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Ok-Plan Maestro 2012 - 2017 RC Ashaninka Ver Modificada PDF
Ok-Plan Maestro 2012 - 2017 RC Ashaninka Ver Modificada PDF
RESERVA COMUNAL ASHÁNINKA.
PLAN MAESTRO
2012
VOLUMEN II
ÍNDICE
CAPITULO 1. VISIÓN Y OBJETIVOS
1.1. Visión
1.2. Objetivos
CAPITULO 2. ESTRATEGIAS DE CONSERVACIÓN PARA LA GESTIÓN DE LA
RCAS
2.1. Zonificación
2.2. Zona de Amortiguamiento de la RCAS
CAPITULO 3. ESTRUCTURA PROGRAMATICA DEL PLAN MAESTRO DE LA
RCAS
3.1. Programa de Gestión
CAPITULO 4. COGESTIÓN DE LA RCAS
4.1. Principios para la Cogestión de la RCAS
4.2. Lineamientos de Política
4.3. Estrategias para la Gestión de la RCAS
4.4. Modelo de Cogestión
4.5. Actores de la Cogestión
4.6. Roles en la Cogestión de la RCAS
CAPITULO 5. SOSTENIBILIDAD FINANCIERA
5.1. Análisis de Brecha Financiera
5.2. Identificación y Selección de Opciones de Financiamiento
5.3. Descripción de las Opciones Priorizadas
ANEXOS
Mapa 1. Mapa de la Zona de Amortiguamiento.
Mapa 2. Mapa de Zonificación
CAPÍTULO 1.
VISIÓN Y OBJETIVOS
1.1 Visión
La Reserva Comunal Asháninka como Área Natural Protegida de uso directo en
beneficio de la población indígena local cumple no sólo un rol de protección y
disposición de recursos naturales, sino además debe proteger el espacio
geográfico en el cual los pueblos indígenas de los valles de los ríos Apurímac,
Ene y Tambo encuentran sustento a su familia, cultura y espiritualidad; un
espacio al que se vinculan fuertemente sus expectativas de futuro dentro de su
propia idea de “vivir bien”.
En este sentido, los programas que se desprenden de la visión y ejes
estratégicos de intervención definidos participativamente, se deben
transformar en Programas bajo los cuales las actividades de gestión deberán
enmarcarse.
VISIÓN DE LA RCAS
Ha sido claramente identificado durante todo el proceso de elaboración del
Plan Maestro de la Reserva Comunal Asháninka la vinculación entre el territorio
que ésta abarca, los recursos (naturales y culturales) y el futuro que esperan
tanto para ellos como para sus hijos y nietos. Esta percepción no se contrapone
a las expectativas que instituciones públicas y privadas ven como óptimo para
la conservación y desarrollo local.
Entonces, en un taller amplio se construyeron visiones por sectores geográficos
(Apurímac, Ene y Tambo) y por tipo de participante (comunidades,
instituciones) obteniéndose cuatro (4) visiones que fueron finalmente
comentadas para consensuar una que satisfaga a todos los participantes:
La RCAS conserva los RRNN que aseguran a nuestros hijos vivir bien de
acuerdo a nuestra cultura y se gestiona efectivamente entre la Jefatura
de la RCAS, el Eco Asháninka, las organizaciones indígenas y las
Esta visión está traducida en su sentido al asháninka y Matsiguenga en las
instituciones aliadas.
siguientes expresiones:
ASHANINKA
Ora oanontaronsikipatsiamenakobentero marrón
timantayetaroriajokanakeneririAtomipeeirisabinkantanatearikametsaokempeta
nipeeraniitiminiacharineitiaisatiokempeteameekaatsipatanakeariantabetantan
akeari (atsametantanakeari) kametsayora JRCAS, Ecoashaninka, OO.II.
impoinijiamitakoyetantatsiriayompari.
MATSIGUENGA
Ogaganontaronchikipachikamaguetakotanakeromaganirotimantaroriokanaken
eriananekiirimantemparikametiokañotapairariitimieketiorini osario
Markatentanakempariotsamaitantanakemparikameti yoga JRCAS,
Ecoashaninka, OO I Iimpoguini yoga micakotantachirinotobairi.
1.2 Objetivos
Objetivos de Creación
La Reserva Comunal Asháninka fue categorizada a partir de la Zona Reserva del
Apurímac, el 14 de enero del 2003 sobre una superficie de 184,468 ha. En el flanco
occidental de la cordillera de Vilcabamba, hacia la margen derecha de los ríos
Apurímac, Ene y Tambo, por detrás de los territorios (titulados o en proceso de
titulación) de las comunidades indígenas asentadas en dichas márgenes.
El objetivo de la creación de la RCAS fue asegurar el espacio territorial constituido por
la cordillera de Vilcabamba para proteger los ecosistemas altamente diversos y frágiles
que ocurren en esta zona. Asimismo, preservar las áreas que sirven de sustento las
poblaciones asháninkas asentadas en la margen derecha de los ríos Tambo, Ene y
Apurímac, junto con sus bellezas escénicas y valores culturales intrínsecos.
El expediente de categorización para la Zona de Reservada del Apurímac, en base al
cual fueron establecidas las ANP del Complejo Vilcabamba y sustentó el D.S. 003‐2003‐
AG de creación de la RCAS, define los objetivos específicos de la RCAS como:
Proteger la belleza paisajística de la cordillera de Vilcabamba, que constituye
una muestra única a nivel mundial del fenómeno de erosión Kárstica tropical
de la era pleistocénica, incluyendo el puente natural “Pavirontsi”, y el sistema
de cataratas existente en la zona.
Proteger las áreas de importancia natural, económica y mítica religiosa de la
población nativa Arawak.
Proteger una muestra singular de ecosistemas de selva alta en su mayor parte
inalterados por el ser humano.
Objetivos según programas
Programa Objetivo
Mantener la cobertura boscosa de la
Reserva Comunal Ashaninka,
manteniendo así la capacidad de
provisión de los servicios ambientales
Programa de Conservación de recursos
y culturales a la población
beneficiaria.
Recuperar las 12,156.47 ha de la zona
de recuperación
Promover el uso sostenible de los
recursos naturales de la RCAS en el
área aprovechamiento directo,
incrementando el número de
Programa de Uso Público
comunidades interesadas en la
conservación, educación ambiental,
investigación ambiental y
antropológico
Promover la participación local,
regional en el desarrollo de las
Programa de Apoyo a la Gestión
actividades de interés en la RCAS
mediante la cogestión.
CAPÍTULO 2.
ESTRATEGIAS DE CONSERVAVIÓN PARA LA
GESTIÓN DE LA RCAS
2.1 Zonificación
La zonificación es una herramienta que nos permite establecer una estrategia
de intervención específica y adecuada a cada situación en los aspectos físicos,
ambientales y sociales, en cumplimiento de los diferentes objetivos de la RCAS
atreves de su ordenamiento territorial.
La zonificación permitirá establecer una estrategia de intervención específica y
adecuada a cada situación y podrá afinarse en la medida que el Programa de
Investigación y Monitoreo provean de información que contribuya a tal
propósito.
Para este fin, se establece una zonificación considerando 3 criterios básicos:
Aspectos legales. Categoría del ANP, derechos adquiridos o reconocidos,
marco legal vigente, derechos consuetudinarios.
Aspectos ambientales: relieve, ecosistemas, valores de la biodiversidad,
necesidades de investigación y generación de conocimientos. Riesgos,
presiones, amenazas e impactos actuales o futuros.
Aspectos sociales y culturales: dominio, ocupación y uso tradicional de
recursos naturales, vínculos religiosos y espirituales de la población en el
interior de la Reserva y en su zona de amortiguamiento.
Cada zona responde a la ponderación de estos criterios y tiene condiciones de
uso comunes en los aspectos generales de gestión, y a la vez específicos de
acuerdo a las características propias de cada una de ellas.
El diagnóstico elaborado durante el proceso de consulta con las CC.NN.
colindantes muestra que el uso de los recursos en el interior de la RCAS por la
población de las comunidades colindantes es poco. Esta percepción, sumada a
los comentarios de los poblaciones en el sentido que en las zonas más alejadas,
donde se ubica la RCAS, hay mayor disponibilidad de fauna, es indicador de que
la integridad de los ecosistemas dentro del territorio comunal es lo bastante
buena como para sostener a su propia población, y por lo tanto existiría poca
necesidad de hacer uso directo de los RR.NN. en el interior de la RCAS.
Igualmente, la interpretación de imágenes satelitales muestra un bajo
porcentaje de superficie ‐ en relación al área total ‐ en uso como chacras dentro
de la Reserva; sin embargo será necesaria mayor revisión in situ o con fuentes
remotas más precisas para constatar el ocupación del espacio dentro de la
Reserva, ya que existe un uso tradicional por las familias que viven dentro de la
Reserva, que se suma al uso (poco frecuente) de las propias comunidades
colindantes. Además, en el sector noroeste (cuencas Chiquireni y Pichiquía) se
sospecha de una ocupación por remanentes terroristas aislados de otras
columnas con un uso más intenso del suelo.
Bajo estas consideraciones, y por ser las reservas comunales áreas de
conservación de uso directo en beneficio de la población que tradicionalmente
ha tenido un dominio sobre ellas, no se ha visto necesario ni oportuno
establecer una zona de protección estricta.
2.2 Condiciones generales para el uso de recursos en la RCAS
Todas las actividades no tradicionales o con fines comerciales en cualquiera de
las zonas de la Reserva deben contar con la participación y aprobación de la
Jefatura de la Reserva y el ECO‐ASHÁNINKA, y en consulta con las CC.NN.
involucradas y las OO.II. que las representan, desde su etapa de diseño.
Asimismo, debe sujetarse a la normatividad vigente y convenios internacionales
vinculantes suscritos por el Estado Peruano en lo referente los procesos de
consulta libre, previa e informada, en particular el Convenio 169 de la OIT y la
Declaración Universal de los Derechos Indígenas de la ONU como requisito
previo a su ejecución.
Las actividades tradicionales realizadas con fines de subsistencia por la
población indígena de las comunidades beneficiarias o las familias indígenas
asentadas al interior de la RCAS no requerirán de aprobación previa por parte
de la Jefatura de la RCAS y ECO‐ASHANINKA ni plan de manejo en tanto no
constituyan un riesgo a la integridad de la Reserva o a sus fines.
Con respecto a las actividades de exploración y/o eventual explotación de
hidrocarburos, en cualquier ámbito de la Reserva Comunal, estás deberán
evitarse al máximo. En caso que no sea posible deberán cumplir con las
siguientes condiciones:
1. La participación de las CC.NN. beneficiarias de la RCAS, sus OO.II., el ECO‐
ASHANINKA y la Jefatura de la RCAS deberá ser amplia, plena y mediante
procesos efectivos y eficientes de consulta y participación. En ese sentido,
las empresas deberán asegurar la implementación de estos procesos para
todas las fases de la actividad.
2. Previo al inicio de cualquier actividad energética, el Estado debe realizar
el proceso de consulta previa, libre e informada en el marco del convenio
169 de la OIT. Además, las empresas titulares de las concesiones con
fines energéticos deberán contar con el Plan de Participación Ciudadana
conforme lo establece la norma legal, consensuado y aceptado por la
Jefatura de la Reserva, el ECO‐ASHANINKA, las CC.NN. y sus
organizaciones representativas.
3. Los estudios de biodiversidad deberán realizarse antes del desarrollo de
cualquier otra evaluación ambiental que forme parte de un proceso de
licencia ambiental para una operación de hidrocarburos y los Términos de
Referencia para su elaboración cumplirán estrictamente con lo exigido
por el SERNANP.
4. Los estudios ambientales previos a cualquier actividad de energética
dentro de la RCAS (EIAS, EIA‐semi‐detallado, PMA, etc.) deberán
realizarse bajo términos de referencia establecidos por el SERNANP, en
consulta con la ECO‐ASHÁNINKA y las OO.II., tal que sean un precedente
efectivo y fiable para el posterior monitoreo de biodiversidad de la
Reserva. Los estudios serán desarrollados en coordinación con el
SERNANP (jefatura de la RCAS) y ECO‐ASHÁNINKA, con participación de
las CC.NN. y sus OO.II.
