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Bartolomé Mitre

(26/06/1821 – 19/01/1906)

Político, militar y escritor argentino Presidente de la República (1862-1868)


Nació el 26 de junio de 1821 en Buenos Aires.

Sus padres no aprobaban su vocación literaria por lo que le enviaron a la estancia de Gervasio
Rosas, para que se convirtiera en un hombre de campo.

Se granjeó con sus escritos la enemistad del dictador argentino Juan Manuel de Rosas. Tuvo
que exiliarse en Chile, Bolivia y Perú. De regreso a Argentina en el año 1852 participa en el
derrocamiento de Rosas, liderado por el general Justo José de Urquiza.

En 1853 es nombrado ministro de Guerra del gobierno provincial de Buenos Aires, y trata de
oponerse al plan de Urquiza que pretendía que la provincia pasara a formar parte de la recién
proclamada República Argentina. En 1859, las tropas de Mitre fueron derrotadas por Urquiza en la
batalla de Cepeda, por lo que Buenos Aires pasó a formar parte de la federación. Fue gobernador
de la provincia de Buenos Aires en 1860 y vence a Urquiza en la batalla de Pavón (1861).

Elegido presidente de la República en 1862 para un mandato de seis años. Durante su presidencia,
Argentina, aliada con Brasil y Uruguay contra Paraguay, participó en la guerra de la Triple Alianza
(1865-1870). En 1868 pierde las elecciones presidenciales ante Domingo Faustino Sarmiento;
volvió a presentarse otra vez como candidato en 1891 pero fracasó. Ocupó cargos de ministro y
diplomático para el nuevo presidente. Pero el grueso de su actividad vuelve a las letras.

El 4 de enero de 1870 lanza el primer número del diario "La Nación". El nuevo periódico se
sostiene en el prestigio de Mitre y la ideología liberal. Esa coyuntura convierte a "La Nación" en
un medio con gran influencia en la clase dirigente, que más de una vez es adoctrinada por los
editoriales de Mitre. Entre sus escritos se encuentran un gran número de poesías, traducciones de
autores clásicos (como el poeta italiano Dante Alighieri) y obras históricas, como la Historia de
Belgrano y de la independencia argentina (1858-1859) y la Historia de San Martín y de la
emancipación sudamericana (1877-1888).

Bartolomé Mitre falleció en Buenos Aires el 19 de enero de 1906.

Cargos

Presidente de la Nación Argentina


12 de octubre de 1862 — 12 de octubre de 1868
Vicepresidente
Marcos Paz (1862-1868)
Predecesor
Juan Esteban Pedernera (Presidente de la Confederación Argentina)
Sucesor
Domingo Faustino Sarmiento
Gobernador de Buenos Aires
3 de mayo de 1860 — 12 de octubre de 1862
Predecesor
Felipe Llavallol
Sucesor
Vicente Cazón
Bartolomé Mitre
(1821-1906)
Autor: Felipe Pigna

