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Monografia Estructuras Personalidad
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LA PERSONALIDAD SEGÚN EL
PSICOANÁLISIS DE SIGMUND
FREUD
1.1 Datos biográficos:
Pese a que Freud provenía de una familia de pocos recursos, sus padres se
esforzaron para que obtuviera una buena educación. Ingresó en la
Universidad de Viena a los 17 años, donde cursó sus estudios a pesar de que
también había antisemitismo en Austria. En 1877, abrevió su nombre de
Sigismund Schlomo Freud a Sigmund Freud. Los primeros años de Freud son
poco conocidos ya que destruyó sus escritos personales en dos ocasiones,
la primera vez en 1885 y de nuevo en 1907. Luego, sus escritos posteriores
fueron protegidos cuidadosamente en los Archivos de Sigmund Freud, a los
que sólo tenían acceso Ernest Jones (su biógrafo oficial) y unos pocos
miembros del círculo cercano al psicoanálisis. El trabajo de Jeffrey Moussaieff
Masson arrojó alguna luz sobre la naturaleza del material oculto.
Tras publicar algunos textos sobre sus investigaciones, Freud fue designado
profesor en la Universidad de Viena en 1900. Comenzó a incorporar
personas que se sumaron al movimiento psicoanalítico que empezaba a
definirse. Freud tenía poca tolerancia hacia los colegas que disentían de sus
doctrinas teóricas, y algunos se separaron eventualmente. Los ejemplos más
conocidos son Carl Jung y Wilhelm Reich.
Los impulsos del ello son innumerables sin embargo podemos agruparlos en
dos grandes instintos primarios: Eros y Tánatos. El impulso de Eros tiende a
la reunión de elementos dispersos en una unidad mayor por esto también se
le denomina impulso de vida ya que la construcción de nuevas realidades
es su meta principal. Por su parte, el impulso de Tánatos busca la
disolución de una unidad en un conjunto de elementos más pequeños, se le
denomina también impulso de muerte. Para Freud estos impulsos están
presente incluso en algunos procesos inorgánicos de la naturaleza
(atracción-repulsión, cristalización-disolución, etc.). El deseo de formar
una familia, de pertenecer a un grupo social, de construir algo puede
ejemplificar el impulso de Eros; por contra el deseo de desintegrar una
realidad social o de romper con las ataduras culturales que nos constriñen
pueden ejemplificar a la perfección el impulso de muerte.
1.5 El super-yo:
Las exigencias del ello (principio de placer) y del super-yo (ideal moral de yo)
están en franco conflicto la resolución de este conflicto es tarea del yo que
debe mediar entre las exigencias biológicas encarnadas por el ello y las
exigencias sociales representadas por el super-yo. En este cruel conflicto la
posición del yo es siempre comprometida e inestable: por un lado el ello
acosa al yo con exigencias perentorias que precisan satisfacción
inmediata, por otro lado, el super-yo reprime esos impulsos e incluso las
motivaciones ocultas tras las “nobles” acciones del yo. La salud mental
es ese equilibrio inestable entre estas dos potencias.