5. Se recomienda a la JRCAS y ECO‐ASHANINKA la realización de un
monitoreo independiente o acciones bien diseñadas de verificación de las
investigaciones y/o estudios que las concesiones con fines energéticos
puedan realizar.
6. Por ningún motivo se podrá extrapolar los puntos de muestreo que se
hagan fuera del ANP con los que debería hacerse dentro de ella.
7. Si la(s) empresa(s) planean hacer pozos exploratorios se hará la
investigación en cada locación propuesta para ubicar un pozo
exploratorio.
8. Los titulares de los lotes de exploración deberán aplicar siempre las
tecnologías de mayor efectividad y menor impacto (perforación dirigida,
reinyección de lodos y cortes de perforación, control de emisiones, etc.)
que reduzcan al máximo las actividades dentro de la RCAS y generen el
menor disturbio.
9. Las compañías que pretendan desarrollar actividades en la RCAS deberán
acreditar no tener ninguna multa por sanciones ambientales en el Perú en
los últimos 5 años. En el caso de consorcios, esta limitación se aplicará
para el socio mayoritario y para el operador del Lote.
10. Los EIA deberán incluir estudios específicos para la posterior aplicación de
medidas de control de erosión, descompactación y reforestación u otras
medidas sobre la base de la diversidad florística local. Este aspecto será
de aplicación obligatoria.
11. Deberá incluirse además la participación de instituciones técnicas y
científicas locales en la planificación y desarrollo de alternativas para la
reducción de la alteración al ambiente.
12. Los EIA deberán contener con detalle la valorización de los impactos, y el
método mediante el cual se ha determinado el valor de la compensación
a la RCAS deberá ser previamente consensuado con la jefatura de la RCAS
y ECO‐ASHANINKA.
13. Los Términos de Referencia para el EIA deben ser desarrollados en
coordinación con el SERNANP, ECO‐ASHANINKA y OO.II. y su contenido
debe cumplir como mínimo con las directivas operacionales del Banco
Mundial, el Reglamento de Participación Ciudadana para la realización de
Actividades de Hidrocarburos (D.S. Nº 012‐2008‐EM), las
recomendaciones de la Guía de Participación Ciudadana y la R.M. Nº 571
– 2008 – MEM/DM, los convenios internacionales vinculantes y la Ley de
ÁNP
14. El EIA deberá consignar secciones específicas para la descripción de las
especies o hábitats potencialmente afectables por el proyecto, así como
mapas de sensibilidad biológica, fragilidad física y vulnerabilidad social.
15. El EIA deberá incluir información acerca de la biodiversidad, biomasa y
servicios ambientales de los recursos y ecosistemas existentes en la
Reserva, identificados participativamente, en tanto estos sirvan de
sustento o formen parte del desarrollo de actividades económicas o
culturales por parte de población vinculada a la RCAS. Asimismo, debe
incluir detalladamente las medidas para asegurar el menor impacto sobre
estos recursos.
16. En las áreas donde la JRCAS, ECO‐ASHANINKA, CC.NN. y/o OO.II.
presumen el tránsito o asentamiento esporádico o permanente de
población en contacto esporádico o de relación indeterminada, no se
desarrollarán actividades que puedan implicar una perturbación a la vida
y cultura de estas familias, hasta no contar con una investigación
detallada y consensuada sobre su ubicación, usos, tránsito y nivel de
vulnerabilidad, además, deberá contemplarse un Plan de Contingencia
Antropológica desde la elaboración de la línea base del EIA.
17. En el desarrollo de operaciones, no deberá utilizarse ningún material
natural (madera, fibras, palmeras, etc.) extraído de la RCAS en la
construcción de infraestructura ni en ninguna operación o actividad
vinculada a la exploración/explotación de hidrocarburos (incluidas plantas
medicinales, frutos, etc.).
18. El tráfico aéreo por sobre la Reserva o sus inmediaciones se limitará al
mínimo y en rutas que eviten zonas culturalmente sensibles o
ecológicamente frágiles. Las rutas de vuelo de helicópteros y aviones
serán coordinadas con la DGTA del MTC, el SERNANP, ECO‐ASHANINKA y
las Organizaciones Indígenas para reducir la afectación de áreas sensibles
y asentamientos de familias asháninkas.
19. Los Límites Máximos Permisibles para todas las fases serán los fijados por
la autoridad competente o los fijados por el Banco Mundial – IFC (1998),
eligiéndose siempre los más exigentes entre ambos.
20. Los límites de ruido en los linderos de áreas habilitadas para operaciones
de hidrocarburos deberán ser los fijados por el BM‐IFC para áreas rurales.
21. Los guardaparques deberán contar con las facilidades para ejercer sus
funciones de control en todo momento de la operación.
22. No se instalarán Campamentos Base o Sub Base. Sólo podrán instalarse
Campamentos Base y Sub Base dentro de la Zona de Amortiguamiento de
la RCAS, cuando se cuente con opinión técnica favorable del SERNANP y
ECO‐ASHANINKA, y cuando las propias comunidades y sus organizaciones
representativas lo hayan consentido de acuerdo a los procesos
establecidos por ley.
23. Deberá implementarse un programa de monitorización ambiental
comunitaria INDEPENDIENTE conducido por la ECO‐ASHANINKA y Jefatura
de la RCAS en coordinación y participación de las OO.II. y las CC.NN.
afectadas. Se monitorizarán todas las actividades de la operación de
exploración/explotación para vigilar el cumplimiento de la normatividad
vigente y el cumplimiento de obligaciones asumidas por el operador del
lote antes del inicio de las operaciones.
24. Los monitores ambientales reportarán directamente al titular del lote, la
Jefatura de la Reserva, el ECO‐ASHANINKA, las Organizaciones Indígenas y
OSINERGMIN.
2.3 Criterios para la Zonificación
Se ha tomado como base los ecosistemas, las ecorregiones y zonas de vida.
Asimismo considerando los aspectos legales, sociales y culturales.
La superficie y porcentaje de las tres zonas de la Reserva Comunal Ashaninka
figuran en el mapa de zonificación.
Zonificación en la Reserva Comunal Asháninka.
Clasificación. Superficie (ha) porcentaje
Zona Silvestre 106,512.04 57.74%
Zona de Aprovechamiento Directo 65,799.87 35.67%
Zona de Recuperación 12,156.47 6.59%
TOTAL 184,468.38 100.00%
2.3.1 Zona de Uso Directo
Esta zona es la de mayor influencia de las comunidades beneficiarias de la
RCAS por disposición de recursos o motivaciones culturales y comprende
una superficie de 65,799.87 hectáreas. En todos los casos son zonas
contiguas a las comunidades donde hay tránsito de familias entre las
zonas bajas cercanas al río principal y la zona alta entre los límites de las
comunidades y la RCAS.
Considerándose a la RCAS, como generación de recursos (fuente‐
sumidero) que son dispuestos y consumidos libremente, de forma
tradicional y sostenible de los recursos, lugares de valor cultural y
espiritual importante para la población de las comunidades asentadas en
el ANP y la zona de amortiguamiento.
Normas de uso
Dentro de la Zona de Uso Directo están permitidas las actividades
tradicionales (caza, pesca, recolección, etc.) con fines de autoconsumo
practicadas tradicionalmente por la población de las comunidades
beneficiarias de la RCAS. La agricultura sólo se permite a las poblaciones
que ya se encuentran establecidas dentro de la Reserva.
Las actividades no tradicionales (hidrocarburos, energéticos u otros)
deben:
a) Tener un Estudio de Impacto Ambiental u otros de acuerdo a la
normatividad vigente (Ley 27446‐SEIA, DL 1078, convenio 169 de la
OIT, Ley de participación ciudadana, consulta previa). La planificación
del proyecto debe ser participativo y contener mapas de superposición
de sensibilidad biológica, fragilidad física y vulnerabilidad social, las
cuales deben considerar la descripción de las especies o hábitats
sensibles afectables, valorización de los impactos, compensación al
ANP.
b) Evitar producir impactos que generen cambios al hábitat: perdida de la
biodiversidad, perdida de la cobertura boscosa y erosión.
c) Respetar las formas de vida ancestral pre existentes al establecimiento
del ANP, evitando todo tipo de contacto e impacto socioambiental, en
un radio de desplazamiento de no menor a 10 Km., desde el núcleo de
asentamiento poblacional, que son zonas culturalmente sensibles o
ecológicamente frágiles.
d) No deben realizarse en zonas de carácter espiritual y sagrado para las
familias asentadas en la RCAS y de la ZdA.
e) Toda actividad deben respetar como mínimo una faja fiscal de 100 m.
de los causes de agua, con corrección de pendientes a ambas
márgenes, para mantener la calidad de los recursos hidrobiológicos y
nacientes de agua que recorren por la RCAS.
f) Se permite el aprovechamiento sostenible de animales invertebrados
de la familia artrópoda y recursos forestal no maderable. Las
autorizaciones o permisos estarán de acuerdo a las normas legales
vigentes los cuales serán supervisados y monitoreados por la Jefatura
de la Reserva y el ECO‐ASHANINKA
g) Respetar las formas de vida ancestral de la población asentada en el
ANP, evitando todo tipo de contacto e impacto socioambiental, en un
radio de desplazamiento de no menor a 10 Km., desde el núcleo de
asentamiento poblacional, que son zonas culturalmente sensibles o
ecológicamente frágiles.
h) Evitar la introducción de especies exóticas o ajenas a los ecosistemas
de la RCAS.
i) El tratamiento de todo residuo de las operaciones deberá estar
especificado en el EIA y tratados de acuerdo a su potencial efecto
contaminante o de persistencia en el ambiente.
j) Desarrollar un programa de monitoreo de la biodiversidad durante
todo el período de sus operaciones, incluyendo los periodos de cese
temporal, y por lo menos cinco años luego de la desmovilización y
cierre definitivo de un campo o área de operación.
k) Evitar la apertura de carreteras.
l) Por ningún motivo se podrá extrapolar los puntos de muestreo que se
hagan fuera del ANP, priorizando puntos de muestreo in situ en el
ANP.
m) Las empresas, consorcios u otros que pretendan desarrollar
actividades no tradicionales en el ANP, no deben presentar
antecedentes de sanciones.
Las actividades de hidrocarburos deberán cumplir las siguientes
condiciones:
a) No se instalarán Campamentos Base, así mismo la apertura de
helipuertos deberá reducirse al mínimo posible en el ANP y estará
detalladamente justificado en el EIA y Proyecto de exploración.
b) No deberá utilizarse ningún material natural (madera, fibras, palmeras,
etc.), usarán materiales biodegradables en sus operaciones y los
insumos químico utilizados serán los de menor grado de toxicidad.
c) El tráfico aéreo sobre la Reserva se limitará al mínimo en las zonas
culturalmente sensibles o ecológicamente frágiles.
d) Dotar facilidades al personal técnico del ANP, para ejercer sus funciones
de control en todo momento de la operación.
2.3.2 Zona Silvestre
Corresponde a las áreas que han sufrido poca o ninguna intervención
humana y en las que predomina el carácter silvestre. En estas zonas solo
es posible, además de las actividades de administración y control, la
investigación científica, educación y la recreación sin infraestructura
permanente ni vehículos motorizados.
Comprende las cabeceras de las subcuencas y microcuencas tributarias
del río Ene y con frecuencia constituyen cañones y zonas de muy fuertes
pendientes ‐ mayores al 100% en muchos casos ‐, y con suelos inestables.
En estas zonas hallamos lugares de anidación de aves, particularmente
Crácidos (pavas de monte) y es frecuente hallar algunas cuevas que son
refugio de diversas especies de aves y mamíferos (murciélagos, roedores,
etc.). Son asimismo las zonas más altas de la Reserva y donde se reporta
la presencia del Oso de Anteojos (Tremarctos ornatus) y una variedad
indeterminada de Guacamayos (Ara macao, Ara ararauna, etc.) y otros
Psitácidos.
En lo cultural, se tiene la presencia de familias asháninkas que viven en
situación de aislamiento voluntario de núcleos poblacionales comunales y
conservan una forma de vida sumamente tradicional y el uso de los
RR.NN. es de muy baja intensidad y no comprometen la integridad ni
funcionalidad de los ecosistemas con los que se relacionan. En ese
sentido, debe respetarse la autonomía y derechos a la libre
determinación de estos grupos indígenas.