Bartolomé Mitre, el gran historiador, polémico político e impulsor de la organización nacional, nació
en Buenos Aires el 26 de junio de 1821. Era hijo de Don Ambrosio Mitre y Doña Josefa Martínez
Whetherton. El matrimonio se estableció en Carmen de Patagones y allí nacerían los hermanos de
Bartolomé, Emilio y Federico. Sus primeros estudios los realizó entre Buenos Aires y Carmen de
Patagones.
A los 14 años, Mitre comienza a trabajar en una de las estancias de Rosas, "El rincón de López",
regenteada por Gervasio Rosas, hermano del restaurador. El joven Mitre no logra adaptarse a la
férrea disciplina de la estancia y es devuelto a su padre con estas palabras: "Dígale a Don
Ambrosio que aquí le devuelvo a este caballerito, que no sirve ni servirá para nada, porque
cuando encuentra una sombrilla se baja del caballo y se pone a leer". Un año después ya había
escrito su primera colección de poesías. Mitre tenía 17 años. Frente a las persecuciones del
rosismo, emigra junto a su familia a Montevideo. Allí conocerá a Delfina de Vedia, una bella
uruguayita que se convertirá en su esposa y compañera.
"Delfina se presentó a mis ojos como un ángel descendido de los cielos", escribirá por entonces.
Se casaron el 11 de enero de 1841 y tuvieron cuatro hijos: Delfina, Josefina, Bartolomé y Emilio.
En Montevideo inició su carrera militar en el arma de artillería sin abandonar su pasión por las
letras expresada a través de sus notas en los periódicos El iniciador y El Nacional entre los años
1838 y 1839.
En 1842, se incorporó a las filas antirrosistas del general Paz y participó en la campaña de Entre
Ríos hasta que, derrotadas sus fuerzas en Arroyo Grande, debió regresar a Montevideo.
En la capital uruguaya tomó contacto con los intelectuales antirrosistas emigrados, como José
Mármol, Florencio Varela, Rivera Indarte y Esteban Echeverría y participó activamente en la
defensa de Montevideo, sitiada por Oribe. Su destacada actuación le valió el ascenso a Teniente
Coronel en 1846. Pero ese mismo año decidió abandonar el Uruguay, disgustado con la política
de Rivera. Se trasladó a Bolivia donde el presidente Ballivián lo puso al frente del Colegio Militar.
Allí también ejerció el periodismo, junto a Wenceslao Paunero y Domingo de Oro, y fundó el diario
antirrosista La Epoca.
Un golpe de estado derrocó al presidente Ballivián y Mitre debió trasladarse primero al Perú y
finalmente a Chile, donde residirá hasta 1851.
En ese año, se trasladó a Montevideo y, al enterarse del pronunciamiento de Urquiza, se incorporó
al Ejército Grande como jefe de artillería. Tras el triunfo de Caseros, en 1852, fundó Los Debates,
diario desde el que fijaría su postura en defensa de los intereses porteños frente al proyecto de
Urquiza. Esto le valió el cierre del periódico y un nuevo exilio en Montevideo. Pero pronto podrá
regresar a Buenos Aires. El 11 de septiembre de 1852 los sectores porteños opuestos a la
nacionalización de las rentas aduaneras y la hegemonía de Urquiza, organizan un movimiento que
tiene en Mitre y Valentín Alsina a sus principales referentes. La "revolución" del 11 de septiembre
produjo la separación de la provincia de Buenos Aires del resto del país, con Valentín Alsina como
gobernador y Mitre como ministro de Gobierno y encargado de las relaciones exteriores.
Posteriormente, en 1855, sería electo presidente de la legislatura bonaerense, y fundaría el
instituto Histórico y geográfico.
En 1857, publicó la primera edición de su Historia del General Belgrano, obra exhaustiva, producto
de una profunda investigación.
Mientras tanto, Buenos Aires gozaba de cierto bienestar económico; su economía se iba dibujando
alrededor de un puerto que exportaba cereales y ganado e importaba de Europa todo lo demás,
desde manufacturas hasta ideas políticas. Así, mientras la Confederación languidecía, Buenos
Aires progresaba con un ritmo acelerado. Una moneda fuerte, aceptada en todo el territorio
provincial, otorgaba garantías a los capitales extranjeros. La exportación lanera figuraba entre las
primeras del mundo.
