las plantas,
aislando a aquellas que presentaban las menores cantidades de amenazas e induciendo su
reproducción. Cambiando así algunas características de las plantas como; la latencia, la
dehiscencia, apogamia, alelopatía, el tegumento, etc.
Y la tercera fue generar medidas en campo como prácticas culturales, fechas de siembra o uso
de fungidas, fue acuñada a partir de la 2° mitad del siglo XX, con el objetivo de eliminar las
micotoxinas.
Conclusiones.
El mayor paso que pudo dar el ser humano en la búsqueda por sobrevivir fue haber entendido
que podía cambiar al mundo a su favor, es decir generar los conocimientos y técnicas que lo
llevaran a dominar el proceso de transmutación, si el humano no hubiera obtenido este
conocimiento muy posiblemente hoy en día la humanidad no sería lo que conocemos y
obviamente no existiría la bioeconomía que a pesar de ser un estudio que tiene su origen en el
pasado de la humanidad es relevante para vivir el presente e indispensable para vivir mejor en
el futuro.