Son señaladas con mucha frecuencia como lugares donde habitan los
seres espirituales (“dueños de los animales” Maninkari, amiminro, Kiatsi,
shinonkatsiri, etc) y otras entidades emblemáticas en la regulación de la
relación sociedad – bosque. La población de las comunidades en las zonas
de amortiguamiento con poca frecuencia llega hasta aquí debido a la
distancia y difícil acceso.
Normas de uso
a) Sólo se permiten las actividades de uso de recursos naturales con fines
estrictamente de subsistencia y consumo directo, por la población
asentada dentro de la RCAS y las comunidades colindantes a ella. Este
uso, deberá ser monitorizado por la Jefatura del Área y ECO‐
ASHANINKA, para verificar que no excede la capacidad de producción
de los ecosistemas.
b) Están restringidas todas las actividades no tradicionales y el
establecimiento de nuevas áreas de cultivos o asentamientos
provenientes de afuera de la RCAS.
c) Podrá desarrollarse investigación científica, grabaciones audiovisuales,
patrullajes y monitoreo contemplados en el plan de investigación del
ANP, empleando métodos que no perturben directamente a la
población indígena asentada en el ANP. Estando sujeta a la aprobación
por la Jefatura de la RCAS, el ECO‐ASHANINKA.
d) Se permitirá la colecta de muestras con fines de investigación cuando
esté debidamente justificado y sea imprescindible para el aporte
científico, como especies nuevas para la ciencia.
2.3.3 Zona de Recuperación
Son áreas donde la actividad humana directamente o las consecuencias
inesperadas de ella han alterado significativamente la integridad
ecológica de la Reserva. Representada por la parte baja del valle del río
Ene, presenta características de bosque seco tropical y como tal tiene una
dinámica diferente al resto de la RCAS que hace la regeneración natural
más lenta y mayor el riesgo a las actividades no tradicionales.
En este sentido, las afectaciones a los ecosistemas producto de la tala
ilegal de madera y los incendios forestales han comprometido la
integridad ecológica de la Reserva.
Normas de uso
a) Las actividades antrópicas que se realicen no deberán perturbar la
recuperación natural del Bosque Seco Tropical.
b) No se permite ninguna actividad no tradicional ni el establecimiento de
nuevas chacras y asentamiento de familias.
c) Se prioriza el monitoreo de las actividades de la recuperación del
bosque, las actividades estarán enfocadas en la vigilancia para prevenir
nuevos incidentes perjudiciales a la RCAS.
d) Las actividades de recuperación del bosque se planificarán con
especies propias de lugar, siempre en coordinación la Jefatura de la
RCAS, Eco Ashaninka, las CC.NN. colindantes a las zonas afectadas y
sus OO.II.
2.4 Zona de Amortiguamiento de la RCAS
De acuerdo a los resultados de la consulta realizada a comunidades e
instituciones, las presiones y amenazas principales a la RCAS provienen de
actores no residentes en las comunidades colindantes, sino que la fuente de
presión proviene de otros lugares: invasores de tierras, empresas extractivas
(madereras, hidrocarburos) y constructoras (Proyectos hidroenergeticos). Las
presiones que se originan en la misma zona de amortiguamiento son de mucha
menor intensidad y extensión (extracción ilegal de madera) y están alentadas
por actores más externos.
El Decreto Supremo Nº 003 – 2003 – AG que categorizó la Zona Reserva del
Apurímac en el año 2003 estableciendo el Parque Nacional Otishi, la Reserva
Comunal Machiguenga y la Reserva Comunal Asháninka también declaró como
Zona de Amortiguamiento para este complejo de ANP toda el área de la Zona
Reservada que no se categorizó.
El ámbito de la zona de amortiguamiento definida en tal Decreto Supremo
comprende un área sumamente extensa y difícil de controlar (1´691,356 ha),
especialmente hacia el norte, por la parte baja del río Tambo, y en el sector
Apurímac, donde comprende un sinnúmero de caseríos y Centros Poblados
Mayor – donde las acciones que realiza la población no se vinculan con la RCAS
y donde una intervención de la Jefatura de la Reserva y del ECO‐ASHÁNINKA
tendría un alto costo y poca relevancia a los fines de las ANP.
La RCAS requiere de una Zona de Amortiguamiento donde la intervención de la
Jefatura, ECO‐ASHANINKA y organizaciones indígenas tengan mayor influencia y
posibilidad de disminuir las amenazas a la RCAS y a las comunidades
colindantes a ella.
Bajo esta consideración, La Zona de Amortiguamiento de la Reserva Comunal
Asháninka propuesta está circunscrita a las 22 comunidades que colindan la
Reserva, mas aquellas que, sin colindar con ella, tienen una fuerte vinculación,
ya sea porque parte de la población de las comunidades colindantes vive o pasa
algunas estaciones del año en tales comunidades (p.e. Sankiroshi,
Monkirenshi), desde donde acceden a la Reserva, o porque las actividades o
procesos sociales y económicos que se desarrollan en las comunidades no
colindantes son potencialmente riesgosos para la RCAS (Samaniato, Katongo
Quempiri).
2.4.1 Memoria Descriptiva
Límite: La demarcación de los límites se realizó en base a la Carta
Nacional de escala 1/100,000.
Norte:
Partiendo de la confluencia del río Pangoa en el río Tambo, el límite
continúa aguas abajo por el mismo río Tambo hasta encontrarse con la
quebrada Mayapo, prosiguiendo por esta misma quebrada hasta
encontrarse con la quebrada Sabetari, el que continúa por esta misma
quebrada hasta llegar al límite de la Zona de Amortiguamiento de la
Reserva Comunal Machiguenga en su V3.
Este:
Desde el último lugar descrito el límite continúa por la misma zona de
amortiguamiento de la Reserva Comunal Machiguenga hasta llegar en
su V1, prosiguiendo desde su V13, para continuar por el mismo límite
hasta llegar a su V12.
Sur:
Prosiguiendo desde el último vértice descrito, el límite continúa por la
Comunidad Nativa Timpiriña en su límite sur y oeste, el que continúa
por esta misma Comunidad Nativa hasta llegar a la Comunidad Nativa
Sankirosi.
Oeste:
Continuando desde el último lugar mencionado el límite continúa, por la
misma Comunidad Nativa Sankirosi en su límite sur y suroeste hasta
llegar a la Comunidad Nativa Mankirenshi, para proseguir por el misma
Comunidad Nativa en su límite sur y oeste, el que continúa hasta llegar a
la Comunidad Nativa Tiñovankani por su límite oeste hasta llegar a la
Comunidad Nativa Catungo Quimpiri por su límite sur, para proseguir
por esta misma Comunidad Nativa por su límite Oeste y norte hasta
llegar al río Quempiri, el que continúa por el mismo río aguas abajo
hasta llegar a la Comunidad Quempiri, prosiguiendo por la misma
Comunidad Nativa en su límite sur y oeste hasta llegar a la Comunidad
Nativa Camantavishi para continuar por su límite oeste hasta llegar a la
Comunidad Nativa Cutivireni, para proseguir por esta misma Comunidad
Nativa por su límite oeste hasta llegar a la Comunidad Nativa Quiteni, el
que continúa por esta misma Comunidad Nativa por su límite oeste
hasta llegar a la confluencia del río Quipachari con el río Ene, el que
prosigue por este mismo río aguas abajo hasta llegar a la confluencia del
río Pangoa en el río Tambo, inicio de la presente memoria descriptiva.
2.4.2 Presiones a la Reserva desde la Zona de Amortiguamiento –
Área Prioritaria de Intervención
Presiones provenientes del Apurímac:
La extrema pobreza de la sierra centro sur se trasmite hacia el VRAE,
que cuenta con grandes inversiones en infraestructura y apoyo social,
generando migración en busca de servicios sociales (educación, salud,
etc.) y de tierras productivas.
En el eje de la carretera nueva que une Echarate con Kimbiri, COFOPRI
esta titulando masivamente como predios ganaderos y denuncios
agrarios tierras cercanas a zonas habitadas por población Matsiguenga
muy tradicional. Esto constituye una amenaza potencial grande a la
Reserva en el sector sur, ya que aunque estas parcelaciones no son
colindantes con la Reserva, la improductividad de los suelos generaría
que los pastizales y la agricultura cocalera migratoria avancen muy
rápidamente. Es importante decir que los Matsiguenga de estas zonas
no tienen títulos de propiedad saneados ni una organización comunal
efectiva que les permita reaccionar adecuadamente antes estas
amenazas, incrementando mucho más su vulnerabilidad.
En el límite entre los distritos de Pichari y Río Tambo (limite que están
aún en discusión), las invasiones colonas de Pitirinkeni (distrito de
Pichari) y KatongoKempiri (distrito de Río Tambo) llegan a pocos
kilómetros de la RCAS y son una potencial amenaza.
La extensa red de carreteras presente en todo el valle del Apurímac y
alto Ene, puede facilitar la extracción maderera ilegal en la RCAS. En la
zona de Pitirinkeni ha habido problemas de extracción forestal ilegal
durante el 2009 y en Meteni desde el 2007.
Presiones provenientes de la cuenca del Río Ene:
En el valle del río Ene las presiones principales actuales son: 1)
Extracción forestal y 2) presión por tierras de los colonos ya asentados y
migrantes recientes.
En el primer caso, hay extracción ilegal en la comunidad de Meteni, pero
además, en las comunidades que cuentan con permisos forestales y
tienen contratos con empresas formales, se presentan alertas continuos
de violación del espacio de la Reserva por los materos y motosierristas
de tales empresas, bajo pretexto que no conocen los límites. Esto ha
ocurrido en las comunidades de Quiteni y Quempiri.
Con respecto a la presión por tierras, la demanda del valle del Apurímac
se enfoca no sólo en tierras sin titular (expedientes en trámite de
ampliación) sino principalmente a través de los caseríos que ya existen
en el valle del Ene, especialmente en el alto Ene, la cuenca del río
Quempiri y la comunidad de Quiteni. A través de los colonos ya
asentados, a menudo parientes de los nuevos migrantes, se gestan las
invasiones y ampliaciones de sus terrenos hacia las tierras de las
comunidades y eventualmente hacia la RCAS.
Una amenaza potencial son los impactos que pudieran provenir de las
actividades que se realicen en el lote de hidrocarburos 108,
concesionado a PLUSPETROL, que se superpone con comunidades y con
la misma Reserva. En lo inmediato, PLUSPETROL no ha realizado ninguna
tipo de exploración, cabe indicar que las comunidades y organizaciones
están en desacuerdo con ese tipo de actividad que consideran de muy
alto riesgo a su tranquilidad y territorios.
Una segunda amenaza potencial la representa el represamiento del rio
Ene para la construcción de una hidroeléctrica, como parte del acuerdo
energético Perú Brasil. El área que se afectaría en el valle del Ene
compremetería directamente a casi todas las comunidades de la parte
alta del valle del Ene. Además afectaría los procesos migratorios de
peces (fundamentales en la alimentación indígena) y podría generarse
nuevas invasiones de tierras por parte de los agricultores que también
serían afectados.
Presiones provenientes de la cuenca de la cuenca del río Tambo:
En el valle del Río Tambo las amenazas van principalmente por la
extracción de madera, que siempre conlleva el riesgo de traspasar los
linderos de las comunidades hacia la Reserva, y los impactos potenciales
de las actividades exploratorias de hidrocarburos que ya está en
marcha.
Para el periodo 2011 – 2013 Repsol tiene programado realizar 2360km2
de sísmica 3D Y 3 de un total de 21 posibles pozos exploratorios en
áreas cercanas a la Reserva. La perturbación que generarán los más de
250 helipuertos, 180 campamentos volantes, 20,000 zonas de descarga
aérea y las demás actividades pueden tener impactos serios sobre la
diversidad y procesos ecológicos alrededor y dentro de la Reserva.