Hacia 1857, se inaugura el Ferrocarril del Oeste, primer tren del país. Unía la Estación del Parque
-hoy Plaza Libertad- y el actual barrio de Flores.
La Ciudad dejaba el mote de "gran aldea" para transformarse, lenta pero inexorablemente, en la
"París del Plata".
Como militar participará con el grado de General en los dos combates contra Urquiza: la derrota
de Cepeda en 1859 y la victoria definitiva de Pavón, el 17 de septiembre de 1861.
Mitre que había sido electo gobernador de Buenos Aires en 1860, se transformó tras el triunfo de
Pavón en el único hombre en condiciones de encauzar los destinos del país recientemente
unificado.
En mayo de 1862, se reunió un nuevo congreso nacional que legitimó la situación de Mitre
confirmándolo como encargado del Poder Ejecutivo Nacional. Se convocó a elecciones nacionales
y triunfó la fórmula Bartolomé Mitre y Marcos Paz.
Los nuevos mandatarios asumieron en octubre de 1862 y pronto tropezaron con el primer
obstáculo.
El problema de la federalización de la provincia y de la residencia de las autoridades nacionales,
pudo resolverse transitoriamente a través de la Ley de Compromiso, por la cual los miembros del
poder ejecutivo podrían residir en Buenos Aires hasta tanto se fijase la capital definitiva de la
república.
En el transcurso del debate de la ley, quedaron claramente manifiestas las dos tendencias del
liberalismo porteño; los nacionalistas o mitristas, llamados "cocidos" continuadores de la política
de Pavón y los autonomistas, liderados por Adolfo Alsina, llamados "crudos", pretendían conservar
los privilegios de Buenos Aires, particularmente las rentas aduaneras.
Estos nuevos partidos representaban en realidad a la misma clase social y tenían como objetivo
casi exclusivo la toma del poder para usufructuar el aparato estatal.
En este período se produjo una creciente centralización del poder político donde el uso de la
fuerza fue determinante.
El gobierno nacional se fue imponiendo a través de la violencia organizada por sobre otros
poderes como los de las provincias, centralizando funciones como la recaudación impositiva, la
emisión monetaria, la educación y la represión.
La verdadera institucionalización de un ejército nacional ocurrió a través de las distintas formas de
enfrentamiento asumió ese ejército nacional. El ejército implicó, además, un enorme gasto público
que llegó a representar en algunos años más del 50 % del presupuesto.
Mitre encargó a un grupo de juristas encabezados por Dalmacio Velez Sarsfield la redacción del
Código Civil y la adaptación del Código de Comercio al ámbito nacional.
Se organizaron la Corte Suprema de Justicia y los tribunales inferiores.
Como elemento de unificación ideológica se crearon los 14 colegios nacionales y sus respectivos
profesorados, uno para cada provincia.
Era imposible llevar adelante la política centralizadora sin terminar con el caos fiscal y la anarquía
monetaria: en algunas provincias se superponían impuestos y circulaban tres y hasta cuatro
monedas diferentes.
La creación de un aparato recaudador nacional fue condición necesaria para financiar las
reformas que requería la concreción del programa liberal mitrista.
Durante su mandato, Mitre fue urdiendo una política de alianzas con los sectores conservadores
del interior buscando subordinar a las provincias a los intereses porteños. Esta política provocó
levantamientos armados como el de los montoneros acaudillados por el riojano Ángel Vicente
Peñaloza, "El Chacho", en 1863, que culminarán en violentas acciones represivas por parte del
ejército nacional.
En 1865, estalló la Guerra del Paraguay (o Guerra de la Triple Alianza) y Mitre fue designado
General en Jefe de las Fuerzas Aliadas de Argentina, Uruguay y Brasil.
Mitre había hecho un pronóstico demasiado optimista sobre la guerra: "En 24 horas en los
cuarteles, en 15 días en campaña, en tres meses en la Asunción." Pero lo cierto es que la
guerra duró casi cinco años. La victoria le costó al país más de 500 millones de pesos y 50.000