2.4.3 Lineamientos de gestión para la Zona de Amortiguamiento.
La capacidad de la zona de amortiguamiento para prevenir y mitigar
presiones y amenazas, y para contribuir a la gestión de la RCAS,
descansa en la fortaleza o debilidad del vínculo entre la población de la
Zona de Amortiguamiento y la propia Reserva, reflejada principalmente
en la relación con las instituciones responsables de su gestión: la JRCAS
y el ECO‐ASHÁNINKA.
Para fortalecer esta relación y lograr la participación y compromiso de
las comunidades, organizaciones indígenas, gobiernos locales e
instituciones aliadas, la JRCAS y el ECO‐ASHANINKA tendrán una
intervención en la Zona de Amortiguamiento basada en los siguientes
lineamientos generales:
Ejecución coordinada y compartida de actividades.
Las acciones que la ECO‐ASHANINKA y Jefatura de la RCAS
planifiquen en la zona de amortiguamiento deben ser lideradas en
la medida de lo posible por las Organizaciones Indígenas
representantes de las comunidades involucradas o por los
gobiernos locales.
Es importante que cualquier iniciativa sea coordinada con los
actores presentes en la zona de amortiguamiento (gobiernos
locales, OO.II., ONG) para evitar duplicidad de esfuerzos y de gastos.
Comunicación, consulta y coordinación.
Es fundamental que la relación entre la Jefatura de la Reserva, el
ECO‐ASHÁNINKA, los gobiernos locales, las comunidades y sus
OO.II., las ONG, etc. sea fluida, clara y constante, compartiendo
información, mejorando la coordinación y propiciando el
aprendizaje, opinión e involucramiento de todos los actores. La
JRCAS, el ECO‐ASHANINKA y el Comité de Gestión Unificado
propiciarán este tipo de relaciones aprovechando los mecanismos
existentes o implementando los que hagan falta.
Promoción del desarrollo sostenible.
Fomentar el desarrollo sostenible de la población en la zona de
amortiguamiento, basado en el respeto a las propias expectativas y
deseos de la población indígena, apoyando el desarrollo de
iniciativas de producción sostenible y fomentando las alternativas
innovadoras que contribuyan directamente a la conservación y
desarrollo de las comunidades de la Z.A.
Fortalecimiento de capacidades.
La gestión del área es una corresponsabilidad de todos los actores
vinculados a la misma. En ese sentido, la participación en la gestión
requiere no solo el respeto por los valores de conservación y el
buen uso de los recursos, sino también un progresivo
empoderamiento de los actores. La JRCAS, el ECO‐ASHANINKA y las
OO.II. promoverán el fortalecimiento de capacidades locales para
participar de la gestión del área protegida y optimizar los beneficios
que puedan provenir del mantenimiento óptimo de los procesos
ecológicos al interior del ANP.
Educación ambiental.
La educación ambiental está definida como un proceso dinámico y
participativo, que busca despertar en la población una conciencia
que le permita identificarse con la problemática ambiental de su
entorno y del medio global, buscando garantizar el sostenimiento y
calidad de vida de las generaciones actuales y futuras. En ese
sentido, la educación ambiental se constituye en un pilar para la
creación de conciencia ambiental y posteriormente en pilar del
empoderamiento de la población. Es importante que este proceso
educativo no se restrinja a las áreas cercanas a la Reserva, sino se
amplíe a los lugares más cercanos donde se gestan las políticas y
acciones relacionadas al área protegida, es decir ciudades y
asentamientos principales.
La gestión de la RCAS buscará siempre la promoción de la educación
ambiental, diferenciada por cultura, edad y género, en los ámbitos
urbanos o rurales de la Zona de Amortiguamiento de la RCAS y en
los núcleos urbanos cercanos.
Seguridad territorial
Como se ha expuesto, las presiones sobre la Reserva están muy
vinculadas a la precariedad de la propiedad de la tierra y a la
inseguridad jurídica respecto a ellos. Igualmente, la habilitación de
vías de comunicación e inversiones que obvian o no reconocen la
Reserva son un riesgo importante para la población y el área
protegida. El apoyo al ordenamiento territorial y el respeto de la
propiedad comunal reconocidos a las CC.NN. y habitantes de la
Zona de Amortiguamiento en general es fundamental. En ese
sentido es importante desarrollar este apoyo en coordinación y
soporte a las organizaciones, gobiernos locales y aliados para evitar
las invasiones de tierras y la alteración de la tranquilidad social de la
población en la Zona de Amortiguamiento.
2.4.4 Intervención técnica de la JRCAS.
La Jefatura de la Reserva, con participación y consenso con el ECO‐
ASHÁNINKA, debe expresar su opinión sobre los procesos sociales y
económicos que se desarrollen en la Zona de Amortiguamiento. De la
misma manera, al haber una gran diversidad de actores y acciones, la
Jefatura de la Reserva se concentrará en los aspectos que realmente
puedan significar algún riesgo para la RCAS y sus fines.
Por esto, la RCAS emitirá opinión técnica vinculante, supervisara y
monitoreara los siguientes casos:
En todos los proyectos de desarrollo que involucre el cambio de uso
de tierras en CC.NN.
En los procesos de ordenamiento territorial, catastro y titulación o
que impliquen cesión de derechos sobre el vuelo forestal, suelo o
subsuelo (incluyendo hidrocarburos).
En todos los proyectos promovidos por entes estatales o privados, o
por instituciones privadas (OO.II. y ONG) que implique el
aprovechamiento de recursos silvestres (flora, fauna, paisajes o
aguas).
En la venta de servicios ambientales que se generen desde el
interior de la RCAS.
En iniciativas y proyectos para la creación de áreas de conservación
regional, privadas u otra modalidad de conservación.
En proyectos productivos comerciales, de reforestación,
agroforestales, piscícolas o pecuarios que demande una
modificación de espacios naturales en zonas a menos de 2 km de la
RCAS.
En proyectos de infraestructura (represamientos, tendidos
eléctricos, carreteras, etc.) que comprometa algún proceso natural
significativo que pueda constituir un obstáculo al tránsito de
especies o mermar la conectividad del bosque.
CAPÍTULO 3.
ESTRUCTURA PROGRAMATICA DEL PLAN
MAESTRO DE LA RCAS
3.1 Programas de Gestión
Constituyen un nivel de planificación específico y concreto. Se desprenden de
los Ejes Estratégicos de Intervención y organizan las prioridades de acción,
tienen como referente de diseño los conocimientos y prácticas tradicionales, las
expectativas y necesidades de la población. Son vinculantes entre sí y
complementarios en su aplicación.
Su implementación es responsabilidad de la Jefatura de la Reserva y del ECO‐
ASHÁNINKA; en su aplicación y desarrollo integran la participación y
coordinación con las organizaciones indígenas y otros aliados estratégicos de la
RCAS (ONG, gobiernos locales y regionales, etc.).
1.2.1. Objetivos según programas
Programa Objetivo Indicador*
Mantener la cobertura Cobertura vegetal
boscosa de la Reserva de la Reserva
Comunal Ashaninka, Comunal
manteniendo así la Ashaninka
Programa de Conservación de capacidad de provisión de los
recursos servicios ambientales y
culturales a la población
beneficiaria.
Recuperar las 12,156.47 ha
de la zona de recuperación
Nº de acuerdos
suscritos entre la
Promover el uso sostenible
Jefatura y las
de los recursos naturales de
Programa de Uso Público CCNN beneficiarias
la RCAS en el área
Nº de beneficiarios
aprovechamiento directo.
de la Reserva
Comunal.
Promover la participación Incremento del
local, regional en el número de actores
Programa de Apoyo a la Gestión desarrollo de las actividades que participan en
de interés en la RCAS la gestión de la RC.
mediante la cogestión.
*Durante el primer año de implementación, se levantaran las respectivas líneas base para el
cumplimiento de los objetivos identificados.
3.1.1 Programa de Conservación de Recursos
Asegura la integridad del territorio de la RCAS y de los procesos y
funciones ecológicas propias de sus ecosistemas, así como la capacidad
de proveer de servicios ambientales y sociales a la población de la Zona
de Amortiguamiento. Deber ser administrado y manejado de manera
participativa entre el Estado a través de la JRCAS y Eco Ashaninka acorde
al régimen especial para la administración de las reservas comunales,
con el fin de reducir las amenazas y presiones actuales al ANP.
Programa de Conservación de Recursos
Objetivo 1 Indicador*
Meta COMPROMISOS
Resultados1 Indicadores
1 2 3 4 5 JRCAS OO.II ECO CdG
N° de hitos monumentados 2 2 1 X
*Durante el primer año de implementación, se levantaran las respectivas líneas base para el cumplimiento de los objetivos identificados
1
Resultado a nivel de Producto
2
Condicionado a convenios con Organizaciones Indígenas y proyectos en la RCAS
3.1.2 Programa de Uso Público
Busca generar conciencia y compromiso en la población, organizaciones
e instituciones públicas y privadas a través de la adecuada información y
fomento de la participación para mejorar la Cogestión de la RCAS.
Programa de Uso Publico
Objetivo 2 Indicador*
Meta COMPROMISOS
1
Resultados Indicadores
1 2 3 4 5 JRCAS OO.II ECO CdG
N° de permisos o autorizaciones de
Se ha otorgado permisos o aprovechamiento de RRNN no maderables 1 X
autorizaciones de aprovechamiento de dentro del ANP
RRNN no maderables dentro del ANP. N° beneficiarios que aprovechan recursos
10 X
naturales al interior de la RCAS
*Durante el primer año de implementación, se levantaran las respectivas líneas base para el cumplimiento de los objetivos identificados
1
Resultado a nivel de Producto.
3.1.3 Programa de Apoyo a la Gestión
Busca consolidar el modelo de cogestión de la Reserva Comunal entre la
JRCAS y Eco Ashaninka estableciendo espacios de participación
ciudadana, mediante el Comité de Gestión del Parque Nacional Otishi y
Reserva Comunal Ashaninka. Para lograr el compromiso de las
comunidades, organizaciones indígenas, gobiernos locales e
instituciones aliadas basada en iniciativas que contribuyan a mitigar o
prevenir presiones y amenazas al ANP, originadas desde la zona de
amortiguamiento.
Programa de Apoyo a la Gestión
Objetivo 3 Indicador*
Promover la participación local, regional en el desarrollo de las actividades de interés en la Incremento del número de actores que
RCAS mediante la cogestión participan en la gestión de la RC
Meta COMPROMISOS
1
Resultados Indicadores
1 2 3 4 5 JRCAS OO.II ECO CdG
N° de decisiones institucionales
entre el Ecoashaninka y la jefatura 2 3 3 3 3 X X
para mejorar la gestión de la RCAS. **
*Durante el primer año de implementación, se levantaran las respectivas líneas base para el cumplimiento de los objetivos identificados
CAPÍTULO 4.
Co‐Gestión de la Reserva Comunal Ashaninka
4.1 Principios para la Cogestión de la RCAS
La RCAS plantea un esquema de cogestión con mucho énfasis en la
participación e inclusión de todos sus actores para hacer una gestión desde lo
social hacia lo ambiental. Para lograrlo, se plantean 4 principios de cogestión
que orienten el diseño de políticas más específicas y la toma de decisiones
durante el diseño e implementación de niveles de planificación más detallada.
Estos principios deben ser interpretados e integrados transversalmente a todos
los programas.
Interculturalidad y respeto a los derechos de la población indígena, sus
expectativas sobre la RCAS y a la legislación nacional vigente.
Inclusión y participación. Se debe alentar decididamente la participación
de todos los actores, creando los espacios adecuados para ello ‐ o
aprovechando mejor los existentes – y apoyando el fortalecimiento de los
sistemas de representación.
Fomento del trabajo colaborativo. Identificando y estableciendo alianzas
entre actores que aporte el mejoramiento de la gestión de la RCAS y el
fortalecimiento de capacidades de sus actores y beneficiarios y
promoviendo la inversión de los gobiernos locales y regionales en
conservación y gestión de ANP, en especial de la RCAS.
Mejora constante de la gestión, basado en la apertura y aprendizaje
permanente e incorporación de nuevos enfoques, permitiendo la
adaptación y mejora de la gestión (gestión adaptativa).
Los programas, proyectos o acciones que se realicen en la RCAS deberán
considerar estos principios, buscando siempre la coherencia entre los
lineamientos y estrategias y los planes operativos.
4.2 Lineamientos de Política
Junto con la visión, las comunidades, organizaciones, personal de la RCAS e
instituciones aliadas (ONG) consensuaron las prioridades de intervención, que
representan los aspectos de mayor importancia para ellos para los próximos 5
años. Estas prioridades de intervención se han traducido en lineamientos de
política, que constituyen un referente para la planificación estratégica
posterior.
La comunicación, divulgación de información e intercambio de opiniones
con Comunidades Nativas, gobiernos locales y regionales y OO.II. son la
base para una participación efectiva en la gestión de la Reserva Comunal
Asháninka.
Mediante una estrategia adecuada que considera las características propias
de cada grupo de actores, la Jefatura de la RCAS y el ECO‐ASHÁNINKA
liderarán un proceso continuo de comunicación que permita el
aprendizaje recíproco, el intercambio de opiniones y el recojo de aportes
para la mejora continua de la gestión.
El fortalecimiento de las capacidades de gestión en los actores de la RCAS
mejora la participación y contribuye a una mejor gestión de la Reserva.
La JRCAS y el ECO‐ASHANINKA promoverán, en alianza con otras
instituciones y organizaciones, oportunidades continuas de capacitación
para las OO.II., líderes comunales y personal mismo del ECO‐ASHANINKA y
JRCAS, en diversas materias, que faciliten el entendimiento entre los
actores y mejoran las capacidades para la transferencia y asunción de
responsabilidades dentro de los planes operativos de la RCAS.
Fortalecimiento de la protección y vigilancia.
En la urgente necesidad de detener, reducir y/o prevenir las amenazas y
presiones a la RCAS, es fundamental contar con un programa de protección
y vigilancia que involucre tanto a la Jefatura de la Reserva como a las
comunidades, organizaciones indígenas, instituciones públicas y privadas y
gobiernos locales, para coordinar y orientar los esfuerzos de una manera
consultada y participativa más eficiente y efectiva en el control y
prevención de estos problemas.
Apoyo al desarrollo sostenible de las comunidades de la zona de
amortiguamiento.
Siendo la RCAS un Área Natural Protegida de uso directo para la población
local, es importante que esta población desarrolle junto con la Jefatura de
la Reserva y el ECO‐ASHÁNINKA, los mecanismos y estrategias de
aprovechamiento que le permitan gozar sosteniblemente sus beneficios –
en la Reserva o su zona de amortiguamiento – basándose en sus propios
conocimientos y prácticas tradicionales, para afianzar el vivir bien de las
comunidades beneficiaria del ANP.
4.3 Estrategias para la Gestión de la RCAS
Comunicación, Coordinación y concertación entre los actores de la gestión
de la RCAS.
Como base para la cogestión efectiva, la comunicación y coordinación debe
ser un proceso constante, amplio, transversal y adecuado a los diversos
actores intervinientes en la gestión. Esta estrategia debe generar como
resultado decisiones consensuadas y compartidas no sólo por los
responsables directos de la gestión de la RCAS (Jefatura y ECO‐ASHÁNINKA)
sino también con los demás actores (OO.II. aliados, gobiernos locales, etc.).
Fortalecimiento continuo de capacidades para la gestión.
Complementario a los procesos de comunicación y coordinación, el
fortalecimiento de capacidades debe permitir que los diferentes actores de
la gestión tengan las herramientas necesarias, de acuerdo a su nivel de
participación, que permitan mejorar la comprensión entre actores, transferir
o compartir competencias, asumir responsabilidades, distribuir funciones,
etc. que finalmente hagan más eficiente la gestión.
Gestión orientada a asegurar la conservación.
La RCAS alberga una diversidad de ecosistemas y especies aún poco
estudiadas pero que se estima abundante y con gran variedad de
endemismos (Conservación Internacional, 2002). Además, estos ecosistemas
prestan servicios ambientales y culturales valiosos a la población local y al
mundo en general. En tal sentido, la gestión de la RCAS debe garantizar que
estos ecosistemas mantengan su capacidad de albergar estas especies y
brindar estos servicios. La investigación (biológica, ecológica, social)
contribuirá a proporcionar la información y conocimiento que permitan
adaptar la gestión a estos fines (además de otros mecanismos propios de la
gestión). Igualmente, la protección y vigilancia son determinantes para
controlar las amenazas y para contar con información actualizada en varios
temas de importancia para la RCAS.
Apoyo al desarrollo sostenible de la Zona de Amortiguamiento.
Dado que las comunidades de la Zona de Amortiguamiento cumplen una
función de buffer con las presiones y amenazas provenientes de áreas más
allá de las comunidades, es importante que la gestión de la Reserva apoye
sus procesos de desarrollo, y que esto sirva para la mitigación de amenazas
externas y como estímulo a la conservación de la Reserva. Es estratégico
que la población de las comunidades sientan en forma tangible los
beneficios que puede brindar la RCAS, más allá del uso directo de sus
recursos.
Desarrollo de alternativas para la sostenibilidad financiera.
A fin de contar con los recursos económicos que permitan desarrollar las
anteriores estrategias y disminuir la brecha de financiamiento, la JRCAS y el
ECO‐ASHÁNINKA, en coordinación y alianza con el Comité de Gestión y sus
integrantes, identificarán opciones de financiamiento para cubrir los gastos
de gestión.
4.4 Modelo de Cogestión
La gestión de las reservas comunales esta normada mediante la Resolución de
Intendencia Nº 019‐2005‐INRENA‐IANP, que identifica a los responsables
directos de la gestión y establece sus funciones. Sin embargo ese esquema es
sensible de ser adaptado y mejorado.
De acuerdo a la norma legal antes citada, la gestión y administración de la
Reserva está a cargo de los Ejecutores de Contrato de Administración (para este
caso el ECO‐ASHANINKA), la Jefatura de la Reserva es responsable de la
vigilancia y control, y el Comité de Gestión apoya a ambos en la administración
y vela por el cumplimiento de los compromisos asumidos en la firma del
contrato de administración, por la implementación del Plan Maestro, el
cumplimiento de los planes operativos anuales y los contratos o autorizaciones
de uso de recursos en caso éstas sean extendidas a usuarios o terceros
interesados.
Las jefaturas de cada reserva comunal transfieren las competencias para la
gestión progresivamente en la medida que los ejecutores adquieren las
capacidades para ello y hay garantía de sostenibilidad en estas capacidades
adquiridas. Es parte de las obligaciones de las Jefaturas apoyar los procesos de
consolidación de los Ejecutores de Contrato. Igualmente, es obligación y
compromiso de cada ejecutor mantener una relación de comunicación y
coordinación constante con las comunidades y organizaciones que la integran.
El modelo de gestión para la RCAS se plantea en estos mismos términos,
establecidos por la ley y por el contrato de administración suscrito entre el
Estado y el ECO‐ASHÁNINKA, pero el componente de coordinación y
comunicación pasa a ser un elemento mucho más central para convertirse en el
fundamento de la gestión.
Así, en la gestión de la RCAS, aun cuando las decisiones finales son tomadas por
la Jefatura y el ECO‐ASHÁNINKA, se debe extender el proceso de coordinación
para alcanzar consensos que integren aportes de los miembros del comité de
gestión y se garantice que realmente se conjugan los intereses y las
expectativas de la población beneficiaria con los objetivos de gestión del
Estado. La gestión estará basada en procesos de consulta y participación
apropiados con todos sus actores, de acuerdo al nivel de planificación y
respetando los mecanismos legítimos de representación de los grupos de
actores.
Finalmente, es compromiso de la Jefatura y ECO‐ASHANINKA fortalecer los
mecanismos de representación y los espacios de participación (reuniones de la
mesa ejecutiva del comité de gestión, reuniones con OO.II. y ONG, asambleas
organizacionales y comunales, etc.) para asegurar una gestión consensuada,
inclusiva y sensible a los intereses y expectativas de la población beneficiaria de
la RCAS.
4.5 Actores en la Cogestión
A través de los resultados obtenidos en el proceso de consulta con
comunidades, organizaciones e instituciones, se ha configurado un mapa de
actores que posteriormente fue revisado y discutido en un taller amplio con
representación de las CC.NN., sus organizaciones, y las principales instituciones
que son cercanas e involucradas a la Reserva y su zona de amortiguamiento.
Los actores se han dividido en 5 grupos:
a. Responsables directos de la Administración de la RCAS.
b. Comunidades Nativas, Organizaciones Indígenas y de Agricultores.
c. Gobiernos locales y regionales.
d. Aliados estratégicos (ONG y/o Empresas privadas)
e. Otros actores.
Sin bien puede verse una cierta duplicidad de representación en algunos casos,
por cuanto las organizaciones indígenas participan tanto en el Comité de
Gestión como en la ECO‐ASHÁNINKA, y las comunidades nativas están
legítimamente representadas tanto en el ECO‐ASHANINKA como en sus
respectivas Organizaciones, se describe independientemente a estos actores
por cuanto tienen también espacios de participación independientes y directos,
lo que justifica su consideración en ítems separados.
4.5.1 Responsables directos de la Administración de la RCAS
Ministerio del Ambiente – SERNANP –Jefatura de la Reserva Comunal
Asháninka.
El Ministerio del Ambiente, a través del Servicio Nacional de Áreas
Naturales Protegidas – SERNANP es el ente rector del Sistema Nacional
de Áreas Naturales Protegidas – SINANPE. Como tal, tiene funciones
intransferibles, como son las de funciones de supervisión, sanción y
dirección. Aprueba los documentos de gestión del ANP, reconoce la
conformación del ejecutor del Contrato de Administración y el Comité
de Gestión.
Localmente el SERNANP ejerce su función rectora a través del Jefe de la
Reserva Comunal Asháninka, quien es elegido a partir de la terna que el
ECO‐ASHANINKA propone al SERNANP. Como Jefe de la Reserva, es
junto al ECO‐ASHÁNINKA, el actor principal en la gestión de la RCAS.
La JRCAS cuenta con un equipo de especialistas de diversa formación
profesional y Guardaparques, además de personal logístico y
administrativo, oficinas e infraestructura operativa.
Ejecutor del Contrato de Administración de la Reserva Comunal
Asháninka ECO‐ASHÁNINKA.
Fundada el 21 de abril del 2006, firmó el contrato de administración de
la Reserva el 23 de septiembre del 2008. Está constituida por las 22
comunidades colindantes con la RCAS que son socios pleno de la
Asamblea, aunque la comunidad de Tsoroja ha manifestado que no
quieren integrarse efectivamente hasta que se modifique el nombre y se
agregue la denominación “Kakinte”. Además las comunidades de
Tipeshiari y Alto Picha no han participado directamente del proceso de
constitución, dada su condición de población en contacto esporádico,
pero se les ha incluido, y los representa COMARU, como la organización
indígena del río Urubamba. También son parte de la ECO‐ASHANINKA
las federaciones CART, CARE, OARA y COMARU.
El ECO‐ASHANINKA tiene un Concejo Directivo formado por 6
representantes de las comunidades socias. Además realiza una
asamblea anual ordinaria con todos sus asociados para evaluar su
desempeño, recoger sus aportes y opiniones y planificar las acciones
futuras. Desde su creación el ECO‐ASHANINKA ha sido muy activo y en
base a alianzas establecidas y gestiones junto con la JRCAS, ha avanzado
mucho en su consolidación (tanto en recursos humanos como físicos) y
está considerada una ECA líder a nivel nacional.
Comité Unificado de Gestión del Parque Nacional Otishi y la Reserva
Comunal Asháninka.
En un proceso de análisis de alternativas y discusión entre los comités
de gestión de la Reserva Comunal Asháninka, el Parque Nacional Otishi,
la Reserva Comunal Machiguenga y el Santuario Nacional Megantoni, se
acordó fusionar los comités del PNO y la RCAS por un lado, y la RCM y
SNM por otro lado, para evitar duplicidades de participación y
representación en cada caso.
El Comité Gestión Unificado para el Parque Nacional Otishi y la Reserva
Comunal Asháninka se constituyo en el 2009 con 24 miembros, donde
están las OO.II., Direcciones Regionales, ONG, jefaturas de Área, etc. Fue
reconocido por el SERNANP mediante Resolución Directoral N°035‐
2010‐SERNANP‐DGANP del 10 de diciembre del 2010.