muertos. Del millón trescientos mil habitantes que tenía el Paraguay, sólo sobrevivieron 300.000,
la mayoría mujeres y niños.
La impopularidad de la Guerra de la Triple Alianza -llamada de la Triple Infamia por Alberdi-
sumada a los tradicionales conflictos generados por la hegemonía porteña, provocó
levantamientos en Mendoza, San Juan, La Rioja y San Luis. El caudillo catamarqueño Felipe
Varela lanzó una proclama llamando a la rebelión diciendo:
"Ser porteño es ser ciudadano exclusivista y ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin
libertad, sin derechos. Ésta es la política del gobierno de Mitre. Soldados Federales, nuestro
programa es la práctica estricta de la Constitución jurada, el orden común, la amistad con el
Paraguay, y la unión con las demás repúblicas americanas."
A pesar de que contaba con un importante apoyo popular, Varela fue derrotado por las fuerzas
nacionales en 1867. Como decía la zamba de Vargas, nada podían hacer las lanzas contra los
modernos fusiles de Buenos Aires.
En 1868, culminó su período presidencial y se declaró prescindente en cuanto a apoyar a un
candidato a sucesor, dejándole de esta manera el campo libre a Domingo Faustino Sarmiento,
quien asumirá ese año la primera magistratura. Mitre, por su parte, fue electo senador por Buenos
Aires. En 1869 compró el diario La Nación Argentina, fundado por Juan María Gutiérrez en 1862, y
lo convirtió en La Nación, cuyo primer número salió a la calle el 4 de enero de 1870, mientras se
libraban los últimos combates de la Guerra del Paraguay, con una tirada de mil ejemplares.
En 1871, como muchos porteños, cayó enfermo de fiebre amarilla. Tras su recuperación el
presidente Sarmiento le encomendó una misión diplomática en Brasil para terminar de definir los
límites modificados tras la Guerra del Paraguay.
En 1874, se presentó nuevamente como candidato a la presidencia. Ante el triunfo del tucumano
Nicolás Avellaneda, denunció fraude y se sublevó contra las autoridades electas pero fue
derrotado por las tropas leales, dirigidas por el coronel Julio A. Roca. Fue detenido y trasladado al
Cabildo de Luján. Durante sus cuatro meses de prisión escribió el prólogo para su Historia de San
Martín y de la independencia sudamericana.
Tras dedicarse a sus investigaciones y a la labor periodística, en 1890, volvió a la acción. La
desastrosa administración de Juárez Celman, con su estela de negociados y corrupción, fomentó
la unión de la oposición en un gran frente conocido como la Unión Cívica, bajo la conducción de
Bartolomé Mitre y Leandro N. Alem.
El 26 de julio de 1890, la Unión Cívica decidió pasar a la acción. Estalló la "Revolución del
Parque". Mitre decidió ausentarse del país, dejándole todo el peso de la conducción del
movimiento a Alem, quien, a pesar de contar con cierto a poyo militar, fue derrotado.
Este hecho y las negociaciones posteriores concretadas por Roca y Mitre, que desembocaron en
la renuncia de Juárez Celman y la asunción de Carlos Pellegrini, fueron vistas por Alem como una
traición a los postulados de la Revolución del ’90. Esto condujo a la ruptura de la Unión Cívica en
dos nuevos partidos: la Unión Cívica Nacional, encabezada por Mitre, y la Unión Cívica Radical,
encabezada por Alem.
Mitre influyó decisivamente a través de su prestigio político y de su diario en los gobiernos que se
sucedieron entre 1890 y 1906, el año de su muerte. Nada se hacía en las filas conservadoras sin
consultar a "Don Bartolo", que se reservaba la última palabra.
En 1894, fue electo nuevamente senador nacional y participó activamente en los debates sin dejar
de lado la escritura. Publicó por esos años su Estudio bibliográfico-lingüístico de las obras del
Padre Luis de Valdivieso sobre el araucano.
En 1901, al cumplir 80 años fue objeto de grandes homenajes y festejos. Pasó sus últimos años
dedicado a la dirección de La Nación y a la traducción de La divina comedia de Dante Alighieri.
Falleció a los 84 años el 19 de enero de 1906. Una multitud acompañó sus restos hasta la
Recoleta.

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