El CGU está presidido por la Municipalidad Provincial de Satipo y cuenta
con una Comisión Ejecutiva integrada por representantes de OO.II. e
instituciones aliadas de la RCAS y sus funciones están descritas en la Ley
26834 Ley de ANP y su reglamento.
El CGU es el espacio principal a través del cual los actores de la RCAS y
en especial las OO.II., participan, coordinan, discuten y hacen llegar sus
inquietudes y propuestas al ECO‐ASHANINKA y JRCAS.
4.5.2 Comunidades Nativas, Organizaciones Indígenas y
organizaciones de agricultores.
Comunidades Nativas.
En la actualidad 22 comunidades colindan con la Reserva Comunal
Asháninka, de ellas, 19 son Asháninka, 1 es Kakinte, 1 es Matsiguenga y
2 son compartidas por asháninkas y matsiguengas (Timpiñari y
Tipeshiari). Las comunidades, como ya se ha descrito en capítulos
anteriores, tienen un uso extensivo de la RCAS, que no se ve limitado
por la existencia misma de la Reserva.
En términos generales la relación entre las CC.NN. y la RCAS es buena,
es decir, no se perciben de ninguno de los dos lados conflictos
preocupantes, sin embargo en la mayoría de ellas no hay total claridad
en cuanto qué es la Reserva y qué implicancias tiene para ellos. Cuando
el personal de la Jefatura de la Reserva o ECO‐ASHANINKA llegan a la
comunidad son bien recibidos y en general en las CC.NN. demandan
mayor presencia de ellos, para informar, aclarar dudas y recibir apoyo
en temas puntuales (linderamiento principalmente e incluso manejo de
RR.NN.).
Un caso excepcional, en el momento actual, lo constituyen la
comunidad de Meteni y la comunidad de Tsoroja. En la primera, al
menos dos de sus poblados anexos, Pichiquía y Chiquireni, han tenido
participación en la extracción ilegal de madera en la Reserva. Dada esta
circunstancia, en algunas oportunidades se han producido conflictos
ante la presencia de personal de la Jefatura y del ECO‐ASHÁNINKA.
En el caso de la comunidad Kakinte de Tsoroja, en el límite norte de la
RCAS, y a pesar que sus líderes participaron del proceso de
categorización de la RCAS, son renuentes a participar en cualquier
actividad vinculada a la Reserva o la ECO‐ASHÁNINKA, a la que han
manifestado su negativa a pertenecer. En repetidas oportunidades han
obstaculizado actividades de patrullaje de la Jefatura de la Reserva y
actividades de extensión e información de la ECO‐ASHÁNINKA y
constantemente la relación es de cierta tensión. Esta situación se
percibe a partir del año 2006.
De todo el conjunto de CC.NN., las comunidades ubicadas en el sector
sur de la RCAS son las que menos información tienen sobre ella. Las
comunidades de Tipeshiari (Matsiguenga y algunos Asháninka) y Alto
Picha (Matsiguenga) tienen una población dispersa sobre un gran
territorio y muy poco contacto y participación en actividades fuera de su
comunidad, en tal sentido, tienen poco o ningún conocimiento de la
existencia de la RCAS. Por solicitud del Consejo Machiguenga del Río
Urubamba – COMARU, no se visitó a las familias de estas comunidades
para evitar afectar o interferir con su estilo de vida tradicional. La
información con que se cuenta ha sido proporcionada por COMARU,
quienes en el 2006 realizaron visitas a esas comunidades para censarlos
y apoyar sus trámites de titulación.
Organizaciones Indígenas y asociaciones de agricultores.
En esta categoría se agrupan las organizaciones de base, tanto indígenas
como de la población mestiza de ascendencia andina.
CARE (Central Asháninka del Río Ene).
Es la Organización que representa a las CC.NN. del valle del Río Ene,
entre ellas las colindantes con la RCAS. Fue fundada en 1992 y
actualmente cuenta con proyectos financiados por la cooperación
internacional. Esta muy involucrada con la Reserva Comunal y tiene una
participación activa.
CART (Central Asháninka del Río Tambo).
Es la organización que agrupa a las comunidades asháninkas de ese
valle, algunas colindantes con la RCAS. Es también colaborativa con la
ECO‐ASHANINKA y ve la RCAS como un tema importante de su agenda.
Al igual que CARE tiene sus oficinas administrativas en Satipo, Junín.
COMARU. (Concejo Machiguenga del Río Urubamba).
Esta federación funciona en Quillabamba y representa a las
comunidades de Alto Picha y Tipeshiari (además de las comunidades
Matsiguenga del valle del Río Urubamba). Por una limitante de distancia
y acceso, COMARU participa muy poco de la gestión de la RCAS y ha
delegado su representación a la ECO‐ASHÁNINKA.
FARE Federación Asháninka del río Ene.
Es la organización representativa de algunas comunidades asháninkas
del alto Ene. Es de reciente formación (Noviembre 2008) y aún están
regularizando su situación registral así como el proceso de asentarse y
organizarse como federación. Algunas comunidades afiliadas a CARE lo
estarían también a FARE, siendo aún una situación indeterminada.
OARA. (Organización Asháninka del Río Apurímac)
Es la federación representativa del valle del Río Apurímac. En el
momento actual atraviesa una crisis dirigencia muy fuerte que ha
afectado sus capacidades operativas, representativas y de participación.
Cuenta con oficina en el distrito de Kimbiri.
ODPK (Organización para el Desarrollo del Pueblo Kakinte).
Esta organización representa a la comunidad de Tsoroja, pero no se le
ve actividad organizacional continua. Se han negado a participar y el
tema de la Reserva Comunal no es su prioridad. ODPK, a diferencia de
las anteriores organizaciones, se negó a participar de la constitución del
ECOASHANINKA. A pesar que se les ha invitado repetidas veces nunca
participa de los procesos de la RCAS ni hay un lugar específico donde
hallarlos para contactarlos. AIDESEP la reconoce como una federación
válida.
Asociación Regional de Pueblos Indígenas de la Selva Central – ARPI
Es la organización a nivel regional de AIDESEP para la selva central.
Comprende 11 federaciones locales desde Puerto Bermúdez hasta el
valle del río Apurímac. Su sede se ubica en Satipo y los temas de
territorio y educación intercultural son dos de sus principales ejes de
trabajo. El tema de conservación y ANP es un tema también importante
en su agenda y participan de las reuniones del Comité de Gestión.
FEPAVRAE (Federación de Agricultores del Valle del Apurímac y Ene).
Esta es una organización gremial que representa a grupos importantes
de agricultores no indígenas de los valles del Apurímac y Ene. Su sede
está en Kimbiri y a nivel del Apurímac tiene buena representatividad
aunque en el Ene no es muy fuerte. Dentro de FEPAVRAE coexisten
varias organizaciones agrarias más pequeñas. Recibe apoyo económico
de las municipalidades de Kimbiri, Pichari y Sivia, y también del Plan
VRAE.
FAVRE (Federación de Agricultores del Valle del Río Ene).
Es la organización gremial de los agricultores en el Alto Ene, con base en
Valle Esmeralda. Actúan como interlocutores de la población colona
ante los gobiernos locales y otros estamentos del Estado. Está afiliado al
FEPAVRAE. Es más activa y constantemente sus directivos están en
Satipo realizando diversas gestiones. Tienen poco o ningún
conocimiento sobre la RCAS y lo que esta implica. Sus demandas y
actividades son fundamentalmente desarrollistas y promueven una
agricultura más intensa en su zona de representación.
4.5.3 Gobiernos Locales y Regionales
Gobiernos Regionales.
El Gobierno Regional de Junín tiene una visión de gestión de ANP en su
jurisdicción y al menos 1 perfil de proyecto concreto para financiar
actividades de consolidación de la gestión de las ANP, dentro de las
cuales se incluye la RCAS y el PNO1. Además el G.R. Junín está diseñando
un Sistema Regional de Conservación, que involucra tanto las de
carácter nacional como las de carácter regional. A nivel de la
Subgerencia Regional de Satipo, hay poco conocimiento del tema.
El gobierno Regional del Cuzco tiene ya en operación un Sistema
Regional de Áreas de Conservación, pero está más enfocado en las áreas
de conservación regional propias de la región Cuzco y en aquellas ya
consolidadas (Machu Picchu, Manu, etc.), no hay por el momento
alguna iniciativa que se vincule con la RCAS.
Gobiernos Locales.
En general su conocimiento del tema de ANP es limitado y no se
manifiesta en sus planes de gestión2. La participación en los espacios de
cogestión (Comités de Gestión) es escasa o nula. Son distritos con una
fuerte visión de desarrollo basada en el desarrollo económico a través
de la construcción de infraestructura (escuelas, carreteras, electricidad,
obras de agua y desagüe, veredas, etc.) y desarrollo agroindustrial
(promoción del cultivo de variedades de cacao y café de alto
rendimiento, etc.) y con aparentemente poco manejo del tema
intercultural e indígena en específico.
La excepción la constituiría la Municipalidad Distrital de Río Tambo
(MDRT), que es el municipio más involucrado dada su cercanía con la
RCAS, su carácter poblacional indígena y la cercana relación con las
federaciones que representan a las comunidades colindantes con la
Reserva en los valles de los ríos Ene y Tambo. La MDRT tiene una
pequeña subvención a la ECO ASHÁNINKA y varios apoyos económicos a
las federaciones de los ríos Ene y Tambo.
Las municipalidades de Pichari y Kimbiri, que son parte de la provincia
de La Convención, Cuzco, se muestran receptivas al tema de la
1
Parque Nacional Otishi.
2
Referido a los planes concertados de desarrollo distrital y planes operativos anuales, así como las
propias entrevistas a alcaldes y/o gerentes de las municipalidades distritales y provinciales que fueron
revisados por los consultores.
conservación pero no se han identificado iniciativas ni políticas
concretas vinculadas, no conocen de la existencia específica de la RCAS y
tienen sólo una vaga idea de la existencia de un Parque Nacional.
A nivel de los gobiernos provinciales, sólo se tuvo acceso a la
Municipalidad Provincial de Satipo, que igualmente que las distritales
tiene poco o nulo conocimiento sobre el tema de ANP.
Todos los municipios tienen proyectos productivos generalmente de
apoyo a la producción de cacao y café; en Pichari y Kimbiri además
piscicultura. El turismo aparece también en el discurso de los gobiernos
locales pero no se ve un conocimiento más claro del asunto ni las reales
dimensiones de la actividad. En la actualidad el turismo es una actividad
ocasional, desordenada e informal.
4.5.4 Aliados estratégicos (ONG y Empresas privadas)
Se han identificado 4 ONG activas que actúan en el ámbito de la RCAS.
De estas, 2 tienen acciones directas que involucran a la JRCAS o a la ECO
ASHANINKA. Las otras 2 tienen diversos proyectos o programas pero no
se vinculan directamente con el tema ambiental aunque si son
identificados como aliados por alguno actores directos de la RCAS
(OO.II., comunidades, ECO‐ASHÁNINKA)
Centro de Investigación y Promoción Amazónica CIPA.
ONG con casi 30 años en la provincia de Satipo, dedicada a la promoción
y desarrollo de los pueblos amazónicos. En la actualidad tiene un
proyecto de fortalecimiento de las federaciones locales en el tema de
gestión del territorio en los distritos de Pangoa y Río Tambo. Dentro de
este componente apoya a la ECO ASHANINKA en actividades puntuales y
a la JRCAS en la contratación de dos guardaparques voluntarios. Tienen
proyección de continuar sus acciones de trabajo con la RCAS y ECO‐
ASHANINKA
Asociación Cutivireni – ACPC.
ONG local fundada en 1987, con el objetivo de apoyar la conservación
del patrimonio natural y cultural de los pueblos indígenas de la selva
central, promovió la creación de las ANP del complejo Vilcabamba junto
con CEDIA, Conservación Internacional y las Federaciones Indígenas
locales. Su ejercicio institucional se organiza en 3 ejes: Gestión del
Territorio, Desarrollo Humano y Manejo de RR.NN. desarrolla diversos
proyectos que se vinculan directamente con la gestión de la RCAS o su
zona de amortiguamiento.
Ecotribal
Es una pequeña empresa de comercialización de producción orgánica y
más recientemente ha ingresado a la promoción de venta de servicios
ambientales con 3 comunidades del valle del Ene (Cutivireni,
Camantavishi y Parijaro). Coordina constantemente con el ECO‐
ASHANINKA y la Jefatura de la Reserva para las acciones que realiza en
la zona de amortiguamiento.
4.5.5 Otros actores.
Los actores antes citados son los que se vinculan más directamente en la
gestión de la Reserva y tienen acciones o proyectos que se ejecutan con
participación de la ECO‐ASHANINKA y Jefatura de la Reserva.
Pero además hay varios actores que, aunque vinculados, no tienen una
actuación tan directa y eventualmente debería alentarse en ellas una
mayor participación. A continuación hacemos un listado de estos
actores:
Agencias Agrarias de Satipo y Kimbiri – Pichari.
Llevan registros de la producción agrícola y además participan en el
proceso de catastro y titulación que realiza COFOPRI.
Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre. (Sede San Ramón,
sub‐sede Satipo y sede Huancayo sub‐sede San Francisco ‐ VRAE)
Responsables por la promoción, aprobación de planes de manejo
forestal y control de las actividades de los permisos forestales en
comunidades nativas en la zona de amortiguamiento, así como del
control de tráfico de especies silvestres.
Organismo de Formalización de la Propiedad Informal – COFOPRI
Responsable de los procesos de titulación y catastro en comunidades y
parcelas de colonos.
Sector Educación: UGEL Satipo / UGEL Río Tambo/UGEL Pichari Y
Kimbiri.
Responsables de establecer los proyectos educativos a nivel de
provincia y distritos. Con ellos se deben trabajar los contenidos que
permitan introducir el tema de conservación, gobernabilidad ambiental
y ANP en las comunidades de la zona de amortiguamiento.
PNP ‐ Policía Ecológica.
Apoya ocasionalmente las actividades de patrullaje y control del
personal de la Jefatura de la Reserva y ECO‐ASHÁNINKA.
FF. AA. ‐ Ejercito Peruano.
Hay 3 bases en el valle del Ene y en general el VRAE sigue siendo zona
de emergencia por lo que tienen un rol importante en el tema de
seguridad. Además pueden ser un elemento importante en casos de
invasiones, apoyando en la prevención de invasiones en territorios
comunales que posteriormente incrementen los conflictos sociales en la
zona del VRAE.
Proyecto Especial Pichis Palcazu
Proyecto del gobierno central con más de 30 años de trabajo en
promoción del desarrollo de la selva central. Su promoción del
incremento de la intensidad del uso del suelo podría generar un
incremento de la presión desde las comunidades hacia la Reserva en el
largo plazo. Este programa de asistencia al agricultor también podría
generar expectativas en la población mestiza del Apurímac y
eventualmente incrementar la migración hacia el valle del Ene.
Empresas madereras/Asociación de Empresas Madereras de Satipo.
Hay dos empresas formales de mediana envergadura en la Zona de
Amortiguamiento y un sinnúmero de empresas pequeñas muy ligadas a
prácticas de extracción no sostenibles.
Cooperativas y empresas acopiadoras de productos agrícolas.
La producción agrícola comercial se ha dinamizado mucho en los últimos
años y las cooperativas y empresas acopiadoras de café y cacao están
jugando un rol relevante en este proceso llegando hasta las propias
comunidades a comprar la producción a mejores precios pero también a
brindar asistencia técnica a los productores.
Otras ONG
Además de la dos ONG antes mencionadas, existen otras ONG que
desempeñan acciones en el ámbito de los valles del rio Apurímac, Ene y
Tambo, sin embargo no tienen a la fecha ningún proyecto que se
relacione directamente con la RCAS el ECOASHANINKA o contemplen
acciones dirigidas a mitigar las amenazas o aprovechar las
oportunidades de la RCAS. Sus proyectos se enfocan en el
fortalecimiento de capacidades productivas, liderazgo, asesoría legal,
asistencia humanitaria, salud o educación.
Dentro de estas instituciones podemos citar Centro Amazónico de
Antropología y Aplicación Práctica – CAAAP y CARITAS Satipo.
MAPA DE ACTORES DE LA RESERVA
COMUNAL ASHANINKA MD RIO TAMBO
GRJCUSCO
MD KIMBIRI
MPCONVENCIÓN
PEEP AGENCIA AGRARIA PICHARI
COFOPRI
UGEL-SATIPO
RESERVA COMUNAL ODEBRECHT / REPRESA
ASHÁNINKA. PAKITSAPAMPO
PNP
FAVRE
EMPRESAS
MADERERAS
ARPI
BCS QUITENI
ORGANIZACIONES INDIGENAS
LOCALES REPSOL
(CART, CARE, OARA, COMARU,
FARE)
UGEL – RIO TAMBO
CADTAMBO y ENE
CIPA Fuente: Taller participativo en
Relación positiva
CC.NN la C.N. de Samaniato. 2010
Relación negativa/conflictiva
ECOTRIBAL ONG (ACPC, CIPA,
Relación incierta, ambivalente CAAAP, ETC)
4.6 ROLES EN LA COGESTIÓN DE LA RESERVA
Como se señaló al hablar del Modelo de Gestion, las principales funciones y
responsabilidades de acuerdo a norma legal recaen en la Jefatura de la RCAS, el
ECO‐ASHANINKA y el Comité de Gestion. Sin embargo, la gestión debe ir más
allá para incluir e integrar a todos los actores, especialmente a los pueblos
indígenas y sus OO.II., para asegurar una gestión satisfactoria y concordante
con la Visión definida.
Los diversos actores de la Reserva tienen igualmente diversos roles y funciones,
que se describen a continuación.
Jefatura de la Reserva Comunal Asháninka.
Como representante del SERNANP y el Estado, tiene funciones intransferibles,
como la supervisión, control y vigilancia, dirección y sanción. Sin embargo, aún
estas funciones deben ser coordinadas con el ECO‐ASHÁNINKA.
El aprovechamiento de los RR.NN. de la Reserva requerirá la otorgación expresa
de un permiso o autorización otorgada por la Jefatura de la Reserva así como
de la opinión previa, informada y favorable del ECO‐ASHÁNINKA y en
coordinación con las OO.II., a excepción del uso tradicional de recursos
naturales que las poblaciones indígenas beneficiarias, en especial las que
moran dentro de la RCAS, realicen, siempre que no pongan en riesgo los valores
naturales de la Reserva.
La Jefatura de la RCAS deberá procurar el fortalecimiento y empoderamiento
de la ECO‐ASHANINKA para poder compartir y transferir las funciones que no
sean indesligables del rol del Estado y que puedan ser asumidas por la ECO‐
ASHÁNINKA.
La Jefatura lidera junto con al ECO‐ASHANINKA todos los procesos de cogestión
de la RCAS, la elaboración e implementación de los documentos de gestión,
promueve la participación de las OO.II., gobiernos locales y regionales y todos
los demás aliados o actores relevantes a la gestión, procurando extender la
información y capacitación a todos para lograr un avance en la mejora de la
gestión en conjunto con las todos ellos.
El personal de la Jefatura (Guardaparques, Especialistas, personal
administrativo y logístico) así como los recursos físicos con los que cuenta,
apoyan a la ECO‐ASHANINKA en sus labores, previa coordinación y autorización
del Jefe de la Reserva.
Ejecutor del Contrato de Administración de la Reserva Comunal Asháninka ECO
ASHANINKA
Como el interlocutor válido de las comunidades beneficiarias de la RCAS ante el
SERNANP, el ECO‐ASHANINKA asume la responsabilidad de la cogestión de la Reserva
junto a la Jefatura del Área. En tal sentido, una de sus principales funciones es liderar
la estrategia de Comunicación, coordinación y concertación y asegurar una
participación efectiva del CGU, las OO.II. y comunidades beneficiarias de la RCAS.
El ECO‐ASHANINKA cogestiona la RCAS liderando los programas de uso público,
conservación y apoyo a la gestión, a excepción del componente de Vigilancia y
protección que es liderado por la Jefatura de la RCAS. Como se mencionó
anteriormente, estas funciones son asumidas gradualmente conforme la ECO‐
ASHANINKA adquiere las capacidades para ello.
El ECO‐ASHANINKA supervisa los permisos y contratos para aprovechamiento de
recursos naturales, convenios para ejecución de proyectos así como la autorización
para cualquier otra actividad económica, social o científica dentro de la RCAS. Esta
función se ejerce coordinadamente con la Jefatura y las OO.II. Igualmente, la vigilancia
comunitaria esta bajo competencia del ECO‐ASHÁNINKA, siempre en coordinación con
la JRCAS y en función de las prioridades y estrategias conjuntamente acordadas.
El personal y recursos con lo que la ECO‐ASHANINKA cuente brindarán apoyo también
al personal de la Jefatura en las tareas que coordinadamente se acuerden.
El ECO‐ASHANINKA además buscará los recursos financieros que permitan la gestión
de la Reserva, sea mediante la generación de ingresos a partir de la propia Reserva o a
través de programas de cooperación con terceros.
Comité de Gestión Unificado del Parque Nacional Otishi y la Reserva Comunal
Asháninka.
Los planes operativos anuales son elaborados con participación del CGU y son
aprobados y evaluados por este, por lo tanto, es importante que el CGU cuente con el
nivel de organización suficiente para poder asumir esta función a cabalidad y en forma
constante, estableciendo comisiones que puedan velar por el adecuado cumplimiento
de obligaciones de la Jefatura y el ECO‐ASHANINKA pero también de quienes hayan
accedido a permisos de uso de recursos (incluida la exploración de hidrocarburos) en la
RCAS.
El CGU es el espacio principal donde se presentan, analizan, discuten y conciertan las
propuestas, inquietudes y alternativas para la gestión de la RCAS, y la Comisión
Ejecutiva es la responsable de ponerlas a disposición de la jefatura y el ECO‐
ASHANINKA y conjuntamente con ellos disponer la manera en que serán incorporados
en la práctica.
El Comité de Gestión Unificado es el espacio donde todas las instituciones planteen sus
proyectos y emprendimientos y donde se verifique que guardan coherencia con el Plan
Maestro y con las políticas y estrategias que en común se establecen para la gestión de
la Reserva y su zona de amortiguamiento.
La Jefatura de la Reserva, la Jefatura del Parque Nacional Otishi y el ECO‐ASHANINKA
velarán porque el Comité de Gestión Unificado cuente con las condiciones para poder
desarrollar esta función, así como otras que en la asamblea del Comité se acuerden.
Organizaciones Indígenas
Las OO.II. tienen un rol especial en la gestión de la RCAS, por un lado son parte del
ECO‐ASHANINKA y se representan en él, por otro lado las OO.II. tienen un rol mucho
más amplio que la cogestión de la Reserva. En tal sentido, las OO.II. contribuyen a la
gestión a través de los mecanismos establecidos (ECO‐ASHANINKA y Comité de
Gestión) pero también en forma directa y coordinada en el ámbito de representación
de sus respectivas comunidades afiliadas.
La ECO‐ASHANINKA y las OO.II. coordinan y planifican conjuntamente para facilitar y
mejorar el cumplimiento de las metas y objetivos fijados en los documentos de gestión
(Plan Maestro, POA, etc.).
La actuación de las OO.II. es particularmente relevante para las acciones que
involucren la zona de amortiguamiento, donde es necesaria la participación informada
y consultada de las CC.NN. y donde las acciones como la mitigación de amenazas o
promoción del manejo de recursos deben ser liderados por las OO.II.
Gobiernos Locales y Regionales
Como miembros del Comité de Gestion Unificado, las municipalidades distritales y
provinciales y gobiernos regionales deben involucrarse en la gestión de la Reserva
tanto como la JRCAS y ECO‐ASHANINKA deben involucrarse en la gestión de los
Gobiernos locales. Resultado de esta relación, los gobiernos locales deben incluir a las
ANP dentro de sus programas y proyectos pero también deben considerar las
implicancias que podrían tener sus proyectos en la zona de amortiguamiento (cambio
de uso de suelo, infraestructura vial, apoyo a mega‐proyectos de desarrollo, etc.)
La JRCAS y ECO‐ASHANINKA brindarán a los gobiernos locales, la información y
facilidades técnicas y logísticas a su disposición para mejorar la inclusión de la RCAS y
temas de conservación en la planificación y presupuesto municipal y facilitar de esta
manera su involucramiento y participación.
CAPÍTULO 5.
SOSTENIBILIDAD FINANCIERA
5.1 ANÁLISIS DE LA BRECHA FINANCIERA
5.1.1 Fuentes históricas y actuales de financiamiento
La mayor parte de la información histórica de las fuentes de
financiamiento de la RCAS se obtuvo gracias a la colaboración de la
Jefatura de la Reserva Comunal Asháninka, ECO ASHÁNINKA, la Oficina
Central del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP),
y a diversas instituciones de la zona que apoyaron la elaboración de este
documento, como lo fueron la ACPC y CARE, entre otras.
Si bien las operaciones de la RCAS se iniciaron a finales del 2005, el
presente análisis toma en cuenta el periodo 2007 – 2010, como se
detalla:
Fuentes históricas y actuales de financiamiento de la Reserva Comunal Asháninka (Nuevos
Soles).
Fuentes: 2007 2008 2009 2010
JRCAS (SERNANP) 235,713 217,939 253,727 469,479
ONG ACPC (1) 95,510 296,027 326,116 79,458
Socios P.G.P (2) ‐ 5,875 35,661 16,714
Municipalidad Distrital de Río 7,200 23,556 42,500 12,000
Tambo
Rainforest UK 14,000 ‐ ‐ ‐
CARE ‐ Rainforest UK ‐ ‐ 17,380 20,000
REPSOL ‐ ‐ ‐ 66,667
Otros ‐ 29,300 23,915 2,250
TOTAL (S/.) 352,423 572,697 690,484 666,568
1 Incluye los aportes del Proyecto Gestión Participativa (Fondos de PROFONANPE / ACBT).
2 Socios de Proyecto Gestión Participativa.
5.1.2 Análisis de Necesidades Financieras por Programa de
Manejo
Para el análisis de brechas de financiamiento se han dividido las
funciones operacionales de la Reserva Comunal Asháninka de acuerdo a
los programas y subprogramas de manejo definidos en el Plan Maestro.
Los 10 subprogramas listados a continuación corresponden al Escenario
Moderado3desarrollado en el Plan Maestro de la RCAS, el cual
3
En el marco del Plan Maestro de la RCAS se desarrollaron tres escenarios de manejo según los recursos
con los que el ANP podría contar en los próximos periodos. Estos serán analizados con más detalle en el
capítulo 3.4 del presente documento.
comprende todas las actividades que deberían realizarse en la RCAS
para alcanzar sus objetivos de conservación:
1. Programa de conservación de recursos.
Control y vigilancia
Demarcación y señalización.
2. Programa de Uso Público.
Educación Ambiental
Investigación.
Monitoreo social y ambiental
3. Programa de Apoyo a la Gestión.
Capacitación en Derechos
Planificación y Monitoreo.
Mejora de las Capacidades.
Zona de Amortiguamiento.
La información para el análisis financiero de la RCAS, y la consiguiente
modelación de los escenarios de manejo se recopiló mediante reuniones
de trabajo con el personal profesional y administrativo de la Jefatura de
la RCAS, el ECO ASHÁNINKA y los miembros del Comité de Gestión
Unificado que participan en el desarrollo del Plan Maestro del ANP.
Los detalles del Plan de Financiamiento se detallan en el documento
específico que se ha elaborado paralelamente al Plan Maestro.
5.1.3 Análisis de Escenarios de Manejo
En el modelamiento de la gestión se han contemplado 3 escenarios de
manejo dependiendo de los recursos disponibles. Cada escenario
optimiza los recursos con los que se dispone, priorizando en todos ellos
el Programa de Conservación de Recursos y la intervención en la zona de
amortiguamiento para asegurar así la el control y vigilancia adecuada de
la RCAS y la participación e involucramiento de la Zona de
Amortiguamiento. La excepción está hecha por el escenario óptimo
donde es el programa de apoyo a la gestión en su conjunto al que se
destina mayores fondos, en señal de que en una situación ideal, las
principales acciones van a estar enfocadas principalmente en las CC.NN.
de la Z.A.
En el escenario límite, la prioridad de la gestión se centra en las labores
de control y vigilancia, 43%, seguido a partes iguales por el programa de
uso público y de apoyo a la gestión, manteniendo un equilibrio entre
estos dos programas.
En el escenario moderado, disminuye el peso porcentual del control y
vigilancia (38.2%) para aumentar el apoyo a la gestión, especialmente en
la intervención en la zona de amortiguamiento. Finalmente, en un
escenario optimo, el presupuesto está un poco más equilibrado entre
todos los componentes con una ligera predominancia del apoyo a la
gestión.
Esta distribución refleja la importancia de asegurar en un primer
momento los recursos necesarios para las labores de control y vigilancia,
y seguida del apoyo a la zona de amortiguamiento, integrándolos a la
gestión y apoyando su desarrollo en los términos que ellos definan. De
esta manera se espera poder comprometerlos con la gestión de la
Reserva Esto permitirá que exista una menor presión sobre los recursos
de la Reserva Comunal, garantizando de esta forma su conservación
para las generaciones futuras.
Finalmente, hay que mencionar que, la importancia relativa de los
montos totales necesarios para gastos operativos y administrativos de
las distintas instituciones involucradas en el manejo del área, dígase ECO
ASHÁNINKA, JRCAS y el Comité de Gestión Unificado representa 20% del
gasto total en el escenario Límite, 15% en el escenario Moderado y
cerca del 16% en el escenario Óptimo. Lo cual indica que a medida que
el presupuesto para el área crece, la proporción de gastos que se
dedican a labores administrativas disminuye; luego, al acercarse al
escenario Óptimo, la proporción de gasto en este rubro se mantiene
constante.
Si se consideran los costos promedio por hectárea para cada uno de los
escenarios, considerando que la RCAS cuenta con una superficie de
184,468 hectáreas, se infiere que en el escenario Límite se necesitaría
una inversión anual promedio de S/. 4,51 por hectárea, en el escenario
Moderado se necesitarían anualmente S/. 9.52 por hectárea y en el
escenario Óptimo un monto aproximado de s/. 16.28 por hectárea al
año. Estos montos son comparables a los de otras áreas naturales
protegidas similares, por ejemplo según el Informe Técnico de Análisis
de Necesidades de Financiamiento del SINANPE 2005 – 2014, el Parque
Nacional Yanachaga Chemillén, ubicado en la Región Pasco, necesita un
promedio de S/, 14.2 anuales por hectárea para su manejo en el
escenario Óptimo.
Resumen de los Escenarios Propuestos en el Plan Maestro de la Reserva Comunal
Asháninka 2011‐2016 (Nuevos Soles)
PLAN PLAN
PLAN LIMITE
PROGRESO CONSERVADOR
AREA TOTAL DE LA RCAS (Ha) 184,468
Inversion anual necesaria x Hectarea
16.28 9.52 4.51
(Soles x Ha)
Inversion anual necesaria x Hectarea (US$
5.81 3.40 1.61
x Ha)
Fuente: elaboración propia.
5.1.4 Resumen de Necesidades y Brechas de Financiamiento
Para el análisis de brechas de financiamiento se han dividido las
funciones operacionales de la Reserva Comunal Asháninka de acuerdo a
03 programas y 07 subprogramas de manejo.
Grafico 21. Brecha Financiera del Plan Maestro
Asimismo, según los cálculos efectuados en el Informe Técnico ˝Análisis
de las Necesidades Financieras del SINANPE 2005 – 2014˝ el monto
mínimo necesario para lograr un manejo parcial de la RCAS es de S/. 888
297. Si consideramos el monto necesario para un manejo óptimo del
área, según los datos del mismo estudio, se observa que anualmente se
necesitaría la suma de S/. 1´239 627; lo que evidencia que existe una
brecha financiera anual de aproximadamente S/. 221,730 y S/.
573,060.4
4
El informe técnico ˝Análisis de las necesidades financieras del SINANPE 2005 – 2014˝ expresa dichos
sus cálculos en dólares (US$ 317,249 y US$ 442,724), por lo que por fines del documento se utilizo un
Tipo de Cambio de 2.8.
5.2 IDENTIFICACIÓN Y SELECCIÓN DE OPCIONES DE
FINANCIAMIENTO
A continuación se detalla el método como se identificaron las opciones de
financiamiento evaluado, y el proceso seguido para la selección de las más
relevantes con el fin de hacer un análisis más profundo de las mismas.
Proceso de selección de Opciones
Para lograr un proceso de selección abierto y participativo se siguió el siguiente
proceso, tal como se detalla en el Gráfico:
Gráfico 22 Proceso de Selección de Opciones
A continuación se detalla cada una de las etapas del Proceso de Selección de
Opciones:
Identificación de Opciones de Financiamiento
En la primera jornada de trabajo realizada en las instalaciones de la Jefatura de
la Reserva Comunal Asháninka en Satipo en marzo del 2010 surgieron
diferentes alternativas de financiamiento, las cuales se caracterizan a
continuación.
Opción 1:
Ofrecer de manera directa o indirecta servicios turísticos dentro y fuera de la
Reserva Comunal Asháninka
Opción 2:
Venta de Servicios Ambientales en el mercado voluntario por Reducción de
emisiones por deforestación evitada y degradación de los bosques (REDD+).
Opción 3:
Cobro por derechos de servidumbre ante un eventual uso de espacios de la
RCAS en la exploración y hidrocarburos en el lote 57.
Opción 4:
Ingresos provenientes de los pagos por compensación de impactos ocasionados
por la exploración de hidrocarburos dentro de la RCAS o en su zona de
amortiguamiento.
Oportunidad 5:
Elaboración, preparación y ejecución de proyectos específicos en colaboración
con agencias de cooperación, fundaciones y otras instituciones.
Oportunidad 6:
Aporte de fondos de los gobiernos locales (distrital, provincial y regional) vía
proyectos.
Resultado de la priorización de opciones de financiamiento.
Opción de Financiamiento Puntaje Acumulado
Ecoturismo 27
REDD+ 31
Servidumbre/cobro de alquiler 20.75
Compensación 24.25
Elaboración de proyectos 31
Aportes de Gob. locales y regionales 34
Fuente: elaboración propia.
5.3 DESCRIPCIÓN DE LAS OPCIONES PRIORIZADAS
Aporte de Gobiernos Locales y regionales
La ausencia de información y agendas de trabajo interinstitucionales originan el
desconocimiento de parte del gobierno local de Satipo de los beneficios y
oportunidades desde el aspecto económico, social y ambiental con las que
cuentan las ANP y su inserción para el desarrollo de la Provincia. Los actores
comprometidos en la gestión de la Reserva Comunal Asháninka deben contar
con una actitud de trabajo propositiva para tener la oportunidad de acceder a
fondos que apoyen al financiamiento de la Reserva Comunal Asháninka.
Hay iniciativas desarrolladas por los gobiernos locales en relación con proyectos
de inversión; sin embargo, hay poco conocimiento del Estado o nivel de
implementación de estas iniciativas entre los demás actores locales que
participan en la gestión de la Reserva Comunal Asháninka. El componente
ambiental está incorporado en la agenda de trabajo institucional de los
gobiernos locales, sin embargo, el enfoque que se le da es de corte agro ‐
productivo y de saneamiento (agua y territorio) y tangencialmente de turismo
no considerándose aún el enfoque de conservación y servicios ambientales.
Se ha identificado que las actividades / proyectos aplicados bajo los
parámetros SNIP (S/.8´096,537) en búsqueda de financiamiento son de mayor
monto en comparación con aquellos destinados por el Gobierno Local de Satipo
(S/.1´035,305). Además presentan un mayor impacto directo en la RCAS y su
Zona de Amortiguamiento en comparación con los de los gobiernos locales los
cuales tiene una orientación de influencia de trabajo a nivel de zonas urbanas.
ANEXOS
1. Mapas
Mapa 1. Mapa Físico y zona de amortiguamiento
Mapa 2. Mapa de Zonificación